10 Unidad 10 Inmovilizacion

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 29

UNIADAD 10

INMOVILIZACION TERAPEUTICA
La inmovilización se define como una pérdida de movimiento debida a alteraciones de
la función fisiológica, considerada como la permanencia en cama durante más de 3 días
o la incapacidad de moverse en la cama, hacer transferencias o deambular.
Es un procedimiento que permite limitar el movimiento parcial o total de una persona agitada o
agresiva, mediante un sistema de inmovilización física, ante el fracaso de una contención verbal
o farmacológica.
En ciertos procesos clínicos, esta condición se prolonga durante largos períodos, y se
observa con frecuencia en la práctica asistencial, especialmente en el ámbito de la
rehabilitación y de los cuidados críticos. Si bien el reposo en cama viene siendo una
recomendación restringida a situaciones especiales y ha dejado de indicarse
rutinariamente, son muchas las situaciones en las que es necesaria para la recuperación
del paciente, especialmente en ciertos cuadros agudos o que revisten gravedad. Este
fenómeno no es una preocupación nueva. Se ha observado que, entre las principales
consecuencias, hay un aumento de la morbimortalidad, además de un incremento de los
costes en la atención sanitaria, los cuales pueden prevenirse parcial o totalmente y
evitarse con medidas apropiadas.
Asimismo, la inmovilización prolongada puede ser consecuencia de diversos cuadros
(traumatológicos, neurológicos, etc.) en los que el paciente ha perdido sus funciones
motoras básicas, lo que conduce a un círculo vicioso de difícil resolución.
Entre las consecuencias de este cuadro suele pensarse en un primer momento en la
afectación del sistema musculoesquelético.
No obstante, la afectación es mucho más amplia y se observan alteraciones en distintos
órganos y sistemas. Trataremos estas alteraciones, considerando las consecuencias en
los distintos niveles, haciendo especial hincapié en los efectos sobre el sistema
musculoesquelético. Dado que todas estas complicaciones son más difíciles de tratar
que de prevenir, es de suma importancia no sólo conocer su fisiopatología, sino también
los factores predisponentes de la inmovilización prolongada. Una síntesis de las
principales consecuencias de la inmovilización prolongada se expone en el cuadro 4-1.

Toda inmovilización se realiza con el fin de conseguir determinados objetivos:

 Mantener reposo funcional.


 Contener una determinada estructura.
 Corregir una alteración postural.
 Evitar autolesiones o a terceros.

También debemos tener en cuenta las siguientes premisas.

 Debe durar el mínimo tiempo posible.


 Inmovilizar el mínimo número de segmentos posibles para evitar
complicaciones.
 Utilizar la técnica correcta. Prestar atención a las articulaciones que tienden a la
retracción.
UNIADAD 10

La inmovilización terapéutica (IT). Su objeto es garantizar la seguridad del paciente evitando


lesiones a sí mismo y/o de quienes les rodean. En el en pacientes internados se realiza esta
intervención en múltiples ocasiones debido a diferentes indicaciones.

Paciente encamado
Es alguien que, por diversos motivos, es incapaz de moverse por su cuenta.
El movimiento es una capacidad ligada íntimamente con la vida humana. Para que una
persona pueda relacionarse con el entorno es imprescindible tener la posibilidad y
autonomía de moverse. La inmovilización afecta a la capacidad para desempeñar
actividades de la vida diaria por deterioro de las funciones motoras, obligando a pasar
gran parte del tiempo encamado.
Las razones por las que una persona sufre una pérdida de movilidad son diversas. Puede
deberse a efectos inherentes al tratamiento, una consecuencia de la discapacidad
provocada por la enfermedad, o una reacción espontánea del paciente al sentirse
enfermo.
La presencia e importancia de la inmovilidad aumenta con la edad y es más prevalente
en las mujeres que en los hombres; a su vez tienen más riesgo de sufrir esta incapacidad
aquellas personas con menos recursos e institucionalizadas.
El cuidado del paciente encamado es llevado a cabo por un equipo multidisciplinar, la
propia familia y/o cuidadores.
En un paciente encamado al tener reducida la movilidad nos podemos encontrar
alteraciones en los diferentes aparatos y sistemas, en consecuencia presentar un
Síndrome por desuso.

Factores que llevan a una inmovilidad prolongada


Fisiopatológicos:
Problemas de salud relacionados con alteraciones de las funciones cognitivas y del
estado mental como trastornos neuromusculares, osteomusculares, cardiovasculares,
respiratorios y en personas que sufren enfermedades terminales.
Ejemplos:
 Parkinson Lesiones medulares Enfermedad cerebrovascular
 Parálisis cerebral
 Artritis reumatoidea
 Cáncer
 Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA)
 Insuficiencia Cardiaca Congestiva (ICC)

Iatrogénicos: Son problemas asociados con el tratamiento médico y la hospitalización


prolongada.
Ejemplos:
 Cirugías
 Catéteres vasculares
 Ventilación mecánica
 Lesiones que por sus características requieran un reposo prolongado en cama.

Situacionales:
 Tienen relación con trastornos emocionales como la depresión y con síntomas
que traen como consecuencia el dolor, la astenia, la adinamia y la debilidad.
UNIADAD 10

De maduración:
 Puede presentarse especialmente en ancianos sedentarios y se relaciona con
cambios asociados al proceso de envejecimiento como la disminución en la
función de órganos de los sentidos, osteoporosis, atrofia muscular, osteoartritis.

Copyright: Unidad Planes de Cuidados Hospital General Universitario de Alicante

DIAGNÓSTICOS E INTERVENCIONES

Función De Circulación Y Oxigenación


 Riesgo de alteración en la perfusión tisular relacionado con inmovilidad
prolongada.
 Riesgo de acumulación de secreciones en la vía aérea relacionado con
disminución en la expansión torácica.
Cambios
• Aumento de la frecuencia cardiaca. La razón de este aumento es poco clara pero
parece estar dada por un desbalance en la función del sistema nervioso autónomo.
Después de un periodo de inmovilización, la respuesta cardiovascular al ejercicio se
altera. El desacondicionamiento causa un aumento mayor de la frecuencia cardíaca a
cualquier nivel de ejercicio, la respuesta de la frecuencia cardiaca a un ejercicio
submáximo después de tres semanas de reposo en cama puede ser 30 a 40 latidos por
minuto, mayor que la esperada. Con estos cambios en la frecuencia cardiaca el período
diastólico de llenado del ciclo cardiaco se acorta y se disminuye la perfusión
miocárdica.
• Disminución del volumen de eyección cardiaco.
•Hipotensión ortostática: la posición en decúbito produce un cambio en el volumen
sanguíneo dentro del tórax, contrariamente, la posición de pie aumenta el volumen sanguíneo en
UNIADAD 10

