Filosofía Tanda 1, 2bach

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UNIDAD 1 EL ORIGEN DE LA FILOSOFÍA OCCIDENTAL.

● La Grecia antigua:
La filosofía comienza en el siglo VI a.C en la periferia colonial de la Grecia antigua, en una
sociedad abierta al mar y fragmentada en multitud de islas. Lo griegos fueron los primeros
en adentrarse al mar y viajar, con el fin de poder medir el comercio sobre el año 700 a.C
inventaron la moneda acuñada.

En la costa de Jonia, surge una nueva forma de organización del Estado en torno a la
ciudad, la polis, una ciudad estado que se administra sola. Surge la conciencia de que los
ciudadanos deben conducir su destino mediante el diálogo. Este es el inicio de la política.

El acontecimiento más destacable de la Grecia antigua es la invención de la escritura


alfabética, lo que permitió establecer una comunicación pública y generalizada y facilitó la
identificación entre lenguaje y realidad.

● La mitología griega:
Mito: forma antigua de pensar y explicar la naturaleza, le atribuye a el origen de todo lo que
existe y la causa de todo lo que sucede.
Los mitos proyectan una imagen divinizada del ser humano, pues muestra a los dioses con
características físicas iguales a las del ser humano.

Los primeros escritos de la mitología se encuentran en el corpus poético que ordena y


sistematiza, Homero (Ilíada ) y Hesíodo (Teogonía) , un intento de organización del orden
mítico arcaico.

Surgen dos tendencias religiosas, la religión olímpica que personifica la luz, la belleza, el
orden y la razón ; el orfismo que se centra en la purificación del alma con el fin de salvarla
de la existencia mortal, manifiesta la nocturnidad, la pasión. Dos fuerzas que manifiestan la
vida misma y su contrariedad.
En estas religiones está latente el nacimiento de la racionalidad filosófica.

● Del mito al logos:


¿Cuándo surge la filosofía? Cuando se transiciona del mito al logos, es decir cuando
aparecen las explicaciones racionales.
Logos: forma lógica de pensar que prescinde de los dioses, se basan en la observación y la
experiencia y se expresa en una discurso racional que, a su vez, puede ser discutido.
El logos implica la superación de las formas míticas y religiosas.

El imperio micénico entró en crisis por la invasión de los Dorios (1150 a.c). Grecia se sumió
en la edad oscura durante 4 siglos, por lo que el hombre griego se vió forzado a valerse por
sí mismo para reconstruir la realidad, usando la razón como único punto de apoyo.

La naciente polis griega, a diferencia de las antiguas ciudades del imperio, se estructura
alrededor de un espacio central vacío: el ágora. Allí tiene lugar la vida pública, los
intercambios comerciales y la organización política; también es donde los ciudadanos libres
tratan una cuestión nueva : el arkhon ¿quien tendrá el mando, el gobierno de la ciudad? Es
el inicio de la vida política.
● Los pitagóricos.
Pitágoras (575 a.c) nació en Samos, abandonó la ciudad huyendo de la tiranía de
Polícrates. En Egipto adquirió conocimientos matemáticos y creencias religiosas; finalmente
se estableció en Crotona, donde fundó su escuela, donde se cultivaron las matemáticas, la
música y la filosofía, en un clima de religiosidad y misticismo.

De él nos llega su conocimiento matemático de gran importancia, como afirmó Bertrand


Russel, “la matemática como argumento deductivo demostrativo empieza con él”, de
Pitágoras también nos llega un conjunto de creencias religiosas y prácticas para purificar el
alma y conseguir la unión con la divinidad.

● Pitagorismo y religión.
Los pitagóricos creían que el alma humana inmortal había caído del mundo divino y estaba
atrapada en la cárcel del cuerpo, lo que significaba que los sentidos son un impedimento
para conocer la verdad.

● Matemáticas y realidad.
Para los pitagóricos el arkhé eran los números.
Para Pitágoras, cada uno de los números enteros tiene una fuerza y un significado especial.
Sus relaciones consiguen tensar y armonizar el universo, un ejemplo es la música, donde
los sonidos y su armonía dependen de la longitud y el grosor de las cuerdas que se hacen
vibrar (números).
En el pitagorismo se confunden aritmética, geometría y física, por lo que entendieron las
unidades matemáticas como elementos materiales. Se trata del inicio de la manera
matemática de pensar en la naturaleza. Los pitagóricos pusieron de manifiesto que las
matemáticas son el armazón de la naturaleza y que su estudio permite al ser humano
obtener un conocimiento certero de ella. Decir que la realidad está formada de agua o aire
ofrece una visión poco definida del entorno, y a la vez contradictoria ya que cada pensador
da una respuesta diferente.
Con pitágoras se inicia la creencia de que la razón es más fiable que los sentidos y que las
cuestiones que son demostradas racionalmente son ciertas y reales según la acepción
griega de aletheia lo que significa verdad y realidad.

