TAREAS CORREGIDAS Arte
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TAREAS CORREGIDAS Arte
FICHA TÉCNICA:
AUTOR: SOUFFLOT
ESTILO: Neoclásico.
MATERIALES: PIEDRA
COMENTARIO:
El rey de Francia, Luis XV, en señal de agradecimiento a Santa Genoveva, patrona de París, a la
que atribuyó su curación milagrosa de una grave enfermedad, encargó a Soufflot la
construcción de una basílica para albergar las reliquias de la santa. La Revolución Francesa la
convirtió en Panteón de hombres ilustres.
La arquitectura gótica, de la que era un estudioso y que le inspiró la ligereza de las estructuras
de soporte y la gran luminosidad interior, conseguida con la proliferación de vanos, muchos de
ellos cegados posteriormente.
A ello se añade la planta de cruz griega con la gran cúpula sobre el crucero, de tradición
renacentista.
Sin embargo, a pesar de esta curiosa combinación, la obra posee una armonía y sencillez
clásicas. Por lo que se la considera una de las primeras manifestaciones del Neoclasicismo,
realizada en pleno Antiguo Régimen, antes de que el nuevo estilo fuera adoptado como propio
por la Revolución Francesa.
Predomina el muro sobre el vano en el resto del exterior del edificio que carece de ventanas.
Para aligerar la monotonía del muro se realizaron numerosas hornacinas.
La luz entra a través de los vanos de la cúpula que crea efecto de claroscuro.
Desde mediados del s. XVIII fue surgiendo la arquitectura neoclásica, sobria y depurada,
impulsada por las recién creadas Academias e inspirada en modelos grecorromanos, sin que
ello supusiera en la mayoría de los casos una ruptura radical con la tradición barroca anterior.
No hay que olvidar la tradición más clasicista dentro del Barroco dada en Italia o Francia que
no había olvidado del todo el vocabulario arquitectónico del mundo antiguo, rescatado en el
Renacimiento (columnas clásicas, frontones, cúpulas, etc), ni había caído en excesos
decorativos como los del Barroco español.
ESTILO: NEOCLÁSICO
Villanueva. Inicialmente fue Gabinete de Historia Natural, dentro del proyecto de Carlos III de
configurar en el eje del Prado un barrio de la Ciencia, con el ya creado Jardín Botánico y el
futuro, Observatorio Astronómico, realizados también por Villanueva. El monarca quería
embellecer esa zona de Madrid y fomentar el estudio y desarrollo de las ciencias naturales, tan
valoradas por la Ilustración. Albergaría las colecciones reales desde el reinado de Fernando VII.
Su construcción se inició a finales del s.XVIII. Presenta un predominio de líneas rectas y gran
simetría en sus elementos arquitectónicos y es un edificio monumental de gran austeridad,
construido con granito y piedra blanca.
Consta de tres cuerpos (uno en el centro de planta basilical, y dos en los extremos, de planta
cuadrada) unidos por dos grandes alas de galerías estaca su fachada principal con una sencilla
portada con columnas de orden toscano gigante y rematado por un gran relieve.
Las dos galerías laterales están articuladas en 2 cuerpos: el inferior con la alternancia entre
arcadas de medio punto alargadas y hornacinas rectangulares con esculturas; y el superior con
una galería de columnas jónicas. La 3ª planta fue añadida posteriormente.
Las fachadas norte y sur se construyeron de forma desigual por el desnivel de la primera pero
hoy no se percibe salvo por la escalinata por la que se accede. También tiene pórticos
columnados que combinan el orden jónico y corintio.
Desde mediados del s. XVIII fue surgiendo la arquitectura neoclásica, sobria y depurada,
impulsada por las recién creadas Academias e inspirada en modelos grecorromanos, sin que
ello supusiera en la mayoría de los casos una ruptura radical con la tradición barroca anterior.
ELENA
- Autor: Vignon
- Estilo: Neoclasicismo.
La imagen que vamos a comentar es la Iglesia de Madeleine que se inició en el s. XVIII con Luis
XV. Con la Revolución Francesa las obras se detuvieron y posteriormente Napoleón decidió
dedicar el templo a la gloria del ejército francés. Se eligió el proyecto de Vignon, inspirado en
la Maison Carree de Nimes y se demolió casi todo lo construido anteriormente. Tras la caída
de Napoleón, fue transformado en iglesia dedicada a Santa María Magdalena.
El resultado es un edificio que combina diversos rasgos de la arquitectura antigua: del templo
griego, la columnata períptera de orden corintio; y del templo romano, la elevación sobre
podium y el acceso frontal.
Tiene una sola entrada en cuya fachada se levanta una doble fila de columnas de orden
corintio, compuestas por basa, un fuste estriado y el capitel corintio.
Sobre las columnas un entablamento con friso decorado con relieves. Se cubre a dos aguas
dando lugar a un frontón triangular cuyo interior o tímpano muestra una representación del
Juicio Final con María Magdalena arrodillada rogando a Cristo.
Desde mediados del s. XVIII fue surgiendo la arquitectura neoclásica, sobria y depurada,
impulsada por las recién creadas Academias e inspirada en modelos grecorromanos, sin que
ello supusiera en la mayoría de los casos una ruptura radical con la tradición barroca anterior.
