Sentencia de Tutela N 44721 de Corte Constitucional 10 de Di
Sentencia de Tutela N 44721 de Corte Constitucional 10 de Di
Sentencia de Tutela N 44721 de Corte Constitucional 10 de Di
Link: https://app.vlex.com/vid/882944547
Resumen
El actor considera que las autoridades judiciales cuestionadas desconocieron sus derechos
fundamentales al negar las pretensiones por él invocadas dentro del proceso de nulidad y
restablecimiento del derecho que adelantó en contra del acto administrativo por el cual fue
retirado del servicio activo de la Armada Nacional, por llamamiento a calificar servicios a pesar
de encontrarse en incapacidad médica. Se aborda temática relacionada con la procedencia
excepcional de la acción de tutela contra providencias judiciales y el cumplimiento de los
requisitos generales de procedencia y específicos de procedibilidad de la misma. Luego de
verificar el incumplimiento de algunos de los requisitos generales de procedencia, la Corte
decidió confirmar la decisión de instancia que declaró IMPROCEDENTE la acción de tutela
invocada.
Texto
Contenidos
I. ANTECEDENTES
Antecedentes- afecciones- lesiones
II. CONSIDERACIONES
III. DECISIÓN
RESUELVE
Sentencia T-447/21
Asunto: Improcedencia de tutela contra decisiones judiciales que revisaron acto de retiro
de militar por llamamiento a calificar servicios.
Magistrada Ponente:
GLORIA S.O.D..
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
El actor interpuso acción de tutela contra el Juzgado Segundo Administrativo de
Cartagena y el Tribunal Administrativo de Bolívar con el propósito de que se protegieran
sus derechos fundamentales al debido proceso y al mínimo vital[2]. En términos generales,
aseguró que dichas autoridades judiciales desconocieron sus derechos al negar las
pretensiones por él invocadas dentro del proceso de nulidad y restablecimiento del
derecho que adelantó contra el acto administrativo por el cual fue retirado del servicio
activo de la Armada Nacional, por llamamiento a calificar servicios.
Hechos y pretensiones[3]
3. El 28 de febrero de 2008, fue valorado por la Junta Médico Laboral Militar y obtuvo
como calificación de su capacidad psicofísica “Incapacidad permanente parcial –NO
5. Sostuvo que su retiro ocurrió mientras estuvo “excusado” del servicio por
incapacidad y en tratamiento médico. Por lo anterior, solicitó la revocatoria del acto
administrativo de retiro que fue resuelta de forma negativa, a través de la Resolución
No. 790 del 12 de octubre de 2012[17].
10. Contra esta última decisión, el accionante presentó solicitudes de nulidad, aclaración
y adición, las cuales fueron rechazadas mediante auto de 3 de marzo de 2020[27].
Luego, formuló recursos de reposición y apelación, siendo rechazado el primero de
estos mediante providencia del 7 de septiembre de 2021, por lo que actualmente
está pendiente el trámite de apelación[28].
También indicó que se le vulneró su derecho al mínimo vital con ocasión del retiro al
proceder a “quitarle la vivienda fiscal y entregársela a otro funcionario”[33]
comoquiera que no fue reubicado en su trabajo y la asignación de retiro que devenga
le resulta insuficiente para “mantenerse en el estrato”[34] socioeconómico en el que
vive con su familia. Además, que, según él, merecía una protección especial en los
términos de la Ley 1306 de 2009[35].
Por otra parte, señaló que las actas de las Juntas Médico Laborales y del Tribunal de
Revisión Médica Militar: i)“cambiaron arbitrariamente los diagnósticos expedidos por
los médicos tratantes”[36], ii) dejaron de valorar algunas “nosologías”[37] que tenían
fundamento en conceptos médicos científicos, iii) determinaron un 29% de pérdida
cuando debía ser un 100% al padecer una enfermedad psiquiátrica crónica con
tratamiento permanente, y iv) no calificaron sus enfermedades de acuerdo al literal c
“herido en orden público”, sin especificar a qué disposición se refería dicha
calificación. Así, sostuvo que se le quebrantó el derecho a una adecuada valoración
de la pérdida de capacidad laboral y a controvertir los resultados para constatar la
“incapacidad que le impide trabajar”[38].
