Tema 1 Reconocimiento de Las Caractersticas Morfolgicas y Funcionales Del Aparato Reproductor Femenino

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 13

Tema 1: Reconocimiento de las

características morfológicas y
funcionales del aparato reproductor
femenino
Características anatómicas de los órganos genitales
Anatomía del aparato reproductor
La reproducción humana se efectúa a través de una serie de procesos en los que están
implicados principalmente los órganos genitales, masculinos y femeninos. Estos procesos
incluyen:

1. La formación de células sexuales (gametos), tanto masculinas, espermatozoides, como


femeninas, óvulos, en un proceso denominado gametogénesis.

2. La preparación del útero para anidar y permitir el desarrollo del huevo o cigoto.

3. La fecundación.

4. El desarrollo embrionario.

Anatomía del aparato reproductor femenino


Desde el punto de vista anatómico, el aparato reproductor femenino está formado por
genitales externos (vulva) y estructuras internas (ovarios, trompas de Falopio, útero y vagina).
Además, aunque no forman parte de los genitales, hablando del aparato reproductor
femenino, es importante destacar la importancia de las glándulas mamarias o mamas (cáncer).
Los ovarios: El aparato reproductor femenino posee dos ovarios, de forma ovalada y con un
peso aproximado de 3 g cada uno, situados a ambos lados del útero, en el interior de la
cavidad pélvica, concretamente en una depresión poco profunda del peritoneo. Los ovarios se
mantienen en su posición gracias a una serie de ligamentos, que son: el ligamento ancho del
útero (mesovario), los ligamentos ováricos y los ligamentos suspensorios. Cada uno está
constituido por una zona cortical externa (donde se encuentran los folículos ováricos, el más
maduro se llama folículo de graff) y una zona medular interna formada por tejido conjuntivo,
laxo y nervios. Funciones: Formación de óvulos o gametos femeninos y la producción de
hormonas femeninas (estrógenos y progesterona, que produce muchos cambios).

Tema 1: Reconocimiento de las características morfológicas y funcionales del aparato reproductor femenino 1
Trompas de Falopio (oviductos): Son dos conductos que salen de cada uno de los ovarios y
desembocan en el útero. Tienen unos 10cm de longitud y constituyen el camino que siguen
los óvulos desde los ovarios hasta el útero. Las trompas uterinas permiten la comunicación
del útero con los ovarios. Cuando se produce la ovulación, el óvulo es capturado por las
trompas y se mueve entonces a lo largo de ellas hacia el útero gracias a las contracciones
musculares. Las trompas son el lugar donde generalmente tiene lugar la fecundación del
óvulo.
El útero: Es un pequeño órgano hueco que se sitúa en el centro de la cavidad pélvica, entre la
vejiga urinaria y el recto. Tiene forma de pera, con la cara ancha hacia arriba; mide
aproximadamente 8cm de longitud, 5cm de anchura y 2cm de espesor. Regiones:

Cuerpo uterino o parte superior: Al que se unen en su porción superior las trompas de
Falopio. Por encima del nivel en el que se unen las trompas de Falopio se encuentra una
prominencia denominada fondo.

Cuello o cérvix: Es un conducto cilíndrico que se pone en comunicación la cavidad


uterina con la vagina.

Orificio cervical externo, centrado y puntiforme en la mujer nulípara y rasgado en la mujer


que ya haya dado a luz. Se continua en sentido ascendente con el canal endocervical,
revestido por epitelio mucosecretor, que esta abocado al itsmo uterino.

Histológicamente, el útero está recubierto por tres capas:

Serosa o externa: Corresponde al peritoneo parietal y recubre todo excepto el cérvix.

Miometrio: Es una capa media y gruesa formada por músculo liso.

Endometrio: Es una capa mucosa más interna que esta formada por dos estratos bien
diferenciados: endometrio funcional (capa más superficial que se desprende en cada ciclo
menstrual) y endometrio basal (capa situada por debajo de la anterior y que es la
encargada de regenerar la anterior cada vez que se desprende)

La función principal del útero es la gestación, ya que facilita la implantación del óvulo
fecundado en la trompa, el crecimiento del embrión y su posterior expulsión durante el parto.