Ficha técnica:
Autor: Cánova.
Cronología: Finales del s. XVIII.
Técnica: Talla.
Estilo: Neoclasicismo.
Comentario:
Cánova plasma el momento en que lo divino y humano están a punto de unirse en un beso. La
escultura recoge el momento en el que Eros besa a la muchacha para despertarla del sueño en
el que había caído tras tomar una poción. La composición es sencilla pues ambos cuerpos
trazan un aspa (brazos de Psique y extremidades inferiores de los dos). El centro lo ocupan los
labios de los dos amantes. La atención del espectador sobre esta zona queda remarcada por
los brazos de Psique, que forman un círculo alrededor de la cabeza de Eros mientras que los
brazos de éste la rodean y uno tapa sus pechos. La posición de los brazos de los dos
personajes, los cuerpos abandonados y la ternura de los rostros transmiten una sensación de
profunda sensualidad. Sin embargo, son figuras herméticas que no reflejan su personalidad
porque se quiere incidir solo en la plasmación del amor y el deseo carnal.
EVA
Título: Paulina Bonaparte como Venus.
Estilo:Neoclasicismo
Comentario:
Aunque predominan los retratos en la producción de Cánova, también fue frecuente el tema
mitológico, siempre tratado al modo clásico antiguo, del cual se sirvió en ocasiones para
realizar retratos.
Aquí la mujer sujeta en su mano izquierda una manzana, en alusión al triunfo en el Juicio de
Paris como la más bella. Aparece semidesnuda, cubierta con una sábana de cintura para abajo,
y yacente, sobre un diván. La escultura se esculpió en un único bloque de mármol blanco. L a
luz se refleja en la blancura del mármol perfectamente pulido. Alude a la belleza ideal, la
perfección de las líneas, el gesto sereno y sin gesticulación, según el ideal clásico de belleza
equilibrada , serena y destaca por su fuerte sensualidad. La expresión es hermética. No nos
permite conocer el estado psicológico de la retratada. Ese hermetismo, la idealización y el
desnudo aportan atemporalidad a la escultura, que no parece el retrato real de alguien en un
momento concreto de su vida, sino como símbolo de poder y belleza. En conclusión esta
escultura muestra una gran sensualidad y pertenece al neoclasicismo porque claramente
vuelve a modelos griegos, se trata de un tema mitológico y buscó la belleza y la perfección.
Esta obra influenció a muchos otros artistas.
LORENA
Nombre: El juramento de los Horacios
Autor: David
Estilo: Neoclasicismo
Esta pintura al óleo sobre lienzo, pertenece al estilo de la pintura neoclasica y se encuentra en
el museo del louvre,París.
David representa el instante justo en que el padre Horacio entrega las armas a sus hijos.
El lugar donde se representa la imagen se puede ver que es de estilo clásico, ya que hay un
predominio de columnas de orden dórico y arcos de medio punto .
La obra tiene un volumen predominante en las figuras masculinas ya que se ven poderosas.
Los colores destacables son el rojo y el azul, son colores vivos, destacables. El uso de luces y
sobras crea que resalte las figuras heroicas de los hombres y la tristeza de las mujeres, dejando
lo menos importante (el fondo ) mediante el claroscuro y el uso de paredes una perspectiva de
profundidad . La luz llega desde la izquierda.
Las figuras muestran una gran expresión, los hombres una expresión rígida,fuerte,teatral y, la
de las mujeres se tristeza y de desilusión, decadente.
El tema de la obra que vamos a comentar es muy representativo del estilo neoclásico: Está
inspirado en la Antigüedad romana. Recoge el momento en el que tres hermanos romanos (los
Horacios) juran sobre sus espadas antes del enfrentamiento con sus propios cuñados
representantes de la ciudad de Alba. El conflicto se desarrolla entre el deber civil (defender la
patria) y los sentimientos (hacerlo a costa de enfrentarse con su propia familia), siendo los
hombres partidarios del primero, mientras las mujeres parecen vencidas por los sentimientos.
La técnica es óleo de factura muy lisa y precisa, sin que se aprecie la pincelada suelta tan
habitual en el Barroco.
La composición está dividida en tres grupos equilibrados que se refuerza con la arquitectura
del segundo plano, incluyendo cada grupo dentro de un arco. Podríamos, por otra parte,
hablar de una composición piramidal cuyo vértice superior coincidiría con el tema básico, las
espada. Todo nos habla de una voluntad de equilibrio que nos podría recordar al
Renacimiento, alejándose por completo del dinamismo Barroco.
Línea y color: Predomina la primera sobre el segundo. Las figuras se perfilan sobre el fondo
oscuro y vacío, dándoles una apariencia escultórica, como si nos encontráramos ante un
relieve. Existe una voluntad de detalle (ver anatomías o vestimentas). En cuanto a los colores,
se intenta buscar un equilibrio entre cálidos y fríos. La luz proviene desde la zona izquierda,
reforzando los volúmenes, y de esta manera, su sensación escultórica (muy visible en los
paños).
