Tema 16 Sujeto y Predicado
Tema 16 Sujeto y Predicado
Tema 16 Sujeto y Predicado
O. INTRODUCCIÓN
1. SINTAXIS.
1. 1.1. Relaciones sintácticas.
2. 1.2. Construcciones sintácticas
1. 1.2.1. Sintagmas endocéntricos
2. 1.2.2. Sintagmas exocéntricos
3. 1.2.3. Sintagmas adjuntivos
2. SUJETO Y PREDICADO
3. EL SUJETO DE LA ORACIÓN
3.1. Forma del sujeto.
4. EL PREDICADO
4.1. Complementos verbales.
4.1.1. Complementos oracionales y proposicionales.
4.1.2. Complementos argumentales o actanciales y no argumentales o circunstanciales.
4.2. Atributo o predicado nominal.
4.2.1. Diferencias entre ser y estar.
4.2.2. Ser y estar como verbos predicativos.
4.2.3. Variaciones semánticas en el atributo.
4.3. El complemento directo.
4.3.1. Complementos de medida, peso, duración y precio.
4.4. Complemento indirecto.
4.5. Suplemento, complemento preposicional o complemento regido
4.6. Complemento agente
4.7. Complemento predicativo
4.8. Complementos no argumentales.
4.8.1. Complementos circunstanciales.
4.8.2.. Dativos éticos y de interés.
BIBLIOGRAFÍA.
-ALARCOS LLORACH, Emilio. Estudios de gramática funcional del español. Madrid: Gredos.
1973.
Gramática de la lengua española. Madrid: Espasa Calpe, 1994
-ALCINA FRANCH,J, y BLECUA, J.M. Gramática española. Barcelona: Ariel, 1975
-BOSQUE, Ignacio y DEMONTE, Violeta, dirs. Gramática descriptiva de la lengua española. 3
vols.
Madrid, Espasa, 1999
-CANO AGUILAR, R. Estructuras sintácticas transitivas en el español actual. Madrid: Gredos,
1981. -GILI y GAYA, Samuel. Curso superior de sintaxis española. Barcelona: Biblograf 1964.
-GUIÉRREZ ORDÓÑEZ, SALVADOR. La oración y sus funciones. Madrid: Arco, 1997
-HERNÁNDEZ ALONSO, César. Gramática funcional del español. Madrid: Gredos, 1986.
-MARTINET, André. Elementos de lingüística general. Madrid: Gredos.
Sintaxis general. Madrid: Gredos, 1987
-ROJO, Guillermo. Aspectos básicos de sintaxis funcional. Málaga: Ágora, 1983.
-RAE Gramática de la lengua española. Madrid: Espasa-Calpe, 1931.
Esbozo de una nueva gramática de la lengua española. Madrid: Espasa-Calpe,1985
-TESNIÈRE, Lucien. Elementos de sintaxis estructural. Madrid: Gredos, 1994.
O. INTRODUCCIÓN
Sea cual sea el modelo gramatical que se adopte, se habrá de considerar como nivel de
análisis el sintáctico, el que corresponde a esta parte de la gramática, reconocida desde siempre y
que ha centrado el interés de los estudios lingüísticos en todas las épocas, en algunas de modo casi
exclusivo.
Pero si bien los estudios gramaticales han reconocido desde siempre que la sintaxis es una
de las partes más importantes de la gramática, no siempre ha existido unanimidad a la hora de
precisar ni su concepto, ni su ámbito de aplicación, ni mucho menos el concepto de función
específicamente sintáctica. Por ello el estudio de este tema debe iniciarse por una aproximación
necesariamente muy breve al concepto de sintaxis y al de función sintáctica para centramos en las
dos funciones básicas específicamente mencionadas: las de sujeto y predicado.
1. SINTAXIS.
No es fácil definir el objeto de la sintaxis, pero si en algo están de acuerdo la mayoría de los
lingüistas es, según Martinet, en considerarlo como el examen de la manera en que las unidades
lingüísticas dotadas de sentido se combinan en la cadena hablada para formar enunciados.
