Resumen - Constit. - II-Vicente MNR

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UNIDAD 1: ESTRUCTURA Y CONTENIDO DEL DERECHO

CONSTITUCIONAL.
1.La Constitución: Concepto. Clasificaciones. El proceso histórico Constitucional argentino. El concepto
“Constitución” puede distinguirse teniendo en cuenta el significado lingüístico corriente y el especial o jurídico. Teniendo
en cuenta el primero, empleamos este vocablo para significar la esencia y calidades de una cosa que la constituyen y la
diferencian de las demás, pudiendo decir que una persona, animal o cosa tiene una “buena constitución”. Deriva de
statuere, statutum (ordenar, establecer). En el lenguaje especial se hace referencia al conjunto de normas jurídicas
fundamentales referidas a la forma, límites y fines del Estado, a la organización, competencia y funcionamiento de los
órganos del poder público y a los derechos, obligaciones y garantías esenciales de la población y sus grupos. Aun así, el
sentido preciso varía según el concepto y la significación de manera muy importante, y considerando lo anterior hay dos
posiciones principales: conceptos amplios o empíricos, y conceptos restringidos o ideales.

La idea amplia o empírica asienta la idea de que cada comunidad política posee una ordenación natural, no
siendo necesario que sea escrita. La constitución se basa en una ordenación fundamental del Estado, englobando
diversos instrumentos que la establecen (normas escritas, costumbres, entre otras) y diferentes sentidos políticos que la
inspiran (liberalismo, comunismo, etc). Es un concepto amplio debido a que toda organización política tiene
necesariamente una ordenación y no puede prescindir de ella, es decir, todo Estado tiene una Constitución, aunque no
se de en una ley específicamente escrita con ese nombre.
La noción restringida o ideal se funda en que la razón está capacitada para trazar a priori un plan de orden para
la comunidad, cuyo instrumento regulador es la ley escrita. La Constitución es una ley escrita de determinada forma y
contenido, empleada para la realización de una ideología política. El mismo se identifica con la ideología liberal, por
ende, los Estados que tendrán su ley escrita vigente, en este sentido, sean los cuales adhieran a este pensamiento.
Existirían “Estados sin constitución” (sin ley escrita con formalidades del liberalismo) y “Estados con falsas
constituciones” (representados por una ley escrita que no posee los elementos ideológicos). Este concepto está
explayado en el artículo 16 de la “Declaración de Derechos del Hombre y Ciudadano” de la Revolución Francesa: “Toda
sociedad en la que no está asegurada la garantía de los derechos ni determinada la separación de poderes, carece de
constitución”.
Una Constitución reúne los siguientes elementos: a- gobierno: forma, organización, funcionamiento y órganos
del poder; b- competencia de esos órganos, relaciones y controles; c- fines del gobierno; d- derechos, obligaciones y
garantías de personas y grupos frene al Estado y los demás ciudadanos.

Clasificación. Las constituciones pueden clasificarse teniendo en cuenta diversos puntos de vista. Según los
tipos, puede clasificarse en: Racional-normativo.
•Razón humana como medio capaz de resolver, por normas escritas, los problemas sociales, de legislar de crear y
estructurar a priori una determinada comunidad político-jurídica.
•Define a la Constitución como un conjunto de normas, escritas fundamentalmente, reunidas en un cuerpo codificado.
•Defiende la creencia de la fuerza estructurada de la ley, que plantea que las normas son el principio ordenador del
régimen constitucional y, de que en sí mismas y en su pureza normativa, contienen la eficacia para conseguir que la
realidad se adecue a sus preceptos.
•Apunta fundamentalmente a la constitución formal, y es propio del constitucionalismo clásico-moderno, de la
ideología liberal con tres supuestos esenciales: formalizar un texto constitucional escrito, integrar en él derechos
individuales y promover la trinidad de poderes.
Tradicional-historicista.Concepto real de constitución, definida como producto de tradiciones y costumbres
arraigadas en ciertas sociedades, en donde la misma se prolonga desde el pasado y se consolida en el presente. Esta ley
no se debe escribir ni elaborarse racionalmente, sino que es propio de los regímenes. Es la prolongación de los usos y las
tradiciones producidas durante la transformación históricas de los pueblos. Apunta a la constitución material, ya que ve
a la constitución como producto del medio social.
Sociológico. Normas constitucionales deben adecuarse a los elementos y causas reales que prevalecen en el
Estado, tal cual funciona en el presente, las normas “vigentes”. La constitución expresa la manera de ser del pueblo,
refleja la realidad social en la que se apoya y constituye el derecho fundamental viviente. Apunta a la constitución
material, ya que ve a la constitución como producto del medio social.

Puede dividirse según las clases de constitución, teniendo en cuenta:


El contenido: Formal: conjunto sistematizado de normas escritas en un cuerpo único, considerado súper ley
porque es suprema y producto del poder constituyente. Material: es la constitución actual, vigente y real del Estado, la
que funciona eficazmente. Está compuesta por disposiciones fundamentales, contenidas o no en el texto constitucional,
que estructuran al Estado y el funcionamiento del poder.
La presentación al pueblo: Escrita, formal o codificada: conjunto de normas jurídicas supremas escritas en un
cuerpo unitario y único, lo principal que la caracteriza. Ejemplo: constitución de Argentina, de Estados Unidos. No
escrita, dispersa o inorgánica: conjunto de normas que no se encuentran reunidas en un solo volumen o texto sino
sueltas, diseminadas en textos separados. Se refiere a los Estados que poseen constituciones normadas por la
costumbre y el derecho espontáneo, y a aquellos que tienen normas parcialmente consuetudinarias y otras escritas en
textos distintos. Ejemplo: Inglaterra (no posee constitución escrita).
La posibilidad de modificación: Flexible, no estacionaria o elástica: puede reformarse mediante el mismo
mecanismo empleado para dictar la legislación común, con el procedimiento de sanción de leyes ordinarias. No hay
distinción entre poder constituyente y constituido. Ejemplo: Inglaterra. Rígida, estacionaria o no elástica: no puede
reformarse según una ley común, sino siguiendo un procedimiento especial diferente al de sanción de leyes ordinarias.
En esta puede haber dos aspectos: Rigidez orgánica: para reformarse debe seguirse un procedimiento especial y la
enmienda está a cargo de un órgano especial (convención, asamblea). Ejemplo: Argentina, Estados Unidos. Rigidez
formal o procedimiento agravado: para reformarse debe utilizarse un procedimiento especial a cargo del mismo órgano
legislativo, es decir, que el mecanismo es diferente al usado en legislaciones comunes pero el órgano es el mismo.
Ejemplo: Finlandia, Noruega.
Pétrea: puede ser denominada eterna, intocable o de granito, ya que es una constitución escrita que se declara
irreformable sin poder modificarse en lo más mínimo.
Los órganos que la originan: Otorgada: concesión unilateral que hace el rey o alguno de los órganos del Estado
a favor de los súbditos o del pueblo. Ejemplo: constitución francesa de 1814.
Pactada: originada en un acuerdo o compromiso bilateral entre un órgano del Estado y la comunidad. Ejemplo:
constitución francesa de 1830.
Impuesta: producto de la asamblea designada por el pueblo o de la directa intervención popular. Obedece al
principio de que la comunidad se determina políticamente por sí misma, expresión de que el poder constituyente
pertenece al pueblo. Ejemplo: constitución argentina de 1853-60.

Proceso histórico constitucional argentino: Las reformas de nuestra constitución, sin incluir la de 1860 que es
considerada ejercicio del poder constituyente originario, se ejecutaron en 1866, 1898, 1949, 1957, 1972 y 1994.
1860: no se considera una reforma sino un acto del poder constituyente originario y generó grandes debates de
acuerdo a su legitimidad ya que la de 1853 establecía ña prohibición de una reforma en término de 10 años. Fue una
consecuencia directa del pacto San José de Flores el cual establecía que Buenos Aires se integraría a la confederación
Argentina pero se reservaba el derecho de hacer revisar la constitución por medio de una comisión provincial. Esta fue la
que decidió reformarla dando origen a la de 1860. Principales cambios: Se eliminó la exigencia de que solo el senado
podía iniciar las reformas constitucionales. Se suprimió la prohibición de reformar la de 1853 antes de los 10 años. 3- se
modificó el artículo tres que declaraba a buenos Aires como capital de la república y se estableció que la capital sería
declarada por ley del Congreso.4. Se incorporó el art. 33 referente a los derechos implícitos (Derechos no enumerados)
5. Se estableció que los derechos de exportación, a partir del año 1866 dejarían de ser nacionales. Modificaciones de
cada una:
-1866: Las necesidades del país obligaron a reconsiderar la disposición sobre los derechos de exportación, por
tanto el Congreso declaró la necesidad de reforma con razón de restablecer los derechos de exportación.
-1898: aumentó el número de ministros de cinco a ocho y se estableció un diputado cada treinta y tres mil
(33000) habitantes. Además, se estableció que estos últimos serían elegidos directamente por el pueblo
-1949: Durante la presi de Perón. Incorporó en sus artículos los derechos de segunda generación (laborales y
sociales), reconoció la igualdad jurídica del hombre y la mujer, incorporó la función social de la propiedad, estableció la
autonomía universitaria, los derechos de la niñez y la ancianidad, el hábeas corpus, facultades de intervención de Estado
en la economía, entre otras normas. También posibilitó que el presidente pudiera ser reelegido indefinidamente, y
dispuso su elección y la de los diputados y senadores por voto directo. La misma fue declarada inconstitucional por el
gobierno de facto de la Revolución Libertadora en 1956.
-1957: En el 1955 hubo una revolución que derrocó al Gral. Perón de la cual surge un gobierno provisional
(Aramburu-Rojas) que deroga expresamente la reforma de 1949 y declara la necesidad de dictar nuevamente la
Constitución Nacional. 1- se agregó el artículo 14 bis referente a los derechos sociales o económicos sociales. 2- Facultó
al Congreso a dictar el Código del trabajador y Seguridad social (Art. 67 inc. 11) Fue duramente cuestionada por no
seguir los mecanismos previstos en el art. 30 ya que al declarar la necesidad de reforma el Congreso se encontraba
disuelto.
-1972: En ese año, la Junta Militar declaró la necesidad d Reforma, para lo que dictó un cuerpo normativo
llamado “Estatuto Fundamental” que implementó diversas cuestiones: los plazos de mandatos de presidente,
vicepresidente y senadores se redujeron a cuatro años, el presidente podía ser reelegido una vez y los legisladores
indefinidamente. También, se incorporó la elección directa de presidente, vicepresidente, diputados y senadores, la
simultaneidad de las elecciones para cargos nacionales, la reducción del quórum para sesionar, un organismo especial
para realizar el juicio político a los jueces integrado por miembros del Poder Judicial, del Poder Legislativo y de los
abogados, entre demás disposiciones. Obviamente no cumplió con lo establecido en el artículo 30 ya que tanto la
necesidad de reforma como la reforma misma fueron llevadas a cabo por la junta. Lo más notorio fue su art. 4 que decía
que la reforma sería transitoria ya que en principio tendría vigencia hasta 1977, pero si una convención no decidía su
incorporación o derogación antes de agosto del 76 su vigencia sería prolongada hasta 1981. (aun así, dejó de regir en el
golpe de 1976). Notoriamente, casi la totalidad de los cambios vigentes entonces fueron incorporados a la Constitución
en la reforma de 1994.
Golpe de 1976: En marzo asumió un Gobierno integrado por las Fuerzas Armadas y la constitución nacional dejó
de regir plenamente ya que dejó de funcionar el congreso y tanto el presidente como demás autoridades nacionales y
provinciales serían designados en forma que establecieran los militares, y no en la forma establecida por la constitución.
También se afectó el principio de supremacía de la constitución ya que se estableció un principio de jerarquía en el cual
las Normas Básicas del Gobierno de Facto (actas, status) estaban por encima de ella. Esta tendría vigencia en tanto no se
opusiera a las normas básicas.
-1994: fue resultado del Pacto de Olivos de 1993 entre los líderes políticos del partido justicialista y de la Unión
Cívica Radical (Carlos Menem y Raúl Alfonsín) en el cual se manifestaba la intención de hacer una reforma a la
constitución. Por medio de este acuerdo se fija el “núcleo de coincidencias básicas” que a través de 13 ítems establece
el temario y contenido que debería tener la reforma. En diciembre del 93 se sanciona la Ley 24309 que declara la
necesidad de reformar la consti, basada en el Pacto de olivos y que le dio forma al Núcleo d Coincidencias Básicas, y
además establece ciertos “temas habilitados para el debate de la convención constituyente” es decir, cuestiones sobre
las cuales se les dio libertad a la convención para fijar su reforma. Cláusula cerrojo: hecho de que el Congreso haya
determinado el sentido de las modificaciones a producirse por medio del Núcleo de Coincidencias Básicas. Voto
conjunto: Art 6 de la 24309 impuso a la Convención la votación conjunta de todas las cuestiones incluidas en el NCB, es
decir, que la votación afirmativa importaba la inclusión de todas las modificaciones mientras que la negativa provocaba
el rechazo conjunto de todas ellas. Crítica: Se dice que el congreso al dictar la 24309 abusó de sus facultades ya que
a)determinó el contenido y el sentido de las modificaciones incluidas en el NCB (cláusula cerrojo) b) Obligó a la
Convención a votar afirmativamente o negativamente ciertas modificaciones en tu totalidad (voto conjunto)
La misma introdujo los derechos de tercera y cuarta generación, normas para defensa de la democracia y la
constitucionalidad, las características de los órganos de gobierno, y nuevos órganos de control. Abarca 44 artículos y
tiene 17 disposiciones transitorias, estableciendo entre otras normas: el reconocimiento de los derechos de protección
ambientales, del consumidor, a la información, la acción constitucional de amparo simple y colectivo, los delitos contra
la constitución y la democracia, la preeminencia de los tratados internacionales, el voto directo, la reelección
presidencial por una vez y acortamiento del mandato de 6 a 4 años, posibilidad del ballotage, y de que el presidente
pueda ser laico, iniciativa y consulta popular, habeas corpus y amparo y la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires.
Reforma constitucional de 1994.
Hubo fuertes debates sobre si esta última reforma constitucional cambió totalmente para denominarla nueva.
Sin embargo, fue una reforma muy importante que implementó un constitucionalismo social pero conservando los ejes
y principios de la originaria.
La reforma: dejó normas anteriores intactas, modificó algunas de ellas, creó nuevas y generó la desaparición
normológica de normas suprimidas.
También, aparte de ser una extensa reforma de contenido, dejó cláusulas abiertas que exigen ser cerradas
mediante leyes del Congreso dejando el constituyente un esquema trazado para completarlas. En su fisonomía, podría
decirse por lo anterior que quedó inconclusa. Generó un poder constituyente compartido entre la convención de 1994 y
el Congreso, que luego cerrará mediante leyes la apertura de las normas constitucionales incompletas.
Los tratados internacionales sobre derechos humanos (art 75 inc.22) que recibieron jerarquía constitucional
pueden desaparecer de nuestro derecho interno a través del trámite de su denuncia internacional. Además, hay otros
que son susceptibles de alcanzar la jerarquía.
El constituyente de 1994 otorgó a algunas normas nuevas la textura abierta que reclama legislación
complementaria. Con esto hizo más amplio el poder constituido del Congreso para dictar las leyes anteriormente
nombradas para finalizar lo abierto. Se mantiene la rigidez del art. 30 y se ha acoplado un procedimiento menos rígido a
cargo del Congreso.

2)Estructura a) Preámbulo: Contenido, importancia jurídica y política b)Parte dogmática y parte orgánica:
a)Es la enunciación previa a toda constitución. En él se exponen los grandes motivos, principios y fines que
motivaron el dictado de la constitución:
1)Nos los representantes del pueblo argentino: los que redactaron ordenaron y establecieron la CN no lo
hicieron por su cuenta, sino respondiendo al pueblo.
2)Reunidos en Congreso General Constituyente: llevado a cabo en la provincia de Sta fe. Es general porque
participaron representantes de todas las provincias y constituyente porque la reunión de éstos representantes en el
Congreso tenía un objetivo fundamental. Sancionar la CN.
3)Por voluntad y elección de las provincias: son aquellas que tuvieron el deseo de que se lleve a cabo ese
Congreso para poder organizar así el país a través del dictado de la CN
4)En cumplimiento de pactos preexistentes: los pactos que firmaron entre ellas son los precedentes históricos
5)Con el objetivo de construir la unidad nacional: esto es objetivo primordial, ya que a partir de él se pueden
lograr todos los demás.
6) Afianzar la justicia: era necesario reafirmarla, va a ejercer el PJ dentro del ámbito del gobierno.
7) Consolidar la paz interior: otro objetivo, consecuencia de la unión nacional. Era necesario poner fin a los tan
frecuentes enfrentamientos.
8) Proveer la defensa común: darle al estado poder para defenderse de extranjeros y de los propios argentinos.
9) Promover el bienestar general: Buscar el bien común a través de métodos que permitan a c/integrante de la
sociedad desarrollarse como persona.
10) Asegurar los beneficios de la libertad: lograr una libertad responsable.
11)Para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo
argentino: no sólo aplicado para el argentino, sino para aquel que sin serlo, quiera vivir en nuestro suelo como tal,
estimulando así la inmigración.
12) Invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia: No significa que no haya protección de
culto.
13) Ordenamos, decretamos y establecemos esta constitución para la nación argentina: facultades del Congreso
como soberano y representante del pueblo.
Nuestra CN consta de un preámbulo y 129 art., y se encuentra dividida en dos partes: a) Primera parte:
Dogmática, 43 art. en los que establece ciertos límites al accionar de los poderes públicos. Contiene la declaración de los
Dchos civiles, económicos, políticos y sociales de los particulares. B)Segunda parte: “Parte orgánica” 86 art. en los que se
establece el comportamiento de los 3 poderes del estado. Está conformado por dos títulos: El primero se refiere al
gobierno federal y contiene cuatro secciones (PL, PE, PJ Y Ministerio público) El segundo se refiere a los Gobiernos de
Provincia.

3) Clasificación de las Normas Constitucionales: a)Programáticas y operativas b)organizativas c)En desuso y


materialmente no constitucionales:
a) Normas operativas: Pueden denominarse también “autosuficientes o auto aplicativas”, y son las cuales por su
naturaleza y formulación ofrecen aplicabilidad y funcionamiento inmediatos y directos, sin necesidad de ser
reglamentadas por otra norma. Las mismas NO impiden la reglamentación, sino que es prescindible. Las normas de la
constitución que declaran derechos personales fundamentales son operativas y deben ser aplicadas, aunque carezcan
de reglamentación.
Normas programáticas: Las mismas proponen un programa y son incompletas, ya que requieren de otra norma
ulterior (posterior) que las reglamente y permita funcionar plenamente. Son de aplicación diferida hasta que aquella
norma posterior las complete. Esto último puede ser criticado como una falta de atención a la supremacía
constitucional, ya que es una norma “bloqueada” hasta que se disponga. Sin embargo, no es una violación a la
supremacía por si sola. En cambio, la inactividad de los órganos que no permiten reglamentar a las normas
programáticas consistiría en un hecho de falta grave, es decir, inconstitucional. Un conflicto recurrente surge cuando se
cuestiona si antes de su reglamentación, las normas programáticas de la constitución que declaran derechos personales
pueden ser, en primer caso, invocadas por los titulares de esos derechos, o, en segundo caso, aplicadas por los jueces.
Para lo anterior, existe una primera respuesta negativa, y luego, una respuesta positiva:
Los titulares de los derechos no pueden invocar a la norma programática, por ende, no poseen acción
disponible. El titular de los derechos declarados en las normas programáticas puede invocarlos legalmente alegando que
la omisión de la ley reglamentaria se convierte en omisión inconstitucional. Cuando el Congreso no dicta la misma, viola
la Constitución al frustrar el funcionamiento y contenido de la norma programática.
Los jueces no pueden aplicarlas si los titulares la invocan ya que la división de poderes les impide suplir la
ausencia de la ley reglamentaria de la norma programática. Los jueces retoman el alegato de los titulares, y declaran que
hay inconstitucionalidad por omisión. La solución es integrar la carencia de la norma legal (laguna) haciendo aplicación
directa de la norma programática que acusa la laguna reglamentaria, es decir, crear en la sentencia una norma individual
que supla la falta de carencia reglamentaria.
Otra cuestión interesante para agregar es que cuando una norma de la Constitución necesita desarrollo
legislativo y el mismo no ha sido suministrado, la misma posee un contenido especial que siempre es aplicable y debe
ser aplicado. También, en ese intervalo de laguna reglamentaria, las normas programáticas tienen los siguientes efectos:
a) impiden que se dicten normas opuestas {si se dictasen, se declaran inconstitucionales}; b) su falta de vigencia
sociológica no les quita la nomológica que permite aplicarlas en cualquier momento; c) sirven como pautas de
interpretación para aplicar el derecho vigente.
Las normas programáticas poseen cláusulas que pueden dejar plazo al congreso para que las reglamente, o bien
imponen una reglamentación inmediata.
Normas que no son susceptibles de reglamentación: Hay normas constitucionales que prohíben su
reglamentación en ciertos aspectos:
a) La competencia originaria y exclusiva de la Corte no puede ser ampliada ni disminuida por ley (art 116).
b) No se puede añadir requisitos y condiciones a los establecidos taxativamente (precisamente) por la
constitución, para ejercer funciones cuyo desempeño tiene asignado los recaudos de elegibilidad o designación
(presidente, vicepresidente, diputados, senadores, jueces de la Corte).
c) Los funcionarios pasibles de juicio político no pueden ser ampliados por ley.
d) La causal de mal desempeño para el juicio político no admite ser reglamentada por una ley que establezca en
qué supuestos se debe tener por configurada.
e) La opción de salir del país no puede quedar sujeta a normas que establezcan condiciones, plazos, o
formalidades.
Normas organizativas. Normas en desuso y materialmente no constitucionales.
Normas organizativas: Son aquellas que prevén la organización de los poderes. Organiza el aparato jurídico
estatal mediante normas que confieren competencia (normas de organización) o imponen deberes (normas de
conducta). Normas que estipulan los órganos que expresan la voluntad estatal (poderes estipulados en la CN: el
legislativo, el ejecutivo, el judicial y de control), las reglas a las que debe ajustarse su formación y funcionamiento, y su
competencia material (atribuciones) y funcional.
Normas materialmente en desuso: No son aplicadas porque no están reglamentadas y no se da la coincidencia
de la constitución formal con la material, por pérdida de vigencia. Ejemplo: el art. 25 dice que se fomentará la
inmigración europea.
4)Interpretación de las normas constitucionales. Evolución a través de los fallos de la CSJN. Se puede hacer un
desdoblamiento de la interpretación constitucional en:a) interpretación “de” la constitución; b) interpretación “desde”
la constitución. La interpretación “de” la constitución toma en cuenta las normas de la constitución formal; diríamos que
las interpreta en sí mismas, y en su plano. La interpretación “desde” la constitución desciende hacia abajo, o sea, hacia
el plano infraconstitucional. Empieza valiéndose de la interpretación “de” la constitución y, una vez que la ha efectuado,
la proyecta a las normas inferiores a la constitución y la utiliza para interpretar, “desde” la constitución, todo el resto del
orden jurídico derivado. La interpretación constitucional significa la interpretación de las normas que componen la
constitución formal, así como de las normas que, fuera de ella, tienen naturaleza o contenido constitucional. Busca
desentrañar el sentido de la descripción efectuada por el autor de la norma; ello supone dos cosas: a) que el intérprete
retrocede mentalmente al momento de creación de la norma, y a la voluntad creadora en igual momento; b) que el
intérprete confronta el sentido que a la norma le asigna la comunidad actual con el sentido que le atribuyó el autor.
Clases de interpretación: Las clases de interpretación: interpretación literal es la que, valiéndose del método
gramatical, procura conocer el sentido lingüístico de las palabras que la norma emplea. Interpretación histórica:
enfocarse en la voluntad histórica del autor de la norma, a fin de descubrir lo que quiso decir. Interpretación restrictiva:
Si la norma dice más de lo que quiso describir la voluntad de su autor, la interpretación ha de achicar o encoger la
norma, para ajustarla a la voluntad del autor. Interpretación extensiva: Si la norma dice menos de lo que quiso describir
la voluntad de su autor, la interpretación ha de ensanchar la norma, también para acomodarla a la voluntad del autor
Interpretación finalista: fin propuesto y querido por la norma, relacionada con la histórica.
Pautas para interpretación: a) CN debe interpretarse tomando en cuenta el fin querido por su autor al
proponerlo y describirlo. Y no sólo el fin que podemos rastrear en la ideología y los principios vertebrales de la
constitución, sino el particular que cada norma. La fidelidad al fin o los fines previstos en la constitución impide
interpretarla en contra de esos fines, pero no veda acoger, con un enfoque de dinamismo histórico, fines no previstos
que no se oponen a los previstos. b) En segundo término, la CN lleva en sí una pretensión de futuro y de continuidad.
Lanzada hacia el porvenir, es menester interpretarla e integrarla históricamente, de modo progresivo. Mientras no
incurramos en contradicción con la constitución, ella misma habilita y asume su propia interpretación e integración
dinámica, histórica, progresiva y flexible. Esta regla se liga, en alguna medida, con la anterior. c) Normas de la CN no
pueden interpretarse en forma aislada, desconectándolas del todo que componen. La interpretación debe hacerse
integrando las normas en la unidad sistemática de la constitución, relacionándolas, comparándolas, coordinándolas y
armonizándolas, de forma tal que haya congruencia y compatibilidad entre ellas. d) La cuarta regla predica la presunción
de validez y constitucionalidad de los actos emanados de los órganos de poder. Da origen a la teoría de la ejecutoriedad
del acto administrativo, y en materia de control de constitucionalidad al principio de que la inconstitucionalidad sólo
debe declararse cuando resulta imposible hacer compatible una norma o un acto estatales con las normas de la
constitución. e) En el campo de la interpretación que hacen los jueces, hay una regla enunciada por la corte, que
aparece como importante. Según ella, debe tomarse en cuenta el resultado axiológico (que es el del valor), de manera
que el juez necesita imaginar las consecuencias naturales que derivan de una sentencia, porque la consideración de
dichas consecuencias es un índice que le permite verificar si la interpretación que lleva a cabo para dictar la sentencia es
o no es razonable, y si la misma interpretación guarda congruencia con el orden normativo al que pertenece la
disposición que trata de aplicar en la misma sentencia.

UNIDAD 2: DECLARACIONES, PRINCIPIOS, DEBERES, DERECHOS Y


GARANTÍAS.
1.Declaraciones. Conceptos y diferencias: La Declaración de los D. Evolución: El principal objetivo del
constitucionalismo clásico fue limitar el poder del Estado y proteger al individuo ante el abuso de poder. La forma de
llevar esto a cabo fue la inclusión de la parte dogmática en las constituciones, donde se declaraban los D individuales.
Las primeras que incluyeron “Declaración de D” tuvieron su origen en las colonias inglesas de Norteamérica y luego en
EEUU. Luego en Francia con la Declaración de DD del Hombre y ciudadano y la consti francesa. La parte dogmática de la
CN tiene dos capítulos: 1) Del art.1 al 35: “Declaraciones, Derechos y Garantías” 2) Del art.35 al 43: “Nuevos Derechos y
Garantías”, incorporados en la Reforma.
DECLARACIONES: ciertas posturas adoptadas por la constitución en relación a alguno de los temas políticos
fundamentales (Forma de gobierno, culto católico, sist. Representativo)
DERECHOS:facultades reconocidas por la CN a las personas o grupos sociales.
GARANTÍAS: Mecanismos creados por la CN para que los titulares de ciertos derechos fundamentales puedan
ejercerlos y hacerlos respetar. Se clasifican en:
a) Garantías genéricas: aquellas que tienden a proteger toda clase de derechos.
b) Garantías específicas: aquellas que protegen exclusivamente determinados derechos.
EL DEBIDO PROCESO: (art.18). Conjunto de garantías procesales que tienen por objeto asistir a los individuos
durante el desarrollo del proceso, y así protegerlos de los abusos de autoridades y permitirle la defensa de sus derechos.
“Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundamentado en ley anterior al hecho del proceso,
ni juzgado por comisiones especiales o sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa. Nadie
puede ser obligado a declarar contra sí mismo, Es inviolable la defensa en juicio de la persona y los derechos.
a) Juicio previo: Nadie puede ser castigado sin haber sido previamente juzgado y sentenciado mediante el debido
proceso. Debe ser acusado, presentándose pruebas en su contra y debe tener la oportunidad de defenderse
alegando sus derechos y presentando pruebas para demostrar su inocencia, en base a lo que el juez juzgará.
b) Juez natural: Lo son los juzgados y tribunales creados por ley antes que se produzca el hecho que motiva el
proceso, sin importar el o los individuos que lo integren. Ni el PE ni el PL pueden formar comisiones especiales
que sentencien a los individuos.
c) Ley anterior: subyace los principios de legalidad (si en el momento en que el individuo cometió el acto, éste no
estaba prohibido, era un acto permitido y no puede ser castigado) y de irretroactividad de la ley. (Las leyes rigen
para el futuro y no pueden aplicarse a hechos ocurridos antes de su sanción)
d) Inviolabilidad de la defensa en juicio: El individuo podrá hacer lo que sea necesario para defender su persona y
derechos. Ni la ley ni los funcionarios podrán establecer normas que impidan al individuo su defensa.
e) Declaración contra sí mismo: Atentar contra el principio anterior sería admitir que la persona sea presionada por
algún medio de coacción para declarar contra sí.
f) Derecho a la jurisdicción: Derecho a recurrir al órgano judicial, d de defensa en juicio , a obtener una sentencia
justa, a ejecutar la sentencia.
En nuestro país, también se encuentran enumerados ciertos derechos en los Tratados Internacionales sobre
DDHH de los que argentina forma parte. Se trata entonces de una fuente interna (CN) y una fuente internacional
(TIDDHH) Asimismo, la CN posee D implícitos y explícitos. Los explícitos son aquellos que se encuentran declarados
expresamente en el texto constitucional, mientras que los implícitos son aquellos no declarados expresamente pero que
surgen del art.33: “Las declaraciones, derechos y garantías que enumera la CN no serán entendidos como negación de
otros D y garantías no enumerados, pero que nacen del principio de soberanía del pueblo y de la forma republicana de
gobierno.”

2) Principios: Límites a la potestad del Estado respecto de las personas. a) de legalidad b)de razonabilidad c) de
igualdad d)pro homini e)de dignidad de la persona humana f) de la moral pública g) de libertad h)de solidaridad i)
referidos al medio ambiente j)referidos a usuarios y consumidores:
PRINCIPIO DE LEGALIDAD: Surge de la 2da parte del art.19 “Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer
lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe” Solamente las leyes podrán establecer cuáles son las
conductas debidas y cuáles las prohibidas. Todas las decisiones que tomen los gobernantes deberán surgir de lo que
dispongan las leyes y ajustarse a ellas. La voluntad de las leyes se encuentra por encima de los gobernantes. Este
principio tiene dos objetivos: 1) Otorgar seguridad individual a las personas: Los individuos, antes de actuar, ya tienen en
claro cuáles son las conductas que pueden realizar y cuáles no. Se evita entonces que las personas se vean afectadas por
decisiones intempestivas adoptadas por los gobernantes que no se basan en ninguna norma 2) Otorgar una esfera de
libertad: Se desprende es este principio “Todo lo que no está prohibido está permitido”, el cual otorga un estado normal
de libertad en el que serán libres para realizar toda conducta no prohibida por la ley.
PRINCIPIO DE RAZONABILIDAD: Art. 28. “Los principios, derechos y garantías reconocidos en los anteriores
artículos, no podrán ser alterados por leyes que reglamenten su ejercicio”. Consiste en prohibir leyes reglamentarias
que alteren la esencia del derecho que reglamentan. Cuando la ley reglamentaria del derecho, en lugar de restringirlo,
lo desvirtúa o desnaturaliza, deja de ser válida.”
PRINCIPIO DE IGUALDAD: Hace referencia a dar a c/u lo mismo. Es decir, concebir o mirar con igualdad a
aquellos que son iguales.
PRINCIPIO PRO HOMINE: es un criterio interpretativo que establece que toda autoridad perteneciente al poder
judicial, legislativo o ejecutivo debe aplicar la normao la interpretaciónmás favorable a la persona o a la comunidad, en
toda emisión de actos, resoluciones o normas que traten o en que se considere la protección o la limitación de Derechos
Humanos, la cual debe ser la más amplia en el primer caso o la menos restrictiva, en el segundo. Implica que la
interpretación jurídica siempre debe buscar el mayor beneficio para el ser humano, es decir, que debe acudirse a la
norma más amplia o a la interpretación extensiva cuando se trata de derechos protegidos y, por el contrario, a la norma
o a la interpretación más restringida, cuando se trata de establecer límites a su ejercicio, se contempla en los artículos
29 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos en la que especifica: “Ninguna disposición de la presente
Convención puede ser interpretada en el sentido de: a) Permitir a alguno de los Estados Partes, grupo o persona,
suprimir el goce y ejercicio de los derechos y libertades reconocidos en la Convención o limitarlos en mayor medida que
la prevista en ella; b)Limitar el goce y ejercicio de cualquier derecho o libertad que pueda estar reconocido de acuerdo
con las leyes de cualquiera de los Estados Partes o de acuerdo con otra convención en que sea parte uno de dichos
Estados; c) Excluir otros derechos y garantías que son inherentes al ser humano o que se derivan de la forma
democrática representativa de gobierno, y d) Excluir o limitar el efecto que puedan producir la Declaración Americana
de Derechos y Deberes del Hombre y otros actos internacionales de la misma naturaleza”

3.Los DDHH. Régimen Legal y Convencional.


