Obtiene Resolucion Maltrato Profesor
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SALA SEGUNDA
Magistrado Relator: Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
Acción de amparo constitucional
Expediente: 06567-2014-14-AAC
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 12/2014 de 25 de marzo, cursante de fs. 323 a 326 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Boris Fabián Copa Cayo contra Basilio
Pérez Gómez, Director Departamental de Educación de La Paz; Mabel del Castillo Núñez, Directora
Distrital de Educación La Paz “III”; Rodolfo Marca Barrientos, ex Director de la Unidad Educativa
“Elodia Baldivia de Lijeron”; Gabriel Ángel Llusco Santa Cruz y Jacinta Veizaga Díaz; Presidente y
Vicepresidenta, respectivamente ambos de la Junta Escolar de Padres de Familia de la misma Unidad
Educativa.
Por memorial presentado el 7 de marzo de 2014, cursantes de fs. 141 a 148, el accionante expresó
los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
Desde mediados de la gestión escolar 2013, se encontraba desempeñando la función de profesor del
quinto “A” de la Unidad Educativa “Elodia Baldivia de Lijeron”; empero, el 3 de septiembre del
mismo año, fue sorprendido con el memorándum 025/2013, de severa llamada de atención, por
haber cometido supuestamente una falta grave de maltrato psicológico contra la estudiante AA,
memorándum emitido por Rodolfo Marca Barrientos, Director de la señalada Unidad Educativa,
puesto a conocimiento de la Dirección Distrital de Educación de La Paz “III”; consiente de no haber
cometido ninguna falta, envió una nota el 9 de septiembre de similar año, a la célula sindical y
Miembros de la Comisión Disciplinaria, para aclarar la injusta acusación, la misma que se llevó a cabo
el 19 de septiembre del mencionado año, oportunidad en la que la referida Comisión indicó que los
pasos seguidos por el Director no eran los correctos ya que en primera instancia debió convocar a
esta para conocer el caso.
El 23 de septiembre de 2013, recibió una carta de aclaración de Valeria Tito de Mayta, madre de la
estudiante a la que supuestamente habría maltratado psicológicamente, pidiéndole disculpas por la
denuncia interpuesta, manifestándole que ella se aproximó a la dirección de la escuela, para
averiguar el aula en el que se encontraba el accionante, momento en el que el Director le indicó que
nada tenía que hablar con él, ordenándole que presente denuncia en su contra, ante la Defensoría
de la Niñez y Adolescencia de Villa San Antonio de El Alto, por maltrato psicológico; por lo que,
presentó la denuncia que luego fue retirada el 10 de diciembre del mencionado año; sin embargo,
en la gestión escolar 2014, nuevamente surgió el problema del supuesto maltrato psicológico, a
pesar de haber sido aclarado y retirada la denuncia.
El accionante denuncia como lesionados sus derechos a la petición, al trabajo, al debido proceso y a
la presunción de inocencia, consagrados en los arts. 24, 46.II, 116.I, 117.I, 119.II y 120.I de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 25 de marzo de 2014, según consta en el acta cursante de fs. 316 a
322, produciéndose los siguientes actuados:
Vicepresidente del Distrito “III” Periférica; Armando Callisaya Vicepresidente del Distrito “IV” San
Antonio; Junta de Educación de La Paz; María Pérez Ortiz Secretaria de Transparencia del macro
Distrito “IV” de San Antonio; Junta de Educación de la ciudad de La Paz; madres y padres de familia
Eduardo Ribamontan Flores, Rosa María Chacón, que han suscrito, el acta de reunión de 6 de
febrero de 2014, en la cual solicitaron el repliegue de varios profesores, entre los que se encontraba