● Heráclito y Parménides.
Abandonan el problema del principio de la naturaleza, se centran en la razón de ser de las
cosas, el logos.
Es común en el pensamiento de los dos filósofos, que este logos se mantenga oculto tras
un velo de apariencia, pero puede ser descubierto por la razón humana.
Heraclito se centrara mas en la percepción de la naturaleza y pensara más en el
movimiento constante: el devenir, que es común en todos los seres. Para Parménides hay
algo más esencial, abordable únicamente por la razón: el hecho de existir.
● Heráclito de Efeso.
Conservamos de Heráclito (536- 470 a.c.) una recopilación de fragmentos dispersos (sobre
la naturaleza) en forma de aforismos. Estos escritos abordan el enigma de la naturaleza y el
conocimiento a través de frases no menos enigmáticas, con el fin de ser entendidos
únicamente por aquellos dispuestos a poner todo su esfuerzo en comprenderlas. Por eso lo
llamaron Heráclito «el Oscuro».
Heráclito trató de expresar que, en la naturaleza, las cosas no están separadas ni actúan
cada una por su cuenta, sino que responden a un orden común (logos), una «razón por la
que todas las cosas son dirigidas por todas».
Heráclito plantea todavía el problema del arkhé, que para él es el fuego.
El motor de todos estos cambios es la lucha de contrarios.

● Parménides de Elea
Parmenides (515-450 a.C) recibió una influencia diferente a la de Heraclitlo En Elea, la
ciudad donde nació y vivió, fue discípulo de Jenófanes el filosofía de la unidad y del
pitagorismo, Escribió su pensamiento en hexámetros en el poema Sobre la naturaleza.
El poema continúa con la «Vía de la verdad», en la que despliega su discurso sobre el ser.
Según Parmenides, aunque a nosotros nos parezca que las cosas cambian y se mueven,
que todo crece o disminuye, se transforma. Todo es y sigue siendo lo mismo, formando
parte de un ser o existencia general que no tiene ni principio ni fin, es uno y continuo:
- es inmóvil, no puede trasladarse ni cambiar, porque entonces se transformaría en
otra cosa, en un no ser,
- es único, ya que no puede existir ningún otro ser, porque si existiera sería el no ser y
el no ser, por definición, no puede existir;
- es continuo, compacto: no hay huecos dentro de él, y
- es eterno, ha sido, es ahora y será siempre, y no ha podido ser engendrado, dado
que en este caso tendría su origen en la nada, y eso no es posible.
Por lo tanto, solo existe el ser. La afirmación “El ser es y no es” esta envuelta en argumento
racional cierto. Decir que una cosa «es y no es» es una contradicción propia de «ignorantes
bicéfalos», capaces de pensar dos cosas opuestas a la vez.

● Los filósofos pluralistas.


Los filósofos que hemos visto hasta ahora son monistas: creían que la naturaleza estaba
gobernada por el arkhé . Los filósofos que veremos son pluralistas, consideran la realidad
constituida por diversos elementos.

● Empédocles.
Empédocles (490-430 a.C.) plantea en su obra,sobre la naturaleza, el agua, el aire, la tierra
y el fuego son los cuatro elementos básicos que se combinan entre sí por la acción del
amor, una fuerza que une, o de la discordia, una fuerza que disgrega. De la mezcla o la
separación de estos elementos, se producen los seres y los fenómenos de la naturaleza.
● Anaxágoras.
Anaxágoras nació en Clazomene hacia el 500 a.C. En su opinión, la realidad está
constituida por homeomerías, pequeñas semillas que contienen una ínfima parte de todo lo
que existe: «En la misma semilla hay pelos, uñas, venas, arterías, nervios, huesos.., cada
cosa contiene las otras y las unas se transforman en las otras, porque todo está en todo.
Esta composición y descomposición se produce dentro de una armonía, causada por la
acción del nous, la inteligencia ordenadora del Universo. El nous es la razón de todo lo que
existe y de su manera de existir.

● Leucipo y Demócrito.
Carecemos de información sobre Leucipo, hasta el punto de dudar de su existencia como
sugiere Epicuro pero la historiografía acepta la versión de que fue el maestro de Demócrito.
Nacido en Abdera hacia el 460 a.C. Dedicó su vida a la investigación en disciplinas muy
diferentes. Gracias a lo que ha quedado de sus escritos conocemos la teoría física de los
átomos, que se atribuye a ambos. Leucipo y Demócrito son los representantes del
atomismo clásico.
El ser de Parménides no es único, sino que está constituido por infinitos seres, átomos (lo
indivisible), que constituyen las cosas. Coincidiendo con los planteamientos de Parménides,
los átomos son eternos y es imposible captarlos mediante los sentidos.
El alma humana también está compuesta de átomos: es corpórea, aunque muy sutil.
Cuando llega la muerte, los átomos del alma se separan.

