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7 Lecturas Cortas

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7 Lecturas Cortas

La lectura es una de las actividades que tiene más poder al momento de


reafirmar valores y opiniones. Por lo tanto se convierte en indispensable para
aquellos jóvenes que todavía están en proceso de formación. Nada mejor que
algunos textos cortos para que reflexionen y se sientan motivados.

ACTIVIDAD
LEE Y RESUME EN TUS PALABRAS LO QUE ENTENDISTE DE CADA
LECTURA

1 El grupo de ranas

Mientras un grupo de ranas viajaba por el bosque, dos de ellas cayeron en un


pozo profundo. Cuando las otras ranas se amontonaron alrededor del pozo y
vieron lo profundo que era, les dijeron a las dos ranas que ya no había
esperanza para ellas.
Sin embargo, las dos ranas decidieron ignorar lo que los otros estaban diciendo
e intentaron salir del pozo.
A pesar de sus esfuerzos, el grupo de ranas en la cima de la fosa seguía
diciendo que debían rendirse. Que nunca lo lograrían.
Eventualmente, una de las ranas prestó atención a lo que los demás decían y
se rindió, cayendo muerta. La otra rana continuó saltando tan fuerte como
pudo. Una vez más, la multitud de ranas le gritó para que parara el dolor y
muriera.
Sin embargo saltó aún más fuerte y finalmente logró salir. Cuando salió, las
otras ranas le dijeron: "¿No nos has oído?"
Entonces se dieron cuenta que era sorda y que todo el tiempo pensó que la
estaban animando para que saliera.

- La moraleja de la historia:
Las palabras de la gente pueden
tener un gran efecto en la vida de
los demás. Piensa en lo que
dices antes de que las palabras
salgan de tu boca. Podrían ser la
diferencia entre la vida y la
muerte.
2.-Amor

Un pescador una vez atrapó un salmón. Al ver su extraordinario tamaño,


exclamó: "¡Qué pez tan maravilloso! ¡Se lo llevaré al rey! Le encanta el salmón
fresco.
El pobre pez se consoló pensando: "Todavía puedo tener algo de esperanza.
Después de todo el rey ama a los animales"
El humilde pescador llevó su presa a la propiedad del rey, y el guardia a la
entrada le preguntó: "¿Qué hay allí?
"Un salmón", contestó el pescador, orgulloso.
"Genial", dijo el guardia. "Al barón le encanta el salmón fresco."
El pez dedujo que había razones para tener esperanza... si el rey ama a los
salmones, podría dejarlo en libertad.
Una vez dentro del palacio, y aunque el pez apenas podía respirar, seguía
siendo optimista. Después de todo, el rey ama el salmón, pensó.
El pescado fue llevado a la cocina, y todos los cocineros comentaron lo mucho
que le gustaba el salmón al barón. El pescado fue puesto sobre la mesa y
cuando el rey entró, ordenó: "Corta la cola, la cabeza y abre el salmón."
Con su último aliento de vida, el pez gritó desesperado: "¿Por qué mientes? Si
realmente me amas, cuida de mí, déjame vivir. No te gusta el salmón, te gustas
a ti mismo!"
Moraleja:
cuando
alcances al
amor, cuídalo.
3.- El obstáculo en el camino

Hace muchos años, un rey mandó colocar una enorme piedra en uno de los
principales caminos del reino. Luego se escondió detrás de ella y miró para ver
si alguien podía mover el inmenso obstáculo.
Algunos de los comerciantes y cortesanos más ricos del reino pasaron por allí y
simplemente la rodearon.

Mucha gente culpaba al Rey por no mantener los caminos despejados, pero
ninguno de ellos hizo nada para quitar la piedra.

Entonces llegó un campesino que llevaba una carga de verduras. Al acercarse


a la roca, dejó su carga y trató de sacar la piedra del camino. Después de
mucho esfuerzo, finalmente tuvo éxito.

Después recoger sus verduras, se dio cuenta de que había un bolso en el piso
donde había estado la piedra.

El bolso contenía muchas monedas de oro y una carta del Rey explicando que
el oro era para la persona que pueda despejar la vía.