el accionante; 2) De la misma forma debió de notificarse a la abogada de la Defensoría de la Niñez y
Adolescencia de San Antonio y a la responsable que hizo la valoración psicológica, para que explique
los alcances del término utilizado en la certificación de malestar psicológico; 3) Los Autos
Constitucionales “0018/2011 de 31 de enero y 0078/2011 de 28 de febrero”, establecen que los
terceros interesados en un proceso judicial o administrativo en el que la decisión final pudiera
afectar los intereses legítimos de terceras personas, éstas deben ser notificadas, a los fines que
puedan ejercer en igualdad de condiciones el derecho a la defensa; 4) Las personas señaladas son
directos demandados, por que intervinieron en la elaboración del informe que le hicieron al Director
Departamental, por lo tanto, la demanda de acción de amparo constitucional, no cumple con la
legitimación pasiva; 5) Se ha incumplido con los requisitos formales para admitir la acción de amparo
constitucional, por cuanto, el accionante no ha agotado la vía administrativa para la Resolución del
caso, toda vez que, no consta en obrados ningún tipo de representación que habría hecho el
accionante contra el memorándum, ante la misma autoridad que la emitió, de la misma forma no se
evidencia que hubiere concurrido ante la autoridad jerárquica, Directora Distrital de Educación de La
Paz “III”, para que ésta autoridad se pronuncie; 6) La madre en su inocencia retiró la demanda,
porque como dice no comprende el término maltrato psicológico; en materia de niñez, los derechos
no pueden ser renunciados o retirados, por tanto el caso en la Defensoría a pesar de que existe el
retiro de la denuncia sigue abierto; 7) Señala el accionante que habría remitido memoriales a la
Dirección Departamental y que no tuviere respuestas, en los mismos señaló como domicilio la
Secretaria del despacho y en las que no señaló; la Ley de Procedimiento Administrativo, dispone que
se tiene como domicilio la secretaria del lugar en los que se dejó, motivo por el cual no puede alegar
que se vulneró su derecho a la petición, puesto que nunca concurrió a la instancia en la que
presentó sus memoriales, las mismas que se encuentran en la Secretaria de despacho de la Dirección
Departamental de Educación a la espera de que los recoja; y, 8) Ante los conflictos que se suscitaron
con los padres de familia y algunos docentes, la referida Dirección Distrital entregó al accionante
memorándum con cambio de destino a la Unidad Educativa Caracas “A”, pero se negó aceptarlo,
aspecto que hace que no se haya vulnerado su derecho al trabajo.
Mabel del Castillo Núñez, Directora Distrital de Educación La Paz “III”, presentó informe oral en
audiencia, refiriendo que: i) Por los conflictos existentes en la mencionada Unidad Educativa y al
tornarse insostenible la situación, fue convocada a una reunión el 6 de febrero de 2014, oportunidad
en la que se firmó un acta con todos los presentes y la comunidad educativa, en la que decidieron
que los profesores observados debían ser cambiados, decisión corroborada por el Director
Departamental -ahora codemandado− que estuvo presente; y ii) No se vulneró su derecho de
petición porque se le recepciono todo lo que presentó, dándole respuesta a su memorial de 20 de
febrero de 2014 y a otras que se negó a recibir.
referencia a ese hecho, recomendando que el accionante pase a disposición de la señalada Dirección
Distrital, actuado que pudo ser objeto de representación, aclaración o impugnación, pero no fue así,
por lo que, ese informe también fue consentido por el accionante.
