La Grupalidad y El Juego Como Resistencias

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LA GRUPALIDAD COMO RESISTENCIA

Mariano Algava

La subjetividad actual tiende a generar agrupamientos superfluos, con proyectos externos, con
tramas vinculares mercantilizadas, alienadas, utilitarias y efímeras, que responden a la utopía
individualista, jerarquizada, como único proyecto de vida posible.
sujetos en insoportable soledad, que en su desesperación consumen, se saturan de comunicación,
construyen falsas libertades, desarrollan una compulsión por la conectividad, por el juego alienado,
por las redes sociales, las adicciones de todo tipo, etc. El sistema corroe las instancias organizadoras
de la grupalidad y aliena los vínculos. Grupos huecos, que no satisfacen la necesidad humana de ser
con otros. Apariencia de grupalidad, consumo de formas, técnicas, e ilusiones efímeras que
alimentan la utopía de la libertad individual. Todo lo invadido por la cultura del Capital tiende negar
nuestra naturaleza vincular, social y grupal.

La tensión singular - colectivo

La individualidad siempre está dada en dialéctica con la pertenencia social. Sin embargo no habría
aquí dos partes independientes. Grupo y sujeto son una unidad, se presuponen todo el tiempo. No
pueden existir de otra forma que la tensional. Se puede “ser” mientras “somos”. Los otros y las
otras nos constituyen objetiva y subjetivamente, sin esos otras y otros vinculados a nosotros
afectivamente, con calidad de únicos, no existiríamos como personas. La singularidad vive en la
trama.
“El individuo es reconocido, nombrado, está en el habla del otro, antes de tener conciencia
de si. La individualidad no puede pensarse sin su referencia a lo público. En nuestro tiempo,
privacidad e individualismo van conformando una utopía de realización personal por fuera,
con indiferencia, del conjunto social. El éxito del individuo ya no está ligado al
reconocimiento en la vida y los intercambios con los otros sino que consiste en pura
afirmación personal. La caída de lo público, tiene su correlato en la forma exacerbada de
los valores de la individualidad que llamamos individualismo.” (Emiliano Galende, 1997 )1

La concepción hegemónica de sujeto aislado y puramente individual alimenta la esencia cultural-


filosófica del capitalismo, negando la dimensión grupal-social. Así emerge el individualismo
aprendido como única forma de ser-estar y como ideología. (La propiedad privada, el extractivismo,
el pensamiento único, el sálvese quien pueda). Una contradicción con la vida.
La tensión individuo-grupo es un continuo en movimiento. Individuo y grupo como dos calidades
de una constante que es “el vínculo”. Una tensión.
Para la búqueda y el desarrollo de una recreación crítica, intentaremos pensar a las grupalidades en
movimiento y en situación, donde por momentos seremos uno con los otros, y por momentos nos
individualizamos. Es un continuo borroso, con mayor o menor nitidez del individuo o del grupo
según la situación.
Para esto, frente a una propuesta individualista, frente al consumo del ocio y del ocio como
consumo, frente a propuestas dinamiqueras y estrellatos en la coordinación, en nuestra búsqueda,
resulta necesario abonar la grupalidad, como el lugar y la forma de aprender, crear, hacer. Quienes
coordinamos en esta línea crítica deberemos corrernos del centro, del lugar de protagonismo. Esto
no implica abandonar el rol de construcción de un espacio donde la grupalidad se exprese, donde las
personas puedan construir colectivamente, hay una tarea específica que nos toca. Pero esta tarea no
anula al resto, no le roba ni tiempo, ni protagonismo. Considera al grupo como el lugar y la forma
del “encuentro” para el diálogo de saberes.

