Concepciones Del Hombre - Texto

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Concepciones científicas del ser humano

Los conocimientos científicos tienen repercusión en cómo nos entendemos a


nosotros mismos:

■ La paleontología y la antropología nos proporcionan conocimientos


sobre nuestro origen y evolución.
■ La biología y la medicina investigan nuestros cuerpos, sus
posibilidades de mejora y aumento de esperanza de vida.
■ La psicología estudia la mente humana, nuestra percepción,
inteligencia, deseos y motivos.
■ La sociología avanza en el conocimiento de las sociedades
humanas, sus procesos de mantenimiento y cambio.
■ La historia nos proporciona explicaciones sobre los grandes
acontecimientos humanos.

Cada ciencia proporciona una concepción del ser humano: desde la


paleontología, el hombre aparece como una especie resultante de largos
procesos evolutivos, desde la historia como un individuo dentro de
organizaciones mucho más amplias (pueblos, naciones, imperios) y entre
ambas, otras ciencias lo estudian como un organismo, como una mente o
como un intérprete de papeles en una estructura social.

Concepciones filosóficas del ser humano


Frente a las religiones, la filosofía busca una concepción del hombre basada
en la razón y no en la fe. En el origen de la filosofía están los mismos
interrogantes que han tratado y siguen tratando de responder las religiones,
pero la herramienta para lograr las respuestas ya no es la creencia en seres
sobrenaturales, la aceptación de misterios incomprensibles para la razón
humana y la práctica de rituales, sino el uso de la razón, la confianza en que
el mundo y el hombre pueden comprenderse con ella y en la práctica del
diálogo y el intercambio de ideas.
Frente a las ciencias, que proporcionan concepciones parciales del ser
humano, la filosofía busca una concepción unificada. Las ciencias nos
proporcionan información sobre qué es y cómo es el hombre, pero la filosofía
trata de saber también qué debe ser el hombre: además de buscar una
concepción unificada de lo que el hombre es (investigación teórica), la
filosofía trata de saber qué debe ser el hombre, de establecer cuál es el mejor
fin, la mejor meta para la vida (investigación práctica).

En esta unidad estudiaremos algunas de las concepciones filosóficas más


influyentes e importantes propuestas por algunos de los filósofos más
destacados de la historia de la filosofía:

■ Filosofía antigua: Platón (S. IV a.C)


■ Filosofía medieval: Agustín de Hipona (S. IV-V)
■ Filosofía moderna: Descartes (S. XVII)
■ Filosofía de la ilustración: Rousseau (S. XVIII)
■ Filosofía contemporánea: Marx (S. XIX)

Platón
De todas las teorías y doctrinas filosóficas de la antigüedad, la más influyente
es sin duda la que propuso Platón , quien recoge ideas religiosas previas y
que por ello mismo será luego adaptada en buena medida por el Cristianismo.

Platón entiende al hombre como ser dual. El hombre no es una sola "cosa"
sino dos: un ser material, un cuerpo, y un ser espiritual, un alma. Dos
realidades que se mantienen temporalmente unidas, pero que tienen
características muy diferentes:
Según Platón, la relación que tienen el cuerpo y el alma es de
enfrentamiento y dominación: el alma debe dominar al cuerpo pues ella es
la mejor parte de nosotros, pero el cuerpo, a través de los deseos y pasiones
que nacen en él y se trasladan al alma, trata también de dominar.

En todo hombre se da este enfrentamiento entre cuerpo y alma, y en unas


personas (o en ciertos momentos en cada persona) la una domina una sobre
el otro o viceversa. Esta relación conflictiva es ilustrada por Platón con una
alegoría: la alegoría del carro alado:

El alma humana puede compararse con un carro que vuela por los cielos
gracias al impulso de dos caballos, uno blanco y noble, que representa las
pasiones humanas, el otro negro y rebelde, y representa los deseos más
corporales. Para lograr su objetivo, subir hacia lo más alto, el conductor del
carro debe lograr dominar a ambos caballos, usando su fuerza, pero
dominando sus impulsos para lograr el fin más elevado al que puede aspirar
el hombre: el conocimiento. El conductor del caballo representa la razón del
hombre. Es decir, el alma del hombre alberga tres capacidades o "partes"
como a veces las llama Platón:

