Algunas Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer

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Sacudimiento extraño Exalta y enardece; Volverán las oscuras golondrinas

Que agita las ideas, Embriaguez divina en tu balcón sus nidos a colgar,
Como huracán que empuja Del genio creador... y otra vez con el ala a sus cristales
Las olas en tropel; ¡Tal es la inspiración! […] jugando llamarán.

Murmullo que en el alma Pero aquellas que el vuelo refrenaban


Se eleva y va creciendo, Yo soy ardiente, yo soy morena,
Yo soy el símbolo de la pasión; tu hermosura y mi dicha a contemplar,
Como volcán que sordo
De ansia de goces mi alma está llena. aquellas que aprendieron nuestros nombres,
Anuncia que va á arder;
— ¿A mí me buscas? — No es á tí; no. ésas... ¡no volverán!
Deformes siluetas — Mi frente es pálida; mis trenzas de oro:
De seres imposibles, Puedo brindarte dichas sin fin; Volverán las tupidas madreselvas
Paisajes que aparecen Yo de ternura guardo un tesoro. de tu jardín las tapias a escalar
Como á través de un tul; — ¿A mí me llamas? — No; no es á tí. y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Colores que fundiéndose — Yo soy un sueño, un imposible,
Remedan en el aire Vano fantasma de niebla y luz; Pero aquellas cuajadas de rocío
Los átomos del Iris, Soy incorpórea, soy intangible; cuyas gotas mirábamos temblar
Que nadan en la luz; No puedo amarte. — ¡Oh, ven; ven tú!
y caer como lágrimas del día....
Ideas sin palabras, ésas... ¡no volverán!
Palabras sin sentido;
Cadencias que no tienen Es un sueño la vida,
Ni ritmo ni compás; pero un sueño febril que dura un punto; Volverán del amor en tus oídos
Cuando de él se despierta, las palabras ardientes a sonar,
Memorias y deseos se ve que todo es vanidad y humo... tu corazón de su profundo sueño
De cosas que no existen; ¡Ojalá fuera un sueño tal vez despertará.
Accesos de alegría, muy largo y muy profundo,
Impulsos de llorar; un sueño que durara hasta la muerte!... Pero mudo y absorto y de rodillas,
Yo soñaría con mi amor y el tuyo. como se adora a Dios ante su altar,
Actividad nerviosa como yo te he querido..., desengáñate,
Que no halla en qué emplearse; ¡así no te querrán!
Sin riendas que le guie
Caballo volador;

Locura que el espíritu


No digáis que agotado su tesoro, Mientras haya unos ojos que reflejen Hoy como ayer, mañana como hoy
De asuntos falta, enmudeció la lira: Los ojos que los miran; ¡y siempre igual!
Podrá no haber poetas; pero siempre Mientras responda el labio suspirando Un cielo gris, un horizonte eterno
Habrá poesía. Al labio que suspira; y andar..., andar.
Mientras sentirse puedan en un beso
Mientras las ondas de la luz al beso Dos almas confundidas;
Moviéndose a compás como una estúpida
Palpiten encendidas; Mientras exista una mujer hermosa,
máquina, el corazón;
Mientras el sol las desgarradas nubes ¡Habrá poesía!
la torpe inteligencia del cerebro
De fuego y oro vista;
dormida en un rincón.
Mientras el aire en su regazo ve Cuando me lo contaron sentí el frío El alma, que ambiciona un paraíso,
Perfumes y armonías; de una hoja de acero en las entrañas, buscándole sin fe;
Mientras haya en el mundo primavera, me apoyé contra el muro, y un instante fatiga sin objeto, ola que rueda
¡Habrá poesía! la conciencia perdí de donde estaba. ignorando por qué.

Mientras la ciencia á descubrir no alcance Cayó sobre mi espíritu la noche, Voz que incesante con el mismo tono
Las fuentes de la vida, en ira y en piedad se anegó el alma, canta el mismo cantar;
Y en el mar ó en el cielo haya un abismo ¡Y entonces comprendí por qué se llora! gota de agua monótona que cae,
Que al cálculo resista; ¡Y entonces comprendí por qué se mata! y cae sin cesar.
Mientras la humanidad siempre avanzando
No sepa á do camina; Pasó la nube de dolor..., con pena Así van deslizándose los días
Mientras haya un misterio para el hombre, logré balbucear breves palabras... unos de otros en pos,
¡Habrá poesía! ¿Quién me dio la noticia?... Un fiel amigo hoy lo mismo que ayer..., y todos ellos
¡Me hacia un gran favor!... Le di las gracias. sin goce ni dolor.
Mientras sintamos que se alegra el alma.
Sin que los labios rían;
Dices que tienes corazón, y sólo ¡Ay!, ¡a veces me acuerdo suspirando
Mientras se llore sin que el llanto acuda
del antiguo sufrir...
A nublar la pupila; lo dices porque sientes sus latidos;
Amargo es el dolor; ¡pero siquiera
eso no es corazón... es una máquina
padecer es vivir!
Mientras el corazón y la cabeza que al compás que se mueve hace rüido.
Batallando prosigan;
Mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡Habrá poesía!
Como en un libro abierto Una mujer me ha envenenado el alma
leo de tus pupilas en el fondo; otra mujer me ha envenenado el cuerpo;
¿a qué fingir el labio ninguna de las dos vino a buscarme,
risas que se desmienten con los ojos? yo de ninguna de las dos me quejo.

¡Llora! No te avergüences Como el mundo es redondo, el mundo rueda.


de confesar que me quisiste un poco. Si mañana, rodando, este veneno
¡Llora! Nadie nos mira! envenena a su vez, ¿por qué acusarme?
Ya ves: soy un hombre... ¡y también lloro! ¿Puedo dar más de lo que a mí me dieron?

Podrá nublarse el sol eternamente;


podrá secarse en un instante el mar;
podrá romperse el eje de la tierra
como un débil cristal.

¡Todo sucederá! Podrá la muerte


cubrirme con su fúnebre crespón;
pero jamás en mí podrá apagarse
la llama de tu amor.

Al brillar un relámpago nacemos


y aún dura su fulgor cuando morimos;
¡Tan corto es el vivir!

La gloria y el amor tras que corremos


sombras de un sueño son que perseguimos:
¡Despertar es morir!

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