La moraleja de la historia:

Cada obstáculo que encontramos en la vida nos da la oportunidad de mejorar


nuestra situación personal. Mientras los perezosos se quejan, los demás están
creando

oportunidades a través de sus corazones bondadosos, generosos y llenos de


voluntad de hacer las cosas.
4 El Usurero
En una pequeña ciudad italiana, hace cientos de años, el dueño de un negocio
familiar debía una gran suma de dinero a un prestamista. El usurero era un tipo
muy viejo y poco atractivo, que por casualidad le gustaba la hija del dueño del
negocio.

Éste decidió ofrecer al hombre de negocios un trato que borraría


completamente la deuda. Sin embargo, sólo se eliminaría si se casaba con la
hija del dueño del negocio. No hace falta decir que esta propuesta fue recibida
con una mirada de disgusto. El prestamista dijo que colocaría dos piedras en
una bolsa: una blanca y otra negra.

La hija tendría que meter la mano en la


bolsa y sacar un piedrita. Si era negra, la
deuda sería borrada, pero el prestamista
se casaría con la joven. Si era blanca, la
deuda también sería borrada, pero la hija no tendría que casarse con el
usurero.

Parado en un sendero, el prestamista se inclinó y cogió dos piedritas. Mientras


él las recogía, la hija se dio cuenta de que había recogido dos piedras negras y
las había metido en la bolsa. Luego le pidió a la joven que metiera la mano en
la bolsa y recogiera una.
Naturalmente, la hija tenía tres opciones en cuanto a lo que podía haber hecho:
 Negarse a recoger una piedra de la bolsa.
 Saca ambas piedras de la bolsa y exponer al usurero por hacer trampa.
 Escoger una piedra de la bolsa sabiendo que es negra y sacrificarse por
la libertad de su padre.
Entonces introdujo su mano y sacó una piedra de la bolsa, y antes de mostrar
su color, "accidentalmente" las dejó caer en medio de los otros guijarros.
Con una sonrisa en su rostro, le dijo al prestamista; "Oh, qué torpe soy... Pero
no importa, si buscas en la bolsa la piedra que queda, sabrás qué color elegí".
La piedra que quedaba en la bolsa es obviamente negra, y viendo que el
usurero no quería ser expuesto como un tramposo, tuvo que seguirle el juego
como si la piedra que la joven dejó caer era blanca, saldando así la deuda de
su padre.
Reflexión y moraleja de la historia:
Siempre es posible superar una situación difícil, mediante pensamiento creativo
y no ceder a las únicas opciones que crees que tienes para elegir.
5.- El día en que todo salió mal
Cada vez que necesito ayuda como madre, recuerdo a mi propia madre y a mi
abuela, mujeres que plantaron semillas de sabiduría en mi alma.
Hace unos días días, llegué a casa y encontré una carta de advertencia de una
planilla de luz sin pagar, el estado de cuenta de mi tarjeta de crédito y varias
facturas atrasadas.
Además mi hijo Tommy, de 15 años, se quejaba de un mal corte de cabello.
Tuvo que aguantar todo el día que otros estudiantes del colegio lo llamaran
"calvo".
Lisa, mi segunda hija, se sentía devastada, pues aunque había estudiado
mucho para la prueba final del séptimo grado, le habían faltado dos decimales
para no reprobar.
Por último Jenni, en su primer año de escuela, había sido "víctima" de la
timidez al momento de realizar una lectura frente a toda la clase.
Miré los rostros desconsolados de mis hijos, y fue entonces cuando la imagen
de mi abuela vino sonriendo a mi cabeza. Entonces dije:
Muy bien, ¿saben qué día es hoy? Es "un día en que todo salió mal" ¡Vamos a
celebrarlo!
Me miraron, sorprendidos y con curiosidad. Continué: "Mi abuela siempre decía
que aprendemos más de nuestros errores que de nuestros éxitos. Siempre nos
decía que cuando uno más se equivoca o las cosas le salen mal, es cuando
existe mayor oportunidad de superarse y triunfar".
Esta fue la primera de muchas otras fiestas por "las cosas que no funcionaron".
En medio de la tragedia, buscamos siempre una excusa para celebrar, en lugar
de angustiarnos por lo que habíamos sufrido.
Espero haber plantado en las
almas de mis hijos las semillas
recogidas por la sabiduría de las
mujeres que me precedieron. Y
que estas semillas se extiendan
en sus propios jardines algún
día.