I.2.4. Resolución
La Sala Civil y Comercial Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, constituido en
Tribunal de garantías, mediante Resolución 12/2014 de 25 de marzo, cursante de fs. 323 a 326 vta.,
denegó la tutela solicitada, con los siguientes fundamentos: i) El derecho a la petición podrá ser
ejercido en forma verbal o escrita, sin el cumplimiento de formalidades en su formulación, siendo
suficiente la identificación del peticionario, la cual merecerá una respuesta formal y pronta,
entendiéndose que ésta, deberá ser cursada de manera escrita, es decir, que tendrá que ser una
respuesta material a los plazos previstos en las normas aplicables a cada caso y la falta de una norma
expresa, la respuesta deberá efectuarse en plazos razonables y breves; ii) Las autoridades
demandadas, en audiencia presentaron los respaldos de respuestas a los pedidos que realizó el
accionante, por lo que, su derecho fue satisfecho, respuesta efectiva que puedo ser positiva o
negativa; iii) “Se tiene que considerar que un profesor es un profesional producto de la labor que ha
invertido el Estado boliviano en formarlo y posteriormente enviarlo a que preste servicios de
educación en una determinada Unidad Educativa, labor fundamental para el crecimiento de las
naciones y la formación de los seres humanos, entonces, un profesor merece el máximo respeto y
sin que haya un proceso previo y sentencia ejecutoriada, el docente tiene derecho a la inamovilidad,
este derecho no solo importa que no le suspendan el ítem, sino también el hecho de que para
cambiarlo del destino asignado, sea en la unidad educativa que sea, tiene que primar motivos
razonables, puede ser que el movimiento sea a pedido de parte, pero cuando interviene una Junta
Escolar y la Autoridad de Educación, no tienen el derecho de disponer sobre terceras persona, para
mover tiene que haber un acuerdo entre partes, autoridades educacionales, junta escolar y los
propios profesores, caso contrario se estaría estableciendo una suerte de dictadura por parte de la
junta escolar, entonces tiene que haber una conjunción de derechos para llegar a un acuerdo
amigable lo que no ocurrió; sin embargo, a la conclusión que llegaron, es que, la problemática
planteada no es parte de la acción de amparo constitucional, por lo cual las observaciones quedan
salvadas para hacerlas valer en la vía legal idónea” (sic); y, iv) “En audiencia se verificó que el
accionante percibió sus salarios correspondientes hasta febrero, sin embargo, existe un memorando
que supuestamente se le habría entregado, lo cual, en criterio del Tribunal de garantías, no cumple
con las normas mínimas de comunicación procesal” (sic).
II. CONCLUSIONES
quinto “A” de la referida Unidad Educativa, por empleo de castigos corporales y/o psicológicos
contra la dignidad del alumno (fs. 4).
II.2. Mediante nota de 3 de septiembre de 2013, el profesor accionante, informó lo sucedido con
la estudiante AA, al Director de la referida Unidad Educativa (fs. 5 a 6).
II.4. Por acta de reunión de 19 de septiembre de 2013, llevada a cabo con los miembros de la
célula sindical el ex Director de la Unidad Educativa “Elodia Baldivia de Lijeron” y el accionante,
determinaron que el memorándum de llamada de atención no iba tener ningún efecto y que era de
forma interna, que no le afectaría al accionante en su evaluación institucional (fs. 9 a 11).
II.5. Mediante nota de 23 de septiembre de 2013, Valeria Tito de Mayta, madre de AA, aclaró a
Boris Fabián Copa Cayo, lo sucedido con relación a la denuncia interpuesta en su contra por maltrato
psicológico, ante la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia (fs. 12).
II.6. A través de nota de 10 de diciembre de 2013, Valeria Tito de Mayta, retiró la denuncia
presentada ante la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de Villa San Antonio, contra el profesor
ahora accionante, por maltrato psicológico, toda vez que, esta fue inducida por el Director de la
Unidad Educativa “Elodia Baldivia de Lijeron” (fs. 13).
II.8. Por nota de 6 de febrero de 2014, Valeria Tito de Mayta, puso a conocimiento del citado
Director, que retiró la denuncia por maltrato psicológico, efectuada a la Defensoría de la Niñez y
Adolescencia, puesto que no hubo ningún maltrato y que la misma la efectuó inducida por el
referido Director de la Unidad Educativa (fs. 15 a 16).
II.18. A través de nota CITE DDE-LPZ 631/2014 de 28 de febrero, el referido Director, dio respuesta
a la solicitud de reincorporación de Boris Fabián Copa Cayo, señalándole que de acuerdo al Decreto
Supremo 813, en su art. 14 inc. k), la Dirección Distrital de Educación de La Paz, es la encargada de
realizar las designaciones de los cargos a los profesores de su distrito, por lo que, le sugirieron que se
dirigirse a esa instancia (fs. 183 a 185).
El accionante denuncia que las autoridades demandadas, vulneraron sus derechos a la petición, al
trabajo, al debido proceso y a la presunción de inocencia, toda vez que, dispusieron su cambio de la
Unidad Educativa “Elodia Baldivia de Lijeron”, sin haber llevado adelante ningún proceso
administrativo disciplinario y no dieron respuesta a sus memoriales de reincorporación, como
profesor de la referida Unidad Educativa.
