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Experiencia Matemtica

Categora: Sobre las matemticas Autor: Philip J. Davis y Reuben Hersh Editorial: Labor/MEC Ao de publicacin: 1988 N de hojas: 314 ISBN: 84-335-5138-8 Con esta resea termina una serie, que empez hace ocho aos -cuando Emilio y yo nos hicimos cargo de la edicin de la revista SUMA-, dedicada a glosar algunos libros que hemos credo de un valor o significado especial, o que deberan tenerla, para los profesores de matemticas. Seguro que todos los que hayis seguido la serie, habris coincidido alguna vez con nuestra opinin, aunque en otras ocasiones vuestro clsico hubiera sido otro, pero me atrevo a decir que el libro que hemos elegido para esta ocasin contar con un casi unnime consenso como uno de los clsicos recientes cuya lectura resulta imprescindible.

La edicin espaola fue uno de los frutos de una corta etapa de colaboracin entre el Ministerio de Educacin y Ciencia y el sector privado que nos trajo la traduccin, adems, de algunos otros ttulos importantes como La enseanza de las matemticas y sus fundamentos psicolgicos, de Lauren B. Resnick y Wendy W. Ford (Paids/MEC), El lenguaje matemtico en el aula, de D. Pimm (Morata/MEC), Didctica de las matemticas, de A. Orton (Morata/MEC), El aprendizaje de las matemticas, de Linda Dickson, Margaret Brown y Olwen Gibson (Labor/MEC) o Pensar matemticamente, de John Mason, Leone Burton y Kaye Stacey (Labor/MEC).. Sin duda, corran otros vientos...

Despus de los aos de estudio acadmico, acab por rechazar el estilo bourbakista con el que se nos presentaron las matemticas; senta la necesidad de saber dnde parta y a dnde conduca cada trayecto matemtico, cmo se haba llegado a elaborar ese aparato tan sofisticado y para resolver qu problemas. Llegu a experimentar que el verdadero aprendizaje lo consegua cuando era yo mismo el que me enfrentaba a los pro-blemas y descubra las soluciones y que, a partir de entonces, el estudio de los aspectos tericos se volva ms provechoso. Tras finalizar los estudios, la prctica de la enseanza me condujo a la conclusin de que la mera exposicin clara de los hechos matemticos por desgracia no tena como consecuencia el aprendizaje de los contenidos por los alumnos. As, finalmente, se me hizo imprescindible revisar mis puntos de vista sobre lo que eran las matemticas, la construccin del conocimiento matemtico y la forma en que stas se enseaban.

Por ello me impresionaron las palabras de Gian-Carlo Rota en la introduccin cuando afirma que: Con frecuencia omos que la matemtica consiste fundamentalmente en la demostracin de teoremas. Consiste acaso la labor del escritor en escribir frases? El trabajo del matemtico es, en su mayor parte, un embrollo de conjeturas, analogas, ilusiones y frustraciones, y la demostracin, en lugar de ser el ncleo del descubrimiento, es las ms de las veces una forma de asegurarnos de que nuestra mente no nos est gastando malas pasadas. Pocas personas, si alguna, se haban atrevido a escribir tales cosas antes de Davis y Hersh. (p. 16)

Y empec a leer, y le devorando las pginas porque, sin duda, la lectura del libro de Davis y Hersh me ayud a encontrar muchas de las respuestas que andaba buscando.

Coincidencias

Los autores declaran las intenciones con las que acometieron la redaccin de su libro bien pronto: Este libro no tiene el propsito de presentar una exposicin sistemtica y autnoma de un corpus especfico de material matemtico, ni reciente ni clsico. Su ambicin es, mas bien, la de capturar la inagotable variedad que ofrece la experiencia matemtica. Las lneas maestras de nuestra exposicin consistirn en mostrar la sustancia de las
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matemticas, su historia, su filosofa y el modo en que se obtiene el conocimiento matemtico. (p. 11)

!Nada menos Se trata de un programa ambicioso, un programa en el que la coincidencias con mis preocupaciones e intereses era plena.

