Conocimientos Tradicionales Cosmovision Indigena

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LA NECESIDAD DE INTEGRAR LAS COSMOVISIONES INDIGENAS EN LOS SISTEMAS DE

PROTECCIÓN DE LOS CONOCIMIENTOS TRADICIONALES. HACIA UN ENFOQUE DESDE


LA DIVERSIDAD BIOCULTURAL.

GABRIEL RICARDO NEMOGÁ-SOTO


LA NECESIDAD DE INTEGRAR LAS COSMOVISIONES INDIGENAS EN LOS SISTEMAS DE
PROTECCIÓN DE LOS CONOCIMIENTOS TRADICIONALES. HACIA UN ENFOQUE DESDE
LA DIVERSIDAD BIOCULTURAL.

GABRIEL RICARDO NEMOGÁ-SOTO

Consultoría “Acceso y Distribución de Beneficios: estudios técnicos y análisis de casos de


bioprospección y biopiratería”

Proyecto GEF sobre Acceso a Recursos Genéticos y Distribución de Beneficios para América
Latina y del Caribe (Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guyana, Panamá, Perú y República
Dominicana – GEF ABS LAC)

Quito, marzo 2013.

Descargo de Responsabilidad

La designación de entidades geográficas y la presentación del material en este documento técnico no implican la expresión de

ninguna opinión por parte del GEF, PNUMA o UICN respecto a la condición jurídica de ningún país, territorio o área, o de sus
autoridades, o referente a la delimitación de sus fronteras y límites. Los puntos de vista que se expresan en esa publicación no
reflejan necesariamente los de GEF, PNUMA o UICN.

2
Tabla de contenido

Introducción 4
La protección del conocimiento tradicional 6
Reconocimiento de las cosmovisiones indígenas 8
El sujeto de derechos 12
Protección bajo propiedad intelectual y necesidad de regímenes sui generis 15
Registro de Conocimientos Colectivos en Perú 22
Antecedentes 22
Objetivos 26
Alcance y limitaciones 27
Objeto de protección, los conocimientos colectivos 29
El sujeto de derechos 30
Derechos 31
Componentes del sistema 31
Contenido del registro 34
Administración 34
Perspectiva sobre Acceso y Distribución de Beneficios 37
Conclusiones 38
Fuentes 42

3
Introducción

Con el surgimiento de biotecnologías que hicieron viable el desarrollo de aplicaciones


industriales basadas en el material genético, el conocimiento indígena y local asociado a los
usos de la biodiversidad adquirió importancia económica. La visión sobre la biodiversidad como
una reserva de materiales naturales, al igual que sobre el conocimiento indígena y local
asociado al uso de plantas y animales como base para desarrollar productos comercializables,
generaron diversas dinámicas e iniciativas de bioprospección con fines científicos y
comerciales. Algunas de estas iniciativas llevaron a la apropiación indebida de recursos
genéticos y de conocimiento tradicional, motivando procesos normativos para garantizar la
participación en la distribución de los beneficios derivados de la utilización de recursos y
conocimiento. En este sentido, se establecieron regímenes de acceso a recursos genéticos con
fundamento en los artículos 1 y 15 del CDB, que reconoció la soberanía de los países de
origen. Aunque el conocimiento tradicional fue mencionado en estos regímenes, los mismos no
desarrollaron una protección integral. Normas como la Decisión 391 de 1996 incluyeron el
conocimiento tradicional como un componente intangible de los recursos genéticos y
condicionaron el otorgamiento de derechos de propiedad intelectual sobre innovaciones
vinculadas con recursos genéticos y conocimientos tradicionales a su acceso legal (Disposición
complementaria segunda). Si bien esta norma avanzó en el reconocimiento del derecho de las
comunidades indígenas, afro americanas y locales para decidir sobre el acceso y el uso de los
conocimientos, prácticas e innovaciones (Art. 7 Dec.391), el desarrollo de un régimen integral
de protección de sus conocimientos, innovaciones y prácticas tradicionales quedó supeditado al
establecimiento de un régimen especial o norma de armonización (Disposición Transitoria
Octava). Luego de casi dos décadas, dicho régimen no ha sido establecido. A nivel nacional
tampoco se han concretado medidas para evitar la apropiación irregular de los recursos
genéticos y del conocimiento local asociado, excepto en Perú donde se ha establecido el
registro de conocimientos colectivos. Estos registros, inspirados en la iniciativa de registros de
biodiversidad impulsados inicialmente por ONGs en India,1 se han orientado a documentar
recursos y conocimientos locales para impedir la obtención o explotación indebida de derechos

1 La iniciativa HoneyBee Network es un ejemplo en India. Ver Gupta A.K. (2000). La Librería Digital sobre
Conocimiento Tradicional de la India, se ha promovido como un modelo exitoso para combatir la apropiación
indebida del conocimiento tradicional asociado a la biodiversidad, especialmente en sistemas de medicina tradicional
(WIPO, 2011).

4
de propiedad intelectual, hacer cumplir las normas sobre acceso y hacer efectiva la distribución
de beneficios.
En este documento se examina el tema de protección y conservación del conocimiento
tradicional de los pueblos indígenas y comunidades locales. Se parte del enfoque teórico de la
diversidad biocultural para fundamentar una comprensión más integral sobre las interrelaciones
entre el conocimiento tradicional y la biodiversidad. Este enfoque facilita entender la pertinencia
y necesidad de tomar en cuenta las cosmovisiones indígenas. Luego, se identifican
instrumentos internacionales que han consagrado derechos de los pueblos indígenas
relacionados con su identidad cultural, sus conocimientos tradicionales y sus recursos
naturales. Posteriormente, se precisa el marco de la propiedad intelectual desde el cual se ha
planteado hasta ahora la protección del conocimiento tradicional, sus ventajas y limitaciones.
Por último se reseña uno de esfuerzos más sistemáticos en la protección del conocimiento
tradicional, el caso del registro de conocimientos colectivos en Perú. Junto con el estudio de
caso del sistema de registro de conocimientos colectivos, este documento evalúa el alcance de
este mecanismo para la conservación y protección del conocimiento, innovaciones y prácticas
asociadas con la conservación de la biodiversidad y su uso sostenible.

5
La protección del conocimiento tradicional
En forma consistente, varias declaraciones y expresiones de líderes de pueblos indígenas han
indicado que la conservación y protección del conocimiento tradicional están estrechamente
vinculadas con los derechos sobre el territorio, sus recursos y el derecho a la
autodeterminación.2 Se alude así a que los conocimientos tradicionales forman parte integral de
los modos de vida indígena y local que se despliegan en interacción permanente y dinámica
con la naturaleza. La implicación de tales declaraciones es simple y directa: sin garantizar los
territorios, los derechos sobre sus recursos y el ejercicio a la libre determinación no es posible
la conservación del conocimiento tradicional en una forma significativa para la supervivencia de
los pueblos.

La posición de los pueblos indígenas tiene fundamento en su modo de vida y práctica diaria. La
interrelación entre el conocimiento tradicional y las dinámicas ecosistémicas de los territorios
que habitan han sido documentadas en estudios realizados en diferentes ecosistemas, desde
el ártico hasta los desiertos en África, y desde los Andes hasta los sistemas insulares en el
Pacífico, mostrando que el conocimiento tradicional es parte esencial de la adaptación de los
diversos grupos humanos a las cambiantes condiciones ambientales (Infield, 2001; Lauer &
Aswani, 2009; Gombay, 2010; Woodley, 2010). Estos conocimientos tradicionales mantienen
una articulación intrínseca y necesaria con la cosmovisión, los rituales y la espiritualidad de
cada pueblo. Sus contenidos particulares corresponden al contexto socio-ambiental local y
están presentes en las historias de origen, en las relaciones con las deidades, en las
ceremonias y en las prácticas que conforman la diversidad biocultural. El enfoque desde la
diversidad biocultural reconoce los “estrechos vínculos del conocimiento tradicional con la
biodiversidad, los territorios tradicionales, los valores culturales y las normas consuetudinarias
todo lo cual es vital para preservar el conocimiento tradicional” (Swiderska, 2006, p. 17)3.
Desde este enfoque los conocimientos tradicionales son parte integral de la diversidad cultural
y surgen de los retos y de la solución a problemas que las comunidades enfrentan en todos los

2Declaración de la Unión de Jefes Indios de la British Columbia de Febrero del 2000; Declaración de Kari_Oca y
Carta de la Tierra de los Pueblos Indígenas (1992), Declaración de Mataatua sobre Derechos Intelectuales y
Culturales de los Pueblos Indígenas (1993).
3Ver también Maffi (2005) y Maffi (2010). Se puede entender la diversidad biocultural como “la diversidad de la vida
en todas sus manifestaciones –biológicas, culturales, y lingüísticas- que están interrelacionadas (y probablemente
co-evolucionaron) dentro de un complejo sistema adaptativo socio-ecológico” (Maffi, 2010, p. 5).

6
ámbitos de la vida, y por tanto, para garantizar su generación y conservación se requiere que
las comunidades puedan desarrollar y mantener, desde su propia cosmovisión, sus
interacciones con el territorio y sus recursos.

Desde las cosmovisiones indígenas la separación entre el conocimiento sobre los seres vivos,
el ambiente natural y la vida social resulta impracticable, pues la naturaleza y lo humano no se
hallan escindidos. La indisolubilidad entre el conocimiento y las diversas manifestaciones de la
vida ha sido evidenciada en prácticas comunitarias de conservación documentadas por
Swiderska (2006) bajo el concepto de “patrimonio biocultural colectivo”. Este concepto
comprende “El conocimiento, innovaciones y prácticas de las comunidades indígenas y locales
que son mantenidos colectivamente y están inextricablemente unidos a los recursos y territorios
tradicionales, a la economía local, la diversidad de genes, variedades, especies y ecosistemas,
valores culturales y espirituales, y las normas consuetudinarias moldeadas dentro del contexto
socio-ecológico de las comunidades” (Swiderska & Argumedo, 2006, p. 11). Adicionalmente,
experiencias de África, Asia, Norte y Sur América referenciadas por Maffiy Woodley (2010),
reiteran que las interrelaciones entre la diversidad biológica y cultural son la base de esfuerzos
de conservación y afirmación cultural en iniciativas comunitarias de diversos pueblos indígenas
del mundo.4

Lo anterior sugiere que las interrelaciones entre diversidad biológica y cultural son relevantes
para el diseño de estrategias de protección del conocimiento tradicional e implican a tener en
cuenta los modos de vida de los pueblos indígenas y comunidades locales. Conservar las
condiciones que aseguren la generación de conocimientos obliga a detener la pérdida de la
diversidad cultural característica de los países megadiversos. Equivale a conservar las
soluciones adaptativas desarrolladas por la humanidad en diferentes contextos geográficos al
enfocar los problemas sociales y ambientales (Maffi & Woodley, 2010). En el continente, los
pueblos indígenas y aquellos pueblos trasladados desde África en condiciones de esclavitud,
sobrevivieron las prácticas devastadoras de los imperios coloniales. Posteriormente, su misma

4 Los pueblos indígenas representan entre 4.000 y 5.000 de los 6.000 lenguajes hablados en el mundo; los pueblos
indígenas representan por ello la mayor diversidad cultural pese a constituir únicamente cerca del 5% de la
población mundial. La desaparición acelerada de lenguas nativas significa que los saberes codificados en ellas se
están extinguiendo con consecuencias negativas para los pueblos indígenas, la conservación de la biodiversidad y
para la humanidad en su conjunto (Oviedo, González & Maffi 2004).

7
existencia fue obstaculizada por políticas de asimilación y eliminación impulsadas por los
diversos gobiernos que buscaron forjar estados nación homogéneos. A pesar de estos
procesos, la mayoría de los pueblos indígenas y de las comunidades negras y locales
mantuvieron sus cosmovisiones como fundamento de las interacciones con la naturaleza, en
particular, con plantas y animales, y continuaron desarrollando los conocimientos colectivos
que les permitieron adaptarse y subsistir.

