Seguidores de Cristo Al Servicio
Seguidores de Cristo Al Servicio
Seguidores de Cristo Al Servicio
Prot. n. 093848
INTRODUCCIÓN
PROYECTO DE VIDA
Con Jesús se abrieron los cielos y lo que hasta entonces parecía exclusivamente vida
de Dios se manifestó como vida del hombre, vida de Jesús que camina con los hombres
que entran con él en las aguas del bautismo y de la conversión. Esta experiencia pone
en marcha a una humanidad nueva, a un pueblo nuevo: primero Jesús, y luego sus
seguidores, de los primeros a nosotros.
«Venid conmigo», dice Jesús (Mc 1,17); «escuchadle», dice el Padre (Mc 9,7). En
estas palabras resuena la llamada a seguir a Jesús, a formar parte de la nueva
humanidad, a recibir al Espíritu y escuchar la voz de la más sorprendente confesión
divina: «¡Tú eres mi hijo!»
La experiencia de que somos hijos por el Espíritu que habita en nosotros, es el
fundamento de nuestra vida de oración, «del espíritu de oración y devoción» al que
deben servir todas las cosas, a fin de que, «removido todo impedimento y pospuesta
toda preocupación e inquietud», amemos, adoremos y sirvamos al Señor «con corazón
limpio y mente pura» (cf. CCGG 19 § 2).
La vida de oración, el «espíritu de oración y devoción», es la forma más importante
de expresar nuestra relación de amor con el Padre. Como el amor, la vida de oración no
(cf. Sdp 37b) y en todo
es algo que se hace, sino algo que se vive con todo el ser
momento; por eso, la oración, como el amor, remodela nuestra relación
personal con el Señor.
Los hermanos menores, incorporados a Cristo en el bautismo y habiendo
manifestado con la profesión su voluntad de seguirlo más de cerca, deben mirar
«diariamente este espejo» para imitar la bienaventurada pobreza, la santa humildad y la
inefable caridad (cf. 4 CtaCl 15ss).
Por eso, al hablar del «espíritu de oración y devoción» en la vida del hermano
menor, no sólo hemos de prestar atención a las expresiones concretas de ese «espíritu»,
sino sobre todo a la relación que vivimos con Dios Padre, con Jesucristo, el Señor, y con
el Espíritu que santifica.
PROPUESTAS
7. Procuren los ministros y los hermanos unir de manera más vital la oración y la
vida concreta.
9. Movidos por el Espíritu del Señor a vivir la forma de vida del santo Evangelio y
reconociendo la urgencia de volver a lo esencial de nuestra experiencia de fe y de
nuestra espiritualidad (cf. Sdp 2), dedíquense los hermanos con perseverancia a la
escucha de la Palabra de Dios, meditada y orada. Sírvanse para ello, entre otros medios,
del subsidio La lectura orante de la Palabra de Dios en la vida franciscana.
11. Honren los hermanos con especial devoción a la Virgen María, Madre del Señor
y Madre nuestra (cf. CCGG 26 § 2), y veneren a los santos, seguidores fieles de Cristo y
de su santísima Madre.
12. Empéñense los hermanos en conocer la tradición mística y espiritual franciscana
y en recuperar las formas devocionales de nuestra tradición espiritual, enriqueciéndolas
con formas nuevas que respondan mejor a las exigencias de nuestro tiempo.
13. Evalúen todas las fraternidades y todos los hermanos, al menos una vez al año,
su vida de oración y su modo de vivir el espíritu de oración y devoción.
ESCUCHAR Y REFLEXIONAR
Escuchar
Evangelio
• Jesús ora: Mc 1,35; 14,32-39; Lc 3,21-22; 5,15-16; 6,12; 9, 28-36; 22,39-46; 23,33-
34.44-46.
• Invita a orar: Mc 6,30-32; 14,38; Lc 10,38-42; 18,1.
• Cómo orar: Mt 6,5-13; Mc 11,25; Lc 11,1-3.
• La oración nace de la experiencia de fe: Mt 8,1-4 y paralelos; Mt 8,5-13 y
paralelos; Mt 9,18-19 y paralelos; Mt 20,29-34 y paralelos, Lc 5,4-11; 15,11-32;
23,39-43.
San Francisco
• Francisco ora: 2 Cel 10.94-95; LM 2, 1; LP 80.93.
• Invita a orar: 1 R 7, 12; 22, 26; 2 R 5, 2; 10, 9; CtaA 2.
