Aspectos Antropológicos y Culturales de La Devoción Al Señor de Los Milagros
Aspectos Antropológicos y Culturales de La Devoción Al Señor de Los Milagros
Aspectos Antropológicos y Culturales de La Devoción Al Señor de Los Milagros
Introducción
Frente a nuevas amenazas telúricas, para obtener la protección del Cristo moreno,
el 28 de octubre de 1746 se dio inicio a una peregrina misión de penitencia: por primera
vez salió en procesión por las calles de Lima la venerada imagen del Señor de los Milagros
(Benito Rodríguez, 2010, p. 134).
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Significado religioso
Con mucha razón señala Hidalgo (2016) que «la devoción al Señor de los Milagros
es una experiencia de fe y no solo una tradición cultural o popular» (p.89). En ella
confluyen elementos muy hondos de la experiencia de Dios. Se trata de un Cristo
crucificado, y es conocida la piedad que la Cruz despierta en nuestro pueblo (de la Puente
et al, 2014). Pero además, en el rostro moreno del Cristo de Pachacamilla se refleja con
especial cercanía la bondad de Dios misericordioso que, como Buen Pastor, recorre las
calles buscando a las ovejas perdidas. Se produce un encuentro real y misterioso, entre los
brazos abiertos del Señor y las miradas, los pies descalzos, las lágrimas, las penitencias, la
esperanza inquebrantable en el milagro, el anhelo de tocarlo y santiguarse, y volver a casa
renovado. Para algunos es un momento fuerte dentro de una vida centrada en Cristo; para
otros, la ocasión de liberarse del peso del abandono y las culpas. Para todos, una
experiencia pascual.
Todo ello está plagado de una enorme riqueza de símbolos: la imagen, adornada
con arcos y aplicaciones de plata y oro; los colores —el morado de los hábitos, el blanco
de las ceras, la multiplicidad de las flores y de las razas—, el incienso que se eleva con los
cantos, las ofrendas florales, el sonido de la banda que se confunde con las bocinas lejanas
de los carros (Roca, 2016). La naturaleza material se espiritualiza en una atmósfera popular
y fraterna, pero también solemne y sagrada. Es una experiencia de Iglesia, en la ocupan un
lugar central los sacramentos, tal como se puede apreciar en las largas filas en la Capilla de
las Confesiones y las abarrotadas Misas que se celebran diariamente en el templo de las
Nazarenas.
existen al menos dos niveles de mestizaje en relación con esta devoción. Un primer
nivel ligado al origen de la imagen, a la condensación de sentidos vinculados a
tradiciones culturales africanas y a la tradición cristiana católica. Y un segundo
nivel asociado a la posterior apropiación y resignificación de esta Imagen desde
distintos grupos étnicos y desde diferentes sectores sociales. (2011, p. 174)
Se destaca así tanto el aspecto diacrónico de una tradición con raíces milenarias que
se acrisola desde la acogida vital de la fe cristiana, siempre personal y comunitaria; como
el aspecto sincrónico, caracterizado por la confluencia de millares de personas de todas las
razas y condiciones socioeconómicas, cuyas diferencias ceden y se integran en la común
veneración al Señor de los Milagros.
A modo de conclusión
Referencias
Álvarez Calderón, M. R., Canessa, L., & Hidalgo, P. (2019). Señor de los Milagros
Costilla, J. (2011). El culto limeño al Señor de los Milagros (siglos XVII XXI):
Costilla, J. (2016). Una práctica negra que ha ganado a los blancos: Símbolo, historia y
de la Puente et al, J. A. (2014). Las cruces de Lima (1ra edición). ICTYS Instituto Cultural
Teatral y Social.
Milagros: Historia, devoción e identidad (pp. 89-101). Banco de Crédito del Perú.
Juan Pablo II. (1980). Discurso a la UNESCO (2 junio 1980). AAS, 72, 742.
Milagros: Historia, devoción e identidad (pp. 103-115). Banco de Crédito del Perú.
Vargas Ugarte, R. (1949). Historia del Santo Cristo de los Milagros. Lumen.
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