En la antigüedad no todo ser humano era considerado persona, debía contar con ciertas características. Mas allá
d algún avance filosófico, las cosas empeoraron con la Rev Industrial (se trata al hombre como instrumento) y la
Alemania Nazi, cuyos habitantes arios eran los únicos considerados personas y se procedió a la matanza sistemática. Los
DDHH propiamente dichos nacen luego de la SGM cuando, concluida ésta, la CNU alude a los DD y libertades
fundamentales del hombre para preservar la paz mundial.
Régimen legalista: Es un proceso constante en el que han ido naciendo gran cantidad de tratados para
complementar la “Declaración Universal de los DDHH”, los más importantes se encuentran plasmados en nuestra ley
fundamental con jerarquía constitucional, e incluso, ésta previendo futuros avances establece un mecanismo para la
incorporación de porvenires instrumentos internacionales a la CN.
Si bien según la tradición histórico cultural de la sociedad (EEUU) la inexistencia de normas sobre derechos en el
articulado de la constitución bien puede significar que se los reputa implícitos y se considera innecesario y hasta
sobreabundante. En cuanto a nuestra tradición latina, la afición al d escrito nos ha acostumbrado a incorporar normas
expresas sobre derechos. Es esta normativa la que recibe el nombre de declaración de derechos, los d se “declaran”.
Régimen convencionalista: El derecho internacional de los DDHH, es el DI que versa sobre los D del hombre,
ostenta perfiles que los distinguen del DI clásico. Los tratados sobre DDHH son aquellos que obligan a los estados partes
a cumplirlos dentro de sus respectivas jurisdicciones internas: a respetar en tales los derechos que los mismos tratados
reconocen directamente a los hombres que forman la población de tales. Las normas internacionales de DDHH so ius
cogens (inderogables, imperativas e indisponibles) Los DDHH forman parte de los principios generales del DI Público.
El estado es sujeto pasivo cargado con obligaciones de omitir violación y de dar/hacer algo frente al hombre
sujeto activo. Es el único sujeto internacionalmente acusable y responsable por el incumplimiento de esas obligaciones
que ha asumido al ser parte del tratado. También se incluyen las obligaciones de prevenir, impedir, vigilar, sancionar, y
reparar las violaciones que a los derechos puedan inferir los particulares. En caso de no hacerlo, incumple el tratado y
tiene responsabilidad internacional.
A) DD Personalísimos (domicilio, nombre, discreción). Límites. Autonomía de la voluntad.
B)D. de Locomoción:
D a entrar, permanecer, transitar, salir del territorio del país. Art. 14. Puede ser dividido en 4 partes: a) Derecho
a entrar al país: otorgado a todos los habitantes del país, encuentra ciertas limitaciones si se trata de extranjeros que
quieren entrar a él. Se acepta universalmente el hecho de imponer condiciones al ingreso de extranjeros, tratándose de
proteger la mano de obra nacional, el orden público, los sentimientos de nacionalidad y el modo de vida del país. Art.25:
a favor de la inmigración siempre y cuando sea con objetivos útiles a la sociedad. En nuestro país rige desde 2014 una
ley que establece causales por las cuales puede expulsar extranjeros. La autoridad de aplicación de este medio de
control es la Dirección nacional de Migraciones. B) Derecho a permanecer en el país: tanto argentinos como extranjeros
que hayan entrado legalmente al país. También se dan una serie de impedimentos conforme a la ley para permanecer
en el país como poseer antecedentes penales. C)D a transitar el país: posibilidad de circular libremente el territorio
nacional y posibilidad de cambiar de domicilio. Existen ciertas restricciones que rigen principalmente para extranjeros.
D) D a salir del país: implica incluso la prohibición de imponer condiciones irrazonables para la salida.
c) D de expresión. Libertad de prensa:
Libertad de expresión es la exteriorización de libertad de pensamiento. Cuando el pensamiento trasciende al
exterior nace la libertad de expresión, a través de la cual pueden difundirse ideas, críticas, opiniones, imágenes. Puede
ejercerse a través de diversos medios: verbalmente, forma escrita, por radio, televisión, cine. Nuestra CN solo protege
expresamente la LIBERTAD DE PRENSA (art.14 y 33) Pero haciendo una interpretación dinámica se entiende que la
libertad de expresión se encuentra protegida en todas sus formas, ya que algunas no podían ser conocidas por quienes
redactaron la CN. Contenido: a) Derecho a la información: - Derecho a informar: posibilidad de conseguir noticias,
transmitirlas y difundirlas. No se le puede restringir al periodismos el acceso a las fuentes de información. –Derecho a
ser informado: todos los habitantes tienen derecho a ser informado sobre los actos del gobierno. B) Derecho a no
expresarse: consiste en que nadie puede ser obligado a revelar el credo, ideología o creencias propias y que en que
aquellos que informan no pueden ser obligados arbitrariamente a revelar la fuente de información. C)Derecho a
mantener el secreto profesional E) Derecho de réplica.
La libertad de prensa es una modalidad de la libertad de expresión, en el art.14 de la CN se establece que todos
los habitantes de la Nación gozan del D de “publicar sus ideas por la prensa sin censura previa” (Toda medida que
implique un control o revisión anticipados del material que se quiere exteriorizar.) La prohibición de censura es bien
aplicable a todos los medios de expresión. El material sí puede ser revisado luego de ser exteriorizado. Si a través de éste
se cometió un abuso o delito su autor será el responsable. Autocensura: se produce cuando aquel que desea ejercer su
libertad de expresión no lo hace, debido a que se siente amenazado por ciertas actitudes represivas o persecutorias. En
este tipo se censura se responsabiliza a aquel que creó tal clima.
. D)Otros D civiles (enseñar, aprender, libertad religiosa, objetores de conciencia, familia)
Derecho a la educación: Compuesto por el derecho a enseñar y el derecho a aprender. A)El D a enseñar:facultad de
educar a quien lo necesite, transmitiéndole determinados conocimientos. Es ejercido por los padres con relación a los
hijos, por la familia en general, la iglesia, y las instituciones particulares autorizadas por el estado. B) El D a aprender
implica no solo la posibilidad de adquirir conocimientos si no también la de elegir maestros, escuelas, métodos de
aprendizaje y orientación de la enseñanza. Art. 14 enseñar y aprender. El estado debe reglamentarlo, de manera que no
sea utilizado para inculcar entre los niños y jóvenes ideas que puedan perjudicar sus mentes o poner en peligro la paz
social. Al congreso le corresponde: Sancionar las leyes de organización y base para la educación que consoliden la unión
nacional, sancionar leyes que aseguren la responsabilidad indelegable del Estado, la participación de la familia y la
sociedad y la promoción de los valores democráticos. Leyes que aseguren igualdad de oportunidades y posibilidades
para educarse, sin discriminación alguna. Garantizar los principios de gratuidad y equidad de la educación pública
estatal. Libertad de cátedra: derecho en favor del que enseña, le permite transmitir sus conocimientos mediante criterio
o ideología.
Libertad religiosa: Derecho a creer en cualquier religión y en la posibilidad de exteriorizar libremente dichas
creencias. Consiste en a)libertad de conciencia: Perteneciente al fuero interno de la persona, y le permite pensar y creer
lo que quiera. Es un derecho absoluto que no puede ser reglamentado ni restringido por el Estado ni por los demás
particulares. Art. 19 (libertad de intimidad) b)libertad de culto: Derecho a exteriorizar y practicar las creencias religiosas
propias. Art. 14: “Todos los habitantes de la nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que
reglamenten su ejercicio… profesar libremente su culto” Las leyes del estado deben prohibir aquellos cultos que
ofendan a la moral, el orden público o las buenas costumbres. A)la libertad de conciencia es absoluta B) la libertad de
culto es relativa.
Objeción de conciencia: posibilidad de incumplir un mandato de la autoridad cuando resulta contrario a las
convicciones más íntimas, y siempre que aquello no perjudique a terceros.
Derecho a la familia: Las NC sobre la familia no limitan su alcance a la que surge del matrimonio, y se extienden a
cualquier núcleo parental. 1957: “la ley establecerá la protección integral de la familia, la defensa del bien de familia, la
compensación económica familiar, y el acceso a una vivienda digna. El PSJCR “se reconoce el derecho del hombre y la
mujer a contraer matrimonio y a fundar una familia si tiene la edad y las condiciones requeridos para ello por las leyes
internas, en la medida en que éstas no afecten al principio de discriminación establecido en esta convención.”
e) D Cívicos (de petición, de reunión, de asociación)
Libertad de asociación: Facultad que tienen las personas de agruparse voluntariamente y en forma permanente,
para alcanzar al objetivo lícito que se han propuesto. Art.14 “asociarse con fines útiles.” (Fines inofensivos, no dañinos,
que no perturban el orden público, la moral o perjudican a terceros.) Abarca derecho a a)construir una asociación
b)ingresar a una ya constituida c)gobernar la asociación d)dejar de pertenecer a una e)a no asociarse f) d de la
asociación para que el estado le reconozca su status jurídico y le otorgue un espacio de libertad jurídicamente relevante.
Libertad de reunión: D que tienen los hombres para expresar sus idea, debatir y dialogar en compañía de otros hombres.
Se trata de una vinculación TRANSITORIA. No está expresamente contemplado en la CN, pero indudablemente
comprendido en el art.33. Para ser admitida, no debe alterar el orden ni encuadrar en los términos del art.22 “Toda
reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione a nombre de éste, comete delito de sedición.”
Es uno de los D más restringidos durante el estado de sitio. Debe ser restringido en forma razonable y siempre que se
encuentre vinculada con la situación de emergencia que dio origen al estado de sitio.
Derecho de petición: Facultad que tienen las personas y las asociaciones para pedir a los funcionarios que hagan
algo determinado y relacionado con su investidura. Art. 14 “Todos los habitantes de la Nación tienen el derecho de
peticionar a las autoridades” Éstas, están obligadas a responder ya sea otorgando o negando pero no pueden hacer
silencio. Límite (Art.22) aquel grupo de individuos que peticiona, no puede hacerlo en nombre del pueblo”
F)D de contenido económico (ejercer actividad lícita, profesional, de contratación: presupuestos.
Derecho a trabajar: Art.14. Posibilidad de elegir libremente un empleo o profesión sin la coacción de terceros.
Nace durante el constitucionalismo clásico en que el Estado sólo estaba obligado a garantizar la libertad de trabajar
s/interferir en ella. NO sucedía lo mismo con las condiciones de trabajo. En el Constitucionalismo Social, aparecen
normas que protegen al trabajador en relación de dependencia.
Derecho a ejercer la industria lícita: forma de trabajar obteniendo, transformando o transportando ciertos
bienes y materias primas para crear con ello determinados productos, y así obtener riquezas. Las industrias son
fundamentales en el país, pero deben ser lícitas: no pueden ser contrarias a la moralidad, higiene, seguridad, interés y
salud pública ni perjudicar derechos de terceros.
Derecho a comerciar: Facultad para realizar cualquier acto que tenga por objeto intercambiar bienes o la
prestación de servicios. El congreso tiene la facultad de regular el congreso marítimo y aéreo con otros Estados y el de
las provincias entre sí. Al Congreso le corresponde dictar el código de comercio.
Libertad de contratar: Reconocido de forma implícita e implica a)celebrar un contrato o no celebrarlo b)elegir
con quien contratar c)regular el contenido del contrato.
Derecho de navegar: Art.14 y refiere a la navegación para comerciar. Habilita también a todo aquel que quiera equiparar
un buque para su explotación comercial.
G)D de propiedad. Límites.
Abarca todos los bienes materiales e inmateriales que integran el patrimonio de una persona física o jurídica y
que, por ende, son susceptibles de aplicación económica” Función social de la propiedad: en 1853 la CN adoptó
principios liberales: se encarga de regular el D de propiedad en varios de sus artículos. Con el avance del
Constitucionalismo social se dejó de ver a la propiedad como un D absoluto e ilimitado y se le introdujeron algunas
restricciones en favor del bienestar social 1) NO puede utilizarse en forma abusiva ni en contra de la moral social 2)
puede imponerle cargas al propietario en función del bien. Art.14: Todos los habitantes de la Nación pueden gozar del
derecho de “usar y disponer de su propiedad” Art.17: “La propiedad es inviolable, y ningún habitante de la nación puede
ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en la ley. La expropiación por causa de utilidad pública, debe ser
calificada por ley y previamente indemnizada. Todo autor o interventor es propietario exclusivo de su obra, invento o
descubrimiento, por el término que le acuerde la ley. La confiscación de bienes queda borrada para siempre del Código
Penal Argentino. Ningún cuerpo armado puede hacer requisiciones ni exigir auxilios de ninguna especie” Abarca:
a)Todos los bienes de una persona b)todos sus créditos c)Sueldos y honorarios d)DyO que surjan de un contrato e)actos
jurídicos de disposición y uso de la propiedad f)sentencias pasadas en autoridad de una cosa juzgada g)efectos
liberatorios del pago h)derechos hereditarios i) d adquirido por otorgamiento de jubilaciones j)propiedad intelectual,
industrial y comercial.
Puede ser limitado a través de: 1) Restricciones: no son indemnizables ya que son realizadas en favor del bien
común 2) Servidumbres: indemnizables, ya que causan un mayor perjuicio al propietario 3) Ocupación temporánea:
Implica uso y goce de la propiedad por parte de la Administración pública durante cierto tiempo, en beneficio de la
sociedad. Es indemnizable 4) Expropiación: Estado extingue el d del propietario basándose en la utilidad pública, y es
indemnizable.
H) D económicos, sociales y culturales.
Art. 14 bis: agregado a la CN en 1957. Las garantías sociales del art.14 bis tienden a proteger la dignidad del
trabajo humano y asegurar una situación social honrosa al trabajador. EL 14 Reconoce el derecho a trabajar como
derecho individual, común a todos los hombres, sin interesar que se realice por cuenta propia o en relación de
dependencia. Se funda en la justicia natural, común a todos los hombres por el solo hecho de serlo. EL bis, en cambio,
da por sobreentendido el derecho a trabajar y establece una serie de garantías para quien trabaja en relación de
dependencia. Se funda en la justicia social que nace de las desigualdades sociales entre los hombres, y trata de
reestablecer el equilibrio.
Normas sobre D de trabajo: a) Trabajo individual: regulan la relación individual entre trabajador y empleador
b)Trabajo colectivo: regulan a las asociaciones profesionales de trabajadores o gremios.
Normas sobre el derecho de trabajo individual: Art. 14 bis: “El trabajo en sus diversas formas gozará de la
protección de las leyes, las que asegurarán al trabajador… 1)Condiciones dignas y equitativas de labor 2)jornada
limitada 3)descanso y vacaciones pagas 4)retribución justa 5)Salario mínimo vital móvil (no inferior a lo que el empleado
necesita para vivir: habitación, alimento, ropa, educación de los hijos, asistencia médica 6)Igual remuneración por igual
tarea7)Participación en las ganancias, control de la producción y colaboración en la dirección 8)Protección contra el
despido arbitrario(debe indemnizarse de acuerdo a la ley) 9) Estabilidad del empleado público. 10)Organización sindical
libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en el registro especial.
Normas sobre el d de trabajo colectivo: art.14 bis: “Queda garantizado a los gremios: 1) Concretar convenios
colectivos de trabajo (contratos que se celebran entre el gremio y la asociación patronal correspondiente. Obliga a todos
los trabajadores del gremio y establece pautas que deben observarse en los contratos individuales) 2) Recurrir a la
conciliación y al arbitraje (medios pacíficos para resolver conflictos laborales llevados a cabo ante el Ministerio de
Trabajo. En la conciliación se trata de conciliar acerca de las pretensiones de las partes ysí. En el arbitraje, el Ministerio
actúa como árbitro tratando de dirimir el pleito. 3) Derecho de huelga: paralización de la actividad de los trabajadores
como medio de presión para lograr mejoras o que se reconozcan sus d y pretensiones. 4) representantes gremiales
gozarán las garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión sindical y las relacionadas con la estabilidad de su
empleo.
D. culturales: Art. 75 inc. 19 asigna al congreso el deber de dictar leyes que den protección a a)indetidad y
pluralidad cultural b)libre creación y circulación de obras de autor c)patrimonio artístico y los espacios culturales y
audiovisuales.
La identidad y pluralidad alude al derecho d identidad y a la diferencia, abarcando toda índole de
manifestaciones. La libre creación y circulación de obras de autor ensambla con el d de propiedad intelectual, con la
libertad de expresión artística y cultural en todas sus manifestaciones. El patrimonio artístico refiere a la protección del
ambiente, porque integra el contorno, muchas veces inmaterial que sirve de emplazamiento a la vida humana y social.
i)D relativos al ambiente.
Art. 41 establece que todo habitante tiene el derecho a gozar de un ambiente sano y el deber de preservarlo
para generaciones presentes y futuras. EL D a un ambiente sano depende de c/lugar y tiempo y se logra con acciones
que protegen al medio ambiente y de sanciones para quien lo daña. El estado debe dictar normas que obliguen a las
industrias a preservar el ambiente, y tiene que dar información y educación ambiental en relación a a) cómo utilizar los
recursos naturales en forma racional b) consecuencias del daño ambiental. Asimismo, la sociedad cuenta con la acción
de amparo colectivo.
El ambiente al que todos tienen derechos debe ser: sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para las
actividades productivas que satisfagan las necesidades humanas sin comprometer a las futuras.
El deber de preservar el ambiente es un deber jurídico de todos y c/u que nos convierte en una especie de
agentes públicos en el cuidado ambiental. Las obligaciones también pesan sobre ek estado, los cuáles preverán las
normas a la protección de este derecho: no solo en cuanto omisión, también en relación a prestaciones positivas.
EL art. 41 genera también el deber de recomponer y reparar .
J) D de usuarios y consumidores.
Art.42 surge para subsanar aquella desigualdad que existe en la relación comercial entre el consumidor y el
proveedor. Los primeros tienen los siguientes derechos: a)Libre elección en el mercado de productos y servicios.
B)Educación para el consumo c)información d)organizarse e)participación en los órganos de control de servicios públicos
f)acceso a la justicia g)Protección contra riesgos que puedan afectar su salud, seguridad o la del medio h)indemnización
por daños y perjuicios sufridos. Ley de Defensa del Consumidor: Les da protección y garantías frente a las fallas de
calidad, riesgos contra la salud, publicidad engañosa. En caso de duda, se va a interpretar siempre en favor del
consumidor.
UNIDAD 3: DECLARACIONES, PRINCIPIOS, DEBERES, DERECHOS Y
GARANTÍAS.
Punto 1: Deberes:
Deberes y obligaciones constitucionales:
Las “obligaciones constitucionales” son obligaciones que nacen de la constitución y que ella impone. No todas
están a cargo del estado, pero también las que son ajenas a él lo involucran, porque el estado siempre ha de vigilar su
cumplimiento y ha de arbitrar medios y vías, incluso procesales, para que todo sujeto obligado, así sean los particulares,
pueda ser compelido. Bidart Campos enseña que en el derecho constitucional hay obligaciones tanto del Estado como
de los particulares; pero, en todo caso, la existencia de esas "obligaciones" tiene el sentido de ser consideradas
instrumentos para el goce de los derechos personales. Además, si un sujeto privado incumple sus obligaciones
constitucionales frente a otro particular, perturbando los derechos o libertades de éste, el perjudicado cuenta con el
derecho a reclamar al Estado tutela por esa infracción, y éste tiene la obligación constitucional de actuar en resguardo
del afectado. En términos generales, se puede afirmar que cada derecho o libertad constitucional genera una obligación
o deber correlativo.
La constitución obliga a: a) omitir lo que ella prohíbe hacer; b) hacer (obligaciones que implican prestaciones
positivas) lo que ella manda que se haga; c) arbitrar en los espacios donde abre opciones los medios más idóneos y las
soluciones mejores que sean conducentes para lograr los objetivos propuestos, dentro del marco que la propia
constitución señala en cada caso.
Cuando se sabe que la constitución no sólo organiza al poder, sino que define el modo de instalación de los
hombres en el estado, es fácil comprender que, así como les reconoce derechos también los grava con obligaciones,
tanto frente al mismo estado como frente a los demás particulares. Nuestra constitución no contiene una formulación o
declaración sistemática de los deberes del hombre; aunque algunas normas consignan expresamente ciertos deberes,
como por ej., el art. 41 para preservar el ambiente o el 38 en orden a los partidos políticos. No hay duda de que del
mismo modo como hay derechos implícitos, hay también obligaciones implícitas. Así (por ejemplo), conforme a nuestro
derecho constitucional, interpretamos que la norma del art. 16 de la constitución, al consignar que la igualdad es la base
de las cargas públicas, extiende la pauta de igualdad jurídica razonable en materia de deberes públicos. O sea que debe
mantenerse la razonabilidad en su distribución y adjudicación, y no incurrirse en trato de discriminación arbitraria.
Deberes en las distintas etapas del constitucionalismo:El constitucionalismo clásico, por lo común era reacio a
incluir un listado expreso de deberes constitucionales de los habitantes y ciudadanos. Tal actitud tenía su explicación en
que el objeto primario de la Constitución consistía en tutelar el tercer estado (estado llano) frente a las prerrogativas del
primer y segundo estados (nobleza y clero), además de proteger a las personas del poder absoluto encarnado en los
monarcas. No obstante, algunas constituciones mencionaron ciertos deberes para los habitantes. Por ejemplo, en la
Argentina, el Estatuto Provisional de 1815 entre los "deberes de todo hombre en el Estado", incluía los de cumplir con la
ley, obedecer y respetar a los magistrados y funcionarios públicos, sobrellevar gustoso los sacrificios que demande la
Patria, respetar los derechos de los ciudadanos, contribuir a la felicidad pública y "merecer el grato y honroso título de
hombre de bien, siendo buen padre de familia, buen hijo, buen hermano y buen amigo".
Por su parte, el constitucionalismo social es más abundante en el enunciado de tales deberes, en virtud de
enumerar la Constitución derechos sociales que a menudo tienen que ser satisfechos por los propietarios y
empleadores, y también por partir del supuesto de la solidaridad social como obligación jurídica. En la Argentina, la
simple lectura de algunas nuevas constituciones provinciales (p.ej., la de Córdoba, art. 38; la de Río Negro, art. 46)
acredita un significativo catálogo de deberes para los habitantes, como honrar a la Patria y a sus símbolos, respetar los
intereses y el patrimonio cultural y material del país y de la provincia, contribuir a los gastos, prestar servicios civiles por
razones de solidaridad social, formarse y educarse, cuidar de su salud, trabajar y actuar solidariamente, etcétera. El
Pacto de San José de Costa Rica, a su vez, titula el art. 32 "Correlación entre deberes y derechos", y su texto dice: "Toda
persona tiene deberes para con la familia, la comunidad y la humanidad" (inc. 1). Y concluye: "Los derechos de cada
persona están limitados por los derechos de los demás, por la seguridad de todos y por las justas exigencias del bien
común, en una sociedad democrática" (inc. 2).
Clasificación de los deberes constitucionales:
a) Según el sujeto. Existen deberes del Estado (como asegurar la protección del trabajo mediante las leyes,
según el art. 14 bis; afianzar sus relaciones de paz y comercio con las naciones extranjeras, a tenor del art. 27, etc.) y
deberes de los particulares. Entre estos últimos, resulta factible diferenciar los deberes de los nacionales o ciudadanos
(según el art. 21, prestar el servicio militar) y los de cualquier habitante (como cumplir con los servicios personales que
establezca la ley, a tenor del art. 17). En cuanto a los deberes de particulares, los hay también individuales, de personas
físicas o ideales (como el de los empleadores, de pagar el salario mínimo previsto por el art. 14 bis), y de grupos (como la
reunión de personas del art. 23, que no puede atribuirse los derechos del pueblo).
b) Según el objeto. Hay obligaciones constitucionales de hacer (p.ej., cumplir con un servicio personal), de no
hacer (no deliberar ni gobernar el pueblo por sí mismo; art. 22) y de dar (pagar los impuestos).
c) Según su naturaleza. Existen obligaciones constitucionales ordinarias o normales, como pagar los derechos de
importación y exportación (art. 4°), y otras (en principio) no habituales, como ob1ar impuestos directos en favor del
Estado nacional, "siempre que la defensa, seguridad común y bien general del Estado lo exijan" (art. 75, inc. 2).
d) Según su enunciado. Hay deberes constitucionales explícitos (armarse en defensa de la Patria y de la
Constitución; art. 21); deberes constitucionales deducidos de otras normas de la Constitución (p.ej., del art. 45, cuando
señala que los diputados son "elegidos directamente por el pueblo" se puede inferir el deber de sufragar, si así lo
dispone la ley); y deberes constitucionales no enumerados o implícitos. En efecto, si el art. 33 de la Const. nacional
puntualiza que además de los derechos enumerados hay otros, también de rango constitucional, que emergen de la
soberanía del pueblo y de la forma republicana de gobierno (que son, en definitiva, los derechos naturales de los
hombres y de las sociedades), cabe detectar también deberes no enumerados, que fluyen de aquellos principios y del
derecho natural. Por ejemplo, no atentar contra el ecosistema y el paisaje.
Carácter de los deberes constitucionales:Así como no existen derechos constitucionales absolutos, tampoco
tiene que haber deberes constitucionales absolutos (Bidart Campos). Es necesario que su reglamentación, al igual que la
de los derechos, responda a topes y a pautas de legalidad y razonabilidad, bajo pena de aplicar la inconstitucionalidad
consiguiente.
Fuentes internacionales constitucionalizadas:Los tratados de derechos humanos constitucionalizados por el art.
75, inc. 22, regulan los aspectos relacionados con los deberes constitucionales. Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre (Preámbulo, arts. XXIX a XXXVIII), Declaración Universal de Derechos Humanos (Preámbulo, arts. 1°
y 29), Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Preámbulo, arts. 8° y 19), Convención
Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica) (arts. 6°, 7° Y 32), Convención sobre la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (arts. 5° y 16) Y Convención sobre los Derechos del
Niño (art. 14).
Los deberes públicos
Un tema institucionalmente importante es el de los deberes constitucionales que, en vez de recaer sobre las
personas, recaen en el estado y en los órganos de poder (ejecutivo, congreso, poder judicial). Tales obligaciones existen,
no sólo frente a los derechos subjetivos cuando el sujeto pasivo de los mismos es el estado, sino en situaciones ajenas al
“status” jurídico de los hombres. Nuestra constitución no contiene una formulación o declaración sistemática de los
deberes del hombre, pero consigna expresamente algunos deberes como, por ejemplo, el art. 41 para preservar el
ambiente o el 38 en orden a los partidos políticos.
a) deberes de fidelidad a la Nación,
Es el deber de todos los habitantes de respetar todos los símbolos y emblemas patrios. Esta es una obligación
que no está consagrada expresamente en la CN pero que deriva de su espíritu, pudiendo deducirse tanto del Preámbulo
de la misma, como de los arts. 22 y 119. Este mandato se sigue del juramento que prestan las autoridades cuando
asumen sus cargos.
b) deber de defensa de la Patria y la Constitución,
Regulado en el artículo 21, se impone el deber de armarse en defensa de la patria y de la Constitución Nacional
conforme a las leyes que al efecto dicte el Congreso. De acuerdo con la CSJN en el fallo Abella (1992), la obligación de
contribuir a la defensa de la Nación y de su Ley Fundamental, rectamente interpretada, es una convocatoria a la defensa
de las libertades e instituciones en aquella reconocidas.
c) deber de respeto a las instituciones,
Se entiende aquí por instituciones al conjunto de órganos que conforman la forma republicana de Estado. La
forma republicana de Estado es uno de los principios esenciales (para Bidart Campos es un contenido pétreo de la CN)
de nuestra estructura política de allí que las violaciones de estos deberes revistan una enorme gravedad para el país. El
Cód. Penal reprime con prisión de 5 a 15 años a quienes se alzaren en armas para cambiar la CN, deponer alguno de los
poderes públicos del gobierno nacional, arrancarle alguna medida o concesión o impedir el libre ejercicio de sus
facultades constitucionales o su formación en los términos y formas legales.
Este delito contra el orden constitucional tiene dos variantes:
-Rebelión: cuando el alzamiento en armas tenga por fin cambiar el régimen democrático, suprimir la
organización federal, eliminar la división de poderes, abrogar los derechos Fundamentales dc la persona humana, art.
36. En la rebelión se pretende cambiar las bases del orden constitucional. La pena es de las más graves: prisión o
reclusión de 8 a 25 años.
-Sedición: está regulada en el art. 22 de la CN el cual dice que toda fuerza armada o reunión de personas y
peticione a nombre de éste comete el delito de sedición. El Cod. Penal lo reprime con prisión de 1 a 4 años en su art.
230.
d) deber de impedir las exorbitancias del poder,
Es el deber receptado en el art. 22 (sedición) de toda Fuerza armada que se atribuya los derechos del pueblo y
peticione a su nombre. Una variante de este delito (pero ya no para los particulares) es el deber del Poder Legislativo de
no conceder Facultades extraordinarias ni la suma del poder público al Poder Ejecutivo que es un delito constitucional
establecido en el Art.29.
e) deber de prestaciones: servicios personales (cargas públicas) y patrimoniales (impuestos y
contribuciones)
Servicios personales: El art. 17 de la Constitución Nacional prescribe que "ningún servicio personal es exigible,
sino en virtud de ley o de sentencia fundada en ley". Esta norma guarda correspondencia con la última parte del art. 19:
"Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley". La carga pública de prestación de
servicios personales importa una restricción a la libertad del sujeto afectado y únicamente puede derivar de una
imposición legal (de la Nación o de las provincias; para Marienhoff, se trata de una facultad concurrente). Según este
autor, tiene las siguientes características: a) es temporaria (por lo que debe ser circunstancial, ocasional o accidental); b)
debe ser igual para todos, a tenor del art. 16 in fine de la Const. nacional; c) es irredimible por dinero (de lo contrario,
resultaría un impuesto); d) es intransferible, de ejecución personal por el convocado; e) en principio es también gratuita,
aunque ocasionalmente la ley pueda establecer algún viático o remuneración; f) debe corresponder a un servicio
concreto, ya que sería antijurídico que el Estado exigiese servicios personales para "lo que pudiera necesitar", y g) tiene
que referirse a una tarea sencilla, porque si aludiese a funciones de tipo especializado, no podría ser desempeñada por
todos, quebrándose la regla de la igualdad. Las cargas públicas que un Estado constitucional puede imponer no deben
superar, explica la Corte, lo que requiera la solidaridad social ("Santa Coloma", Fallos, 308: 1160) y deben responder a un
fin de interés público ("SA Servicios Aéreos Cruzeiro do Sul", Fallos, 295:87). El art. 21 de la CN define, asimismo, el
deber constitucional de todo ciudadano de armarse en defensa de la Patria y de la Constitución, cuestión que la Corte
Suprema ha calificado como una obligación constitucional que se debe cumplir por razones de justicia y solidaridad
("Portillo", Fallos, 312:496), y que importa una carga pública ("De la Vega", Fallos, 304:806, y "Reynoso", Fallos, 308:
1595).
En materia de cargas públicas políticas, la reforma de 1994 ha incluido la de sufragar (art. 37) y, para los partidos
políticos, de dar a publicidad el origen y destino de sus fondos y patrimonio (art. 38). Cabe recordar que para la Corte
Suprema la expropiación (art. 17, Const. nacional) implica asimismo una carga pública para el expropiado, bien que con
una imposición constitucional de indemnización previa por parte del expropiante ("Dirección Nacional de Vialidad
c/Perea", Fallos, 303:1596). Respecto de las cargas impuestas a los empleadores por las leyes laborales, en
cumplimiento del art. 14 bis, la Corte ha señalado que deben ser razonables y no gravar el patrimonio de manera
expoliatoria o exorbitante ("Mata", Fallos, 252: 158).
Servicios patrimoniales:El art. 16 in fine de la Constitución nacional describe la obligación de satisfacer el
impuesto y las cargas públicas. La obligación de pagar impuestos y contribuciones está igualmente señalada en el art. 4°,
cuando programa que los "imponga el Congreso general" (el arto 75, inc. 2, permite también al Poder Legislativo
imponer contribuciones directas, bajo ciertas condiciones). El art. 20, a contrario sensu, obliga también a "pagar
contribuciones forzosas extraordinarias" a los argentinos (no así a los extranjeros).
Otros deberes públicos
Deber de cumplir con la Constitución y normas consecuentes:Del texto de la Constitución surgen obligaciones
específicas. El art. 19 in fine, al señalar que "ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la
ley", impone, a contrario sensu, el deber de cumplir lo que manda la ley. Conforme a la escala jerárquica de su art. 31,
esa obligación principia con el cumplimiento de la Constitución y continúa con las restantes normas "que en su
consecuencia se dicten". Para el Estado, esto significa también dictar todas las normas (incluso instrumentar las
cláusulas constitucionales programáticas, salvo las que sean de cumplimiento optativo o discrecional para él) y poner en
práctica las competencias y atribuciones que le confía la Constitución (p.ej., en los arts. 75, 99,116 Y 117). Cabe
distinguir, en este tema, y en sentido estricto, entre competencias y atribuciones (Bielsa). Las primeras pueden o no
ejercitarse, según el sano arbitrio y pautas de razonabilidad (como decretar honores el Congreso, conforme al art. 75,
inc. 20; conceder amnistías, según la misma norma). Las segundas son de cumplimiento forzoso (p.ej., fijar el Congreso
anualmente el presupuesto, como ordena el art. 75, inc. 8; que el jefe de Gabinete recaude las rentas según el art. 100,
inc. 7).
Respetar los derechos personales y las funciones del estado:Es una consecuencia del deber de cumplir con la
Constitución, ya que, si ella enuncia derechos y libertades, eso genera una obligación erga omnes de los demás (y del
Estado, en particular) de no perturbarlos. La infracción a aquéllos genera, por ejemplo, el proceso constitucional del
amparo, programado tanto contra actos estatales (ley 16.986), como de particulares (Código Procesal Civil y Comercial
de la Nación). El respeto a los derechos personales produce generalmente, en el constitucionalismo de la primera etapa,
obligaciones de no hacer (no impedir que otro trabaje; no molestar la práctica de los cultos; no interferir en la propiedad
ajena; no obligar a nadie a declarar contra sí mismo; no impedir la libre circulación de las personas, ni arrestar sin orden
escrita de autoridad competente, etcétera). En el constitucionalismo social, o de la segunda etapa, la Constitución
impone más obligaciones de hacer y de dar; pagar salarios justos, brindar condiciones dignas de labor, pagar
asignaciones familiares (art. 14 bis), preservar el ambiente (art. 41), etcétera.
Evitar los actos declarados constitucionalmente delictivos o prohibidos:Entre los primeros, hallamos, por
ejemplo, el contrato de compraventa de personas (art. 15); la sedición (art. 22); usurpar funciones constitucionales (art.
36); la traición a la patria (art. 119), y la sedición o asonada del art. 127 (guerra civil interprovincial). Entre los segundos
cabe mencionar, entre otros, la confiscación de bienes (art. 17); y el establecer comisiones especiales, obligar a alguien a
declarar contra sí mismo, aplicar tormentos, azotes o tratos mortificantes a los detenidos (art. 18); introducir en el país
residuos peligrosos y radiactivos (art. 41), etcétera. Muchos de estos actos importan también delitos, no por imposición
constitucional, sino por voluntad del legislador ordinario, o de los convenios y tratados internacionales vigentes en la
Nación.
Punto 2: Garantías: garantías de libertad. Clasificación a) garantías generales: - garantías
institucionales: seguridad jurídica.
Las garantías son mecanismos creados por la Constitución que resguardan, protegen y tutelan el ejercicio seguro
de derechos y libertades reconocidas.
Las garantías dentro del ámbito de los derechos personales son instituciones, procedimientos de seguridad, vías
idóneas para acceder a la justicia, los medios legales que resguardan, protegen y tutelan el ejercicio seguro de los
derechos y libertades reconocidos en la C. N. a todos los argentinos. Movilizan al estado para protegerlos (Es una
prestación del Estado a las personas, se hacen valer frente al estado), sea impidiendo el ataque, sea restableciendo la
situación anterior al ataque, sea procurando compensarle el daño sufrido, sea castigando al transgresor, etc. (habeas
corpus, habeas data, recurso de amparo estipulados todas estas garantías en el art. 43, defensa en juicio, art 18). Son el
soporte de la seguridad jurídica al proteger de la arbitrariedad y las violaciones del orden jurídico a las personas y sus
derechos, proporcionando las vías idóneas para acceder a la justicia y la legitimación procesal para articular su
pretensión y participar en el proceso.
El constitucionalismo clásico ha procurado organizar al estado en defensa de las libertades y los derechos del
hombre. O sea, ha tendido a asegurar al hombre frente al estado. Toda la armazón de este constitucionalismo se dirige a
proporcionar garantías y seguridad; la propia constitución formal se ha definido como una ley de garantías, cuyas dos
partes fundamentales se caracterizan en ese sentido: a) la parte dogmática, por contener una declaración de derechos y
b) la parte orgánica, por establecer la llamada división de poderes.
La seguridad jurídica ofrece diversidad de aspectos; en su buen sentido, abarca la “seguridad del estado”, la
seguridad de las instituciones constitucionales, la seguridad de las personas y sus derechos. Bueno es recalcar que la
seguridad final que, como baluarte último, prevé el sistema democrático, es la que depara el poder judicial, sobre todo
en cuanto asume el control de constitucionalidad.
Las garantías constitucionales son el soporte de la seguridad jurídica; no en vano se define a las garantías como
el conjunto de seguridades jurídico-institucionales deparadas al hombre. Las garantías existen frente al estado, en
cuanto son medios o procedimientos que aseguran la vigencia de los derechos.
Estado de sitio: concepto y régimen constitucional. Las facultades judiciales. La defensa de la
constitución y la vida democrática.
Estado de sitio (Art 23) La declaración del estado de sitio está prevista para dos situaciones cuyas causas son el
ataque exterior y la conmoción interior. Para qué estas dos permitan declarar el estado de sitio, es necesario que cada
una de ellas ponga en peligro el ejercicio de la CN y las autoridades creadas por ella y que produzca perturbación en el
orden. En caso de ataque exterior, el estado de sitio debe ser declarado por el poder ejecutivo con acuerdo del senado.
En cambio, cuando el estado de sitio radica en una conmoción interior, debe ser declarado por el Congreso.
En cuanto a su duración temporal, resulta evidente la transitoriedad excepcional del instituto. El cese se da
cuando quedan sin efecto las cuestiones que lo motivaron. El Estado de sitio responde a los siguientes principios: no
suspende la vigencia de la constitución, no debilita la división de poderes y se pone en vigor para defender la CN y las
autoridades creadas por ella.
El presidente tiene la facultad para arrestar personas y trasladarlas, lo cual restringe la libertad corporal. En
cuanto a los demás derechos y libertades, durante el estado de sitio opera la suspensión de las garantías
constitucionales. Hay distintas tesis de interpretación en cuanto a esta suspensión. La que lo interpreta como
suspensión limitada de las garantías, para afectar solamente el ejercicio de aquellos derechos que resulte necesaria para
cumplir con los fines del estado de sitio (los motivos que determinaron la declaración del mismo y a las circunstancias en
cada caso concurrentes), más el control judicial de razonabilidad cuando se impugna una medida determinada, a efectos
de verificar si se ha cumplido o no la regla antes señalada. Es la llamada la tesis finalista, una tesis intermedia, ecléctica.
Esta tesis es la más razonable en pro de una interpretación funcional de la constitución y es recepcionada por el derecho
judicial, por la CSJN (restringe derechos de: Reunión, libertad de imprenta, libertad de expresión oral, escrita o
cinematográfica, de organización sindical, de huelga, de asociación, de propiedad). Además, existe una zona de reserva,
la cual está constituida por los derechos que no pueden ser limitados en el Estado de sitio.
Ley de ética pública.
Ley 25.188:La defensa contra las distintas formas de corrupción en perjuicio del Estado asume, en el art. 36
formas menos severas que las establecidas contra quienes atenten por la fuerza las instituciones democráticas; y manda
al Congreso Federal sancionar una ley reglamentaria, la ley de ética pública. Fue promulgada en 1999, denominada de
“Ética en el ejercicio de la función pública”, fue sancionada en cumplimiento de lo dispuesto en el último párrafo del
artículo en comentario.
Art. 1 “La presente ley de ética en el ejercicio de la función pública establece un conjunto de deberes,
prohibiciones e incompatibilidades aplicables, sin excepción, a todas las personas que se desempeñen en la función
pública en todos sus niveles y jerarquías, en forma permanente o transitoria, por elección popular, designación directa,
por concurso o por cualquier otro medio legal, extendiéndose su aplicación a todos los magistrados, funcionarios y
empleados del Estado.
Se entiende por función pública, toda actividad temporal o permanente, remunerada u honoraria, realizada por
una persona en nombre del Estado o al servicio del Estado o de sus entidades, en cualquiera de sus niveles jerárquicos.”.
La norma dispone sobre deberes y pautas de comportamiento ético; régimen de declaraciones juradas;
incompatibilidades y conflicto de intereses; régimen de obsequios; creación de la Comisión Nacional de Ética Pública y
diversas reformas al Código Penal respecto de conductas y sanciones que involucran a funcionarios públicos. Debe
destacarse que a la fecha de la comisión creada por la ley no ha sido organizada (fuente de mayo del 2006).
b) garantías especiales: garantías jurisdiccionales sumarias de los derechos de la libertad: - acción de
habeas corpus: legitimación. Procedencia. Clases.
La acción de habeas corpus, que literalmente quiere decir “tráigase el cuerpo”, es la garantía tradicional que
como acción tutela la libertad física o corporal o de locomoción a través de un proceso judicial sumario, que se tramita
en forma de juicio. Esta fundada en el art. 18 de la Const. nacional cuando dispone que "nadie puede ser ... arrestado
sino en virtud de orden escrita de autoridad competente". Después de la reforma constitucional de 1994, el art. 43 in
fine dice: "Cuando el derecho lesionado, restringido, alterado o amenazado fuera la libertad física, o en caso de
agravamiento ilegítimo en la forma o condiciones de detención, o en el de desaparición forzada de personas, la acción
de hábeas corpus podrá ser interpuesta por el afectado o por cualquiera en su favor y el juez resolverá de inmediato,
aun durante la vigencia del estado de sitio". Regulado originariamente en el orden nacional por el Código de
Procedimientos en Materia Penal (actualmente Código Procesal Penal), lo está ahora en la ley especial 23.098, llamada
"De la Rúa" por haber presentado el proyecto este legislador.
El propósito fundamental del hábeas corpus es la tutela de la libertad física, esto es, del ius movendi et
ambulandi. Pero tiene varias modalidades y ampliaciones. El art. 1° in fine de la ley 23.098 permite que las provincias
amplíen el radio de acción del hábeas corpus previsto por la ley nacional. Ellas establecen también sus propias normas
de procedimiento en este tema, como respecto de la acción de amparo.
Clases de habeas corpus:
-Habeas corpus clásico o reparador: Tiene por objeto hacer concluir arrestos dispuestos inconstitucionalmente,
es decir, sin orden escrita de autoridad competente. Ello suscita varios interrogantes.
a) Concepto de arresto. Desde luego, el "arresto" se perfila, a los fines del hábeas corpus, cuando alguien está
preso o detenido. Pero también se ha empleado el hábeas corpus para discutir privaciones de la libertad en sentido
amplio, como la incorporación de un ciudadano al servicio militar ("Cerutti", Fallos, 208:78), la internación obligada en
un nosocomio (Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires, "Guerra", DigLL, VII-1208, n° 198), la hospitalización
forzosa de personas (SCJ Tucumán, "Salvatierra", LL, 8-573); la expulsión de extranjeros o nacionales del país ("Kusters",
Fallos, 207:16, y "Alvarenga", Fallos, 205:5), etcétera. La reforma de 1994 ha incluido también el hábeas corpus en favor
de personas desaparecidas.
b) Requisitos constitucionales de la “orden escrita”. Debe estar firmada (al ser la firma condición para la
existencia de instrumento), aunque alguna vez se ha juzgado que un radiograma cubre el requisito de "orden escrita"
("Santamarina", RepLL, XIX580, n° 9). Debe también estar fechada, como requisito ad solemnitatem (CNCrimCorr, Sala II,
"Gutiérrez", LL, 1986-D-295). Del mismo modo, según la Corte, debe incluir el nombre de la persona a detener
("Merino", lA, 1962-11-567). En la práctica, han existido alguna vez en nuestro país arrestos dispuestos por decretos, no
suministrados a la judicatura (secretos).
c) Autoridad competente. Desde luego, son "autoridad competente" los magistrados judiciales, según las
respectivas leyes orgánicas y de procedimiento; así como el Poder Ejecutivo, durante el estado de sitio (art. 23, Const.
nacional). La ley 23.098 admite el hábeas corpus contra los arrestos dispuestos por el Poder Ejecutivo en el estado de
sitio (art. 4°), pero nada dice sobre los arrestos dispuestos por jueces, aunque la jurisprudencia de la Corte Suprema es
negativa al respecto ("Secretaría de Aeronáutica de la Nación", Fallos, 220:1294; 209:111; "de Vega Ocampo", Fallos,
200:351, etcétera). Un problema especial se presenta con las detenciones dispuestas por la justicia municipal de faltas.
Precisamente, en "Di Salvo", la Corte Suprema hizo lugar a un hábeas corpus contra una sentencia de la Cámara de
Apelaciones de la Justicia Municipal de Faltas de la Ciudad de Buenos Aires, porque frente a un arresto que ella dispuso,
no había un recurso de apelación con efecto suspensivo ante la justicia ordinaria (Fallos, 311 :334). Entre otros sujetos
considerados "autoridad competente" para detener, cabe mencionar a los capitanes de buques o aeronaves (art. 906,
incs. 2° y 3°, Cód. de Comercio, y art. 81, párr. 1°, Cód. Aeronáutico); los conductores de trenes (art. 232, Cód. Proc. en
Materia Penal, derogado), las comisiones seccionales de lucha contra la langosta (ley 3708), y aun los simples
particulares, en los casos de delito in fraganti (art. 287, actual, Cód. Proc. Penal).
-Habeas corpus restringido: Tiene por finalidad concluir con perturbaciones menores a la libertad corporal, en
las cuales el agraviado no es privado totalmente de su derecho a circular, pero sí molestado en su ejercicio, mediante
seguimientos infundados, citaciones frecuentes a concurrir a dependencias policiales, vigilancia del domicilio de un
habitante sin su pedido, privación de acceso a determinados sitios (lugar de trabajo, universidades, etcétera). El art. 3°,
inc. 1°, de la ley 23.098 contempla este tipo de hábeas corpus. También lo habilita el nuevo art. 43 de la Const. nacional.
-Habeas corpus correctivo: Está instrumentado por el art. 3°, inc. 2°, de la ley 23.098, y tiene por objeto finalizar
con la "agravación ilegítima de la forma y condiciones en que se cumple la privación de la libertad sin perjuicio de las
facultades propias del juez del proceso si lo hubiere". La ley fue fuente del nuevo art. 43 de la Const. nacional. El
sustento de este hábeas corpus no está, en verdad, en la primera parte del art. 18 de la Const. nacional, sino en la
última, cuando indica: "Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos
detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquélla exija,
hará responsable al juez que la autorice". Es el derecho al debido trato en las prisiones.
-Habeas corpus preventivo: Sirve para objetar amenazas de arrestos, de restricciones menores a la libertad o de
trato indebido en las cárceles, y está previsto por el inc. 1° del art. 3° de la ley 23.098, como por el arto 43 de la Const.
nacional. La amenaza debe ser cierta, no conjetural ni presuntiva (CN CrimCorr, "Rodríguez", LL, 56-293), para lo cual se
requiere la positiva demostración de su existencia (CFedCap, "Campomar de Echeverría", LL, 60- 235).
El habeas corpus durante el estado de sitio:Con acierto, el art. 4° de la ley 23.098 contempla cuatro variables de
esta acción, a fin de comprobar: a) la legitimidad de la declaración del estado de sitio; b) la correlación entre la orden de
privación de la libertad y la situación que dio origen a la declaración del estado de sitio; c) la agravación ilegítima de la
forma y condiciones en que se cumple la privación de la libertad, que en ningún caso podrá hacerse efectiva en
establecimientos destinados a la ejecución de penas, y d) el ejercicio del derecho de opción previsto por el art. 23 de la
Const. Nacional, es decir, la facultad del arrestado (por el estado de sitio) de salir del territorio argentino. Al juez le toca
hacer un doble análisis de razonabilidad de la detención, a saber: de relación de causalidad entre el arresto y los motivos
que provocaron la declaración del estado de sitio, y de proporcionalidad entre el acto restrictivo y tales motivos ("Sofía",
Fallos, 243:504; "Román", lA, 1959-IV-96; "Diarios 'Norte' y 'Voz Peronista''', Fallos, 244:59; "Zamorano", Fallos, 298:695;
"Timerman", lA, 1978-IV-121, etcétera). En "Granada", la Corte Suprema dio un paso atrás, cuando señaló, pese al texto
de la ley, que no era cuestión justiciable la declaración misma del estado de sitio, salvo en aspectos formales, tales como
la competencia del órgano que la dictó, recaudos legales del pronunciamiento, determinación en él del tiempo y lugar
(LL, 1986-B-213, Y Fallos, 307:2284).
En materia de control judicial del ejercicio del derecho de salir del país por parte de los detenidos por el Poder
Ejecutivo, en ocasión del estado de sitio (art. 23, Const. nacional), ha dicho la Corte que la suspensión sine die de la
facultad de opción para salir del país no es constitucional, ya que importaría una pena prohibida por el art. 109 de la
Const. nacional ("Puccio", Fallos, 304:1210, y "Navarro", Fallos, 305:1440); y que tampoco se compatibiliza con la
Constitución nacional la indefinida denegatoria de opción ("Marino", Fallos, 304: 1027).
El proceso de habeas corpus:Cabe distinguir aquí diferentes aspectos.
a) Sujetos. Legitimación activa tienen tanto los afectados por un acto lesivo a la libertad, como cualquier
persona en favor de aquéllos (art. 43, Const. nacional, y art. 5°, ley 23.098). Es, pues, una acción popular. La legitimación
pasiva está programada por la ley 23.098 sólo respecto de actos de autoridad pública (art. 3°); pero las provincias
pueden instrumentar el hábeas corpus contra actos de particulares (art. 2°).
Interviene, eventualmente, en el hábeas corpus el Ministerio Público, a quien deberá notificársele de la
interposición de la denuncia (art. 21). Es factible la participación del defensor oficial, por ejemplo, si el beneficiado por la
acción no nombra defensor particular y el juez entiende que no puede ejercer eficazmente por sí mismo tal defensa (art.
13).
b) Competencia. Asiste la justicia nacional o la provincial según quien sea el sujeto que causó el acto lesivo. De
no saberse quién es éste, actuará cualquiera de ellas, hasta que se disipe la incógnita (art. 2°, ley 23.098). Cuando
conoce la justicia nacional, en la Capital Federal son competentes los jueces de primera instancia en lo criminal de
instrucción; y en las provincias, los jueces federales de sección (art. 8°).
c) Trámite. En el orden nacional, formulada la denuncia del acto lesivo a la libertad (art. 9°), el juez puede
desestimarla in limine si no refiere a alguno de los casos previstos por la ley para promover el hábeas corpus, o si existen
razones de competencia. En tales hipótesis, se eleva el expediente en consulta a la cámara de apelaciones. Ésta puede
confirmar lo decidido, o revocarlo, ordenando en tal supuesto la continuación del proceso (art. 10, ley 23.098). El paso
siguiente (si no hay rechazo in limine) consiste en expedir el "auto de hábeas corpus" (art. 11, ley 23.098). Por él se
requiere al funcionario causante del acto lesivo que informe sobre la medida restrictiva denunciada, que presente la
orden escrita (si existe) y, en los supuestos de privación de la libertad, que remita ante él al detenido, junto con dicho
informe. De haber impedimento físico para ese traslado, se deberá comunicar igualmente al juez las razones que lo
provocan, a fin de que el magistrado decida lo pertinente (art. 12). La ley contempla una audiencia, donde se oirá al
afectado, a la autoridad pública y, si asisten, al Ministerio Público y al promotor del hábeas corpus (cuando no es el
beneficiario). Existe la posibilidad de producir prueba en tal audiencia, en el momento o posteriormente (dentro de las
veinticuatro horas). Terminada la audiencia, el juez debe decidir (arts. 14 a 17), o sea, dictar la sentencia. Puede declarar
incluso de oficio la inconstitucionalidad de la ley en la que se fundó un arresto (art. 6°). Hay un breve recurso de
apelación ante la cámara. Se concede con efecto suspensivo, salvo que la sentencia haya dispuesto la libertad, que se
ejecuta mientras se dilucida la apelación (art. 19). La sentencia de cámara es definitiva a los fines del recurso
extraordinario (art. 7°).
Habeas corpus no tratados en la ley 23.098:La ley 20.711 instrumentó plazos para que, con relación al sujeto
detenido en un lugar, a pedido del juez de otra jurisdicción, la autoridad requirente manifieste su interés en el
mantenimiento de la captura y, en su caso, se constituya para trasladarlo. Vencidos esos plazos, corresponde disponer la
libertad del arrestado, lo que se hace a menudo por vía del hábeas corpus.
Otro hábeas corpus, ocasionalmente aceptado (JuzgInstrCap n° 13, "Loinaz", ED, 52-400), es el de "pronto
despacho", instrumentado para apurar trámites administrativos (demorados) de informes requeridos para resolver la
libertad de un detenido (p.ej., en un pedido de libertad condicional). Este hábeas corpus es, en realidad, un amparo por
mora administrativa.
– acción de amparo: legitimación. Procedencia. Declaración de inconstitucionalidad.
Origen de la acción de amparo:En el orden nacional, el amparo general recién fue legislado en 1966; pero ya en
1957, la Corte Suprema creó pretorianamente este proceso en el caso "Siri", contra actos de autoridad pública (Fallos,
239:459), y en el caso "Kot" (1958) lo amplió contra actos de particulares, entendiendo, por lo demás, que estaba
tácitamente incluido entre los derechos constitucionales no enumerados según el art. 33 de la Const. nacional (Fallos,
241:291).
La reforma de 1994 lo transformó en una garantía explícita. Dice el nuevo art. 43: "Toda persona puede
interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre que no exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto
u omisión de autoridades públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o
amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidas por esta Constitución, un tratado o
una ley. En el caso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva.
Podrán interponer esta acción contra cualquier forma de discriminación y en lo relativo a los derechos que protegen al
ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor, así como a los derechos de incidencia colectiva en general, el
afectado, el defensor del pueblo y las asociaciones que propendan a esos fines, registradas conforme a la ley, la que
determinará los requisitos y formas de su organización".
Actualmente, la acción de amparo general contra actos de autoridad pública está reglamentada por la ley
16.986. Pero existen otros tipos especiales de amparo previstos en diversas leyes.
Derechos tutelados:La acción general de amparo tiene por fin proteger todos los derechos constitucionales,
explícitos o implícitos (entre estos últimos, p.ej., honor, salud, vida), salvo el de la libertad corporal, protegido por el
hábeas corpus (art. 1°, ley 16.986). También están tutelados los derechos patrimoniales ("Ventura y otra", Fallos, 294:
152, y "Bonorino Peró", ED, 116-323). El nuevo art. 43 de la Const. nacional ha ampliado el alcance del amparo, al cubrir
bajo su tutela los derechos y garantías emergentes de la Constitución, un tratado o una ley.
La duda se presenta con los derechos que nacen específicamente de un decreto, resolución ministerial,
ordenanza municipal, etc., ¿son también materia del amparo? En el seno de la Convención Constituyente hubo
iniciativas tendientes a circunscribir los derechos tutelados mediante el amparo de los provenientes de la Constitución o
de los tratados con rango constitucional (Natale, Cullen), pero el criterio mayoritario, expuesto en este caso por el
convencional Quiroga Lavié, sostuvo que "cualquiera sea la fuente del derecho, merece tutela constitucional" ("Diario de
Sesiones", p. 4252 y 4253, Obra de la Convención Nacional Constituyente 1994, t. VI, p. 5972 y 5973).
Acto lesivo:Por el amparo se pueden discutir actos u omisiones de autoridad pública (ejemplo de éstos son los
"amparos por mora"), provenientes de los poderes Ejecutivo o Legislativo, salvo que se tratase de "cuestiones políticas
no justiciables". La ley 16.986 impide el amparo contra actos del Poder Judicial (art. 2°, inc. b). Esta limitación es
discutible. La conducta objetable en el amparo puede consistir también en una amenaza (art. 1°, ley 16.986), que
responda a un acto lesivo de "futuro próximo" y no de "futuro remoto". En todo caso, trátese de un acto, omisión o
amenaza, debe revestir "arbitrariedad e ilegalidad manifiestas", es decir, tiene que resultar evidente, notoria o
groseramente inconstitucional o ilegal. Si el hecho investigado requiere mayor debate o prueba que el posible en la
acción de amparo, para constatar su antijuridicidad, el amparo será inadmisible (art. 2°, inc. d, ley 16.986).
Rol supletorio del amparo:Según el art. 2° de la ley 16.986, el amparo no es admisible cuando "existan recursos
o remedios judiciales o administrativos que permitan obtener la protección del derecho o garantía constitucional de que
se trate". Dicho de otro modo, el promotor del amparo debe cubrir, cuando lo interpone, un presupuesto de
admisibilidad: demostrar, siquiera prima facie, que no tiene otros procedimientos útiles para proteger su derecho
constitucional (CNCiv, Sala C, "Villegas", LL, 1986-E-176). El amparo cumple, entonces, un papel supletorio, residual o
subsidiario: no opera si hay otras rutas procesales idóneas para atacar a la lesión o amenaza. Por lo común, se entiende
que éstas no son eficaces si su tránsito ocasiona un daño irreparable (p.ej., por la demora en su diligenciamiento), caso
en el cual sí es viable al amparo. La reforma constitucional de 1994 declaró en el art. 43 al amparo "acción", de tipo
"expedita y rápida", que opera "siempre que no exista otro medio judicial más idóneo". Esto ha llevado a concluir a
juristas como Morello, Rivas y Bidart Campos que el amparo actual no es supletorio ni subsidiario, sino una acción
directa; y que, ante un acto lesivo a un derecho constitucional, si fuere manifiestamente arbitrario o ilegítimo, el
afectado puede plantear sin más el amparo, sin ir a otras vías previas o paralelas, judiciales o administrativas. Solamente
sería inadmisible el amparo si existiera otro proceso judicial mejor que él para tutelar al accionante. La Corte Suprema
de Justicia de la Nación, ha reiterado por lo común y claramente la postura del amparo excepcional y subsidiario
("Villar", ED, 163-636; "Prov. de San Luis", LL, 2003-B-537; "Cooperativa El Florecer"; Fallos, 327:4844, y "Orlando",
Fallos, 328:1708), pero en otras casos aislados parece inclinarse por el amparo como acción directa ("Berkley", F alZas,
323:3770, y "Sindicato Argentino de Docentes Particulares", LL, 2003-F-770), mientras que la jurisprudencia de otros
tribunales permanece dividida.
Supuestos de inadmisibilidad:Además de lo dicho, la ley 16.986 excluye de la acción de amparo los actos
adoptados en virtud de la ley de defensa nacional (art. 2°, inc. b); cuando la acción de amparo pudiese comprometer
directa o indirectamente la regularidad, continuidad y eficacia de la prestación de un servicio público, o el
desenvolvimiento de actividades esenciales del Estado (art. 2°, inc. c). Se trata de restricciones inconstitucionales, ya
que es absurdo privar la vigencia de los derechos constitucionales en esas áreas. Tampoco es admisible el amparo si se
articula después de los quince días hábiles a partir de la fecha en que el acto lesivo fue ejecutado o debió ejecutarse
(art. 2°, inc. e, ley 16.986). Es un plazo de caducidad, comprensible para el ejercicio de un proceso rápido como el que
tratamos. Actualmente, el art. 2°, inc. d, de la ley 16.986 (que prohíbe discutir en el amparo la inconstitucionalidad de
normas) está parcialmente derogado por la reforma de 1994, que explícitamente posibilita la declaración de in
constitucionalidad de normas en tal acción. La amplitud de los términos empleados hace pensar que autoriza también la
declaración de inconstitucionalidad "de oficio", sin necesidad de requerimiento de una parte.
Competencia:Es competente la justicia nacional si el acto lesivo proviene de autoridad de ese tipo (art. 18). Pero
también rigen las reglas que definen la competencia federal por razón del lugar y de la materia, según el art. 116 de la
Const. nacional (CFed Rosario, Sala B, "Zago", lA, 14-1972-616). Dentro de la esfera nacional rigen también las reglas en
materia de competencia por la materia; pero si hubiese dudas entenderá el juez que sea requerido (art. 4°, ley 16.986).
Cabe cumplir también con las reglas sobre turnos. En función del lugar, conoce el juez de primera instancia donde
sucedió el acto lesivo o donde pudiere tener efecto.
Legitimación:El art. 43 de la Const. nacional confiere en el amparo legitimación activa a "toda persona", con lo
que, aparentemente, se trataría de una acción popular, ejercitable por cualquiera en favor de cualquiera. Sin embargo,
el art. 5° de la ley 16.986 descarta esa variable, al conferir facultad para demandar al "afectado", palabra que puede
interpretarse ampliamente involucrando a toda persona perjudicada de algún modo por el acto lesivo. El nuevo art. 43
ha abierto el abanico de posibilidades para intentar el amparo, en estas cinco materias: a) casos de discriminación; b)
tutela del ambiente; c) protección de la libre competencia; d) derechos del usuario y del consumidor, y e) todo "derecho
de incidencia colectiva" (llamados generalmente "derechos colectivos", o de "intereses difusos"). Para estos supuestos,
que configuran el "amparo colectivo", además del afectado, se habilita al defensor del pueblo y a asociaciones que
propendan a tales fines, "registradas conforme a la ley, la que determinará los requisitos y formas de su organización".
Esta frase parece disponer que habría que esperar el dictado de una ley futura sobre la legitimación de tales
asociaciones, y que mientras no se la sancione, ellas carecerían del derecho a demandar. Sin embargo, se abre paso en la
experiencia jurídica la doctrina que otorga legitimación activa a las asociaciones cuyos fines tienen que ver con las
cuestiones ya citadas (discriminación, ambiente, libre competencia, etc.), por más que no se haya dictado todavía la ley
reglamentaria ("Asociación de Grandes Usuarios de Energía de la República Argentina", LL, 1997-C-322). A su turno,
legitimación pasiva la tiene el acusado como autor del acto lesivo. La ley 16.986 no ha regulado la actuación del
Ministerio Público. Sí lo ha hecho la ley 24.946, que determina la intervención de los fiscales en los procesos de amparo,
hábeas corpus y hábeas data (art. 39). Como la misma ley obliga a esos fiscales a promover todas las acciones y recursos
necesarios para el cumplimiento de los cometidos legales, e indica que son parte en los procesos relativos a la custodia
del interés público, del patrimonio social y ambiental, etc. (art. 41), queda la duda de si en un amparo pueden los
fiscales desempeñarse como demandantes, o solamente como "partes imparciales" que dictaminan sobre las
pretensiones de las partes (ver § 618).
Trámite:Cabe distinguir varias etapas para su tramitación.
a) Demanda. La demanda debe presentarse por escrito, y tiene que acompañar la prueba de que se disponga,
indicando la restante. No se admite la absolución de posiciones ni más de cinco testigos (arts. 6° y 7°, ley 16.986).
b) Rechazo in limine. Es factible cuando el amparo fuese "manifiestamente inadmisible". Esta resolución es
apelable (art. 3°). La jurisprudencia reserva el rechazo in limine para supuestos muy claros de inadmisibilidad. Cabe,
entonces, manejarlo con suma cautela y, de haber dudas, sustanciar a la acción.
c) Requerimiento del informe circunstanciado. De no haber rechazo liminar, el juez debe exigir tal informe al
accionado, fijándole el plazo. Al contestarlo, éste tiene que ofrecer prueba. Si no responde el informe circunstanciado, el
amparo continúa su trámite.
d) Prueba. La no producida en la demanda o en la respuesta al informe, se debe realizar en una audiencia de
prueba, a fijar en tres días (art. 9°, ley 16.986). Si el actor no comparece a ella, se lo tiene por desistido (art. 10),
solución, por cierto, demasiado rigurosa. De ser necesario, se amplía el período de prueba por tres días más (art. 11).
e) Sentencia. Se dicta cuarenta y ocho horas después de vencido el plazo para contestar el informe
circunstanciado, si no hubo prueba posterior. De haberla, dentro de los tres días de concluida esa prueba (arts. 8° y 11).
f) Apelación. Sólo son apelables las sentencias definitivas, las que disponen el rechazo in limine o las medidas cautelares.
El recurso se articula fundado, lo que obliga al apelante a atacar puntualmente a las bases de la resolución judicial, y se
presenta ante el mismo juzgado, dentro de las cuarenta y ocho horas posteriores a la notificación del fallo apelado.
Concedido y elevado el expediente a la Cámara, ésta tiene que dictar sentencia dentro de los tres días. Si se deniega el
recurso de apelación por el juez de primera instancia, existe uno de "queja" o "directo" ante la alzada (art.
15). La apelación se otorga con efecto suspensivo (art. 15, ley 16.986), aun respecto de una medida cautelar,
contradiciéndose así el régimen normal de éstas, donde las apelaciones son, por lo común, con efecto "devolutivo" (vale
decir, que se cumplen durante el trámite apelatorio, sin perjuicio de lo que, en definitiva, resuelva la Cámara). Algunos
tribunales han reputado inconstitucional al art. 15 de la ley 16.986, en el tema que tratamos, fundamentalmente por ir
contra el carácter expeditivo que debe tener la acción según el nuevo art. 43 de la Const. nacional (ver, por ejemplo,
CNCiv, Sala I, 19/11198, ED, 188-555).
g) Cosa juzgada. Todavía no se ha definido si la sentencia pronunciada en el amparo tiene cosa juzgada formal o
sustancial. Pero sí hace cosa juzgada respecto del amparo (art. 13). Con el fin de simplificar el trámite, la ley 16.986 (art.
16) declara improcedente la recusación sin causa, la articulación de cuestiones de competencia, las excepciones previas
y los incidentes. Sin embargo, nada impide que un juez se declare incompetente, o que el accionado invoque la
incompetencia del juzgado, y que éste se pronuncie en la sentencia. En la práctica, los plazos de la ley 16.986 son
incumplidos. Por ejemplo, en el caso "Ekmekdjian", la Corte Suprema resolvió el 7 de julio de 1992 (LL, 1992-C-543), un
amparo para ejercer derecho de réplica, iniciado en julio de 1988. Es usual que cuando el demandante obtiene una
medida cautelar (de no innovar o innovativa), la situación fáctica queda congelada y las partes mismas dilatan el
recorrido del amparo.
Subtipos especiales de amparo:Además de la ley 16.986, la acción de amparo cuenta (en el orden nacional) con
otras variantes.
- Amparo contra actos de particulares. Reglamentado por el Código Procesal Civil y Comercial de la Nación (arts.
321 y 498, sustituidos por ley 25.488, art. 2°), según el trámite del proceso sumarísimo. Está pensado como un juicio
supletorio o subsidiario, ante la falta de idoneidad de otros trámites, y por causales similares al amparo general de la ley
16.986.
- Amparo por mora de la administración. Figura en el art. 28 de la ley de procedimientos administrativos 19.549,
reformada más tarde por la ley 21.686. Está programado en favor de quien fuere parte en un procedimiento
administrativo, y tiene por fin librar orden de pronto despacho, cuando la autoridad administrativa hubiere dejado
vencer los plazos (o de no existir éstos, si hubiere mora irrazonable) sin emitir dictamen, resolución de mero trámite o
de fondo.
-Recurso de amparo ante el tribunal fiscal de la nación. Similar al anterior, está regulado por las leyes 11.683 y
22.415, para instar -en sus orígenes- la actuación de la Dirección General Impositiva o de la Dirección General de
Aduanas, en casos de demora excesiva en la realización de trámites o diligencias.
- Amparo electoral. El Código Electoral Nacional crea una acción de amparo específica en favor del elector que se
considere afectado en sus inmunidades, libertad o seguridad, o privado del ejercicio del derecho a sufragar. Lo puede
interponer por sí o por intermedio de cualquier persona, por escrito o verbalmente, y como curiosidad, es dable
observar que se interpone ante el juez electoral, ante cualquier magistrado próximo, o ante cualquier funcionario
nacional o provincial, quienes están obligados a actuar de inmediato (art. 10, ley 19.945). El juez del amparo resuelve
inmediatamente y en forma verbal. Su decisión se cumple sin más trámite, y de ser necesario por la fuerza pública. Hay
que recordar que la negativa a tramitar esta acción de amparo, o de resolverla dentro de las cuarenta y ocho horas de
interpuesta, es un delito electoral (art. 129, ley 19.945). El art. 11 del cód. Electoral Nacional contempla otro amparo, en
favor de aquel a quien un tercero retenga indebidamente su documento cívico. El juez electoral tiene competencia para
tramitarlo.
- Amparo sindical. Creado por la ley 23.551, tiene dos manifestaciones. Una es el amparo-tutela, en pro de todo
trabajador o asociación sindical impedido u obstaculizado en el ejercicio regular de los derechos de la libertad sindical
(art. 47); y la otra, el amparo-exclusión, que tiene por fin privar a ciertos trabajadores (delegados de personal, dirigentes
o representantes de determinadas asociaciones) de la estabilidad especial que les otorga la ley, a fin de que la
empleadora los pueda suspender o despedir, o modifique sus condiciones de trabajo (art. 52). Ambos se regulan por el
trámite del proceso sumarísimo del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación.
- Amparo ambiental. Está previsto por el art. 30 in fine de la ley 25.675. Contemplado como acción popular, la
norma indica que "toda persona podrá solicitar, mediante acción de amparo, la cesación de actividades generadoras de
daño ambiental colectivo". Es competente la justicia federal si el daño se produce respecto de recursos ambientales
interjurisdiccionales. La ley de referencia contempla amplias facultades para el juez en materia de prueba y medidas
precautorias, incluso de oficio (art. 32), y la sentencia tiene efecto erga omnes, excepto que la acción fuese rechazada
por razones probatorias (art. 33, in fine). Supletoriamente rige la ley 16.986 y el Código Procesal Civil y Comercial de la
Nación, en el orden nacional.
La multiplicidad de esos subtipos de amparo sugiere la necesidad de agruparlos sistemáticamente en un código
de derecho procesal constitucional, al estilo de la ley 7135 de Costa Rica o la ley 8369 de la provincia de Entre Ríos, o del
código vigente en Tucumán.
– acción de habeas data: legitimación. Procedencia. Registros o bancos de datos. Secreto de las
fuentes periodísticas
El párrafo 3° del art. 43 de la Const. Nacional da las bases sustanciales del hábeas data, concibiéndolo como una
especie del amparo, ya que lo presenta como una variante de "esta acción", después de describir a la de amparo. El
hábeas data, de reciente origen, tiene por fin proteger determinados derechos constitucionales ante los excesos del
poder informático. Fue reglamentado por la ley 25.326 y el decr. 1558/0l.
Legitimación:El art. 43 habilita el hábeas data en favor de "toda persona" (física o ideal, dada la amplitud de esas
palabras), pero acto seguido específica que lo es "para tomar conocimiento de los datos a ella referidos", de tal modo
que restringe la legitimación al afectado. No es, por ende, una acción popular, sino para el que se sienta perjudicado. La
ley 25.326 otorgó también legitimación activa a los sucesores de las personas físicas, sean en línea directa o colateral,
hasta el segundo grado, art. 34, declarando también que puede actuar el defensor del pueblo, en forma coadyuvante.
Legitimación pasiva la tienen los "registros o bancos de datos públicos, o los privados destinados a proveer informes"
(art. 4°, Const. nacional). Quedan fuera de este proceso, pues, los archivos de mero uso personal. El art. 35 de la ley
25.326 amplió la legitimación pasiva respecto de los usuarios de dichos registros o bancos, y el, decr. 1558/01 permite
atacar por el hábeas data a cualquiera de estos que exceda el uso exclusivamente personal. No aclara el art. 43 si puede
interponerse el hábeas data contra servicios de seguridad del Estado, alternativa que algunas constituciones excluyen
(Perú de 1993, art. 2°, inc. 5°). La ley 25.326 en su art. 17 admite la acción, aunque el ente del caso puede denegar,
mediante decisión fundada, el acceso, la rectificación o la supresión de los datos, en función de la protección de la
defensa de la Nación, del orden y la seguridad pública, o de la protección de los derechos e intereses de terceros.
También, cuando con la información de los referidos datos se pudieran obstaculizar actuaciones judiciales o
administrativas en curso vinculadas a la investigación sobre el cumplimiento de obligaciones tributarias o previsionales,
el desarrollo de funciones de control de salud y del medio ambiente, o la investigación de delitos o de infracciones
administrativas. Pero tales resoluciones denegatorias podrán discutirse ante el Juez en el hábeas data.
Derechos tutelados:El art. 43 de la Const. Nacional programa al hábeas data para casos de "falsedad o
discriminación". Aparentemente, sólo tutelaría los valores constitucionales de verdad o igualdad. La redacción
constitucional, pues, no es feliz, puesto que en el derecho comparado ampara explícitamente también otros derechos,
especialmente el de intimidad. En rigor de verdad, puede entenderse que este proceso constitucional también protege
cualquier derecho constitucional perjudicado por un archivo o banco de datos. En tal sentido, el art. 1° de la ley 25.326
amplió también la cobertura del hábeas data para garantizar el derecho al honor y a la intimidad de las personas.
Objetivos:Según el art. 43, el hábeas data tiene por meta tomar conocimiento de cierta información y de su
finalidad, y exigir la supresión, rectificación, confidencialidad o actuación de ella. Por ello, es factible distinguir estas
subespecies de hábeas data.
Clases:
- Informativo. Tiene por fin averiguar información, y cuenta con estas tres variables: el hábeas data exhibitorio
(busca únicamente tomar conocimiento de los datos), el hábeas data finalista (cuya meta es saber para qué y para quién
se registran los datos) y el hábeas data autoral (inquiere acerca de quién obtuvo los datos).
- Aditivo. Su propósito es agregar datos que faltan en un archivo. Por ejemplo, poner al día información
atrasada, tema muy importante para actualizar informes sobre deudas ya saldadas, o absoluciones o sobreseimientos
para personas que se hallaban procesadas.
- Rectificador. Apunta a corregir información errónea.
- Reservador. Tiende a salvaguardar el principio de "confidencialidad", esto es, que lo registrado lícitamente en
un banco de datos no sea divulgado a terceros (p.ej., declaraciones impositivas).
- Cancelatorio o exclutorio. Su objetivo es borrar la llamada "información sensible", apta para provocar
discriminaciones ilegítimas o atentatorias al derecho a la privacidad (p.ej., datos en materia de raza, religión, ideas
políticas, comportamiento sexual, convicciones filosóficas y morales, salud -art. 2°, ley 25.326-). El art. 43 de la
Constitución contiene una salvedad, en el sentido de que mediante el hábeas data no puede vulnerarse el secreto de las
fuentes de información periodística. Sin embargo, el sentido de esta frase es más amplio: en el seno de la Convención
Constituyente el miembro informante por la mayoría, convencional Díaz, aclaró que el hábeas data no podía rozar de
ningún modo la libertad de prensa ("Diario de Sesiones", p. 4051, Obra de la Convención Nacional Constituyente 1994,
1. VI, p. 5859), con lo que cabe concluir que no puede articularse contra esos medios en todo lo que pueda perjudicar su
libertad de expresión. Con sentido todavía más extendido, el art. 1° de la ley 25.326 impide afectar por el hábeas data
"las bases de datos ni las fuentes de información periodísticas".
Proceso:Previo a la radicación del hábeas data, la ley 25.326 contempla un requerimiento del futuro actor al
banco de datos para acceder a la información que quiere conocer, el que debe evacuarse en el plazo de diez días
corridos (art. 14); o para rectificar, actualizar, suprimir o someter a confidencialidad sus datos, petición que tendrá que
concretarse en cinco días hábiles (art. 16). De ser infructuosa tal gestión, está abierta la acción de hábeas data. La misma
ley declara la jurisdicción federal respecto de los registros de datos interconectados en redes de alcance
interjurisdiccional, nacional o internacional (art. 44 in fine), y en función del lugar asigna competencia al juez del
domicilio del actor o, a su elección, también la del domicilio del demandado o del lugar en que el hecho o acto se
exteriorice o pueda tener efecto (art. 36).
El art. 38 de la ley 25.326 regula la demanda de hábeas data, en el orden nacional, a presentar por escrito
debiendo mencionar el responsable del archivo y del usuario, las razones por las que el actor entiende que obran datos
suyos y que la información resulta discriminatoria, falsa o inexacta, y justificar los reclamos previos ya mencionados.
También podrá solicitar una medida cautelar específica: el asiento en el banco de datos de que la información
cuestionada está sometida a un proceso judicial. Si la información discutida es manifiestamente discriminatoria, falsa o
inexacta, el juez podrá disponer, asimismo, su bloqueo provisional.
Después de la demanda, el art. 39 de la ley contempla un requerimiento de informe al demandado, en un plazo
de cinco días, ampliable, quien deberá exponer las razones que expliquen su posición (art. 41). Contestado aquél, el
actor puede ampliar su demanda, en tres días, con otro traslado por igual término al accionado (art. 42).
Cumplidos esos plazos, o incontestado el informe, deberá dictarse sentencia. Si se aceptare la acción, el juez
fijará el plazo para suprimir, actualizar, rectificar o disponer la confidencialidad de los datos (art. 43). Supletoriamente
rigen la ley 16.986 y el juicio sumarísimo del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación (art. 37, ley 25.326).
Uno de los puntos que no queda aclarado en esta ley es el grado de conocimiento que pueda desplegar el juez
del hábeas data para determinar, por ejemplo, si alguien que figura como deudor alega no serlo, por haber saldado su
obligación o haberse contraído ella inválidamente, o si discute su monto. Ello podría dar lugar a largas actuaciones
tendientes a disipar un estado de incertidumbre, temática más propia de un juicio ordinario declarativo de certeza, y no
de un proceso comprimido como es el de hábeas data. Por aplicación analógica del art. 2° de la ley 16.986 deberían
excluirse de este proceso los asuntos que requiriesen mayor debate o prueba, y reservarse para casos de registraciones
manifiestamente incorrectas. No obstante, en "Martínez", la Corte Suprema parece abrir el hábeas data para averiguar
en él irregularidades en bancos o registros de datos, aunque ellas no padezcan de arbitrariedad o ilegalidad manifiestas
(CSJN, 5/4/05, lA, 2005-I1I-31).

UNIDAD 4: ORGANIZACIÓN DE LOS PODERES NACIONALES Y


PROVINCIALES.
1)Límites a los derechos: a)Limitaciones normales y permanentes: la reglamentación de los derechos. Principio
de razonabilidad. Poder de policía:
Reglamentación de los d: Los d reconocidos por la CN no son absolutos, si no relativos. Todos los derechos
pueden ser limitados y restringidos a través de su reglamentación. Condiciones para reglamentar derechos: 1)
Competencia exclusiva del PL: Función de dictar leyes reglamentarias corresponde única y exclusivamente al congreso y
a las Legislaturas provinciales. 2) Razonabilidad: No puede alterar su esencia 3) Bienestar general: siempre debe tener
como objetivo favorecer la sociedad, conducir al bienestar general.
Los derechos pueden ser restringidos por el estado, en forma razonable. Existen dos clases de restricciones
restricciones permanentes (normales) aquellas que se producen constantemente y aquellas que se producen se forma
excepcional y por tanto transitorias y son llamadas situaciones de emergencia.
Poder de policía: Facultad del estado para restringir razonablemente los derechos de los individuos, con el
propósito de armonizar la convivencia social. Consiste en limitar algunos derechos individuales de las personas, con el fin
de salvaguardar intereses de la sociedad. En cuanto a cuáles son esos intereses, existe un criterio restringido(d europeo)
sólo pueden limitarse con el objetivo de defender la salubridad, moralidad y seguridad pública. Cualquier limitación no
basada en esas razones es ilegítima. Y hay también un criterio amplio: (d norteamericano)el cual considera legítimo que
los derechos sean restringidos por razones económicas, de bienestar general y las que haces a la prosperidad. Criterio
que adoptó nuestra corte. Si se acoge la tesis amplia, en principio su ejercicio es facultad propia del Estado federal. La
reglamentación de estos derechos, art.14 y 28 incumbe a tal y al Congreso. SI se tiene en cuenta la tesis restringida, la
situación cambia: en el derecho judicial emergente de la corte encontramos que el poder de policía es competencia
primariamente provincial.
Para limitarse d, deben reconocerse los principios de razonabilidad y de legalidad (Art. 19 y 28) Art. 28. “Los
principios, derechos y garantías reconocidos en los anteriores artículos, no podrán ser alterados por las leyes que
reglamentan su ejercicio.” Consiste en prohibir que las leyes reglamentarias alteren el d que reglamentan.
Los TIDDHH prevén sus propias limitaciones: estas deben adaptarse al “estilo de una sociedad democrática”. En
el Pacto San José de Costa Rica: “los d están limitados por los d de los demás, por la seguridad de todos y por el bien
común.

B) Limitaciones excepcionales y transitorias: emergencias políticas, económicas, sociales, de guerra.


