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FORMACIÓN DE FORMADORES EN E-LEARNING

TEMA 5
LA EVALUACIÓN EN ENTORNOS VIRTUALES DE APRENDIZAJE.
1. Necesidad de evaluar: concepto y utilidad
Tal y como sucede en muchas otras disciplinas del campo de las ciencias sociales, en
lo que infierne la evaluación educativa sería difícil ofrecer una definición única y acabada
de los términos sin haber revisado con anterioridad las distintas definiciones que se han
realizado sobre el particular (Ruiz Bueno, 2007).

Las distintas definiciones se agrupan en función de cómo se conciben:

 Definiciones que se concentran en la adquisición de los objetivos propuestos, en


la evaluación del rendimiento por parte del alumnado y en los resultados.
 Definiciones vinculadas a la evaluación como medio de adquisición de méritos
o reconocimientos.
 Definiciones que visualizan la evaluación como un sistema que permite la
obtención de información para proceder a la toma de decisiones.
 Definiciones que comprimen los elementos mencionados anteriormente.

Tras un recorrido con Tejada (1997), se conceptualiza la evaluación como:

 Un proceso sistemático de recogida de información: para realizar una correcta


evaluación es necesario obtener información fiable y válida permitiendo trabajar
con la realidad del alumnado. Así pues es importante utilizar todas las
herramientas disponibles.
 Emisión de juicios de valor respecto a la información de recogida: partiendo de
unos criterios concretos, se deben evaluar los resultados obtenidos en este
proceso. Cabe mencionar la existencia de un posible problema con la
objetividad.
 Orientada a la toma de decisiones: la evaluación en el proceso de formación ha
de tener una utilidad.
 Como proceso de formación permanente: es decir la evaluación forma parte del
proceso de trabajo de equipo e intercambios de conocimientos.

Hablar de evaluación conlleva la planificación de la acción y la elaboración de la misma


mediante la realidad que va a ser objeto de evaluación (Ruiz Bueno, 2007).

Sin duda, pensar en la planificación de la evaluación, como primer momento de toma


de decisiones, lleva a detenerse en las dimensiones y variables que la misma
comprende, en tanto actividad, ya que será este acotamiento el que decidirá el camino
o recorrido a tomar.

Tejada (1997:247) considera siete dimensiones básicas de la evaluación educativa, que


de alguna manera responde a las siete grandes decisiones que el evaluador o
evaluadores ha de tomar en el momento de la planificación y que van a determinar el
diseño del proceso evaluativo: ¿qué evaluar?, ¿cómo evaluar?, ¿quién evalúa?, ¿para qué
evaluar?, ¿con qué evaluar? y ¿en función de qué evaluar?
Planificación de la evaluación

Al detenerse en el análisis de cada una de las dimensiones, éste indica que:

Objetivo de evaluación

Puede ser diverso, desde los alumnos a los docentes, personal no docente, currículum,
programas, necesidades, estrategias metodológicas, recursos, centros…

Aunque según Santos Guerra (1993: 10): “todo y todos, no sólo los alumnos, deben ser
objeto de evaluación, porque todo y todos tienen incidencia en el proceso educat ivo”.

Cuando se ha decidido cuál es el objeto de evaluación es cuando comienza la


planificación de esta, ya que es el objeto el que determinará las posteriores decisiones.

Finalidad

La finalidad perseguida por el proceso de evaluación: ¿cuál es el obj etivo, el propósito


de la evaluación? Según esta dimensión la evaluación puede ser:

 Diagnóstica: permite conocer la realidad donde se desarrollará el proceso de


enseñanza-aprendizaje, el contexto donde operará un programa, las
características y necesidades formativas de los destinatarios del programa, de
los alumnos, etc. Esta evaluación de entrada permite diagnosticar para tomar
decisiones respecto a las características de los alumnos, la adecuación-
acomodación de los currículum a los destinatarios, a los alumnos, la admisión y
establecimiento de los grupos de incidencia, la orientación de los alumnos y las
posibilidades y viabilidad del programa, del currículum.
 Formativa: también denominada evaluación de proceso. Permite valorar una
acción educativa durante su desarrollo en un contexto determinado, con el
propósito de mejorar u optimizar esa acción durante el transcurso de la acción
formativa. En definitiva, permite mejorar las acciones educativas en función de
las incidencias que van surgiendo durante su desarrollo.
 Sumativa: (evaluación de productos), también denominada retroactiva por
Stufflebeam. Permite conocer si los objetivos se han conseguido o no, los
cambios producidos, verificar la valía de un programa, tomar decisiones
respecto a la promoción, certificación de los participantes, rechazo o aceptación
de un programa.
 De impacto: esta finalidad de la evaluación permite analizar los resultados de un
programa a medio y largo plazo. Asimismo, permite evaluar hasta qué punto los
destinatarios del programa han cambiado sus prácticas y si los cambios son
producto de los resultados del programa o de otras variables.

El momento evaluativo

Esta dimensión está en estrecha relación con la anterior, y determinará que la evaluación
sea inicial, si se refiere a la finalidad diagnóstica; continua si se refiere a la
formativa; final, si se hace referencia a una finalidad sumativa. Es importante añadir la
evaluación diferida, aquella que permite verificar los efectos de un programa o acción
formativa a medio o largo plazo.

Finalidad y momento evaluativo: objetivo y toma de decisiones:

FINALIDAD MOMENTO OBJETIVOS DECISIONES A TOMAR

Identificar las
características de los
participantes (intereses,
necesidades,  Admisión, orientación,
expectativa). Identificar establecimiento de grupos de
las características del aprendizaje.
Diagnóstica Inicial
contexto (posibilidades,
limitaciones,  Adaptación-ajuste e
necesidades, etc.). implementación del programa.
Valorar la pertinencia,
adecuación y viabilidad
del programa.

Mejorar las posibilidades


personales de los
participantes. Dar
información sobre su Adaptación de las actividades de
evolución y progreso. enseñanza-aprendizaje (tiempos,
Formativa Continua
Identificar los puntos recursos, motivación, estrategias, rol
críticos en el desarrollo docente, etc.).
del programa. Optimizar
el programa en su
desarrollo.
Valorar la consecución de
los objetivos así como los  Promoción, certificación,
cambios producidos, reconsideración de los
Sumativa Final previstos o no. Verificar la participantes.
valía de un programa de  Aceptación o rechazo del
cara a satisfacer las programa.
necesidades previstas.

Valorar los resultados a


medio o largo plazo y los
efectos producidos en el
 Promoción en el contexto
contexto particular donde
particular de los destinatarios.
se desarrollar la
Impacto Diferida  Articulación de futuras acciones
formación. Verificar si se
de formación.
han satisfecho las
 Cambio de actitudes.
necesidades
articuladoras de la
formación.

En la práctica no siempre se evidencia el paralelismo establecido, ya que a veces se


realiza la evaluación continua pero con finalidad sumativa, puesto que la recogida de
información es para ir registrando resultados parciales que posteriormente se utilizarán
en la evaluación final.

La instrumentalización

Esta dimensión hace referencia a las estrategias, instrumentos y técnicas de recogida


de información, como la observación, el análisis de tareas o las pruebas, escritas u
orales.

Los instrumentos o técnicas deben responder a las características de fiabilidad, validez


y pertinencia con el objeto de evaluación.

Uno de los puntos más importantes y buscado en todo el proceso evaluativo es el


principio de objetividad, el cual ha de estar presente ya en la recogida de datos.

Es necesaria la complementariedad, la triangulación de instrumentos, ya que será uno


de los puntos para intentar superar la subjetividad a la hora de la recogida de
información.

El evaluador

Los protagonistas de la evaluación han de ser aquellos que intervienen en la actividad


educativa, han de ser los usuarios los que participen en la evaluación.
Es necesario también que exista una colaboración externa, ya que proporcionará una
visión mucho más objetiva fuera de posturas ideológicas, que puedan contaminar los
juicios de valor realizados (Santos Guerra, 1993).

Entonces, se puede hablar de:

 Evaluación interna: sólo los protagonistas, los que participan en toda la actividad
educativa, los usuarios.
 Evaluación externa: realizada por agentes externos, administración, equipo
directivo…
 Heteroevaluación: cuando existe colaboración entre los protagonistas y los
agentes externos.
 Autoevaluación: realizada con la finalidad de obtener un autoconocimiento sobre
su propio aprendizaje.