Por otra parte, afirmó que la providencia enjuiciada no adolecía de ningún defecto,
comoquiera que determinó las razones que, de conformidad con la jurisprudencia
aplicable y el material probatorio, permitieron confirmar la decisión de primera
instancia y, así, mantener incólume el acto administrativo demandado.
Impugnación[43]
Manifestó que vive con su esposa y tiene a cargo la manutención de uno de sus tres
hijos. Recibe una asignación mensual de retiro equivalente a $3´719.000 con la que
soporta pago de servicios, alimentación y tratamiento psiquiátrico particular. Señaló
que no trabaja porque se encuentra en tratamiento médico, tampoco ha sido llamado
para reincorporarse al servicio activo. Adicionalmente, incluyó como anexos copias
de las incapacidades y de los dictámenes de evaluación y calificación de la pérdida
de capacidad laboral, proferidos mientras se encontraba en servicio.
Aportó vínculo digital del expediente identificado con el radicado número 13001-33-
33-002-2012-00143-01, a través del cual el señor P.O.N., por medio de apoderado,
promovió medio de control de nulidad y restablecimiento del derecho contra la
Nación-Ministerio de Defensa Nacional-Armada Nacional, en contra del acto
administrativo mediante el cual fue llamado a calificar servicios y, en consecuencia,
retirado del servicio activo.
De acuerdo con esta información, el demandante estuvo excusado del servicio por
más de cuatro años consecutivos[48], desde el 29 de septiembre de 2007 hasta el 21
de febrero de 2012, con tratamiento médico en casa, debido a diagnósticos de
“trastornos de estrés postraumático” y “depresión mayor” con base en certificados de
incapacidad[49]. Por estos padecimientos, el accionante fue valorado por dos Juntas
Médico Laborales y un Tribunal Médico Laboral. Como consecuencia, obtuvo una
indemnización por concepto de disminución de la capacidad laboral por valor de $14
´984.220, mediante la Resolución No. 1109 de 10 de julio de 2008[50]:
Actuación / Fecha
I. del servicio
20.79 %[54]
No imputable al servicio[55]
No imputable al servicio[57]
Revoca resultados JML No. 27 de 20-01-2011, debido a que las JML solo pueden calificar
una lesión o patología por una sola vez.
Además, allegó copia de Acta de Junta Médico Laboral No.190 de 23 de julio de 2014, en
la que se valoró la capacidad laboral del actor de acuerdo con los conceptos emitidos por
los especialistas tratantes en otorrinolaringología, gastroenterología, coloproctología,
medicina interna, ortopedia y traumatología, cirugía plástica y neurología; y de la
Resolución No. 256 del 10 de febrero de 2015 por la cual se reconoció y ordenó el pago al
actor de una indemnización por concepto de disminución de la capacidad laboral, por valor
de $9´712.674[60].
No obstante, la entidad accionada resaltó que el retiro del militar se dio en 2012, por
llamamiento a calificar servicios, causal autónoma prevista en la normativa militar que no
guarda relación con la disminución de su capacidad psicofísica por los padecimientos
psiquiátricos mencionados, la cual fue calificada e indemnizada cuatro años antes, esto
es, en 2008.
II. CONSIDERACIONES
Competencia
1. Con fundamento en las facultades conferidas por los artículos 86 y 241, numeral 9º,
de la Constitución, y 31 a 36 del Decreto 2591 de 1991, la S. Sexta de Revisión de
Tutelas de la Corte Constitucional es competente para revisar los fallos de tutela
proferidos en el proceso de la referencia.
3. Así las cosas, con la situación fáctica planteada y el material probatorio allegado,
corresponde a esta S. de Revisión determinar, en primer lugar, si la acción de tutela
es procedente por acreditar el cumplimiento de los requisitos generales de tutela
contra providencias judiciales. En caso de superar el anterior análisis, en segundo
lugar, deberá resolver el siguiente problema jurídico: ¿el Juzgado Segundo
Administrativo de Cartagena y el Tribunal Administrativo de Bolívar vulneraron los
derechos fundamentales del accionante al debido proceso y al mínimo vital, al negar
las pretensiones por él invocadas dentro del proceso de nulidad y restablecimiento
del derecho que siguió contra un acto administrativo que lo llamó a calificar servicios,
pese a que se encontraba en incapacidad médica?
