Tema 1
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Emociones
Son cambios fisiológicos, subjetivos y conductuales. Reacciones que se
vivencian como una fuerte conmoción del estado de ánimo o del estado
afectivo. Por lo general, las emociones surgen como respuesta a una situación
estimular concreta; sin embargo, también puede provocarlas algún tipo de
información interna del propio individuo, tales como recuerdos, información
propioceptiva, sensaciones, etc.
Las emociones incluyen mínimamente tres elementos:
A. La experiencia emocional: es decir, el estado emocional subjetivo
B. La conducta motora: tendencias a la acción y expresiones faciales típicas,
fácilmente identificables por cualquier observador externo (expresiones
de alegría, tristeza, miedo y enfado, entre otras), y también otras
conductas motoras también observables, como algunos movimientos,
posturas, cambios de voz, etcétera
C. Estado fisiológico: especialmente del sistema nervioso autónomo
(sudoración excesiva, aumento de la frecuencia cardiaca, etc.) y del
sistema nervioso somático (tensión muscular), aunque también se activan
otros sistemas (hormonal, inmune, etc.)
Ansiedad
Es una emoción de naturaleza anticipatoria, nos pone en alerta en presencia de
una posible amenaza interna o externa. Estas respuestas —ante situaciones que
comprometen la seguridad del sujeto—, son adaptativas y ejercen una función
protectora de los seres humanos; por tanto, poseen una utilidad biológico-
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adaptativa. En esa medida, podemos definir las respuestas de ansiedad como
reacciones defensivas e instantáneas ante el peligro. Se caracterizan por
sensaciones emocionales de aprensión e inquietud, así como de
manifestaciones corporales de tensión muscular y activación del sistema
nervioso simpático (sudoración, taquicardia, palpitaciones, temblor, respiración
acelerada, etc.) (Sandín, et. al. 2020).
Miedo
Respuesta emocional normal ante situaciones que implican peligro para el
sujeto. Es una respuesta diferenciada ante un objeto o situación específica. Es
un fenómeno evolutivo y transitorio.
Ansiedad y miedo
Son conceptos que poseen aspectos diferentes. La reacción de miedo está
orientada hacia el presente, es clara y bien definida ante nuestros ojos y ocurre
como respuesta a un estímulo concreto (próximo o inminente).
El miedo también es adaptativo, nos motiva para reaccionar de forma rápida
ante un peligro presente (respuesta de lucha-huida). Motiva la conducta de
evitación (o escape) ante la percepción de un estímulo amenazante.
Frecuentemente se asocia a accesos de activación autonómica necesarios para
la defensa y la fuga.
Por su parte, la ansiedad nos alerta y activa para hacer frente a un peligro o
amenaza futura, asociándose más a tensión muscular y a vigilancia.
Aunque la ansiedad puede ser motivadora de la conducta, constituye un estado
de activación que no posee una dirección específica, es decir, es menos
focalizada y más difusa que los miedos y las fobias.
Fobia
Es una forma especial de miedo (miedo patológico) y reacción
desproporcionada, irracional, fuera del control voluntario del sujeto. Involucra
respuestas de evitación de la situación u objeto y es persistente en el tiempo.
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Ansiedad-rasgo y ansiedad-estado
La ansiedad-rasgo considera la ansiedad como una característica de la
personalidad, relativamente fija y estable a lo largo del tiempo. Las personas
con alto nivel de ansiedad-rasgo son más vulnerables al estrés, así como a
considerar y responder a un mayor número de situaciones como amenazantes.
Cuando la ansiedad-rasgo se mantiene en un nivel muy elevado y no resulta
adaptativa recibe el nombre de ansiedad crónica.
1º Subjetivo-cognitivo
También llamado verbal-cognitivo. Es el componente relacionado con la propia
experiencia interna. Está conectado con variables como la percepción y
evaluación subjetiva de los estímulos y estados asociados con la ansiedad. Esta
dimensión pertenece a las experiencias de miedo, pánico, alarma, inquietud,
preocupación, aprensión, obsesiones, pensamientos intrusivos, etc. La persona
con ansiedad experimenta subjetivamente un estado emocional desagradable
cualitativamente diferente de la ira y la tristeza y semejante a la experiencia
conocida comúnmente como miedo. El elemento subjetivo es central ya que
sin él difícilmente la ansiedad puede tener algún valor clínico.