las extremidades inferiores. Esto causa una caída inmediata del retorno venoso con la
consecuente disminución del volumen de eyección y del gasto cardiaco. En una persona normal
se produce una vasoconstricción, un aumento de la frecuencia cardiaca y un aumento de la
presión arterial sistólica compensatorias. La persona que ha estado inmovilizada pierde esta
capacidad de adaptación y desarrolla hipotensión ortostática, puede deberse en parte a alteración
del reflejo barorreceptor carotídeo.
Cuando una persona desacondicionada se levanta hay un aumento anormal de la frecuencia
cardiaca hasta de 37 latidos por minuto y esto se acompaña de signos y síntomas de hipotensión
ortostática como mareo, náusea, sudoración, palidez, taquicardia y caída de la presión sistólica.
En casos severos puede ocurrir síncope y angina. La mayoría de estos efectos ocurren en los
primeros 4 a 7 días de inmovilización y se desarrollan más rápidamente en pacientes ancianos.
• Aumento de la viscosidad sanguínea.
• Disminución de la captación de oxígeno.
• Disminución de la expansión torácica y la ventilación
• Aumento de la frecuencia respiratoria.
• Acumulación de secreciones.
Se observa una disminución de la capacidad vital con un patrón restrictivo por compromiso de
la musculatura intercostal y contracturas en articulaciones costoesternales. Hay una disminución
de la ventilación voluntaria máxima y cambios regionales en el patrón de ventilación perfusión
que predisponen a infecciones respiratorias y a atelectasias. También se presenta alteración del
mecanismo de la tos siendo esta inefectiva para la movilización de secreciones e incoordinación
neumofónica responsable de la disfonía algunas veces observada en estos pacientes.
• Disminución del retorno venoso.
• Trombosis venosa (hipercoagulabilidad).
La triada de Virchow señala tres factores que contribuyen a la formación de coágulos:
1. Factores intrínsecos de la sangre,
2. Lesión de la pared del vaso,
3. Estasis del flujo sanguíneo.
La inmovilidad causa estasis sanguíneo por la disminución del efecto de bomba normalmente
generado por la contracción de los músculos gastrocnemios favoreciendo la flebotrombosis.
También se ha observado que la inmovilidad aumenta la viscosidad sanguínea. La
flebotrombrosis aumenta el riesgo de tromboembolismo pulmonar en el paciente inmovilizado.
• Mayor cantidad de dióxido de carbono.
Intervención
• Movilización temprana para prevenir los efectos del reposo en cama y ejercicios
progresivos de estiramiento sobre los principales grupos musculares tónico.
• Promover el retorno venoso con ejercicios activos, pasivos asistidos en MMII
• Colocar medias antiembolicas.
• Controlar presión arterial, frecuencia cardiaca y frecuencia respiratoria.
• Realizar terapia respiratoria para favorecer la salida de secreciones y ejercicios
respiratorios.
• Realizar cambios de posición cada dos horas (instruir a los familiares).
• Reducir o eliminar la compresión externa que impida el retorno venoso.
• Levantarlo de la cama en forma progresiva, por etapas, controlando signos vitales para
prevenir la hipotensión ortostática.

Función De Nutrición
• Riesgo de alteración en la nutrición relacionado con pérdida de apetito secundario a
inmovilidad física.
Cambios
• Anorexia.
• Obesidad o pérdida de peso.
UNIADAD 10

• Desnutrición.
Los estados de desnutrición grave conllevan un déficit global de proteínas, esa hipoproteinemia
favorece la aparición de upp y retrasa el proceso de cicatrización. La vitamina C y el ácido
ascórbico intervienen en la síntesis y formación del colágeno de las heridas. Por tanto, el déficit
de vitamina C provoca un retraso en la epitelización de la herida y una demora en la retracción
de la misma. Los oligoelementos: cobre, hierro y zinc son también necesarios para la correcta
síntesis del colágeno. Tanto en los estados de obesidad como de caquexia se ha observado un
aumento significativo de la tendencia a desarrollar úlceras. Una persona obesa tiene un exceso
de grasa subcutánea que actúa como almohadillado pero también su exceso interfiere en la
revascularización del tejido, que unido a un exceso de peso hace entender que estos pacientes
sean más susceptibles de desarrollar estas lesiones. En la caquexia hay una reducción del tejido
adiposo subcutáneo por lo que aumenta la aproximación al plano óseo, lo que favorece la
aparición de las úlceras cuando se ejerce un aumento de la presión. Además, estas personas
suelen tener déficits nutricionales que agravan la situación.
• Disminución del Peristaltismo intestinal.
El déficit nutricional provocado por las complicaciones derivadas de la inmovilización tiene un
efecto negativo en el proceso de recuperación del paciente y en su calidad de vida generando a
su vez otras complicaciones como infecciones o aumento de la estancia hospitalaria.
La inmovilidad aumenta el riesgo de constipación dado por una disminución del peristaltismo,
posiblemente por un aumento en la actividad adrenérgica. Se disminuye el apetito, y se aumenta
el reflujo gastroesofágico. Otra complicación gastrointestinal frecuente en los pacientes críticos
relacionada con la falta de movilización es el estreñimiento
• Disminución del metabolismo.
La inmovilidad prolongada causa una disminución en la tolerancia a la glucosa, por cambios en
la sensibilidad muscular periférica a la insulina circulante.
Otro efecto de la inmovilización en el sistema endocrino es la disminución de la hormona
paratiroidea y la disminución en la absorción intestinal del calcio.
Existe un aumento en la excreción de hidrocortisona urinaria, aumento de la actividad
plasmática de la renina, aumento en la secreción de aldosterona, alteración en la producción de
hormona del crecimiento y alteración en la espermatogénesis y en la secreción de andrógenos.
Intervención
 Sugerir hidratación y alimentación
 Indagar sobre la cantidad y la forma de alimentarse, posteriormente comunicar al resto
del equipo de salud.
 Evaluar deglución

Función De Eliminación
• Riesgo de alteración en función de eliminación relacionado con inmovilidad física.
Cambios
• Aumento de la diuresis.
• Incremento en la excreción de sodio, potasio y calcio.
• Se presenta hipercalciuría y la fosfaturia.
• Se incrementa el riesgo de infección en vías urinarias.
• Se presenta litiasis renal.
• Incontinencia urinaria por deterioro de los mecanismos fisiológicos de la micción.
Otro problema que se presenta es la estasis urinaria y la formación de cálculos. La evacuación
es más difícil en posición supina llevando esto a un aumento en el volumen residual; la falta de
la fuerza de la gravedad también favorece este fenómeno, aumentando la frecuencia de
infecciones urinarias y en casos severos a incontinencia por rebosamiento.
El aumento de la excreción de calcio conjuntamente con la estasis urinaria predisponen a la
formación de cálculos renales.
Intervención
UNIADAD 10

• Observar una evacuación completa de la vejiga.


• Sugerir consumir abundantes líquidos en el día, aproximadamente un litro diario, ricos
en vitamina c a menos que este contraindicado.
• Estimular el reflejo de la micción con ligeros golpecitos sobre la vejiga en caso de
necesidad
• Observar las características de la orina color, olor y cantidad. Con el propósito de
identificar signos de infección urinaria: moco, color turbio u olor fétido. Comunicar al
resto del equipo de salud para que se realícenlas acciones necesarias.

