03 Capitulo 03
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La interpretación y la hermenéutica
del derecho
1. PANORAMA GENERAL
a) Objetivo particular del capítulo
En el presente capítulo se analiza a la interpretación del derecho, los tipos
de interpretación jurídica más importantes, así como a la hermenéutica
jurídica. Al finalizar el presente capítulo se conocerán las principales formas de
interpretación, los efectos de las mismas y los casos en los que intervienen
cada una, estableciendo que en el derecho existen distintas formas de
interpretación y no únicamente la gramatical.
2 Cfr. GONZÁLEZ RUÍZ, Samuel, Código semiótico y teorías del derecho, México, DJC,
2004, pp.41–47.
3 Idem.
4 Cfr. García Máynez, Eduardo, op. cit., nota 24, p. 334.
no creada por él, y se halla en conexión con muchas otras del mismo sistema de
derecho.5
5 Ibidem, p. 329.
6 BUNGE, Mario, La investigación científica, 4a. ed., México, Siglo XXI, 2007, p. 122.
7 LARIOS VELASCO, Rogelio y Lucila Caballero Gutiérrez, Las directivas de la
interpretación jurídica, México, Fontamara, 2011, p. 84.
… se propone encontrar el sentido de una norma o de una cláusula en el texto de
las mismas. Es decir, a partir de su literalidad, se atribuye un significado a los
términos empleados en la redacción por el legislador o por los contratantes con
ayuda de las reglas gramaticales y del uso del lenguaje, se indaga el significado
de los términos en que se expresa una disposición normativa. Dicho significado
suele coincidir con el lenguaje general empleado por los miembros de la
comunidad, aunque en ocasiones es menester atender el lenguaje técnico que
utiliza la norma jurídica.8
En ese contexto puedo decir que, si la ley que se pretende aplicar conforme
a la letra en los juicios de orden civil va en contra de lo establecido por el
artículo primero constitucional párrafo segundo y tercero, la interpretación
empleada no debe ser conforme a la letra de la ley pues estaría
transgrediendo lo ordenado por el artículo primero constitucional en sus
párrafos primero, segundo y tercero.
Por ello la insistencia de que aplicar únicamente la interpretación
gramatical o textual no puede denominarse impartición de justicia, por tal
razón la interpretación gramatical, aunque es de las más recurrida en los
sistemas jurídicos, no es la más idónea para resolver las controversias
jurídicas.
Interpretación sistemática
Otro método en análisis es el método de interpretación sistemática, uno de
sus principales objetivos es el siguiente: “busca extraer del texto de la norma
un enunciado cuyo sentido sea acorde con el contenido general del
ordenamiento al que pertenece. Procura el significado atendiendo al conjunto
de normas o sistema del que forman parte”.11
Se aprecia dentro de la interpretación en análisis que los razonamientos
deben atender al sistema normativo al cual pertenece la norma que se
pretende aplicar, no simplemente se debe observar de manera aislada, pues al
realizarlo de esa forma se coartaría la secuencia de lineamientos que establece
dicho sistema y los fines que persigue el mismo.
Como ejemplo se puede abordar que, en materia familiar, la finalidad del
sistema normativo es la protección de la familia. Si en un proceso familiar se
10 Idem.
11 ANCHONDO PAREDES, Víctor Emilio, op. cit, nota 72, p. 41. [en línea],
http://historico.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/qdiuris/cont/16/cnt/cnt4.pdf,
[consulta: 09 de enero, 2023].
presentan de forma extemporánea por alguna de las partes las pruebas que
pudieran acreditar algún daño que reciente algún miembro de la familia, en un
aspecto ideal, deberían de ser admitidas pues en este caso el término para
ofrecer pruebas se encuentra por debajo del hecho de que el juzgador conozca
todos los elementos para poder resolver de forma idónea, pues de no conocer
las pruebas que se pretenden desechar, puede emitir un fallo que afecte
severamente a algún miembro de la familia involucrado. En el ejemplo
anteriormente señalado se atiende al fin del sistema normativo, pues el fin es,
como se reitera, la protección de la familia. Si sólo se aplica la norma
aisladamente, esas pruebas presentadas extemporáneamente serían
desechadas, siendo esta última una decisión equivocada por parte del
operador jurídico, pues no conocería de factores de suma relevancia para
garantizar la protección a determinado miembro de la familia. Este tipo de
interpretación es más completa pues se pretende ir más allá que la simple
aplicación de un artículo de manera aislada.
