Misa Santa Luisa de Marillac

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MONICION DE ENTRADA

Bienvenidos queridos hermanos y hermanas, el Señor nos reúne en esta tarde


para celebrar el día de fiesta de nuestra patrona, recordamos a Santa Luisa de
Marillac y agradecemos a Dios los dones que puso en ella. Su vida nos alienta
a salir de nuestras fronteras y a colocar en el centro de nuestras vidas a
Jesucristo, que nos invita a vivir en comunión. Santa Luisa de Marillac supo
contagiar e invitar a otros a descubrir a Dios en el servicio de los Pobres. Que
en esta eucaristía sintamos con fuerza la necesidad de comprometernos como
comunidad de hermanos en esta tarea de crear espacios de solidaridad. Nos
ponemos de pie para recibir al presidente
ORACIÓN COLECTA

Oh Dios, fuente y premio de la caridad, Que, por medio de tu Hijo hecho


hombre, Entregaste a la Iglesia el mandamiento del amor; Concédenos que,
siguiendo los ejemplos de santa Luisa de Marillac, Entreguemos nuestra vida al
servicio del prójimo Y merezcamos conseguir el reino prometido a tus elegidos.
Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA

Lectura del Profeta Isaías (58, 1ª.6-11)

Grita con fuerza y sin miedo. Levanta tu voz como trompeta: ¿No saben cuál es
el ayuno que me agrada? Romper las cadenas injustas, desatar las amarras
del yugo, dejar libres a los oprimidos y romper toda clase de yugo. Compartirás
tu pan con el hambriento, los pobres sin techo entrarán a tu casa, vestirás al
que veas desnudo y no volverás la espalda a tu hermano. Entonces tu luz
surgirá como la aurora y tus heridas sanarán rápidamente. Tu recto obrar
marchará delante de ti y la Gloria de Dios te seguirá por detrás. Entonces, si
llamas a Dios, responderá. Cuando lo llames, dirá: «Aquí estoy.» Si en tu casa
no hay más gente explotada, si apartas el gesto amenazante y las palabras
perversas; si das al hambriento lo que deseas para ti y sacias al hombre
oprimido, brillará tu luz en las tinieblas, y tu obscuridad se volverá como la
claridad del mediodía. Dios te confortará en cada momento, en los lugares
desérticos te saciará. El rejuvenecerá tus huesos y serás como huerto regado,
cual manantial de agua inagotable.

Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 32, 2-3.17.18.19.23)

R/ Clama el pobre y el Señor lo escucha Aleluya

V/ Bendigo al Señor en todo momento,


Su alabanza está siempre en mi boca;
Mi alma se gloría en el Señor:
Que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.

V/ Pero el Señor se enfrenta con los malvados,


Para borrar de la tierra su recuerdo.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha
Y lo libra de sus angustias. R/.
V/ El Señor está cerca de los atribulados,
Salva a los abatidos.
El Señor redime a sus siervos,
No será castigado quien se acoge a Él. R/.

ALELUYA (Mt 25, 34)

Vengan, benditos de mi Padre, dice el Señor, tomen posesión del reino


que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Mateo (25, 31-46)

Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria rodeado de todos sus


ángeles, se sentará en el trono de Gloria, que es suyo, todas las
naciones serán llevadas a su presencia, y separará a unos de otros, al
igual que el pastor separa las ovejas de los cabritos, colocará a las
ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda.

Entonces el Rey dirá a los que están a su derecha: «Vengan, benditos


de mi Padre, y tomen posesión del reino que ha sido preparado para
ustedes desde el principio del mundo. Porque tuve hambre y ustedes
me dieron de comer; tuve sed y ustedes me dieron de beber. Fui
forastero y ustedes me recibieron en su casa. Estuve desnudo y me
vistieron. Estuve enfermo y fueron a visitarme. Estuve en la cárcel y
me fueron a ver.»

Entonces los justos dirán: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te


dimos de comer, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos
forastero y te recibimos, o sin ropa y te vestimos? ¿Cuándo te vimos
enfermo o en la cárcel, y te fuimos a ver? El Rey responderá: «En
verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de los más
pequeños de estos mis hermanos, me lo hicieron a mí.»

Dirá después a los que estén a la izquierda: «¡Malditos, aléjense de mí


y vayan al fuego eterno, que ha sido preparado para el diablo y para
sus ángeles! Porque tuve hambre y ustedes no me dieron de comer;
tuve sed y no me dieron de beber; era forastero y no me recibieron en
su casa; estaba sin ropa y no me vistieron; estuve enfermo y
encarcelado y no me visitaron.»

Estos preguntarán también: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o


sediento, desnudo o forastero, enfermo o encarcelado, y no te
ayudamos? El Rey les responderá: «En verdad les digo: siempre que
no lo hicieron con alguno de estos más pequeños, ustedes dejaron de
hacérmelo a mí. »

Y éstos irán a un fuego eterno, y los justos a la vida eterna.»

Palabra del Señor.


ORACIÓN UNIVERSAL

Hermanos, por intercesión de santa Luisa de Marillac, pidamos que el


Señor nos conceda las actitudes que hicieron de ella una
evangelizadora integral. Respondamos: Te lo pedimos, Señor.

1. Santa Luisa, tú que mantuviste en todo momento una docilidad


amorosa y reverente hacia el Papa y los Obispos, haz que
acojamos las enseñanzas que proceden de nuestros pastores.
Roguemos al Señor.
2. Para que nuestro mundo, a la imagen de Cristo, sepa guardar
una mirada llena de amor y de ternura hacia las personas más
frágiles. Para que las personas con una discapacidad puedan
vivir, crecer y desarrollarse con la certitud de ser acogidos,
protegidos y estimulados. Roguemos al Señor.
3. Te pedimos Señor por aquellos que ponen sus dones al servicio
de los enfermos, para que cada persona que sufre encuentre en
su camino gente capaz de escucharlos, de curarlos, de
ayudarlos, de rodearlos de amor. Roguemos al Señor.
4. Por todos nosotros para que a ejemplo de Santa Luisa de
Marillac crezcamos cada día más en el servicio y seamos cada
día más entregados a tu amor.

Escucha, Padre, nuestras súplicas y, por intercesión de Santa Luisa de


Marillac, concédenos lo que te hemos pedido llenos de fe. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Mira, Señor, con bondad las ofrendas que tu familia te presenta en la


conmemoración de Santa Luisa de Marillac y concédenos que, participando en
el misterio de la caridad infinita de Cristo, te encontremos a ti, única fuente del
amor perfecto. Por Jesucristo nuestro Señor

ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNION

Nuestra caridad, Señor, reciba continuo alimento de tu mesa celestial, para


que, imitando a santa Luisa de Marillac, manifestemos en nuestras obras la fe
que fomentamos en el corazón. Por Jesucristo nuestro Señor.

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