Declaración de estado de emergencia:. Las situaciones de excepción son situaciones distintas a la normalidad que
regula la CN de modo habitual y permanente. Las de emergencia, son situaciones anormales o críticas, previsibles o no,
que resultan excepcionales o extraordinarias. Los eventos que perturban el orden constitucional con carácter de
emergencia son entonces, actos fácticos o reales. Las instituciones de emergencia son creaciones del derecho que
importan medidas de prevención, seguridad y remedio para contener, atenuar o subsanar las emergencias. La gama es
muy variada, pero se pueden reconocer 3 categorías fundamentales a)guerra b) conmoción interna c)crisis económica.
Nuestra constitución formal prevé dos: la conmoción interior y el ataque exterior. Sin embargo, en la
constitución material se conoce la “Crisis económica”. Contra ellas, la CN prevé solamente un instituto de emergencia:
La declaración de Estado de Sitio. Los institutos de emergencia poseen dos efectos: a) efecto en la parte orgánica de la
CN: acrecentar ciertas competencias del poder b) efecto en la parte dogmática: origina una restricción de libertades,
derechos y garantías individuales.
En tales casos conviene establecerse una serie de pautas: a) que el órgano de poder efectúe una declaración
formal sobre la situación de emergencia, antes del empleo de un instituto.
b) que esta declaración quede sometida a control de constitucionalidad c)Expresión
de los actos que dan motivo o sustento al instituto de emergencia. d)Fijarse
expresamente la extensión temporal y territorial del instituto de emergencia
e) Ser judiciable toda pretensión que una persona articule ante un tribunal cuando considera que una medida
de emergencia le resulta violatoria del contenido esencial de un/o d.
Condiciones de validez:a) real situación de emergencia b)fin real de interés social y público c)transitoriedad de la
regulación excepcional d)razonabilidad del medio elegido.
Crisis económica: el concepto de emergencia abarca un hecho cuyo ámbito temporal difiere según
características modales de época y sitio. Se trata de una situación extraordinaria que gravita sobre todo el orden
económico-político. No están contempladas en la CN formal pero se consideran emergencias constitucionales cuando
por razón de sus causas o de las medidas a las que dan lugar, inciden en el ámbito constitucional, sea para acrecer las
competencias del poder, o para restringir los derechos individuales. No poseen un instituto de emergencia propio.
El Estado de Sitio es un instituto de emergencia cuyo fin consiste en proteger el sistema constitucional ante dos
situaciones de peligro imposibles de resolver mediante los mecanismos ordinarios. Art. 23: “En caso de conmoción
interior o de ataque exterior que pongan en peligro el ejercicio de esta constitución y de las autoridades creadas por
ella, se declarará en estado de sitio la provincia o territorio donde exista la perturbación al orden, quedando suspensas
allí las garantías constitucionales. Pero durante esta suspensión no podrá el presidente de la República condenar por sí
ni aplicar penas. Su poder se limitará en tal caso respecto de las personas, a arrestar o trasladarlas de un punto a otro de
la nación, si ellas no prefiriesen salir fuera del territorio argentino.
Solo puede ser declarado ante: a)Conmoción interior: situaciones internas que alteran gravemente el orden
público b)Ataque exterior: recibimos de un país extranjero una invasión a nuestro suelo o una declaración de guerra, o
peligro de que ello ocurra. La competencia para declarar Estado de Sitio es exclusiva y privativa del Gobierno Federal,
aún cuando la situación de emergencia se produzca en el territorio de una provincia.
SI es a raíz de conmoción interior: a) debe declararlo el Congreso b)Si el Congreso se encuentra en receso,
puede declararlo el presidente de la nación, pero luego del receso el Congreso deberá aprobar o suspender el estado de
sitio declarado por el presidente.
Si es a raíz de un ataque exterior: a) debe declararlo el presi con acuerdo del Senado. B)Si el Congreso está en
receso, el Presidente debe convocarlo a “sesiones extraordinarias”.
Efectos: El estado de sitio no suspende ni la vigencia de la CN ni la división de poderes. Las garantías
constitucionales que menciona el artículo que quedan suspendidas: a)Supresión amplia: cualquier garantía o d.
b)Supresión amplia con control judicial de razonabilidad: se puede suspender cualquiera, pero quien padece la
restricción puede impugnarla judicialmente para que el PJ establezca si dicha restricción fue razonable o no c) Supresión
limitada: aquellos cuya restricción sea necesaria para cumplir con el objetivo del Estado de Sitio. D)Suspensión
restringida de la libertad corporal: Art. 23 establece la facultad del presi para arrestar o trasladar personas de un punto a
otro del país, reconocida por todos los autores: es facultad exclusiva del presidente, el que debe dictar un decreto
explicando los motivos, los cuales deben estar relacionados con la situación de emergencia, no puede utilizar la facultad
para investigar delitos comunes. Quien es arrestado/trasladado puede pedir la revisión judicial de dicha restricción o
bien puede optar por retirarse del territorio y así recuperar su libertad. El arresto concluye inmediatamente al finalizar el
estado de sitio.
Extensión del Estado de sitio: puede declararse en todo el territorio del país o en una parte de él. Duración:
debe declararse por un tiempo limitado. Control judicial: No puede ser sometido a control judicial en cuanto a
oportunidad o conveniencia ni en relación al plazo de duración, pero sí en cuanto al cumplimiento de los requisitos
formales y los actos que realice el estado durante el estado de sitio.
LA INTERVENCIÓN— Nuestra constitución prevé la llamada garantía federal, q significa que el estado federal
asegura, protege y vigila la integridad, la autonomía y la subsistencia de las provincias, dentro de la unidad coherente de
la federación a que pertenecen. El art. 5º declara que el gobierno federal garantiza a cada provincia el goce y ejercicio de
sus instituciones bajo las precisas condiciones que consigna: a) adecuación de la constitución provincial a la forma
representativa republicana, y a los principios, declaraciones y garantías de la constitución federal; b) aseguramiento de
la administración de justicia, del régimen municipal y de la educación primaria por parte de las provincias. El art. 6º
regula la llamada intervención federal. Ciertos dislocamientos o peligros que perturban o amenazan la integración
armónica de las provincias en la federación, dan lugar a la intervención federal con miras a conservar, defender o
restaurar dicha integración. El “gobierno federal” interviene:a) por sí solo: para garantizar la forma republicana de
gobierno, o repeler invasiones exteriores; b) a requisición de las autoridades constituidas: para sostenerlas o
restablecerlas, si hubieran sido depuestas por sedición o por invasión de otra provincia. La causas de intervención
1) Sin pedido de la autoridad: a) garantizar la forma republicana provincia alterada en la provincia (por decisión
propia PARA o del gobierno federal) b) repeler invasiones exteriores a) sedición.
2) Con pedido de a) sostenerlas si han (dentro de las autoridades PARA o sido des- la provincia) de la provincia
b) restablecerlas tituidas POR o (o ame- b) invasión de nazadas) otra. La primera intervención es dispuesta por el
gobierno federal “motu proprio”, es decir, sin pedido de la provincia afectada. Responde a dos causas: a) garantizar la
forma republicana de gobierno, lo que supone una alteración en ella; b) repeler invasiones exteriores, lo que supone un
ataque actual o inminente. La forma republicana de gobierno no puede reputarse alterada por cualquier desorden
doméstico o conflicto entre los poderes provinciales. Tan sólo la tipifican: a) los desórdenes o conflictos que distorsionan
gravemente la separación de poderes, el régimen electoral, etc.; b) el incumplimiento de cualquiera de las tres
obligaciones provinciales de asegurar: el régimen municipal, la administración de justicia, la educación primaria; c) la
violación grave de los principios, declaraciones y garantías de la constitución federal. La finalidad de la intervención
dispuesta para garantizar la forma republicana de gobierno puede advertirse en dos sentidos: a) mantener la relación de
subordinación propia del federalismo, preservar la similitud de formas políticas entre las provincias y el estado federal, y
asegurar la reproducción del esquema trazado por la constitución federal; b) obligar a las provincias a acatar el
condicionamiento impuesto por el art. 5º para depararles el goce y ejercicio de sus instituciones. La segunda
intervención es dispuesta por el gobierno federal a pedido de la provincia. Son las “autoridades constituidas ” de la
provincia las que han de demandar la intervención, respondiendo a dos situaciones: a) para ser sostenidas; b) para ser
restablecidas. En ambos casos, tanto si concurre: a) sedición; b) invasión de otra provincia. Los conflictos internos de
poderes locales no encuadran en esta causal de intervención (según el caso, podrían configurar, a lo sumo, alteración de
la forma republicana de gobierno).
El art. 6º encomienda la intervención al “gobierno federal”, sin individualizar qué órgano es el competente. La
reforma de 1994 vino a esclarecer la ambigua alusión al “gobierno federal”. el nuevo inc. 31 del art. 75 especifica que es
competencia del congreso disponer la intervención federal a una provincia o a la ciudad de Buenos Aires. Corresponde al
presidente de la república decretar la intervención federal en caso de receso del congreso, y que debe convocarlo
simultáneamente para su tratamiento. Es facultad del congreso aprobar o revocar la intervención decretada durante su
receso por el poder ejecutivo.
— El acto de intervención, cualquiera sea el órgano que lo emita, es siempre de naturaleza política. Cuando lo
cumple el congreso, se reviste de forma de ley. El órgano que dispone la intervención es el que pondera si existe la
causa constitucional para ella
— Dispuesta la intervención, cualquiera sea el órgano competente que lo haga, el nombramiento del
interventor federal corresponde siempre al poder ejecutivo . El interventor es un funcionario federal, que representa al
gobierno federal y actúa como delegado del presidente de la república. Su marco de atribuciones depende del acto
concreto de intervención, de la finalidad y alcance que le ha asignado el órgano que la dispuso, y de las instrucciones
precisas que se impartan al interventor por el poder ejecutivo. Cuando abarca al ejecutivo, el gobernador cesa en su
cargo y es reemplazado por el interventor. Cuando abarca a la legislatura, ésta se disuelve. Cuando abarca al poder
judicial, el interventor no suplanta a la totalidad de jueces y tribunales provinciales ni ejerce sus funciones, sino que se
limita a reorganizar la administración de justicia, a remover jueces y a designar otros nuevos
— La intervención no extingue la personalidad jurídica de la provincia, ni suprime su autonomía. El interventor
debe respetar la constitución y las leyes provinciales, apartándose sólo y excepcionalmente de ellas cuando debe hacer
prevalecer el derecho federal de la intervención, y ello, por la supremacía de la constitución.

C) Limitaciones prohibidas: facultades extraordinarias, suma del poder público. Sanción. Suspensión de la CN.
De acuerdo con el art. 29, el Congreso no puede conceder al Ejecutivo nacional, ni las legislaturas provinciales a
los gobernadores de provincia, facultades extraordinarias, ni la suma de poder público, ni otorgarles sumisiones o
supremacías por las que la vida, el honor o las fortunas de los argentinos queden a merced de gobiernos o persona
alguna. Actos de esta naturaleza llevan consigo una nulidad insanable, y sujetarán a los que los formulen, consientan o
firmen, a la responsabilidad y pena de los infames traidores de la patria.
Tampoco es posible la suspensión de la CN, ya que según el art. 36: “Esta CN mantendrá su imperio aún cuando
se interrumpiere su observancia por actos de fuerza contra el orden institucional y el sistema democrático. Estos actos
serán incesablemente nulos. Sus autores serán pasibles de la sanción prevista en el art.29. inhabilitados a perpetuidad
para ocupar cargos públicos y excluidos de los benficios del indulto y la conmutación de penas. Tendrán las misma
sanciones quienes, como consecuencia de éstos actos, usurparen funciones previstas para las autoridades de esta CN o
de la de las provincias, los que responderán civil y penalmente de sus actos.”
2. Gobierno de facto: doctrina jurisprudencial sobre características y autoridad del gobierno de facto. Las
acordadas de la CS. Facultades asumidas por los distintos gobiernos de facto a)Ejercicio implícito o explícito de las
funciones del estado b)Intevención de las provincias.
La Constitución determina jurídicamente quienes, con qué requisitos y procedimientos y bajo qué condiciones
pueden acceder regularmente al poder público con derecho a gobernar, estableciendo, además, las facultades que les
competen a los mismos para ejercer esa función. De la misma forma, prevé los casos de crisis que pueden poner en
peligro o afectar la estabilidad institucional y el ejercicio de funciones gubernativas, confiriendo al gobernante
facultades excepcionales y un sistema de medidas de seguridad preventivo y represivo. Todo ello trata de asegurar la
estabilidad institucional y la continuidad jurídica del Estado y del gobierno que ejecuta sus funciones, no obstando al
cambio, pero imponiendo su realización dentro y según las normas y procedimientos constitucionales y no contra o al
margen de ellos. Sin embargo, esa continuidad constitucional puede sufrir una quiebra en casos como estos:
•Un golpe de estado, donde se produce la deposición de ocupantes de cargos gubernativos y una sustitución
ilícita de personas en el ejercicio del poder, es decir, se da un cambio de gobernantes violando o marginando las normas
jurídicas.
•Una revolución, en la cual la autoridad gubernativa surge en contradicción con la Constitución existente y
produce un cambio institucional, con ruptura o alteraciones en la estructura constitucional, es decir, se produce un
cambio del orden constitucional, al margen del ordenamiento positivo vigente.
En ambos casos, los ocupantes del poder público de Estado constituyen lo denominado gobierno de facto o de
hecho. Este se caracteriza por ser ilegítimo o irregular en su instalación, obteniendo su título con vicio ya que carece de
legitimidad de origen y de fundamento constitucional, aun si su investidura es luego considerada “admisible” o
“plausible” por algún título de reconocimiento. Esté justificado o no el golpe de Estado o revolución, el mismo será
tipificado como gobierno de facto, aun existiendo un verdadero derecho para la revolución. El gobierno de iure o de
derecho constituye un tipo de gobierno que accede o llega al poder de conformidad con el procedimiento legal
preestablecido o vigente en el Estado. De allí que la diferencia entre ambos gobiernos radica en el distinto título
originario. No obstante, la forma en la que llegó el gobernante al poder no determina como será ejercido su poder y con
qué fin, surgiendo así el tema de la legitimidad o ilegitimidad del ejercicio del poder.
Doctrina de facto: es una elaboración realizada por autores o juristas con el objeto de otorgar, dentro de
determinadas condiciones, validez jurídica a instituciones, normas y actos que no los tienen originalmente, por provenir
de acciones o sucesos no encuadrados en el derecho positivo vigente en ese momento. Refiere a cuestiones vinculadas
con el reconocimiento de la autoridad, los funcionarios o los actos de facto.
Los gobiernos y la doctrina judicial “de facto” en la Argentina. Su evolución Mitre, presidente “de facto” Para el
año 1860, se vislumbraba un futuro de paz y unión nacional dado el desarrollo de determinados hechos, como la
convención constituyente ad hoc de ese año, los términos del Pacto de San José de Flores (1959), entre otros. Sin
embargo, esta situación de armonía se rompe bien pronto, demostrando que la unión nacional aún no estaba
consolidada. Dos acontecimientos que se pueden señalar como detonantes de este nuevo estallido y que rompen con la
paz momentánea en la que vivía la República: a) los sucesos de la provincia de San Juan y b) el rechazo de los diputados
nacionales de Buenos Aires para el Congreso nacional. En tales condiciones, no queda otra opción que la guerra y, en
1861, se enfrentaron en los campos de Pavón las fuerzas del Gobierno nacional, comandadas por Urquiza, y las fuerzas
de Buenos Aires, al mando de Mitre. Este último se proclamó vencedor de esta batalla, forzando la retirada del caudillo
federal entrerriano. Frente a esto, el presidente Santiago Derqui intenta restablecer la situación del ejercito nacional,
ocasionando importantes consecuencias. Preso del desaliento, este abandona el gobierno, dejando al vicepresidente
Pedernera sin apoyo popular ni militar, el cual declara en receso al Poder Ejecutivo nacional. Ante esta situación, las
provincias van delegando en Mitre, gobernador de Buenos Aires, la dirección provisional de determinas tareas
ejecutivas. De esta forma, el general Bartolomé Mitre, asume el titulo de encargado del Poder Ejecutivo nacional,
constituyendo nuestro primer presidente de facto de nuestro país. En el año 1865, la Corte Suprema resolvió que el
general Mitre fue autoridad competente para anular pagos efectuados a la Aduana de Rosario (acción judicial),
justificando que el mismo era quien ejercía provisoriamente todos los poderes nacionales, aludiendo así a la tesis de
hecho consumado y del consentimiento unánime y consagró el derecho de la revolución triunfante.
Gobierno de facto surgido en 1930 El 6 de septiembre de 1930 se produce el movimiento militar encabezado
por el teniente general José Félix Uriburu, quien exigía la renuncia del vicepresidente de la Nación, Enrique Martínez, a
cargo accidentalmente de la presidencia (Yrigoyen enfermo). Ante la imposición de la fuerza, este ultimo renuncia,
siendo adoptada la misma actitud por el presidente. Al día siguiente, Uriburu disuelve el congreso e inaugura el ejercicio
de funciones congresionales, llevadas a cabo por el presidente de la República, mediante “decretos de leyes”, dejando al
poder judicial (CSJN) intacto. Asimismo, disuelve el Consejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires y ordena la
intervención de doce provincias para eliminar gobernadores radicales. Por otra parte, adoptó medidas de severidad
inusitada y dirigió un manifiesto al pueblo donde explicaba las causas que, según él, determinaron a la fuerzas armadas a
derrocar al gobierno constitucional y expone los objetivos que guiaban al gobierno de facto, entre los cuales podemos
mencionar: a) bien del Estado; b) restablecimiento de la tranquilidad publica; c) trabajo de todos los hombres de buena
voluntad para engrandecer la Patria; d) respeto a la Constitución; e) garantía de inmediata normalidad política; f)
comicios libres; y g) represión de cualquier intento que tenga por fin primordial incitar a la “regresión”
•El presidente de facto Uriburu cursó una comunicación oficial a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Este
tribunal, a su vez, emitió un acuerdo extraordinario La Acordada del 10 de septiembre de 1930, la cual motiva
seguimiento y es invocada en rupturas constitucionales análogas.
Allí, nuestra Corte Suprema resume algunas teorías que sostienen la doctrina y la jurisprudencia para reconocer
el gobierno de facto de Uriburu. Así, acepta la teoría del hecho consumado cuando se refiere a que, el gobierno
provisional, se halla en posesión de las fuerzas militares y policiales, para el ejercicio de su función, y que ya se ha
constituido ejercitando sus tareas administrativas y políticas. No obstante, a la vez, se inclina por la teoría de la
necesidad, aludiendo a la doctrina constitucional e internacional que da validez a los gobiernos de facto fundándose en
razones de policía y de necesidad, con el final de mantener protegido al público y a los individuos cuyos intereses
pueden ser afectados. La CS establece que el gobierno de facto que acaba de constituirse no puede ser judicialmente
discutido en cuanto ejercita la función administrativa y política derivada de su posesión de la fuerza como respaldo para
mantener el orden y la seguridad social. No obstante ello, si normalizada la situación, los funcionarios desconocieran las
garantías individuales o de la propiedad u otras aseguradas por la CN, la administración de justicia encargada las
restablecerá con las mismas condiciones y con el mismo alcance que lo habría hecho el poder ejecutivo de derecho.
El 14 de septiembre de 1931, el tribunal afirma que Yrigoyen fue derrocado por una “revolución triunfante” y
expresa, además, que al hacer dimisión de su cargo presidencial de manos de los jefes militares del movimiento y no
ante el Congreso nacional, el mismo reconoce la autoridad efectiva que ejercían esos jefes que constituyeron el
gobierno provisional.
En relación al TÍTULO DE GOBERNANTE DE FACTO: En 1865, la C sostuvo que el ejercicio provisional del PE por el
gobierno de facto, tiene su origen en una revolución triunfante. En 1930, sostuvo que el título de gobernante de facto
no puede ser judicialmente discutido. A partir de 1983 y en especial luego de la reforma de 1994 se ha calificado de
usurpador al gobernante de facto, incriminándoselo como infames traidores a la patria.
En relación a las NORMAS DE FACTO: en 1865 la corte sostuvo su validez en razón de hecho consumado. En 1930
reconoció su validez fundado en razones de policía y necesidad. En la etapa posterior a 1976 sostuvo que dichas normas
se integran a la CN. Luego de 1983, debían ser reconocida expresamente por los gobiernos constitucionales para que
tengan validez. En la etapa iniciada en 1990, se sostiene que por razones de seguridad jurídica rigen dichas normas en
tanto no sean derogadas. Luego de 1994 los actos de los gobernantes de facto son incesablemente nulos.
Las épocas “de facto” y las facultades del gobierno Síntesis de los períodos “de facto”:
a)1862: Presidencia del general Bartolomé Mitre, a raíz de la disolución del Gobierno federal, después de la
batalla de Pavón.
b)1930-1932: Presidencia del teniente Uriburu, después del golpe de Estado que derrocó al presidente Yrigoyen
y al vicepresidente Martínez.
c)1943-1946: Presidencia del general de división Pedro Pablo Ramírez y, posteriormente, del general de brigada
Edelmiro J. Farrel, a raíz del golpe de Estado que derroco al presidente Ramon S. Castillo, el 4 de junio de 1943. No se
destituye a la Corte Suprema.
Tanto en 1930 como en 1943, el tribunal dictó Acordadas mediante las cuales reconoció a los respectivos
gobiernos de facto y puso límites a ejercicio de las atribuciones que les reconocía para reglamentar los derechos
personales, hacia el futuro.
d)1955-1958: Presidencias sucesivas del teniente general Eduardo Lonardi y del general de división Pedro
Eugenio Aramburu, después del movimiento cívico-militar del 16 de septiembre de 1955, que derroco al presidente Juan
Domingo Perón. Llamada la “Revolución libertadora”, afectó al PJ, incluida la CS, y derogó la CN sancionada en 1949.
e)1962-1963: Presidencia del doctor José María Guido, con motivo del golpe militar, que a merced de la
intervención de la CS pretendió seguir siendo civil, y que derroco al doctor Arturo Frondizi, el 29 de marzo de 1962.
f)1966-1973: A raíz del derrocamiento militar del presidente Arturo Umberto Illia y del vicepresidente Carlos
Humberto Perette, del 28 de junio de 1966, asumen sucesivamente al Poder Ejecutivo: Juan Carlos Onganía (teniente
general), la Junta de Comandantes en Jefes de las Fuerzas Armadas, Roberto Marcelo Levingston (general de brigada),
nuevamente la precitada Junta Militar y, finalmente, Alejandro A. Lanusse (teniente general).
g)1976-1983: con motivo del derrocamiento por las Fuerzas Armadas de la presidenta María Estela Martínez de
Perón, a partir del 24 de marzo de 1976 asumen sucesivamente la presidencia de la Nación: los comandantes en jefe de
las Fuerzas Armadas, Videla, el teniente general Viola, el vicealmirante Lacoste, el teniente general Galtieri, el general de
división Alfredo O. Saint Jean y, finalmente, el general de división Bignone.
En los golpes de estado sucedidos a partir de 1955 (excepto el de 1962) cambió la integración de la CS y en dos
se dictaron sendos Estatutos establecidos formalmente por sobre la CN. En conclusión, durante esos períodos de facto
se modificó la Ley Suprema y se alteró la supremacía y jerarquía constitucional establecida en el art. 31. No obstante, el
sistema jurídico se estructuró en torno a la jerarquía instalada con las disposiciones dictadas por cada gobierno de facto.
El acceso irregular al Poder Ejecutivo. El presidente destituido y el presidente “de facto”: En nuestra historia
constitucional, es un fenómeno constante el hecho de que después de triunfar un movimiento dirigido contra el
gobierno, se depone y desaloja al presidente de iure y se coloca en su sitio uno de facto, quebrantando la transmisión
constitucional del PE y, la persona o personas que lo asumieron, haciéndolo en abierta violación al mecanismo señalado
por la Constitución para acceder al poder. Esta situación ha presentado, en general, dos consecuencias importantes:
1.La destitución del presidente de iure, la perdida del cargo y la inmunidad que es propia de aquel, so definitivas
según la Corte (ejemplo, en 1930, luego del golpe de Estado que depuso al presidente Yrigoyen, la Corte Suprema no
hizo lugar al recurso extraordinario impuesto a favor de él). Sin embargo, la ley 23.062 de 1984 estableció un criterio
contrario a esa interpretación de la CS ¿, ya que en su art. 2 desconoce el reemplazo del presidente constitucional por
otro de facto y establece que los jueces carecen de legitimidad para juzgar al presidente de iure destituido, sin que
previamente se haya instruido al respectivo juicio político.
2.El presidente de facto goza de las mismas atribuciones constitucionales que el primer mandatario de iure; esto
mismo fue reconocido reiteradas veces por la CS, quien sostuvo que si la fuerza de necesidad hace que el funcionario de
hecho se le reconozcan las mismas facultades (establecidas en el art. 86 de la CN, en 1930 no la judiciales ni las
legislativas) que al de derecho, nada justifica que se atribuyan mayores (este punto se considera en el siguiente).
El congreso en épocas de facto. Las facultades legislativas en esos períodos: En nuestra historia constitucional, es un
fenómeno constante el hecho de que después de triunfar un movimiento dirigido contra el gobierno, se procede a
disolver ambas Cámaras del Congreso. Por lo tanto, la disolución del Congreso es un hecho en común en todos los casos
considerados. Sin embargo, el ejercicio de las facultades legislativas por el gobierno de facto fue un hecho común en los
seis casos de este siglo XX, aunque con distinta expansión. En los cuatro primeros, el PE de facto llamó “decretos de
leyes” a os actos con los cuales ejerció facultades legislativas y, en los últimos casos, estos actos se denominaron
directamente “leyes”.
La doctrina judicial sobre validez y extensión de las facultades legislativas de los gobiernos de facto: Los actos
mencionados previamente siempre trataron de actos y de normas de naturaleza jurídica. Sin embargo, lo que los
diferencia consiste en la extensión con que se reconocieron sus atribuciones y en la validez temporal que se les acordó.
a.Etapa 1930-1947: la CS sentó el ppio que el gobierno de facto si bien puede ejercer facultades ejecutivas que tiene el
gobierno de derecho no oocurre lo mismo con las legislativas. Fijada esta regla, la Corte estableció una excepción: el
gobierno de facto puede usar las facultades legislativas en forma restringida en el caso de una exigencia de necesidad y
urgencia impostergable, siendo el PJ el encargado de controlar si tales condiciones se dieron durante el uso de tal
facultad por parte del PE. En cuanto al tiempo de duración de estos decretos de leyes, la misma jurisprudencia de la CS
reconoce que tienen una vigencia limitada (una vez vuelto el país a la normalidad, estas dejan de regir para el futuro,
salvo su ratificación por parte del Congreso nacional).
b.Etapa 1947-1973: en 1947 se destituyen de sus cargos a los miembros de la CSJN y se motiva el nombramiento
de nuevos jueces del alto tribunal y una modificación de la jurisprudencia que analizamos anteriormente. En efecto, la
CS sienta la doctrina que los gobiernos de hecho tienen facultades legislativas amplias en la medida en que sea
necesario legislar para gobernase porque, en orden a la realización de los fines del Estado, tienen la misma
responsabilidad que los constituidos legalmente. Agrega, que la intervención judicial solo cabe para juzgar de la
constitucionalidad sustancial de los actos aludidos.En cuanto a la duración de las normas establecidas por el gobierno de
facto, la doctrina judicial de la Corte es la siguiente: esas normas de facto son validad por razón de origen y, puesto que
tienen valor de las leyes, subsisten aunque no hayan sido ratificadas por el Congreso, mientras no sean derogadas por
otras leyes. En consecuencia, el PE de facto reemplazo al Congreso con la misma competencia.
c.Etapa 1973-1976: la CS también reconoce la validez de las normas de naturaleza legislativa emanadas de un
gobierno de facto, pero solo si se legitiman (solo se legitiman en razón de su efectividad) y tienen permanencia mientras
no se las derogue, y si cuentan con la efectividad en los términos y con el alcance que la misma Corte les otorga (la
efectividad consiste en la aplicación de los jueces, en sus sentencias los gobernantes en sus actos y los particulares en su
proceder, en tanto se atenga voluntaria o forzadamente a ellas como normas obligatorias).
d.Etapa 1976-1983: en esta etapa ocupa el poder político el gobierno del autodeterminado “Proceso de
Reorganización Nacional”. Sobre la validez y extensión de las normas legislativas emanadas del gobierno de facto de
este período, no existo pronunciamiento especial de la CS. Sin embargo, en causas judiciales en las que tuvo que decidir
cuestiones vinculadas con la situación de excepcionalidad de esta etapa, sentó lineamientos generales que permiten
establecer cuál fue el criterio que siguió el alto tribunal. La Corte, en dos casos presentados en 1976 y 1977, concedió
validez a documento emanados del gobierno de facto, fundamentando que en la medida que subsistan las causas que
han dado legitimidad a las normas, fundadas en un verdadero estado de necesitad que obligo adoptar medidas de
excepción, para superar una crisis institucional y proteger el Estado. En relación a las causas judiciales sobre las normas
legislativas del gobierno de facto de 1976-1983, el alto tribunal tiene resuelto “que, conforme a la doctrina establecida
por esta Corte, la validez de las normas y actos emanados por el PE de facto está condicionada a que, explícita o
implícitamente, el gobierno constitucionalmente elegido que lo suceda lo reconozca”.
El art. 36 de la CN, incorporado a la misma por la reforma de 1994, muestra el proceso de
desconstitucionalización que la República vivió entre 1930 y 1938 dado a los golpes de estado y los movimientos cívico-
militares insertados en nuestro orden normativo y social. Estos atentados a nuestro gobierno constitucional denotaron
la debilidad de las instituciones democráticas consagradas en aquellos momentos.
-Este artículo sintetiza el intento de contener mediante normas jurídicas los hechos de fuerza directa o indirecta
contra el orden institucional, así como la dinámica de la violencia política, y la necesidad de componer con reglas
normativas, los conflictos ideológicos. Sin embargo, la experiencia histórica muestra que no resulta posible detener los
alzamientos contra el poder solo con el texto de la CN, sino que el deseo y el compromiso con la vigencia del orden
normativo por parte de la comunidad cumple un rol principal. -Sus primeros párrafos configuran un signo emblemático y
anuncian el desistimiento de varias generaciones de recurrir en el futuro a la fuerza para reprimir el conflicto político. -
Recoge los objetivos que llevaron a la sanción de la ley 23.077 (“Protección de la vida constitucional y el orden
democrático”), norma que sanciona el alzamiento contra la CN y que penaliza al que amenazare pública o idóneamente
con la comisión de alguna de esas conductas. -Hace visible la corrupción administrativa y dispone medidas-deberes
estatales para combatirla. -El derecho de resistencia, reconocido por este art., incluye el derecho a desobedecer a
quienes se alcen con el poder sin obtenerlo por medio de la competencia electoral o los mecanismos institucionales. Se
entiende que los habitantes no ciudadanos también gozan de él, ya que la resistencia constituye algo mas que un
derecho político. -Dispone quitar de toda eficacia jurídica a los actos de fuerza contra el orden institucional o sistema
democrático. -Establece dos tipos penales: a) ejecutar actos de fuerza contra el orden institucional o el sistema
democrático; y b) usurpar cargos públicos, federales o locales, como consecuencia de los actos mencionados en a).
Ambas conductas pueden ser cometidas por habitantes o ciudadanos y por autoridades, los tipos se configuran sean o
no exitosos aquellos actos y, finalmente, la penalidad remite a lo dispuesto en el art. 29 de la CN. -Adiciona la pena de
inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos y prohíbe al presidente usar de su atribución para indultar delitos o
conmutar penas. -Establece que las acciones serán imprescriptibles.
Ley 23062: ARTÍCULO 1.- En defensa del orden Constitucional republicano basado en el principio de la soberanía
popular, se establecen que carecen de validez jurídica las normas y los actos administrativos, emanados de las
autoridades de facto surgidas por un acto de rebelión, y los procesos judiciales y sus sentencias, que tengan por objeto
el juzgamiento o la imposición de sanciones a los integrantes de los poderes constitucionales aún cuando quieran
fundarse en pretendidos poderes revolucionarios. Mediante esta ley se ejerce en la instancia legislativa un acto de
contralor constitucional respecto de normas y actos de la especie señalada en el párrafo anterior, del poder de facto,
que pueden y deben ser revisados por los poderes de "jure" y que alcanza inclusive a la declaración de invalidéz
constitucional actual de las actas institucionales dictadas por el gobierno anterior.
ARTÍCULO 2.- Los jueces de legitimación para juzgar a las autoridades constitucionales destituidas por actos de
rebelión por ausencia del presupuesto representado por sus desafuero parlamentario o juicio político previstos
constitucionalmente.
ARTíCULO 3.- Declárase comprendida en las previsiones de los artículos precedentes la situación de la ex
presidente de la Nación, Dña. Maria Estela Martínez de Perón en orden a lo preceptuado en los artículos 18 y 45 de la
Constitución Nacional quien como otros presidentes constitucionales fuera objeto de este tipo de sanciones y hasta de
la privación ilegítima de la libertad, sirviendo la presente ley de instrumento de reparación histórica.
ARTICULO 4.- Comuníquese al Poder Ejecutivo
Ley 23077: D defensa de la democracia: Consiste en la derogación de leyes de facto y modificación del Código
Penal. Sancionada el 9 de agosto de 1984.
Art. modificados: Art.226. Serán reprimidos con prisión de cinco a quince años los que se alzaran en armas para
cambiar la constitución, deponer algunos de los poderes públicos del gobierno nacional, arrancarle alguna medida o
concesión e impedir, aunque sea temporariamente, el libre ejercicio de sus facultades constitucionales o su formación o
renovación en los términos y formas legales.
Si el hecho descrito en el párrafo anterior, fuese perpetuado con el fin de cambiar de modo permanente el
sistema democrático, suprimir la organización federal, eliminar la división de poderes, abrogar los derechos
fundamentales de las persona humana o suprimir o menoscabar, aunque sea temporariamente, la independencia
económica de la nación, la pena será de 8 a 25 años.
Cuando el hecho perpetuado por personas que tuvieren estado, empleo o asimilación militar, el mínimo de
penas se incrementará un tercio.
Art.226 bis. EL que amenazare pública o idóneamente con la comisión de algunas de las conductas previstas en
el art. 226 será reprimido con prisión de uno a cuatro años.
Art. 227 bis: Serán reprimidos con penas establecidos en el art. 215 para los traidores de la patria, con la
disminución del art. 46, los miembros de alguno de los tres poderes del estado , nacional o de las provincias que
consintieran la consumación de los actos del 226 continuando en sus funciones o asumiéndolas luego de modificada por
la fuerza la CN o depuesto alguno de los poderes públicos, o haciendo cumplir las medidas dispuestas por quienes
usurparon los poderes.
UNIDAD 5: FUNCIÓN CONSTITUYENTE LOCAL.
1)Concepto, titularidad, clases. Límites: El poder constituyente es la competencia, capacidad o energía para
constituir o dar constitución al Estado, para organizarlo, estableciendo su estructura jurídico- política. Titularidad poder
constituyente: refiriéndonos al originario: el pueblo y el derivado: convención reformadora
El originario se ejerce en la etapa fundacional o de primogeneidad del Estado, dándole nacimiento y estructura.
Tiene como titular al pueblo o la comunidad (a través de los representantes), ya que la colectividad debe proveer las
bases de su organización política y jurídica al momento de creación estatal. Este poder es ilimitado ya que no posee
límites de derecho positivo, es decir, no hay una ley o normativa superior positiva que lo condicione. Aun así, posee
límites que pueden condicionarlo como los valores supraconstitucionales (justicia), los derivados del derecho
internacional público (tratados internacionales), el condicionamiento de la realidad social y política (el pensamiento
común), y los pactos preexistentes. El derivado es el ejercido cuando se debe reformar la constitución. El mismo es
limitado, advirtiéndose en: constituciones rígidas, en las constituciones flexibles, porque el procedimiento solo admite
enmienda proveniente del proceso legislativo (a pesar de ser flexible), y los tratados internacionales que se hayan
incorporado previamente a la reforma ejecutada. Teniendo en cuenta los tratados, cuando estos son agregados en un
nivel infra constitucional, surten el mismo efecto debido a que cuando un Estado se hace parte de él no puede, ni
siquiera mediante reforma, incluir normativas cuyo contenido sea incompatible con el tratado. Un último límite que
posee este poder son los contenidos pétreos, ya que no pueden desconocerse o destruirse, pero si modificarse.
PODER CONSTITUYENTE DERIVADO O CONSTITUIDO: Es aquel cuyo ejercicio está regulado y limitado por el
poder constituyente originario a través de la CN. Para reformar el texto, se debe cumplir con el procedimiento y respetar
los límites que ella misma impone. Racionalismo: acepta la reforma total o parcial del texto constitucional, si cumple con
los recaudos normativos.
Decisionismo: sostiene que por esta vía no se puede cambiar la CN, solo cabe modificar las normas que no
afecten las decisiones fundamentales.
Iusnaturalismo: entiende que no se pueden modificar aquellas partes de la CN que sirven de sustento a su
estructura ideológico-valorativa.
LÍMITES AL PODER CONSTITUYENTE: A)Límites extrajurídicos: Son absolutos, ya que no se pueden dejar de lado.
Pueden ser ideológicos, es decir, un conjunto de valores o postulados emanados de la ideología predominante cuando
actúa el poder constituyente o materiales, es decir, el conjunto de condiciones que determinan la infraestructura social.
b)Límites jurídicos: Pueden ser a)Procesales: conjunto de reglas que establecen el prodecimiento de actuación del PC,
trámite para la reforma o plazos de prohibición para reformar, siempre son expresos. B) Sustantivos: Conjunto de
directivas que aspiran a orientar al poder constituyente, pueden ser 1)Expresos: cláusulas pétreas o inmodificables, o
directivas dirigidas al constituyente por quien lo convoca. 2)Tásitos: contenidos pétreos que surgen del espíritu
intangible emanado de la tradición. 3)Pactos preconstituyentes: ordenaciones dirigidas a constituir el poder
constituyente, no lo limitan ya que son producidas por el mismo autónomamente 4)TTII: Un Estado no puede ser ajeno a
los compromisos internacionales, caso contrario, incurriría en responsabilidad internacional.
TOPES AXIOLÓGICOS Y DE DERECHO NATURAL: Hay principios jurídico- políticos que limitan la potestad de un
poder constituyente originario (Valores de justicia, libertad), plasmados muchas veces en reglas y postulados del
derecho natural “previos y superiores a cualquier constitución positiva”, como los de la dignidad del hombre, el respeto
a la vida, la protección de los más necesitados.
TOPOS NORMATIVOS: Derecho Internacional opera como condicionante del poder constituyente interno. La
Convención de Viena puntualiza que el Estado no puede desligarse de sus compromisos internacionales argumentando
normas de derecho interno. La creación de la justicia trasnacional importa erigir una autoridad supranacional que pueda
invalidar actos de las autoridades nacionales.
TOPOS FÁCTICOS: El poder constituyente originario está recortado y condicionado por las fuerzas políticas que
operan en un país, los lobbies y los grupos de presión, los factores de poder, las posibilidades económicas ,etc.
REFORMA CONSTITUCIONAL: Modificación de la constitución a través del ejercicio del poder constituyente
derivado. Art.30 “La constitución puede reformarse en el todo o cualquiera de sus partes. La necesidad de reforma debe
ser declarada por el Congreso con el voto de dos terceras partes, al menos, de sus miembros. Pero no se efectuará sino
por una convención convocada al efecto.”
Procedimiento: La etapa iniciativa o de declaración. Se establece que es necesario una reforma y se la impulsa.
Esta etapa está a cargo del Congreso, responsabilidad fundada en el art 30 de la Constitución que le encomienda
declarar la necesidad de la reforma, y fija un quorum de votos (2/3 partes de los MIEMBROS). Este acto no es uno de
contenido legislativo, y por ende no debe tomar la forma de la ley, sino que simplemente posee esencia o naturaleza
política. Además, el acto no puede ser vetado por el presidente de la Nación. El derecho espontaneo plantea que al de
aclarar la necesidad de reforma, el congreso debe puntualizar los contenidos o artículos que considera necesario de
revisión. Esta puntualización establece la materia sobre la cual pueden realizarse enmiendas. La convención no queda
obligada a introducir reforma en los puntos entregados, pero no puede efectuarla fuera de ellos. El congreso puede fijar
un plazo para que empiecen a tratar las cuestiones a la convención. Refiriéndonos al quorum, se entiende que los dos
tercios de los votos deben contarse teniendo en cuenta los miembros de las cámaras, no los diplomáticos presentes o en
ejercicio.
La etapa de revisión o constitutiva. Se lleva a cabo la reforma. La misma no está a cargo del Congreso, sino que
la Constitución en el artículo 30, remite a un órgano ad hoc (especial) que es la convención reformadora. Este artículo no
determina quienes forman parte de la misma, pero el derecho espontaneo ha establecido que el cuerpo electoral es
convocado para elegir los convencionales constituyentes. Sin embargo, el Congreso podría emplear otros métodos
estableciendo quienes conformaran la misma, pero no puede integrar la convención con sus mismos legisladores. El
Congreso puede establecer un plazo para la sesión de la convención; si el mismo venciera, provocaría automáticamente
la disolución de la misma, perdiendo esta su habilitación para continuar tratando o para prorrogar sus sesiones. Las
reformas efectuadas vencido el mismo son invalidas o inconstitucionales. En cambio, si el congreso no estableciera
plazo, la convención no está limitada por lapso temporal alguno.
Límites de la Convención reformadora:a. Los contenidos pétreos b. El temario fijado por el Congreso al declarar
la necesidad de la reforma. La misma no está obligada a provocar reforma en todos los puntos, pero no puede modificar
algo que no haya estado fijado. C. El plazo temporal, si fue establecido por el Congreso. Debe tenerse presente también
el límite heterónomo proveniente de los Tratados Internacionales preexistentes incorporados a nuestro derecho en la
última reforma, en el artículo 72 inc. 22. La reforma constitucional no puede:
- Modificar por si los periodos de duración de funciones de presidente, vicepresidente, diputados y senadores
federales que fueron designados conforme a normas constitucionales anteriores.
-Privar de derechos adquiridos bajo la vigencia de la constitución anterior a la reforma.
-Investir de poder constituyente provincial a órganos provinciales distintos de los cuales la constitución
provincial prevé para su enmienda, o variar el procedimiento establecido por esta.
- Incorporar contenidos violatorios de tratados internacionales preexistentes incorporados al derecho interno.
Artículo 30 CN: El poder constituyente derivado encuentra su forma y reglamentación en él. Luego de la última
reforma, se ha puesto en duda la rigidez de nuestra constitución por dos situaciones específicas: -existen ahora cláusulas
constitucionales muy abiertas que requieren su desarrollo y precisión a través de leyes, lo que podría demostrar que el
congreso posee una dosis de poder constituyente.
-Existen elementos que, sin formar parte de la Constitución, amplían el plexo de derechos que esta comprende.
Estos elementos son los Tratados Internacionales de Derechos Humanos con jerarquía constitucional, que permiten
pensar que se sumó una fuente internacional que podría asemejarse el poder constituyente.
De todas formas, se considera que la rigidez de nuestra constitución se hizo más débil o atenuada, pero que NO dio paso
a una flexibilidad plena.
Contenidos pétreos y requisitos formales de la rigidez. El artículo 30 de la Constitución consagra la rigidez por el
procedimiento de reforma como por el órgano especial que habilita su realización. Por el tipo escrito y rígido de la
constitución formal, su revisión debe efectuarse mediante un procedimiento especial diferente al empleado en la
legislación ordinaria. Es una constitución rígida ya que su mecanismo de reforma está dirigido al establecimiento de una
convención especial encargada de realizarlo. Se denomina rigidez orgánica. El poder constituyente derivado posee
límites de derecho positivo, en cuanto a el procedimiento y la materia. Estos van dirigidos al congreso {durante la etapa
de iniciativa o declaración}, a la convención {etapa de revisión}, y a ambos {por el quorum de votos, el temario de puntos
a reformar, y los contenidos pétreos}. Un nuevo límite existente, luego de la última reforma, es el impuesto por los
Tratados Internacionales agregados (art 75 inc.22). Cuando una reforma se realiza violando los límites positivos, se
declara inmediatamente inconstitucional o inválida. En nuestro derecho vigente, NO hay control judicial de
constitucionalidad de la reforma porque la jurisprudencia de la Corte ha establecido que se trata de una cuestión política
no judiciable.
El artículo en cuestión (30) establece el permiso a reformar la constitución en toda o cualquiera de sus partes.
Esto quiere decir que toda la Constitución y sus normas son susceptibles de reforma. Esto hace referencia a un enfoque
cuantitativo, porque puede ser revisada en forma integral y total. Pero cualitativamente, existen contenidos o partes
que, pueden reformarse, pero NO pueden alterarse, suprimirse o destruirse. Estos contenidos son denominados
“pétreos”. Este endurecimiento que petrifica a los contenidos pétreos subsistirá mientras la estructura social de la cual
derivan conserve su fisonomía; en cuanto la estructura social donde se sustenta este contenido sufra modificaciones
fundamentales y trascendentales el respectivo contenido pétreo dejara de serlo. Este cambio es muy difícil de conseguir,
por lo anteriormente explicado del cambio o transformación social.
FUNCIÓN PRECONSTITUYENTE: De acuerdo con el art. 30, la necesidad de reforma de la CN debe ser declarada
con, al menos, 2/3 partes de sus miembros, pero no se efectuará sino por medio de una convención convocada al
respecto. En tal pronunciamiento, el Congreso establece si la reforma es total o parcial y si es parcial fija los puntos
sobre los que ésta podrá tratar. Asimismo, convoca a la elección de los Constituyentes. También púede establecer
límites formales y materiales a la actividad de la convención. En la práctica, la ley suele determinar el lugar o sede de las
deliberaciones, organiza la elección de convencionales, fija sus remuneraciones, como también el plazo para que ella
realice su actividad reformadora.
ELECCIÓN DE LOS CONSTITUYENTES: No pueden ser parte la convención a)titulares del poder ejecutivo federal o
provincial b)Miembros del poder judicial c)Legisladores.
Cantidad de convencionales: Históricamente respondió al número de miembros de la Cámara de Diputados, a excepción
de la última convención en la que el número fue la suma de ambas cámaras.
Tiempo: La convención no debe exceder el tiempo fijado por la ley declaratoria del Congreso. Este tiempo
transcurre desde su instalación.
Facultades: como todos los poderes del Estado tiene facultades implícitas (aquellas necesarias para el
cumplimiento de sus fines) y facultades explícitas (conferidas por la ley convocatoria). Salvo lo contemplado por tal ley,
la asamblea dicta su reglamento, fija su remuneración, el tipo y lugar de sesiones, mayorías para resolver, el régimen de
licencias y quórum.
SANCIÓN PROMULGACIÓN Y PUBLICACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN REFORMADA: La CN no puntualiza como
deben realizarse estas operaciones, ni quién las ejecuta. Algunas convenciones, luego de sancionar reformas,
resolvieron comunicar lo resuelto al “Gobierno Federal, para que se cumpla” (1866), O “hacérselo saber al PE del a
república, para que se cumpla” (1898 y 1949). La convención tiene facultad para promulgar por sí la reforma, salvo que
la ley de convocatoria hubiera dispuesto otra cosa. La reforma de 1994 decidió, tácitamente, la auto promulgación de
sus preceptos.
PODER CONSTITUYENTE EN LAS PROVINCIAS: De acuerdo con el art.5 de la CN, “C/ provincia dictará para sí una
constitución bajo el sistema representativo republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la
CN, y que asegura su administración de justicia, su régimen municipal y la educación primaria.”
Las provincias que integran al Estado federal son estados y disponen de poder constituyente para organizarse. Las
mismas poseen la capacidad de dictar sus propias constituciones. El poder constituyente originario de las provincias que
se ejercita cuando dictan su primera constitución, tiene límites positivos. Estos provienen de la constitución federal, de
adentro del propio ordenamiento federativo al cual pertenecen, ya que la limitación responde a la supremacía federal y
a la relación de subordinación que impone coherencia y compatibilidad entre los ordenamientos de las provincias y el
Estado federal. Las constituciones provinciales, desde 1860, son susceptibles de control judicial de constitucionalidad.
Cabe aclarar que el Estado federal no puede, ni siquiera a través de una convención reformadora de la constitución
nacional, alterar lo que las constituciones provinciales disponen para su propia reforma. A partir de 1985 y antes de
1994, las provincias dictaron constituciones nuevas o reformaron sustancialmente las que poseían. Fue un fenómeno
inédito porque la iniciativa innovadora surgió en y de las provincias.
El control constitucional de las Constituciones provinciales está a cargo de la CSJN, que debe asegurar la
supremacía de la CN y dirimir los conflictos de competencia entre los diversos órdenes gubernamentales. La CSJN es el
más nacional de los órganos constituidos, en tanto puede revisar lo sancionado en el constitucionalismo provincial,
CABA y los municipios. La trascendencia de sus fallos relativos a cuestiones de competencia advierte una jurisprudencia
que no siempre ha sido respetuosa con las autonomías provinciales. Con respecto a las competencias de las CSJP,
pueden ejercer dicho control, ya que están obligadas a aplicar la CN y en consecuencia pueden revisar la adecuación de
sus respectivos poderes constituyentes de órdenes inferiores al primer grado.
El sistema federal implica asumir una actitud de deferencia (respeto) hacia lo actuado por las diversas provincias,
aceptando su poder de decisión sobre sus prácticas institucionales. Aun así, no puede aceptarse que se invoque a la
soberanía del pueblo, o autonomía provincial, para socavar los derechos de sus habitantes. No se debe aceptar que las
instituciones de los ordenamientos provinciales, que hacen al sistema representativo republicano, queden lesionadas. La
intervención judicial debe reservarse a casos extremos y muy importantes, que pongan en directa crisis el sistema antes
nombrado y el respeto a los derechos. Se debe inculcar la importancia del aprendizaje histórico, para evitar las practicas
elitistas, concentradoras de poder y centralizadoras territorialmente que caracterizaron nuestra historia como
ciudadanos argentinos. Esto también se vivió a nivel provincial, en donde primaron los abusos de poder en contra de la
ciudadanía local invocando a ella y su soberanía. La diferencia entre un gobierno federal y uno nacional, en la actuación
del gobierno, es que en el primero los poderes actúan sobre los cuerpos políticos que conforman la Confederación, y en
la segunda los poderes actúan sobre los ciudadanos individuales que componen la nación, considerados como
individuos.

UNIDAD 6: FUNCIÓN LEGISLATIVA.


El poder legislativo es aquel que tiene a su cargo la elaboración y sanción de las normas jurídicas. En nuestro
país, se trata del Congreso Nacional.
El CONGRESO NACIONAL es un órgano estatal, compuesto por dos cámaras, cuya función primordial es ejercer
la función legislativa. Está caracterizado por ser a)bicameral: 2 cámaras. B)Colegiado: compuesto por varios individuos.
C)complejo: tanto la cámara de Senadores como de Diputados tienen calidad de órgano. El Congreso también ejerce
funciones judiciales (juicio político) o administrativas (relativas a su organización interna).
Bicamarismo:Nuestro congreso es bicameral, es decir, está compuesto por dos cámaras que sesionan en forma
separada. El bicamarismo tiene su origen en la CN de Filadelfia de 1787: Los estados más pequeños presionaban para
que en el Congreso haya un voto igualitario por c/u de los estados, mientras que los estados más grandes pretendían
que la cantidad de representantes en el Congreso fuera proporcional a la cantidad de habitantes de c/ estado. Entonces,
para un acuerdo, se crearon dos cámaras: una en la que c/Estado tenga la misma cantidad de representantes
(senadores) y otra en que la cantidad de representantes dependa de cuántos habitantes tiene el Estado (diputados)
Suele decirse que el bicameralismo nace del sistema federal: La Cámara de senadores representa a las provincias
mientras que la de diputados representa al pueblo de la nación.
Cámara de diputados: Está integrada por miembros pertenecientes a c/u de las provincias y a la ciudad d Bs As.
Según el art. 45 “El número de representantes será 1 por c/ 33.000 habitantes o fracción que no baje de 16500. Este art.
le da facultades al Congreso para que después de c/censo amplíe la base de representación a través de una ley. Puede
ampliarla, pero no disminuirla. El art. establece la forma en que se eligen: a)Son elegidos directamente por el pueblo: los
ciudadanos de c/provincia y de la ciudad de Bs As eligen a los diputados en forma directa a través del voto. B)A simple
pluralidad de sufragios: accederán al cargo aquellos que hayan obtenido la mayor cantidad de votos en c/provincia o
distrito. C)Las provincias, la ciudad de Bs As y la Capital (en caso de traslado) son consideradas como distritos de un solo
estado: aunque para elegir diputados se computen por separado los 24 distritos, c/u de los diputados representa a la
totalidad de la población del estado, y no solo la de su provincia. Para la elección de diputados rige el sistema de
“elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias” la que consiste en un filtro de candidatos previo a elecciones
generales.
Requisitos de elección: Art. 48. 1)Tener 25 años de edad 2)ser argentino nativo o nacionalizado. 3)tener 4 años
de ciudadanía en ejercicio 4)Ser nativo de la provincia que se postula o tener dos años de residencia inmediata en ella.
Deben ser reunidos en el momento de prestar juramento.
Duración del mandato:C/u dura en su cargo 4 años y puede ser reelecto indefinidamente. Revocación de la
cámara: art.50. C/2 años se renovará la mitad de la cámara de diputados a través de elección nacional. En la “primera
legislatura” se realizará un sorteo para determinar qué diputados salen al finalizar el primer periodo.
Cámara de senadores: Compuesta por tres representantes de c/provincia y tres de la Ciudad de Bs As (72). Por
lo que, si la Capital Federal fuera trasladada a otro lugar, las 3 bancas seguirían perteneciendo a esta, por lo que CABA
no tendría representación en el senado.
Elección: la forma de elegir a los senadores es a través de elecciones directas. De los 3 senadores por distrito,
dos corresponden al partido políticos que más votos haya obtenido y el restante al partido político que lo siga en
cantidad de votos. También rige el PASO.
Requisitos. Art.55: 1) tener 30 años de edad 2)ser argentino nativo o naturalizado 3)tener seis años de
ciudadanía en ejercicio 4) ser nativo de la provincia en que se postula o tener dos años de residencia inmediata en ella
5)tener una renta anual de 2000 pesos fuertes. Estos requisitos deben reunirse al momento de ser electo.
Duración del mandato: duran 6 años en sus cargos, y pueden ser reelectos indefinidamente. El art. 56 establece
que c/2 años se renueva un tercio de la Cámara.
Autoridades: el cargo de presidente de cámara de senadores es ejercido por el vicepresidente de la nación, el
que solo vota en caso de empate, para mantener así la igualdad entre todas las provincias. La cámara debe nombrar un
presidente provisorio para que sustituya al vicepresidente o incluso al presidente de la nación en caso de acefalía.
SESIONES: Reuniones de la Cámara realizadas de forma periódica para llevar a cabo su trabajo. Art. 65: Ambas
sesionan por separado pero deben comenzar y concluir sus sesiones en forma simultánea. Ninguna podrá suspender sus
sesiones por más de tres días sin consentimiento de la otra. Clases de sesiones: 1) De inicio o preparatorias: aquellas que
se llevan a cabo antes del inicio de las ordinarias, y su fin es realizar todos los trámites administrativos previos, no es
encuentran en la CN, si no en los reglamentos internos de c/cámara 2)ordinarias: sesiones a las que se autoconvoca
c/cámara desde el 1 de marzo y hasta el 30 de noviembre. El Congreso sesiona en ellas sin intervención de los demás
poderes, haciendo uso total de sus funciones legislativas. Trabaja con “agenda abierta” 3)Extraordinarias: solo puede
convocarlas el presi cuando el Congreso está en receso y ante una grave situación de orden, progreso o emergencia que
amerite tomar importantes decisiones. El Congreso no puede en ellas usar libremente sus funciones legislativas, se
limita a tratar temas puntuales por los que fue convocado a dichas sesiones. Trabaja con “agenda cerrada”. 4)De
prórroga: El Congreso se limita a terminar lo que quedó inconcluso en las ordinarias.
Cada cámara se autoconvoca el 1 de marzo, pero el presidente puede convocarlas para sesiones extraordinarias
y es quien realiza la solemne inauguración del período ordinario. De acuerdo a la forma Republicana, las sesiones deben
ser públicas. Las secretas solo se admiten en casos excepcionales.
El quórum: Cantidad de miembros presentes que necesita cada cámara para que pueda dar comienzo a sus
sesiones en forma válida. Normalmente se exige que estén presentes mas de la mitad de los miembros. Este es el
quórum normal, aunque existen ciertos casos en los que se exige un quórum mayor de 2/3 o ¾ de los miembros.
Las COMISIONES: Son pequeños grupos de legisladores que funcionan dentro de c/cámara y que cumplen
diferentes funciones. Es en ellas donde se desarrolla el verdadero trabajo parlamentario. Cada cámara elige sus
comisiones. Pueden ser: a)Permanentes: desempeñan sus funciones en épocas de receso del Congreso. A estas sesiones
les corresponde estudiar, discutir y aprobar en un primer debate los proyectos del acto legislativo. B)especiales: creación
legal con participación de los senadores y/o representantes c) Bicamerales: se integran con legisladores de las dos
cámaras. D) de investigación: recaban información útil para la cámara. Es posible dividirla en dos: la del Congreso como
cuerpo conjunto que reúne las dos cámaras y la de c/cámara por separado. En ambos casos, lo mas frecuente y fácil es
que la investigación no la haga el pleno del Congreso ni de c/cámara, sino una comisión investigadora formada en el
seno de una o la otra.
BLOQUES: Agrupamiento de legisladores, conformados al interior de c/cámara, basados en afinidades políticas.
Eligen sus autoridades y mantienen una disciplina interna que les permite consolidar la expresión política en los diversos
debates que se suscitan en las comisiones y en el recinto. El reglamento de la cámara de diputados prevé la formación
de bloques a partir de un mínimo de 3 miembros, la de senadores fija el número en dos salvo que el legislador sea el
único representante de partido en cuyo caso puede ser unipersonal.
Asamblea legislativa: Se da cuando las cámaras sesionan juntas. Al hacerlo dejan de llamarse cámaras para ser
“congreso”. Se da:
Incompatibilidades y remuneración: Existen algunas situaciones, funciones o empleos que son incompatibles
con el cargo de legislador. La CN establece que 1)Ningún miembro del Congreso puede recibir empleo o comisión del PE,
sin previo consentimiento de la cámara respectiva 2)los eclesiásticos regulares no pueden ser miembros del Congreso
(religiosos sometidos a una estricta disciplina), sí los eclesiásticos seculares ya que se relacionan constantemente con la
sociedad. 3)Los gobernadores de provincia no pueden ser miembros del Congreso. 4)Los magistrados del PJ tampoco.
Algunos autores sostienen que tampoco los oficiales de las fuerzas armadas.
Remuneración: se la denomina comúnmente “dieta”. El monto es fijado por el Congreso a través de una ley, y
debe ser pagado por el tesoro nacional.
DERECHO PARLAMENTARIO: parte del DC del poder que refiere a la constitución, los privilegios y el
funcionamiento de los cuerpos parlamentarios. Comprende a)La constitución del congreso: desde las sesiones
preparatorias hasta la incorporación de los legisladores. B)los privilegios o inmunidades c)el funcionamiento del
congreso.
Garantías de independencia: Los llamados principios e inmunidades se establecen en interés del parlamento o
Congreso como órgano y tienen como finalidad asegurar la independencia, el funcionamiento y jerarquía del mismo.

Garantías acordadas a los miembros del órgano:


Inmunidades y privilegios: Ciertos derechos, garantías y facultades que la CN consagra a favor del Congreso y de
los legisladores que lo integran, a fin de proteger su independencia y su funcionamiento eficaz. Estos pueden ser
a)personales: protegen la función del legislador
Inmunidad de expresión: No pueden ser acusados, interrogados judicialmente ni molestados por las opiniones o
discursos que emitan desempeñando sus funciones. El objetivo es que el legislador no se sienta presionado ni
amenazado y pueda trabajar de forma libre e independiente.
Inmunidad de arresto: Ningún miembro del Congreso puede ser arrestado o detenido. Esta inmunidad no
impide que se lleve adelante una causa penal contra él: puede iniciarse mientras no se afecte su libertad corporal.
Excepción: que sea encontrado in fraganti en la ejecución de un delito doloso y grave. En tal caso, debe pedírsele a la
cámara el desafuero. Tiene vigencia desde su elección hasta el fin de su mandato.
B)Colectivos: facultades otorgadas a c/u de las cámaras.
Juicio de elecciones: Cada cámara es juez de las elecciones, derechos y títulos de sus miembros en cuanto a
validez.
Reglamentación interna: C/cámara dicta su propio reglamento interno el cual contiene: las reglas de
funcionamiento de c/cámara, debates, votaciones, el ingreso de sus miembros. No puede ser contraria a la CN.
Poder disciplinario: a)Coerción disciplinaria durante la labor parlamentaria: puede corregir una conducta
indebida b)Remoción: se lo remueve del cargo por problemas físicos o morales los cuales impide que continúe en el
cargo c)Exclusión: cámara debe tener motivos fundados y razonables para excluir un miembro, para adoptar esta
medida necesita 2/3 de votos de los presentes, mientras que para aceptar una renuncia solo la mayoría.
Interpelación: es la facultad de las cámaras de hacer ir a sus salas a los ministros del PE, para que estos den
explicaciones de lo que ellas les pidan o para que le rindan informes. Debe estar motivada y justificada. Estos ministros
deben presentarse personalmente y su negativa puede dar lugar a pedido de juicio político.
Garantías otorgadas al órgano:
Incorporación: Los diputados y senadores en el acto de su incorporación deben prestar juramento de
desempeñar debidamente el cargo y de obrar conforme a la CN.
Juicio de elección y título de los miembros: La justicia electoral entrega un diploma al electo y con este se
presenta en la cámara y se lo somete a “juicio de elección” donde la cámara es quien decide si entra o no, y si da
positivo se toma juramento.
Renuncia:le compete a c/cámara aceptar la renuncia de alguno de sus miembros
Facultades disciplinarias: Reglamento interno y poder disciplinario: c/cámara hará su reglamento y podrá con
2/3 votos corregir-remover-excluir a cualquiera de sus miembros, por desorden de conducta, inhabilidad física o moral o
incluso por indignidad.
Facultades administrativas:emitir normas generales acerca de determinado ámbito de conductas.
Facultades inherentes al poder de policía interno: La posibilidad de que puedan ejercer potestad represiva sobre
terceros que, de una manera u otra impidan, coarten o menoscaben la actividad parlamentaria o el trabajo de los
legisladores.
Facultades para determinar su tiempo de funcionamiento: c/cámara hará su reglamento interno y la duración de
c/jornada de trabajo legislativo.
Competencias privativas de c/cámara:son aquellas facultades que tiene una de las cámaras en forma exclusiva,
s/intervención alguna de la cámara restante.
Competencias privativas. DIPUTADOS: a) iniciativa de las leyes sobre contribuciones y reclutamiento de tropas
b)Cámara de origen en la iniciativa popular: todos aquellos proyectos de ley que los ciudadanos elaboren deben ser
presentados ante la cámara de diputados para que inicie su tratamiento. C)Iniciativa para someter a consulta popular un
proyecto de ley: es la cámara que debe convocar a los ciudadanos para que aprueben o rechacen un proyecto de ley.
D)Inicio del juicio político: debe denunciar ante el senado al funcionario involucrado.
Competencias privativas SENADORES: a)Autorizar al presidente de la nación para que declare el estado de sitio
en caso de ataque exterior. B)prestar acuerdos al PE para: -Nombramiento de jueces de la CSJ – nombramiento de
oficiales superiores de las fuerzas armadas –nombramiento y remoción de los embajadores, ministros plenipotenciarios
y encargados de negocio. C)juzgar en el juicio político d) Cámara de origen en el tratamiento dela ley-convenio de
coparticipación federal impositiva.

