Tutela Derecho de Peticion

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Señores

JUECES MUNICIPALES DE VALLEDUPAR


E. S. D.

REF.: ACCIÓN DE TUTELA


ACCIONANTE: JOSE VICENTE GRANADOS MEJÍA
ACCIONADOS: CREDICARIBE S.A.

JOSE VICENTE GRANADOS MEJÍA, Mayor de edad, domiciliada en esta ciudad,


identificada con la cedula de ciudadanía N° 12.717.601 de Valledupar, actuando en
nombre propio, muy respetuosamente acudo a su despacho, para interponer ACCIÓN
DE TUTELA contra CREDICARIBE S.A., con el fin exclusivo de que se proteja el
derecho FUNDAMENTAL DE PETICIÓN que ha sido vulnerado de manera
injustificada por la entidad accionada, derecho reconocido por el Articulo 23 de la
Constitución Nacional y por la Ley 1755 del año 2015. Sustento la presente acción con
base en el Artículo 86 de la Constitución Nacional, Decreto 2591 de 1991 y decreto
1382 del año 2000;

HECHOS

PRIMERO: El día 18 de Febrero del año 2016, en uso del Derecho Fundamental de
Petición consagrado en el art 23 de nuestra Constitución Política, eleve petición
escrita a la accionada CREDICARIBE S.A, solicitando, “…se haga efectiva la póliza de
seguros contratada al momento de tomar el crédito…”

SEGUNDO: reitere la solicitud de mi petición, a la accionada CREDICARIBE S.A el día


02 de mayo de 2016

TERCERO: A la fecha, no he recibido ningún tipo de notificación por los medios que la
ley establece, sobre la petición que hice a las accionadas, lo cual configura claramente
una violación a mi derecho constitucional.

CONCEPTO DE LA VIOLACION

El derecho de petición, según lo ha manifestado nuestra honorable corte


constitucional en reiteradas ocasiones, como lo hizo en sentencia en Sentencia T-12 de
1992, señaló que el derecho de petición es "(…) uno de los derechos fundamentales
cuya efectividad resulta indispensable para el logro de los fines esenciales del Estado,
particularmente el servicio de la comunidad, la promoción de la prosperidad general,
la garantía de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución y la
participación de todos en las decisiones que los afectan, así como para asegurar que
las autoridades cumplan las funciones para las cuales han sido instituidas (artículo 2o.
Constitución Política)". Según ello el derecho de petición no es solo la posibilidad
administrativa que tienen los asociados de intervenir en las situaciones jurídicas que
los comprometen, sino que además es el medio más idóneo y practico que tiene el
estado de cumplir con los fines del Estado, a tal punto que el constituyente le dio la
importancia constitucional y lo consagro como un derecho que garantiza la
información del interesado.

También se ha pronunciado la corte en este sentido definiendo el derecho de petición


como, ““… ha dejado de ser expresión formal de la facultad ciudadana de elevar
solicitudes a las autoridades para pasar a garantizar, en consonancia con el principio
de democracia participativa (C.P. Art. 1°), la pronta resolución de las peticiones. La
tutela administrativa de los derechos fundamentales es un derecho contenido en el
núcleo esencial del derecho de petición, que no sólo exige una respuesta cualquiera de
la autoridad, sino la pronta resolución de la petición, bien sea en sentido positivo o
negativo” (ST-219 del 4 de mayo de 1994, Magistrado Ponente: Dr. Eduardo
Cifuentes Muñoz). Ello implica diligencia total por parte de la entidad en miras de
cumplir con la función que de manera general estableció la constitución para todos los
funcionarios públicos.

