Ceremonia de La Luz 2024

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CEREMONIA DE LA LUZ PARA CONFIRMACIÓN

OCTUBRE 24 DEL 2024

6:00pm – 6:15 pm llegada y recibimientos de los jóvenes y padrinos

6:15 – 6:45 pm Celebración de la luz (comentador - Leonardo) Queridos


jóvenes, padres de familia y padrinos. Hoy, nos hemos reunido para
compartir la fe que recibimos en el bautismo y descubrir el gran amor que
Cristo nos tiene. Cristo es la luz: la luz que da sentido a nuestra vida, que
despeja nuestras dudas, que elimina nuestros miedos, que disipa la
oscuridad de nuestros odios, desconfianzas. y divisiones; que nos saca del
error en que el pecado nos sumerge. La luz, cuando irrumpe en medio de
la oscuridad, atrae las miradas hacia sí y luego hacia el entorno iluminado
por ella. Los que aceptan la luz, que es Cristo, después de volverse hacia
él, se dirigen a los demás y hacia sí mismos para descubrir un sentido
nuevo de las relaciones con Dios, de la convivencia entre los hombres y
de la misma existencia humana.

1. en oscuras. (entra en modo de procesión el Cirio Pascual iluminado con el reflector y


se coloca en el centro de los 7 cirios)

mientras entra el cirio se lee

¡Oh luz gozosa!


¡Oh luz gozosa de la santa gloria
del Padre celeste, inmortal!
¡Santo y feliz Jesucristo!

El cirio se coloca en el centro de la asamblea sobre


un candelabro preparado de antemano. Luego el
celebrante bendice el cirio encendido, diciendo:

Oh Dios, luz verdadera,


autor y dador de la luz eterna,
infunde en el corazón de los fieles
la luz que se nos extingue,
para que, cuantos son iluminados en tu templo
por la luz de este cirio,
puedan llegar felizmente
al esplendor de tu gloria.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R/ Amén.
Reflexión Fray Víctor Montenegro sobre la entrega de la luz - gradas.
Ovidio - lectura

Hechos, 2 (segunda propuesta)

1. Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar.


2. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso,
que llenó toda la casa en la que se encontraban.
3. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron
sobre cada uno de ellos;
4. quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas,
según el Espíritu les concedía expresarse.
5. Había en Jerusalén hombres piadosos, que allí residían, venidos de todas las
naciones que hay bajo el cielo.
6. Al producirse aquel ruido la gente se congregó y se llenó de estupor al oírlos
hablar cada uno en su propia lengua.
7. Estupefactos y admirados decían: «¿Es que no son galileos todos estos que
están hablando?
8. Pues ¿cómo cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua nativa?
9. Partos, medos y elamitas; habitantes de Mesopotamia, Judea, Capadocia, el
Ponto, Asia,
10. Frigia, Panfilia, Egipto, la parte de Libia fronteriza con Cirene, forasteros
romanos,
11. judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos les oímos hablar en nuestra lengua
las maravillas de Dios.»
12. Todos estaban estupefactos y perplejos y se decían unos a otros: «¿Qué
significa esto?»
13. Otros en cambio decían riéndose: «¡Están llenos de mosto!»
14. Entonces Pedro, presentándose con los Once, levantó su voz y les dijo: «Judíos
y habitantes todos de Jerusalén: Que os quede esto bien claro y prestad atención a
mis palabras:
15. No están estos borrachos, como vosotros suponéis, pues es la hora tercia del
día,
16. sino que es lo que dijo el profeta:
17. Sucederá en los últimos días, dice Dios: Derramaré mi Espíritu sobre toda carne,
y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros jóvenes verán visiones y
vuestros ancianos soñarán sueños.
18. Y yo sobre mis siervos y sobre mis siervas derramaré mi Espíritu.
Comentador: El cirio pascual nos recuerda a Cristo Resucitado, nos lleva al triunfo
de Jesús sobre la muerte, Es la luz que brilla en las tinieblas, él es el camino, la
verdad y la vida.

2. Momento del Perdón

Comentador: Si quieren entrar a la vida eterna, debemos Amar a Dios con todo el
corazón, con toda el alma, con toda la mente y a los demás como Cristo nos ama.
Para recibir la luz del Señor, es necesario estar reconciliado con uno mismo, con
los demás, con lo creado y con Dios.
Jesús es luz, Él debe iluminar nuestras vidas, para recibir a Jesús debemos preparar
nuestro corazón, vamos a pedir perdón por las veces que no hemos permitido que
su luz brille en nosotros.

Papá:(Lisandro y Giovanna) Por las veces que no he sido buen Padre, y me


he dejado llevar por el egoísmo insensibilidad y dureza de corazón.

Mamá: (Andrea y Leonardo) Por nuestra falta de ternura y descuido en la


formación cristiana de nuestra familia.

