Obtiene Resolucion
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Expediente: 32406-2019-65-AL
Departamento: Chuquisaca
Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público en su contra, los
Fiscales de Materia asignados al caso, ampliaron la imputación formal en su
contra el 13 de noviembre de 2019, atribuyéndoles la presunta comisión de los
delitos de corrupción, incumplimiento de deberes, conducta antieconómica y
delitos electorales, solicitando la aplicación de la medida cautelar de detención
preventiva contra sus personas; sin embargo, dicho requerimiento carecía de
fundamentación, respecto a la probabilidad de autoría, al no describir los
supuestos fácticos, la conducta realizada respecto a cada delito y mucho menos
fundamentaron jurídicamente a cual de las modalidades comitivas de cada uno de
estos delitos atribuidos hubieran adecuado su accionar de manera individual,
sustituyendo esa motivación con la cita del informe preliminar de la Organización
de Estados Americanos (OEA).
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Ante ello en la audiencia cautelar reclamaron a la Jueza de Instrucción
Anticorrupción y Contra la Violencia Hacia la Mujer Segunda del departamento de
Chuquisaca, la falta de fundamentación de la probabilidad de autoría en la
ampliación de imputación formal, así como la no concurrencia de los supuestos
previstos en el art. 235 del Código de Procedimiento Penal (CPP), debido a que no
existían elementos objetivos que demuestren esas conductas; no obstante, en
virtud a lo solicitado por los representantes del Ministerio Público, la Juez a quo
mediante Auto interlocutorio 14 de igual mes y año, dispuso su detención
preventiva, razón por la cual plantearon de manera oral, recurso de apelación
contra dicho Auto, el mismo que fue radicado en la Sala Penal Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca a cargo del Vocal Hugo Michel
Lescano −ahora demandado−, quien resolvió a través del Auto de Vista 415/2019
de 28 de noviembre, declarando la procedencia parcial de los recursos de
apelación incidental interpuesto por su defensa técnica, revocando parcialmente la
resolución apelada, teniendo por no concurrente en la conducta de ambos
imputados el peligro de obstaculización contenido en el art. 235.2 del CPP, con
base a los fundamentos expuestos en las partes considerativas, manteniéndose en
todo lo demás la resolución apelada, así como su detención preventiva.
Asimismo la competencia del Tribunal de alzada de acuerdo al art. 398 del citado
Código, se limita a resolver los motivos y argumentos de impugnación que las
partes cuestionan respecto a la resolución de Juez a quo; sin embargo, en el
presente caso respecto a su recurso de apelación interpuesto por Ernesto Solíz
Bejarano ahora accionante, con relación al art. 235.1 del mencionado Código, se
avocó a cuestionar la errónea interpretación de dicha norma en sentido de que la
misma prescribía esos supuestos en tiempo presente, no siendo válidas las
afirmaciones de “ estando en libertad el imputado puede influir“, y en segundo
orden de que no existía elemento objetivo que demuestre que influyó, en tiempo
presente en algún testigo para perjudicar la investigación.
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art. 398 del citado Código, al apartarse del marco de su competencia, porque no
podía fallar sobre aquello que no fue fundamentado como causal de detención,
menos discutido ante la Jueza a quo, siendo el supuesto de obstaculización
deducido por el Juez a quem, ilegal arbitrario a su propio antojo y capricho, pues
ni siquiera en la ampliación de la imputación formal del Ministerio Público,
resolución que es la base para el exámen de los supuestos de detención
invocados ante el Juez inferior, había fundamentado dicha situación como riesgo
procesal previsto en el art. 235.1 del mencionado Código.