(i) La acción de tutela cumple el requisito de legitimación en la causa por activa y por
pasiva
10. En relación con el requisito de inmediatez, la Corte ha manifestado que -por regla
general- la acción de tutela debe ser instaurada oportunamente y dentro de un plazo
razonable. El análisis de este requisito no equivale a imponer un término de
caducidad, sino que supone un análisis del caso particular conforme a diferentes
criterios, tales como la situación personal del peticionario, el momento en el que se
produce la vulneración, la naturaleza de la vulneración, la actuación contra la que se
dirige la tutela y los efectos de esta en los derechos de terceros[67]. En el presente
caso este requisito se satisface, en la medida en que el accionante presentó la tutela
el 5 de noviembre de 2020, esto es, siete meses después de proferirse el auto del 3
de marzo de 2020 que rechazó la solicitud de nulidad y de aclaración y adición de la
sentencia de segunda instancia, proferida por el Tribunal Administrativo de Bolívar
dentro del proceso de nulidad y restablecimiento del derecho que adelantó contra el
acto administrativo por el cual fue retirado del servicio activo de la Armada Nacional.
11. La presente acción constitucional está dirigida contra las sentencias de primera y
segunda instancia, proferidas por el Juzgado Segundo Administrativo de Cartagena
y el Tribunal Administrativo de Bolívar, al interior del proceso de nulidad y
restablecimiento del derecho que siguió el accionante contra la resolución de retiro
del servicio activo de la Armada. Entonces, es claro que la acción propuesta cumple
con este requisito ya que no cuestiona una sentencia de tutela, ni un fallo en ejercicio
del control abstracto de constitucionalidad adoptado por la Corte Constitucional o por
el Consejo de Estado.
12. En virtud del artículo 86 de la Constitución, la acción de tutela fue consagrada como
un mecanismo judicial subsidiario y residual[68] que procede “cuando el afectado no
disponga de otro medio de defensa judicial”[69] (negrillas no originales).
Efectivamente, este mecanismo constitucional no fue diseñado para suplir los
procesos ordinarios a los cuales deben acudir los ciudadanos para dar solución a
sus controversias[70]. En este sentido, el requisito de subsidiariedad se acredita en
tres hipótesis[71]: (i) cuando no exista otro medio de defensa judicial que permita
resolver el conflicto relativo a la afectación de un derecho fundamental, (ii) cuando el
mecanismo existente no resulte eficaz e idóneo, o (iii) cuando la intervención
transitoria del juez constitucional sea necesaria para evitar la consumación de un
perjuicio irremediable.
14. En cuanto al tercer supuesto, esta Corporación ha determinado que, para que el
amparo proceda como mecanismo transitorio, se debe demostrar que la intervención
del juez constitucional “es necesaria para evitar la ocurrencia de un perjuicio
irremediable”[74], a pesar de la existencia de un proceso judicial eficaz e idóneo.
Para caracterizar el perjuicio como irremediable, es necesario que se acrediten los
siguientes requisitos: “(i) una afectación inminente del derecho -elemento temporal
respecto al daño-; (ii) la urgencia de las medidas para remediar o prevenir la
afectación; (iii) la gravedad del perjuicio -grado o impacto de la afectación del
derecho-; y (iv) el carácter impostergable de los remedios para la efectiva protección
de los derechos en riesgo”[75]. En este supuesto la protección es temporal, en virtud
de lo dispuesto en el artículo 8º del Decreto 2591 de 1991: “[e]n el caso del inciso
anterior, el juez señalará expresamente en la sentencia que su orden permanecerá
vigente sólo durante el término que la autoridad judicial competente utilice para
decidir de fondo sobre la acción instaurada por el afectado”.
16. En este caso, la Corte verifica que el procedimiento judicial ordinario ya culminó, por
cuanto surtió las dos instancias dentro del proceso de nulidad y restablecimiento del
derecho iniciado contra el acto de llamamiento a calificar servicios. Además, contra
la sentencia de segunda instancia no procede el recurso extraordinario de revisión,
ya que ninguna de las causales previstas en el artículo 250 del CPACA es, prima
facie, asimilable a alguno de los fundamentos de la acción formulada. Se insiste en
que el actor cuestionó la presunta falta de motivación y falsa motivación del acto de
retiro del servicio por llamamiento a calificar servicios y el ejercicio arbitrario del
poder discrecional por parte de la Armada Nacional, así como la falta de valoración
del estado de incapacidad médica en que se encontraba, lo cual no habilita la
revisión de la sentencia a través de dicho mecanismo.