Función De Protección
• Riesgo de alteración en la integridad de la piel relacionado con reposo prolongado en
cama. La meta que se persigue es la prevención del deterioro de la integridad de la piel
estimulando la perfusión tisular en las zonas de mayor riesgo.
Cambios
• Ulceras por presión.
• Atrofia y mayor fragilidad tisular.
• Disminución del flujo capilar.
Intervención
• Mantener la piel limpia y seca.
• Mantener la circulación adecuada mediante cambios de posición protegiendo las
prominencias óseas.
• Evitar el uso de talcos en pliegues cutáneos porque absorben la humedad y forman
hongos que irritan la piel.
• Realizar masajes en espalda y glúteos con crema humectante
• Inspeccionar las áreas de riesgo.
• Estar alerta a los cambios de coloración de la piel.
• Colocar almohadas o dispositivos adecuados en las prominencias óseas.
• Hidratar la piel con cremas humectantes.
• Evitar el uso de flotadores y/o colchones de aire de manera permanente porque estos
causan mayor presión y puede verse comprometida la integridad de la piel. Es por ello
que se recomienda utilizarlos en forma intermitente y colchones inflables bicamerales.

Función Neurológica
• Alteración en los procesos de pensamiento relacionado con disminución de la
estimulación ambiental, evidenciado por desorientación y confusión.
Cambios
• Falta de concentración y motivación.
• Delirio.
• Perdida de la memoria reciente.
• Incoordinación.
• Trastornos del sueño. Alteración del ritmo circadiano.
Intervención
• Ubicar al paciente en tiempo, lugar y persona.
• Tomar medidas de seguridad para evitar accidentes como colocar barandas en la cama.
• Tener elementos adecuados para la movilización del paciente.
• Proporcionar al paciente compañía permanente.
• Realizar actividades de motivación.
• Promover las visitas de los familiares.
• Colocar la música favorita del paciente.
UNIADAD 10

• Motivarlo a participar en juegos de mesa.

Función De Actividad Y Descanso


• Déficit de la actividad recreativa relacionado con reposo prolongado.
• Alteración en la movilidad física relacionado con reposo prolongado.
• Riesgo de alteración en la integridad de los tejidos relacionado con inmovilidad.
Cambios
• Disminución de la fuerza muscular y la resistencia especialmente en MMII.
• Atrofia muscular.
• Inestabilidad en la marcha por baja coordinación motriz.
• Dolor muscular.
• Contracturas musculares.
• Reducción de resistencia del hueso por disminución de la actividad debido a la pérdida
de masa ósea y calcio, aumenta la actividad osteocalatica sobre la osteoblastica.
Los estudios de Mueller han demostrado que una persona en reposo en cama pierde entre 1 a 1,5
la fuerza de torque por día en las dos primeras semanas, que corresponde aproximadamente a
una pérdida entre el 10 al 20% por semana; la pérdida es mayor en la primera semana de
inmovilización. Los músculos antigravitatorios como los gastrocnemios y paraespinales son los
que m/s rápido se debilitan y se atrofian, siendo los menos afectados los músculos pequeños
como los intrínsecos de manos, lo que se ha correlacionado en los estudios de biopsia muscular
donde se observa atrofia predominantemente de fibras tipo I.
La inmovilización conlleva a una disminución en la producción de ATP, menor utilización de
glicógeno y disminución en la síntesis proteica.; estas alteraciones metabólicas se comienzan a
observar en forma muy temprana en las primeras 6 horas de inmovilización. Cuando se reasume
la actividad física se requiere entre 2 a 3 veces el tiempo de inmovilización para la recuperación
de la fuerza y del trofismo muscular.
• Osteoporosis.
El hueso normalmente se encuentra en un estado de equilibrio dinámico entre la
formación y la resorción. Este estado está influenciado por el estrés que exista sobre el
hueso, conocida como la ley de Wolff . El soporte de peso es el principal estrés que
favorece la formación de hueso, el estrés generado por la actividad muscular también
favorece la formación ósea.
Durante la inmovilización se pierde este estrés y esto lleva a aumentar la reabsorción
ósea (actividad osteoclástica) causando osteoporosis. Estos cambios metabólicos se
presentan en forma temprana a partir de las primeras 30 horas de inmovilización. Se ha
calculado que se pierde un 1% del contenido mineral óseo vertebral por semana.
• Fibrosis y anquilosis articular.
La inmovilización induce en el cartílago cambios degenerativos con áreas de necrosis y
erosión, debido a cambios en el balance de los proteoglicanos. Se acompaña de
contracturas de los tejidos conectivos extra-articulares que eventualmente pueden llevar
a anquilosis de la articulación, estos cambios se inician en las primeras dos semanas de
inmovilización
• Déficit de la actividad recreativa.
• Alteración del patrón de sueño.
Intervención
• Aumentar la movilidad y rango articular de las extremidades y tronco con ejercicios
terapéuticos diarios en cama.
• Evitarposiciones viciosas y rigideces articulares.
• Permitir la marcha y actividades que promuevan el movimiento del cuerpo.
• Realizar cambios de posición y cuidados posturales.
• Vigilar el patrón de sueño.
UNIADAD 10

• Realizar actividades de recreación.


• Tener un ambiente adecuado con buena iluminación.
• Permitir que el paciente participe activamente en las actividades básicas cotidianas, en
la medida de sus posibilidades.

Funsión Psicosocial
• Riesgo de alteración en el auto concepto relacionado con inmovilidad, incapacidad
para desempeñar el rol habitual.
Cambios
• Aislamiento
• Depresión
• Disminución de la autoestima y de imagen corporal
Intervención
 Empatizar con el paciente
 Estimularlo y motivarlo con el tratamiento.
http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1025-55832017000400013
https://revistas.ecr.edu.co/index.php/RCR/article/view/21/141
https://www.efisioterapia.net/articulos/el-reposo-prolongado-cama-como-agente-que-potencializa-el-
incremento-del-riesgo-cardiovasc

Síndrome de desuso
El síndrome de desuso o descondicionamiento físico: es el estado en el que un individuo
se halla con riesgo de deterioro de los sistemas corporales como resultado de la
inactividad musculoesquelética prescrita o inevitable. El Síndrome de desuso son
manifestaciones de deterioro fisiológico global resultante de la actividad reducida y del
desacondicionamiento físico que afecta la capacidad para moverse en forma
independiente.
Las alteraciones metabólicas se comienzan a observar en las primeras 24 horas de
inmovilización. Existen algunos factores que influyen sobre la magnitud del cambio
dentro de los cuales los más sobresalientes son: severidad de la enfermedad o lesión,
duración del periodo de reposo, patología concomitante como diabetes, desnutrición,
reserva cardiovascular, edad y sexo. Para prevenir y corregir estas alteraciones, es
absolutamente necesario iniciar un programa de Rehabilitación. Este programa, se debe
iniciar en las primeras 24 a 48 horas de haber ingresado el paciente críticamente
enfermo a la unidad de cuidados intensivos. (Bohórquez, Martínez y Vargas 2008) y
(Hernández, Benjumea y Tuso 2013), describen que el desempeño del fisioterapeuta
radica en la prevención de estas complicaciones, las cuales se dan por la inmovilidad, a
través de la movilización temprana con el fin de restablecer la funcionalidad evitando el
deterioro a corto plazo en esta población.