I.1.3. Petitorio
Hugo Michel Lescano, Vocal de la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental
de Justicia de Chuquisaca, no se hizo presente en audiencia; sin embargo, remitió
informe escrito de 20 de diciembre de 2019, cursante de fs. 102 a 104 vta., en el
que señaló: 1) Mediante Auto de Vista 415/2019, declaró la procedencia parcial
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del recurso de apelación presentado por los imputados, dando respuesta a todos
los puntos planteados, no siendo evidente que se hubiera vulnerado el derecho a
la defensa; 2) El reclamo con relación a la falta de fundamentación de la
imputación formal, solo lo hizo el imputado Ernesto Solíz Bejarano a través de su
abogado, no siendo apelado ni reclamado este aspecto por la coimputada Cira
Gabriela Torres Tejada; 3) El señalado Auto de Vista, resolvió el primer motivo de
apelación del imputado Ernesto Solíz Bejarano respecto a la falta de
fundamentación de la imputación formal, señalando que: i) En el caso concreto,
la defensa del imputado, acusa que la imputación formal presentada por el
Ministerio Público carecería de fundamentación, y que la Jueza a quo no habría
resuelto este cuestionamiento; al respecto su tribunal consideró que la Jueza de
primera instancia, no tenía por qué referirse sobre dicho extremo, debido a que el
incidente de nulidad de imputación formal por falta de fundamentación, no puede
ser planteado ni debatido en la audiencia de medida cautelar mucho menos
pretender que los mismos estén contenidos en la resolución que dispone, modifica
o rechaza una medida cautelar de carácter personal, correspondiendo presentar
un incidente independiente que ataque en concreto la imputación formal,
conforme lo sostuvo el Tribunal Constitucional Plurinacional, que determinó que
no es posible cuestionar la falta de fundamentación en la imputación formal en la
audiencia cautelar, teniendo que presentarse un incidente aparte, ya que el
fundamento o no de la probabilidad de autoría, será considerada por la Juez a
quo, al momento de analizar sobre la aplicación o no de una medida cautelar; por
lo que, la falta de pronunciamiento resulta inocua; ii) Respecto al reclamo de la
falta de fundamentación sobre la probabilidad de autoría, de conformidad a lo
dispuesto por el art. 233.1 del CPP, se necesita elementos de convicción
suficientes para sostener que el imputado es con probabilidad autor o participe de
los hechos punibles atribuidos provisionalmente, en el caso concreto se tiene que,
revisada la resolución apelada, su Tribunal consideró que, si bien la exposición no
es ampulosa, la misma es entendible, teniendo la suficiente fundamentación,
debido a que la Jueza a quo, expuso los argumentos por los cuales consideró
respecto a cada delito imputado, porque los ahora imputados son con
probabilidad autores de los delitos de incumplimiento de deberes, conducta
antieconómica y delitos electorales, debido a que dicha Jueza inferior en su
resolución fundamentó que: Respecto al delito de incumplimiento de deberes el
ahora imputado omitió cumplir su deber como Vocal del Tribunal Departamental
Electoral, que disponía concluir los actos eleccionarios, autorizando a los
Tribunales Departamentales Electorales la utilización de imágenes digitales,
omitiendo el ahora imputado su deber, al utilizar en el cómputo de votos,
fotografías de actas faltantes a tiempo de realizar el recuento de los mismos,
resolviendo la Jueza a quo, que una resolución del Tribunal Supremo Electoral, no
puede estar por encima de lo que establece la Ley, debido a que el deber del
ahora imputado, era administrar y ejecutar el proceso electoral de manera
adecuada y desarrollando el cómputo de votos tomando en cuenta sólo el
contenido de las actas electorales y no fotografías de actas; razonamiento, que
tiene sustento en el argumento de los representantes del Ministerio Público,