Reconocimiento de las cosmovisiones indígenas


Desde la diversidad biocultural adquieren relevancia los referentes conceptuales de los propios
pueblos indígenas y de las comunidades cuyos conocimientos se pretende proteger. El Suma
Qumaña o el Buen Vivir5, es la expresión de las aspiraciones de los pueblos indígenas a tener
una plenitud de vida, asumiendo el respeto y la responsabilidad con todos los seres de la
naturaleza y reconociendo la especie humana como parte de ella. Esta visión reconoce el valor
intrínseco de la naturaleza, de cada ser vivo por el solo hecho de su existencia. Desde esta
concepción, la valoración y el intercambio económico del conocimiento no se convierten en el
objetivo principal o la prioridad de sus sistemas de protección y conservación.6 El concepto del
Buen Vivir y los elementos culturales propios de las cosmovisiones de los pueblos indígenas
comienzan a ser reconocidos en la agenda de discusión sobre los conocimientos tradicionales
y la demanda por un sistema integral que haga efectiva la protección y conservación de los

5No hay un consenso sobre la concepción Suma qamaña. En Ecuador se usa el término Quechua Sumak Kawsa y
equivalente al término AymaraSumaQamaña o Buen Vivir .Sin embargo, los elementos nodales de esta concepción
coinciden con los principios de otros pueblos indígenas en el sur del continente, como lo describen distintos autores.
Uzeda (2009), .Huanacuni (2010) Ascarrunz (2011). En el norte, en pueblos indígenas de Canadá, la concepción
Mino-bimaadiziwin del pueblo Anishinaabe (Ojibwe) que se puede traducir como Vivir Bien o Buena Vida. Ver
McGregor (2006).
6 La concepción del Buen Vivir es una afirmación conceptual contra el énfasis comercial sobre los recursos naturales
que ha impulsado los procesos extractivos de gran impacto ambiental “Continuaremos fortaleciendo y defendiendo
nuestras economías y los derechos a nuestros territorios y recursos,contra las industrias extractivas, inversiones
depredadoras, apropiación de tierras y territorios, desplazamientos forzados y proyectos de desarrollo insostenibles.
Estos incluyen las grandes represas hidroeléctricas, plantaciones, infraestructuras a gran escala, extracción de
arenas de alquitrán y otros mega-proyectos, así como el robo y la apropiación de nuestra biodiversidad y
conocimientos tradicionales.” (Declaración Conferencia Internacional de los Pueblos Indígenas Río+20 sobre el
Desarrollo Sostenible y la Libre determinación, 2012).

8
conocimientos colectivos (Sociedad Peruana de Derecho Ambiental & Secretaría General de la
Comunidad Andina, 2012).

Las cosmovisiones indígenas y sus modos de vida tienen una prelación por lo colectivo antes
que por derechos individuales. La dinámica y adaptación de los modos de vida indígena a
situaciones cambiantes, antes que impedir el acceso y controlar la disponibilidad del
conocimiento, ha requerido el intercambio activo y la transferencia intergeneracional de
información estratégica, habilidades y saberes. La distribución generalizada del conocimiento
para solucionar problemas de salud, alimentación, vivienda, cohesión social, conservación de
cultivos, y engeneral, usos, innovaciones y prácticas asociadas a la biodiversidad son una
adaptación colectiva cuya apropiación y control individual sería una desventaja para la
subsistencia del colectivo en un medio cambiante. El conocimiento colectivo del pueblo Inuit
sobre el caribú en el ártico, por ejemplo, garantiza que la comunidad pueda actuar
apropiadamente frente a las variaciones de la población de esta especie y de sus ciclos
migratorios a lo largo de los años, como lo documentó Berkes (2008). En similar sentido, los
saberes y conocimientos colectivos de los pobladores andinos, con la preservación de la
diversidad de cultivos y las prácticas culturales y ceremoniales correspondientes, sustentan su
permanencia en un ambiente que cambia constantemente (Ishizawa, 2010). El reconocimiento
del carácter colectivo de instituciones, prácticas y derechos de los pueblos indígenas ha sido
reconocido en el derecho internacional como se muestra a continuación.

Derechos colectivos de los Pueblos Indígenas


Los derechos sobre los conocimientos tradicionales han sido reconocidos en diversos
instrumentos internacionales y han de servir de fundamento para el diseño de mecanismos que
satisfagan las necesidades e intereses de los pueblos indígenas. Aunque no define la
titularidad sobre el conocimiento tradicional, el CDB crea la obligación para los países parte de
promover el uso del conocimiento tradicional y contar con el consentimiento de las
comunidades indígenas y locales para su acceso. El alcance de la “protección del conocimiento
tradicional, innovaciones y prácticas” contenido en el artículo 8(j) va más allá de establecer
normas de protección legal sobre el conocimiento, como lo precisó el Secretario Ejecutivo del
CDB (Executive Secretary. Secretariat of the Convention on Biological Diversity, 2004). El CDB
enfoca la protección sobre los conocimientos, las innovaciones y las prácticas asociadas con la

9
biodiversidad, pero su reconocimiento se extiende a los estilos de vida de las comunidades
indígenas y locales que interactúan y promueven la conservación de la biodiversidad.
Adicionalmente, el CDB (Art. 10, c) establece que los países parte han de promover el uso del
derecho consuetudinario, lo cual es relevante para el diseño de sistemas de protección. 7

En el desarrollo de la legislación y sistemas de protección, los países parte del Convenio 169
de la OIT tienen el compromiso de proteger sus valores y prácticas sociales, culturales y
espirituales conforme al derecho consuetudinario y en consulta con los pueblos indígenas (Arts.
5.1, 8.2 y 13.1; OIT 169). El compromiso de adoptar medidas que aseguren “la plena
efectividad de los derechos sociales, económicos y culturales de esos pueblos, respetando su
identidad social y cultural, sus costumbres y tradiciones, y sus instituciones” está igualmente
previsto en dicho Convenio (Art. 2.2.b, OIT 169). La obligación de garantizar los derechos de
estos pueblos “a los recursos naturales existentes en sus tierras” (Art. 15.1, OIT 169) y el
derecho a que los programas de educación abarquen “sus conocimientos y técnicas, sus
sistemas de valores y todas sus demás aspiraciones sociales, económicas y culturales” (Art.
27.1, OIT 169) señalan premisas a tener en cuenta en el diseño de políticas, medidas e
instituciones de protección de los conocimientos tradicionales.

Debido a que para los pueblos indígenas su conocimiento está intrínsecamente articulado con
su forma de vida, el derecho a la libre determinación es relevante en el diseño de mecanismos
para la conservación y protección del conocimiento tradicional. Responder las preguntas sobre
qué se ha de entender por “protección” y qué se ha de proteger, requiere de la participación
autónoma, activa y plena de los pueblos conforme a su derecho consuetudinario y sus
costumbres. Son los propios pueblos y las comunidades indígenas las que deberán decidir
sobre las prioridades sociales, políticas, culturales y económicas para su permanencia y
fortalecimiento como pueblos.8 Tal como ha sido reconocido en la Declaración de las Naciones

7Otros instrumentos como el Tratado Internacional de la FAO sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación
y la Agricultura (Art. 9, 2, a) reconoce la responsabilidad de los gobiernos nacionales de adoptar medidas para
proteger y promover los derechos del agricultor, en particular la protección de los conocimientos tradicionales de
interés para los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura.
8“1) Definir e implementar nuestras propias prioridades para el desarrollo económico, social, cultural y protección
ambiental, sobre la base de nuestras culturas, conocimientos y prácticas tradicionales, y la aplicación de nuestro

10
Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas (DNUDPI, Arts. 3, 31 y 32), es en el ejercicio
de la libre determinación que los pueblos pueden decidir los niveles de interacción y de
adopción de prácticas, productos y tecnologías para su desarrollo político, cultural, económico y
social. En este sentido, la protección de los conocimientos tradicionales y sus saberes es un
derecho fundamental de los pueblos indígenas que forma parte integral y sustantiva de sus
modos de vida tal como lo han resaltado expertos indígenas de la región (De la Cruz, 2005).9

La DNUDPI reconoce explícitamente en su artículo 31 a los pueblos indígenas el derecho a


controlar y proteger sus conocimientos tradicionales, sus expresiones culturales y las
manifestaciones de sus ciencias, tecnologías y culturas. Igualmente reconoce el derecho a
“mantener, controlar, proteger y desarrollar la propiedad intelectual de dicho patrimonio cultural,
sus conocimientos tradicionales y sus expresiones culturales tradicionales” (Art. 31). Aunque
forma parte del llamado derecho blando, sin fuerza jurídicamente vinculante, la DNUDPI es
parte del marco jurídico obligatorio en países como Bolivia10 y en los sistemas jurídicos que
integren las provisiones de la DNUDPI como parte del bloque de constitucionalidad por tratarse
de derechos humanos fundamentales. Adicionalmente, su adopción por la Asamblea General
de la Naciones Unidas, la firma por 143 países, y posteriormente por los países que se
abstuvieron o que se opusieron inicialmente, hacen de la DNUDPI un referente necesario en el
diseño de sistemas de protección.
Las negociaciones del Protocolo de Nagoya (PN) dieron lugar a importantes reconocimientos
en el foro internacional del CDB. De nuevo, en el marco del CDB los sujetos colectivos de
interés no son sólo las comunidades indígenas, sino las comunidades locales y el PN
promueve que los países adopten medidas legislativas, administrativas y de política para que
dichas comunidades participen de los beneficios derivados de la utilización de conocimiento
tradicional y recursos genéticos, de conformidad con las leyes nacionales (Art. 5, numerales 2 y

derecho inherente a la libre determinación” (Declaración Conferencia Internacional de los Pueblos Indígenas Río+20
sobre el Desarrollo Sostenible y la Libre determinación. 2012).
9“La libre-determinación es la base para el Buen Vivir / Vivir Bien de nuestros pueblos. Para ello es fundamental
asegurar los derechos territoriales, la gestión territorial y la construcción de economías comunitarias dinámicas. Las
economías locales aseguran formas y medios de vida locales sostenibles, solidaridad comunitaria y son
componentes básicos de resiliencia de los ecosistemas” (Declaración Conferencia Internacional de los Pueblos
Indígenas Río+20 sobre el Desarrollo Sostenible y la Libre determinación, 2012)
10La DNUDPI fue adoptada como Ley N°3760, del 7 de noviembre de 2007.

11
5). Igualmente en relación con los conocimientos tradicionales asociados a recursos genéticos,
reitera la pertinencia y la necesidad de tomar en cuenta el derecho consuetudinario y los
protocolos comunitarios (Art. 12, numeral 1). Asimismo reitera orientaciones ya establecidas
previamente a nivel regional. Por ejemplo, la Dec. 391 de 1996 señala la necesidad de que la
aplicación del PN no restrinja el intercambio consuetudinario de recursos genéticos y
conocimientos tradicionales asociados (Art. 12, num. 4). Estas disposiciones del PN especifican
las obligaciones de las partes en relación con los derechos de las comunidades indígenas y
locales dentro del ámbito del CDB. Su importancia radica en que no contravienen los derechos
incluidos en la DNUDPI y permiten una interpretación que puede direccionar la acción de los
países partes. No obstante, a pesar de tratarse de un instrumento vinculante, el lenguaje
utilizado “cada parte adoptará medidas, legislativas, administrativas o políticas, según proceda”
y prever que su cumplimiento se haga “de acuerdo con la legislación doméstica” introduce un
amplio margen de incertidumbre en cuanto al cumplimiento efectivo de estas obligaciones por
parte de los estados.