17. La Corte ha señalado que cuando se trate de una irregularidad procesal, esta debe
haber sido decisiva o determinante en la sentencia que se impugna y debe afectar
los derechos fundamentales del peticionario. Este requisito busca que solo las
irregularidades verdaderamente violatorias de garantías fundamentales tengan
corrección por vía de acción de tutela, de manera que se excluyan todas aquellas
que pudieron subsanarse durante el trámite, o que no se alegaron en el proceso[77].
En el caso bajo estudio, el actor alegó una presunta irregularidad procesal en el
trámite del proceso de nulidad y restablecimiento del derecho debido a que el
magistrado ponente de la decisión proferida por el Tribunal Administrativo de Bolívar,
“en la decisión de rechazo de segunda instancia, a los cuales (sic) se presentaron
unos recursos establecidos en la ley (..) no se declaró impedido al haber violado los
términos judiciales”[78]. No obstante, no se acreditó el cumplimiento del requisito
mencionado pues más allá de esa afirmación, el escrito de tutela no contiene
argumentos que permitan comprender de qué se trata la irregularidad alegada y, más
importante aún, cuál fue el efecto que tuvo en las decisiones judiciales cuestionadas
y la trascendencia de su ocurrencia en la afectación de los derechos fundamentales
cuya protección invoca el peticionario. Debe resaltarse que no cualquier
irregularidad de carácter procedimental puede ser alegada para la acreditación de
este requisito, ya que debe tratarse de una anomalía en la aplicación de las formas
propias de cada juicio que sea particularmente grave.
18. Como excepción al principio de informalidad que rige la tutela, cuando esta se
promueve en contra de providencias judiciales, se requiere que el accionante señale
los derechos infringidos, identifique de manera razonable en qué consiste la
violación alegada y demuestre de qué forma la decisión cuestionada resulta abusiva
y contraria al orden jurídico. Asimismo, se exige que quién reclama la protección
haya planteado los cuestionamientos durante el respectivo proceso judicial[79].
19. En el presente caso, el actor no cumplió este requisito. Primero, no presentó con
claridad los fundamentos de la afectación de derechos que le imputa a las
decisiones judiciales cuestionadas. De acuerdo con lo señalado en los antecedentes
de esta providencia, el escrito de tutela objeto de estudio es sumamente confuso e
insiste en la irregularidad del acto de retiro del servicio del actor por parte de la
Armada Nacional. Además, el accionante no identificó los defectos de las
providencias atacadas y tampoco señaló pretensiones. Según las extensas y
desordenadas afirmaciones contenidas en la tutela, esta S. pudo entender que, en
criterio del peticionario, su estado de incapacidad médica por afección psiquiátrica
impedía el llamamiento a calificar servicios, razón por la cual la Armada debía
mantenerlo en su cargo y reubicarlo en labores fuera de combate, pese a que no
desempeñaba funciones en la entidad hacía 5 años atrás, precisamente por sus
afecciones de salud. Este hecho, sin embargo, cuestiona la actuación de la Armada
Nacional al momento del retiro, no las razones y los argumentos que tuvieron los
jueces ordinarios para negar las pretensiones al resolver el medio de control de
nulidad y restablecimiento del derecho.
Tercero, si bien el estado de incapacidad médica del actor al momento del retiro del
servicio por llamamiento a calificar servicios fue un hecho que se puso de presente
dentro del proceso, no existe ni una sola referencia a los argumentos esgrimidos en
las decisiones adoptadas por los jueces naturales sobre este aspecto, que dé cuenta
de la forma en que la valoración realizada por las autoridades afectó los derechos
invocados.
Relevancia constitucional[80]
20. Esta Corte ha entendido la tutela contra providencias judiciales como un “juicio de
validez” y no como un “juicio de corrección” del fallo cuestionado[81]. Desde esta
perspectiva el mecanismo de amparo no puede ser utilizado como una instancia
adicional para discutir asuntos de índole probatorio o de interpretación de las normas
que dieron origen a la controversia judicial. Esto encuentra fundamento en el hecho
de que, en el marco de cada proceso, las partes cuentan con los recursos, ordinarios
y extraordinarios, dispuestos por el Legislador para controvertir las decisiones de los
jueces que estimen arbitrarias o afecten sus derechos. Luego, solo si al agotar
dichos recursos persiste una clara arbitrariedad judicial, se habilitaría la tutela contra
providencias judiciales.
