1ºbach Tema 2 Apuntes
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En 1789 la combinación de una serie de factores desencadenó una revolución en Francia que
rápidamente se extendió por el resto del continente. Entre estos factores destacan los siguientes:
Francia estaba dividida en estamentos con diferentes privilegios. Dentro del estamento llano (no
privilegiado) la burguesía deseaba acabar con las desigualdades jurídicas que perjudicaban su deseo
de participar en la vida política y no ser discriminada. Reclamaban la participación en las decisiones
del Estado y la supresión de las desigualdades estamentales y la abolición del absolutismo. Frente a
esas ideas, se alzaban la nobleza, el clero y el rey, reacios a renunciar a sus privilegios.
La monarquía absoluta era vista por los sectores progresistas como una institución del pasado, fuente
de todo tipo de abusos de poder. Este hecho se agravó con la difusión e ideas ilustradas y la irrupción
de la Revolución Americana.
El Estado francés sufría un permanente déficit de recursos, es decir, los gastos del Estado superaban
a los ingresos provenientes de los impuestos. Este grave problema se debía principalmente a que la
nobleza y el clero no pagaban impuestos, y el peso de la recaudación recaía en el tercer estado. De
este modo la forma de solucionar los problemas de deuda pasaba siempre por aumentar los impuestos
sobre los grupos no privilegiados. Esta situación provocaba un gran descontento popular, máxime
cuando la aristocracia y los monarcas ostentaban una vida de derroche en tiempo de una profunda
crisis económica.
Coincidiendo con las anteriores crisis, se produjeron una serie de malas cosechas que incrementaron
mucho los precios de los alimentos en 1788. Esta crisis de subsistencia exacerbó los ánimos de las
capas populares y agravó aún más su malestar. Todo ello derivó a su vez en un descenso de la actividad
industrial y comercial, lo que aumentó aún más la miseria, del paro y del hambre.
La nobleza y el clero se negaron a contribuir para aliviar la deuda y esto provocó la convocatoria de
Estados Generales en Versalles, el parlamento tradicional dividido en estamentos (nobiliario,
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eclesiástico y Tercer Estado), y en el que los privilegiados siempre imponían sus decisiones, ya se
votaba por estamentos.
El 5 de mayo de 1789 se reunieron en Versalles los Estados Generales, en una sesión presidida por el
rey. Tradicionalmente, cada estamento deliberaba por separado y después emitía un voto. Por eso los
privilegiados siempre imponían sus puntos de vista, pues contaban con dos votos (nobleza y clero),
mientras que el tercer estado (95% de la población), solo contaba con un voto. La disputa por la forma
en que debían reunirse los representantes del país y votar fue el desencadenante de la revolución. En
este sentido, los representantes del Tercer Estado (95% de la población), reclamaron el voto por
cabeza y, con ello, demandaban su representatividad en la nación. El rey aceptó doblar el número de
representantes del Tercer Estado, pero se negó a cambiar el sistema de votación. Esta situación
produjo el bloqueo de los Estados Generales.
Ante esta situación, los representantes del Tercer Estado se sublevaron y se constituyeron en
Asamblea Nacional (20 de junio de 1789), considerándose los auténticos representantes de la
soberanía de la nación francesa. El rey anuló todas las medidas tomadas por el Tercer estado y cerró
su sala de reuniones. Tras el cierre de esta sala los diputados del Tercer estado se reunieron en la Sala
del Juego de la Pelota donde juraron no disolverse hasta haber elaborado una constitución para
Francia siguiendo los principios liberales. A este hecho se le conoce como el Juramento de la Sala del
Juego de Pelota. Al tener como objetivo la elaboración de una constitución la Asamblea nacional pasó
además a llamarse Asamblea Constitutuyente.
La respuesta del rey fue concentrar sus tropas en Versalles, lo que despertó los recelos de los
revolucionarios y el pueblo. La reacción popular no se hizo esperar y el 14 de julio de 1789, estalló una
revuelta urbana en las calles de París que culminó con el asalto de la Cárcel de la Bastilla. Este castillo
usado como prisión apenas contaba con presos políticos, pero era considerada como un símbolo del
absolutismo por el conjunto del pueblo.
En el pueblo a su vez estalló una gran revuelta campesina conocida como “el gran miedo”. Ante la
dura crisis económica muchos campesinos dejaron de pagar a los nobles y se extendieron rumores de
que estos últimos habían contratado a bandidos para atacar a los campesinos que no pudiesen pagar
sus deudas. La respuesta fue el incendio de los castillos señoriales y la exigencia de la abolición de los
privilegios nobiliarios.
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La toma de la Bastilla y la determinación de los revolucionarios provocó que el rey se viese obligado a
aceptar la Asamblea Constituyente. Las principales acciones de la asamblea fueron:
El rey Luis XVI contrario a la revolución, trató de fugarse en 1791 para unirse con las fuerzas
contrarrevolucionarias de la nobleza que se habían exiliado. Pese a ir disfrazado fue capturado y
devuelto a parís. Este hecho avivó el sentimiento antimonárquico de la población francesa.