Padrino/Madrina: (Alfredo y Elkin) perdón Señor por las veces que no


hemos dado testimonio de ti ni hemos sido luz para los que nos rodean.

Confirmando: (Lisandro y Giovanna) Perdón por no ayudar y colaborar con


mis compañeros, Padres, hermanos Profesores y allegados a que tu luz
disipe tantas tinieblas en las que vivimos.

3. MOMENTO (en la cancha el frente de las gradas se ubicarán los jóvenes con
sus padrinos de acuerdo con el siguiente esquema).

GRADAS

ENTENDIMIENTO SABIDURIA

Lisandro y CIRIO
CIENCIA
CONSEJO PASCUAL Andrea y
Giovanna
Leonardo

FORTALEZA PIEDAD

TEMOR DE DIOS

Alfredo y
Elkin
Reflexión de los siete dones (los catequistas hacen una sencilla reflexión de cada
uno de los dones con una petición de acuerdo con el don y se enciende cada cirio
cuando se nombra en don y el reflector alumbra el pendón del nombre del don).

Sabiduría - Lisandro
Entendimiento - Nury
Consejo - Elkin
Fortaleza – Andrea Julio
Ciencia - Giovanna
Piedad - Alfredo
Temor de Dios – Andrea Fagua

Comentador: en este momento los catequistas encienden las velas de los padrinos
como símbolo de que ellos durante este año han llevado la luz de cristo a sus
ahijados. (Se espera mientras se enciende las velas)
Ahora los padrinos le entregarán la luz a sus ahijados y a su vez le dirán las
siguientes palabras (Padrinos repiten).

“Ahijad@, recibe la luz Cristo, que significa que Dios vive en ti, está en
tu corazón y en tu mente, que ella brille en ti y resplandezca en tu vida
para que seas testimonio en todo momento, no permitas que se apague,
los dos la mantendremos encendida, Amén. “

4. Momento Nos dirigimos hacia el templo con un canto


Se lee la carta la Carta de Dios (Leonardo)
Querido hijo, querida hij@:
Hace tiempo que no hablamos, ¿cómo te van las cosas? Te envío esta carta,
porque, aunque te he dicho muchas veces y de muchas maneras que te amo, una
más no te hará daño. ¿Sabes lo que siento por ti y lo que pienso en ti? Te conozco
desde que naciste. ¡Ya antes, cuando estabas en el seno de tu madre! Tú quizás
no te has dado cuenta, pero

siempre he estado contigo, nunca jamás te he abandonado. ¿Cómo hubiera podido


hacerlo, si tú eres mi mejor obra, mi alegría y mi compañía, mi hijo, en quien se
complace mi Espíritu? Sí, no puedo dejar de pensar en ti. Me emociono con sólo
pronunciar tu nombre. ¡Me gustaría tanto que me creyeras! En fin, si me conocieras
bien, sabrías que mi ser es amar y dar vida. Como el sol da luz y calor, Yo doy vida
y amor. Es lo mío, es lo que soy y lo que quiero hacer. Sin cansarme nunca, porque
yo soy amor y sólo amor.
Antes de crear el mundo ya soñaba contigo. ¿Sabes que no hay nadie igual que tú,
ni nunca lo hubo, ni nunca lo habrá? ¡Eres único, aunque no el único! Nunca nadie
miró las cosas con tus ojos, actuó con tus manos, sintió y amó con tu corazón.
Conozco perfectamente el lado oscuro de tu vida. Sé que hay en ti sombras que a
veces producen miedo a otras personas, y a ti mismo. Sé que a veces haces el mal,
que el fondo no quieres. Sé que te cansas más de una vez en el esfuerzo de ser
bueno. Llegas a desesperarte y lo dejas por imposible y renuncias a intentarlo de
nuevo, y te dejas llevar, renunciando a luchar. Te comprendo.
Conozco el mal que hay en ti y que te hace sufrir, pero no tengas miedo. Mi mirada
penetra más profundamente que la tuya y sé que estás abierto a la luz. No tengas
miedo, porque no te rechazo y estoy siempre contigo para que sigas adelante. Ten
paz. Remediaremos todo el mal que causa tanto dolor. Si acoges mi Palabra tendrás
parte adelantada de esta victoria.
¿Sabes lo que espero de ti? ¡Que llegues a amarme como yo te amo! Sí, ya sé que
tú me quieres, pero lo que me preocupa es el amor que tienes a tus hermanos.
Como yo los he amado a ustedes, mis hijos, también quiero que se amen los unos
a los otros. Recuerda que soy su Padre, que los quiero un mucho, y que nada me
podrá separar de ustedes.
Un abrazo
Dios.

