0% encontró este documento útil (0 votos)
4 vistas19 páginas

Síndrome de Burnout

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1/ 19

Artículo de revisión

FACTORES DE RIESGOS PSICOSOCIALES QUE INCIDEN EN EL


DESARROLLO DEL SÍNDROME DE BURNOUT EN PROFESIONALES DE
ENFERMERÍA

Psychosocial risk factors that affect the development of burnout syndrome in nurses

https://doi.org/10.47606/ACVEN/MV0127

Oswaldo Socrates Castro Romero1


https://orcid.org/0000-0002-2101-4773

Romero Urrea Holguer Estuardo1*


https://orcid.org/0000-0002-0877-0339
[email protected]
Recibido: 10/12/2021 Aceptado: 27/3/2022

RESUMEN
Introducción: El Burnout es considerado en la actualidad como uno de los factores de
daños laborales que obedece a características psicosociales. Surge como respuesta
prolongada a agentes estresores crónicos a nivel personal y laboral, pero básicamente
resulta de las relaciones del trabajador con su entorno laboral, por lo que está sujeto a
variables personales, laborales y organizacionales. Es importante la identificación de
este síndrome y su prevención por la afectación que causa en el individuo, que le limita
en la sociedad como un individuo capacitado. Objetivo: Conocer los factores de riesgo
psicosociales que inciden en el desarrollo del síndrome de burnout en profesionales de
enfermería Materiales y Métodos: Se basa en una metodología del tipo descriptiva,
cualitativa, que incluye la revisión de publicaciones científicas sobre los factores de
riesgo del síndrome de Burnout, los cuales pueden asociarse al desarrollo del estrés y
alteraciones en la salud de los profesionales en enfermería que laboran en servicios
asistenciales. La búsqueda se realizó mediante la consulta de recursos bibliográficos
electrónicos. Resultados: El síndrome del Burnout es considerado en líneas generales
como un desgaste profesional a nivel laboral. Se estima que hasta la actualidad este
síndrome era asociado a los problemas relacionados con la dificultad en el control de la
vida y presenta una afectación genérica de los individuos. Conclusiones: De acuerdo
con los resultados de la revisión de documentación científica, se evidencia una alta
exposición de los profesionales de enfermería a los factores de riesgo psicosocial. Las
exigencias cuantitativas y el intenso ritmo de trabajo se manifiestan en la sobrecarga
laboral que ha sido impuesta en las instituciones, principalmente frente a la atención de
un gran volumen de pacientes, el desempeño de funciones ajenas al ejercicio del
cuidado directo y la falta de recursos humanos y materiales para desarrollar la labor.

Palabras Claves: Síndrome Burnout; Factores psicosociales, Enfermería

______________________________________
1. Universidad Estatal de Milagro (UNEMI)- Ecuador.
 Autor de correspondencia: [email protected]

31
Más Vita. Revista de Ciencias de Salud
Volumen 4. N° 2 abril-junio 2022 / e-ISSN: 2665-0150
Artículo de revisión

SUMMARY

Introduction: Burnout is currently considered as one of the factors of occupational


damage that is due to psychosocial characteristics. It arises as a prolonged response to
chronic stressors at the personal and work level, but basically results from the worker's
relationship with his work environment, so it is subject to personal, work and
organizational variables. It is important to identify this syndrome and its prevention due
to the affectation it causes in the individual, which limits him in society as a capable
individual. Objective: To know the psychosocial risk factors that affect the
development of burnout syndrome in nursing professionals. Materials and Methods: It
is based on a descriptive, qualitative methodology, which includes the review of
scientific publications on the risk factors of the syndrome. of Burnout, which can be
associated with the development of stress and alterations in the health of nursing
professionals who work in care services. The search was performed by consulting
electronic bibliographic resources. Results: Burnout syndro me is considered in general
terms as a professional burnout at work level. It is estimated that until now this
syndrome was associated with problems related to the difficulty in controlling life and
presents a generic affectation of individuals. Conclusions: According to the results of
the review of scientific documentation, there is evidence of a high exposure of nursing
professionals to psychosocial risk factors. The quantitative demands and the intense
pace of work are manifested in the work overload that has been imposed in the
institutions, mainly in the face of the care of a large volume of patients, the performance
of functions unrelated to the exercise of direct care and the lack of resources. human and
material to carry out the work.

Keywords: Burnout Syndrome; Psychosocial factors, Nursing

INTRODUCCIÓN
El Burnout es un síndrome invisible que se desarrolla de manera progresiva. Este
síndrome se presenta en un tiempo de al menos seis meses de exposición continua a
situaciones laborales con alto nivel de exigencia (1). Burnout se describe como un
término anglosajón cuyo significado es estar desgastado, exhausto, quemado y además
haber perdido la motivación al trabajo. Se caracteriza por tener altos niveles de
agotamiento emocional y despersonalización, así como, una reducida realización
personal. El primero de Enero del 2022 se hizo efectiva la última revisión de la
clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) de acuerdo a lo anunciado por la
72ª Asamblea Mundial de la Salud de la OMS (2).

El síndrome del Burnout es considerado en líneas generales como un desgaste


profesional (Burnout en CIE-10) es decir, es un problema laboral. Se estima que hasta
esta la actualidad este síndrome era asociado a los problemas relacionados con la
dificultad en el control de la vida y se clasificaba como la afectación genérica de
personas que están en contacto con servicios sanitarios bajo ciertas y determinadas
circunstancias. Ahora bajo una nueva clasificación donde se relaciona con los factores

32
Más Vita. Revista de Ciencias de Salud
Volumen 4. N° 2 abril-junio 2022 / e-ISSN: 2665-0150
Artículo de revisión

que influyen con el empleo y desempleo y se encuentra bajo la codificación QD85 que
refiere al síndrome del desgaste ocupacional (2).

De acuerdo a esta clasificación, se estima es más fácil incluir mejoras de la


identificación del síndrome, su prevención y tratamiento; por lo que, los profesionales
de la medicina en el área de salud ocupacional pueden diagnosticar y los profesionales
en las áreas de psicosociología pueden prevenir oportunamente. De igual manera, el
INSST señala que este síndrome es el resultado del estrés crónico a nivel laboral con
manifestaciones como falta de energía o agotamiento. 2) Distanciamiento mental o
indiferencia hacia el trabajo o actitudes negativas hacia el trabajo. 3) Sensación de
ineficacia y falta de realización o motivación. Se estima que la consideración de este
síndrome es una actitud positiva y preventiva hacia el abordaje de los riesgos
psicosociales de origen laboral (2).

