GV t3 c26 p382 439 Lres Single Preview

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 58

382

Capítulo 26
La cuidada movilización de los recursos forestales.
La industria forestal.
Armando Torres Lezama

armando torres lezama. Nació en 1950 en Punta de Mata, estado Monagas. Venezolano.
Ingeniero Forestal egresado de la Universidad de Los Andes (ULA). Maestría en Manejo
de Bosques, ULA, y doctorado (Ph.D.) en Ecología, Universidad de California, Davis. En 1974
inició su actividad investigadora y docente en la ULA, donde actualmente se desempeña como
profesor titular y coordinador del Grupo de Investigación Biodiversidad y Desarrollo Sustentable
en Ecosistemas Forestales (Biodesus). Ha sido director del Instituto de Silvicultura en dos
oportunidades (1979- 1992 y 1993- 1996). Es director del proyecto Laboratorio Nacional (Fonacit)
«Red venezolana de estaciones de investigación ecológica a largo plazo» (EcoRed Venezuela).
Es miembro del Sistema de Promoción al Investigador desde 1994, Nivel II; también recibió el
reconocimiento académico Conades 1998. Ha sido merecedor del Premio Estímulo al Investigador
G
(PEI) CDCHT- ULA en 1995, 1997, 1999, 2003 y 2005. Entre los principales trabajos publicados
en la especialidad en que versa el capítulo desarrollado por el autor se cuentan: «Productividad
del bosque natural en varias zonas de vida de Venezuela y su relación con algunas variables
climáticas y edáficas», en Revista Forestal Venezolana (2002); «Natural hazards assessment and
management in Caribbean pine plantations of eastern Venezuela», en The Economics of Natural
E Hazards in Forestry (Padua University Press, España, 2001); «Consecuencias de la explotación
maderera sobre el crecimiento y el rendimiento sostenible de un bosque húmedo deciduo en
los llanos occidentales de Venezuela», en Revista Forestal Venezolana (2002); «Logging history of
the western Venezuelan plains and the prospects for a sustainable forest management», en Forest
Ecology and Management (2001). Actualmente se desempeña como árbitro de esta publicación.

O
A r m a n d o To r re s L ez a m a La cuidada movilización de los recursos
forestales. La industria forestal
GeoVenezuela. Fundación Empresas Polar
383
introducción
1
Los bosques constituyen hogar y sustento para millones de habitantes de diferentes
culturas. En muchos países representan, además, una amplia base para el crecimiento
económico, un vínculo con la economía internacional y una importante fuente de divi-
sas. EnVenezuela, no obstante, al igual que en otros países tropicales, tanto la elevada
deforestación y fragmentación como el uso insostenible de los bosques, ocasionan la
pérdida de muchos bienes y servicios públicos.
2
Asimismo, los bajos ingresos que el Estado venezolano obtiene por el aprovechamien-
to de los bosques naturales, la baja inversión en los bosques, la deficiente industrializa-
ción, la escasa participación de la gente, entre otros, determinan que la incidencia del
sector forestal en la economía del país sea todavía baja.
3
ComoVenezuela todavía cuenta con abundantes recursos forestales, ocasionalmente el
Ejecutivo Nacional ha planeado su movilización ante la necesidad de obtener divisas
para pagar la deuda externa, y superar la crisis económica y la miseria. Los problemas
estructurales del país y la inadecuada planificación, sin embargo, han determinado que
estos planes no se hayan ejecutado o que no hayan tenido los efectos esperados.
4
En esta contribución presentamos la base de recursos forestales deVenezuela, un análi-
sis de los cambios de la cobertura forestal durante los últimos 50 años, los esfuerzos
realizados durante más de 30 años para alcanzar una cuidada movilización de los
recursos forestales y las dificultades encontradas, los aspectos socio-económicos y
políticos que han incidido en la pérdida de los bosques y su aprovechamiento, la situa-
ción de la industria forestal, las posibilidades de utilización sostenible de los bosques
y, finalmente, las perspectivas del desarrollo forestal en un horizonte de 30 años.
5
Uno de los factores que ha complicado la elaboración del presente trabajo ha sido las
numerosas debilidades de las estadísticas forestales a nivel nacional que limitan, entre
otros, una cuantificación realista de la producción, comercialización y movimiento de
los diferentes productos forestales que son aprovechados en nuestro país. Esta proble-
mática, no obstante, ya ha sido tratada in extenso por otros autores, por lo que en pocos
casos se ofrecen detalles al respecto en esta contribución(1).
base de recursos forestales
6
Venezuela es uno de los diez países con mayor extensión de bosques tropicales en el
mundo; en Suramérica, ocupa el quinto lugar(2). Asimismo, nuestro país se ubica en el