UNIDAD 7: FUNCIONES Y ATRIBUCIONES DEL CONGRESO.


Punto 1: Función legislativa: Formación y sanción de leyes. El procedimiento legislativo. Distintas
etapas: iniciativa, constitutiva (actuación de las cámaras y del Poder Ejecutivo; diversas alternativas; veto) y
de eficacia (promulgación y publicación). La delegación legislativa.

Al congreso se lo llama órgano legislativo porque legisla. La función primordial y fundamental de este órgano es
emitir la ley, pero no es su única función ya que también cumple funciones administrativas, realiza actividades políticas y
a veces también jurisdiccionales. En lo particular, la función de legislar sólo corresponde al Congreso, mientras que el PE
y PJ lo tienen fuera de sus funciones normales.
Formación y sanción de leyes:El proceso legislativo de formación de la ley consta de tres etapas o fases:
- La iniciativa: Art 77 (olvida mencionar la consulta popular, habla únicamente de las cámaras y PE) Puede venir
del seno del mismo congreso en cualquiera de sus cámaras, del poder ejecutivo y también del cuerpo electoral conocida
como iniciativa popular (art 39), tienen prohibida la iniciativa en materia de reforma constitucional, tratados
internacionales, presupuestos y materia penal.
El artículo 52 le otorga como facultad exclusiva de la cámara de diputados en la función de iniciativa
correspondiente al reclutamiento de tropas y contribuciones. Este articulo presenta dos problemas interpretativos, si
con contribución refiere a cualquier tema tributarios, incluyendo impuestos, desgravaciones, etc. Y, en segundo lugar, si
el senado como cámara de origen puede introducir reformas a los proyectos presentados sobre estas materias, parte de
la doctrina lo considera negativamente, pero Sagüés cree que solo se les confiere a diputados la iniciativa, no a la
exclusividad de todo su tratamiento.
El artículo 40, donde se establece que el Congreso puede someter a consulta popular un proyecto de ley,
también afirma que dé él depende con la mayoría absoluta reglamentar las materias, procedimientos y oportunidades
de la consulta popular (ley 25.432). La ley de convocatoria de consulta popular que emite el Congreso no puede ser
objeto de veto. Lo novedoso es que cuando el cuerpo electoral vota afirmativamente el proyecto que se ha sometido a
consulta vinculante, queda automáticamente convertido en ley y también su promulgación es automática. Evita la
participación presidencial en la promulgación. Cuando se trata de consulta no vinculante que puede ser convocada por
el presidente y por el congreso se considera que la intervención no obligatoria del cuerpo electoral debe ser previa a la
sanción, porque cumplida ya ésta carecería de objeto y sentido inquirir la opinión del electorado.
En lo respectivo a las funciones exclusivas del senado en la iniciativa encontramos el articulo 75 inc 2 donde le
corresponde ser cámara de origen en las materias de acuerdos entre la nación y las provincias, coparticipación sobre
contribuciones directas y por el art 75 inc 19 en lo referente al crecimiento armónico de la nación y al poblamiento del
territorio y promover políticas que tiendan a equilibrar el desigual desarrollo de las provincias.
*
- La etapa constitutiva o de “sanción” del proyecto: está a cargo del Congreso y está regulada en los art del 78 al
84 de la CN. Después de la reforma, también puede ser utilizado el mecanismo de consulta popular del art 40. Dentro de
esta etapa se incluye a la discusión o deliberación de las cámaras, regidas por un reglamento interno a cada una y la
posterior sanción.
- La de eficacia o de promulgación y publicación de la ley: Está a cargo del poder ejecutivo, puede ser expresa
por decreto o tácita si no se devuelve dentro de los 10 días posteriores (Art 80). En los casos que la propia Constitución
dispone excepcionalmente que la promulgación sea automática o que no puede ser vetado, como los art 40 y 83.
La promulgación consiste en la aprobación por el presidente del proyecto y la publicación se produce en el
boletín oficial dentro de los 8 días posteriores. Dentro de este podríamos incluir, según la clasificación de Sagüés, a la
entrada en vigencia de la norma.

[*Después de la etapa de iniciativa, el proceso legisferante puede asumir cuatro variables:


a) Trámite elemental: el proyecto de ley es primero tratado por la sala donde se presentó, llamada Cámara de
origen. Una vez aprobado, habitualmente se dice que logra media sanción. El proyecto es posteriormente remitido a la
Cámara revisora: "Aprobado un proyecto de ley por la Cámara de su origen, pasa para su discusión a la otra Cámara.
Aprobado por ambas, pasa al Poder Ejecutivo de la Nación para su examen; y si también obtiene su aprobación, lo
promulga como ley" (art. 78, Const. nacional). En la Cámara revisora, el tratamiento de la iniciativa es semejante al de un
proyecto original: pase a comisión, salvo que sea tratado sobre tablas; dictamen de comisión, debate y votación,
primero en general y luego en particular. Cuando se aprueba sin observaciones el proyecto remitido por la Cámara de
origen, éste cuenta ya con sanción, a tenor del art. 84 de la Const. nacional: "En la sanción de las leyes se usará de esta
fórmula: El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina, reunidos en Congreso ..., decretan o sancionan con
fuerza de ley". La promulgación, acto que se traduce por decreto presidencial (art. 99, inc. 3°). El objeto de la
promulgación es constatar la autenticidad del texto legal, comprobar su correcta tramitación y ordenar que se
efectivice. Por eso, el decreto de promulgación incluye generalmente la voz "cúmplase". No obstante, en nuestra
experiencia local se ha practicado la "promulgación de hecho" (sic) que ocurre cuando la ley publicada en el Boletín
Oficial, sin mediar decreto de promulgación. Esa promulgación de hecho se hace fundar en el art. 80 de la Const.
Nacional que, como vimos, alude a la aprobación tácita del proyecto de ley sancionado por el Congreso. La publicación
es el acto de comunicación de la ley al pueblo, acto distinto de la promulgación.
b) Trámite complejo en la etapa del Congreso:
Controversia total: La existencia de dos salas en el Congreso apunta, por cierto, a tener en cuenta dos
voluntades que pueden contradecirse en todo o en parte. El art. 81 de la Const. nacional establece que "ningún proyecto
de ley desechado totalmente por una de las Cámaras podrá repetirse en las sesiones de aquel año". La norma contempla
dos posibilidades: que un proyecto sea rechazado en la Cámara de origen; o que, aprobado en ésta, sea íntegramente
desestimado por la Cámara revisora. Su interpretación presenta tres problemas principales. a) Es discutido el concepto
de año (¿año calendario o año legislativo?). La respuesta es difícil, y no está aclarada por la experiencia local. b) Otro
interrogante es determinar cuándo hay identidad entre dos proyectos parecidos, habiéndose desechado totalmente
uno. Montes de Oca y Bidart Campos refieren al respecto dos parámetros de medición: coincidencia sustancial de
objetivos y de medios. Tal criterio es compartible. c) Algunos autores sostienen que la facultad de una Cámara de
rechazar íntegramente un proyecto de la otra, sólo puede ejercerse una vez (Ekmekdjian, Bidart Campos), porque de lo
contrario la Cámara revisora tendría un derecho de veto permanente sobre la de origen. Por nuestra parte, estimamos
que el art. 81 no limita la posibilidad de rechazo total a una sola oportunidad, y que responde a la lógica del
bicameralismo que, si una sala no acepta un proyecto de ley, éste no se convierta nunca en derecho positivo.
Controversia parcial: El art. 81 de la Const. Nacional contempla la hipótesis de contradicciones parciales entre
las cámaras. En síntesis, el art programa tres tramos en caso de una oposición parcial entre una Cámara y la otra:
votación en la Cámara inicial, votación en la Cámara revisora y nueva votación en la Cámara de origen.
- Cámara de origen. A ésta le corresponde votar el proyecto de ley.
- Cámara revisora. Si formula adiciones o correcciones, debe establecerse claramente cómo lo hace: con más de
dos tercios de votos de sus miembros presentes o con menos (pero siempre con más de mayoría absoluta de
legisladores presentes). El proyecto retorna a la Cámara inicial.
- Insistencia ante la Cámara de origen. Cuando la Cámara revisora planteó sus modificaciones con los dos tercios
de sus miembros presentes, la Cámara de origen, podrá aceptar las adiciones o correcciones introducidas, o para
triunfar con su propuesta primitiva, debe insistir con los dos tercios de votos de sus miembros presentes. En su defecto,
el proyecto pasa al Poder Ejecutivo con las enmiendas de la Cámara revisora. Para el supuesto de que la Cámara revisora
haya realizado sus correcciones solamente con la mayoría absoluta de sus miembros presentes, basta que la de origen
insista con igual mayoría absoluta para que el proyecto persista en su redacción original, o, si ella lo prefiere, para
aceptar las modificaciones de la revisora.
En definitiva, la eventual oposición parcial entre una sala y otra se resuelve cuando las dos cámaras aprueban un
proyecto de ley con mayoría absoluta de los presentes, venciendo el texto de la Cámara de origen. Si una Cámara lo vota
con mayoría absoluta de los presentes y la otra con dos tercios de los legisladores presentes, triunfa esta última. Y, si las
dos salas aprueban la iniciativa con estos dos tercios, predomina el proyecto redactado por la Cámara de origen.
La Cámara de origen no puede introducir nuevas adiciones o correcciones a las realizadas por la Cámara
revisora. El propósito de esto es, explican Dromi y Menem, impedir que una Cámara que asumió la responsabilidad
institucional de iniciar el tratamiento de una ley, pueda después hacerla abortar.
c) Trámite complejo en la etapa presidencial. El veto: El Congreso remite al jefe de Estado, en rigor de verdad, un
proyecto de ley. El presidente, en efecto, además de aprobar, promulgar y publicar, puede intervenir en esta etapa
obstaculizando el proyecto de ley a tenor del art. 83 de la Const. Nacional: "Desechado en el todo o en parte un
proyecto por el Poder Ejecutivo, vuelve con sus objeciones a la Cámara de su origen; ésta lo discute de nuevo, y si lo
confirma por mayoría de dos tercios de votos, pasa otra vez a la Cámara de revisión. Si ambas cámaras lo sancionan por
igual mayoría, el proyecto es ley y pasa al Poder Ejecutivo para su promulgación. Las votaciones de ambas cámaras serán
en este caso nominales, por sí o por no; y tanto los nombres y fundamentos de los sufragantes, como las objeciones del
Poder Ejecutivo, se publicarán inmediatamente por la prensa. Si las cámaras difieren sobre las objeciones, el proyecto no
podrá repetirse en las sesiones de aquel año".
- Forma del veto. El veto se ha instrumentado históricamente por medio de un mensaje, pero a veces mediante
un decreto presidencial, que en vez de decir francamente que veta un proyecto de ley, en ocasiones declara que lo
observa. Ley 23.697
- Tiempo. El lapso para vetar es el de diez días útiles, a tenor del art. 80 de la Const. Nacional. El concepto de
"día útil" se equipará al de "día hábil para la Administración" (Bidegain), con lo cual habría que excluir del cómputo los
días feriados y de asueto.
- Razones. El veto importa el desacuerdo presidencial con un proyecto de ley, cuyas razones pueden ser varias:
de oportunidad y conveniencia, de acierto, de forma o de fondo, de constitucionalidad (control preventivo de
constitucionalidad, a cargo del Poder Ejecutivo), etcétera. Los motivos son casi siempre incluidos en el mensaje o
decreto que decide vetar.
- Alcances. El art. 83 de la Const. nacional permite el veto parcial o total de un proyecto ("Desechado en el todo
o en parte"). Lo discutido es, cuando hay veto parcial, si el Poder Ejecutivo puede promulgar el sector no vetado. La
reforma constitucional de 1994, recogiendo la jurisprudencia anterior de la Corte Suprema ("Colella", Fallos, 268:362),
aceptó como excepción la aprobación parcial y consecuente promulgación parcial y veto parcial de proyecto de ley, al
prescribir (art. 80) que esos proyectos desechados parcialmente no podrán ser aprobados en la parte restante, pero que
"las partes no observadas solamente podrán ser promulgadas si tienen autonomía normativa y su aprobación parcial no
altera el espíritu ni la unidad del proyecto sancionado por el Congreso". Esto obliga a meritar, veto por veto, si se dan
estas circunstancias. En el derecho consuetudinario constitucional se han presentado muchísimas situaciones de
promulgación parcial (p.ej., leyes 23.697, de emergencia económica; 23.775, de provincialización de Tierra del Fuego;
24.044, de limitación a la publicidad de tabacos).
- Trámite. El art. 83 de la Const. nacional manda que, con el texto del veto (decreto o mensaje), el proyecto
vuelva a la Cámara de origen (el fin de la norma, recuerda Rosatti, es que quien inició el tratamiento de la norma, sea
quien tenga prioridad en su nuevo análisis). En rigor de verdad, se debe adjuntar el proyecto; pero si este mismo no es
acompañado, ese defecto formal no parece insalvable, ya que la Cámara del caso se supone que debe poseer copia de lo
sancionado por ella. Con el evidente propósito de publicitar ante la opinión pública y responsabilizar a los protagonistas
del proceso legisferante, el art. 83 de la Const. nacional impone en este caso votaciones nominales (no secretas), y la
difusión del debate por la prensa. Si no se supera el veto, el proyecto normativo no se convierte en ley. Más todavía: no
puede tratarse nuevamente en las sesiones de "aquel año"; pensamos que se habla de año calendario. Lo dicho vale
para el· caso de veto total.
Si el veto es parcial, el art. 80 in fine de la Const. nacional indica que "en este caso será de aplicación el
procedimiento previsto para los decretos de necesidad y urgencia". El asunto está regulado en la última parte del art.
99, inc. 3: el jefe del Gabinete de Ministros comunica el veto parcial a la Comisión Bicameral Permanente, que eleva su
despacho al plenario de cada Cámara, para que éstas lo consideren, según el trámite que establecerá una futura ley
especial. La regla del art. 80 in fine es poco feliz, ya que de todos modos el Congreso tendrá que tratar el tramo vetado
de la ley según el aludido art. 83. Podría pensarse que la intervención de la Comisión Bicameral lo es para evaluar
solamente el acierto de la promulgación parcial, y si el pedazo promulgado tiene o no autonomía normativa con el resto
del proyecto vetado. Posteriormente cada Cámara reexaminaría el tema.
La ley 26.122 determinó que la Comisión debe expedirse sobre la validez o invalidez del decreto de
promulgación parcial y sobre su procedencia formal y sustancial (art. 14). En la experiencia legislativa se ha discutido
(p.ej., en 1996, con motivo de la ley de patentes) si el Congreso, al estudiar un veto parcial de, por ejemplo, diez
artículos de una ley, está habilitado para superar el veto de, verbigracia, cinco de ellos, no superando o aceptando el
veto de los cinco restantes. Ello sería el resello parcial de un veto parcial. La tesis contraria, sostenida en aquel caso por
el Poder Ejecutivo, era que el Congreso debía superar "en bloque" todo el cupo de normas vetado, en vez de superar
algunas y no superar otras. El tema, desde luego discutible, puede resolverse por el principio de funcionalidad, en el
sentido de que, si son normas separables, es bueno hacer operar aquellas que el Congreso -al fin de cuentas, el Poder
más relevante en nuestro organigrama constitucional - insiste con los dos tercios de votos, primando -en tales cláusulas-
sobre el criterio del Poder Ejecutivo. Aquel resello parcial de un veto parcial es pues viable, siempre que se trate,
insistimos, de normas independientes entre sí.
d) Trámite complejo mixto (etapas parlamentaria y presidencial). ]

Derogación y anulación de leyes: La facultad de derogar o abrogar leyes es implícita de quien tiene competencias
constitucionales para sancionarlas. Algunas veces la Constitución incluso anticipa cambios en las leyes (v.gr., art. 75, inc.
3, en materia de asignaciones específicas en recursos coparticipables; art. 77, modificaciones concernientes a regímenes
electorales y partidos políticos). La derogación de una ley por otra ley del Congreso puede tener diversos fundamentos:
nuevas situaciones fácticas, experiencias negativas del texto que se deroga, convencimiento del Congreso de que la ley
que aprobó era inconstitucional o inválida, etcétera. En resumen, el acto de derogación involucra los supuestos de
abolición, revocación y anulación. (El Congreso argentino, respecto de las leyes de "obediencia debida" y "punto final"
(23.521 y 23.492), primero las derogó por la ley 24.952, y después, por la ley 25.779, las anuló. En otras palabras, anuló
lo ya derogado, hecho que implica un absurdo jurídico. En el derecho constitucional argentino, formal y consuetudinario,
no hay un acto de "anulación" de ley por el Congreso. La ley 25.779, quiso dar efectos retroactivos a la derogación que
ya se había dispuesto (pero sin tales resultados) por la ley 24.952. No es absurdo que una derogación pueda tener
efectos retroactivos, siempre que no afecte derechos constitucionalmente adquiridos por los habitantes. La Corte
Suprema reputó, sin embargo, que la ley 25.779 importaba solamente una "declaración" del Congreso, que no privaba a
los jueces de "la decisión final sobre el punto", y que -por ende- es constitucional (14/6/05, "Simón, Julio H., y otros", lA,
2005-IV-377).
Plazos de caducidad en el trámite legisferante:Según la Constitución, las cámaras no tienen términos para
considerar (aprobar o rechazar) los proyectos legislativos, ni para expedirse ante un veto presidencial. No obstante, el
derecho consuetudinario constitucional ha admitido desde tiempo atrás, y con el fin de despejar la tarea parlamentaria,
la existencia de leyes (2714, 3721, 13.640, 23.821 Y 23.992) que han fijado plazos de caducidad, equivalentes al rechazo,
salvo para los proyectos de códigos, tratados internacionales, provisión de fondos para pagar las deudas de la Nación y
los reclamos de particulares con igual carácter Esos plazos son: a) caduca todo proyecto de ley no aprobado en la
Cámara de origen el año parlamentario en que se presentó, o el siguiente; b) si contó con sanción en una Cámara, el
plazo se alarga un año más; e) si la iniciativa tuvo modificaciones en la Cámara revisora, y no termina el trámite previsto
por el actual art. 81 de la Const. Nacional, se extingue el año parlamentario siguiente al que resultó observado, y d) en
caso de proyectos vetados, el término es el del año parlamentario en que volvió al Congreso, con uno más.
Delegación legislativa en comisiones:Con la idea de acelerar el proceso legislativo en "una época en la que el
Congreso debe dictar muchas leyes por año que deben durar poco tiempo" (García lema), la última reforma admitió que
cada Cámara, después de aprobar en general un proyecto de ley, pudiese delegar en sus comisiones la aprobación en
particular de ese proyecto, "con el voto de la mayoría absoluta del total de sus miembros" (art. 79). Esta delegación
puede dejarse sin efecto por decisión de la misma Cámara, con igual número de votos, y retomar el trámite ordinario. A
su vez, la aprobación en comisión demanda el voto de la mayoría absoluta del total de sus integrantes. Aprobado el
proyecto en comisión, se continúa con el trámite normal (art. 79). La cláusula aludida autoriza, aparentemente, a que
todo proyecto de ley sea derivado por una sala del Congreso (o por las dos) a una o más comisiones de ella (si fuesen
más de una, cabe conjeturar que tendría que aprobarse en todas las comisiones delegadas). (Sagüés)
La aprobación de un proyecto en general no puede transferirse a las comisiones porque solo está permitido que
las cámaras les deleguen la aprobación en particular.
Sobre el punto acerca de que la cámara puede dejar sin efecto la delegación y retomar el trámite ordinario, no
se hace especificación. Por otra parte, con respecto al momento en que la cámara reasume las funciones del trámite
ordinario, solo es posible mientras, el proyecto en particular no ha tenido aprobación en la comisión a la que se le
delega o si se ha delegado a varias y una produce la aprobación.
La aprobación en comisión es una decisión de cada cámara, por lo que un mismo proyecto puede recibir este
mecanismo en el tratamiento en una cámara y la otra no. Con respecto al quórum necesario, corresponde a la mayoría
absoluta del total de los miembros. Pero este se modifica con leyes que según disposiciones constitucionales requieren
un quórum mayor, pasa a requerirse el mismo quórum en la comisión. Sagüés afirma que si se trata de un proyecto de
ley que exige para su aprobación una mayoría calificada (p.ej., el art. 114, respecto del Consejo de la Magistratura, que
debe ser sancionada "por la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara"), el asunto no podrá ser
resuelto por comisiones, sino por la sala en pleno, ya que la Constitución está demandando allí la actuación de todo el
cuerpo.
Prohibiciones:La constitución reformada ha incluido 3 prohibiciones con sus respectivas excepciones. Se trata
de:
- La delegación legislativa a favor del poder ejecutivo. Art 76. A excepción de las materias determinadas de la
administración o de emergencia pública, con plazo fijado para su ejercicio y dentro de las bases de la delegación que el
congreso establezca. Las normas dictadas con habilitación del congreso por el poder ejecutivo han de adoptar la forma
de decretos, porque el inc 12 del art 100 otorga al jefe de gabinete de ministros la competencia de “refrendar los
decretos que ejercen facultadas delegadas por el congreso”. Además, dicho decretos estará sujeto al control de la
comisión bicameral permanente. Según Sagüés, este decreto tiene una naturaleza materia de ley porque se ejercen las
facultades legislativas que el PL le otorga al PE. Estos decretos emanados, son materia de control judicial o de
constitucionalidad. Con respecto a la caducidad, fuera de la numeración del articulado nuevo, la reforma incluye en sus
disposiciones transitorias la señalada como octava que dice: “la legislación delegada preexistente que no contenga plazo
establecido para su ejercicio caducara a los 5 años de la vigencia de esta disposición, excepto que aquella que el
congreso de la Nación ratifique expresamente por una nueva ley.
- La emisión por el poder ejecutivo de disposiciones de carácter legislativo. Art 99 inc 3.
- La promulgación parcial de leyes por ejecutivo. Art 80.
- Otra prohibición, pero exclusivamente del poder legislativo, es la sanción tacita o ficta de leyes, que ya dijimos.
Exclusión de la sanción tácita: Una norma específica, el nuevo art. 82 de la Const. nacional, dice que "la voluntad de cada
Cámara debe manifestarse expresamente; se excluye, en todos los casos, la sanción tácita o ficta". Con sanción tacita se
entiende el silencio por el transcurso de un determinado tiempo. Se distingue el procedimiento que debe seguir los
decretos de necesidad y urgencia que el jefe de gabinetes remite a la comisión y está a las cámaras, ya que, si este no es
aprobado explícitamente por el PL, se considera desechado. Distinto del procedimiento de los proyectos de ley que se
permite la promulgación tacita por el presidente si no es vetado dentro de los diez días posteriores a que el proyecto es
recibido.
Excepciones a lo sancionado por el Congreso:Lo que el congreso sanciona se denomina “proyecto de ley”,
todavía no es ley porque debe añadirse la promulgación que hace el poder ejecutivo. Las excepciones a este principio
están previstas en la constitución:
- Por el artículo 40 donde establece que la ley que produce el congreso sobre la convocación a consulta popular
no puede ser vetada. Este mismo artículo establece que si el proyecto sometido a consulta popular obtiene voto
favorable, se convierte en ley y su promulgación será automática, por lo que deja afuera a la función del congreso para
sancionarla y a la del ejecutivo con respecto a la promulgación.
- Por el art 83, cuando un proyecto vetado, al volver al congreso, es nuevamente sancionado por insistencia de
las dos cámaras, el proyecto se convierte en ley y pasa al ejecutivo para su promulgación. Adquiere la calidad de ley.
Finalmente, para la sanción de la ley, el art 84 establece que debe ser el senado y la cámara de diputados, reunidos en
congreso y decretan con fuerza de ley. Cuando refiere a reunidos en congreso, no refiere a la función conjunta de ambas
cámaras como asamblea, sino a la aprobación de las dos que son el órgano del congreso.
Punto 2: Clases de leyes que sanciona el Congreso: federales, comunes, locales. Leyes secretas. Ley
formal y ley material.
Tipos de leyes que sanciona el congreso:Las tres clases de leyes que sanciona el congreso son:
- Las leyes federales, también llamadas nacionales, especiales o generales. Estas pueden ser de carácter general
por la materia (sobre temas fiscales, electorales, partidos políticos, nacionalidad, administración de justicia, etc); por las
personas (ministros plenipotenciarios, embajadores) o por el lugar (fronteras). Guastavino sostiene que el derecho
federal es aquel que busca la consecución de los fines que se atribuyeron al congreso y al gobierno federal por el
preámbulo y la constitución. Ejemplos de estas han sido las de expropiación, de ciudadanía, de inmigración, de creación
del banco hipotecario nacional, de limites interprovinciales, de ventas de tierras de propiedad nacional, de elecciones
nacionales, de organización de los ministerios, etc. Podemos decir entonces que estas se tratan principalmente de
normas de derecho público o institucional, que pueden ser referidas en el derecho privado o por el derecho provincial
(dicta una norma por la cual establece que tal o cual ley del congreso regirá en la provincia) y que son aplicadas
judicialmente en todo el país en los tribunales federales.
- Las leyes de derecho común: Las leyes nacionales u ordinarias de derecho común son las que sanciona el
congreso cuando, en el art 75 inc 12, se alude a los códigos llamados “de fondo”, dictados en cuerpos unificados o
separados. (el civil y comercial, el penal, de minería, etc). Estas normas son aplicadas por los tribunales federales o
provinciales según caigan en una jurisdicción o en otra. No significa que el congreso pueda asignar cualquier contenido
en el área de materias de cada uno, sino que la inserción formal de una determinada norma debe verificarse si su
contenido y la materia regulada pertenecen o no al código que el congreso indica, es decir que se lleva a control de
constitucionalidad. Hay códigos como el penal y el de comercio que son de derecho común, pero dentro de él tienen
materias que corresponden al orden federal. Lo que se denomina como “derecho común federalizado” se presenta
cuando una ley del congreso sobre derecho común decide, apartar la materia regulada del ámbito del derecho común
con lo que se sustrae su aplicación a los tribunales provinciales y pasan a ser aplicadas en todo el país por los tribunales
federales. (oberti pedro c/panzirraghi Santiago). El articulo 75 inc 12 establece que la sanción de los códigos no deben
alterar las jurisdicciones locales, correspondiendo su aplicación a los tribunales federales o provinciales, que para ello
deben efectuar las provincias los códigos procesales, de forma o adjetivos. El artículo 126 establece que las provincias no
participan de la sanción de esos códigos una vez que ya hayan sido dictados por el congreso. Mientras que lo los haya,
pueden dictar normas de derecho común. Al igual que una vez ya sancionado, quedan cosas no legisladas corresponde a
la provincia.
- Las leyes locales: Era común decir que las leyes nacionales locales eran las que el congreso dictaba con ámbito
de aplicación en la capital federal y en los territorios nacionales o gobernaciones. Ahora el panorama es otro, ya que por
el art 129, la capital federal tiene autonomía y facultades de legislación y jurisdicción, por lo que la legislación del
congreso para la ciudad se debe limitar a lo razonablemente necesario y garantizar en ella los intereses del estado
federal. En la disposición transitoria séptima se establece que las facultades del congreso se limitan a las establecidas en
el art 129. Esto establece una limitación al art 75 inc 30.
Se entiende asi que la ciudad de Buenos Aires como capital ya no es un territorio federalizado. A su vez la
legislación que se da la ciudad de Buenos Aires propiamente es local porque se dicta para su capital y se aplica en ella.
Sagüés dice que como esta tiene como objetivo preservar los intereses del estado federal podría entenderse como de
naturaleza federal.
Las leyes locales no deben confundirse con las leyes provinciales, que por reducir el ámbito de su vigencia
pueden llamarse también locales. Las del congreso son leyes nacionales locales, que según el art 75 inc 30 luego de la
reforma de 1994 solo se admite una legislación necesaria para los fines específicos de los establecimientos de utilidad
nacional, teniendo así estas normas carácter local y a la vez federal.
Según Sagüés pueden diferenciarse según fija el ámbito espacial de validez de ciertas leyes (caso de las
generales) o la de demandar un tratamiento particularizado de ciertos temas que la Constitución ha reputado
significativos y peculiares (caso de las leyes especiales). Pero no hay diferencia normativa jerárquica entre una ley
común, una general o una especial, las cuales pueden ser derogadas por otra ley que aborde el mismo contenido.
Las leyes federales y de derecho común tienen ámbito de vigencia en todo el territorio del estado, mientras que
las locales solo en la capital y los territorios federales.
- Las leyes secretas: El derecho consuetudinario constitucional argentino ha admitido las leyes secretas. Son más
de un centenar (la primera es la 2802, de 1891), aprobadas durante gobiernos de iure (con sesiones secretas en ambas
cámaras, promulgación secreta y registro secreto) y de facto. En principio, no las conoce el Poder Judicial.
La materia de estas leyes, según se desprende de ciertos debates sobre su contenido, rumores o algún fallo de la
Corte Suprema, ha versado sobre asuntos militares, económicos, de distribución de ciertos cargos judiciales, etcétera.
Las sesiones secretas de las cámaras son en verdad inconstitucionales (porque atentan contra el principio de
publicidad de los actos de gobierno, elemento básico del régimen republicano propiciado por el art. 10 de la Const.
nacional), aunque estén admitidas por nuestro derecho consuetudinario constitucional. Además, no respetan el art 19
porque si son secretas no se puede conocer lo que mandan y lo que prohíben. De todos modos, no se desprende que
por haber reunión secreta, sea también secreto lo resuelto en ella. A su turno, no hay en verdad "promulgación tácita"
de ley, sino "aprobación tácita", según el mentado art. 80 (§ 511). Cabe añadir que nuestra Constitución manda que el
Ejecutivo promulgue y publique las leyes (art. 99, inc. 3). La ley no publicada, por lo demás, no es ley (Hobbes, Escriche).
- Legislación de facto: Se produjeron con el congreso disuelto con forma de decretos-ley o con forma de ley y ha
abierto paso a diferentes doctrinas. La tesis más extrema le otorga nulidad originaria, pero admite su reconocimiento en
algunos casos: si ha logrado afectividad y aplicación o si el congreso reinstalado posteriormente las mantiene.
- Las leyes en blanco: No siempre las leyes son completas. Es decir, no siempre describe todo lo necesario para
regular una conducta. Eso no es inconstitucional, desde el momento en que la propia Constitución prevé la
reglamentación de la ley por el Poder Ejecutivo, en el art. 99, inc. 2. Es decir, que éste reglamente los "pormenores y
detalles" destinados a instrumentar y tornar operativa la ley del Congreso. La ley penal en blanco aparece si ella fija la
sanción, pero su contenido es indeterminado, debiéndoselo integrar por otra ley o por decretos del Poder Ejecutivo.
- Las leyes convenio: Es una ley dictada por el poder nacional, pero con una peculiaridad: rige en el ámbito
nacional y en el de ciertas provincias (las que expresen su voluntad de incorporarse al régimen previsto por dicha ley). Se
la llama también ley acuerdo o ley contrato (y en este caso, importa una suerte de contrato de adhesión entre la Nación
y las provincias).
Punto 3: Función Preconstituyente.
Al congreso le corresponde la declaración de la necesidad de la reforma en el todo o en alguna de sus partes, la
iniciativa (art 30). Debe contar con el voto de las dos terceras partes de sus miembros (en nuestro derecho siempre fue
del total de los miembros de cada cámara). Además, debe convocar a la convención constituyente llamada al efecto,
puntualizar los temas que se remiten a su competencia, establecer el lugar y el tiempo de sesión y funcionamiento de la
asamblea.
La naturaleza de esta función del congreso se relaciona con el proceso rígido de reforma con la que cuenta
nuestra constitución.
Punto 4: Función de colaboración y gobierno: Fijación de la dirección política. Formación de otros
órganos de gobierno.
Punto 5: Función de control sobre el Poder Ejecutivo: Sobre la actividad administrativa:
procedimientos, recursos administrativos. Sobre la actividad financiera: presupuesto y cuenta de inversión.
Sobre la burocracia: respecto del personal, organización jerarquía.
Función de colaboración y gobierno:Son actividades que desempeña el PL tendientes a concretar objetivos
constitucionales que puede desplegar el congreso por si solo o en conjunto con el PE. Esta competencia no está
reservada al oficialismo parlamentario, sino también a la oposición, que puede mejorar, modificar o condicionar
proyectos, planteos o decisiones políticas de alto impacto.
En lo referente a la fijación de la dirección política, el artículo 75 determina expresamente que el PL se encarga
de:
• Contraer empréstitos sobre el crédito de la Nación. 4
• Arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nación.
• Se encarga de reglar el comercio con las naciones extranjeras, y de las provincias entre sí. 13
• Arregla los límites del territorio de la Nación, fija los de las provincias, crea otras nuevas, y determina por una
legislación especial la organización, administración y gobierno que deben tener los territorios nacionales, que queden
fuera de los límites que se le asignen a las provincias. 15. Debe proveer también la seguridad de esas fronteras. 16
• Por los incisos 18 y 19 debe promover la industria, la inmigración, la construcción de ferrocarriles y canales
navegables, la exploración de ríos interiores, garantizar el progreso económico con justicia social, generar empleo,
formar profesionales, garantizar la educación y la investigación científica, proveer el crecimiento de la nación, promover
los valores democráticos y garantizar los principios de igualdad de oportunidades, a través de las leyes que sanciona.
• Tiene una importante decisión de la dirección que toma el país en lo referente a la capacidad de aprobar o
desechar tratados concluidos con las demás naciones y con las organizaciones internacionales y los concordatos de la
santa sede. Les otorga jerarquía superior a las leyes y determina la adhesión del estado a esas normas. Además, puede
aprobar tratados de integración que deleguen competencia y jurisdicción a organizaciones supraestatales en condición
de reciprocidad e igualdad, y que respeten el orden democrático y los derechos humanos. 22 y 24
• Puede autorizar al presidente a declarar la guerra o hacer la paz. 25, fija las fuerzas armadas en tiempo de paz
y de guerra 27, y puede permitir la introducción de tropas extranjeras al territorio o la salida de las nuestras fuera de él.
28
• Está facultado para declarar el estado de sitio por conmoción interior o aprobar solo con el senado, en caso de
ataque exterior.
• Dispone la intervención federal a una provincia en caso que se vea afectado el orden o la seguridad de la
constitución y las autoridades. En cuanto a su participación en la formación de otros órganos de gobierno, se enumeran
diferentes funciones:
• En el art 75, inc 20, determina como facultad del congreso, establecer tribunales inferiores a la Corte suprema
de Justicia; crear y suprimir empleos, fijar sus contribuciones, dar pensiones, decretar honores y conceder amnistías
generales.
• Por el inc 21, tiene la facultad de admitir o desechar los motivos de dimisión del presidente o vice de la
Republica, y declarar el caso de proceder a nueva elección. Además en caso de acefalia doble, es el congreso quien
determina quien continúa en el cargo.
• Nombra los magistrados de la Corte Suprema junto con el presidente. 99 inc 4
• Nombra y remueve a los embajadores, ministros plenipotenciarios encargados de negocios junto con el
presidente.
• Provee empleos militares de la Nación, junto con el presidente. 99 inc 13. Además como dijimos es quien fija
las fuerzas Armadas y dicta normas para su funcionamiento y gobierno. 75 inc 27.
• Puede acusar por diputados y juzgar por senadores, al presidente, vice, ministros, jefe de ministros y
presidente de la Corte para quitarlos de sus funciones.
• Puede remover al jefe de ministros.

Función de control sobre el poder ejecutivo


Sobre la actividad administrativa:Su función administrativa se ejerce en varios actos:
• Como ya dijimos, al contraer empréstitos, arreglar el pago de la deuda extrerna, aprobar tratados
internacionales y de integración, etc. Pero ejerce un control en
las funciones administrativas del ejecutivo al dar autorizaciones para declarar la guerra, el estado de sitio y
puede rechazarlos en caso que hayan sido declarados en su receso o si no lo considera conveniente, nombrar a los
jueces, a los embajadores, aprobar la ley de presupuestos hecha por los ministros, etc.
• La mas importante en cuanto a la función administrativa, es que si el congreso considera que no ejercen
correctamente su cargo o cometen delito al hacerlo, puede recurrir al juicio político para destituirlo de sus funciones.
Sobre la actividad financiera: La reforma constitucional ha establecido la iniciativa o preparación por el poder ejecutivo
del proyecto de ley presupuestaria y el art 100 dice que le corresponde al jefe de gabinete enviar al congreso el
proyecto de ley, con previo tratamiento con el gabinete y aprobado por el presidente.
En inciso 8 del art 75 dice “corresponde al congreso fijar anualmente confirma a las pautas establecidas en el
tercer párrafo del inciso 2 de este articulo (la distribución entre la nación, las provincias y la ciudad de Bs As, se
efectuara en relación directa con las competencias, servicios y funciones que cada una de ellas contemple), el
presupuesto general de gastos y cálculo de recursos de la administración nacional, en base al programa general de
gobierno y al plan de inversiones públicas y aprobar o desechar la cuenta de inversión.” Esta ley de presupuesto es anual
y al no ser fiscal, no ha de crear, modificar, ni suprimir tributos.
El congreso por lo tanto está facultado para admitir o no el proyecto enviado por el jefe de gabinete y
sancionarlo a través de una ley, para darle vigencia y efectividad.
En lo referente a la cuenta de inversión, como vemos en el inc 8 se le otorga al congreso la facultad de aprobar o
desechar esta. La constitución le otorga aso un papel importante de control del presupuesto ejecutado. Esta función no
se ejerce mediante la sanción de una ley. Es a través del artículo 85 que hace referencia a la Auditoria general de la
nación, como organismo de asistencia técnica del congreso, con autonomía funcional, tendrá a su cargo el control de la
actividad de la administración pública. Intervendrá necesariamente en el trámite de aprobación o rechazo de las cuentas
de percepción e inversión de los fondos públicos.
Dice Bidart Campos que el examen y aprobación de la cuenta de inversión es una función que en la constitución
materia no se ejerce con eficacia.
Sobre la burocracia:El congreso de la nación toma diferentes funciones frente a sus funcionarios:
• Frente a él, debe tomar juramento el presidente, el vicepresidente. Art 92.
• Fija por la ley de presupuestos, el sueldo del presidente y del jefe de ministros.
• determina por ley el número de ministerios art 100 • Hace venir al jefe de gabinete al menos una vez al mes, y
puede pedirle los informes que considere necesarios.
• Puede aceptar o desechar los motivos de dimisión del presidente o vicepresidente de la República. 75 inc 20
- Puede Determinar quién asume la presidencia en caso de doble
acefalía. Función de control sobre el Poder Ejecutivo:
Teóricamente el Poder Legislativo debería ser el "gran controlador". Así, disciplina al poder constituyente
mediante su poder de convocatoria, y al poder electoral, según apuntamos ya, mediante la sanción del código respectivo
y la legislación reguladora de la representación política, además de ser juez de las elecciones, derechos y títulos de los
legisladores (art. 64, Const. nacional). Sólo el Poder Ejecutivo está habilitado para ejercer subfunciones electivas, por
ejemplo, cuando proclama a los candidatos electos, o determina quién se hace cargo de la presidencia cuando hay doble
acefalía (art. 88). También asume las subfunciones cognoscitivas y de inspección al formular, verbigracia, interpelaciones
a los ministros (art. 101), o nombrar comisiones investigadoras. Vigila igualmente a la administración a cargo del
presidente mediante la Auditoría General de la Nación (art. 85), o el defensor del pueblo (art. 86). La subfunción
integrativa del Congreso aparece -entre otros casos- al dar "autorizaciones" al Poder Ejecutivo para declarar la guerra
(art. 75, inc. 25), o aprobar tratados internacionales (art. 75, inc. 22). La subfunción reguladora, también a título de
muestra, al determinar por ley el número de ministerios (art. 100) o fijar el sueldo del presidente (art. 92). En cuanto el
Poder Judicial, el Congreso influye en él, verbigracia, al prestar el Senado acuerdo para la designación de todos los jueces
federales (art. 99, inc. 4) (subfunción electiva). Y determinar el número de jueces de la Corte Suprema y de los tribunales
inferiores, y su presupuesto (subfunción reguladora). En las actuaciones "Soria" (LL, 1997-D-264), la Corte Suprema
recibió una nota de la Comisión Bicameral especial de seguimiento de los atentados a la Embajada de Israel y al edificio
de la AMIA conociendo en la primera de esas causas la Corte en virtud de su competencia originaria y exclusiva (art. 117,
Const. nacional). El alto tribunal entendió que la Comisión Bicameral solamente podía actuar en el expediente judicial a
título de aportadora de pruebas, tesis que proyectada a otras causas tribunalicias impide a los cuerpos legislativos
intervenir en los procesos judiciales penales, salvo para el referido aporte de pruebas, pues de lo contrario interferiría en
el ámbito del Poder Judicial.
Punto 6: Función jurisdiccional: El juicio político. Funcionarios que pueden ser sometidos.
Procedimiento. Finalidad. Efectos del fallo.
Juicio político:El instrumento más significativo de control del Congreso sobre los poderes Ejecutivo y Judicial es
el juicio público, vulgarmente llamado juicio político, instrumentado por los arts. 53, 59 y 60 de la Const. Nacional. Es el
procedimiento de destitución previsto para que los funcionarios pasibles de él no continúen en el desempeño de sus
cargos. Se lo denomina juicio político porque no es un juicio penal que persiga castigar, sino separar del cargo.
Ambas cámaras del congreso se encargan del proceso de juicio político, pero cada una con funciones privativas y
alcances distintos. Las reglas constitucionales disponen al respecto: "Sólo ella [la Cámara de Diputados] ejerce el
derecho de acusar ante el Senado al presidente, vicepresidente, al jefe de Gabinete de Ministros, a los ministros y a los
miembros de la Corte Suprema, en las causas de responsabilidad que se intenten contra ellos, por mal desempeño o por
delito en el ejercicio de sus funciones; o por crímenes comunes, después de haber conocido de ellos y declarado haber
lugar a la formación de causa por la mayoría de dos terceras partes de sus miembros presentes" (art. 53). "Al Senado
corresponde juzgar en juicio público a los acusados por la Cámara de Diputados, debiendo sus miembros prestar
juramento para este acto. Cuando el acusado sea el presidente de la Nación, el Senado será presidido por el presidente
de la Corte Suprema. Ninguno será declarado culpable sino a mayoría de los dos tercios de los miembros presentes" (art.
59). "Su fallo no tendrá más efecto que destituir al acusado, y aun declararle incapaz de ocupar ningún empleo de honor,
de confianza o a sueldo en la Nación. Pero la parte condenada quedará, no obstante, sujeta a acusación, juicio y castigo
conforme a las leyes ante los tribunales ordinarios" (art. 60). Para que el senado pueda destituir es necesario que el
acusado este en ejercicio de su función; si renuncia, y la renuncia es aceptada, el juicio político concluye por falta de
objeto. Aquí la parte condenada queda sujeta a juicio y castigo por los tribunales ordinarios.
Además, según Sagüés, el juicio político está contemplado en los reglamentos de ambas cámaras. Nada
impediría, a tenor del art. 75, inc. 32, de la Const. Nacional, que se dicte una ley reglamentaria sobre el particular.
Se discute si el juicio político tiene carácter de proceso jurisdiccional o exclusivamente político. Es un
mecanismo de saneamiento institucional, destinado a desplazar a magistrados y funcionarios no idóneos para
desempeñar un cargo, de ahí su matiz político (Tocqueville, Brossard y Tucker). Pero también puede conllevar sanciones
de carácter penal, como la inhabilitación para ocupar aquel cargo en el futuro. Por eso, su naturaleza es mixta: político-
judicial (Lessa, Guimaraes y Natal, citado por Brossard). Prueba de esa doble condición es que los miembros del Senado,
cuando actúan en el juicio político, deben prestar juramento de "administrar justicia con imparcialidad y rectitud,
conforme a la Constitución y leyes de la Nación", y dictan fallo "constituido en tribunal", según el reglamento respectivo
(arts. 1°, 2° y 16).
- Sujetos comprendidos: Según el texto constitucional, los sujetos afectados por el juicio político son el
presidente de la República, el vicepresidente, el jefe de Gabinete de Ministros, y los ministros y los magistrados de la
Corte Suprema. La redacción original de la Constitución de 1853 comprendía también a los gobernadores de provincia y
a los senadores y diputados nacionales. Hasta la reforma de 1860 eran también susceptibles de juicio político los
miembros de ambas cámaras y loa gobernadores de las provincias. La reforma constitucional de 1994 incluyó entre los
sujetos enjuiciables al jefe de Gabinete de Ministros, pero excluyó a los jueces inferiores a la Corte Suprema, para los
cuales creó un Jurado de Enjuiciamiento (art. 115), medida recomendable, ya que procura erigir un organismo más
operativo e imparcial para tales magistrados. Se discute si por ley es posible incorporar al número de sujetos
comprendidos por el juicio político, a otros no mencionados en la Constitución. Bidart Campos niega esta posibilidad,
solo admite los establecidos en el art 53. En "Molinas", la Corte Suprema ha reputado inconstitucional la extensión a que
hacemos referencia (LL, 1992-A-337), posición que compartimos con Bidart Campos. No obstante, la ley 24.946 declaró
comprendidos en el juicio político al procurador general y al defensor general de la Nación (art. 18). También es
polémico determinar si puede ser sometido al juicio político quien ha cesado en sus funciones. Pueden presentarse tres
alternativas al respecto: a) petición de juicio político a quien ya dejó el cargo; b) continuación del trámite del juicio
político a quien cesó en su puesto después de la presentación del petitorio, pero antes de la acusación de la Cámara de
Diputados, y c) prosecución del procedimiento si el cese se operó después de la acusación de los diputados, pero antes
de la sentencia del Senado. En la Argentina, los antecedentes son contrapuestos. Actualmente, la Cámara de Diputados
de la Nación no acusa si el denunciado ha cesado en su cargo (como en los casos "Zito Soria" y "González Moreno").
Aunque el punto es harto discutible, cabe concluir que, si el propósito primario del juicio político es la remoción del
acusado, habiendo cesado éste en sus funciones, queda satisfecho tal objetivo.
- Causales de juicio político: La Constitución enuncia en su art. 45 tres motivos de remoción. Por vía de ley o de
jurisprudencia no sería válido añadir otras.
a) Mal desempeño. Es un concepto elástico, equivalente a un tipo penal abierto. Comprende actos dolosos o
culposos, e incluso hechos no imputables al enjuiciamiento (como su mala salud), que evidencien incapacidad para
ejercer el cargo. El mal desempeño puede aludir a incompetencia técnica o a falta de cualidades éticas para ocupar la
magistratura en cuestión. El art. 110 de la Const. Nacional, con referencia a los jueces, indica que "conservarán sus
empleos mientras dure su buena conducta". La no buena conducta es un caso de mal desempeño, a los fines del art. 53
de la Const. Nacional. En "Nicosia", la Corte Suprema, con tino, observó que la figura del "mal desempeño" no requiere
que los hechos del caso impliquen delito.
El jefe de gabinete también está sometido a remoción a cargo del congreso establecido en el art 100, además de
su posible enjuiciamiento político. Para que esta se lleve adelante, basta con que las cámaras consideren que no ha
actuado con la debida responsabilidad política. Se considera esta causa distinta de las causas requeridas por el art 53
para juicio político.
Bidart Campos considera que el mal desempeño puede no ser doloso ni culposo y provenir de casas ajenas a la
voluntad del funcionario, como perder la razón, etc.
b) Delitos en el ejercicio de sus funciones. En tal hipótesis, el inculpado ha cometido un delito específico a raíz
de su desempeño en el cargo (incumplimiento en los deberes de funcionario público, privación ilegítima de la libertad,
abuso de autoridad, etcétera). Si con posterioridad a su destitución, mediante el juicio político, el funcionario o
magistrado removido es sobreseído (suspensión del proceso por falta de causas) o absuelto en sede penal, esa decisión
judicial no provoca su reasunción al cargo (CFed BBlanca, "Castillo, R. C.", LL, 7-666).
c) Crímenes comunes. Al momento de dictarse la Constitución, la doctrina penal distinguía entre crímenes y
delitos, reputando a los primeros como una especie particular de los segundos (es decir, los más graves). Por tanto,
basta haber cometido un delito en el ejercicio de la función, para viabilizar el juicio político; pero si se trata de un ilícito
común, ajeno al cargo, deberá tratarse de un crimen.
El juicio debe ser público y debe garantizar, al ser una función jurisdiccional, las garantías de defensa y del
debido proceso. Si el periodo de sesiones concluye antes de la terminación del juicio, el senado debe continuar sus
funciones de tribunal, sin interrupciones. Durante el proceso de juicio político el funcionario continúa en plenas
funciones, no se prevé la suspensión.
- Trámite: Comprende dos etapas, una en la Cámara de Diputados, y otra en el Senado.
El pedido de juicio político, según la experiencia local, puede plantearlo cualquier ciudadano. La solicitud se gira
a una comisión de juicio político -según establece el reglamento de la Cámara-, la que habitualmente escucha al
denunciado. La decisión de la sala de promover el juicio político se adopta, cualquiera que sea el motivo, por los dos
tercios de los miembros presentes en el momento de la votación. De aprobarse así la acusación, se designa una comisión
que la llevara al Senado. Según se apuntó, la Constitución dispone que sea presidido por el presidente de la Corte
Suprema, cuando el acusado es el presidente de la Nación (se obvia la abstención del vicepresidente de la República, al
mismo tiempo presidente del Senado; porque sería éste quien sucedería al presidente en la primera magistratura). En
cualquier hipótesis, los senadores deben prestar Juramento (que según el art. l° del reglamento especial de la sala lo es
para "administrar justicia con imparcialidad y rectitud conforme a la Constitución y a las leyes de la Nación"). La
declaración de culpabilidad demanda los dos tercios de los votos de los senadores presentes. El reglamento del Senado
prevé una comisión de juicio político que, entre otras tareas, debe dictaminar sobre las causas de responsabilidad de los
acusados (art. 99), la Corte Suprema explicitó que el principio del debido proceso rige también en el juicio político, e
incluye el derecho, para el sujeto involucrado, de hacer valer sus medios de defensa y producir prueba. Se trata de un
proceso, agrego, donde también hay acusación, alegatos y está orientado a administrar justicia. Sin embargo, el alto
tribunal aclaró que, por no tratarse el juicio político de un proceso penal, el rigor de las formas procesales no puede
exigirse en el primero con igual intensidad que en el segundo. Añadió que la Comisión de Juicio Político de la Cámara de
Diputados no está obligada a aceptar toda la prueba que ofrezca la defensa, sino solamente la que estime adecuada, y
que, si el removido se queja por la no realización de alguna probanza, debe demostrar qué incidencia esa prueba
faltante tendría en la suerte de lo decidido. También entendió que las recusaciones contra los legisladores deben ser
restrictivas, ya que no hay mecanismos de subrogancia o reemplazo de los diputados y senadores recusados, y que las
materias reservadas al parlamento en materia de juicio político no son revisables por los jueces. En el mismo orden de
ideas, el veredicto advirtió que un juez no podía ser destituido por el contenido de sus sentencias, pero que la
configuración de la causal del mal desempeño detectada por el Senado en un fallo era irrevisable judicialmente.
Concluyó que, si la acusación y la destitución se produjeron con las mayorías calificadas exigidas por la Constitución,
desconocer esa voluntad implicaría ignorar la voluntad popular expresada por sus representantes, con menoscabo para
las instituciones democráticas.
Cuando la cámara de diputados ejerce su función de acusar, y se rechaza la acusación, no se puede
posteriormente reiniciar otro procedimiento acusatorio por los mismos hechos. Lo mismo sucede si una vez aprobada la
acusación en diputados, el senado no destituye.
- Suspensión del acusado: La Constitución no habla de la eventual suspensión del sujeto pasivo del juicio político,
durante el trámite de éste. La práctica es diversa: hay muchos casos en que el Senado así lo ha hecho, respecto de
jueces. Entendemos que la Constitución no permite tan importante decisión, pero si se la entiende vigente como regla
de derecho consuetudinario constitucional, permitiría también suspender, por ejemplo, al presidente de la Nación, si
fuese involucrado en un proceso similar. El reglamento especial del Senado establece que, finalizado el trámite del
traslado de la acusación y de su contestación, la Cámara podrá suspender preventivamente al acusado, sin pago de sus
retribuciones (art. 4° in fine). En "Moliné O'Connor", la Corte Suprema convalidó la atribución senatorial de suspender a
los acusados, de modo discrecional, fundándose en los antecedentes habidos en el tema, las facultades reglamentarias
del cuerpo y en el desempeño por aquella Cámara de poderes implícitos, habiéndose adoptado la suspensión por los
dos tercios de votos (lA, 2004-1I1-548).
- Enjuiciamiento penal de los sujetos amparados por el juicio político: El art. 60 in fine de la Const. Nacional
prescribe que la parte condenada, mediante el juicio político, "quedará, no obstante, sujeta a acusación, juicio y castigo
conforme a las leyes ante los tribunales ordinarios". Esto significa claramente que antes de la destitución por juicio
político, es imposible someter a proceso penal ordinario. Primero hay que separar a la persona de su cargo mediante el
juicio político que actúa como un “ante-juicio”, diría Bidart Campos del proceso penal.
Actualmente, la ley 25.320 (art. 1°) adoptó para los sujetos sometidos al juicio político un régimen de inmunidad
en materia de sometimiento a proceso penal similar al establecido para los legisladores, en el sentido de que se pueden
iniciar tales actuaciones y ser llamados a declaración indagatoria, pero que, si el convocado se niega a hacerlo, el juez en
lo criminal deberá solicitar previamente su juicio político. Tampoco puede arrestarlo sin que sea anteriormente
separado de su cargo, por igual trámite. El afectado está autorizado a presentarse al tribunal a fin de aclarar los hechos y
ofrecer pruebas. Salvo aquellas restricciones, el proceso penal debe seguir en todo lo posible.
- Operatividad: En la práctica nacional, nunca un presidente, vicepresidente o ministro fue siquiera acusado por
la Cámara de Diputados mediante el juicio político. Con respecto a los jueces, entre 1862 y 1976 se produjeron cuarenta
y ocho casos de juicio político: en treinta y siete, la Cámara de Diputados no hizo lugar a la acusación; dos quedaron sin
pronunciamiento del Senado; dos concluyeron con absolución y hubo siete condenas por la Cámara alta. El caso más
célebre fue en 1947, cuando resultaron destituidos tres miembros de la Corte Suprema y el procurador general, por una
condena senatorial, duramente criticada por alta dosis de partidismo. Es evidente la inoperatividad y, en general,
dudosa legitimidad de este mecanismo que, por lo común, ha sido más juicio partidista que político.
Punto 7: Las atribuciones del Congreso: a) Poderes explícitos: legislación general; impositivos;
económicos; financieros; relaciones exteriores; administrativos; militares y de guerra; organizativos;
defensivos de la Constitución Nacional. La cláusula de prosperidad, y su actualización en la reforma de 1994.
b) Poderes implícitos: facultades residuales. Análisis del art. 75, inc. 32.
Poderes implícitos:El art. 75, inc. 32, de la Const. Nacional establece (después de enumerar las competencias del
Congreso) que le corresponde: "Hacer todas las leyes y reglamentos que sean convenientes para poner en ejercicio los
poderes antecedentes, y todos los otros concedidos por la presente Constitución al Gobierno de la Nación Argentina".
En concreto, este inciso habilita al Congreso para programar los medios e instrumentos convenientes para efectivizar las
atribuciones enumeradas en los treinta y un incisos anteriores del art. 75. Las facultades implícitas cuando habla de
“leyes y reglamentos” suponen facultad para legislar. La Corte Suprema ha advertido que esa actividad debe ejercerse
respetando las demás cláusulas de la Constitución ("Jefatura de Policía de Concordia" Fallos 139:259) y que, en
definitiva, no "crea" atribuciones de fondo, sino operativas: la de elegir las vías y medios para cumplir con aquéllas
("Suárez", Fallos, 121:205).
Bidart Campos sugiere que además de la facultad para legislar implícita, existe como poderes implícitos, la
facultad del congreso para cumplir con otras actividades en virtud de toda la masa de competencias asignadas al
congreso.
En nuestro régimen, es indispensable reconocer los poderes implícitos para poner en ejercicio los poderes
antecedentes del congreso y todos los otros concedidos por la constitución al gobierno federal. La constitución no
otorga al congreso una competencia que pueda lesionar la división de poderes ni intervenir en el área propia de
competencia o reserva de los otros.
UNIDAD 8: FUNCIÓN EJECUTIVA.
El poder ejecutivo es aquel órgano del Estado que ejerce, como poder constituido, la dirección política de este, y
es el encargado de su administración. Ostenta principalmente el ejercicio de las funciones administrativas y tiene a su
cargo la conducción de la política gubernativa. Es el órgano que ejerce el liderazgo político y tiene a su cargo la
aplicación de sus propias decisiones y las que derivan de otros órganos de poder. Es unipersonal, el art. 87 de la CN lo
identifica con “el presidente de la Nación Argentina”.
El régimen presidencialista argentino. Nuestra constitución de 1853 adoptó el sistema presidencialista
siguiendo el modelo de EEUU, además de los propios antecedentes históricos nacionales que reclamaban un poder
ejecutivo fuerte y concentrado. En este sistema, la elección del titular del poder ejecutivo emana directa o
indirectamente del pueblo. Funcionalmente, resume en su titular denominado presidente las máximas jefaturas de
Estado y de Gobierno. En el régimen hay separación de poderes, cada órgano ejerce su competencia pero a la vez los
mismos llevan a cabo en su esfera algunos autos propios de la naturaleza de otros órganos.
Elección del presidente y vice, sistema electoral. Condiciones de elegibilidad. El art. 89 dispone que para ser
elegido presidente o vice se requiere haber nacido en territorio argentino, o ser nacional por opción, y las demás
calidades exigidas para ser senador (30 años, haber sido ciudadano de la nación por 6 años, renta anual de dos mil pesos
fuertes). No pueden ser presidente, en consecuencia, los extranjeros, ni tampoco los argentinos naturalizados. El poder
ejecutivo se elige a través de elecciones populares.
El requisito de la renta en la época de la constitución tiene un significado vinculado a la idoneidad derivada de la
educación y la cultura, que se recluía entre aquellos que podían pagarla.
Duración en el cargo y reelección. El art. 90 establece que el presidente y vice duran en sus funciones por un
término de 4 años y podrán ser reelegidos o sucederse recíprocamente por un solo período consecutivo (o con intervalo
de un período), sin posibilidad alguna de prórroga o reducción del mismo.
Los arts 94 a 98 regulan el sistema de designación: serán elegidos directamente por el pueblo, en doble vuelta, dentro
de los 2 meses anteriores a la conclusión del mandato del presidente en ejercicio; si la fórmula más votada obtiene más
del 45% de los votos afirmativos válidamente emitidos o el 40% con una diferencia mayor de 10 puntos con respecto a la
fórmula que le sigue, sus integrantes se proclaman jefes de Estado.
Acefalía. Se utiliza frecuentemente en la doctrina y en la legislación para referirse a la vacancia del titular del
poder ejecutivo. Aparece regulada en el art. 88 de la CN, que dispone “en caso de enfermedad, ausencia de la capital,
muerte, renuncia o destitución del presidente, el poder ejecutivo será ejercido por el vicepresidente de la nación. En
caso de destitución, muerte, dimisión o inhabilidad de los dos, el Congreso determinará qué funcionario público ha de
desempeñar la Presidencia hasta que haya cesado la causa de la inhabilidad o un nuevo presidente sea electo.”.
En caso de ausencia (permanente o transitoria) de ambos, el congreso determinará quién suplirá la vacancia. La ley
20972 establece que serán: el presidente provisorio del senado; el presidente de la cámara de diputados; el presidente
de la CSJ; el cual se convierte en presidente hasta terminar el mandato.