La perspectiva es lineal y remarcada por las líneas de los baldosines. Las arquitecturas del
fondo, unidas a las sombras bien remarcadas, crean un espacio casi teatral en donde actúan
los personajes, sin que existan detalles o decoraciones que nos puedan distraer. Los
personajes adoptan posturas teatrales. Sus gestos son rotundos (en los hombres, decididos por
la patria), mientras que en las mujeres podemos observar posturas más curvilíneas y
melancólicas que nos traen a la memoria el mundo de los sentimientos. En todas las figuras
encontramos una evidente idealización. Más que personas reales, parecen actores que
encarnan determinados arquetipos, siendo más importante el grupo que cada una de las
individualidades (las mujeres, por ejemplo, más que mujeres individuales, son la
representación de la tristeza, al igual que los Horacios lo son de la determinación y el sacrificio
a favor de unos ideales). Sus modelos, más que la realidad (como era típico en lo Barroco), los
deberíamos buscar en las esculturas clásicas.
David realiza este cuadro durante su segundo viaje a Roma. Desde la composición equilibrada
y piramidal a la precisión del dibujo, la idealización de los personajes o el propio ambiente
arquitectónico y su representación en perspectiva nos están hablando del aprendizaje clásico
que realiza en Italia frente a los ambientes vaporosos y el sentido refinado del rococó. Para
ello se vuelven los ojos a la Antigüedad clásica y al Renacimiento. (Curiosamente, algunos
elementos como el uso del fondo oscuro, la importancia de la línea, la factura lisa, sin
pinceladas evidentes, y el gusto por las texturas pueden recordar a Caravaggio, autor barroco
que, volverá a ser empleado en el siguiente y contrario estilo, el Romanticismo). Frente a los
temas frívolos y cortesanos del Rococó, David pretende una pintura con contenidos éticos y
morales en relación con las nuevas ideas ilustradas que desembocarán en la revolución
francesa. Busca en la historia antigua asuntos que sirvan para expresar la nueva idea del
patriotismo, del sacrificio de los individuos a favor del nuevo Estado (los Horacios anteponen
los sentimientos a su deber como buenos ciudadanos romanos). Esta exaltación del
patriotismo, del heroísmo, se puede considerar románticas (sus personajes viven situaciones
de fuerte carga sentimental). Por favor que no se os olvide mencionar esto.
La escena es simple, la figura inerte del escritor, con la cabeza y los brazos inclinados, cae
suavemente sobre el borde de la bañera en un marcado claroscuro muy al estilo de
Caravaggio. En sus manos todavía lleva la pluma y la nota con la que su asesina la pretendía
llegar hasta él. Las manchas de sangre se aprecian con un recorrido desde la nota, el agua
enrojecida, la herida manando que llevan hasta el cuchillo ensangrentado.
COMPOSICIÓN: Amplio vacío en el espacio superior en el que predomina una sombra negra, de
influencia de Caravaggio. En la parte inferior dominan las líneas rectas y geométricas de la
bañera, el rectángulo de la caja de madera que sirve de escritorio. En ella el autor coloca el
nombre el personaje y su firma: convirtiéndola en un tributo a su amigo y compañero, además
de recordar en su lápida funeraria.
El colorido del cuadro viene marcado por los tonos fríos,: grises, marrones y verdes. El fuerte
claroscuro procede de una luz lateral que incide sobre su piel, dando la solemnidad que
pretende para el ilustre difunto. La intención del David es evidente, la representación de Marat
está idealizada y nada tiene que ver con la realidad. El escritor sufría un grave problema de piel
que no aparece en su bello cuerpo desnudo y nos lo presenta como un joven que parece
dormido sin rastro de una muerte violenta ni agonía, excepto los rastros de sangre.
Sorprende la leve sonrisa que dibuja en sus labios, el gesto queda iluminado dando la
sensación de muerte triunfal como si Marat fuera un héroe o muerto en combate, un mártir
que sacrifica su vida por el ideal revolucionario que defendió intensamente. David participa de
la Ilustración, interviene en la Revolución participando en el asalto de la Bastilla y se convierte
en partidario de Napoleón. Al principio David se inspiró en personajes de la Antigüedad Clásica
pero con la Revolución y con Napoleón consideró estos hechos tan relevantes como dignos de
ser representados. David es el máximo representante del neoclasicismo pero su predilección
por hechos patrióticos son ya precedentes del romanticismo. Es decir, esta emoción es muy
romántica y más cuando ya no se basa en héroes de la Antigüedad sino en un contemporáneo
activo de la Revolución Francesa.
SOL
Nombre: El quitasol
Autor: Goya
La imagen que vamos a comentar corresponde a la primera serie de cartones para tapices
destinados a decorar los aposentos reales. Su cuñado el pintor Francisco Bayeu, le abriría las
puertas de la Corte entrando a trabajar en La Fábrica de Tapices.