El sujeto de derechos
La diversidad de pueblos y comunidades ancestrales, sus diversas trayectorias históricas y los
diferentes niveles de interacción con el modo de organización social predominante plantea
enormes retos para precisar los sujetos de derechos. La definición adoptada en instrumentos
internacionales tiene precedentes en el Convenio 169 de 1989 de la OIT. En esta definición se
destacan factores objetivos que aluden a la distinción entre pueblos tribales y pueblos
indígenas. Con pueblos tribales se hace referencia a colectividades con condiciones sociales,
culturales y económicas distintivas y que estén además regidos total o parcialmente por sus
propias tradiciones o costumbres. En el caso de las antiguas colonias los pueblos indígenas
son aquellos con vínculos ancestrales con los grupos humanos presentes en el territorio a la
llegada del colonizador y que conservan instituciones sociales, económicas, culturales y
políticas propias. La definición adoptada en el Convenio 169 incluye igualmente un aspecto
subjetivo esencial referido a la conciencia o auto-reconocimiento indígena o tribal.11 Para los

11“1. El presente Convenio se aplica: (a) a los pueblos tribales en países independientes, cuyas condiciones sociales,
culturales y económicas les distingan de otros sectores de la colectividad nacional, y que estén regidos total o
parcialmente por sus propias costumbres o tradiciones o por una legislación especial; (b) a los pueblos en países
independientes, considerados indígenas por el hecho de descender de poblaciones que habitaban en el país o en

12
propios pueblos indígenas la cuestión de quién es indígena y los criterios para su
reconocimiento tiene siempre implicaciones políticas (Corntassel, 2003).

El CDB adopta el término comunidades indígenas y locales, pero en el preámbulo se refiere a


las comunidades locales y poblaciones indígenas que tienen sistemas de vida tradicionales
basados en los recursos biológicos. En el artículo 8 (j) al concretar uno de los compromisos de
los países miembros, el CDB se refiere a las comunidades indígenas y locales que entrañen
estilos tradicionales de vida pertinentes para la conservación y la utilización sostenible de la
diversidad biológica y la utilización sostenible de sus componentes. Reconoce la estrecha
dependencia de las comunidades con la biodiversidad y la conveniencia de compartir
equitativamente los beneficios que se derivan de la utilización de los conocimientos
tradicionales con estas comunidades, pero no incluye una definición operativa. Aun así, el
término de comunidades indígenas y locales ha sido adoptado posteriormente en los
instrumentos que desarrollan el CDB como el Protocolo de Cartagena (2000) y el de Nagoya
(2010).

Esto resalta la importancia de los esfuerzos del Comité Intergubernamental sobre Propiedad
Intelectual y Recursos Genéticos, Conocimiento Tradicional y Folclore (CIG) de la OMPI por
avanzar en una mayor determinación. Este Comité indica que el uso del término “comunidades
indígenas y locales” en el CDB se refiere a “comunidades que se identifican desde antaño con
las tierras y las aguas en las que viven o que han utilizado conforme a sus tradiciones.”
(Secretariat of the Permanent Forum on Indigenous Issues, 2004).12 Precisando aún más la
noción de comunidad local, se señala que se trata de “la población humana que vive en una
zona que se distingue por características ecológicas propias y cuyo sustento está supeditado
en todo o en parte directamente a los bienes y servicios que le brindan la biodiversidad y el
ecosistema. Los conocimientos tradicionales que posee esa población proceden de la señalada

una región geográfica a la que pertenece el país en la época de la conquista o la colonización o del establecimiento
de las actuales fronteras estatales y que, cualquiera que sea su situación jurídica, conservan todas sus propias
instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas”.2. La conciencia de su identidad indígena
o tribal deberá considerarse un criterio fundamental para determinar los grupos a los que se aplican las
disposiciones del presente Convenio” (Numerales 1 y 2, Convenio 169 de 1989 de la OIT).
12 Véase también de la Secretariat of thePermanentForumonIndigenousIssues el documentoUNEP/CBD/WS-
CB/LAC/1/INF/5.

13
relación de dependencia, y atañen a actividades como la agricultura, la pesca, el pastoreo, la
caza y la recolección, para citar sólo algunas” (UNEP-CBD, 2005, p. 2). Otros instrumentos
como el Tratado Internacional de la FAO sobre Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y
la Agricultura utilizan también los términos “comunidades indígenas y locales” y “comunidades
locales” sin establecer una definición explícita pero reconociendo las contribuciones que estas
comunidades han realizado en especies vegetales para la alimentación y la agricultura (Art.
9.1).

En la región andina se ha avanzado en la definición de las comunidades titulares de derechos


sobre conocimientos indígenas, tradicionales o ancestrales. En la Decisión 391 de 1996 de la
Comunidad Andina de Naciones (CAN) se incluye la definición de comunidad indígena,
afroamericana o local como “grupo humano cuyas condiciones sociales, culturales y
económicas lo distinguen de otros sectores de la colectividad nacional, que está regido total o
parcialmente por sus propias costumbres o tradiciones o por una legislación especial y que,
cualquiera sea su situación jurídica, conserva sus propias instituciones sociales, económicas,
culturales y políticas o parte de ellas.” Esta definición guarda similitud con el concepto previsto
en el Convenio 169 de 1989, aunque elimina el componente subjetivo reconocido en dicha
definición. El sujeto de protección en la legislación andina incluye las comunidades
afrodescendientes y las comunidades locales. Con la expresión comunidades
afrodescencientes incluye a las poblaciones trasladadas al continente bajo condiciones de
esclavitud en el período colonial. Adicionalmente, la definición de la norma andina acoge la
expresión “comunidades locales” del CDB, dando alcance a las poblaciones que sin ser
indígenas mantienen relación con recursos de la biodiversidad y a comunidades campesinas
cuyas identidades indígenas han sido desdibujadas en la mayoría de los casos por procesos de
integración y de reformas agrarias.

En cada contexto histórico-cultural los sujetos colectivos destinados a ser protegidos pueden
revestir mayor complejidad. En el caso de Bolivia, por ejemplo, al establecer el Estado
plurinacional en la nueva Constitución se reconoció explícitamente a las Naciones y Pueblos
indígenas originarios y campesinos. En la nueva constitución se incluye también el término
“comunidades interculturales” para referirse a los pueblos originarios del occidente del país que
migraron al oriente bajo la política de ampliación de la frontera agrícola en la década de 1960.
Adicionalmente la Constitución de 2009 reconoce los mismos derechos a las comunidades del

14
pueblo afroboliviano. Al considerar el contexto histórico en estados plurinacionales como el
boliviano, la precisión del sujeto jurídico desde un enfoque biocultural es relevante si se tiene
en cuenta que los diferentes pueblos indígenas representan más del 60% de la población
(UNASUR 2011). La precisión de los sujetos de protección será uno de los elementos de
decisiones políticas al momento de elaborar regímenes sui generis, como se detallará en
régimen de protección del Perú. Otros aspectos relevantes de los regímenes sui generis en
contextos de diversidad biológica y cultural se examinarán en seguida.

Protección bajo propiedad intelectual y necesidad de regímenes sui generis


Las diversas y complejas situaciones que rodean la discusión sobre un sistema de protección
del conocimiento tradicional fueron asumidas inicialmente en el marco de la OMPI como
cuestiones técnicas de exploración, con la creación del Comité Intergubernamental sobre
Propiedad Intelectual y Recursos Genéticos, Conocimiento Tradicional y Folclore (CIG). Las
actividades exploratorias del CIG iniciadas en el 2001 han sido inclusivas de diversas
perspectivas gubernamentales, industriales, académicas, indígenas y de organizaciones no
gubernamentales. Dado su vínculo con las negociaciones en el CDB, y el carácter de la OMPI,
el CIG asumió un enfoque inicial defensivo desde la propiedad intelectual sobre los temas de
acceso y distribución de beneficios derivados de la utilización de recursos genéticos, la
protección del conocimiento tradicional y de las expresiones del folclor. Al lado de los recursos
genéticos (RGs), el enfoque conceptual que ha guiado las actividades del CIG diferencia los
conocimientos tradicionales (CC.TT.) de sus expresiones culturales tradicionales (ECT) o
expresiones del folclor. Dentro del marco referencial de la propiedad intelectual, unos y otros
son vistos como activos de carácter económico y cultural objeto de protección. En el desarrollo
de sus análisis, el CIG entiende por conocimientos tradicionales “[…] conocimientos dinámicos
y en constante evolución, que se crean en un contexto tradicional, se preservan colectivamente
y se transmiten de generación en generación y que incluyen, entre otros, los conocimientos
especializados, las capacidades, las innovaciones, las prácticas y el aprendizaje que perviven
en los recursos genéticos” (OMPI 2012a, p. 4). De todos modos no hay un consenso al interior
del CIG sobre la materia protegible y las últimas versiones del documento “La protección de los

15
conocimientos tradicionales: proyecto de artículos”, preparado por la Secretaría, aún incluye
dos opciones de definiciones de conocimientos tradicionales (OMPI, 2012b).13

Hoy en día es aceptado que el carácter tradicional no hace referencia al contenido del
conocimiento sino a su contexto, y el carácter colectivo muestra su conexión con el modo de
vida distintivo de un pueblo o comunidad. Para el CIG los conocimientos indígenas se
entienden como parte del universo más amplio de conocimientos tradicionales (OMPI, 2012a).
La conexión entre los conocimientos tradicionales, el modo de vida y la identidad cultural de los
pueblos indígenas para merecer protección no es nueva en las discusiones del CIG: “puede ser
necesario que los conocimientos tengan un carácter intergeneracional, estén vinculados
objetivamente a la comunidad de origen y mantengan una asociación subjetiva dentro de dicha
comunidad, de manera que formen parte de la propia identidad de ésta.” (WIPO, 2008, p. 5).
Desde este punto de vista los conocimientos tradicionales no se restringen a aquellos
vinculados con los recursos genéticos, sino que incluyen cualquier ámbito de la técnica. Los
conocimientos relativos a la biodiversidad son apenas un ejemplo de los conocimientos que se
busca proteger. Así lo especifica la segunda parte de una de las opciones de definición al
indicar: “También son conocimientos tradicionales los conocimientos relacionados con la
biodiversidad, los estilos de vida tradicionales y los recursos naturales” (OMPI, 2012b, p. 8).

Sin embargo, el ámbito del CIG está fijado en la propiedad intelectual como lo establece la
noción operativa de protección. 14 Protección en este contexto es la salvaguarda de los
conocimientos tradicionales y las expresiones culturales tradicionales contra su utilización no
autorizada o su explotación no equitativa. En este ámbito se distingue la protección positiva y la
protección preventiva. Con la primera se busca impedir el uso no autorizado por parte de
terceros. Igualmente comprende el control y explotación directa de los conocimientos
tradicionales por la propia comunidad. Por su parte, con la protección preventiva se impide el

13Ver también Documento WIPO/GRTKF/IC/24/4.


14La noción de protección en el marco del CIG OMPI diferencia su ámbito de protección frente a otros instrumentos
internacionales como el CDB, la Convención de la UNESCO para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial
de 2003 y la Convención de la UNESCO sobre la Protección y la Promoción de la Diversidad de Expresiones
Culturales de 2005.

16
otorgamiento de “derechos de propiedad infundados o ilegítimos sobre la materia objeto de los
conocimientos tradicionales y los recursos genéticos conexos” (OMPI, 2012a, p. 36).15

La búsqueda de soluciones dentro del marco de la propiedad intelectual (PI) parte de


considerar que si la PI ha sido utilizada para la indebida monopolización y privatización de los
conocimientos indígenas, sus instituciones se pueden mejorar para evitarlo. Se han incluido
medidas relacionadas con las patentes como la divulgación de origen y los certificados de
origen y se ha sugerido la adopción de medidas similares en relación con el otorgamiento de
certificados de obtenciones vegetales (Tobin, 1996; Mgbeoji, 2006). En relación con el derecho
de patentes se ha ampliado la documentación mínima vía el Tratado de Cooperación en
Patentes (PCT) buscando resolver la disponibilidad de publicaciones de conocimiento
tradicional en la fase de revisión del estado de arte o de la técnica. Igualmente, en el 2006 se
incluyó una categoría sobre materias relacionadas con el conocimiento tradicional en la
Clasificación Internacional de Patentes (CIP) (OMPI, 2008).