Reflexión: Cuando sucedan cosas extrañas, no hay que asustarse de manera


apresurada.
6.- El eco
Un hijo y su padre caminaban por las montañas, cuando, de repente, el niño
cayó, se hizo una herida y grito: "¡Aaahhh!"
Para su sorpresa, oyó́ repetirse su voz desde algún lugar en la montaña:
¡Aaahhh!"
Curioso, gritó: "¿Quién eres tú?"
Y recibió́ como respuesta: "¿Quién eres tú?"
Enojado por la contestación, gritó: "¡Cobarde!"
Y recibió́ como respuesta: "¡Cobarde!"
Entonces, miró a su padre y le preguntó, "¿Qué está pasando?"
El padre sonrió́ y le dijo: "Hijo, presta atención." Y le gritó a la montaña: "¡Te
admiro!"
La voz contestó: "¡Te admiro!"
Otra vez, el hombre gritó: "¡Tú eres un campeón!" Y la voz respondió́ : "¡Tú eres
un campeón!"
El muchacho seguía sin entender. Entonces, el padre le explicó: "La gente lo
llama eco, pero realmente es vida, porque te devuelve cualquier cosa que dices
o haces”.
Y agregó: “Nuestra vida es simplemente un reflejo de nuestras acciones.
Moraleja Esta
relación se aplica a
todo, en todos los
aspectos de la vida.
La vida te devolverá́
todo lo que le des.
Porque tu vida no es
una coincidencia. Es
un reflejo de ti.”
7.- La vida es un jardín
En una pequeña aldea de los Alpes Suizos, Hans, un simpático anciano de
más de 80 años, jardinero de profesión, se había convertido en la atracción de
los turistas. Su aspecto bonachón, su buen humor, y sobre todo, su sabiduría
natural, hacían que todos quisieran pasar un tiempo con él, mientras trabajaba
la tierra y mantenía los jardines de la plaza del pueblo.
Un día, llegó un contingente de ejecutivos, de paso hacia una convención.
Atraídos por la belleza natural, tomaron y paseo, y, de regreso, descansaron en
la plaza. Al ver que estaba rodeado de niños, jóvenes, adultos y ancianos, se
acercaron a ver qué pasaba.
Y allí́ estaba Hans, respondiendo las preguntas que le hacían, con parábolas
sobre su profesión de jardinero y la vida. Entonces, les dijo: “La vida es un
jardín. Lo que siembres en ella, eso te devolverá́ . Así́ que elige semillas
buenas, riégalas y con seguridad tendrás las flores más hermosas.
Cada acto, palabra, sonrisa o mirada, es una simiente. Procura, entonces, que
caiga tu simiente en el surco abierto del corazón de los hombres y vigila su
futuro. Procura, además, que sea como el trigo que da pan a los pueblos, y no
produce espinas y cizaña que dejan estériles las almas.
Muchas veces sembraras en el dolor, pero esa siembra traerá́ frutos de gozo. A
menudo sembrarás llorando, pero, ¿quién sabe si tu simiente no necesita del
riego de tus lagrimas para que germine?
No tomes las tormentas como castigos. Piensa que los vientos fuertes harán
que tus raíces se hagan más profundas, para que tu rosal resista mejor lo que
habrá́ de venir. Y
cuando tus hojas
caigan, no te
lamentes; serán tu
propio abono,
reverdecerás y
tendrás flores
nuevas.

Moraleja :Lo que siembras en la vida, eso te devolverá, así que siempre haz el
bien
No olvides realizar la comprensión de estas 7 lecturas en este cuadro

Título de la lectura Resumen Moraleja


1. El grupo de
ranas

2. El Amor

3. El obstáculo en
el camino

4. El usurero

5. El día que todo


salió mal

6. El Eco

7. La vida es un
jardín

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