Tipografía Popular Urbana Autor Koldo Atxaga Arnedo
Tipografía Popular Urbana Autor Koldo Atxaga Arnedo
Tipografía Popular Urbana Autor Koldo Atxaga Arnedo
Febrero de 2007
IIIc
Taxonomía de los rótulos:
clasificación por tipografía
9. CLASIFICACIÓN POR GRUPOS TIPOGRÁFICOS
9.1. TERMINOLOGÍA
Antes de sumergirnos en la resbaladiza clasificación tipográfica convendría aclarar
algunos términos que no siempre son usados con propiedad en el lenguaje común.
La tipografía, podría definirse como “la disciplina que trata de los tipos y de todos
los aspectos relacionados con su creación y aplicación.”1 De un modo más explícito,
puede decirse que se trata del “arte de diseñar letras y componer textos de tal modo
que puedan leerse de un modo fácil, eficaz y agradable.”2 Tal disciplina abarca
desde el diseño de los caracteres hasta la maquetación de textos o el diseño gráfico.
Jan Tschichold, en su manifiesto reformista de 1925 Elementare Typographie,
entiende la tipografía como un diseño funcional que extiende sus dominios no
sólo al texto escrito sino a todos los los elementos que entran en el juego de la
composición, incluidas las ilustraciones y el propio soporte de papel.
Cada uno de los signos que componen el alfabeto se denomina carácter, lo que
comúnmente llamamos letra.
Algunas fuentes han sido desarrolladas de manera muy versatil, de modo que se
las encuentra en diversas versiones según su “peso” visual o detalles morfológicos.
En el caso de la Univers, creada por Adrian Frutiger en 1957, pueden encontrarse
239
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CLASIFICACIÓN POR GRUPOS TIPOGRÁFICOS
Adrian Frutiger resume de este modo la historia del alfabeto: “las primeras
escrituras occidentales vieron la luz en Mesopotamia, en Sumeria, al sur del actual
Irak, hacia el año 3500 antes de nuestra era. Inicialmente, sirvieron para registrar
intercambios comerciales.
Por su parte, Egipto utilizaba, ya desde el año 3000 a.C., una escritura compleja:
la escritura jeroglífica, que se simplificó y desembocó en la escritura hierática. (…)
Además, los egipcios utilizaban signos fonéticos (una especie de signos alfabéticos)
a los que sólo recurrían para transcribir nombres extranjeros (…).
Fueron unos pueblos semíticos, entre otros los fenicios, los que imaginaron por
vez primera una escritura muy simplificada de 22 signos: el alfabeto. Los diseños
de estos signos se inspiran en otros procedentes de las escrituras demóticas y
cuneiformes.
241
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3
FRUTIGER, Adrian. En torno a la tipografía. (Título original: A bâtons rompus. Atelier Perrousseaux. 2001.) Ed.
Gustavo Gili S.A. Barcelona. 2002. P. 11.
4
SATUÉ, Enric. El diseño gráfico: desde los orígenes hasta nuestros días. Alianza Editorial S.A. Madrid. 1988. P. 15.
5
FRUTIGER, Adrian. Op. cit. 2002. P. 14.
6
FRUTIGER, Adrian. Op. cit. 2002. P. 15.
CLASIFICACIÓN POR GRUPOS TIPOGRÁFICOS
Para pronunciar esta escritura, bastaba leer el principio del nombre de cada
pictograma reproducido: es lo que se llama sistema acrofónico. Por ejemplo, el
sonido B resulta de la articulación del principio del nombre del pictograma que
representaba el plano de una casa (y que se decía beth).
El alfabeto fenicio llegó a Grecia hacia el año 900 a.C. Los griegos adaptaron las
formas de los caracteres e idearon las vocales para transliterar con precisión la
articulación de los idiomas hablados en su país. El alfabeto griego fue exportado a
la cultura etrusca y, de ésta, más tarde, a la romana.”3
La Columna de Trajano, erigida en Roma en el año 114, posee “un tipo de letra por
cuya sobria belleza, serena armonía y extraordinaria claridad ha sido justamente
calificado como el prototipo perfecto de toda la tipografía desarrollada hasta hoy en
el mundo occidental.4
Las distintas maneras de escribir a pluma (capital romana, capital rústica, cursiva
romana, uncial y semiunciál) fueron sucediéndose desde el siglo IV, dando lugar
a variantes muy diversas entre sí. “El emperador Carlomagno, hacia 790, decidió
unificar las diferentes escrituras entonces utilizadas en su vasto imperio para
“disipar la ignorancia, hacer que reine el orden y la claridad” y unificar la Europa
cristiana.”6 Confió esta tarea a Alcuin de York, abad de Saint Martin de Tours;
bajo la supervisión de este abad, un gran número de monjes volvió a escribir
prácticamente todos los textos eclesiásticos y, más tarde, también los textos
seculares que existían en aquéllos tiempos. Esta escritura carolingia, más conocida
con el nombre de Carolina, se aplicó sólo a las minúsculas, conservando el uso de
las anteriores escrituras para las capitulares.
243
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7
KANE, John. Manual de tipografía. (Título original: A type primer. Laurence King Publishing Ltd. Londres. 2002.) Ed.
Gustavo Gili S.A. Barcelona. 2005. P. 20.
8
FRUTIGER, Adrian. Op. cit. 2002. P. 19.
9
AICHER, Otl. Tipografía. (Título original: Typographie. Ernst & Sohn. 1988.) Campgráfic Editors S.L. Barcelona.
2004. P. 55.
10
AICHER, Otl. Op. cit. 2004. P. 13.
CLASIFICACIÓN POR GRUPOS TIPOGRÁFICOS
un híbrido entre los dos estilos anteriores llamada batarde. En el norte, el estilo
gótico de forma fue el estilo estándar durante casi 500 años.
Los avances técnicos, tanto en la fundición de tipos como en la calidad del papel,
permitieron la estilización de los trazos tipográficos. El diseño de las letras se iba
245
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11
KANE, John. Op. cit. 2005. P. 36.
CLASIFICACIÓN POR GRUPOS TIPOGRÁFICOS
247
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12
BLACWELL, Lewis. Op. cit. 2004. P. 190.
13
JURY, David. Tipos de fuentes. Index Book S.L. Barcelona. 2002. P. 8.
CLASIFICACIÓN POR GRUPOS TIPOGRÁFICOS
En 1954, Maximilien Vox presentó una clasificación que incluía nueve grupos. La
Association Typographique Internationale (AtypI) y el British Standards Institute
249
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14
McLEAN, Ruari. The Thames and Hudson Manual of Typography. Thames and Hudson Ltd. Londres. 1980. P. 58.
