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La Restauración Borbónica: implantación y
afianzamiento de un nuevo Sistema Político (1874-
1902) Tras abdicar Isabel II, su hijo Alfonso firmó el Manifiesto de Sandhurst. Asesorado por Cánovas, garantizaba una monarquía constitucional, que respetaba algunos avances del Sexenio y garantizaba que no habría represalias. Cánovas quería una vuelta pacífica a la Monarquía, pero el General Martínez Campos se pronunció el 29 de diciembre en Sagunto a favor de la Monarquía. El Gobierno de Serrano dimitió. En enero de 1875 se producía así la Restauración monárquica en la persona de Alfonso XII (1875-1885). Cánovas sustentó el nuevo sistema sobre dos apoyos: soberanía compartida del Rey y las Cortes, y turnismo, práctica política en la que - siguiendo el modelo inglés- se turnaban en el poder dos partidos (bipartidismo):
⮚ El Partido Conservador, creado por Cánovas, defendía el orden público,
los valores de la Iglesia y la propiedad. Su base social era la burguesía latifundista y financiera, la aristocracia y la jerarquía católica.
⮚ El Partido Liberal, liderado por Sagasta, defendía las reformas sociales, la
educación y cierto laicismo. Su base social era la burguesía industrial y comercial, profesionales liberales y funcionarios. Se abre así un largo período de estabilidad política con predominio de los valores conservadores:orden, propiedad y monarquía. Se buscaba un sistema que fuera aceptado por toda la burguesía al ofrecerle orden social, estabilidad política, respeto a la propiedad y cierto margen de libertad de expresión y pluralismo. Las clases populares fueron excluidas de la vida política. Frente al radicalismo y la inestabilidad del sexenio se quiso reafirmar las instituciones tradicionales (nobleza, iglesia). Se restableció el Concordato de 1851 para conseguir el apoyo de la Iglesia. Se buscó el apoyo del Ejército, que debía defender la independencia nacional y alejarse de las luchas partidistas y se le asignaba un elevado presupuesto. Las Cortes Constituyentes sentaron las bases del nuevo sistema en la Constitución de 1876, clara muestra del liberalismo doctrinario:
⮚ Soberanía compartida entre las Cortes y el Rey.
⮚ División de poderes:
● Poder ejecutivo: en manos del Rey, poder moderador con
amplias facultades: veto, nombramiento de ministros, potestad de convocar y disolver las Cortes. ● Poder legislativo: residía en el Rey y en las Cortes, que compartían la iniciativa legislativa. Cortes bicamerales (Congreso y Senado). Sufragio censitario hasta que en 1890 se establece el sufragio universal masculino para mayores de 25. ● Poder judicial: Tribunales de Justicia, que la ejercían en nombre del Rey. ⮚ Extensa declaración de derechos, que debían concretarse en leyes posteriores. ⮚ Confesionalidad católica del Estado, aunque permitía el ejercicio “privado” de otros cultos. El sistema electoral fraudulento caracterizó al nuevo régimen. Los caciques locales controlaban los resultados electorales mediante la coacción, la compra del voto o la manipulación electoral (pucherazo). El ministro de la Gobernación formaba el encasillado, lista de diputados que debían ser elegidos. Las elecciones eran un mero trámite para dar cierta legitimidad popular a la decisión del Rey. La expresión de Joaquín Costa “Oligarquía y caciquismo” refleja este régimen estable, pero corrupto en sus raíces. Era difícil que la población participara realmente en política. En el período distinguirán dos etapas: � 1875-1885 Reinado de Alfonso XII,
� 1885-1902 Regencia de su viuda, Mª Cristina de Habsburgo.
▪ De 1875 hasta 1881 gobernó el partido conservador de Cánovas con
una política represiva: censura, recorte de libertades y prohibición de asociaciones obreras.
▪ En 1881 Cánovas dimitió y subió al gobierno Sagasta del partido liberal.
Elimina restricciones a la libertad de expresión y permite asociaciones obreras y republicanas.
▪ En 1884 regresó Cánovas, que respetó lo hecho por Sagasta.
En 1885 murió el rey y comienza la Regencia de María Cristina de Habsburgo. Para dar estabilidad al régimen Cánovas y Sagasta establecieron el Pacto del Pardo, comprometiéndose a apoyar la Regencia y a facilitar el relevo en el gobierno.