No obstante, con sus potenciales ajustes y sus complementos, se han reconocido limitaciones
a la propiedad intelectual para proteger el conocimiento tradicional y sus expresiones culturales
(OMPI, 2012c). En razón de las condiciones particulares de creación, transferencia y uso del
conocimiento tradicional se ha sugerido que su protección requiere el diseño de sistemas
únicos y especiales o sistema sui generis. El diseño de sistemas sui generis es necesario ya
que las nociones de propiedad privada y de propiedad intelectual individual sobre el
conocimiento tradicional y elementos de la biodiversidad se oponen al libre intercambio y la
distribución del conocimiento tradicional de contextos culturales tradicionales (Posey, 2002). El
control y la restricción en el acceso y uso de conocimientos tradicionales no son relevantes,
excepto en los casos de uso de plantas sagradas en ceremonias y prácticas espirituales que
requieren un entrenamiento y cualificación para su manejo.

Sin embargo, diversos pueblos indígenas y comunidades locales que interactúan con la
biodiversidad enfrentan actualmente un contexto que presiona por el uso industrial y comercial
de sus conocimientos. La visión predominante en el marco de la propiedad intelectual desde el
que se ha buscado proteger los conocimientos tradicionales responde a la actividad creciente

15Ver también documento WIPO/GRTKF/IC/13/5(b) Rev. p.6.

17
de iniciativas privadas e institutos de investigación y a la dificultad para controlar el uso de tales
conocimientos. 16 Agencias de cooperación como la UNCTAD identifican el conocimiento
indígena como un valioso recurso que puede ser utilizado para el desarrollo y el comercio con
resultados económicos para sus poseedores (Bhatti, 2004). Twarog (2004) plantea la
necesidad de una evaluación integral a nivel nacional para la preservación, protección y
promoción del conocimiento tradicional, en especial previendo la eventual disposición de
algunas comunidades para participar en la comercialización de su conocimiento o de las
expresiones culturales del mismo (Twarog, 2004). La comercialización del conocimiento
tradicional y de sus productos es una opción que algunas comunidades asumen actualmente
en condiciones inequitativas. Es en este contexto que el control sobre su conocimiento,
innovaciones y prácticas, al igual que la utilización de instrumentos de propiedad intelectual
como marcas colectivas, denominaciones de origen e indicaciones geográficas, certificados de
origen, entre otros, pueden cumplir una función para garantizar la participación justa en
beneficios económicos (Tobin, 1997; Downes & Laird, 1999). En este caso, no se trataría de un
régimen sui generis sino de la utilización de instrumentos de propiedad intelectual para mejorar
la capacidad y posición negociadora de las comunidades que opten por desarrollan relaciones
de comercialización.

Desde la perspectiva de los pueblos indígenas las posibilidades de transacciones comerciales


sobre sus conocimientos colectivos sería solo una opción complementaria, pero no podría ser
el referente central para la protección y conservación de sus conocimientos tradicionales, a
menos que las comunidades transformen radicalmente sus formas de vida tradicional y
colectiva. Por su parte, dentro del marco económico en el que se desenvuelven las alternativas
de protección vía derechos de propiedad intelectual, las prioridades no son que las distintas
formas de vida de los pueblos indígenas se preserven y que sus conocimientos se practiquen y
renueven en la comunidad indefinidamente. Para la preservación de sus saberes,
conocimientos tradicionales y prácticas, es necesario el diseño de medidas sui generis de
protección sin perder de vista que la plena conservación requiere de enfoques bioculturales que
incorporen las cosmovisiones indígenas.

16 Nemogá (2013) realizó un análisis sobre Colombia (período 1991-2010) en el cual se demuestra que los
programas de investigación en diversidad genética y las políticas sobre biodiversidad se definieron sin reconocer el
papel activo y los derechos de las comunidades y pueblos que constituyen la diversidad étnica y cultural de la
nación.

18
El texto “La Protección del Conocimiento Tradicional. Proyecto de artículos” fue presentado a la
Asamblea General de la OMPI en el 2012 y se enmarca en la elaboración de uno o varios
textos internacionales vinculantes para la protección de los RGs, los CC.TT. y las ECT (OMPI,
2013). El proyecto de articulado CIG-OMPI es un texto generado en el marco de los mandatos
de la Asamblea General de la OMPI. Se trata de un documento de trabajo e incluye
redacciones alternativas y el razonamiento de los facilitadores sobre el alcance y
sistematización del articulado. Los textos alternativos aún denotan tensiones entre una
protección más integral del conocimiento tradicional y una protección funcional para efectos de
su comercialización. En desarrollo de las deliberaciones del CIG, en el texto se han incorporado
los “objetivos políticos” y los “principios rectores generales” (OMPI 2010) incluidos en el
documento WIPO/GRTKF/18/5 Prov. (“La protección de los conocimientos tradicionales:
Objetivos y principios revisados”). En los objetivos y en los principios rectores se incluyen
elementos como el reconocimiento del valor intrínseco, espiritual y científico de los
conocimientos tradicionales. Reconoce que los sistemas de conocimiento tradicional tienen un
valor científico equivalente a los otros sistemas de conocimiento (considerando i). Igualmente
llama a respetar los sistemas de conocimiento tradicionales, sus contribuciones a la ciencia y la
tecnología, a la seguridad alimentaria y la agricultura sostenible (considerando ii). Reconoce el
carácter distintivo de los sistemas de conocimiento tradicional y deja abierta la posibilidad de
que los sistemas de protección correspondan a dicho carácter (considerando v).

Ratifica igualmente el consenso en torno a la vocación por hacer efectivo el consentimiento


fundamentado previo y los términos mutuamente acordados y por impedir la apropiación
indebida de los conocimientos tradicionales (considerando vii). Adicionalmente el texto llama a
detener la concesión o el ejercicio de derechos de propiedad intelectual sobre conocimientos
tradicionales y recursos genéticos acudiendo a la creación de bibliotecas digitales de
conocimientos tradicionales. Esta opción, al igual que la exigencia de revelar la fuente y el país
de origen de los recursos, la evidencia del consentimiento informado previo y las condiciones
de distribución de beneficios son textos no consensuados (considerando xiv). A la vez el texto
señala la tensión con sectores que reiteran el valor de la noción de dominio público
(considerando vii).

Es notorio que el texto propuesto promueve la vinculación de las comunidades a la utilización


comercial de los conocimientos tradicionales para el desarrollo económico y la comercialización

19
de productos derivados de los conocimientos tradicionales. El vínculo de los conocimientos
tradicionales con el desarrollo económico busca garantizar las relaciones de las comunidades
con opciones de mercado para el conocimiento tradicional y sus productos (OMPI, 2013). Sin
embargo, esta opción se condiciona a que sea consistente con el derecho de las comunidades
poseedores de los conocimientos a definir libremente su desarrollo económico (considerando
xiii).

El proceso de negociación y resultados del CIG tendrá una gran influencia en el desarrollo de
regímenes de protección aunque su elaboración como instrumento internacional está todavía
en curso. De todos modos, a nivel de los países es necesario adelantar las discusiones
necesarias para avanzar en opciones de protección integral que reconozcan los contextos
históricos y las características de la diversidad biocultural en cada caso. En este sentido, es
necesario examinar los antecedentes en la Comunidad Andina de Naciones (CAN) orientados
al establecimiento de un régimen sui generis.

Los elementos previstos para la propuesta de régimen sui generis de la CAN hacen énfasis en
los conocimientos, innovaciones y prácticas de los pueblos indígenas relacionados con la
biodiversidad, pero se refiere también a los aspectos culturales y el folklore (De la Cruz et al.,
2005). La propuesta incluye también los saberes ancestrales pues estos comprenden la
sabiduría de los pueblos indígenas conforme a sus cosmovisiones. Los elementos enfatizan “la
amplia gama de conocimientos, innovaciones y prácticas tradicionales de los pueblos indígenas
que tienen relación con la biodiversidad, los aspectos culturales y el folklore” (De la Cruz et al.,
2005, p. 7).

Entre las alternativas consideradas por De la Cruzet al. (2005) para la protección sui generis se
encuentran: a) un régimen sui generis de protección del conocimiento colectivo e integral, sin
mayor interrelación con el derecho de propiedad intelectual, b) un régimen sui generis de
protección del conocimiento tradicional colectivo e integral resultado de combinar el derecho de
propiedad intelectual y los sistemas de conocimiento de los pueblos indígenas, c) la protección
vía normas nacionales, y d) la protección del conocimiento tradicional colectivo e integral vía el
derecho consuetudinario (De la Cruz et al,. 2005, p. 23-24).
Los elementos propuestos promueven la adopción de un régimen andino de protección sui
generis de los conocimientos, innovaciones y prácticas tradicionales colectivos e integrales de

20
los pueblos indígenas sobre la base del derecho consuetudinario y de sus prácticas culturales.
En apoyo de esta opción se indica que: “Las organizaciones de los pueblos indígenas han
coincidido en que un régimen sui generis podría ser el mecanismo idóneo, dada las
características propias de los conocimientos tradicionales colectivos e integrales, como su
carácter colectivo y la práctica intergeneracional. Sin embargo, una medida de protección
mediante los derechos de propiedad intelectual vigentes, ni siquiera con que se incorporen
nuevos elementos, resuelve el problema de fondo, es decir, la naturaleza misma del
conocimiento dado que no garantiza su continuación y dinámica.” (De la Cruz et al., 2005, 25).

En un texto posterior sobre posibles elementos para el régimen sui generis de la Secretaria
General, Comunidad Andina (2009, p. 3) se plantea como objetivo general “valorar y fortalecer
los sistemas de conocimiento de los pueblos indígenas y comunidades afroamericanas y
locales, y prevenir la apropiación indebida de estos conocimientos y sus diferentes
manifestaciones culturales tangibles e intangibles”. Esta propuesta retoma elementos del
campo de la propiedad intelectual al establecer el ámbito de aplicación sobre los conocimientos
tradicionales vinculados al manejo de ecosistemas y usos sobre recursos de la biodiversidad, y
sobre expresiones de la cultura tradicional (Secretaria General Comunidad Andina, 2009). El
documento contempla garantías como el consentimiento fundamentado, libre y previo, la
confidencialidad y las normas contra la competencia desleal, los registros nacionales y locales,
y los acuerdos, contratos y licencias de uso; entre los mecanismos e instrumentos de
protección positiva incluye herramientas de propiedad intelectual tales como las marcas
colectivas, las indicaciones geográficas y los derechos de autor. Aunque este documento de la
Secretaria General de la Comunidad Andina (2009) no ha sido adoptado formalmente, señala
una perspectiva limitada dentro del ámbito de la propiedad intelectual para el desarrollo de un
régimen sui generis de protección, diferente a la opción de protección integral y culturalmente
apropiada. En materia de decisiones políticas parece pertinente retomar los trabajos del grupo
de expertos indígenas, tener en cuenta los elementos recogidos en el documento de la
Secretaria General, pero enfocar los trabajos y discusiones a partir de una perspectiva desde
diversidad biocultural con vocación para integrar las cosmovisiones indígenas.