Así mismo la corte en sentencia T-161/11 estableció el alcance y ejercicio del derecho
de petición, refiriéndose para tal de la siguiente manera, “El derecho de petición
consagra, de un lado la facultad de presentar solicitudes respetuosas a las
entidades públicas y privadas. Y de otro lado, el derecho a obtener respuesta
oportuna, clara, completa y de fondo al asunto solicitado. La jurisprudencia
constitucional también ha resaltado que la respuesta de la autoridad debe
incluir un análisis profundo y detallado de los supuestos fácticos y normativos
que rigen el tema, así, se requiere “una contestación plena que asegure que el
derecho de petición se ha respetado y que el particular ha obtenido la
correspondiente respuesta, sin importar que la misma sea favorable o no a sus
intereses”. Se consagra pues el deber de las autoridades de resolver de fondo
las peticiones elevadas ante ellas, y no son suficientes ni acordes con el artículo
23 constitucional las respuestas evasivas, que no plantean una solución de
fondo: “La respuesta de la Administración debe resolver el asunto, no
admitiéndose en consecuencia respuestas evasivas, o la simple afirmación de
que el asunto se encuentra en revisión o en trámite”.

Una vez presentada la petición la entidad recurrida está en la obligación legal de dar
pronta respuesta, ya sea de manera afirmativa o negativa pero, en todo caso, debe
gestionar lo pertinente para satisfacer la petición del recurrente. Ello no conlleva que
la respuesta, según las luces de este derecho, sea afirmativa, puesto que no en todos
los casos prosperan las solicitudes de los peticionarios. Lo que si acarrea
indudablemente, es la manifestación positiva través de la entidad acerca de la
petición realizada, dentro de los términos que la ley ha establecido con antelación.

Según la sentencia T-147 de 2006 los fundamentos del derecho de petición son los
siguientes:

Fundamentos

3.1. Derecho de petición: presupuestos esenciales, características de la respuesta,


plazos para responder. Aplicación al caso concreto.

3.1.1. Los presupuestos esenciales

La abundante jurisprudencia de la Corte Constitucional en materia de características


esenciales del derecho de petición,1 cuyo núcleo esencial reside en la resolución
pronta y oportuna de la cuestión, tiene como presupuesto esencial una de dos
1
Sobre las características del derecho de petición ver la Sentencia T-1058 de 2004. M. P. Álvaro Tafur
Galvis.
circunstancias: (i) que al accionante no se le permita presentar petición, o (ii) que
exista presentación de una solicitud por parte del accionante. En este sentido, la
vulneración del derecho de petición se presentará o bien por la negativa de un agente
de recibir la respectiva petición o frustrar su presentación – circunstancia (i)-; o bien
que habiendo presentado una petición respetuosa no ha obtenido respuesta, o que la
solicitud presentada no fue atendida debidamente –circunstancia (ii).

Por tanto, para efectos de alegar una posible vulneración del derecho de petición es
presupuesto necesaria bajo la primera circunstancia que el accionante afirme que se
le ha impedido la presentación de su petición, lo cual puede llegar a constituir una
negación indefinida; o bajo la segunda circunstancia que allegue prueba de haber
presentado la respectiva petición. Al respecto, la Corte sostuvo que:

“Dentro de este contexto es claro que la violación de este derecho puede dar lugar a la
acción de tutela, pero para que ésta prospere el afectado deberá si no demostrar,
cuando menos afirmar, que no se le permite presentar la solicitud, que habiendo
presentado una petición respetuosa no ha obtenido respuesta, o que la solicitud
presentada no fue atendida debidamente. No basta por tanto que el accionante afirme
que su derecho de petición está siendo quebrantado, es menester que respalde su
afirmación con elementos que permitan comprobar su aserto, de modo que quien
afirma que presentó una solicitud y no ha obtenido respuesta deberá presentar copia
de la misma recibida por la autoridad demandada o suministrar alguna información
sobre las circunstancias de modo tiempo y lugar que acompañaron su petición, a fin
de que el juez pueda ordenar la verificación.

En este sentido no puede la Corte evaluar la posible vulneración de un derecho de


petición si no se encuentra afirmación del actor sobre la negativa del demandado a
recibirle sus peticiones, o si no se encuentra prueba dentro del expediente de haber
sido elevada una solicitud por parte del accionante.