Interpretación histórica
La interpretación histórica se fundamenta en estudiar los contextos
anteriores a la norma para que se pueda entender los fines que se perseguían
al momento de emitirla y si esos fines siguen siendo los mismos al momento
de aplicarla. La interpretación en turno presenta dos vertientes, una dinámica
y otra estática. En cuanto a la estática se atiende a la forma de aplicar algún
ordenamiento por el hecho de que así se ha aplicado a lo largo de los años. La
dinámica pretende innovar en la aplicación atendiendo dicha innovación al
contexto histórico.12 De igual forma, como se observa, este tipo de
interpretación es un poco más completa que la gramatical, pues atiende a
mayores factores que permiten dotar de una mejor visión al juzgador.
Interpretación genética
Consiste en observar las causas que dieron origen a la creación de la
norma. La interpretación genética se relaciona directamente con la
interpretación histórica sin embargo la diferencia entre las dos es que la
genética se centra en el entendimiento de las causas que dieron origen a la
norma, mientras que la histórica se centra en las circunstancias sociales,
legislativos y jurisprudenciales.13
Interpretación funcional
Este tipo de interpretación y relacionándolo en el contexto actual que vive
México, puedo decir que se debe confrontar con los otros modelos de
interpretación anteriormente abordados, pues sería muy delicado que el
juzgador únicamente se limitara a tratar de atender la intención del legislador,
pues en la actualidad se ha observado que el legislador, en un gran número de
casos realiza su función en atención a fines políticos o de cabildear cargos
públicos que por el hecho de buscar un verdadero bien común. Un ejemplo de
15 Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral [en línea],
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/149.pdf, [consulta: 09 de enero,
2023].
16 Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, [en línea]
http://te.gob.mx/taxonomy/term/147/0, [consulta: 09 de noviembre, 2021].
la norma fue dictada, es interpretada o será aplicada, que no pertenecen al
contexto lingüístico o al sistémico. El contexto funcional es complicado y
dinámico, se constituye, en términos aproximativos —porque son distintos
factores los que confluyen—, por la situación social imperante en el momento
en que se emite la norma jurídica, y/o en el que ésta se aplica, lo cual remite al
conjunto de las relaciones sociales relevantes, las valoraciones sociales, las
normas que forman el contexto ideológico, las funciones de esa norma y de las
que se relacionan con ella, además de las finalidades de ésta, según las
concepciones del legislador y/o del intérprete. La concepción del contexto
funcional implica una idea general sobre el derecho y la sociedad y una teoría
global de la dependencia social del derecho; el derecho se crea, aplica y funciona
en el contexto de diferentes hechos socio psíquicos, en donde se incluyen las
normas y valoraciones extralegales, relaciones sociales, otros factores
condicionantes del derecho, como la economía, política, cultura; diversas
opiniones concernientes a los hechos relevantes para el derecho; también, la
“voluntad” del legislador histórico, como hecho del pasado o como construcción
teórica de la ciencia jurídica y/o de la práctica jurídica; así como los problemas
acerca de los propósitos e intereses que influyan en el derecho. Sin embargo,
ese contexto sólo es relevante, en tanto influye en la voluntad del legislador
histórico o confluye en los factores que realmente determinan el significado de
la regla en el momento en que se hace uso, aplicación o análisis de ella. Sobre
este criterio funcional de interpretación, y en atención a su complejidad,
Francisco Javier Ezquiaga Ganuzas ejemplifica que es el que permite atribuir el
significado a una disposición, conforme a la naturaleza, finalidad o efectividad de
una regulación, la intención del legislador, las consecuencias de la
interpretación, la admisibilidad de ésta; el que tiene en cuenta la naturaleza y
objetivo de la institución, los fines perseguidos por la ley o los valores que ésta
protege.
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Amparo en revisión 41/2016. Seguros Argos, S.A. de C.V. y otros. 23 de junio de
2016. Unanimidad de votos. Ponente: Leonel Castillo González. Secretaria:
Cynthia Hernández Gámez.17
b) Hermenéutica Jurídica
Aspectos generales de la hermenéutica jurídica
La hermenéutica jurídica es una herramienta que el operador jurídico debe
sin duda usar de manera constante, pues permite enriquecer el criterio de
resolución tomando en consideración diversos elementos, pero es importante
señalar qué es la hermenéutica jurídica. El término tiene sus orígenes en la
expresión grecolatina jermeneueien que significa: traducir, esclarecer.
