Historia de Jesús y Zaqueo
Historia de Jesús y Zaqueo
Historia de Jesús y Zaqueo
Lucas 19:1-10
Lucas 14:21-23.
21
Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre
de familia, dijo a su siervo: Ve pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y
trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos. 22 Y dijo el siervo: Señor,
se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar. 23 Dijo el señor al siervo: Ve por
los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa.
Jesús no sólo habló con él, sino que lo invitó a su casa para
compartir una comida con él, lo que era una muestra de
aceptación y amistad. La gracia de Jesús es completamente
inmerecida y no se basa en nuestro comportamiento o en
nuestras obras, sino en su amor incondicional.
Efesios 2:8-9
8
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues
es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe.
Marcos 2:13-17
13
Después volvió a salir al mar; y toda la gente venía a él, y les enseñaba. 14 Y al
pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo:
Sígueme. Y levantándose, le siguió. 15 Aconteció que estando Jesús a la mesa en
casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa
juntamente con Jesús y sus discípulos; porque había muchos que le habían
seguido. 16 Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con
los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los
publicanos y pecadores? 17 Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen
necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a
pecadores.
Romanos 12:1-2
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2 No os
conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y
perfecta.
1 pedro 3:11
Marcos 2:17
17
Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los
enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.
Y es que hay un dicho muy cierto que no hay peor ciego que el
que NO quiere ver, los religiosos creen que por sus obras, sus
sacrificios y practicas religiosas serán salvos, pero Jesús nos
muestra que SOLO aquellos que reconocen que son pecadores
y necesitan del único que tiene la medicina contra el pecado
(CRISTO) serán salvos.
Esta historia nos recuerda que Jesús vino a este mundo para
salvar a los pecadores, no para condenarlos. Cuando nos
acercamos a él con humildad y sinceridad, podemos
experimentar su amor y su gracia transformadora en nuestras
vidas.