• Cómo orar: 1 R 23, 1-6; CtaO 50; Alabanzas y oraciones.
• El Evangelio, forma de vida de los hermanos: 1 R Prólogo; 5, 17; 22, 41; 2 R 1, 1;
2, 5; 3, 13-14; 12, 4; Test 14.
• La oración nace de la experiencia de fe: Abs; 2CtaF 61.
Orden
• Constituciones generales, 19-31.
• Ratio formationis franciscanae, 12-16; 66-69.
• El corazón vuelto al Señor.
• El espíritu de oración y devoción.
• «Llenar la tierra con el Evangelio de Cristo», 111-113.
• Itinerario hacia el «corazón».
• Informe de fray Giacomo Bini al Capítulo general de 2003, 54-55.
Iglesia
• Vida fraterna en comunidad, 12-20.
• Vita consecrata, 93-95.
• Novo millennio ineunte, 32-39.
• Caminar desde Cristo, 20-27.
Reflexionar
a) ¿Tenemos en el corazón la alegría y la paz de los hijos de Dios?
b) ¿Cómo incide en nuestra vida personal y en la vida de nuestra fraternidad la fe
que profesamos? ¿Vivimos de fe?
c) ¿Obedecemos al Espíritu que ora en nosotros?
d) ¿Cómo nos ayuda la vida «con el corazón vuelto al Señor» a superar los conflictos
e intereses personales?
e) ¿Dejamos, como Francisco, que Dios penetre en nuestra vida y la transforme?
f) ¿Qué retos personales y fraternos nos plantea la vida de oración y devoción?
g) ¿Qué elementos de nuestra espiritualidad consideramos esenciales?
h) ¿Prevén el proyecto de vida personal y el proyecto de vida fraterna espacios y
tiempos para la escucha de la Palabra de Dios? ¿Cómo celebran y viven la
Eucaristía nuestras fraternidades?
i) ¿Qué relación tienen la Eucaristía y la Cruz con las renuncias cotidianas, con la
obediencia, etc.?
l) ¿Qué actitud tenemos ante el compromiso y la fidelidad a la oración de los otros
hermanos?
m) ¿Consideramos la vida de oración de los laicos comprometidos, de los grupos
eclesiales y de los fieles de otras religiones como una provocación o un estímulo
para nuestra propia vida?
n) ¿Qué obstáculos encontramos en nuestro compromiso de oración?
2. COMUNIÓN FRATERNA
Una fraternidad en obediencia caritativa y servicio mutuo para dar
testimonio de la reconciliación en Cristo por encima de toda fractura
PROYECTO DE VIDA
PROPUESTAS
6. Usen los ministros todos los medios posibles para que desaparezcan las
presencias de hermanos que viven solos.
7. Los signos de los tiempos exigen ser reconocidos, leídos e interpretados por
todos los hermanos y por todas las fraternidades (cf. Sdp 6). El proyecto de vida
fraterna debe indicar los medios idóneos para favorecer esta tarea.
ESCUCHAR Y REFLEXIONAR
Escuchar
Evangelio
• Amor mutuo: 1 P 1, 22-24; 3, 8-12.
• Amor al prójimo: Mt 22,34-40; Mc 12,28-34; Lc 10,25-28; Rm 13, 8-10; Gál 5, 13-
14; St 2, 19; 1 Jn 4,7-21.
• Amor a los enemigos: Mt 5,43-48; Lc 6,27-35.
• Servicio: Mt 20,24-28; 23,8-12; Mc 9,33-37; 10,41-45; Gál 5,13-14.
• Compasión de Jesús: Mt 9,35-38; 14,13-14; 15,32-39; 20,29-34; Mc 1,40-45; 6,30-
34; 8,1-10; 9,14-29; Lc 7,11-17; Hb 4, 14-16.
• Misericordia y alegría: Lc 2,8-20; 5, 29-32; 6, 36-38; 7,11-17.36-49; 10, 29-37;
15,1-32.
• Perdón: Mt 6,9-15; 18,21-35; Mc 11,25-26; Lc 6, 36-38; 11,14,1-4; 17,3-4; 23,33-
34; Ef 4, 30-32; Col 3, 9-15.
San Francisco
• Amor mutuo: 1 R 5, 13; 2 R 6, 7-9; 10, 5; TestS 3.
• Perdón: CtaM 9-11.15.