quienes indicaron que el imputado omitió cumplir actos propios de sus funciones,
al incumplir la Ley del Órgano Electoral Plurinacional −Ley 018 de 16 de junio de
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2010−, respecto a los arts. 31, 37 y 38, así como la Ley del Régimen Electoral
−Ley 026 de 30 de junio de 2010−, en su art. 175; iii) Para el reinicio del
cómputo no se informó este acto, no obstante de que tiene que ser un acto
público; por lo que, consideró que existe una adecuada fundamentación; y,
iv) Respecto al delito de conducta antieconómica, se tiene que esta omisión en el
cumplimiento de su deber ocasionó que el proceso electoral quede sin efecto, y
como lo precisó la Jueza a quo, al haberse erogado gastos en la realización de
éste, se perdió todo ese dinero, debido a que los Vocales electorales (entre ellos
el ahora imputado), son los responsables directos de administrar y ejecutar el
proceso electoral; por lo que se tiene que, el imputado al ser servidor público y
estando en un cargo de responsabilidad del Tribunal Departamental Electoral, por
la mala administración del proceso electoral, indudablemente causó daño al
patrimonio de dicho Tribunal; razón por la cual consideró que la Jueza de primera
instancia realizó una adecuada fundamentación; 4) Con relación a los delitos
electorales, se tiene como lo explicó la Jueza a quo, que el ahora imputado (como
Vocal en ese entonces), junto con los otros ex Vocales del Tribunal Departamental
Electoral, utilizaron documentos falsificados para fines electorales, debido a que
consta que utilizaron las fotografías de actas faltantes, no obstante de que la
norma obliga a que se verifique en físico la actas originales o dos copias que
hacen una original, consiguientemente modificaron los elementos de prueba como
son los documentos necesarios para el cómputo de votos; 5) Respecto a la
manipulación informática, se tiene que, la Jueza inferior fundamentó que el ahora
imputado como uno de los responsables del Tribunal Departamental Electoral
(Vocal en ese entonces ), en el cómputo de votos, introdujo datos falsos en una
fuente oficial (base oficial), tomando en cuenta fotografías y no actas originales,
modificando de esa forma los datos verdaderos; en virtud, a dicho argumentos,
consideró que existe una adecuada fundamentación respecto a los suficientes
elementos de convicción que sustentan la probable autoría respecto al imputado;
por lo que, dicho motivo de apelación fue declarado improcedente; 6) Respecto a
Ernesto Solíz Bejarano, quien reclamó sobre la falta de fundamentación en la
imputación formal sobre la probabilidad de autoría, se consideró como establece
la jurisprudencia constitucional, que este reclamo debió realizarse en un incidente
aparte, debido a que ante un cuestionamiento de la falta de fundamentación en la
imputación formal, será la Jueza a quo, quien dentro del control jurisdiccional que
ejerce, analizará si el pedido de la medida cautelar de la detención preventiva está
o no debidamente fundamentada, lo que involucra que la Jueza de primera
instancia habría tomado convicción de la existencia de suficientes elementos de
convicción tanto de probabilidad de autoría o participación y la concurrencia de los
peligros procesales; circunstancia, que no fue planteada como incidente ante la
Jueza de control jurisdiccional, sino como un “reclamo”, el cual fue resuelto; y,
7) En la audiencia cautelar fue la Jueza de la causa, quien analizó la concurrencia
de los requisitos para la procedencia de la detención preventiva; por el contrario,
si los ahora accionantes hubieran planteado su incidente con estos argumentos
ante dicha autoridad, este incidente habría sido resuelto por la misma, resolución
que pudo haber sido apelada en apego al procedimiento establecido; por lo
expuesto, consideró que no se vulneró el derecho a la defensa de los ahora
accionantes.
