Resumen Ii
Resumen Ii
Resumen Ii
Catedráticas:
Dra. Eva Ramírez Robledo
[email protected]
Dra. Elena Islas Martínez.
[email protected]
25 DE SEPTIEMBRE DE
2024
B) Definición de envejecimiento.
La OMS define el envejecimiento activo y saludable como el proceso por el que se
optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental con el objetivo de
ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad mejorando la calidad de
vida en la vejez. Las acciones y programas que conforman este eje están
encaminadas a proporcionar los medios, las oportunidades a los adultos mayores
para el goce de una vejez saludable, a través de actividades, eventos de
recreación, esparcimiento, de asociación, participación, que contribuyen
directamente en su bienestar y autoestima.
El envejecimiento es un fenómeno universal propio de los seres vivientes. Los
animales, las plantas y el hombre envejecen y lo hacen a lo largo de toda la vida.
El envejecimiento comienza con el nacimiento siendo un proceso que ocurre a lo
largo de la vida. El ser humano pasa por todas sus etapas de crecimiento y
desarrollo (niñez, infancia, adolescencia, adultez y vejez) durante los primeros 20
años de vida, siendo esta edad cuando se alcanza el máximo desarrollo físico,
fortaleza, vitalidad, capacidad física y desarrollo de la inteligencia. Sin embargo,
dicho desarrollo declina paulatinamente a partir de los treinta o cuarenta años de
edad, a un ritmo y velocidad individuales y particulares entre las personas según
su biología, estilo de vida, estímulos externos, carga genética y el ambiente donde
se vive.
C) Etapas de la vida.
Desde un punto de vista muy amplio, el transcurso de la vida humana comprende
las siguientes etapas:
Primera infancia, desde el nacimiento hasta alrededor de los 6 años de edad.
Niñez, desde los 6 hasta los 12 años de edad.
Adolescencia, desde los 12 hasta los 21 años de edad.
Adultez, desde los 21 hasta los 60 años de edad.
Ancianidad, desde los 60 años de edad hasta la muerte.
Los rangos de edades son muy aproximados, ya que cada individuo es distinto,
pero en cada una de ellas se producen ciertos cambios reconocibles de tipo
corporal, mental, emocional, social y fisiológico, de acuerdo al patrón de existencia
predefinido en nuestro ADN, que definen más o menos las vivencias esperables
en cada peldaño del ciclo vital.
D) Etapas de la vejez.
Es por eso que resulta útil hablar sobre las fases de la vejez, dado que ofrecen
una categorización aproximada acerca de las necesidades especiales, los
patrones de comportamiento más habituales y las características biológicas de
estas etapas.una Introducción, la Sección II son las Recomendaciones para la
adopción de medidas (A. Orientación prioritaria I: Las personas de edad y el
desarrollo, B. Orientación prioritaria II: El fomento de la salud y el bienestar en la
vejez, C. Orientación prioritaria III: Creación de un entorno propicio y favorable).
En la Sección III la Aplicación y seguimiento con medidas en el Plano nacional,
Internacional, Investigación y Supervisión, examen y actualización en el plano
mundial.
A modo de resumen, las etapas de la vejez son las siguientes.
Prevejez: 55 a 65 años
La prevejez es la antesala de la etapa vital en la que varias de las funciones
corporales ven menguada de un modo más o menos drástico su capacidad para
seguir trabajando tal y como lo venían haciendo antes.
Cambios físicos
En esta etapa es frecuente que los patrones de sueño queden alterados,
disminuyendo significativamente el número de horas que se necesita dormir cada
noche. También es frecuente que aparezcan alteraciones en la retención de
grasas y un tipo de digestión más lenta y pesada. La masa muscular, por el
contrario, acostumbra a atrofiarse de manera significativa.
En las mujeres, la prevejez llega aproximadamente con la finalización de la
menopausia, la cual genera una seria de alteraciones hormonales que afectan
tanto mediante síntomas físicos como otros de carácter emocional vinculados a
cómo se experimenta este evento.
Cambios psicológicos
En esta fase de la vejez, al contrario de lo que se cree, ni se acostumbra a sufrir
una crisis ni disminuye el nivel de felicidad. Sin embargo, sí que cambia el modo
de pensar.
En concreto, es frecuente que aparezca un patrón de pensamiento melancólico en
el que empieza a verse la vida a través de los recuerdos, lo que se vivió en el
pasado. Las comparaciones entre lo que ocurrió hace años y el aquí y ahora son
muy frecuentes.
Por otro lado, aquellas personas con vida familiar activa pueden exponerse al
síndrome del nido vacío, por el cual los hijos o hijas abandonan el hogar y aparece
soledad y, a veces, aburrimiento.