• Misericordia: 1 R 23, 8; CtaO 50; AlD 7; 1 Cel 17; LM 8, 5; TC 5, 13.
Orden
• Constituciones generales, 38-63.
• Ratio formationis franciscanae, 17-21; 70-76.
• Todos vosotros sois hermanos, Primera parte I/1-2; III/2; Segunda parte.
• La Orden, hoy, III, 1.
• Orientaciones para el cuidado pastoral de las vocaciones, 61ss.
• Informe de fray Giacomo Bini al Capítulo general de 2003, 71-88.
Iglesia
• Vida fraterna en comunidad, 21-42; 54.
• Vita consecrata, 41-53.
• Novo millennio ineunte, 42-45.
• Caminar desde Cristo, 28-32.
Reflexionar
a) ¿Estamos convencidos de que es el Señor quien crea la fraternidad entre
nosotros? ¿Cómo colaboramos con Él en esta vocación?
b) ¿Cómo son nuestras relaciones con los hermanos de la fraternidad local y
provincial? ¿Cómo hablamos de ellos?
c) ¿Qué medios usamos para superar los conflictos que surgen en la fraternidad local
y provincial?
d) ¿Qué medios empleamos para construir una verdadera fraternidad y comunión de
vida entre los hermanos?
e) ¿Qué ejemplos de perdón y de reconciliación podemos ofrecer al mundo de hoy?
f) ¿Qué actitudes asumimos frente a la autoridad, la corresponsabilidad y las
mediaciones instituidas para descubrir al Señor en nuestra vida fraterna?
g) ¿Estamos convencidos de que Dios nos ama? ¿Qué tono debería tener nuestra
vida? ¿No deberíamos ayudar a la fraternidad a tener una actitud confiada, audaz
y valiente para la misión?
h) ¿Cómo practicamos el deber de la corrección fraterna?
PROYECTO DE VIDA
PROPUESTAS
3. Pongan los ministros suma atención en cerciorarse de que el uso de los fondos
económicos de sus entidades respeta siempre los valores éticos y está en favor de los
más pobres.
4. Prosigan las entidades la revisión de las estructuras a fin de que éstas estén al
servicio de la vida, no se sacrifique la vida para salvaguardar las estructuras y las
estructuras se acerquen lo más posible a la condición de vida de los más pobres.
ESCUCHAR Y REFLEXIONAR
Escuchar
Evangelio
• Forma de vida de Jesús y de los discípulos: Mt 6,25-34.
• Dinero: Mt 6,24.
• Seguimiento:
— Dar todo: Mt 4,18-22; 19,16-30; Mc 1,16-20; 10,17-31; Lc 5,1-11; 14,25-33;
18,18-30.
— Renunciar a uno mismo: Mt 10,37-39; 16,24-28.
— Hacerse como niños: Mt 18,1-4; 19,13-15; Mc 10,13-16; Lc 18,15-27.
San Francisco
• Pobreza, humildad, minoridad y caridad: 1 R 1, 1-3; 2, 14-17; 7, 1-10.15-16; 8, 1-
12; 11, 1-9; 14, 1-6; 2 R 1, 1; 2, 7-10.14.17; 4, 1-3; 5, 1-4; 6, 1-9; Test 16-17.20.23;
TestS 1-5, UltVol.
• Trabajo: 1 R 7, 1-8; Test 24-26.
Orden
• Constituciones generales, 64-82; 96-98.
• Ratio formationis franciscanae, 22-25; 77-83.
• «Llenar la tierra con el Evangelio de Cristo», 149-164.
• Franciscanos por la justicia, la paz, la ecología, Oñati (Guipúzcoa) 1999.
• La Orden, hoy, 35-37.
• Todos vosotros sois hermanos, Segunda parte, VII.
• Informe de fray Giacomo Bini al Capítulo general de 2003, 89-108.
Iglesia
• Vita consecrata, 82.89-90.
• Novo millennio ineunte, 50-51.
• Caminar desde Cristo, 36.