PROGAMA POSTURAL:
Para poder conseguir una buena inmovilización, debemos seguir un buen programa
postural basado en las necesidades individuales del paciente. Estas posturas se
prescriben para superar ciertas patologías y para colocar la extremidad en una posición
funcional. Dichas posturas están incluidas en la cinesiterapia pasiva mantenida y su
objetivo es evitar o corregir alteraciones respetando una serie de normas:
UNIADAD 10

 Deben llevarse a cabo de forma progresiva.


 Debemos respetar eje de la articulación, planos articulares y amplitud articular.
 Debemos evitar el dolor, ya que el dolor es un sistema de alarma que impedirá al
paciente relajarse y estar en una posición funcional y cómoda.

MATERIALES:
 Es importante que los materiales que se usen en cada caso estén adaptados a los
problemas que pueden surgir por la inmovilización.
 Soportes para los pies para conseguir que estos se mantengan en una posición
funcional de 90º y evitar así el conocido pie equino (consecuencia de la
retraccio90º del tendón de Aquiles, la cual provoca en el paciente una posición
de flexión plantar continua).
 Cojines y camas especiales.
 Barras laterales.

Colchon antiescara
UNIADAD 10

Tobillera antiescara Aro


antiescara

Codera antiescara

Talonera antiescara

Rodillera antiescara

Talonera antiescara
UNIADAD 10

https://www.muebleselparaiso.es/guia-decoracion/cama-colchon/colchones-anti-
escaras-que-es-precio/

Terapia Física en el síndrome de inmovilización


Esta ha de ser precoz y si es posible varias veces al día, realizando sesiones cortas
tomando en cuenta la condición del paciente.
La valoración inicial del paciente debe ser completa, minuciosa y rigurosa, ya que se
debe conocer con claridad el estado del paciente para saber cómo intervenir sin mayores
riesgos y además, poder valorar mejor el avance del mismo.
Las sesiones terapéuticas en el síndrome de inmovilización incluyen:

 Estimulación del paciente, entablar conversación, preguntarle el nombre


decirle la fecha, hablarle de un tema que le guste, buscar siempre el dialogo.
 Movilizaciones pasivas para aumentar poco a poco el RAM ( rango de
movilidad articular).
 Movilizaciones activas asistidas para tonificación de los músculos buscando
trabajar con tronco, 4 extremidades y en casos extremos control de cabeza.
 Ejercicios progresivos de incorporación, traslación, cambios de posición de
decúbito lateral, supino, prono.
 Ejercicios para recuperar el buen equilibrio en sedente.
 Ejercicios para el equilibrio en bipedestación.
 Reeducación de la mecánica respiratoria y de la deglución.
 Fortalecimiento de músculos antigravitatorios.
 Reeducación de la marcha

Diferencia entre movilización y transferencia


Es importante que el fisioterapeuta recuerde la diferencia entre una movilización y una
transferencia, así como el riesgo o esfuerzo que supone cada una de estas actividades al
llevarlas a cabo.
Movilización: movimiento que se realiza sobre una misma superficie implicando
cambios de posición o de situación, por ejemplo: girarse en la cama.
Pueden ser de dos tipos:
1 Activas: son aquellas que puede realizar el paciente por sí mismo, bajo la supervisión
de un profesional sanitario. En ella se mueven tanto articulaciones como grupos
musculares o zonas corporales. Para su realización pueden emplearse distintos
dispositivos, tales como pesas, poleas, etc.
UNIADAD 10

2 Pasivas: en este caso las movilizaciones son realizadas por el profesional en los
distintos segmentos corporales. Se aplican en pacientes que no pueden realizar esfuerzo.
Transferencia: movimiento que se realizan de una superficie a otra. Se considera que
conlleva más riesgo en su ejecución ya que implica un cambio de plano y de superficie
de apoyo y porque existe un momento en el que paciente y profesional se encuentran sin
apoyo lo que puede dar lugar a una lesión más grave como es la caída accidental del
paciente al suelo; de ahí la importancia de una adecuada adaptación del medio en que
éstas tienen lugar.

Riesgos relacionados con la tarea


 Fuerza: Cantidad de esfuerzo físico necesaria para realizar la tarea
(Como levantar, empujar o tirar de una carga) o para mantener el control de equipos y
herramientas.
 Repetición: Realización del mismo movimiento o serie de movimientos de
manera continua o frecuente durante la jornada de trabajo
 Posiciones forzadas: Adopción de posiciones estresantes para el cuerpo, como
inclinarse sobre una cama, arrodillarse o girar el tronco al levantar una carga.
Riesgos relacionados con el paciente: No se puede levantar a un paciente como si
fuera una carga, de modo que no siempre son aplicables las “normas” para levantar
cargas de forma segura
 No se puede sujetar a los pacientes manteniéndolos cerca del cuerpo
 Los pacientes no tienen asideros
 No se puede prever lo que vaya a suceder mientras se moviliza a un paciente.
 Los pacientes son voluminosos
Riesgos relacionados con el medio ambiente:
 Peligro de tropezones, resbalones y caídas
 Superficies de trabajo irregulares
 Limitaciones de espacio (habitaciones pequeñas, muchos equipos)
Otros riesgos:
 No se dispone de asistencia
 Equipos inadecuados
 Ropa y calzado inadecuados
 Falta de conocimientos o de formación
La movilización y transferencia no deberían ser una actividad agotadora, ni una
fuente de riesgos y lesiones para el fisioterapeuta ni el paciente.

Principios básicos para la movilización y transferencia de pacientes.


Para llevarlas a cabo es necesario tener en consideración una serie de principios básicos:
1 Adaptar el medio.
Si en el entorno de trabajo se realizan los cambios necesarios que hagan posible
determinados desplazamientos, transferencias y movilizaciones se estará mejorando la
situación global del paciente, ya que podrá desplazarse y desenvolverse con
autonomía. Del mismo modo, se mejora la situación del fisioterapeuta que podrá
manejar al paciente y realizar los distintos cuidados y movilizaciones empleando el
mínimo esfuerzo posible, reduciendo así la probabilidad de lesionarse o dañar al
paciente.
2 Colaboración del paciente.
UNIADAD 10