Jefe de gabinete. Esta institución fue incorporada a nuestra ley suprema con motivo de la reforma del 94. El jefe
de gabinete de ministros es uno de los ministros del poder ejecutivo. La relación que mantiene con el presidente es
jerárquica, más allá de las funciones de coordinación y cooperación. Tiene a su cargo la administración del país, aunque
en la práctica se limita a coordinar los ministros.
Nombramiento y remoción. El jefe de gabinete, según el art. 99 inc. 7, es nombrado por el poder ejecutivo sin
participación legislativa alguna. En cuanto al procedimiento de remoción, la constitución prevé 3 alternativas: la
destitución por juicio político, la remoción por parte del presidente de la república y la remoción por moción de censura
del Congreso.
Incompatibilidades. No puede desempeñar la función de otro ministro (art 100), ni ser senador o diputado.
Refrendo. Mecanismo en virtud del cual la responsabilidad política del jefe del Estado por sus actos se traslada y
es asumida por otra persona, generalmente un ministro o el jefe del gobierno, y en algún caso por el presidente de la
asamblea legislativa. En los sistemas presidenciales, el refrendo es una mera formalidad administrativa debido a la
efectiva asunción de poderes por el jefe del Estado y a su correlativa responsabilidad por el ejercicio de los mismos.
Informes mensuales al Congreso. El jefe de gabinete de ministros tiene la obligación de concurrir al Congreso al
menos una vez al mes, alternativamente a cada una de sus cámaras, para informar de la marcha del gobierno. Debe
también producir los informes y explicaciones verbales o escritos que cualquiera de las cámaras solicite al poder
ejecutivo.
Atribuciones. Tiene atribuciones: 1) administrativas y reglamentarias (bajo las directivas y supervisión del poder
ejecutivo, debe despedir los actos y reglamentos que sean necesarios para ejercer las facultades a él atribuidas), 2)
nombramientos de los empleados de la administración, excepto los que corresponden al presidente, 3) económico-
financieras: tiene la facultad de hacer recaudar las rentas de la nación y ejecutar la Ley de Presupuesto Nacional, 4)
colegislativas: facultad de enviar al congreso los proyectos de ley de ministerios, y de presupuesto nacional,
5) refrendos especiales: refrendar y legalizar los actos del presidente para que estos tengan eficacia, y 6) dirección y
coordinación del gabinete: convocar, preparar y coordinar las reuniones de Gabinetes de Ministros, persiguiendolas en
caso de ausencia del presidente.

Los Ministros. Son institucionalmente los colaboradores más directos del presidente de la república y están a
cargo de un área específica de gobierno, bajo la jefatura de aquel. No comparten la jefatura del presidente, sino que se
desempeñan en su ámbito y bajo su dependencia. El número y competencia son determinados por ley.
Designación.Son designados directamente por el presidente de la república.
Remoción. Puede ser consecuencia de una decisión del presidente o de la destitución resuelta por el Congreso,
mediante juicio político.
Incompatibilidades. Los ministros no pueden ser senadores ni diputados sin hacer dimisión de sus empleos.
Funciones. 1) están a cargo del despacho de los negocios de la nación, 2) refrendan y legalizan los actos del
presidente por medio de sus firmas, sin cuyo requisito carecen de eficacia, 3) pueden adoptar resoluciones en lo
concerniente al régimen económico y administrativo de sus respectivos departamentos, 4) pueden concurrir a las
sesiones del Congreso y tomar parte en sus debates, pero no votar.
acuerdo de ministros.
Responsabilidades. El art. 102 de la CN dispone: “cada ministro es responsable de los actos que legaliza, y
solidariamente de los que acuerda con sus colegas”. El art 104 establece que luego de que el Congreso abra sus
sesiones, deberán los ministros del despacho presentarle una memoria detallada del estado de la nación, en lo relativo a
los negocios de sus respectivos departamentos. Además, están obligados a concurrir a las cámaras legislativas cuando
son requeridos por éstas para dar explicaciones e informes.

ATRIBUCIONES DEL PODER EJECUTIVO.


1. Jefaturas:
Jefe de Estado. El inc. 1 del art. 99 dispone que el presidente de la república “es jefe supremo de la Nación”. Si
bien la ley fundamental se refiere a la jefatura de la nación, en realidad corresponde considerar qué lo es con relación a
la comunidad política, o sea, como jefatura del estado, o de la república.
La jefatura del estado implica la potestad de representar a éste, externa e internamente, como unidad indisoluble. Es
ésta una jefatura exclusiva del Poder Ejecutivo.
Jefe de gobierno. En nuestro sistema institucional, en la jefatura de gobierno resalta el carácter unipersonal del
poder ejecutivo, indicando que en el ámbito de ese poder del Estado su autoridad está por encima de la de cualquier
otro órgano u autoridad. Significa que es la cabeza de la administración y su responsable político, aunque el “ejercicio”
esté derivado al jefe de gabinete.
La referencia a esta jefatura fue incorporada por la reforma de 1994.
Responsable político de la Administración General del país. La Administración Pública es el conjunto de
organismos estatales que realizan las funciones administrativas del Estado argentino. En general abarca a los distintos
entes y dependencias que integran el Poder Ejecutivo Nacional (PEN), y los poderes ejecutivos provinciales y de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, así como las administraciones municipales.
El concepto de "administración pública" es impreciso y suele ser usado con diversos alcances. En este artículo está
utilizado como especie del concepto más amplio de Estado. La Administración Pública no incluye el Poder Legislativo ni
el Poder Judicial. Tampoco abarca las empresas estatales ni entes privados que prestan servicios públicos. Incluye en
cambio a las entidades públicas descentralizadas y las especializadas, como los centros de enseñanza, hospitales y
museos. En principio, las Fuerzas Armadas integran la Administración Pública, aunque poseen un régimen especial.
Con la creación de la Jefatura del Gabinete de Ministros, se le atribuyó a la misma la facultad de ejercer la
administración general del país.
El presidente sigue desempeñando la jefatura de la administración pública, pero en ella han sido diferenciados
dos aspectos: la titularidad, que sigue a cargo del presidente de la República, y su ejercicio, qué es derivado, por la
reforma, al jefe de gabinete de Ministros.
Comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. La Constitución Nacional dispone que el presidente es
comandante en jefe de todas las fuerzas armadas de la Nación.
El término “comandante” se refiere a quien ejerce el mando superior de la fuerza militar, dispone de ellas y corre con su
organización y distribución según las necesidades de la nación.
El presidente puede ejercer directamente esta potestad, o puede hacerlo por delegación, como por lo general ocurre.

Facultades legislativas. El poder ejecutivo tiene reconocidas en la C.N. importantes atribuciones legislativas, que
básicamente son las siguientes: presenta proyectos de ley ante las cámaras, promulga leyes y las hace publicar, ejerce el
derecho de veto respecto de los proyectos de leyes que sancione el Congreso, y puede promulgarlas parcialmente, en
este último caso, cumpliendo las condiciones establecidas, dicta decretos de necesidad y urgencia, realiza la apertura de
las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación y prorroga las sesiones ordinarias del Congreso y lo convoca a sesiones
extraordinarias.
Actividad reglamentaria. La C.N. no reserva al presidente de la nación la potestad reglamentaria de modo
exclusivo, también los restantes poderes del Estado pueden ejercer atribuciones de esta naturaleza.
Los reglamentos son normas jurídicas emanadas de los poderes públicos del Estado, en ejercicio de atribuciones propias
del órgano emisor, que no requieren, en su elaboración, la aplicación del procedimiento de formación y sanción de las
leyes.
Reglamentos autónomos. Los reglamentos autónomos implican el ejercicio de facultades propias del órgano
ejecutivo, integran su zona de reserva y no suplen la inacción del poder legislativo. Son típicos reglamentos autónomos
los que organizan la Administración pública, regulan el recurso jerárquico, etc.
Reglamentos delegados. Son los que emite el poder ejecutivo en virtud de una autorización previa del poder
legislativo, conferida en la ley. No se trata de facultades legislativas del órgano ejecutivo, sino del ejercicio de facultades
legislativas qué hallan su fundamento en un acto expreso del órgano delegante.
Se distinguen dos clases de delegación de facultades: la propia, que tiene lugar cuando el órgano legislativo se
desprende de la atribución que tiene y la transfiere a otro poder, y la impropia, que es aquella en la cual el órgano
legislativo, sin haberse desprendido de sus competencias, le transfiere al poder ejecutivo, total o parcialmente, el
ejercicio de ellas, dejando a su cargo establecer los pormenores y detalles que resulten necesarios para la aplicación de
la ley.
Prohibición expresa. Delegación legislativa. Art. 76 C.N. El art. 76 de la Constitución Nacional, fruto de la
reforma de 1994, dispone: “Se prohíbe la delegación legislativa en el poder ejecutivo, salvo en materias determinadas
de administración o de emergencia pública, con plazo fijado para su ejercicio y dentro de las bases de la delegación que
el Congreso establezca”.
Decretos de necesidad y urgencia. Con esta denominación se conoce a las normas jurídicas que dicta el poder
ejecutivo asumiendo facultades que le corresponden a poder legislativo, y que le son transitoriamente arrebatadas a
este, para conjurar situaciones de emergencia. Estas medidas de excepción están sometidas, por lo general, a la
condición de una posterior revisión legislativa.
El fundamento de estos reglamentos lo configura una situación fáctica de emergencia, que le crea al órgano ejecutivo la
necesidad impostergable de legislar. Solamente se admite cuando situaciones excepcionales hicieran imposible seguir
los trámites ordinarios dispuestos por la CN, y no se trate de normas de materia penal, tributaria, electoral o de régimen
de partidos políticos.
El procedimiento a aplicar en los casos de decreto de necesidad y urgencia está contemplado en el párrafo final del inc.
3 del art. 99, que establece: “el jefe de gabinete de ministros personalmente y dentro de los diez días someterá la
medida a consideración de la comisión bicameral permanente, cuya composición deberá respetar la proporción de las
representaciones políticas de cada cámara. Esta comisión elevará su despacho en un plazo de diez días al plenario de
cada cámara para su expreso tratamiento, el que de inmediato considerarán las cámaras”.
Judiciales. El art 99 inc 5 atribuye al presidente la facultad del indulto (perdón absoluto de una pena) y
conmutación (reducción de la pena) por delitos sujetos a la jurisdicción federal, previo informe del tribunal, excepto en
caso de juicio político.

UNIDAD 9: FUNCIÓN JUDICIAL.


Punto 1: La función jurisdiccional. Jurisdicción y Competencia. Justicia federal y local (doble orden
judicial). Juicio por jurados.
La Secc. II, de la Parte 2a, de la Const. Nacional se titula: "Del Poder Judicial", y está compuesta de dos capítulos:
"De su naturaleza y duración" y "Atribuciones del Poder Judicial". La Constitución, dentro de la estructura del Estado, le
otorga la función para asumir la función judicial. El poder es político, porque puede declarar la inconstitucionalidad de
las leyes, actos y normas, y así controlar a los otros dos poderes del Estado y evitar que excedan el ámbito de
competencia que les otorga la CN. De todos modos, en el esquema argentino es bien claro que el Poder Judicial es el
políticamente más débil de los tres programados por la Constitución. Hamilton, en El Federalista, recuerda que no tiene
ni las armas ni el tesoro: "No posee fuerza ni voluntad, sino únicamente discernimiento, y ha de apoyarse en definitiva
en la ayuda del brazo ejecutivo hasta para que tengan eficacia sus fallos". El peso político del Poder Judicial reside en el
respeto que le tengan los demás poderes del Estado y en el prestigio que encuentre en una comunidad. Ese prestigio es
producto de la justicia, prudencia y, sobre todo, de la imparcialidad de sus decisiones.
El poder judicial se compone de varios órganos, jueces y tribunales de múltiples instancias, más el consejo de la
Magistratura y el jurado de enjuiciamiento, que integran una estructura vertical que se corona en el órgano máximo y
supremo que es cabeza de este poder judicial: la Corte Suprema. Se habla de independencia del poder judicial porque
estos órganos son no políticos, independientes e imparciales de todo partidismo político. Se hablaría de órgano político
porque sus sentencias son actos políticos ya que emanan de órganos del estado. Ciertos mecanismos otorgan garantía
de esta independencia:
- Estos órganos judiciales ejercitan sus funciones de forma permanente, contrario a los tribunales de excepción
como los ad hoc. Se los denomina “jueces naturales”.
- La constitución le otorga para si en forma privativa la función de administrar justicia, prohibiendo así la
aplicación de la justicia privada y que todos los intereses y conflictos se resuelvan por la esfera del poder estatal.
- Se excluye también el ejercicio de la administración de justicia por parte del PE y PL.
- No se admiten las presiones o influencias externas ni las instrucciones acerca del modo de ejercer la función,
ya que solo las leyes imponen obligaciones a los jueces.
- Los jueces cuentan con la estabilidad en su cargo, inamovilidad que solo permite la destitución de acuerdo a un
procedimiento especial, como el enjuiciamiento.
- Por último, el ejercicio de la función judicial apareja incompatibilidades en el ejercicio de cualquier otra
actividad.
Cortes federales:El art. 34 de la Const. Nacional se refiere en términos generales a las cortes federales, como los
órganos del Poder Judicial de la Nación. El art. 108 añade que ese Poder "será ejercido por una Corte Suprema de
Justicia, y por los demás tribunales inferiores que el Congreso estableciere en el territorio de la Nación". Por su parte, el
art. 75, inc. 20, deja en manos del Congreso "establecer tribunales inferiores a la Corte Suprema de Justicia".
En síntesis, la Constitución estructura dos cuerpos tribunalicios: la Corte Suprema de Justicia de la Nación y los
demás tribunales inferiores a ella, a determinar por ley. La expresión cortes federales del art. 34 de la Const. Nacional,
cubre a cualquiera de todos estos entes; pero en la práctica, la expresión cortes federales, en plural, no se usa.
Doble orden judicial:Existen en el país, por un lado una Justicia Nacional que ejerce sus atribuciones en todo el
territorio de la república, con respecto a los asuntos mencionados en el artículo 116 de la Constitución Nacional
(competencia federal), y sin esa limitación en los lugares sometidos a la potestad del gobierno nacional; y por el otro
lado, una Justicia ordinaria y común que ejerce sus funciones a través de los órganos judiciales que cada provincia debe
crear y organizar con prescindencia del gobierno central (artículos 5, 121, 123 de la Constitución Nacional) y cuya
competencia abarca el conocimiento de todos los puntos regidos por el derecho común y local, con las limitaciones
establecidas en el artículo 75 inc. 12 de la Carta Magna Nacional (naturalización, nacionalidad, bancarrotas, falsificación
de moneda corriente y documentos públicos del Estado y las materias que requieran el establecimiento del juicio por
jurados).
Punto 2: Organización del Poder Judicial Federal. Corte Suprema de Justicia de la Nación: creación,
composición, designación y remoción de sus miembros. Presidencia, Funcionamiento: poderes de
reglamentación. Autonomía funcional. Régimen Constitucional y Legal. Los tribunales inferiores. Doble
instancia.
Corte Suprema de Justicia de la Nación: La Constitución se refiere a este organismo en varios artículos: 75, inc.
20, 108, 110 a 113, 116 y 117. Es, pues, un tribunal expresamente creado por la Constitución nacional. Según su propia
jurisprudencia, la condición de suprema significa que sus decisiones son finales, lo que implica ser el tribunal de última
instancia en el país, por lo que ningún otro puede revocarlas ("Hilandería Olmos", Fallos, 307:1709, y "Guarda", Fallos,
307:1601). Es la intérprete final de la Constitución, y supremo custodio de garantías constitucionales ("Pérez de Smith",
Fallos, 297:338). También, por supuesto, es la intérprete final de todo el derecho argentino. En definitiva, es la cabeza
del Poder Judicial federal. La corte es un órgano colegiado y a pesar de tener la titularidad, no se agota en el poder
judicial porque existen otros tribunales inferiores de instancias distintas y otros órganos que no administran justicia,
pero forman parte del poder judicial como el Consejo de la Magistratura. La corte gobierna porque forma parte de la
división tripartita de los poderes del estado con su función específica de administrar justicia.
La CSJN tiene su origen en la constitución de 1853, en la que no participo Buenos Aires y se estableció para la
Confederación, que determina que la administración de la justicia queda en manos de la corte suprema de justicia y los
demás tribunales inferiores establecidos en el territorio de la confederación. No entro en vigencia hasta 1860, con las
modificaciones que produjo el ingreso de bs as a la convención.
Sagüés sostiene que el art. 66 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de
Costa Rica), vigente para la Argentina, que tiene rango constitucional (art. 75, inc. 22, Const. nacional), crea la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, con sede en San José de Costa Rica, cuya sentencia (que puede versar sobre
asuntos concernientes a los derechos mencionados por el Pacto, resueltos por la Corte Suprema) será "definitiva e
inapelable". El fallo de la Corte Interamericana, en resumen, puede dejar sin efecto una sentencia de nuestra Corte
Suprema, con lo cual ésta ha perdido, en la materia de la mencionada Convención, carácter de suprema. La condición de
intérprete final de la Constitución por la Corte Suprema experimenta un fuerte replanteo si el Congreso, al ejercitar el
juicio político contra alguno de los jueces de aquélla, lo acusa, para removerlo, de haber practicado una interpretación
de la ley suprema opuesta a la propia Constitución, configurativa, por ejemplo, de "mal desempeño" como factor de
destitución. En tal hipótesis, el Senado, como juez del juicio político, va a determinar si la interpretación realizada por el
alto tribunal justifica o no la remoción de uno o más de sus jueces, con lo que, indirectamente, se perfila la Cámara alta
como verdadera intérprete suprema de la Constitución (además, lo que resuelva el Senado puede implicar un sugestivo
aviso, en materia de interpretación, para el nuevo juez que cubra la vacante del exonerado). Con el fin de mantener el
principio de división de los poderes y, al mismo tiempo, el de responsabilidad de los gobernantes, bueno sería que no
fuese el parlamento el "juez" del "juicio político" contra jueces de la Corte Suprema. Se da así la paradoja de que el
órgano controlado puede remover al órgano de control de constitucionalidad. Hasta tanto ello cambie, el Senado
solamente podría atacar la interpretación de la Constitución realizada por el alto tribunal, si reputara que éste o alguno
de sus integrantes incurrió allí en delito.
- Número de sus miembros: La Constitución de 1853-60 determinó el número concreto de miembros de la Corte:
nueve jueces y dos fiscales. La reforma de 1860 borró tal disposición y dejó el número en manos del Poder Legislativo. La
ley 27 estableció cinco jueces y un procurador general. La ley 15.271 fijó su cantidad en siete miembros, que fueron
nuevamente reducidos a cinco por la ley 16.895. La ley 23.774 elevó el número a nueve, y el procurador general de la
Nación no forma parte de ella. Esa ampliación, explicable en principio si la Corte se dividía en salas para decidir la
enorme cantidad de causas que atendía, pero se insinúa que tal aumento tuvo fines partidistas y perjudicó la
imparcialidad del tribunal. Finalmente, por ley 26.183 el número volvió a ser de cinco, necesitándose tres votos
coincidentes para emitir una sentencia. La misma norma contempla un régimen transicional de reducción gradual de los
siete jueces que estaban en funciones al sancionarse, y del quórum para decidir. A éstos se los denomina usualmente
ministros. La Constitución los llama "miembros de la Corte Suprema" (art. 53), "magistrados de la Corte Suprema" (art.
99, inc. 4) o "jueces de la Corte Suprema" (art. 110).
- Condiciones de elegibilidad: El art. 111 de la Const. Nacional determina: "Ninguno podrá ser miembro de la
Corte Suprema de Justicia, sin ser abogado de la Nación con ocho años de ejercicio, y tener las calidades requeridas para
ser senador". Se trata de un recaudo de idoneidad el aquí demandado: la tenencia del diploma de abogado "de la
Nación". Esta expresión debe entenderse como egresado de alguna universidad habilitada por la República para expedir
dicho título habilitante, o reconocido por la Nación para desempeñarse como tal en nuestro país, no obstante provenir
el diploma de un centro de estudios extranjero. El acceso a la Corte Suprema exige ocho años de ejercicio.
Sobre los requisitos senatoriales, no todos ellos son en realidad exigibles. El recaudo económico ha sido
derogado por el derecho consuetudinario, ni tampoco el de ser natural de la provincia que lo elije. Si son exigibles la
condición de la edad de 30 años y los 6 años de ciudadanía. Parte de la doctrina (Bidart Campos, Bidegain), siguiendo
jurisprudencia de la Corte Suprema ("Bianchi y Cía.", Fallos, 248:398), explica que por ley no se podrían añadir otros
recaudos para acceder al máximo tribunal, aparte de los contemplados por el citado art. 111. Reiteramos aquí nuestra
opinión en contrario, siempre que la reglamentación sea razonable y de espíritu republicano (p.ej., no estar condenado
por delito doloso, ni inhibido de disponer de sus bienes).
- Conjueces: Para los casos de recusación, excusación, vacancia o licencia de los jueces de la Corte Suprema, el
tribunal se integra mediante sorteo entre los presidentes de las cámaras nacionales de apelación en lo federal de la
ciudad de Buenos Aires, y los de las cámaras federales del resto del país. Si no se integrare de tal modo, se practicará
sorteo entre una lista de conjueces. Éstos, que son diez, resultan designados por el Poder Ejecutivo con acuerdo del
Senado. Deben reunir las condiciones constitucionales para acceder a la Corte, y su nombramiento tiene una duración
de tres años; pero si están actuando en una causa, se prorroga hasta que ella se resuelva (art. 22, ley orgánica del Poder
Judicial de la Nación).
- Designación: La reforma del 94 mantiene el sistema de nombramiento de los miembros de la Corte que
establece el artículo 99 inc 4, quedando como faculta del poder ejecutivo con acuerdo del senado en por dos tercios de
sus miembros presentes el nombramiento de los magistrados de la corte. Establece como condición de nombramiento
una mayoría especial y que se realice por sesión pública convocada al efecto.
- Remoción: Para quitar a los jueces del ejercicio de sus funciones solo existe el mecanismo del juicio político por
causas de mal desempeño o por delito en el de ejercicio de sus atribuciones. Los jueces cuentan con la condición de
inamovilidad, relacionada con este único método permitido para removerlos del cargo, que establece que el juez dura
en sus funciones, lo que dure su buena conducta. En parte establece un cargo puede ser vitalicio en tanto no cometa un
delito o desempeñe inadecuadamente su función.
- Juramento: El art. 112 de la Const. Nacional está dedicado a este acto: "En la primera instalación de la Corte
Suprema, los individuos nombrados prestarán juramento en manos del presidente de la Nación, de desempeñar sus
obligaciones, administrando justicia bien y legalmente, y en conformidad a lo que prescribe la Constitución. En lo
sucesivo lo prestarán ante el presidente de la misma Corte".
- Presidencia y vicepresidencia de la Corte Suprema: El derecho constitucional formal habla del cargo de
presidente de la Corte Suprema (en el art. 112 in fine y en el 59 cuando establece que, en caso de juicio político contra
el presidente, el senado el presidido por el presidente de la corte) pero no aclara quién lo nombra. Es obvio que debe
ser uno de los miembros que fueron nombrados por el presidente y el senado.
El derecho constitucional consuetudinario determinó que hasta 1930 fuese designado por el presidente de la
Nación. En ese año, el presidente de facto (Uriburu) juzgó que tal nominación era competencia de la propia Corte, y ésta
aceptó tal criterio. Dos años después, el presidente Justo pensó que era atribución del Poder Ejecutivo. En 1947, la Corte
Suprema resolvió que su presidencia rotaría entre los jueces, cada tres años, según orden de antigüedad. Según el
reglamento para la justicia nacional (acord. del 17/12/52 y sus modificatorias): "El presidente y los vicepresidentes
primeros y segundos serán elegidos por mayoría absoluta de los ministros del tribunal y durarán tres años en el ejercicio
de sus funciones".
La designación del presidente por la propia Corte es algo natural a todo cuerpo autónomo, como las cámaras del
Congreso eligen a sus autoridades. Es apropiado, entonces, que se haya regulado por el reglamento que la Corte dictó
según el art. 113 de la Const. Nacional, que le otorga la facultad a la corte de dictar su propio reglamento interno y
nombrar sus empleados.
La renuncia como presidente ha de elevarse a la propia corte y debe ser resuelta por ella. La renuncia como
miembro del cuerpo es un trámite diferente y puede hacerlo en simultáneo o solo renunciar a la presidencia.
- División en salas: El art. 23 de la ley orgánica de la justicia nacional (decr. ley 1285/58, según ley 15.271),
dispuso facultar a la Corte Suprema de Justicia dividirse en salas, según el reglamento que al efecto dicte, pero alertó
que "la Corte actuará en tribunal pleno en los asuntos en que tiene competencia originaria y para resolver las cuestiones
de inconstitucionalidad".
Por acord. 44/89, la Corte reputó que su división en salas es inconstitucional, siguiendo a buena parte de la
doctrina, como Bidart Campos sostiene que la división en salas equivaldría a que sus sentencias fueran dictadas por una
sola sala y no por todo el tribunal y que la corte ha sido creada por la constitución como única. Nunca puso en ejercicio,
por lo demás, la facultad que le otorgó la ley 15.271. El tema da lugar a distintos enfoques. Según Sagüés, la división en
salas se justifica por razones de especialización, y siempre que el cúmulo de tareas de la Corte sea muy gravoso. Ello
permitiría, en principio, mayor calidad y expeditividad en los fallos. La posibilidad de sentencias contradictorias entre las
salas puede resolverse mediante adecuadas convocatorias a tribunal pleno. Todo ello hace que la aludida división no
prive de jerarquía al tribunal, sino todo lo contrario. Al contrario, si el alto tribunal tuviese trabajo reducido, la división
en salas pierde necesidad. Normativamente, la Constitución no prohíbe ni promueve la división en salas. Es cierto que el
art. 108 habla de "una Corte Suprema", pero la asignación de causas en varias salas no afecta la unidad del cuerpo, que
podría actuar en su conjunto ("en pleno") cuando lo decidiese, y de modo obligatorio sobre inconstitucionalidad de
normas.
Tribunales inferiores. Cámaras de apelaciones y juzgados de primera instancia:Según el art 75 inc 20 y el art 108,
corresponde al congreso establecer tribunales inferiores a la Corte suprema de Justicia. Esta competencia fue utilizada
de forma asistemática a través de múltiples leyes que sucesivamente fueron incrementando el número y ubicación de
estos tribunales inferiores. Al momento de entrar en funciones la Corte Suprema (1863) no existían bajo ella (en el
orden nacional) otros tribunales que los juzgados federales de primera instancia. El aumento del número de expedientes
justificó la creación de entes intermedios entre esos juzgados y la Corte. De ahí la creación, después de la ley 1893 (año
1886), de cámaras de apelaciones en el ámbito del Poder Judicial de la Nación. En la Capital Federal se crearon juzgados
nacionales de primera instancia en lo contencioso administrativo federal; civil y comercial federal; criminal y
correccional federal; civil; comercial; criminal de instrucción; criminal de sentencia, correccional; de menores; de
trabajo; penal económico, y en lo penal de rogatorias (art. 32, ley orgánica). En las provincias, los jueces federales de
primera instancia (art. 49), llamados tradicionalmente de sección, tienen muchas veces competencia universal en lo
federal, pero en otros casos, algunos conocen en lo penal y otros, también federales, en lo restante. Paralelamente, el
último Código Procesal Penal de la Nación (ley 23.984), que instrumentó el juicio oral en el ámbito federal y nacional, ha
creado (ley 24.050) nuevos órganos tribunalicios, como una Cámara Nacional de Casación Penal, que juzga en los
recursos de inconstitucionalidad, casación y revisión, y en el recurso del art. 445 bis del Cód. de Justicia Militar (art. 23);
jueces de ejecución en lo penal; tribunales orales de menores y tribunales orales en lo criminal (estos últimos son
colegiados y juzgan, en principio, en única instancia), todo ello a más de los jueces federales y cámaras de apelaciones
(art. 24 y siguientes).
Según la ley 24.050 el territorio del país se encuentra dividido en 17 jurisdicciones federales que intervienen
sobre materia federal: Comodoro Rivadavia, General Roca, Bahía Blanca, Mendoza, Córdoba, Tucumán, Salta,
Resistencia, Corrientes, Posadas, Paraná, Rosario, Mar del Plata, Ciudad de Buenos Aires, San Justo, La Plata y San
Martín.
- Designación: Según el art 99 inc 4 dispone que el presidente nombra los demás jueces de los tribunales
federales inferiores en base a una propuesta en terna vinculante del consejo de la magistratura con acuerdo del senado
en sesión pública.
- Remoción: El art 114 inc 5 establece que el consejo de la magistratura el quien inicia el procedimiento de
remoción de magistrados y puede ordenar la suspensión y formular su acusación correspondiente. Por el art 115 los
jueces de los tribunales inferiores serán removidos por el jurado de enjuiciamiento.
- Tribunales integrados por jurados: Tres veces se refiere la Constitución a juzgados constituidos por jurados. El
art. 24 indica: "El Congreso promoverá la reforma de la actual legislación en todos sus ramos, y el establecimiento del
juicio por jurados". El art. 75, inc. 12, obliga al Congreso a dictar "leyes generales para toda la Nación ... y las que
requiera el establecimiento del juicio por jurados". Por último, el art. 118 explica: "Todos los juicios criminales
ordinarios, que no se deriven del derecho de acusación concedido a la Cámara de Diputados se terminarán por jurados,
luego que se establezca en la República esta institución. La actuación de estos juicios se hará en la misma provincia
donde se hubiere cometido el delito".
De estas prescripciones se desprende, primero, que la Constitución propició tribunales compuestos por jurados,
aunque no indicó su grado de actuación o sus modalidades, que pueden variar sensiblemente. En segundo lugar, que el
Poder Legislativo debía dictar una ley con vigencia en todo el país, para juzgar por jurados las causas penales. El art. 75,
inc. 12, parece, incluso, programar una ley federal, con tribunales eventualmente también federales, sobre dichos
jurados. En tercer término, que el juzgamiento del caso se debía, en principio, realizar en el territorio provincial donde
se hubiese cometido el delito. No obstante, el largo tiempo transcurrido desde la sanción de la Constitución nacional, el
Congreso no dictó la ley reglamentaria de los jurados. La Corte Suprema, por su parte, indicó que las directrices
constitucionales no imponían al Congreso un término perentorio, con lo que su instrumentación concluía discrecional
para éste ("Loveira", Fallos, 115:92).
A nuestro entender, el mandato constitucional es claro y vinculante/obligatorio, pero la renuencia del legislador
a cumplirlo ha sido evidente, lo que provoca una derogación por vía de derecho consuetudinario (desuetudo) de
aquellas reglas. En resumen, los tribunales por jurados, si se implementan, no son inconstitucionales. Por lo demás, las
bondades del juicio por jurados son discutibles si el propósito es obtener pronunciamientos sensatos, jurídicamente
fundados e imparciales.
Algunas provincias han incorporado en sus constituciones el régimen de juicio por jurado como, Rio negro, Bs
As, Córdoba, Mendoza, etc. Un caso importante en el último tiempo resuelto por Juicio por jurado fue el del médico Lino
Villar Cataldo, que mato a un ladrón de 4 disparos. En este caso el jurado fallo en declararlo no culpable.
- Remuneración. Intangibilidad. Caso de jueces jubilados: El art. 110 de la Const. Nacional contiene "Los jueces
de la Corte Suprema y de los tribunales inferiores de la Nación... recibirán por sus servicios una compensación que
determinara la ley, y que no podrá ser disminuida en manera alguna, mientras permaneciesen en sus funciones". Es la
denominada cláusula de la compensación. La norma tuvo una doble razón histórica: primero, impedir la dominación de
la justicia por quienes elaboran el presupuesto y segundo, proteger a los jueces de "las fluctuaciones del valor de la
moneda".
En 1985, la Corte Suprema, en la causa "Bonorino Peró" , sentó la siguiente interpretación de la cláusula de la
compensación: a) es una garantía de la independencia del Poder Judicial; b) protege tanto al órgano institución como al
órgano individuo; c) si se produce una depreciación del signo monetario, el no disminuir obliga a recuperar el valor de
las remuneraciones judiciales, y d) esta garantía es exigible también en las provincias, ya que es un principio
constitucional federal que ellas deben respetar a tenor del art. 5° de la Const. Nacional (Fallos, 307:2174).
Posteriormente, en "Bruno", la Corte advirtió que los mecanismos de ajuste por depreciación pueden variar, según la
provincia del caso, Siempre que se salvaguarde la esencia del mecanismo de corrección, y que el resultado sea razonable
(Fallos, 311 :460). En resumen, la provincia no puede negar la intangibilidad, aunque el régimen no tiene que ser
necesariamente igual al que impera para la justicia federal ("Vásquez", Fallos, 323:643). En "Cook", más tarde, añadió
que los topes que estableciese una provincia a las remuneraciones judiciales eran también inconstitucionales.
Una importante jurisprudencia correctora, se expresa en "Jáuregui" (CSJN, Fallos, 315:2386), explicita que la
garantía constitucional de intangibilidad de las remuneraciones judiciales no implica desligar a los magistrados del deber
solidario de sufrir los embates de la inflación, siempre que la erosión salarial no sea tan significativa como para impedir
el logro de la finalidad perseguida por la referida cláusula. La idea que la anima se presenta como justa, visualizada en un
contexto de estado de necesidad, y se legitima más por razones supraconstitucionales propias de éste que por otros
motivos. Es del caso recordar que, en otros pronunciamientos, la Corte Suprema dijo que la intangibilidad comprende la
no reducción de las remuneraciones por impuestos que las graven, aunque sean generales, como por ejemplo réditos
(actualmente ganancias). En un fallo, alertó que protege a los jueces jubilados que, durante su desempeño anterior,
debieron admitir un régimen severo de incompatibilidades profesionales, por lo que deben gozar de un nivel decoroso
de vida durante su gestión activa y esperar un nivel razonablemente proporcionado en la vejez.
Debe tenerse presente que el nuevo art. 114, inc. 3, de la Const. Nacional deja la administración de los recursos
y la ejecución del presupuesto judiciario al Consejo de la Magistratura.
Inamovilidad:El art. 110 de la Const. Nacional declara que los jueces de la Corte Suprema y de los tribunales
inferiores "conservarán sus empleos mientras dure su buena conducta". Se trata del principio de la estabilidad o
inamovilidad. Las razones de la cláusula están también expuestas por Hamilton en El Federalista. De allí surge que, si el
período de designación de un juez fuese transitorio, no habría justicia imparcial, ya que trataría de congraciarse con los
poderes que lo designan (Ejecutivo y Congreso) o, si es elegido por el pueblo, no haría otra cosa que conseguir
popularidad en lugar de cumplir con la Constitución. A esa razón se suma otra: si se desea llevar los abogados de más
prestigio al Poder Judicial, obviamente, habría que ofrecerles un cargo estable que justifique abandonar una profesión
lucrativa. Finalmente, la justicia requiere experiencia en el manejo de los asuntos a decidir, y ello fomenta la continuidad
en la función. En la Argentina, los nombramientos -en algunas provincias con estabilidad transitoria produjeron efectos
desastrosos en cuanto la dignidad e imparcialidad de la judicatura. Actualmente subsisten en muy pocas provincias, y
sólo para los casos de la Corte Suprema (p.ej., en Salta, según el art. 156 de su ley suprema, duran seis años; si se
renueva la designación, es con carácter vitalicio). También en ciertas provincias la inamovilidad cesa en el momento en
que el magistrado pueda obtener su jubilación. La de Salta (art. 156) dispone que, si el Poder Ejecutivo realiza, en tal
hipótesis, un nuevo nombramiento, con acuerdo del Senado, el juez es nombrado por un período de cinco años,
designación que podrá repetirse por el mismo trámite.
Sobre el tope de edad en el ámbito nacional, en el art. 99, inc. 4, de la Const. Nacional, referido a las
competencias y atribuciones del Poder Ejecutivo, la Convención Constituyente de 1994 insertó un precepto que dice así:
"Un nuevo nombramiento, precedido de igual acuerdo [del Senado], será necesario para mantener en el cargo a
cualquiera de esos magistrados [de la Corte o inferiores a ella], una vez que cumplan la edad de setenta y cinco años.
Todos los nombramientos de magistrados cuya edad sea la indicada o mayor se harán por cinco años, y podrán ser
repetidos indefinidamente, por el mismo trámite". Debe observarse que el actual art. 99, inc. 4, de la Constitución no
guarda coherencia con el art. 110 (que garantiza la estabilidad judicial permanente, mientras dure la buena conducta del
juez). También se discute si la Convención Constituyente estaba habilitada para establecer el referido tope de edad,
dado que la ley de convocatoria 24.309, cuando se refirió al temario relativo a la designación de jueces (art. 2°, letra 1),
no incluyó tal punto. Precisamente, la Corte Suprema declaró inconstitucional, por este motivo, a la norma
constitucional señalada ("Fayt", Fallos, 322:1616).
Remoción. Juicio político. Jurado de enjuiciamiento:Las causales de destitución de los jueces federales son mal
desempeño, comisión de delitos comunes, o específicos de la función (arts. 53 y 115, Const. nacional). Pero después de
la reforma de 1994 existe un doble mecanismo de destitución para los magistrados judiciales. Por un lado, para los
jueces de la Corte Suprema, persiste el "juicio político". Para los restantes jueces, y con el fin de agilizar el trámite, la
reforma creó el Jurado de Enjuiciamiento. Antes de ser sometido el caso a dicho jurado, el Consejo de la Magistratura
debe haber decidido la apertura del procedimiento de remoción del juez inferior a la Corte. Tiene la tarea de acusar.
La Constitución no trae reglas específicas de procedimiento ante el Jurado de Enjuiciamiento, motivo por el cual
habrá de estarse a la ley especial que dictó el Congreso con la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada
cámara (arts. 114 y 115 in fine). Pero sí establece un plazo de caducidad: corresponde archivar las actuaciones y, en su
caso, reponer al Juez que hubiese sido suspendido "si transcurrieren ciento ochenta días contados desde la decisión de
abrir el procedimiento de remoción, sin que se haya dictado el fallo" (art. 115). Tiende a apurar un pronunciamiento
final sobre el tema del enjuiciamiento.
Sanciones disciplinarias:Sin perjuicio de lo indicado, el art. 114, inc. 4, de la Const. Nacional faculta al Consejo de
la Magistratura a aplicar medidas disciplinarias a los magistrados judiciales inferiores. Ello importa una significativa
atribución de gobierno destinada a reprimir inconductas judiciales que, sin embargo, no merecen la destitución (para
esto último el Consejo deberá abrir el procedimiento detallado en el parágrafo anterior). Las sanciones del Consejo son
apelables ante la Corte Suprema.
Incompatibilidades:La única incompatibilidad que la Constitución indica para los jueces, es la prevista por el art.
34: "Los jueces de las cortes federales no podrán serlo al mismo tiempo de los tribunales de provincia". Implícitamente
por el art 109, que establece la prohibición del presidente de desempeñar funciones judiciales, también vuelve
incompatibles a los jueces con el poder ejecutivo. A su turno, el art. 9° de la ley orgánica del Poder Judicial (decr. ley
1285/58 y modificatorias) declara incompatible la magistratura judicial con "toda actividad política", el ejercicio del
comercio, la realización de cualquier actividad profesional de abogado, el desempeño de empleos públicos o privados,
los cargos de rector, decano o secretario de facultad o universidad. En cambio, la norma permite el ejercicio de la
docencia universitaria, con autorización previa de la autoridad del caso.
Punto 3: Consejo de la Magistratura: marco constitucional. Ley 24.937. Integración, facultades.
Jurado de enjuiciamiento. Composición. Atribuciones.
Consejo de la Magistratura y jurado de enjuiciamiento
Razones de su creación constitucional:La reforma de 1994 instrumentó dos organismos muy significativos, como
son el Consejo de la Magistratura y el Jurado de Enjuiciamiento (arts. 114 y 115). El miembro coinformante del despacho
mayoritario, Paixao, legitimó ambos institutos a partir de la constatación de una profunda y triple crisis del Poder
Judicial federal: técnica institucional (por la antigüedad de su diseño) y política, originada en la pérdida de la confianza
pública en las magistraturas más Importantes. En concreto, expuso que la sociedad argentina reclama mayor
transparencia en el régimen de nominación de jueces, mayor eficacia en los mecanismos de control y remoción de ellos,
y mayor confiabilidad en su gestión, que además debía ceñirse a sus objetivos primarios: resolver los casos sometidos a
su conocimiento. Con referencia al Consejo de la Magistratura, la asamblea tuvo dos miras principales. Una, revertir la
tendencia que había concentrado en la Corte Suprema la totalidad de los poderes de administración de la judicatura,
incluyendo los reglamentos disciplinarios y de gestión, alterando así la genuina función, como tribunal de justicia. La otra
fue sanear el régimen de designaciones, mediante concursos públicos de los aspirantes a Jueces inferiores a la Corte. En
cuanto a ésta, se mantiene el procedimiento tradicional, pero se eleva el número de senadores necesario para aprobar
la propuesta del Poder Ejecutivo, con el objeto de lograr un consenso más pluralista y exigente ("Diario de Sesiones", p.
2219 Y 2220, Obra de la Convención Nacional Constituyente 1994, t. V, p. 4888).
Con respecto al Consejo de la Magistratura, a partir de la reforma de 1994 aparece como nuevo órgano en el art
114 de la CN donde dice: “El consejo de la magistratura regulado por una ley especial sancionada por la mayoría
absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara tendrá a su cargo la selección de los magistrados y la
administración del Poder Judicial.
El consejo será integrado periódicamente de modo que se procure el equilibrio entre la representación de los
órganos políticos resultantes de la elección popular, de los jueces de todas las instancias y de los abogados de la
matricula federal. Sera integrado, asimismo, por otras personas del ámbito académico y científico en número y la forma
que indique la ley…”
Según Sagüés, la ubicación del Consejo de la Magistratura dentro de la sección de la Constitución dedicada al
Poder Judicial, y el hecho de estar ejercido este poder por la Corte Suprema de Justicia y los demás tribunales inferiores
(art. 108), ha llevado a concluir a algunos que el Conseja de la Magistratura es un órgano del Poder Judicial e incluso una
oficina de la Corte Suprema. Desde esta perspectiva, las decisiones del Consejo deberían ser recurribles, de modo
flexible, ante la Corte (que así controlaría al Consejo). En pro de tal dependencia podría añadirse que la Constitución
declara irrecurribles los fallos del Jurado de Enjuiciamiento (art. 115), pero no las resoluciones del Consejo de la
Magistratura. Sin embargo, fue evidente que el constituyente de 1994 quiso introducir una intensa reforma en la
judicatura federal, sustrayendo a la Corte Suprema la administración de ese Poder Judicial. Paralelamente, debido a su
integración plural (abogados, jueces, académicos, científicos y miembros designados por los poderes de elección
popular), el Consejo de la Magistratura bien puede ser entendido como un órgano extra poder, esto es, fuera de la
órbita del Poder Judicial. El hecho de figurar en la sección constitucional destinada al Poder Judicial no implica
necesariamente que pertenezca al mismo. Tal es, por ejemplo, y para algunos, el caso de España (García Morillo y
Fernández Segado). En definitiva, la ley 24.937 declaró en su art. 1° al Consejo de la Magistratura un "órgano
permanente del Poder Judicial de la Nación".
Según Bidart Campos, el consejo de la magistratura es un órgano correspondiente al poder judicial, pero a
diferencia de la Corte Suprema y los tribunales inferiores, a este no le corresponde la función de administrar justicia.
- Composición: Ante la falta de acuerdo de las dos principales fuerzas políticas (justicialismo y radicalismo) que
suscribieron el Pacto de Olivos (preludio del proceso reformista de 1994), la Convención Constituyente no especificó en
detalle la integración del Consejo de la Magistratura. Paixao dio solamente directrices generales, aclarando que éste
debía tener una conformación equilibrada. La Constitución dispuso que "el Consejo será integrado periódicamente de
modo que se procure el equilibrio entre la representación de los órganos políticos resultantes de la elección popular, de
los Jueces de todas las instancias y de los abogados de la matrícula federal. Será integrado, asimismo, por otras personas
del ámbito académico y científico, en el número y la forma que indique la ley". Esta ley especial, de acuerdo con el
mismo art. 114, debe ser sancionada "por la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara". Queda
claro, eso sí, que no debe significar predominio absoluto de jueces en el Consejo, ya que ello significaría la autogestión
judicial, cosa que el constituyente quiso evitar. Pero tampoco puede significar el manejo indirecto del Consejo por los
partidos políticos, por ejemplo, con una fuerte presencia de consejeros nominados por los poderes Ejecutivo y
Legislativo.
Este asunto, por cierto el más conflictivo, se resolvió primero por la ley reglamentaria 24.937 Y su "correctiva"
24.939 Y después, por la ley 26.080, estableciendo que está compuesto por trece personas. Ellas son: a) tres jueces del
Poder Judicial de la Nación, elegidos por el sistema proporcional D'Hont, tendrá que haber igualdad entre jueces de
primera instancia y de cámara, y asegurarse la representación de jueces del interior del país; b) tres diputados y tres
senadores, dos por la mayoría y uno por la primera minoría de cada cámara; c) dos representantes de los abogados de la
matrícula federal, designados por el voto directo de ellos; d) un representante del Poder Ejecutivo, y e) un representante
del ámbito académico y científico, profesor titular de cátedra de derecho de facultades nacionales con reconocida
trayectoria y prestigio, electo por el Consejo Interuniversitario Nacional (art. 2°, según ley 26.080). Esta integración es
muy criticable. No satisface el requisito del equilibrio en la representación de los distintos grupos (jueces, órganos
políticos de elección popular, abogados, académicos y científicos) que componen el Consejo, según la exigencia del art.
114, dado que existe un notorio predominio de los miembros de partidos políticos (seis legisladores más un
representante del Poder Ejecutivo: siete vocales sobre trece), y una muy reducida presencia de jueces (tres), todo ello
en un Consejo "de" la Magistratura, encargado del gobierno del Poder Judicial y programado por el constituyente,
paradójicamente, para afianzar la independencia y legitimidad de este poder.
- Duración: Los miembros del Consejo de la Magistratura durarán cuatro años en sus cargos, pudiendo ser
reelectos con intervalo de un período. Los miembros del Consejo elegidos por su calidad institucional de jueces en
actividad o legisladores, cesarán en sus cargos si se alterasen las calidades en función de las cuales fueron
seleccionados, debiendo ser reemplazados por sus suplentes o por los nuevos representantes que designen los cuerpos
que los eligieron para completar el mandato respectivo. A tal fin, este reemplazo no se contará como período a los
efectos de la reelección.
Por el art 9 de la ley 26080 se establece:
a) Concurso. La selección se hará de acuerdo con la reglamentación que apruebe el plenario del Consejo por
mayoría de sus miembros, de conformidad con las siguientes pautas:
Los postulantes serán seleccionados mediante concurso público de oposición y antecedentes. Cuando se
produzca una vacante la Comisión convocará a concurso dando a publicidad las fechas de los exámenes y la integración
del jurado que evaluará y calificará las pruebas de oposición de los aspirantes, poniendo en conocimiento de los
interesados que dicho concurso estará destinado a cubrir todas las vacancias que se produzcan durante la sustanciación
del concurso y hasta la decisión del plenario, siempre y cuando se trate de la misma competencia territorial, de materia
y grado;
Previamente se determinarán los criterios y mecanismos de calificación de los exámenes y de evaluación de los
antecedentes;
Las bases de la prueba de oposición serán las mismas para todos los postulantes. La prueba de oposición escrita
deberá versar sobre temas directamente vinculados a la función que se pretenda cubrir y evaluará tanto la formación
teórica como la práctica.
b) Requisitos. Para ser postulante se requerirá ser argentino nativo o naturalizado, poseer título de abogado,
con treinta años de edad y con ocho años de ejercicio de la profesión como mínimo, si se aspira a ser juez de cámara, o
veintiocho años de edad y seis años en el ejercicio de la profesión como mínimo, si se aspira a ser juez de primera
instancia. La nómina de aspirantes deberá darse a publicidad para permitir las impugnaciones que correspondieran
respecto a la idoneidad de los candidatos.
- Atribuciones del Consejo de la Magistratura: En el derecho comparado hay múltiples versiones del Consejo de
la Magistratura. En algunos casos opera como órgano de preselección o de designación de jueces; en otros, igualmente
los remueve (caso de Río Negro, en la Argentina). Pero también tiene facultades de gobierno y administración del Poder
Judicial. Ocasionalmente, asume competencias materialmente legislativas, dictando reglamentos concernientes al
funcionamiento de la judicatura. La reforma argentina de 1994 creó en verdad un "superconsejo", con enormes
competencias.
a) Preselección de postulantes a magistraturas inferiores a la Corte Suprema, mediante concursos que deben
ser públicos. Aquí opera como jurado del concurso, y de resultas de éste tiene que elaborar una terna de candidatos,
que se propondrán al Poder Ejecutivo. El presidente debe obligatoriamente elegir un candidato de esa terna. Aquí se
realiza el control de idoneidad y después el Senado dará o no el acuerdo respectivo a tal nominación. En lo referente a
esta función, se le suma la segunda función enumerada en el art 114 que es la de emitir las propuestas de los
magistrados inferiores a terna vinculante con el ejecutivo.
b) Administración del Poder Judicial. Administra los recursos y ejecuta el presupuesto que la ley asigne a la
administración de justicia. Habilita al consejo a proyectar el presupuesto judicial para ponerlo a consideración del
presidente.
c) Poderes de gobierno, al ejercer facultades disciplinarias sobre magistrados y decidir la apertura del
procedimiento de remoción de éstos, en su caso ordenar la suspensión y formular la acusación correspondiente, ante el
jurado de enjuiciamiento. Esto se encuentra en las atribuciones enumeradas 4 y 5. Esta atribución se ejerce sobre los
magistrados inferiores de los tribunales federales y no sobre los demás funcionarios y empleados del poder judicial,
quienes siguen sujetos a la facultad disciplinaria de la Corte y los tribunales inferiores.
d) Poderes legislativos, ya que el Consejo dicta "los reglamentos relacionados con la organización judicial y todos
aquellos que sean necesarios para asegurar la independencia de los jueces y la eficaz prestación de los servicios de
justicia" (art. 114, inc. 6). La Constitución no aclara qué ocurre si uno de estos reglamentos colisiona con una ley. De
acuerdo con el art. 31 de la Consto nacional deberá darse prioridad a la ley. La ley reglamentaria ha previsto dos modos
de actuación del Consejo: por comisiones y por pleno.
- Comisiones: Art. 8º - Modificase el Artículo 12 de la Ley Nº 24.937 -t.o. por Decreto Nº 816/99 y sus
modificatorias- el que queda redactado de la siguiente manera:
"Artículo 12: Comisiones. Autoridades. Reuniones. El Consejo de la Magistratura se dividirá en cuatro
comisiones, integradas de la siguiente manera:
1. De Selección de Magistrados y Escuela Judicial: tres jueces, tres diputados, el representante del Poder
Ejecutivo y el representante del ámbito académico y científico.
2. De Disciplina y Acusación: un representante de los abogados de la matrícula federal, dos senadores, dos
diputados, dos jueces, el representante del ámbito académico y científico y el representante del Poder Ejecutivo.
3. De Administración y Financiera: dos diputados, un senador, dos jueces, un representante de los abogados de
la matrícula federal y el representante del Poder Ejecutivo.
4. De Reglamentación: dos jueces, un diputado, un senador, un abogado y el representante del ámbito
académico y científico.
Las reuniones de comisión serán públicas. Cada comisión fijará sus días de labor y elegirá entre sus miembros un
presidente que durará un año en sus funciones el que podrá ser reelegido en una oportunidad.
Jurado de enjuiciamiento: Para la remoción de los jueces inferiores a la Corte Suprema, el art. 115 de la Consto
nacional programa un Jurado de Enjuiciamiento "integrado por legisladores, magistrados y abogados de la matrícula
federal". Su regulación será en la misma ley especial contemplada en el art. 114 para el Consejo de la Magistratura.
Según el convencional Paixao, miembro coinformante del despacho mayoritario, la idea de erigir el Jurado de
enjuiciamiento fue la de lograr mayor eficiencia en los mecanismos de control de la actividad judicial.
Dado que sus decisiones son en principio irrecurribles (art. 115, Const. nacional), pues procede nada más que el
pedido de aclaratoria y tiene como función solamente destituir al acusado (art. 27, ley 24.937), este organismo tiende a
perfilarse más como un órgano extra poder. Según el nuevo esquema (ley 26.080) lo integran siete miembros: 1) dos
jueces de cámara (uno debe pertenecer al fuero federal de la Capital; el otro, del mismo fuero del interior de la
República, para lo cual se elaborarán listas); 2) cuatro legisladores, dos por el Senado y dos por Diputados, uno por la
mayoría y otro por la primera minoría de cada sala, confeccionándose al efecto sendas listas, y 3) un abogado de la
matrícula federal, inscripto en el Colegio Público de la Capital o en una cámara federal del país, y con las condiciones
para ser juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
La ley 26.080 ha previsto una elección por sorteo público entre las listas de representantes de cada
estamento, a practicarse cada seis meses. Por cada miembro titular se elegirá también un suplente. Entre sus
miembros eligen a su presidente. Duran en sus cargos (vencidos los seis meses) mientras se encuentran en
trámite los juzgamientos de los magistrados que les hayan sido encomendados, pero únicamente para tales
procedimientos. Los miembros del jurado de enjuiciamiento estarán sujetos a las incompatibilidades e
inmunidades que rigen para los jueces. Los miembros son removibles por el propio jurado, con el voto de las tres
cuartas partes de la totalidad de sus integrantes, mediante un procedimiento que asegure el derecho de defensa
del acusado, cuando incurriere en mal desempeño o en la comisión de un delito durante el ejercicio de sus
funciones (art. 25, ley 24.937, según ley 26.080 en art 17) Este art también enumera las causas por las que
pueden ser removidos.
- Atribuciones: Su principal función está establecida en el art 115 “los jueces de los tribunales inferiores
de la Nación serán removidos por las causales expresadas en el art 53, por un jurado de enjuiciamiento…”. Por
lo tanto, es un órgano creado para decidir la destitución o continuación de los jueces de los magistrados
inferiores.
El procedimiento actual se desdobla: en una primera etapa, el consejo de la magistratura acusa al
decidir la apertura del procedimiento y la segunda etapa, interviene el jurado que puede remover o no.
Punto 4: El status jurídico del juez. Garantías de independencia. Nombramiento, juramento,
inamovilidad, intangibilidad en las remuneraciones. Incompatibilidades. Inmunidades.
Punto 5: Sistema de selección y remoción de los jueces en el orden provincial.
En cuanto al sistema de selección y remoción de los jueces del orden provincial, la mayoría de las
constituciones para la designación de los miembros de los magistrados y funcionarios, mantienen el sistema
clásico, esto es por el poder ejecutivo en acuerdo con el senado o legislatura. Así lo disponen las cartas de Bs As,
Chubut, Corrientes, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Neuquén, Salta, Santa Cruz, San Luis, Santa Fe, Santiago
del Estero y Tucumán.
Otras tuenen un modo particular y original de regulación como Chaco y Tierra del Fuego que disponen
que el nombramiento de los miembros del supremo tribunal está a cargo del PE a propuesta del Consejo de la
Magistratura. O San Juan, donde está a cago la designación por la cámara de Diputados a propuesta del Consejo.
Rio Negro también ofrece innovaciones, donde la designación corresponde a un consejo integrado por el
gobernador, tres abogados e igual número de legisladores.
En cuanto a la remoción de los miembros de la suprema corte de la provincia, solo puede hacerse por
juicio político según la mayoría de las constituciones provinciales.
Para lo referente a los jueces inferiores como tribunales de primera instancia, las constituciones pueden
plantear diferentes procedimientos. La constitución de Santa fe establece que los demás jueces son enjuiciables,
en la forma que establezca la ley especial, ante la Corte Suprema de justicia, integrada a ese solo efecto por un
senador, un diputado y dos abogados de la matrícula. La constitución de Bs As, “Los jueces de las Cámaras de
Apelación y de primera instancia y los miembros del Ministerio Público pueden ser denunciados o acusados por
cualquiera del pueblo, por delitos o faltas cometidas en el desempeño de sus funciones, ante un jurado de once
miembros que podrá funcionar con número no inferior a seis, integrado por el presidente de la Suprema Corte
de Justicia que lo presidirá, cinco abogados inscriptos en la matrícula que reúnan las condiciones para ser
miembro de dicho tribunal, y hasta cinco legisladores abogados.”. La constitución de Entre Ríos, Los funcionarios
letrados de la administración de justicia serán inamovibles mientras dure su buena conducta, y los no sujetos a
juicio político, sólo podrán ser removidos por el jurado de enjuiciamiento, en la forma establecida en esta
Constitución.

UNIDAD X: JURISDICCIÓN FEDERAL


FUNCIÓN JURISDICCIONAL. 1. Competencia de la Justicia Federal

6. COMPETENCIA FEDERAL. CARACTERES. - La doctrina de la Corte Suprema enuncia una serie de rasgos que
perfilan esa competencia, aunque cada uno de ellos cuenta con una significativa serie de excepciones.
11) Tiene base constitucional y está descrita en los artículos ya mencionados, que son su fuente. Pero
también emana de las leyes federales que la reglamentan ("Atentado contra presidente de la República", Fallos, 14:26).
No puede estar normada por constituciones o leyes provinciales ("Otero", Fallos, 57:337).

12) Esta competencia es limitada y de excepción ("Hachiche", Fallos, 232:17, y "N. N.", Fallos, 304:289), ya
que surge de poderes delegados al Gobierno federal, en tanto que los no delegados siguen siendo provinciales (art. 121,
Const. nacional). Por tanto, debe entenderse restrictivamente ("OSN", Fallos, 307:1139, y "Peña de Paz Ureña", Fallos,
305:193). Si no aparece claramente su competencia, cabe excluirla ("Criminal c/Moressi", Fallos, 48:151, y "Solimine",
Fallos, 307:1739). En resumen, no interviene si no es por imperativo de la Constitución nacional o de la ley (art. 5°, ley
27).

13) No puede ser ampliada por ley. Sin embargo, el Congreso de hecho la ha reducido, al restringirla en
ciertos supuestos ("Enrique", Fallos, 302:1209; ver § 746).

14) No puede ser ampliada por voluntad de las partes. Por lo tanto, no es prorrogable a situaciones ajenas a
las previstas por la Constitución ("Otero", Fallos, 1:25, y "Dana", Fallos, 71:352). La jurisprudencia de la Corte Suprema
indica que es de orden público ("Luz Córdoba", Fallos, 151:324); pero al admitir la pró COMPETENCIAS DE LOS
GOBIERNOS FEDERAL Y PROVINCIALES 529 rroga de la competencia federal en favor de la provincial en varios casos
(p.ej., cuando aquélla proviene de las personas; ver § 746), se deja en manos de los sujetos del proceso, en tales
hipótesis, la radicación de la causa en el ámbito federal o provincial.

