Henry Ford y la responsabilidad
social. Una reflexión
Henry Ford fue un personaje que se caracterizó por su inventiva incansable y su búsqueda en la
reducción de costos y bienestar de sus trabajadores. En las acciones que llevó a cabo en su vida,
encontramos muchas personas que las admiran fervientemente tomando en consideración el
impacto económico y social de la época; pero también sus detractores se cuentan en gran número
por los efectos negativos percibidos en su tiempo y por los efectos que tuvo hacia el futuro.
INTRODUCCION
En el presente trabajo se abordan algunos aspectos de la labor realizada por Henry Ford, uno de los
hombres más conocidos en la historia del ámbito empresarial y, por lo mismo, estudiado dentro de
las teorías clásicas de la organización. Sus acciones se visualizan desde la perspectiva de la
responsabilidad social que ha sido planteada desde la antigüedad a través de toda la historia del ser
humano en sus ámbitos político, económico y social. Se aborda, además, desde un enfoque
relativista en el que las acciones que en un tiempo son deseables y favorecidas, en otro, se
reprueban y censuran.
En la actualidad es bastante común escuchar a las organizaciones del sector público y privado hablar
sobre responsabilidad social. Para encontrar el origen y desarrollo de este tema, uno puede
remontarse hasta los antiguos griegos y pasar por las distintas etapas en la historia del hombre. Tal
vez con distintos nombres, pero siempre se ha hablado de responsabilidad social.
RESPONSABILIDAD SOCIAL
Para efectos de este trabajo y con base en la concepción de diversos autores, responsabilidad social
se define como el compromiso u obligación que los componentes de una comunidad social tienen
con la sociedad en su conjunto, ya sea a nivel individual o como miembros de subgrupos. Este
compromiso implica tener que considerar el impacto, positivo o negativo, que tendría la realización
de una acción o una decisión en tal o cual sentido. Es decir, cuando una persona que forma parte de
una sociedad o una organización en su totalidad, decide implementar una acción, es necesario que
se consideren los efectos para bien y para mal de esta acción en el resto de la sociedad en su
conjunto.
Esta ambivalencia también ha estado presente en el desarrollo del concepto y la percepción que
cada contexto o momento histórico le dieron. La norma que en algún tiempo fue correcta y deseada
para una sociedad en particular, tal vez fue incorrecta e indeseada para otra en otro contexto y
momento histórico en una clara manifestación de relativismo protagónico.
De esta manera, la vida pública y la libertad de expresión, apreciada y demandada en la sociedad
griega de la antigüedad, se contrapondría a la forma de vida discreta y recatada impuesta por la
iglesia de la Edad Media. El consumismo, criticado y reprobado como conducta social hoy, fue en
otros momentos algo deseable y que las organizaciones debían considerar como una forma de
“responsabilidad social”.
Henry Ford y su preocupación por el bienestar de los demás
El apellido Ford es actualmente muy conocido gracias a la marca de vehículos automotores que lleva
este nombre. Y es que, en realidad, Henry Ford, un americano que vivió entre dos siglos (el XIX y el
XX), fue el fundador de la compañía Ford Motor Company.
El señor Ford, además de inventor fructífero, pues se asegura que registró 161 patentes, es
considerado como el padre de las cadenas de producción que aún se usan para la manufactura a
gran escala y a través de las cuales se revolucionó la fabricación de automóviles a muy bajo costo.
A pesar de su escasa formación académica formal, Henry Ford visualizó de manera muy clara el
concepto, ahora tan de moda, de Responsabilidad Social.
Henry Ford parecía tener claro este concepto de responsabilidad social en sus propuestas de
acciones y la realización de las mismas.
Por ejemplo, aunque aparentemente contradictorio, su compromiso en la reducción de costos era
evidente en sus intentos de mejorar y optimizar el funcionamiento y rendimiento de sus empresas
al considerar las necesidades de consumo de sus trabajadores y poner a su alcance mejores salarios
y la oportunidad para adquirir sus propios productos a bajo precio.