La vagina: Es un conducto distensible cuya longitud es de unos 7 a 8cm. Se localiza en la


cavidad pélvica entre la vejiga y el recto. Está formada principalmente por músculo liso y se
encuentra revestida por mucosa. Se comunica con el exterior y sus funciones son:

Es el receptáculo del pene durante el acto sexual.

Es el órgano que, mediante su distensión, procura el paso y expulsión del feto en el parto.

Tema 1: Reconocimiento de las características morfológicas y funcionales del aparato reproductor femenino 2
Inicialmente su abertura está parcialmente cerrada por un pliegue transversal de tejido
conjuntivo laxo con forma de medialuna o membrana perforada que se denomina himen.

Los genitales externos o vulva:

El monte de Venus: Es una prominencia redondeada formada principalmente por tejido


graso que se situa sobre la sínfisis del pubis. A partir de la pubertad, el monte de venus
esta cubierto de vello púbico.

Labios mayores: Son unos pliegues cutáneos que comienzan en el monte de venus.
Contienen una gran cantidad de tejido adiposo subcutáneo y una capa delgada de
músculo liso. Presentan folículos pilosos, terminaciones nerviosas y glándulas sebáceas y
sudoríparas. A partir de la pubertad, se recubren de vello por su cara externa.

Los labios menores: son repliegues cutáneos que se sitúan entre los labios mayores y se
caracterizan porque no presentan folículos pilosos, pero sí abundantes glándulas sebáceas
y sudoríparas.

Las glándulas de Bartholino: situadas a ambos lados de la abertura vaginal, producen un


líquido mucoso con función lubrificante.

El clítoris: es una estructura redondeada constituida por tejido eréctil, situada por detrás
de la unión anterior de los labios mayores. Mide de 2 a 3 cm de longitud.

Las glándulas mamarias: Aunque también están presentes en los hombres, las glándulas
mamarias o mamas solo son funcionales en las mujeres. Son glándulas exocrinas modificadas
y especializadas en la producción de leche, en un determinado momento de la vida de la
mujer, proceso regulado hormonalmente y que actúa de manera sincronizada con el desarrollo
del embarazo. La mama es un órgano par que se desarrolla a ambos lados de la línea media,
sobre los músculos pectorales, y que se une a ellos por tejido conjuntivo. Esta formada por
tejido de tipo glandular, grasa situada a su alrededor y tejido conjuntivo. Cada mama, a su
vez, se subdivide en entre 15 y 20 lóbulos que se disponen de forma radial. Dichos lóbulos
están constituidos por células especializadas secretoras que producen la leche, que es
conducida a través de unos canales llamados conductos galactóforos, que convergen en el
pezón. La zona que rodea al pezón es la aréola.

Histología del aparato reproductor femenino: Histología del


útero y del cérvix
Como el resto del tracto genital, el cuerpo uterino tiene dos componentes:

Una pared de músculo liso (el miometrio, que está compuesto por haces compactos de
fibras musculares lisas que se entrecruzan en ángulo recto).

Tema 1: Reconocimiento de las características morfológicas y funcionales del aparato reproductor femenino 3
Un revestimiento interno mucoso (el endometrio, que está compuesto por células
embebidas en un estroma densamente celular. Se divide en una capa profunda o basalis, y
una capa superficial o funcionalis).

Durante el embarazo el miometrio aumenta de tamaño, tanto por la división celular


(hiperplasia) como por el crecimiento de las células (hipertrofia). Sus violentas contracciones
durante el parto expulsan al feto y reducen el aporte sanguíneo a la placenta, facilitando su
separación de la pared uterina.

La capa profunda (basalis), pegada al miometrio, que sufre pequeños cambios durante el ciclo
menstrual, que no se descama durante la menstruación y que es responsable de la
regeneración del endometrio tras la misma.
La capa funcionalis o superficial, que es un tejido dinámico (mucha reproduccion de células),
sensible a al acción hormonal y que sufre cambios morfológicos drásticos durante el ciclo
menstrual.

Fisiología del aparato reproductor femenino


La producción de gametos, los óvulos.

La síntesis de sus propias hormonas sexuales.

El conjunto de procesos implicados en la preparación del organismo para el embarazo.