Efectivamente, por muy amplio y sofisticado que sea el conocimiento que se tenga de las unidades
léxicas, sería de escasa utilidad si no se tuviera al mismo tiempo la capacidad para organizar o
combinar los significados léxicos individuales en unidades complejas de significado mediante las
cuales se representan y transmiten hechos intencionales. Para formular y comprender un mensaje no
es suficiente, por tanto, dominar la mera combinación de elementos léxicos individuales, sino que
es necesario analizar las estructuras de los mensajes. El componente sintáctico del lenguaje es un
código formal de combinación de unidades lingüísticas necesario para derivar el significado de los
mensajes verbales. Decimos que es formal porque es independiente del contenido de los elementos
que lo forman y que es necesario porque sin él es imposible interpretar las unidades superiores a la
palabra y al morfema. La sintaxis es el procesador formal que organiza los significados léxicos para
que la mente pueda interpretarlos adecuadamente; en el proceso de interpretación de mensajes, se
han de conocer los significados léxicos de las palabras, pero estos han de ser organizados
formalmente en estructuras sintácticas a las que a su vez se asignan funciones, papeles semánticos
(agente, paciente, objeto, etc.) en los que se insertan los significados léxicos. Pero para que estos
sean convenientemente interpretados es necesario, insistimos, que estén organizados formalmente
en secuencias sintácticas a las que se llama oraciones.
De aquí las diversas definiciones que se han dado de sintaxis como la de Marouzeau, basada
en la gramática tradicional, para quien es "el estudio de los procedimientos gramaticales por los que
las palabras de una oración se vinculan unas a otras de manera que expresan las relaciones
establecidas entre las nociones" o bien, para Denise François el objeto de la sintaxis consiste en
"expresar mediante qué elementos las relaciones que existen entre los elementos de una
experiencia... pueden marcarse en una sucesión de unidades lingüísticas de manera que el receptor
del mensaje pueda reconstruir esa experiencia" (Martinet 1987). "La lengua, dice Benveniste, es
una estructura con varios niveles; dos de estos niveles son esenciales: el del signo y el de la frase.
Los signos, aunque puedan ser analizados en constituyentes sin significado, son unidades
semióticas: significan, es decir, tienen significado, y se identifican por oposición. El nivel superior
es el de la frase, elemento de otra instancia, el discurso, donde funciona la comunicación. En este
nivel la lengua es esencialmente semántica. Es decir, las estructuras sintácticas constituyen un
sentido, que se forma a partir de los signos. Mientras que la semiótica, los signos, deben ser
reconocidos, la semántica, el discurso, debe ser comprendido". Esta quizá sea la diferencia más
clara entre morfología y sintaxis: la primera sólo tiene significado que hay que reconocer; la
segunda construye un sentido que hay que comprender. Tenemos por tanto en la sintaxis dos
elementos necesarios: unos constituyentes y las conexiones jerarquizadas entre ellos. Ello lleva a
decir a Tesniere que "el estudio de la frase, que es el objeto propio de la sintaxis estructural, no es
otro que la jerarquía de sus conexiones".
2. SUJETO Y PREDICADO
Son los dos elementos nucleares presentes en la mayor parte de las oraciones, concepto en el
que están de acuerdo la gramática tradicional y la mayor parte de las teorías lingüísticas recientes,
con la salvedad de la gramática de dependencias de Tesniere. En términos generales, se puede decir
que esta es la estructura más frecuente al menos en las lenguas más próximas a nuestro entorno en
las que se presenta como el núcleo irreductible de la proposición, y cuya comprobación llevó a
Jespersen a designar como nexus la relación particular que se observa entre sujeto y predicado. Esta
misma observación ha llevado a plantear la existencia en toda lengua de lo que Martinet llama
"enunciado mínimo", en general representado por el grupo sujeto-predicado, pero susceptible de
reducirse al predicado solo o de extenderse de diversas maneras. En la gramática de dependencias o
de valencias de Tesnière el núcleo oracional es el predicado, función desempeñada en general, pero
no necesariamente, por un verbo, constituyendo el sujeto uno de los actantes, el primero, pero sin la
especial relevancia que ha tenido en la tradición gramatical que parte de la lógica aristotélica.