Goya presenta una escena costumbrista muy habituales en la época y de influencia de la moda
galante rococó francesa. Aparece una joven probablemente aristocrática que viste a la moda
francesa y que mira seductoramente al espectador acompañada de un posible criado que viste
como "majo" que le quita el sol con una sombrilla de color verde. En el regazo de la joven un
pequeño perrito negro con lazo rojo parece adormecido. . En el fondo un paisaje algo vaporoso
en sus colores y una pared lateral. No se deduce si el joven solo la acompaña o existe cierto
flirteo entre los dos.
La composición es cerrada, se encuentra entre la pared y el árbol del paisaje y algo simétrica
con la pareja en el centro , especialmente el joven.El punto de tensión del cuadro es el rostro
de la joven en la que se centra nuestra mirada.
Hay Composición triangular que trasmite estabilidad y serenidad. Se aprecian así mismo
estructuras diagonales como la mano con el abanico, la línea de la pared que parece
prolongarse en el mango de la sombrilla (paralelo a la mano). Estas diagonales se contrarrestan
con la diagonal del árbol como formando una V que enmarca las nubes. También se distingue
compositivamente una forma oval en el rostro de la mujer que es donde se cruzan dos
diagonales determinadas por la dirección de la mirada del majo y la línea del muro prolongado
en el mango de la sombrilla.
•En el cuadro tiene una gran relevancia la luz y sus efectos jugando un gran papel la sombrilla
que sirve para matizar y sombrear diferentes zonas mientras que en otras la fuerte incidencia
del sol hace que destaquen los tonos amarillos que dotan a la escena de gran alegría.
•Los colores son luminosos con predominio de los tonos pastel de influencia rococó. Entre
otros, el amarillo y azul de la joven y el secundario verde de la sombrilla o más apagados como
en la zona matizada por la sombrilla , los ocres del majo o los contrastes de tonos como los
que se observan en el hombro del majo o los tonos verdosos del cuello de la joven.
•No existe mucha profundidad se insinúa algo con el paisaje vaporoso con sfumato y con la
dirección del mango de la sombrilla.
•El ritmo aunque algo estático viene marcada por el juego de miradas del majo a la joven y de
esta a los espectadores.
•La expresión es alegre tanto por las actitudes de la pareja como por los tonos cálidos.
•La composición piramidal, el dominio de la luz y la perspectiva de abajo arriba por la posición
elevada del tapiz, reflejan su conocimiento de la pintura clásica así como también en el tema
se observa la influencia de la pintura galante.
Esta obra corresponde a su primera etapa que se prolonga hasta 1792, cuando le sobreviene la
enfermedad que le lleva a la sordera. Es la etapa de los cartones para la Real Fábrica de
Tapices de Santa Bárbara, de temas populares, festivos, alegres (La vendimia, El quitasol, la
pradera de San Isidro...).
LAURA
Autor: Goya
Año:1800
Goya había sido nombrado Primer Pintor de Cámara en 1799, un año antes de la realización de
este óleo sobre lienzo, que es su obra maestra como retratista.
Para su composición dispuso a los trece miembros de la familia real como en un friso, al modo
neoclásico. Sin embargo, este cuadro nada tiene que ver con los principios del Neoclasicismo
europeo, ya que la luz y el color se imponen sobre los elementos lineales del dibujo, y la
pincelada obedece a toques de gran libertad, como una gama cromática muy variada.
La visión de los personajes es realista y, al contrario de lo habitual en los retratos regios, sin
concesiones a la idealización, plasmando la psicología de cada uno de ellos a través de gestos y
actitudes que muestran sin rodeos su verdadera naturaleza: soberbia y altanera la de la reina
María Luisa, en el centro y como figura dominante; débil y bondadosa la del rey, taimada la del
futuro Fernando VII, a la izquierda. Pero es absurdo pensar que Goya pretendiera
caricaturizadas, como se ha dicho a veces. Lo que si pretendió fue establecer una relación con
“Las Meninas” de Velázquez mediante algunos inequívocos detalles: se autorretrató a la
izquierda y pintando de cara al espectador, colocó a la reina en la misma postura y posición
que la infanta Margarita en el cuadro velazqueño, y tal vez simuló que todos miraban hacia un
espejo, pero en este caso, al contrario que en “Las Meninas”, situado frente a ellos, fuera del
cuadro.
El tema es un típico retrato de grupo en el que aparecen los reyes (Carlos IV y Maria Luisa), su
sucesor (futuro Fernando VII, de azul, a la izquierda) junto a otros miembros de la familia real y
(siguiendo así a Velázquez en las Meninas) Goya junto a su lienzo (a la izquierda). Aunque la
atención la tenga la reina María Luisa, Goya cumple todo el protocolo, colocando los
personajes más cerca del espectador cuanto más importante sean. La colocación de los pies
nos da la posición social de cada uno de ellos.
La composición resulta a la vez fácil de ver pero compleja de realizar (ésta es precisamente la
maestría). En principio, y aunque el cuadro parezca simétrico, no lo es. El centro de la
composición lo crea el niño de rojo (como ya sabéis el color que más atrae la mirada) que junto
al marco del cuadro crea una gran línea vertical que separa ambas partes. Si os fijáis en ellas la
izquierda es mayor que la derecha en una proporcionalidad conocida desde muy antiguo
llamada número aúreo (número de oro), muy utilizado en el Renacimiento
Sobre este esquema general el propio tema genera un esquema bastante monótono, lleno de
verticales formadas por las propias figuras
Sin embargo Goya evita la monotonía tomando de nuevo a Velázquez. Para comprenderlo es
mejor que vierais primero las Meninas y fijaros lo que hace con las cabezas y los pies de los
personajes.