15
BLACKWELL, Lewis. Tipografía del siglo XX. (Título original: 20th century type. Laurence King Publishing Ltd.
1998.) Ed. Gustavo Gili S.A. Barcelona. 2004.
16
KANE, John. Manual de tipografía. (Título original: A type primer. Laurence King Publishing Ltd. Londres. 2002.)
Ed. Gustavo Gili S.A. Barcelona. 2005. P. 47.
17
SATUÉ, Enric. El paisaje comercial de la ciudad. Ediciones Paidós Ibérica S.A. Barcelona. 2001. P. 37.
18
AICHER, Otl. Tipografía. (Título original: Typographie. Ernst & Sohn. 1988.) Campgráfic Editors S.L. Barcelona.
2004. P. 203.
CLASIFICACIÓN POR GRUPOS TIPOGRÁFICOS
Lewis Blackwell, en su libro Tipografía del siglo XX15, advierte de las imperfecciones
de una clasificación en términos históricos o meramente estilísticos. Su posición
defiende un uso utilitario de las clasificaciones para un mejor conocimiento de la
tipografía, observando con escepticismo las actitudes dogmáticas al respecto. Así
pues, adopta como columna vertebral la clasificación de Vox, aunque discierne
con mayor finura algunos grupos tipográficos y añade nuevas ramificaciones
al esquema. Blackwell nos propone la siguiente estructura: Humanist, Garalde,
Transitional, Didone, New Transitional Serif, Slab-Serif, Lineale A Grotesque,
Lineale B Neo-grotesque, Lineale C Geometric, Lineale D Humanist, Glyphic, Script,
Black Letter (góticas), Decorative, Contemporary y una miscelánea de marcada
huella tecnológica denominada Beyond Clasification.
251
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CLASIFICACIÓN POR GRUPOS TIPOGRÁFICOS
Nuevamente, dentro de cada apartado, el autor distingue rasgos más sutiles que
permiten reconocer las distintas variantes.
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19
DIXON, Catherine. Typeface Classification. First annual Friends of St Bride conference. Londres. 24-25
de septiembre de 2002. <www.stbridge.org/friends/conference/twentiethcenturygraphiccommunication/
TypefaceClassification.html> (consultada a 14 de abril de 2006).
CLASIFICACIÓN POR GRUPOS TIPOGRÁFICOS
Catherine Dixon acomete una clasificación mixta. Ésta combina las influencias del
modelo histórico y de la descripción morfológica. Observa la obsolescencia de la
clasificación de Vox o el BSI, sobre todo en relación a los tipos contemporáneos
que se ven agrupados indiscriminadamente. Por otra parte, también critica sistemas
como el PANOSE, basados en la descripción formal, a causa de su excesiva
fragmentación analítica. Tampoco le satisface el sistema Rookledge, ya que
necesitaría continuas revisiones para no quedar obsoleto.
La experta británica parte de la base de que todo tipo existente puede ser descrito.
Para ello se vale de tres parámetros: influencia (source), atributos formales y
modelos (patterns).
Las influencias son aquellos antecedentes genéricos en los que se inspira la forma
de la letra. Vendría a ser la parte histórica de la clasificación, comprendiendo
fuentes caligráficas, romanas, vernáculas del siglo XIX, decorativas/pictográficas y
otras adicionales como grotescas, geométricas, etc.
Los atributos formales son las unidades individuales básicas de descripción que
aluden al diseño y construcción de un tipo de letra. Son ocho las variables formales
a tener en cuenta: construcción, forma, modulación, terminales, proporción,
espesor, caracteres clave y decoración.
255
TIPOGRAFÍA POPULAR URBANA
Los rótulos del pequeño negocio en el paisaje de Bilbao
22
AICHER, Otl. Tipografía. (Título original: Typographie. Ernst & Sohn. 1988.) Campgráfic Editors S.L. Barcelona.
2004. P. 208.
CLASIFICACIÓN POR GRUPOS TIPOGRÁFICOS
Así las cosas, la clasificación de los tipos usados en los rótulos no resulta tarea
fácil. Gran parte de ellos se alejan de los modelos clásicos para adoptar vistosos
juegos formales. La mayoría de las clasificaciones, centradas en la tipografía de
lectura, agrupan todas estas fuentes decorativas en grupos genéricos, sin distinción
de estilos. En definitiva, las clasificaciones tipográficas se muestran inoperantes en
el manejo de los tipos ornamentales, los cuales tienen una presencia notable en la
rotulación comercial.
“Existe una gran diferencia entre juzgar la escritura por la belleza formal de su
alfabeto o por su uso y aplicación, como pueda ser un libro o un periódico. Cuando
tenemos un escrito de gran tamaño frente a nosotros, ya sea en un póster o en un
cartel, tendemos a valorar las letras de forma individual, es decir, las propiedades
estéticas de cada uno de los símbolos, y no las evaluamos según su rendimiento a la
hora de facilitar (u obstaculizar) el proceso de lectura.”20 Queda claro que debemos
emplear diferentes varas de medida a la hora de clasificar la tipografía, según sea
ésta de lectura o apelativa.
257
TIPOGRAFÍA POPULAR URBANA
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21
TSCHICHOLD, Jan. El abecé de la buena tipografía. (Título original: Erfreuliche Drucksachen durch gute
Typographie. Otto Maier Verlag GmbH. Ravensburg. 1960) Ed. Campgràfic. Valencia. 2002. P. 9.
22
AICHER, Otl. Op. cit. 2004. P. 184.
23
TSCHICHOLD, Jan. Op. cit. 2002. P. 7.
24
AICHER, Otl. Op. cit. 2004. P. 195.
25
AICHER, Otl. Op. cit. 2004. P. 158.
CLASIFICACIÓN POR GRUPOS TIPOGRÁFICOS
Mucho nos tememos que la barbarie tipográfica a la que se refiere tiene algo que
ver con esta concepción ornamental de la rotulación. Encontramos un profundo
abismo de sentido entre las cuidadosas normas de Tschichold y la, a menudo,
frívola exhibición circense de la tipografía decorativa. Esta misma discordancia
la encontramos también en tipógrafos de incuestionable autoridad como Otl
Aicher o Adrian Frutiger. En todos los casos el punto de ruptura se encuentra en
la comprensión de la tipografía únicamente como vehículo del pensamiento y no
como objeto estético formalmente autónomo. Sus esfuerzos en el diseño y sus
desvelos como garantes de la corrección tipográfica se destinan a los textos fluidos
y no a los breves logotipos publicitarios.22 Debemos, de una vez, abrir el cerco
tipográfico y contemplar el fenómeno estético que, de hecho, sucede y se tiene muy
en cuenta en el diseño publicitario. Desacreditar de plano cualquier “desviación”
estetizante en la tipografía supone la omisión de criterios para su manejo en el
plano de los hechos.