3. EL SUJETO DE LA ORACIÓN
Si la existencia del sujeto como constituyente de la mayor parte de las oraciones es aceptada
por la mayoría de los lingüistas por evidente, su concepción no suscita tantas unanimidades y es que
la defmición de sujeto está íntimamente ligada a la de oración, de modo que los distintos enfoques
de esta condicionan la noción de aquel. Siendo la de sujeto gramatical una de las firnciones básicas
de la oración, no es de extrañar que en su definición se hayan producido todas las confusiones que
se han dado en la concepción de firnción, confusiones que residen firndamentalmente en la
identificación, o al menos en la no distinción, de los tres componentes presentes en el
procesamiento de oraciones: el componente sintáctico, el semántico y el pragmático, este último
resultado de no distinguir oración de enunciado, en cada uno de los cuales nos encontramos con
firnciones específicas. La confusión entre los tres ha llevado a defmiciones distorsionadas de la
firnción sintáctica de sujeto. Veamos.
1 Una definición frecuente es la que caracteriza al sujeto como" el que realiza la acción expresada por
el verbo", equiparando al verbo con expresión de una acción y derivada de ella, la firnción
(sintáctica) de sujeto con la de agente de una acción. Pero la firnción de agente es semántica, no
sintáctica y de aquí que se vea como inadecuada en cuanto comprobamos que ni todos los sujetos
son agentes ni todos los agentes son sujetos. En las oraciones siguientes
Aquel hombre murió en la miseria. /Me duele la cabeza./Los libros fueron clasificados rápidamente
a pesar de que existe sujeto, no hay ningún elemento que realice la acción de morir, doler y
clasificar. Por tanto, aunque en muchas ocasiones los sujetos realicen las acciones expresadas por
los verbos, no se puede tomar como criterio válido porque la firnción de agente no es sintáctica,
sino semántica.
A la misma confusión de estos dos tipos de funciones, sintácticas y semánticas, se debe la
denominación de "sujeto paciente" en el que se quiere armonizar el aspecto sintáctico -sujeto- con
el semántico -paciente u objeto- .
2. Otra definición de sujeto lo concibe como aquel elemento del que se dice algo. "En toda oración
-dice Gili y Gaya- decimos algo de una persona o cosa, la cual se llama el sujeto de la oración";
definición similar a la que aporta Alarcos en su gramática cuando dice: "la palabra que se llama
verbo (o sintagma verbal) contiene dos unidades significativas entre las cuales se establece la
relación predicativa: sujeto y predicado, que se entienden tradicionalmente como 'aquello de que se
dice algo' el primero, definición de tipo lógico y la más antigua". Como se sabe, el término sujeto es
una palabra forjada por la lógica antigua y retornada por la gramática o más exactamente por la
sintaxis, en la que ha tenido una fortuna enorme. Se llama sujeto, en lógica y en sintaxis, el
"soporte" (sentido primero del griego, traducido en latín por suppositum y después por subjectum)
de la afirmación llamada predicación (el latino praedicatum "lo afirmado", "lo dicho de"). La
oración es, desde esta perspectiva, la expresión de un juicio y aquí nos encontramos con los mismos
problemas que venimos comentando ya que no todas las oraciones son expresión de un juicio. En
efecto en algunas oraciones el sujeto es aquel elemento del que se dice algo como en El niño corre
= suj: el niño; pred: corre / El árbol crece = suj: el árbol; pred: crece, oraciones en las que el
predicado efectivamente dice algo del sujeto, se produce una predicación. Pero en la oración: Este
libro lo compré hace tres años está claro que de quien decimos algo es de "este libro" que no es el
sujeto gramatical. Para obviar esta dificultad se ha echado mano del término "sujeto lógico" como
término de la predicación, sujeto de la proposición, pero no de la oración como estructura
gramatical.
3. La misma discordancia se salva hablando de sujeto psicológico, que viene a ser aquel elemento
oracional que centraliza la atención y es eje del interés. No siempre coincide con el sujeto
gramatical, aunque a veces sí. Para Jespersen el sujeto psicológico es aquella palabra que recoge el
interés dominante. En la frase: A mi, y solamente a mi me incumbe este problema podremos decir
que "yo" seria el sujeto psicológico, aunque es evidente que no es el sujeto gramatical, que es "este
problema". Una vez más se confunden las funciones, en este caso la sintáctica -sujeto- con la
pragmáticainformativa. Lo que se ha producido ha sido un proceso de focalización destacando el
elemento dominante. Yo en este caso es el tema del que se afirman remas, con lo que nos colocamos
en una perspectiva pragmático-informativa, no sintáctica.