De una forma parecida trabajará Goya en la Familia de Carlos IV
De esta forma conseguirá una gran movilidad en un cuadro de personajes quietos, pues el ojo
se desplaza por él tal y como os he ido pintando, primero por las cabezas y luego por los pies.
Los colores predominantes son los cálidos, en especial los dorados (herencia de Tiziano). Sobre
este fondo Goya vuelve a recurrir a Velázquez y anima el cuadro con estallidos de rojos, como
ya se hacía en las Meninas.
La luz juega varias funciones en el cuadro. Por una parte dará una mayor importancia a María
Luisa que relumbra con su vestido (recordad que era el verdadero poder del reino, junto a
Godoy).
En este punto Goya se encuentra con un grave problema. Tiene que meter demasiadas figuras
en un espacio bastante pequeño, lo cual puede llegar a crear una sensación de asfixia en el
espectador. Por eso necesita crear por medio de trucos más espacio, y para ello vuelve a
recurrir a Velázquez y sus Meninas.
Por una parte coloca en el fondo cuadros que abran una mayor perspectiva, sobre todo el de la
derecha.
Por otra juega a crear bandas horizontales de luz y sombra de forma consecutiva, igual que
ocurre en las Meninas, creando así como una serie de peldaños en donde el ojo se va parando,
avanzando más lentamente hacia el fondo y dando una impresión de mayor espacio.
Por último, volveros a fijar en las Meninas e intentad ser conscientes de cómo están colocados
los personajes. Si avanzáis de derecha a izquierda podréis daros cuenta que la colocación de
los mismos hace que entremos y salgamos del espacio del cuadro al colocárnoslos más lejos o
más cerca de nosotros.
LUCÍA
Ficha técnica
- Autor: Goya
- Cronología: 1814
La obra que vamos a comentar se corresponde con el gran cuadro Dos de Mayo de 1808 en
Madrid, conocido también como La carga de los mamelucos en la Puerta del Sol, que se guarda
en el Museo del Prado. Es uno de los acontecimientos del levantamiento del pueblo madrileño
contra los franceses, y fue realizado por Goya en 1814.
En el centro de la composición, un mameluco cae ya muerto del caballo pero el patriota sigue
apuñalándole y otro hiere con rabia irracional al caballo que no es enemigo de nadie. De esta
forma Goya manifiesta la irracionalidad de la guerra. Sobre el suelo yacen soldados o
patriotas con los brazos abiertos.
Al fondo, las figuras de los madrileños, con los ojos llenos de rabia acuchillan con sus armas
blancas a jinetes y caballos mientras los franceses rechazan el ataque e intentan huir con los
ojos desorbitados incluidos los propios caballos.
La composición esta formada por curvas, diagonales, escorzos, grandes pinceladas que crean
gran dinamismo, movimiento. Está realizado el cuadro de una forma que contribuye al ritmo
de acción y violencia, como si estuviera impregnado también de rabia.
El color se ejecuta con fuertes contrastes y se realiza con grandes manchas o pinceladas
rápidas aplicando un colorido en el que se permite libertades como la cabeza verde del
caballo que es un efecto de la sombra, llama la atención la distribución del rojo de la sangre
para acentuar el dramatismo y violencia.
Las grandes aportaciones o claves del cuadro son el movimiento y ante todo la fuerte
expresividad que manifiesta en rostros desencajados e incluso en los caballos que parecen
querer huir.
Se ha de valorar el cuadro como un antecedente del expresionismo por los rostros y del
romanticismo por la “exaltación del patriotismo” pero que en realidad es una denuncia de la
violencia de la guerra.
Comentario corregido:
-La obra que vamos a comentar es el cuadro pintado por Goya denominado “La carga de los
mamelucos”, que hace referencia a la invasión francesa en España iniciándose la guerra el día
2 de mayo de 1808. Goya pintó solamente dos obras relativas a los hechos del 2 de mayo de
1808, que fueron un encargo con motivo de la vuelta a España de Fernando VII en 1814 más
una serie de grabados conocidos como Los desastres de la guerra.
La obra representa el violento ataque del pueblo de Madrid a las tropas francesas en la
mañana del 2 de mayo y la inmediata represalia del ejército francés. Para reflejar este hecho,
Goya se decantó por el combate callejero contra la caballería francesa, representando a los
más famosos de todos, los mamelucos (ejército de Napoleón) contra el pueblo madrileño,
armado con navajas y cuchillos, para impedir que el infante Francisco de Paula fuera llevado a
Bayona, donde estaba recluido su padre, Carlos IV.