Vejez: 65 a 79 años
La vejez “pura” es la etapa de la vida en la que se consolida tanto el debilitamiento
de funciones biológicas como un estilo psicológico basado en la revisión del
pasado y la experimentación con los recuerdos.
Cambios físicos
Aparecen problemas posturales y debilitamiento de huesos, lo cual puede producir
dolor o incluso que no se puedan realizar grandes esfuerzos. Los problemas de
digestión, en muchos casos, se acentúan, así como el riesgo de experimentar
varios tipos de cáncer.
Además, tanto la visión como la audición suelen resentirse, lo cual a su vez
conlleva un riesgo de tipo psicológico: el aislamiento, dado que cuesta más
esfuerzo relacionarse con los demás o incluso participar en conversaciones.
A partir de los 75 años de edad, por otro lado, las personas ya cumplen el perfil de
paciente geriátrico siempre que se de algún problema significativo en su calidad
de vida como el deterioro mental o la incapacidad de vivir de manera autónoma.
Cambios psicológicos
En esta etapa se consolida el declive de un aspecto importante de los procesos
mentales: el nivel de inteligencia. Más concretamente, es la inteligencia fluida, la
que tiene que ver con la agilidad mental y la generación de nuevo conocimiento
partiendo desde cero, la que se ve más afectada, mientras que la inteligencia
cristalizada se preserva mucho mejor en la mayoría de adultos sanos de esta
edad.
E) Necesidades de la vejez.
Entre algunas de las necesidades básicas de las personas mayores tenemos que:
A continuación, puedes descubrir cuáles son los pilares esenciales que potencian
el bienestar en la tercera edad:
Adaptación al cambio.
El propio paso del tiempo puede crear nuevas circunstancias relacionadas con la
edad y el estado personal. Por ello, la adaptación al cambio es básica. La
aceptación de las propias limitaciones es clave para asegurar que las necesidades
de las personas mayores. Por el contrario, la nostalgia constante del pasado
impide disfrutar plenamente de las oportunidades del presente. Así, los familiares
cercanos deben apoyar a los mayores en este proceso de cambios psicológicos
en la vejez.
Desarrollo personal.
Recuerda que llegar a una determinada edad no significa saber absolutamente
todo. El adulto mayor puede seguir aprendiendo valiosas lecciones de vida.
También es recomendable que el entorno más cercano escuche sus consejos y
experiencia vital. La lectura es una fuente de crecimiento en la tercera edad. Y,
también, una forma de acompañamiento. Cuando la persona tiene algún tipo de
dificultad en la visión, un amigo cercano puede leerle en voz alta.
Descanso de calidad.
Un buen descanso repercute positivamente en el bienestar integral de la persona
mayor. La necesidad de descanso diario va más allá del sueño nocturno. También
significa disfrutar de una vida tranquila y libre de preocupaciones innecesarias. Por
ejemplo, es un momento en el que el mayor merece disfrutar de su propio tiempo
libre. Obviamente, es esencial que la persona mayor se alimente de forma
saludable. Este factor es clave para evitar posibles carencias nutricionales que
dificulte el cumplimiento de las necesidades descritas con anterioridad.
F) Riesgos de la vejez.
Las patologías que se ven presentes en este grupo de edad, conocidos como
síndrome geriátrico son: caídas, mal nutrición, deterioro cognitivo y demencias,
alteraciones sensoriales, depresión, problemas relacionados con los
psicofármacos. (Yanguas y Leturia 2001).
Todos los síndromes geriátricos mencionados anteriormente en su gran mayoría
requieren de un correcto manejo familiar evitando que el adulto mayor sufra
golpes, caídas o la mal nutrición, ya que esta es una etapa vulnerable a ciertos
cambios medio ambientales dados en los cambios fisiológicos que experimenta el
anciano.
1. Atención
Si bien se ha identificado de forma clara un declive en el funcionamiento de los
procesos atencionales a lo largo de la vejez, estos cambios no se dan por igual en
todos los tipos de atención. Para entender el deterioro propio de esta etapa vital es
necesario describir en qué consisten la atención sostenida, la dividida y la
selectiva.
2. Memoria
La memoria sensorial, el más inmediato de los almacenes de memoria, muestra
generalmente un declive ligero como consecuencia del envejecimiento. La
memoria a corto plazo de tipo pasivo no parece verse afectada por la edad
excepto por un pequeño descenso en la velocidad de recuperación de la
información.