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I.2.3. Terceros Intervinientes
Jorge Sindulfo Romay Pulido, Nelson Willy Gumiel Cassis, Dante Romay Ortega,
Mariana Amparo Tinoco Frías y Daniel Fernández Murillo, Fiscales de Materia, en
audiencia señalaron que: Se debe tomar en cuenta el art. 125 de la CPE, al
momento de plantear la acción de libertad, debiendo acreditar que su vida está en
peligro, que es perseguido o indebidamente procesado; asimismo, se debe
analizar la solicitud del Ministerio Público que no solamente se debe remitir a la
imputación formal, puesto que se tiene la fundamentación en audiencia,
teniéndose esta situación en este caso. Los fundamentos fueron claros y amplios
en la audiencia de medidas cautelares con respecto a la autoría y los riesgos
procesales, misma que fue apelada en audiencia , ahora bien la Sentencia
Constitucional invocada no se puede aplicar a las actuales modificaciones
realizadas por la Ley 1173, ese es el análisis que se tiene que tomar en cuenta
según el art. 125 de la CPE, estamos en un nueva línea o nomenclatura que
establece nuevos principios como la oralidad, celeridad, etc, si existía un reclamo
respecto a la fundamentación debió ser tramitada independientemente, no así en
la probabilidad de la autoría, estos aspectos fueron valorados por el Juez a quo;
en consecuencia, la imputación se encuentra debidamente fundamentada en el
grado de participación y la conducta; puesto que, los imputados en su calidad de
Vocales Electorales propiciaron el traslado del cómputo final a la población de
Zudañez, donde autorizaron que el mismo se realice en base a fotografías y no en
virtud a las actas; además, contraviniendo la ley electoral ordenaron que se
nombre un Secretario de Cámara en calidad de consultor en línea; finalmente, se
modificó y adulteró el cómputo, estos hechos generaron un daño económico al
Estado al provocar la nulidad de un proceso electoral; por lo que, el Juez a quo y
el Vocal coincidieron en determinar que la imputación fue debidamente
fundamentada, de igual forma con relación al segundo punto respecto al art. 235
del CPP, señalaron que los imputados con su comportamiento entorpecerán la
averiguación de la verdad, estando todos los requisitos cumplidos;
consiguientemente, no se vulneraron los derechos invocados.
I.2.4. Resolución
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de la resolución, sea de manera directa sin sustanciación de audiencia; con los
siguientes fundamentos: 1) Con relación a la falta de resolución del reclamo de
carencia de fundamentación de la imputación formal, el principio de imputación
necesaria o principio de certeza de imputación, se constituye en una exigencia del
debido proceso, por tanto la atribución de un hecho criminoso sin observar dicho
principio implica perse la restricción al derecho a la defensa; en ese sentido, una
imputación formal para ser precisa contiene de forma suficiente lógica y conexa
tres elementos imprescindibles, como son el o los hechos, la calificación jurídica, y
los elementos indiciarios; ahora bien, conforme la SCP 0846/2012 de 20 de
agosto, los fundamentos jurídicos que observa el estándar jurisprudencial más
alto, cuando se plantea un incidente de nulidad de imputación, antes de asumirse
una decisión judicial respecto a una aplicación de medida cautelar, dicho incidente
debe ser resuelto con carácter previo, incluso cuando sea presentado en audiencia
cautelar, pues un entendimiento contrario restringiría y limitaría el derecho a la
defensa, por cuanto conforme se indicó la imputación formal se constituye en la
base de la defensa y de la tramitación del proceso penal y por ende de la
aplicación de alguna medida cautelar; es decir, que la imputación formal reviste
una trascendental importancia en lo que se refiere a la aplicación de una medida
cautelar, pues si la imputación es declarada nula, así también devendrá en nula la
medida cautelar, conforme lo estableció la SCP 0178/2014 de 30 de enero; 2) De
la lectura de la resolución del Tribunal de alzada, advirtió que sí se resolvió el
agravio referido a la falta de fundamentación de la imputación formal; sin