Utiliza recursos de gran fuerza expresiva y dinámica (muchos personajes y en un muy primer
plano cercanos al espectador, pinceladas sueltas y rápidas predominando la mancha sobre el
dibujo) y muestra lo más importante de cada personaje, no concreta en sus detalles. En este
sentido destaca el grupo central en torno al mameluco, que cae muerto, mientras un
madrileño sigue apuñalándole y otro clavándole otra en el costado al caballo. Respecto a la
composición, está formada por curvas, diagonales, escorzos, grandes pinceladas que crean
gran dinamismo y movimiento. Se aprecia acción y violencia a simple vista. La fuerte
expresividad se manifiesta en los rostros desencajados e incluso en los caballos que parecen
querer huir. Al fondo se ve la ciudad de forma difuminada.
Goya usa una pincelada suelta, además de un rico cromatismo. Su estilo recuerda a algunos
cuadros del romanticismo francés, obras de Géricault o Delacroix.
ALEJANDRA
• Cronología: S. XIX
Este cuadro es una representación de las ejecuciones de represalia del ejército francés a los
españoles después del levantamiento popular que tuvo lugar el día anterior. Se crean
contraposiciones como el día y la noche, la violencia tanto del pueblo madrileño y del ejército
francés o la furia y el miedo.
En cuanto a la paleta de colores del cuadro los más usados principalmente son los grises, ocres
y blancos, volviendo así a destacar al hombre de la camisa por ser el único que presenta tonos
más coloridos.
Goya recurre al uso de pinceladas suelta y a la perspectiva aérea para hacer que las figuras
más cercanas sean más nítidas que el fondo.
Los personajes representados, sobre todo las víctimas, se establecen en tres grupos distintos;
los que van a ser fusilados y se puede ver su expresión de horror en el rostro, los que están
siendo fusilados y los ya muertos. En cambio, los que llevan las armas se sitúan formando una
diagonal en la que dan la espalda al espectador, escondiendo así sus rostros y aportándoles un
carácter deshumanizado.
COMENTARIO CORREGIDO:
Este cuadro es una continuación directa de “El dos de mayo de 1808 en Madrid (1814)”,
encargados con motivo del regreso de Fernando VII en 1814, una vez finalizada la guerra.
Presentan una yuxtaposición temática: una acontecida durante el día, la otra en la noche y
Violencia VS miedo.
Temáticamente trata sobre las represalias que tomó el ejército francés después de la
sublevación en Madrid.
La escena se ve iluminada por un faro que separa a los condenados a muerte del pelotón
de fusilamiento, aportando una iluminación dramática (de inspiración tenebrista) y que sirve
para enmarcar a los protagonistas del cuadro. El contraste de luces y sombras dirigen
nuestras miradas hacia el hombre de camisa blanca y brazos alzados, que luego se nos
dando mayor protagonismo a la mancha de color que a la línea del dibujo definido, lo que
aporta una mayor tensión. Respecto a los colores, Goya reduce la paleta cromática
básicamente a tres colores; grises, ocres y blancos lo que acentúa el trágico momento
representado. Sólo el hombre de la camisa blanca y pantalón amarillo aporta una nota de
destino. Por último, Goya hace uso del recurso de la perspectiva aérea, de manera que las
figuras que aparecen más próximas a nosotros lo hacen más nítidas que el paisaje del
La mayor atención que otorga Goya al cuadro es al aspecto de los fusilados: un grupo de
actitud ante la muerte. La maestría de Goya nos revela una descripción psicológica de cada
personaje. Así unos afrontan dicho destino con valentía como el hombre que levanta los
brazos, otros dedican ese último instante a la oración como el fraile que está a su derecha,
otros con rabia parecen querer enfrentarse por última vez contra sus enemigos como el
hombre que levanta el puño, mientras los hay que se muerden los nudillos con horror, como
el hombre del fondo que espera su ejecución o los que tapan sus ojos para no ver lo que
sucede.
Y los claros antagonistas son los soldados franceses, dispuestos en diagonal paralelamente a
los patriotas, de modo que no se puede ver su rostro. Esto se hace con el fin de deshumanizar
a los soldados, verdugos anónimos.
Goya nos acerca a una nueva visión de un tema antiguo: la guerra. Esta percepción de la
guerra, absolutamente novedosa y moderna, es especialmente visible en obras como la que
estamos comentando o su compañera, "el 2 de mayo", así como el de la serie de grabados
titulado "Los desastres de la Guerra" y hace de esta obra no solo genial desde el punto de vista
técnico, adentrándose en un nuevo lenguaje pictórico que conecta con la modernidad; sino
que la ha convertido en una obra icónica no sólo de la Guerra de la Independencia en España
sino de denuncia del horror de todas las guerras (Aquí Goya no especifica el origen de los
soldados que tampoco están individualizados al no mostrarnos el rostro.) Goya influyó
notablemente en pintores posteriores como Manet o Picasso.
RICHI
Autor: Goya
Técnica: aguafuerte
Está pintada en tinta ocre oscuro con tonos y colores oscuros, grises, negros. La figura central
del condenado destaca en blanco atado al poste, enfrentado a los tres soldados de Napoleón
al fondo ejecutando a patriotas, también destacados con más luz.
Comentario corregido:
Está pintada en tinta ocre oscuro con tonos y colores oscuros, grises, negros.