La acción de amparo constitucional se encuentra establecida en el art. 128 de la CPE, que señala
expresamente: “La Acción de Amparo Constitucional tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o
indebidos de los servidores públicos, o de personas individual o colectiva, que restrinjan, supriman o
amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la ley”.
A su vez, el art. 129.I de la referida Norma Suprema, refiere que esta acción tutelar: “…se impondrá
por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad
correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre
que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata…”.
La SCP 0002/2012 de 13 de marzo, con relación a esta acción ha referido “…el amparo constitucional
boliviano en su dimensión procesal, se encuentra concebido como una acción que otorga a la
persona la facultad de activar la justicia constitucional en defensa de sus derechos fundamentales y
garantías constitucionales.
El término de acción no debe ser entendido como un simple cambio de nomenclatura, que no incide
en su naturaleza jurídica, pues se trata de una verdadera acción de defensa inmediata, oportuna y
eficaz para la reparación y restablecimiento de los derechos y garantías fundamentales, y dada su
configuración, el amparo constitucional se constituye en un proceso constitucional, de carácter
autónomo e independiente con partes procesales diferentes a las del proceso ordinario o por lo
menos con una postura procesal distinta, con un objeto específico y diferente, cual es la protección y
restitución de derechos fundamentales con una causa distinta a la proveniente del proceso
ordinario, esto es, la vulneración concreta o inminente de derechos fundamentales a raíz de actos y
omisiones ilegales o indebidos con un régimen jurídico procesal propio.
En ese orden de ideas, la acción de amparo constitucional adquiere las características de sumariedad
e inmediatez en la protección, por ser un procedimiento rápido, sencillo y sin ritualismos dilatorios.
A estas características se añade la de generalidad, a través de la cual la acción puede ser presentada
sin excepción contra todo servidor público o persona individual o colectiva.
Finalmente cabe señalar, que dentro de los principios procesales configuradores del amparo
constitucional, el constituyente resalta la inmediatez y subsidiariedad al señalar en el parágrafo I del
art. 129 de la CPE, que esta acción '(…) se interpondrá siempre que no exista otro medio o recurso
legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados”'.
De igual forma, el art. 51 al 57 del Código Procesal Constitucional (CPCo), regula la acción de amparo
constitucional, en los que se establece el objeto, la legitimación pasiva, improcedencia,
subsidiariedad, el plazo para su interposición, la norma especial de procedimiento y los efectos de la
Resolución que se pronuncia dentro de esta acción, cuyo objeto conforme el art. 51 de la referida
norma, se constituye en: “…garantizar los derechos de toda persona natural o jurídica, reconocidos
por la Constitución Política del Estado y la Ley, contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de
las y los servidores públicos o particulares que los restrinjan, supriman o amenacen restringir o
suprimir”.
En ese entendido se concibe a la acción de amparo constitucional, como una verdadera acción de
defensa, inmediata, oportuna y eficaz para la reparación y restablecimiento de los derechos y
garantías fundamentales, cuando estos sean restringidos, suprimidos o amenazados por actos
ilegales, omisiones indebidas de las y los servidores públicos o particulares.
En cuanto el derecho al debido proceso la SCP 1089/2012 de 5 de septiembre, estableció que: “El
art. 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH), en su inc. 1) manda: 'Toda
persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un
juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la
sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus
derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter”; asimismo, el art.
14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos ordena: «Toda persona tendrá derecho a
ser oída públicamente y con las debidas garantías por un tribunal competente, independiente e
imparcial, establecido por la ley, en la substanciación de cualquier acusación de carácter penal
formulada contra ella o para la determinación de sus derechos u obligaciones de carácter civil…»;
mientras que el art. 10 de la Declaración Universal de Derechos Humanos señala: “Toda persona
tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un
tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el
examen de cualquier acusación contra ella en materia penal”, en tanto que el art. 115.II de la CPE,
estatuye: 'El Estado garantiza el derecho al debido proceso, a la defensa y a una justicia plural,
pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones', como el art. 117.I de la Norma Suprema,
menciona: «Ninguna persona puede ser condenada sin haber sido oída y juzgada previamente en un
debido proceso. Nadie sufrirá sanción penal que no haya sido impuesta por autoridad judicial
competente en sentencia ejecutoriada».
