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Facultad de Odontología
Clínicas Médicas
Cuenta: 20181004840
20121000350
Semestre II 2024
Etiología: El VIH es un retrovirus ARN que se replica mediante una enzima llamada
retrotranscriptasa. Existen dos tipos principales: VIH-1 y VIH-2. El VIH-1 es más agresivo y
común, mientras que el VIH-2 tiene una progresión más lenta. La principal vía de transmisión
es sexual, pero también se transmite por sangre contaminada y de madre a hijo.
Manifestaciones clínicas:
Tratamiento: No existe cura para el VIH, pero la terapia antirretroviral (TAR) ha mejorado
significativamente la calidad de vida de los pacientes, prolongando su supervivencia. Se utilizan
combinaciones de al menos tres medicamentos para reducir la replicación viral y mejorar la
función inmune. La TAR también reduce la transmisión vertical del virus. Además, se
recomiendan profilaxis para prevenir infecciones oportunistas y apoyo psicológico y social para
mejorar la adherencia al tratamiento y el bienestar emocional.
MARCO TEÓRICO
El virus de la inmunodeficiencia humana constituye una gran preocupación desde el punto de
vista médico, político y social; en lo económico, se han movilizado innumerables recursos, de
manera que se requiere de la acción conjunta de los gobiernos y las autoridades de salud para
lograr su control.
Por otra parte, el personal de la salud debe mantener constantes interés y motivación para
incorporar los conocimientos actuales sobre esta enfermedad, para brindar a los pacientes una
mejor atención de forma integral y evitar las lamentables e injustificables reacciones de
rechazo hacia las personas que portan el virus.
El sida es el estadio final de una enfermedad crónica trasmisible de tipo progresivo, de causa
viral, en la cual se establece una relación muy diversa entre el huésped y el virus. Según
progrese la inmunodeficiencia y más elevada sea la replicación viral, aparecerán entonces
enfermedades oportunistas o tumores raros.1
Patogenia
Los virus que producen la infección por VIH son retrovirus, los cuales son virus ARN que se
replican mediante un ADN intermediario, que depende del ADN polimerasa o
retrotranscriptasa, proveniente del ARN y que se encuentra dentro del virión. Este conjunto
enzimático permite copiar o transcribir información genética de tipo ARN a ADN. Este proceso
para sintetizar una partícula a partir de una información genética en forma de ARN, solo es
atribuible a estos virus.
Asimismo, la familia de los retrovirus está dividida en varias subfamilias: oncoviridae,
espumaviridae y los lentiviridae, las cuales tienen, desde el punto de vista de sus acciones
biológicas, diferentes características. Estos últimos producen inmunodeficiencia, pues causan la
destrucción lenta y progresiva de las células que infectan. Dentro de este subgrupo los que
provocan la enfermedad en los seres humanos son el VIH- 1 y 2, descubiertos 1983 y 1986,
respectivamente.
El virus VIH- 1 tiene varios serotipos y se clasifican en 3 grandes grupos: M (main), O (outlier) y
N (New, No M, No O). El primero causa la mayoría de las infecciones que registradas a escala
mundial y se conocen los serotipos siguientes: A, B, C, D, E, F, G, H, J, K. Dentro de este grupo se
han identificado las cepas recombinantes, las cuales han incorporado genes de combinaciones
de algunas de las cepas. El grupo O aparece en cierta parte de África y tiene el inconveniente
de que los exámenes de laboratorio para su detección no son sensibles y el N se ha identificado
poco, generalmente en Camerún.
El serotipo que más circula en Cuba es el B. Las cepas recombinantes se asocian a la progresión
acelerada a la fase de caso sida, poca respuesta a la terapia antirretroviral y no son detectadas
por los equipos de lectura de carga viral y posibilidad de transmisibilidad en la población que
vive con VIH, lo cual favorece el fenómeno de la reinfección.