Entre los síntomas que se presentan y que son compatibles con el síndrome de burnout
se encuentran la falta de motivación o ilusión por el trabajo, agotamiento físico y
psíquico que no mejora con el descanso, se observa bajo rendimiento laboral,
ausentismo, sentimientos de frustración y descontento. Entre los síntomas físicos
reportados se encuentran: el insomnio, así como alteraciones gastrointestinales,
taquicardia, hipertensión arterial, cefalea, entre otros. En trabajos realizados por (3), se
reporta que es considerado un riesgo laboral según la Organización Mundial de la Salud
(OMS). Según reportes de algunos autores (4).

Se considera al síndrome de burnout como una complicación de relación laboral por


tratarse de un problema de salud ocupacional, el cual provoca consecuencias negativas
organizacionales (5, 6). Este problema de salud ocupacional resulta importante ya que,
conduce al deterioro en la calidad de atención, así como, en los servicios a los usuarios.
Esto representa un aumento de los costos institucionales, ya que, se observa el
ausentismo, las renuncias o despidos y también reclamos de los usuarios hacia las
instituciones por negligencia. De manera individual, se genera una actitud negativa
hacia el trabajo y se adoptan posturas pasivas o de agresión en contra los pacientes, así
como también, sentimientos de minusvalía del personal.

El síndrome de burnout aparece como resultado del fracaso de los mecanismos


compensatorios de adaptación ante situaciones laborales con un estrés sostenido. Se
observa con mayor frecuencia en trabajos con desajuste entre la demanda y los recursos,
especialmente en algunas personas que se encuentran ante una realidad frustrante. A
partir de todo lo anteriormente descrito, se desarrolla el propósito de esta investigación.
Conocer los factores de riesgo psicosociales que inciden en el desarrollo del síndrome
de burnout en profesionales de enfermería. Por constituirse en un problema que
incapacita al individuo en su funcionalidad y en el desempeño ante la sociedad. Así
como también, forma parte de un problema de salud ocupacional y por las

33
Más Vita. Revista de Ciencias de Salud
Volumen 4. N° 2 abril-junio 2022 / e-ISSN: 2665-0150
Artículo de revisión

consecuencias de deterioro e incapacitación, es objeto de revisión como punto de interés


para investigar y generar una matriz de opinión informativa al respecto.

MATERIALES Y MÉTODOS

La revisión de publicaciones científicas incluyó la evidencia sobre los factores de riesgo


psicosocial: exigencias cuantitativas, ritmo de trabajo, doble presencia y demandas
emocionales, los cuales pueden asociarse al desarrollo del estrés y alteraciones en la
salud de los profesionales en enfermería que laboran en servicios asistenciales. La
búsqueda se realizó mediante la consulta de recursos bibliográficos electrónicos, tales
como: Medline, PubMed, ScienceDirect, Scopus, Scielo, Lilacs, OVID Nursing,
Springer, Taylor and Francis.

Se seleccionaron artículos originales y de revisión sobre el tema, publicados entre el


2007 y el 2018, en revistas indexadas de América, Europa, Oceanía, Asia y África. Se
incluyeron los siguientes países: Brasil, Colombia, Chile, Estados Unidos, México y
Venezuela; España, Suecia, Grecia, Portugal, Francia, Italia, Holanda, Polonia,
Inglaterra y Noruega; Australia; China y Malasia; Sudáfrica y Etiopía. Se utilizaron los
Descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS): enfermería, salud laboral, condiciones de
trabajo, estrés laboral y carga de trabajo.

RESULTADOS

La falta de información de este síndrome, paradójicamente quienes promueven el


bienestar de la población terminan afectados por factores externos que pese a que están
ahí, no se identifican como enfermedad, generando consecuencias personales y
colectivas como la alteración en la calidad de vida, la relación médico-paciente o el
éxito institucional y sus efectos se reflejan en el bajo rendimiento del personal de la
salud en la prestación del servicio.

El síndrome del Burnout es considerado en líneas generales, como un desgaste


profesional (Burnout en CIE-10) es decir, es un problema laboral. Se estima que hasta
la actualidad este síndrome era asociado a los problemas relacionados con la dificultad
en el control de la vida y se clasificaba como la afectación genérica de personas que
están en contacto con servicios sanitarios bajo ciertas y determinadas circunstancias (2).
Bajo este panorama considerando el impacto que ocasiona el síndrome de burnout, es
importante profundizar en el estudio de esta patología en Colombia y en especial en
Bogotá. Se planteó por tal motivo el desarrollo de este análisis ya que, es importante
establecer el diseño de investigaciones que permitan ahondar en el tema con el fin de
evaluar la relación existente entre los diferentes factores asociados y protectores, así
como la prevalencia del síndrome de burnout en el personal de salud (2)

Teniendo en cuenta que es un problema emergente en salud pública y como se


mencionó anteriormente ha sido poco estudiado en Colombia, los potenciales beneficios

34
Más Vita. Revista de Ciencias de Salud
Volumen 4. N° 2 abril-junio 2022 / e-ISSN: 2665-0150
Artículo de revisión

de este estudio van encaminados a generar una nueva fuente de conocimiento y


profundizar en el análisis de la situación del fenómeno de burnout en el contexto de la
ciudad de Bogotá (2). De igual manera, al profundizar en el estudio de burnout se
avanza en la formulación de estrategias de prevención especialmente dirigidas a las
variables organizacionales y del conocimiento de la enfermedad dentro del personal de
salud (2).

Datos Históricos
El primero en usar el término Burnout fue el escritor Graham Green, en una publicación
del año 1961 llamada ―A Burnout Case (18), en la cual, se narra la historia de un
arquitecto afligido emocionalmente quien decide abandonar su profesión y retirarse a la
selva africana. El síndrome de burnout aparece como resultado del fracaso de los
mecanismos compensatorios de adaptación ante situaciones laborales con un estrés
sostenido. Se observa con mayor frecuencia en trabajos con desajuste entre la demanda
y los recursos y especialmente en algunas personas que se encuentran ante una realidad
frustrante (7).

En 1974 el psiquiatra germano-estadounidense Herbert J. Freudenberger conceptualizó


por primera vez esta patología, luego la psicóloga Cristina Maslach en 1982 de la
Universidad de California y el psicólogo Michael P. Leiter de la Universidad de Acadia
Scotia crearon el Maslach Burnout Inventory (MBI) que desde 1986 se emplea en el
diagnóstico de esta enfermedad para los casos de los profesionales que interactúan con
personas en sus áreas laborales. Son Pines y Aronson en 1988 quienes expresaron que
todo tipo de profesional puede ser afectado por el síndrome de Burnout y trascienden
más allá de lo planteado por Maslach y Leiter (18).