Si el grado de dependencia o patología lo permite hay que hacer que el paciente


participe activamente, permitiéndole explotar las capacidades de movimiento que aún
posea.
3 Orientar al paciente.
Antes de emprender cualquier operación de movilización manual, explique al paciente
el procedimiento que va a seguir y anímele a que coopere en la medida de lo posible
Con ello sale beneficiado el paciente, ya que le permite mejorar su tropismo muscular,
pero también el asistente, puesto que si el paciente es capaz de moverse solo, por muy
poco que sea, hará algunas operaciones por sí mismo, y la función del asistente se
limitará a dirigir sus movimientos.
La información principal debe ser táctil. Las manos del fisioterapeuta contactan con el
cuerpo del paciente, indicándole en cada momento qué debe hacer. Cuanto mayor sea la
superficie de la mano que contacta con el cuerpo del paciente más clara será la
información. La información verbal que se le dé al paciente tiene que ser escueta, breve.
Una de las complicaciones asociadas a la inmovilidad es la desorientación, los motivos
son muy variados y una parte de ellos podemos evitarlos mediante tres medidas:
 Comenzar cualquier manejo del paciente pidiéndole que mire o girándole la
cabeza, en la dirección en la que se le va girar o desplazar. El motivo es muy
sencillo, siempre que nos movemos la cabeza nos indica la dirección en la que lo
hacemos, acompañando al resto del cuerpo y guiándole cuando se cambia el
sentido, la dirección, o el plano en el que tiene lugar el movimiento.
 Emplear términos concretos y comunes a ambas personas, y no usar palabras
que pueden resultar más difíciles de entender. Las referencias concretas más
adecuadas son aquellas que se encuentran en la habitación, por ejemplo: gire
hacia la puerta, mire a la ventana, etc.
 Movilizar al paciente de forma que se desplace sobre una superficie de apoyo, ya
que estos movimientos aportarán al paciente información sensorial y por tanto le
ayudarán en la orientación espacial.
4. En caso necesario, solicite siempre la ayuda a alguien.
Las operaciones de movilización manual de pacientes inmovilizados deben ser
realizadas por varios asistentes (al menos dos) y, si es necesario, exigen extenderse una
sábana debajo del paciente o, aún mejor, emplear los dispositivos de ayuda específicos
para tales casos, como las sábanas deslizantes.
Antes de emprender cualquier operación de movilización manual del tipo que sea, el
asistente debe colocarse lo más cerca posible del paciente y, si es necesario, arrodillarse
en la cama.
De este modo, el asistente evitará tener que doblar el tronco o tenderse en la cama al
levantar y trasladar al paciente, con el consiguiente esfuerzo físico mientras la espalda
está en posición de torsión o inclinación
5. Basar la movilización en el contacto.
Las manos del fisioterapeuta contactan con el cuerpo del paciente, indicándole en cada
momento qué debe hacer. Cuanto mayor sea la superficie de la mano que contacta con
el cuerpo del paciente más clara será la información y menos dolorosa.
6. Moverse simultáneamente y en dirección al desplazamiento.
El fisioterapeuta tiene que moverse armónicamente junto al paciente, de esta manera se
transmitirán la información y sensación de movimiento mutuamente y por otra parte
aprovechará la energía cinética y así aplicará menos fuerza.
7. Postura del fisioterapeuta.
Situarse del lado hacia donde se va a mover al paciente. El profesional debe trabajar a
una altura aproximada a la altura del paciente. Mantenga una postura correcta durante
UNIADAD 10

las operaciones de movilización manual de pacientes. En concreto, antes de empezar a


levantar o trasladar al paciente, el asistente debe colocarse con las piernas ligeramente
separadas y con un pie un poco avanzado con respecto al otro para garantizar una base
de apoyo más amplia. Durante la operación de levantamiento, debe utilizar los músculos
de las piernas y las caderas, en lugar de los músculos de la parte superior del cuerpo,
inclinándose primero y enderezando lentamente las rodillas después. La columna debe
mantenerse en una posición que se ajuste a su curva natural y ha de evitarse
sobrecargarla al estirar o doblar la espalda. Además, el asistente debe procurar en todo
momento cambiar el peso de su cuerpo de acuerdo con la dirección del movimiento que
realiza.

8. No mover todo el cuerpo a la vez.


En ningún caso hay que desplazar todo el cuerpo del paciente, sino que debe hacerse por
partes, moviendo las distintas regiones corporales más pesadas de una en una y
poniéndolas en dirección al movimiento, del mismo modo no debemos desplazar toda la
distancia en un único movimiento, sino avanzar poco a poco, en pequeños pasos en la
dirección adecuada, de esta forma se moviliza empleando el mínimo esfuerzo posible.
9. No hacer daño al paciente.
Mantenga bien agarrado al paciente durante las operaciones de movilización manual
No sujete nunca al paciente sólo con los dedos; hágalo con toda la mano y procure
localizar las zonas que le permitan agarrarlo de forma segura. Sujete al paciente por la
región pélvica, la cintura o las escápulas, nunca por los brazos o las piernas. En
ocasiones, será necesario agarrarle por los pantalones del pijama o, incluso mejor,
utilizar dispositivos específicos de ayuda, como los cinturones con asideros
La movilización y transferencia no debe ser bajo ningún concepto un proceso
traumático o doloroso para el paciente.
10. Mantener el cuerpo del paciente bien alineado.
Si el cuerpo del paciente está bien organizado se desplazará vertical hacia la superficie
de apoyo, siendo el esqueleto el que soporte el peso, y como los huesos están
preparados para esta función el resto del organismo no tendrá que someterse a
ningún sobreesfuerzo.
11. Lleve ropa y calzado adecuados
Es importante utilizar calzado que se agarre bien al suelo; por tanto, no se recomienda el
uso de zapatos de tacón alto, zuecos o zapatillas. La ropa no debe limitarle los
movimientos.
UNIADAD 10

Diferentes técnicas de movilización manual de pacientes


La movilización manual de pacientes significa levantarles, bajarles, sostenerles,
empujarles o tirar de ellos. Los métodos de movilización manual pueden dividirse en
tres categorías, de acuerdo con los distintos modos de aplicación:
1. Métodos de traslado manual
Son los realizados por uno o más asistentes con su propia fuerza muscular y, siempre
que sea posible, aprovechando la capacidad de movimiento residual del paciente
2. Métodos de traslado con dispositivos de ayuda pequeños
Son los que se realizan con dispositivos de ayuda específicos, como sábanas fabricadas
con un material de baja fricción, cinturones ergonómicos, tabla giratoria para los pies,
una barra trapezoidal acoplada por encima de la cama, etc.
3. Métodos de traslado con dispositivos de ayuda grandes
UNIADAD 10

Son los que se realizan con equipos de elevación electromecánicos.

Selección de la técnica adecuada de movilización manual de pacientes


Escoger la técnica correcta para movilizar a los pacientes exige una evaluación de las
necesidades y capacidades de éstos. La evaluación del paciente debe incluir un análisis de
factores como los siguientes:
Grado de asistencia que necesita
o Por ejemplo, un paciente que no coopera (tetrapléjico, anciano encamado, paciente con
anestesia general o en coma, paciente con resistencia a la movilización, etc.) necesita un medio
de elevación mecánica, mientras que otro que tenga capacidad y voluntad de soportar
parcialmente su propio peso tal vez pueda trasladarse desde su cama a una silla utilizando un
dispositivo que le ayude mientras esté de pie.
Tamaño y peso del paciente
Existencia de enfermedades que puedan influir en la selección de los métodos para levantar al
paciente:
 Las heridas abdominales, las contracturas, la presencia de catéteres
 El embarazo aumentan la dificultad de las tareas de traslado y cambio de postura.
Debe tenerse en cuenta que la movilización manual de pacientes entraña un aumento del riesgo
para el profesional
 El paciente está en actitud agresiva, no reacciona o puede ofrecer un grado limitado de
cooperación, el nivel de riesgo es elevado.
 El entorno físico estructural de la asistencia puede exigir posiciones y posturas forzadas
que aumentan aún más la propensión a padecer un trastorno músculo-esquelético.
En conjunto, la confluencia de estos factores crea una carga cuya correcta movilización manual
resulta poco segura para el terapeuta.
Aunque se cuente con ayudantes, es esencial tener en cuenta que la exposición al peligro sigue
presente.
En consecuencia, los casos de levantamiento manual del paciente deben reducirse al
mínimo y suprimirse cuando sea viable. Debe alentarse siempre la utilización de
dispositivos de ayuda para la movilización manual de pacientes.