Fue un período complicado por los problemas económicos y las conspiraciones de los enemigos de la
revolución. Para resolver estas dificultades se formó una nueva Asamblea: la Convención.
La amenaza de una invasión austro-prusiana del país, así como las conspiraciones internas de algunos
sectores de la nobleza propagaron un gran miedo entre la ciudadanía. Muchos franceses pensaban
que la obra y los avances de la revolución estaban en peligro. De este modo las masas populares
asaltaron el palacio de las Trullerías donde se encontraba el rey y su familia.
Tras el asalto se eligió una nueva asamblea que pasó a denominarse Convención. En esta ocasión por
sufragio universal (todos los hombres mayores de edad pudieron votar) y se hicieron con la mayoría
los girondinos. Las principales medidas de los girondinos fueron:
• Enfrentamiento con diversas potencias europeas que trataban de invadir Francia para acabar
con la revolución.
• Control de precios por las presiones de los jacobinos.
El descontento popular y las derrotas contra las potencias exteriores llevó a la caída de los girondinos.
Los jacobinos aprovecharon para acceder al poder liderados por Robespierre, dando inicio a una etapa
conocida como la Convención Jacobina de carácter más radical basada en la democracia social.
Entre las medidas más importantes de la convención jacobina, destacó el control de precios de los
alimentos y bienes de primera necesidad para que fuesen accesibles a las clases populares, la
supresión del culto y la elaboración de una nueva constitución. La constitución jacobina fue la más
democrática de la revolución. Para ello incluyó una declaración de derechos más amplia que
contemplaba incluso el derecho del pueblo a rebelarse contra sus gobernantes si estos violaban los
derechos del pueblo. Esta constitución sin embargo no entró en vigor por efecto de la guerra.
La Convención conservadora
El poder pasó a los diputados conservadores que elaboraron una Constitución basada en los intereses
de la burguesía. Entre las medidas que se aprobaron durante este periodo fueron el cierre de clubes
y sociedades patrióticas, la persecución de los jacobinos y la eliminación del control de precios. Tras
aprobarse la nueva constitución se disolvió la convención y se formó el Directorio.
El Directorio
El Directorio fue una etapa la última etapa de la revolución y estuvo marcada por las intentonas
contrarrevolucionarias de la derecha monárquica, y las revueltas populares de la izquierda. Para
apaciguar esta situación se recurrió generalmente a la represión violenta.
Esta inestabilidad fue aprovechada por Napoleón Bonaparte, un joven general, para hacerse con el
poder mediante un golpe de Estado el 18 Brumario (9 de noviembre de 1799). Tras ello disolvió el
directorio por la fuerza y forzó el nombramiento de tres cónsules provisionales encargados de dirigir
el país.
El Consulado
Durante el Consulado, Napoleón llevó a cabo una política de pacificación, firmando acuerdos con
Austria y Reino Unido, así como un concordato con la Santa Sede. Sin embargo esta forma de gobierno
duró poco tiempo. En 1802, Napoleón se proclamó cónsul único y vitalicio concentrando todos los
poderes.
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En el plano interno destacó la creación del “Código Civil de 1804”. Este código de leyes recogió algunas
de las conquistas más moderadas de la revolución francesa: libertad e igualdad civil, supresión del
régimen feudal y propiedad libre de la tierra.
El Imperio Napoleónico
Tras convertirse en cónsul vitalicio, Napoleón se proclamó emperador en 1804. Un año después, Reino
Unido, Austria y Rusia formaron una coalición contra la Francia napoleónica que desencadenó una
guerra. El enfrentamientoe entre Francia y la coalición se inició con la importante victoria de Napoleón
en Austerlitz (1805), que dio paso a una etapa de grandes éxitos del ejército francés. Reino Unido fue
la excepción, ya que fue capaz de parar a Napoleón en Trafalgar (1805), con el almirante Nelson al
frente.
A partir de 1812, con el intento fallido de invasión de Rusia, el Imperio comenzó su declive. La derrota
en Leipzig (1813) contra la coalición formada por Reino Unido, Austria, Prusia y Rusia, le obligó a
abdicar en Luís XVIII. Napoleón fue recluido en la isla de Elba, de donde se fugó en 1815 para hacerse
de nuevo con el poder y dar paso al Imperio de los Cien Días.
Definitivamente, fue derrotado en Waterloo (1815) por la coalición liderada por ingleses y prusianos,
en la que destacaron el duque de Wellington y el general Von Blücher. Napoleón fue desterrado a la
isla de Santa Elena, donde murió en 1821.