(1 ) Cf. J.C. Centeno. Estrategia para el desarrollo forestal enVenezuela; Documento Comisionado
por el Fondo Nacional de Investigación Forestal, Caracas,Venezuela, 1995; R. Silva. Colección, análisis
y presentación de información socioeconómica,Venezuela. Proyecto FAO: Información y análisis para
el manejo forestal sostenible: integrando esfuerzos nacionales e internacionales en  países tropicales en
América Latina, Santiago, Chile. 2001, Disponible en línea en:
http://www.rlc.fao.org/proyecto/rla133ec/-pdf/%20Ven.; omb-Ven, Situación de los bosques
enVenezuela: La región de Guayana como caso de estudio; Caracas, Fundación Polar, Litografía
ImagenColor, 2002; Aicher. «El conocimiento técnico-forestal y sus efectos en la política forestal en
Venezuela». Revista ForestalVenezolana 46 (2), 77-103, 2002.
(2 ) Instituto Mundial de Recursos; World Resource Institute (wri), Earthtrends:The Enviromental
Information Portal: Country Profiles:Venezuela, 2001; (29 de enero de 2004). En línea:
http://earthtrends.wri.org/.
384
quinto lugar a nivel mundial en diversidad de especies vegetales, con unas 21.073 espe-
cies aproximadamente, de las cuales 8.000 son endémicas(3), lo que indica el enorme
potencial de uso de la diversidad biológica.
7
Durante bastante tiempoVenezuela se ha caracterizado por la falta de información
confiable y actualizada de sus recursos forestales; por tanto, el Informe del Capítulo de
Venezuela del Observatorio Mundial de Bosques (4) resalta que es extremadamente
dificil determinar el tamaño y los cambios experimentados en los bosques del país. Se
espera que estas deficiencias sean parcialmente superadas con el Inventario Forestal
Nacional, planificado por el Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales (marn),
con la asistencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Ali-
mentación (fao) y la Universidad de Los Andes (ula).
Tipos de bosques
8
En el neotrópico se han usado varios sistemas de clasificación de la vegetación (florísti-
co, fisionómico y bioclimático); sin embargo, no se cuenta con una clasificación
moderna y detallada de los bosques de la región(5). Huber y Alarcón(6) elaboraron un
mapa de la vegetación deVenezuela en el que representan hasta 150 tipos diferentes.
Una versión simplificada puede observarse en el mapa Grandes paisajes vegetales, en el
Apéndice cartográfico. Se requiere, no obstante, de información actualizada y maneja-
ble sobre la situación de los principales tipos de bosques.
9
Tomando en cuenta varios sistemas de clasificación(7) se ha elaborado una tipología
general donde se ofrece una visión de los bosques en el país y sus principales caracte-
rísticas (tabla 1). Se incluyen los tipos de bosques más extensos del país, como los bos-
ques y selvas (ombrófilos) de tierras bajas (también conocidos como bosques húme-
dos siempreverdes), los bosques secos, y las selvas y bosques de montaña. Además, se
describen otros menos extensos, pero que tienen gran importancia desde el punto de
vista de la diversidad biológica o de los servicios que prestan, como los bosques de
galería (ribereños), los manglares y la vegetación tepuyana. Mayores detalles acerca de
éstos pueden encontrarse en el libro recientemente publicado sobre la biodiversidad
enVenezuela(8).