Para el caso en particular se allega junto con la acción de tutela la prueba que verifica
que la petición fue recibida por la accionada, y que hasta la fecha no ha sido posible
obtener respuesta de lo pedido.

3.1.2. Las características de la respuesta


Bajo la circunstancia en la cual se ha elevado derecho de petición, la respuesta que se
dé al peticionario debe cumplir, a lo menos, con los siguientes requisitos:

(i) Ser oportuna;

(ii) Resolver de fondo, en forma clara, precisa y congruente con lo solicitado;

(iii) Ser puesta en conocimiento del peticionario. Si no se cumple con estos requisitos
se incurre en una vulneración del derecho constitucional fundamental de petición.2

2
Corte Constitucional, Sentencia T-1089 de 2001, M. P. Manuel José Cepeda Espinosa. Ver
también las Sentencias T-219 de 2001, M. P. Fabio Morón Díaz, T-249 de 2001, M. P. José Gregorio
Hernández Galindo; T-377 de 2000, M. P. Alejandro Martínez Caballero.
Ahora bien, para el concreto no es posible clasificar la respuesta en alguno de estos, ni
mucho menos sostener que cumple o no con los requisitos exigidos por la corte. Es
preciso recordar que dicha respuesta a la fecha no ha sido posible, por lo cual es
menester acudir a la protección judicial del mismo y conseguir de esa manera la
respuesta de la entidad accionada.

Es claro que en materia judicial, la competencia del juez no es de otorgar la respuesta


a la petición realizada por el recurrente, dicha se “limita a la verificación de los
términos establecidos legalmente para dar respuesta a las solicitudes elevadas por los
peticionarios en aras de garantizar una respuesta que resuelva lo pedido”.3

Con la omisión de actuar por parte del Instituto penitenciario y carcelario de alta y
mediana seguridad de Valledupar frente a mi petición escrita de fecha 18 de enero de
2013, estimo se está violando entre otros de mis derechos fundamentales el
consagrado en el artículo 23 de la Constitución Política que establece: “Toda persona
tiene derecho a presentar peticiones respetuosas a las autoridades por motivos de
interés general particular y a obtener pronta resolución. El legislador podrá
reglamentar su ejercicio ante organizaciones privadas para garantizar los derechos
fundamentales."

El derecho fundamental que le asiste a toda persona para presentar peticiones


respetuosas a las autoridades por motivos de interés particular y obtener pronta
respuesta, para el caso presente, la expedición pronta, rápida y oportuna de la
certificación de las horas redimidas por mí durante el tiempo de reclusión en la
entidad accionada

TERMINO PARA RESPONDER

"Las peticiones se resolverán o contestarán dentro de los quince (15) días siguientes a
la fecha de su recibo. Cuando no fuere posible resolver o contestar la petición en dicho
plazo se deberá informar así al interesado, expresando los motivos de la demora y
señalando a la vez la fecha en que se resolverá o dará respuesta".

El derecho de petición consagrado en el artículo 23 de la Carta, es un derecho público


subjetivo de la persona para acudir ante las autoridades con miras a obtener pronta
contestación a una solicitud o queja. A diferencia de los términos y procedimientos
jurisdiccionales, el derecho de petición es una vía expedita de acceso directo a las
autoridades y la posibilidad de ésta de no contestar las reclamaciones o solicitudes
que conlleva la configuración del fenómeno del silencio administrativo, no debe
entenderse como vía expedita para el desconocimiento del núcleo esencial del
derecho fundamental de petición. La teoría del núcleo o contenido esencial de los
derechos fundamentales es una garantía constitucional contra su vulneración. El
núcleo esencial de un derecho fundamental puede definirse como el ámbito intangible
del derecho cuyo respeto se impone a las autoridades y a los particulares.