Definición de Burnout o Desgaste profesional


El desgaste profesional, consiste en el resultado de un proceso de estrés crónico laboral
y organizacional que termina en un estado de agotamiento emocional y de fatiga que
desmotivan para realizar las tareas laborales. Su carácter de riesgo laboral proviene de la
extensión alcanzada, de las importantes consecuencias laborales y personales que puede
tener y de la incipiente preocupación legal y jurisprudencial que ha tenido. Se diferencia
del estrés como riesgo psicosocial en sus mayores efectos sobre el agotamiento
emocional, más que en el físico y su consiguiente pérdida de motivación laboral (8).

La definición sin duda alguna más extendida y generalizada proviene de: “El burnout es
un síndrome de agotamiento emocional, despersonalización y reducida realización
personal que puede aparecer en personas que trabajan con gente de alguna forma.” La
definición se centra en las variables que son evaluadas mediante el Maslach Burnout
Inventory (1981) de forma operativa (9). El agotamiento emocional, hace referencia al
cansancio emocional que producen las tareas propias del trabajo, la despersonalización
al tratamiento distanciador que se aplica a las personas que se tiene que atender y la baja

35
Más Vita. Revista de Ciencias de Salud
Volumen 4. N° 2 abril-junio 2022 / e-ISSN: 2665-0150
Artículo de revisión

realización personal recoge la baja autoestima profesional que acompaña al ejercicio de


la propia profesión. Los tres componentes del síndrome son vistos inicialmente como
una línea de consecuencias a partir del agotamiento emocional inicial.

A partir de 1993 el acento se ha desplazado hacia los dos elementos primeros, siendo
considerado el tercero como una consecuencia más que como elemento propio del
síndrome (10). A partir de 1996, la conveniencia de aplicar el síndrome descrito no sólo
a las profesiones asistenciales, sino también a otras profesiones llevó a reformularlo y a
presentarlo como un síndrome consistente en agotamiento, cinismo y falta de
autoeficacia profesional (11). Con ello se produce un cambio importante, pues la
primera variable se define sencillamente como agotamiento y la segunda como
desvalorización del tipo de trabajo que se está efectuando.

En 1981 se conceptualiza que el burnout se configura como un síndrome tridimensional


caracterizado por agotamiento emocional, despersonalización y reducida realización
personal (12). Se puede entender las tres dimensiones citadas de la siguiente manera: El
cansancio o agotamiento emocional: constituye la primera fase del proceso,
caracterizado por una progresiva pérdida de las energías vitales y una desproporción
creciente entre el trabajo realizado y el cansancio experimentado. En esta etapa las
personas se vuelven más irritables, aparece la queja constante por la cantidad de trabajo
realizado y se pierde la capacidad de disfrutar de las tareas. La actitud que asumen esas
personas es permanentemente de comportamientos insatisfechos, expresan molestias e
irritabilidad.

La despersonalización: es un modo de responder a los sentimientos de impotencia,


indefensión y desesperanza personal. En lugar de expresar estos sentimientos y resolver
los motivos que los originan, las personas que padecen el síndrome de burnout muestran
una fachada hiperactiva que incrementa su sensación de agotamiento y en esta fase,
alternan la depresión y la hostilidad hacia el medio. El abandono de la realización
personal: es la tercera fase del proceso y consiste en el progresivo retiro de todas las
actividades que no sean laborales vinculadas con las actividades que generaron el estrés
crónico. En esta etapa, hay pérdida de ideales y fundamentalmente, un creciente
alejamiento de las actividades familiares, sociales y recreativas, creando una especie de
auto reclusión.

El síndrome de burnout es un problema relevante de salud pública no solo en el


contexto nacional sino también mundial. Es importante tener en cuenta que afecta a
cualquier trabajador que está expuesto continuamente a los diversos factores que lo
desencadenan y que no recibe una adecuada asesoría acerca de cómo controlar o tratar
las manifestaciones iniciales con el consecuente desarrollo del síndrome. El trabajador
tiene poco conocimiento sobre la existencia de la enfermedad e incluso muchos de

36
Más Vita. Revista de Ciencias de Salud
Volumen 4. N° 2 abril-junio 2022 / e-ISSN: 2665-0150
Artículo de revisión

nosotros presentamos continuamente las manifestaciones del burnout y no se tienen


herramientas para superarlas.

La definición más acertada de todas y con mejor descripción es la de Maslach, quién


define como la forma inadecuada de manejar el estrés crónico, cuyos rasgos principales
son el agotamiento emocional, la despersonalización y la disminución del desempeño
personal (18).

Sintomatología
Los síntomas que alertan del burnout son: la falta de ilusión o motivación por el
trabajo, agotamiento físico y psíquico que no remite con el descanso, bajo rendimiento
laboral, ausentismo, sentimientos de frustración y descontento. Entre los síntomas
físicos se puede encontrar el insomnio, alteraciones gastrointestinales, taquicardia,
hipertensión arterial, cefalea, entre otros (13). Se sistematizan cuatro niveles clínicos de
burnout: Leve: quejas vagas, cansancio y dificultad para levantarse en la mañana.
Moderado: cinismo, aislamiento, suspicacia y negativismo. Grave: enlentecimiento,
automedicación con psicofármacos, ausentismo, aversión y abuso de alcohol o drogas.
Extremo: aislamiento muy marcado, colapso, cuadros psiquiátricos y/o suicidios.
Identificar los factores de riesgo que desencadenan el síndrome de burnout en los
profesionales de enfermería del turno de la tarde del servicio de hospitalización de un
hospital nivel IV en la ciudad de Bogotá (14).

El estrés laboral, es un estado de agotamiento físico, emocional o mental que tiene


consecuencias en la autoestima y es una de las afectaciones que causa el ausentismo
laboral en los enfermeros, a partir de esta situación se genera un alto interés en
identificar los factores de riesgo psicosociales que generan el síndrome de Burnout
sobre la población determinada (14).

Los problemas más frecuentes que manifiestan los profesionales de enfermería y en


mayor ocurrencia corresponde al factor del riesgo psicosocial organizacional en el que
se encuentra la sobrecarga laboral, el tiempo también fue uno de los factores
determinantes relacionado con las actividades y responsabilidades a desarrollar en un
turno; se observó que los profesionales de enfermería con edades entre los 25 a los 30
años presentan nivel de riesgo alto en cansancio emocional y despersonalización,
aunque se puede evidenciar variedad en todas las edades.

Se recomienda profundizar en la identificación del síndrome de burnout en los


profesionales de enfermería en instituciones públicas y privadas de IV nivel, ampliar a
otros profesionales dentro de la red hospitalaria de Bogotá, con el fin de obtener más
información relacionada con los factores de riesgos psicosociales y el síndrome de
burnout, establecer la relación del proceso de formación de los profesionales de
enfermería para la vida laboral en instituciones de IV nivel con el fin de prevenir en una

37
Más Vita. Revista de Ciencias de Salud
Volumen 4. N° 2 abril-junio 2022 / e-ISSN: 2665-0150
Artículo de revisión

etapa temprana el desarrollo del síndrome de burnout en el ejercicio profesional, revisar


las preguntas orientadoras que permitan profundizar sobre los factores de riesgo
psicosocial a los cuales están expuestos los profesionales de enfermería que laboren en
instituciones de IV nivel de atención (14).