embargo, a tiempo de ser resuelto se sostuvo, que la Jueza a quo, no tenía la
obligación de referirse al cuestionamiento en relación a dicho agravio, pues el
incidente de nulidad de imputación no puede ser presentado en audiencia de
medida cautelar, debiendo hacérselo de manera independiente en otro momento
procesal; dicho argumento, resulta ciertamente arbitrario y restrictivo, por cuanto no
utilizó el estándar jurisprudencial más alto referido a la resolución de dicho incidente
que fue desarrollado en los fundamentos jurídicos de la SCP 1064/2016-S2 de 24 de
octubre, que señaló que este tipo de incidente al ser de tal trascendencia debe ser
resuelto de manera preferente y con carácter previo a cualquier aplicación de
medida cautelar; si bien, es cierto que el argumento expuesto por la autoridad
demandada resulta arbitrario, no se debe dejar de lado que lo denunciado por los
accionantes no lo realizaron mediante un incidente, sino mediante un “reclamo”
que no podría tener como efecto la nulidad de la imputación; 3) Se debe precisar
que lo denunciado respecto a la falta de fundamentación de la imputación formal
está referido intrínsicamente al presupuesto material de la detención preventiva;
es decir, a la concurrencia del art. 233.1) bis del CPP, el cual fue debatido en
audiencia cautelar, analizado y fundamentado por la Jueza a quo a tiempo de
emitir su resolución; por otra parte, también se pudo corroborar que otro de los
motivos de apelación de los accionantes fue justamente el reclamo en relación a
este aspecto, el cual fue resuelto por el Tribunal de alzada; sin embargo, el
accionante en la presente acción no impugnó nada en absoluto, respecto a la
resolución de este agravio, lo que dio a entender su conformidad; 4) Se debe
tomar en cuenta la jurisprudencia constitucional referida a la relevancia
constitucional, que establece que debe analizarse si la falta de fundamentación o
fundamentación arbitraria de la resolución que se esta cuestionando tendrá efecto
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modificatorio en el fondo de la decisión, pues si no fuese así, la tutela concedida
únicamente tendría como efecto el que se pronuncie una nueva resolución con el
mismo resultado; último extremo que en el caso de Autos acontecería, pues al no
existir un incidente no habría posibilidad de la nulidad de ninguna resolución; por
otra parte, el reclamo de la falta de fundamentación de la imputación formal se
refiere básicamente a los presupuestos y concurrencia del art. 233.1 del citado
Código, mismo que en las resoluciones emitidas fue fundamentado, argumentos
contra los cuales los accionantes no denunciaron nada, en tal sentido, anular la
resolución ahora impugnada, por el argumento arbitrario identificado, solo daría
lugar a que se vuelva a emitir una resolución en el mismo sentido, por cuanto, el
“reclamo” respecto a la imputación formal, así fuese resuelto favorablemente, no
cambiaría la medida cautelar dispuesta; y, 5) En relación a la fundamentación del
art. 235.1 del CPP, de la lectura de la imputación formal, del Auto interlocutorio y
el Auto de Vista ahora confutado, se llegó al pleno convencimiento que resulta
cierto lo enunciado en relación a la fundamentación arbitraria del Auto de Vista
dictado, pues la autoridad demandada dio por concurrente el riesgo procesal de
peligro de obstaculización, afirmando acciones o conductas que hubieran sido
realizadas por los imputados, cuando en realidad dicho riesgo debe fundarse en
posibles acciones de obstaculización con base a los supuestos establecidos en el
art. 235.1 del mencionado Código; sin embargo, en el caso de autos, existe una
confusión en la resolución emitida, pues se confunde los hechos por los cuales
están siendo investigados los imputados, con los riesgos procesales que podrían
generar para la investigación; en el caso particular, que los imputados hubieran
supuestamente podido modificar los votos, mediante la utilización de fotografías
de actas etc; (esos hechos son los investigados y de los cuales podría surgir su
responsabilidad penal); empero, esos mismos hechos no pueden ser