La evaluación desde dentro (evaluación interna), al ser realizada por las mismas
personas que desarrollan el programa, facilita la toma de decisiones respecto a la
mejora del programa. Por el contrario, la evaluación desde fuera tiene menos
repercusiones sobre el programa, ya que el evaluador externo, ajeno a la institución,
tiene menos posibilidades de actuar sobre el programa para mejorarlo o cambiarlo
(Fernández Ballesteros, 1995).

Las ventajas e inconvenientes de la evaluación dentro/fuera serían:

VENTAJAS INCONVENIENTES

Minimiza la objetividad. Minimiza


Evaluación Optimiza la mejora del programa.
la credibilidad social de la
desde Minimiza la reactividad de los
evaluación. Minimiza la utilización
dentro aspectos. Menos costosa.
de estándares y tecnología dura.

Maximiza la objetividad. Maximiza


Minimiza la posibilidad de mejorar
la utilización de tecnología dura
el programa. Maximiza la
Evaluación (diseño, instrumentos). Maximiza la
reactividad de los sujetos. Más
desde fuera credibilidad social de la evaluación.
costosa. Menor influencia sobre
Maximiza la utilización de
el programa.
estándares.

El modelo paradigmático

Determinará el diseño a seguir. Dentro de los distintos modelos se puede optar por
aquellos que juzgan el valor o el mérito de un objeto comparándolo con los logros o
hechos realizados, por lo que estaríamos hablando del modelo de evaluación por
objetivos o en función de las necesidades y valores sociales, como sería el modelo sin
referencia a metas de Scriven.

Los modelos de intervención se basan en paradigmas positivistas (medida,


logros), interpretativos, fenomenológicos (afirmación de valores, méritos), o
paradigma sociocrítico (hacen hincapié en la toma de decisiones). Dentro de la
clasificación de los modelos también se puede optar por metodologías cuantitativas o
cualitativas.

Dada la complejidad que presentan los fenómenos formativos, es necesario recurrir a la


utilización de ambas siempre que aporte una información válida, pertinente y relevante
para aquello que se quiere evaluar.

En ocasiones, será más adecuada la utilización exclusiva de metodologías


cualitativas porque el interés se centra en la búsqueda de soluciones a problemas de
contextos muy particulares. Para ello se necesitaría profundizar en la búsqueda de
causas y explicaciones del problema planteado.

El referente

Esta dimensión está conectada con el resto. Constituye la fuente de criterios e


indicadores necesarios para la emisión de juicios valorativos.

El referente ha de ser uno de los puntos a considerar por todos los protagonistas de la
evaluación, y éstos han de ser claros, precisos y consensuados por los que participan
en la evaluación.

El referente es la dimensión más diferenciadora de la evaluación, y es necesario que se


concrete antes de la evaluación. Se puede concretar en cuatro apartados:

 Adecuación a las finalidades de la política de formación.


 Adecuación con las necesidades formativas del contexto inmediato.
 Adecuación con los principios psicopedagógicos del aprendizaje.
 Adecuación a las necesidades de los participantes.

Diseño del proceso de evaluación de adultos

En esta fase de la programación didáctica, la función del formador es crear una serie de
criterios para cada etapa del aprendizaje que se va a realizar. Éstos criterios van a
decretar el tipo y el grado de aprendizaje adecuado a los contenidos y objetivos
previstos. La evaluación es fundamental para decidir sobre los resultados de cualquier
programa de formación, por ello se trata de emitir un juicio tras la recogida de la
información suficiente.

En la determinación de estos criterios para la evaluación es importante tener en cuenta


los siguientes aspectos:

 Los criterios de evaluación deben derivarse de los objetivos propuestos, puesto


que en ellos se indican las metas que ha de alcanzar el alumnado.
 Deben ser consecuentes con la metodología y dinámica de trabajo adoptada, en
clase. Esto quiere decir que a la hora de establecer los criterios de evaluación no
sólo nos vamos a fijar en la conducta final que se ha de alcanzar, sino también
en los procedimientos utilizados.
 La evaluación tiene varias facetas:
o Evaluación de los alumnos
o Evaluación a los formadores
o Evaluación del proceso de formación.
 Así se obtiene información sobre los objetivos que se han alcanzado y sobre los
efectos del proceso desarrollado. La evaluación del profesorado permite
perfeccionar los diferentes aspectos más débiles de la programación. Al mismo
tiempo, la evaluación de los alumnos es necesaria, tanto para establecer las
calificaciones correspondientes como para medir el nivel de aprovechamiento.

Definición, concepto y finalidad de la evaluación

Dentro del contexto educativo se van a usar tres vocablos para dar a conocer y valorar,
de la forma más precisa, el producto de la actividad escolar, el producto educativo o el
producto de la actividad académica. Son evaluación, calificación y medida.

La evaluación es el más general y con ella se quiere:

 Valorar el resultado del trabajo escolar y el resultado del proceso de enseñanza-


aprendizaje
 Valorar la eficacia de un centro educativo y la eficacia de un programa de acción
 Valorar todas las variables que están implicadas en el proceso educativo:
alumnos, profesores, programas, estímulos educativos, ambiente social, etc.
El término evaluación, se ha ido incorporando hoy en día a todos sectores que
conforman la actividad educativa y la humana. Su utilización es universal. La evaluación,
en general, aspirará a conocer y valorar, no sólo los resultados conseguidos, sino
también la correlación que existe entre éstos y los medios utilizados.

La actividad evaluadora es una característica inherente a toda actividad humana


intencional. Se presenta como una fase de todo sistema operativo, vinculada a los
restantes elementos del mismo. De hecho, y durante décadas, la literatura pedagógica,
en particular, ha considerado a la evaluación como algo necesario.
La evaluación educativa tiene como finalidad saber cuáles son los resultados de las
instituciones escolares, de sus programas de enseñanza, de sus métodos, etc.,
matizándola con criterios de valor. Como afirma Pophan (1980), “evaluar algo es
determinar su valor”

En el contexto educativo se puede evaluar desde diferentes instancias de la realidad


educativa:

 El aprendizaje de los alumnos.


 La eficacia del profesor.
 La eficacia de un programa.
 La eficacia diferencial de diferentes técnicas o métodos didácticos.
 La eficacia relativa de diferentes materiales didácticos.
 La estructura y organización de un departamento o de un centro educativo.
 La eficiencia de un esquema de evaluación.

De hecho, la evaluación educativa tiene que abarcar todo el conjunto de fac tores
significativos que inciden, no centrándose exclusivamente en el aprendizaje, también en
la educación integral de los sujetos. También debe referirse al conjunto de elementos
que forman parte del proceso educativo, condicionando o facilitando la mejora de los
educandos.

Evolución del concepto de evaluación


 Los diferentes modelos de evaluación que surgen y la práctica evaluativa siguen
aportando elementos para esta definición y van encontrando nuevas soluciones
y nuevos problemas.
 En la actualidad, es la práctica evaluativa la que está aportando los mayores
frutos, a través de: manuales y guías prácticas para realizar evaluaciones, la
elaboración de nuevos instrumentos evaluativos, creación de gabinetes de
evaluación, etc.
 Quizás, como dicen Cook y Shadish (1986), va llegando el momento de
reorganizar y sistematizar la información existente; para ello, estos autores
proponen cuatro bases teóricas de reestructuración de lo ya aparecido hasta el
momento:
o La Teoría de los programas sociales, que permitirá al evaluador
saber cómo poder producir cambios sociales (en nuestro caso, en
el campo educativo), y con qué limitaciones se encuentra.
o La utilización de la evaluación, que proporcionará al evaluador
información de cómo se aplica el conocimiento de las ciencias
sociales a la programación social.
o La Teoría del valor, que pondrá a disposición del evaluador datos
que le ayuden a diferenciar los buenos programas de los malos.
o Las bases metodológicas, o de construcción de conocimientos
válidos, que facilitará al evaluador el camino para llegar a
conclusiones válidas.

Funciones de la evaluación

La evaluación va a abarcar objetivos en diferentes ámbitos y eso hace que las funciones
de la evaluación puedan ser muchas y diversas, e incluso coincidentes con algunos de
los tipos de evaluación.