El origen de Experiencia matemtica hay que buscarlo en el encargo que recibieron los autores de impartir un semestre sobre fundamentos de las matemticas. Haba que comenzar planteando las cuestiones bsicas y tratar de aclararlas antes de acabar el curso: Qu es un nmero? Qu es un conjunto? Qu es una demostracin? Qu conocemos en matemticas, y cmo lo conocemos? Qu es el rigor matemtico? Qu es la intuicin matemtica? Al ir formulando estas preguntas me daba cuenta de que no conoca las respuestas. Ello no era sorprendente, desde luego, pues en cuestiones tan vagas, filosficas, no es de esperar que las matemticas sean ntidas y tajantes, como las que buscamos en matemticas. Siempre existiran diferencias de opinin acerca de cuestiones de esa naturaleza. Lo que me inquietaba e incomodaba era que yo no saba cul era mi propia opinin acerca de ellas, Peor todava, no tena base alguna, careca de criterio para evaluar diferentes opiniones, para abogar en favor de un punto de vista o para atacar otro. Comenc a hablar con otros matemticos acerca de la demostracin, el conocimiento y la realidad en matemticas, y descubr que mi situacin de confusa incertidumbre era tpica. Descubr igualmente una notable sed de conversacin y anlisis de nuestras experiencias y convicciones personales. (p. 21)

Preguntas similares a las que se hacen Davis y Hersh en las lneas anteriores rondaban por mi cabeza cuando terminaba los estudios, despus de haber aprendido a dominar muchas tcnicas y de conocer gran cantidad de resultados matemticos. Esa sensacin molesta de estar trabajando sobre la nada o al menos sobre algo cuya naturaleza desconoca, tambin la experiment. Y, por supuesto, di palos de ciego tratando de elaborar mis propias respuestas, aunque casi siempre con escasa capacidad para valorar tanto mis opiniones como las opiniones que lea en diversas fuentes o las que obtena cuando hablbamos de estos temas.

No es extrao, por tanto, que sintiese que el libro estaba reclamando que lo leyera, ya que su contenido se diriga directamente al fondo de mis preocupaciones y que era muy probable que en l iba a encontrar una descripcin convincente de las matemticas, de su objeto, de cmo se construyen y qu da validez a sus resultados.

El contenido

Vamos a repasar de forma breve el contenido de los ocho captulos del libro.

El primer captulo comienzo abordando la pregunta qu son las matemticas?: histricamente comienzan concibindose como la ciencia de la cantidad y el espacio, pero con el tiempo, el nfasis que se le va dando a los aspectos deductivos van conduciendo a una concepcin en la que lo importante no es sobre qu objetos trata la matemtica sino ms bien el hecho de que su estudio se ajuste al esquema hipottico-deductivo. Pero ni siquiera esta definicin es definitiva sino que distintos pensadores irn formulando sus propias definiciones y a lo largo del libro sern analizadas algunas de ellas.

Luego sigue el anlisis de otras preguntas: Dnde se puede encontrar el conocimiento en matemticas? Qu es la comunidad matemtica y quines y cuntos son los miembros que la constituyen? Cules son las herramientas de este oficio?

En la ltima parte del captulo se preguntan por la extensin del conocimiento matemtico para lo que usan un smil muy sugerente: un gran ocano de textos (por ejemplo, una gran biblioteca universitaria podra contener ms de 60.000 volmenes de matemticas) que no parece dejar de crecer, puesto que las fuentes de nuevos problemas no muestran seales de estar agotndose. Dado que el nmero de libros que puede haber estudiado un matemtico hasta su especializacin est entre 60 y 70, resulta ser sta la profundidad media del ocano de conocimientos que es la
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matemtica, la mxima que suelen alcanzar la gran mayora de los matemticos. Tal amplitud de conocimientos con esa profundidad media presenta un horizonte de subespecialidades muy amplio que hoy se estima que supera las 3.000. Con este panorama, slo dentro de una de esas subespecialidades puede decirse que un matemtico est capacitado para juzgar sobre el valor de lo que es interesante y lo que no lo es. Tan slo unos pocos matemticos excepcionales tienen capacidad y conocimientos para juzgar sobre distintos subespecialidades. Siendo esto as, es posible an hablar de una nica ciencia?

Por otra parte, en este punto encontramos una nueva justificacin para reflexionar en la direccin de los temas propuestos en el libro: para juzgar lo que es matemticamente valioso no es posible basarse en el conocimiento de lo que es importante dentro de las matemticas (nadie tiene una visin de conjunto que permita pronunciarse sobre ello), sino que los juicios: ...se fundan en la nocin que tengamos de la naturaleza y propsito de la propia matemtica. En qu consiste el conocer algo en matemtica? Qu clase de significado encierran los enunciados matemticos? Vemos as como los inevitables problemas del diario ejercicio de las matemticas conducen, inexorablemente, a cuestiones ontolgicas y epistemolgicas fundamentales, a pesar de que muchos profesionales hayan aprendido a dejar de lado tales cuestiones, tenindolas por irrelevantes. (p. 34)

El segundo captulo se centra en las diversas formas que adquiere la experiencia matemtica. Esta, en primer lugar, se configura histricamente ya que en cada momento el estado de los conocimientos es el resultado de una compleja red de motivaciones e intereses personales y sociales, as como de las interpretaciones y posibilidades de las matemticas disponibles.

