Fiebre Amarilla
Fiebre Amarilla
Fiebre Amarilla
INTRODUCCIÓN
• La fiebre amarilla puede prevenirse con una vacuna muy eficaz, segura y
asequible y medidas generales como el uso de repelente de insectos, camisas y
pantalones largos. Una sola dosis de vacuna es suficiente para conferir inmunidad y
protección de por vida, sin necesidad de dosis de recuerdo.
2. ¿Qué es?
La fiebre amarilla es una enfermedad hemorrágica vírica transmitda por los
mosquitos que es endémica en las zonas tropicales de África y América del Sur. El
vector del virus de la fiebre amarilla en el ciclo de transmisión urbana de una
persona a otra es Aedes aegypt, mientras que en el ciclo selvátco de transmisión de
un mono a otro y accidentalmente de un mono a una persona intervienen distntas
especies de mosquitos. No todos los mosquitos contagian la fiebre amarilla, sólo
aquellos que previamente han picado a un individuo enfermo. Se llama fiebre
amarilla, porque a muchos de los que se enferman se les pone la piel de ese color.
Alrededor del 90% de los casos anuales de fiebre amarilla, estimados en 200 000,
se producen en África, donde los brotes son frecuentes y la transmisión es tanto de
ciclo urbano como selvátco. En América del Sur predomina la fiebre amarilla
selvátca, como el que está sucediendo en Brasil en este momento.
ETAPAS
Etapa 1 (infección): son comunes el dolor de cabeza, dolores musculares y
articulares, fiebre, sofoco, inapetencia, vómito e ictericia. Después de
aproximadamente 3 a 4 días, a menudo los síntomas desaparecen
brevemente.
Etapa 2 (remisión): la fiebre y otros síntomas desaparecen. La mayoría de las
personas se recupera en esta etapa, pero otras pueden empeorar en cuestión
de 24 horas.
Etapa 3 (intoxicación): se presentan problemas con muchos órganos. Esto
puede incluir insuficiencia hepática, renal y cardíaca, trastornos hemorrágicos,
convulsiones, coma y delirio.
2. EL PATÓGENO
3. EPIDEMIOLOGÍA Y TRANSMISIÓN
• El virus se transmite por artrópodos (por eso son parte del grupo de los arbovirus,
del inglés arthropod-borne viruses), principalmente por garrapatas (grupo A) y
mosquitos (grupo B, al que pertenece entre otros el virus de la fiebre amarilla). Las
cepas del virus de la fiebre amarilla han sido divididas en 7 genotipos, 5 de África y
2 de América.
- Fiebre amarilla urbana: el ciclo urbano implica la transmisión del virus entre
humanos y mosquitos urbanos, principalmente Aedes aegypti. El virus
generalmente es llevado al entorno urbano por un humano virémico, que fue
infectado en la jungla o la sabana, donde la mayoría de la población tiene
escasa o nula inmunidad por falta de vacunación. Los mosquitos infectados
transmiten el virus de una persona a otra. Este mosquito es también el
principal vector urbano de los virus del dengue y chikungunya.
- Fiebre amarilla selvática: en las selvas tropicales lluviosas, los monos, que
son el principal reservorio del virus, son picados por mosquitos salvajes que
transmiten el virus a otros monos. Las personas que se encuentren en la selva
pueden recibir picaduras de mosquitos infectados y contraer la enfermedad.
• La OMS estima la frecuencia en el mundo en 200 000 casos anuales, con 30 000
muertes, 90 % de ellas en África. Un estudio posterior en este continente cifra los
casos graves anuales en 130 000, con 78 000 muertes. Aunque la notificación de
los casos de enfermedad es obligatoria en la mayor parte de los países, la
subnotificación es preocupante; se calcula que el verdadero número de casos es 10
a 250 veces mayor que el número de casos notificados en la actualidad. La OMS
clasifica las áreas geográficas según su nivel de riesgo en cuatro categorías: 1)
“zona endémica” (recomendada la vacunación); 2) “zona transicional”
(recomendada la vacunación); 3) “zona de bajo potencial de exposición”
(vacunación solo si existiese larga estancia o intensa exposición con circunstancias
específicas), y 4) “zona sin riesgo” (no recomendada la vacunación).