Por su parte, el VIH-2, por ser de menor circulación mundial, tiene pocos serotipos: A, B, C y
E.1-5
Epidemiología
La mayoría de los casos infectados en el mundo y en Cuba portan el VIH-1, el cual es más
agresivo que el 2, de manera que el período que media entre la infección con el virus y el
desarrollo del sida es más largo en el caso del VIH-2; sin embargo, los aspectos clínicos y
epidemiológicos comparten gran similitud, por lo que en lo adelante se hará referencia a ellos
de forma conjunta.
Actualmente, a pesar del incremento del número de casos en todo el mundo, ciertos países
muestran una estabilidad como resultado de las campañas educativas y el trabajo de
promoción en la prevención del VIH. La cantidad de hombres infectados es mayor que la de
mujeres, pero estas se mantienen con un aumento progresivo. El comportamiento sexual
homobisexual y el de número de casos por uso de drogas endovenosas, se mantiene con un
incremento en todos los países. De forma general, el número de ingresos hospitalarios por
complicaciones asociadas y la mortalidad por sida han disminuido como consecuencia del
progreso del tratamiento antirretroviral y el uso más racional de la quimioprofilaxis de las
infecciones oportunistas que más incidencia tienen en estos pacientes.
Vías de trasmisión
• Vía sexual
Representa la principal vía de infección en Cuba y en el mundo. Incluye las relaciones
heterosexuales, así como la penetración anal, vaginal y el sexo oral; también se incrementan
los hombres que tienen sexo con otros hombres, así como la presencia de alguna infección de
transmisión sexual al momento de las relaciones sexuales desprotegidas.
Fisiopatología
Sin duda, este es uno de los puntos más discutidos de la enfermedad y no es objetivo de esta
revisión profundizar en este tema, pero en esencia, se está de acuerdo en que la infección por
VIH tiene una acción sistémica por los variados efectos que ocasiona sobre las distintas células,
tejidos, órganos y sistemas, en forma directa e indirecta, debido a los efectos de la
inmunosupresión.
El virus del VIH infecta las células con receptor CD4, en especial a los linfocitos CD4 y los
monocitos-macrófagos, lo que trae como consecuencia una depleción lenta y progresiva de
dichos linfocitos a causa de la replicación viral dentro de ellos. Una vez que esta se inicia se
inmortaliza en el tiempo. El organismo trata de reponer la mayoría de las células inmunológicas
destruidas, pero nunca logra toda la cantidad que se destruyó. Por otra parte, las
manifestaciones clínicas aparecerán cuando el equilibrio se incline a favor de la destrucción y
no de la reposición celular, de manera que lleva al agotamiento del sistema inmunológico. Lo
anterior explica la razón por la cual el comienzo de la terapia antirretroviral se debe de iniciar
antes de que aparezcan los primeros síntomas. El hecho de inmortalizar la infección
desempeña un rol importante en los reservorios del virus como lo son: el cerebro, los ganglios
linfáticos y células del sistema reticuloendotelial.1,2,5,8
Manifestaciones clínicas
El término sida es con frecuencia mal empleado, ya que la infección por el VIH se caracteriza
por una amplia variedad de fases clínicas con sus respectivas manifestaciones, tales como la
infección aguda retroviral o retrovirosis aguda, así como las fases siguientes: asintomática de la
infección por VIH, sintomática y por último la de caso sida.9-12
I. Fase de infección aguda retroviral
Se corresponde con la llegada del virus al paciente y se caracteriza desde el punto de vista
clínico por 2 situaciones: puede ser asintomática, como ocurre en la mayoría de los casos, o
sintomática, donde el cuadro clínico presenta síntomas muy variados, entre los cuales figuran:
generales (fiebre, faringitis, linfadenopatías — cuadro parecido al de la mononucleosis
infecciosa—, artralgias, mialgias, anorexia y pérdida de peso); dermatológicos: erupción
eritematosa maculopapular, urticaria difusa y alopecia; gastrointestinales: náuseas, vómitos,
diarrea y ulceraciones mucocutáneas; neurológicos: cefalea, dolor retroorbitario,
meningoencefalitis, neuropatía periférica, radiculitis y síndrome de Guillain-Barré.
