Tema 4

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TEMA 4: LA REVOLUCIN INDUSTRAL ALEMANA

Principios del siglo XIX hasta 1840. En el siglo XIX, Alemania era una nación
empobrecida y dividida políticamente, principalmente agrícola y rural. La falta de
infraestructura y las diferencias en sistemas comerciales y monetarios retrasaron su
desarrollo económico. En 1807 se abolió la servidumbre, permitió a la nobleza dedicarse a
ocupaciones burguesas (comercio e industria), abolió la distinción entre propiedad noble y
no noble creando un ‘libre comercio’ de la tierra. Posteriormente abolieron los gremios y
levantaron otras restricciones que pesaban sobre actividades comerciales e industriales, se
reformó el sistema fiscal y se mejoró la administración central. En 1833, se creó el
Zollverein, una unión aduanera que eliminó las fronteras y tarifas internas, creando un
mercado común con aranceles exteriores comunes, liderados por Prusia y basados en
políticas comerciales liberales. La construcción de ferrocarriles unificó la economía
alemana, promoviendo la cooperación entre estados y abriendo el mercado para sectores
clave como la minería y la metalurgia. La industrialización rápida se debió al crecimiento
acelerado de la industria del carbón, especialmente en la región del Ruhr, siendo este su
principal motor de desarrollo económico. (Cameron, 2014)

Primera etapa: de 1840 hasta 1870. Entre 1840 y 1870, Alemania comenzó a emular a las
naciones industrializadas, estableciendo los cimientos de un sistema de transporte, una
industria y finanzas modernas. El ferrocarril desempeñó un papel fundamental en este
proceso, al reducir los costos de transporte, facilitar el acceso a materias primas y
maquinaria, y abrir nuevos mercados. A pesar de que las primeras construcciones
ferroviarias fueron iniciativas privadas que emplearon materiales y maquinaria británica, en
1841, Alemania comenzó a producir y exportar sus propios recursos ferroviarios. En 1847,
el Estado intervino en la construcción de líneas ferroviarias, fomentando la cooperación
interestatal y contribuyendo a la unificación del país. (Feliu & Sudrià, 2007)
Además, el ferrocarril impulsó la industria del carbón, permitiendo la explotación de
yacimientos en el Ruhr. Al ser un material abundante y barato, favoreció el crecimiento de
las industrias siderúrgica y química. (Cameron, 2014)
La siderurgia alemana experimentó un rápido desarrollo a partir de la década de 1850,
dejando atrás las técnicas de forja medievales y estableciendo hornos de coque en el Ruhr y
Silesia. En el ámbito financiero, en 1853 se fundó el Darmstädter Bank, que evolucionó
hacia una banca mixta o universal. Esta entidad desempeñó un papel crucial en el desarrollo
industrial al invertir a largo plazo y obtener recursos del banco central a través de
redescuentos. (Feliu & Sudrià, 2007)
La industria textil también experimentó un crecimiento notable en Alemania durante este
período.
Segunda etapa (máximo esplendor): de 1870 hasta 1914. Paso desde una sociedad agraria
a un imperio unificado con gran cantidad de industrias de producción de hierro, acero,
energía eléctrica, química; pero reduciendo la importancia de los bienes de consumo.
Agricultura: Modernización con el uso de maquinaria, pero se centran en las distintas
industrias. Industria siderúrgica: incremento anual del 6%, siendo más notable a partir de
1880. En 1895 superó la producción de acero de Inglaterra, llegando a doblarla en 1914. Se
pasa del sistema Siemens-Martin a un proceso más eficaz como fue el proceso Gilchrist-
Thomas en 1881 (empleo ácido fosfórico que acelera la producción). Empresas: sistema
integración vertical y mayor tamaño. Industria química: incremento a partir de 1860, la
demanda de productos químicos por otras industrias (álcalis y ácido sulfúrico), los
agricultores demandaban fertilizantes artificiales. Industria eléctrica: tiene gran importancia
debido al crecimiento urbano, aumenta el uso de la energía eléctrica frente a la iluminación
por gas, primero se empleó por iluminación urbana y transporte, pero a principios del s. XX
destacan los motores eléctricos frente a los de vapor. Carbón: a partir de 1895 se deja de
depender del carbón. Factores económicos: crecimiento económico del país (alta demanda
de productos químicos, Guerra Franco-Prusiana, recompra de sociedades anónimas,
legalización cárteles), se da una depresión en 1873, recuperándose el país incrementando el
Producto Interior Neto un 2% anual. (Cameron, 2014)

La Revolución Industrial rusa.


Contexto y causas. A principios del siglo XIX, Rusia era un extenso imperio con una
economía feudal y sistema autocrático, aunque con incipientes avances industriales en
Moscú y San Petersburgo. La industrialización se centró en la mejora de talleres artesanales
y fue liderada por el gobierno debido a la ausencia de una burguesía. Las causas incluyen la
Guerra de Crimea1, el crecimiento demográfico y las reformas de Sergi Witte, que
promovieron la inversión en industrias ferroviarias y proyectos de infraestructura. (Cameron,
2014)
A mediados del siglo XIX, Rusia se encontraba muy atrasada respecto a otros países
europeos. La población estaba muy descontenta con el gobierno, por lo que había constantes
revueltas terroristas. Esto cambió en el año 1861, en el que se oficializó la emancipación de
los siervos, por la que obtuvieron una pequeña mejora en sus condiciones laborales.
Además, el porcentaje de menores escolarizados y de adultos alfabetizados era
extremadamente bajo. No había habido ninguna reforma agraria y la productividad agrícola
era muy baja (más aún teniendo en cuenta que más de un 80% de los trabajadores trabajaban
en el sector agrícola a mediados del siglo XIX). Debido a este atraso, el gobierno se vio
obligado a pedir financiación extranjera para poder modernizar e industrializar el país tan
evidentemente atrasado. Los principales inversores fueron los franceses junto a otros países
ya industrializados. (Cameron & Neal, 2016)
La industrialización se pudo llevar a cabo en cooperación con profesionales extranjeros; a
los que se sumaron los bancos por acciones rusos. Realmente, la industrialización llega a
Rusia a partir del año 1885; así como la adopción del patrón oro 2 en 1897, por la que los
bancos rusos obtuvieron mejores condiciones. A diferencia de otros países, en Rusia la
industria que creció con mayor rapidez fue la del algodón, junto con los talleres metalúrgicos
y de maquinaria. No es hasta la década de 1880 que el gobierno empieza a promover un
programa de construcción de líneas férreas que impulsa la producción industrial y también
encarga los materiales necesarios para estas líneas; también involucró compañías privadas,
a la vez que impuso altos aranceles a los importadores siderúrgicos. El despegue de la
industria rusa en la última década del siglo XIX fue seguido de un retroceso en los primeros
años del siglo XX en los que surgieron varias reformas políticas y económicas, aumentando
la productividad en la agricultura. (Cameron & Neal, 2016)

Consecuencias de la Revolución Industrial rusa. Descontento del pueblo, debido a que la


industrialización fue demasiado deprisa. Las fábricas tuvieron problemas por su propio
crecimiento. Había malas condiciones de trabajo. Los salarios eran realmente bajos. Existía
el trabajo infantil. Había sindicatos proscritos. La economía rusa estaba destruida por la
guerra y la revolución. Aumentó la migración masiva debido a la industrialización hacia las
grandes ciudades como Moscú y San Petersburgo, puesto que eran los centros
industrializados en Rusia. Consecuencias positivas, como la creación de riqueza, puestos de
trabajo y una producción rápida y barata de producto.

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