Producción de óvulos: Se denomina ovogénesis y tiene lugar ene el interior de los ovarios. La
ovogénesis es un proceso que comienza en la etapa embrionaria y se detiene tras el parto.
Cuando se reanuda, en la pubertad, continua solo durante la vida fértil de la mujer. El
resultado de la ovogénesis es la formación de óvulos a partir de unas células germinales
precursoras, denominadas ovogonias, en un proceso de división meiótica. De cada ovogonia
solo se obtiene un óvulo haploide, es decir, con 23 cromosomas, la mitad que la célula de la
que se origina.

Ciclo ovárico: Cuando la mujer llega a la pubertad, la hipófisis anterior comienza a producir
FSH y LH, cuya influencia produce periódicamente un crecimiento de los folículos del
ovario, que se acompaña de un aumento de las células y una disminución de la unión
intercelular que genera huecos entre ellas. Estos huecos se unen formando una cavidad.
Cuando esta cavidad es muy grande, al folículo se le denomina folículo de Graaf. Excepto en
raras ocasiones,
solo un folículo de todos los que empezaron a crecer madurará; el resto sufre una
degeneración. El folículo maduro se desplaza hacia una zona del ovario y forma un pequeño
saliente que recibe el nombre de estigma. Al romperse el folículo, el óvulo es expulsado
hacia la trompa de Falopio en un proceso que se conoce como ovulación y viaja a través de la

Tema 1: Reconocimiento de las características morfológicas y funcionales del aparato reproductor femenino 4
trompa hasta el útero. Si el óvulo no es fecundado, se destruye y elimina. Este proceso se
repite a lo largo de la vida fértil de una mujer y se denomina ciclo ovárico.

Ciclo menstrual: Es el conjunto de cambios fisiológicos que se producen en el aparato


reproductor femenino y que tienen lugar periódicamente durante la edad reproductiva. Un
ciclo menstrual característico dura 28 días de promedio, pero también se considera normal
una duración de entre 22 y 35 días. El primer día de la menstruación coincide con el inicio del
ciclo y termina el día anterior al inicio de la siguiente menstruación. Cada ciclo menstrual se
divide en tres fases:

Fase proliferativa o estrogénica: Es la que se produce desde que finaliza la menstruación


hasta la ovulación. En este periodo se produce la maduración de los folículos, un
aumento en el espesor de la mucosa uterina y se alcanza el máximo nivel de secreción de
estrógenos. Esta fase finaliza a los 10 días con la expulsión del óvulo por la rotura del
folículo (ovulación).

Fase secretora o progestacional: Comienza con la ovulación y finaliza con la


menstruación. Su duración es de 14 días. En esta fase se forma el cuerpo lúteo o amarillo
en el ovario debido a la acción de la LH. El cuerpo lúteo produce estrógenos, pero
también progesterona, que es la responsable del engrosamiento de la pared del
endometrio. Por otra parte, la secreción de estrógenos y progesterona inhibe la secreción
de FSH y LH. Si un óvulo no es fecundado, el cuerpo lúteo degenera y se transforma en
el cuerpo blanco, por lo que la secreción hormonal cesa. En este caso, tiene lugar una
vasoconstricción de las arteliolas del endometrio que produce una destrucción o necrosis
de la capa funcional.

Fase menstrual: Tiene lugar al final del ciclo, con una duración aproximada de unos 4
días. Se produce un acúmulo de sangre en la cavidad uterina debido a la rotura de los
vasos sanguíneos y se desprende la capa funcional endometrial, originando un flujo que
sale por la vagina y que se conoce como menstruación. Cuando acaba la menstruación,
comienza de nuevo el ciclo menstrual.

Producción de hormonas sexuales femeninas:

Estrógenos: Son los encargados del desarrollo de los caracteres sexuales secundarios
femeninos, como el desarrollo de las mamas, la vagina y el útero. También intervienen en
el crecimiento y la distribución del vello corporal y la iniciación del ciclo menstrual.

Progesterona: Está implicada en el ciclo menstrual y en la preparación del útero para la


gestación y de las glándulas mamarias para la lactancia. Las producen las células de la
granulosa del folículo gracias a la acción de la FSH.