● El siglo de Pericles.
Atenas, salió victoriosa en la guerra contra los persas (480-479 a.C.). Tras el saqueo del rey
persa Jerjes, durante el cual fueron quemados los templos de la Acrópolis.
El siglo y a.C. Fue la época gloriosa de Atenas y aunque en la guerra del Peloponeso
(431-404 a.C.) fue derrotada, su prestigio perduró gracias a la filosofía .
De todo ello guarda buena memoria el género poético que sustituyó a las cosmogonías: la
tragedia. Esquilo lo inició cantando su propia gesta en Los persas. Le siguieron Sófocles y
Eurípides, mostrando a sus conciudadanos los debates y las contradicciones que sacuden
el alma humana, la pasión (pathos), y haciéndolos partícipes. Todo indica un cambio de
rumbo en la filosofía: el interés por la naturaleza, que había centrado hasta ahora la
atención, se ha desplazado hacia el ser humano y su conducta.

● Los sofistas:
Los sofistas adoptaron el papel de maestros en este nuevo contexto. El objetivo de ellos era
enseñar la virtud (areté), desarrollar destreza en el uso de la palabra (discutir, argumentar,
rebatir a los demás e imponerse), para saberse conducir en la vida y dominar los asuntos
privados y públicos.

Aspasia de Miletos fue una de estas figuras sofistas, fue reconocida por su conocimiento, el
dominio de la palabra y su función educativa. Asesoró a Pericles y a Sócrates.
● Los sofistas y el lenguaje:
En el lenguaje no hay verdad, solo palabras vacías, en cambio si se trata de convencer no
hay otra verdad que la sujeta al discurso. Las consecuencias inmediatas son el
escepticismo y el relativismo.
Los sofistas desarrollaron un pensamiento relativista y escéptico al tomar como punto de
partida el problema del lenguaje, la física del devenir y la convicción de que solo los
sentidos son una fuente de conocimiento.

● Gorditas de Leontinos:
Gorgias (483 a.c), desarrolló un pensamiento nihilista. Hace tres afirmaciones, “nada existe”
nihilismo del ser, “aunque algo existiera no podría ser conocido” nihilismo del pensar,
“suponiendo que algo pudiera ser conocido, no podría ser comunicado a los demás”
nihilismo del decir. Quiere decir, que las cosas, que están sujetas al cambio constante
nunca son o lo que eran, cuando las nombramos ya son otra cosa.
Introdujo el subjetivismo y el problema del lenguaje a través de un pensamiento lleno de
provocación, hasta el siglo XIX, cuando la conciencia histórica y lingüística lo harán
ineludible.

● Protágoras de Abdera.
Protágoras (480a.c) dos tendencias que recogen su intención: “El hombre es la medida de
todas las cosas”, subjetivismo amplio que engloba los seres humanos en general:
adecuamos la realidad a nuestra manera de percibir y pensar, y no sabemos nada de lo que
ella es en sí. «de la manera en que cada cosa se me aparece a mí, así es para mí; y de la
manera en que se te aparece a ti, así es para ti» radicaliza el subjetivismo y lo convierte en
individual.

● Sócrates:
Nació en Atenas (470 a.c)No escribió nada, lo que conocemos de él es gracias a Platón, su
discípulo, que lo convirtió en el protagonista de sus diálogos.
Fue como los sofistas un maestro de la palabra, se interesó en el ser humano, la naturaleza
no le interesaba.
La virtud (areté) para él no era dominar el arte de hablar para conseguir triunfos políticos
sino en buscar en el fondo del alma para obtener conocimientos “el saber es virtud”.
Socrates plantea el teatro como método para encontrar conjuntamente un conocimiento de
validez universal.
“el saber es virtud” significa dar a luz al conocimiento para actuar adecuadamente, esto es
lo que se conoce como intelectualismo moral: para Sócrates conocer es actuar en
consecuencia y si actúas mal es por tu ignorancia.
● El método socrático.
Sócrates se propone enseñar a pensar para conocer la verdad y poder actuar
adecuadamente. La filosofía de Socrates no pretende transmitir contenidos sino establecer
un método para pensar y distinguir la verdad de la falsedad. Por lo tanto hay que buscar
dentro del alma la verdad sobre las cosas.
El conocimiento de la verdad se encuentra según Sócrates, en el interior del alma humana.
Este conocimiento es verdadero porque se trata de ideas universales y necesarias.
Este trabajo no es fácil y Sócrates al igual que su madre que era comadrona, ayuda a nacer
las ideas (mayéutica).
- Primer paso, la ironía, reconocer la propia ignorancia “sólo sé que no sé nada”.
- Segundo paso, mayéutica, descubrimiento de la verdad con el diálogo.
- Tercer paso, definición, encontrar una verdad universal (todos los interlocutores la
aceptan) y necesaria (no admite critica, porque es comprensible a la razón).