Como se ha presentado en esta parte general, el enfoque de la diversidad biocultural, el


reconocimiento de concepciones como el Buen Vivir y las iniciativas de protección bajo la
noción de “patrimonio biocultural colectivo” señalan la pertinencia y necesidad de trabajar con

21
nociones que le den alcance a las cosmovisiones indígenas. Se han reseñado los esfuerzos
por elaborar regímenes de protección sui generis y la propuesta de articulado para un régimen
internacional de protección en el contexto de la propiedad intelectual. Los países de la región
Latinoamericana y del Caribe han liderado enfoques innovadores para el aprovechamiento de
la biodiversidad y lideran propuestas para establecer regímenes de acceso, combatir la
biopiratería e introducir modificaciones al sistema de patentes. Igualmente, podrían
desarrollarse propuestas que partan de reconocer la importancia de la diversidad biocultural
para el diseño de un sistema sui generis en aras de la protección integral de los conocimientos
tradicionales que corresponda a la libre determinación y a la afirmación cultural de los pueblos
indígenas y comunidades locales. Los regímenes de acceso y de registro que existen o que se
discuten en algunos países pueden ser complementarios para un régimen integral de
protección, pero al estar enmarcados directa o indirectamente en las instituciones del derecho
de propiedad intelectual pueden ser limitados en sus alcances. La siguiente sección enfoca el
caso de los registros de conocimientos colectivos en Perú, como una de las experiencias más
consolidadas en la región en la protección de los conocimientos colectivos.

Registro de Conocimientos Colectivos en Perú

Antecedentes
El proceso de gestación, diseño, discusión y adopción del mecanismo de protección de
conocimientos colectivos en Perú tomó al menos seis años. Al tiempo de la adopción de la Dec.
391 en 1996, Perú estableció grupos de consulta integrados por representantes del gobierno, la
academia, las comunidades indígenas y ONGs que llevaron finalmente a la elaboración y
adopción de una norma para la protección del conocimiento tradicional (Tobin & Swiderska,
2001; Álvares, 2008; Ruiz, 2010).17 La preparación de los primeros borradores de una posible
legislación se estructuró a partir de reuniones con líderes de comunidades indígenas,
representantes de otros países vecinos, al igual que en seminarios y reuniones internacionales
auspiciados por el Instituto Nacional para la Defensa de la Competencia y la Protección de la

17En 1997, la Ley No. 26839 sobre Conservación y Uso sostenible de los Recursos Genéticos reconoció que los
conocimientos, innovaciones y prácticas de los pueblos indígenas referidos a la diversidad biológica forman parte de
su patrimonio cultural, y que tienen el derecho a decidir sobre su uso.

22
Propiedad Intelectual – INDECOPI y OMPI (Pacón, 2004). Para el año 2000, al menos dos
borradores de propuesta ya habían sido publicados oficialmente por INDECOPI en Perú.18 Dos
años más tarde Perú adopta la Ley 27811 de Agosto de 2002 para la Protección de los
Conocimientos Colectivos de los Pueblos Indígenas Relacionados con los Recursos
Biológicos.19

A lo largo de la iniciativa gubernamental, se contó con participación de las organizaciones y


pueblos indígenas, sin que ello constituyera procedimientos de consulta previa. La participación
indígena fue menor en la fase de elaboración (1996-1998), mayor en la fase de consulta (1998-
1999), y significativa en la fase de posterior a la publicación (Octubre 1999-2000) (Tobin &
Swiderska, 2001).20 Luego de la publicación se creó el Grupo de Trabajo de Participación
Indígena (GTPI) integrado por instancias gubernamentales en asuntos indígenas y por
organizaciones indígenas con el propósito de lograr una amplia difusión a nivel nacional (Tobin
& Swiderska, 2001). Las actividades de participación continuaron con la puesta en vigencia de
la norma. Ruíz (2010) anota que durante las actividades de capacitación e implementación de
la Ley 27811, los representantes de organizaciones indígenas participaron en la definición de
los formatos de solicitud y en la adopción del criterio de gratuidad de los procedimientos para
los registros y denuncias por infracción.

18 De acuerdo con la literatura consultada hubo varios borradores preparatorios pero se toman en cuenta las
publicaciones oficiales. En 1999 el INDECOPI publicó la “Propuesta de Régimen de Protección de los Conocimientos
Colectivos de los Pueblos Indígenas y Acceso a los Recursos Genéticos” 21 de Octubre de 1999 (Resolución 0322-
1999-INDECOPI/DIR. En el 2000, el INDECOPI publicó la Propuesta de Régimen de Protección de los
Conocimientos Colectivos de los Pueblos Indígenas. Documento de Trabajo No. 010 - 2000. Diario Oficial El
Peruano. 31 de Agosto del 2000).
19Tobin y Swiderska (2001) señalan la incidencia de los conflictos y los vacíos normativos sobre conocimiento
tradicional que afloraron con las negociaciones de un acuerdo dentro del Programa de Cooperación para la
Biodiversidad (ICBG) en Perú. Este acuerdo incluyó la Universidad de Washington, Sarle & Co (filial de Monsanto),
organizaciones locales y nacionales representativas de los Aguarunas de la Amazonía, la Confederación de
Nacionalidades Amazónicas del Perú, el Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
y la Universidad Cayetano Heredia del Perú.
20 Los conocimientos colectivos asociados son altamente valorados y diversos en el Perú, dada la presencia
de 1.786 comunidades indígenas amazónicas de 60 pueblos étnicos de acuerdo con el Censo de 2007, además de
comunidades afroperuanas y campesinas que interactúan con la biodiversidad del país.

23
La iniciativa peruana no se limitó a la expedición de una norma legal, sino que esta formó parte
de la respuesta gubernamental, apoyada por sectores de la sociedad civil, para hacer efectivos
los derechos del país sobre los recursos genéticos. Es relevante en esta experiencia el
involucramiento directo y el liderazgo de la entidad peruana gubernamental en propiedad
intelectual, el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y la Propiedad Intelectual
(INDECOPI). Al mismo tiempo, el liderazgo de esta institución se correlaciona con el énfasis y
los objetivos del sistema de registro demarcado por instituciones de la propiedad intelectual. La
conformación de equipos de trabajo interinstitucionales que convocaron entidades estatales,
ONGs, investigadores y algunas organizaciones indígenas en el desarrollo de la iniciativa es un
rasgo característico del enfoque participativo de la legislación en esta materia en Perú. Esta
dinámica sobre el tema de protección de conocimientos colectivos tuvo incidencia también a
nivel internacional en las posiciones que la delegación oficial del Perú ha presentado en el
marco del CDB y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) y la Organización
Mundial del Comercio (OMC).21 Parte de la estrategia gubernamental fue la creación de la
Comisión Nacional para la Prevención de la Biopiratería mediante la Ley 28216 de 2004 sobre
Protección al Acceso a la Diversidad Biológica Peruana y los Conocimientos Colectivos de los
Pueblos Indígenas. La Comisión tiene una composición multisectorial integrada por organismos
gubernamentales, no gubernamentales y privados y está destinada entre otras funciones a
“identificar y efectuar el seguimiento de las solicitudes de patentes de invención concedidas en
el extranjero, relacionadas con los recursos biológicos o conocimientos colectivos de los
pueblos indígenas […]” (Art. 4, c, Ley 28216). La Comisión complementa el régimen de
protección de los conocimientos colectivos establecidos en la Ley 27811.

La iniciativa peruana también contó con contextos favorables a nivel internacional animados por
los compromisos en materia de propiedad intelectual en el marco de la Organización Mundial
del Comercio (OMC) y por la introducción de regímenes de acceso al amparo del CDB. Al
mismo tiempo, la necesidad de actualizar las legislaciones sobre propiedad intelectual de los
países andinos y la imposición de mínimos de protección en materia de propiedad intelectual
generaron procesos de reforma. La elaboración y adopción de la Decisión 345 sobre Régimen

21Algunas de estas intervenciones son por ejemplo, el Informe de la Comisión Ad Hoc liderada por INDECOPI,
Quinta Reunión del Comité Intergubernamental sobre Propiedad Intelectual y Recursos Genéticos, Conocimientos
Tradicional y Folklore de la OrganizaciónMundial de Propiedad IntelectualOMPI. (2005).. Similar documentohabía
sido previamente presentado en el Consejo WTO TRIPS con la referencia IP/C/W/441, Marzo 8, 2005.

24
Común de Protección a los Derechos de los Obtentores de Variedades Vegetales marcó la
dirección de los entonces países de la CAN para proteger derechos sobre variedades vegetales
homogéneas, estables, distinguibles obtenidas por métodos científicos. Con esta medida los
países andinos dieron prioridad a los intereses de los fitomejoradores, pero especialmente a los
exportadores que debían garantizar mínimos de protección de los derechos de los titulares de
las variedades usadas para el mercado externo, por ejemplo el sector floricultor en Colombia.
Como resultado se introdujo un régimen de protección para los obtentores vegetales, pero se
desatendió la necesidad de desarrollar un régimen sui generis para proteger las innovaciones,
los conocimientos y las prácticas de los pueblos indígenas de la región. Se omitió proteger los
derechos de las comunidades indígenas y locales que durante siglos domesticaron y cultivaron
los parientes ancestrales y locales, base de las variedades vegetales sobre las cuales los
fitomejoradores reciben derechos exclusivos. La Decisión 345 reconoció derechos a quienes
obtuvieran variedades mediante procedimientos científicos pero no a las comunidades
indígenas y locales que obtienen sus variedades por métodos tradicionales.22 Como resultado
de la discusión de este régimen y de sus implicaciones, se incluyó una norma transitoria para
que se estableciera un régimen común de acceso sobre recursos biogenéticos dentro del
marco del CDB (cláusula 3, disposiciones transitorias. Dec. 345).

En el contexto del reconocimiento de derechos soberanos sobre los recursos genéticos los
países de la CAN fueron pioneros en desarrollar un régimen común de acceso, resaltando la
presencia de ecosistemas que trascendían sus fronteras político-administrativas. Al establecer
la Decisión 391 de 1996, se reconoció la estrecha interdependencia de las comunidades
indígenas, afroamericanas y locales con la biodiversidad y el derecho a decidir sobre el acceso
a sus conocimientos (Art. 7). Años más tarde, en la Decisión 486 del 2000, nuevamente en
materia de propiedad intelectual, se reiteró la obligación de revelar el origen de los recursos
genéticos y del conocimiento tradicional cuando las invenciones estuvieran directa o
indirectamente relacionadas (Art. 26 literales h, i, j).

22Artículo 4.- Los Países Miembros otorgarán certificados de obtentor a las personas que hayan creado variedades
vegetales, cuando éstas sean nuevas, homogéneas, distinguibles y estables y se le hubiese asignado una
denominación que constituya su designación genérica.Para los efectos de la presente Decisión, entiéndase por
crear, la obtención de una nueva variedad mediante la aplicación de conocimientos científicos al mejoramiento
heredable de las plantas. Dec. 345 de 1993.

25
Asimismo, en la Decisión 523 de 2002 sobre la Estrategia regional de Diversidad Biológica y la
Decisión 524 que estableció una Mesa de Trabajo para los Pueblos Indígenas (2002) se hizo
referencia nuevamente a los conocimientos tradicionales pero sin desarrollar un régimen de
protección. Las discusiones sobre iniciativas reglamentarias y planes de trabajo en la región
andina sobre protección y conservación de la biodiversidad, y sobre acceso a recursos
genéticos crearon un ambiente propicio para introducir mecanismos de protección de los
conocimientos colectivos asociados a la biodiversidad que fructificaron en Perú, a diferencia de
los demás países andinos. A nivel internacional, la Quinta Conferencia de las partes (COP 5,
año 2002. Decisión V/16: Artículo 8 j) y disposiciones conexas, requirió a las partes apoyar el
desarrollo de registros de conocimiento tradicional, innovaciones y prácticas de comunidades
indígenas y locales (Convenio de Diversidad Biológica, 2000).
Como se va a describir en el caso del Perú, los registros son parte de una estrategia nacional
tendiente a contrarrestar la pérdida del control sobre el conocimiento tradicional por procesos
económicos, sociales y culturales. El sistema de registros es uno de los instrumentos legales y
de política orientados a promover, valorar, difundir y proteger los conocimientos colectivos de
las comunidades (Ruiz, 2010).