Lo que aquí se evidencia es que los letreros comerciales se rigen más por criterios
publicitarios que por la lógica de la lectura. Las composiciones tipográficas
de los rótulos se conciben más como imágenes que como textos, por lo que se
prima su apariencia estética sobre la legibilidad. Esto no debemos interpretarlo
necesariamente como una merma en la calidad o como una desviación insensata.
Compartiendo la opinión de Aicher24, el criterio de valoración debe fundamentarse
en la función, y la función del cartel comercial tiene mucho de publicitario,
es decir: llamar la atención, transmitir connotaciones sugestivas y facilitar el
recuerdo. “Quien se dedique al estudio de la tipografía en su sentido de búsqueda
por la lectura óptima, buscará un estilo armónico, sin interferencias; pero quien
desee crear arte tendrá que seguir los dictados del mercado del arte, que son hacer
siempre algo diferente de lo que se espera.”25 De ahí la diversidad de estilos y la
heterodoxia de fórmulas empleadas en la rotulística comercial.
Conocemos los motivos por los que se tachó de “grotescos” los tipos de palo
seco para uso publicitario. Los celosos tipógrafos del siglo XIX entendían que la
259
TIPOGRAFÍA POPULAR URBANA
Los rótulos del pequeño negocio en el paisaje de Bilbao
26
KANE, John. Manual de tipografía (Título original: A type primer. Laurence King Publishing Ltd. Londres. 2002) Ed.
Gustavo Gili S.A. Barcelona. 2005. P. 36.
27
JURY, David. Tipos de fuentes. Index Book S.L. Barcelona. 2002. P. 26.
28
Axioma popularizado por el arquitecto moderno estadounidense Louis Sullivan (1856-1924). Sus famosas
“tres efes” (Form Follows Function) se contrapone de manera rupturista a “la forma sigue al precedente” de la
arquitectura historicista.
29
TSCHICHOLD, Jan. El abecé de la buena tipografía. (Título original: Erfreuliche Drucksachen durch gute
Typographie. Otto Maier Verlag GmbH. Ravensburg. 1960) Ed. Campgràfic. Valencia. 2002. P. 51.
CLASIFICACIÓN POR GRUPOS TIPOGRÁFICOS
La tipografía no puede seguir mirando hacia otro lado cuando se trata de fuentes
decorativas. Si aceptamos el paradigma de que “la forma sigue a la función”28,
comprendamos que la función de estas fuentes es publicitaria. La rotulación
ornamentada busca y quiere llamar la atención mediante sus rasgos formales;
busca y quiere sugestionar al espectador; y naturalmente, busca y quiere dejar
una impronta visual en la memoria del espectador. Es publicidad; no en forma
de anuncio, sino en forma tipográfica. Toda la filosofía de la transparencia
tipográfica y de la ergonomía en la lectura no tiene porqué entrar en colisión con el
manierismo de las fuentes decorativas. Cada una responde a necesidades diferentes
y cada una debe ser valorada según se adapte a la función asignada. Sería un
descalabro imprimir una novela o la lista de teléfonos en Pump Triline o Lilith,
pero esto no rige en absoluto para la confección de un acertado rótulo o logotipo.
No es lo mismo la lectura de una novela que el descifrado de una sola palabra, por
ornamental que ésta sea. La extremada brevedad de los letreros comerciales admite
sin generar grandes problemas el sacrificio de la legibilidad. El maestro Tschichold
concede a regañadientes: “Es obvio que en líneas cortas y extensiones breves las
clases de letra especiales, que es tanto como decir las clases de letras de legibilidad
baja, todavía son soportalbles.”29
Así las cosas, observamos que las versiones poster de tipos clásicos abundan junto
a composiciones que contravienen radicalmente el orden clasicista. No sería lícito
conformarnos con una clasificación que atienda únicamente al origen de la fuente
empleada.
Del mismo modo observamos que la estructura de las letras se emplea como soporte
para innumerables estilos decorativos y efectos visuales. Dado que, en gran parte, el
tratamiento de los textos se realiza bajo la batuta del estilismo y las modas, vemos
más adecuada una clasificación referente a los estilos estéticos que sobre ellos han
influido. Se nos hace necesario un método que ordene la tipografía decorativa
en atención a influencias o antecedentes como Historicismo, Modernismo,
Novecentismo, Vanguardias, Industrialismo, Funcionalismo, Pop, etcétera.
261
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CLASIFICACIÓN POR GRUPOS TIPOGRÁFICOS
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CLASIFICACIÓN POR GRUPOS TIPOGRÁFICOS
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340. Arbolantxa.
341. Henao.
342. Uribitarte.
Formalmente espléndido resultó el Art Decó, muy apto para el festejo triunfal del
lujo y del consumo.
En primer lugar debemos tener presente que estas fuentes se diseñaron para ser
leídas en cuerpos relativamente pequeños (entre los 9 y 12 puntos: entredós,
cícero, atanasia y texto, según la nomenclatura antigua). Para los primeros
impresores, la edición de libros de pequeño tamaño significaba un abaratamiento
267
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Los rótulos del pequeño negocio en el paisaje de Bilbao
1
JURY, David. Tipos de fuentes. Index Book S.L. Barcelona. 2002. P. 7.
CLASIFICACIÓN POR GRUPOS TIPOGRÁFICOS
Las formas de sus caracteres -su grosor proporcional, la anchura de los remates,
etcétera- responden a una serie de condicionantes técnicos que los impresores
renacentistas se vieron obligados a encarar. Siempre resulta inquietante pensar qué
tipo de fuentes habrían diseñado Aldo Manuzio o Claude Garamond si hubieran
dispuesto del papel offset, de la plancha litográfica, de la fotocomposición o de los
softwares de diseño tipográfico actuales.
La talla de los punzones era una labor delicada que debían realizar enteramente
a mano sobre piezas de proporciones minúsculas. Las planchas de tipos de plomo
sufrían desgaste a causa de las sucesivas pasadas, lo cual obligaba a los tipógrafos a
robustecer los trazos de las letras para evitar un agrietamiento prematuro. Por otra
parte, la calidad del papel disponible en el siglo XV o XVI era más bien basta, de
manera que sus diseños obedecían también a la textura y la absorción de las hebras
del papel.
Las romanas clásicas transmiten, por lo general, una idea de seriedad asociada al
conservadurismo. Ahora bien, la elección de este grupo tipográfico no determina
necesariamente el clasicismo del resultado. De hecho encontramos varios casos
en los que se emplean fuentes romanas en juegos compositivos anticlasicistas. La
composición resulta tanto o más determinante que la fuente en la personalidad del
rótulo o logotipo. El esquema ordena el sentido general y la fuente aporta el matiz.
