28 Herramienta de Oracion Como Ayunar

La guerra espiritual
Herramienta de oración:
Cómo ayunar
¿Qué es?
El ayuno es la práctica de dejar de consumir algo que normalmente consumiríamos,
para enfocarnos en Dios. Esta herramienta de oración mostrará su eficacia en la guerra
espiritual.
¿Por qué?
“El ayuno es la templanza universal, la oración es la comunicación universal con Dios;
lo primero nos defiende desde fuera, mientras que lo segundo lanza una flecha ardiente
contra los enemigos desde dentro. Los demonios pueden sentir a un hombre que
ayuna y a un hombre de oración a distancia, y huyen de él para evitar un golpe
doloroso”. Teófanes el recluso
Referencia bíblica:
“Pero tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara para que no sea evidente
ante los demás que estás ayunando, sino solo ante tu Padre, que está en lo secreto; y
tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará”. Mateo 6:17-18
Una pequeña introducción al ayuno

El principio bíblico de ayunar es un proceso de abstenerse de algo (principalmente
comida) para poder volver nuestra mirada a Dios de una forma más intensa y
enfocada.
En el Antiguo y en el Nuevo Testamento se menciona el ayuno en numerosas

ocasiones como una práctica del pueblo de Dios. Jesús habla sobre ello en el Sermón
del Monte junto con la oración y el dar, y al hacerlo podríamos decir que Él lo respalda
como un pre-requisito para el discípulo: “Cuando ayunes…” (Mateo 6:16) presumiendo
que el ayuno será una practica común en la vida de un seguidor de Jesús, así como la
oración y el dar lo son.
Mientras que ayunar implica abstenerse de la comida, lo más importante es que

significa festejar con Dios - una dependencia absoluta en la presencia de Dios más allá
del sustento de la comida. Al ayunar hacemos reales las palabras que Jesús pronunció
Herramienta de oración: Cómo ayunar

cuando Él mismo estaba ayunando: “… no solo de pan vivirá el hombre sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios…”.
La oración y el ayuno son las armas que debemos usar si queremos vencer los
cometidos del enemigo contra nuestras vidas y ser libres para progresar hacia los
reinos más profundos del Espíritu.
El ayuno corporativo
Mientras que el ayuno normalmente es un asunto privado entre la persona y Dios, la
Biblia también menciona un número de ayunos corporativos.
Estos ayunos corporativos a menudo ocurrían cuando los hijos de Israel se

encontraban en una situación desesperada. Dándose cuenta de su necesidad de
arrepentirse de sus pecados en nombre de su nación1, clamaban a Dios en ayuno y
oración por un avance.
También vemos esta práctica en ciertos “momentos de avance” claves en el Nuevo

Testamento. Jesús les dijo a sus discípulos mientras estaban confrontando cierta
actividad demoniaca que: “este tipo solo sale con oración y ayuno”.
En Hechos 13, en un momento critico de la vida de la Iglesia en cuanto a su

lanzamiento al territorio gentil, leemos que los apóstoles y los profetas ayunaban y
oraban a Dios, buscando sabiduría para lo que se convertiría en la explosión del
evangelio rompiendo la barrera misional.
Hay una dimensión del ayuno que nos lleva al reino espiritual y al primer plano de la
guerra espiritual.
Los cambios y avances significativos pueden llegar como resultado de la oración y el

ayuno, y está comprobado que ha sido (y es) una herramienta primordial durante miles
de años, en el avance del Reino.
Irónicamente, cuando somos débiles en nuestro cuerpo, algunas veces somos fuertes
en el espíritu, encontrándonos espiritualmente elevados y alerta, y por lo tanto
preparados para un avance. Jesús mismo parece que aguantó sus ataques más
satánicos contra su vida durante sus cuarenta días de ayuno en el desierto. Esto
puede inspirarnos y educarnos en nuestro viaje y proceso de madurez como cristianos
- el Hijo de Dios, sabiendo que estaba a punto de enfrentarse a las tentaciones y los
tormentos del enemigo, utilizó el arma del ayuno, y haciéndolo venció al enemigo y sus
ángeles.
1 Ver El arrepentimiento de la identidad en la Caja de herramientas

Justo después de esto comenzó el ministerio de Jesús. Quizá algunos de los cambios
que queremos ver en nuestras propias vidas o en las vidas de nuestras familias,
iglesias y ciudades no vengan hasta que pasemos por una temporada de ayuno y
oración.
Hazlo: Cómo ayunar2

Los consejos a continuación son para un ayuno de comida, pero pide al Espíritu Santo
que te muestre lo que puedes ayunar. Quizá quieras probar con lo siguiente en lugar
de la comida:
- Redes sociales
- Alcohol
- Hablar
- Entretenimiento o deporte
- Pantallas o dispositivos
“Camina antes de que puedas correr”: un enfoque progresivo “lento pero constante”
en esta disciplina es especialmente importante. Puede ser una buena idea comenzar
con un ayuno parcial, como ayunar de una comida al día durante una semana, o
probar el “ayuno de Daniel”, que se trata de comer solo verduras.
Acostúmbrate poco a poco: avanza en tu ayuno, intenta ayunar durante un periodo

de 24 horas una vez a la semana durante unas cuantas semanas. Después de
conseguir hacer este tipo de ayuno, continua con uno más largo - prueba a ayunar 3
días o consigue un ritmo más consistente de los 2 primeros días del mes. Puede ser
una buena idea que se ajuste al calendario de la Iglesia en la Cuaresma y apuntar a un
ayuno más largo e intencional.
Planifica: mientras te preparas para ayunar, intenta planificar tu diario de manera
intencional. Es bueno intentar no estar muy ocupado cuando estás ayunando para
poder apartar un tiempo concreto para orar. Intenta no llenar el tiempo que estás
ayunando con trabajo y reuniones, en lugar de eso mantén ese tiempo libre para
buscar a Dios de forma intencional. Puede que también quieras asegurarte de que tu
condición física y de salud son buenas para el ayuno que quieres hacer. Si lo
necesitas, habla con tu médico de cabecera.
Supervisa: intenta prestar atención a la actitud de tu corazón. ¿Qué está revelando

Dios? ¿Qué necesita cambiar?
2Parte de lo que viene a continuación ha sido inspirado en el capítulo sobre el ayuno del libro
de Richard Foster Celebración de la disciplina

Continúa: cuando empieces, tendrás ataques de hambre o incomodidad: no es
hambre real - intenta resistir y permitir que los dolores te empujen a ofrecer tus
oraciones a Dios.
Pronto pasarán los ataques de hambre. Al principio puede que el cuerpo sufra
incomodidad - esto se debe a que el cuerpo se está deshaciendo de toxinas que se
han ido acumulando a través de los años por los malos hábitos de alimentación. No te
preocupes, al contrario, agradece a Dios la mejora en tu salud y en tu estado de ánimo
que experimentarás como resultado.
Sigue adorando: mientras que exteriormente puedas estar pendiente de lo que tienes
que hacer, interiormente canta y adora al Señor en tu corazón.
Sabiduría: sé consciente de la debilidad en tu cuerpo e intenta no hacer nada muy

extenuante que pueda ponerte a ti o a otros en una situación de riesgo. Rompe el
ayuno con una comida ligera, en lugar de comer en exceso.
Libros sobre la oración de guerra espiritual

• Celebración de la disciplina - Richard Foster
• Moldeando la historia a través del ayuno y la oración - Derek Prince

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Una pequeña introducción al ayuno

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Herramienta de oración: Cómo ayunar

Estos ayunos corporativos a menudo ocurrían cuando los hijos de Israel se

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