simultáneamente circunstancias que determinen el riesgo procesal del art. 235.1
del citado Código; toda vez que, bajo esa lógica se estaría entremezclando la
probable comisión del hecho con riesgos procesales, últimos que en si debe ser
dados por acreditados, cuando se tengan elementos ciertos de acciones a futuro
que puedan obstaculizar las investigaciones; es decir, de elementos objetivos y
razonables que sustente un posible comportamiento obstaculizador presente a
futuro del imputado o imputados, pues las medidas cautelares en relación a la
obstaculización están destinadas y tiene un fin procesal de precautelar a
investigación, pero para dar por concurrentes cualquiera de las circunstancias
descritas en el art. 235 del mencionado Código, la fundamentación no debe ni
puede estar basada en el hecho atribuido (pues sino se estaría ingresando en la
confusión con el art. 233.1 del CPP, pues la fundamentación estaría en relación a
este) ni solamente en acciones obstaculizadoras que ya fueron cometidas, sino
principalmente sobre posibles nuevas acciones que impidan o entorpezcan la
averiguación de la verdad, de ahí que a efectos de evitar ello, el jugador debe
considerar que medida cautelar personal es la mas idónea para evitarlo, pero
siempre y con carácter previo, analizando mediante la sana crítica, la
razonabilidad y elementos objetivos mínimos, que le hagan presumir de manera
objetiva que el imputado observará o realizará alguna de las acciones negativas
descritas en el art. 233.1 del CPP, aspecto que en el caso concreto, deberá
analizarse correctamente a tiempo de verificar si este riesgo esta debidamente
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acreditado para lo cual tampoco es permisible en vía de una complementación de
fundamentación del Juez de primera instancia, establecer hechos o acciones no
alegadas por el Ministerio Público y que la defensa no hubiese podido tener la
oportunidad en el contradictorio de desvirtuarlas; es decir, que en alzada en
virtud del principio de favorabilidad del imputado en materia penal, es viable
establecer ciertos hechos no considerados por el Juez a quo, por en tanto y en
cuanto puedan favorecerle al imputado a efectos de que su libertad no sea
indebidamente privada; empero, nunca de manera contraria, último extremo que
debe ser considerado por la autoridad demandada.
II. CONCLUSIONES
II.1. Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público contra Ernesto
Solíz Bejarano y Cira Gabriela Torres Tejada –ahora accionantes– por la
presunta comisión de los delitos de incumplimiento de deberes, conducta
antieconómica y delitos electorales, la Jueza de Instrucción Anticorrupción y
Contra la Violencia Hacia la Mujer Segunda del departamento de
Chuquisaca, mediante Auto Interlocutorio de 14 de noviembre de 2019,
dispuso la detención preventiva de los imputados; Resolución, que fue
recurrida en apelación (fs. 25 a 28 vta.).
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imputación, el cual debió plantearse de manera separada, para poder
cuestionar la imputación formal emitida por los representantes del Ministerio
Público; y, ii) La autoridad jurisdiccional ahora demandada, incrementó el
riesgo procesal establecido en el art. 235.1 del CPP, incorporando en su
fundamentación hechos que no fueron alegados por los representantes del
Ministerio Público, tampoco fueron debatidos en la audiencia cautelar y no
fueron parte de la resolución de la Jueza de primera instancia.
En consecuencia, corresponde verificar si lo alegado es evidente y en su caso, si
corresponde conceder o denegar la tutela solicitada.
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causa, y no pretender su tutela en el ámbito constitucional, cuando los
reclamos no fueron activados oportunamente, habida cuenta que no
puede utilizarse para salvar la negligencia de la parte accionante.
Entendimiento que fue asumido también por las SSCC 0200/2002-R,
0414/2002-R, 1865/2004-R, 0619/2005-R y 0057/2010-R, entre otras”.
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normas legales aplicables y la descripción clara y objetiva de los
elementos de convicción concurrentes’.