Las funciones que va a cumplir la evaluación con los diferentes agentes que intervienen
en el proceso de enseñanza-aprendizaje son:

Funciones de información y acción para el/la docente:

o Comprueba si se han conseguido o no los objetivos marcados, y en qué grado.


o Va a permitir el análisis, tras el estudio de los resultados, las causas que pudieran
haber motivado deficiencias en el logro de los objetivos pretendidos.
o Van a constituir una herramienta que ayude a que se planteen nuevos o bjetivos,
en la distinción de problemas surgidos en el procedimiento seguido y en la
identificación de la metodología más adecuada para utilizar por el docente o la
docente.
o Permite reelaborar constantemente las estrategias que los docentes utilizan
para evitar la fijación de usos inadecuados.
o Aporta datos que posibilitan una reflexión crítica sobre determinadas
situaciones.
Funciones motivadoras en el alumnado:
o Ayuda al alumnado a que sea consciente sobre cómo tiene que desarrollar su
comportamiento (retroalimentación) en relación a un determinado contexto
laboral.
o Ayuda a que exista una actitud que favorezca el aprendizaje y potencie la propia
satisfacción del alumnado.
o Ofrece información al alumnado sobre el propio proceso de aprendizaje: qué es
lo que se está aprendiendo y cómo lo va aprendiendo.
Funciones para el centro/empresa:

o Favorece la retroalimentación para las futuras programaciones.


o Crea un instrumento cuya finalidad es la continua mejora.
o Se adapta a la demanda laboral y social.
o Selección de formadores.

Funciones para la Administración:

o Proporcionar retroalimentación acerca de la adecuación del plan de formación


haciendo posible que se creen mejoras en las intervenciones futuras.
o Proporcionar datos para justificar los gastos en formación.
o Proporcionar información sobre el grado de cualificación de la población.
o Evaluar la rentabilidad social: repercusiones sociales, cultura, actores
implicados.
o Evaluar la eficiencia económica: costes, beneficios, rentabilidad...
o Evaluar la eficacia técnica: aspectos pedagógicos, planificación, operativización
y resultados de la formación.

Funciones motivadoras

Tipos y modalidades de evaluación

Hay diferentes clasificaciones de tipos de evaluación que dependen de los criterios que
se tomen como clasificadores. Conociendo el contexto en el que nos estamos
adentrando y adquiriendo más conocimientos, encontramos diferentes tipos de
evaluación que nos van a ser de mayor utilidad en el contexto en el cual nos vamos a
mover:

Otros tipos de evaluación son:

 Evaluación sumativa: es aquella evaluación que quiere establecer los niveles o


las clasificaciones de los resultados que obtiene el alumnado. Tiene un carácter
selectivo y la finalidad es determinar la posición relativa del alumnado en el
grupo, eso quiere decir que se le califica al alumnado a nivel de promoción o no
promoción, de titulación o no titulación, y se le sitúa en determinados niveles de
eficacia según una escala de amplitud variable. Por lo tanto si se realiza un
examen se estará llevando a cabo una evaluación sumativa puesto que tiene su
función de verificar en una clasificación numérica o en un apto o no apto.
 Evaluación de prácticas: es aquella evaluación que quiere adaptar la parte de la
evaluación referida a la adquisición de conocimientos con la parte práctica, y que
no se vea limitado sólo al conocimiento de los contenidos teóricos. Por lo tanto
se busca tener cubierto el saber-hacer. Existen diversos tipos de pruebas
prácticas para evaluar la adquisición de habilidades o destrezas:
o El alumnado identifique o reconozca la adecuación de un procedimiento,
el uso de una herramienta...
o Que ejecuten tareas en condiciones simuladas en pequeña escala (juego
de empresa).
o Que representen tareas (simulaciones).
 Autoevaluación: es aquella evaluación que consiste en la valoración, por parte
del propio alumnado, de sus propios logros. Puede realizarse de forma individual
(el alumnado debe evaluar su propio trabajo de manera independiente) o
colectiva (el formador da los resultados o respuestas a determinadas
actividades o conductas al alumnado para que puedan valoren sus
realizaciones).
 Evaluación Mixta: es la evaluación que se da cuando el docente y el alumnado
valoran conjuntamente los conocimientos. El alumnado por su parte emite sus
valoraciones sobre lo aprendido y adquirido por el docente. Es el docente el que
se encargará de aceptar o reorientar dichas valoraciones según proceda. Con
esta evaluación se quiere comprobar si se van consiguiendo los objetivos de una
forma progresiva, de modo que el objetivo anterior sea una consecución del
siguiente, y así sucesivamente. Además esta evaluación transmite una
información muy valiosa al docente, y además es muy útil porque le sirve
también a las entidades que organizan la formación, ya que cuanto más sepan
acerca de su eficacia y la eficiencia que presentan las actividades en el
alumnado, más conocimientos tendrán sobre futuras propuestas. De igual
manera, el alumnado necesita de la evaluación para poder saber cómo van
aprendiendo y poder expresarlo. Con lo cual, la evaluación actuará en estos 3
niveles:
o El formador.
o El alumno o alumna.
o La entidad organizadora.

Fases de un modelo evaluativo

Dependiendo de cuando se realice la evaluación se puede diferenciar entre:

o Evaluación inicial: es el tipo de evaluación que se va a realizar antes del proceso


formativo para poder conocer las capacidades, los diferentes intereses y
necesidades del alumnado, así como saber cuáles son las expectativas de cada
uno de ellos. Así se puede tener conciencia del punto de partida. Se podrá realizar
igualmente al principio de un módulo, de una unidad, de una actividad, etc.
o Evaluación continua o formativa: es el tipo de evaluación que tiene lugar durante
el proceso educativo. Tiene como finalidad poder determinar cómo se están
consiguiendo los objetivos específicos de cada unidad didáctica (módulo o
tema) fijados previamente. Este tipo de evaluación favorece saber y conocer
cuáles son las deficiencias que puede presentar un programa educativo, qué
posibles dificultades hay en el aprendizaje a medida que se van desarrollando y
buscar posibles soluciones. También se quieren conocer cuáles son las nuevas
estrategias para obtener mejores resultados. Es un tipo de evaluación dinámica,
está integrada en el propio proceso educativo y aporta una retroalimentación
permanente al desarrollo del programa.
o Evaluación final: es el tipo de evaluación que se da al final del proceso formativo.
Se quiere hacer un resumen de todo lo que se ha ido evaluando en la evaluación
inicial y continua para poder hacer una valoración general, completa y global. Se
obtienen resultados de manera cualitativa, generalmente, donde hay una relación
entre la cantidad y la calidad de todos los conocimientos, procedimientos y
actitudes adquiridos durante dicho proceso formativo. Aquí se valoran las
posibilidades futuras del alumnado con sentido de pronóstico.

La evaluación final es el resultado ponderado de la evaluación continua.

2. Planificación de la evaluación.
La evaluación es un proceso que permite tanto la recogida, como el análisis de
información más importante en que apoyar juicios de valor sobre el objeto evaluado.
Éstos se utilizarán para reconducir, las situaciones que puedan mejorarse y para una
posterior toma de decisiones sobre certificación y calificación.

La evaluación
No se debe confundir evaluación con calificación ya que esto es solamente un aspecto
más de todo el proceso evaluativo, está relacionada con la valoración o notas finales y
tiene intenciones únicamente acreditativas.

Se entiende la evaluación como un proceso continuo y planificado donde puedan quedar


especificadas cinco cuestiones.

Para qué evaluar


 Para comprobar si se han conseguido los objetivos planteados al inicio de los
cursos.
 Para sacar conclusiones y mejorar determinados aspectos en posteriores
ediciones de los cursos.

Qué evaluar. Criterios


 El aprendizaje y la participación de los alumnos.
 El proceso de formación en su totalidad.

Cuándo evaluar (proceso permanente)


 Evaluación inicial.
 Evaluación continua.
 Evaluación final.

Quiénes evalúan

Todas las figuras que intervienen en el proceso de formación:

 Profesor-tutor.
 Alumnos.

Cómo evaluar. Procedimientos e instrumentos

Con procedimientos e instrumentos adecuados a la formación online.

Para cada tipo de curso, la planificación de la evaluación es distinta, debido a que se


debe adaptar a las características específicas de cada uno.

Pasamos ahora a ver más detenidamente la planificación de la evaluación centrada en


el proceso de enseñanza-aprendizaje de los/as alumnos/as.

