Aunque Sea Larga La Espera
Aunque Sea Larga La Espera
Aunque Sea Larga La Espera
En No Más Divorcios,
sabemos que la restauración
matrimonial puede tardar. Y
cuando hablamos de
restauración matrimonial, es
diferente hablarlo con
hombres que con mujeres.
Regularmente a los hombres
no les digo mucho. Los
hombres somos más
directos. Pero el dolor
también nos hace dudar.
Olvidamos lo que Dios
espera que hagamos.
Entonces, de primera les
digo: provee para tu hogar,
respeta a tu esposa, y se
fiel. Ese es mi consejo
inicial. Algunos lo cogen de
primera y se van a iniciar un
proceso exitoso. Otros
escogen el camino largo por
falta de fe.
Y en aquel tiempo
Josué les juramentó
diciendo: Maldito
delante de Jehová el
hombre que se
levantare y reedificare
esta ciudad de Jericó.
En su primogénito eche
sus cimientos, y en su
menor asiente sus
puertas. Josué 6:26
Reina-Valera Antigua
(RVA)
En medio de mi adulterio me
levanté dos veces, para
intentar reconstruir aquella
relación que representaba el
muro de Jericó, que no era
agradable a Dios. Un muro
que Dios tenía destinado
para ser destruido.
Obviamente para bien de
mis hijos. Para mí tiene
mucho valor Josué 6:26. Es
increíblemente poderoso en
mi vida.
El adulterio es maldición
Tu matrimonio no está
terminado, pero es
necesario que tu adoración
sea toda para Dios, no para
tu cónyuge en pecado.
Puede que se le vea exitosa,
triunfante, hasta podría
hacerse cirugía estética,
para verse hermosa.
Derrochando dinero en
autos, perfumes y ropa para
que se vean muy bien. Pero
en realidad con este tipo de
personas van a ser
sacudidas como a trigo para
botar todo lo que es malo,
todo lo que no sirven. Allí
quedará tirado el orgullo y la
vanidad.
Debes tener un corazón dispuesto
Tú amas a tu cónyuge, le
has amado todo este tiempo.
Sin embargo no has podido
hacer nada con tu llanto.
Tampoco pudiste hacer
nada con tu forma de amor.
Te dedicaste hacer cosas
que no debías, fuiste muy
agrio y muy pesado. Ella es
una flor delicada que
necesitaba tu cuidado, tu
cariño, tu ternura, y no le
diste lo que ella necesitaba.
Y Jesús,
conmoviéndose otra vez
en sí mismo, vino al
sepulcro. Era una
cueva, la cual tenía una
piedra encima. Dice
Jesús: Quitad la piedra.
Marta, la hermana del
que se había muerto, le
dice: Señor, hiede ya,
que es de cuatro días.
Juan 11:38-39 Reina-
Valera Antigua (RVA)