■ Una parte o facultad de desear. Los deseos humanos se originan en


las necesidades del cuerpo, que a través de ellos pide al alma que
se satisfagan.
■ Otra parte o facultad de sentir. Las pasiones y emociones humanas,
como el miedo, la alegría, el amor o el odio.
■ Por último, una facultad de razonar. Esta es la capacidad que debe
dirigir a las otras dos. El hombre es tanto mejor cuanto más domina
su razón a sus deseos y pasiones. Por el contrario, el hombre se
hace peor cuando son éstos últimos los que dominan su razón.

¿Qué razones tiene Platón para proponer esta concepción del hombre? Uno
de los argumentos más importantes es el argumento del conocimiento: el
auténtico conocimiento, el conocimiento más perfecto, es aquel que:

■ es eterno, no cambia, una vez conocido algo no hay posibilidad de


que sea de otra manera
■ es único, no hay posibilidad de distintas opiniones sino de una sola,
la verdadera
■ es demostrativo, todos los hombres pueden llegar al mismo
conocimiento y comprender que es así y no de otra manera

Frente al auténtico conocimiento está la opinión, que cambia en una misma


persona de hoy a mañana, que es diferente en distintas personas y que no es
posible llegar a una única opinión mediante razones o demostraciones.

El auténtico conocimiento existe, por ejemplo en las matemáticas. ¿Cómo es


posible el conocimiento matemático? La respuesta de Platón es que las
matemáticas no tratan sobre el mundo que percibimos por los sentidos, el
mundo en el que vive nuestro cuerpo, sino que tratan sobre realidades
inmateriales, realidades perfectas que el alma es capaz de conocer
justamente cuando se separa del cuerpo. Es decir, la dualidad cuerpo/alma
es una manera de comprender por qué los hombres son capaces de alcanzar
en ocasiones el auténtico conocimiento y otras se quedan con meras
opiniones.

Agustín de Hipona
Entre los primeros filósofos cristianos destaca Agustín de Hipona (San
Agustín para los cristianos), quien vivió desde el 354 al 430. Los filósofos
cristianos se plantearon el problema de si era compatible el pensamiento
racional (la filosofía) con la fe, con las creencias religiosas. Agustín, quien
había leído las obras de Platón y había encontrado en ellas doctrinas y
opiniones cercanas a algunas de las doctrinas cristianas, trató de adaptar, de
hacer compatible, la filosofía platónica con el cristianismo.

Siguiendo a Platón, Agustín también concibe al hombre como una realidad


dual: unión temporal de cuerpo y alma. A las diferencias entre ambos
planteadas por Platón, Agustín añade otras:

■ el cuerpo es fuente de tentaciones que nos alejan de la salvación.


Dependiendo del uso que del cuerpo haga el alma, el cuerpo puede
ayudarnos a la salvación o hacernos caer en el pecado.
■ el alma nos acerca a Dios, es la parte del hombre más cercana a
Dios y mediante la razón y la fe puede alcanzar la salvación.

A diferencia de Platón, que considera que la parte más noble del alma es su
razón y ésta sola se basta para alcanzar el auténtico conocimiento, Agustín
considera que la razón humana necesita de la fe para llegar al conocimiento
pleno. Sin la fe, sin creer, sin demostrar las verdades expuestas en la Biblia,
la razón humana puede fácilmente equivocarse y, en caso de no equivocarse,
no puede llegar a alcanzar la verdad completa. En definitiva, la razón está
subordinada a la fe, debemos primero creer para luego poder entender.
Luego, la mejor comprensión que proporciona la razón hará que lo que
hemos creído inicialmente sólo por fe ahora lo creamos también con razones.