10.1.2. DIDONE
Romanas Neoclásicas o Modernas: Didot, Bodoni, Walbaum, etc.
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2
TSCHICHOLD, Jan. El abecé de la buena tipografía. (Título original: Erfreuliche Drucksachen durch gute Typographie.
Otto Maier Verlag GmbH. Ravensburg. 1960) Ed. Campgràfic. Valencia. 2002. P. 51.
CLASIFICACIÓN POR GRUPOS TIPOGRÁFICOS
Firmin Didot había producido el primer tipo didone -de ahí el nombre del grupo- en
la década de 1870 en París. Giambattista Bodoni, seguidamente, refinaría aún más
el estilo. La evolución de la tipografía de imprenta, separada ya de su genealogía
manuscrita, otorgó a los tipógrafos una mayor autonomía en el diseño de las
fuentes. Los tipos iban adquiriendo una estética propia, sin tener que rendir tributo
a la imitación de la escritura con pluma de ave. De alguna manera, las didonas
adquirieron conciencia de su propia belleza y declaraban, en cada uno de sus
caracteres, la voluntad narcisista que los inspira.
Esta manifiesta actitud estética conecta perfectamente con los métodos de sugestión
publicitarios, los cuales aprovechan el distinguido diseño neoclásico para hacer
exhibición de elegancia.
10.1.3. EGIPCIAS
También conocidas como “mecanas” o “slab-serif”: Antique, Egyptian, Clarendon,
Memphis, Rockwell, Serifa, Calvert, etc.
Este grupo se define sencillamente por su aspecto: está formado por tipos con
potentes remates de formas cuadradas, con o sin cartelas. El grupo recibe también
el nombre genérico de “egipcias”. Esta curiosa denominación se debe al tipo de
rotulación que portaban los embalajes procedentes de Egipto y que llegaron a gran
Bretaña durante el siglo XIX tras el Tratado de Amiens de 1802. El entusiasmo
que todo lo egipcio suscitaba en la sociedad victoriana animó a Robert Thorne a
bautizar su tipo slab-serif como “Egyptian”. Clarendon, lanzado por Robert Besley
& Co. en 1845, es de hecho el prototípico slab-serif y su nombre se empleaba para
hacer referencia a un extenso grupo de tipos de similares características. Su claridad
y robustez lo hacían muy adecuado para enfatizar textos, así como para una gran
variedad de usos en rótulos y posters.
Según Jan Tschichold, las egípcias y las palo seco se diseñaron “para crear
confusión en el subconsciente”2, es decir, para propósitos publicitarios. La
rotundidad de sus formas confiere a la egipcia un peso óptico superior a las serifas
convencionales, con lo que ganan en mancha impresa. Esta característica puede
hacerlas eficaces en la composición de titulares o anuncios de prensa, y, en la calle,
todos los rótulos son titulares.
Una de las ventajas objetivas que aporta el uso de egipcias es que compactan
formalmente la palabra escrita. En un escenario urbano saturado de rótulos
yuxtapuestos en hilera, siempre resulta ventajoso mantener el texto cohesionado.
Estas fuentes introducen el remate cuadrado como aportación formal más relevante.
Esta aportación redunda en los conceptos de solidez, fuerza y estabilidad. Por
tal motivo, la rotundidad de sus formas convierte a las egipcias en unas fuentes
muy atractivas para el estilo industrialista. La austera mentalidad productivista se
271
TIPOGRAFÍA POPULAR URBANA
Los rótulos del pequeño negocio en el paisaje de Bilbao
3
JURY, David. Tipos de fuentes. Index Book S.L. Barcelona. 2002. P. 26.
CLASIFICACIÓN POR GRUPOS TIPOGRÁFICOS
alinea con los conceptos citados mientras que se siente muy incómoda frente a las
sutiles matizaciones de trazo de las romanas o la delicadeza de las terminaciones
ornamentadas.
10.1.4. LINEALES
Los tipos lineales, también conocidos como “sans serif”, “grotescos” o de “palo
seco” tienen como característica distintiva la ausencia de remates o serifa en
los extremos de las astas. No obstante, ésta resulta una característica demasiado
imprecisa y es por ello que se observan cuatro sub-grupos: Grotesca, Neo-grotesca,
Geométrica y Humanística. Como veremos más adelante, las fuentes sin remates
serán objeto de controversia a causa de su renuncia a la ornamentación.
10.1.4.1. Lineal grotesca: Franklin Gothic, News Gothic, Trade Gothic, etc.
Los primeros tipos lineales aparecen en los catálogos de principios del siglo XIX;
eran unos tipos pesados y voluminosos (Fat Face), y generalmente sólo tenían la
versión de caja alta. “Los primeros tipos de palo seco fueron un subproducto del
interés popular por la civilización griega surgido a finales del siglo XVIII y del
resultante revival clasicista arquitectónico. Sin embargo, en seguida se adoptaron
para utilizarse en diferentes ámbitos en respuesta a la necesidad de una fuente
simple y útil que pudiera utilizarse en el diseño e impresión de anuncios de
periódicos, boletos de lotería, entradas de teatro, programas y, más tarde, carteles.
En el negocio de la imprenta, dicho material se denominaba “trabajos efímeros”.
La lineal grotesca se aparece, pues, como la más primitiva de las fuentes sin remate.
Se desprenden de la serifa romana y homogeneizan el grosor del trazo. Ciertamente
adquieren una nueva personalidad, pero aún les falta cierta maduración, cosa que
no llegará hasta la neogrotesca de mediados de siglo.
La grotesca, salvo soberbias excepciones como la Akzidenz, Franklin o News
Gothic, se resiente de una excesiva inflexibilidad estructural. Sus formas tienden
a aparecer rígidas y faltas de gracia en su complexión. En este grupo tipográfico
prima la denotación textual, prescindiendo de cualquier rasgo connotativo. La lineal
grotesca, al reducirse estrictamente a la forma básica de los caracteres, se sitúa en
las antípodas de las exhibicionistas fuentes decorativas.
273
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Los rótulos del pequeño negocio en el paisaje de Bilbao
361. Futura.
365. Luis Briñas. 366. Rafaela Ybarra. 367. Particular del Norte.
Las fuentes lineales geométricas nacen desde unos planteamientos más ideológicos
que tipográficos. La adhesión al Movimiento Moderno del primer cuarto de
siglo generó en los diseñadores el deseo de romper con los modelos tipográficos
tradicionales. Al igual que ya ocurriera en arquitectura o en artes plásticas, la
geometría se apareció como la más fiel representación de la perfección racionalista.