Objetivos
En el caso peruano, el objetivo primordial es establecer un régimen especial de protección de
los conocimientos colectivos de los pueblos indígenas vinculados a los recursos biológicos (Art.
3). El sistema se establece como mecanismo defensivo para evitar el otorgamiento de
derechos de propiedad intelectual sobre invenciones obtenidas a partir de conocimientos
colectivos, en particular desvirtuando la novedaden las solicitudes de patentes (Art. 5, f).
El registro es, además, un mecanismo que puede facilitar las transacciones entre los
potenciales usuarios de los conocimientos colectivos sobre la biodiversidad y los proveedores
de tales conocimientos. Se establece una base institucional para asegurar que las
comunidades que aportan los conocimientos participen en los beneficios derivados de su
utilización. El régimen busca que el uso de los conocimientos colectivos se haga con el
consentimiento informado previo de los pueblos indígenas, y bajo una distribución justa y
equitativa de los beneficios derivados de su utilización. En un sentido más amplio el sistema
busca promover el respeto, preservación y aplicación de los conocimientos colectivos,
fortalecer y desarrollar capacidades de las comunidades, incluso promover el uso de los
conocimientos colectivos en beneficio de los pueblos indígenas y de la humanidad (Art. 5, a, e y

26
d). Estos objetivos son limitados al sistema de registro que cubre conocimientos colectivos pero
no las prácticas y las innovaciones de los pueblos indígenas asociados a la biodiversidad,
como se enuncia en forma más amplia en el CDB.
El artículo 8 (j) del CDBincluyeel respeto y preservación de conocimientos, innovaciones y
prácticasde comunidades indígenas y locales que incorporen estilos de vida pertinentes para la
conservación y uso sostenible de la biodiversidad, pero igualmente incluye como objetivo
suaplicación más amplia, previendo que los beneficios derivados de dicha utilización se
compartan en forma equitativa. El sistema de registro peruano enfoca la documentación de los
conocimientos sobre la biodiversidad, con el énfasis primordial de prevenir el otorgamiento
ilegal de patentes

Alcance y limitaciones
Los registros son por naturaleza restrictivos en su alcance. No pueden abarcar todas las
expresiones intelectuales y culturales de un pueblo o comunidad. El sistema de registro en
Perú no cubre otros tipos de conocimiento distintos a los asociados a la biodiversidad y en ese
sentido es diferente al régimen de protección legal introducido en Panamá que se enfoca en las
invenciones, modelos, dibujos y diseños, innovaciones contenidas en las imágenes, figuras,
símbolos, gráficos, petroglifos y otros detalles; así como elementos culturales históricos,
música, artes, expresiones artísticas y todas las manifestaciones susceptibles de uso
comercialAsamblea Legislativa de Panamá, 2000). Mientras el sistema panameño se enfoca en
los objetos que son expresiones culturales de los pueblos indígenas(Presidencia de la
República de Panamá, 2001), elregistro peruano cubre los conocimientos colectivos asociados
al uso de la biodiversidad.

El sistema peruano se estructura en el marco de la propiedad intelectual. El registro de


conocimientos colectivos funciona en combinación con otros instrumentos como contratos de
licencia para uso comercial, secretos industriales y normas sobre competencia (Art. 6). El
consentimiento previo informado de las organizaciones indígenas correspondientes debe
obtenerse cuando el acceso a los conocimientos colectivos se haga con fines de aplicación
científica, comercial o industrial. Si se trata de acceso con fines comerciales o industriales se
requiere adicionalmente un contrato de licencia de uso cuyo contenido mínimo también se
establece legalmente (Art. 6 y 7). La ley peruana introduce la posibilidad de que las
comunidades reciban una compensación por el uso de conocimiento colectivo que se

27
encuentre accesible públicamente, o que haya sido puesto en el dominio público en los últimos
20 años (Art. 13).

En la medida en que el registro de conocimientos colectivos tiene efectos declarativos, la


realización de un registro no anula los derechos de otros pueblos. Los conocimientos pueden
pertenecer a varias comunidades (Ley 27811, Art. 10). Es posible que para una comunidad los
usos de unas plantas tengan connotaciones espirituales que no sean compartidos igualmente
para otra. El sistema prevé que en casos de diferencias entre pueblos indígenas se puede
acudir al derecho consuetudinario y a formas tradicionales de solución de conflictos (Art. 46).
Esta previsión aplica en todos los casos de discrepancias entre pueblos indígenas en el marco
de aplicación del régimen. Una situación particular sería en relación con la obligación de
informar al mayor número de pueblos indígenas poseedores de un conocimiento que esté
siendo objeto de negociación de licencias de uso por parte de organizaciones indígenas y la
obligación de tomar en cuenta sus intereses y valores espirituales, culturales o creencias
religiosas (Art. 6). La obligación no incluye notificar a comunidades de los países vecinos.23

El sistema peruano de registros constituye una protección defensiva (Art. 16). La finalidad
defensiva se materializa directamente en la disponibilidad y uso de información de carácter
público que puede ser utilizada por las oficinas de propiedad intelectual sobre el estado de arte.
El aspecto principal es defensivo pues el registro busca desvirtuar las pretensiones de novedad
en solicitudes de patentes sobre innovaciones basadas directa o indirectamente en
conocimiento tradicional. Sin embargo, el sistema peruano tiene elementos de protección
positiva. El registro de conocimientos colectivos confidenciales consagra aspectos asociados
con los secretos industriales o empresariales tales como la protección contra divulgación o
contra el incumplimiento de la reserva de confidencialidad (Art 42). Las comunidades afirman
sus derechos sobre el conocimiento registrado y adicionalmente disponen de acciones

23Para los países que comparten ecosistemas es importante prever mecanismos de notificación mutua identificando
las entidades responsables de realizarla. Existen pueblos indígenas cuyos territorios ancestrales fueron divididos por
fronteras político administrativas, con ecosistemas y biodiversidad común incorporados en sus costumbres,
tradiciones y cultura. Los países de la comunidad andina, por ejemplo, podrían diseñar mecanismos para la
notificación de solicitudes de acceso y para la búsqueda de consensos entre comunidades que se hallan separadas
por fronteras nacionales dibujadas en sus territorios.

28
indemnizatorias contra usuarios que hagan uso sin observar los protocolos de acceso previstos
en la norma o que incumplan las obligaciones de confidencialidad (Art. 43).

Es necesario anotar que el énfasis del sistema peruano no es la constitución de derechos


exclusivos, sino precisar la existencia de ciertos conocimientos colectivos en una comunidad
específica y evitar su apropiación indebida por parte de terceros. Las comunidades que
registran conocimientos confidenciales no reciben protección como titulares exclusivos de tales
conocimientos, pues otras comunidades pueden compartir los mismos usos y registrarlos
posteriormente. Sin embargo, ante la solicitud de acceso al conocimiento registrado, son las
comunidades que hayan realizado el registro las que pueden otorgar o negar dicho acceso
mediante la negociación de licencias de uso pudiendo asegurar la participación en los
beneficios que se deriven de la utilización de dicho conocimiento. Al mismo tiempo el sistema
de registro de conocimientos colectivos no limita el uso directo por parte de las comunidades
que posean dicho conocimiento o el intercambio tradicional entre comunidades. Incluso en el
caso de licencias de uso otorgadas por un pueblo indígena sobre ciertos conocimientos, dichas
licencias no pueden limitar el otorgamiento de licencias sobre los mismos conocimientos por
parte de otras comunidades (Art. 32).
.
Objeto de protección, los conocimientos colectivos
La Ley peruana se enfoca exclusivamente sobre los conocimientos colectivos de los pueblos
indígenas. Explícitamente se excluyen los conocimientos que puedan pertenecer a los
individuos (Art. 10). Se entiende que los individuos tienen protección en todas las formas
disponibles de la propiedad intelectual. En la práctica los miembros de una comunidad no
elaboran su conocimiento en forma aislada; antes bien tales conocimientos han sido
transferidos por otros o han sido el resultado de las interacciones con miembros de su
comunidad. En el componente empírico sobre plantas medicinales, el médico tradicional prueba
sus procedimientos, ensaya las plantas para tratar enfermedades en la comunidad, recibe de
sus pacientes respuestas e información sobre resultados que corroboran la eficacia de plantas
y procedimientos. La idea del individuo inventor aislado no aparece en las sociedades
indígenas. La idea del creador individual de conocimiento es una noción formada en el
Renacimiento y consolidada en las sociedades capitalistascentradas en el individuo como
núcleo de derechos de propiedad.Esta idea persiste en la sociedad moderna a pesar de las
revoluciones tecnológicasque transformaron la labor del investigador individual en trabajo en

29
grupos yequipos de investigadores,muchas veces situado en diferentes localidades pero
investigando sobre un mismo producto o aplicación tecnológica.

Respecto a los beneficiarios algunos sistemas dejan abierta la posibilidad de beneficios para
individuos poseedores de conocimiento tradicional (OMPI, 2011) Es posible igualmente que
algunos sistemas reconozcan derechos a una autoridad gubernamental, previendo que los
ingresos derivados de la utilización de los conocimientos tradicionales se transfieran a
programas educativos, de desarrollo sostenible, de patrimonio nacional, de bienestar social o
cultural.
Conforme al alcance de la ley peruana se trata de impedir el registro de conocimientos
colectivos a título personal, como resulta de examinar los requisitos establecidos para solicitar
el registro de conocimientos (art. 20). En este sentido se prevé que los pueblos indígenas sean
representados por sus propias organizaciones, según las formas tradicionales de organización
de los pueblos indígenas (art. 14) como sujetos de protección.

El sujeto de derechos
La forma como la norma peruana resuelve la delimitación del sujeto destinatario de la
protección es bastante flexible y amplia. La definición sobre pueblos indígenas para efectos del
sistema de protección de los conocimientos colectivos hace referencia a pueblos originarios
anteriores a la formación del estado nacional, con una cultura propia y un territorio. En la
definición se incluyen el elemento subjetivo o auto-reconocimiento. La norma peruana también
incluye explícitamente a los pueblos en aislamiento voluntario y a las comunidades campesinas
y nativas. Aunque la definición delimita el alcance en el primer inciso, seguidamente se indica
que indígenas es sinónimo de originarios, tradicionales, étnicos, ancestrales, nativos, u otros
vocablos (Art. 2. Ley 27811).

De esta manera, la definición incluida en la norma peruana no se convierte en obstáculo para


incluir otras comunidades con intereses en el sistema de protección de conocimientos
colectivos y el funcionamiento del sistema de registros. En el desarrollo de la norma se
reconoce la representación de los Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos tanto en el

30
Comité de Administración del Fondo de Desarrollo de los Pueblos Indígenas (art. 39) como en
el Consejo especializado en la protección de conocimientos indígenas (art. 66).24

Derechos
En el artículo 1, y coherente con el artículo 7 de la Decisión 391, la norma peruana reconoce “el
derecho y la facultad para decidir de los pueblos indígenas, sobre sus
conocimientoscolectivos”. Aunque el registro no es constitutivo de derechos, al registrar sus
conocimientos los pueblos indígenas adquieren protección contra la indebida “revelación,
adquisición o uso de tal conocimiento colectivo sin su consentimiento y de manera desleal” (Art.
42) siempre que dicho conocimiento se inscriba en el registro confidencial. Las acciones contra
la infracción podrán iniciarse de oficio por INDECOPI o por acción interpuesta por el pueblo
perjudicado. En casos de utilización contraria a lo previsto en el sistema de registro, las
organizaciones delos pueblos indígenas afectados por dicha utilización pueden ejercer
acciones reivindicatorias e indemnizatorias (Arts. 42, 43, 45).