5. RITO DE LA ENTREGA DEL CREDO

Un catequista (Leonardo): Este grupo de jóvenes de nuestra comunidad está


siguiendo el “itinerario de la iniciación cristiana, de la diócesis de Engativá” para
completar su iniciación cristiana al recibir el sacramento de la Confirmación. La
catequesis es una educación en la fe y está unida a toda la vida de la Iglesia, a su
crecimiento interior y exterior. Hoy la Iglesia les va a entregar con amor uno de los
documentos básicos y fundamentales de la fe cristiana: el Símbolo de la fe o Credo,
el compendio de las verdades que conducen a la salvación. La comunidad cristiana
somos testigos de este acto solemne por el que estos jóvenes se vinculan más
fuertemente a la Iglesia. Pidamos todos al Señor que la fe de estos jóvenes sea
sincera y comprometida. Acérquense los que van a recibir el Símbolo de la fe de la
Iglesia.

Celebrante (Fray Victor): Queridos jóvenes: Dios invisible movido por su gran amor
habla a los hombres como amigos y habita con ellos para invitarlos a comunicarse.
La respuesta adecuada a esta invitación de Dios es la fe. Por la fe el hombre somete
completamente su inteligencia y su voluntad a Dios. Con todo su ser el hombre da
su asentimiento, su ‘Sí’ al Dios que se revela.
En el día de su Bautismo, sus padres y padrinos confesaron la fe de la Iglesia en la
que fueron bautizados y se comprometieron a educarlos en la misma fe. Ahora en
este camino catequético hacia la Confirmación, ustedes mismos, libre y
conscientemente, han reflexionado y profundizado en los misterios de Dios que
Jesucristo nos ha revelado. (A partir de ahora, los padrinos de confirmación que han
elegido, los ayudarán a vivir según nuestra fe.)
La Iglesia, Madre y Maestra, quiere hacerles la entrega del Credo, Símbolo de la fe,
por el cual recibirán la salvación. Las palabras son pocas, pero contienen grandes
Misterios de salvación.
Pero antes, la Iglesia nos piden que manifiesten ante la comunidad cristiana aquí
reunida el propósito de profesar y confesar la fe que han recibido.
Por tanto, queridos jóvenes, les pregunto sobre esta intención.

PROMESAS DE LOS ELEGIDOS


Celebrante (Fray Victor): ¿Qué le piden a la Iglesia de Dios?
Catequizados: La fe.

Celebrante: ¿Qué otorga la fe?


Catequizados: La vida eterna.

Celebrante: ¿Prometen guardar y mantener fielmente la fe que la Iglesia les anuncia


para su salvación y vida?
Catequizados: Sí, lo prometo.

Celebrante: ¿Prometen dar testimonio de la fe, con sus palabras y con sus obras,
viviendo conforme a la misma fe que profetan con el corazón y que celebran en los
sacramentos?
Catequizados: Sí, lo prometo.

Celebrante: ¿Prometen esforzarse para progresar y profundizar en las verdades


que da sentido a su vida y que se contienen en el Símbolo de la fe que se les
entrega?
Catequizados: Sí, lo prometo.

Celebrante: Que la gracia del Espíritu Santo les ayude a vivir siempre según la
promesa que acaban de hacer. Reciban con gozo el símbolo de la fe y que sus vidas
queden iluminadas por la luz de salvación.
Catequizados: Amén.

ORACIÓN SOBRE LOS ELEGIDOS


Celebrante:
Oremos por nuestros elegidos,
para que Dios nuestro Señor
les ilumine interiormente,
se sientan cada vez más
miembros activos de la Iglesia,
y así encuentren en la confirmación
el impulso del Espíritu Santo
y la configuración con Cristo,
nuestro Señor.

Todos oran en silencio.

Seguidamente el celebrante, con las manos extendidas sobres los elegidos, dice:

Celebrante: Te suplicamos, Señor,


fuente de luz y de verdad,
que tu eterna y justísima piedad
descienda sobre estos siervos tuyos,
purifícales y santifícalos;
dales la verdadera ciencia,
firme esperanza
y la santa doctrina.
Por Jesucristo Nuestro Señor.

Todos: Amén.

El celebrante se acerca a cada uno de los elegidos y les entrega el Símbolo de la fe


diciendo las siguientes palabras u otras parecidas:

Celebrante: Recibe el Símbolo de la fe. Que sea para ti sello espiritual, alimento
para la meditación de tu corazón, guardián de tu vida y tesoro de tu alma. Cree lo
que profesan tus labios, y vive de acuerdo con la fe que la Iglesia te entrega.

Catequizados: Amén.

Se procede a hacer la entrega del folleto que contiene el credo a cada uno de los
catequizados.

El rito debe concluir profesando la fe con toda la comunidad reunida.


6. Momento (Lisandro)
Entra el cartero con los regalos de los catequizando organizados en bolsas con los
nombres de los catequistas y los entregan.
Se reúnen por grupos de catequesis solo los confirmandos y allí se entregan los
detalles.
Por estos mismos se hace una acción de gracias a Dios a los padres y padrinos y
se comparte con todos a manera de oración, concluimos con el padre nuestro y la
avemaría.

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