Evaluación de la participación y aprendizaje de los alumnos


 Es fundamental evaluar la participación y contrastar si los alumnos han
alcanzado determinados aprendizajes y por tanto si se han alcanzado los
objetivos del curso.
 En los cursos online es fundamental que el alumno reciba feedback de cómo
está siendo su aprovechamiento del curso.
 En la enseñanza online (aunque pueda parecer lo contrario) se dispone de
muchos materiales para realizar la evaluación de los alumnos, debido a que gran
parte de la comunicación se realiza por escrito.

A. Evaluación inicial (diagnóstica)

La evaluación inicial tiene una finalidad diagnóstica y de identificación de necesidades.


Nos permite valorar las potencialidades, el nivel de conocimientos previos y las
habilidades que posee el alumno/a respecto a los objetivos previstos a alcanzar en el
curso.

 La evaluación inicial puede usarse a la hora de planificar de curso para definir


los contenidos y objetivos adaptándolos a las características del grupo.
 Y para personalizar el proceso de enseñanza- aprendizaje, y de este modo
ofrecer una atención individualizada.

Dos ejemplos de instrumentos utilizados en la evaluación inicial son:

 Conocimientos previos técnicos-informáticos.


 Cuestionario para evaluar los conocimientos previos, el perfil y expectativas
hacia el curso.

B. Evaluación continua a lo largo del curso

La evaluación debe desarrollarse durante todo el proceso de aprendizaje. De esta forma


se asegura que los alumnos están alcanzando los objetivos planteados. Además nos
aporta información para corregir o reorientar sobre la marcha el proceso de enseñanza.

El feedback es muy importante en la enseñanza online, debido a que es el medio que


tiene el estudiante de tener conciencia del proceso formativo que está siguiendo.

¿Cómo evaluamos el aprendizaje y la participación de los alumnos en un


curso online? Procedimientos e instrumentos:

Para evaluar el aprendizaje de los alumnos se diseñan una serie de actividades que el
alumno deberá resolver. Estas serán evaluadas siguiendo unos criterios.
Feedback con el alumnado

1. Actividades:

Se diseñan una serie de actividades:


 Cuestionarios abiertos.
 Cuestionarios cerrados.
 Autoevaluación.
 Informes.
 Casos prácticos.
 Foros de discusión.
 Charlas en directo.
 El alumno resuelve las actividades y las envía al tutor.
 El profesor tutor corrige las actividades siguiendo unos criterios y anota los
resultados de cada alumno para hacer un seguimiento del mismo.

2. Herramientas automáticas para controlar la participación:

Los cursos online que se imparten utilizando plataformas formativas cuentan con
herramientas que permiten realizar un seguimiento automático de las conexiones y
participación diaria del alumnado.

C. Evaluación final (sumativa)

Pretende certificar o calificar el nivel de rendimiento que el alumno ha alzanzado.

¿Qué criterios o normas se utilizan en los cursos online?

Los criterios variarán en función del tipo de curso. Hay que establecer unos códigos. Un
ejemplo sería este:
Criterios de calificación:

 Códigos de valoración: Ej.: A= Excelente, B= Apto, C= No apto.


 Número de actividades mínimo a realizar en el curso o por módulo (Ej.: 80 %).
 Número de módulos que el alumno ha de superar como mínimo para conseguir
el título (puede que haya algunos obligatorios).
 Porcentaje de la parte teórica (Ej.: 75 %) y del proyecto final (Ej.: 25 %).

A continuación presentamos los principales aspectos a considerar para evaluar la


calidad de un curso online.

CRITERIOS DE CALIDAD PARA LA EVALUACIÓN DE CURSOS ON-LINE

ASPECTOS FUNCIONALES DEL CURSO ON-LINE

- Interés del curso que se ofrece: por centrarse en una


Interés del curso temática particular, por la ausencia de otras instituciones
que lo impartan, por la demanda social...

- Será eficaz si logra que un gran número de sus


Eficacia estudiantes logren terminar los estudios con éxito en un
periodo de tiempo prudente.

- La versatilidad del curso será mayor cuanto mayor sea su


capacidad de adaptación (opcionalidad) a diversos
Versatilidad
usuarios: circunstancias personales, estilos de
aprendizaje, contextos de utilización...

ASPECTOS RELACIONADOS CON EL ENTORNO TELEMÁTICO

- La utilización de los servicios que ofrece el sistema debe


resultar sencilla y agradable.

- El usuario se orientará bien en el entorno virtual y tendrá


Sencillez
la posibilidad de moverse según sus preferencias. Un
sistema de ayuda online siempre será un buen
complemento, así como la posibilidad de hacer
consultas online.

- Presentación atractiva.

- Calidad técnica y estética en sus elementos:


Calidad del entorno
audiovisual. - Títulos y barras de estado.

- Frames, tablas, ventanas.


- Fondo (puede ayudar a identificar las secciones del
espacio Web)...

- Iconos adecuados a los destinatarios

- Espacios de texto-imagen

- Botones, barras de navegación, menús de opciones en el


mismo lugar.

- Tipografía legible y sin abusar de mayúsculas, color,


composición que favorezca la buena impresión.

- Elementos multimedia (gráficos, fotografías,


animaciones, vídeos, audio...).

- Textos con un lenguaje adecuado, sin faltas de ortografía


y sin discriminaciones por razón de sexo, clase social...

- Destacado del enlace que se están visitando, o de los


enlaces visitados.

- Agrupación de los botones con funciones parecidas en


barras de navegación.

- Con enlaces que permitan acceder al nivel superior en


todas las páginas.
ación e interacción con el
- Índice hipertextual de contenidos al inicio del documento
entorno
en las páginas de cierta extensión.

- Hipervínculos (incluirán la descripción y el enlace).

- No usar más de 3 niveles de hipertextualidad.

- Velocidad adecuada en la renovación de páginas,


animaciones...

- Interacción. Uso transparente del teclado, adecuada


gestión de las respuestas y acciones de los usuarios.

Hipertextos / - Enlaces con imágenes o textos descriptivos y bien


hipermedios actualizados.
- Dispone de buenos canales sincrónicos (salas de Chat,
mensajería instantánea, videoconferencia...) y
Comunicación asincrónicos (foros...) para facilitar la comunicación entre
interpersonal y trabajo los estudiantes y con los profesores.
colaborativo
- Ofrece herramientas para el trabajo colaborativo: discos
duros virtuales, weblogs...

Originalidad y tecnología - Entornos originales.


avanzada.

- El entorno de teleformación funciona de manera estable y


Fiabilidad y seguridad del
gestiona correctamente las carpetas y los ficheros. - Filtra
entorno
los ficheros para evitar la entrada de virus en el sistema.

ASPECTOS RELACIONADOS CON EL PLAN DOCENTE Y EL MODELO PEDAGÓGICO

- Completo, con todos los elementos: objetivos,


contenidos, destinatarios, actividades a realizar, recursos
que se utilizarán, temporalización, evaluación...

- Objetivos explícitos abarcando aspectos conceptuales,


procedimentales y actitudinales.
Plan docente del curso.

- Adecuada selección de contenidos y buena actualización.

- Buena estructuración.

- Riqueza y variedad de actividades y recursos.

- Tanto el modelo pedagógico, como el plan docente


consideran las características personales y circunstancias
sociales de los destinatarios de la formación (capacidades,
intereses, necesidades…).
Adecuación a los
destinatarios. - Las características de los materiales didácticos
(contenidos, lenguaje, ejemplos...) son adecuadas a los
estudiantes.

- Las actividades están debidamente contextualizadas.

- La información que disponen los estudiantes sobre el plan


Información sobre el plan
docente, orientaciones sobre el desarrollo de las
docente y el desarrollo
asignaturas, calendarios, exámenes... resulta completa y
del curso.
de utilidad
- El aprendizaje se basa en la participación activa de los
estudiantes en las actividades
Flexibilización del
- Ofrece diversas posibilidades de evaluación.
aprendizaje y autonomía
de los estudiantes.
- Están disponibles herramientas y servicios para que los
alumnos puedan flexibilizar al máximo su estudio (tiempo,
lugar, organización).

- Se considera el desarrollo de actividades en grupo.

Aprendizaje colaborativo. - Existen instrumentos que facilitan el trabajo cooperativo:


espacios de disco compartidos, chat, pizarra y programas
compartidos...

- Las actividades que se han de realizar pueden resultar


Atractivo.
atractivas para los estudiantes.