15) Es de tipo contencioso, pues el art. 2° de la ley 27 indica que la judicatura federal "nunca procede de
oficio y sólo ejerce jurisdicción en los casos contenciosos en que es requerida a instancia de parte". Por tanto, ha
señalado la Corte, debe mediar un juicio, pleito o causa, debe existir una controversia entre partes que respectivamente
afirman o contradigan sus pretendidos derechos ("Prov. de Mendoza", Fallos, 243:176, y "Banco Popular de La Plata",
Fallos, 273:109) y no procede de oficio ("Gremillon", Fallos, 210:897). Esta tesis ha provocado que no se tramiten en la
justicia federal los procesos universales de declaratorias de herederos y sucesiones y por extensión los concursos y
quiebras (art. 12, inc. 1, ley 48; "Pi pino", Fallos, 223:120), por entenderse que en tales expedientes "no resultan
afectados los propósitos que informan la competencia federal" ("Banco Nación Argentina", Fallos, 307:532, y
"Domínguez", Fallos, 295:663). Todo ello a pesar de tratarse de un extranjero el fallido o causante, o aunque en dicho
expediente litigue la N ación (p.ej., como acreedora, "Tritschler", Fallos, 220: 1489). Se produce, aquí, un significativo
caso de sustracción a la competencia programada por la Constitución. f) En ciertas áreas es privativa y excluyente. En
principio, la competencia federal, por razón de la materia, no se puede prorrogar en favor de la justicia provincial
("Villafañe", Fallos, 132:230, y "Cía. de Seguros La Unión Gremial", Fallos, 146:49), pero sí es prorrogable cuando se
produce por razón de las personas (art. 12, inc. 4, ley 48); por ejemplo, por acuerdo o convención ("Díaz, Remo", Fallos,
247:414, y "Frigerio", Fallos, 255:341), esto es, de modo expreso o tácito, si planteado el pleito en sede provincial, el
demandado no objeta en tiempo y forma esa jurisdicción ("Sanzuber", Fallos, 294:62; art. 12, inc. 4, ley 48); o cuando
aquel en cuyo beneficio se instituyó la justicia federal, acude directamente a la provincial ("Bellocq", Fallos, 170:308).
Esta prórroga se produce incluso cuando la Nación es parte ("Brizuela", Fallos, 286:203, y "Talleres de Reparaciones
Navales", Fallos, 34. Sagüés, Manual. 530 ESTATUTO DEL PODER EN EL DERECHO CONSTITUCIONAL ARGENTINO
269:431), o cuando el pleito podría tramitarse de modo originario ante la Corte Suprema ("Pérez Martín", Fallos,
203:342). También el derecho consuetudinario y el derecho infraconstitucional han hecho declinar la jurisdicción federal
en estas situaciones: escasa significación (civil o penal) de lo debatido en un pleito ("Regalado", Fallos, 303: 141; p.ej.,
alquiler mensual inferior a ciento veinte pesos, "Bolón Pérez", Fallos, 108: 137), y ciertas materias en donde no entrarían
en juego los fines que justifican constitucionalmente la actuación judicial federal ("Sind. Choferes Ca~ioneros", Fallos,
304:616; así, pleitos del
fuero del trabajo, "RIvero", Fallos, 303:1231, y "Salazar", Fallos, 306:368; juicios de divorcio, etcétera). En definitiva, la
Corte Suprema resolvió que la única jurisdicción federal exclusiva ha sido la asignada por el art. 117, de modo originario
a la Corte ("Regalado", Fallos, 303: 141), tesis que consuma la interpretación mutativa por sustracción que ya se
mencionó. g) Generalmente es inalterable, y esto implica que, radicado un juicio en sede federal, debe permanecer en
ella no obstante cambiar, por ejemplo, la nacionalidad de una de las partes ("Acuña", Fallos, 34:57) o su domicilio
("Roca", Fallos, 13:161). En principio, la competencia federal queda definida por la demanda ("Sáenz Valiente", Fallos,
134:401, y "Salazar", Fallos, 306:368) o por la demanda y contestación (punto controvertido, "Expropiación c/Lousteau",
Fallos, 59:7). Sin embargo, la existencia de juicios universales en sede provincial puede provocar el traslado de una causa
federal a aquella jurisdicción ("Vela", Fallos, 86:212).

CLASIFICACIÓN DE LAS CAUSAS DE COMPETENCIA FEDERAL. En la Argentina, las fuentes de la competencia


federal se clasifican por razón de la materia, del lugar y de las personas.

14) POR RAZÓN DE LA MATERIA. El propósito de la actuación judicial es aquí afirmar las atribuciones del
Gobierno federal ("Gutiérrez", Fallos, 311:919), y se entiende que son de competencia federal las causas donde se
debaten normas de derecho federal (ver § 744). La ley 48, en su art. 2°, inc. 1, exige que esas causas "sean
especialmente regidas por la Constitución nacional, las leyes que haya sancionado y sancionare el Congreso y los
tratados competencias DE LOS GOBIERNOS FEDERAL Y PROVINCIALES 531 públicos con naciones extranjeras". La Corte
Suprema ha interpretado que para que emerja la jurisdicción federal, el derecho planteado en un pleito debe estar
directa o inmediatamente fundado en una norma de naturaleza federal ("Caratolli", Fallos, 306: 1363, y sus citas), y no
de modo accesorio o incidental. La materia federal debe ser la predominante para resolver el caso ("Tecpetrol", Fallos,
328:1580). En particular, la Constitución declara de competencia federal "las causas de almirantazgo y jurisdicción
marítima" (art. 116). También dijo la Corte que cuando la competencia federal surge por razón de la materia, es
improrrogable, privativa y excluyente ("Mendoza", Fallos, 1:485; "Ezquivel", Fallos, 298:416, y "Edesur", Fallos, 327:
1211), sin que el consentimiento o el silencio de las partes sean hábiles para derogar tal principio ("Telecor", Fallos,
311:1812, y "Municipalidad Gral. Mosconi", Fallos, 312:2010).

15) POR RAZÓN DEL LUGAR. Cabe aquí diferenciar dos cuestiones que revisten interés teórico-práctico.

4) Competencia judicial nacional en lugares que pueden haber pasado al dominio federal por compra o cesión
según el anterior art. 67, inc. 27, de la Const. nacional; o donde operen establecimientos de utilidad nacional, a tenor del
nuevo art. 75, inc. 30. En tal hipótesis (ver § 375 y 743), la jurisprudencia prevaleciente de la Corte Suprema indica que
sólo surge la competencia federal si, en el caso bajo examen, se afectan intereses federales o la prestación del servicio
del establecimiento nacional allí situado ("Urey", Fallos 328:390, y "Leguiza", Fallos 328-877). Como consecuencia de
esta doctrina, para que un delito cometido en tal lugar deba ser conocido por la justicia federal, tendrá que constatarse
la presencia del interés federal o de fines federales en juego ("Rodríguez", Fallos, 311:1389, y "Quintos", Fallos,
311:2072). Esta jurisprudencia conserva vigor después de la reforma de 1994, ya que el nuevo art. 75, inc. 30, da al
Congreso federal competencias para dictar leyes en los establecimientos de utilidad nacional ubicados en cualquier
punto del país, "para el cumplimiento de los fines específicos" de esos establecimientos, mientras que las autoridades
provinciales y municipales conservan los poderes de policía tributarios, "en tanto no interfieran en el cumplimiento" de
los fines federales. 532 ESTATUTO DEL PODER EN EL DERECHO CONSTITUCIONAL ARGENTINO

5) Competencia judicial en la capital de la Nación o en un territorio nacional, ya analizado en el § 591. c) POR


RAZÓN DE LAS PERSONAS. En esta hipótesis y atento a lo resuelto por la Corte Suprema, la gestión judicial federal tiene
por fin asegurar la imparcialidad de la decisión, la armonía nacional y las buenas relaciones con los países extranjeros
("Wilensky", Fallos, 311:489; "Pérez Rovetta", Fallos, 327:732, y "Gutiérrez", Fallos, 311 :919). Existen, aquí, las
siguientes directrices jurisprudenciales, con ciertas excepciones:

1) Es prorrogable, según el art. 12, inc. 4°, de la ley 48.


b) Requiere uniformidad de situación en los litisconsortes, pues si hay pluralidad de litigantes, será necesario
que todos los miembros del grupo (actor o demandado) que puedan invocar la jurisdicción federal, estén en condiciones
de exigirla ("Di Stilio", Fallos, 286:140).

c) Exige "pertenencia originaria del derecho en disputa", es decir "que el derecho que se disputa pertenezca
originariamente, y no por cesión o mandato" a quien invoca la jurisdicción federal (art. 8°, ley 48). El requisito que
mencionamos se aplica tanto a demandantes como a demandados ("Olivier de Lujambio", Fallos, 300: 1242).

d) No puede ser alegada por quien no tiene derecho a ser su beneficiario.

b) CASOS EN QUE EL ESTADO ARGENTINO ES PARTE. Según se apuntó, el art. 116 de la Const. nacional declara
de competencia judicial federal "los asuntos en que la Nación sea parte". El art. 20 de la ley 48 comprendió también las
causas en que "un recaudador de sus rentas sea parte" (inc. 6). Se justifica la judicatura federal a raíz de la presencia de
un interés federal, al estar eventualmente comprometida en estos juicios la responsabilidad de la Nación ("Caja Nacional
de Ahorro Postal", Fallos, 288:186). Por lo demás, cabe recordar que la Nación demandada tiene derecho a la
jurisdicción federal, por más que otro codemandado no lo tenga ("Tierno", Fallos, 310:2465). El fuero federal se justifica,
asimismo, en procesos que involucran a funcionarios federales por hechos de sus tareas como tales ("Ruckauf", Fallos,
327:549).

COMPETENCIAS DE LOS GOBIERNOS FEDERAL Y PROVINCIALES

c) DISTINTA VECINDAD. Reglamentando el art. 116 de la Cons.t. nacional, el art. 2° de la ley 48 especificó que
eran de competencia federal "las causas civiles en que sean partes un vecino de la provincia en que se suscite el pleito y
un vecino de otra" (i~c. 2). El propósito de esta jurisdicción, según la Corte, fue evitar que el juez de una provincia
pudiera ser parcial, en detrimento del afincado en otra provincia, y evitar así una posible causa de antagonismo entre las
provincias ("Lugo", Fallos, 307:1823). Cabe subrayar, primero, que sólo están captadas por esta) reducción las causas
civiles (criterio harto discutible, en función de los propósitos constitucionales, ya que con mayor motivo era exigible el
fuero federal para las causas penales). También quedan excluidos los procesos que ventilen temas de derecho local
("Compañía de Recreativos", Fallos, 328:~72) y que, en razón~ de los motivos que la explican, no puede ser Invocada por
el habitantes de una provincia demandado ante los jueces de ésta, aunque el actor sea de otra provincia ("Spezzano de
Martín", Fallos, 310:849, y "Barros", Fallos, 310: 1899). Dos extranjeros residentes en distintas provincias no están
habilitados para reclamar el fuero federal ("Crespo", Fallos, 275:507).

APLICACIÓN DEL DERECHO COMÚN POR LOS TRIBUNALES FEDERALES

La aplicación de las normas de derecho común corresponde a las provincias y a la Nación, en sus respectivas
jurisdicciones, según el art. 75, inc. 12, de la Const. Nacional ("Ramos", Fallos, 278:62, y "Capurro in re: F. Simonetti y
Vignale", Fallos, 187:79).

La efectivización del derecho común por diversos tribunales (los de cada provincia y de ia Nación) provoca que
una misma norma del Código Civil, por ejemplo, pueda tener múltiples interpretaciones. Ello afecta el principio
constitucional de igualdad (Bidart Campos), pero es uno de los costos normales a afrontar si se adopta un sistema
federal.

Para la Corte Suprema, esa disparidad interpretativa no suscita "cuestión federal" para la promoción del recurso
extraordinario, que no está previsto para unificar jurisprudencia ("Crédito Integral", Fallos, 307:752, y "Speck", Fallos,
300:309).

g) COMPETENCIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 747. Tipos. - En definitiva, el art. 117 de la
Const. Nacional diseña dos tipos de competencia para la Corte: una, por apelación, "según las reglas y excepciones que
prescriba el Congreso"; y otra, originaria y exclusiva. Respecto de esta última, la Corte Suprema ha dicho, según vimos,
que "no es susceptible de ampliarse, restringirse ni modificarse mediante normas legales" ("Acuña", Fallos, 312:1875, y
"Banco Río", Fallos, 327:3056), pero, según el derecho consuetudinario, ha sufrido mutaciones restrictivas (por
sustracción) o ampliatorias (por adición).

a) COMPETENCIA ORIGINARIA. Esta competencia tiene dos fuentes que analizaremos separadamente.

3) TEXTO CONSTITUCIONAL. Según el art. 117 de la Const. nacional, corresponde -por razón de las personas- a
las ~causas concernientes a embajadores, ministros y cónsules extranjeros, y en las que alguna provincia fuese parte.
Nos remitimos al respecto al § 746.

4) DERECHO SUBCONSTITUCIONAL. El derecho subconstitucional ha añadido otras fuentes de competencia


originaria de la Corte Suprema. Algunas son consecuencia obligada de su propia actuación procesal.

B) Cuestiones de competencia. Se refiere a / las suscitadas entre jueces y tribunales del país que no tengan un
órgano superno 540 ESTATUTO DEL PODER EN EL DERECHO CONSTITUCIONAL ARGENTINO jerárquico común que deba
resolverlo; según el art. 24, inc. 7°, del decr. ley 1285/58 o ley orgánica del Poder Judicial de la Nación. Esta norma, a
pesar del vacío constitucional, es producto de una necesidad evidente de resolver esas controversias.

C) Conflictos de poderes. Esta tarea de la Corte, que hace a la llamada jurisdicción constitucional orgánica (Fix
Zamudio, Cappelletti), es también producto de una laguna constitucional, cubierta por la jurisprudencia de la Corte
Suprema (nos remitimos al § 638).

D) Privación de justicia. El art. 24, inc. r, del decr. ley 1285/58 habilitó en su parte final la actuación de la Corte
Suprema a fin de designar al juez competente en los casos en que "su intervención sea indispensable para evitar una
efectiva privación de justicia". Según la Corte, la privación de justicia se presenta no sólo cuando el afectado se
encuentra ante la imposibilidad de recurrir a un tribunal competente o cuando la decisión judicial se aplaza en forma
irrazonable o indefinida, sino también cuando no se dan. las condiciones para que los jueces ejerzan su imperio
jurisdiccional de manera eficaz y concreta ("Recchia de Schedan", Fallos, 305:504).

E) Ejercicio de poderes implícitos. Como proyección de la doctrina sentada en el párrafo anterior, la Corte ha
argumentado tener poderes implícitos, "para salvaguardar el libre ejercicio y la eficiencia de la función específica que a
los jueces atribuyen los arts. 67, inc. 11, y 100 de la Const. nacional" (actuales arts. 75, inc. 12, y 116), ordenando, por
ejemplo, ella misma el traslado dispuesto por un juez de un detenido, ante la desobediencia inicial de la autoridad
militar ("Berrueta", lA, 1979-II-40). En estos supuestos, la decisión de la Corte Suprema puede provocarse de modo
originario; por ejemplo, por nota del juez en cuestión, o de la parte afectada.

F) Recurso de aclaratoria contra sus propias decisiones. Está permitido por el art. 24, inc. 3°, del decr. ley
1285/58.

G) Recurso de reposición y nulidad. Se encuentran excepcionalmente habilitados por la Corte, por ejemplo,
para atacar la declaración de caducidad de instancia dispuesta de oficio por la propia Corte Suprema ("Chevron", Fallos,
307:560) o para corregir COMPETENCIAS DE LOS GOBIERNOS FEDERAL Y PROVINCIALES 541 errores materiales
("Varesak", Fallos, 305:1162), o evidentes de hecho ("AceIco", Fallos, 312:743). La reposición ha sido también
instrumentada para corregir las providencias del presidente de la Corte dictadas durante la tramitación de la causa
("Corral", Fallos, 258:161, y "Mastrapascua de Bissacea", Fallos, 268:151).

H) Recurso de reconsideración. Lo trata el art. 19 del decr. ley 1285/58, para revisar las sanciones disciplinarias
aplicadas por la propia Corte Suprema.

I) Justicia pronta. Alguna vez, la Corte Suprema ha decidido intervenir aunque la presentación de una parte -
dijo- no importe acción o recurso alguno que habilite su competencia originaria o por apelación, ni signifique una
hipótesis de privación de justicia. En concreto, lo hizo para salvaguardar el derecho de defensa en juicio en su variante
de justicia pronta (ver § 1125), dado que todo procesado tiene derecho a obtener un pronunciamiento que defina su
posición ante la ley y la sociedad, en término breve, y que concluya con la incertidumbre que comporta el
enjuiciamiento penal ("Arrastia", Fallos, 326:4650).

E) COMPETENCIA POR APELACIÓN. La regulación de esta competencia es discrecional por parte del Congreso.
Este puede reglar los medios impugnativos contra las sentencias de los tribunales federales inferiores a la Corte
Suprema, o de los fallos últimos dictados por las provincias, recurribles ante la justicia nacional cuando aparezcan las
causales del art. 116 de la Const. Nacional. La doctrina distingue la competencia por apelación extraordinaria de la
ordinaria, de la Corte Suprema.

. APELACIÓN EXTRAORDINARIA. Está regulada principalmente por el art. 14 de la ley 48, relativo al "recurso
extraordinario" federal. Sobre el tema nos remitimos al § 327 Y siguientes. La Corte conoce igualmente en el recurso
"directo" o "de hecho" por apelación extraordinaria denegada (art. 24, inc. 4°, decr. ley 1285/58).

. APELACIÓN ORDINARIA. La contempla el art. 24, inc. 6°, del decr. ley 1285/58, que disciplina la apelación
ordinaria contra las sentencias definitivas de las cámaras nacionales de apelaciones, en los casos en que la Nación sea
parte, y lo debatido supere determinado monto, que actualiza la Corte según la ley 21.708; extradición de criminales
reclamados por países extranjeros; causas a que 542 ESTATUTO DEL PODER EN EL DERECHO CONSTITUCIONAL
ARGENTINO dieren lugar los apresamientos o embargos marítimos en tiempo de jura,. Sobre salvamento militar y sobre
nacionalidad del buque, legitimidad de su patente o regularidad de sus papeles. La ley 24.463, llamada -supuestamente-
de solidaridad previsional, programó también un recurso ordinario de apelación ante la Corte Suprema, de las
sentencias definitivas de la Cámara Federal de Seguridad Social (art. 19). En "Itzcovich", la Corte Suprema reputó tema
justiciable la discusión sobre la constitucionalidad de tal precepto, y lo consideró contrario a la ley suprema por su
irracionabilidad, dado que instauró un trámite engorroso y dilatorio de créditos previsionales que, en cambio, debían ser
de más rápida sustanciación (por la edad de los reclamantes y por su carácter alimentario) ("Itzcovich, Mabel
c/Administración Nacional de la Seguridad Social", LL, 2005-F-362). 3) RECURSO DE REVISIÓN. Contemplado ahora por el
art. 479 del Cód. Proc. Penal de la Nación (ley 23.984) y también por el art. 24, inc. 3°, del decr. Ley 1285/58, ataca
sentencias firmes de índole penal, en casos muy particulares.

3. RECURSOS EXTRAORDINARIOS FEDERAL

Es la vía procesal que permite elevar a la Corte Suprema todo expediente en el que se haya dictado una
sentencia definitiva, emanada de cualquier superior tribunal de la causa del país, a fin de plantearle a aquélla temas de
derecho federal (constitucional o infra constitucional); entre otros, inconstitucionalidad de normas, interpretación de
leyes federales de ciudadanía, impuestos, convertibilidad y desregulación. El recurso extraordinario ha sido el más
importante vehículo procesal para el control máximo de constitucionalidad argentina, y opera desde 1863. Los fines
históricos del recurso extraordinario clásico (art. 14, ley 48), fueron tres:

b) tutelar la primacía del derecho federal, respecto de sentencias provinciales;

c) proteger la supremacía de la Constitución y del resto del derecho federal, aun contra sentencias de tribunales
federales (ley 4055), y

d) uniformar la aplicación del derecho federal ("casación federal"). El recurso extraordinario moderno asume
otra tarea más: dejar sin efecto sentencias arbitrarias.

Esto último es una creación de la Corte Suprema, y cuadruplicó el número de los recursos extraordinarios.
Ocasionalmente ha cumplido el papel de casación general y de recurso de justicia y equidad. El recurso extraordinario
importa un tipo de apelación, bien que extraordinaria (más exigente en los recaudos formales, y donde la Corte no
revisa todo lo actuado, sino solamente temas federales), lo que significa generalmente en el orden nacional una tercera
instancia (y respecto de las provincias, una cuarta).

REGLAS PARA EL RECURSO EXTRAODINARIO DE LA ACORDADA Nro 4 DE 2007

“1º. El recurso extraordinario federal deberá interponerse mediante un escrito de extensión no mayor a
cuarenta (40) páginas de veintiséis (26) renglones, y con letra de tamaño claramente legible (no menor de 12). Igual
restricción será de aplicación para el escrito de contestación del traslado previsto en el art. 257 del Código Procesal Civil
y Comercial de la Nación.

2º. Contendrá una carátula en hoja aparte en la cual deberán consignarse exclusivamente los siguientes datos:

e) el objeto de la presentación;

f) la enunciación precisa de la carátula del expediente;

g) el nombre de quien suscribe el escrito; si actúa en representación de terceros, el de sus representados, y el del
letrado patrocinante si lo hubiera;

h) el domicilio constituido por el presentante en la Capital Federal;

i) la indicación del carácter en que interviene en el pleito el presentante o su representado (como actor, demandado,
tercero citado, etc.);

j) la individualización de la decisión contra la cual se interpone el recurso;

k) la mención del organismo, juez o tribunal que dictó la decisión recurrida, como así también de los que hayan
intervenido con anterioridad en el pleito;

l) la fecha de notificación de dicho pronunciamiento;

m) la mención clara y concisa de las cuestiones planteadas como de índole federal, con simple cita de las normas
involucradas en tales cuestiones y de los precedentes de la Corte sobre el tema, si los hubiere; como así también la
sintética indicación de cuál es la declaración sobre el punto debatido que el recurrente procura obtener del Tribunal; no
se considerará ninguna cuestión que no haya sido incluida aquí;

n) la cita de las normas legales que confieren jurisdicción a la Corte para intervenir en el caso.

3º. En las páginas siguientes deberá exponerse, en capítulos sucesivos y sin incurrir en reiteraciones innecesarias:

d) la demostración de que la decisión apelada proviene del superior tribunal de la causa y de que es definitiva o
equiparable a tal según la jurisprudencia de la Corte;

e) el relato claro y preciso de todas las circunstancias relevantes del caso que estén relacionadas con las cuestiones que
se invocan como de índole federal, con indicación del momento en el que se presentaron por primera vez dichas
cuestiones, de cuándo y cómo el recurrente introdujo el planteo respectivo y, en su caso, de cómo lo mantuvo con
posterioridad;

f) la demostración de que el pronunciamiento impugnado le ocasiona al recurrente un gravamen personal, concreto,


actual y no derivado de su propia actuación;

g) la refutación de todos y cada uno de los fundamentos independientes que den sustento a la decisión apelada en
relación con las cuestiones federales planteadas;

h) la demostración de que media una relación directa e inmediata entre las normas federales invocadas y lo debatido y
resuelto en el caso, y de que la decisión impugnada es contraria al derecho invocado por el apelante con fundamento en
aquéllas.”

REQUISITOS DEL RECURSOS EXTRAODINARIO

1- Ser parte en el juicio

2- Que se haya introducido oportunamente el caso federal y se lo haya mantenido.

3- Interponerlo por escrito ante el juez, tribunal u órgano que dictó la resolución.

4- Plazo.

5- Domicilio en la ciudad de Buenos Aires.


6- Debe estar fundado:

37. Invocando requisitos comunes y propios (escrito en letra negra, indicar sentencia recurrida, autos, partes, copias
de resoluciones o escritos acompañados, firma, patrocinio letrado, etc.)

38. Relación suscita de la causa.

39. Errores del fallo.

40. Enumeración y fundamentación de los agravios.

41. Señalar las cláusulas de la Constitución o del derecho federal afectadas.

42. Reservas.

43. Petición.

PROCEDIMIENTO DEL RECURSO EXTRAORDINARIO

1- Plazo de 10 días hábiles, desde la notificación, para presentar el recurso por escrito y fundado ante el tribunal que
dictó la sentencia definitiva.

2- Traslado a las partes por 10 días hábiles y por su orden.

3- Auto de dicho tribunal que concede o deniega el recurso.

4- Plazo de 5 días para elevarlo a la Corte en caso de concesión.

5- La Corte puede pedir el dictamen del Procurador General de la Nación.

6- La Corte dicta el decreto de autos y luego la sentencia.

7- Amicus curiae: en 15 días hábiles.

8- No puede solicitarse la apertura a prueba ni alegarse hechos nuevos.

9- Puede ordenar la Corte medidas para mejor proveer (art. 36 inc. 2º CPCCN).

10- El fallo es redactado en forma impersonal, pero puede haber votos en disidencias.

QUEJA O RECURSO DE HECHO

1- Denegado el recurso por el tribunal superior se puede interponer queja ante la Corte Suprema en el plazo de 5 días
hábiles desde la notificación más un día cada 200 kilómetros o fracción mayor de 100 kilómetros, depositando en el
Banco de la Cuidad de Buenos Aires a nombre de la Biblioteca de la Corte la suma de $ 5.000.

2- La Corte puede pedir copias de actuaciones o el expediente de la causa.

3- La Corte puede correrle traslado al Procurador General de la Nación.

4- Decreto de autos y sentencia.

5- Amicus curie: en 15 días hábiles.

6- La Corte puede declarar perimida la instancia cuando las partes no cumplen, en el plazo de tres meses, con el decreto
que le pide al recurrente acompañar copias, el que se notifica a la oficina.

PER SALTUM

Se habilita por “gravedad institucional” y por una “cuestión trascendente”.

Caso “Dromí” La Ley 1990-E-97, “Jorge Antonio” Fallos 248:189 y “Alonso” del 6 de diciembre de 1994.

También caso “B.I.B.A.” Fallos 313:2:1242 y U.O.M. del 3 de abril de 1996, denegados.
INFORMACION Y ART QUE DIO ZONIS

231. Desdoblamos el art. 116 CN en: a) “Todas las causas” y b) “Las demás causas”.

232. Desdoblamos “TODAS LAS CAUSAS” EN: a) “DIRECTA Y ESPECIALMENTE REGIDAS POR DERECHO FEDERAL” b)
“NO
REGIDAS DIRECTAS Y ESPECIALMENTE POR DERECHO FEDERAL”

233. Las directamente regidas por derecho federal van a jurisdicción federal

234. Las que no están directamente regidas por derecho federal van a jurisdicción provincial

235. Cuando van a jurisdicción provincial y tienen materia federal deben poder llegar a jurisdicción federal

236. Llegan a jurisdicción federal mediante recurso extraordinario

237. Previo cumplimiento de los requisitos para el recurso extraordinario debe verificarse sentencia del superior
tribunal provincial.

238. La Corte Suprema, mediante recurso extraordinario, como tribunal de garantía constitucional, revisa la parte
federal del caso

239. Desdoblamos el art. 117 de la CN en: a) JURISDICCION APELADA Y b) JUSRIDICCION ORIGINARIA

240. La jurisdicción apelada de la CSJN es: ORDINARIA y EXTRAORDINARIA.

241. En la jurisdicción extraordinaria está el recurso extraordinario (art. 14 ley N°48)

ARTÍCULOS:

Artículo 31.- Esta Constitución, las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten por el Congreso y los
tratados con las potencias extranjeras son la ley suprema de la Nación; y las autoridades de cada provincia están
obligadas a conformarse a ella, no obstante cualquiera disposición en contrario que contengan las leyes o constituciones
provinciales, salvo para la provincia de Buenos Aires, los tratados ratificados después del Pacto de 11 de noviembre de
1859. (SEGÚN ZONIS ALTA NORMA)

Artículo 75.- Corresponde al Congreso:

INC. 2. Imponer contribuciones indirectas como facultad concurrente con las provincias. Imponer contribuciones
directas, por tiempo determinado, proporcionalmente iguales en todo el territorio de la Nación, siempre que la defensa,
seguridad común y bien general del Estado lo exijan. Las contribuciones previstas en este inciso, con excepción de la
parte o el total de las que tengan asignación específica, son coparticipables.

Artículo 108.- El Poder Judicial de la Nación será ejercido por una Corte Suprema de Justicia, y por los demás
tribunales inferiores que el Congreso estableciere en el territorio de la Nación.

Artículo 114.- El Consejo de la Magistratura, regulado por una ley especial sancionada por la mayoría absoluta
de la totalidad de los miembros de cada Cámara, tendrá a su cargo la selección de los magistrados y la administración
del Poder Judicial.

El Consejo será integrado periódicamente de modo que se procure el equilibrio entre la representación de los
órganos políticos resultantes de la elección popular, de los jueces de todas las instancias y de los abogados de la
matrícula federal. Será integrado, asimismo, por otras personas del ámbito académico y científico, en el número y la
forma que indique la ley.
Serán sus atribuciones:

f) Seleccionar mediante concursos públicos los postulantes a las magistraturas inferiores.

g) Emitir propuestas en ternas vinculantes, para el nombramiento de los magistrados de los tribunales inferiores.

h) Administrar los recursos y ejecutar el presupuesto que la ley asigne a la administración de justicia.

i) Ejercer facultades disciplinarias sobre magistrados.

j) Decidir la apertura del procedimiento de remoción de magistrados, en su caso ordenar la suspensión, y formular la
acusación correspondiente.

k) Dictar los reglamentos relacionados con la organización judicial y todos aquellos que sean necesarios para asegurar la
independencia de los jueces y la eficaz prestación de los servicios de justicia.

Artículo 116.- Corresponde a la Corte Suprema y a los tribunales inferiores de la Nación, el conocimiento y decisión de
todas las causas que versen sobre puntos regidos por la Constitución, y por las leyes de la Nación, con la reserva hecha
en el inc. 12 del Artículo 75: y por los tratados con las naciones extranjeras: de las causas concernientes a embajadores,
ministros públicos y cónsules extranjeros: de las causas de almirantazgo y jurisdicción marítima: de los asuntos en que la
Nación sea parte: de las causas que se susciten entre dos o más provincias; entre una provincia y los vecinos de otra;
entre los vecinos de diferentes provincias; y entre una provincia o sus vecinos, contra un Estado o ciudadano extranjero.

Artículo 117.- En estos casos la Corte Suprema ejercerá su jurisdicción por apelación según las reglas y excepciones que
prescriba el Congreso; pero en todos los asuntos concernientes a embajadores, ministros y cónsules extranjeros, y en los
que alguna provincia fuese parte, la ejercerá originaria y exclusivamente.

UNIDAD XI: EL MINISTERIO PÚBLICO

Diseño constitucional
La ley 24309, de convocatoria a la reforma constitucional, puso en manos de la Convención Constituyente la posibilidad
de erigir al Ministerio Público como órgano extra-poder. Así fue, que la Reforma de 1994 incorporó, dentro de sus
tantos artículos, el actual 120 de la CNA, con el rótulo de “Ministerio Público”

Artículo 120 CNA:“El Ministerio Público es un órgano independiente con autonomía funcional y autarquía financiera, que
tiene por función promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad, de los intereses generales de la
sociedad, en coordinación con las demás autoridades de la República.
Está integrado por un procurador general de la Nación y un defensor general de la Nación y los demás miembros que la
ley establezca.
Sus miembros gozan de inmunidades funcionales e intangibilidad de remuneraciones”

Régimen legal:
El artículo 120 CNA se encuentra reglamentado en Ley orgánica de Ministerio Público (fiscal) y Ley orgánica de
Ministerio Público (de defensa)

Integración:
Se trata de un organismo bicéfalo, integrado por el Ministerio Público Fiscal y el Ministerio Público de Defensa.
c) Ministerio Público Fiscal: Según el Art. 10 de la ley O.M.P estará integrado por los siguientes órganos con
carácter permanente, sin perjuicio de aquellos que se creen por resolución del Procurador General de la Nación
para atender un conjunto de casos o un fenómeno criminal en particular:
d) Procuración General de la Nación (1 procurador Gral. de la Nación)
e) Consejo General del Ministerio Público Fiscal de la Nación. (integrado por el Procurador General de la Nación,
quien lo presidirá, y por 6 vocalescon cargo de fiscal general)
f) Fiscalías de distrito. (1 fiscal coordinador de distrito)
g) Fiscalías en materia no penal en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
h) Unidades fiscales de fiscalía de distrito. (Las unidades fiscales tendrán una composición dinámica y flexible y
estarán integradas por fiscales generales, fiscales, auxiliares fiscales, asistentes fiscales, funcionarios y
empleados del Ministerio Público Fiscal de la Nación.)
i) Procuradurías especializadas. (La Procuración General de la Nación contará con las siguientes procuradurías
especializadas de un modo permanente:
Procuraduría de Investigaciones Administrativas.
Procuraduría de Defensa de la Constitución.
Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad.
Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos.
Procuraduría de Narcocriminalidad.
Procuraduría de Trata y Explotación de Personas
Procuraduría de Violencia Institucional.

Cabe destacar que, el Procurador General de la Nación, podrá disponer la creación de otras procuradurías especializadas
cuando la política de persecución penal pública o el interés general de la sociedad así lo requieran)

d) Unidades fiscales especializadas. (El Procurador General de la Nación podrá crear unidades fiscales
especializadas con el objeto de investigar y abordar fenómenos generales que por su trascendencia pública o
institucional o razones de especialización o eficiencia así lo requieran. Designará a los titulares entre los fiscales
generales y fiscales del Ministerio Público Fiscal de la Nación.)
e) Direcciones generales. (Existirán las siguientes direcciones generales permanentes, sin perjuicio de aquellas que
se creen por resolución del Procurador General de la Nación para brindar nuevos servicios o auxiliar en asuntos
de una manera especializada:
Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas.
Dirección General de Acceso a la Justicia.
Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal.
Dirección General de Políticas de Género.
Dirección General de Cooperación Regional e Internacional.
Dirección General de Asesoramiento Económico y Financiero en las Investigaciones.
Dirección General de Recuperación de Activos y Decomiso de Bienes.
Dirección General de Análisis Criminal y Planificación Estratégica de la Persecución Penal.
Dirección General de Desempeño Institucional.
o Dirección General de Desarrollo Organizacional y Nuevas Tecnologías.
o Dirección General de Capacitación y Escuela del Ministerio Público Fiscal de la Nación)

Integrantes. Son magistrados y funcionarios de carrera del Ministerio Público Fiscal de la Nación quienes detenten los
cargos siguientes:
e) Procuradores fiscales.
f) Fiscales generales.
g) Fiscales generales de la Procuración General de la Nación.
h) Fiscal nacional de investigaciones administrativas.
i) Fiscales.
j) Fiscales de la Procuración General de la Nación.
k) Auxiliares fiscales.
l) Asistentes fiscales.

Asimismo, el Ministerio Público Fiscal de la Nación estará integrado por los funcionarios y empleados de conformidad
con la carrera laboral que se establezca en la reglamentación que se dicte al respecto.

2 Ministerio Público de la Defensa:Integran el Ministerio Público de la Defensa:


16).La Defensoría General de la Nación, (es dirigida por el Defensor General de la Nación e integrada por
magistrados, funcionarios y empleados según sus diversos deberes funcionales.)
17).La Defensoría Pública, (Cada Defensoría Pública tiene un titular que es el superior jerárquico de los funcionarios
y empleados a su cargo.)
18).El Consejo Asesor del Ministerio Público de la Defensa, (está conformado por:
17) 1 defensor público de la Defensoría General de la Nación elegido por el Defensor General de la Nación.
18) 1 defensor público del interior del país con rango no inferior a juez de cámara elegido por sorteo público.
19) 1 defensor público con actuación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con rango no inferior a juez de
cámara elegido por sorteo público.
20) 1 defensor público con rango no inferior a juez de primera instancia elegido por sorteo público.
21) 1 defensor público tutor o un defensor público curador elegido por sorteo público.
22) 1 representante de una organización no gubernamental con amplio reconocimiento en temas de administración
de justicia y protección de derechos.
23) 1 representante de un colegio público de abogados.

Designación: Ministerio Público Fiscal:


El Procurador General de la Nación:será designado por el Poder Ejecutivo nacional con acuerdo del Senado por dos
tercios (2/3) de sus miembros presentes.
Consejo General del Ministerio Público Fiscal de la Nación:Sus vocales serán elegidos por el sufragio directo de los
magistrados del Ministerio Público Fiscal de la Nación, de conformidad con la reglamentación que se dicte al respecto.
Fiscalías de distrito:El fiscal coordinador de distrito será elegio por el Procurador General de la Nación
Unidades fiscales de fiscalía de distrito:El personal de la unidad fiscal será designado por el Procurador General a
propuesta de su titular.
Procuradurías especializadas: El Procurador General de la Nación designará a los titulares de las procuradurías
especializadas entre los fiscales generales.
Unidades fiscales especializadas: El procurador General de la Nación Designará a los titulares entre los fiscales generales
y fiscales del Ministerio Público Fiscal de la Nación.
Direcciones Generales:Los directores generales serán nombrados por el Procurador General de la Nación.

Ministerio Público de la Defensa:


Defensor General de la Nación:es designado por el Poder Ejecutivo nacional con acuerdo del Senado por dos tercios
(2/3) de sus miembros presentes.
Las designaciones de los Defensores Públicos previstos en esta ley, se efectúan mediante concurso público de oposición
y antecedentes del cual surgirá la terna de candidatos que el Defensor General de la Nación presentará al Poder
Ejecutivo quien elegirá a un candidato, cuyo nombramiento requerirá el acuerdo de la mayoría simple de los miembros
presentes del Senado.
Las designaciones de los Defensores de Coordinación,seleccionados entre los magistrados del Ministerio Público de la
Defensa, conforme las previsiones de esta ley, son dispuestas mediante resolución fundada del Defensor General de la
Nación y de acuerdo a la pertinente previsión presupuestaria.

Estabilidad:
Ministerio Público Fiscal:
El Procurador General de la Nación,los procuradores fiscales,el fiscal nacional de investigaciones administrativas,los
fiscales generales,los fiscales generales de la Procuración General de la Nación,los fiscales y los fiscales de la Procuración
General de la Nación gozan de estabilidad mientras dure su buena conducta y hasta los setenta y cinco (75) años de
edad.
Los magistrados que alcancen la edad indicada en el párrafo primero, quedarán sujetos a la exigencia de un nuevo
nombramiento, precedido de igual acuerdo. Estas designaciones se efectuarán por el término de cinco (5) años, y
podrán ser reiteradas mediante el mismo procedimiento.
Los funcionarios y empleados gozan de estabilidad mientras dure su buena conducta y hasta haber alcanzado los
requisitos legales para obtener los porcentajes máximos de los respectivos regímenes jubilatorios.
Consejo General del Ministerio Público Fiscal de la Nación:Sus vocales durarán dos (2) años en esta función
Fiscalías de distrito:El fiscal coordinador de distrito será designado por un período de dos (2) años.

Ministerio Público de la Defensa:


Los magistrados del Ministerio Público de la Defensa tienen estabilidad en su empleo mientras dure su buena conducta
y hasta los setenta y cinco (75) años de edad.
Los magistrados que alcancen la edad indicada en el párrafo primero, quedan sujetos a la exigencia de un nuevo
nombramiento, precedido de igual acuerdo. Estas designaciones se efectúan por el término de cinco (5) años, y pueden
ser reiteradas mediante el mismo procedimiento.
El Consejo Asesor del Ministerio Público de la Defensa:Sus integrantes duran en el cargo dos (2) años.
Incompatibilidades:
Ministerio Público Fiscal de la Nación
Los integrantes del Ministerio Público Fiscal de la Nación no podrán:
- ejercer la abogacía
- ni la representación de terceros en juicio, salvo en los asuntos propios o en los de su cónyuge, ascendientes o
descendientes, o bien cuando lo hicieren en cumplimiento de un deber legal.
- Alcanzan a ellos las incompatibilidades que establecen las leyes respecto de los jueces de la Nación.

Podrán ejercer la docencia solo con dedicación simple, de un modo que no interfiera con el desarrollo de sus funciones y
nunca en horarios hábiles de funcionamiento de la institución, salvo casos expresamente autorizados por resolución del
organismo.

Ministerio Público de la Defensa


Sin perjuicio de los diversos impedimentos que se prevén en los respectivos regímenes jurídicos de la administración de
justicia, los integrantes del Ministerio Público de la Defensa tienen especialmente prohibido:
2. Atender consultas como profesionales de derecho o dar asesoramiento en casos de contienda judicial actual o
posible, fuera de los casos inherentes al ejercicio de su función.
3. Ejercer la abogacía o la representación de terceros en juicio, salvo en los asuntos propios o de su cónyuge o con
quien se encontrare en unión convivencial, ascendiente o descendiente, o bien cuando lo hicieren en
cumplimiento de un deber legal.
4. Ejercer el comercio o actividad lucrativa o empleo público o privado, sin autorización previa del Defensor
General de la Nación, salvo el ejercicio de la docencia universitaria o las comisiones de investigación y estudio,
siempre y cuando la práctica de éstas últimas no obstaculice el cumplimiento de su labor.

Remoción:
Ministerio Público Fiscal
El Procurador General de la Nación solo puede ser removido por las causales y mediante el procedimiento establecidos
en los artículos 53 y 59 de la Constitución Nacional.
Los magistrados que componen el Ministerio Público Fiscal de la Nación podrán ser removidos de sus cargos únicamente
por el Tribunal de Enjuiciamiento del Ministerio Público Fiscal de la Nación, por las causales previstas en esta ley.

Ministerio Público de la Defensa


El Defensor General de la Nación sólo puede ser removido por las causales y mediante el procedimiento establecido en
los artículos 53 y 59 de la Constitución Nacional.
Los restantes magistrados que componen el Ministerio Público de la Defensa sólo pueden ser removidos de sus cargos
por el Tribunal de Enjuiciamiento previsto en esta ley, por las causales de mal desempeño, grave negligencia o por la
comisión de delitos dolosos de cualquier especie.

Garantías Funcionales: autonomía y autarquía financiera


Como bien dice el Artículo 120 CNA: “El Ministerio Público es un órgano independiente con autonomía funcional y
autarquía financiera (…)” El Ministerio Público Fiscal de la Nación ejerce sus funciones con autonomía funcional, es
decir, sin sujeción a instrucción o directivas emanadas de órganos ajenos a su estructura.
A fin de asegurar su autarquía financiera, el Ministerio Público Fiscal de la Nación contará con un presupuesto de
recursos y gastos atendido con cargo al Tesoro nacional y con recursos propios.
En cuanto al Ministerio Público de la Defensa, este también goza de independencia y autonomía funcional, sin sujeción a
instrucciones o directivas emanadas de órganos ajenos a su estructura.
El Ministerio Público de la Defensa cuenta con autarquía financiera de conformidad con lo dispuesto en el artículo 120
de la Constitución Nacional. En orden a ello, tendrá crédito presupuestario propio, el que será atendido con cargo al
Tesoro nacional y con recursos propios.

UNIDAD XII: CONTROL EXTERNO.


— Dentro de la misma sección que la CN dedica al Congreso aparecen dos órganos que, consideramos
extrapoderes. Son la Auditoría General de la Nación y el Defensor del Pueblo.

Hemos de aclarar por qué los dos órganos mencionados tienen, para nosotros, la naturaleza de extrapoderes
aunque en el texto normativo cada uno viene regulado en su propio capítulo como parte de la sección dedicada al PL: ni
la Auditoría General ni el Defensor del Pueblo tienen a su cargo competencias atribuidas al congreso. La primera inviste
la asistencia técnica del congreso y emite dictámenes. El segundo, defiende y protege los derechos humanos. Ambos
órganos tienen autonomía funcional; el Defensor del Pueblo, además, no recibe instrucciones de ninguna autoridad. Es
muy claro que tales funciones de colaboración, por más anexas que acaso se reputen en relación con el congreso, son
independientes y tipifican muy bien la categoría “extrapoderes” de los dos órganos.

AUDITORÍA GENERAL DE LA NACIÓN.

El art. 85 dice: “El control externo del sector público nacional en sus aspectos patrimoniales, económicos,
financieros y operativos, será una atribución del Poder Legislativo. El examen y la opinión del Poder Legislativo sobre el
desempeño y situación general de la administración pública estarán sustentados en los dictámenes de la Auditoría
General de la Nación. Este organismo de asistencia técnica del Congreso, con autonomía funcional, se integrará del
modo que establezca la ley que reglamenta su creación y funcionamiento, que deberá ser aprobada por mayoría
absoluta de los miembros de cada Cámara. El presidente del organismo será designado a propuesta del partido político
de oposición con mayor número de legisladores en el Congreso. Tendrá a su cargo el control de legalidad, gestión y
auditoría de toda la actividad de la administración pública centralizada y descentralizada cualquiera fuera su modalidad
de organización, y las demás funciones que la ley le otorgue. Intervendrá necesariamente en el trámite de aprobación o
rechazo de las cuentas de percepción e inversión de los fondos públicos.”

Antes de la reforma de 1994, la ley 24.156 había creado la Auditoría General, asignándole la naturaleza de “ente
de control externo del sector público nacional, dependiente del congreso nacional”, y con calidad de “personería jurídica
propia e independencia funcional”. Este diseño institucional no concuerda con el que ahora impone el art. 85, porque
esta norma no alude a dependencia alguna de la Auditoría respecto del congreso, como tampoco define la personalidad
del organismo que, como ya lo hemos anticipado, exhibe para nosotros el perfil de un órgano extrapoderes.

Integración.

Este órgano se integrará del modo que establezca la ley que reglamenta su creación y funcionamiento, y deberá
ser aprobada por mayoría absoluta de los miembros de cada cámara.

El organismo está compuesto por 7 auditores:


1. Deben ser argentinos
2. Deben poseer el título de abogado o contador
3. Deben tener especialización en área de administración financiera

Son designados 3 por el Senado y 3 por Diputados, en ambos casos por resolución fundada. El Presidente debe
ser designado por el presidente de cada Cámara, a propuesta del partido político con mayor número en el Congreso, con
un sentido político a favor de la independencia e imparcialidad del órgano. Esta es una de las normas que enfatizan el
protagonismo de los partidos y el reconocimiento explícito que les ha asignado la reforma constitucional.

Funciones

La Auditoría ingresó a la CN con el objeto de jerarquizar un órgano de control destinado a combatir la corrupción
administrativa

El artículo divide en dos el ámbito de competencias de la Auditoría: a) por un lado, la asistencia técnica del
congreso; b) por el otro, el control de legalidad, gestión y auditoría en el ámbito demarcado por el párrafo tercero del
art. 85. En el primer caso, la Auditoría dictamina; en el segundo, controla. La obligatoriedad que se le impone al
congreso de sustentar su examen y opinión en los dictámenes de la Auditoría surge imperativa y operativamente de la
CN, al igual que la función de control que le imputa a la Auditoría como competencia propia.

Los controles mencionados hacen referencia a la evaluación que realiza este órgano en cuanto a la oportunidad,
exigencia o conveniencia de las decisiones en materia patrimonial, financiera, económica y operativa. Las
recomendaciones en sus dictámenes sirven para rectificar prácticas administrativas ineficientes

Trabaja conjuntamente examinando su plan anual de actividades con la Comisión Parlamentaria Mixta Revisora
de Cuentas creada por la ley 24.156.

TRIBUNAL DE CUENTAS (Pcia de Santa Fe). Ley 12.510

Características

El Tribunal de Cuentas de Santa Fe es un órgano con jerarquía constitucional, al recibir una configuración
determinada de la Constitución Provincial, ya que el artículo 81º de la misma establece sus competencias básicas al
expresar que “Un Tribunal de Cuentas, con jurisdicción en toda la Provincia, tiene a su cargo, en los casos y en la forma
que señale la ley, aprobar o desaprobar la percepción e inversión de caudales públicos y declarar las responsabilidades
que resulten”.

La función jurisdiccional a la que alude la Carta Magna es una característica consustancial del Tribunal de
Cuentas, que posee independencia funcional, financiera y personalidad jurídica propia y cuyo ejercicio se materializa a
través de los denominados Juicios de Cuentas y de Responsabilidad. Comprende este punto el análisis de la cuenta de
inversión, que resulta un instrumento fundamental para evaluar la gestión gubernamental y el cumplimiento de las
decisiones incluidas en los planes de gobierno, detallados en la Ley de Presupuesto de cada ejercicio fiscal.

La Ley 12510, otorga el marco legal de las funciones que le competen y las atribuciones que se le asignan en el
ejercicio del control del Sector Público No Financiero, a modo de brindar una síntesis se describen las siguientes:

f) EXAMEN DE CUENTAS. Comprende el examen de las rendiciones de cuentas, de percepción e


inversión de los fondos públicos que efectúen los responsables obligados a ello, y por ende la sustanciación de
los juicios de cuentas a los mismos, expidiéndose por la aprobación o desaprobación de las cuentas. Los
Responsables obligados a rendir cuenta son todos los agentes, funcionarios del sector público o entidades
sujetas al control del Tribunal de Cuentas, a quienes se haya confiado el cometido de recaudar, percibir,
transferir, custodiar, administrar, invertir, pagar o entregar fondos, valores, especies o bienes del Estado.
Además, toda persona humana o jurídica que, sin pertenecer al Estado, reciba de éste fondos, valores o
especies, cualquiera fuera el carácter de la entrega y siempre que la misma no constituya contraprestación,
indemnización o pago de bienes o servicios, es responsable ante la administración y está obligado a rendir
cuenta de su gestión.

b CONTROL DE LEGALIDAD. Permite la formulación de reparo administrativo u observación legal a


los actos sujetos a control. Se ocupa de examinar la adecuación de una operación (administrativa, económica,
financiera o de otro tipo) a las normas aplicables, es extensivo tanto a las personas físicas como a las
organizaciones.

c ANÁLISIS CUENTA DE INVERSIÓN. El Tribunal de Cuentas, como órgano de control externo del
Sector Público Provincial No Financiero, posee como responsabilidad el examen de la Cuenta de Inversión, según
lo establecido por el artículo 81º de la Constitución Provincial, examinar la Cuenta de Inversión, con el objeto de
posibilitar a las Honorables Cámaras Legislativas, el ejercicio conferido por el artículo 55º, inciso 9) de la
mencionada norma constitucional, consistente en aprobar o desechar anualmente la Cuenta de Inversión

Integración

Es un cuerpo colegiado integrado por cinco miembros.

Requisitos:

1. Ser argentino nativo o por opción


2. Tener treinta (30) años de edad como mínimo y cinco (5) años de antigüedad mínima en el título
3. Tener domicilio real en la Provincia.
Tres de sus integrantes deben poseer título de Contador Público y dos, el título de Abogado.

Previo a su nombramiento, el Poder Ejecutivo deberá consultar sobre la idoneidad profesional de las personas
propuestas, a las entidades con competencia en el ejercicio de la profesión y a la Comisión creada en el artículo 245º de
la Ley de Administración, Eficiencia y Control del Estado Nº 12510.

Los miembros del Tribunal de Cuentas duran seis años en sus funciones, son nombrados por el Poder Ejecutivo
con acuerdo de la Asamblea Legislativa.

Los vocales del Tribunal de Cuentas prestan juramento de desempeñar fielmente los deberes de su cargo, ante
el mismo cuerpo y durante su gestión gozan de iguales prerrogativas que los magistrados judiciales y sólo podrán ser
removidos mediante juicio político.

La presidencia del Organismo de Control Externo Provincial está a cargo del vocal que designa el propio cuerpo
en Acuerdo Plenario, quien permanece en funciones por un año, rotando en el cargo los demás Vocales, de acuerdo al
orden que determine el sorteo que debe realizar el Cuerpo en Acuerdo Plenario.

Incompatibilidades

El desempeño del cargo de Vocal del Tribunal de Cuentas requiere dedicación exclusiva, incompatible con el
ejercicio de la profesión, con excepción de la docencia. Su retribución será equivalente a la de Vocal de la Cámara de
Apelaciones del Poder Judicial Provincial

DEFENSOR DEL PUEBLO

El Defensor del Pueblo, al que el art 86 adjudica la categoría de órgano independiente instituido en el ámbito del
congreso, cumple una función de defensa y protección de los derechos humanos, y de control del ejercicio de las
funciones administrativas públicas.

Tiene legitimación procesal.


Al igual que la AGN, reviste naturaleza de órgano extrapoder. El art. 86 lo ha creado como órgano
independiente, con plena autonomía funcional, y exento de recibir instrucciones de ninguna autoridad. Por ende, la
ubicación normativa congresional no implica que forme parte del congreso, y mucho menos que guarde dependencia
respecto de él, solo que su designación y remoción le quedan asignadas, con el voto de las dos terceras partes de los
miembros presentes de cada cámara.

Como órgano federal de control, circunscribe su competencia al espacio exclusivamente federal, o sea, a las
violaciones de autoría federal y a la fiscalización de las funciones administrativas públicas de alcance federal. -no puede
intervenir en la zona que es propia de las provincias-.

Competencia y áreas de control

La competencia central está definida constitucionalmente, y consiste en la defensa y protección de los derechos
humanos y de los demás derechos, garantías e intereses tutelados por la constitución y las leyes, ante hechos, actos u
omisiones de la administración. Para ello, está habilitado a recibir y seleccionar denuncias y quejas, a informar, a
investigar, a criticar, a hacer propuestas y recomendaciones, a articular proyectos y, especialmente, a acceder a la
justicia en virtud de su legitimación procesal. En todo este conjunto de posibilidades damos por cierto que su acción no
se debe limitar a los actos u omisiones ya consumados, sino que ha de tener a la vez carácter preventivo. En ninguna de
sus competencias posee facultades de decisión con naturaleza vinculante y efectos obligatorios.

El área tutelada se enmarca en la actividad —por hechos, acciones u omisiones— de la administración pública,
que depende en su ejercicio del jefe de gabinete de ministros, bajo la responsabilidad política del presidente de la
república. No dudamos de que también la actividad del congreso, en cuanto se despliega en el ámbito administrativo,
queda sometida a la competencia del Defensor del Pueblo. En cuanto al Poder Judicial, la legitimación procesal del
Defensor del Pueblo le otorga capacidad para acceder a los tribunales en cumplimiento de la función que la constitución
se discierne y para intervenir en los procesos judiciales.

Integración

La designación del Defensor se da a propuesta de la Comisión Bicameral Permanente (formada por 7 miembros
de c/ Cámara) mediante el voto de 2/3 de los miembros presentes.

1. Debe ser argentino


2. Debe tener 30 años

Se le deparan los privilegios e inmunidades de los legisladores, y un período de desempeño quinquenal (5 años),
con posible designación inmediata por una nueva y única vez.

Inmunidades

El Defensor del Pueblo gozará de las inmunidades establecidas por la Constitución Nacional para los miembros
del Congreso. No podrá ser arrestado desde el día de su designación hasta el de su cese o suspensión, excepto en el caso
de ser sorprendido in fraganti en la ejecución de un delito doloso, de lo que se deberá dar cuenta a los Presidentes de
ambas Cámaras con la información sumaria del hecho.

La legitimación procesal

El art. 86 confiere al Defensor la legitimación procesal en todo cuanto hace a las cuestiones de su competencia.
En correspondencia con el art. 86, el art. 43 también se la confiere para promover la acción de amparo, que es aquél
donde aparecen mencionados los intereses difusos o colectivos con el nombre de “derechos de incidencia colectiva en
general”. La legitimación del Defensor del Pueblo se entiende como extendida a toda clase de procesos judiciales, esto
lo habilita para acudir a instancias administrativas e intervenir en ellas a efectos de plantear pretensiones en defensa de
derechos e intereses, de modo equivalente a como lo puede hacer ante los tribunales judiciales

DEFENSOR DEL PUEBLO (Pcia de Santa Fe). Ley 10.396


La Defensoría del Pueblo es un organismo descentralizado, unipersonal e independiente, que no recibe
instrucciones de ninguna índole y tiene facultades de control extrapoder, encargado de proteger y promover los
derechos fundamentales del individuo y los intereses difusos o colectivos de la comunidad contra actos irregulares,
arbitrarios, ilegítimos, discriminatorios o negligentes de los funcionarios de la administración pública.

Función y competencia

Sin perjuicio de presentar la denuncia de hechos delictuales, el Defensor del Pueblo efectúa recomendaciones a
los funcionarios, propone la modificación de normas legales, efectúa críticas y amonestaciones y hace pública su labor a
través de informes.

Ejerce la defensa del individuo y de la comunidad tanto en el plano de los derechos fundamentales, derechos
económicos (protección del consumidor) como en los intereses difusos.

De esta manera, el defensor del Pueblo de la provincia de Santa Fe tiene competencia para actuar sobre:

c) Administración pública centralizada: Gobernación, ministerios, secretarías y subsecretarías del Poder


Ejecutivo (salud, obras públicas, medio ambiente, seguridad, cultura, promoción comunitaria, entre otras áreas).

d) Administración pública descentralizada: entes autárquicos como Iapos, Túnel Subfluvial, Lotería de Santa Fe,
empresas del Estado (EPE) y concesionadas (Aguas Provinciales de Santa Fe).

e) Sociedades con participación estatal y personas jurídicas en ejercicio de funciones públicas (colegios de
profesionales).

El Defensor del Pueblo ejerce su jurisdicción sobre todo el territorio provincial y actúa no sólo ante la queja
presentada por un ciudadano o grupo de personas y/o instituciones. También puede hacerlo de oficio cuando advierte
alguna anormalidad, por vía de la Ley 10.000 de Intereses Difusos o, inclusive, a petición de los diputados y senadores.

Podrá iniciar y proseguir de oficio o a petición del o los interesados, cualquier investigación conducente al
esclarecimiento de los actos, hechos u omisiones de la administración pública provincial y sus agentes.

Quedan exceptuados del ámbito de competencia de la Defensoría del Pueblo, el Poder Judicial y el Poder
Legislativo. Puede elevar sugerencias al Poder Ejecutivo Provincial, proyectos de ley o proponer reformas de
organización alternativas en organismos públicos.

Integración
Podrá ser elegido Defensor del Pueblo toda persona que reúna las siguientes condiciones:

a) Ser argentino nativo o por opción.


b)Nacido en la Provincia o con dos años de residencia inmediata a esta.
c) Tener 30 años de edad como mínimo.
d)Pleno disfrute de sus derechos cívicos y políticos
Remuneración

El Defensor del Pueblo percibirá por sus servicios una remuneración igual que la de los Senadores Provinciales.

UNIDAD 13 – Electoral Local Sistema y Regímenes


1.Formación de los órganos del Estado. Los derechos políticos.
Los derechos políticos son aquellos que vinculan especialmente al ciudadano con el Estado. Son tales cuando se
titularizan en sujetos que tienen calidad de ciudadanos o de entidades políticas reconocidas, y cuando no tienen ni
pueden tener otra finalidad que la política. La participación política se manifiesta a través de derechos reconocidos
expresamente por la CN: sufragio, facultad de afiliarse o no a un partido político, etc.

El derecho electoral activo (o derecho de sufragio).


Concepto. El derecho electoral activo es la facultad que tienen los ciudadanos por medio de la cual eligen a sus
representantes para el futuro ejercicio del poder. Es entonces la potestad de elegir a nuestros representantes. Se trata
de una función política de naturaleza electoral y de carácter individual. El voto es la acción de exteriorizar la voluntad, en
una elección política o en otro tipo de elecciones. El sufragio es el derecho político que permite la elección de nuestros
representantes.
Constitucionalización. Antes de la reforma del 94, el derecho electoral activo no tenia inclusión expresa en la CN
formal. Sin embargo, encontraba cabida en el art. 33 de los derechos implícitos, al nacer del principio de soberanía del
pueblo y la forma republicana de gobierno. Luego de la última reforma, este derecho político se encuadra en el nuevo
art. 37 qué garantiza el pleno ejercicio de los derechos políticos, además de la iniciativa legislativa y la consulta popular
(arts 39 y 40).
Naturaleza. En el sufragio se dan las cualidades de un derecho, un deber y una función pública. Es un derecho
porque es la facultad de elegir titularizada por todo el pueblo. Es un deber porque todo elector tiene la obligación de
emitir su voto para la formación de los poderes. Es una función pública porque los derechos políticos, una vez ejercidos,
se convierten en funciones públicas, regulados por la constitución y calificados por la ley.