Es así como la escuela Bauhaus apadrina el diseño de alfabetos construidos sobre
módulos geométricos. De entre todos los tipos creados, el único que ha logrado
sobrevivir con buena salud ha sido la Futura de Paul Renner (1928). El resto de
intentos por lograr un alfabeto “universal y definitivo” se quedaron en fuentes para
titulares a causa de su excesiva esquematización.
En la rotulación comercial, cabe pensar que las letras geométricas también gozaron
de éxito. No son muchos los modelos originales que datan de aquel periodo pre-
bélico, pero los que han perdurado exhiben una gran energía.
La lineal neogrotesca puede considerarse como modelo de clasicismo entre las sans
serif. La serenidad de su apariencia, unido al exhaustivo estudio que introduce en
su proceso de diseño, otorgan a este grupo una categoría referencial. Su llegada
se produce dentro de una fase más madura del Movimiento Moderno, habiendo
275
TIPOGRAFÍA POPULAR URBANA
Los rótulos del pequeño negocio en el paisaje de Bilbao
4
KINDERSLEY, Richard, citado en SIMS, Mitzi. Gráfica del entorno (Título original: Sign Design. Graphics, Materials,
Techniques. John Calmann & King Ltd. Londres 1991) Editorial Gustavo Gili, S. A. Barcelona. 1991. P. 158.
5
Idem. P. 160.
6
TSCHICHOLD, Jan. El abecé de la buena tipografía. (Título original: Erfreuliche Drucksachen durch gute Typographie.
Otto Maier Verlag GmbH. Ravensburg. 1960) Ed. Campgràfic. Valencia. 2002. P. 23.
CLASIFICACIÓN POR GRUPOS TIPOGRÁFICOS
Las fuentes lineales humanísticas han proliferado en la última década del siglo XX,
por lo que no pertenecen enteramente a la Era Industrial sino a su relevo. En Bilbao,
la lineal humanística desembarcó junto a uno de los proyectos de vertebración
urbanística postindustrial de mayor repercusión: el metro. La señalética de las
modernas instalaciones de Norman Foster quedaron a cargo de Otl Aicher, quien
empleó una fuente de su propia factura: la Rotis Semi Sans.
Eric Gill, autor de una de las más bellas fuentes lineales, defiende de este modo
el valor de las sans serif: “los caracteres austeros, si se escogen con tino y si son
277
TIPOGRAFÍA POPULAR URBANA
Los rótulos del pequeño negocio en el paisaje de Bilbao
378. Frutiger.
7
GILL, Eric. Un ensayo sobre tipografía. (Título original: An Essay on Typography. Lund Humpries. Londres. 1931)
Campgràfic Editors sl. Valencia. 2004. P. 29.
8
GILL, Eric. Op. cit. 2004. P. 67.
9
GILL, Eric. Op. cit. 2004. P. 59.
CLASIFICACIÓN POR GRUPOS TIPOGRÁFICOS
10.1.5. INCISAS
También llamadas “glíficas”, y según establece Vox, son aquéllas fuentes basadas
formalmente en las inscripciones lapidarias y que conservan rasgos que evocan a la
misma: Albertus, Friz Quadrata, Trajan, etc.
En lugar de tener una base caligráfica, estos tipos sugieren más la letra cincelada
que la escrita. Su aspecto se parece más al de las inscripciones lapidarias que
al de la escritura a pluma sobre papel. Los caracteres tienden a tener un ancho
relativamente uniforme, como si se hubieran medido sobre la página –o la piedra-
antes de inscribirse. Grabados con precisión, a menudo presentan grandes remates
triangulares.
10.1.6. CALIGRÁFICAS
También llamadas “de escritura” o “script”, son aquellas fuentes que emulan la
escritura cursiva a pluma: Quill Script, Snell Roundhand, etc.
279
TIPOGRAFÍA POPULAR URBANA
Los rótulos del pequeño negocio en el paisaje de Bilbao
Por otra parte, el manejo de fuentes caligráficas por manos inexpertas puede dar
lugar a letreros un tanto desafortunados. Un error común suele ser la intervención
en el interletrado de manera que los caracteres pierden su unión natural. La
interrupción en el trazo de ligadura a causa de ese excesivo espaciado provoca un
desagradable efecto visual. En el caso opuesto, los resultados pueden, incluso, ser
peores, ya que se superponen sin lógica alguna los latiguillos de unión.
10.1.7. DE ROTULACIÓN
Manuales de trazo suelto: Marker Felt, Scrawlin, Mistral, etc.
281
TIPOGRAFÍA POPULAR URBANA
Los rótulos del pequeño negocio en el paisaje de Bilbao
Como aspecto negativo, podríamos decir que las actuales fuentes de rotulación
quedan en una creativamente yerma tierra de nadie. Perdida la costumbre o la
capacidad para el autoabastecimiento tipográfico, los letreros recurren a tipos
estandarizados de rotulación. Así pues, las fuentes más habituales evidencian en
exceso su diseño seriado, con lo que pierden toda la frescura del gesto manual.
283
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Los rótulos del pequeño negocio en el paisaje de Bilbao
403. Encarnación.
10
KORTADI, Edorta. Grafía vasca. Secretaría General de Análisis y Comunicación. Gobierno Vasco. Bilbao. 1994. P. 32.
11
KORTADI, Edorta. Op. cit. 1994. P. 26.
12
LLANOS, Cristina. Análisis de la constante de símbolo en las manifestaciones artísticas del País Vasco. Diputación
Foral de Álava. 1991. P. 64, citado por KORTADI, Edorta. Op. cit. 1994. P. 18.
CLASIFICACIÓN POR GRUPOS TIPOGRÁFICOS
En rigor, la letra vasca más abundante viene a ser un subtipo de glífica, rústica, de
líneas convexas y de llamativos remates acampanados. Sus características formales
varían según los casos, aunque mantiene como rasgo común las terminaciones
agudas y el uso de abultados remates en la parte superior.
Así pues, la “letra vasca” no es otra cosa que la traslación al medio impreso de
características formales propias de las técnicas artesanales de la talla en piedra y
madera. Un caso similar al de tantas otras familias tipográficas, en las que su forma
actual proviene de los trazos del estilo o pluma de oca empleado en la escritura
medieval.
285
TIPOGRAFÍA POPULAR URBANA
Los rótulos del pequeño negocio en el paisaje de Bilbao
407. Ibaialde.
La ausencia de un modelo
único genera una rica diver-
sidad. No obstante, el exceso
de estilización puede ser
problemático.
En la figura 408, las Aes
han perdido su estructura
básica en favor de los rasgos
408. Torre de Gorostizaga. secundarios.
13
DE ZABALO, John. Grafía y ornamentación de la rotulación vasca. Editorial Vasca EKIN. Tolosa. 1993. P. 115.
