Ruptura Con El Mundo Moderno. Alvarez Teran
Ruptura Con El Mundo Moderno. Alvarez Teran
Ruptura Con El Mundo Moderno. Alvarez Teran
¿Cuándo este sólido andamiaje cultural destinado a darle sentido final a la Historia humana
comienza a dar signos de debilidad? ¿Cuándo la crisis del paradigma comienza a
manifestarse?
Será a partir de acontecimientos trascendentales del siglo XX, como la Primera Guerra
Mundial, la crisis económica de 1930, la Segunda Guerra Mundial, el Holocausto judío, la
detonación de la Bomba Atómica, que llevaron a comenzar a cuestionar el destino de
progreso que prometía la modernidad. La Razón y la fe en el Progreso, pilares de la
modernidad, fueron cuestionados alcanzando a afectar lo racional, la ciencia y su pretensión
de Verdad.
La ciencia física clásica consideraba la materia (átomo) como impenetrable, hasta que a
comienzos del siglo XX se descubre que eso que se consideraba sólido no era más que energía,
el átomo no era una cosa en su sentido material, sino un conjunto de fuerzas. La solidez
propia de la modernidad se sacude, todo era proceso y movimiento.
Las ciencias físicas también cuestionan la búsqueda de un orden racional definitivo pasando al
desarrollo de nuevas teorías, como la Teoría del Caos o la Teoría de la Incertidumbre.
Allí donde la modernidad buscaba verdades últimas, la nueva ciencia solo ofrece posibilidades.
Ya no hay una realidad única y fija, solo hay realidades individuales, el mundo deja de verse
como un conjunto de verdades y pasa a verse como una rama de opciones y posibilidades.
El futuro es una gran desilusión y el pasado una profunda frustración, ya que como sostiene el
historiador Jacques Revel, al no proyectarnos hacia el futuro el pasado se vuelve opaco, difícil
de descubrir.
Así, derribadas las columnas de la Razón y del Progreso, se cierran los caminos de la
modernidad.
Caída la razón se entroniza el Deseo, disuelto el Progreso se erige el Presente.
La destrucción del pasado, o más bien los mecanismos sociales que vinculan la
experiencia contemporáneas del individuo con las generaciones anteriores, es uno
de los fenómenos más característicos y extraños del siglo XX. La mayor parte de
los jóvenes de este final del siglo XX crecen en una suerte de presente
permanente sin relación con el pasado del tiempo en el que viven.
Cuando el decenio de 1980 dio paso a el de 1990, la última parte del siglo, fue una
era de descomposición, de incertidumbre y crisis para vastas zonas del mundo,
como ser Africa, la ex URSS y los países socialistas Europeos. El siglo XX conoció
una fugaz edad de oro en el camino de una a otra crisis, hacia un futuro
desconocido y problemático.
También se debe señalar que en la tercer cuarta parte del siglo, se terminó con 7
u 8 milenios de historia humana gracias a las guerras.
Eric Hobsbawm nombra una segunda EDAD DE ORO, pero en este caso
caracterizada por el periodo que va desde 1947 a 1973, en el cual para sorpresa
de todos el capitalismo presento un crecimiento sin precedentes tal vez anómalo.
La escala y el impacto de la transformación económica, social y cultural que se
produjo en esos años, fue la mayor, la más rápida y decisiva que existe registro en
la historia.
En los años setenta, los problemas se vieron sólo como una pausa temporal al
gran salto adelante de la economía mundial, y los sistemas económicos y políticos
trataron de aplicar soluciones temporales, pero se ingresó en un período de
dificultades duraderas contra las cuales los países capitalistas buscaron
soluciones radicales basadas en nuevas políticas, diferentes a las utilizadas
durante la edad de oro, las cuales no serían útiles en este momento.
En el comienzo de los años 90 la crisis no era sólo económica, sino tmb, política.
Las tensiones generadas por la economía socavaron los sistemas políticos
democráticos, parlamentarios y presidencialistas, al igual que a los sistemas
políticos del 3º mundo, los estado-nación, los cuales resultaron desgarrados por
las fuerzas de la economía transnacional y por las fuerzas infranacionales de las
regiones étnicas secionistas.
Más evidente aún era la crisis moral y social, la cual no era sólo una crisis de
ppios de la civilización moderna, sino también de las estructuras históricas de las
relaciones humanas que la soc. moderna había heredado del pasado pre-industrial
y pre-capitalista las cuales habían permitido su funcionamiento.
*La desintegración de las antiguas pautas por las que se regían las relaciones
sociales y con ella la ruptura de los vínculos gerenacionales, es decir, entre el
pasado y el presente. Esto es evidente en los países más desarrollados del
capitalismo accidental en los que han alcanzado una posición preponderante los
valores del individualismo asocial absoluto. Estas tendencias existen en todas
partes x la erosión de las sociedades y las religiones tradicionales y por la
destrucción de las sociedades del "socialismo real"