Cuerpo electoral. Es el conjunto de personas que reúnen los requisitos exigidos legalmente para el ejercicio de
los derechos políticos. Estas personas ostentan el derecho electoral activo. Para esto, deben poseer la aptitud básica
qué es la ciudadanía. El argentino nativo adquiere la ciudadanía a los 18 años, y puede ejercer el derecho electoral
activo. El nacional por naturalización adquiere la ciudadanía a los 3 años de naturalizado o a los 5 años de residencia
continua.
Distintos criterios para la formación (universal o calificada) y organización (territorial o profesional). En cuanto a
la formación, el criterio universal plantea el reconocimiento del derecho del sufragio a todos los individuos no excluidos
en virtud de causas taxativamente enumeradas en la ley, mientras que el criterio calificado sostiene la delimitación del
derecho del sufragio teniendo en cuenta las características económicas intelectuales y personales de las personas. En
cuanto a la organización, los colegios electorales pueden tener base territorial (lo constituyen las provincias y la capital
federal) o base sindical (tienen derecho al voto electores con determinadas profesiones o títulos).

El padrón electoral: formación y revisión. El padrón es la lista con los vecinos de una población que están
facultados a ejercer el derecho del sufragio. Se debe tener en cuenta para confeccionarlo la ciudadanía, la edad y la
capacidad electoral. Es responsabilidad de cada uno revisar si está en el padrón, ya que en caso contrario será imposible
votar.

El derecho electoral pasivo. Es la facultad o la aptitud de poder ser electo a través del sufragio popular para
ocupar un cargo público. Hay ciertos requisitos para la candidatura según el cargo para el cual quiera uno presentarse.
Se exige siempre ser elector activo, tener cierta edad (25 años diputados, 30 años senadores, presidentes y vice),
ejercicio probado de la ciudadanía (4 años para diputados, 6 para senadores), residencia o bien ser nativo (los
legisladores deben ser nativos de la provincia que los elige o bien tener dos años de residencia efectiva).

Nominación de los candidatos. La selección de candidaturas es ejercida por un órgano técnico-especial: los
partidos políticos. Estos canalizan la participación extendida a todos los individuos. Así, el Estado debe garantizar a los
partidos una competencia interna entre los afiliados que aspiran a investir el papel de candidatos.
Exclusiones genéricas y específicas. La ley establece exclusiones genéricas para los menores de 18 años,
dementes, sordomudos, etc. Las exclusiones específicas consisten en una inhabilitación especial para desempeñar un
cargo. Así, la ley de partidos políticos establece que no podrán ser candidatos a cargos públicos electivos, ni ser
designados para ejercer cargos partidarios:
\emdash Los excluidos del padrón electoral por ley vigente
\emdash El personal de las FFAA y de las fuerzas de Seguridad de la Nación
\emdash Los magistrados y funcionarios permanentes del poder judicial
\emdash Los que desempeñen cargos directivos o fueren apoderados de empresas concesionarias de servicios y
obras públicas de la nación

2. El sufragio como medio o instrumento para elegir.


Caracteres. Los caracteres del sufragio son: universalidad (reconocido a todos los ciudadanos por igual),
igualdad (todos los sectores se encuadran en las mismas condiciones. Un hombre vale un voto), secreto (es una garantía
mediante la cual no podrá individualizarse el voto. Se emplean sistemas apropiados (cuarto oscuro) para asegurar al
elector la reserva del contenido de su voto), y obligatoriedad (el elector no puede abstenerse de votar sin que sea
sancionado).
Los sistemas electorales. Clasificaciones (directos o indirectos; uninominales o plurinominales; mayoritario,
proporcional, mixto). El sistema electoral es el procedimiento o técnica mediante el cual son distribuidos y adjudicados
los cargos electivos en relación con los resultados electorales. Suelen ser calificados. Según la distribución territorial, hay
3 variantes principales:
D) Sistema de distrito único: no hay división territorial del Estado. Cada elector vota tantos candidatos como
cargos electivos haya que cubrir. En nuestro país tiene aplicación en la elección de presidente y vice. En el derecho
público provincial, para elegir gobernadores y vicegobernadores.
E) Sistema de circunscripciones uninominales: el territorio del Estado es dividido en tantas circunscripciones
territoriales como cantidad de cargos a cubrir haya.
F) Sistema de circunscripciones plurinominales: se divide el territorio del Estado en distritos, circunscripciones o
regiones electorales. El elector elige un número determinado de cargos electivos, votando por una lista que contiene
igual o menor cantidad que las vacantes a cubrir.

3. Sistema mayoritario: La lista que obtiene mayor cantidad de sufragios cubre la totalidad de los cargos
electivos. No hay representación de las minorías.
4. Sistema minoritario: Se procura otorgar alguna representación a la oposición.
- Sistema de representación proporcional: Tiende a lograr una representación política que sea el más
exacto reflejo de la voluntad popular.
- Sistemas mixtos: Trata de armonizar el principio mayoritario con la representación proporcional. Son
productos de negociaciones políticas y se basan en el sistema de listas o proporcional.

3. El procedimiento electoral.
-Actividad preparatoria: las juntas electorales funcionarán 60 días antes de las elecciones en cada capital de
provincia y la capital de la república. Sus resoluciones son apelables a la Cámara Nacional Electoral. Atribuciones:
aprobar las boletas de sufragio, designar autoridades receptoras de votos, proclamar a los que resulten electos.
-Respecto de los actos pre-electorales: En cuanto a la convocatoria (llamado a elecciones hecho a la ciudadanía),
será llevado a cabo por los ejecutivos respectivos, y se hará con 90 días de anticipación. La oficialización de la lista de
candidatos debe darse desde la convocatoria y hasta 50 días antes de la elección. Los partidos registrarán ante el juez
electoral la lista de candidatos. En cuanto a la oficialización de las boletas de sufragios, los partidos políticos reconocidos
someterán a la aprobación de la junta electoral los modelos exactos de las boletas de sufragios destinadas a ser
utilizadas en los comicios.
-Acto electoral: el dia de la elección queda prohibida toda manifestación de tropas, los espectáculos populares y
toda clase de reuniones públicas, portación de armas y expendio de bebidas alcohólicas. Las mesas receptoras contarán
con un presidente. El cuarto oscuro es una habitación con una sola puerta de acceso en donde las boletas deben
encontrarse en un lugar visible.
-Escrutinio: el primero que se realiza es el escrutinio de mesa, en donde los sufragios se separan para su
recuento en las siguientes categorías:
a Votos válidos: ajustados a las normas vigentes;
a Votos nulos: emitidos con boletas no oficializadas o con inscripciones e imágenes, o dos o más boletas
de distintos partidos;
a Votos en blanco: sin contenido;
a Votos recurridos: cuando la validez o nulidad fuere cuestionada por algún fiscal de mesa;
a Votos impugnados: emitidos por electores cuya identidad ha sido cuestionada.
Se inicia el escrutinio luego de las 18 hs y su resultado se consignará en acta impresa al dorso del patrón. Luego, se pasa
al escrutinio de la junta electoral. Este es el definitivo, y durante las 48 hs siguientes recibirá protestas y reclamaciones.
Vencido ese plazo, el escrutinio es definitivo.

4. Los partidos políticos como instituciones fundamentales del sistema democrático.


Son los entes que permiten encauzar la voluntad del pueblo, fortaleciendo así el ideal supremo de la forma de
estado democrático: que el pueblo sea quien realmente gobierne. Son herramientas que facilitan la manifestación de la
voluntad popular al proporcionar los mismos el espacio esencial donde cada miembro de la sociedad civil puede verter
su opinión y sus pareceres. Las funciones que cumplen son: encauzar la voluntad popular, evitar la indiferencia cívica,
difundir la cultura pública y política, servir de comunicación entre el pueblo y el gobierno, formar y designar los
candidatos para las funciones gubernativas y de oposición.
Su progresiva inserción en el ámbito constitucional. El art. 38 de la CN. Antes de la reforma de 1994, no estaban
contemplados en la constitución formal, pero sí en la material. Su existencia se fundamentaba en el derecho de
asociación del art. 14 y en el art. 33 de los derechos implícitos (nacen del principio de soberanía del pueblo y de la forma
republicana de gobierno).
En el 94, se establece la regulación de los partidos políticos expresamente en la constitución nacional en el art.
- Los partidos políticos gozan de libertad para su organización y diagramación de sus actividades. Debe existir en los
mismos una representación de las minorías, y acceso a la información pública y a la difusión de ideas. Tienen la
obligación de dar publicidad al origen y destino de sus fondos y patrimonios. La constitución avala y tutela la presencia
de los partidos políticos, contribuyendo con el sostenimiento económico de sus actividades y la capacitación de sus
dirigentes. La ley 25.600 es la que regula el financiamiento estatal de los partidos políticos.
Sistema de contralor estatal de los partidos políticos. Régimen Legal. Cuando en su accionar implican un peligro
real, actual y presente, sobre todo contra la CN, dan lugar a que la justicia electoral prohíbe su intervención e injerencia
en la vida política. Es constitucionalmente válido que la ley reglamente razonablemente los requisitos a los que deben
ajustarse los partidos para obtener su reconocimiento, y que al reglamentarlos excluya a los que supongan peligro para
el proyecto político democrático de la constitución. El régimen legal concerniente a partidos se establece en la ley
23298.
En el orden provincial, Santa fe regula el accionar de los partidos por medio de la ley 6808, LEY ORGÁNICA DE
LOS PARTIDOS POLÍTICOS DE LA PROVINCIA DE SANTA FE.

5. Las presiones sobre los órganos del poder estatal.


Los grupos de presión son todo ente que incide en el manejo del poder de un país determinado. Lo relevante es
que su accionar incide en las decisiones gubernamentales. Los sindicatos, industrias, grupos de empresarios y medios de
comunicación son típicos ejemplos de grupos de presión. Imponen limitaciones y condicionamientos a la expansión del
poder público. No son lo mismo los grupos de presion (asociación con parámetros comunes que dirige su conducta
incidiendo en el poder de la nación, coaccionan a las autoridades para obligarlas a satisfacer sus demandas) que los
grupos de interés o los grupos de tensión (actúan violando la ley y el orden).

6. Información extra
-Campaña electoral: el Código Nacional Electoral establece que la campaña se inicia 35 días antes del comicio, y
finaliza 48hs antes del mismo. Se prohíben los actos de campaña fuera de este tiempo
-Fraude electoral: robo de urnas, cómputos irregulares de los sufragios, violencia sobre los electores, compra de
votos, voto de los muertos, múltiple voto de una misma persona, sustitución de un elector por otro, etc.
-Infracciones: El código Nacional Electoral prevé faltas electorales, como la no emisión del voto, portación de
armas en el comicio, actos de proselitismo. También reprime delitos electorales (no concurrencia o abuso en las
funciones electorales, negativa o demora en la acción de amparo, organización de espectáculos públicos o actos
deportivos en ocasión de las elecciones, etc)
-Consulta popular vinculante:
ART 1º — El Congreso de la Nación, a iniciativa de la Cámara de Diputados, podrá so meter a consulta popular
vinculante todo proyecto de ley con excepción de aquellos cuyo procedimiento de sanción se encuentre especialmente
reglado por la Constitución Nacional mediante la determinación de la cámara de origen o por la exigencia de una
mayoría calificada para su aprobación.
ART 2º — La ley de convocatoria a consulta popular vinculante deberá tratarse en una sesión especial y ser
aprobada con el voto de la mayoría absoluta de miembros presentes en cada una de las Cámaras.
-Iniciativa Legislativa Popular:
ART 1°-Reglaméntase el artículo 39 de la Constitución Nacional.
ARTI 2°-Los ciudadanos podrán ejercer el derecho de iniciativa popular para presentar proyectos de ley ante la
Cámara de Diputados de la Nación.
ART 3 º-No podrán ser objeto de iniciativa popular los proyectos referidos a reforma constitucional, tratados
internacionales, tributos, presupuesto y materia penal.
ART 4°-La iniciativa popular requerirá la firma de un número de ciudadanos no inferior al uno y medio por ciento
(1,5 %) del padrón electoral utilizado para la última elección de diputados nacionales y deberá representar por lo menos
a seis (6) distritos electorales.
Cuando la materia de la iniciativa sea de alcance regional el requisito del porcentual se cumplirá considerando
únicamente el padrón electoral del total de las provincias que componen dicha región, sin tener en cuenta la cantidad
de distritos que prevé el primer párrafo.

-Carácter del voto: universal, secreto igual y obligatorio.


-Ley de acefalía: M A D R E (muerte/ ausencia/ destitución/ renuncia/ enfermedad)
Artículo 88 CNA.- En caso de enfermedad, ausencia de la Capital, muerte, renuncia o destitución del Presidente,
el Poder Ejecutivo será ejercido por el vicepresidente de la Nación. En caso de destitución, muerte, dimisión o
inhabilidad del Presidente y vicepresidente de la Nación, el Congreso determinará qué funcionario público ha de
desempeñar la Presidencia, hasta que haya cesado la causa de inhabilidad o un nuevo Presidente sea electo.
De estar impedido también el vicepresidente, la línea de sucesión temporaria está compuesta en este orden:
Presidente provisional del Senado, Presidente de la Cámara de Diputados y Presidente de la Corte Suprema de Justicia.

Unidad 14.
c) Los medios materiales del Estado para el cumplimiento de sus fines. Recursos del Estado Federal. La actividad
financiera del Estado; diferencias con la actividad económica. Formación del Tesoro Nacional.

El Estado Federal debe cumplir ciertas finalidades derivadas de necesidades para lo cual debe proveerse de recursos.
Estas necesidades pueden ser:
- Necesidades públicas absolutas o primarias (procurar la defensa exterior, mantener un ordenamiento jurídico
interno, administrar e impartir justicia). Estas necesidades son indelegables, el Estado debe asumirlas en
cualquier caso puesto que las mismas hacen a su existencia, a su esencia. Sin cumplimiento de ellas no hay
Estado posible.
- Necesidades públicas relativas o secundarias (las que refieren a la cultura, la educación, la vivienda, la situación
sanitaria, etc). Estas necesidades pueden o no ser cubiertas por el Estado, gasto social.

Para cumplimentar estas necesidades el Estado provee servicios públicos a la sociedad, los cuales se llevan a cabo a
través del gasto público que se conforma en razón del ingreso público (también llamado “recurso público”).
Los recursos del Estado Federal son las percepciones o ingresos del Estado, de cualquier naturaleza, que tienen por
finalidad financiar los gastos públicos. Tales como pagos de tributos, ganancias de empresas del estado, exportaciones,
etc. Estos recursos pasan a formar el ingreso público (cuando es menor que el gasto público origina lo que se denomina
como déficit fiscal y si es mayor el superávit fiscal.)
Según el gasto donde va afectado, podemos clasificar los recursos en:
d) Ordinarios: aquellos ingresos que son corrientes, permanentes y sirven para hacer frente a los gastos comunes
del Estado (el pago de salarios, las jubilaciones y pensiones, etc).
- Los impuestos a la exportación e importación de mercaderías, denominadas también “derechos o aranceles

aduaneros". Impositivos
- El producto de la venta o locación de tierras fiscales. Patrimoniales
- El ingreso de los servicios públicos que presta el correo oficial. De empresas del estado
- Las contribuciones, que efectiva y proporcionalmente imponga el Congreso (directa e indirectas). Cabe destacar
que contribución aquí se emplea como sinónimo de impuestos.

- Extraordinarios o de emergencia:son los que se obtienen para subsanar situaciones excepcionales.


- Empréstitos: Créditos obtenidos por el gobierno federal
- Operaciones fiscales: aquí se alude a los Bonos que emite el Estado, con los cuales obtiene fondo de los
particulares a 5, 10, 15 años, los cuales tienen fijado un interés y el reintegro de la amortización del capital que
el Estado recibe. Claros ejemplos fueron el BOCON previsional para pagar la deuda a los jubilados, o la emisión
del BONEX en 1989 para terminar con el flageló de la hiperinflación.

La llamada actividad financiera estatal o pública es el conjunto de actividades que realiza el Estado relacionadas con: la
diagramación del presupuesto nacional, donde se prevé el ingreso público (recaudación y aplicación de impuesto, del
crédito público), el gasto público (afectación de erogaciones, invirtiendo en obras públicas, otorgando subsidios,
comprando empresas y todo lo relacionado con el patrimonio del Estado y su utilización).
Se exterioriza en la obtención de recursos y en la realización de gastos apareja, recíprocamente, la recaudación fiscal y la
afectación de erogaciones. Es erróneo suponer que la actividad financiera estatal es únicamente de naturaleza
económica, o que puede anteponer los principios y pautas de esa índole sin tomar en cuenta prioritariamente a la
constitución. La actividad financiera estatal es jurídico-constitucional, y reviste carácter instrumental.
Los fines de la actividad financiera son los que hacen viable el funcionamiento integral del estado democrático y, en su
núcleo, permiten dar efectividad (en la vigencia sociológica) a los derechos que tienen su raíz en la constitución. Debe
tomar muy en cuenta toda la constelación de principios, valores y derechos de la constitución para orientar las políticas
que guardan relación con la obtención de los recursos para la hacienda pública y con su afectación para los gastos. Las
prioridades que cabe inferir de la constitución tienen que reflejarse en la política fiscal.
Un diseño de los parámetros que se tienden desde la constitución hacia la política fiscal y la actividad financiera, para
someterlas a fines relevantes:
- el desarrollo humano, el desarrollo económico-social, el equilibrio del desigual desarrollo relativo de provincias y
regiones (art. 75 incisos 17, 19 párrafos primero y segundo; art. 75 inc. 2º párrafo tercero; los arts. 41, 124 y
125);
- la solidaridad (art. 75 inc. 2º párrafo tercero);
- la igualdad de oportunidades en todo el territorio, la igualdad real de oportunidades y de trato, la igualdad de
oportunidades y posibilidades en materia educativa (art. 75 inc. 2º párrafo tercero, inc. 23 e inc. 19 párrafo
tercero).
- el progreso económico con justicia social (art. 75 inc. 19 párrafo primero);
- la generación de empleo (ídem);
- la productividad de la economía (ídem);
- la defensa del valor de la moneda (ídem);
- el pleno goce y ejercicio de los derechos reconocidos en la constitución y los tratados internacionales (art. 75
inc. 23);
- la consideración especial de los niños, las mujeres, los ancianos, y las personas con discapacidad (ídem);
- globalmente, el funcionamiento de las instituciones de la constitución.

Todas estas pautas deben ser tomadas en cuenta cada vez que el congreso dicta una ley de coparticipación federal,
cuando aprueba el presupuesto, y cuando trata la cuenta de inversión. Todos los operadores constitucionales (jefe de
gabinete de ministros, ministros, funcionarios, jueces, etc.) deben asimismo acudir a las mismas pautas para el ejercicio
de sus respectivas competencias.
El reparto de competencias. Dada la forma federal de estado que implanta la constitución, el poder tributario se halla
repartido entre dos fuentes: el estado federal y las provincias. Después de la reforma de 1994 hemos de entender que,
en jurisdicción de las provincias, los municipios de cada una de ellas tienen reconocido por el art. 123 un ámbito de
autonomía en el que la constitución provincial debe reglar el alcance y contenido de la misma autonomía en el orden
económico y financiero, lo que implica admitir el poder tributario municipal. No hay que olvidar que el régimen
autónomo de la ciudad de Buenos Aires también lo presupone. Aun cuando los recursos del estado no se limitan a los
que proveen las cargas fiscales, éstas cobran particular relieve e importancia. La constitución denomina “tesoro
nacional” al que se forma mediante la diversidad de fuentes aludidas en el art. 4º, dentro de las cuales se menciona a
las contribuciones. Este es el primer aspecto o rubro de la actividad financiera pública (obtención de recursos o
ingresos), consistiendo el segundo en los gastos a los que se destinan los ingresos.

El tesoro nacional. El Tesoro Federal se conforma a través de los recursos o ingresos públicos que el Estado está
capacitado para conseguir. El art. 4 enumera las fuentes donde puede el Estado obtener estos recursos públicos.
- Producto de derechos de importación y exportación: estos derechos son materia del régimen aduanero propio
del Congreso (art. 75, inc. 1ro). Las aduanas, a través de las cuales se materializan estos derechos de
importación y exportación, son todas federales (art. 9), vale decir que no están sujetas a regulación por las
provincias sino solo por el Estado Federal.
- Venta o locación de tierras de propiedad nacional: son las tierras sujetas a dominio público nacional, excluyendo
las que son de dominio provincial. La enajenación o disposición de estas tierras está sujeta al poder del
Congreso de la Nación (art. 75, inc. 5to). En nuestros días este es un recurso público de escaso aprovechamiento
para el Estado dado que remiten pocas de estas tierras "fiscales” o de propiedad nacional.
- Rentas de correos: se refiere la norma a los correos federales o de transporte de correspondencia. Se extiende
la norma, por analogía, a los correos marítimos, aéreos, ferroviarios y a cualquier otra forma de trasmisión de
correspondencia, a los teléfonos y telégrafos.
- Demás contribuciones constitucionales: reza el art. 4 que formarán parte del Tesoro Federal todas "las demás
contribuciones que equitativa y proporcionalmente a la población imponga el Congreso general".
- Empréstitos y operaciones de crédito para urgencias de la Nación o empresas de utilidad nacional: son los
créditos que en el orden externo obtiene el Gobierno Federal. En el orden interno (ej. De particulares cotizando
títulos de la deuda pública en la Bolsa) y en el exterior (Ej. De otros países o de entidades financieras
internacionales, como el FMI o el BM).

El art. 17 establece que sólo el congreso está facultado para imponer las contribuciones de que habla el art. 4to. Por
otra parte, el art. 75, inc. 2do delega al mismo órgano la autoridad para imponer contribuciones directas, en las

condiciones que especifica y, siempre que "la defensa, seguridad común y el bien general del Estado lo exijan".

- Clasificación de los recursos:


Tributarios: impuestos, tasas, contribución de mejoras, peaje.

La tributación fiscal abarca el sistema de impuestos, contribuciones, tasas y peaje. Se los engloba dentro de los
tributarios, por provenir de la palabra “tributo”, que significa, el poder del imperio, lo que cobra el Estado, un caudal de
dinero.
• Impuesto es la prestación patrimonial, generalmente en dinero, debida al estado sin contraprestación especial,
con el fin de satisfacer necesidades colectivas. Quien paga el impuesto no recibe beneficio concreto de ninguna
índole, pero el estado atiende con su recaudación gastos generales. (no tiene una contraprestación).

• Contribución,especial o de mejoras,es el tributo debido a quien obtiene una plusvalía o aumento de valor en un
bien del que es propietario, en razón de una obra pública o una actividad estatal. En la contribución, quién la
paga ha recibido un beneficio, que es el mayor valor incorporado a su propiedad privada, por el cual debe oblar
la contribución. Con una modalidad harto diferente de las contribuciones especiales o de mejoras, las
contribuciones llamadas “sociales” o de seguridad social no son incluidas por muchos autores entre las
contribuciones de naturaleza tributaria. Ejemplo: los aportes debidos a organismos previsionales dentro de
nuestro régimen jubilatorio, sino entre las contribuciones parafiscales.
Contribución especial: el beneficio o incremento del valor económico de la cosa de propiedad privada
deviene del gasto público, de obras públicas o de especiales actividades del Estado. La mayoría de las
contribuciones corresponden a este tipo.
Contribución de mejoras: son aquellas donde el beneficio proviene de la construcción de obras públicas.
Por ejemplo cuando el Estado construye un desagüe, abre una ruta, pavimenta, ensancha o prolonga
una calle o un camino rural. En conclusión, se habla de contribución de mejoras cuando el Estado actúa
valorizando económicamente la propiedad privada del contribuyente, acarreando el correlativo
enriquecimiento del propietario. Poseían mayor alcance hace unas décadas, actualmente están en
Franco retroceso.

• Tasa es la prestación que se paga en virtud de un servicio público aprovechado; hay también, como en la
contribución, un beneficio recibido por el contribuyente, a diferencia del impuesto, en el que no se da relación
alguna con servicios o enriquecimiento proveniente de una actividad estatal. (sí tiene una contraprestación para
sí mismo, derivado de una determinada actividad). Ejemplo: trámite para obtener la partida de nacimiento, para
hacer el DNI, obtener el carnet de conducir.
De prestación efectiva:el servicio público prestado es aprovechado en su totalidad.
De prestación potencial:el servicio público es de aprovechamiento potencial. Puede o no aprovecharse.
• El peaje es una contribución o pago que debe satisfacer el usuario de una obra pública vial (camino, puente,
ruta, etc.) por la circulación de estos determinados lugares, así como también por los derechos de tránsito. El
peaje no viola la libre circulación territorial en tanto se respeten determinadas condiciones como: a) que el pago
se destine a solventar gastos de construcción, amortización, uso o conservación de la obra; b) que el uso de la
obra esté destinado a todos sin discriminación; c) que ese uso no sea obligatorio; d) que el monto sea
proporcional al costo, uso o conservación de la obra; e) que el monto sea uniforme para todos los usuarios que
se hallen en las mismas condiciones; f) que no encubra un gravamen al tránsito. Para buena parte de nuestra
doctrina, el peaje tiene naturaleza de tasa.
Un interesante fallo sobre el peaje es que el dictó la Corte Suprema el 18 de junio de 1991 en el caso “Estado Nacional
c/Arenera El Libertador SRL.”, en el que sostuvo que el peaje no es inconstitucional cuando no configura un pago
exigible por el mero paso, desvinculado de servicios o prestaciones a favor del usuario, como es el caso de la
construcción y el mantenimiento de la vía de tránsito. Tampoco surge del derecho judicial la necesidad de vías
alternativas de utilización gratuita. En cambio, lo que haría inaplicable el peaje o requeriría la existencia de vías
alternativas, sería el monto irrazonable de la tasa que, por no haber una vía gratuita de tránsito, tornara ilusorio el
derecho de libre circulación; pero tal circunstancia debe ser acreditada por quien alega el perjuicio.

La tributación fiscal admite numerosas vinculaciones, alguna doctrina puede incluirla en este marco. Abarca el sistema
de impuestos, tasas y contribuciones, y suele vérsela como apoyada en lo que se llama el “poder impositivo” (o
tributario o fiscal) del estado (federal y provincial). A veces, los principios constitucionales de la tributación fiscal se
trasladan a cargas que no son ni impuestos, ni tasas, ni contribuciones (por ej., los aportes a un régimen jubilatorio), y
que algunos denominan “contribuciones parafiscales”. Todas ellas apuntan a la posibilidad jurídica (competencia) de
crear y exigir tributos con relación a personas o bienes que se encuentran en la respectiva jurisdicción.

Impuestos directos e indirectos: criterios de distinción.

Los impuestos directos e indirectos.Los impuestos pueden dividirse según infinidad de criterios; pero la que reviste
mayor importancia a los fines del Derecho Constitucional es la de impuestos directos e indirectos, por la división de
competencias que respecto a estos impuestos se hace entre Estado Federal y Estados miembros (provincias). (art 75 inc
2). Es importante saberlo para determinar a quién le corresponde aplicarlo, cobrarlo, como se recauda, donde ingresa,
etc.
El hecho oponible es la situación jurídica frente a la cual se erige o se crea un tributo. Es aquel hecho jurídico que por
revestir ciertas particularidades (por ejemplo el consumo, o el incremento del patrimonio de los contribuyentes) posee
virtualidad para ser gravado por el fisco. Se grava a través de la imposición por ley de un tributo determinado. Si este
hecho imponible no se verifica no hay razón, no hay fundamento alguno para la estipulación del gravamen (Resultaría,
en consecuencia, inconstitucional.)

Los impuestos directos son aquellos que gravan a la riqueza de la persona en su forma originaria, al patrimonio en su
riqueza, recae sobre un determinado objeto, una nave, una casa, renta, etc. se pagan en función a lo que valen estos
bienes. Ejemplo: el impuesto Inmobiliario, impuesto a los bienes registrables, impuesto a las ganancias. El hecho
oponible consiste en situaciones objetivas como la posesión de patrimonio, en la percepción de renta (sinónimo de
ganancia), en el incremento patrimonial, etc. De allí que se sostenga que estos impuestos son intransferibles, no
trasladables de la persona que los paga. por la razón de que los hechos imponibles en virtud de los cuales se establece el
gravamen no pueden separarse de la persona que los abona.

Los impuestos indirectos son aquellos que gravan la exteriorización de la capacidad contributiva mediata del
contribuyente (es indirecta, es solo un indicio de la capacidad adquisitiva del obligado) y no inmediata como en los
directos donde hay una seguridad y no como en los indirectos donde hay un mero indicio respecto a la capacidad
adquisitiva del obligado. hay una exteriorización de la capacidad contributiva mediata y los mismos son trasladables
(transferibles del comerciante al consumidor). El hecho oponible se debe a la producción o venta de bienes, el
suministro de servicios, la adquisición o consumo de bienes o servicios, el ejercicio de profesiones con fines de lucro,
etc. Ejemplo: IVA, impuestos internos.
Estos se dividen en impuestos indirectos internos (impuesto al valor agregado IVA, al consumo) y externos (derechos
aduaneros de importación y exportación, art 4).

Derechos de importación y exportación . Régimen constitucional de aduanas.

El art. 75, inc. 1 establece que corresponde al Congreso “legislar en materia aduanera. Establecer los derechos de
importación y exportación, los cuales, así como las valuaciones sobre las que recaigan, serán uniformes en toda la
Nación”.
La regulación de estos derechos (impuestos indirectos externos) es competencia exclusiva del Congreso de la Nación.

Los principios constitucionales.La constitución formal ha federalizado las aduanas. Las normas que rigen la materia son:
• el art. 9º en cuanto dispone que en todo el territorio del estado no habrá más aduanas que las “nacionales”;
• el art. 75 inc. 10, en cuanto dispone que es atribución del congreso “crear o suprimir aduanas”;
• el art. 9º, en cuanto dispone que en las aduanas “nacionales” regirán las tarifas que sancione el congreso;
• el art. 75 inc. 1º, en cuanto dispone que corresponde al congreso “legislar en materia aduanera” y “establecer
los derechos de importación y exportación, los cuales, así como las avaluaciones sobre las que recaigan, serán
uniformes en toda la nación”;
• el art. 4º, en cuanto incluye a los derechos de importación y exportación entre los recursos del tesoro nacional.

Cuando la constitución habla de aduanas “nacionales” hemos de entender dos cosas:


- que se refiere a aduanas exteriores;
- que la competencia federal es exclusiva en ellas, en orden a los aspectos antes delineados.

De ello deducimos que:


- el estado federal no puede crear aduanas interiores;
- las provincias no pueden crear aduanas interiores ni exteriores, ni ejercer en cuanto a las últimas las
competencias exclusivas del estado federal.

Hemos de advertir que las aduanas “nacionales” o exteriores no son tales por su ubicación territorial o geográfica, ni las
interiores lo son por estar situadas en el interior del país; aduanas interiores son las que en cualquier lugar donde se
encuentren, están referidas al tráfico interno.
La circulación “territorial”. La prohibición de establecer aduanas interiores se vincula con la circulación territorial, la que
a su vez se enlaza con la libertad de comercio, de navegación, y hasta de trabajar. La constitución formal ha querido
hacer del estado un solo y único territorio a los fines del tránsito o paso de personas, bienes, buques, vehículos, etc. Esto
es lo que se llama circulación territorial como libertad de circulación sin trabas emergentes de aduanas interiores o de
gravámenes al tráfico territorial interno. El art. 10 consigna que en el interior de la república es libre de derechos la
circulación de los efectos de producción o fabricación nacional, así como los géneros y mercancías de todas clases,
despachados en las aduanas exteriores. El art. 11 añade que los artículos de producción o fabricación nacional o
extranjera, así como los ganados de toda especie, que pasen por territorio de una provincia a otra, serán libres de los
derechos llamados de tránsito, siéndolo también los carruajes, buques o bestias en que se transporten; y ningún otro
derecho podrá imponérseles en adelante, cualquiera que sea su denominación, por el hecho de transitar el territorio.
Por último, el art. 12 dice que los buques destinados de una provincia a otra no serán obligados a entrar, anclar y pagar
derechos por causa de tránsito, sin que en ningún caso puedan concederse preferencias a un puerto respecto de otro
por medio de leyes o reglamentos de comercio. Esta última norma debe coordinarse con la que consagra la libre
navegación de los ríos interiores (art. 26) y con la que dispone que es competencia del congreso reglamentar esa libre
navegación (art. 75 inc. 10).

Bases constitucionales de la tributación: legalidad, igualdad, razonabilidad. Irretroactividad fiscal.

Los impuestos, contribuciones y tasas tienen en común su carácter de tributos forzosos y obligatorios. Su
establecimiento debe satisfacer determinados recaudos constitucionales, a saber: a) principio de legalidad; b) principio
de igualdad fiscal; c) principio de no confiscatoriedad; d) principio de finalidad.
- El principio de legalidad traslada a la materia tributaria la pauta del art. 19: nadie puede ser obligado a hacer lo
que la ley no manda. Todo tributo debe ser creado por ley —del congreso, si el establecimiento del tributo es
competencia del estado federal; de las legislaturas provinciales, si lo es de las provincias—. “Nullum tributum
sine lege”.
El principio de legalidad tributaria surge explícitamente del art. 17: sólo el congreso impone las contribuciones
que se expresan en el art. 4º. El término “contribuciones” debe entenderse como comprensivo de impuestos,
tasas y contribuciones. Las leyes de exención también deben comenzar su trámite congresional en la cámara de
diputados, porque son leyes de contribuciones. La excepcional competencia del poder ejecutivo para dictar
decretos de necesidad y urgencia está absoluta y expresamente prohibida en materia tributaria (art. 99 inc. 3º).
También lo está la iniciativa popular para proyectos de ley sobre tributos (art. 39). El principio de legalidad exige
que la ley establezca claramente el hecho imponible, los sujetos obligados al pago, el sistema o la base para
determinar el hecho imponible, la fecha de pago, las exenciones, las infracciones y sanciones, el órgano
competente para recibir el pago, etc. Cuando la Corte ha entendido descubrir naturaleza impositiva en algún
gravamen establecido por decreto del poder ejecutivo, ha declarado su invalidez a causa del avance
inconstitucional sobre atribuciones que la constitución tiene reservadas al congreso.

- El principio de igualdad fiscal es una aplicación específica de la regla de igualdad ante la ley. El art. 16 dice que la
igualdad es la base del impuesto; el art. 4º habla de “contribuciones que equitativa y proporcionalmente a la
población imponga el congreso”, y el art. 75 inc. 2º —limitado a las contribuciones directas excepcionales— las
califica de “proporcionalmente iguales”. Hay que traer a colación también la igualdad real de oportunidades y de
trato a que alude genéricamente el art. 75 inc. 23 después de la reforma de 1994. La proporcionalidad no está
referida al número de habitantes o población, sino a la riqueza que se grava. A igual capacidad tributaria con
respecto a la misma riqueza, el impuesto debe ser, en las mismas circunstancias, igual para todos los
contribuyentes. No obstante, su derecho judicial aclara que, además de la capacidad contributiva, la ley puede
computar la mayor o menor medida del deber de contribuir en el sujeto obligado, deber que tiene distinta razón
de aquella capacidad. Ahora bien: a) la igualdad fiscal no impide discriminar entre los contribuyentes, siempre
que el criterio para establecer las distintas categorías sea razonable; b) la igualdad fiscal no impide la
progresividad del impuesto; c) la igualdad fiscal exige la uniformidad y generalidad impositiva en todo el país, o
sea, prohíbe que el congreso establezca tributos territorialmente diferentes. Cuando un tributo corresponde a la
jurisdicción provincial, la igualdad no queda violada si una provincia lo establece y otra no, pero la que lo
establece ha de respetar en su ámbito la uniformidad y generalidad que derivan de la igualdad fiscal.

c) El principio de no confiscatoriedad,llamado también principio de equidad, indica que el tributo debe ser
razonable, impuesto en forma equitativa y proporcional (art. 4 CN). Si la contribución es excesiva o arbitraria se
torna confiscatoria y, en consecuencia, contraria a la inviolabilidad de la propiedad (art. 17). El carácter
confiscatorio de un gravamen no puede ser establecido sino a consecuencia del análisis detenido de las
circunstancias de hecho que condicionan su aplicación. Por tal motivo, su incompatibilidad con la garantía
constitucional de la propiedad no puede resultar sino de la prueba de la absorción por el Estado de una parte
sustancial de la renta o del capital gravado.
Sin embargo, el problema de la confiscatoriedad se vuelve confuso cuando se tiene que aplicar a cada tributo
concreto para evaluar si el porcentaje absorbido por él viola el derecho de propiedad. La pauta teórica se
enuncia diciendo que esa absorción no puede ser sustancial, pero es preciso determinar en cada caso cuándo lo
es y cuándo no.

d) El principio de finalidad exige que todo tributo tenga un fin de interés general. Como standard muy elástico,
podríamos decir que la tributación no tiene como objetivo enriquecer al estado, sino lograr un beneficio
colectivo, común o público. Con fórmula más clásica, habría que afirmar que la legitimidad de la tributación
radica en el fin de bien común al cual se destina la recaudación. En el impuesto, el contribuyente no recibe
beneficio alguno concreto y directo por parte del estado. Parecería, a primera vista, que no hubiera principio de
finalidad. Pero no es así: todo impuesto debe responder a un fin de interés público.
La Corte Suprema ha sostenido que la ley fiscal no persigue como única finalidad la recaudación, sino que se
inscribe en un marco jurídico general, de amplio contenido social, en el cual la sujeción de los particulares a los
reglamentos fiscales constituye el núcleo sobre el que gira todo el sistema económico y de circulación de bienes.

e) Principio de irretroactividad fiscal.Si no existe tributo sin ley (Nullum tributum Sine lege), esta ley debe ser
previa al hecho imponible, es consecuencia de la legalidad. Las leyes que crean o modifican tributos no son
retroactivas, vale decir, que no pueden retroactivamente crear o agravar el hecho imponible. Y si un hecho no
es imponible conforme a la ley fiscal vigente al tiempo de producirse, hay derecho “adquirido” a quedar libre de
obligación fiscal respecto al mismo hecho. La Constitución del 94 consagra expresamente el principio de
solidaridad fiscal e implícitamente el principio de subsidiariedad de la doctrina social de la iglesia que establece
“se debe transferir a la unidad social mayor lo que la unidad menor no puede hacer.”

La razonabilidad no suele incluirse al principio de razonabilidad entre los propios de la tributación, y está bien no
hacerlo porque no es un principio específico de ella, sino un principio constitucional que vale denominar general. Pero,
por esto mismo, es aplicable a la materia tributaria. En efecto, los cuatro principios enunciados (legalidad, igualdad
fiscal, finalidad, y no confiscatoriedad), se hallan relacionados con el de razonabilidad, y como rodeados y alimentados
por él: la ley tributaria debe ser —como todas las leyes— razonable; las discriminaciones para gravar sin lesión de la
igualdad, deben ser razonables; la finalidad tributaria debe ser razonable; el monto de las cargas —para no violar la
propiedad— debe ser razonable. (art 4, art 28, “alterar”: “Los principios, garantías y derechos reconocidos en los
anteriores artículos, no podrán ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio”).

La generalidad de los tributos.La igualdad y la finalidad tributarias tienen mucho que ver con la generalidad del tributo.
En un sentido muy amplio pero no del todo exacto, se puede pensar que si en la imposición tributaria debe respetarse la
igualdad fiscal y la finalidad de bien público, todos deben pagar el tributo para beneficio común, por lo que el tributo ha
de ser general. La generalidad tributaria es, por cierto, un principio conexo con el de igualdad y el de finalidad, pero hay
que interpretarlo correctamente. La generalidad y uniformidad del tributo pueden examinarse desde el punto de vista
de quienes han de pagarlo (sujetos pasivos de la obligación fiscal), y de aquéllos a quienes beneficia la recaudación
(finalidad tributaria).

La relación y la obligación tributarias. La relación fiscal o tributaria es el vínculo jurídico que se configura entre el estado
(o el ente autorizado a exigir el tributo) y el sujeto afectado por el tributo. La obligación fiscal o tributaria es,
fundamentalmente, la que pesa sobre el sujeto obligado a pagar el tributo; en tal supuesto, es una obligación de dar
(generalmente, una suma de dinero), pero hay también otros aspectos de la obligación fiscal que no implican pago
(presentar declaraciones juradas, no realizar un acto jurídico si previa o simultáneamente no se garantiza o paga el
tributo, etc.). La obligación fiscal de pagar el tributo se llama “deuda tributaria”.

La retroactividad de la ley fiscal. La aplicación del principio de legalidad a la materia tributaria conduce a una primera
consecuencia, harto importante; si es que “no hay tributo sin ley”, esta ley debe ser previa o anterior al hecho
imponible. De ahí que las leyes que crean o modifican tributos no pueden retroactivamente crear o agravar el hecho
imponible. Y si un hecho no es imponible conforme a la ley fiscal vigente al tiempo de producirse, hay derecho
“adquirido” a quedar libre de obligación fiscal respecto del mismo hecho.

Facultades impositivas del gobierno Federal y de las provincias.

Con la reforma de 1994 se ha modificado el reparto de competencias entre Estado y provincias. El nuevo artículo 75, inc.
2do (que reemplaza al antiguo art. 67) alude expresamente a las "contribuciones indirecta” (impuestos indirectos) lo
cual no sucedía con anterioridad a la reforma. Reza el artículo 75, inc. 2do: " Imponer contribuciones indirectas como
facultad concurrente con las provincias. Imponer contribuciones directas, por tiempo determinado, proporcionalmente
iguales en todo el territorio de la Nación, siempre que la defensa, seguridad común y bien general del Estado lo exijan.
Las contribuciones previstas en este inciso, con excepción de la parte o el total de las que tengan asignación específica,
son coparticipables. Una ley - convenio , sobre la base de acuerdos entre la Nación y las provincias, instituirá regímenes
de coparticipación de estas contribuciones, garantizando la automaticidad en la remisión de los fondos. ..." Esta
disposición establece dos novedades :
6) Las contribuciones directas (no todas) e indirectas a las que alude el artículo son coparticipables, excepción
hecha de los tributos aduaneros (impuestos aduaneros externos) y de toda contribución que, parcial o
totalmente, ha recibido por ley una "asignación específica" en la recaudación fiscal.
7) Se estipula un sistema de ley convenio para regular esta coparticipación federal. Esta ley -convenio comenzará
su tratamiento en la Cámara de Senadores, lo cual implica una excepción en materia tributaria respecto a la
regla del art. 52 que sostiene que la cámara de origen en lo que respecta a contribuciones debe ser la de
Diputados. Aquí la regla se invierte, es la Cámara de Senadores la cámara de origen. Esta ley - convenio exige,
para su sanción, la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada cámara y luego requiere la
aprobación de las provincias. Por último, cabe señalar que esta ley no podrá ser modificada ni reglada por el
Poder Ejecutivo.

El derecho judicial en materia de competencias tributarias federales y provinciales. El derecho judicial que antes de la
reforma de 1994 ha interpretado el reparto de competencias impositivas, comienza con la afirmación de que tanto el
estado federal como las provincias están constitucionalmente autorizados a crear impuestos dentro de los límites hasta
donde alcanza su jurisdicción, para afirmar a continuación que el estado federal no puede impedir o estorbar a las
provincias el ejercicio del poder que no han delegado o que se han reservado y que el poder impositivo de las provincias
se extiende a todas las cosas que se encuentran dentro de su jurisdicción territorial y que forman parte de su riqueza
pública, con tal que al ejercer ese poder impositivo no vulneren los arts. 9, 10, 11 y 108 (ahora 126) de la constitución
federal.

La “cláusula comercial” y el poder impositivo. Se llama “cláusula comercial” a la norma del art. 75 inc. 13, que confiere
al congreso la facultad de reglar el comercio interprovincial e internacional. La regulación de dicho comercio
interjurisdiccional es privativa del congreso. En cambio, el poder impositivo, según vimos, encuentra en la constitución
sus normas propias, que dan lugar a un reparto entre estado federal y provincias; o sea que en el poder impositivo hay
algunas competencias provinciales; por ende, la competencia impositiva, y la que atribuye la cláusula comercial, son
distintas, y no deben confundirse.
Durante mucho tiempo, el derecho judicial de la Corte no hizo el debido deslinde entre una y otra, y en muchos casos
absorbió al poder impositivo en la cláusula comercial, interpretando que como ésta adjudica al congreso la facultad
exclusiva de reglar el comercio interjurisdiccional (prohibiéndola a las provincias), las provincias tenían inhibido el poder
impositivo sobre toda actividad relacionada con aquel comercio. Para decir eso, es evidente que de dos competencias
distintas (la de la cláusula comercial y la impositiva), se formaba una sola, ya que si el gobierno federal arrastraba a la
segunda porque ejercía la primera, las dos quedaban unificadas, equiparadas, o identificadas. Puede decirse que a partir
de 1973 la jurisprudencia de la Corte sufrió una evolución progresiva que nos permite interpretar en la actualidad que
las provincias no pueden convertir en “hecho imponible” a la actividad misma que implica “comercio” entre provincias o
con el exterior, pero la “ganancia” o el “lucro” que derivan de esa actividad son “hechos imponibles” diferentes de la
actividad que los produce, y como diferentes pueden ser captados por leyes provinciales. Tal evolución demuestra que
ahora el derecho judicial distingue la “cláusula comercial” y el poder impositivo, y aun cuando por la primera queda
impedido a las provincias reglar el comercio interjurisdiccional, no queda necesariamente inhibido el poder impositivo
provincial que grava actividades relacionadas con aquel comercio.

Prohibiciones al poder impositivo provincial.No obstante, hay aclaraciones que formular a este principio.
- Las provincias no pueden gravar la importación y exportación, porque se trata de impuestos aduaneros
exclusivamente federales;
- las provincias no pueden gravar como “hecho imponible” a la actividad comercial interjurisdiccional (pero sí al
ingreso o la ganancia que ella reporta);
- las provincias no pueden discriminar por razón de su origen, cuando establecen las cargas tributarias, al
comercio exterior (por ej., gravando más las ventas locales de productos importados) o al interprovincial (por
ej., gravando más las ventas locales de productos entrados de otra provincia); tampoco pueden discriminar por
razón del “destino” (por ej., gravando más las ventas locales cuando los productos se trasladarán a otra
provincia o al exterior);
- as provincias no pueden gravar como “hecho imponible” la entrada o salida de productos;
- las provincias no pueden establecer un tributo como condición o con motivo del ejercicio de una actividad
comercial interjurisdiccional;
- las provincias no pueden crear impuestos que entorpezcan, frustren o impidan la circulación interprovincial
comercial, ni el comercio internacional.

Este repertorio tiene que completarse. Otras prohibiciones para el poder impositivo provincial surgen de limitaciones
que puede establecer el congreso en uso de competencias que la constitución le otorga. Así por ej., una ley del congreso
destinada a promover determinada política comercial, social, cultural, etc., puede eximir al estado federal, a organismos
dependientes de él, y hasta a particulares, del pago de gravámenes provinciales por las actividades que desarrollan en
cumplimiento de aquella política, o de gravámenes sobre los instrumentos que utilizan para satisfacerla. Con iguales
fines y alcance, una limitación análoga podría provenir de un tratado internacional entre nuestro estado y otro u otros.
El derecho judicial de la Corte sólo considera inválida la tributación provincial en casos como los señalados en el párrafo
anterior cuando las provincias impiden, frustran o entorpecen mediante sus gravámenes locales una política federal
determinada con la que resultan incompatibles. Pero de no existir esa confrontación incompatible, el poder impositivo
provincial queda subsistente y su ejercicio es constitucionalmente válido.

Ley 23.548. Coparticipación; criterios de reparto: equidad, solidaridad y subsidiariedad fiscal.

COPARTICIPACIÓN FEDERAL DE RECURSOS FISCALES LEY Nº 23548


Sancionada: Enero 7 de 1988. Promulgada: Enero 22 de 1988.

ARTÍCULO 1º — Establécese a partir del 1 de enero de 1988, el Régimen Transitorio de Distribución de Recursos Fiscales
entre la nación y las provincias, conforme a las previsiones de la presente Ley.

ARTÍCULO 2º — La masa de fondos a distribuir estará integrada por el producido de la recaudación de todos los
impuestos nacionales existentes o a crearse, con las siguientes excepciones:
- Derechos de importación y exportación previstos en el artículo 4 de la Constitución Nacional;
- Aquellos cuya distribución, entre la Nación y las provincias, esté prevista o se prevea en otros sistemas o
regímenes especiales de coparticipación;
- Los impuestos y contribuciones nacionales con afectación específica a propósitos o destinos determinados,
vigentes al momento de la promulgación de esta Ley, con su actual estructura, plazo de vigencia y destino.
Cumplido el objeto de creación de estos impuestos afectados, si los gravámenes continuaran en vigencia se
incorporarán al sistema de distribución de esta Ley;
- Los impuestos y contribuciones nacionales cuyo producido se afecte a la realización de inversiones, servicios,
obras y al fomento de actividades, que se declaren de interés nacional por acuerdo entre la nación y las
provincias. Dicha afectación deberá decidirse por Ley del Congreso Nacional con adhesión de las Legislaturas
Provinciales y tendrá duración limitada.

Cumplido el objeto de creación de estos impuestos afectados, si los gravámenes continuarán en vigencia se
incorporarán al sistema de distribución de esta Ley.
Asimismo considérense integrantes de la masa distribuible, el producido de los impuestos, existentes o a crearse, que
graven la transferencia o el consumo de combustibles, incluso el establecido por la Ley Nº 17.597, en la medida en que
su recaudación exceda lo acreditado el Fondo de Combustibles creado por dicha ley.

ARTÍCULO 5º — El Fondo de Aportes del Tesoro Nacional a las Provincias creado por el inciso d) del artículo 3 de la
presente Ley se destinará a atender situaciones de emergencia y desequilibrios financieros de los gobiernos provinciales
y será previsto presupuestariamente en jurisdicción del Ministerio del Interior, quien será el encargado de su asignación.
El Ministerio del Interior informará trimestralmente a las provincias sobre la distribución de los fondos, indicando los
criterios seguidos para la asignación. El Poder Ejecutivo Nacional no podrá girar suma alguna que supere el monto
resultante de la aplicación del inciso d) del artículo 3º en forma adicional a las distribuciones de fondos regidos por esta
ley salvo las previstas por otros regímenes especiales o créditos específicos del presupuesto de gastos de administración
de la Nación.

ARTÍCULO 6º — El Banco de la Nación Argentina, transferirá automáticamente a cada provincia y al Fondo de Aportes
del Tesoro Nacional a las Provincias, el monto de recaudación que les corresponda, de acuerdo a los porcentajes
establecidos en la presente Ley.
Dicha transferencia será diaria y el Banco de la Nación Argentina no percibirá retribución de ninguna especie por los
servicios que preste conforme a esta Ley.

ARTÍCULO 10. — Ratifícase la vigencia de la Comisión Federal de Impuestos, la que estará constituida por un
representante de la nación y uno por cada provincia adherida. Estos representantes deberán ser personas especializadas
en materia impositiva a juicio de las jurisdicciones designantes. Asimismo la Nación y las provincias designarán cada una
de ellas un representante suplente para los supuestos de impedimento de actuación de los titulares. Su asiento será
fijado por la Comisión Federal en sesión plenaria con la asistencia de por lo menos dos tercios de los estados
representados.
Tendrá un Comité Ejecutivo el que estará constituido y funcionará integrado por el representante de la Nación y los de
ocho (8) provincias.
- los efectos de modificar su propio reglamento deberá constituirse en sesión plenaria con la asistencia de por lo menos
los dos tercios de los estados representados.
Este reglamento determinará los asuntos que deberán ser sometidos a sesión plenaria, establecerá las normas
procesales pertinentes para la actuación ante el organismo y fijará la norma de elección y duración de los
representantes provinciales que integran el Comité Ejecutivo, entre los cuales figurarán los de aquellas provincias cuya
participación relativa en la distribución de recursos prevista en el artículo 4, supere el nueve por ciento (9%).
La Comisión formulará su propio presupuesto y sus gastos serán sufragados por todos los adherentes, en proporción a la
participación que les corresponda en virtud de la presente Ley.

La ley convenio corresponde a la que agrupa las competencias del congreso, y dice así: “Imponer contribuciones
indirectas como facultad concurrente con las provincias. Imponer contribuciones directas, por tiempo determinado,
proporcionalmente iguales en todo el territorio de la Nación, siempre que la defensa, seguridad común y bien general
del Estado lo exijan. Las contribuciones previstas en este inciso, con excepción de la parte o el total de las que tengan
asignación específica, son coparticipables. Una ley convenio, sobre la base de acuerdos entre la Nación y las provincias,
instituirá regímenes de coparticipación de estas contribuciones, garantizando la automaticidad en la remisión de los
fondos. La distribución entre la Nación, las provincias y la ciudad de Buenos Aires y entre éstas, se efectuará en relación
directa a las competencias, servicios y funciones de cada una de ellas contemplando criterios objetivos de reparto; será
equitativa, solidaria y dará prioridad al logro de un grado equivalente de desarrollo, calidad de vida e igualdad de
oportunidades en todo el territorio nacional. La ley convenio tendrá como Cámara de origen el Senado y deberá ser
sancionada con la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, no podrá ser modificada
unilateralmente ni reglamentada y será aprobada por las provincias. No habrá transferencia de competencias, servicios
o funciones sin la respectiva reasignación de recursos, aprobada por la ley del Congreso cuando correspondiere y por la
provincia interesada o la ciudad de Buenos Aires en su caso. Un organismo fiscal federal tendrá a su cargo el control y
fiscalización de la ejecución de lo establecido en este inciso, según lo determine la ley, la que deberá asegurar la
representación de todas las provincias y la ciudad de Buenos Aires en su composición.”
El inciso 3º dice: “Establecer y modificar asignaciones específicas de recursos coparticipables, por tiempo determinado,
por ley especial aprobada por la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara.” Del inc. 2º parece
desprenderse claramente que la coparticipación en él prevista no es facultativa sino obligatoria, o sea, que no depende
de la voluntad del congreso establecerla o no. Las contribuciones y el reparto de competencias.

La distribución.Ha recibido pautas importantes. Aquí sí aparece, juntamente con el estado federal y las provincias, la
ciudad de Buenos Aires, omitida en los acuerdos previos a la ley-convenio. Dice la norma que “la distribución entre la
nación, las provincias y la ciudad de Buenos Aires, y “entre éstas”, se hará en relación directa a las competencias,
servicios y funciones de cada una de ellas, y que se contemplarán criterios objetivos de reparto. La distribución será
equitativa, solidaria y dará prioridad al logro de un grado equivalente de desarrollo, calidad de vida e igualdad de
oportunidades en todo el territorio del país.
Estas directrices, obviamente obligatorias, se asemejan a las que contiene el inciso 19 en su párrafo segundo, cuando
asigna al congreso la competencia de “proveer al desarrollo armónico de la nación y al poblamiento de su territorio;
promover políticas diferenciadas que tiendan a equilibrar el desigual desarrollo relativo de provincias y regiones”. La
similitud lleva a recordar que, tanto en el inciso 2º párrafo cuarto como en el inciso 19 párrafo segundo, la cámara de
senadores debe ser cámara de origen.
La norma prohíbe transferencia de competencias, servicios o funciones sin la respectiva reasignación de recursos, que
necesita ser aprobada por ley del congreso (cuando correspondiere), y por la provincia interesada o la ciudad de Buenos
Aires en su caso. Acá se constitucionaliza el principio de que a cada gasto le ha de corresponder el recurso que lo
satisfaga. La transferencia a que se refiere la norma apunta a la que opera interniveles, o sea, entre las entidades que
son sujetos de la coparticipación, pero no dentro de una de ellas.

El control. Se dispone la creación por ley de un organismo fiscal federal para control y fiscalización de la ejecución de
cuanto establece el inciso 2º. La ley debe asegurar en la composición de dicho ente la representación de todas las
provincias y de la ciudad de Buenos Aires. El inciso 3º del art. 75 da continuidad al anterior, en cuanto prevé que tanto
para establecer como para modificar asignaciones específicas de recursos coparticipables, por tiempo determinado,
hace falta una ley especial cuya sanción necesita la mayoría absoluta de la totalidad de miembros de cada cámara.

La cláusula transitoria. La disposición transitoria sexta dice: “Un régimen de coparticipación conforme lo dispuesto en el
inciso 2 del artículo 75 y la reglamentación del organismo fiscal federal, serán establecidos antes de la finalización del
año 1996; la distribución de competencias, servicios y funciones vigentes a la sanción de esta reforma, no podrá
modificarse sin la aprobación de la provincia interesada; tampoco podrá modificarse en desmedro de las provincias la
distribución de recursos vigente a la sanción de esta reforma y en ambos casos hasta el dictado del mencionado régimen
de coparticipación. La presente cláusula no afecta los reclamos administrativos o judiciales en trámite originados por
diferencias por distribución de competencias, servicios, funciones o recursos entre la Nación y las provincias.
(Corresponde al artículo 75 inciso 2º)”. Hay aquí, como en otras disposiciones también transitorias, un plazo fijado para
establecer tanto un régimen de coparticipación cuanto para reglamentar el organismo fiscal federal. El plazo venció sin
haberse cumplido con la legislación obligatoria.

Potestad municipal en materia tributaria.

La competencia tributaria de los municipios de provincia. Durante un tiempo, habíamos interpretado como admisible
que los municipios de provincia ejercieran por “delegación” de la provincia determinadas competencias tributarias.
Posteriormente, evolucionamos hasta reconocer que los municipios investían poder tributario originario o propio. Todo
ello, antes de la reforma constitucional de 1994. Pensamos que ahora el art. 123 disipa las dudas, porque obliga a las
provincias a reglar el alcance y contenido de la autonomía municipal en el orden económico y financiero.
Esta base constitucional federal lleva a sostener que cada constitución provincial ha de reconocer a cada municipio de
su jurisdicción, un espacio variable para crear tributos, lo que implica que desde la constitución federal se da sustento al
poder impositivo originario de los municipios. Por supuesto que son las constituciones provinciales las que deben
deslindar el poder impositivo local entre la propia provincia y sus municipios, utilizando permisiones y prohibiciones
respecto de los últimos, pero sin que puedan inhibir o cancelar en forma total el poder tributario municipal.

- Monetarios y del crédito público.

Cuando hablamos a los ingresos monetarios nos referimos al manejo del Banco Central y el derecho a emitir moneda
que corresponde al Estado Nacional. Se reserva la potestad de emitir y acuñar monedas y billetes de curso legal y
constituye, también, una forma de obtener ingresos públicos

Por otro lado, los obtenidos del crédito público son aquellos recursos públicos obtenidos para urgencias de la Nación, o
para realizar inversiones reproductivas, reestructurar el Estado o refinanciar pasivos. Es un medio extraordinario, son
créditos obtenidos de particulares o empresas del país al adquirir títulos de deuda pública que cotizan en la Bolsa
(deuda interna) o del exterior, de otros países o de entidades financieras Internacionales como el FMI o el Banco
Mundial (deuda externa). A ellos refiere al art. 75, inc. 4to cuando legitima al Congreso para "contraer empréstitos
sobre el crédito de la Nación". Empréstitos estos que generalmente son contraídos no por el Poder Legislativo sino por
el Ejecutivo.

35: Patrimoniales: Tierras. Bienes del dominio público y del dominio privado. Modos de adquisición. Renta de
bienes, precio de enajenaciones, donaciones, sucesiones.