- Existen mecanismos organizativos que facilitan el


seguimiento de los alumnos: temporalización de
Seguimiento del progreso determinadas actividades, presentación de trabajos...
de los estudiantes.
- El profesorado dispone de instrumentos para facilitar el
seguimiento de los progresos de los estudiantes.

- El sistema de evaluación permite comprobar


adecuadamente los aprendizajes de los estudiantes.

- La evaluación continuase presenta atractiva para que los


Sistema de evaluación. estudiantes se acojan a ella.

- La evaluación considera la evaluación final sumativa y la


evaluación continua (de los estudiantes que se hayan
acogido a ella)

- Las funciones asignadas al profesorado son adecuadas


para realizar su labor facilitadora de los aprendizajes de los
estudiantes.
La función docente.
- La comunicación con los profesores de las asignaturas es
fácil mediante los instrumentos que proporciona el
sistema: Chat, correo electrónico, etc.

- Los profesores resultan fácilmente asequibles para los


El profesorado. estudiantes. Contestan a las dudas con rapidez.
- Conocen bien la materia de las asignaturas que imparten.

- Son competentes en su función didáctica orientan a los


estudiantes, desarrollan buenas estrategias didácticas...

- Las funciones asignadas a los tutores (orientación


general sobre el curso, apoyo ante las posibles incidencias
personales...) son adecuadas para realizar su labor
facilitadora del seguimiento del curso a los estudiantes.
La tutoría.

- La comunicación con los tutores es fácil mediante los


instrumentos que proporciona el sistema: correo
electrónico, Chat,...

- Los tutores son con competentes en su trabajo y se


muestran asequibles a los estudiantes.
Los tutores.
- Se preocupan por conocer a sus tutorados y ayudarles en
la planificación de sus estudios.

- Completos, amigables (fáciles de manejar, agradables...),


Materiales didácticos interactivos, multimedia, facilitadores de los aprendizajes.
(unidades didácticas,
guías de estudio). - Estructuración coherente de los contenidos en módulos,
con la adecuada articulación entre módulos.

- Los estudiantes pueden acceder a múltiples y variados


Recursos
recursos complementarios para los estudios que realizan:
complementarios.
acceso a bibliotecas y otros recursos

- Donde el profesor informa a sus alumnos de aspectos


relacionados con la asignatura: orientaciones para
Tablón de anuncios del
desarrollar las actividades, fechas para la entrega de
profesor.
trabajos, comentarios ante dudas generales..., resulta un
instrumento útil y funcional.

- Donde se hacen debates y alumnos y profesores cambian


Foros sobre las
impresiones, SON útiles para los aprendizajes que se
asignaturas.
pretenden.

Sistemas de - El sistema proporciona buenos canales de comunicación


comunicación entre los entre los estudiantes: correo electrónico, chats, foros...
estudiantes.

Encuentros presenciales - Resultan útiles para los estudiantes y los profesores.


periódicos.
ASPECTOS RELACIONADOS CON LOS SERVICIOS COMPLEMENTARIOS

- Agilidad y eficiencia de las gestiones administrativas:


Gestión administrativa
secretaría, automatrícula, consultas, expedientes...

- Se ofrece una completa información sobre: cursos y


Información generales funcionamiento del sistema de teleformación. Además de
la Web informativa, hay un servicio de consultas por e-mail.

- Hay un servicio completo y actualizado de noticias afines


a los estudios y del interés de los estudiantes.
Noticias y agenda
- La agenda con las actividades importantes relacionadas
con los cursos, es detallada y siempre está actualizada.

- Existen adecuados espacios virtuales de entretenimiento


Entornos lúdicos
y contacto informal: bar, tablón de anuncios...

D. La evaluación como recurso para la mejora de los procesos formativos

La evaluación del proceso formativo permite determinar los puntos fuertes y los puntos
débiles de dicho proceso, con el fin de mejorar su calidad. La evaluación así entendida
se convierte en un continuo feedback que proporciona información cada vez más
concreta sobre que está funcionando bien y que no.

Una de las formas de contrastar la calidad de cualquier servicio y la formación es


mostrar evidencias desde distintas perspectivas. No obstante, cuesta entrar en esta
cultura evaluativa, de ahí que, a pesar del camino avanzado, hemos de enfrentarnos a
un gran reto. Para ello es preciso:

 Clarificar objetos y finalidades.


 Democratizar los procesos y difundir los resultados.
 Disminuir el peso de las evaluaciones burocrático-administrativas.
 Cambiar la imagen de la evaluación y entenderla como mejora.
 Elaborar criterios que permitan evaluaciones más rigurosas y sistematizadas.
 Propiciar evaluaciones institucionales.

Sistemas de evaluación

La evaluación se considera una parte fundamental en la formación, se quiere por lo tanto


evaluar al alumnado y a todo el proceso que se ha ido llevando a cabo durante la
formación.

Por lo tanto, la evaluación tiene que ser comprendida como un proceso que se produce
de manera continua, además se planifica dónde deben quedar especificadas cinco
cuestiones: para qué evaluar, qué evaluar, cuándo evaluar, quiénes evalúan y cómo
evaluar.

Para qué evaluar:


 Para poder verificar si los objetivos que se plantearon al principio de cada curso
se ha logrado.
 Para sacar conclusiones del curso y de su desarrollo, buscando mejorar en los
aspectos que se considere necesario.
 Para poder tener un análisis de los datos que se han ido obteniendo durante los
diferentes procesos formativos, pudiendo realizar estudios, estadísticas, con el
fin de poder evaluar la metodología procedimentada.

Qué evaluar:
 El aprendizaje y la participación del alumnado en su aprendizaje.
 El proceso de formación en su totalidad.

Cuándo evaluar:
 En la evaluación inicial.
 En la evaluación continua.
 En la evaluación final.

Quiénes evalúan: todas las figuras que intervienen en el proceso de formación y son
 Docente-tutor.
 Alumnado.

Cómo evaluar: a través de orientaciones e instrumentos conformes a la formación dada.


Para cada uno de los tipos de curso, la planificación de la evaluación va a ser diferente
ya que se debe adaptar a las características específicas de cada uno.

Es esencial evaluar la participación y comparar si el alumnado ha conseguido lograr los


aprendizajes propuestos, y comprobar si los objetivos del curso se han alcanzado, y en
algunos casos incluso superado.

En los cursos online es esencial que el alumnado obtenga un feedback de cómo está
siendo su transcurso en el curso, que sea consciente en todo momento de su posición
y así poder motivarlo si es necesario, o incrementar dicha motivación.

En la enseñanza online se cuentan con muchos materiales para realizar la evaluación


del alumnado ya que gran parte de la comunicación se realiza por escrito.
La evaluación inicial, tiene como principal objetivo ser diagnóstica de la situación así
como identificar las necesidades. Ayuda a valorar las potencialidades y el nivel que se
tiene tanto de habilidades como de conocimientos previos por parte del alumnado
respecto a los objetivos previstos a alcanzar en el curso.

La evaluación inicial puede utilizarse:

1.Para una planificación del curso definiendo los objetivos y los contenidos
adaptándolos a las características del grupo.

2.Para poder personalizar el proceso de enseñanza-aprendizaje al alumnado y poder


ofrecer una atención mucho mas individualizada al alumnado, pues se conocen sus
necesidades.

Algunos ejemplos de instrumentos utilizados en la evaluación son:

 Conocimientos previos técnicos-informáticos.


 Cuestionario para evaluar los conocimientos previos, el perfil y expectativas
hacia el curso.

La evaluación continua, a lo largo del curso, se debe desarrollar durante todo el proceso
de aprendizaje. De esta forma se asegura que el alumnado alcance sus objetivos
planteados. Además va a aportar información para corregir o reorientar sobre la marcha
el proceso de enseñanza, da ayuda y ofrece asistencia cuando hay dudas, bloqueos o
similares.

El feedback es crucial en la enseñanza online, es una de las herramientas que tiene el


alumnado para poder tener conciencia de su proceso.

¿Cómo evaluamos el aprendizaje y la participación de los alumnos en un curso online?