- https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/372801/WER9835-eng-fre.pdf
- https://wwwnc.cdc.gov/travel/yellowbook/2024/infections-diseases/yellow-
fever
• En España, donde no hay casos en seres humanos descritos desde hace muchas
décadas, ha sido descrita la presencia de vectores posibles de la enfermedad
como Aedes aegypti en ciertas áreas geográficas de la península. La enfermedad
puede presentarse relacionada con personas que retornan a España o inmigrantes
de ciertos países de América del Sur, África Occidental y Central.
• Cuando aparecen síntomas, los más frecuentes son fiebre, debilidad, cansancio,
dolores musculares, sobre todo de espalda, cefaleas, pérdida de apetito, náuseas o
vómitos. En la mayoría de los casos la clínica desaparece en 3 o 4 días, aunque en
algunas personas la astenia puede durar varios meses.
5. PREVENCIÓN
- Vacunación
• Las mujeres embarazadas deben evitar o posponer el viaje a un área donde existe
riesgo de fiebre amarilla. A pesar de que la vacuna contra la fiebre amarilla se ha
administrado a muchas mujeres embarazadas sin efectos adversos aparentes en el
feto, dado que es una vacuna de virus vivos atenuados, presenta un riesgo teórico.
• También hay que tomar medidas para controlar los mosquitos en interiores y
exteriores: mosquiteras en puertas y ventanas, evitar el acúmulo de agua en llantas,
macetas, juguetes, baños de pájaros, contenedores de basura…, dormir debajo de
una mosquitera de cama si se está en el exterior o en una habitación que no tiene
mosquiteras.
• Los repelentes efectivos frente a las picaduras de los mosquitos Aedes son:
DEET, icaridina, aceite de eucalipto de limón (OLE), para-metanodiol (PMD) y 2-
undecanona. Cuando se usan según las instrucciones, estos repelentes de insectos
son seguros incluso para mujeres embarazadas y lactantes, salvo PMD y 2-
undecanona, que no deben usarse en niños menores de 3 años.
6. TRATAMIENTO
• No hay tratamiento antivírico específico para la fiebre amarilla. Las personas con
síntomas graves de infección por fiebre amarilla deben ser hospitalizadas. La
instauración temprana en el hospital de un buen tratamiento de la deshidratación, la
insuficiencia hepática y renal y la fiebre, aumenta la tasa de supervivencia. Las
infecciones bacterianas asociadas pueden tratarse con antibióticos. Debe evitarse
el uso de AINEs por el aumento del riesgo de sangrado.
En lo que respecta al tratamiento, no existe uno específico para la enfermedad. Sólo se
pueden llevar a cabo medidas para combatir la fiebre y la deshidratación. En el caso de
que se produzca alguna infección bacteriana asociada a la fiebre amarilla podrá tratarse
con antibióticos.
En los casos en que los síntomas sean más graves, el tratamiento puede incluir:
7. CONCLUSIONES
Se debe tener en cuenta que hubo factores que favorecieron la propagación
de la enfermedad pero siguen existiendo, también se desarrollaron medidas
de prevención, planes de acción rápida para combatirla y están las
necesarias para prevenirla
Por lo tanto concluyo que no estamos exentos de un nuevo brote pero la
mejor medida para evitar es la información a través de la toma
de conciencia , responsabilidad por parte del Estado y de cada uno de
nosotros mismos.
8. BIBLIOGRAFÍA
- Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Yellow fever virus.
https://www.paho.org/es/temas/fiebre-amarilla
https://www.paho.org/es/temas/fiebre-amarilla