3
Ver, entre otras, las Sentencias T-131 y T-169 de 1996, M. P. Vladimiro Naranjo Mesa y la T-206 de
1998, M. P. Fabio Morón Díaz.
En la ponderación de valores constitucionales requerida en cada caso, es necesario
garantizar una especial "fuerza de resistencia" a los derechos fundamentales,
representada en la teoría del núcleo esencial, frente a otros valores jurídicos
consagrados en la Constitución, por lo cual, el ejercicio efectivo del derecho de
petición supone el derecho a obtener una pronta respuesta o resolución. Las
dilaciones indebidas en la tramitación y respuesta a una solicitud, constituye
vulneración del derecho fundamental de petición, derecho que tampoco está, ni puede
estar sometido a razones de trámite como volumen de solicitudes por resolver, orden
de solicitudes, carencia de personal, etc. Toda vez que la Constitución Política contiene
una escala de valores impide, salvo casos de extrema necesidad, conceder prioridad a
un bien jurídico por encima de un derecho fundamental. La Constitución es norma de
normas y la efectividad de los derechos fundamentales, tales como el de petición, en
ningún caso puede ser anulada por razones de orden administrativo o procedimental.

De todo lo anteriormente expuesto, es forzoso concluir que, la no respuesta oportuna


por parte de la accionada CREDICARIBE S.A a la solicitud radicada por mí, en fechas
ya relacionadas, constituyen una omisión que se traduce en la violación de mi
derecho fundamental de petición.

En consecuencia si las entidades de manera injustificada omite la función de contestar


todas las peticiones que se le alleguen, legitima al recurrente para ir en busca de la
protección judicial de su derecho y por lo tanto obtenga de manera coercitiva la
respuesta que debió obtener en el momento oportuno.

RESPECTO A LA PETICION EN SI MISMA

Es sabido que el derecho a la información tiene rango constitucional, ya que se


encuentra descrito en el art 74 de nuestra norma superior, obedeciendo claro, no
como un principio total y absoluto, sino con claras restricciones que delimitan
claramente el acceso a ella, dejando cierta información inaccesible para los asociados,
pero con el fin único de proteger a los demás o la seguridad del estado. El derecho de
petición en concreto no estriba sobre información “reservada” esto en razón de que lo
que se busca en el, es la respuesta, afirmativa o no, respecto de una reclamación que
formalmente y dentro del termino oportuno se allego a la accionada CREDICARIBE
S.A. Esto en manera alguna infringe los principios legales que establecen reservas
sumariales, todo lo contrario, es información que me compete y estoy en el derecho
absoluto de tener acceso y sin dilación alguna a ella.

En Sentencia C- 488 de 93 se definió la noción de lo de este derecho de la siguiente


manera: “un derecho que expresa la tendencia natural del hombre hacia el
conocimiento. El ser humano está abierto a la aprehensión conceptual del entorno
para reflexionar y hacer juicios y raciocinios sobre la realidad. Es en virtud de esta
tendencia que a toda persona se le debe la información de la verdad, como exigencia
de su ser personal.”

En virtud de este derecho, el cual puede ser ejercido por personas naturales o
jurídicas, nacionales o extranjeras, se impone a las autoridades públicas y privadas en
este caso, la obligación de brindar la información que tenga el carácter de pública, que
no se limita a la producida por órganos públicos, sino que también comprende los
documentos producidos por las entidades públicas y documentos privados que por
ley, declaración formal de sus titulares o conducta concluyente, se entienden como
tales; de manera que la restricción al acceso a la información está reservada al
legislador, por lo cual no corresponde a las mismas autoridades que tienen en su
poder los documentos o la mencionada información decidir sobre su reserva.