En su mayoría, como son síntomas tan inespecíficos, es frecuente que médicos y pacientes no
les den importancia y a su vez sea difícil determinar con exactitud la frecuencia de este cuadro
agudo; no obstante, en diferentes estudios realizados se describen entre los más comunes:
fiebre asociada a fatiga, erupción eritematosa maculopapular y síndrome adénico, parecido al
de la mononucleosis infecciosa. De forma general, estos síntomas tienen un período de 6 a 8
semanas aproximadamente y no requieren tratamiento específico, solo sintomático. Durante
esta fase existe el inconveniente de que la serología del VIH es negativa, aunque los antígenos
virales sean positivos.13
II. Fase asintomática de la infección por VIH u oportunistas menores
Después de la primera, el paciente pasa a la fase más larga de la enfermedad, la de portador
asintomático, que en Cuba tiene una duración promedio de tan corto tiempo como de un año y
tan larga como de 8,5 años, aunque los nuevos tratamientos la prolongan cada vez más.
De forma general, puede estar asintomático por completo o presentar un síndrome adénico
con las características siguientes: más de 3 meses de evolución, con ganglios firmes pero no
leñosos, móviles, no dolorosos, sin cambios en la piel que los recubre y que ocupan 2 o más
regiones contiguas. Se llama linfadenopatía generalizada persistente, puede haber
esplenomegalia o no y el diagnóstico en esta fase es por medio de la serología VIH, por lo cual
es importante estimular por todas las vías posibles que las personas se interesen por saber su
seroestatus.
III. Fase sintomática de la infección por VIH u oportunistas menores
Según pasan los años y progresa la enfermedad, le sigue la fase sintomática de la infección por
VIH, la cual va a representar un período intermedio entre el portador asintomático y el de caso
sida o final.
Aparecen los primeros síntomas o se presentan enfermedades relacionadas con una
inmunodeficiencia subyacente, de modo que estos pacientes ya no estarán tan bien como en la
fase anterior, pero los problemas no serán tan graves como en la siguiente.
Clínicamente se caracteriza por distintos síntomas: generales: malestar general, astenia
persistente, síndrome febril prolongado, acompañado de sudoración nocturna y pérdida de
peso que puede llegar a 10%; hematológicos: anemia y trombocitopenia, con síndrome
purpúrico o sin él; linfadenopáticos: pueden disminuir los ganglios linfáticos; respiratorios: tos
seca persistente; digestivos: diarrea que puede durar más de un mes; dermatológicos:
candidiasis bucal, dermatitis seborreica, herpes simple recidivante (anal o genital), herpes
zóster y verrugas genitales, así como neurológicos: polineuropatía, síndrome ansioso depresivo
y meningitis aséptica.
La duración de esta fase depende de diferentes factores, entre los cuales figuran: tipo de cepa
viral infectante y respuesta inmunológica del huésped, entre otros.
IV. Fase sida u oportunistas mayores
Es el estadio final de la infección por VIH y se caracteriza por la aparición de infecciones
oportunistas y tumores raros. Desde el punto de vista inmunológico, representa una
inmunodepresión severa, con una depleción notable del número de linfocito CD4, cuya función
en la respuesta inmune es bien conocida. Hay una alta replicación viral, favorecida por la
debilidad del sistema inmunológico. Desde el punto de vista clínico, se considera que un
paciente es un posible caso sida cuando tiene varias afecciones oportunistas mayores que así lo
indiquen.14
Actualmente, además de las enfermedades indicadoras de sida, también se ha incluido el
término sida inmunológico, el cual incluye a pacientes con número de células CD4 menor de
200 mm3 y clínicamente asintomático; también se ha incluido en la práctica clínica el término
"debut" sida para todos aquellos casos que al momento de ser detectados tienen alguna
enfermedad oportunista definitoria de sida o CD4 por debajo de 200 células. Estos casos, al ser
diagnosticado en esta fase tan avanzada de la infección, se asocian con una alta mortalidad por
poca respuesta a la terapia antirretroviral, reacciones adversas, irreversibilidad de la infección
oportunista que tenga en ese momento, así como dificultad para lograr la recuperación del
sistema inmunológico.