4. Finalmente, otra noción surgida de la lingüística de la comunicación puede generar confusión. Nos
referimos al concepto de sujeto modal como responsable de la enunciación. Aunque alguna vez
pueden coincidir, se trata de conceptos diferentes. El sujeto modal se sitúa en el nivel del enunciado,
mientras que el sujeto gramatical pertenece al ámbito de la oración como unidad abstracta de
descripción gramatical.
Por todo ello parece conveniente centrarse en el criterio formal-gramatical que se revela
como el más seguro si se quiere mantener la estructura oracional. Hay que entender por sujeto
gramatical aquel sintagma nominal que rige la concordancia del verbo. Funcionalmente es el
sintagma sobre el que incide el predicado. El que el sujeto realice o padezca la acción del predicado
no es importante sintácticamente ya que la de agente, objeto, instrumento, etc, son relaciones
semánticas y la de sujeto es una relación sintáctica, formal. La confusión entre los distintos tipos de
funciones se ha debido a que los esquemas sintácticos y los semánticos son coincidentes en la
mayoría de los casos, de modo que generalmente el sujeto gramatical o es el agente o es el término
de la predicación, y de ahí procede la identificación de ambos criterios.
Este criterio estrictamente fonnal es válido para las formas personales de los verbos que son
las que únicas que tienen posibilidad de mantener relaciones de concordancia; en las formas no
personales, o bien se prescinde de la noción de sujeto, que es lo que hace Alarcos, o bien se toma
como criterio defmidor el lógico-semántico, aquel sintagma que es objeto de la predicación.
Entre los criterios gramaticales, que deben ser los exclusivos cuando se trata de verbos en
forma personal, para identificar al sujeto, están:
a) La concordancia del verbo. Si el verbo en forma personal es el elemento que organiza la frase, será
el sujeto aquel sustantivo que concierte con el verbo. Como procedinúento, se puede variar el
número del verbo y ver qué sintagma nominal es arrastrado por esta variación. Ese sintagma será el
sujeto. Este es el principal criterio.
b) Posición. En caso de duda, será sujeto aquel sustantivo que vaya a la izquierda del verbo. Este
criterio puede indicar cuál puede ser el sujeto en las frases: Cinco perros mataron tres lobos./Tres
lobos mataron cinco perros.
No obstante, este no es un criterio seguro por ser muy numerosas las excepciones como en
las interrogativas, en los diálogos, con subjuntivos optativo s, etc.
A modo de resumen, podemos decir que la oración es una
a. estructura sintáctica integrada por funciones fonnales (sujeto y predicado), de las que
al menos el núcleo predicativo es imprescindible; b. que tiene un forma fónica clausa. Se
representa por una curva de entonación
b. que es portadora de un significado semántico -representado en las funciones o papeles
semánticos- (agente, objeto, instrumento...),
c. que puede transmitir una infonnación -funciones infonnativas-, y que se interpreta en unas
determinadas situaciones contextuales -componente pragmático-. De la interrelación de esta red de
planos surge la interpretación correcta de la oración.
4. EL PREDICADO
Es el otro constituyente de la oración sin el cual no podría existir esta. Para no pocos
lingüistas en realidad es el único elemento imprescindible para que haya oración como lo prueba la
existencia de oraciones unimembres. En cualquier caso, el predicado es el eje que organiza la
oración y el núcleo de la misma ya que, como dice Mathesius, el acto básico de la actividad
sintagmática es la predicación, el hecho de que ciertas cualidades, propiedades o modos de ser
correspondan a ciertos elementos. El predicado de la oración constituye la afmnación de esas
propiedades o cualidades; los elementos a los que se atribuyen constituyen las funciones oracionales
llamadas actanciales por Tesniere: sujeto, c. directo, c. indirecto, c. preposicional y agente. Pero
para que existan esos argumentos, es necesario que hagan relación a un predicado, que de este
modo se constituye en núcleo de la oración.