A diferencia del politeísmo griego, con múltiples dioses más poderosos que
los mortales humanos, pero con sus mismos defectos, el monoteísmo
cristiano pone su fe en un único dios, omipotente y omnisciente.
Crucialmente, el Dios cristiano es supremamente bueno (no así los dioses
griegos) y por tanto, cabe preguntarse por qué Su creación incluye el mal.
¿Por qué Dios creó ángeles que se rebelaron contra su voluntad? ¿Por qué
ha creado humanos que han cometido, cometen y cometerán atrocidades?
¿Por qué no todos los ángeles son buenos y todos los humanos santos?
Agustín trata de conciliar la infinita bondad divina con la maldad de algunas
de sus criaturas y encuentra la respuesta en la libertad que Dios ha
concedido a algunas de sus criaturas. En particular, los seres humanos son
entendidos como capaces de elegir libremente entre el bien y el mal, algo
que el resto de los animales no poseen. Esta libertad hace nuestras acciones
infinitamente más valiosas y merecedoras de premio o de castigo.

Con distintos matices, los filósofos cristianos de la Edad Media mantendrán la


concepción del hombre que se extrae de la Biblia: el hombre es un ser caído
que debe salvarse para lo cual necesita de la fe para encaminar su razón. El
hombre es un ser racional y libre, sí, pero su razón está severamente
limitada y el error es fácil de cometer. De ahí la importancia de la fe.

Descartes
Descartes vivió durante la primera mitad del siglo XVII y es el filósofo más
influyente de su siglo. Aunque es cristiano, su concepción del hombre se
separa de la de Agustín. Aunque también entiende al hombre como una
realidad dual, su dualismo es diferente del de Platón.
Descartes concibe al hombre como la unión de una mente y un cuerpo. A
primera vista, la propuesta de Descartes es muy similar a las de Platón y
Agustín: simplemente cambia el alma por la mente, y mantiene el cuerpo igual
que ellos. Sin embargo, ni la mente es igual al alma, ni el cuerpo tal y como lo
entiende Descartes es igual al cuerpo tal y como lo entendían los filósofos
anteriores:

¿Qué entiende Descartes por cuerpo?


Pensemos en una roca o en una silla. Son cuerpos materiales y Descartes los
entiende al modo que los entiende la ciencia de su época (que es en buena
medida la misma que la nuestra): los cuerpos son materia que ocupa un
espacio y que se definen por características físicas como peso, tamaño,
posición, velocidad, etc. Es decir, un cuerpo es una realidad material definida
por una serie de propiedades que podemos medir, por una serie de
magnitudes. ¿Y en el caso de un cuerpo vivo? ¿Hay alguna diferencia entre
los cuerpos animados y los inanimados? Descartes entiende que hay una
diferencia cuantitativa: los cuerpos vivos son más complejos que los cuerpos
inertes, poseen más partes y su funcionamiento es más complicado de
conocer. Pero desde un punto de vista cualitativo, no hay diferencia: un
cuerpo vivo es una realidad tan material como un cuerpo inerte, y se define y
explica por el mismo conjunto de magnitudes físicas. Puede parecernos difícil
que una roca y nuestro cuerpo sean esencialmente lo mismo, y para
ayudarnos a aceptar su punto de vista Descartes nos propone fijarnos en las
máquinas: un reloj es sin duda un cuerpo inanimado, pero es mucho más
complejo de comprender que una roca. El cuerpo humano (y el resto de seres
vivos) son complejísimos mecanismos, pero mecanismos al fin.

Descartes es el primero en proponer que los seres vivos no necesitan de un


alma para mantener vivo al cuerpo. Las actividades que observamos en los
seres vivos son el resultado de procesos mecánicos, pues en definitiva los
seres vivos son máquinas aunque muy complejas. Y si son máquinas, los
cuerpos no pueden tener deseos ni transmitir pasiones. Los cuerpos no
pueden ser el origen de tentaciones para la mente.

Siendo dos realidades opuestas, surge un problema que no tuvieron ni Platón


ni Agustín: ¿cómo logran "comunicarse" entre sí el cuerpo y la mente?
Porque es un hecho que:

■ Algunos cambios en el cuerpo son experimentados en la mente: si


nos pinchamos, nos duele, si nos acarician, nos agrada, etc.
■ Algunos cambios en la mente provocan movimientos en el cuerpo: si
yo lo quiero, mi mano se levanta, etc.
Rousseau
Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) es uno de los filósofos más
representativos del siglo XVIII, el siglo de la Ilustración.