Otros rasgos típicos, aunque menos frecuentes en los rótulos actuales, son las
compresiones de dos letras por ligadura, formando entre ambas un solo monograma
mixto.
Así las cosas, los casos más valiosos los constituyen aquéllos letreros que se
confeccionan con versiones particulares de la letra vasca. En ellos detectamos
rasgos típicos de las tallas tradicionales como uniones, ligaduras, cambios en la
altura de x, adaptaciones de caracteres a la contraforma del precedente, etcétera. No
son muchos los rótulos que demuestran preocupación y sensibilidad hacia una letra
vasca de calidad, pero marcan el camino a seguir.
287
TIPOGRAFÍA POPULAR URBANA
Los rótulos del pequeño negocio en el paisaje de Bilbao
Las técnicas empleadas en su ejecución suelen ser bien domésticas o bien cercanas
al gremio anunciado.
Los trazos suelen ser muy delgados en comparación a los huecos. Esto es debido,
probablemente, a la falta de hábito en el manejo de escalas de letra tan grandes. Los
autores legos aplican la misma lógica que al escribir una nota a bolígrafo: una sola
línea fina por rasgo.
289
TIPOGRAFÍA POPULAR URBANA
Los rótulos del pequeño negocio en el paisaje de Bilbao
14
TSCHICHOLD, Jan. Op. cit. 2002. P. 19.
CRITERIO CLASIFICATORIO
formal que la escritura manual. No obstante, esta técnica adolece de una limitación
que la anterior no tenía: la escala. Las plantillas empleadas son de tamaño
relativamente pequeño, de una altura no mayor de 10 cm., cuando los rótulos
exhiben asiduamente alturas de letra de 30 ó 40 cm.
10.1.10. DECORATIVAS
Fuentes ornamentales diseñadas para la composición de titulares; no aptas para
texto. Incluyen las conocidas como Display y Poster.
291
TIPOGRAFÍA POPULAR URBANA
Los rótulos del pequeño negocio en el paisaje de Bilbao
15
FRUTIGER, Adrian. En torno a la tipografía. (Título original: A bâtons rompus. Atelier Perrousseaux. 2001.) Ed.
Gustavo Gili S.A. Barcelona. 2002. P. 45.
16
CHAVES, Norberto. El diseño invisible. Editorial Paidós SAICF. Buenos Aires. 2005. P. 21.
17
CHAVES, Norberto. Op. cit. 2005. P. 23.
CRITERIO CLASIFICATORIO
y admite que “las escrituras de fantasía tienen su razón de ser en los textos muy
breves, como carteles, programas de televisión, páginas web, envases, rótulos
de tiendas, etc.”15 Frutiger insiste en la distinta función que cumplen las fuentes
decorativas y las de lectura seguida, por lo que no trata de confrontarlas en
términos de mejor/peor sino que las toma como tipos complementarios ajustados a
necesidades diferentes.
Como definición de estilo, nos acogeremos a la de más fácil constatación: “una serie
de recurrencias morfológicas y sintácticas que transcienden el hecho individual,
instituyéndose como principio regulador de la producción cultural y como
generador de la unidad y coherencia del discurso.”16 Aunque somos conscientes de
que el estilo abarca un ámbito más extenso, nos limitaremos a una clasificación
basada en la retórica formal.
Al igual que el lenguaje, el estilo es una convención que conviene a todos. Éste es
asumido por la comunidad y es aplicado desde las variantes individuales. Aunque el
293
TIPOGRAFÍA POPULAR URBANA
Los rótulos del pequeño negocio en el paisaje de Bilbao
18
CHAVES, Norberto. Op. cit. 2005. P. 24.
CRITERIO CLASIFICATORIO
estilo sea refrendado o impulsado por los sectores sociales que lideran la producción
cultural, su manifestación social siempre será tarea colectiva. “El estilo, en tanto
código interiorizado por una comunidad cultural en una época determinada,
adquiere así el carácter de sistema objetivo, ˝natural˝, como la lengua.”18 Por
lo tanto, la elección de una fuente decorativa con unos rasgos característicos
no siempre se realiza desde la consciencia estilística sino que se elige como
representación natural de la época.
Ahora bien, no todos los rótulos de un mismo estilo reconocible son obra de
la misma época. Unos datan de la época que vio nacer el estilo y otros se han
confeccionado a posteriori atendiendo a su carga estética. A la hora de valorar
una pieza de rotulación como objeto histórico-artístico, la autenticidad del estilo
es importante. Pero esto sólo se tendrá en cuenta en aquellos casos que merezcan
un estudio pormenorizado. Para el resto de letreros, no podemos establecer una
separación, digamos, “racial” con garantías que distinga entre los tipos rotulados en
su contexto “adecuado”, los revivals y los completamente extemporáneos.
Muchos de los tipos de letra ornamental empleados en los rótulos comerciales han
sido escogidos por su mera apariencia o por difusas asociaciones emocionales que
el comerciante experimenta a su favor. Hoy en día, el estilo estético es más una
opción que una circunstancia histórica. Por lo tanto, en la clasificación estilística no
discriminaremos las fuentes en función de su autenticidad sino dependiendo de su
sujeción a las características de los estilos señalados.
10.2.1. MEDIEVALISTAS
El movimiento que más claramente reivindicó los valores del oficio artesanal frente
a la despersonalizada producción industrial fue el de Artes y Oficios, en la segunda
mitad del XIX. Denunciaban el sacrificio de la calidad a cambio de la producción
en serie. El afán por la recuperación de lo antiguo no se restringía, sin embargo,
a los métodos de producción sino que también apostó por una decidida estética
medievalista.
De todas formas, la influencia que en Bilbao llegara a alcanzar la ideología del Arts
and Crafts es muy tenue. Todo el sustrato socialista utópico que alimentaba las
tesis del movimiento habrían caído en el árido terreno de una ciudad donde la clase
intelectual era muy reducida y completamente integrada en la burguesía local. El
progresista y emancipador discurso social que sostenía William Morris sería tachado
nada menos que de revolucionario en un contexto como el bilbaíno, en plena fiebre
de la explotación minera.
295
TIPOGRAFÍA POPULAR URBANA
Los rótulos del pequeño negocio en el paisaje de Bilbao
435. Marzana.
19
OCAÑA, Juan Carlos. “El Franquismo: evolución política, económica y social hasta 1959” <www.
Historiasiglo20.org/HE/15a-1.htm> (consultado a 6 de enero de 2007)
20
SATUÉ, Enric. El diseño gráfico en España. Alianza Editorial. Madrid. 1997. P. 116.