Desde el punto de vista sintáctico, en el sintagma predicativo, como en todo sintagma,
podemos distinguir un núcleo y unos adyacentes o expansiones. Imprescindible para que haya
predicado es que exista el núcleo, entendiendo por tal aquel elemento que desempeña la misma
función que todo el sintagma; los adyacentes pueden ser prescindibles o imprescindibles según la
naturaleza del verbo y de los mismos complementos en cada caso.
El núcleo predicativo es el elemento central de la predicación. Pero en todo caso hay que
distinguir entre núcleo sintáctico y núcleo semántico. El núcleo sintáctico es siempre el verbo, sea
este el que sea; en cuanto al núcleo semántico, si lo que predicamos es una cualidad o una
característica expresada por un elemento nominal, el núcleo es un nombre y la oración
tradicionalmente se llama atributiva, o de predicado nominal; si lo predicado es un proceso, acción
o estado expresado por un verbo, éste es el núcleo y la oración recibe el nombre de predicativa o de
predicado verbal, cuyo núcleo es generalmente un verbo, que puede aparecer solo o recibir distintos
complementos. Decimos que generalmente es un verbo, porque si admitimos las frases nominales
como oraciones (Bally, Martinet, César Hemández y otros), el núcleo será un sustantivo; todo
dependerá de la definición que demos de oración. Pero en la concepción más extendida de oración,
el núcleo es un verbo.
De modo que las oraciones reciben en la tradición gramatical el nombre de la clase de
palabras que desempeñan la función de núcleo del predicado, aunque en realidad todas son
predicativas porque todas llevan un predicado, que es condición indispensable para que haya
oración.
Complementos de la oración:
1-Oracionales (modalizadores)
2- Proposicionales:
argumentales: obligatorios (atributo, CD, CI, C. Regido, C. Predicativo)
no obligatorios (C. Agente, C. Predicativo)
circunstanciales (no argumentales): C. Circunstanciales, Dativo ético y de interés
nada del contenido proposicional de la oración, no dice cómo estoy casado de estudiar; se trata de
un modalizador que expresa la actitud, el juicio que el hablante hace sobre el enunciado. El análisis
de esta oración es:
Oración:
-Modalidad: sinceramente
En la misma oración pueden, por tanto, aparecer juntos complemento directo y suplemento
en contra de la primera opinión de Alarcos que pensaba que se hallaban en distribución
complementaria. Así lo vemos en las oraciones: Lo obligan a que estudie en la que LO es
complemento directo; "a que estudie" es un complemento regido por obligar, que exige un
complemento que especifique en qué consiste la obligación.
En su nueva Gramática distingue Alarcos dos clases complementos preposicionales o
suplementos: obligatorios y no obligatorios, según que sean imprescindibles o prescindibles. Entre
los imprescindibles están los complementos que otras gramáticas llaman locativos, es decir,
complementos exigidos por el significado del verbo, que no puede aparecer sin ellos, tales como los
verbos estar, residir, permanecer, proceder, etc. Como son obligados para que exista oración, son
inherentes al verbo que determinan.
Los complementos preposicionales no obligatorios aparecen con verbos que pueden
funcionar con o sin ellos. Muchos de estos también son compatibles con el complemento directo
dando lugar a oraciones como: Metió el coche en el garaje .Pon las cartas en la bandeja Sacó el
libro del estante.
La eliminación del objeto directo, dice Alarcos, dejaría secuencias imposibles, lo cual
demuestra que el adyacente con preposición presupone el objeto directo. Como tampoco serían
normales los resultados de suprimir el objeto preposicional, hay que concluir que los dos adyacentes
son solidarios con esos verbos.
Según el Esbozo, "cuando el interés del que habla está en el objeto de la acción y no en el
sujeto, suele expresarse el juicio por medio del verbo en construcción pasiva",. Las gramáticas
hablan de doble construcción en la pasiva: Ser más participio del verbo, o SE y verbo en voz activa,
dando lugar a las llamadas 'pasiva con ser' y 'pasiva refleja'.