La Ilustración fue un movimiento intelectual europeo caracterizado por las


siguientes ideas:

■ Confianza en la razón humana, y en su resultado más valioso, la


ciencia.
■ Optimismo histórico, el progreso científico lleva al progreso técnico
y al progreso social.
■ Antropocentrismo. El hombre, sus capacidades y sus limitaciones,
son el centro de la investigación. La felicidad terrenal desplaza
definitivamente a la salvación como objetivo de la reflexión ética y
política.
■ Igualdad natural. Todos los hombres poseen capacidades
racionales que deben cultivar para mejorarse a sí mismos y a la
sociedad. La Enciclopedia fue creada con el objetivo de poner el
saber al alcance de todos los hombres.
■ Igualdad social. Privilegios hereditarios y gobiernos autoritarios son
objeto de crítica. El siglo XVIII finalizó con dos revoluciones
inspiradas por los ideales de igualdad social, gobierno democrático y
progreso: la revolución americana y la revolución francesa.
La concepción del hombre que se crea durante la Ilustración es:

■ Un ser dotado de derechos fundamentales e inalienables,


fundamentalmente dos: igualdad y libertad.
■ Un ser dotado de razón, capaz de conocer el universo y a sí mismo.
■ El conocimiento del universo lleva al progreso técnico, a mejorar las
condiciones materiales de vida.
■ El conocimiento de uno mismo lleva al progreso moral y
político, a mejorar las formas de gobierno para acercarnos
a la felicidad universal.

Marx
Karl Marx (1818-1883) parte en su reflexión sobre el hombre de su falta de
instintos (comparado con otros animales) para guiarle hacia la
supervivencia. La mayor parte de especies animales poseen un programa de
conducta bastante rígido en sus aspectos fundamentales: cómo vivir (en
soledad o en grupo) de qué alimentarse (herbívoros, carnívoros, omnívoros,
etc), cómo conseguir el alimento, cuándo y con quién aparearse, etc. Dentro
de una misma especie, son pocas las variaciones de un individuo a otro o de
un grupo de individuos a otro.

Por el contrario, la especie humana depende en gran medida de lo aprendido


(de la cultura) pues sus instintos y capacidades naturales apenas le marcan
un curso de acción definido. Es la cultura (la tradición y la creatividad) la que
guía a los hombres hacia su supervivencia. Los hombres tienen que ganarse
su supervivencia cooperando entre ellos en crear un modo de vida que no les
viene dado por sus instintos. Así, los seres humanos hemos sido primero
cazadores-recolectores, luego agricultores y ganaderos, más recientemente
comerciantes, fabricantes, trabajadores y consumidores.
Marx denomina trabajo a toda actividad humana orientada a lograr el
sustento. Así definido, los hombres han trabajado a lo largo de toda su
historia, pues han puesto su inteligencia, su capacidad de organización y de
cooperación primero y fundamentalmente al servicio de lograr su
supervivencia. A lo largo de la Historia, el trabajo ha tenido distintas formas.
Marx denomina a esas formas modos de producción y distingue en orden
de aparición histórica los siguientes modos:

1. Comunismo primitivo
2. Modo de producción esclavista
3. Feudalismo
4. Capitalismo
5. Comunismo

A diferencia de los filósofos anteriores, la concepción marxista del hombre y


de la Historia es profundamente materialista: la clave tanto del hombre como
de su historia no son sus ideas, su religión o su ciencia sino cómo se gana la
vida: son las condiciones materiales del modo de producción vigente las que
moldean el carácter de los hombres, de su sociedad y de su historia.
Podemos decir que en la filosofía de Marx lo esencial en los hombres es su
trabajo y no tanto sus ideas. Hasta Marx, los filósofos han sido idealistas y
no materialistas: las ideas son la clave explicativa de la historia humana. A
partir de Marx habrá que diferenciar entre explicaciones idealistas y
materialistas del hombre y de su historia.

Fuente:
https://sites.google.com/site/auladefilosofia123/el-ser-humano/antropolog%C3%ADa-filos%
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