● La condena de Socrates.
La sentencia de muerte de Socrates muestra el rechazo de la ciudad hacia su actividad
pedagógica. Nietzsche señala que deseaba la muerte para alcanzar la inmortalidad en el
más allá.
UNIDAD 2 LA FILOSOFÍA EN LA ÉPOCA CLÁSICA, PLATÓN.

● Atenas y la cultura griega.


La ciudad de Atenas ejerció la hegemonía comercial y política en el Mediterráneo oriental
durante el siglo v a.c, primero encabezando una liga de ciudades jónicas contra los persas.
Poniendo en práctica un gobierno representativo de carácter democrático, durante el cual
Atenas vivió la época de mayor esplendor político y cultural.
El siglo de Pericles es el siglo de la democracia. Bajo su mandato, los ciudadanos fueron
considerados iguales ante la ley y tuvieron los mismos derechos. Sin embargo, esta
democracia era débil y desigual, ya que las mujeres, los extranjeros y los esclavos estaban
excluidos.
La democracia ateniense impulsó la acción de los sofistas y de Sócrates, quienes, a su vez,
convirtieron Atenas en una inmensa palestra, donde todas las opiniones puueron ser
expresadas.
La plenitud política y cultural de Atenas decayó con la derrota contra Esparta en la guerra
del Peloponeso, En el año 404 a.C., Atenas perdió la hegemonía. En el centro de una
creciente decadencia política , La filosofía adquirió su perfil de-
finitivo como un intento por conocer la «auténtica realidad» de las cosas en el plano natural,
social o personal, un saber que desconfía de la apariencia y que se sitúa fuera de la
inmediatez para poder pensar de manera objetiva.
Platón en este contexto sale de Grecia.
Se inicia así un camino interminable, histórico, que tiene como motor la «aspiración al
saber» (filosofía), en una acción siempre renovada y constantemente revisada, pues el
conocimiento verdadero se considera lejano e inalcanzable. Aunque desde el principio se
hizo evidente que la verdad sobre las cosas no era accesible, el esfuerzo por saber y la
práctica de pensar son un camino y una guía para saber actuar, tanto en la vida privada
como en la pública. Conocimiento, ética y política circulan en torno a la supuesta existencia
de un mundo de Ideas inmutables, eternas, que contrasta con la temporalidad a que está
sometido el mundo de las apariencias sensibles. Así construyó Platón lo que podríamos
considerar el primer gran
sistema filosófico.

● Platón y sus escritos.


Platón (427-347 a.C.) nació en Atenas en el seno de una familia aristocrática. Durante su
juventud vivió los desastres de la guerra del Peloponeso, esta experiencia orientó su interés
hacia la política. A los 20 años conoció a Sócrates, con quien aprendió el arte de pensar y la
virtud de saber, pero vivió el dolor de la decisión del tribunal que lo condenó a muerte y la
injusticia que puede derivar de un mal uso de la ley. Viendo así cómo «todo iba a la deriva»
y de qué manera «la legislación y la moral estaban corrompidas» (Carta VII), encontró
necesario dedicarse a la filosofía con el fin de distinguir la verdad de la falsedad y alcanzar
para poder pensar adecuadamente. Según Platón, se debía superar el engaño de los
discursos sofistas para llegar a la verdad, con el propósito de gobernar con justicia.
Tras morir Sócrates, abandonó Atenas, viajó a Cirene, donde conoció a Aristipo, filósofo
hedonista y más tarde viajó a Siracusa, donde recibió influencia pitagórica. Al regresar a
Atenas en el 387 a.c fundó su Academia en un gimnasio. Era un centro de enseñanza;Ania
matemática, música y astronomía y a partir de ello elevar a los aprendices hasta el saber
dialéctico con el fin de conocer que son el bien y la justicia.
● Los diálogos y el pensar dialéctico.
Sus escritos adoptan el género literario del diálogo. Las palabras se deslizan en el
intercambio y lentamente se transforman, las ideas crecen, se perfilan, adquieren exactitud
y precisión, luego se vuelven más universales; el pensamiento avanza pasando de una idea
a otra: la dialéctica se articula en el interior de la forma literarios del diálogo.
Su escritura, tensa el alma y ofrece a cada generación herramientas útiles para pensar su
propio tiempo. Los mitos, las alegorías y los símbolos que integra en sus textos consiguen
tres objetivos: llegar al lector de forma más didáctica, crear una especie de atemporalidad y
expresar lo que es inexpresable a través de la metáfora del lenguaje, pues el mundo de las
Ideas no puede ser traducido a las palabras plenamente, sólo puede “contemplarse”
intuitivamente.
Esta es la cronología y temática de los diálogos de Platón:
- Época de la juventud (393-389 a.c): Los diálogos muestran la forma en que
transcurría el debate sobre los temas propuestos entre Sócrates y sus discípulos.
Ejemplos: Critón (el deber), Lisis (la amistad), Hipias (la belleza).
- Época de fundación de la Academia (388-385 a.c): Platón empieza a independizarse
de las ideas y la personalidad de Sócrates. El diálogo se convierte en la excusa para
ir tomando posiciones. Ejemplos: Menón (conocer es recordar, reminiscencia),
Gorgias (la retórica), Protágoras (validez y límites del conocimiento).
- Época de madurez (385-370 a.c): El diálogo se convierte plenamente en dialéctica: ir
de idea en idea para delimitar y definir los conceptos. Ejemplos: República (la
justicia), Banquete (el amor), Fedro (la belleza).
- Últimos años (369-347 a.c): Los diálogos incorporan la revisión y la crítica de su
propia filosofía. Ejemplos: Sofista (ser y no ser), Político (ciencia política), Timeo
(teoría de las formas).