(3 ) Aguilera et al. Biodiversidad enVenezuela. Fundación Polar. Caracas,Venezuela, 2003.


(4 ) omb-Ven, op. cit.
(5 ) Hartshorn. «Biogeografía de los bosques neotropicales», 2002, En: M.R. Guariguata, y G.H. Kattan
(eds.). Ecología y conservación de bosques neotropicales, Libro Universitario Regional. Cartago,
Costa Rica, 2002.
(6 ) Otto Huber y Clara Alarcón. Mapa de vegetación deVenezuela. marnr, Caracas, 1988.
(7 ) Ver J. Ewel; A. Madriz y J.Tosi. Zonas de vida deVenezuela. Memoria explicativa sobre el Mapa
Ecológico. mac, fonaiap, Caracas, 1976; J.S.Beard, «Climax vegetation in tropical América».
Ecology 25: 127-158, 1944; Mueller-Dombois et al. Aims and Methods ofVegetation Ecology.
John Wiley, ee.uu., 1974.
(8 ) Aguilera et al., op. cit.
A r m a n d o To r re s L ez a m a La cuidada movilización de los recursos
forestales. La industria forestal
GeoVenezuela. Fundación Empresas Polar
385
Variación en la cobertura forestal
10
Existen importantes contradicciones en las estimaciones de la cobertura vegetal de
Venezuela, si se consideran las diferentes fuentes encargadas de tal evaluación.
El Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales Renovables (marnr), denomina-
do a partir de 1998 como marn, ha gestionado la elaboración de varios mapas sobre
esta temática. Estos documentos se realizaron utilizando diferentes metodologías y
fuentes, haciendo sumamente complicado establecer comparaciones válidas entre dis-
tintos períodos. En general, las valoraciones oficiales más actualizadas se basan en un
mapa de la vegetación deVenezuela de 1995 (no publicado), a partir del cual la fao ha
realizado sus estimaciones para la Evaluación de los Recursos Forestales deVenezuela
para el año 2000(9). Sin embargo, las imágenes satelitales utilizadas datan en promedio
de 1988(10). Según este mapa, la cobertura boscosa para ese año era de 49.665.815 ha.
11
Las estadísticas oficiales del marn(11) indican que, para el año 2000, el país cuenta con
una superficie boscosa de 49,67 millones de hectáreas (54,19% de la superficie del
país), siendo este valor prácticamente igual al señalado para el año 1995. Una cifra más
aceptable es la suministrada por el Observatorio Mundial de Bosques (omb-gwf)(12),
una iniciativa del Instituto de Recursos Mundiales (wri), organización que ha seguido
de cerca las variaciones en la cobertura forestal deVenezuela. Según esta fuente, nues-
tro país cuenta con 43,78 millones de hectáreas de bosques para el 2000, un 48% de su
superficie total(13). La mayoría de los bosques del país (90%) se encuentra ahora al sur
del río Orinoco; mientras que para 1950, un 36% se encontraba al norte(14).
12
Durante los dos últimos siglos la variación de la cubierta forestal ha sido muy dinámi-
ca. A principios del siglo xx, los bosques al norte del Orinoco se habían expandido
como consecuencia de la drástica reducción de la población y el abandono de tierras
agrícolas y pecuarias provocado por las largas guerras de Independencia y de la Fede-
ración, mientras que los del sur se mantenían poco perturbados. Para 1950, solamente
en los Llanos occidentales, existían 39.625.000 ha de bosques, un 44,8% de la superfi-
cie total de la región(15). A partir de 1950, no obstante, con la aceleración de la coloni-
zación agraria, se inicia un proceso gradual de desaparición de los mismos. Para el año
1975, el bosque se había contraído en 1.289.000 ha, y cubría ahora un 30,2% de la
región(16). Esto significa una tasa anual de deforestación de 51.560 ha.

