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4. Contratos formativos
El art. 3 ET establece que los derechos y deberes de las partes de la relación laboral se regulan
por:
· la voluntad de las partes, manifestada en el contrato de trabajo, siendo su objeto lícito y sin
que en ningún caso puedan establecerse en perjuicio del trabajador condiciones menos
favorables o contrarias a las disposiciones legales y convenios colectivos.
Los principios generales del derecho no aparecen mencionados en el art. 3 ET sobre las
fuentes de la relación laboral, pero son fuentes del Derecho en sentido estricto, por aplicación de
lo dispuesto en el artículo 1, párrafos 1 y 4 del Código civil.
· Función reglamentadora: consiste en que las partes pueden regular libremente sus
intereses, estableciendo los derechos y obligaciones que crean oportunos. Esta función
reguladora es limitada en el contrato de trabajo.
· Las leyes suelen ser imperativas. No pueden empeorarse las condiciones que fijan las
normas laborales (por ejemplo, la jornada máxima o el salario mínimo).
· Los convenios colectivos tienen un carácter normativo y una eficacia personal general o
erga omnes.
· Las cláusulas del contrato que resulten nulas se entienden sustituidas por los preceptos
imperativos que se hayan vulnerado.
Dicho esto, cabe señalar que los contratos de trabajo pueden clasificarse según dos criterios: la
duración y la jornada. Según la duración, los contratos pueden ser indefinidos o de duración
determinada. Según la jornada, pueden ser a jornada completa o a tiempo parcial.
El contrato por tiempo indefinido es el contrato de trabajo común en el campo laboral. Se pacta
por una duración indefinida, es decir, sin especificar cuándo acaba. Tras la reforma del Real
Decreto-ley 32/2021, de 28 de diciembre, se refuerza el compromiso de promover esta
modalidad de contratación, al insistir en que “el contrato de trabajo se presume concertado por
tiempo indefinido” (art. 15.1 ET).
En este sentido, la Reforma operada por el Real Decreto-Ley 32/2021, se ha centrado en materia
de contratación en limitar los contratos temporales potenciando a cambio el contrato indefinido
fijo-discontinuo, regulado en el art. 16.1 ET. Este contrato debe concertarse para la realización
de trabajos de naturaleza estacional o vinculados a actividades productivas de temporada, o
para el desarrollo de aquellos que no tengan dicha naturaleza pero que, siendo de prestación
intermitente, tengan periodos de ejecución ciertos, determinados o indeterminados. Puede ser
utilizado tanto por empresas privadas como por Administraciones Públicas y también para el
desarrollo de contratas siempre que la actividad desarrollada tenga encaje en la definición, muy
criticada por las dudas que produce.
Los convenios colectivos pueden establecer planes de reducción de la temporalidad, así como
fijar criterios generales relativos a la adecuada relación entre el volumen de la contratación de
carácter temporal y la plantilla total de la empresa, criterios objetivos de conversión de los
contratos de duración determinada o temporales en indefinidos, así como fijar porcentajes
máximos de temporalidad y las consecuencias derivadas del incumplimiento de los mismos.
· contratos de trabajo de duración determinada por la índole del trabajo que se realiza;
· contratos formativos.
Así, el art. 15 contempla dos modalidades de contrato correspondientes a este primer grupo:
Los trabajadores con un contrato de duración determinada deben tener los mismos
derechos que los trabajadores con un contrato fijo o indefinido. Por ejemplo, el salario o las
vacaciones deben ser iguales.
Los trabajadores deben estar informados de las vacantes que se produzcan en puestos
fijos.
La ley trata de evitar los abusos en la contratación. Por eso, las personas contratadas
incumpliendo lo establecido en relación con los contratos por tiempo determinado pueden
adquirir la condición de fijas. También pueden hacerlo las personas trabajadoras temporales que
no hubieran sido dadas de alta en la Seguridad Social una vez transcurrido un plazo igual al que
legalmente se hubiera podido fijar para el periodo de prueba.
4. Contratos formativos
Desde la reforma del Real Decreto-ley 32/2021, existen dos modalidades de contrato
formativo:
La persona contratada contará con una persona tutora designada por el centro o
entidad de formación y otra designada por la empresa. Esta última, que deberá contar con
la formación o experiencia adecuadas para tales tareas, tendrá como función dar
seguimiento al plan formativo individual en la empresa, según lo previsto en el acuerdo de
cooperación concertado con el centro o entidad formativa. Dicho centro o entidad deberá, a
su vez, garantizar la coordinación con la persona tutora en la empresa.
El tiempo de trabajo efectivo, que habrá de ser compatible con el tiempo dedicado
a las actividades formativas en el centro de formación, no podrá ser superior al 65%,
durante el primer año, o al 85%, durante el segundo, de la jornada máxima prevista en el
convenio colectivo de aplicación en la empresa, o, en su defecto, de la jornada máxima
legal.
Ninguna persona podrá ser contratada en la misma o distinta empresa por tiempo
superior a los máximos previstos en el apartado anterior en virtud de la misma titulación o
certificado profesional. Tampoco se podrá estar contratado en formación en la misma
empresa para el mismo puesto de trabajo por tiempo superior a los máximos previstos en el
apartado anterior, aunque se trate de distinta titulación o distinto certificado.
f) Los contratos formativos celebrados en fraude de ley o aquellos respecto de los cuales la
empresa incumpla sus obligaciones formativas se entenderán concertados como contratos
indefinidos de carácter ordinario.
El objeto de este tipo de contratos es contratar al trabajador para prestar sus servicios
durante un número de horas al día, a la semana, al mes o al año inferior a la jornada de
un trabajador a tiempo completo comparable. Se entiende como tal a un trabajador a
tiempo completo dentro de la misma empresa y centro de trabajo, con el mismo tipo de
contrato de trabajo y que realice un trabajo idéntico o similar.
El contrato a tiempo parcial puede concertarse por tiempo indefinido o por duración
determinada en los supuestos en los que legalmente se permita la utilización de esta
modalidad de contratación, excepto en el contrato para la formación y el aprendizaje.
El contrato se entenderá celebrado por tiempo indefinido cuando se concierte para realizar
trabajos fijos y periódicos dentro del volumen normal de actividad de la empresa.
El contrato debe celebrarse por escrito, y la jornada puede ser continua o partida.
Los trabajadores a tiempo parcial no podrán realizar horas extraordinarias, salvo en los
supuestos de prevención o reparación de siniestros y otros daños extraordinarios y
urgentes. Pueden realizar horas complementarias. Se consideran como tales las
realizadas como adición a las horas ordinarias pactadas en el contrato a tiempo parcial,
conforme a las reglas que establece el artículo 12.5 ET. En todo caso, la suma de las horas
ordinarias y complementarias, incluidas las previamente pactadas y las voluntarias, no
puede exceder del límite legal del trabajo a tiempo parcial.