Buenas prácticas sobre Burnout


También las intervenciones diseñadas para burnout o Desgaste Profesional se dirigen al
ámbito organizacional y al individual. Las medidas organizacionales suelen ser cambios
en los procedimientos como restructuración de tareas, evaluación del trabajo para
reducir las demandas y aumentar el control. Las medidas individuales suelen dirigirse a
mejorar la competencia emocional del trabajador y las capacidades de afrontamiento y
apoyo social. Una reciente revisión de los programas de intervención en burnout recoge
una breve descripción y evaluación de los mismos, además, indicando el nivel de
evidencia de cada uno (15).

Factores psicosociales
Los factores de riesgos psicosociales en enfermería no representan un contexto nuevo en
la vida laboral, más bien han permanecido encubiertos por la presencia de otros factores
como los de origen ergonómico, físico, químico y biológico que se han llevado el
protagonismo (9). Sin embargo, han adquirido importancia en la medida en que han
venido cambiando las condiciones laborales (10, 12), incluso se ha afirmado que la
enfermería ocupa el cuarto lugar dentro de las profesiones más estresantes (9, 10), con
prevalencias altas de trastornos físicos y mentales relacionados con el estrés (13, 14), lo
cual ha hecho necesaria su identificación, evaluación y control (10).

Las exigencias cuantitativas en enfermería se definen como la cantidad de trabajo y el


tiempo para ejecutarlo (15). Al respecto, la literatura científica evidencia que el
profesional en este campo tiene un alto número de funciones asistenciales y
administrativas en el desarrollo de la labor de cuidado, además, de responsabilidades
que debe realizar en un periodo de tiempo determinado. Esto, aunado a la exposición a
la carga mental que exigen estas tareas, aumenta la carga laboral y se constituye en la
principal fuente de estrés en este colectivo (11).

En Colombia, el aumento de la carga laboral para los profesionales en enfermería ha


sido, entre otros, el resultado de los diversos modelos de contratación y los cambios en
el sistema de seguridad social, además, de las políticas de reestructuración y reducción
de personal en las instituciones: con menos personal cualificado para el cuidado de los
pacientes, se ha incrementado dramáticamente la sobrecarga laboral (2; 6). Las
exigencias cuantitativas se constituyen así en un factor de riesgo psicosocial de alta
exposición en enfermería porque el profesional debe atender a un gran número de
pacientes o usuarios en un tiempo de trabajo insuficiente, lo que puede generar la
distribución inadecuada de funciones y la acumulación de trabajo (1).

38
Más Vita. Revista de Ciencias de Salud
Volumen 4. N° 2 abril-junio 2022 / e-ISSN: 2665-0150
Artículo de revisión

Por otro lado, la sobrecarga laboral para el profesional ha aumentado paulatinamente en


la medida en que, además, de las actividades propias del cuidado, se le han asignado una
gran cantidad de labores ajenas al ejercicio de la enfermería como respuesta a las
demandas institucionales relacionadas con cuidado de insumos, infraestructura y tareas
administrativas delegadas. Este desplazamiento de las actividades propias del cuidado
humano incrementa la carga de trabajo y pone en cuestión el quehacer de la profesión
(15, 16).

Por su parte, los profesionales en enfermería indican que pierden el control de sus
actividades pues cuentan con una escasa autonomía para decidir cómo organizar su
trabajo. Además, aplican en menor medida sus habilidades y conocimientos, a la vez
que reciben escaso apoyo social e instrumental por parte de colegas y superiores (10, 15,
16). Lo anterior, se encuentra estrechamente relacionado con las políticas de reducción
de costos, disminución de personal y el ausentismo, aspectos que pueden desencadenar
condiciones de trabajos desfavorables y problematizar al profesional, quien, para
conservar su trabajo, debe asumir los requerimientos de los pacientes y de la institución,
doblando su jornada laboral o trabajando horas extras (12, 14).

Otro factor asociado a la exposición a exigencias cuantitativas en enfermería es el tipo


de servicio en el cual se otorga el cuidado. Los servicios donde se brindan cuidados más
especializados, como urgencias, salas de reanimación, unidades de cuidado intensivo,
salas de parto y servicios de oncología, presentan mayor sobrecarga, aumento del ritmo
de trabajo, así como desgaste físico y mental (15). En consecuencia, las exigencias
cuantitativas incrementan de una manera considerable la carga de trabajo y el estrés en
los profesionales, por lo cual son más susceptibles a desarrollar sus actividades de
forma ineficiente (16).

Lo anterior invisibiliza los cuidados brindados, debido a que se minusvalora su propio


rol de cuidado directo al paciente, para priorizar las actividades más técnicas o el rol de
colaboración, lo que finalmente ha generado la pérdida de la esencia de un cuidado
humanizado y de calidad, que debe imperar tanto en el profesional en enfermería como
en las instituciones prestadoras de servicios (8, 16).

Ritmo de trabajo
Las condiciones laborales desencadenadas por los cambios en los modelos de
contratación, producción y prestación de servicios han generado que el profesional en
enfermería se encuentre en un contexto de trabajo impuesto por las instituciones, en el
cual se expone a una carga de trabajo derivada de la atención a un gran número de
pacientes o usuarios, diversidad de funciones, actividades propias del rol y otras anexas,
lo que ha originado que intensifique el ritmo de trabajo y reduzca los tiempos de pausa
para aumentar la productividad, la eficiencia y la satisfacción de las instituciones (19).

39
Más Vita. Revista de Ciencias de Salud
Volumen 4. N° 2 abril-junio 2022 / e-ISSN: 2665-0150
Artículo de revisión

El ritmo de trabajo en enfermería se intensifica por varios factores, entre ellos, el


cuidado en servicios que por su complejidad demandan mayor atención de los pacientes
(11, 14), la falta de personal en las instituciones para cubrir las demandas de atención
(12), la doble vinculación laboral (11, 14) y la presión institucional para aumentar la
productividad, evitar cometer errores y cumplir la labor (10, 13).

En cuanto a las consecuencias que se pueden generar por la exposición a la sobrecarga y


alto ritmo laboral, se han evidenciado dificultades en los procesos de adaptación que se
traducen en desgaste físico y mental, con la pérdida total o parcial de las capacidades
corporales y psíquicas para el desarrollo de las tareas o actividades (12, 13, 16). Se ha
demostrado que un exceso de labores en enfermería intensifica el estrés, así como la
presencia de mayor sintomatología psicosomática, expresada en pérdida de sueño,
alteración del apetito, cansancio, dolor de cabeza e irritabilidad (10, 14), cambios
gastrointestinales, inmunosupresión, necesidad de utilizar ansiolíticos u otros
medicamentos, disminución o aumento de peso corporal, episodios de llanto, sensación
de tristeza, cefaleas, dolores articulares y otros (12, 13, 15, 16).