En otra concepción de hermenéutica se define como: “Arte de interpretar
textos legales”.18 Esta definición califica a la hermenéutica como un arte,
misma concepción la comparto ampliamente, pues en mi criterio,
efectivamente la hermenéutica es un arte; pues permite al operador jurídico
aplicar libremente sus conocimientos para realizar la actividad de interpretar
determinados textos legales que permitan agotar los recursos con los que el
operador jurídico cuente para determinar el fallo basado en un verdadero
análisis jurídico exhaustivo. En el mismo contexto se señala lo siguiente:
La hermenéutica jurídica es un marco conveniente para analizar la
interpretación, la aplicación y la misma argumentación porque rescata para el
derecho su carácter de práctica social, porque señala la importancia de la
precomprensión del intérprete en la definición de los sentidos y significados,
porque evita que la interpretación se entienda como algo lineal, mecánico, sin
referencia al contexto y al ordenamiento, y porque la interpretación, la
aplicación y la argumentación entrañan una comprensión y una praxis. Los
conceptos para interpretar, aplicar y argumentar no son unívocos, presentan
dificultades, dado que su análisis y determinación de significado viene en buena
medida condicionada por la teoría de la argumentación y del derecho de la que
se eche mano.19
20 ATIENZA, Manuel, Cuestiones judiciales, México, Fontamara, 2001, pp. 105-107 Citado
en CÁRDENAS GRACIA, Jaime, op. cit., nota 29, p. 9.
un gobernado cerrándose únicamente a la aplicación de un artículo que puede
ir incluso en contra de la Constitución como ya se ha señalado.
Entendida a la hermenéutica jurídica como un arte y no únicamente como
un proceso rígido de aplicar un determinado artículo a determinada conducta
podemos hacer referencia a un ejemplo que permite observar una aplicación
de la hermenéutica jurídica profunda ilustrando que no siempre la
interpretación gramatical es la que se debe de aplicar, sino que en un caso
concreto se debe analizar cuál es el método de interpretación que de acuerdo
con la materia permite la ley. A continuación, se analiza el contenido medular
del considerando quinto de la sentencia de un Juicio de Revisión
Constitucional en materia Electoral, en el que fue tercero interesado el
ciudadano Herminio Ventura. Dicho contenido, en lo que interesa, se irá
analizando fragmentadamente para observar el nivel de desarrollo de
hermenéutica jurídica en un caso práctico.
Una forma de clasificar las etapas de la interpretación es la siguiente:
1) Preinterpretativa, instancia en la que se analizan los materiales
jurídicos;
2) Interpretativa, en ésta el intérprete debe poseer una teoría que le
garantice la mejor manera de abordar el material jurídico, y
3) Postinterpretativa o reformadora, que consiste en que, una vez
identificado el valor, se muestra su objeto en la forma más eficiente.21
Para ejemplificar lo anteriormente mencionado, se analizará el
considerando quinto de la sentencia de Herminio Ventura, misma que en un
ejercicio de aplicación del derecho actual se observa lo siguiente:
QUINTO. Por método, en primer lugar, se analizarán los motivos de
inconformidad que aduce el Partido Acción Nacional en los puntos 1, 2 y 3 del
agravio marcado con el número II. Después se examinará lo alegado en el punto
4 del propio agravio II y, finalmente, se estudiará el motivo de queja señalado
con el número I.
En el agravio II, el partido actor sostiene, que la resolución reclamada es ilegal
porque en ella, sobre la base de consideraciones inexactas y carentes de
fundamentación y motivación, el Tribunal Local Electoral de Aguascalientes
determinó indebidamente, que Herminio Ventura Rodríguez no se encontraba
en el supuesto de inelegibilidad, previsto en la fracción III del artículo 20 de la
Constitución Política del Estado de Aguascalientes, para ocupar el cargo de
diputado por el principio de representación proporcional.