Tema 1: Reconocimiento de las características morfológicas y funcionales del aparato reproductor femenino 5
Los cambios afectan tanto a las glándulas como al estroma endometrial y permiten al
patólogo identificar microscópicamente la fase del ciclo menstrual, lo que se utiliza
clínicamente para valorar el estado hormonal (más común con un análisis de sangre),
confirmar que ha habido ovulación y determinar las causas de sangrado endometrial e
infertilidad. Los cambios se agrupan en dos fases:

Fase proliferativa: Es iniciada y sostenida por los estrógenos, producidos por los
folículos ováricos en desarrollo hasta la ovulación. Está caracterizada por la proliferación
de glándulas y estroma.

Fase secretora: Sostenida por la progesterona producida por el cuerpo lúteo después de la
ovulación. Está caracterizada por la producción de glucógeno por las células
endometriales tanto dentro como fuera de la célula. La implantación del óvulo fecundado
requiere un tejido muy vascularizado y capaz de suministrar abundante glucógeno para la
nutrición.

Resumen del ciclo menstrual: Una vez descamada la capa funcional en la menstruación
(marca comienzo del ciclo) comienza, bajo la acción de los estrógenos ováricos, la fase
proliferativa. Durante esa fase las glándulas son tubulares y están revestidas por epitelio
columnar. La ovulación marca el comienzo de la fase secretora, durante la cual el epitelio
glandular es estimulado para sintetizar glucógeno bajo el influjo de la progesterona producida
por el cuerpo lúteo. El glucógeno se acumula inicialmente en la porción inferior de las células
(por debajo del núcleo) y es la presencia de vacuolas subnucleares en más del 50% de las
células el criterio histológico que permite confirmar que se ha producido ovulación. La
actividad secretora es máxima en la tercera semana del ciclo. durante esta fase se producen
cambios prominentes en el estroma que son fundamentales para datar el endometrio; entre
ellos está la presencia de arterias espirales prominentes. La caída de los niveles de estrógeno
y progesterona (por disolución del cuerpo lúteo) ocasiona una contracción espasmódica de

Tema 1: Reconocimiento de las características morfológicas y funcionales del aparato reproductor femenino 6
estas arterias y la isquemia resultante provoca la degeneración de la capa funcional y su
eliminación con la menstruación.
Histología del cérvix: Se divide en exocérvix y endocérvix.

El exocérvix está expuesto al entorno más hostil de la vagina y, por tanto, está revestido por
un grueso epitelio plano estratificado no queratinizado. Las células tienen citoplasma amplio
y claro por su alto contenido en glucógeno.

El canal endocervical está revestido por


epitelio glandular (secretor de moco) que se
invagina formando túneles en el estroma a
las que nos referimos como glándulas
endocervicales. La unión del epitelio plano
estratificado del exocérvix con el epitelio
glandular del canal endocervical se llama
unión escamocolumnar.

Su posición no siempre coincide con el orificio cervical


externo, debido a variaciones anatómicas e influencias
hormonales. Es aquí donde suelen iniciarse las lesiones
precancerosas. La localización de este punto varía
durante la vida de la mujer debido a los cambios
metaplásicos en el epitelio cervical que ocurren después
de la pubertad y durante el embarazo.

La zona de transformación es el nombre asignado al área del cuello uterino compuesta de


epitelio que ha sufrido cambio metaplásico. Situación de la unión escamoso-cilíndrica y la
zona de transformación:

1. Antes de la menarquia.

2. Tras la pubertad y al inicio del periodo reproductivo.

3. Hacia los 30 años.

4. Hacia la menopausia

5. Después de la menopausia

Tanto el estroma como el epitelio cervical están influidos por las hormonas ováricas, en
particular los estrógenos, que actúan reblandeciendo el estroma y favoreciendo la maduración
del epitelio escamoso, lo que se traduce en las extensiones vaginales en la abundancia de
células superficiales.