Componentes del sistema


La Ley peruana establece un sistema integrado por registros, licencias de uso, secretos
industriales y un mecanismo compensatorio por el uso del CT asociado a la biodiversidad.
En cuanto a registro se incluye uno de carácter público, uno de carácter confidencial y
eventualmente un registro local de conocimientos colectivos (Art. 15). En el Registro Público se
integran los conocimientos que son accesibles públicamente por haber sido previamente
difundidos o publicados, con o sin el consentimiento de las comunidades, e
independientemente de las circunstancias en que se hayan hecho públicos. Los conocimientos
incluidos en este tipo de registro se basan en la información bibliográfica disponible. Por su
parte, el Registro Confidencial está integrado por conocimientos colectivos reportados como
tales por los pueblos y comunidades indígenas ante la autoridad nacional de propiedad
intelectual. Estos registros proceden por solicitud de las organizaciones representativas de los
pueblos o comunidades. La Ley prevé igualmente el establecimiento de registros locales de
conocimientos colectivos de acuerdo con sus usos y costumbres. En este caso las
comunidades pueden solicitar la asistencia técnica de INDECOPI.

24 En abril de 2011 se celebraron reuniones con organizaciones indígenas tendientes a definir la conformación del
Comité de Administración según nota de Mescco (2011).

31
El número de registros ha aumentados sostenidamente a lo largo de los años. En el 2009 se
tenían 219 registros (Ruiz, 2010), a octubre de 2012 se tenían 1081 registros de conocimientos
colectivos, incluyendo conocimientos en el registro público, aunque la mayoría (60%) eran
conocimientos e información que no ha sido publicada. Para el 2012, el INDECOPI había
recibido 1594 solicitudes de registro de conocimientos colectivos (INDECOPI, 2012).

La gestión del sistema ha mostrado que los procesos de registros son complejos por los
procedimientos de validación, dado que sin identificación y verificación de los recursos
biológicos involucrados los registros carecen de solidez. Los procesos de colecta, transporte,
conservación e identificación son costos adicionales que generan dificultades para las
comunidades. La falta de identificación científica de los recursos biológicos asociados
imposibilita la concesión del respectivo registro.

Las licencias previstas como parte del sistema tienen un contenido mínimo definido por ley y
proceden siempre que un tercero busque acceder a los conocimientos colectivos confidenciales
con fines de aplicación científica, comercial o industrial (Art. 27). Las licencias deben constar en
idioma castellano y en el idioma nativo, de ser el caso, y otorgarse por un periodo entre uno y
tres años. En las licencias deben incluirse explícitamente las compensaciones, incluyendo un
porcentaje no menoral cinco por ciento del valor de las ventas brutas de productos resultado
directa o indirectamente del uso del conocimiento indígena (Art. 27, lit. c).25 Entre los requisitos
también se prevé que se obtenga el consentimiento informado previo haciendo obligatorio que
el usuario suministre información inicial y periódica sobre las aplicaciones que hará del
conocimiento indígena. Es obligatorio el registro de estos contratos con INDECOPI para lo cual
es necesario que las licencias cumplan los requisitos mínimos legales. INDECOPI garantiza la
confidencialidad sobre estos contratos (Art. 26 a 28).

Adicionalmente se prevé que los usuarios de conocimientos accesibles públicamente negocien


compensaciones por su uso con los pueblos y comunidades que originalmente aportaron
dichos conocimientos. En este caso, se espera que los usuarios paguen por usar una
información que aunque formalmente puede estar restringida, materialmente está disponible.

25Se adelantan estudios sobre la aplicabilidad y posible flexibilización de los porcentajes sobre regalías fijados en la
ley (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible2013)

32
En este caso, no es obligatorio registrar el contrato de licencia correspondiente ante INDECOPI
por lo que resulta difícil dimensionar el impacto de esta provisión.26
Aunque se destaca menos en las descripciones del registro, la norma peruana incluye en forma
complementaria la figura del secreto industrial aplicada a los conocimientos colectivos. En este
sentido, las comunidades que documenten sus conocimientos en el registro confidencial
adquieren protección contra “la revelación, adquisición o uso de tal conocimiento colectivo sin
su consentimiento y de manera desleal, en la medida en que este conocimiento colectivo no se
encuentre en el domino público”.Asimismo incorpora la protección contra la divulgación por
parte de un tercero que incumpla la obligación de reserva o confidencialidad (Art. 42).

El mecanismo compensatorio por el uso del conocimiento tradicional se concreta en el


establecimiento de un Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. Este Fondo se crea
con autonomía técnica, económica y financiera; y tiene como función apoyar el desarrollo
integral de los pueblos indígenas a través de la financiación de proyectos de desarrollo. La
participación en los recursos económicos para proyectos no requiere que las comunidades
solicitantes hayan documentado sus conocimientos en el sistema de registro. En todo caso, el
otorgamiento de financiación de proyectos se delega al Comité Administrador integrado por 5
representantes de organizaciones indígenas y por 2 representantes de la Comisión Nacional de
Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos. La ley prevé que el Fondo tenga recursos
económicos del presupuesto nacional, la cooperación técnica internacional, las donaciones y
de las multas previstas en la ley por infracciones a los derechos de los pueblos indígenas sobre
sus conocimientos tradicionales. Una fuente de ingreso específica para el Fondo son los
porcentajes de beneficios económicos por regalías no menor a un diez porcientode las ventas
brutas resultado de productos desarrollados directa o indirectamente de conocimientos
colectivos no disponibles en el dominio público. Complementariamente se prevén porcentajes
por ventas brutas de productos desarrollados a partir de conocimientos que hayan entrado al
dominio público en los últimos 20 años (Art. 8 y 13 Ley27811). Por su reciente integración, no
se tiene reporte sobre su funcionamiento y operación.27

26A. Ortega, comunicación personal, Febrero 14, 2013.


27 Este Comité Administrador del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas fue conformado en junio de
2011 (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible2013)

33
Contenido del registro
Los contenidos del registro están determinados por el alcance y objetivos del régimen. Los
objetivos del régimen enfatizan el mecanismo del registro como herramientas para prevenir
casos de biopiratería. Los registros también se han enmarcado como herramientas para lograr
la distribución justa y equitativa de los beneficios derivados de la utilización de los
conocimientos. Por lo tanto los registros se orientana captar y documentar los conocimientos
colectivos de los pueblos indígenas asociados con la biodiversidad en el contexto de derechos
de propiedad intelectual y reglamentaciones de acceso.

Los requisitos para el registro de conocimientos colectivos de la norma peruana se enmarcan


en este contexto. La solicitud de un pueblo indígena o comunidad para registrar conocimientos
colectivos procedea través de sus organizaciones representativas. Las solicitudes identifican: el
pueblo indígena, el representante, los recursos biológicos asociados al conocimiento y la
descripción del conocimiento o uso que se pretende registrar. Se debe tratar de conocimientos
colectivos sobre los cuales el pueblo indígena ha acordado realizar el registro por lo cual se
debe aportar igualmente el acta de acuerdo colectivo o comunitario (Art. 20).

Dados los objetivos de desvirtuar las pretensiones de novedad en solicitudes de patentes es


básico documentar los usos en relación con componentes específicos de la biodiversidad. Para
ello se requiere la identificación del recurso biológico mediante muestras del mismo o mediante
fotografías con el propósito de realizar su clasificación taxonómica y la identificación del
nombre científico. A la vez, la idoneidad en la identificación del recursos biológico es esencial
para todo usuario del conocimiento colectivo que pretenda desarrollar aplicaciones industriales
o comerciales a partir del mismo. La solicitud de registro se acepta con el nombre indígena o
local pero esta información en sí misma es irrelevante para un bioprospector. Habría poco
interés en adquirir una licencia de uso si los recursos biológicos a los que está asociado el
conocimiento colectivo no están identificados en forma inequívoca.

Administración
En materia de administración en un sistema de registro se tienen que definir aspectos
relacionados con las condiciones de acceso a la información y las obligaciones del
administrador. La principal función del INDECOPI en relación con el sistema es llevar y
mantener el Registro de ConocimientosColectivos de los Pueblos Indígenas. En relación con

34
las condiciones de acceso, la norma peruana establece requisitos diferenciales para acceder a
los conocimientos. Según sea el carácter público o confidencial de los conocimientos
colectivos, los niveles de acceso son amplios y sin restricciones en el primer caso, cumpliendo
directamente su función defensiva, mientras que en el segundo caso, el acceso es restrictivo y
confidencial, conforme al objetivo sobre participación en los beneficios derivados por la
utilización de los conocimientos. Sin embargo, el registro confidencial de conocimientos
colectivos también contribuye a documentar el estado de arte para prevenir la posibilidad de
patentes relacionadas con el conocimiento tradicional. El acceso a este registro puede ser
restringido por su connotación espiritual o por su valor cultural en desarrollo de las facultades
reconocidas a los pueblos indígenas y comunidades. Además de la administración centralizada
del registro público y del registro confidencial por INDECOPI, se prevé que las organizaciones
locales pueden establecer su propio registro. La norma prevé que su creación y operación sea
articulada al sistema nacional de registro y apoyada técnicamente por INDECOPI.

Con el establecimiento del registro público y del confidencial se busca que la entidad
administradora, en este caso INDECOPI, intermedie como garante de la relación entre los
potenciales usuarios y las comunidades poseedoras del conocimiento. Incluso los elementos
del contrato de licencia tiene requisitos mínimos que deben observarse para que el contrato
sea registrable ante el INDECOPI (art. 27). En este sentido, la función del INDECOPI no solo
consiste en llevar el registro de las licencias, sino en evaluar la validez de los contratos de
licencia sobre conocimientos colectivos de los pueblos indígenas.

Esta combinación de tipos de acceso en el sistema de registro peruano corresponde a las


condiciones de las comunidades y de las organizaciones indígenas. Las comunidades con
suficiente capacidad para establecer registros comunitarios y negociar directamente licencias
de uso con los potenciales usuarios podrían prescindir de una administración central. Sin
embargo, en las condiciones iniciales de operación del sistema, la administración centralizada
ofrece un respaldo y certeza jurídica que las comunidades no podrían lograr en forma aislada.

Trazabilidad y monitoreo
La disposición complementaria segunda de la Ley peruana hace mandatorio que la solicitud de
patente de invención de producto o procesos desarrollados directa o indirectamente con base
en el conocimiento colectivo adjunte copia del contrato de licencia. La omisión de este requisito

35
es causal de denegación de la solicitud o incluso de nulidad de una eventual patente
concedida. Esta norma sigue los lineamientos de la Dec. 486 del 2000 en cuanto a los
requisitos para la solicitud de patentes y de revelación de origen de los recursos y del
conocimiento tradicional (Art. 26 literales h, i, j).

La Comisión Nacional contra la Biopirateria e INDECOPI han interpretado la normatividad


vigente con el propósito de que se reconozcan los derechos de todos las partes involucradas,
entre ellos el Estado peruano, los pueblos indígenas, y las empresas e investigadores que
desarrollan innovación y productos. La finalidad es que haga efectiva la distribución justa y
equitativa de beneficios y el reconocimiento de derechos. De ahí el interés para que los
solicitantes de patentes regularicen el acceso y observen la normatividad sobre acceso a nivel
nacional e internacional. Más que un enfoque exclusivamente defensivo, el INDECOPI y la
Comisión, se han orientado últimamente a buscar acercamientos amistosos con los posibles
infractores antes de iniciar acciones de oposición, logrando que los solicitantes retiren
voluntariamente la respectiva solicitud.28

La trazabilidad o monitoreo de las obligaciones contenidas en los contratos de licencias,


particularmente en relación con el uso del conocimiento licenciado en jurisdicciones
extranjeras, no depende enteramente del sistema de registro, ni en las autoridades reconocidas
para la administración del registro. Al establecer la Comisión Nacional para la Prevención de la
Biopiratería mediante Ley 28216 del 2004, Perú conformó una estrategia hacia la identificación
de patentes, solicitadas y otorgadas, sobre recursos genéticos y conocimientos colectivos de
los pueblos indígenas.