22 Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Sentencia
Partido Acción Nacional/ Herminio Ventura,
http://sjf.scjn.gob.mx/IusElectoral/Documentos/Sentencias/SUP-JRC-204-2001.pdf,
[consulta: 9 de enero, 2023].
políticos, sin embargo, una vez purgada la pena, es decir, una vez que la persona
que cometió el delito, pago a la sociedad el delito cometido, se le restituyen sus
derechos, entre ellos los políticos. De igual forma el operador jurídico señala que
no existe fundamento jurídico dentro del complejo de normas, que sustente el
hecho de que una persona, aun habiendo purgado su condena y declarado el
cumplimiento de la misma por el órgano judicial competente sustente que los
derechos políticos se suspenden de por vida al infractor. Por tales razones el
operador jurídico determina que no es procedente aplicar la interpretación
gramatical pues de aplicarse se iría en contra del complejo de normas aplicado y
se vulnerarían las garantías de Herminio, concluyendo el tribunal lo siguiente:
En conclusión, la interpretación gramatical de dicho precepto, en la cual se da
realce a la expresión “que hayan sido condenados”; pero entendida como una
acción acabada, conduce a una consecuencia ilógica, contraria a derecho y
asistemática; por tanto, es patente que la intelección de la citada disposición
propuesta por el actor, no debe ser acogida.23
23 Idem, p. 41.
Ya quedó también asentado, que el tiempo verbal en que se encuentra
expresada la frase “hayan sido condenados”, no sólo da a entender una acción
ya acabada, sino también, una acción dada en el pasado, pero cuyos efectos se
prolongan en el presente. Por tanto, no se va contra el texto de la fracción III del
artículo 20 de la Constitución Política del Estado de Aguascalientes, si se
determina, que el sentido del precepto se refiere al individuo que pretende ser
diputado, contra quien se dictó sentencia condenatoria, privativa de libertad,
por la comisión de un delito intencional; pero en un momento tal, que la
duración de la pena privativa de libertad ya no subsiste cuando se decide sobre
su elegibilidad.
Este es el sentido adecuado del precepto que se analiza, porque en primer lugar
es acorde con el texto de la propia disposición. En segundo lugar, conduce a una
situación lógica, según ha quedado demostrado con anterioridad. Además,
encaja perfectamente con lo preceptuado en otras normas del sistema, por
ejemplo, los artículos 12, fracción II, de la Constitución Política del Estado de
Aguascalientes, 35, fracción II y 38, fracciones III y VI, de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, porque si la persona contra quien se dictó
sentencia condenatoria privativa de libertad, ya cumplió con la pena impuesta, o
bien, tal pena quedó extinguida por cualquier otro de los medios previstos en la
ley, es patente que esa persona quedó rehabilitada en el goce de sus derechos
políticos, lo que la hace apta para ser elegida como diputado del Congreso del
Estado de Aguascalientes.
Por todas estas razones, es por lo que debe desestimarse el punto de vista del
actor y acogerse la posición del tribunal responsable.
No es obstáculo a esta conclusión la invocación del principio que prevé, que en
donde la ley no distingue no le está permitido al intérprete hacer alguna
distinción. A este respecto se estima, que en el presente caso no es aplicable
este principio, porque no está demostrado que el precepto que se analiza tenga
un solo sentido, puesto que ya quedó patentizado que, por su redacción, puede
admitir los dos sentidos que han quedado precisados; de ahí que no sea válido
invocar el referido principio en este caso. Además, ya quedó demostrado que el
sentido propuesto por el actor conduce a situaciones ilógicas, antijurídicas y
asistemáticas, lo cual no ocurre con el punto de vista propuesto por el tribunal
responsable.
Tampoco es obstáculo a la conclusión a que se arribó, la distinción que hace el
actor entre lo que es una sentencia y su ejecución. Contrariamente a lo que
aduce tal demandante, la interpretación propuesta por el tribunal responsable
no tiene como fundamento, la afirmación de que la sentencia condenatoria
hubiera sido invalidada o privada de efectos. Lo que en realidad hace notar el
tribunal responsable es que, en el momento en que se decidió sobre la
elegibilidad del candidato, estaba demostrado que la pena privativa de libertad
había quedada extinguida tiempo atrás y que, por tanto, dicho candidato se
encontraba en pleno goce de sus derechos políticos, entre ellos el derecho a ser
votado para el cargo de diputado. Además, ha quedado demostrado, que es
válido que se tome en cuenta lo inherente a la ejecución de la sentencia
condenatoria a pena privativa de libertad, para encontrar el sentido del precepto
en comento, que resulte más apegado a derecho.