También se puede afectar negativamente la dinámica social, familiar y profesional por


la falta de tiempo disponible para compartir con la familia y los amigos en la vida
cotidiana; también, se puede reducir el tiempo para el descanso, la recreación y la
formación profesional (6, 12, 16). En el ámbito laboral, los estudios evidencian que se
compromete el desempeño de las tareas por enfermedades, incapacidades, ausentismo,
abandono de la profesión (16) y una mayor ocurrencia de accidentes de trabajo, por
cansancio emocional o por la rapidez con que las tareas del cuidado deben realizarse o
por falta de utilización de elementos de protección personal (12). Lo anterior puede
producir el desequilibrio de las interrelaciones con colegas, la organización y los
pacientes, el deterioro en la calidad del cuidado, así como falta de tiempo libre y
aumento de ausentismo laboral (10, 12). Debido a la cantidad de estresores que deben
enfrentar, los profesionales en enfermería se constituyen en uno de los grupos más
afectados por el síndrome de burnout, con presencia de altos niveles de agotamiento (5,
13, 14).

Doble presencia
Es un factor de riesgo psicosocial asociado a las exigencias simultáneas: el profesional
en enfermería debe proveer cuidado en su trabajo asalariado y a la vez en el hogar, o
labora en dos o más instituciones con tareas propias del cuidado de enfermería, anexas
o diferentes (5, 15, 16). La doble presencia responde históricamente al constructo
patriarcal que ha acompañado a las mujeres desde el inicio de la humanidad, que le
asigna la función del cuidado y la atención de las necesidades básicas de los demás.

Por esto, el papel de la mujer fuera del lugar de trabajo se extiende al ámbito doméstico,
con funciones de gestión del cuidado con sus hijos, la casa y su pareja (7; 9). La doble

40
Más Vita. Revista de Ciencias de Salud
Volumen 4. N° 2 abril-junio 2022 / e-ISSN: 2665-0150
Artículo de revisión

presencia es un factor estresante para los profesionales en enfermería, en especial


cuando su labor se caracteriza por el trabajo por turnos, con largas y extenuantes
jornadas que obligan al aumento del ritmo y a demandas emocionales que pueden
afectar negativamente tanto el desempeño laboral, como la vida profesional y personal
(16).

En el ámbito laboral, este factor incrementa las cargas físicas y psíquicas que pueden
alterar la salud, deteriorar las relaciones con los colegas y aumentar la posibilidad de
cometer errores y sufrir accidentes de trabajo (6, 14, 16). Al respecto, algunos estudios
evidencian que mayor número de turnos puede incrementar el ausentismo por
enfermedad (11, 12). En el ámbito personal, la doble presencia produce dificultades
extra laborales, como la disminución del contacto social y familiar, lo cual afecta la vida
en pareja y la organización de tiempos y horarios. Esto impacta la vida familiar y genera
estrés laboral (13, 15). Además, se evidencian dificultades en disociar la vida personal
de la profesional: se está atento en el trabajo de las tareas del hogar y en casa de las
obligaciones laborales (15). También se afecta la vida social, las redes de apoyo, el
esparcimiento, la utilización del tiempo libre y las posibilidades de cuidado de la salud
(10, 11, 14, 16).

El trabajo por turnos y la doble presencia generan consecuencias que van más allá de lo
laboral y pueden manifestarse en la dificultad para tomar decisiones, la posibilidad de
cometer errores y la ocurrencia accidentes dentro o fuera del hogar, por momentos de
somnolencia, cansancio y agotamiento físico y mental (1, 7, 9); también, producen
alteraciones en el ritmo circadiano que pueden afectar el patrón del sueño y descanso, lo
cual repercute en la salud física, emocional y mental (10, 16).

Esta situación lleva a una disminución del crecimiento profesional por la escasa
posibilidad de aprovechar las oportunidades de capacitación y formación que brindan
las instituciones, las cuales pueden ser limitadas por la falta del tiempo disponible, la
exigencia de productividad y las desigualdades de género, lo cual genera frustración e
insatisfacción laboral (3, 16, 13, 16). En consecuencia, las largas e intensas jornadas a
las que se expone el profesional en enfermería, sumadas a la confrontación con la
enfermedad, el sufrimiento, la muerte, los horarios de rotación laboral y el trabajo
nocturno, potencian el desarrollo del estrés. Este afecta negativamente su salud física y
emocional y se convierte en una fuente generadora de múltiples enfermedades crónicas
(6, 9, 14, 16).

Demandas emocionales
Las demandas emocionales para los profesionales en enfermería se expresan en los
requerimientos de esconder ciertas emociones y a la vez autocontrolar la expresión de
sentimientos tanto positivos como negativos, derivados del desempeño del cuidado y de
la organización del trabajo; lo anterior, con el fin de mostrar la eficiencia laboral, para

41
Más Vita. Revista de Ciencias de Salud
Volumen 4. N° 2 abril-junio 2022 / e-ISSN: 2665-0150
Artículo de revisión

asegurar la satisfacción del paciente o usuario y el cumplimiento de los objetivos


institucionales (9, 13, 16).

La exposición a este factor de riesgo psicosocial es alta en los profesionales en


enfermería que desempeñan su labor en ambientes hospitalarios que implican la
convivencia con el sufrimiento y el dolor. También, inciden las exigencias de atención
no solo por parte de los pacientes sino de los familiares, el personal médico, los demás
miembros del equipo de salud y el personal administrativo de las instituciones (13, 15,
16). Las demandas emocionales en enfermería surgen en la interacción con el sujeto de
cuidado de diversas maneras porque la enfermera no solo se centra en los problemas de
salud de su paciente, sino que también puede ser afectada por aspectos de índole
emocional, familiar, social o laboral (13, 14, 16).

Estas demandas aparecen cuando en su labor el profesional en enfermería se enfrenta a


situaciones complejas en la atención de pacientes, principalmente en servicios de salud
mental, urgencias y cuidados intensivos, en los cuales interactúa con individuos
críticamente enfermos, conflictivos, moribundos o en condiciones de especial
complejidad (2, 3, 4, 11, 12, 14). La convivencia con el sufrimiento humano y la muerte
es quizás el factor más estresante para la enfermería (4, 5, 6), así como la confrontación
en la toma de decisiones difíciles, de las que se derivan frecuentemente implicaciones
éticas y morales (4, 15, 16).