La estrategia de la Comisión se enfocó en recursos endémicos y los conocimientos


tradicionales asociados.En 2005 Perú presentó un informe ante el CIG-OMPI que identificaba
posibles solicitudes y patentes indebidas en relación con las siguientes especies vegetales:
hercampuri (Gentianella alborosea), camu – camu (Myrcia riadubia), yacón (Smallanthus
sonchifolius), caigua (Cyclanthera pedata), sacha inchi (Plukenetia volubilis), chacapiedra
(Phyllantus niruri). Para enero del 2013, las acciones de la Comisión habían llevado a identificar
18 casos de biopiratería relacionados con recursos genéticos de origen peruano y

28A. Valladolid, Presidente Comisión Nacional contra la Biopiratería, comunicación personal, enero 31, 2013.

36
conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas, de los cuales 10 habían sido resueltos
favorablemente al estado peruano.29

Perspectiva sobre Acceso y Distribución de Beneficios


El sistema de registro fue establecido como punto de partida para asegurar distribución de
beneficios sobre el uso de conocimientos colectivos. Con el crecimiento del número de
registros esta perspectiva puede consolidarse en la medida en que para las empresas
nacionales y extranjeras resulte rentable pagar regalías a cambio de acceder legalmente a una
base de datos sobre usos de la biodiversidad técnicamente referenciada. En la visión
gubernamental, las empresas usuarias de estos conocimientos como la industria farmacéutica
deben pagar el diez por ciento de las ventas brutas de productos asociados con conocimientos
colectivos para constituir el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas previsto en la
Ley 27811 (La República, 2011). Esteenfoque no es compartido por los voceros de la industria
y defensores de una perspectiva más conservadora sobre el carácter del conocimiento
tradicional y los derechos de propiedad intelectual. El Instituto Peruano de Economía (IPE) ve
el conocimiento tradicional como “una serie de creencias ancestrales, algunas falsas y otras
verdaderas, basadas en la experiencia de las comunidades nativas a lo largo de muchos años”
(IPE, 2011). Para el IPE, dichos conocimientos carecen de valor en sí mismo porque no han
sido generados con el método científico. Por lo tanto, cobrar regalías por la utilización de dicho
conocimiento equivale a desmotivar la realización de investigación para validar dicho
conocimiento. El análisis concluye que “No tiene sentido pagar regalías por el uso de un bien
público no agotable.” (IEP, 2011).

29A. Valladolid, Presidente Comisión Nacional contra la Biopiratería, comunicación personal, enero 31, 2013. Ver
mayor detalle en Estudio de Caso Registro Conocimientos Colectivos Perú.

37
Conclusiones

Las experiencias de conservación guiadas por la comprensión de las interrelaciones entre


diversidad biológica y cultural son referentes pertinentes cuando se trata de protección delos
conocimientos tradicionales.Estos conocimientos forman parte integral de los modos de vida de
los pueblos indígenas y de las comunidades locales que se despliegan en interacción
permanente y dinámica con la naturaleza.Garantizar la persistencia de los sistemas de
conocimiento tradicional y los modos de vida que los sustentan constituiría la tarea primordial
para los países megadiversosy para la humanidad en su conjuntodados los retos ambientales
contemporáneos, particularmente la creciente pérdida de biodiversidad.

Los instrumentos jurídicos internacionales como el CBD, el Convenio 169 de 1989 de la OIT y
la DNUDPI, el enfoque sobre la conservación y protección de la bioculturalidad y la visión
propia de los pueblos y comunidades indígenas como el Buen Vivir son referentes necesarios
para desarrollar un sistema integral de protección, más allá del marco de la comercialización
del conocimiento y del derecho de propiedad intelectual.El CIG-OMPI viene trabajando en un
instrumento de protección cuyo alcance y contenido a nivel internacional ha de tenerse en
cuenta para la elaboración de regímenes a nivel de los países o grupos de países. Las
iniciativas nacionales o regionales como el sistema sui generis de la CAN desarrolladas hasta
ahora requieren actualizarse con el enfoque de la diversidad biocultural a fin de garantizar la
articulación de las cosmovisiones indígenas en los sistemas de protección. Mediante su
participación, corresponde a los pueblos indígenas y comunidades decidir sobre los
instrumentos de protección y las alternativas de desarrollo basadas en el uso de sus
conocimientos tradicionales en ejercicio del derecho a la libre determinación reconocido a nivel
internacional.

Algunas formas de propiedad intelectual pueden garantizar el cumplimiento de obligaciones


relacionadas con la participación en los beneficios derivados del uso del conocimiento
tradicional y los recursos biológicos. Denominaciones de origen, indicaciones geográficas,
certificados de origen, registros de conocimientos colectivos, entre otros,pueden ser utilizadas
por comunidades que opten por comercializar sus conocimientos y los productos generados a
partir de dicho conocimiento. En ese sentido, el diseño de alternativas de protección del
conocimiento tradicional y de los derechos de sus poseedores dentro del marco de la propiedad

38
intelectual es instrumental y puede ser útil para proteger los derechos de los pueblos indígenas
y comunidades locales en sus relaciones comerciales con la sociedad externa.

Igualmente, el registro de conocimientos colectivos, por ejemplo, puede contribuir a establecer


una plataforma de negociación con mayores garantías para las comunidades que opten por
licenciar sus conocimientos colectivos. Pero para viabilidad de dicha plataforma, se requiere
que las comunidades se articulen como proveedores de un mercado de conocimientos
indígenas sobre la biodiversidad y que los usuarios identifiquen el sistema de registro de
conocimientos como un canal institucional para acceder legalmente a los conocimientos, con
bajos costos de transacción. El consentimiento informado previo y los términos mutuamente
acordados pueden ser recogidos en una licencia de uso aceptado por el sistema de registro
para garantizar la certeza jurídica que requieren los diferentes actores. De esta manera, el
registro de conocimientos colectivos operaríacomouna ampliación del sistema de propiedad
intelectual para incluir los conocimientos colectivos de manera que sus poseedores originales
obtengan una compensación equitativa por el uso de los mismos. En este escenario, el sistema
de registro cumple su propósito si asegura la realización de transacciones comerciales sobre
los conocimientos colectivos, sirve de mecanismo para colectar regalías por el uso de los
conocimientos, contribuye a la obtención de patentes sobre invenciones asociadas con
conocimientos indígenas que tengan aplicaciones industriales y comerciales y previene el
otorgamiento y explotación indebida de derechos de propiedad intelectual. Sin embargo, si las
condiciones de las comunidades son de pobreza económica y carencia de servicios básicos
como salud y agua potable, sin organización y representación política, un sistema de registro
de conocimientos por fuera del control comunitario puede convertirse apenas en otro
mecanismo extractivo de información o de protección defensiva bastante limitado.

Los sistemas de protección requieren enfocar la integralidad de los conocimientos tradicionales


y no sólo aquellos asociados con la biodiversidad como en el caso del sistema de registro del
Perú. A pesar de esta limitación, el sistema peruano no es solo una experiencia pionera en la
región, sino un referente necesario para evaluar los complejos procesos de elaboración y
puesta en práctica de un sistema de protección. Este sistema ha venido cumpliendo parte de
sus objetivos, en particular contribuir a prevenir la apropiación indebida de conocimientos
tradicionales y recursos de origen del Perú. Sin embargo, el efecto del sistema de registro sería
menor si no hubiera sido complementado con las actividades de la Comisión Nacional contra la

39
Biopiratería.El enfoque defensivo inicial de esta Comisión, pero progresivamente más orientado
a hacer efectiva la normatividad sobre acceso y distribución de beneficios abre una posibilidad
inédita de arreglos institucionales con resultados positivos para el país, los pueblos indígenas,
pero también para las empresas bioprospectoras y los investigadores. Pero para que ello sea
posible, es necesario tener en cuenta que el sistema de protección de conocimientos
tradicionales no se reduce a establecer una norma jurídica. Las visiones propias sobre
desarrollo económico, social y cultural de los pueblos indígenas son necesarios en la definición
de los objetivos y diseño de los sistemas de protección de los conocimientos tradicionales a
través de sus organizaciones representativas; desde esta perspectiva la preservación del
conocimiento tradicional y de los modos de vida que hacen posible la permanente regeneración
del conocimiento requiere de alternativas que desbordan el sistema de la propiedad intelectual.

Las experiencias de reafirmación cultural orientadas por la comprensión de las interrelaciones


entre grupos humanos y naturaleza, al igual que las prácticas orientadas por el concepto de
patrimonio biocultural colectivodemuestran que el enfoque de la diversidad biocultural tiene el
potencial para orientar la investigaciónsobre conservación de biodiversidad, la acción de
protección y la defensa de los derechos de los pueblos indígenas y comunidades. El desafío
para trabajar al mismo tiempo en la conservación de la biodiversidad cultural y en los derechos
de los pueblos indígenas sobre sus territorios y recursos naturales, es encontrar formas
innovadoras que soporten el derecho a la libre determinación de los pueblos
indígenas(Davinson-Huntet al. 2012). La preservación del conocimiento, innovaciones y
prácticas asociadas a la diversidad biocultural es urgente y necesaria para los pueblos
indígenas, pero también para el conjunto de la humanidad.

La conservación de la diversidad biocultural requiere el fortalecimiento de capacidades y


condiciones de vida de los pueblos indígenas y comunidades locales. El uso de los registros en
la modalidad local bajo control y gobierno de las autoridades indígenas y locales podrían dar
mayor relevancia al contexto cultural, social y político del pueblo respectivo, con objetivos más
amplios e integrales. En este caso, los registros y bases de datos podrían tener una
configuración diferente con el propósito de compartir los conocimientos, conservarlos y
preservar el saber y el conocimiento tradicional para las generaciones venideras. Al mismo
tiempo, los contenidos culturales, espirituales o religiosos, al igual que las creencias asociadas
con el uso de los conocimientos colectivosadquirirían mayor relevancia en dicho escenario,

40
comparado con el interés apenas marginal que hoy revisten para quien los accede con el
propósito de desarrollar productos. En la práctica, los sistemas de registro público y
confidencial,como el establecido en Perú, no hacen énfasis en estos elementos culturales y
espirituales.
La situación sería diferente si el objetivo fuera la preservación de los usos, costumbres y estilos
de vida de los pueblos indígenas bajo el ejercicio de la libre determinación; entonces el
contexto cultural, social y político del pueblo o comunidad sería imprescindible para diseñar y
adoptar estrategias pertinentes. Por fuera de estos objetivos, el uso de nombres indígenas de
las especies biológicas en el registro de conocimientos colectivos, por ejemplo, deviene en un
detalle técnico que puede contribuir a la identificación del recurso biológico y a la solidez del
sistema de información, pero es irrelevante para la comprensión de significados sagrados,
religiosos o espirituales o de las historias orales asociadas a los mismos.

Finalmente, los sistemas de registro local bajo el control de las comunidades, podrían usar
herramientas tecnológicas (bases de datos, registros digitales) para guardar en un medio digital
las prácticas ancestrales que se nutren el libre intercambio de semillas, de conocimiento e
información. Estas prácticas de reciprocidad y ayuda mutua se encuentran en zonas de alta
biodiversidad y se correlacionan con los rasgos y procesos propios de identidades culturales
ancestrales.30 El fortalecimiento de estos patrones de solidaridad contribuiría a minimizar los
potenciales conflictos por titularidad, regalías, y derechos exclusivos entre comunidades debido
a que la orientación principal en este caso es contribuir a un acervo común de conocimientos,
prácticas y de beneficios mutuos de las propias comunidades.

30 Estas prácticas persisten, por ejemplo, en los intercambios entre comunidades en relación con la
agrobiodiversidad. Ver Lapeña, I. (2012).

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