Otra fuente de ingresos públicos son los patrimoniales.Estos refieren a aquellos que cuentan con un valor económico.
Sobre la venta o locación de tierras de Propiedad Nacional, podemos mencionar el art 4, y el art, 75, inc. 5to. donde se
autoriza al Congreso a disponer del uso y de la enajenación de las tierras de propiedad nacional en igual sentido que el
art. 4.
Los bienes del dominio público son aquellos que el Estado administra, solamente puede disponer de sus frutos. Estos
bienes son inembargables, imprescriptibles, inalienables y de goce gratuito. Según el Código Civil (art. 2340) los mismos
son el mar territorial; el mar interior; los ríos, playas y riberas, lagos navegables, islas, obra de utilidad común (puente,
plaza), documentos oficiales, ruinas y yacimientos arqueológicos de interés científico.
Los bienes del dominio privado son los que el Estado posee como persona jurídica y ejerce sobre ellos un derecho de
propiedad (diferencia con los bienes públicos). El Estado puede disponer de ellos, gravarlos, enajenarlos, alquilados
(para explotación de una mina), etc. El art. 2342 del Código Civil los contempla: las tierras sin dueño, las minas de oro y
cobre, plata, piedras preciosas; toda construcción hecha por el Estado.
El dominio privado del Estado no se diferencia del derecho similar de los particulares. Las atribuciones del estado sobre
los bienes de dominio privado y los eventuales derechos de los particulares se rigen por las disposiciones del Código.
Rentas de bienes. Precio de enajenaciones. Donaciones. Sucesiones. El Estado puede adquirir estos bienes como
particular (por compraventa, donaciones, sucesiones mortis causa, rentas de bienes) o como poder público (por
expropiación por causa utilidad pública; por requisa por urgencia, por confiscación).

El estado obtiene recursos del producido de las industrias nacionales.Es el caso de lo producido en las represas de
Yaciretá (con Paraguay) y de Salto Grande (con Uruguay).
- Rentas de Correos: La tasa de servicio o de transporte de correspondencia, sea marítimo, aéreos, ferroviarios y
de cualquier forma de transmisión de correspondencia. Art 4
- Concesiones y rentas que obtenga de bienes de dominio privado que posea, de títulos y acciones.
- Donaciones, legados y ayuda: Como el caso de las Islas Malvinas.

- La gestión económica financiera del Estado: imposición, fiscalización recaudación, control.


Límites que encuentra el control judicial en materia fiscal. Los tributos son alcanzados por diversas regulaciones. En
cuanto a su:
- Imposición: son determinados por el Congreso Nacional. Art. 75. Es esfera legislativa, puede controlar la vigencia
de los principios que rigen la tributación.
- Fiscalización:también compete al Congreso Nacional. Art. 75 inc 8, Auditoría Gral de la Nación.
- Recaudación: está a cargo del Jefe de Gabinete de Ministros (art. 100, inc. 7) siendo supervisado y controlado
por el Poder Ejecutivo (art. 99, inc. 1 0). Puede controlar si se violó la ley, los derechos del contribuyente o
porque creó contribución sin ley.

El control del poder judicial sobre la actividad tributaria es facultad. Vela por el cumplimiento de los mandatos de la CN
y, por ello, todos aquellos aspectos del sistema tributario que estén receptados en la CN quedan sujetos a este control
de constitucionalidad. Está abocado a controlar que los gravámenes se establezcan sin menoscabo de ninguno de los
principios constitucionales ya vistos (legalidad, igualdad fiscal, finalidad, no confiscatoriedad, irretroactividad fiscal). Sin
embargo, el control de constitucionalidad encuentra varios límites:
● No puede el Poder Judicial influir o decidir sobre la conveniencia o no de un tributo. Si el Congreso ha estipulado
un gravamen el acierto o no de la medida escapa a la esfera judicial.
● No posee la facultad de establecer el monto , una vez declarada la invalidez de un tributo (por violación de
algunos de los principios constitucionales), que subsidiariamente podría el fisco cobrarle al contribuyente.
● Los gravámenes estipulados por las legislaturas provinciales para sus respectivas provincias no caen en la
revisión judicial. Es derecho local.

Fallo
Corte Suprema de Justicia de la Nación. Selcro S.A. c/ Jefatura Gabinete Mos. deci. 55/00 (dto. 360/95 y67/96) s/
amparo ley 16.986.

● DELEGACIÓN LEGISLATIVA. AUSENCIA DE PAUTAS O LÍMITES PARA EJERCER LA DELEGACIÓN.


INCONSTITUCIONALIDAD / Al tratarse de una facultad exclusiva y excluyente del Congreso, resulta inválida la
delegación legislativa efectuada por el segundo párrafo del art. 59 de la ley 25.237, en tanto autoriza a la
Jefatura de Gabinete de Ministros a fijar valores o escalas para determinar el importe de las tasas sin fijar al
respecto límite o pauta alguna ni una clara política legislativa para el ejercicio de tal atribución.
● PRINCIPIO DE LEGALIDAD EN MATERIA TRIBUTARIA. DELEGACIÓN LEGISLATIVA EN EL PODER EJECUTIVO SIN QUE
LOS ELEMENTOS ESENCIALES DE LA OBLIGACIÓN TRIBUTARIA HAYAN ESTADO ESTABLECIDOS EN ALGUNA LEY /
INCONSTITUCIONALIDAD / “la delegación realizada en la Jefatura de Gabinete de Ministros resulta asimismo
inadmisible bajo el prisma constitucional ya que, como lo afirmó acertadamente el a quo, en el art. 59 de la ley
25.237 -ni en ley alguna- se ha establecido la alícuota aplicable, lo cual es, por sí, suficiente para invalidar el
gravamen, atento a la falta de uno de los elementos esenciales de la obligación tributaria (conf. Fallos: 323:2256,
in re “Famyl S.A. v. Nación Argentina”). En virtud de ello es que resulta inadmisible el argumento de la
recurrente en cuanto a que “no parecía lógico que se recorriera todo el iter legislativo cada vez que fuera
necesario ajustar el monto de la tasa”, ya que, más allá de lo que pueda opinarse desde el punto de vista de la
lógica, la conducta del Poder Ejecutivo resulta inconstitucional a todas luces al infringir el principio
formal de reserva de ley en materia tributaria.” (del dictamen del Procurador , con el que la Corte expresa su
conformidad) / LA CORTE DIJO “… ni un decreto del Poder Ejecutivo ni una decisión del Jefe de Gabinete de
Ministros pueden crear válidamente una carga tributaria ni definir o modificar, sin sustento legal, los elementos
esenciales de un tributo (conf. sobre esto último la doctrina del citado precedente de Fallos: 319:3400, en
especial, su considerando 9°). / Que, en esta misma línea de razonamiento, al tratarse de una facultad exclusiva
y excluyente del Congreso, resulta inválida la delegación legislativa efectuada por el segundo párrafo del art. 59
de la ley 25.237, en tanto autoriza a la Jefatura de Gabinete de Ministros a fijar valores o escalas para
determinar el importe de las tasas sin fijar al respecto límite o pauta alguna ni una clara política legislativa para
el ejercicio de tal atribución (confr. doctrina de Fallos: 148:430; 270:42; 310:2193, entre otros).”
● DELEGACIÓN LEGISLATIVA. MATERIA TRIBUTARIA. LA CORTE INTERPRETA QUE NO ESTÁ COMPRENDIDA EN LOS
SUPUESTOS DE EXCEPCIÓN DEL ART. 76 QUE HABILITAN LA DELEGACIÓN / Que, por lo demás, no pueden caber
dudas en cuanto a que los aspectos sustanciales del derecho tributario no tienen cabida en las materias
respecto de las cuales la Constitución Nacional (art. 76), autoriza, como excepción y bajo determinadas
condiciones, la delegación legislativa en el Poder Ejecutivo.

La tasa es una categoría tributaria derivada del poder de imperio del Estado, con estructura jurídica análoga al impuesto
y del cual se diferencia únicamente por el presupuesto de hecho adoptado por la ley, que consiste en el desarrollo de
una actividad estatal que atañe al obligado.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación resolvió conforme doctrina del tribunal que ni un decreto del Poder
Ejecutivo ni una decisión del Jefe de Gabinete de Ministros pueden crear válidamente una carga tributaria –tasa- ni
definir o modificar, sin sustento legal, los elementos esenciales de un tributo.

UNIDAD 15: EL RÉGIMEN MUNICIPAL


1.Singularidad de las ciudades en la construcción del Estado argentino. 2.El Municipio: encuadre constitucional.
Naturaleza jurídica. Evolución histórica y jurisprudencial: Autonomía, autarquía. Matices de autonomía.

Un MUNICIPIO es una persona de DPúb, constituida por una comunidad humana, asentada en un territorio determinado,
que administra sus propios intereses y que depende siempre, en mayor o menor grado, de una entidad pública superior,
el Estado provincial o nacional.

a)De 1853 a 1989: El texto de la constitución histórica alude en el art. 5º al “régimen municipal” en las provincias. El
vocablo régimen siempre fue para nuestra opinión un indicio claro de la autonomía municipal. No obstante, la
jurisprudencia tradicional de la Corte sostuvo, hasta 1989, que las municipalidades eran simples entidades con
descentralización administrativa, lo que les asignaba la cualidad de “autárquicas” pero no de “autónomas”

b)De 1989 a 1994: A través del caso RIVADEMAR C/ MUNICIPALIDAD DE ROSARIO la CS abandonó la postura de
considerar a los municipios como entidades autárquicas. Sostuvo, entre otras cosas, que “las leyes provinciales no
pueden privar a los municipios de las atribuciones mínimas necesarias para el desempeño de su cometido” A partir de
ese fallo, se empieza a ver a los municipios como entidades autónomas.

c)El reconocimiento en la reforma de 1994: El actual art. 123 establece: “Cada provincia dicta su propia Constitución,
conforme a lo dispuesto por el artículo 5º asegurando la autonomía municipal y reglando su alcance y contenido en el
orden institucional, político, administrativo, económico y financiero”. Ahora se consigna expresamente el aseguramiento
de la autonomía municipal, conforme al alcance y contenido que en el orden institucional, político, administrativo,
económico y financiero debe prever la constitución de cada provincia. Una dosis mínima —que no viene determinada—
es indispensable en las cinco esferas que señala el art. 123: institucional, política, administrativa, económica y financiera

El texto del actual art. 124 dice: “Las provincias podrán crear regiones para el desarrollo económico y social y establecer
órganos con facultades para el cumplimiento de sus fines…”. El regionalismo típico como forma de descentralización
política de base territorial incuba, a su modo, gérmenes de federalismo. La constitución federal no intercala una
estructura política en la organización tradicional de nuestro régimen, en el que se mantiene la dualidad distributiva del
poder entre el estado federal y las provincias (y, dentro de las últimas, los municipios). Las provincias siguen siendo las
interlocutoras políticas del gobierno federal, y el nivel de reparto competencial. Las eventuales regiones no vienen a
sumarse ni a interponerse.

3. Elementos constitutivos: a)Población b)territorioc)Gobierno.

A) Población: Todo estado necesita para su nacimiento y evolución que su territorio se encuentre habitado por
personas. Este conjunto de personas se denomina población, y es elemento humano del estado. Se trata de “aquel
conjunto de hombres que, en su convivencia forman grupos, asociaciones, instituciones y se relacionan en interacciones
y procesos sociales. Las personas que conforman la población se denominan habitantes, y éstos se dividen en
a)Argentinos b)extranjeros. Los argentinos pueden ser nativos (NACIERON en argentina) o naturalizados (extranjeros
que se NATURALIZAN en argentina).

b) Territorio: Espacio geográfico en que un Estado ejerce soberanía y donde se asienta su población. Abarca: suelo,
subsuelo, espacio aéreo, espacio marítimo. De acuerdo al art.75 inc 15, corresponde al Congreso fijar los límites de
nuestro territorio. Clasificaciones: Algunos autores diferencian entre

–Territorio argentino, es todo el territorio del estado. Está conformado por el territorio federal y provincial.

–Territorio federal, conformado por la Capital Federal y todo el mar territorial que no corresponde a las provincias.

–Territorio provincial, conformado por el suelo y subsuelo de c/u de las provincias, su espacio aéreo y la franja costera
marítima hasta tres millas.

c) Gobierno: Conjunto de órganos que ejercen el poder del Estado a través de diferentes funciones. El gobierno
representa al Estado, por lo que las actividades desarrolladas por los órganos gubernativos son atribuidas al Estado
como persona jurídica.

Diferencia entre estado y gobierno: El gobierno es solo uno de los elementos que compone al estado. La noción de
estado es mucho más amplia, en tanto abarca la población, el territorio y el poder.

La competencia provincial y su alcance:La competencia para crear regiones está atribuida a las provincias pero al solo fin
del desarrollo económico y social. Al crear regiones, las provincias pueden establecer órganos con facultades propias. No
obstante, estos órganos no son niveles de decisión política Creada una región, y asignados sus objetivos y sus políticas, la
ejecución del plan es competencia de cada provincia integrante de la región. En cuanto a los órganos provinciales que
pueden ser sujetos de la competencia para acordar la regionalización, lo más sensato es remitirse a las prescripciones de
la constitución local de cada una de las provincias concertantes del tratado

Queda en duda si para este regionalismo concurre alguna competencia del estado federal. Diciéndolo resumidamente:

a) la competencia para crear las regiones previstas en el art. 124 es de las provincias;

b) el estado federal no puede crearlas por sí mismas, pero

b’) puede participar e intervenir en tratados entre las provincias y él, a los fines de la regionalización;

b’’) el mecanismo del anterior subinc. b’) no tolera que primero el estado federal cree regiones, y después las provincias
adhieran a tenor de los mecanismos de una ley-convenio.

si bien la competencia para crear regiones pertenece a las provincias, el inc. 19 deja un interrogante, en cuanto confiere
al congreso la facultad de “promover políticas diferenciadas para equilibrar el desigual desarrollo relativo de provincias y
regiones ”. Entonces, queda la impresión de que la regionalización que acuerden crear las provincias para el desarrollo
económico y social en ejercicio de sus competencias deberá coordinarse para que la regionalización guarde armonía y
coherencia con las políticas federales, en virtud de que las competencias provinciales siempre se sitúan en el marco
razonable de la relación de subordinación que impone la constitución

En resumen: ¿qué sería esta especie de “regionalización” a cargo del estado federal a tenor del inc. 19 del art. 75?
Solamente una demarcación territorializada que, en los agrupamientos que surjan de ella, tendrá la exclusiva finalidad
de lograr el ya aludido equilibrio en el desigual desarrollo entre provincias y regiones, para propender al crecimiento
armónico y al poblamiento territorial. Estamos ante políticas federales sobre la base del “mapa” regional que ha de
trazar el congreso, sin usurpar a las provincias la facultad propia para crear regiones.

b) Zonas DE JURISDICCIÓN FEDERAL

Las innovaciones con la reforma de 1994.


— El inc. 30 del art. 75 está redactado así: “Ejercer una legislación exclusiva en el territorio de la capital de la Nación, y
dictar la legislación necesaria para el cumplimiento de los fines específicos de los establecimientos de utilidad nacional
en el territorio de la República. Las autoridades provinciales y municipales conservarán los poderes de policía e
imposición sobre estos establecimientos, en tanto no interfieran en el cumplimiento de aquellos fines”.

. — En virtud de esta norma, el congreso continúa reteniendo su carácter de legislatura local de la capital federal que
hoy es la ciudad de Buenos Aires, pero que podría ser otra en el futuro. Como la ciudad de Buenos Aires tiene previsto
su ya explicado régimen autonómico en el art. 129, entendemos que mientras retenga el carácter de capital federal el
congreso sólo podrá legislar para su ámbito específico con el objetivo bien concreto de garantizar los intereses del
estado federal, conforme al citado art. 129. De tal modo, la “letra” del art. 75 inc. 30, en cuanto otorga al congreso la
competencia de “ejercer una legislación exclusiva en la capital de la Nación”, debe entenderse así:

a) mientras la ciudad de Buenos Aires sea capital, esa legislación del congreso no puede ser “exclusiva”, porque el art.
129 confiere a la ciudad “facultades propias de legislación”;

b) la “exclusividad” de la legislación del congreso en la capital federal sólo regirá cuando la capital se traslade a otro
lugar que no sea la ciudad de Buenos Aires;

c) lo dicho en los incs. a) y b) se esclarece bien con el párrafo primero de la disposición transitoria décimoquinta.

— Para los enclaves que tienen naturaleza de establecimientos de utilidad nacional en el territorio de la república, el inc.
30 ha reajustado la letra del anterior inc. 27. En efecto, ya no habla de legislación “exclusiva” sino de legislación
“necesaria”, habiendo además eliminado la mención de que los establecimientos aludidos se emplazan en “lugares
adquiridos por compra o cesión” en las provincias. Esa legislación necesaria queda circunscripta a los fines específicos
del establecimiento, y sobre ellos las provincias y los municipios conservan sus poderes de policía e impositivos, en tanto
no interfieran en el cumplimiento de aquellos fines. La redacción actual supera en mucho a la anterior, y se adecua a los
parámetros del derecho judicial emanado de la Corte Suprema, impidiendo que su jurisprudencia pueda retornar a la
interpretación que sentó en 1968, y que siempre juzgamos equivocada por no compadecerse con nuestro federalismo.

— Cuando el ex inc. 27 del art. 67, ahora modificado, deparaba al congreso la competencia de dictar una legislación
“exclusiva” en los lugares adquiridos por compra o cesión en territorio de las provincias para situar establecimientos de
utilidad nacional, la citada jurisprudencia sostuvo hasta 1968 que tales lugares no quedaban federalizados, y que la
“exclusividad” de la legislación del congreso se limitaba a la materia específica del establecimiento allí creado,
subsistiendo en lo demás la jurisdicción provincial. Entre 1968 y 1976 la Corte varió su criterio, y dio por cierto que los
lugares eran de jurisdicción federal amplia y exclusiva, tanto para legislar como para ejecutar y juzgar. Desde 1976, la
Corte retomó su jurisprudencia anterior a 1968, y así prosiguió manteniéndola en sentencias de los años 1984, 1986,
1989 y 1991. Este derecho judicial vino a consolidar una continuidad que, seguramente, indujo a que la reforma
constitucional de 1994 desembocara en la norma citada del inc. 30 del art. 75.

— La competencia del congreso para legislar sobre la organización, administración y gobierno que deben tener los
territorios nacionales que queden fuera de los límites asignados a las provincias, hay que recordar que actualmente no
existe ninguno de esos. El territorio que hoy forma parte de nuestro estado se compone, exclusivamente, de provincias,
más la ciudad de Buenos Aires con su régimen autonómico propio según el art. 129, y su status de capital federal. El
último territorio nacional fue provincializado con el nombre de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, y en
1991, como provincia nueva, dictó su primera constitución

— En cuanto al sector antártico argentino, que forma parte de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del
Atlántico Sur, debe tenerse presente que se trata de un territorio sometido internacionalmente al Tratado Antártico de
1959, del que es parte Argentina, y que en lo que aquí interesa congela el “statu quo ante”, de modo que si bien no
implica renuncia o menoscabo de los estados contratantes a cualquier fundamento de reclamación de su soberanía
territorial en la Antártida, impide formular nuevos reclamos, y crea una serie de limitaciones

-En orden a materia impositiva, aparece en el art. 75 inc. 2º sobre coparticipación; en tanto, con relación al desarrollo y
al progreso económico que vienen aludidos en el primer párrafo del inc. 19 del mismo art. 75 hay que computar el
párrafo segundo en cuanto obliga a proveer al crecimiento armónico de “la nación” y al poblamiento de su territorio, y a
promover políticas diferenciadas que equilibren el desigual desarrollo relativo de provincias y regiones.

Letra del texto reformado: a) Se esboza un federalismo de concertación y participación

b) Se introduce la novedad de que el senado debe ser cámara de origen para ciertos proyectos relacionados con el

c) La antigua cláusula del progreso con la añadidura del inc. 19 en el art. 75 se endereza a un desarrollo que tenga
equilibrio provincial y regional y que atienda al pluralismo territorial de situación, de modo semejante a como lo insinúa
también el inc. 2º en materia de coparticipación, reparto, transferencia de competencias, servicios y funciones, y diseño
del organismo federal de control y fiscalización.

d) Lo dicho en el anterior inc. c) permite delinear los principios de solidaridad y lealtad federales.

e) En aplicación a la materia educativa, se pone atención en las particularidades provinciales y locales

f) Se aclara que en los establecimientos de utilidad nacional en el territorio del país, las provincias y los municipios
retienen sus poderes de policía y de imposición en tanto no interfieran en el cumplimiento de los fines de dichos
establecimientos

g) Se reconoce a las provincias el dominio originario de los recursos naturales que existen en sus territorios

h) Se les concede la facultad de conservar organismos locales de seguridad social para sus empleados públicos y para
los profesionales

i) Se especifican explícitamente algunas competencias concurrentes entre estado federal y provincias

j) Se reconoce expresamente la autonomía de los municipios provinciales

k) Se prevé la facultad de las provincias para crear regiones

l) Se autoriza a las provincias a concertar ciertos acuerdos internacionales en forma limitada m) El reconocimiento
expreso de los pueblos indígenas argentinos permite que las provincias ejerzan en su jurisdicción las competencias que
invisten en concurrencia con el congreso federal

Punto 4- Funciones municipales

Los aspectos de la autonomía municipal enumerados en la Constitución Nacional, significan:

● Institucional: se refiere la posibilidad de dictar su propia carta orgánica obteniendo "plena autonomía". Si no
puede hacerlo es una "autonomía semiplena", que es el caso de la provincia de La Pampa. Se dan también casos
donde las cartas orgánicas deben ser aprobadas por las legislaturas provinciales: Chubut requiere que la primera
carta orgánica de un municipio sea aprobada por la legislatura provincial, mientras que Neuquén y Salta también
todas sus reformas.
● Político: se refiere a la capacidad de elección de sus propias autoridades locales.
● Administrativo: se refiere a la capacidad de gestionar servicios públicos, obras públicas, poder de policía, etc.
● Económico: se refiere a la capacidad de gerenciar el gasto público municipal.
● Financiero: se refiere a la posibilidad de establecer impuestos.

Punto 5- Cartas orgánicas

Concepto:

Una carta orgánica es un documento que recoge las diversas normas que organizan el funcionamiento económico,
político e institucional de un municipio. Se dice que la carta orgánica es la ley fundamental de esas divisiones
administrativas debido a que establece los principios que gobiernan su sistema.

Bases:
La reforma de la Constitución Nacional de Argentina sancionada en 1994 consagró la autonomía de los municipios de
Argentina, los cuales fueron habilitados a establecer sus propias formas de gobierno por medio de la redacción de cartas
orgánicas municipales de acuerdo a los alcances determinados por cada provincia.

La Constitución Nacional establece que “Cada provincia dicta su propia constitución, conforme a lo dispuesto por el
artículo 5 asegurando la autonomía municipal y reglando su alcance y contenido en el orden institucional, político,
administrativo, económico y financiero.” (art. 123) Ello debe interpretarse que “el alcance y contenido” de la autonomía
depende de los límites que le imponga la constitución de cada provincia.
Si bien acabo de nombrarlo en el párrafo de arriba, vuelvo a citar los dos artículos que sirven como “base” Art. 5 yArt.
123(xd)
Y como a don Vicente le gustan los fallos
FALLO RIVADEMAR.(Fallos: 312:326)
En 1978, A. Rivademar es contratada por la Municipalidad de Rosario como pianista profesional.

En 1983, A. Rivademar es incorporada a la planta permanente de empleados, por decreto Nº 1709 dictado conforme a lo
dispuesto en el art. 133 del anexo 1 de la ley provincial de facto Nº 9286 (Estatuto del Personal de Municipalidades de la
Provincia de Santa Fe) por el cual se le imponía al Municipio admitir en forma permanente al personal contratado por
mas de tres (3) meses.

En 1984, el intendente en base al decreto Nº 1737 (que anula el decreto Nº 1709, y por ende el art. 133 de la ley
provincial Nº 9286) y autoriza a revisar todas las incorporaciones; deja sin efecto el nombramiento de A. Rivademar.

Rivademar, impugna el decreto Nº 1737 por considerarlo contrario al decreto Nº 1709 y a la ley provincial Nº 9286.

Por su parte, la Municipalidad de Rosario afirma que la ley provincial Nº 9286, es inconstitucional por violar los arts. 106
y 107 de la constitución provincial, al impedir a la Municipalidad organizar a su personal; y que también viola el art. 5 de
la CN; al asumir la Provincia funciones que corresponden a los intereses de cada localidad, por lo que se “desnaturaliza
el régimen Municipal”, puesto que todo lo referido al estatuto y escalafón del personal del Municipio, es facultad que
pertenece a la Municipalidad y no a la Provincia.

La Corte Suprema de la Provincia de Santa Fe, dispone reincorporar a A. Rivademar, y anula la decisión Municipal
sosteniendo que la ley Nº 9286 era constitucional, toda vez, que la Provincia podía regular el empleo público Municipal
creando un régimen uniforme.

La Municipalidad de Rosario interpone recurso extraordinario.

La Corte Suprema de Justicia de la Nación, revoca la sentencia recurrida, dando razón y respaldo al planteo de la
Municipalidad de Rosario, dejando sin efectos la sentencia anterior, por entender que UNA LEY PROVINCIAL NO PUEDE
PRIVAR AL MUNICIPIO DE LAS ATRIBUCIONES NECESARIAS PARA EL CUMPLIMIENTO DE SUS FINES, entre los que se
encuentra la facultad de designar y remover su personal.

Afirma, que LOS MUNICIPIOS SON ÓRGANOS DE GOBIERNO, CON LÍMITES TERRITORIALES Y FUNCIONALES, Y NO MERAS
DELEGACIONES ADMINISTRATIVAS que desnaturalizarían su razón de ser, poniendo en riesgo su existencia.

Agrega, que son varios los CARACTERES DE LOS MUNICIPIOS QUE NO ESTÁN PRESENTES EN LAS ENTIDADES
AUTÁRQUICAS, entre ellos; su origen constitucional (por oposición a legal de la entidades autárquicas) lo que impediría
su supresión; su base sociológica (población) de cual carecen los entes autárquicos ; la posibilidad de legislar localmente
(las resoluciones de los entes autárquicos son administrativas) comprendiendo en sus resoluciones a todos los
habitantes de su circunscripción territorial; el carácter de persona de derecho público (art. 33 del C.C.) a diferencia de
los entes autárquicos que son contingentes; la posibilidad de que los Municipios puedan crear entidades autárquicas, lo
que obliga a reconocerlos como autónomos; y la elección popular de sus autoridades, inconcebibles en las entidades
autárquicas.

Unidad XVI: Organización Política de Municipios y Comunas


A) 1.El intendente, el Concejo Deliberante, Tribunal de cuentas. La justicia municipal.
El gobierno municipal es ejercido por la Junta Municipal y la Intendencia Municipal (art. 20 de la Ley Orgánica
Municipal L.O.M.). La Intendencia está formada por el Intendente y las dependencias administrativas del Municipio. El
Intendente es el administrador general de la Municipalidad, electo en forma directa por los ciudadanos, por un periodo
de 5 años. La Junta Municipal es el órgano deliberante y legislativo del gobierno municipal. Lo conforman los concejales,
quienes duran 5 años en sus funciones y pueden ser reelectos. La cantidad de miembros concejales está establecida en
el art. 24 de la Ley Orgánica Municipal (L.O.M.), de acuerdo al grupo al que pertenezca el municipio, según los montos
de los respectivos presupuestos generales.
Se gobierna desde la Municipalidad, que cuenta con dos instancias similares a lo que a nivel nacional serían el
Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. En el caso de las municipalidades, lo que sería el Ejecutivo se llama Intendente, y
el normativo y Legislativo se denomina Junta Municipal. Las Juntas Municipales dictan leyes, que en la jerarquía
municipal se llaman Ordenanzas, son las normas jurídicas municipales de aplicación general, tienen fuerza obligatoria
dentro de los límites del distrito municipal. La norma jurídica municipal de aplicación particular se denomina Resolución.
En la dinámica del funcionamiento municipal existen tres tipos fundamentales de actos jurídicos de gobierno, es decir,
tres formas de dar fuerza de ley local a las decisiones tomadas por las autoridades municipales. Estos actos jurídicos de
gobierno se denominan Ordenanzas, Reglamentos y Resoluciones municipales.

Se denomina Concejo Deliberante al poder legislativo de los municipios de la Argentina. Está integrado por un
cuerpo de concejales, cuya función es la elaboración de las ordenanzas que rigen las actividades que se realizan en un
municipio y que no son alcanzadas por la legislación provincial o nacional. Cada constitución provincial establece sus
alcances, número de integrantes, condiciones de elegibilidad, etc. Por ejemplo, en nuestra ciudad, la Ley Orgánica de
Municipios estableció que las autoridades estarían integradas en dos concejos, el Concejo Deliberante (encargado de
dictar ordenanzas) y el Concejo Ejecutor (encargado de cumplirlas). El 27 de abril de 1982 se cambió el nombre del
legislativo por Concejo Municipal. Por Ley provincial 12065 del 2002 se estableció que por los primeros 200000
habitantes de una ciudad corresponderían elegir 10 concejales, a los que se agregarían uno por cada 60000 o fracción no
menor a 30000. Los concejales se eligen por voto ciudadano con un mandato de 4 años.

El Tribunal de Cuentas o Corte de Cuentas es un tipo de entidad fiscalizadora superior, estructurada como un
órgano colegiado, responsable de fiscalizar y juzgar la regularidad de las cuentas y gestión financiera públicas. Realizan
por tanto la auditoría contable y financiera de los estados.
En Santa Fe, la ley N° 12510, en su artículo 193°, establece que el Tribunal de Cuentas se integra con 5 (cinco)
vocales, uno de los cuales será su presidente. Tres deben poseer título de Contador Público y dos deben poseer título de
Abogado. Previo a su nombramiento, el Poder Ejecutivo debe consultar sobre la idoneidad profesional de las personas
propuestas, a las entidades con competencia en el ejercicio de la profesión y a la Comisión creada en el artículo 245° de
dicha presente Ley. Los miembros del Tribunal de Cuentas duran seis años en sus funciones, son nombrados por el Poder
Ejecutivo con acuerdo de la Asamblea Legislativa. Los vocales del Tribunal de Cuentas prestan juramento de desempeñar
fielmente los deberes de su cargo, ante el mismo cuerpo y durante su gestión gozan de iguales prerrogativas que los
magistrados judiciales y sólo podrán ser removidos mediante juicio político.

2. Responsabilidad de los funcionarios municipales. Suspensión y revocación de los mandatos. Acefalía.

En el capítulo 2 de “De las municipalidades, su constitución, derechos y obligaciones”, el artículo 60 establece


que: “El Intendente y los empleados municipales responden individualmente ante los tribunales ordinarios, por los actos
que importen extralimitación, transgresión u omisión de sus deberes. La demanda no procederá contra el Intendente o
los empleados, sin previa declaración judicial de ser ilegal o nulo el acto que produjese responsabilidad personal.”
Otros artículos:
Artículo 64.- Todo funcionario o empleado municipal que hubiere cesado en sus funciones a consecuencia de un
hecho punible por esta ley o por las leyes comunes, será sometido a los jueces a los efectos de las responsabilidades
civiles y criminales a que hubiere lugar.
Artículo 65.- Los Concejales no pueden ser detenidos o arrestados sin orden expresa del juez competente, salvo
el caso de in fraganti delito, ni molestados en ninguna forma por opiniones vertidas en el recinto de sesiones.
En caso de ausencia, suspensión u otro impedimento temporal o provisorio y hasta que cesen dichas causas; y
en caso de acefalía absoluta y definitiva (muerte, renuncia, destitución, vencimiento de mandato u otro impedimento)
del Intendente y Viceintendente, el Departamento Ejecutivo es ejercido por el Presidente y en defecto de éste, por el
Vicepresidente 1ro. del Concejo Deliberante quienes, en el segundo caso (acefalía absoluta y definitiva) convocan
dentro de los tres días a elecciones para completar el período correspondiente siempre que en éste falta cuanto menos
un año.

3.Las ordenanzas: naturaleza, procedimiento para su formación, sanción y promulgación. Disposiciones


particulares. Veto.

Las ordenanzas son actos reglamentarios de carácter general para la comunidad. Son sancionadas por la Junta
Municipal y promulgadas por la Intendencia Municipal. Habitualmente son debatidas y aprobadas por el pleno de su
órgano colegiado; aunque en algunos casos pueden emitirse por la autoridad del máximo órgano unipersonal, el alcalde
o presidente municipal. Sirven para establecer derechos y para implantar obligaciones y prohibiciones para los vecinos
del municipio y para los habitantes del país que por algún motivo se encuentran en dicha jurisdicción.
La iniciativa de los proyectos de Ordenanzas corresponde a los miembros de la Junta Municipal, al Intendente
Municipal y a los ciudadanos por iniciativa popular, en la forma establecida por la L.O.M.
Tienen fuerza de ley local, esto quiere decir dentro del Municipio. Pero deben ajustarse a la ley nacional dictada
por el Congreso de la Nación, de manera que una Ordenanza que contraviene la legislación nacional debe ser declarada
nula y sin ningún valor por el Poder Judicial.

4.Las Comunas: competencias y autoridades.

En la red institucional y territorial que compone la provincia de Santa Fe, los gobiernos locales comunales son
piezas esenciales. Su constante participación en la toma de decisiones de las políticas públicas y estratégicas en el
territorio es necesario para lograr una provincia integrada, equilibrada y solidaria.
Son Comunas todos aquellos centros de población que no alcanzan la cantidad de 10 mil habitantes.A efectos de
elevar una Comuna a la categoría de Municipio deberá existir un Censo que determine la cantidad de habitantes, el que
posteriormente deberá ser aprobado por la Legislatura. Para que un centro poblado pueda alcanzar la categoría de
Comuna es requisito poseer 500 habitantes, y posteriormente la sanción de la Ley respectiva.

Las autoridades responsables del funcionamiento de las Comunas son: La Junta Comunal, El Consejo Consultivo
Comunal y El Consejo de Coordinación Intercomunal.
La Junta Comunal está integrada por siete representantes que serán elegidos por los vecinos de la Comuna a
través de elecciones directas.El primer integrante de la lista más votada será el Presidente de la Junta Comunal. El
mandato de los miembros de la Junta Comunal dura cuatro años. Si fueran reelectos no pueden ser elegidos para un
nuevo período sino con el intervalo de cuatro años.La Junta Comunal se renueva en su totalidad cada cuatro años. Para
ser miembro de la Junta Comunal se requiere: Ser argentino nativo, por opción o naturalizado. En el último caso debe
tener, como mínimo, dos años de ejercicio de la ciudadanía; Tener residencia habitual y permanente en la Comuna,
inmediata a la elección, no inferior a dos años; Ser mayor de edad a la fecha de la elección y no encontrarse inhabilitado
para ejercer cargos públicos.
El Consejo Consultivo Comunal está integrado por representantes de entidades vecinales no gubernamentales,
partidos políticos, redes y otras formas de organización con intereses o actuación en el ámbito territorial de la
Comuna.Cada Consejo Consultivo Comunal debe garantizar el derecho de los vecinos domiciliados en la Comuna a
participar en forma individual de sus actividades.Los miembros del Consejo no perciben remuneración ni compensación
económica alguna por sus servicios.
El Consejo de Coordinación Intercomunal es el órgano de discusión y consenso de las políticas entre las
Comunas y el Poder Ejecutivo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.El Consejo es presidido por el Jefe de Gobierno
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o por el funcionario que él designe, y lo integran, además, los presidentes/as de
cada una de las Juntas Comunales.

B) Competencia material del municipio: 1.Criterios de determinación: propia, concurrente y delegada.


2. Planeamiento territorial y estratégico.
3. Competencias: transporte público; ambiental, seguridad, tránsito, etc.

La competencia territorial y material de los municipios, está en los ART 185 Y 186 de la Constitución Provincial.
De las atribuciones del ART 197 LOM, puede deducirse que se le asignan competencias relacionadas con la regulación y
atención de los problemas y necesidades originados en los fenómenos de concentración urbana y se le delegan
funciones propias de la provincia que por razones operativas se ha considerado conveniente descentralizar. INC 1 ART
enumera como competencias comunales el ordenamiento urbanístico, edilicio y fraccionamiento de tierras, a prestación
de servicios a la propiedad, la realización de obras públicas, la organización y control de cementerios y servicios
fúnebres, agrega todo otro servicio necesario para el normal desarrollo urbano. Incisivos siguientes mencionan el
abastecimiento de alimentos, recolección y eliminación de residuos, higiene ambiental, espacios verdes y de recreación,
vías de circulación y espacios de estacionamiento, redes de agua potable, gas y alumbrado público, servicios de
transporte, etc. INC 8 asigna el cumplimiento de las disposiciones que en materia agropecuaria y rural sancione el
gobierno de la provincia canalizando hacia el mismo las inquietudes y necesidades del sector. INC 9 atribuye cualquier
otro cometido que le sea delegado por el gobierno de la provincia.
La competencia material propia de los municipios que han adoptado el sistema territorial de departamentos,
involucra la regulación y la atención de problemáticas y necesidades tanto rurales como urbanas. Debe ser ejercida
dentro del radio de su competencia territorio, la que no puede exceder la zona a beneficiarse con los servicios
municipales a tenor de lo prescripto.

BOLILLA 17:LAS RELACIONES INTERJURISDICCIONALES – CIUDAD


AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES
ESTADO FEDERAL:

La Constitución Nacional, a través del Art. 1, estableció la forma de gobierno y de Estado: La Nación Argentina adopta
para su gobierno la forma representativa republicana federal, según lo establece la presente Constitución.

Cuando hablamos de la forma de gobierno nos referimos a que estableció quién ejercita el poder. El poder se ejercitará
en nuestro caso mediante un sistema representativo y republicano.

- La forma representativa de gobierno implica que el pueblo se gobierna a sí mismo, pero a través de sus
representantes (Art. 22: el pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y
autoridades creadas por esta Constitución).

- La forma republicana de gobierno implica que la titularidad del poder le corresponde al pueblo, que hay
elección popular de gobernantes, periodicidad en los mandatos, división de poderes, responsabilidad de los
gobernantes, publicidad de los actos de gobierno e igualdad ante la ley.

- Por último, este artículo también establece la forma de Estado; es decir, establece cuantos centros de
decisión política hay.

El sistema elegido es la forma de Estado federal,en la que hay un doble nivel de decisión:federal y provincial y hay
descentralización territorial del poder (esto último significa que se descentralizó la capacidad para tomar decisiones
válidas y que sean cumplidas por todos – los departamentos de las provincias no son descentralizaciones de poder-).
Que nuestro país tenga un sistema federal significa que el poder está distribuido territorialmente en entidades
autónomas denominadas provincias que son independientes unas de otras pero no son soberanas, ya que la soberanía
la delegan en el gobierno federal.

El sistema federal argentino tiene componentes. Dichos componentes pueden ser de existencia necesaria o de
existencia posible.
- De existencia necesaria:Estado nacional, provincias, CABA y municipios.
· Estado Nacional: Compensa en la unidad de un solo estado la pluralidad y autonomía de varios. Se
compone de muchos estados miembros, organizando una dualidad de poderes.

· Las provincias: Las provincias son unidades políticas que componen nuestra federación.
STATUS JURÍDICO DE LAS PROVINCIAS:

Las provincias gozan de autonomía, que es la facultad que tiene una entidad que se expresa en:

- Auto normatividad constituyente:Potestad para darse u otorgarse la propia norma fundamental.


- Autocefalia:Capacidad para elegir las propias autoridades
- Autarquía: Autosatisfacción económica y financiera, derivada de la posesión de recursos propios y
complementados con la posibilidad de disponer de ellos)

- Materia propia:El reconocimiento de un contenido específico con facultades de legislación, ejecución y


jurisdicción

- Autodeterminación política:El reconocimiento de garantías frente a las presiones políticas o económicas


pero no so soberanas. En nuestro país, la soberanía le corresponde al gobierno federal (ésta es el ejercicio
del poder en forma suprema e independiente).

Vale destacar que cualquiera sea su antigüedad, población, riqueza, territorio o cualquier otra situación, las provincias
argentinas tienen todas el mismo status.

EL REPARTO DE COMPETENCIAS:

La regla es que toda competencia que no es atribuida por la Constitución al gobierno federal, se considera reservada
para las provincias, lo que se desprende del Art. 121 (poder residual): Las provincias conservan todo el poder no
delegado por esta Constitución al Gobierno federal, y el que expresamente se hayan reservado por pactos especiales al
tiempo de su incorporación.

En base a esto podemos distinguir entre:

- Competencias exclusivas del Gobierno federal:todas aquellas facultades que la Constitución le confiere al
Gobierno federal, ya sea expresa o tácitamente.

Por ej.: Estado de sitio (Art. 23), intervención federal (Art.6).

- Competencias exclusivas de las Provincias:todas aquellas facultades que no fueron delegadas por las
provincias al gobierno federal.

Por ej.: dictar su propia Constitución, regular su régimen municipal y su educación primaria, etc.

- Competencias concurrentes:aquellas facultades que corresponden en común tanto al gobierno federal


como a las provincias.

Ej.: recaudación de impuestos.

- Competencias excepcionales del Gobierno federal:son ciertas facultades que en principio corresponden a
las provincias, pero que en determinados supuesto pueden ejercerlas el gobierno federal.
Ej.: impuestos indirectos por el Congreso. Art. 75 inc. 2.

- Competencias excepcionales de las Provincias:son facultades que le corresponden al gobierno federal


pero que excepcionalmente pueden ser ejercidas por las provincias.

Ej.: dictar códigos de fondo hasta que los dicte el Congreso. Art. 126.

- Facultades compartidas:aquellas facultades que para ser ejercidas necesitan un consenso entre la voluntad
del Estado federal y la voluntad de las provincias.

Ej.: fijación de la capital federal. Art. 2 y formación de una nueva provincia. Art. 13.

- Facultades prohibidas al Gobierno federal:competencias exclusivas de las provincias.


- Facultades prohibidas a las provincias:competencias exclusivas del gobierno federal.
RELACIONES ENTRE EL ESTADO NACIONAL Y LAS PROVINCIAS:

- Relaciones de subordinación: Se expresa en la llamada supremacía federal. El orden jurídico provincial debe
ajustarse al orden federal. Es por eso que las Constituciones provinciales deben seguir las pautas fijadas por
la Constitución Nacional, y al mismo tiempo, las leyes provinciales no pueden contradecir a las leyes
federales.

- Relaciones de participación: Implica reconocer en alguna medida la colaboración de las provincias en la


formación de decisiones del Gobierno federal. Nuestra constitución la institucionaliza componiendo dentro
del Gobierno federal al órgano congreso con una cámara de senadores, cuyos miembros representan a las
provincias. Las provincias participan en el Estado federal (contribuyen al sostenimiento económico del
Estado nacional; integran órganos constitucionales como el Senado, etc.).

- Relaciones de coordinación: Delimita las competencias propias del estado federal y de las provincias. Se
trata de distribuir o repartir las competencias. Para ellos el derecho comparado sigue sistemas diversos:

a) Todo lo que la constitución federal no atribuye al estado federal, se considera reservado a los estados
miembros;

b) Inversamente, todo lo que la constitución no atribuye a los estados miembros, se considera reservado al
estado federal;

c) Enumeración de las competencias que incumben al Estado federal y Estados miembros.

RELACIONES ENTRE LAS PROVINCIAS:

Todas las provincias se encuentran en un igual status jurídico (porque son personas de derecho público de existencia
necesaria) y político (porque se trata de entes políticos descentralizados y autónomos).

Esto surge de los:

ART. 7: (Los actos públicos y procedimientos judiciales de una provincia gozan de entera fe en las demás; y el Congreso
puede por leyes generales determinar cuál será la forma probatoria de estos actos y procedimientos, y los efectos
legales que producirán)

ART. 8:(Los ciudadanos de cada provincia gozan de todos los derechos, privilegios e inmunidades inherentes al título de
ciudadano en las demás. La extradición de los criminales es de obligación recíproca entre todas las provincias).
- Los límites interprovinciales son fijados por el congreso. También se llega a sostener que la fijación de
aquellos límites es una facultad compartida por el estado federal y las provincias de que se trate, porque
estas deben concurrir con el consentimiento de sus legislaturas.

- Los conflictos interprovinciales están previstos en el art. 127; en él se prohíbe a las provincias declararse la
guerra entre sí, y se ordena que sus quejas deban ser sometidas a la Corte Suprema y dirimidas por ella.

RELACIONES INTERNACIONALES DE LAS PROVINCIAS:

Las provincias pueden celebrar convenios internacionales según el Art. 124 y bajo esas condiciones:

Las provincias (…) podrán también celebrar convenios internacionales en tanto no sean incompatibles con la política
exterior de la Nación y no afectan las facultades delegadas al Gobierno federal o el crédito público de la Nación; con
conocimiento del Congreso Nacional.

El régimen municipal argentino: antecedentes. Su encuadre constitucional. Naturaleza jurídica del municipio.
Autonomía municipal. Formas de gobierno municipal. Bases electorales. Funciones municipales en el orden
institucional, político, administrativo, económico, financiero. El urbanismo.

MUNICIPIO:Institución política primaria de la democracia representativa. Su finalidad es la realización del bien común
en el ámbito local.

Antecedentes:Nuestra constitución adopta la forma federal de estado: el poder se descentraliza políticamente con
base física, geográfica o territorial.

Con la reforma de 1994 se establece que en las provincias debe haber municipios con autonomía conforme con los
artículos 5º y 123; y a las provincias se suma un nuevo sujeto de la relación federal, que es la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.

vLa federación argentina surge como estado nuevo con la constitución de 1853. La provincia disidente de
buenos aires se incorpora en 1860 y deja clausurado el ciclo de poder constituyente originario. El
federalismo ha estado precedido por un proceso que fue gestando su realidad sociológica y política.

vRetrocediendo a la etapa anterior a 1810 hay q mencionar a las ciudades que la colonización española fue
fundando y que extendieron sus zonas de influencia preparando las futuras regiones territoriales. Los
órganos de gobierno locales, sobre todo el cabildo, proporcionaron al federalismo futuro una base
municipal o comunal.

Los municipios:Naturaleza jurídica y autonomía municipal :

El art. 5 de la constitución obliga a las provincias a asegurar su régimen municipal. Implícitamente se descubre allí la
autonomía municipal pero la jurisprudencia de la Corte sostuvo hasta 1989 que solo eran descentralizaciones
administrativas con cualidad autarquía.

El cambio de ese criterio en el año 1989 y el constitucionalismo provincial entre 1957 y 1985 hasta hoy nos convencen
de que en nuestra estructura federal hay una trinidad: provincias, municipios y estado federal.

Desde 1994 la reforma constitucional especifico la autonomía municipal en los términos del Art. 123 y añadió la Ciudad
autónoma de Buenos Aires.

Formas de gobierno municipal:

- Municipio – partido:el territorio se divide en partidos, la superficie de todos ellos coincide con la superficie
de la provincia. Existe una ciudad cabecera donde se asientan las autoridades y otros centros de población
donde funcionan delegaciones municipales. Estas son meras descentralizaciones del gobierno municipal y
sus autoridades son elegidas por el intendente. (Ej.: Buenos Aires)

- Municipio – ciudad:el ámbito geográfico del municipio solo comprende el ejido urbano o el lugar hasta
donde llegue la prestación efectiva de servicios públicos por el municipio

- Municipio – distrito:en la ciudad principal tiene asiento el municipio y en los núcleos urbanos y rurales más
importantes se instalan centros o juntas vecinales llamadas comunas, elegidas por los propios vecinos
(sistema establecido por la ciudad de Santa fe en 1921)

Bases electorales:

Los municipios están facultados para elegir sus propias autoridades. La jefatura del municipio está a cargo del
intendente. Los concejales son aquellos que legislan con relación a ordenanzas municipales a dictarse.

El urbanismo:

El fenómeno de urbanización a partir del siglo XX se ha producido de la mano con el fenómeno de la industrialización,
que significó un traspaso masivo de la población rural hacia los centros urbanos. En la argentina esto se dio a partir de
1930 con el modelo de sustitución de importaciones.

LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES:

El Art. 3 de la Constitución dispone que las autoridades que ejercen el Gobierno federal, residan en la ciudad que se
declare Capital de la República por una ley especial del Congreso, previa cesión hecha por una o más legislaturas
provinciales, del territorio que haya de federalizarse. En 1880, la Ciudad de Buenos Aires es designada capital federal.

Status Constitucional de la ciudad de Buenos Aires: La reforma de 1994 estableció la autonomía de la ciudad de Buenos
Aires, previniendo la acumulación de tal status con su actual calidad de capital federal.
El art. 129 alude a un régimen de gobierno autónomo, yle otorga la ciudad de Buenos Aires facultades de legislación y
jurisdicción,y a la elección popular directa del jefe de gobierno. Asimismo previo que una ley garantizaría los intereses
del Estado federal mientras la ciudad fuera la capital de la republica. Y dio curso para que el congreso convocara a los
habitantes de la ciudad para elegir a los integrantes de un cuerpo destinado a dictar el Estatuto Organizativo de las
instituciones locales.

INTERPRETACIÓN ANTERIOR:

vel territorio de la ciudad ya no esta totalmente federalizado sino sujeto a jurisdicción federal parcialmente,
solo en lo q refiere a los intereses que en dicho territorio inviste el estado federal, en razón de residir allí el
gobierno federal y de estar situada la capital federal

vtal jurisdicción federal parcial tiene sentido institucional y competencial, pero no territorial, porque el lugar no
esta federalizado

vla ciudad de Buenos Aires no alcanza la categoría de provincia, pero su autonomía es mas amplia que la de los
municipios

vcomo nuevo sujeto de la relación federal,cabe atribuirle la categoría de municipio federado.


La ciudad de buenos aires sigue siendo capital federal hasta tanto se decida cambiarla de lugar

Se equipara a las provincias en lo referente a las facultades propias de legislación y jurisdicción y a la posibilidad de
elegir sus autoridades
· La CABA no es un municipio (porque la autonomía de estos viene dada por las constituciones provinciales)

No es una provincia (se es provincia por preexistencia histórica al Estado nacional o por creación institucional conforme
al Art. 75 inc. 13 y 15). Y aunque dejara de ser capital no podría volver a ser considerada como parte de la Provincia de
Buenos Aires.

Luego de la reforma de 1994 la ciudad es concebida como un municipio federado:unidad política sujeto de la relación
federal. Es autónoma pero sin alcanzar el grado de autonomía de una provincia. Es federal, pero solo en parte en canto
a ser la capital de la república y tener el gobierno nacional su asiento allí.

vCABA tiene atribución constitucional para dictar su propia Constitución de la Ciudad de Buenos Aires y un
gobierno autónomo asentado sobre los tres poderes clásicos:

- Poder Ejecutivo: Jefe de Gobierno: Rodriguez – Larreta.

- Poder Judicial: Tribunal Superior de Justicia (5 jueces nombrados por el Jefe de Gobierno con acuerdo de
2/3 del P.L), tribunales establecidos por ley, Ministerio Público y Consejo de la Magistratura.

- Poder Legislativo: Legislatura Unicameral integrada por 60 diputados.

Estas facultades le seguirán perteneciendo aunque algún día deje de ser la capital.

El Estatuto organizativo fue dictado en 1996, consta de 140 art. Es una constitución modelo, incluye derechos de
tercera generación.

Con respecto a las atribuciones del órgano legislativo en CABA, hay una gran confusión generada por el art. 75
inc. 30 que establece que el Congreso debe ejercer una legislación exclusiva en el territorio de la capital de la Nación.
Aparentemente ese inciso entraría en conflicto con el art. 129 que le otorga a CABA facultades legislativas propias. Pero
se deben completar estos arts. Con la disposición transitoria séptima, que dice que el Congreso ejercerá en CABA,
mientras sea capital de la Nación, las atribuciones legislativas que conserve con arreglo del art. 129.

Entonces debemos interpretar que mientras CABA sea capital federal, la única atribución legislativa del
Congreso en la ciudad será la de dictar la ley que garantice los intereses del Estado Nacional. Por lo tanto, la legislación
local va a estar cargo de la Legislatura de la Ciudad. La legislación exclusiva del Congreso sólo regirá cuando la capital
federal se traslade a otro lado que no sea CABA. En la nueva capital federal, el Congreso tendría todas las atribuciones
legislativas (locales y federales).

Con respecto a la única atribución legislativa del Congreso en la CABA tenemos la ley de garantía de los
intereses nacionales:

Esta ley, denominada Ley de Garantías o Ley Cafiero fue sancionada en 1995. Su función es la de garantizar los intereses
del Estado nacional en Buenos Aires mientras sea la capital de la nación para asegurar el pleno ejercicio de los poderes
atribuidos a las autoridades del gobierno de la nación. La nación conserva todo poder no atribuido por la Constitución al
gobierno autónomo de Bs As, y es titular de todos los bienes inmuebles, derechos, poderes y atribuciones necesarias
para el ejercicio de sus funciones.

Representación en las cámaras: Debido al régimen


autonómico esta tiene igual que las provincias, derecho a estar representada como miembro en el Senado de la Nación.
La ciudad de Buenos Aires elegirá 3 senadores que la representaran en el Parlamento.

Facultades de legislación y jurisdicción: La ciudad de


Buenos Aires no podrá celebrar tratados internacionales hasta no se establezca la ley correspondiente a tales efectos.

La constitución de la ciudad:
Su constitución no es equiparable a la de las provincias, por ello el documento donde se encuadran las normas se
denomina Estatuto Organizativo de la Ciudad de Buenos Aires.Según el Art. 129 de la constitución nacional, el estatuto
será conformado dictando el congreso de la nación una ley que convoque a los habitantes de la ciudad de buenos aires
para que elijan a los representantes que tendrán a su cargo el dictado del estatuto.

Zonas de Jurisdicción federal: la Capital Federal: Antecedentes. Régimen constitucional y legal. Participación en los
órganos del Estado Federal. Traslado de la Capital

El art. 75 inc. 30 ha atribuido al congreso la facultad de ejercer una legislación exclusiva en el territorio de la capital,y
dictar la necesaria para cumplir con los fines específicos de los establecimientos de utilidad nacional en el territorio de la
republica.

En cuanto a la legislación en la Capital federal hay q advertir que:

- mientras la capital esté ubicada en la ciudad autónoma de Buenos Aires, tal legislación no es “exclusiva”, porque el
art. 129 le confiere a dicha ciudad facultades de legislación, y la cláusula transitoria 15ª reservó la legislación
exclusiva solo hasta que se constituyeran los poderes locales propios de la autonomía

- a partir de tal momento, la competencia legislativa del congreso se limita a garantizar los intereses federales en la
ciudad, siempre mientras ella sea capital federal

Antecedentes y Traslados de la Capital:

- Hasta el congreso constituyente de 1852:

- buenos aires había sido asiento de las autoridades coloniales del Río de la Plata.

- a partir de 1776 se convierte en el centro del virreinato

- 1810 a 1827: Buenos Aires capital “de hecho” del gobierno. En 1826 se la declara capital de la republica

- 1852: congreso constituyente en el art. 3º establece que las autoridades ejercen el gobierno federal en la ciudad de
buenos aires que se declara capital de la confederación por ley especial

- por la segregación de buenos aires, Paraná pasa a ser capital en 1853.

- por ley federal 201 en 1858 se mantiene la cede del gobierno en Paraná, único territorio federalizado, hasta la
batalla de Pavón, donde se constituye nuevamente en Buenos aires.

- Avellaneda envía un proyecto que es convertido en ley en 1880 donde se declara capital de la republica al municipio
de la ciudad de buenos aires

- 1880 se promulga la ley 23.212 que declara el territorio de Viedma – carmen de patagones como capital federal.
Este proyecto no se aplica pero la ley no ha sido derogada aun.

Régimen constitucional y legal:

La capital federal no puede darse una constitución propia debido a su Status jurídico de Ciudad – Estado. La jurisdicción
será parcialmente federal, existirán jueces con competencia local (ordinarios) y otros con competencia federal
(federales)

Participación en los órganos del estado federal:Solo procederá en los asuntos en los que la ciudad de buenos aires
tenga relación con el gobierno de la república.

Los territorios nacionales: antecedentes. Progresiva provincialización. Situación actual:


El art. 75 inc. 15 sigue previendo la competencia del congreso para legislar en materia de organización, administración y
gobierno en los territorios nacionales que queden fuera de los límites asignados a las provincias

Actualmente, no existen territorios nacionales, porque el territorio argentino se compone ahora solamente de
provincias más el de la ciudad de Buenos Aires con su régimen autonómico.

El último territorio nacional fue provinciano con el nombre de Tierra del Fuego, Antártida e islas del Atlántico Sur, y en
1991 como nueva provincia dicto su constitución local

La cláusula transitoria 1ª de la constitución reformadora en 1994 reivindica la territorialidad argentina de las Islas
Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur.

La jurisdicción federal en los lugares adquiridos en las provincias: concurrencia de facultades. Doctrina y
jurisprudencia.

Nuestra estructura ha dado lugar a la llamada jurisdicción federal: aquel derecho emanado del estado federal a través
del gobierno federal.

Dentro de esto hay que hacer un desglose para dar lugar al “derecho común”:aquel que queda librado para su
interpretación y aplicación a los tribunales locales y prevalece sobre el derecho provincial (art. 31)

Otro rubro del derecho federal merece el nombre de “derecho intra-federal”: se compone de las relaciones de las
provincias con el estado federal, y de las relaciones interprovinciales. Estas relaciones pueden ser:

a. de subordinación: en virtud de la cual los ordenamientos locales han de ajustarse al ordenamiento federal (art. 5, 31,
123 , 75 incs. 22 y 24, 128)

b. de participación: en virtud de la cual se da cierto espacio a la colaboración de las provincias en las decisiones del
gobierno federal. Se institucionaliza en la cámara de senadores, que en representación de las provincias integra el
congreso federal

c. de coordinación: que delimita las competencias federales y provinciales mediante una distribución. Explicación:

El art. 121 establece que las provincias conservan todo el poder no delegado por la constitución al gobierno federal.

- La delegación ha sido efectuada por las provincias mediante la constitución.

- La norma esclarece que el poder de las provincias preexistió al gobierno federal, es el poder originario por consiguiente

- Reparto de competencias:

1. competencias exclusivas del estado federal: Intervención federal, estado de sitio, relaciones internacionales

2. competencias exclusivas de las provincias: dictar constitución provincial, leyes procesales, establecer impuestos
directos, educación primaria

3. competencias concurrentes(son las que tanto pueden ejercer el estado federal como las provincias): impuestos
indirectos externos

4. competencias excepcionales del estado federal y de las provincias: códigos de fondo

5. competencias compartidas por el estado federal y las provincias (requieren una doble decisión integratoria):
intervención del estado federal y uno o mas provincias participantes en la fijación de la capital federal, creación de
nuevas provincias
6. prohibidas a las provincias (arts. 126 y 127)
Importante:

Luego de la reforma de 1994, el artículo 75 inc. 30 establece que compete al congreso de la nación dictar la
legislación necesaria para el cumplimiento de los fines específicos de los establecimientos de utilidad nacional
en el territorio de la república. Las autoridades provinciales y municipales conservaran los poderes de policía e
imposición sobre estos establecimientos en tanto no interfieren con el cumplimiento de aquellos fines.

La norma tiene importancia teniendo en cuenta la cantidad de establecimientos de utilidad nacional que
hay en los territorios de las provincias (fuerzas armadas, universidades nacionales, puertos y aeródromos)

La jurisprudenciaha tenido diferentes decisiones respecto a estos establecimientos a lo largo del tiempo: en
1968 la corte sostuvo que los lugares sometidos a jurisdicción nacional quedan virtualmente federalizados y
sustraídos de toda jurisdicción federal.

A partir de 1994 se ha consolidado el criterio de que las provincias y los municipios conservan los poderes de
policía e imposición sobre estos establecimientos.

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