A través de procedimientos y de instrumentos:

Para evaluar el aprendizaje el alumnado crea diferentes actividades que luego tendrá
que resolver. Su evaluación se hará conforme a unos criterios. Además en algunos
cursos existen otras herramientas que proporciona control al docente puesto que
registra la participación y las conexiones de manera automática

3. Aspectos a evaluar: calidad de la formación y


grado de aprendizaje.
La Evaluación de aprendizajes

Evaluación del aprendizaje

Para la evaluación de los aprendizajes, es importante en este primer momento de toma


de decisiones, concretar los aspectos relativos a (Ruiz Bueno, 2007):

 ¿Qué evaluar?: la evaluación de aprendizajes es muy importante, además de


evaluar los conocimientos de los alumnos-trabajadores, valorar las actitudes que
se van desarrollando y adquiriendo, así como el grado y calidad de los
procedimientos desarrollados y adquiridos. Será importante valorar la
adquisición de los aprendizajes y su proceso de construcción, ya que es la
evaluación de éste lo que permitirá resolver y corregir los posibles problemas de
aprendizaje que vayan apareciendo.
 ¿Cuándo evaluar? En el proceso de evaluación de los aprendizajes es muy
importante que se evalúen al inicio de la acción, durante la acción y al final de la
acción.
 Evaluación continua: será necesaria para corregir y mejorar los aprendizajes.
Pero además, hay que valorarlos al inicio (evaluación inicial) de la acción como
estrategias para seleccionar y secuenciar los contenidos que se van a abordar.
Un formador no podrá adaptar las actividades y conectar los aprendizajes
previos a los contenidos si no los ha identificado previamente.
 Evaluación final: se realizará para comprobar los aprendizajes adquiridos.
 ¿Para qué evaluar? Hace referencia a la finalidad de la evaluación, e indica que
la evaluación de los aprendizajes tiene la finalidad de comprobar el rendimiento
de los alumnos-trabajadores (evaluación sumativa), y también tiene la de
diagnosticar los aprendizajes previos (evaluación diagnóstica) con la finalidad
de adaptar los objetivos y contenidos del programa o curso a los aprendizajes
previos. En el mismo proceso de construcción y desarrollo, los aprendizajes se
han de mejorar y corregir (evaluación formativa), para detectar las posibles
lagunas y dificultades.
 ¿Con qué evaluar? Esta dimensión hace referencia a la instrumentalización.
Pone de manifiesto la necesaria implicación y utilización de múltiples
instrumentos de evaluación. Las pruebas de rendimientos, tanto escritas como
orales, abiertas u objetivas y manipulativas, las escalas de actitud, la
observación, los diarios de campos, los autoinformes, los cuestionarios, serían
algunos de los instrumentos más pertinentes para la evaluación de aprendizajes.
 ¿Quién evalúa? Los evaluadores se deberán implicar en el proceso de
evaluación. Los formadores, coordinadores y los propios alumnos trabajadores
pueden y deben implicarse en la evaluación de los aprendizajes.
 ¿Cómo evaluar? Esta dimensión se refiere al modelo o modelos de evaluación
que se utilizan para la evaluación de los aprendizajes. Lo más oportuno es poder
utilizar metodologías cuantitativas y cualitativas, en función del objeto de
evaluación.
 ¿En función de qué evaluar? Es importante tener muy consensuados los criterios
de evaluación. Para la evaluación de los aprendizajes, en los contextos de
formación para y en el trabajo, es importante llevar a cabo una evaluación
personalizada, ya que permite conocer mucho más a fondo el proceso de
aprendizaje que sigue cada alumno-trabajador.
 Es importante tener como criterios la satisfacción de los alumnos-trabajadores
y su rendimiento en función de sus posibilidades personales.

La evaluación inicial de los aprendizajes

Es importante la evaluación antes de la intervención, ya que proporciona una


información detallada del estado inicial de los aprendizajes (sus contenidos, sus
procedimientos y sus actitudes) de los alumnos-trabajadores (Ruiz Bueno, 2007).

Este diagnóstico de la situación inicial de los aprendizajes va a permitir adecuar y ajustar


mucho mejor la acción de formación y la agrupación y establecimiento de los grupos de
aprendizaje.

Concretamente, para la evaluación inicial se proponen las finalidades, los objetos, los
indicadores, los instrumentos, los evaluadores y las decisiones que pueden ayudar a
plantear el plan de evaluación inicial de los aprendizajes.

Básicamente, se destaca la importancia de evaluar los conocimientos previos, los


procedimientos y las actitudes.
De esta manera, una vez que finalice la acción de formación, será más fácil valorar los
cambios que se han producido en los aprendizajes y verificar si se ha producido mejora
y en qué sentido, o bien, si no se ha producido cuál será la estrategia a seguir.

La evaluación continua de los aprendizajes

Este momento de la evaluación de los aprendizajes lleva a la identificación y valoración


del proceso de asimilación e integración de los aprendizajes (Ruiz Bueno, 2007).

Es en este proceso y mediante la articulación de procesos evaluativos donde se puede


comprobar la calidad de dicha asimilación e integración, la secuencia de adquisición de
los aprendizajes y los problemas o dificultades, así como las lagunas que se van
presentando.

A su vez, esta evaluación continua permite ir tomando decisiones de mejora, en función


de los problemas y dificultades que van apareciendo, de cara a la articulación de
estrategias formativas que puedan solventar los problemas surgidos.

Es importante, también, durante el proceso de desarrollo de la acción, informar a los


destinatarios de sus progresos y sus problemáticas. De esta manera ellos son
conscientes de sus aprendizajes desarrollados y las dificultades que tienen para su
adquisición.

La evaluación final de los aprendizajes

Para la evaluación final hay que considerar los logros (previstos o no previstos) de los
participantes en relación con los objetivos propuestos (Ruiz Bueno, 2007).

Decisiones de mejora
En ella habrá que constatar los cambios producidos en los conocimientos, habilidades
y destrezas, actitudes, satisfacción de expectativas, motivación…, convirtiéndose estas
variables en los indicadores más relevantes de la evaluación final de los aprendizajes.

En el segundo caso, la evaluación de los impactos remite a la actuación personal,


profesional o institucional de los participantes en los contextos de trabajo, fuera ya de
las acciones de formación.

Es en este contexto de actuación donde hay que verificar si se produce transferencia de


lo aprendido, si se producen cambios significativos en la actuación personal o
profesional de los destinatarios y si se han modificado las actitudes en la dirección de
mejora.

Evaluación final

La Evaluación de procesos

Objetivos y contenidos de la evaluación de los procesos

El sentido propio de la evaluación de procesos es constituirse en una guía para el


director del programa educativo. Éste es el sentido que Stufflebeam (1987:199) da a los
objetivos de la evaluación de procesos:

 Proporcionar información sobre: el ritmo que siguen las actividades del


programa; su adecuación a la planificación prevista; y la utilización de los
recursos disponibles.
 Aportar una guía para modificar el plan.
 Valorar periódicamente la participación de los implicados en el programa.
 Proporcionar un extenso informe del programa realmente aplicado, de sus
costes y de la valoración de su calidad por los observadores.
La asignación de estos objetivos a la evaluación de los proces os hace de ésta una
modalidad de evaluación formal. La cuestión que se plantea aquí es algo más que un
juego de palabras: el cumplimiento de los referidos objetivos exige considerar la
evaluación de la educación no formal como un tipo de evaluación igualmente
sistemática y controlada.

Si, como se ha aceptado ampliamente, la tecnología exige una cierta forma de pensar
en términos de funciones y procesos, resulta palpable que la evaluación de los procesos
exige un tratamiento de los errores y de los imprevistos. Por ello, al plantearse el
contenido de la evaluación de procesos es preciso considerar, ya en la fase del
desarrollo del sistema, la evaluación de los efectos imprevistos, sean o no deseables
(Sarramona, 1990).

Frecuentemente, desde una actitud escasamente racional se tiende a producir una


apreciación indebida de los resultados deseables: si son propiamente efectos, logros,
resultados consiguientes a una acción intencional.

Metodología de la evaluación de los procesos

Los principales métodos para la evaluación de procesos son: métodos de investigación


longitudinal, observación, estudio de casos, métodos de investigación cualitativa y
triangulación (Sarramona, 1998).

Investigación longitudinal

Esta metodología cuenta con una larga tradición, con estudios de treinta a sesenta años
de duración en algunos casos, en el ámbito de la educación formal, más que en la no
formal.

Ofrecen un interés especial ciertos tipos de estudios en campos como la interacción


entre estudio y trabajo, los efectos sobre los propio s programas en el ámbito de la
educación la salud, la educación a distancia, la formación de formadores y usuarios de
las nuevas tecnologías de la información, el seguimiento de programas autoinstructivos
en la formación laboral, la formación permanente de adultos en el mundo rural, etc.