(9 ) fao, Proyecto información y análisis para el manejo forestal sostenible: integrando esfuerzos
nacionales e internacionales en  países tropicales enAmérica Latina (GCP ⁄ RLA//EC).
Recursos forestales y cambio en el uso de la tierra enVenezuela. Santiago, Chile, 2001.
(10 ) omb-Ven, op. cit.
(11 ) marn-dgrf. Boletín Estadístico Forestal Nº -Año . Caracas, 2001.
(12 ) Global Forest Watch (gfw por sus iniciales en inglés): una iniciativa del wri.
(13 ) wri, en línea, www.wri.org.
(14 ) mac. Atlas forestal deVenezuela. Dirección de Recursos Naturales Renovables, Ministerio
de Agricultura y Cría, Caracas, 1961; omb-Ven, op. cit.
(15 ) Jean PierreVeillon, 1976. «Las deforestaciones en los llanos occidentales deVenezuela desde
1950 hasta 1975». En: L.S. Hamilton; J. Steyermark; J.P.Veillon y E. Mondolfi (Eds.).
Conservación de los bosques húmedos deVenezuela. Sierra Club, Caracas,Venezuela, 1977.
(16 ) J.P.Veillon, op. cit.
386

tipo de formación boscosa (vegetación ) precipitación (mm) temperatura (ºC )


bosques secos: ˙ 800 a 1.200 mm;
estacionalidad marcada.
 17ºC

Deciduos
Semideciduos
Siempreverdes

bosques húmedos ˙  1.800 mm  24ºC

Bosques siempreverdes
Selvas ombrófilas de tierras bajas

bosques y selvas de montaña ˙ Gran heterogeneidad


pluviométrica;
Variaciones
en el gradiente
térmico en
500 mm  2.500 mm
relación a la altitud.
5 ºC – 24 ºC

bosques y selvas de galería


Bosques riparios
˙ — —

manglares ˙ — —

vegetación tepuyana ˙ Niveles de precipitación


altos, similares a los bosques
Amplio rango térmico
si tomamos todos los pisos
o selvas húmedas de altitudinales.
tierras bajas; abundante
En los tepuyes aprox.
nubosidad y rocío.
entre 6 y 12 ºC
387
tabla  Principales tipos de bosques enVenezuela.
rango altitudinal (msnm) distribución geográfica principales especies y observaciones
 800 msnm Anzoátegui Miranda Diversos géneros de las familias Bignoniaceæ,
Aragua Monagas Leguminosæ, Malpighiaceæ, Burseraceæ;
Barinas Nueva Esparta Diferencias estructurales y cambios en la composición
Bolívar Portuguesa florística debido a variaciones en las precipitaciones.
Carabobo Sucre Presencia de especies características.
Cojedes Zulia.
Guárico

0–500 (600–800 msnm) Zona reducida (serranía del litoral) sur del lago de maracaibo: Virola sebifera,
de la cordillera de la Costa, Pouteria spp., Ocotea spp., Anacardium excelsum.
sur del lago de Maracaibo, ocupan sur del río orinoco: Mora excelsa, Ceiba
la mayor parte de la superficie de los pentandra, Tabebuia spp., Catostemma commune,
estados Bolívar y Amazonas. Manilkara bidentata, Protium spp., Hymenaea
courbaril, Erisma uncinatum, Bactris spp.
Gran variedad de especies de la familia Orchidaceæ;
Presencia de lianas, trepadoras (epifitas). Un gran
porcentaje de especies endémicas.

Desde los 500 m Ampliamente distribuido en los cordillera de los andes: Podocarpus oleifolius,
en montañas aisladas; Andes (cordillera de Mérida y Macizo Ocotea calophylla, Clusia multiflora, Palicourea
ElTamá); sierra de Perijá; cordillera demissa, Psychitria aubletiana, Anthurium gehrigeri,
800–1.000 a 2.500 m
de la Costa; diversas zonas altas Mikania, spp., Tillandsia biflora, Epidendrum
en serranías;
al sur del Orinoco (estados Bolívar dendrobii.
desde 1.800 hasta 3.000 m y Amazonas). sierra de perijá: Ficus urbaniana, Cordia alliodora,
en los Andes. Piper spp., Epidendrum spp., Tillandsia deppeana,
Guzmania patula.
cordillera de la costa: Sloanea sp., Guapira
olfersiana, Inga marginata, Tournefortia sp.,
Oncidium boothianum, Guzmania ligulata.
A partir de los 500 msnm se distinguen hasta 15 tipos
distintos en estos ecosistemas.