1 Emiliano Galende, “hacia un horizonte incierto”, Edit. Paidós, Bs. As. 1997. pág. 65
Vínculo y aprendizaje
En los procesos de aprendizaje, el sistema pone en el centro de la escena “al que sabe”, al docente,
al coordinador o la coordinadora, este otorgamiento y esa asunción de poder, este rol que se
complementa con el rol de alumno negando sus propios saberes, reproduciendo el vínculo bancario,
matriz del Capital.
En las propuestas liberadoras solemos decir, tal vez reactivamente, que el protagonista es el
aprendiente, el educando, sus expectativas y saberes previos, su historia, su forma particular de estar
en el mundo, en esa afirmación el educador o educadora acompaña el proceso lo guía sin oprimir.
Sin embargo, desde la práctica de la recreación crítica, o bien de una educación o recreación
popular, en el trabajo en grupo se nos devela en el centro al vínculo, ni al educador ni al educando,
sino a ambos implicados, a su relación e interacción como unidad compleja.
Unidad vincular donde habitan, tensiones de poder-saber, el diálogo y la trama sentipensante que se
construye como espacio del aprender. Observar y asumir esto, es un gran desafío de los educadores
y educadoras por cuanto en esa trama, en esas tensiones estamos también involucrados.
¿Como es la forma vincular del sistema? ¿Cómo actúa el individualismo en la educación, como se
reproduce? ¿y en la recreación? ¿Qué moldes relacionales propone una educación bancaria? ¿cuáles
en nuestras organizaciones? ¿cuales en nuestras prácticas recreativas que declaman libertad en el
tiempo?
Actualmente, por ejemplo, los ámbitos de formación docente y diversos institutos del sistema
formal, se han experimentado transformaciones que son profundamente políticas. Se plantea, “hay
que adaptar los planes de estudio de las carreras a los tiempos actuales, y cursar por materias”, “Que
los futuros docentes o recreadores realicen sus “trayectos individuales”, -mas cómodos- para que
cada uno arme sus horarios adaptados al ritmo actual”. Pero de esta manera también se fragmentan
los procesos y los grupos.
El mercado impone el ritmo, como los grandes relojes de “Tiempos modernos”2 y donde cada uno o
cada una es responsable de su vida, de su formación, de su “éxito” o “fracaso”, etc. se niega la
posibilidad y la potencialidad de lo grupal.
¿Cómo se forma vincularmente un docente que se aproxima a lo pedagógico en un camino
individual, sin grupo, sin vínculos en red? ¿como aprende?, ¿qué aprende desde lo subjetivo?, ¿qué
enseñará entonces? ¿cómo reproducimos el individualismo? ¿cómo lo resistimos?
Estas nuevas modalidades en la formación docente genera una ausencia de experiencia de
aprendizaje grupal y ausencia de procesos grupales de aprendizaje. Pareciera un agiornamiento a los
requerimientos subjetivos de esta etapa del capitalismo, una especie de “precarización vincular”.
La colaboración mutua, la construcción colectiva, los vínculos, el juego en grupo, las emociones,
poner el cuerpo, abrazarse, etc., todo esto está mal visto y suele ser sancionado. En la formación de
formadores que propone el sistema, el aprendizaje subjetivo mas profundo es la soledad.
En otros niveles como las escuelas públicas primarias y secundarias, en las colonias de vacaciones,
en los clubes deportivos, incluso en ámbitos recreativos, por ejemplo, también se reproduce esta
tendencia al “trayecto individual” también se enseña la soledad en el aprendizaje. Por otro lado se
han dejado de hacer o se hacen muy excepcionalmente las experiencias de aprendizaje en
campamento. El campamento como instancia formadora es básicamente una experiencia grupal
intensa, Por lo general las personas que lo viven se encuentran más a si mismos, esto sucede por
participar como miembro de una mini-sociedad, de un grupo humano que necesita resolver su
subsistencia, su economía y su uso del tiempo. Es una metáfora de la vida en comunidad.3 Ningún
2 Tiempos Modernos, película dirigida y protagonizada por Charles Chaplin que parodia la revolución industrial.
Desde el taylorismo (división del tiempo y del trabajo por series con el fin de obtener en menos tiempo el producto
terminado) al fordismo (creación de la línea de montaje que aumenta la producción en serie), la vida industrial (la
figura represora del capataz, la extenuante jornada de trabajo, la creación de una rutina en la mentalidad del
trabajador) y la social (la vida acelerada, la sensación de que no alcanza el tiempo para nada), Tiempos Modernos
realizará una parodia de la sociedad inmersa en el capitalismo en expansión. http://hablemosdehistoria.com/parodia-
de-la-sociedad-industrial-en-tiempos-modernos/) (2007- 2012)
3 El campamento por ser una representación a escala de una comunidad e incluso de la sociedad, nos devela la
necesidad del grupo, de la solidaridad, de la ayuda mutua. Claro que no hablamos de las experiencias comerciales
grupo es igual luego de una experiencia de convivencia de reconstrucción de una trama
comunitaria.
La subjetividad colonizada por el individualismo forma un tipo de coordinadores-enseñantes. Y
también un tipo de aprendientes que a su vez reproducirán las formas alienadas de aprender, de ser.
Asumir una resistencia a la fragmentación, necesita de experiencias que colaboren con
descolonizarnos subjetivamente y de-construir el individualismo hegemónico.
Implica prácticas de construcciones colectivas, de grupalidades creadoras y transformadoras de la
realidad, de relaciones vinculares nuevas, porque las comprendemos como prácticas liberadoras.
Impregnan la existencia de solidaridad, de ayuda mutua, de la vivencia de un cuerpo grupal, de una
autoestima grupal, de un trabajo común. Un trabajo libre como expresión y concreción de proyectos
grupales, de sueños colectivos, comunitarios. Se trata de acciones culturales para la libertad,
inscriptas en la tensión individual-colectivo, disputando a la vivencia cotidiana y hegemónica de la
libertad como algo meramente individual.
Hoy la grupalidad puede ser pensada como un espacio de resistencia.