Observación

Dentro de esta metodología existe una multitud de técnicas específicas que permiten
la recogida y análisis de la información sobre los procesos educativos, tales como las
ligadas al uso de listas de comprobación, escalas de calificación, descripciones
narrativas y codificaciones interactivas (cfr. Stallings y Mohlman, 1990: 639-644).

Estudio de casos

Implica la recogida y registro de datos sobre uno o varios casos, así como la preparación
de un informe o la presentación del propio caso (Stenhouse, 1990: 644-649).
De ordinario requiere la observación, participante o no, y la entrevista como métodos de
recogida de datos.

La entrevista es en sí misma un método singular, y puede adquirir formas estructuradas,


poco estructuradas y libre, según el objetivo y el contenido de los procesos a evaluar.

Entrevista

Los tipos de estudios de casos más útiles en esta modalidad de evaluación son: el
estudio evaluativo y el que se da en la investigación. Según Stenhouse, las fases a
seguir son:

 La selección de casos y el acceso a la negociación.


 El trabajo de campo.
 La organización de registros.
 La elaboración del informe.

Investigación cualitativa

Esta metodología tiene un carácter transversal, por cuanto afecta prácticamente a todos
los métodos citados, ya que bajo tal denominación se puede incluir una gama de
métodos concretos cuyo común denominador sería el no tratar los datos desde una
perspectiva exclusivamente analítica o numérica.

Miles y Huberman (1984) han sistematizado los fundamentos y los procedimientos de


análisis y han avanzado en la potencia de este enfoque investigador en relación con
la generalización de los resultados, para lo cual se requiere asegurar la calidad del
diseño evaluativo, así como verificar la coherencia y cohesión de los datos contenidos
en el discurso.

Algunas de las técnicas concretas utilizadas en las diversas formas de investigación


cualitativa son:
 Examen de documentos (diarios, memorias…).
 Registro de formulaciones del discurso oral (en entrevistas, discursos, sesiones
de evaluación…).
 Observación de la práctica.
 Análisis realizados a través de la observación participante.
 Autoevaluación mediante procedimientos determinados por los propios sujetos.

Triangulación

Consiste en una combinación multimetódica, que permite diversos enfoques para


investigar un fenómeno determinado.

A través de la triangulación se pueden interpretar fenómenos de carácter relacional e


interactivo, que tienen lugar en las asociaciones entre el proceso objeto de evaluación,
el método de análisis e interpretación, y la visión personal del evaluador/investigador
(Denzin, 1990).

Niveles de evaluación

NIVELES DE EVALUACIÓN
EVALUACIÓN

Se evalúa para valorar qué tal ha salido, en términos generales,


Nivel 1
la acción formativa.

Se evalúa para valorar distintos aspectos de la acción


Nivel 2
formativa.

Nivel 3 Se evalúa para averiguar y valorar lo que se ha aprendido.

Nivel 4 Se evalúa para reajustar nuestras acciones formativas.

Nivel 5 Se evalúa para valorar la utilidad real de lo aprendido.

Se evalúa para averiguar y valorar el impacto de la acción


Nivel 6
formativa.

Nivel 1

Se está en un nivel 1 de evaluación cuando se evalúa para averiguar qué tal ha salido, en
términos generales, una acción formativa (Casellas López, 2003).

 Qué se evalúa: en este nivel se recogen impresiones generales sobre la acción


formativa. Se queda en el plano de las sensaciones, sin analizarlas, ni intentar
objetivarlas. En cierto modo, se está midiendo el grado de satisfacción.
 Cuándo se evalúa: parece evidente que una evaluación de este tipo se suele
realizar al finalizar la acción formativa: es entonces cuando se siente la
necesidad de saber qué tal ha salido. Pero también se hace durante ella: en los
descansos, las horas de la comida, los minutos finales de cada sesión. Se
intentará recoger la sensación que tienen los participantes, se
necesita feedback.
 Quién evalúa: este tipo de evaluación puede ser realizada por los participantes y
por los formadores.
 Cómo se evalúa: habitualmente se realiza sin ningún tipo de sistematización.

Nivel 2

Se está en un nivel 2 de evaluación cuando se evalúa para valorar distintos aspectos de


una acción formativa (Casellas López, 2003).

De alguna manera, se toman las sensaciones que se recogen en el nivel 1 y se analizan,


descomponiendo esa sensación general sobre la acción formativa en valoraciones
parciales sobre los distintos elementos que la configuran.

A su vez, esas valoraciones parciales pueden servir para plantear hipótesis sobre cuáles
son las razones por las que una acción ha salido bien o mal, y qué elementos se tendrían
que modificar para mejorarlas.

 Qué se evalúa: se sigue evaluando la satisfacción de las personas del grupo con
la acción formativa e introduciendo algunos elementos de evaluación de la
calidad de la acción. Se distinguen los siguientes: el formador, la metodología
empleada, los contenidos, la documentación, el aula, aspectos temporales, el
grupo, la realización de la o las acciones, los costes, etc. Pero una verdadera
evaluación de la calidad requiere que se llegue al nivel 3, a preguntarse por los
aprendizajes que han producido.
 Cuándo se evalúa: las evaluaciones que alcanzan este nivel suelen realizarse al
finalizar las acciones formativas. Sin embargo sería perfectamente posible
aplicar este tipo de análisis durante el desarrollo de las mismas, de modo que
permitiera reajustarlas sobre la marcha.
 Quién evalúa: aunque lo más habitual es que en estas evaluaciones se recoja el
punto de vista de los participantes en la acción, es importante complementar
esta visión con la del propio formador: en algunos aspectos se centra en el reino
de la autoevaluación.
 Cómo se evalúa: es importante incorporar valoraciones de carácter más
cualitativo a las medidas cualitativas. Es conveniente combinar el número (la
cantidad, la intensidad) con la palabra (la cualidad, los matices) a la hora de
evaluar los distintos aspectos de las acciones formativas.
Nivel 3

Se está en un nivel 3 de evaluación cuando se evalúa para averiguar y valorar lo que han
aprendido los participantes en una acción formativa. Si se alcanza este nivel es porque
se ha asumido que la satisfacción no es un indicador suficiente del aprendizaje (aunque
tal vez sea necesario) (Casellas López, 2003).

La llegada a este nivel representa un verdadero cambio en el enfoque de las


evaluaciones: se empieza a preguntar si realmente se ha conseguido algún resultado.

Qué se evalúa: con este nivel se termina, de momento, de evaluar la calidad de una
acción formativa: esta calidad no puede existir si no hay aprendizajes. Para moverse en
este nivel es preciso que se miren los aprendizajes desde distintos puntos de vista. Por
un lado, se debe tener en cuenta si se han cumplido los objetivos de aprendizaje
previstos, ya sean cognitivos, procedimentales o actitudinales. Por otro lado, se debe
indagar qué otros aprendizajes no previstos se han producido a los largo de la acción
formativa.
Cuándo se evalúa: aunque puede parecer que lo más lógico sería hacer esto al final, sin
embargo, evaluar los aprendizajes de manera continuada a lo largo de todo el proceso
convierte la evaluación en una herramienta más de aprendizaje.
Cómo se evalúa: es fundamental que los participantes en una acción formativa
protagonicen la evaluación de sus propios procesos de aprendizaje. Sin embargo, el
verdadero reto de las evaluaciones debería incorporar criterios más objetivos. Para ello,
hay que intentar sistematizar algunas formas de hacer que es posible que se hayan
utilizado. La evaluación de los distintos aspectos del aprendizaje (cognitivos,
procedimentales y actitudinales) pueden requerir distintos tipos de técnicas para su
evaluación.
Quién evalúa: la evaluación de los aprendizajes debe ser una responsabilidad
compartida entre formador y participante en la acción. En última instancia, sería
deseable que cada persona que se adentra en un proceso formativo lograse ser el árbitro
de su aprendizaje. Pero en esta tarea, el y la formadora deben jugar también un papel
central, aportando otros posibles criterios de valoración y un punto de vista externo que
sirva de contraste a la autopercepción de cada participante. A ambos actores de las
acciones formativas, hay que añadirles la persona que coordina. Y otro posible agente
de la evaluación puede ser el grupo.
Preguntarse acerca del resultado

Nivel 4

Se está en un nivel 4 de evaluación cuando se evalúa para reajustar una acción


formativa (Casellas López, 2003).