La figura central del condenado destaca en blanco atado al poste, enfrentado a los tres
soldados de Napoleón al fondo ejecutando a patriotas, también destacados con más luz.
El artista expresa con gran claridad, la índole de la ejecución a la que asistimos como
espectadores de primera fila, situando en primer plano al hombre que va a ser ajusticiado y al
fondo un pelotón de soldados franceses, claramente identificables por sus uniformes, que
disparan sus fusiles sobre otro condenado. No hay dudas por tanto de que se trata de uno de
los muchos fusilamientos que, desde los primeros tiempos del levantamiento, pudieron verse
en las ciudades y caminos de España. Aplicando los decretos de 1809, que consideraban
bandido a cualquier español que usase sus armas contra ellos, las tropas de Napoleón debían
ejecutarlos inmediatamente a su captura.
Por su parecido compositivo con el lienzo del Tres de mayo, bien podría señalarse que esta
obra es una de las fuentes iconográficas utilizadas por él. Lo excepcional de Goya se muestra
en la novedosa forma de concebir el tema como una secuencia temporal en la que se aprecian
tres momentos diferentes que describen el proceso del fusilamiento: el que espera su
ejecución inminente en el centro, los que lo están siendo al fondo y en primer término el que
ya lo ha sido, este último con un evidente parecido con un personaje del lienzo del Tres de
mayo, tanto por su escorzo como por el rostro ensangrentado.
Las referencias formales y expresivas de ambas obras ponen de manifiesto el método de
trabajo de Goya, caracterizado por una reelaboración de recursos visuales ya utilizados en
composiciones anteriores. A partir de esta secuencia temporal es posible también entender el
título como una referencia al protagonista central de la composición, para quien “no hay
remedio”, como demuestran sus compañeros ya fusilados. Por otra parte, la potente figura del
condenado, destacada en blanco sobre la oscuridad y el poste al que está atada, enfrentada a
las tres bocas del fusil que asoman a la derecha constituyen una de las más violentas tensiones
visuales de las que Goya hace gala en la serie. Las caras de los tres condenados contrastan a su
vez con la falta de rostro humano de los soldados franceses, de los que sólo vemos sus
uniformes y armas.
Es una de las pinturas más conocidas e inquietantes , con un tema de la mitología clásica que
nunca se había representado de una forma tan brutal y expresionista. El dios Saturno, al que se
le ha anunciado que uno de sus hijos lo destronará, decide comérselos uno a uno según nacen,
para que la profecía no se cumpliera.
Se trata de una pintura muy cruel, llena de dramatismo, sobre todo visto en dos puntos: la
boca del dios desgarrando la carne de su propio hijo y la mancha de color representado la
sangre. Esta última es verdaderamente desconcertante, ya que es una simple mancha, sin
dibujo, resaltando el carácter espontáneo.
Esta obra estaba pintada en una sala que era el comedor o el salón principal. Es probable que
el anciano Goya quisiera hacer una reflexión sobre su propia muerte, a través de Saturno (el
tiempo), que destruye a los seres que él mismo crea. Igualmente es posible, que se tratara de
una alusión velada de la tiranía de Fernando VII, que estaba destruyendo a su propio pueblo.
ESTE PÁRRAFO NO ES NECESARIO: En 1819, poco antes de caer enfermo, Goya compró una
casa cerca del Manzanares, conocida popularmente como la “Quinta del Sordo”. Entre aquel
año y 1823, en que legó la finca a su hijo antes de partir para Francia, decoró dos de sus salas
con 14 pinturas mediante la técnica del óleo aplicado directamente sobre las paredes. El
posterior nuevo propietario de la casa mandó pasar estas pinturas a lienzos y después de estar
en Francia, hoy se encuentran en el Museo del Prado, aunque con los traslados las han hecho
sufrir modificaciones.
Se conocen como pinturas negras tanto por sus tonos oscuros y su carácter sombrío como por
la visión desgarrada que transmiten.
Goya las pintó para sí mismo y con absoluta libertad, lo que explica su carácter enigmático y a
veces incomprensible, que las relaciona con los Disparates.
Los temas son muy variados: escenas cotidianas (romería de San Isidro), mitológicas (Saturno
devorando a sus hijos), enigmáticas (el perro)…Pero todas ellas impactan por su dramatismo,
la acentuada paleta oscura y el expresionismo con el que plasma la intensidad de las actitudes
de los protagonistas.
Goya en estas obras se muestra como un pintor revolucionario, que prescinde del dibujo que
es sustituido por grandes manchas de pintura. Las formas monstruosas de brujas y monstruos,
como el de la obra que estamos comentando, muestra la visión más oscura del Ser Humano.
Visión que se acentúa en Goya con el paso de los años, fruto de su sordera que lo aisla del
mundo y de su experiencia durante la Guerra de la Independencia contra los franceses.
DIEGO
AUTOR: GOYA
CRONOLOGÍA: 1827
• Oleo sobre lienzo de pequeño formato pintado hacia 1826. La figura muestra una
serena delicadeza que refleja la tranquilidad de ánimo de Goya, tras la liberación del
miedo que le producía la España negra de Fernando VII.