Tema 1: Reconocimiento de las características morfológicas y funcionales del aparato reproductor femenino 7
Cambios durante el ciclo menstrual
Ciclo ovárico y ciclo endometrial: Las células germinales femeninas están presentes desde el
nacimiento, detenidas en una fase precoz del desarrollo. Es lo que se conoce como folículos
primordiales, de los que hay algo más de 400000 en el ovario humano en el momento del
nacimiento. Solo al alcanzar la madurez sexual se activa el proceso de maduración, en el que
participan en cada ciclo hasta 20 folículos primordiales, de los que sólo uno alcanza la
madurez completa (folículo maduro o de Graaf). La maduración folicular es estimulada por la
hormona gonadotrópica (FSH), o estimulante de los folículos ováricos, producida por el
lóbulo anterior de la hipófisis. Durante el proceso madurativo, los folículos actúan, además,
como órganos endocrinos, siendo responsables de la secreción de estrógenos y progesterona.
Estructura básica del folículo: Los folículos están constituidos por un ovocito (célula
germinal) y una capa de células epiteliales que lo rodean, y que durante el proceso
madurativo se multiplican y transforman formando la capa granulosa, productora de
estrógenos. El estroma ovárico que rodea a los folículos también se transforma para formar la
capa de células de la Teca, dividida en teca externa e interna (con actividad secretora)

Maduración folicular ovárica: Ovocitos primarios (4n) presentes en el ovario.


Aproximadamente una vez al mes entre 6 y 12 ovocitos primarios comienzan a madurar. Un
ovocito primario y las células que lo rodean constituyen un folículo primario. El ovocito
primario es nutrido por las células foliculares que también producen estrógenos. A partir de
una semana generalmente sólo un ovocito continúa su desarrollo. Una división mitótica justo
antes de la ovulación da lugar al ovocito secundario. El folículo maduro se rompe liberando el
óvulo. Las células foliculares residuales forman el cuerpo lúteo, que produce estrógenos y
progesterona. Si no se produce embarazo, el cuerpo lúteo degenera.
Hormonas hipofisarias y ováricas: Con la llegada de la pubertad se inicia la secreción por el
hipotálamo de la Gn-RH (hormona liberadora de gonadotropinas), que activa la secreción por
la hipófisis de la FSH (hormona folículo estimulante). La FSH pone en marcha la maduración
folicular en cada ciclo menstrual, aumentando progresivamente los niveles de estrógeno
(producido en los folículos) hasta que, por retroalimentación negativa, se frena. En ese
momento, se estimula una gran liberación de otra hormona, la LH coincidiendo con la
ovulación (ruptura del folículo maduro y liberacion del ovulo a la trompa uterina. Tras la
ovulación los restos del folículo que quedan en el ovario se transforman en el llamado cuerpo
lúteo que, bajo el estímulo de la hormona LH hipofisaria, se encarga de la producción de
progesterona (fase secretora). Los niveles crecientes de progesterona en sangre terminan a su
vez frenando la secreción de LH, sin cuyo estímulo el cuerpo lúteo involuciona y se atrofia
(de 12 a 14 días después de la ovulación), transformándose en una
estructura blanquecina residual, el cuerpo albicans. Una vez que el cuerpo lúteo involuciona
cesa la producción de estrógenos y progesterona lo que determina el colapso de la mucosa

Tema 1: Reconocimiento de las características morfológicas y funcionales del aparato reproductor femenino 8
uterina y su descamación en la menstruación. Este descenso en los niveles de estrógeno activa
la secreción de FSH, lo que da lugar a un nuevo ciclo menstrual, cuyo comienzo coincide con
el primer día de la menstruación.

Pubertad y climaterio: Actividad hormonal y cambios


fisiológicos. Menopausia
El paso de la infancia a la vida sexual activa en la mujer queda marcado por la aparición de la
menstruación, lo que determina profundos cambios en la morfología y funcionalidad de los
distintos órganos que conforman el aparato genital femenino: las mamas, el útero, la vagina y
los genitales externos. El tejido mamario de la niña está constituido únicamente por ductos
embebidos en tejido conectivo laxo. No tiene tejido glandular. La producción cíclica de
estrógenos produce:

1. Elongamiento y ramificación de los ductos

2. Condensación del tejido conectivo

3. Depósito de tejido adiposo, responsable del crecimiento mamario durante la pubertad.

La exposición cíclica a la progesterona (posterior a la exposición estrogénica durante los


ciclos ovulatorios) produce el crecimiento de la porción secretora (unidad terminal
ductolobulillar). Aunque la mayor parte del crecimiento de la mama se produce durante la
pubertad, este proceso se prolonga hasta la tercera década de la vida, y la diferenciación
terminal de la mama sólo tiene lugar inducida por el embarazo. Al igual que el endometrio, la
mama responde a los cambios hormonales producidos en cada ciclo menstrual:

1. En la primera fase permanece en un estado relativamente quiescente

2. En la segunda los niveles crecientes de progesterona favorecen la proliferación celular


(aumentando el número de lobulillos) y provocan edema en el estroma.