Clasificación
Se utiliza la clasificación realizada en 1993, la cual tiene en cuenta el número de células CD4 y
aspectos clínicos del enfermo, de manera que lo categoriza según el número de células CD4 en
1, 2 y 3, y desde el punto de vista clínico, en A, B y C (cuadro 1).1,9,10,11
Esta clasificación, a pesar de ser más actualizada, no se ha podido generalizar, pues no todos
los países disponen de la técnica para determinar el número de CD4 para realizarla
habitualmente, por lo que la Organización Mundial de la salud mantiene el reporte de casos
por la de 1987.
Diagnóstico
Las pruebas de laboratorio que se utilizan para diagnosticar la infección por retrovirus
humanos se clasifican en directas e indirectas.
• Pruebas directas
Estas facilitan el diagnóstico precoz de la infección, pues permiten detectar la presencia del
virus o de sus constituyentes (proteínas y ácido nucleico) aun antes de desarrollarse la
respuesta de anticuerpos frente a ellos, pero tienen el inconveniente de ser muy costosas.
Entre estas se encuentran la antigenemia P24, cultivo vira y reacción en cadena de la
polimerasa. Estas 2 últimas se utilizan para el diagnóstico de la infección en los niños junto con
el western blot, por la transferencia pasiva de anticuerpos de la madre al recién nacido.
• Pruebas indirectas
Demuestran la respuesta inmune por parte del huésped y están basadas en pruebas
serológicas para la detección de anticuerpos en el suero. La presencia de anticuerpos antiVIH,
lejos de reflejar una exposición y erradicación inmune del virus en el pasado, significa el estado
de portador actual.
Estas pruebas serológicas, a su vez, son de varios tipos:
1. Prueba de screening (despistaje). Serología VIH (ELISA o micro ELISA)
2. Prueba confirmatoria. Serología western blot
3. Pruebas suplementarias.
2. Pruebas para medir el nivel inmunológico del huésped frente al virus. Conteo de leucocitos
CD4
Valor normal 500 células o más, lo que equivale a 29 % o más. Según progresa la infección
estas células disminuyen de forma progresiva y mantenida, aunque sin mucha expresión desde
el punto de vista clínico en los estadios iniciales. Para los pacientes en la fase asintomática, se
deben realizar 2 veces al año y para los que toman la terapia antirretroviral, cada 3 meses. Es el
principal elemento a tener en cuenta para decidir el inicio de la terapia antirretroviral.1,5,18
- Prueba cutánea de la tuberculina: presencia de anergia cutánea según avanza la
inmunodepresión.
- Hemograma: aparece una anemia a medida que la enfermedad progresa o puede ser como
reacción adversa del uso de los antirretrovirales como la zidovudina.
- Eritrosedimentación: se acelera según empeora la enfermedad o el paciente tenga alguna
infección oportunista asociada.
Complicaciones
Como ya se ha aclarado, la infección por VIH ocasiona complicaciones en todos los aparatos y
sistemas, pero los más afectados son el respiratorio, el digestivo y el SNC. El cuadro clínico
puede ser consultado en los textos que tratan la temática, por lo que solo se relacionan las más
frecuentes.20-23
- Respiratorias: neumonía por Pneumocistis Jirovesi, tuberculosis pulmonar y sinusitis repetidas
- Digestivas: cuadro diarreico crónico, enteropatía por VIH y disfagia
- Neurológicas
a) Por infección primaria del VIH: encefalitis por VIH (demencia por sida y atrofia cerebral),
meningitis aséptica típica y mielopatía vascular
b) Por infecciones asociadas a la inmunodepresión: meningoencefalitis por Cryptococcus
neoformans, neurotoxoplasmosis y lesiones tumorales por papilomavirus
- Procesos tumorales asociados al VIH: sarcoma de Kaposi, linfoma no Hodgkin y linfoma
primario del sistema nervioso central
Otras de las complicaciones que deben tenerse en cuenta son: Wasting disease, leucoplasia
vellosa bucal, herpes zóster, multidermatoma, candidiasis bucal, dermatitis seborreica e
hiperpigmentación cutánea, trombocitopenia asociada al VIH, nefropatía por VIH y otras.24-36
Tratamiento
Actualmente no se cuenta con un tratamiento para curar esta infección, pero se ha logrado,
mediante el cumplimiento de varias acciones de salud, encabezadas por el tratamiento
antirretroviral, que los pacientes con VIH/sida vivan muchos años y con una buena calidad de
vida. Entre dichas acciones figuran:
• Tratamientos antirretrovirales
El objetivo es disminuir la replicación del virus hasta niveles indetectables, lograr la
restauración del sistema inmunológico y hacerlo más inmunocompetente. El principal criterio
que se tiene en cuenta para iniciar esta terapia es determinar el número de linfocitos CD4, pero
actualmente se van definiendo cada vez mejor los criterios para comenzar este
tratamiento.1,37-40
¿Cuándo se debe iniciar la terapia antirretroviral?