En la mayor parte de Europa los reyes absolutistas, intentaron recuperar las estructuras del Antiguo
Régimen. Para ello se basaron en los acuerdos establecidos en el Congreso de Viena (1815). Según
esos principios, la vida social y política debía descansar sobre los reyes, la Iglesia, y la aristocracia. Se
exaltaba el orden, la autoridad y la obediencia frente a las ideas revolucionarias.
A pesar de esos intentos, sus defensores sólo obtuvieron un éxito parcial, ya que era imposible
retornar sin más a la situación anterior a la Revolución
5. LIBERALISMO Y NACIONALISMO
El liberalismo es una corriente que exalta y defiende los valores del individuo. Sus rasgos
estrictamente políticos son:
El nacionalismo es la ideología que tiene como objetivo la creación de una comunidad diferenciada,
asentada sobre un territorio propio y con derecho a formar un Estado. Aparecen dos grandes
corrientes:
• Corriente francesa: originada tras la revolución y que define la comunidad nacional a partir
de la voluntad de los ciudadanos
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6.1.REVOLUCIONES DE 1820
• En España Fernando VII tras su vuelta había reimplantado el Antiguo Régimen e iniciado una
caza de liberales. En 1820 un golpe de Estado obliga al rey a reinstaurar la Constitución de
1812 y España se convierte en un país liberal. Este régimen solo durará tres años y terminará
con la invasión del ejercito francés de los 100.000 hijos de San Luis.
• En los reinos italianos de Nápoles y Piamonte también se constituyeron gobiernos liberales,
sin embargo fueron suprimidos rápidamente por las monarquías absolutistas como en el
caso de España.
• En Grecia la revolución tiene un carácter nacionalista. En este caso contó con el apoyo
directo de grandes potencias absolutistas como Rusia. De este modo tras una larga guerra
de independencia contra el Imperio Otomano y gracias al apoyo exterior consiguió
independizarse en 1829.
• En América Latina también se produjeron un conjunto de movimientos nacionalistas que
terminaron con la independencia de casi todas las colonias españolas entre los años 1810 y
1821 salvo Cuba y Puerto Rico.
Las revoluciones de 1830 tuvieron mayor relevancia y trascendencia que las de 1820. El epicentro de
estos movimientos fue Francia. En julio de 1830, el pueblo de París se precipitó a la calle y consiguió
derrotar al ejército real. El monarca Carlos X tuvo que exiliarse y los diputados nombraron rey a Luis
Felipe de Orleáns quien instauró un régimen político liberal con sufragio censitario. Francia se dotó de
una Constitución más liberal.
Los polacos trataron de levantarse contra el dominio ruso, pero la inacción del clero, el campesinado
y la burguesía hizo que la intentona nacionalista fracasara. Este hecho provocó la supresión de la
constitución polaca y la anexión completa del país por parte de Rusia.
En Bélgica tuvo lugar una revuelta contra el dominio de los Países Bajos que terminó desencadenando
la independencia del país.
La oleada revolucionaria de 1848 se inició, Fue sin lugar a dudas la más importante de todas las oleadas
y en ella cobraron un protagonismo fundamental las ideas democráticas (no confundir con
liberalismo).
• La crisis económica dada en Francia en 1847 como consecuencia de una serie de malas
cosechas
• La exclusión del sistema liberal de importantes grupos sociales como la pequeña burguesía y
el proletariado.
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De este modo en Francia una insurrección popular derrocó al rey y proclamó la II República, que
adoptó una serie de medidas democráticas: sufragio universal masculino, libertad de prensa y algunos
derechos para los trabajadores. La revolución se extendió rápidamente por el Imperio Austriaco, la
Confederación Germánica y los Estados italianos. Pese a su éxito inicial fue ampliamente derrotada.
Destacó su carácter democrático y nacionalista.
6.3.1 Francia
Al igual que la de 1830, la revolución comenzó en Francia y se extendió a continuación a gran parte de
Europa. En este país la monarquía liberal de Luis Felipe de Orleans fue derrocada por un movimiento
insurreccional que demandaba libertades.
Tras las primeras elecciones consiguió mayoría un gobierno más moderado que eliminó buena parte
de las reformas anteriores. Ante esta tesitura sectores populares y vinculados al proletariado se
rebelaron pero fueron derrotados.
Desde Francia la revolución se extendió al resto de Europa en lo que se denominó la primavera de los
pueblos.
• En 1850 la revolución había sido aplastada en casi todos los territorios. Las tropas austriacas
tomaron Praga, Viena y acabaron con la resistencia húngara.
• El rey de Prusia suprimió la asamblea de Berlín y cualquier acuerdo con el Parlamento de
Frankfurt.
• En Francia la burguesía apoyó la constitución de un gobierno autoritario dirigido por Luis
Napoleón Bonaparte que en 1851 proclamó el Segundo Imperio bajo un régimen liberal
moderado.
A pesar de la derrota de las revoluciones surgidas al calor de 1848, este movimiento dejó un
importante legado:
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