PROCEDENCIA Y LEGITIMIDAD

Esta acción de tutela es procedente de conformidad con lo establecido en los artículos


1, 2, 5 y 9 del Decreto 2591 de 1991, ya que lo que se pretende es que se garantice la
protección judicial de los derechos fundamentales y toda vez que, la petición consiste
en una orden para que aquél respecto de quien se solicita la tutela actúe o se abstenga
de hacerlo según el inciso 2° art. 86 de la C.P.: siendo únicamente aceptables como
otros medios de defensa judicial, para los fines de exclusión de la acción de tutela,
aquellos que resulten aptos para hacer efectivo el derecho, es decir, que no tienen tal
carácter los mecanismos que carezcan de conducencia y eficacia jurídica para la real
garantía del derecho, La existencia de otro medio de defensa ha sido reiteradamente
explicado por la H. Corte Constitucional, en el sentido de que no siempre que se
presentan varios mecanismos de defensa, la tutela resulta improcedente. Es necesario
además una ponderación de eficacia de los mismos a partir de la cual se concluya que
alguno de los otros medios existentes, es tan eficaz para la protección del derecho
fundamental como la acción de tutela misma y en tal sentido en la Sentencia T-526 del
18 de septiembre de 1.992 Sala Primera de Revisión, manifestó:
... Es claro entonces que el otro medio de defensa judicial a que alude el artículo 86
debe poseer necesariamente, cuando menos, la misma eficacia en materia de
protección inmediata de derechos constitucionales fundamentales que, por
naturaleza, tiene la acción de tutela. De no ser así, se estaría haciendo simplemente
una burda y mecánica exégesis de la norma, en abierta contratación con los principios
vigentes en materia de efectividad de los derechos y con desconocimiento absoluto
del querer expreso del constituyente."

DERECHOS CUYA PROTECCION SE DEMANDA

De los hechos narrados anteriormente, se establece la violación del derecho de


petición consagrado en el Art. 23 de la Constitución Política, dado que a la fecha no ha
sido respondida mi solicitud ni de manera afirmativa o negativa.

PRETENSION

Con fundamento en los en los hechos narrados, y en las consideraciones hechas a la


violación, solicito muy respetuosamente, señor juez; conceder la siguiente pretensión,
que primordialmente buscan el restablecimiento del derecho violado y la cesación de
los efectos:

1. Conmine a la accionada CREDICARIBE S.A en el término perentorio de 48 horas


establecido por el decreto 2591, a dar respuesta a la petición que desde el día (18)
de Febrero del año en curso.
FUNDAMENTOS DE DERECHO

Como normatividad constitucional y legal aludo en principio, al artículo 86 de la carta


superior, a los decretos 2591 y 1382 que reglamentan lo pertinente para la presente
acción. Así mismo, en los artículos 8 de la declaración universal de los derechos
humanos, 39 del pacto de derechos civiles y políticos y 25 de la declaración de los
derechos humanos. El artículo 23 de la Constitución Nacional, La Ley 1755 del año
2015.

COMPETENCIA

Es usted, señor Juez, competente, para conocer del asunto, por la naturaleza de los
hechos, por tener jurisdicción en el domicilio de la entidad Accionada y de
conformidad con lo dispuesto en el decreto 1382 de 2000.

JURAMENTO

Manifiesto señor Juez, bajo la gravedad del juramento, que no he interpuesto otra
acción de Tutela por los mismos hechos y derechos aquí relacionados, ni contra la
misma autoridad, puesto que de lo contrario estaría violando uno de los requisitos
esenciales para que prospere mi acción constitucional.

PRUEBAS

Señor juez con la acción adjunto y solicito se tenga como prueba, el derecho de
petición presentado, y su reiteración, con el acuse de recibido por uno de los
funcionarios de la accionada institución.

ANEXOS

Aporto como anexo a la acción de tutela, los documentos relacionados como prueba y
las copias de la demanda que ordena la ley

NOTIFICACIONES

Las personales las recibiré en la Secretaría de su Despacho o en la Carrera 10 número


16b-31 piso 2, en Valledupar, o en la secretaria del despacho.

La accionada CREDICARIBE S.A., en la carrera 44 números 84-91, en Barranquilla


(Atlántico)

Atentamente

_________________________________________
JOSE VICENTE GRANADOS MEJÍA
C.c. N° 12.717.601 de Valledupar

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