21. Así las cosas, resulta indispensable verificar, en cada caso concreto, que la acción
de tutela no se utilice como una instancia adicional para remplazar las vías judiciales
ordinarias. Por tal motivo, el contenido de la solicitud de amparo debe buscar
22. Para este Tribunal, el requisito de relevancia constitucional persigue tres finalidades:
(vii) La presente acción de tutela busca generar una tercera instancia y, por ello, no
cumple el requisito de relevancia constitucional
24. Esta S. de Revisión encuentra que los cuestionamientos que planteó el actor en la
acción de tutela coinciden con los presentados a lo largo del debate ante la
jurisdicción contenciosa, pues no se encaminan a obtener la protección de derechos
fundamentales, sino que evidencian su inconformidad con las decisiones acusadas
que no accedieron a sus pretensiones. En el escrito de tutela, el demandante reiteró
que se le vulneraron sus derechos al debido proceso y al mínimo vital porque las
autoridades judiciales demandadas, al resolver su caso, no tuvieron en cuenta que
fue retirado irregularmente de la Armada Nacional. Lo anterior, porque se encontraba
incapacitado por una patología psiquiátrica razón por la que estaba “excusado” del
mismo y merecía un trato preferencial. En esa medida, indicó que el retiro debía
hacerse con plena observancia de las normas que regulan la función pública y no
bajo criterios de “discrecionalidad (..) [y] autoritarismo” [88].
Esta decisión fue apelada por el demandante. En este escrito, el actor enfatizó en
que el acto de retiro se expidió en contravía de la Constitución, la Ley 361 de 1997 y
la jurisprudencia constitucional en materia de la estabilidad laboral reforzada de las
Con todo, el peticionario no logró demostrar, ante los jueces naturales, que la
Armada desconoció su situación de incapacidad al momento de retirarlo del servicio
y que, en su caso particular, no podía hacer uso de la causal de retiro por
llamamiento a calificar servicios. Tampoco probó que el retiro ordenado hubiese sido
fraudulento o discriminatorio pues, contrario a esto, las autoridades judiciales
accionadas fundamentaron ampliamente las razones por las cuales dicha
determinación se ajustó al ordenamiento jurídico, por lo que no le es dable al actor
reabrir dicho debate probatorio a través de la presente acción constitucional. Y, en
cualquier caso, se evidencia que dentro del proceso contencioso tuvo oportunidades
para probar su señalamiento y ejercer la defensa de sus argumentos, al tiempo que
contó con la asesoría especializada de un profesional del derecho[93].
Por otra parte, resulta problemático que el actor insista en la necesidad de que el
juez administrativo, y ahora el juez constitucional, valoren sus padecimientos de
salud, que acusa haber adquirido durante el servicio activo y con ocasión de este, a
efectos de contar con una protección similar a la de la estabilidad laboral reforzada.
No obstante, los hechos probados demuestran que, en dos oportunidades, el actor
no controvirtió los resultados de las evaluaciones de disminución de la capacidad
psicofísica por sus padecimientos, que no solo consideraron su afección psiquiátrica,
sino que la calificaron como “no imputable al servicio”. Al contrario, aceptó los
resultados de esas valoraciones médico laborales[94] y recibió el pago de $14
´984.220 y $9´712.674 por concepto de indemnizaciones[95]. Esta circunstancia
muestra que el accionante aceptó voluntariamente los resultados sin cuestionarlos
en las instancias previstas al efecto, al tiempo que consintió el pago de
compensaciones económicas por sus padecimientos. Esta circunstancia contradice
su pretensión de alegar una protección especial por razones de salud y pone en
evidencia, una vez más, que se pretende acudir a la protección constitucional como
mecanismo paralelo para la definición de las pretensiones que, o no fueron
aceptadas por la justicia contenciosa administrativa, o no fueron alegadas
oportunamente ante las autoridades competentes.