Movilización del paciente en la cama


Las principales movilizaciones en el sitio que a continuación se nombran tienen lugar en
la cama o camilla. La más importante es el giro del paciente, ya que es la base de los
cambios posturales y el punto de partida para sentar al paciente al borde de la cama.
Siempre que sea posible hay que empezar con movilizaciones pasivas de las diferentes
articulaciones como: hombros, codos, muñecas, rodillas, tobillos… lo que nos ayudará a
mejorar o mantener las capacidades funcionales del paciente y al mismo tiempo servirá
de calentamiento para las posteriores movilizaciones que vayamos a realizar.
PACIENTE NO COLABORADOR: Realizar la movilización entre 2 personas.
Colocarse- cada persona a un lado de la cama, frente al enfermo;
Debemos colocar los pies separados así como las rodillas ligeramente flexionadas;
Retirar la ropa superior de la cama así como la almohada del paciente;
Las fisioterapeutas introducen un brazo por debajo del hombro del paciente y el otro
debajo del muslo. Sujetan al paciente y lo levantan con cuidado hasta llevarlo a la
posición deseada;
NOTA: A la hora de movilizar al paciente a la posición deseada es preciso evitar
fricciones y sacudidas repentinas o bruscas para lo cual el paso 4 es mejor realizarlo
con la ayuda de una entremetida.
También se pueden colocar las dos personas al mismo lado de la cama, de esta forma:
La primera persona coloca un brazo por debajo de los hombros del paciente y el otro
brazo por debajo del tórax;
UNIADAD 10

La segunda persona desliza sus brazos a la altura y por debajo de la región glútea;
Entonces elevan cuidadosamente al paciente hacia la posición requerida.

PACIENTE COLABORADOR: En este caso con una sola persona basta.


Nos colocaremos junto a la cama del enfermo, frente a él y a la altura de su cadera; le
pedimos al enfermo que se agarre a la cabecera de la cama y flexionando sus rodillas,
coloque la planta de los pies apoyando sobre la superficie de la cama; colocamos
nuestros brazos por debajo de las caderas del paciente; se le pedirá al paciente que
haciendo fuerza con sus pies y brazos intente elevarse; es entonces cuando la auxiliar o
el celador -con sus brazos- deben ayudar al enfermo a subir hacia la cabecera. Si el
paciente se encuentra bastante ágil, puede realizar él solo esta movilización.
UNIADAD 10

Movilización del paciente ayudado por una sábana


Se realiza entre dos personas, situados uno a cada lado de la cama.
Para esta técnica nos ayudaremos de una "entremetida" que es una sábana doblada en su
largo a la mitad; le colocaremos al paciente por debajo, de forma que llegue desde los
hombros hasta los muslos. Para ello colocaremos al enfermo en decúbito lateral, lo más
próximo a un borde de la cama y meteremos la "entremetida" por el lado contrario al
que está girado, luego lo volveremos al otro lado y sacaremos la parte de "entremetida"
que falta de colocar.
Una vez colocada la "entremetida", se enrolla ésta por los laterales sujetándola cada
persona fuertemente, pudiendo así mover al paciente hacia cualquier lado de la cama
evitando las fricciones.

Movilización del paciente hacia un lateral de la cama


El fisioterapeuta se coloca en el lado de la cama hacia el cual va a trasladar al enfermo y
colocará el brazo más próximo del paciente sobre su tórax:
Frenaremos la cama y la colocaremos en posición horizontal (sin angulación), retirando
las almohadas y destapando al paciente (colocar biombo para proteger su intimidad);
pasaremos un brazo bajo la cabeza y cuello del paciente hasta asir el hombro más
UNIADAD 10

lejano; colocar el otro brazo por debajo de la zona lumbar; sujetamos con ambos brazos,
tiraremos suave y simultáneamente del paciente hacia la posición deseada; una vez
desplazada esa parte del cuerpo, situaremos uno de nuestros brazos bajo los glúteos y el
otro bajo el tercio inferior de los mismos, procediendo a desplazar la otra parte del
cuerpo del paciente hacia la posición deseada; si el enfermo es corpulento debe
realizarse entre dos personas.

Giro del paciente encamado de Decúbito Supino a Decúbito Lateral


El fisioterapeuta debe colocarse en el lado de la cama hacia el que va a girar el enfermo:
En primer lugar, se desplaza al paciente hacia el lado de la cama contrario al decúbito
deseado, para que al girarlo quede el paciente en el centro de la cama.
Se le pide al paciente que estire el brazo hacia el lado que va a girar el cuerpo y que
flexione el otro brazo sobre el pecho; se le pide que flexione la rodilla del miembro que
va a quedar por encima;
A continuación el fisioterapeuta debe colocar uno de sus brazos por debajo del hombro
y el otro por debajo de la cadera; girar al paciente hacia el lado en que se encuentra el
auxiliar o celador, dejándole colocado en decúbito lateral.

NOTA: En la posición de Decúbito Lateral hay que tomar precauciones con orejas,
hombros, codos, cresta ilíaca, trocánteres y maléalos para que no se produzcan úlceras
por presión.

Forma de sentar o incorporar al paciente en la cama


Para sentar un enfermo en la cama, si ésta es articulada como son prácticamente todas,
basta dar vueltas a la manivela correspondiente -o mando eléctrico- hasta que la
UNIADAD 10

elevación de la cama haga que el enfermo se encuentre cómodo y en una postura


adecuada a su estado.
Para levantarle los hombros, el fisioterapeuta se coloca de cara al enfermo y de lado con
respecto a la cama. El pie más cercano se coloca atrás y la mano más lejana se pasa por
detrás de los hombros del enfermo balanceando el cuerpo hacia atrás, bajando las
caderas verticalmente de forma que el peso pase de la pierna de delante a la de atrás.
En caso de tratarse de una cama no articulada, actuaremos de la siguiente forma:
Nos colocaremos al lado de la cama del paciente, a la altura de su tórax;
Colocaremos un brazo por debajo de los hombros del paciente; el otro brazo debemos
colocarlo debajo de la axila del paciente, sujetando por detrás de ésta, a la altura del
omoplato; lo incorporaremos a la posición de sentado.

.
Forma de sentar al paciente en el borde de la cama
Colocaremos la cama en posición de Fowler.