- Antecedente de una enfermedad definitoria de sida
- Linfocitos CD4 con menos de 200 células
- Linfocitos CD4 entre 200-350 células
- Mujeres embarazadas, independientemente del número de linfocitos CD4
- Pacientes con nefropatía por VIH
- Pacientes con coinfección VIH/virus de la hepatitis B o C
- Carga viral mayor de 100 000 UI, independientemente del número de linfocitos CD4
- Disminución rápida de linfocitos CD4 (más de 100 células por año)
- Riesgo elevado de enfermedad cardíaca
- Porcentaje de CD4: menos de 14
- Edad: más de 55 años
- En este caso siempre se trata de complementarlo con otro criterio
- Linfocitos CD4 +: más de 350 células y menos de 500
En cuanto a este último criterio, hoy día, los expertos que se encuentran a favor y en contra
están divididos por los elementos positivos y negativos al respecto. En Cuba, no se utiliza dicho
criterio.
El tratamiento antirretroviral está basado en la combinación de, al menos, 3 medicamentos
que actúan en diferentes puntos del ciclo de replicación del virus del VIH y es lo se conoce
como terapia antirretroviral sumamente activa, en el caso de añadirse un cuarto medicamento
se dice que es una megaterapia antirretroviral.
Cabe resaltar que una pobre respuesta en el aumento de los niveles de linfocitos CD4, pero con
una adecuada supresión viral, no significa que ha fallado la combinación terapéutica en el
paciente y que deba cambiarse.
Por otra parte, existen varios grupos básicos de medicamentos antirretrovirales, de acuerdo
con su sitio de acción:40,41
A. Inhibidores de la enzima retrotranscriptasa
1. Nucleósidos análogos y mecanismo de acción en general (cuadro 2): interfieren con el ciclo
de vida del VIH e imposibilitan su replicación, ya que se incorporan dentro del ADN del virus y
bloquean la enzima retrotranscriptasa o transcriptasa inversa, con lo cual logran detener su
proceso de formación. El ADN resultante es incompleto y no puede generar nuevos virus. Para
cada fármaco se conoce que base nitrogenada se fosforila y se bloquea.
2. Nucleótidos análogos
Interfieren con el ciclo de vida del VIH e imposibilitan su replicación, ya que se incorporan
dentro del ADN del virus y bloquean la enzima retrotranscriptasa o transcriptasa inversa, de
manera logran detener así su proceso de formación. El ADN resultante es incompleto y no
puede generar nuevos virus.
El medicamento utilizado es el tenofovir (Viread), el cual se presenta en tabletas de 300 mg y
se administra una diaria. Entre los efectos secundarios que ocasiona figuran: insuficiencia
renal, síndrome de Fanconi y osteomalacia.
3. Nucleósidos no análogos y mecanismo de acción en general
Interfieren con el ciclo de vida del VIH e imposibilitan su replicación, ya que bloquean la enzima
retrotranscriptasa o transcriptasa inversa en la célula infectada y detienen la replicación del VIH
en el material genético de la célula (cuadro 3).