Otro aspecto de ese sentimiento de responsabilidad de Ford hacia la sociedad se puede visualizar
en su generosa donación para echar a andar los proyectos de la Fundación Ford, la cual fue creada
en 1936 con el propósito de promover la democracia, combatir la pobreza, propiciar la cooperación
internacional y el desarrollo humano. En la actualidad, esta Fundación promueve, además, la
educación superior otorgando becas para la realización de posgrados y estancias de investigación.
En tiempos en que la economía mundial no iba muy bien, Ford sorprendió a propios y extraños
cuando duplicó el salario a sus trabajadores. Por supuesto, su estrategia redundó en utilidades para
su empresa, pero también aportó beneficios a la población en general, particularmente a sus
trabajadores y los familiares de éstos. Permitió, entre otras cosas, incrementar la productividad y
reducir los costos de formación y capacitación cuando trabajadores de otras empresas fueron
atraídos por los salarios, en lo que el mismo Ford denominó “motivación salarial”.
Gracias a la reducción de costos, el automóvil Ford T, que por su precio prohibitivo hasta entonces
había estado reservado a la clase pudiente, se pudo vender a bajos precios. Esto generó que los
mismos trabajadores, ahora con mejor salario, estuvieran en la capacidad para adquirir su propio
auto, lo cual, a su vez, originó el incremento en las ventas, las ganancias y la producción; todo en un
círculo virtuoso.
Por otro lado, como se mencionó arriba, Ford estuvo siempre atento a las oportunidades para
reducirlos costos e incrementar la eficiencia, así que en 1913 introdujo en sus plantas las cintas de
ensamblaje móviles, con las cuales se logró un incremento enorme de la producción. El método
consistía en instalar una cadena de montaje a base de correas de transmisión y guías de
deslizamiento, las cuales desplazaban el chasis del automóvil hasta los lugares donde se
encontraban los mecánicos haciendo una actividad especializada hasta que el coche estuviera
completamente terminado.
Ford aplicó correctamente las recomendaciones de la “administración científica” de Frederick W.
Taylor y fue socialmente responsable pues, a través de la fabricación en cadena se pudo evitar
pérdidas de tiempo de trabajo y desplazamientos innecesarios de los trabajadores; permitiendo
adicionalmente, elevar los salarios muy por encima de lo que era normal en esa época
Sin embargo, como se dijo antes, aludiendo a Protágoras, lo que en alguna época fue deseable, al
paso del tiempo desluce y se juzga de manera distinta. Por ejemplo, se podría decir que entre los
efectos negativos de estas acciones se encuentra el inicio de una sociedad de consumo que
posteriormente fue y ha sido víctima de la “creación de necesidades” para poder satisfacerlas
posteriormente.
La filosofía de trabajo de Ford
Como ya se estableció, Henry Ford fue un pionero entre los empresarios que buscan el estado de
bienestar a través de la sociedad de consumo y buscó mejorar el nivel de vida de sus trabajadores y
reducir su rotación. Sin embargo, la intención de Ford de actuar “con responsabilidad social” fue
criticada por Wall Street por haber comenzado la implantación de la semana de 40 horas y por
establecer un salario mínimo.
Otra acción que le mereció aplausos de un sector de la población fue su intención de involucrar a
los empresarios para influir positivamente en una acción a favor de la paz. Para lograr esto, en 1915,
en plena Primera Guerra Mundial, financió, sin apoyo de la presidencia de los Estado Unidos, un
viaje a Europa para sí mismo y otros 170 líderes defensores de la paz. Por supuesto, hubo quienes
vieron en esta acción un intento de beneficio personal.
Nota. - Les con cuidado y elabore conclusiones de la lectura referente a la RSE, la ética y otros
temas que considere oportuno comentarlos.
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