El fisioterapeutase adelanta un brazo, el más próximo a la cabecera, y rodea los


hombros del enfermo, y el otro lo coloca en la cadera más lejana del enfermo;
Con esta mano hace que la cadera y las piernas giren de modo que queden colgando del
borde de la cama; con el otro brazo ayuda a erguir el tronco (en un solo movimiento,
debemos de elevar sus hombros y rotar su cuerpo moviendo con nuestro brazo las
piernas y rodillas hasta que quede sentado con las piernas colgando en la cama).
En el momento en que se ha sentado, se le debe tomar el pulso y luego se le colocan la
bata y las zapatillas.
UNIADAD 10

Posicion de trendelemburg Posiscion de Trendelemburg


invertida

Transferir al paciente de la cama a la camilla


La camilla se colocará paralela a la cama, frenadas ambas. Si el paciente puede
desplazarse, se le ayudará a colocarse en la camilla, si no pudiera moverse se le
desplazará con la ayuda de dos o tres personas (Toda movilización dependerá del del
grado de movilidad que disponga el enfermo, por un lado, y del número de personas
que intervengan en la misma, por otro).
CON UNA PERSONA
Si el enfermo posee movilidad, puede él solo trasladarse a la camilla, con algo de ayuda
por parte del terapeuta.
CON DOS PERSONAS
Una realiza la movilización del enfermo y la otra se asegura de fijar la camilla para que
no se mueva y de ayudar a la primera;
La camilla se coloca paralela a la cama y bien pegada a ésta; (ambas deberán estar
frenadas)
UNIADAD 10

Previamente se habrán sacado la entremetida y el hule (salvacamas) tras haber retirado


la sábana encimera y las mantas hacia los pies;
Una de las dos personas se coloca en el lado externo de la camilla, en el centro, y tira de
la entremetida hacia sí, mientras la otra se coloca en la cabecera sujetando al enfermo
por los hombros, levantándolos y acercándole hacia la camilla;
Una vez que el enfermo está colocado en la camilla, se le tapa con las sábanas y mantas
y se arreglan el hule y la entremetida.
Otra variante con Dos Personas es situarse cada una en un extremo, una en un extremo
de la cama y otra en el extremo contrario de la camilla, y movilizar al paciente
desplazando la entremetida que está debajo del mismo.

Transferir al paciente de la cama a la silla de ruedas


Lo primero que hay que hacer es fijar las ruedas. Si aún así hay peligro de que la silla se
mueva harán falta dos personas, una de las cuales sujetará la silla por el respaldo para
evitar su movimiento; si la cama está muy alta se colocará un escalón que sea firme y
que tenga una superficie suficiente para que el enfermo se mueva sin caerse; el paciente
se sentará al borde de la cama y se pondrá, con la ayuda del fisioterapeuta, la bata y las
zapatillas (de forma que no se le salgan con facilidad); la silla se coloca con el respaldo
en los pies de la cama y paralela a la misma; el fisioterapeuta se coloca frente al
enfermo con el pie que está más próximo a la silla por delante del otro; el paciente pone
sus manos en los hombros del fisioterapeuta mientras éste lo sujeta por la cintura; el
enfermo pone los pies en el suelo y el terapeuta sujeta con su rodilla más avanzada la
rodilla correspondiente del enfermo para que no se doble involuntariamente; el
terapeuta gira junto con el enfermo y, una vez colocado frente a la silla, flexiona las
rodillas de forma que el enfermo pueda bajar y sentarse en la silla. Cuando la silla no es
de ruedas se procede en la misma forma, pero el peligro de que la silla se mueva es
inferior.
UNIADAD 10

Movilización de pacientes con importantes limitaciones de


movilidad.
Igualmente la movilización proporciona comodidad al paciente. Para ello el profesional
debe colaborar en que:
 Las sábanas estén limpias, secas y bien estiradas.
 Las zonas de mayor presión corporal estén protegidas.
 Las piernas estén estiradas y los pies formen ángulo recto con el plano de la
cama.
 La realización de cambios posturales se efectuará mejor con los siguientes
materiales:
 Almohadas y cojines.
 Férulas.
 Sábanas.
 Medios de protección de protuberancias.
 Sentar correctamente al paciente en la silla.
Es una movilización habitual, ya que los pacientes sentados tienden a deslizarse sobre
la silla quedando en una postura inadecuada El fisioterapeuta primero flexiona las
rodillas del paciente y le deja los pies a la misma altura (pies paralelos).
Después se coloca por detrás del paciente (en posición de dar un paso) y le cruza los
brazos e introduce sus brazos por debajo de las axilas del paciente hasta sujetarle con las
manos a la altura de los codos. Finalmente inclina al paciente hacia delante y después
tira de él hacia atrás, hasta dejarle en la posición adecuada

De sedestación a bipedestación
En primer lugar llevar al paciente al borde de la silla. Movilización imprescindible para
realizar una transferencia, por ejemplo: de sedestación a bipedestación, de la silla a la
cama, etc.
El fisioterapeuta primero debe alinear correctamente el cuerpo del paciente.
Después se coloca por delante y sujetándole con un brazo por la espalda y con el otro
por debajo de la rodilla del lado contrario, inclina al paciente hacia un lado y mueve
hacia adelante la pierna contra lateral
Posteriormente le inclina hacia el otro lado y repite lo mismo alternativamente hasta que
el paciente quede al borde de la silla.
UNIADAD 10

Técnicas de transferencia de pacientes.


No es necesario explicar todas y cada una de las transferencias, ya que en definitiva
todas ellas son variaciones de tres movimientos básicos que son los que se precisa
comprender, para adaptarlos a la situación concreta que se tenga que resolver en cada
momento. A continuación se explican estos tres movimientos básicos.
a) Pasar de la posición de sentado a la bipedestación.

El paciente debe estar sentado lo más cerca del borde, siempre que sea posible, con los
pies bien apoyados en el suelo y sobre un asiento duro y lo suficientemente alto.
El fisioterapeuta se coloca por delante del paciente, con la espalda recta y piernas en
posición de dar un paso (con una pierna suya entre las piernas del paciente y la otra
hacia atrás flexionando las rodillas), después rodea la espalda del paciente con sus
brazos a la altura de la cintura y al mismo tiempo el paciente apoya sus brazos sobre los
hombros del fisioterapeuta. Finalmente y manteniendo la postura, inclina el tronco del
paciente hacia delante y después lo levanta hacia arriba hasta dejarlo colocado en
bipedestación.
Para esta misma transferencia, en el caso de los pacientes que pueden mantener por si
mismos la posición erguida, las presas se pueden cambiar.
b) Pasar de la bipedestación a la posición de sentado.
Esta técnica se realiza igual que la anterior pero en sentido contrario.
Tanto la posición del paciente, como la del fisioterapeuta, como las presas, son las
mismas; lo que cambia es la dirección del movimiento, es decir, partiendo de la
UNIADAD 10

bipedestación el fisioterapeuta inclina el tronco del paciente hacia delante y después lo


desplaza hacia atrás hasta dejarlo sentado en el asiento.
Hay que tener en cuenta que en este caso el paciente se encuentra de espaldas al asiento
lo que le puede provocar inseguridad, por este motivo se debe caminar hacia atrás con él
hasta que la parte trasera de sus piernas contacten con el borde del asiento. Es entonces
cuando el paciente empezará a sentarse sin miedo.
c) Pasar de una superficie a otra desde la posición de sentado.
El paciente se encuentra sentado cerca del borde del asiento (siempre que sea posible),
con pies apoyados en el suelo y en una posición estable.
El fisioterapeuta se coloca por delante del paciente en posición de dar un paso con una
de sus piernas entre las del paciente y la otra hacia atrás.
A continuación rodea con sus brazos la espalda del paciente (el paciente también se
agarra al profesional) y comienza el movimiento despegándolo del asiento y
levantándolo hacia arriba mientras gira con los pies en dirección al asiento donde se le
quiere trasladar. *(El giro puede hacerse en bloque o mediante pequeños avances).
Y una vez situado enfrente del otro asiento, inclina el tronco del paciente hacia adelante
y después hacia atrás hasta dejarlo sentado.