Finalmente, tampoco puede inferirse la relevancia constitucional del caso a partir del
análisis de desigualdad de trato del accionante respecto de lo adoptado en
decisiones de la Corte Constitucional. En efecto, en apoyo de sus argumentos, el
accionante cita apartes de las sentencias T-568 de 2008, T-602 de 2009, T-
873 de 2011, T-157 de 2012, T-345 de 2013, T-729 de 2016, SU-995 de 1999 y C-
539 de 2011, al parecer, con el propósito de señalar que las autoridades judiciales
accionadas desatendieron en sus fallos lo establecido en la jurisprudencia de esta
Corte, en relación con la imposibilidad de retiro de un militar con incapacidad médica
y excusado del servicio. Esta S. constata que se trata de referencias
jurisprudenciales generales que no guardan relación jurídica ni fáctica con la
controversia planteada por el actor en el proceso contencioso, alusivas a materias
disímiles, tal como se resumen a continuación:
sentencia
tema
T-568 de 2008
T-602 de 2009
T-873 de 2011
T-157 de 2012
T-345 de 2013
T-729 de 2016
SU-995 de 1999
En esa medida, mal podría concluirse que las accionadas incurrieron en el referido
desconocimiento y, en todo caso, este alegato genérico impide verificar los criterios
establecidos por la jurisprudencia para entender configurada la afectación del
derecho a la igualdad de trato jurídico, a saber: (i) que en la ratio decidendi de la
sentencia anterior se encuentre una regla jurisprudencial aplicable al caso a
resolver; (ii) que dicha razón de decisión resuelva un problema jurídico semejante al
propuesto en el nuevo caso; y (iii) que los hechos del caso sean equiparables a los
resueltos anteriormente[96].
25. De conformidad con lo expuesto en el análisis del caso concreto, la S. concluye que
el amparo es improcedente porque no se cumplen todos los requisitos generales de
procedencia de la acción de tutela contra providencias judiciales. Las razones para
llegar a tal conclusión son las siguientes: (i) el accionante no sustentó el aparente
defecto procedimental del trámite de segunda instancia del proceso contencioso
administrativo; (ii) la tutela no cumple el requisito de identificar, de manera razonable,
los hechos que generaron la vulneración de derechos fundamentales; y (iii) no se
acreditó el cumplimiento del presupuesto de relevancia constitucional, en tanto que
se utiliza la tutela como instancia para la revisión de las decisiones reprochadas.
Asimismo, resultó imposible encontrar acreditada al menos una de las causales
específicas, en particular la presunta irregularidad procesal en el trámite de segunda
instancia del procedimiento judicial ordinario y el aparente desconocimiento del
precedente jurisprudencial alegado con base en las citas de sentencias de esta
Corporación que el actor incluyó en el escrito de tutela.
26. Por las razones expuestas en esta providencia, la S. revocará el fallo adoptado el 26
de marzo de 2021 por la Sección Primera del Consejo de Estado que modificó el
fallo de primera instancia y negó el amparo de los derechos fundamentales del
accionante, dentro del proceso de tutela promovido por el señor P.O.N. contra el
Juzgado Segundo Administrativo de Cartagena y el Tribunal Administrativo de
Bolívar. En su lugar, confirmará la decisión del 1º de diciembre de 2020 proferida por
la Sección Tercera, Subsección B, del Consejo de Estado, que declaró la
improcedencia de la acción de tutela, pero por las razones expuestas en esta
providencia.
III. DECISIÓN
Con fundamento en lo expuesto, la S. Sexta de Revisión de la Corte Constitucional,
administrando justicia en nombre del Pueblo, y por mandato de la Constitución,
RESUELVE
Primero: REVOCAR el fallo adoptado el 26 de marzo de 2021 por la Sección Primera del
Consejo de Estado que modificó el fallo de primera instancia y negó el amparo de los
derechos fundamentales de la accionante. En su lugar, confirmar la decisión del 1º de
diciembre de 2020 proferida por la Sección Tercera, Subsección B, del Consejo de
Estado, que DECLARÓ IMPROCEDENTE la acción de tutela, por las razones expuestas
en esta providencia.
Segundo: Por Secretaría General, LÍBRESE la comunicación a que alude el artículo 36 del
Decreto 2591 de 1991.
GLORIA S.O.D.
Magistrada
Magistrada
Magistrado
Secretaria General
[1] Auto del 30 de agosto de 2021, proferido por la S. de Selección de Tutelas Número
Ocho. Disponible en: https://www.corteconstitucional.gov.co/secretaria/autos/AUTO SALA
DE SELECCION 30 DE JULIO DE 2021 NOTIFICADO 13 DE AGOSTO DE 2021.pdf
https://www.corteconstitucional.gov.co/secretaria/autos/AUTO%20SALA%20DE%20SELECCION%2030%20DE%20AGOSTO%20DE%202021%20NOTIFICADO%2015%20DE%20SEPTIEMBRE%20DE%202021.pdf
[6] El otro diagnóstico que fue objeto de valoración fue el de “quemadura en miembros
superiores e inferiores” por sucesos ocurridos en el año 1992. No obstante, el reporte
establece como estado actual a la fecha: “Injertos adaptados 100%, cicatrices
permanentes no afección de la función”.