Ambos cambios regresan con la menstruación y son responsables de la tensión mamaria


(dolor en el pecho antes de la menstruación) que refieren muchas mujeres antes de la misma.
La reducción de los niveles de estrógeno y progesterona durante la menopausia produce:

Involución y atrofia de las unidades terminales ductolobulillares (en las mamas).

Dilatación de los ductos (ectasia ductal).

Bloqueo del conducto mamario justo por detrás del pezón.

Reducción del componente glandular y estromal de la mama.

Aumento del tejido adiposo.

Tema 1: Reconocimiento de las características morfológicas y funcionales del aparato reproductor femenino 9
En el útero, el cese de la actividad hormonal del ciclo menstrual determina la atrofia
endometrial, quedando el endometrio reducido a una capa fina de mucosa poblada por
glándulas rectas y dilatadas, de aspecto atrófico, revestidas por un epitelio inactivo. En la
menopausia, se atrofia el epitelio del cérvix, lo que determina que no proteja adecuadamente
la vascularización subepitelial, con lo que puede aparecer sangrado e inflamación.

Embarazo y lactancia: Histología genital en el embarazo y


la lactancia
Si el óvulo ha sido fecundado por un espermatozoide en la porción ampular de la trompa se
produce la formación del cigoto. Este se multiplica activamente al tiempo que desciende por
la trompa para dar origen a un cúmulo celular (la mórula), que alcanza la cavidad uterina
produciéndose la implantación (aproximadamente a los 8-10 días de la fecundación).

La implantación interrumpe el ciclo menstrual. Durante el embarazo, el moco cervical se


vuelve denso, espeso y rico en leucocitos y forma un tapón mucoso que bloquea el canal
endocervical, sellando la cavidad endometrial y aislándola de la vagina para evitar la invasión
bacteriana hasta el parto por la rotura de la bolsa amniótica.

La placenta
La placenta en desarrollo secreta la hormona HCG (Gonadotropina coriónica humana), que
tiene una función análoga a la LH y mantiene la función productora de progesterona del
cuerpo lúteo hasta la semana 12 de gestación, en la que la placenta se hace cargo de la
producción hormonal hasta el momento del parto. Está formada por elementos de las
membranas que rodean al feto durante el desarrollo (trofoblasto), así como por el endometrio
uterino (decidua). En su estado maduro se compone de múltiples vellosidades (vellosidades
coriales), cuyo objetivo es aumentar el área de intercambio entre la sangre materna y la fetal.
Además del intercambio gaseoso, la placenta realiza múltiples funciones hasta que los
órganos del feto empiezan a funcionar:

Excreción.

Mantenimiento de la homeostasis.

Tema 1: Reconocimiento de las características morfológicas y funcionales del aparato reproductor femenino 10
Secreción hormonal.

Hematopoyesis.

Funciones metabólicas hepáticas.

La lactancia
Los principales cambios durante la lactancia tienen lugar en la mama. Esta sólo adquiere en el
embarazo su completa maduración funcional, produciéndose un aumento progresivo del
tamaño y número de los lóbulos mamarios, de modo que al final del embarazo está
constituida casi enteramente por lóbulos y la cantidad de estroma es mínima. Si bien los
estrógenos y la progesterona son esenciales para dicha maduración, tienen también la función
de inhibir la secreción láctea. Dicha secreción es estimulada por la prolactina, hormona
secretada por la hipófisis materna, cuyos niveles en sangre aumentan progresivamente desde
la quinta semana del embarazo, con valores máximos en el momento del parto. La caída de
los niveles de estrógenos y progesterona en ese momento permite que la prolactina ejerza su
función y las células epiteliales de los lóbulos comienzan a producir primero calostro (rico en
proteínas/inmunoglobulinas) y en los diez días siguientes, leche (rica en grasas y caseína
(proteína)). La leche materna no solo proporciona nutrición completa al recién nacido, sino
que también protege contra infecciones, alergias y algunas enfermedades autoinmunes.
Tampoco hay que olvidar que fármacos, compuestos y virus pueden pasar el recién nacido a
través de la leche materna. Al finalizar la lactancia, tanto el epitelio como el estroma mamario
se atrofian, lo que reduce el tamaño de la mama; si bien la regresión no es completa y queda
un permanente incremento en el número y tamaño de los lóbulos mamarios.