3. Inteligencia
A pesar de que se han encontrado diferencias en la inteligencia en función de la
edad, éstas son diferentes en función de si se investigan de forma transversal
(comparando dos grupos de edades diferentes en un mismo momento temporal) o
longitudinal (a lo largo del tiempo en los mismos individuos). Otro aspecto clave es
la distinción entre inteligencia fluida y cristalizada.
4. Creatividad
La creatividad se define como la capacidad humana para generar ideas nuevas y
soluciones originales a través de la asociación entre contenidos mentales ya
existentes. En psicología se suele usar el concepto de “pensamiento divergente” o
“lateral” para hacer referencia a esta capacidad, en oposición al pensamiento
convergente o vertical, basado en la lógica.
Dominios de evaluación
Los principales dominios evaluados son:
Capacidad funcional: deben evaluarse las habilidades del paciente para
realizar las actividades de la vida cotidiana y las instrumentales. Las primeras
incluyen la alimentación, la vestimenta, el baño, el traslado de la cama a la silla
y el control de la vejiga y el intestino. Las actividades instrumentales de la vida
cotidiana permiten a las personas vivir en forma independiente e incluyen la
preparación de las comidas, la realización de las tareas del hogar, la toma de
medicamentos, las salidas, el manejo de las finanzas y el uso del teléfono.
Salud física: la anamnesis y el examen físico deben evaluar los problemas más
frecuentes de los ancianos (p. ej., problemas visuales, auditivos, de
continencia, en la marcha y el equilibrio).
Inteligencia y salud mental: existen varias pruebas de cribado validadas para
identificar la disfunción cognitiva (p. ej., examen del estado mental) y la
depresión (p. ej., Escala de depresión geriátrica, Escala de depresión de
Hamilton).
Situación socioambiental: debe definirse la red de interacciones sociales del
paciente, los recursos de sostén social disponibles, las necesidades especiales
y la seguridad y la practicidad del entorno del paciente. Esta averiguación suele
estar a cargo de una enfermera o un asistente social. Estos factores influyen
sobre el abordaje terapéutico utilizado. Puede emplearse un cuadro para
determinar la seguridad en el hogar.
¿Las decisiones que se toman sobre la base de estos resultados coinciden con los
objetivos de atención de este paciente?
J) Grupos gerontológicos.
Considerando que es muy amplio el rango de edad al catalogar como viejos a
todos los mayores de 60 años, se clasifican viejos-jóvenes a las personas de 60 a
74 años; viejos-viejos a los de 75 a 84 años; viejos-longevos a los de 85 a 99 años
y centenarios a los de 100 años y más, ya que las condiciones físicas,
psicológicas y sociales son muy distintas cuando se compara a una persona de 60
años con otra de 90 o 100. En este sentido, dicha agrupación permite implementar
programas colectivos de intervención social y comunitaria diferenciados. Por otro
lado, se ha reconocido el capital social que representa la población de ancianos,
sobre todo el grupo de viejos-jóvenes, para su participación en programas de
envejecimiento activo, ya que más del 80% de ellos es funcional y sano desde el
punto de vista gerontológico.
Referencias consultadas:
1. Arturo Torres. (2017, agosto 10). Los 4 cambios psicológicos en la vejez (memoria,
atención, inteligencia, creatividad). Portal Psicología y Mente.
https://psicologiaymente.com/inteligencia/cambios-psicologicos-en-vejez
2. Arturo Torres. (2017, agosto 18). Las 3 fases de la vejez, y sus cambios físicos y
psicológicos. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/psicologia/fases-
de-vejez
3. Recuperado de: https://blogs.ugto.mx/enfermeriaenlinea/unidad-didactica-1-
introduccion-a-la-gerontologia-y-geriatria/
4. Recuperado de: https://repositorio.unan.edu.ni/id/eprint/3947/1/TEXTO%20BASICO
%20DE%20GERIATRIA%20Y%20GERONTOLOGIA.pdf
5. Recuperado de: https://concepto.de/etapas-del-desarrollo-humano/#ixzz8myrQ4R8b
6. Recuperado de: https://blogs.ugto.mx/enfermeriaenlinea/unidad-didactica-1-
introduccion-a-la-gerontologia-y-geriatria/
7. Recuperado de: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/7909860.pdf
8. Recuperado de:
https://www.msdmanuals.com/es-es/professional/geriatr%C3%ADa/envejecimiento-y-
calidad-de-vida/objetivos-terap%C3%A9uticos-en-adultos-mayores
9. Recuperado de: http://inger.gob.mx/pluginfile.php/96260/mod_resource/content/355/
Archivos/C_Promocion/Unidad_1/Lecturas_Complementarias/Envejecimiento%20y
%20vejez.pdf