El debido proceso, consagrado, conforme lo anotado, como garantía constitucional y como derecho
humano, ha sido entendido por la jurisprudencia constitucional como: '…el derecho de toda persona
a un proceso justo, oportuno, gratuito, sin dilaciones y equitativo, en el que entre otros aspectos, se
garantice al justiciable el conocimiento o notificación oportuna de la sindicación para que pueda
estructurar eficazmente su defensa, el derecho a ser escuchado, presentar pruebas, impugnar, el
derecho a la doble instancia, en suma, se le dé la posibilidad de defenderse adecuadamente de
cualquier tipo de acto emanado del Estado, donde se encuentren en riesgo sus derechos, por cuanto
esta garantía no sólo es aplicable en el ámbito judicial, sino también administrativo' (SC 0788/2010-R
de 2 de agosto).
Finalmente, cabe señalar que, cuando se analiza el art. 180.I de la CPE, que dictamina que: «La
potestad de impartir justicia emana del pueblo boliviano y se sustenta en los principios de
independencia, imparcialidad, seguridad jurídica, publicidad, probidad, celeridad, gratuidad,
pluralismo jurídico, interculturalidad, equidad, servicio a la sociedad, participación ciudadana,
armonía social y respeto a los derechos», se denota que el debido proceso se configura como un
principio que emerge del Estado de Derecho y del principio de legalidad en su vertiente procesal, lo
cual no solo debe ser observado en instancias jurisdiccionales, sino también en administrativas;
conforme a lo que ha establecido el Tribunal Constitucional en la SC 0136/2003-R de 6 de febrero, al
señalar que: “…la Constitución Política del Estado (CPE), consagra la garantía del debido proceso,
expresando que 'Nadie puede ser condenado a pena alguna sin haber sido oído y juzgado en proceso
legal', de lo que se extrae que la Ley Fundamental del país, persigue evitar la imposición de una
sanción, o la afectación de un derecho, sin el cumplimiento de un proceso previo, en el que se
observen los derechos fundamentales y las garantías de naturaleza procesal contenidos en la
Constitución y las leyes que desarrollan tales derechos, garantía que conforme a la jurisprudencia
sentada por este Tribunal, alcanza a toda clase de procesos judiciales o administrativos…”; de donde
se colige que el derecho del debido proceso no se limita al ámbito jurisdiccional solamente, sino que
se extiende a cualquier procedimiento en el que deba determinarse una responsabilidad, entre ellas
en el ámbito laboral, donde se debe respetar, entre otros, el derecho a la defensa, a ser sometido a
un proceso, a presentar sus pruebas, los cuales no pueden ser evadidos.
La SC 0999/2003-R de 16 de julio, señaló que: “La importancia del debido proceso esta ligada a la
búsqueda del orden justo. No es solamente poner en movimiento mecánico las reglas de
procedimiento sino buscar un proceso justo, para lo cual hay que respetar los principios procesales
III.3. Con relación a los procedimientos disciplinarios de faltas y sanciones dentro del magisterio,
personal docente y administrativo
La Resolución Suprema 212414 de 21 de Abril de 1993, con referencia a las faltas y sanciones en su
art. 8, estableció un catálogo de faltas leves, graves y muy graves, disponiendo a partir del art. 9, la
tipificación de las mismas señalando que son leves:
g) La inasistencia a desfiles o actos oficiales cívicos patrióticos auspiciados o convocados por las
autoridades del ramo.
f) La deserción elevada de los alumnos causada por la ineptitud o malos tratos del maestro.
h) El abandono del lugar de las funciones hasta cinco días en escuelas urbanas o siete en
lugares alejados, sin licencia ni autorización.
i) La venta o uso indebido del material escolar, sanitario, deportivo, de trabajo, etc., destinado
a la institución o co-participación de utilidades.
l) La entrega de informaciones, documentos, etc., que no son de uso público a personas ajenas
al servicio;
n) La usurpación de funciones.
q) El descuido y abandono de los alumnos durante las visitas a museos, centros culturales,
excursiones y otros deportivos o de recreación.
r) El alquiler a favor de terceras personas de locales escolares, maquinas, mobiliario, etc., para
fines particulares.