El abrazo caracol

El abrazo caracol, no es una dinámica mas. Aveces hay cierto abuso de su uso como técnica, lo
hemos pensado en equipos de coordinación, sin embargo, muchas veces los grupos que ya lo han
vivido, vuelven a querer hacer el abrazo caracol. Es que en el momento de hacerlo, mas
precisamente en el momento del abrazo colectivo, porque realmente sucede tal cosa, es un abrazo a
todos y todas, pero también es recibir con fuerza, con calor, aveces con transpiración, el abrazo de
todos y esa sensación que desaparece unos segundos después, es un sentirse colectivo, sentirse
otros, y resulta una experiencia estética muy bella, luego de muchos abrazos de estos, el cuerpo
queda cargado de la experiencia colectiva.
El abrazo caracol es la materialidad de la tensión singular-colectivo, mas bien es un momento de esa
tensión en que la unidad grupal, el sujeto colectivo se hace cuerpo. Así como en el juego “se pierde
la cabeza” y se entra en el terreno de los estético en el abrazo caracol “se pierde el cuerpo”, se hace
uno en un abrazo. Emerge visible el cuerpo grupal. Sentir esa pertenencia es de un inmenso placer
y alegría. Placer por crear, en este caso ese cuerpo colectivo. Porque para lograrlo hay que vencer
muchas barreras, al tocarse, al estar abrazado a diferentes cuerpos, a superar en un momento las
vergüenzas y pasar a ser cuerpo grupal, entonces el final suele ser un festejo, que muestra la alegría
grupal por ser creadores, por animarse, por desafiar al individualismo y sentirse colectivo.
El abrazo caracol es una metáfora de la vida, de la vida social, del grupo construyendo y
construyéndose, de la comunidad. Una metáfora cargada de esperanza, de organizaciones cada vez
menos individualistas y mas socialistas.
Lo son todas las practicas grupales, solo que aquí usamos esta dinámica como metáfora de todo el
trabajo que consolide la vivencia de la construcción colectiva y el fortalecimiento de las tramas
grupales, sociales y comunitarias.
La vida humana nace caracolada, la posición fetal es caracol, igual que la vía láctea, igual que un
helecho desenroscándose, igual que los procesos de los bucles o espirales dialécticos, caracoles
como las formas de organización de los zapatistas, como la forma mas antigua de la vida.
Abrazo, como el intento de materializar la unidad perdida, de perdernos en la complementariedad,
por segundos, es como el “pogo”4 en un recital, quien haya vivido esa experiencia seguro ya
internalizó la idea!, son instantes de vivencia de la completud con los otros y otras, es la sensación

de “campamentos”, que pasan a ser mercancía y se transforma su esencia en mero consumo. Por ejemplo los viajes
de estudio coordinados por empresas, o en las contradictorias experiencias campamentiles vividas como una gan
competencia de equipos, o las carreras de aventura y toda la parafernalia del mercado, mercantilizando el
acercamiento a la naturaleza. Hablamos del campamento como herramienta de aprendizaje integral, una experiencia
multivincular entre personas y naturaleza.
4 En la Argentina, llamamos “pogo” a una especie de baile colectivo y caótico, con saltos, empujones, rebote de
cuerpos, etc. es una frenética explosión de movimientos y choques de cuerpos que constituyen un todo. Sucede
habitualmente en recitales de rock.
de que no somos unicamente soledad, sino también totalidad, es el juego del todo y la parte.
El grupo como cuerpo. El cuerpo que reaparece cuerpos colectivos, el cuerpo como campo popular.
Un campo popular que precisa con paciencia-urgencia reintegrar sus partes escindidas por la acción
política-pedagógica del Capital como subjetividad colonizada por el individualismo.
Asumir la conformación grupal en los procesos de aprendizaje y en los procesos de organización,
implica asumir una politicidad que por un lado es una resistencia al modo individualista de
formarnos, a la subjetividad alienada y alienante del proyecto cultural capitalista, colonial y
patriarcal.
El propio proceso de lucha, de organización en grupos para transformar, para buscar justicia, para
resolver necesidades comunes, son procesos grupales que subjetivan y construyen otra cultura,
donde confiar aun en la diversidad, en el otro y la otra, sobre todo en la acción y la reflexión
colectiva.
Hablar de abrazos en la política, en la pedagogía, incluso en algunos ámbitos recreativos parece
algo banal, algo aparte, algo que nada tiene que ver, sin embargo el lugar del cuerpo define
posiciones, y las posiciones mas revolucionarias, podrán tener hermosas palabras pero si no ponen
el cuerpo, sino pueden abrazarse en este reinado del individualismo, pues nada revolucionarán.
El abrazo caracol es un símbolo que rescata la presencia de un territorio que por mucho tiempo en
los ámbitos educativos no fue visto y aún es muy resistido.
Hemos aprendido las matrices de pensamiento del capital, pero antes aún, las de la simplicidad, las
del pensamiento único y el reinado de la razón por sobre las múltiples dimensiones de lo humano.
El abrazo caracol es símbolo de ese nudo que subjetivamente tejemos cuando hacemos grupo y
cuando hacemos comunidad en los procesos pedagógicos, nudo de hilos multicolores, que se
entretejen como los abrazos.

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