En contra de lo que se lleva dicho no es válido aducir, como lo hace el actor, que
el “espíritu del constituyente” fue el de establecer como causa de inelegibilidad,
la simple circunstancia de que la persona hubiera sido declarada culpable de la
comisión de un delito intencional y que, por ello, se le impusiera pena privativa
de libertad. A este respecto se estima que tal alegación no es más que una
apreciación subjetiva del demandante, la cual no es atendible, porque no está
respaldada en algún elemento que le dé validez, como pudiera ser, por ejemplo,
una cita en la exposición de motivos de la norma, el dictamen de una comisión
del constituyente, etcétera. De ahí que no exista base alguna que apoye el punto
de vista del actor, por lo que dicha alegación es inatendible.
La tesis relevante de esta sala superior, identificada con el rubro de
“INELEGIBILIDAD. EL PERDÓN DE LA PENA OTORGADO POR EL EJECUTIVO ES
INSUFICIENTE PARA DEJAR SIN EFECTO LA CAUSA DE (LEGISLACIÓN DE
CHIAPAS)”, no es aplicable al presente caso, porque interpreta un precepto que
tiene un texto distinto al de la fracción III del artículo 20 de la Constitución
Política del Estado de Aguascalientes. Dicha tesis interpreta el artículo 22,
fracción VII, de la Ley Orgánica Municipal del Estado de Chiapas, que dice:
Artículo 22. Para ser miembro de un ayuntamiento se requiere:
(...)VII. No haber sido sujeto de jurisdicción penal ni sentencia condenatoria con
cinco años de antelación a la elección y, no estar sujeto a causa penal alguna por
delito intencional (...).
El texto transcrito es completamente diferente al artículo de la constitución local
materia de examen, porque en el Estado de Chiapas, de manera expresa, se hace
referencia a la sujeción de jurisdicción penal y al dictado de una sentencia
condenatoria, sin que se haga mención a alguna palabra que relacione esos
elementos con la ejecución de una pena privativa de libertad, lo cual es distinto
al caso que se analiza, en donde en la fracción III del artículo 20 de la
Constitución Política del Estado de Aguascalientes se hace mención a “sufrir
pena privativa de libertad”, lo cual permite involucrar en la interpretación del
precepto, lo inherente a la ejecución de la pena privativa de libertad.
Lo alegado por el Partido Acción Nacional en el punto 2 del agravio II es
inatendible, porque tal alegación se sustenta en la premisa de que el tribunal
responsable resolvió cuestiones que no fueron sometidas a su consideración,
específicamente, lo inherente a la consideración de que a Herminio Ventura
Rodríguez no se le impuso como pena en la sentencia condenatoria dictada en
su contra, la suspensión de sus derechos políticos.
Tal premisa es inexacta.
La simple lectura del recurso de inconformidad interpuesto por el entonces actor
Herminio Ventura Rodríguez evidencia, que lo relativo a la suspensión de
derechos del ciudadano referido, sí le fue planteada al tribunal responsable.
En efecto, en el hecho 4 y en el inciso d) del agravio 3 del recurso de
inconformidad interpuesto por Herminio Ventura Rodríguez se advierte, que el
entonces recurrente adujo conculcación a distintos preceptos constitucionales y
legales, entre otras causas, porque a pesar de que en la sentencia que lo
condenó con pena privativa de libertad no se determinó como pena
individualizada, la suspensión de sus derechos políticos, en la resolución
impugnada (acuerdo del Consejo General del Instituto Estatal Electoral de
Aguascalientes) dicho órgano determinó limitarlo en su derecho de ser votado.
En concepto del entonces promovente, al no existir esa pena, era evidente que
no se le podía condenar de por vida a no ejercer sus derechos políticos.
Como se puede apreciar, el pronunciamiento que hizo el tribunal responsable sí
tuvo como causa un agravio planteado en el recurso de inconformidad. En esas
circunstancias es evidente, que lo aducido por el partido actor (en el sentido de
que lo relativo a que a Herminio Ventura Rodríguez no le fue impuesta condena
a la privación de derechos políticos no formó parte de la litis planteada ante el
tribunal responsable) se sustenta en una inexactitud; de ahí que la alegación que
se examina sea inatendible.