● La Teoría de las ideas.


Platón parte de la desconfiada ante la realidad que se nos presenta dentro de los límites
impuestos por los sentidos y por el contexto social en el que vivimos. Platón sospecha que
la auténtica realidad se halla en otro lugar, desplazada que sólo es visible con el esfuerzo
de una mirada intelectual sobre las cosas naturales y humanas.
Platón distingue dos mundos, el de las cosas sensibles, que las percibimos con nuestros
sentidos y cambia continuamente, y el mundo de las ideas, que es permanente y lo
conocemos con el entendimiento, con los “ojos del alma”.
Platón recibió la influencia de algunos de los filósofos que le precedieron. De pitágoras tomó
la idea de que el principio de la naturaleza debería ser racional como los números. El
camino que conduce al conocimiento de las ideas no es sencillo: supone una penosa
ascensión desde la opinión hasta el saber, de la penumbra a la luz.
● De la penumbra a la luz.
Conocemos un famoso pasaje de la República, que conocemos con el mito de la caverna,
Platón nos aproxima al conocimiento y la realidad; Ontología, epistemología, ética y política.
Socrates habla con su discípulo Glaucon, dice: supongamos, una caverna en la que habitan
desde la infancia unos prisioneros encadenados con la vista hacia el fondo en la que se
proyectan “sombras” de objetos y figuras que caminan sobre un muro detrás suyo e
iluminados por un fuego. Nunca han visto nada por lo que piensan que la realidad son las
sombras que ven sus ojos y los ecos que escuchan. Esta es la condición humana estamos
encerrados en los límites de los sentidos.
Imaginamos ahora que uno de estos prisioneros es puesto en libertad por sus guardianes;
podrá observar la situación y comprender el origen de las sombras. Si sigue el camino al
exterior sabrá de la existencia de un mundo ajeno a la caverna. Al principio el sol lo cegará
y no verá nada, poco a poco irá reconociendo la sombras de los objetos y cuando se
acostumbre a la luminosidad podrá mirar directamente al sol.
Este es el ascenso dialéctico del conocimiento, que permite al ser Imanol comprender cuál
era su situación anterior y como se ha elevado gradualmente hacia el mundo inteligible,
donde se encuentran las ideas, también en una disposición jerárquica: desde las Ideas de
seres concretos (árbol, flor), elementos materiales (fuego, agua), el ser humano, los
números, las formas morales (justo, bonito,bueno), las ideas universales (similitud, igualdad,
reposo), la idea de bien identificada con el sol. La causa de bien es la causa del ser de otras
Ideas y la inspiración del ser humano cuando actúa y conoce.
Una vez que el antiguo prisionero hubiera conocido la realidad del mundo de las Ideas,
querría volver junto a sus compañeros para enseñarles sus conocimientos (voluntad
pedagógica del filósofo, el descenso dialéctico), para sacarle del error que les induce a
creer que las sombras son reales. Aquellos, no obstante, al no comprender sus palabras, se
reirían de él, le tomarían por loco e incluso le querrían matar (destino del filósofo, en
memoria de Socrates).
El filósofo es aquí el pensador libre, que conoce con su racionalidad, propone liberar a los
humanos desde la opresión que implica el desconocimiento. Una vez el filósofo haya
llegado a conocer las Ideas, tendrá que asumir el gobierno de la ciudad, pues el filósofo
tiene el deber de revertir sobre la ciudad el bien alcanzado.

● La realidad de las ideas.