• Preocupación
• Inseguridad
• Miedo o temor
• Aprensión
• Pensamientos negativos (inferioridad, incapacidad)
• Anticipación de peligro o amenaza
• Dificultad de concentración
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• Dificultad para la toma de decisiones
• Sensación general de desorganización o pérdida de control sobre
el ambiente
2º fisiológico-somático
Consiste en un incremento de la actividad del sistema nervioso autónomo que
puede reflejarse tanto en cambios externos (sudoración, temblor, incremento de
la tensión muscular, palidez facial etc.) como internos (aceleración cardíaca,
descenso de la salivación, aceleración respiratoria, etc.).
Algunas pertenecen a funciones corporales que pueden ser controladas
voluntariamente (agitación, defecación, respiración) y otras pueden ser
involuntarias o parcialmente voluntarias (palpitaciones, vómitos, temblor, etc.).
La experiencia subjetiva de estos cambios orgánicos suele ser percibida de
forma molesta y desagradable, contribuyendo de esta manera a conformar el
estado subjetivo de ansiedad.
• Síntomas cardiovasculares: palpitaciones, pulso rápido, tensión
arterial alta, accesos de calor
• Síntomas respiratorios: sensación de sofoco, ahogo, respiración
rápida y superficial, opresión torácica
• Síntomas gastrointestinales: náuseas, vómitos, diarrea, aerofagia,
molestias digestivas
• Síntomas genitourinarios: micciones frecuentes, enuresis,
eyaculación precoz, frigidez, impotencia
• Síntomas neuromusculares: tensión muscular, temblor,
hormigueo, dolor de cabeza, fatiga excesiva
• Síntomas neurovegetativos: sequedad de boca, sudoración
excesiva, mareos
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Relación entre los tres sistemas de respuesta
Son interactivos y se influyen recíprocamente; sin embargo, estas tres
modalidades de respuesta pueden estar disociadas. De esta forma se presentan
diversos «perfiles de respuesta de la ansiedad» a partir de las distintas
posibilidades que surgen (ocho para ser exactos), siendo cuatro patrones los
que tienen relevancia clínica pues son los únicos que poseen un elevado
componente subjetivo (síntomas subjetivo-cognitivo/verbal-cognitivo), como
puede apreciarse en la siguiente tabla.
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Ansiedad adaptativa y ansiedad patológica
Una vez que hemos aclarado las distintas definiciones y también las respuestas
de la ansiedad, podremos comprender mejor las diferencias entre ansiedad
normal y patológica.
Ansiedad patológica
Respuesta desadaptativa. Es una ansiedad más frecuente (nivel más elevado de
frecuencia que la ansiedad normal), más intensa y/o más persistente. Si la
perturbación interfiere significativamente en la vida del individuo o produce un
elevado estado de malestar personal, entonces se considera un trastorno de
ansiedad, es decir, un trastorno mental.
Situación o
estímulo Reacción esperable y Reacción desproporcionada
estresante común
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¿Qué queremos decir con trastorno de ansiedad?
Muchos de los síntomas de ansiedad se observan en las personas normales, pero
en la ansiedad patológica estas reacciones —asociadas a un patrón o
síndrome— están presentes sin existir un peligro real, son desproporcionadas a
la amenaza, resultan excesivas, interfieren en el funcionamiento diario de la
persona (laboral, familiar, social, ocio) o son subjetivamente muy molestas.
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diferentes trastornos de ansiedad, así como también entre estos y otros
trastornos emocionales, especialmente los trastornos depresivos (como podrá
verse en el apartado de tratamiento de los diferentes trastornos de ansiedad).
Clasificación de los trastornos de ansiedad según el DSM-5 (2013)
Los trastornos de ansiedad que plantea el DSM-5, son los siguientes:
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Trastorno dismórfico corporal
Trastorno inducido por sustancias y
Trastorno de acumulación trastorno debido a otra afección
médica, más
Tricotilomanía (trastorno de
arrancarse el cabello) Las dos categorías de los
especificados y los no especificado
Trastorno de excoriación
(rascarse la piel)