Estas situaciones generan tanto estrés laboral como desgaste físico, mental y emocional.
Por lo descrito anteriormente, al brindar el cuidado de enfermería, el profesional se
expone a trabajar con sufrimiento, dolor, desesperanza y a presenciar la muerte,
situaciones que pueden generar sentimientos de preocupación, miedo, desconsuelo,
impotencia, angustia y una creciente carga emocional proveniente del trabajo. Es
conocido que el trabajo emocional es un factor que desencadena desgaste e influye en el
bienestar físico y mental del profesional (6, 7, 9, 16).

Además, las exigencias emocionales se intensifican cuando tiene que enfrentarse a la


preocupación por la estabilidad laboral, los bajos salarios, la falta de reconocimiento, las
posibilidades de ascenso y las oportunidades de formación (5, 9, 14, 16), debido a que
estos son factores motivacionales que se buscan como respuesta o estrategia defensiva a
la cantidad de trabajo y el conflicto organizacional (14). Lo anterior, obliga a los
profesionales a buscar ingresos adicionales mediante la exploración de otras opciones
laborales o la aceptación de turnos adicionales en sus días libres (16). Esto lleva al
agotamiento, que incrementa el ausentismo y disminuye la calidad en la atención
brindada al paciente y la familia, lo cual perjudica a la organización (7, 15).

La revisión de literatura evidenció una alta exposición del profesional en enfermería a


los factores de riesgo psicosocial: exigencias cuantitativas, ritmo de trabajo, doble

42
Más Vita. Revista de Ciencias de Salud
Volumen 4. N° 2 abril-junio 2022 / e-ISSN: 2665-0150
Artículo de revisión

presencia y demandas emocionales. Estos se relacionan con el deterioro de las


condiciones de trabajo y el fenómeno de la globalización y sus consecuencias en el
campo laboral (1, 3, 4, 11, 16) y pueden llevar a alteraciones en la salud y el bienestar
laboral. Con respecto a lo anterior, investigaciones desarrolladas en Latinoamérica
indican que el profesional en enfermería tiene sobrecarga, incremento del ritmo de
trabajo y largas jornadas, principalmente debido a un alto número de pacientes que
atender en un menor tiempo (1, 16). Estudios realizados en China, Portugal y Australia
también reportan una importante carga laboral en este grupo (7, 14, 16).

Un estudio con enfermeras de Sudáfrica, menciona que el escaso apoyo organizacional


ante la deficiencia de equipos y materiales de trabajo, así como la falta de
reconocimiento por la labor y de apoyo por parte de colegas y superiores son los
factores que ocasionan sobrecarga en enfermería (16). Por otro lado, en España se
encontró que el intenso ritmo de trabajo es estresante para el profesional y produce
insatisfacción y errores en el cuidado al paciente (7). La literatura científica es clara en
mencionar que las exigencias cuantitativas y el ritmo de trabajo son factores estresores
en enfermería que pueden controlarse en buena medida mediante el compromiso de la
organización para abordar el conflicto y la ambigüedad de los roles en enfermería (4).

Por su parte, algunos artículos publicados en revistas de Suramérica, especialmente de


Colombia, Brasil y Chile, señalan las altas exigencias emocionales que afrontan estos
profesionales durante su labor por la interrelación con los pacientes, los familiares y el
equipo de salud, e indican que estas se incrementan por cuidar pacientes críticamente
enfermos y la convivencia permanente con el dolor, el sufrimiento, la enfermedad y la
muerte (15,16).

Estudios realizados en Europa, específicamente en Portugal y en España, reportan


similares resultados al identificar fuertes sensaciones de estrés representadas en miedo,
angustia, tristeza y depresión durante la atención a los pacientes (7, 14, 16). De igual
modo, una investigación desarrollada en Grecia estableció altas demandas emocionales,
en primer lugar, por conflictos con compañeros y el personal médico; en segundo, por
los pacientes y las familias; se encontró en este estudio una mejor atención al paciente
cuando existen buenas relaciones interpersonales (14). Algunas investigaciones
adelantadas en Latinoamérica han demostrado la presencia de desgaste emocional en los
profesionales en enfermería por aspectos organizacionales como bajos salarios, falta de
reconocimiento, escasas oportunidades de crecimiento y ascenso laboral, factores de
riesgo psicosocial que pueden interferir en la salud y la calidad del cuidado otorgado (1,
2, 3, 6, 13).

Los anteriores resultados coinciden con los obtenidos en estudios realizados en China,
Malasia y Portugal, según los cuales el salario es el principal componente de la
satisfacción en el trabajo. Estas investigaciones mencionan que, además, de

43
Más Vita. Revista de Ciencias de Salud
Volumen 4. N° 2 abril-junio 2022 / e-ISSN: 2665-0150
Artículo de revisión

remuneración deficiente, se presentan diferencias marcadas en los honorarios con


respecto a otros profesionales (7, 14, 16). Al respecto, la literatura científica recomienda
aumentar los salarios e implementar otras formas de remuneración de los profesionales
en enfermería, como la asignación de horas extras, beneficios alimentarios o permisos
remunerados, los cuales pueden incrementar la satisfacción laboral (16).

En contraste con la situación descrita en otros países, estudios realizados en


Norteamérica reportan buenas condiciones de trabajo para los profesionales en
enfermería, quienes tienen salarios adecuados y reconocimiento del rol que
desempeñan, lo cual genera satisfacción laboral y una mayor calidad de la atención de
enfermería (3, 11).

Con relación a la doble presencia, varios estudios realizados en Iberoamérica muestran


la necesidad que tiene el profesional en enfermería de compaginar el trabajo asalariado
con el trabajo doméstico o dos empleos diferentes, el trabajo por turnos y largas
jornadas, aspectos psicosociales que interfieren en su vida laboral y extra laboral (6, 14,
16). Por ejemplo, una investigación desarrollada en los Estados Unidos menciona la
afectación de las relaciones interpersonales, principalmente en el ambiente familiar (6).

Por otra parte, una investigación adelantada en Noruega reporta alteraciones en el ritmo
circadiano y la salud debido al trabajo en turnos nocturnos, así como deficiencias en la
calidad de atención a los pacientes (12). Otros estudios también mencionan los efectos
negativos de la rotación de turnos, principalmente en aspectos familiares, sociales y los
relacionados con el ocio y el descanso (11) y la asociación con una mayor insatisfacción
laboral (6).

En respuesta lo anterior, una investigación sugiere la rotación de turnos en las


instituciones como estrategia para reducir la carga laboral y el estrés, (8,16). Otros
autores recomiendan el control de tiempos y horarios, así como el fomento de conductas
de apoyo entre compañeros y superiores, como aspectos que pueden amortiguar el
impacto negativo del trabajo y promover el bienestar de los empleados (7, 8). Factores
de riesgo como los mencionados están generando en los profesionales diversas
alteraciones de tipo físico: gastrointestinales, cardiovasculares, entre otras; en el aspecto
mental, se ha demostrado síntomas de agotamiento, ansiedad, depresión y un alto riesgo
de síndrome de burnout (2, 3, 6, 8, 13, 14, 16).