Alcanzar este nivel de evaluación supone adentrarse en el terreno de las verdaderas


evaluaciones porque se introduce el componente prospectivo, se hace pensando en el
futuro.

 Qué se evalúa: lo que se evaluará en este nivel será básicamente los diferentes
aspectos de una acción formativa y los aprendizajes alcanzados. Evaluar en este
nivel, también significa, que quienes participan en la acción adecuen de forma
permanente su proceso de aprendizaje en función de las evaluaciones que de él
van realizando.
 Cuándo se evalúa: en la medida en que se piensa en la evaluación como motora
de los reajustes de las acciones, cobra sentido y se hace necesario evaluar al
final de la acción formativa y durante el desarrollo de la misma. Es aquí cuando
el proceso de evaluación-formación despliega todas sus potencialidades,
gracias a la retroalimentación continua que genera el sistema de evaluación
creado. Para que esto sea verdaderamente eficaz se deberá elegir con mimo los
momentos más adecuados para recoger información, de manera que ésta
permita introducir cambios.
 Quién evalúa: cada posible agente de evaluación (formador, coordinadora,
participantes en la acción) utiliza la información recogida para reajustar los
procesos de los que es responsable. Así el formador o la coordinadora
modificarán, durante o al final de la acción, el diseño de la misma. Mientras que
cada participante podrá reajustar su proceso de aprendizaje sobre la marcha.
 Cómo se evalúa: en este nivel la evaluación se entremezcla de tal modo con la
acción formativa que se podría hablar de cómo conseguir una adecuada
comunicación y un adecuado manejo del grupo formativo. Esta función
de feedback debe estar presente en cada momento de la acción.
Nivel 5

Se está en un nivel 5 de evaluación cuando se evalúa para valorar la utilidad real de los
aprendizajes adquiridos.

Se está aquí cuando se ve que quizás todo lo que se cree conseguir con las acciones no
tiene una verdadera repercusión en la vida, en el quehacer de quienes participan en ellas
(Casellas López, 2003).

 Qué se evalúa: en este nivel se debe prestar atención a las aplicaciones


concretas que quienes participan en la acción han dado o están dando a los
aprendizajes que adquieren en ella. Esto significa prestar especial atención a
aspectos procedimentales, es decir, esa utilidad que se quiere evaluar se debe
observar en formas de hacer concretas. Sin embargo, no se debe olvidar rastrear
cómo las ideas descubiertas y elaboradas en el proceso formativo están
influyendo en la práctica de cada participante, y cómo se manifiestan sus nuevas
actitudes.
 Cuándo se evalúa: no es preciso dejar este tipo de evaluación para después de
la acción formativa. Al contrario, se puede ir contrastando la utilidad de los
aprendizajes durante el curso de la acción. En otras ocasiones, sin embargo, lo
que puede ser conveniente es hacer un seguimiento durante un período
relativamente largo tras la acción formativa.
 Quién evalúa: aquí es aún más importante el punto de vista de quien ha
participado en la acción, que es quien realmente puede valorar la utilidad de lo
aprendido. El punto de vista del formador pasa a ser menos relevante, aunque
puede servir de criterio para valorar si realmente se está aplicando lo aprendido.
En este nivel, pueden aparecer nuevos actores de la evaluación: las
organizaciones a las que pertenecen los participantes en la acción y las personas
a las que éstas dirigen su trabajo.
 Cómo se evalúa: lo ideal sería que en este nivel, se contase con una medición de
la línea base de la que parte cada participante en la acción y también, que tanto
esa línea como la evaluación de la utilidad de los aprendizajes, se realizara in
situ, observando a cada persona en el medio natural en el que desarrolla su
actividad.

Nivel 6

Se está en un nivel 6 de evaluación cuando se evalúa para valorar el impacto de la


acción formativa sobre ciertos aspectos de la realidad social (Cosellas López, 2003).

Quien se adentra en este nivel es porque en algún momento se ha planteado que los
efectos de las acciones formativas no terminan con el cumplimiento de los objetivos de
aprendizaje, porque entiende la formación en un contexto más amplio de
transformación social.
 Qué se evalúa: se puede tomar como referencia de esta evaluación tanto los
cambios que ya se tuvieran previstos como otros posibles impactos que
pudieran haber sido provocados por la acción. Es importante tener en cuenta si
las características de la acción formativa que se va a evaluar permiten que se
esté en el nivel 6.
 Cuándo se evalúa: el carácter de lo que se está intentando evaluar en este nivel,
hace que se trabaje con períodos de tiempo más largos de lo habitual.
 Quién evalúa: la complejidad metodológica de este tipo de evaluación puede
hacer que se tecnifique en exceso, dejándola únicamente en manos de expertos
y expertas. Entre las personas implicadas en los cambios deben estar el grupo
de participantes en la acción formativa. Al hacer una evaluación de este tipo, se
supone que ha sido el engranaje que ha permitido convertir la acción formativa
en una herramienta de transformación social.
 Cómo se evalúa: evaluar en el nivel 6 es, sin duda, especialmente complejo, tanto
que se podría cuestionar si realmente es posible. Las ciencias sociales han
desarrollado suficientes y adecuados instrumentos como para que se pueda
valorar, no ya la relación causa-efecto entre las acciones formativas y los
cambios en una determinada realidad social, sino su posible influencia en ell os.

Evaluación realizada por expertos

Los estilos de comunicación tendrán mucha relación con nuestras habilidades sociales.
Por eso, debemos conocer cuáles son nuestras conductas y las del resto de
componentes del grupo, cómo podemos identificarlas, y reconocer qué conductas
queremos adquirir.
Estilos de comunicación

Las habilidades sociales son un conjunto de conductas emitidas por una persona en un
contexto interpersonal. Expresan sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos
de esa persona, de un modo adecuado a la situación, respetando las conductas de los
demás y resolviendo de inmediato los problemas surgidos en una situación
determinada, minimizando la probabilidad de futuros problemas. Nuestras conductas
pueden ser:

Conducta Pasiva. Transgredir los propios derechos al no ser capaz de expresar


abiertamente sentimientos, pensamientos y opiniones, o al expresarlos de una manera
derrotista, con disculpas, con falta de confianza, de modo que los demás puedan no
hacerle caso.

 Comportamiento no verbal: ojos que miran hacia abajo, voz baja, gestos
desvalidos, negando importancia a la situación, postura hundida, se retuerce las
manos, tono de voz vacilante o de queja, risas “falsas”.
 Conducta verbal: "Quizás", “supongo”, “me pregunto si podríamos”, “¿no crees
que…?”, “eh”, “bueno”, “realmente no es importante”, “no te molestes”, etc.
 Efectos: conflictos interpersonales, depresión, desamparo, autoimagen pobre, se
hiere a sí mismo, pierde oportunidades, tensión, se siente sin control, soledad, no
se gusta a sí mismo ni a los demás, se siente enfadado.
Conducta Asertiva. Expresa de forma directa los propios sentimientos, deseos,
derechos legítimos y opiniones, sin amenazar o castigar a los demás y sin violar los
derechos de esas personas.
 Comportamientos no verbales: contacto ocular directo, gestos firmes, mensajes
en primera persona, verbalizaciones positivas, respuestas directas a la situación,
manos sueltas.
 Conducta verbal: “pienso”, "siento", "quiero", "hagamos", "¿cómo podemos
resolver esto?", "¿qué piensas?", "¿qué te parece?", etc.
 Efectos: resuelve los problemas, se siente a gusto con los demás, se siente
satisfecho/a, se siente a gusto consigo mismo/a, relajado/a, se siente con
control, crea y fabrica la mayoría de las oportunidades, se gusta a sí mismo/a y
a los demás, es bueno para sí y para los demás.
Conducta Agresiva. Defiende sus derechos y expresa sentimientos, opiniones y
pensamientos de manera inapropiada e impositiva, transgrediendo los derechos de los
demás.
 Comportamiento no verbal: gestos hostiles o amenazantes, miradas intensas y
desafiantes, voz alta, habla rápida y fluida, ataques físicos, posturas
intimidadoras….
 Conducta verbal: "harías mejor en…", "si no tienes cuidado…", "debes estar
bromeando…", "deberías", etc.
 Efectos: conflictos interpersonales, culpa, frustración, imagen pobre de sí
mismo/a, hiere a los demás, pierde oportunidades, tensión, se siente sin control,
soledad, no le gustan los demás, se siente enfadado….

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