ARTÍCULO 11.- (Tipificación de faltas muy graves). Son faltas muy graves:
El art. 12, establece la aplicación de sanciones, disponiendo que: “Se aplicará sanciones a los
infractores por los tribunales que tramiten los procesos, de acuerdo a la concurrencia de
circunstancias atenuantes o agravantes.
b) Sanciones por faltas graves: Suspensión de funciones sin goce de haber de quince (15) a
sesenta (60) días, postergación de ascenso por un (1) año, descenso a un cargo inferior;
c) Sanciones por faltas muy graves: Retiro definitivo del ejercicio del Magisterio o destitución
del cargo.
ARTÍCULO 14.- (Sanción inexistente). Toda sanción disciplinaria impuesta sin el cumplimiento de las
normas procesales, especificadas en el presente reglamento, se tendrá por inexistente”.
Con referencia a los Tribunales Disciplinarios el art. 15, estableció la estructura señalando que: “Los
Tribunales Disciplinarios estarán organizados en los niveles nacional y departamental. Se
compondrán de un PRESIDENTE, un FISCAL PROMOTOR y un SECRETARIO ACTUARIO.
ARTÍCULO 16.- (Tribunal Nacional). El Tribunal Disciplinario Nacional, con sede en la ciudad de La
Paz, tiene competencia para conocer las apelaciones interpuestas contra los fallos pronunciados por
los tribunales de primera instancia o departamentales estará presidido por el Director General de
Educación.
ARTÍCULO 18.- (Conformación de los tribunales). Los tribunales departamentales y nacionales están
conformados por un Presidente, un Fiscal Promotor, y un Secretario-Actuario. Los tribunales estarán
conformados por maestros-abogados de ascendencia y autoridad moral. Los primeros serán
designados por el Director Departamental de Educación (urbano o Rural) de manera corresponsable
con la Federación Departamental de Trabajadores de Educación urbana del área correspondiente. El
segundo será designado por el Ministerio de Educación y Cultura en corresponsabilidad con la
Confederación de Trabajadores de Educación Urbana o Rural.
ARTÍCULO 19.- Los miembros componentes de los tribunales deberán ser de igual o superior
jerarquía a la de los encauzados.
ARTÍCULO 21.- Las excusas y recusaciones sólo procederán cuando exista parentesco consanguíneo
hasta el cuarto grado o vínculo espiritual determinado.
ARTÍCULO 22.- Las faltas leves serán sancionadas por la autoridad inmediata superior. Las faltas
graves y muy graves serán sancionadas por el tribunal correspondiente”.
En cuanto al proceso disciplinario el art. 23 estableció que: “La denuncia podrá se interpuesta
verbalmente o por escrito por los damnificados o sus tutores, autoridad educativa, ante la autoridad
inmediata superior del imputado. En caso de ser verbal el funcionario que la reciba sentará acta, si
fuera escrita llevará firma o impresión digital, identificando a la persona que denuncia, en este
último caso con presencia de un testigo.
ARTÍCULO 24.- (Términos procesales). Los términos procesales a los que se sujetará el tribunal son:
b) Citación: 24 horas;
e) Fallo: 5 días;
f) Apelación: 3 días;
g) Remisión de obrados para la apelación o revisión: 48 horas después del término anterior;
Sobre los recursos de apelación el art. 25, dispuso que: “La parte que se creyere agraviada puede
interponer el recurso de apelación o alzada ante el Tribunal Nacional. La apelación se presentará
dentro de tres días, incluyendo la exposición de agravios, ante el mismo tribunal que sentenció la
causa.
ARTÍCULO 27.- La revocación o confirmación del fallo por el Tribunal Nacional será emitido por el
Ministerio de Educación mediante Resolución Ministerial, adquiriendo ésta la calidad de autoridad
de cosa juzgada”.