21
El manuscrito más antiguo del Cantar del Mio Cid, 1307, está escrito en minúscula rotunda de pequeño
formato. Fuente: MARCOS, Juan José. “La escritura gótica. Siglos XIII-XIV d.C.” <guindo.pntic.mec.es/jmag0042/
paleo.php?d=escritura_gotica.pdf> (consulta: 19 de febrero de 2007).
CRITERIO CLASIFICATORIO
británicas. Por otro, el influjo de una exaltación idealizada del pasado medieval
e imperial español promulgada por el régimen franquista. La victoria, en 1939,
del frente nacional acarreó la implantación de valores morales retrógrados que
incluían una fantástica y adulterada revisión de la historia de España.19 Ante las
incertidumbres que planteaba el convulso panorama social y económico de un país
en vías de modernización, la invocación de gloriosos tiempos pasados se aparecía
como un oportuno jarabe. No olvidemos el carácter de Cruzada que adquirió la
contienda para el bando victorioso, el cual asimilaba su avance en el frente a la
Reconquista peninsular de la Edad Media.
Asistimos, por tanto, a un empleo más legendario que histórico de los estilos de
escritura medievales. El vínculo con las formas de escritura góticas, más propias
de la Europa septentrional, se sustenta en una visión del pasado tamizada por
convenciones de tipo legendario, influenciadas más por la literatura popular y
el cine que por el rigor histórico. Un repaso a los manuscritos medievales de la
parte cristiana peninsular demuestra que la escritura utilizada evolucionó desde
la minúscula cursiva romana hasta la llamada “visigótica” (siglos VIII-XII), que
introducía elementos de la semiunciál. A partir del siglo XII, la escritura carolina
suplantó a las anteriores, siguiendo su evolución hacia la minúscula redonda (littera
gothica rotunda).21
10.2.2. MODERNISMO
Toda época en la que se producen grandes cambios tecnológicos se ve atravesada
por una sensación de vértigo e incertidumbre. El tránsito del siglo XIX al XX
contempló el triunfo de la Revolución Industrial, hecho que transformó la
sociedad de manera diametral: nuevos procesos de producción, nuevas clases
sociales, hegemonía de lo urbano sobre lo rural, la energía eléctrica, etcétera.
“En consecuencia, el miedo al presente lleva a la mistificación del pasado.”22 De
297
TIPOGRAFÍA POPULAR URBANA
Los rótulos del pequeño negocio en el paisaje de Bilbao
442. Fernández del Campo. 443. Alameda de Mazarredo. 444. Plaza de Arriaga.
22
BERGER, John. Modos de ver. (Título original: Ways of seeing. Penguin Books Ltd. Londres. 1974). Ed. Gustavo
Gili. Barcelona. 2000. P. 17.
23
SPARKE, Penny y AAVV. Diseño. Historia en imágenes. (Título original: Design Source Book. QED Publishing, Ltd.
Londres. 1986). Herman Blume. Madrid. 1987. P. 40.
24
Ibídem.
25
AICHER, Otl. Tipografía. (Título original: Typographie. Ernst & Sohn y Druckhaus Maack. 1988) Campgràfic
Editors, sl. Valencia. 2004. P. 180.
CRITERIO CLASIFICATORIO
10.2.3. NOVECENTISMO
El novecentismo en España incorpora una manifestación de rechazo hacia el
desenfreno del modernismo, el cual se hallaba en pleno auge a principios del
siglo XX. Esta corriente, de vigencia aproximada entre 1905 y 1915, implicaba
una actitud de orden y claridad comunicativa. El desarrollo de las manufacturas
industriales y la apertura a nuevos mercados internacionales así lo exigían,
obligando a los artísticos e individuales diseños modernistas a pasar página. Sin
romper completamente con los elementos decorativos anteriores, trata de poner
cuidado en la corrección y la economía, mostrándose más sereno que el abigarrado
modernismo.
299
TIPOGRAFÍA POPULAR URBANA
Los rótulos del pequeño negocio en el paisaje de Bilbao
448. Hotel Carlton. Plaza Moyúa. 449. Edificio Sota. Gran Vía.
26
FRIEDL, Friedrich, y AAVV. Typography – When, Who, How. Könemann Verlagsgesellschaft mbH. Colonia. 1998.
P. 54.
27
CENICACELAYA, Javier, ROMÁN, Antonio y SALOÑA, Iñigo. Bilbao, Guía de Arquitectura Metropolitana.
Publicación del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro, Delegación en Bizkaia. Bilbao. 2002. P. 44.
28
SPARKE, Penny y AAVV. Diseño. Historia en imágenes. (Título original: Design Source Book. QED Publishing, Ltd.
Londres. 1986). Herman Blume. Madrid. 1987. P. 102.
CRITERIO CLASIFICATORIO
En Bilbao coincidió con una época esplendorosa. La Gran Guerra europea provocó
el desvío de la producción de mineral de hierro y de construcción naval hacia
puertos más seguros, con lo que Bilbao adquirió un notable repunte económico.
En cuanto al urbanismo, el Ensanche se hallaba en plena expansión y buena parte
de los edificios más lujosos fueron edificados durante esta época. En arquitectura
dominaba una corriente eclecticista escorada hacia el regionalismo de corte
historicista.27 En las firmas de arquitectos como Manuel Mª Smith podemos observar
el empleo de estilos tipográficos novecentistas.
301
TIPOGRAFÍA POPULAR URBANA
Los rótulos del pequeño negocio en el paisaje de Bilbao
29
SANCHEZ, América y CHAVES, Norberto. “El patrimonio gráfico y su recuperación”. VVAA. tipoGráfica nº 47.
P. 6.
30
LE CORBUSIER (JEANNERET, Pierre) citado en SPARKE, Penny y AAVV. Diseño. Historia en imágenes. (Título
original: Design Source Book. QED Publishing, Ltd. Londres. 1986). Herman Blume. Madrid. 1987. P. 71.
CRITERIO CLASIFICATORIO
distinción intercalan gruesos trazos con líneas finas, caracteres muy estrechos con
otros de gran anchura, cierran vanos, incluyen tramas de líneas paralelas, etcétera.
De lo que huye el Art Decó es de las fuentes clásicas y anodinas. Su continuo afán
de afirmación se manifiesta a través de formulaciones un tanto extremas, como si el
objetivo fuera evitar pasar desapercibido.
303
TIPOGRAFÍA POPULAR URBANA
Los rótulos del pequeño negocio en el paisaje de Bilbao
467. Encarnación.
31
SPARKE, Penny y AAVV. Diseño. Historia en imágenes. (Título original: Design Source Book. QED Publishing, Ltd.
Londres. 1986). Herman Blume. Madrid. 1987. P. 72.
32
SPARKE, Penny y AAVV. Diseño. Historia en imágenes. (Título original: Design Source Book. QED Publishing,
Ltd. Londres. 1986). Herman Blume. Madrid. 1987. P. 74.