Si para Sócrates el conocimiento verdadero se encontraba en el interior del alma, Platón se
considera, siguiendo a Parménides, que la verdad se caracteriza precisamente por la
calidad de ser (estar presente, existir).
Hay que evitar considerar las Ideas platónicas como simplemente mentales, que residen en
la cabeza. La Idea es, por el contrario, lo real por antonomasia. Nuestras ideas, las ideas
que utilizamos constantemente en nuestro pensar, deben estar fundadas en algo que existe
fuera de nosotros, y no solo en nuestrarazon: deben ser objetivas.
El mundo sensible está lleno de “ejemplos” que “se parecen” o “participan” en el mundo de
las ideas, donde se halla el verdadero ser de las cosas.
Platón deberá demostrar la existencia de este mundo de ideas.
Estas son algunas reflexiones:
A) La palabra árbol la aplicamos a muchos seres en particular, todos participan en la
idea de árbol, pero no pertenece a ningún ser en concreto es porque existe, como
tal Idea, fuera de los objetos.
B) Si observamos que la naturaleza se reproduce según un cierto orden y regularidad
es porque sigue un modelo prefijado, anterior, eterno, que es la causa, y que el
científico llamará leyes de la naturaleza.
C) Las ideas que aplicamos a las cosas son anteriores a la experiencia concreta son a
priori y están fuera de nuestras mentes: observamos objetos bellos, personas y
paisajes bellos, y los reconocemos porque antes de verlos ya sabíamos qué es la
belleza. En todos los casos su belleza se desgasta y envejece, por lo tanto, debe
existir la Belleza como referente ideal, anterior y exterior, que nos permite decir qué
cosas son más o menos bellas.
D) En el orden social, se puede decir lo mismo de la Idea de Justicia. Si se admite
como los solistas que cada época y cada ciudad, cada persona, tienen una visión
diferente de la justicia, el resultado es ciertamente injusto, pues lo que hoy es justo
no lo será mañana. Es necesario pensó Platón que la justicia en sí exista como tal,
aunque los humanos no la conozcamos enteramente. En la medida en que
ejercitamos la racionalidad, nos vamos aproximando al ideal de Justicia.
Así pues, Platón supone que las Ideas existen fuera del mundo sensible y son anteriores a
él, como una realidad objetiva que es la razón de ser de todas las cosas.
Platón da así inicio a la posibilidad del conocimiento científico. Sus argumentos suponen la
justificación de que existe un principio racional, las Ideas o las leyes científicas, que nos
permiten ver ordenada la realidad sensible.
Platón explica el origen de nuestro mundo a través del mito del demiurgo, Al principio de los
tiempos, dice Platón, existía el mundo de las Ideas y un magma material indiferenciado el
mundo sensible. Los dioses enviaron a un demiurgo artesano divino- para que diera forma a
esta materia tal como lo haría un escultor, de manera que hizo su trabajo siguiendo el
modelo de las Ideas. Esta alegoría, que explica la formación del mundo, es también una
metáfora del proceso de conocimiento. La existencia de un mundo de las ideas es la
respuesta de Platón al problema del conocimiento, una explicación de su funcionamiento y
su justificación.

● El proceso de conocimiento en Platón.


El camino ascendente del conocimiento empieza con la representación del mundo sensible
que obtenemos por medio de la PERCEPCIÓN. Según Platón , de este modo sólo es
posible acceder a las sombras de la realidad, como los esclavos de la caverna.
Quien se detiene a observar los fenómenos reiteradamente e intenta dar razones de lo que
sucede puede llegar a establecer un método que le permita prever lo que va a ocurrir a
partir de la experiencia. En este caso, aunque se mantiene la mera opinión (doxa) porque
no conoce las causas, ya dispone de una CREENCIA RAZONABLE.
El saber (episteme) comienza con el razonamiento sobre objetos inteligibles, entidades
matemáticas, mediante el método axiomático-deductivo. Las matemáticas, que trabajan con
principios abstractos, ejercitan la razón y la familiarizan con el mundo inteligible, pero se
aplican a los seres particulares, por eso las matemáticas son el puente entre los dos
mundos.
Más allá está el saber científico, es el CONOCIMIENTO DISCURSIVO. Se trata de un saber
cierto (episteme) que ha accedido a los principios y las leyes universales (mundo de las
Ideas) que regulan la realidad material.
Sin embargo, la astronomía y las otras ciencias son todavía demasiado concretas, se
pueden enseñar y aprender, mientras que las Ideas solo pueden intuirse. Según Platón, la
intuición de las Ideas solo se alcanzan por medio de la DIALÉCTICA.
El conocimiento científico, se trata del arte de pensar, de intuir la justicia y saberla aplicar
adecuadamente (Bien), de reconocer lo que es Sensato, Bueno, Parecido o Desemejante.
Hay tres ideas especialmente útiles para avanzar en esta forma de conocimiento: la belleza,
el amor y la muerte. Al estar próximas a la sensibilidad, el ser humano está inclinado hacia
la belleza tiene una atracción natural al amor y teme a la muerte, son un buen camino,
precisamente porque para llegar a comprenderlas plenamente hay que desprender de ellas
su parte empírica: la belleza y el amor (platónico) son contemplados con claridad en la
medida en que se elevan desde los cuerpos bellos, las bellas almas, los bellos discursos y
las más bellas acciones hasta la belleza de las leyes.
Del mismo modo, acceder a la comprensión de la muerte permite superar su temor, abre las
puertas del mundo de las Ideas y, por tanto, de la inmortalidad.
Platón enseñar así a pensar, a ir de una idea a otra (dialéctica), como si una idea remitiera a
otra más recóndita, escondida, olvidada, que surge en el recuerdo por el acto de pensar. En
el diálogo, las palabras y los discursos despiertan nuevas ideas en los interlocutores. De
repente, vienen a la memoria y parecen descubrir cosas; las sabíamos pero no éramos
conscientes de ello, permanecían dormidas. Cuando alguien expresa una verdad profunda,
creemos reconocerla. Se trata de la teoría platónica del conocimiento como reminiscencia:
conocer es recordar. Las Ideas están en el alma desde siempre
-como decía Sócrates—, pero están olvidadas, solo hay que despertarlas, actualizarlas
mediante el recuerdo.