En el punto 3 del agravio II, el partido actor aduce indebida motivación de la
sentencia reclamada porque, afirma, el tribunal responsable sustentó su
resolución en razonamientos doctrinarios incorrectos, como son los siguientes:
1. El tribunal responsable confundió lo que significa el acto formal de sentencia
y la individualización de la pena, con el acto material de ejecución o inejecución
de ésta, al sostener, que al haber sido extinguida la condena, no se surtía la
hipótesis prevista en la fracción III del artículo 20 de la Constitución Política del
Estado de Aguascalientes.
2. El tribunal responsable hizo un análisis incorrecto de los fines del sistema de
justicia penal mexicano, ya que no tomó en cuenta, que después de las reformas
constitucionales de mil novecientos noventa y cuatro, se estableció en México
un sistema jurídico penal, cuyo fin es castigar a los infractores de la ley,
independientemente de la readaptación o reinserción del delincuente a la
sociedad.
El primer motivo de inconformidad es inoperante, porque independientemente
de que el tribunal responsable haya elaborado defectuosamente, desde el punto
de vista formal, su resolución, lo cierto es que, la conclusión a la que arribó es
ajustada a derecho, de acuerdo con lo que quedó establecido anteriormente.
El segundo motivo de queja es también inoperante, porque la argumentación
formulada por el actor está encaminada a demostrar a final de cuentas, que una
cosa es la sentencia condenatoria privativa de libertad y otra diferente es la
ejecución del fallo, para arribar a la conclusión de que, aunque la pena privativa
de libertad esté extinguida, tal circunstancia no torna en inexistente a la
sentencia. Sin embargo, ya quedó establecido que en la interpretación de la
fracción III del artículo 20 de la Constitución Política del Estado de
Aguascalientes, propuesta por el tribunal responsable, en momento alguno se
parte de la base de que se desconozca la existencia de una sentencia
condenatoria, sino que lo fundamental es que, lo que se realza en la
interpretación de dicho precepto, es lo inherente a la ejecución y a la duración
de sus efectos. Por tanto, la alegación del actor en nada afecta a la conclusión a
que antes se arribó.
En consecuencia, no existe base legal alguna para estimar, que la resolución
impugnada adolece de la indebida motivación que alega el partido actor.
En el punto 4 del agravio II de la demanda, el Partido Acción Nacional aduce
ilegalidad de la resolución reclamada porque, en su concepto, si el tribunal
responsable hizo prevalecer la supremacía del artículo 38 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos en lo sustentado en el considerando X
de la sentencia reclamada, es claro que dicho órgano ejerció indebidamente
control constitucional, no obstante que “el tribunal es únicamente de legalidad”.
Según el actor, si el artículo 20, fracción III, de la constitución local no ha sido
declarado inconstitucional, ni esta sala superior lo ha considerado inaplicable, a
tal precepto debió dársele plenos efectos en la sentencia reclamada y no
“hacerlo de lado como de facto sucede”.
Lo alegado por el partido promovente es infundado.
Si el actor se refiere a que en términos del artículo 133 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos “...Los jueces de cada Estado se arreglarán a
dicha Constitución, leyes y tratados a pesar de las disposiciones en contrario que
pueda haber en las Constituciones o leyes de los Estados”, el tribunal
responsable inaplicó, por inconstitucional, el artículo 20, fracción III, de la
Constitución Política del Estado de Aguascalientes, el texto de la sentencia
reclamada evidencia claramente, que dicho órgano jurisdiccional sí aplicó tal
precepto de la constitución local, sin que su actuación implicara el ejercicio de
un control difuso de la constitución.
En efecto, para que se pueda afirmar que una autoridad jurisdiccional local
realiza funciones de control constitucional al resolver un caso, en términos del
precepto transcrito de la carta magna, es necesario que dicha autoridad:
a) Se encuentre ante una situación en la que un caso concreto encuadre en la
hipótesis de un precepto que forme parte de un ordenamiento local y que, por
tanto, en principio, tal precepto deba ser aplicado;
b) Sin embargo, al hacer comparación entre ese precepto con lo previsto en la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos advierta que existe una
contradicción;
c) Declare que el precepto del ordenamiento local es contrario a la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y, en consecuencia,
d) Emita decisión al respecto y, por ende, deje de aplicar la norma local al caso
concreto, por considerarla inconstitucional y, en cambio, aplique el artículo
constitucional correspondiente.