▪ Entre 1885 y 1890 gobernó el Partido Liberal, impulsor de importantes
reformas: Ley de Asociaciones (1887), abolición de la esclavitud (1888), introducción de juicios por jurados, nuevo Código Civil (1889), reformas en Hacienda y el ejército. Implantación del Sufragio Universal masculino (1890).
▪ El turnismo continúa, aunque con desavenencias internas y cierta
decadencia. Surgió la disidencia de Silvela, sucesor de Cánovas, tras su asesinato en 1897. Durante la Restauración, republicanos, carlistas, socialistas y nacionalistas quedaron en la oposición sin lograr mayoría para gobernar.
El movimiento republicano retrocedió por la represión y la
división interna.
El carlismo entró en crisis tras su derrota en la III Guerra
Carlista (1876). El Estado centralista ignoraba las peculiaridades regionales. Surgieron movimientos regionalistas principalmente en Cataluña y el País Vasco (nacionalismos periféricos):
� Hacia 1830 nació la Renaixença, movimiento
cultural para la recuperación de la lengua y las señas de identidad catalanas. El Memorial de Greuges (1885), denunció la opresión de Cataluña y las Bases de Manresa (1892) defendían el confederalismo. Nació la Lliga Regionalista (1901), conservadora y autonomista. Con líderes como Prat de la Riba y Cambó fue la principal fuerza en Cataluña hasta 1923.
� El nacionalismo vasco defendía la tradición
agrícola frente al fenómeno urbano e industrial y la inmigración masiva (maquetos). Sabino Arana, fundador del Partido Nacionalista Vasco PNV (1895), defendió la separación del Estado español y la pureza racial, aunque luego se moderó.
� Otros movimientos fueron el Rexurdimento en
Galicia (Rosalía de Castro) o el regionalismo andaluz (Blas de Infante).
Nació el movimiento obrero. Los trabajadores tomaban conciencia de clase y
de la necesidad de luchar por mejoras laborales (jornadas de 12 horas, bajos salarios…). La situación del jornalero agrícola era crítica: salarios míseros, paro estacional y carencia de tierras propias. Hubo agitaciones campesinas principalmente en Andalucía
Nace la Asociación Internacional de Trabajadores
(AIT) (1864), para unir a los trabajadores del mundo contra el capitalismo. El marxismo fue difundido en España por Paul Lafargue. El anarquismo de Bakunin, cuyos ideales (supresión del Estado, colectivización, apolicitismo) difundió en España Giuseppe Fanelli, tuvo acogida entre el campesinado andaluz y el proletariado. La mayoría las reivindicaciones se planteaban a través de los sindicatos, pero una minoría eligió la acción directa, la huelga violenta, o el atentado. Fueron perseguidos intermitentemente.
Nació el Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
(1879). Pablo Iglesias fue su líder. Sus objetivos eran: abolición de clases, transformación de la propiedad privada en colectiva y conquista del poder político por la clase obrera. En 1888 nace su sindicato: la UGT (Unión General de Trabajadores). En Cuba y Puerto Rico surgieron movimientos independentistas. En Cuba, el “grito de Yara”, iniciado por Céspedes, logró apoyos a causa de las desigualdades sociales. La Guerra Larga (1868–1878) finalizó con la Paz de Zanjón. El conflicto se repitió en 1879 (Guerra Chiquita). En 1895 se produce en Cuba otro levantamiento “grito de Baire”. La guerrilla y las enfermedades tropicales atacaban al ejército español. La voladura del acorazado norteamericano Maine en la Habana (1898), fue el pretexto de EEUU para intervenir. Comienza la guerra hispano-estadounidense con varios focos. España, claramente inferior, fue aplastada en Cavite (Filipinas) y en la bahía de Santiago (Puerto Rico).
En el Tratado de París (1898) España renunció a Cuba, cedió a Estados Unidos
Filipinas y Puerto Rico. El desastre del 98 afectó a todos los órdenes: decadencia política, crisis económica, numerosas pérdidas humanas. No obstante, la verdadera crisis fue moral. España se convertía en una potencia de segunda al perder su imperio. Tras el 98 surgió el Regeneracionismo, partidario de modernizar la política española. Uno de sus principales representantes, Joaquín Costa, defendía la modernización económica y social, la alfabetización ("escuela y despensa”) y el fin del sistema caciquil. Los intelectuales de Generación del 98 (Unamuno, Valle- Inclán...), plantearon una profunda reflexión sobre España y su papel en la Historia. El sistema de la Restauración había recibido un duro golpe, pero sobrevivió. En mayo de 1902, Alfonso XIII comenzaba su reinado.