Obtiene Resolucion
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SALA TERCERA
Magistrado Relator: Dr. Ruddy José Flores Monterrey
Acción de amparo constitucional
Expediente: 17032-2016-35-AAC
Departamento: Cochabamba
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En el referido proceso ejecutivo, inicialmente se declaró improbada la demanda
ejecutiva y probadas las excepciones planteadas por los ejecutados David
Edmundo, María Emilia y Mirtha, todos Zurita Ponce; empero, tras ser apelada
por la ejecutante por Auto de Vista 184/2013 de 6 de septiembre, se revocó la
misma y se declaró probada la demanda, ordenando a los ejecutados pagar la
obligación adeudada o en su defecto se procedería a la ejecución y remate de
los bienes embargados y/o por embargarse de los ejecutados; sin embargo,
solo se dispuso que se ejecutará los bienes de los ejecutados, mas no se
determina ninguna situación legal sobre el inmueble adquirido por su persona,
cuyo derecho ya se encuentra registrado a su nombre en DD.RR.,
perfeccionándose en este sentido la transferencia a título real y oneroso.
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previsto por el art. 236 del CPC, el Tribunal de apelación debe circunscribirse a
los puntos que fueron objeto del recurso de apelación, dando respuesta a cada
uno de ellos de manera fundamentada, más en el presente caso, no se explicó
por qué se debe rematar su bien inmueble; provocando indefensión
pretendiendo ejecutar la sentencia y llevar adelante el remate; vulnerando
también su derecho a la defensa al no poder objetar el avalúo pericial.
I.1.3. Petitorio
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del indicado mes y año, la Sala Civil y Comercial Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba confirmó la providencia de 14 de abril
de 2015, disponiendo que la accionante no es parte del proceso; c) No se vulneró
el derecho al debido proceso, porque sus fallos se encuentran fundamentados y
motivados habiendo sido cada una de ellos confirmados en grado de apelación
por el Tribunal de segunda instancia, tampoco se vulneró su derecho a la defensa
porque la accionante no solo interpuso tercería de dominio excluyente sino que
objetó el avalúo pericial, tramitándose debidamente las mismas, impugnando
inclusive el fallo que resolvió la tercería; y, d) No se podía ampliar la demanda
contra la ahora accionante toda vez que, la anotación preventiva que originó la
deuda fue registrada el 20 de noviembre de 2009, y el registro de derecho
propietario de la prenombrada data de 19 de igual mes de 2010; es decir, a
tiempo de inicio de la presente causa; por cuanto, el derecho propietario de la
misma no existía, y su autoridad debía ejecutar las sentencias sin modificar su
contenido, sin que ningún incidente u otro recurso ordinario o extraordinario
pueda suspender su ejecución conforme ordenan los arts. 514 y 517 del CPC.
José Eddy Mejía Montaño y Javier Celis Ortuño, Vocales de la Sala Civil y
Comercial Segunda y Primera, respectivamente, ambos del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, por informe presentado el 25 de
octubre de 2016, cursante de fs. 160 a 164, solicitaron se deniegue la tutela,
bajo los siguientes fundamentos: 1) Al dictar el Auto de Vista de 4 de enero de
igual año, en grado de apelación del Auto interlocutorio de 4 de septiembre de
2015, procedieron conforme a derecho y con la necesaria fundamentación, sin
vulnerar derecho alguno; contrariamente, del memorial de amparo constitucional
se tiene que la parte accionante pretende que se revise y/o anule actuaciones
procesales, equiparando la acción de defensa al recurso de casación o una
instancia revisora de las actuaciones jurisdiccionales ordinarias, que no es posible
deferirse de ninguna manera; y, 2) La jurisprudencia constitucional tiene la línea
trazada respecto a la interpretación de la legalidad ordinaria en la jurisdicción
constitucional plasmada en la SCP 1631/2013 de 4 de octubre, y en el presente
caso, la parte accionante no explicó de qué manera la labor interpretativa
impugnada, resulta arbitraria, incongruente, absurda, ilógica o con error evidente,
tampoco identifica de manera clara y precisa, si las autoridades demandadas
omitieron cumplir con las reglas de interpretación y en qué forma esa
interpretación y aplicación lesionó sus derechos y garantías constitucionales, ni la
dimensión en que fueron vulnerados sus derechos; no siendo suficiente argüir que
se vulneraron sus derechos sino se debe demostrar la dimensión de la vulneración
alegada adecuada a los marcos de razonabilidad y equidad.
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amparo constitucional por una supuesta vulneración de su derecho de petición
conforme manda el art. 24 de la CPE, al no recurrir los decretos ha adquirido la
calidad de ejecutoriada, aceptando la nombrada de manera libre y consentida
el decreto de 14 de abril de 2015, que es objeto de su demanda de acción
tutelar de acuerdo a lo que pide en el tercer punto de su petitorio; por lo que
su derecho a interponer la acción de defensa precluyó; ii) La accionante ni en
su demanda de amparo constitucional ni en la ampliación de la misma,
menciona los fundamentos en su contra, limitándose simplemente a citar sus
generales de ley, por cuanto no cumplió con los requisitos formales que
establecen las normas constitucionales; iii) El Auto de Vista de 4 de enero de
2016, fue notificado a Carmen Verónica Beatriz Moscoso Barragán el 16 de febrero
del mismo año, y el memorial ampliatorio mediante el cual amplia la demanda en
su contra fue presentada el 19 de agosto de 2016; por lo que se puede observar
que a la fecha de interposición de la acción de amparo en su contra, se han
“vencido” tres días al plazo legal para interponer la misma; y, iv) La tercería de
dominio excluyente presentada por la accionante, en su momento no cumplió con
el requisito establecido por los arts. 327 y 359 del CPC, porque la anotación
preventiva del inmueble hoy reclamado es anterior a la adquisición del mismo, se
observa una anotación registrada en DD.RR. el 27 de octubre de 2009; y, Carmen
Verónica Beatriz Moscoso Barragán registró su transferencia el 19 de noviembre
de 2010, y más aún si ese hecho fue de conocimiento pleno de la compradora,
extremos que no pueden ser corregidos vía acción de amparo constitucional; por
consiguiente, no se vulneró sus derechos al debido proceso, a la defensa y tutela
judicial efectiva.