Resulta francamente divertido el retrato que trazan del matemtico ideal, es decir paradigmtico. Se trata de una persona que trabaja en un campo del que tan slo unos pocas especialistas saben que existe y al que dedica todo su atencin. No puede hablar de su tema con nadie cercano y tan slo lo hace cuando se rene en un congreso con el resto de sus colegas. All deseara llegar en alguna ocasin con la comunicacin de un resultado crucial para la resolucin del problema central de su especialidad: es su gran sueo. Le resulta muy difcil hacer comprender al resto del mundo la importancia de sus investigaciones, y no slo eso, tambin tiene dificultades para convencer a los dems de que lo que el llama demostracin no es algo subjetivo ya que afirma que una demostracin es un razonamiento que convence a quienes conocen bien la cuestin. Este retrato, en el que se sienten tambin reflejados, les lleva a poner los pies un poco ms cerca de la tierra y afirmar que: ...nada de lo anterior demuestra que no estemos en lo cierto en nuestra conviccin de que disponemos de un mtodo fiable para el descubrimiento de verdades objetivas. Pero es preciso que nos detengamos un instante y caigamos en la cuenta de que, exceptuada nuestra capillita, a los dems les resulta incomprensible gran porte de lo que hacemos. No hay forma de que podamos convencer a un escptico seguro de s de que las cosas de que hablamos tienen sentido y, no digamos, existencia. (p. 47

Pero no se reduce a la figura y los pensamientos del matemtico ideal la totalidad de la experiencia matemtica. Y as lo demuestran los autores cuando nos dan otros ejemplos como la visin de un fsico para el que es posible encontrar demostraciones empricas de hechos matemticos, o personajes atpicos como Shafarevich que espera que la matemtica pueda servir para revelar una meta religiosa suprema. Tambin hay heterodoxos, convencidos de que la comunidad matemtica no les comprende, pero que ellos han logrado demostrar alguno de los teoremas pendientes e incluso insolubles con el que nadie haba podido hasta ahora. Quin que no haya trabajado en una publicacin no ha recibido alguna sorprendente demostracin del teorema de Fermat, o de que "Pi" es un nmero racional?

Termina el captulo con una discusin sobre dnde hay que situar el origen de la creacin matemtica. Se trata del fruto de la genialidad individual o por el contrario son las condiciones sociales y econmicas las que lo desencadenan? Aunque hay autores que se colocan radicalmente en uno u otro de los extremos la mayora busca una postura de equilibrio entre ambos. No obstante est por hacer una historia de las matemticas que refleje esta postura.

El captulo siguiente se dedica a explorar diversos aspectos externos de las matemticas. Se empieza con la sugerente pregunta: Por qu funcionan las matemticas? A la respuesta platnica de que el universo se expresa en lenguaje matemtico se contrapone cada vez con mayor fuerza la postura convencionalista de que la creacin matemtica
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genera modelos cuya utilidad se mide por su capacidad de explicar y predecir el comportamiento de los fenmenos. Un modelo matemtico es algo provisional; puede ser bueno o malo para explicar los fenmenos a los que se enfoca, simple o demasiado complejo, bonito o antiesttico, til o intil pero no se le calificar nunca como verdadero o falso:

La verdad ha abdicado, en su trono reina ahora hoy la utilidad inmediata. (p. 62)

Despus de analizar con un cierto detalle la naturaleza de los modelos matemticos y su construccin, el resto del captulo se dedica a una revisin de la gran variedad de usos de las matemticas. En primer lugar se repasa su utilidad con respecto a las actividades cientficas y tecnolgicas, empezando en el propio campo matemtico. Aunque no suele ser reconocido en las historias oficiales hay una serie de campos en los que las ideas matemticas han jugado un papel interesante y a ellos dedican alguna atencin en esta parte final del captulo. Entre ellos se encuentran: el comercio y los negocios, la guerra, el misticismo numrico, la astrologa y la religin.

El siguiente captulo de Experiencia matemtica est dedicado a analizar los aspectos internos que caracterizan la actividad matemtica. Entre stos est el uso de smbolos, con lo que se gana en precisin a la hora de representar las ideas matemticas pero se pierde fidelidad y aplicabilidad a los problemas que les dieron origen; la abstraccin que, tanto en su faceta de idealizacin de los objetos como en el de extraccin de sus caractersticas comunes, son el inicio del pensamiento matemtico; la generalizacin, que unifica en un mismo enunciado diversos hechos relacionados entre s; la formalizacin, que en ltima instancia permite la manipulacin y transformacin de los smbolos tanto de forma mecnica como manual; los objetos y estructuras matemticas, sobre los que se construye el discurso matemtico y que plantean la cuestin de la naturaleza de su existencia; y la demostracin, que proporciona la posibilidad de escrutinio y crtica de las afirmaciones y les confiere autoridad, revela una comprensin ms profunda de los problemas y sugieren nuevos desarrollos y: ... es rito y celebracin de la potencia de la razn pura. (p.l 18)

No terminan aqu los aspectos internos destacables. Los autores dedican su atencin a revisar cuestiones como el papel del infinito, las nociones de recta y moneda justa.

La parte final del captulo constituye uno de los apartados ms sugerentes de todo el libro, ya que muestra, a travs de atractivos ejemplos, el papel que tienen en la creacin matemtica cuestiones tales como la componente esttica, la creacin de orden a partir del caos, la diferencia entre la concepcin dialctica y la algortmica de atacar un problema, la ambicin por ampliar el grado de generalidad y abstraccin en los resultados y finalmente el descubrimiento de relaciones entre objetos inicialmente muy distintos.

En el prefacio de la obra los autores afirman que el libro puede ser ledo como una serie de ensayos independientes. De hecho, parte del material proviene de artculos publicados con anterioridad por los autores en otras publicaciones. Sin embargo, no hay duda de que existe un hilo conductor que le da una gran unidad. As, en el quinto captulo se exponen seis temas matemticos que pretenden mostrar el corazn de la experiencia matemtica, las propias matemticas. Son: La teora de grupos simples finitos, campo muy fructfero que se caracteriza por lo largo y prolijo de sus demostraciones. El problema de los nmeros primos gemelos, que muestra la importancia del clculo para construir juicios tericos. La geometra no eucldea, una de las mayores rupturas de la historia de las matemticas. La teora de conjuntos no cantoriana, cuyas ideas han sido a la vez que fructferas muy influyentes. El anlisis no estndar, en el que se pone de manifiesto la sorprendente aplicacin de la lgica matemtica al anlisis. El anlisis de Fourier, fundamental en gran parte de la matemtica pura y aplicada actual.

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Empec la lectura del sexto captulo -cuyo ttulo Ensear y aprender - con la esperanza de que el material que hallara estara al nivel de lo que llevaba ledo, pero adems con el aliciente de que reflexionaba sobre los aspectos que para m, como profesor de matemticas, podan resultar ms decisivos. El discurso de los autores se orienta fundamentalmente a la enseanza de las matemticas superiores, pero creo que es posible hacer una traslacin a la enseanza elemental de las matemticas. Lo primero que me sorprendi es que, desde su perspectiva de profesores universitarios, se reclamaba una visin didctica muy distinto a la que estamos acostumbrados a escuchar en nuestro entorno. As, podemos leer el siguiente texto que es francamente revelador de su actitud: Es frecuente, sobre todo en las clases ms elementales, que algn alumno sincero y confuso interrumpa la demostracin, exclamando: No veo por qu ha hecho lo que acabo de hacer. Y, adems, no comprendo cmo se le pudo ocurrir hacer lo que ha hecho. Todos los profesores de matemticos han tenido experiencias como sta. El profesor se encara entonces con lo que podramos denominar una crisis de comprensin. Qu tratamiento acostumbra a drsele? No muy bueno, desgraciadamente. Es posible que el profesor vuelva a presentar el punto oscuro de forma ligeramente distinta; es posible tambin que en su ansia por exponer una determinada cantidad de material deje de lado la objecin del estudiante, dicindole que sin duda llegara a comprenderla si se tomara la molestia de repasar la cuestin tranquilamente en casa. (p. 203)

La lectura de las pginas siguientes muestra mediante un ejemplo cmo encarar una de estas crisis de comprensin. En ellas se reflexiona sobre las causas por las que les resulta difcil a los aprendices seguir las explicaciones de los textos de matemticas y cmo el tono de los libros y de las explicaciones del aula tiene un aire dogmtico o autoritario. Por ltimo se analizan las causa de la resistencia y el rechazo de los alumnos ante las matemticas a partir de ciertos niveles: ausencia de esfuerzo, carencia de experiencia y tcnicas con las que enfrentarse a verdaderos problemas, falta de talento matemtico, etc..

Una vez llegados a este punto en el libro se aborda la cuestin de la creatividad y de las formas en que sta puede ser enseada o acrecentada. Aqu los autores se fijan en algunos autores que a nosotros nos resultan muy familiares. Por ejemplo, destacan la obra de Plya y de otros investigadores posteriores, que han desarrollado sus ideas acerca de las tcnicas heursticas. Concluyen su revisin de Plya con una reflexin que despus de estos aos en los que se ha intentado poner en funcionamiento una didctica de las matemticas basada en la resolucin de problemas resulta especialmente sugerente: Todo esto es muy bello, pero uno se pregunta, ser sta la luz que despunta como la maana, el relmpago que sacia el deseo? No ser meramente la sabidura de quien acierta el lunes la quiniela? Funcionan en clase estas ideas? Resulta difcil extraer conclusiones claras al evaluar las tentativas de convertir el programa de Plya en didctica prctica. Al parecer, la enseanza requiere algo ms que una buena idea de un maestro. (p. 215)

Muy interesante es el ejemplo en el que muestran cmo va creciendo un resultado a partir de una semilla inicial, siguiendo los pasos del modelo de creacin de nuevas matemticas de Lakatos (Tanto Cmo plantear y resolver problemas de Plya, como el libro de Lakatos, Pruebas y refutaciones, han sido objeto de anlisis en esta misma seccin de la revista SUMA). La experiencia profesional de los autores con este tipo de acercamiento refleja tambin algunas de nuestra apreciaciones cuando planteamos a los alumnos situaciones abierta: desconcierto inicial que en los mejores alumnos se convierte en usa sensacin de libertad fruto del control que tienen sobre el material matemtico sobre el que estn trabajando.

La parte final del libro, que integra el contenido de los dos ltimos captulos es la ms filosfica de todo el texto. En el primero de ellos se da un repaso a las corrientes principales de la filosofa de las matemticas: el platonismo, para el que los objetos matemticos son reales y las matemticas se dedican a descubrirlos, el formalismo, en el que no hay objetos matemticos y la matemtica consiste en axiomas, definiciones y teoremas y por ltimo el constructivismo que considera que las nicas matemticas vlidas son las que pueden construirse mediante un proceso finito. Por otro lado, en el ltimo captulo se vuelven a examinar algunos ejemplos concretos de trabajo matemtico tratando de extraer algunas lecciones filosficas de ello: as se analizan el reforzamiento de la validez de una conjetura cuando puesta a prueba repetidas veces sale airosa, la existencia de demostraciones probabilsticas de la conjetura de Riemann, las demostraciones por ordenador del teorema de los cuatro colores, teoremas que como el de la clasificacin de los grupos finitos simples que ocupan varios miles de pginas y por eso mismo escapan al anlisis de los expertos matemticos y otras.

Conclusin... y otra coincidencia

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En resumen, Experiencia matemtica proporciona el punto de vista de un profesional de las matemticas que trata de explicarse, y explicar al pblico en general, cules son los materiales con los que stas estn construidas, de qu modo son creadas, qu criterios tenemos para reconocer el valor de sus resultados y tambin qu se siente al hacer matemticas. Y lo hace de una forma excepcional.

Poco tiempo despus los mismos autores publicaron El sueo de Descartes (Labor/MEC, Barcelona, 1989) que en cierto modo es una continuacin del anterior trabajo pero desde otra perspectiva. Aqu se ocupan del impacto de las matemticas al ser aplicadas al mundo exterior a ellas, es decir del mundo de las aplicaciones: cundo stas son beneficiosas, peligrosas o irrelevantes; de qu modo limitan nuestras vidas o transforman nuestra visin de la realidad. La lectura de este segundo libro complementa de forma excelente la del primero.

Al releer Experiencia matemtica, sorprendentemente he encontrado una nueva coincidencia cuyo significado alcanza para mi todo su sentido despus de estos ltimos ocho aos. En el libro, los autores emplean el yo como recurso estilstica a pesar de su autora conjunta.

De todos modos, la confusin de identidad no puede causar gran dao, pues, en trminos generales, cada uno de los autores est de acuerdo con las opiniones de su colega.

Tan slo puedo decir que puedo hacer ma esta afirmacin y emplearla para resumir lo que ha sido el trabajo conjunto en la direccin de SUMA junto a Emilio. No se me ocurre una manera ms clara de decirlo y tampoco una forma ms conveniente de terminar este texto y esta etapa.

(Resea aparecida en la revista SUMA n 43 Jun 2003 ) Materias: demostracin, creacin, modelos, modelizacin, smbolo, abstraccin, generalizacin, formalizacin, creatividad, teora grupos, primos gemelos, geometra no eucldea, conjunto Autor de la resea: Julio Sancho

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