El argumento de Alarcos es falaz toda vez que se queda en la mera fonna exterior de las
construcciones; el paralelismo que establece es más aparente que real, ya que la diferencia entre
ellas se debe a la naturaleza categorial del participio. Incluso en aquellos casos en que un participio
y un adjetivo coincidan en la misma fonna, se trata de dos categorías morfológicas distintas y por
tanto tienen distinto significado categorial: de adjetivo en un caso y de verbo en otro. Por eso la
construcción ser+participio no puede equipararse en modo alguno a la de ser+adjetivo. La primera
no puede constituir más que una perífrasis verbal, mientras que la otra sólo puede constituir
oraciones atributivas. Otra cosa es que en la práctica sea dificil distinguir unas construcciones de
otras debido a las frecuentes adjetivaciones del participio y que tenga que ser el contexto, como casi
siempre, el que decida el sentido y por tanto el tipo de construcción. Así en oraciones como el niño
es educado tendrá que ser el contexto el que decida si se trata de una atributiva o de una pasiva.
4.7 Complemento predicativo.
Las posiciones en torno al complemento predicativo se pueden reducir a las de quienes
niegan la doble predicación, cuyo representante máximo es Alarcos en los Estudios de gramatical
funcional del español (1973), y las de quienes admiten la posibilidad de que un elemento pueda
complementar a dos núcleos a la vez. Esta última tesis es la defendida por la gramática tradicional,
por la Academia tanto en la Gramática como en el Esbozo, por Alcina-Blecua, Violeta Demonte y
en general se puede decir que es la más comúnmente aceptada.
El complemento predicativo constituye un caso de doble predicación y se entiende por tal la
función desempeñada por un elemento nominal que complementa a la vez al sujeto o al
complemento directo como un atributo y al verbo como un circunstancial. Dan lugar a oraciones
intennedias entre las de predicado nominal y las de predicado verbal; como aquellas modifican al
sujeto, con el que conciertan en género y número; como éstas, modifican al verbo añadiendo una
circunstancia generalmente de modo. Así en la oración: Los huéspedes quedaron contentos,
"contentos" es el complemento predicativo que completa al sujeto los huéspedes con el que
concierta en género y número y dice cómo son los huéspedes; pero a la vez modifica al verbo como
un circunstancial diciendo cómo quedaron. Esta doble condición las sitúa como puente entre los dos
tipos de oraciones que tradicionalmente se distinguen, atributivas y predicativas, razón por la cual
Jespersen las llamó "cuasipredicativas".
Una variante de estas oraciones son aquellas en las que el complemento atributivo no
completa al sujeto, sino al complemento directo y al verbo. Para Alarcos se trata de un atributo del
complemento directo, obviando el hecho evidente de la doble complementación. En oraciones
como: Han nombrado a Sancho gobernador de una ínsula, el complemento directo es Sancho (LO
han nombrado) y "gobernador de una ínsula" es el complemento predicativo porque modifica tanto
al verbo como al complemento directo. Alarcos, desde un criterio exclusivamente sintáctico,
considera que sólo complementa al complemento directo y no al verbo, ya que sólo aquel se
pronominaliza (LO han nombrado gobernador...). Pero si además de la función sintáctica tenemos
en cuenta la semántica, es decir, las relaciones de tipo semántico que se establecen entre los
elementos de una oración, es evidente que el complemento predicativo incide sobre los dos
elementos: verbo y complemento directo.
A estas oraciones hay que asimilar otras en las que el complemento predicativo va
introducido por una preposición dando lugar a oraciones del tipo: En su pueblo todos tenían a D.
Luis por un oráculo. en la que "por un oráculo" complementa conjuntamente a D. Luis y a tenían.
El elemento verbal admite dos interpretaciones:
el verbo es "tener" que rige la preposición "por"
el verbo y la preposición forman un grupo significativo como si fuera una sola lexía
"tener por" .
Para concluir, tenemos que reconocer que Alarcos cambia ligeramente su posición a este
respecto, porque si bien sigue diciendo que es complemento del sujeto, en la Gramática de la
lengua española (1994) afirma: "De todos modos, el atributo circunstancial afecta al signo léxico
del verbo (al cual matiza) y al sujeto explícito (con el cual concuerda cuando es posible)", o sea, se
acerca mucho a la doble complementación.