La literatura científica demuestra los complejos desafíos que enfrenta la profesión de


enfermería en los aspectos histórico, cultural, de género, del campo del conocimiento y
de lucha por la apreciación y el reconocimiento del importante rol que desempeña el
profesional en el cuidado a la sociedad (9). Lo anterior ha sido el resultado de la falta de
empoderamiento para construir y pronunciar su propio discurso, expresar sus ideas y
reconstruirse como sujetos sociales y profesionales con deberes y derechos (16);

44
Más Vita. Revista de Ciencias de Salud
Volumen 4. N° 2 abril-junio 2022 / e-ISSN: 2665-0150
Artículo de revisión

situación que ha llevado a que el profesional en enfermería no reciba la misma


consideración dada a otras profesiones la salud (14) y ha contribuido al deterioro de sus
condiciones de trabajo. Por lo anterior, se requiere de la reconstrucción de la profesión y
el empoderamiento de los profesionales y del gremio en general en pro de sus derechos
laborales y unas condiciones de trabajo dignas.

Medición del Burnout


Las variables personales y sociales pueden afectar a la aparición del burnout, en cambio
las variables organizacionales, básicamente aquellas vinculadas al desempeño del
puesto de trabajo lo desencadenan. De esta manera, factores como el contenido del
puesto, la falta de reciprocidad (dar más emocionalmente en el trabajo de lo que se
recibe a cambio) o el clima organizacional, pueden convertirse en desencadenantes del
síndrome de burnout y deberán tenerse en cuenta a la hora de diseñar la prevención
psicosocial a nivel primario (16).

Fuente: INSST. Ministerio del Trabajo y Asuntos Sociales de España. 2000 (17).

Investigadores han realizado un trabajo de evaluación de medición del Burnout (estar


"quemado" por el trabajo) con sus tres dimensiones: agotamiento, cinismo e ineficacia
profesional ha puesto de manifiesto la tendencia en el estudio tradicional del concepto a
la ampliación a todo tipo de profesiones e incluso a estudiantes universitarios (burnout
académico) entendiendo el trabajo en un sentido más amplio y a los estudiantes como
"trabajadores" susceptibles de sufrir desgaste y burnout. La publicación del MBI-SS
(Maslach Burnout Inventory-Student Survey) por Schaufeli, Salanova, González-Romá
y Bakker (2002) ha hecho posible medir el "burnout" fuera del ámbito ocupacional al

45
Más Vita. Revista de Ciencias de Salud
Volumen 4. N° 2 abril-junio 2022 / e-ISSN: 2665-0150
Artículo de revisión

definir sus dimensiones en referencia al "estudio" (17). De este modo, a través de la


investigación empírica se ha podido demostrar que los estudiantes también se queman
por sus estudios, demostrando niveles de agotamiento, cinismo e ineficacia respecto a
sus actividades académicas (17).

El equipo WoNT de la Universitat Jaume I de Castellón ha adaptado este instrumento


de medida desarrollado por Schaufeli, Leiter, Maslach y Jackson (MBI-GS) en distintos
grupos ocupacionales tanto en formato tradicional (cuestionarios registrados "en
papel"), como en formato electrónico (accediendo a la Web: www.wont.uji.es, se
encuentra también una versión más actualizada del instrumento) según se refiere en la
investigación sobre medida del Burnout (17).

De igual manera, se dispone de una serie de cuestionarios en línea desde la plataforma


electrónica del equipo de investigación, donde se puede acceder a cuestionarios
validados empíricamente de modo genérico para trabajadores; también tres
cuestionarios específicos para distintos grupos ocupacionales, a saber: sector sanitario,
trabajadores que trabajan con nuevas tecnologías y tele trabajadores. También, se
dispone de un cuestionario específico que mide burnout en estudiantes universitarios
(burnout académico). Al completar el cuestionario el programa interactúa y envía un
feedback inmediato con los resultados individuales en cada una de las dimensiones, así
como una estimación de los valores normativos (17).

Cabe resaltar, que existe la medición del Burnout a través de niveles, esto se conoce
como la clínica del síndrome de Burnout (18), la cual presenta los siguientes niveles:

 Leve: Quejas vagas, cansancio, dificultad para levantarse en la mañana.


 Moderado: Cinismo, aislamiento, suspicacia, negativismo.
 Grave: Enlentecimiento, automedicación, psicofármacos, ausentismo,
aversión, abuso de alcohol o drogas.
 Extremo: Aislamiento muy marcado, colapso, cuadros psiquiátricos,
suicidios.

Aparte de los cuestionarios para el diagnóstico se tiene el método Copenhagen Burnout


Inventory (CBI), el cual valora el desgaste personal relacionado al trabajo y con el
cliente. Existe también, Oldenburg Burnout Inventory (OLBI) que sólo evalúa el
agotamiento y la falta de compromiso con el trabajo, a diferencia de los anteriores
instrumentos de evaluación (18).

En lo que respecta al tratamiento y prevención del síndrome de Burnout se sugiere


adoptar estrategias que permitan modificar los sentimientos y pensamientos hacia los
componentes del síndrome, entre los que destacan; cansancio o agotamiento emocional,

46
Más Vita. Revista de Ciencias de Salud
Volumen 4. N° 2 abril-junio 2022 / e-ISSN: 2665-0150
Artículo de revisión

despersonalización, abandono de la realización personal, para ellos se cuenta con las


siguientes estrategias:

1. Proceso de adaptación de las expectativas a la realidad cotidiana.


2. Equilibrio de áreas vitales: familia, amigos, aficiones, descanso, trabajo.
3. Fomento de una buena atmósfera de equipo: espacios comunes, objetivos
comunes.
4. Limitar la agenda laboral.
5. Formación continua: dentro de la jornada laboral.

CONCLUSIONES

De acuerdo con los resultados de la revisión de documentación científica, se evidencia


una alta exposición de los profesionales de enfermería a los factores de riesgo
psicosocial, a pesar de no ser reconocido por la Clasificación Internacional de
Enfermedades (CIE-10), ni del Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos
Mentales (DMS-IV), ni en el Manual de Diagnóstico de la Asociación Estadounidense
de Psicología (DSM-V) (18). Las exigencias cuantitativas y el intenso ritmo de trabajo
se manifiestan en la sobrecarga laboral que ha sido impuesta en las instituciones,
principalmente frente a la atención de un gran volumen de pacientes, el desempeño de
funciones ajenas al ejercicio del cuidado directo y la falta de recursos humanos y
materiales para desarrollar la labor. En el ambiente hospitalario, la acción de cuidado
con el paciente, la familia y el equipo de trabajo, así como la permanente confrontación
con el sufrimiento, el dolor y la muerte, desencadenan exigencias emocionales en el
profesional que se manifiestan en miedo, angustia y depresión, entre otras. También se
encontró que los bajos salarios, la inestabilidad laboral, la falta de reconocimiento y el
bajo crecimiento profesional generan demandas emocionales.