Por los antecedentes expuestos en el expediente, se advierte que el accionante fungía como
profesor de quinto “A” de la Unidad Educativa “Elodia Baldivia de Lijeron” y que el 3 de septiembre
de 2013, el Director de esa referida Unidad Educativa, le entregó un memorándum de severa
llamada de atención a consecuencia de un supuesto maltrato psicológico a una de sus estudiantes,
aspecto que fue puesto a conocimiento de la Comisión de la célula sindical y la Comisión
Disciplinaria, solicitando que se anule el señalado memorándum, motivo por el que se llevó a cabo
una reunión el 19 de ese mismo mes y año, entre el Director, el profesor y la célula sindical, en la
que determinaron que el memorándum no tendría ningún efecto, puesto que era una decisión
interna que no afectaría en la evaluación institucional del docente; sin embargo, en el informe de fin
de gestión de 2013, el Director accionado, puso en evidencia dicha situación y en consecuencia al
accionante a disposición de la Dirección Distrital de Educación, pese a que la denuncia del supuesto
maltrato psicológico, fue desmentida y retirada de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, por la
madre de la afectada, misma que fue puesta a conocimiento del Director Departamental de
Educación de La Paz, pese a eso el 6 de febrero de 2014, ésta autoridad, la Directora Distrital de
Educación, el Subdirector de Educación Regular, el Jefe de la Unidad de Asuntos Jurídicos,
autoridades del macro Distrito Educativo La Paz “III” y la Junta Escolar de la Unidad Educativa “Elodia
Baldivia de Lijeron”, determinaron cambiarlos a los cinco profesores observados, entre ellos al
accionante; por lo que, el 10 de similar mes y año, éste solicito al Director Departamental de
Educación de La Paz, la reincorporación a su fuente de trabajo, el 12 del mismo mes y año envió la
misma solicitud al Ministro de Educación.
Por lo expuesto se advierte que el accionante identifica dos actos lesivos, el primero referido a la
inexistencia de un procedimiento administrativo que haya dado lugar a su repliegue a la Dirección
Distrital de Educación y por consiguiente a la emisión del memorándum 81/2014 de 18 de febrero,
de cambio de Unidad Educativa y el segundo relacionado a la falta de respuesta a sus memoriales de
reincorporación.
Con referencia al primer acto lesivo, es preciso señalar que en cuanto a las faltas y sanciones del
magisterio, en lo que corresponde al personal docente y administrativo se aplica el Reglamento de
Faltas y Sanciones aprobado por Resolución Suprema 212414 de 21 de abril de 1993, el cual aún se
encuentra vigente, toda vez que, no fue abrogado ni derogado; conforme a esta disposición
desarrollada en el Fundamento Jurídico III.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional
existe un procedimiento a seguir cuando los docentes y personal administrativo del magisterio
cometen algunas de las faltas tipificadas en el referido reglamento.
Unidad Educativa, a lo que éste último señaló que el memorándum no tendría ningún efecto, puesto
que el mismo era interno y que no afectaría en la evaluación institucional del accionante; sin
embargo, en el informe de fin de gestión 2013, el Director utilizando ese antecedente puso al
accionante a disposición de la Dirección Distrital de Educación, quien en una reunión llevada a cabo
el 6 de febrero de 2014, conjuntamente con el Director Departamental, el Subdirector de Educación
Regular, Jefe de la Unidad de Asuntos Jurídicos, autoridades del macro distrito educativo de La Paz III
y la Junta Escolar de la Unidad Educativa Elodia Baldivia de Lijeron, tomaron la decisión de cambiar al
accionante de Unidad Educativa, conjuntamente a otros profesores, sin que éstos se hayan
constituido como Tribunal Disciplinario Departamental, ni hayan dado lugar a que el accionante
asuma defensa, emitiendo una sanción establecida para faltas leves, cuando la falta en primera
instancia fue considerada como grave, de lo que se establece que las autoridades demandadas no
aplicaron su propio reglamento de faltas y sanciones contraviniendo el mismo y en consecuencia
vulnerando el derecho al debido proceso, a la defensa y a la presunción de inocencia del accionante.
Por los fundamentos expuestos, el Tribunal de garantías al haber denegado la tutela solicitada, ha
actuado en forma parcial.
POR TANTO