Ecosistemas asociados Planicies de inundación del Orinoco Importante proporción ocupada por
a cursos de agua con diferentes y tributarios; sabanas de Caracas y comunidades casi homogéneas de Mauritia flexuosa;
rangos altitudinales. Litoral Central; diversas zonas Diferentes tipos de asociaciones florísticas
de la biorregión de los llanos; zonas dependiendo de la zona. Pterocarpus spp.,
bajas de los Andes. Tabebuia rosea, Anacardium excelsum,
diversas especies de gramíneas.

Desde el nivel del mar hasta unos Desde el golfo deVenezuela Unas 70 especies de árboles y arbustos, en
pocos metros de altitud. hasta el delta del río Orinoco, Venezuela dominan tres especies: Rhizophora mangle,
incluyendo algunas Avicennia germinans y Laguncularia racemosa.
islas de la biorregión insular. Su composición florística depende de la situación
geográfica, salinidad del agua, frecuencia,
duración y nivel de las inundaciones.

Se considera este tipo de Sur del río Orinoco: Este tipo de formación puede desglosarse según
vegetación exclusiva de este tipo estados Bolívar y Amazonas. su composición florística y su ubicación altitudinal:
de formaciones geológicas. a) herbazales con predominio de especies de
A partir de los las familias Cyperaceæ y Rapataceæ; b) arbustales
1.200 msnm aprox. con una alta variabilidad en su composición por
variaciones en altitud, familias Asteraceæ, Rubiaceæ,
Theaceæ, Melastomataceæ. Importante grado
de endemismo con numerosas especies de varias
familias (e.g Bromeliaceæ ); la gran mayoría
de estos ecosistemas se encuentran «protegidos»
bajo alguna de las figuras de abrae.

( – ) Resulta complicado establecer rangos estrictos de variables climáticas para estos ecosistemas pues pueden considerarse dentro
de otros tipos de formaciones como por ejemplo los bosques húmedos; estos ecosistemas (bosques riparios y manglares) están determinados
por características específicas (salinidad, formaciones geológicas específicas, entre otros factores).
Fuentes: Veillon,1985; Lamprecht,1990; Kapelle y Brown, 2000; Aguilera et al., 2003; Guariguata y Kattan, 2003.
388
13
Para la región occidental del país, usando imágenes satelitales landsat mss y tm, Cata-
lán(17) encontró que para el período 1975–1988, se habían deforestado 2.940.326 ha, lo
que representa un 35,9% del total de bosques existentes en 1975, equivalente a una
deforestación anual de 216.188 ha. Los majestuosos bosques húmedos siempreverdes
de la depresión del lago de Maracaibo fueron convertidos a pastizales, casi en su totali-
dad. Las consecuencias ambientales y económicas para el país de esta devastación
aún están por evaluarse.
14
En los últimos años, debido a la crisis económica y la situación sociopolítica del país,
la presión sobre los bosques al sur del Orinoco se ha acentuado (18) . Empero, ya en
1975, Hamilton et al.(19) mencionan que «en el estado Bolívar se ha explotado y se ha
deforestado una considerable superficie de tierras boscosas, especialmente para esta-
blecer potreros».