B. Inhibidores de las proteasas y mecanismo de acción en general
Interfieren el ciclo del VIH e impiden su replicación, a la vez que actúan en la última etapa de la
replicación del virus, bloquean las enzimas proteasas e impiden a este fraccionarse en pedazos
más cortos, ensamblarse y abandonar la célula infectada (cuadro 4 a y cuadro 4 b).
Estos son los únicos grupos de medicamentos con los que se puede realizar el efecto de
booster o refuerzo. Para ello el ritonavir es el más utilizado para lograr dicho efecto y tiene la
ventaja de que cuando se emplea de esta forma, las dosis de las combinaciones son menores y
es más potente el efecto terapéutico para lograr una mayor supresión de la replicación viral y
las reacciones adversas son menos frecuentes.
Todos producen el síndrome de la lipodistrofia, caracterizado por desgaste de las extremidades,
pérdida de la grasa de la cara joroba de búfalo, piel más fina, fatiga, disminución de la líbido,
hipertensión arterial, hiperglucemia y elevación del colesterol, entre otros.
Actualmente, muchos de estos medicamentos que pertenecen al grupo de los inhibidores solo
se recomiendan en forma de booster.38-40
C. Otros grupos de medicamentos antirretrovirales aprobados (cuadro 5)
Combinaciones recomendadas
- Un inhibidor de la retrotranscriptasa (no análogo) y 2 inhibidores de la retrotranscriptasa
(nucleósidos análogos).
- Un inhibidor de proteasas y 2 inhibidores de la retrotranscriptasa (nucleósidos análogos).
Partiendo de estas combinaciones, hay que cumplir los protocolos sugeridos
internacionalmente, según la disponibilidad en cada país. Se prefieren los esquemas de
primera línea que incluyan un inhibidor no análogo de la retrotranscriptasa y como segunda
línea un inhibidor de proteasa.
Terapia inmunomoduladora
Tiene como objetivo fortalecer y restablecer el sistema inmunológico, se utilizan los
medicamentos siguientes:
- Factor de transferencia liofilizado: (bulbo = 1 U) 1 bulbo por vía subcutánea u oral, de 2-3
veces por semana, por períodos de hasta 3 meses.
- Interferón recombinante α2 β2 (INREC): (bulbo = 3 y 5 millones U) 1 bulbo por vía
intramuscular 3 veces por semana, por períodos de hasta 3 meses. Es de gran utilidad para los
pacientes con infección por herpes virus, ya sea simple o zóster, y virus del papiloma humano.
- Más recientemente, interleucina II (IL- 2) por vías endovenosa o subcutánea.
Este tratamiento se recomienda como alternativa para los pacientes que no tienen los criterios
de iniciar la terapia antirretroviral, pero que ya presentan disminución del número de linfocitos
CD 4 y para aquellos que a pesar de dicha terapia no logran aumentarlos.1,5
Para el tratamiento de pacientes con determinadas enfermedades oportunistas y tumores se
deben consultar los protocolos establecidos internacionalmente al respecto.20-24
Quimioprofilaxis antituberculosis
Para iniciarla es importante descartar la posibilidad de una TB activa, por lo que se deben
realizarse 2 esputos BAAR, la prueba de Mantoux, así como radiografía de tórax.
- Primaria: se administran 300 mg diarios de isoniacida, durante 6 meses y se descansa los fines
de semanas, siempre y cuando el paciente no tenga factores de riesgo que favorezcan la
aparición de esta afección. Para estos últimos, la indicación es por 9 meses y solo de lunes a
viernes. Esto es una actualización en relación con el tema y debe asociarse con piridoxina (50
mg 3 veces/día) como profilaxis de la polineuropatía por el uso de la isoniacida.
Quimioprofilaxis antitoxoplasma
- Primaria: cotrimoxazol (160/800 mg/ día, 3 veces por semana) o dapsone (100 mg) más
pirimetamina (50 mg) 2 veces por semana.
- Secundaria: sulfadiacina (2 gramos cada 6 horas 3 veces por semana), pirimetamina (50 mg 1
vez a la semana) y ácido folínico (10 mg diarios).