Reflexionar
a) ¿Qué experiencia tenemos de pobreza vivida? ¿A qué estamos apegados? ¿Qué
poseemos? ¿Qué cosa o cosas nos poseen?
b) ¿Somos verdaderamente pobres para ser verdaderamente libres?
c) ¿Hemos hecho alguna vez una evaluación de nuestra experiencia de pobreza,
discerniéndola a la luz de la caridad y de la humildad?
d) ¿Hasta dónde llega nuestra disponibilidad a cambiar para caminar sinceramente
con Jesús: ser sus seguidores; a caminar con los pobres: ser sus compañeros?
e) ¿Qué circunstancias de vida de nuestras fraternidades locales invitan a la
dependencia mutua, al vigor espiritual, a la esperanza contra toda esperanza?
f) Si Dios es la «riqueza a saciedad», ¿cómo vivimos la relación con los bienes
materiales? ¿Somos pobres de Dios y para Dios? ¿Qué tipo de pobreza debemos
vivir?
4. EVANGELIZACIÓN-MISIÓN
Una fraternidad que se nutre del Evangelio para ofrecer a la humanidad,
inquieta y en búsqueda del sentido de la vida,
la Palabra que es «espíritu y vida»
Cuando estemos dispuestos a escuchar cada día «las palabras de nuestro Señor
Jesucristo, que es el Verbo del Padre, y las palabras del Espíritu Santo, que son espíritu
y vida» (2CtaF 3), podremos recorrer el camino de la santidad en fraternidad, anunciar
el Evangelio a toda criatura, acompañar a los hombres de hoy en la búsqueda del Dios
único y discernir los signos de los tiempos en el Espíritu del Señor.
«Jesús se acercó a ellos y les habló así: “Me ha sido dado todo poder en el cielo y en
la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he
mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”»
(Mt 28,18-20).
PROYECTO DE VIDA
Llamados por el Señor y movidos por el Espíritu Santo, somos enviados al mundo
entero para proclamar el Evangelio a todas las criaturas, de manera que todos puedan
conocer la gracia y el amor que Dios Padre nos ha revelado y ofrecido en Cristo Jesús
(cf. CCGG 83 § 3). En el Evangelio de la gracia y del amor están la paz y el bien que
queremos llevar a cuantos encontramos en nuestro camino, y mediante el Evangelio
deseamos transmitir a todos la firme esperanza de un mundo mejor (cf. CCGG 83). Ésta
es la salvación que pedimos y deseamos para todos: «El Señor te dé la paz» (Test 23).
Anunciar el Evangelio, llevar a todos la paz que Dios nos ha dado por medio de
Cristo (cf. Hb 10, 36), anunciar a Cristo, que es nuestra paz (cf. Ef 2, 14): he aquí la
vocación de la Iglesia, su misión (cf. Sdp 37).
Anunciar y realizar la buena noticia del Reino de Dios es la vocación de los hermanos
menores, su misión. La Orden de los Hermanos Menores existe para la misión, es una
fraternidad-en-misión (cf. Sdp 42; VFC 59a). la misión, para nosotros hermanos
menores, no es algo que hacemos, sino nuestra razón de ser.
Ser hermanos menores no consiste en vivir para nosotros mismos, sino en vivir para
los demás. Las fraternidades de la Orden de los Hermanos Menores son fraternidades
abiertas, no grupos cerrados. Nuestro claustro es el mundo y nuestra misión consiste en
dar a conocer el Reino de Dios (cf. Sdp 37). Los hermanos menores realizan esta misión
con su vida, en primer lugar, y con el testimonio de la palabra.
PROPUESTAS
4. Comprométanse con más empuje todas las entidades en los proyectos misioneros
de la Orden: Tierra Santa, Marruecos, Comunidad de Estados Independientes,
Tailandia… Examinen diligentemente los ministros la vocación misionera de los
hermanos y no la obstaculicen por razones de utilidad.
5. Consideren todas las entidades el estudio como una exigencia fundamental de la
evangelización.
8. Atentos a los signos de los tiempos, elaboren los hermanos nuevas respuestas a
los problemas del mundo de hoy. Consideren, por ello, el discernimiento como una
exigencia fundamental para captar claramente lo que se debe hacer y para saber
traducirlo con decisión en opciones coherentes mediante proyectos de evangelización
que respondan a las situaciones actuales.
11. Entre las varias formas de evangelización, tengan los hermanos debidamente en
cuenta las misiones populares y renueven su metodología según las exigencias actuales.
12. Presten los hermanos especial atención a la evangelización de los jóvenes. Las
entidades que tienen colegios o dirigen centros educativos ofrezcan a los jóvenes una
formación inspirada en los valores evangélicos y franciscanos.