Anticoncepción
Algunos métodos anticonceptivos producen modificaciones histológicas en los órganos
genitales, pudiendo causar problemas de interpretación en el estudio de muestras citológicas.
Por eso vamos a centrarnos en los anticonceptivos hormonales y el DIU (por sus
connotaciones en el estudio del frotis vaginal).

Tema 1: Reconocimiento de las características morfológicas y funcionales del aparato reproductor femenino 11
La anticoncepción hormonal
Se basa en el fenómeno de retroalimentación entre hipófisis y ovario. Tras la fecundación, la
progesterona producida por el cuerpo lúteo del embarazo contribuye, por un lado, a mantener
el embarazo, y por otro a inhibir nuevas ovulaciones. Los métodos hormonales aprovechan
esta función de la progesterona natural para crear la situación de falso embarazo que inhiba la
ovulación. La administración de progesterona sintética tiene los mismos efectos que la
natural: Inhibe la ovulación y actúa sobre el moco cervical, que se hace más denso,
dificultando el ascenso de los espermatozoides a la cavidad endometrial. Con la
anticoncepción hormonal se produce una disminución en el índice de maduración epitelial del
epitelio cervical y vaginal, y discreta hipertrofia en las mamas. Algunas pautas de
anticoncepción hormonal se basan únicamente en la administración de gestágenos orales en
dosis bajas continuas (minipíldora), que por su baja dosis sólo actúan sobre el endometrio y
sobre el moco, no impiden la ovulación. Si bien las píldoras anticonceptivas sólo contenían
progesterona, las actuales incluyen también estrógeno, con ello se potencia la acción
anticonceptiva, puesto que no sólo se evita la rotura del folículo (ovulación), sino que por
inhibición de la FSH se evita que los folículos comiencen el ciclo madurativo. Así, se
refuerzan la acción anticonceptiva. Además, se producen efectos sobre el moco cervical,
sobre el peristaltismo tubárico (que se inhibe) y sobre el endometrio, cuyo desarrollo se
interfiere de modo que, en caso de producirse la fecundación, no sea posible la anidación del
huevo fecundado.

El dispositivo intrauterino (DIU)

Es un método de intercepción o contragestación, puesto que no actúa impidiendo la


fecundación, sino la implantación del óvulo fecundado (provoca una reacción ante un cuerpo
extraño en la mucosa endometrial que la hace inadecuada para la implantación). También
parece que tiene cierto efecto sobre el peristaltismo tubárico, interfiriendo en el recorrido del
óvulo desde la porción ampular de la trompa de Falopio al útero. Los DIU más ampliamente
utilizados son los liberadores de cobre, con efecto espermicida, aunque existen también
dispositivos que liberan pequeñas cantidades de progesterona, cuyo principal beneficio es la
disminución del sangrado menstrual (aumentando normalmente en portadoras de DIU). Estos

Tema 1: Reconocimiento de las características morfológicas y funcionales del aparato reproductor femenino 12
dispositivos hormonales refuerzan la acción anticonceptiva actuando sobre el desarrollo
endometrial y sobre el moco cervical, que se hace más denso.
Posibles problemas ocasionados por el DIU: El DIU aumenta el riesgo de contraer una
enfermedad inflamatoria pélvica y de desarrollar embarazos ectópicos. En citología
exfoliativa, pueden inducir cambios reactivos en células glandulares endocervicales y
endometriales, resultado de la irritación crónica producida por el dispositivo, que pueden
persistir hasta meses después de su retirada. En ocasiones los cambios son muy difíciles de
diferenciar las alteraciones citológicas presentes en los adenocarcinomas, por lo que se
recomienda ser muy cauto en el diagnóstico citológico de adenocarcinoma en pacientes
portadoras de DIU. Por ello, se recomienda, es caso de duda, la retirada del mismo y la
repetición del estudio.

Tema 1: Reconocimiento de las características morfológicas y funcionales del aparato reproductor femenino 13

También podría gustarte