● El alma. Conocimiento y ética.


La idea de alma (psique) había sido pensada por Anaxímenes junto a su arkhé, el aire. El
alma era, entonces, principio vital y principio de conocimiento, desde el doble sentido que
tiene el término inspirar: la acción de coger aire para vivir y la fuente de nuestras mejores
ideas. Platón recoge tradición y crea, a partir de ella, una teoría sobre el alma
central en su pensamiento, punto de enlace entre el mundo sensible y el mundo de las
Ideas, lugar donde convergen el conocimiento, la ética y la política. La teoría platónica sobre
el alma fue también el origen remoto de la ciencia que hoy llamamos psicología.
Platón cree necesario que las ideas estén en el alma a priori, antes del contacto con el
mundo sensible. ya que aplicamos conceptos a los objetos.
El alma habitaba, en otro tiempo, junto a los dioses, en el mundo de las Ideas: por lo tanto,
las había contemplado y las conocía». En el diálogo Fedro. Platón relata el mito de los
caballos alados: el alma es como un carruaje dirigido por un auriga (la razón) y arrastrado
por dos caballos uno blanco (la fortaleza de ánimo) y otro negro (las pasiones), que volaba
por el mundo de las Ideas, junto a los dioses, y subía hasta la cumbre la «pradera de la
Verdad» , donde hay mejor pasto. Sin embargo, al avanzar en tropel para contemplar las
Ideas máximas a veces se producen incidentes, los carruajes chocan, a los caballos se les
rompen las alas y caen al mundo sensible olvidando todo lo que han visto. Una vez en la
tierra, se depositan en un cuerpo, que es en realidad su prisión y sepulcro.
Lejos de su lugar de origen, el alma experimenta una gran añoranza por aquel mundo y
quiere volver a unirse amorosamente: es el «amor al saber» que siente el alma.
El alma es la presencia del mundo de las Ideas en el mundo sensible, El ser humano se
compone de ambos mundos cuerpo y alma, en una unión puramente accidental. Con este
planteamiento, Platon inaugura un dualismo irreconciliable de múltiples consecuencias:
desconfianza y desprecio hacia lo que puede ser captado por los sentidos, escisión cuerpo
y mente.

● Partes del alma, virtudes y felicidad.


Las tres partes del alma tienen funciones psíquicas diferen tes: el auriga representa la
inteligencia; el caballo blanco, la obediencia, y el caballo negro, el deseo. La primera
permite el conocimiento racional del mundo y de uno mismo, es Ja que guía las acciones
humanas y debe tener suficiente prudencia para saber gobernar las dos tendencias
contrarias de los caballos: el blanco, noble y leal, tiene además el coraje. y la fuerza de
voluntad para dejarse conducir por la razón, con el in de retener los impulsos incontrolados
del caballo negro, que representa las pasiones, las emociones y también los sentidos, con
el fin de lograr su templanza. Justa proporción y armonía entre las diferentes partes que
componen al ser humano es la virtud, el dominio de uno mismo mediante la razón.

● De la Filosofía a la política: el estado utópico.


Platón pensó dedicarse a la política, pero tras la condena de Sócrates desconfió de la
justicia de los tribunales nombrados por sorteo, en medio de un clima político de persuasión
por la palabra. Platón no creía en aquella democracia que comenzaba a descomponerse.
Este fue el motivo que le llevó a la filosofía, para asentar el saber verdadero a través de un
criterio racional, a fin de saber realmente qué son el Bien y la Justicia y, sobre esta base,
plantear un modelo político nuevo. Entre todas las formas de gobierno. Platón prefiere la
aristocracia, el «gobierno de los mejores», y los mejores son los que conocen el Bien.
Por eso el filósofo tiene, en el estado utópico que ahora ya está en condiciones de proponer,
un papel primordial: sólo quien tiene el saber, el filósofo, sabe cómo actuar.
En la República, Platón elabora una teoría del Estado ideal perfecto, organizado por el
filósofo rey en el que las virtudes de los grupos sociales se corresponden con las virtudes
del alma individual, como muestra el esquema de esta página.
La Justicia, virtud central, aplicada al Estado consiste en que cada ciudadano se ocupe de
la tarea que le corresponde sin interferir en las demás.
La educación de los futuros dirigentes debe de ser un asunto prioritario, Platón fundó su
Academia con ese objetivo.
Platón pensaba que también las mujeres debían ser dirigentes políticas.
La familia no existe, los hijos pertenecen al Estado y son educados por el Estado para que
puedan extraer de su alma lo mejor y cumplir la función mas adecuada, con el fin de
mantener un equilibrio armónico y justo.
En el diseño del Estado utópico, el poeta queda excluido pues contamina al espectador, que
se deja llevar tradicionalmente por las pasiones. Platón desprecia el arte porque produce
una realidad doblemente desagrada respecto del mundo de las Ideas, es una mera copia de
la copia.
UNIDAD 3, LA FILOSOFÍA EN LA ÉPOCA CLÁSICA: ARISTÓTELES.