Otros resultados de la revisión permiten concluir que la compaginación entre el trabajo


asalariado y el doméstico, así como el mantener dos o más empleos y el trabajo por
turnos pueden generar alteraciones en la salud física, mental y social que afectan la
calidad de vida del profesional.

Para finalizar, es fundamental el compromiso de las instituciones para generar


estrategias de intervención en la prevención y control de estos factores de riesgo, que
incluyan medidas para identificar la exposición y organizar de modo eficiente el trabajo,
tales como flexibilización laboral, establecimiento de horarios y descansos, apoyo de
colegas y superiores y políticas de reconocimiento de la labor (14). Es necesario
empoderar a los profesionales para que puedan identificar los estresores y controlarlos
por medio de diferentes técnicas de manejo del estrés laboral; lo anterior promueve
entornos laborales saludables y una mayor satisfacción en el trabajo.

47
Más Vita. Revista de Ciencias de Salud
Volumen 4. N° 2 abril-junio 2022 / e-ISSN: 2665-0150
Artículo de revisión

También, sería importante ofrecer formación en seguridad y salud en el trabajo desde el


pregrado en enfermería; esto permitiría contar con profesionales que se conviertan en
actores principales de la prevención de estos factores de riesgo y agentes promotores del
autocuidado en los escenarios laborales (15). Se deben fomentar investigaciones en
seguridad y salud en el trabajo en los programas de pregrado y posgrado a fin de
disponer de fundamentos teóricos y evidencia científica para desarrollar proyectos que
faciliten la identificación, evaluación y control de los factores de riesgo presentes en los
lugares de trabajo y el mejoramiento de las condiciones de bienestar laboral.

REFERENCIAS

1) Capilla P. El síndrome de burnout o desgaste profesional. Revista Fundación.


2000;58:1334

2) INSST. (Instituto Nacional de Seguridad y salud en el Trabajo). Síndrome de


Desgaste Profesional (Burnout) como un Problema Relacionado con el Trabajo.
14/01/2022. Disponible en línea en: https://www.insst.es/el-instituto-
al.dia/sindrome-de-desgaste-profesional-burnout

3) Aceves G. Síndrome de burnout. Archivos de Neurociencias. 2006; 11(4):305-309

4) Castañeda E, García de Alba J. Prevalencia del síndrome de agotamiento


profesional (burnout) en médicos familiares mexicanos: análisis de factores de
riesgo. Rev. Colom Psiquiat. 2010; 39(1):67-83

5) Carrillo R, Gómez K, Espinoza de los Monteros I. Síndrome de burnout en la


práctica médica. Med. Int. Mex. 2012. 28(6):579-584.

6) Arora M, Asha S, Chinnappad J, Dwan A. Review article: burnout in emergency


physicians. Emer Med Australs 2013[consultado 15 diciembre 2015]; 25(6).
Disponible en: www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24118838

7) Mingote JC. Síndrome de Burnout o síndrome de desgaste profesional. FMC 1998;


:493-503.

8) Moreno Bernardo. Y Báez Carmen. 2010. Factores y riesgos psicosociales, formas,


consecuencias, medidas y buenas prácticas. Madrid, Noviembre 2010. Pp.188.

9) Maslach C, Jackson SE. Maslach Burn-out Inventory. Palo Alto: Consulting


Pysichologists Press; 1986.

10) Leiter MP, Schaufeli WB. Consistency of the Burnout construct across occupations.
Anxiety Stress Coping 1996; 9: 229-243.

11) Wilson WP. Burnout and other stress syndromes. South Med J 1986. 79, 11: 1327-
12.

48
Más Vita. Revista de Ciencias de Salud
Volumen 4. N° 2 abril-junio 2022 / e-ISSN: 2665-0150
Artículo de revisión

12) Carreño Neyla Suarez Carlos Pérez Roger.2019. Identificación de los factores de
riesgo que conllevan al síndrome de burnout en una sección de enfermería de un
hospital nivel IV en la ciudad de Bogotá. Corporación Universitaria Minuto de Dios
Sede Virtual y a Distancia. Facultad de Ciencias Empresariales. Especialización
Gerencia en Riesgos Laborales, Seguridad y Salud en el Trabajo. Bogotá D.C. Año
2019. Pp. 69.1330.

13) Awa, W.L., Plaumann, M. & Walter, U. (2010). Burnout prevention: a review of
intervention programs. Patient Education and Counselling, 2010. 78,184-90.

14) Aldave María. Síndrome de burnout y factores de riesgo en médicos hospital


nacional Guillermo Almenara Irigoyen 2015. TESIS. Universidad de San Martin de
Porres. Facultad De Medicina Humana Sección De Posgrado. Lima, Perú. 2016.
Pp.72

15) Orozco Margarita., Zuluaga, Yury., Pulido, Carolina. Factores de riesgo


psicosocial que afectan a los profesionales en enfermería. Revista Colombiana de
Enfermería. 2019. v. 18, n. 1, e006.https://doi.org/10.18270/rce.v18i1.2308

16) Rodríguez, Magda., Rodríguez, Rodolfo., Riveros, Arnold., Rodríguez, Maria.,


Pinzón, Javier. (2011). Síndrome de burnout y factores asociados en personal de
salud en tres instituciones de Bogotá en diciembre de 2010. Universidad Del
Rosario - Universidad CES. Escuela de medicina y ciencias de la salud facultad de
medicina especialización en epidemiología. Bogotá D.C. Marzo de 2011.

17) INSST. (Instituto Nacional de Seguridad y salud en el Trabajo). Síndrome de


Desgaste Profesional (Burnout) como un Problema Relacionado con el Trabajo.
Instyrumentos de Medición. 2002. Disponible en línea en: https://www.insst.es/el-
instituto-al.dia/sindrome-de-desgaste-profesional-burnout

18) Saborio Morales, Lachiner; Hidalgo Murillo, Luis Fernando. Síndrome de Burnout.
Scielo. Rica vol. 32 n.1 Heredia Jan./Mar.2015. Versión on line ISSN 2215.
Disponible en línea en:
https://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1409-
00152015000100014

REVISTA DE
CIENCIAS DE LA
SALUD

49
Más Vita. Revista de Ciencias de Salud
Volumen 4. N° 2 abril-junio 2022 / e-ISSN: 2665-0150

También podría gustarte