33
GILL, Eric. Un ensayo sobre tipografía. (Título original: An Essay on Typography. Lund Humpries. Londres. 1931)
Campgràfic Editors sl. Valencia. 2004. P. 101.
34
GILL, Eric. Op. cit. 2004. P. 109.
35
LOOS, Adolf. Ornamento y delito. (Título original: Ornament und Verbrechen. Neue Freie Presse. Viena. 1908)
Gustavo Gili S.A. Barcelona. 1972.
36
AICHER, Otl. Tipografía. (Título original: Typographie. Ernst & Sohn y Druckhaus Maack. 1988) Campgràfic
Editors, sl. Valencia. 2004. P. 182.
CRITERIO CLASIFICATORIO
“La tipografía moderna se practicaba mucho antes de que Paul Renner y Jan
Tschichold anunciaran el nuevo siglo tipográfico. La guerra no se declaró hasta
que la tipografía se elevó a doctrina cultural, a ideología relacionada con el
nacimiento del arte abstracto.”36 Las vanguardias apostaron por una modernidad
que bien podría tacharse de fundamentalista. Lo que en el fondo defendían no era
el pragmatismo tipográfico del palo seco sino el ideal de la sociedad industrializada
y tecnológica, el nuevo hombre urbano, racional e independiente. Como vemos, el
debate no se producía atendiendo a criterios de legibilidad u oportunidad sino que
se trataba de la defensa de los valores del progreso industrial.
La geometría resurge casi como una revelación mística de la pureza de las formas.
La matemática toma cuerpo en figuras básicas y rotundas, insensibles a la calidez
humana, de formas más complejas y ergonómicas. La geometrización de los
caracteres va a ser, por tanto, una de las señas de identidad de estas corrientes de
vanguardia.
305
TIPOGRAFÍA POPULAR URBANA
Los rótulos del pequeño negocio en el paisaje de Bilbao
37
TSCHICHOLD, Jan. La nueva tipografía. (Título original: Die neue typographie. Verlag des Bildungsverbandes der
Deuschen Buchdrucker. Berlin. 1928.) Ed. Campgráfic. Valencia. 2003. P. 67.
38
KINDERSLEY, Richard, citado en SIMS, Mitzi. Gráfica del entorno (Título original: Sign Design. Graphics, Materials,
Techniques. John Calmann & King Ltd. Londres 1991) Editorial Gustavo Gili, S. A. Barcelona. 1991. P. 161.
39
BAYLEY, Stephen. Guía Conran del Diseño. (Título original: The Conran Directory of Design. 1985) Alianza Editorial
S.A. Madrid. 1992. P. 47.
CRITERIO CLASIFICATORIO
En Bilbao, las teorías del Movimiento Moderno no encontraban terreno muy fértil.
La dictadura franquista, vigente hasta mediados de los años setenta, no veía con
buenos ojos los aires progresistas y democratizadores que respiraba la modernidad.
En su defecto, la estética de la máquina se filtró a través de interlocutores menos
dados a deliberaciones intelectuales y más cercanos a la “cultura del trabajo”. Así
se detecta la fuerte presencia de un estilo industrial despojado de la sensibilidad
plástica de la intelectualidad moderna. La estética de la máquina se interpreta desde
un punto de vista mecanicista, alejado también de la sofisticación del consumo que
supo destilar el industrialismo de los años 1930.
Las fuentes tipográficas que emplea renuncian a cualquier estilización. Suelen ser
habituales las lineales grotescas –a veces dibujadas a mano-, las egipcias y las
lineales geométricas. Como ingrediente de subjetividad sólo se permiten estáticos
juegos tipográficos en los logotipos. Afirmando su sentido del positivismo material,
no es extraño encontrar en sus composiciones polígonos, líneas y otras figuras
procedentes del entorno visual de la delineación industrial.
10.2.6. POP
El “pop” que ejerce su influencia sobre algunos de los rótulos bilbaínos procede
de la necesidad de romper el cerco del diseño industrialista. Con la llegada masiva
del plástico a la producción industrial, la fidelidad a los materiales que proponía
el Movimiento Moderno queda en entredicho. De alguna manera ya no es posible
sujetarse a la autenticidad del material porque el propio material es sintético y
voluble.
307
TIPOGRAFÍA POPULAR URBANA
Los rótulos del pequeño negocio en el paisaje de Bilbao
los objetos. El pragmático valor de uso que decían defender los modernos ya no
es suficiente. La industria se viste de fiesta con el objetivo de conquistar mayores
parcelas de mercado agitando el talismán de la moda.
El pop llega como una alegre y desenfadada corriente de consumo masivo saltando
por encima de los serios y moralistas principios modernos. De formas desinhibidas,
el pop se alinea perfectamente con la modernización tecnológica gustando mostrar
la sensación de progreso a través del diseño. La clave se sitúa en concebir la estética
como un valor en sí mismo. Se impone un nuevo dogma: el juego estético. No se
trata de un dogma de formas concretas pero reclama la implicación estetizante de la
tipografía bajo sanción de quedar fuera de la corriente de progreso. La estilización
tipográfica se hace por encima de los criterios de legibilidad y asestan un verdadero
varapalo a los modelos clásicos.
Entre los estilos pop encontramos resucitados modelos de los años 1920 y 1930
generados por vehementes racionalistas de la Bauhaus. La excesiva abstracción
geométrica de sus formas, inservibles como alfabeto “universal” de uso común,
las hace ahora estéticamente muy atractivas. Junto a ellas, encontramos forzadas
estilizaciones que deforman la estructura de los caracteres. En cualquier caso,
el espíritu que las gobierna es el de un declarado anticlasicismo y una relación
lúdica con los caracteres tipográficos. La imagen escrita se impone sobre el código
alfabético.
309
TIPOGRAFÍA POPULAR URBANA
Los rótulos del pequeño negocio en el paisaje de Bilbao
1
RÍO, José Luis. “Las funciones de la denominación social” en AAVV, Actas de Derecho Industrial y Derecho
de Autor. Tomo XX. Universidad de Santiago. Marçal Pons. Santiago de Compostela. 2000. Consultado en
http://premium.vlex.com/doctrina/Actas-Derecho-Industrial-Derecho-Autor-Tomo-XX-1999/Las-funciones-
denominación-social/2100-262853,01.html a fecha de 11 de enero de 2007.
2
Ibídem.
3
SIMS, Mitzi. Gráfica del entorno (Título original: Sign Design. Graphics, Materials, Techniques. John Calmann & King
Ltd. Londres 1991) Editorial Gustavo Gili, S. A. Barcelona. 1991. P. 62.