• En su obra aparece de nuevo la luz y el color, pero lo más interesantes, desde el punto
vista técnico, es la yuxtaposición de toques de color en una anticipación del
impresionismo.
• Goya fue por eso muy admirado por tantos pintores vanguardistas de los s. XIX y XX,
que vieron en él a un genio.
• Observamos que se trata de una mujer joven, con bello rostro de pelo oscuro que
contrasta con su cara clara. Prestando atención al vestido es cierto que hace una
alternancia entre la oscuridad de la vestimenta y su rostro delicado. La figura está
ligeramente inclinada, predominando la línea curva.
La obra que vamos a comentar es un óleo sobre lienzo de pequeño formato pintado hacia
1826-27. La figura muestra una serena delicadeza que refleja la tranquilidad de ánimo de Goya
después de haberse trasladado a vivir a Francia y tras la liberación del miedo que le producía la
España negra de Fernando VII. El cuadro es uno de los últimos pintados por Goya.
Observamos que se trata de una mujer joven, con bello rostro de pelo oscuro que contrasta
con su cara clara. Prestando atención al vestido es cierto que hace una alternancia entre la
oscuridad de la vestimenta y su rostro delicado. La figura está ligeramente inclinada,
predominando la línea curva.
En su obra aparece de nuevo la luz y el color, pero lo más interesante, desde el punto vista
técnico, es la yuxtaposición de toques de color en una anticipación del impresionismo. Goya
fue por eso muy admirado por tantos artistas posteriores. Destaca las pequeñas pinceladas
yuxtapuestas, esta pincelada libre que el autor utiliza, y predominan las tonalidades claras,
tanto grises como verdosas, con el fondo de imprimación rosa. Esa pincelada suelta, ligera, casi
trasparente está intentado fijar un instante, un momento y está anticipando el impresionismo.
Pintores vanguardistas de los s. XIX y XX, que vieron en él a un genio.
DEFINICIONES:
MARÍA CANO:
Rococó: Es un estilo en diseño de interiores que incluye las diferentes artes decorativas,
pintura, arquitectura y escultura que se originó en París a principios del siglo XVIII . Es un tipo
de diseño que se caracteriza por la ligereza, elegancia y el uso excesivo de formas curvilíneas y
naturales en la ornamentación.
El Rococó es un movimiento artístico nacido en Francia, que se desarrolla durante buena parte
del s. XVIII. Es un estilo que busca reflejar lo agradable, refinado, exótico y sensual. El estilo se
expresa sobre todo en la pintura y la decoración. Su presencia en la arquitectura y la escultura
es menor. Si el Barroco estaba al servicio del poder absolutista, el Rococó está al servicio de la
aristocracia y la burguesía. El artista deja de ser un servidor del poder, trabaja con más libertad
y se inicia el mercado del arte. El Rococó se presenta como un arte al servicio del lujo y la
fiesta.
NEOCLASICISMO:
Movimiento artístico que se desarrolla entre 1760 y 1850 (convive con otros movimientos) que
propone una vuelta al lenguaje equilibrado y racional de la Antigüedad Grecolatina. Las
razones de la aparición de este arte hay que buscarlas en:
El Centro artístico será Francia (se prolongará con Napoleón, estilo Imperio) pero también se
desarrollará en otros lugares como España, el resto de Europa y Estados Unidos.
FROY
PINTURAS NEGRAS: es el nombre que recibe una serie de catorce obras murales de Goya,
pintadas con la técnica de óleo al secco (sobre paredes recubiertas de yeso). Las creó como
decoración de los muros de su casa pero estos murales fueron trasladados a lienzo a partir de
1874 y en la actualidad se conservan en el Museo del Prado de Madrid.
Es el nombre que recibe una serie de catorce obras murales de Francisco de Goya, pintadas
con la técnica de óleo sobre la pared y que posteriormente se pasaron a lienzo y que se
conservan en el Museo del Prado. Las creó como decoración de los muros de su casa, llamada
la Quinta del Sordo. Se conocen como pinturas negras tanto por sus tonos oscuros y su
carácter sombrío como por la visión desgarrada que transmiten. Goya las pintó para sí mismo y
con absoluta libertad, lo que explica su carácter enigmático y a veces incomprensible, que las
relaciona con los Disparates. Los temas son muy variados: escenas cotidianas (romería de San
Isidro), mitológicas (Saturno devorando a sus hijos), enigmáticas (el perro)…Pero todas ellas
impactan por su dramatismo, la acentuada paleta oscura y el expresionismo con el que plasma
la intensidad de las actitudes de los protagonistas.
AGUAFUERTE: solución liquida de agua y ácido nítrico que se aplica sobre una plancha o
lámina metálica recubierta con una capa de cera o barniz protector en la que previamente el
artista ha hecho un dibujo sobre la cera, quitando la protección de la lámina. Al sumergir la
placa en el agua fuerte, este corroe el metal solo por las partes en las que se ha dibujado,
dejando la obra grabada en la lámina.
AGUATINTA: técnica pictórica similar al aguafuerte en la que la resina que recubre la lámina se
calienta para que quede un efecto de acuarela muy perseguido en la época.