.  Detalle de bosque nublado en Parque NacionalTapo Caparo,


localizado entre los estados Barinas, Mérida yTáchira.
Fotografía Pablo Krisch

(17 ) Américo Catalán. El proceso de deforestación enVenezuela entre -. Ministerio del Ambiente
y de los Recursos Naturales Renovables. Caracas, 1992.
(18 ) Ver omb-Ven, op. cit.
(19 ) L.S. Hamilton, J. Steyermark, Jean PierreVeillon y Edgardo Mondolfi (Eds.). Conservación
de los bosques húmedos deVenezuela, Sierra Club, Caracas,Venezuela, 1977.
GeoVenezuela. Fundación Empresas Polar

A r m a n d o To r re s L ez a m a La cuidada movilización de los recursos


forestales. La industria forestal

Fotografía Pablo Krisch


.  El Jarillo, estado Miranda.
Fotografía Pablo Krisch
.  ColoniaTovar, estado Aragua.
389
390

.  Parque Nacional ParimaTapirapecó, al sureste del estado


Amazonas, cuenta con bosques siempreverdes, semideciduos y deciduos.
Fotografía Henry González, Orinoquiaphoto

.  Sanare, estado Lara.


Fotografía Pablo Krisch

.  Yagrumos, estado Mérida.


Fotografía Pablo Krisch
A r m a n d o To r re s L ez a m a La cuidada movilización de los recursos
forestales. La industria forestal
GeoVenezuela. Fundación Empresas Polar
391
15
En síntesis, la intensa deforestación durante los últimos 50 años al norte del Orinoco ha
transformado el paisaje de bosque continuo en una superficie severamente fragmenta-
da, en la mayoría de los casos. Durante el período 1950–1999 se perdieron más de 6
millones de hectáreas(20). Aunque no se cuenta con información a escala nacional sobre
los cambios de superficie boscosa; en la Reserva Forestal deTicoporo, por ejemplo,
desaparecieron 57.109 ha en el período 1987–2001(21), lo que significa una tasa media
anual de deforestación de 4,2%, en contraste con 2,7% para el período 1976–1987 y
1,55% en el lapso 1963–1976, para la misma reserva.
16
Según el gobierno nacional, las causas de la deforestación enVenezuela son «la expan-
sión de la frontera agrícola, la tala ilegal en los bosques, los asentamientos permanentes
en áreas boscosas destinadas para el aprovechamiento, la planificación deficiente de la
minería y los incendios forestales»(22). Dentro de esas causas debe mencionarse tam-
bién la construcción de embalses, siendo el ejemplo más notable enVenezuela el desa-
rrollo de programas hidroeléctricos al sur del Orinoco. La deficiente conciencia
ambiental, en estos casos, ha provocado daños inconmensurables al ambiente.
17
Aún más, la formulación de una estrategia para bajar la tasa de deforestación, requiere
de la atención a sus causas subyacentes. Las causas directas mencionadas tienen sus
raíces en algunos o todos los factores siguientes: pobreza y carencia de tierras, presión
de la población, tenencia desigual de la tierra, insuficiente conciencia ambiental,
ausencia de control administrativo, deficientes instrumentos metodológicos, institu-
cionales, fiscales y legales; así como programas de desarrollo, y políticas de uso de la
tierra e incentivos, que promueven la corta de los bosques.
18
También hay que considerar la degradación del bosque y su fragmentación. La prime-
ra ha sido frecuentemente asociada con la extracción insostenible de madera, la colec-
ción excesiva de leña y el sobrepastoreo. Un problema conexo a la deforestación, al que
con frecuencia no se presta la debida atención, es la fragmentación del bosque (23) .
La tala de los bosques deja unos pocos pedazos de vegetación nativa, en su mayoría ais-
lados unos de otros. Cada uno de estos pedazos es llamado un fragmento forestal. En
los fragmentos forestales de dimensiones reducidas las características del ecosistema
son muy diferentes a las de las zonas más extensas de bosque; en consecuencia, sola-
mente se preserva un subconjunto muy específico de la flora y fauna que se adapta a
esas condiciones(24).

(20 ) J.P.Veillon, op. cit.; A. Catalán, op. cit.


(21 ) Ennio Pozzobon y Ramón Osorio. «Evaluación de las deforestaciones en la Reserva
Forestal deTicoporo, estado Barinas-Venezuela, en base al análisis multitemporal de imágenes
de percepción remota». