Sentencia
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Vistos:
Que en autos RIT C-188-2020, caratulados “Luciano con Marcela”,
seguidos ante el Juzgado de Letras y Garantía de Quinteros, por sentencia dictada
el cuatro de octubre de dos mil veintidós se acogió la demanda principal de
divorcio que interpuso don Luciano en contra de doña Marcela y la reconvencional
de compensación económica que se fijó en $40.000.000, pagaderos en cien
cuotas de $400.000, en su equivalente en Unidades Tributarias Mensuales.
Apeló el demandado reconvencional y con fecha nueve de mayo de dos mil
veintitrés una sala de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, la confirmó con
declaración de rebajar el monto de la compensación económica a $10.000.000,
pagaderos en cincuenta cuotas mensuales de $200.000 en su equivalente en
Unidades Tributarias Mensuales.
En contra de dicha decisión la demandante reconvencional de
compensación económica dedujo recurso de casación en el fondo en que
denuncia la infracción del artículo 62 de la Ley N° 19.947 y solicita se lo acoja, se
la invalide y se dicte la correspondiente de reemplazo que confirme la de primera
instancia.
Se trajeron los autos en relación.
Considerando:
Primero: Que la recurrente denuncia infringido lo dispuesto en el artículo 62
de la Ley N° 19.947, porque la sentencia impugnada rebajó el monto de la
compensación económica fijado por el tribunal de primera instancia fundada en
que el menoscabo a indemnizar es sólo el daño previsional sufrido al no haber
desempeñado actividades remuneradas durante el tiempo que duró la vida en
común; esto es, sin considerar todos los elementos que mandata la ley para
determinar su quantum.
Finaliza solicitando lo acoja, se invalide la sentencia impugnada y se dicte
la correspondiente de reemplazo que confirme la de primera instancia.
Segundo: Que la judicatura del fondo dio por acreditados los siguientes
hechos:
1.- Las partes contrajeron matrimonio el día 22 de junio de 1999, bajo el
régimen de sociedad conyugal y cesaron la convivencia en el año 2016.
2.- De dicha unión nacieron dos hijos.
3.- La cónyuge trabajaba remuneradamente antes de contraer matrimonio y
dejó de hacerlo a dicha época para dedicarse al cuidado de los hijos comunes y
acompañar a su marido a las diversas destinaciones de que fue objeto durante su
vida laboral.
4.- El cónyuge se desempeñó como suboficial de la Fuerza Área de Chile,
pudo desarrollar su carrera, ahorrar su desahucio, y podrá́ acceder a una
jubilación de $900.000.- pesos aproximadamente.
Sobre la base de esos hechos, y luego de hacer lugar a la demanda de
divorcio por cese de la convivencia, se acogió la reconvencional de compensación
económica y para fijar su monto se consideró el daño previsional experimentado al
no haber trabajado durante la vida en común, lo que se fijó prudencialmente en
$10.000.000, suma que atendida la situación patrimonial del cónyuge demandado
reconvencional, deberá ser pagada en cincuenta pagos mensuales de $200.000
en su equivalente en Unidades Tributarias Mensuales.
Tercero: Que al respecto, cabe tener presente lo dispuesto por el artículo
61 de la ley N°19.947 que establece: “Si, como consecuencia de haberse
dedicado al cuidado de los hijos o a las labores propias del hogar común, uno de
los cónyuges no pudo desarrollar una actividad remunerada o lucrativa durante el
matrimonio, o lo hizo en menor medida de lo que podía y quería, tendrá derecho a
que, cuando se produzca el divorcio o se declare la nulidad del matrimonio, se le
compense el menoscabo económico sufrido por esta causa”.
Cuarto: Que si bien la Ley de Matrimonio Civil, no define ni determina la
naturaleza jurídica de la compensación económica, en su Capítulo VII, párrafo 1°,
artículos 61 a 66, regula el régimen legal aplicable, señalando los presupuestos
que la hacen procedente, los factores a tener en cuenta para su avaluación y la
forma como debe fijarse. De las disposiciones citadas, puede concluirse que la
institución en estudio consiste en el derecho que asiste a uno de los cónyuges
cuando por haberse dedicado al cuidado de los hijos o a las labores propias del
hogar no pudo durante el matrimonio desarrollar una actividad lucrativa, o lo hizo
en menor medida de lo que podía y quería, para que se le compense el
menoscabo económico que, producido el divorcio o la nulidad, sufrirá por ésta
causa. Este instituto representa la concreción del principio de protección del
cónyuge más débil, consagrado en el artículo 3° de la ley N°19.947, desde que el
mismo pretende evitar o paliar los efectos derivados de la falta de equivalencia
patrimonial y de perspectivas económicas futuras producidas entre los cónyuges
como consecuencia de haberse originado las situaciones descritas.
Quinto: Que de lo anterior, fluye como requisito esencial para la
procedencia de la compensación económica la existencia de menoscabo en el
cónyuge que la solicita, entendido éste como el efecto patrimonial que se produce
en aquella de las partes que no pudo trabajar o lo hizo en menor medida de lo que
podía y quería, por dedicarse a la familia. Así este presupuesto aparece ligado al
empobrecimiento de uno de los cónyuges producto de las circunstancias antes
descritas y que se manifiesta al concluir el vínculo matrimonial y se traduce en la
disparidad económica de éstos y en la carencia de medios del cónyuge
beneficiario para enfrentar su vida separada. De allí entonces que la reparación
que se impone por la ley busca corregir este desequilibrio entre las partes, a fin de
que las mismas puedan enfrentar individualmente el futuro, protegiéndose de esta
manera a la que ha tenido la condición de más débil.
Esto encuentra justificación en que precisamente al producirse el término
del vínculo matrimonial que unía a las partes, deja de tener causa tal detrimento,
el que durante la vigencia del mismo se veía compensado con las obligaciones y
deberes que la ley establece para la institución del matrimonio, como el deber de
asistencia y socorro que existe entre los cónyuges del que derivan entre otras, la
obligación de proporcionar alimentos.
Sexto: Que en el caso sub lite, la calidad de cónyuge más débil y la
existencia del menoscabo por la dedicación al cuidado de los hijos y del hogar de
la actora reconvencional y la consiguiente ausencia de actividad lucrativa, son
presupuestos que resultaron establecidos en la sentencia impugnada y así fue
consignado para los efectos de estimar procedente el otorgamiento de
compensación económica.
Séptimo: Que no obstante lo anterior, la determinación sobre el monto de
esta prestación se efectuó únicamente sobre un cálculo prudencial del daño
previsional sufrido durante la convivencia por no haber trabajado, sin atender a
otros parámetros de suyo relevantes, previstos expresamente en el artículo 62 de
la Ley N° 19.947. En la especie resultaba crucial –para tales efectos- atender a la
edad de los cónyuges, la calificación profesional, el estado de salud, sus
patrimonios -entre otros-.
Octavo : Que la omisión antes anotada constituye una abierta vulneración a
lo previsto por el artículo 62 de la Ley N° 19.947, en la medida que la
determinación del quantum de la compensación económica efectuada no satisface
los requerimientos que la ley asigna a dicha institución y que en el caso sub-lite
son reclamados por la actora reconvencional, como parte más débil, la que al
momento de la ruptura ha quedado en una situación de precariedad económica,
generada por su postergación profesional, en aras del bienestar familiar y de
desventaja en cuanto a sus posibilidades de subsistir por sus propios medios, en
contraposición al cónyuge que sí ha desarrollado actividades lucrativas, lo que
tiene influencia sustancial en lo dispositivo del fallo, toda vez que de haberse
considerado debidamente las circunstancias referidas en el motivo séptimo, se
hubiera regulado el monto de la compensación económica en una suma que
compensara eficazmente los efectos del menoscabo económico que el término del
matrimonio ocasionará para la parte más débil, por lo que el recurso en análisis
será acogido.
Por estas consideraciones y de conformidad, además, con lo dispuesto en
el artículo 782 del Código de Procedimiento Civil, se acoge el recurso de casación
en el fondo interpuesto contra la sentencia dictada el nueve de mayo dos mil
veintitrés por la Corte de Apelaciones de Valparaíso.
Regístrese.
Rol N° 115.531-23
Pronunciado por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los ministros
señoras Andrea Muñoz S., María Angélica Repetto G., señor Diego Simpertigue
L., y las Abogadas Integrantes señoras Leonor Etcheberry C., y Fabiola Lathrop G.
No firma la ministra señora Repetto, no obstante haber concurrido a la vista y al
acuerdo de la causa, por estar con feriado legal. Santiago, treinta de julio de dos
mil veinticuatro.