Antitrombóticos
Antitrombóticos
Antitrombóticos
Antitrombóticos
Profesor:
Dr. Luis Enrique Ledón Pérez
Ciclo: 2024 A
Anticoagulantes
Los antitrombóticos, que comprenden anticoagulantes, antiplaquetarios y fibrinolíticos,
se utilizan para tratar tanto trombosis arteriales como venosas. Ejemplos de estas
afecciones incluyen el síndrome coronario agudo, la trombosis venosa profunda y la
embolia pulmonar. Además, estos medicamentos son esenciales para prevenir trombosis
en personas con alto riesgo debido a condiciones como la aterosclerosis y la fibrilación
auricular. A pesar de su eficacia, los antitrombóticos pueden causar hemorragias
severas.
Anticoagulantes orales
Warfarina
Este es el anticoagulante oral más común. Actúa bloqueando la vitamina K, lo que afecta
los factores de coagulación II, VII, IX y X, así como las proteínas C y S. La dosificación
se ajusta según el INR (International Normalized Ratio).
Consideraciones Generales
Interacciones Farmacológicas: Es crucial que los médicos tengan en cuenta las posibles
interacciones con otros medicamentos al administrar anticoagulantes. En caso de
sobredosis reciente, el carbón activado puede ser útil.
Heparinas y polisacáridos
Fondaparinux
Complicaciones
Tanto la UFH como las LMWH pueden causar hemorragia y trombocitopenia inducida
por heparina, siendo esta última una preocupación significativa debido a su asociación
con trombosis. La trombocitopenia inducida por heparina (HIT) se trata suspendiendo la
heparina y utilizando otros anticoagulantes, como danaparoide o fondaparinux, para
prevenir la trombosis.
Elección de Anticoagulantes
Hirudinas
Son inhibidores directos de la trombina con ventajas sobre la heparina debido a su acción
más predecible y especificidad. Se utilizan en casos como la trombocitopenia inducida
por heparina y el síndrome coronario agudo.
Antiagregantes plaquetarios
Dipiridamol y Cilostazol
Fibrinolíticos
Complicaciones
Antifibrinolíticos
Utilizados para impedir que la plasmina degrade la fibrina, estos fármacos son
importantes en el tratamiento de trastornos hemorrágicos, por ejemplo situaciones de
emergencia como traumatismos con intensas hemorragias, hemorragia posparto,
sangrado de tubo digestivo alto, intervenciones en personas con hemofilia. Aunque son
eficaces, también pueden aumentar el riesgo de trombosis vascular.