[10] De conformidad con el Decreto 1211 de 1990 “Por el cual se reforma el Estatuto del
Personal de Oficiales y S. de las Fuerzas Militares”. Anexo Respuesta de la Dirección de
Personal de la Armada Nacional al Auto de pruebas del 4 de octubre de 2021, folios 28 y
29.
[12] “Por el cual se modifica el Decreto que regula las normas de carrera del personal de
oficiales y suboficiales de las Fuerzas Militares”.
[13] “Artículo 100. Causales de retiro. El retiro del servicio activo para el personal de
Oficiales y S. de las Fuerzas Militares se clasifica, según su forma y causales, como se
indica a continuación: // a) Retiro temporal con pase a la reserva: (…)3. Por llamamiento a
calificar servicios. (…)”.
[14] “Artículo 103. Llamamiento a calificar servicios. Los Oficiales y S. de las Fuerzas
Militares solo podrán ser retirados por llamamiento a calificar servicios, cuando hayan
cumplido los requisitos para tener derecho a la asignación de retiro”.
[15] “Por medio del cual se fija el régimen pensional y de asignación de retiro de los
miembros de la Fuerza Pública.”
[16] “Artículo 14. Asignación de retiro para el personal de Oficiales y S. de las Fuerzas
Militares en actividad. Los Oficiales y S. de las Fuerzas Militares en servicio activo a la
fecha de entrada en vigencia del presente Decreto, que sean retirados con dieciocho (18)
o más años de servicio, por llamamiento a calificar servicios o por retiro discrecional,
según el caso, o por sobrepasar la edad máxima correspondiente al grado, o por
disminución de la capacidad psicofísica, o por incapacidad profesional, y los que se retiren
a solicitud propia o sean retirados o separados en forma absoluta después de veinte (20)
años de servicio, tendrán derecho a partir de la fecha en que terminen los tres (3) meses
de alta, a que por la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares, se les pague una asignación
mensual de retiro, así: // 14.1 Sesenta y dos por ciento (62%) del monto de las partidas
computables a que se refiere el artículo 13 del presente Decreto, por los dieciocho (18)
primeros años de servicio. // 14.2 El porcentaje indicado en el numeral anterior se
adicionará en un cuatro por ciento (4%) por cada año que exceda de los dieciocho (18)
hasta los veinticuatro (24) años, sin sobrepasar el ochenta y cinco por ciento (85%). // 14.3
A su vez, el ochenta y cinco por ciento (85%) de que trata el numeral anterior se
incrementará en un dos por ciento (2%) por cada año adicional a los primeros veinticuatro
(24) años, sin que el total sobrepase el noventa y cinco por ciento (95%) de las partidas
computables. (…)”.
[17] Resolución No. 790 del 12 de octubre de 2012 “Por el cual se decide una solicitud de
Revocatoria Directa de la Resolución No. 054 del 30 de enero de 2012”. Ver respuesta de
la Dirección de Personal de la Armada Nacional al Auto de pruebas del 4 de octubre de
2021. Folios 44 y 48.
[18] La demanda fue inicialmente radicada ante el Tribunal Administrativo de Bolívar (26
de julio de 2012) que la inadmitió (5 de septiembre de 2012) y luego la remitió por
competencia para reparto a los juzgados administrativos (7 de noviembre de 2012). El
conocimiento del asunto correspondió, por reparto efectuado el 20 de noviembre de 2012,
al Juzgado Segundo Administrativo Oral de Cartagena, bajo el número
13001333300220120014300. La autoridad judicial primero inadmitió la demanda (29 de
noviembre de 2012) y, posteriormente, la admitió (18 de diciembre de 2012). El actor
estuvo representado por el abogado M.R.C.L.. Expediente digital NyR
13001333300220120014300, archivo “C1 Principal.pdf”.
[24] Se refiere al Decreto 1790 de 2000, artículos 100 numeral 3 y 103 modificado por el
artículo 25 de la Ley 1124 de 2006, y al Decreto 4433 de 2004, artículo 14.