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Los impetrantes de tutela activaron la presente acción de libertad
acusando que con la emisión del Auto de Vista 415/2019, la autoridad
jurisdiccional ahora demandada vulneró el debido proceso en su elemento
fundamentación que está vinculada a sus derechos a la libertad y a la
defensa; toda vez que, en audiencia de medidas cautelares denunciaron la
falta de fundamentación de la imputación formal; sin embargo, la Jueza
de primera instancia, no habría resuelto dicha denuncia, razón por cual
interpusieron recurso de apelación incidental contra el Auto interlocutorio
que dispuso su detención preventiva; empero, el Vocal ahora demandado
tampoco hubiese resuelto dicho agravio, convalidando la actuación de
la Jueza a quo, al considerar que se debió interponer un incidente de
nulidad de imputación de manera separada para poder cuestionar la
imputación formal emitida por los representantes del Ministerio Público;
asimismo, a decir de los impetrantes de tutela el Vocal demandado de
manera arbitraria e ilegal dio por acreditado el riesgo procesal
establecido en el art. 235.1 del CPP, incorporando en su
fundamentación hechos que no fueron alegados por los Fiscales de
Materia asignados al caso en su imputación formal, tampoco fueron
debatidos en la audiencia cautelar y no formaron parte de la resolución
de la Jueza de la causa.
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vulneratorio al debido proceso debe constituirse en causa directa de
supresión o restricción al derecho a la libertad; y, 2) Hubiese existido
absoluto estado de indefensión.
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e inmediatez que son propios de la administración de la justicia ordinaria;
toda vez que, sería innecesario hacer un trámite reiterado, cuando el
Tribunal de alzada también está revestido de todas las facultades para
administrar justicia, a la par del inferior que generó la resolución
impugnada, debido a que al tratarse de medidas cautelares, su
tramitación debe ser célere en todo momento; por lo que, con mayor
razón le corresponde al Tribunal de apelación, pronunciar un fallo
motivado. “En esta línea, supliendo esta falta de fundamentación, respecto
al peligro de obstaculización contenido en el numeral 1 del art. 235 del
CPP, luego de revisar los antecedentes del proceso y lo manifestado por las
partes en audiencia de la medida cautelar, este Tribunal considera que existe
este peligro de obstaculización contenido en el numeral 1 del art. 235 del CPP,
debido a que consta que el ahora imputado, era Vocal del Tribunal
Departamental Electoral, y durante el cómputo de votos (como lo exige la
norma), ha demostrado su comportamiento, que hace ver que
entorpecerá la averiguación de la verdad, debido a que de los datos del
proceso, consta que el imputado y los otros Vocales en ese entonces,
modificaron el cómputo de los votos, debido a que utilizaron en el mismo
fotografías de actas, modificando con esto los resultados de los votos, e
introduciendo datos no verificables en la fuente oficial que es el cómputo
de votos, por lo cual con esta fundamentación complementaria se
considera que existe este peligro de obstaculización inserto en el numeral
1 del art.235 del citado Código; por lo que, estos reclamos devienen en
improcedentes” (sic).
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accionantes; resolución que fue objeto de apelación planteada por los
accionantes y resuelta por el Tribunal de alzada, quien mediante Auto de
Vista 415/2019, mantuvo latente el art. 233.1 del señalado Código al
determinar la existencia de los requisitos para la detención preventiva y el
riesgo procesal previsto en el art. 235.1 del CPP.
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tampoco fueron debatidos bajo el principio de contradicción en la
audiencia de medida cautelar y mucho menos este supuesto forma parte
de la resolución de la Jueza inferior; por lo que, no podría haber sido
invocado en la apelación interpuesta por los imputados; es decir, los
impetrantes de tutela al no tener conocimiento de los hechos incorporados
por la autoridad jurisdiccional demandada al riesgo procesal de peligro de
obstaculización, no asumieron su defensa y no tuvieron la oportunidad de
refutar y desvirtuar dicho supuesto, vulnerando de esta manera el debido
proceso en su componente fundamentación que está vinculado con su
derecho a la defensa. Por consiguiente, los razonamientos expuestos
precedentemente resultan conducentes en esta parte a conceder la tutela
impetrada.
POR TANTO
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