13. Quienes se sienten llamados a servir al Evangelio en otras culturas y en pueblos
diversos de los suyos, fórmense adecuadamente en la fraternidad internacional de
Bruselas o en otras fraternidades instituidas para este fin, y respeten con profunda
sensibilidad fraterna las características de los pueblos donde van, aprendiendo su
lengua y encarnando el Evangelio en sus valores religiosos, históricos y culturales y en
sus costumbres y tradiciones.
ESCUCHAR Y REFLEXIONAR
Escuchar
Evangelio
• Jesús, enviado del Padre: Mt 10,40; 15,21-38; Mc 9, 33-37; Lc 4,16-21.42-44; 9,46-
48; 10,16; Jn 3,13-17; 4,34; 5,19-38; 6,22-57; 8,14-34; 6,1-42; 9,4; 10,36; 11,42;
12,44-50; 13,20; 14,24; 15,21; 16,5; 17,1-26.
• Misión de los discípulos: Mt 10,1-33; 28,16-20; Mc 16,15-16; Lc 24,44-49; Jn
17,18-19; Rm 10, 14-15; 1 Cor 9, 15-18; Ef 3, 1-12; Col 1, 24-29.
San Francisco
• Entre sarracenos y otros: 1 R 16, 1-19; 2 R 12, 1-2.
• Predicadores: 1 R 17, 1-20; 2 R 9, 1-4.
• Predicación: 1CtaCus 9-10.
Orden
• Constituciones generales, 83-125.
• Ratio formationis franciscanae, 26-29.
• «Llenar la tierra con el Evangelio de Cristo», 69-87.
• Orientaciones para el cuidado pastoral de las vocaciones, 55ss.
• Informe de fray Giacomo Bini al Capítulo general de 2003, 109-123; 146-170.
Iglesia
• Vida fraterna en comunidad, 58-70.
• Vita consecrata, 72-103.
• Novo millennio ineunte, 40.58.
• Caminar desde Cristo, 37.
Reflexionar
a) ¿Cómo respondemos, como hermanos menores, a los retos, urgencias y solicitudes
de nuestro tiempo?
b) ¿Qué significa la afirmación: «El hermano menor evangeliza en primer lugar con
su vida»? ¿Qué consecuencias tiene este principio para nuestra vida y para la vida
de nuestra fraternidad?
c) ¿Qué significa ser misionero hoy?
d) ¿Cuáles son las principales características de la evangelización franciscana hoy?
e) ¿En qué medida apoyamos los proyectos misioneros de la Orden? ¿Cómo
discernimos a las personas que enviamos?
f) ¿Cómo alentamos a los hermanos jóvenes a asumir el espíritu misionero y cómo
fomentamos su disponibilidad para las misiones franciscanas?
g) ¿Cómo animamos a los laicos, particularmente a la JUFRA y a la OFS, al espíritu
misionero y a la colaboración con nuestras misiones?
5. FORMACIÓN Y ESTUDIOS
Una fraternidad nacida por divina inspiración, llamada cada día a la
conversión y a la vida nueva para crecer como «fraternidad en misión»
PROYECTO DE VIDA
PROPUESTAS
Escuchar
Evangelio
• Mt 25,14-30; Mc 8,31-15,46 (un camino formativo); Lc 2,52; 6,48-49.
San Francisco
• 2 R 10, 8; Adm 7; 2 Cel 103.
Orden
• Constituciones generales, 126-167.
• Ratio formationis franciscanae, 40-61.
• Orientaciones para el cuidado pastoral de las vocaciones, 45ss.
• Ratio studiorum OFM, 13-22.
• Informe de fray Giacomo Bini al Capítulo general de 2003, 124-144.
Iglesia
• Vita fraterna en comunidad, 43.
• Vita consecrata, 64-71; 98.
• Caminar desde Cristo, 15-19.
Reflexionar
a) ¿Cómo privilegiamos la formación de los formadores?
b) ¿Prevé el proyecto de vida fraterna el capítulo local de formación?
c) ¿Cómo valorar el grado de cumplimiento y la eficacia de nuestros encuentros de
formación?
d) ¿Qué relaciones estableces entre la formación y la conversión y entre el estudio y
la evangelización?
e) ¿Cómo se acompaña a los hermanos profesos temporales, sobre todo durante el
período de los estudios académicos o la formación profesional?
f) ¿Mediante qué experiencias de vida franciscana —como la minoridad, la inserción,
la misión— formamos a nuestros hermanos jóvenes?
SIGLAS Y ABREVIATURAS