[37] I..
[48] Resolución No. 790 del 12 de octubre de 2012 “Por el cual se decide una solicitud de
Revocatoria Directa de la Resolución No. 054 del 30 de enero de 2012”. Ver respuesta de
la Dirección de Personal de la Armada Nacional al Auto de pruebas del 4 de octubre de
2021. Folios 44 y 48.
[50] De conformidad con el Decreto 1211 de 1990 “Por el cual se reforma el Estatuto del
Personal de Oficiales y S. de las Fuerzas Militares”. Anexo Respuesta de la Dirección de
Personal de la Armada Nacional al Auto de pruebas del 4 de octubre de 2021, folios 28 y
29.
[53] De acuerdo con el artículo 71 del Decreto 94 de 1989 “Por el cual se reforma el
estatuto de la capacidad sicofísica, incapacidades, invalideces e indemnizaciones del
personal de Oficiales y S. de las Fuerzas Militares y de
[54] Mediante Resolución No. 1109 de 10 de julio de 2008, se reconoce y ordena el pago
de $14´984.220 a favor del accionante, por concepto de indemnización por disminución de
la capacidad laboral en 20.79 %. Lo anterior, de conformidad con el Decreto 1211 de 1990
“Por el cual se reforma el Estatuto del Personal de Oficiales y S. de las Fuerzas Militares”.
Anexo Respuesta de la Dirección de Personal de la Armada Nacional al Auto de pruebas
del 4 de octubre de 2021, folios 28 y 29.
[55] Decreto 1796 de 2000 "Por el cual se regula la evaluación de la capacidad sicofísica y
de la disminución de la capacidad laboral, y aspectos sobre incapacidades,
indemnizaciones, pensión por invalidez e informes administrativos por lesiones, de los
miembros de la Fuerza Pública, Alumnos de las Escuelas de Formación y sus
equivalentes en la Policía Nacional, personal civil al servicio del Ministerio de Defensa
Nacional y de las Fuerzas Militares y personal no uniformado de la Policía Nacional
vinculado con anterioridad a la vigencia de la Ley 100 de 1993". Artículo 24. Informe
administrativo por lesiones. “Es obligación del C. o Jefe respectivo, en los casos de
lesiones sufridas por el personal bajo su mando, describir en el formato establecido para
tal efecto, las circunstancias de modo, tiempo y lugar, en las que se produjeron las
lesiones e informarán si tales acontecimientos ocurrieron en una de las siguientes
circunstancias: // a. En el servicio pero no por causa y razón del mismo, es decir,
enfermedad y/o accidente común. (…)”.
[57] Decreto 1796 de 2000, artículo 24: “a. En el servicio pero no por causa y razón del
mismo, es decir, enfermedad y/o accidente común. (…)”.
[63] M.J.C.T.
[64] M.C.P.S..
[65] Sentencia C-590 de 2005, M.J.C.T., fundamento jurídico 25. Para una explicación de
cada causal, ver, entre otras, la Sentencia SU-241 de 2015, M.G.S.O.D., fundamento
jurídico 7.
[68] Ver, entre otras, las sentencias T-723 de 2010 (M.J.C.H.P., T-063 de 2013 (M.L.G.G.P.)
y T-087 de 2018 (M.G.S.O.D.).
[70] Sentencias T-009 de 2019 y T-148 de 2019, ambas con ponencia de la magistrada
G.S.O.D..
[83] I..
[85] En este sentido, un asunto carece de relevancia constitucional cuando: (i) la discusión
se limita a la determinación de aspectos legales de un derecho, salvo que de allí se
desprendan claramente violaciones de derechos fundamentales; o (ii) sea evidente su
naturaleza económica por tratarse de una controversia estrictamente monetaria con
connotaciones particulares o privadas “que no representen un interés general”.
Sentencia T-610 de 2015, M.G.S.O.D..
[93] El actor estuvo representado por el abogado M.R.C.L.. Expediente digital NyR
13001333300220120014300, archivo “C1 Principal.pdf”.
[95] Resolución No. 1109 de 10 de julio de 2008 y Resolución No. 256 del 10 de febrero
de 2015. Anexos Respuesta de la Dirección de Personal de la Armada Nacional al Auto
de pruebas del 4 de octubre de 2021, folios 28-29 y 59-60.