● Vida y obra de Aristóteles.


Nació en 384 a.C. en Estagira, una ciudad de Macedonia.
Con 18 años se trasladó a la metrópolis cultural de Grecia: Atenas. Ingresó en la Academia
de Platón y fue su discípulo hasta la muerte de éste, momento en que se separó
radicalmente de la escuela. Se trasladó a Assos, se casó con una esclava, con quien tuvo
un hijo: Nicómaco. También en Assos conoció a quien sería su seguidor, Teofrasto, el cual
se hizo cargo de la escuela de Aristóteles, el Liceo, cuando éste murió.

Aristóteles vivió el momento de la expansión macedonia.


Desde el 359 a.C., Filipo de Macedonia había comenzado una lenta progresión hacia el este
y hacia el sur: Al principio, los atenienses no percibieron ningún peligro, pero en el 338 a. C.
fueron derrotados y Filipo se hizo nombrar jefe de las fuerzas griegas contra los persas, que
se unieron en la liga de Corinto. Atenas perdió su hegemonía y comenzó a diluirse como
centro político y cultural. En su seno, se desarrollaron luchas políticas entre clases y entre
promacedonios y antimacedonios. Aristóteles perteneció a los primeros.

En el año 336 a.C. Aristóteles regresó a Atenas y creó su propia escuela en un gimnasio
público del barrio del Liceo. Los alumnos del Liceo paseaban mientras duraba la clase por
un pórtico largo (perípatos) que había en el gimnasio; de ahí nació el nombre con que eran
conocidos: peripatéticos (los que pasean'). El Liceo contaba con una biblioteca y
colecciones de animales y plantas; era un centro de investigaciones científicas -
especialmente de biología — más que de educación dialéctica en el sentido platónico.

Cuando murió Alejandro Magno, Aristóteles se vio comprometido políticamente como


partidario de los macedonios y, con la excusa de impiedad, fue condenado por el partido
ma-cedonio. Para evitar el mismo destino que Sócrates, huyó de Atenas. Murió al año
siguiente, el 322 a.C.

El interés intelectual de Aristóteles, a diferencia de Platón, se inclina hacia la observación


de los fenómenos naturales, la acción humana y la producción creativa.
Con espíritu investigador y científico, Aristóteles se propuso describir el funcionamiento de
la naturaleza -animales, plantas, meteorología, etc.— y del alma humana —como animal
racional y social—, pero como filósofo también pretendió dar unidad a estos conocimientos
y fundamentar su verdad, partiendo de principios lógicos —para pensar bien hay que seguir
leyes de razonamiento— y metafísicos -los objetos del pensamiento, las ideas, existen
efectivamente y tienen su razón última en el ser—. Como en Platón, los textos de Aristóteles
abarcan temas muy diversos, pero todos ellos forman un entramado, un conjunto
organizado de ideas o sistema filosófico.
Podemos clasificar los escritos de Aristóteles en tres formas de saber: teórico, práctico y
productivo. El primero es científico y define los objetos tratando de descifrar su verdad:
desde la observación de seres concretos (Descripción de los animales, Pequeños tratados
naturales, Sobre el nacer y el perecer, Acerca del alma), de fenómenos atmosféricos y la
construcción del cosmos (Meteorológicos, Sobre el cielo) hasta la configuración general de
la naturaleza (Física) y su fundamento último (Metafísica).
El segundo tipo de saber, el práctico, tiene por objeto la acción humana —ética y política -
La virtud, el bien y la felicidad forman el entramado discursivo de la Ética a Eudemo y la
Ética a Nicómaco, dedicada a su hijo. En la Política, Aristóteles aborda el gobierno de la
ciudad, un espacio que posibilita la excelencia humana, la sabiduría y el logro de la
felicidad: el ser humano es un animal social por naturaleza.

Finalmente, el saber productivo examina la facultad creadora del ser humano: el arte de la
persuasión (retórica) y la reflexión estética (poética).

Aristóteles también estudia los procesos del razonamiento con el fin de crear un
instrumental para la formulación de argumentos. La lógica — nombre que Aristóteles no
utilizó — estudia los enunciados, los silogismos y la refutación de sofismas.

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