Si estos elementos se dan en una resolución, entonces se puede afirmar, que la
autoridad jurisdiccional local ejerció control constitucional al resolver; pero si en
la resolución reclamada no se presentan los elementos mencionados, es claro
que no se podría sostener, que dicha autoridad realizó control constitucional al
resolver el caso.
En la especie, en el considerando X de la resolución combatida el tribunal
responsable sostuvo, que las condenas surten sus efectos jurídicos, en tanto
estén vigente las penas aplicadas en ellas, por lo que, una vez cumplidas las
penas, los efectos de éstas se extinguen. Sobre esa base el tribunal responsable
determinó, que, si la pena impuesta a Herminio Ventura Rodríguez se canceló,
en ese caso surtió efectos lo dispuesto en la jurisprudencia cuyo rubro es el
siguiente: ARTÍCULO 38 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL. LA FALTA DE UN
ORDENAMIENTO QUE LO REGLAMENTE NO IMPIDE SU PLENA APLICACIÓN.
Como se ve, opuestamente a lo manifestado por el partido actor, el tribunal
responsable no ejerció control constitucional alguno, pues no hizo comparación
alguna entre lo dispuesto en el artículo 20, fracción III, de la Constitución Política
del Estado de Aguascalientes, con lo previsto en el artículo 38 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos. Tampoco hizo manifestación alguna,
tendente a evidenciar, que entre ambos artículos existía contradicción ni declaró
la inconstitucionalidad del artículo 20, fracción III, referido o lo dejó de aplicar,
por considerar que era inconstitucional.
Lo que realmente hizo el tribunal responsable en el considerando X fue estimar,
que en el caso no se surtía la hipótesis prevista en la fracción III del artículo 20
de la constitución local, porque en el momento en que se decidió sobre la
elegibilidad del Herminio Ventura Rodríguez, no se encontraba vigente la pena
privativa de libertad que años antes le fue impuesta.
Esto es, el tribunal responsable se concretó a invocar la fracción III del artículo
20 constitucional; en seguida realizó una interpretación del precepto; a este
respecto estableció que su sentido implicaba que, si al momento de decidir
sobre la elegibilidad de un candidato se encontraban todavía en ejecución la
pena privativa de libertad que hubiera sido impuesta a éste, por la comisión de
un delito intencional, tal candidato era inelegible; por otra parte, dicha
autoridad se percató implícitamente de que la interpretación dada al citado
artículo de la constitución local armonizaba, entre otros, con el artículo 38 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; por último, determinó
que la hipótesis de dicho precepto no se surtía en el presente caso, porque la
pena privativa de libertad a que fue condenado Herminio Ventura Rodríguez
había quedado extinguida con bastante anterioridad al momento en que se
decidió sobre la elegibilidad de dicho candidato.
Esto de modo alguno se traduce en la decisión de inaplicar el referido artículo
de la constitución local, por una supuesta oposición del propio precepto con
alguna disposición de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
porque no procedió de la manera descrita en los cuatro incisos indicados
anteriormente, para que pudiera hablarse de que una autoridad local realizó un
control difuso de la constitución.
Consecuentemente, si está evidenciado que el tribunal responsable no realizó
ninguna actividad tendente a ejercer control constitucional, es patente que lo
alegado por el partido actor se sustenta en una inexactitud; de ahí que la
alegación se considere inatendible.
Las afirmaciones del actor respecto a que la sentencia reclamada adolece de
falta de fundamentación y motivación, así como que en ella se invocan
resoluciones que nunca fueron emitidas por la autoridad competente (juez
penal), se sustentan en la premisa fundamental de que los planteamientos
formulados en el punto II de los agravios son fundados; pero como esto no es
así, tal inexactitud produce la invalidez de las referidas aseveraciones.
Por último, lo manifestado por el partido actor en el agravio I es inatendible,
porque la inobservancia al principio de legalidad aducida, la hace depender del
éxito de los motivos de inconformidad expuestos en la demanda; pero como
tales motivos de inconformidad fueron desestimados por esta sala, es patente
que la afirmación sobre la inobservancia al principio de legalidad queda sin
sustento alguno; de ahí lo inatendible del agravio.24