Consideraciones:
-Este método se puede aplicar para pasar de una superficie a otra como: de cama a silla,
de silla a otra silla, de silla de ruedas a silla, etc.
-En el caso de pasar de una silla de ruedas a otro asiento, hay que retirar el reposapiés y
reposabrazos del lado hacia el que se va a girar al paciente.
-El asiento de destino debe estar colocado cerca del asiento sobre el que está sentado el
paciente.

Grúas de trasferencias de pacientes


Una grúa es una ayuda técnica que permite realizar las transferencias de forma más
segura y cómoda para las personas dependientes y con menos esfuerzo para el
trabajador que las transferencias hechas de forma manual.
Las aplicaciones más frecuentes de las grúas son:
 Realizar todo tipo de transferencias: silla de ruedas, cama, inodoro, ducha,
bañera, etc.
 Realizar traslados (por ejemplo del dormitorio al cuarto de baño).
 Elevar al usuario desde el suelo.
 Uso conjunto con otras ayudas técnicas (por ejemplo sillas de ducha).
UNIADAD 10

Las grúas son seguras y cómodas, disminuyen la posibilidad de caída del usuario,
evitan adoptar malas posturas al ser trasladado y reducen considerablemente el riesgo
de lesiones de espalda en los trabajadores.
Para cualquier transferencia o movilización que implique un levantamiento se
recomienda el uso de una grúa.

Algunas personas son reticentes al uso de las grúas y prefieren hacer las transferencias
por otros medios, sin embargo, las causas de rechazo no están justificadas:
 El arnés arropa a la persona aplicando las fuerzas de manera uniforme, por el
contrario en las transferencias a mano estas fuerzas son mucho mayores y
pueden producir incomodidad y dolor.
 Las grúas no son lentas: aunque se utiliza algo más tiempo en hacer las
transferencias, sólo es necesario una persona en lugar de varias como ocurre en
las transferencias de forma manual. Además, la práctica en el uso continuado de
grúas reduce considerablemente el tiempo de transferencia.
 Las transferencias con grúa permiten al trabajador prestar más atención al
usuario al no estar ocupado haciendo un esfuerzo.
 Las grúas son fáciles de usar, las transferencias con las grúas necesitan menos
precisión y entrenamiento que las transferencias manuales.
 La aceptación de la grúa depende del trabajador, el cual debe transmitir
seguridad y confianza al usuario.
Antes de adquirir una grúa es necesario tener en cuenta una serie de criterios o
aspectos relacionados con las personas que van a utilizar la grúa, el lugar donde se va a
utilizar y para qué se va a utilizar. A continuación se resumen algunos criterios que no
hay que olvidar:

 Adecuación al usuario: La grúa y el arnés deben ser adecuados al peso, las


dimensiones y las características personales.
 Adecuación al uso: La grúa debe estar preparada para realizar todas las
transferencias y traslados que sean necesarios de la forma más cómoda y
sencilla para el usuario y el trabajador.
 Adecuación al entorno: Es necesario analizar el lugar donde se va utilizar la
grúa para comprobar que ésta puede funcionar de forma correcta en todas las
situaciones previstas. Hay que considerar, por ejemplo, las dimensiones de las
habitaciones donde se van a utilizar las grúas móviles o la resistencia de la
estructura de la vivienda en grúas de pared y techo.
 Confort: El arnés tiene que ser cómodo para el usuario y no clavarse en las
axilas ni en los muslos. Debe ser fácil y rápido de colocar. Todos los controles
UNIADAD 10

para elevar o bajar a la persona elevada deben ser fácilmente accesibles y


manejables.
 Durabilidad: Deben tener una vida útil mínima de tres a cuatro años sin
deteriorarse ninguno de sus componentes, siempre que se realice un correcto
mantenimiento.
 Estabilidad: La grúa ha de ser estable al vuelco en todas las direcciones, tanto
cargada como descargada.
 Facilidad de plegado y/o de desmontaje: Deben ser plegables o desmontables sin
herramientas para facilitar su almacenaje y transporte.
 Facilidad de limpieza y mantenimiento: El arnés ha de ser fácilmente lavable y
la grúa debe disponer de un diseño que no dificulte su limpieza. El
mantenimiento tiene que ser el mínimo posible y deben existir instrucciones
claras para llevarlo a cabo.
En función del tipo de movilización que se realice y de la frecuencia puede ser
necesario elegir un modelo específico de grúa. Los tres tipos más habituales son los
siguientes:
 Grúas móviles (o grúas con ruedas)
 Grúas fijas
 Grúas de techo

OTROS INSTRUMENTOS DE TRANSFERENCIAS


UNIADAD 10

Grúa de bipedestación y traslado


Grúa de bipedestación y traslado de reducidas dimensiones, y que gira sobre sí misma, lo que
permite maniobrar de una forma sencilla en espacios reducidos, como baños muy pequeños.
Incorpora seis ruedas, dos de ellas con frenos, para facilitar los traslados al cuidador.
Entre sus múltiples aplicaciones puede ser utilizada para vestirse, cambio de pañales, utilizar el WC,
entrar o salir de un coche, traslado de la silla a la cama y viceversa y todo de una manera fácil y
sencilla. Permite al paciente alcanzar la posición de pie, total o parcial.

Conclusión.
No cabe duda que los fisioterapeutas son profesionales que están sometidos a una serie
de riesgos ergonómicos derivados de su actividad laboral, problema que no sólo les
afecta individualmente en el desempeño de sus tareas, sino que tiene una incidencia
social notable, ya que su trabajo de asistencia sanitaria repercute directamente en los
ciudadanos. En este sentido, merece la pena destacar el ritmo de vida de la sociedad
actual en la que el saber intelectual y las nuevas tecnologías están dejando en un
segundo plano todo lo relacionado con lo corporal. Olvidando, así, la importancia que
tiene un adecuado cuidado del cuerpo en general y una adecuada higiene postural en
particular, resultando significativa en los pacientes y preocupante en los profesionales
del ámbito de la Fisioterapia.
UNIADAD 10

Por este motivo es imprescindible establecer pautas que repercutan en los años de
formación del fisioterapeuta, como llevar a cabo programas formativos que incluyan las
técnicas biomecánicas, el entrenamiento de manipulación de pacientes, el uso de los
medios mecánicos para realizar los traslados dirigidos no sólo a estos profesionales,
sino al resto de profesionales sanitarios con el objetivo de prevenir riesgos laborales y
promocionar la salud laboral del profesional, mejorando por lo tanto su calidad de
vida.

También podría gustarte