I.2.4. Resolución
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vías recién corresponde acudir a la jurisdicción constitucional; y en el caso de no
haber procedido de esa manera y en forma oportuna, se asume que dejó
precluir sus derechos a raíz de su propia negligencia, situación que no puede ser
subsanada por la justicia constitucional; c) La accionante tenía absoluto
conocimiento de la existencia del proceso ejecutivo; por cuanto, tenía la posibilidad
de presentar la tercería de dominio excluyente; siempre que los derechos sobre el
inmueble sean anteriores a los que pudiera tener la ejecutante dentro del proceso,
caso contrario se advierte que existió aceptación tácita de los efectos de la condición
de la venta; y, d) Respecto a la falta de fundamentación y motivación en el Auto de
Vista de 4 de enero de 2016, las autoridades hoy demandadas a tiempo de dictar el
mismo se pronunciaron y expusieron los fundamentos de su decisión de forma clara
y precisa; no se advierte acto ilegal ni omisión indebida en la que hubiesen incurrido;
por lo que exponen las razones que motivaron la decisión de confirmar la Resolución
pronunciada por el Juez inferior; asimismo, el argumento por el que se afirma que la
tercerista no es parte del proceso, fue también fundamentada en anteriores fallos
como el Auto de Vista de 29 de enero de 2016, donde también fueron expuestas las
razones legales y procesales que conllevan a explicar por qué la accionante no es
parte del proceso; en consecuencia, la Resolución guarda armonía en la relación
fáctica desarrollada, los fundamentos jurídicos y las normas aplicables al caso,
además, contiene aspectos referentes a los agravios expresados en el memorial de
apelación de 16 de septiembre de 2015, respondiendo al principio de congruencia,
existiendo una estricta correspondencia entre lo pedido, lo considerado y lo resuelto
con la suficiente coherencia dentro el ámbito del proceso ejecutivo.
II. CONCLUSIONES
II.1. Cursa demanda de proceso ejecutivo seguido por Martha Rodríguez -ahora
tercera interesada- contra David Edmundo, María Emilia y Mirtha Gloria
(garante solidaria), todos Zurita Ponce, por una deuda de $us26 000.-
(veintiséis mil dólares estadounidenses) presentado el 27 de agosto de 2009,
solicitando se ordene el pago de lo adeudado sin perjuicio de expedirse
mandamiento de embargo contras los bienes de los demandados (fs. 10 y
vta.). Mirtha Gloria Zurita Ponce por memorial de 8 de febrero de 2010, opuso
excepción de falta de fuerza ejecutiva e inhabilidad del título (fs. 18 a 20).
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declarando probada la demanda ejecutiva, e improbada las excepciones,
disponiéndose la prosecución del proceso hasta la subasta pública de los
bienes embargados o por embargarse de los referidos ejecutados
suficientes para el pago de la suma perseguida (fs. 27 a 28 vta.).
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Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, confirmando
el Auto apelado (fs. 1039 a 1041).
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derechos y garantías constitucionales ocasione perjuicio irremediable e
irreparable' (SSCC 1089/2003-R, 0552/2003-R, 0106/2003-R, 0374/2002-R,
1337/2003-R, entre otras)” (las negrillas nos corresponden).
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resoluciones de las tercerías interpuestas en segunda instancia, en
ejecución de sentencia o en proceso ejecutivo no tendrán el valor de
cosa juzgada y podrán ser anuladas o modificadas por otro
proceso ordinario que deberá formalizarse dentro del plazo
fatal de treinta días de ejecutoriado el auto que rechazare la
tercería” (las negrillas fueron agregadas); es decir, que frente a una
resolución que resuelve una tercería -en ejecución de sentencia- la
legislación procesal civil abrogada -vigente por imperio de la Disposición
Transitoria Octava parágrafo I de la Ley 439-, abre la posibilidad de que
el tercerista perdidoso pueda formular demanda ordinaria a objeto de
revisar el rechazo de su tercería.
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origen del derecho propietario que de manera reiterada cuestiona la misma;
en ese sentido, al no haber obrado de tal manera, se evidencia que la acción
de amparo constitucional inobservó el alcance del principio de subsidiariedad,
pretendiendo que esta jurisdicción asuma el conocimiento de temáticas que
no le han sido encomendados por el legislador constituyente. Por
consiguiente, se tiene que la prenombrada no agotó los mecanismos de
defensa previstos por la legislación ordinaria, por lo que corresponde denegar
la tutela pedida.
POR TANTO
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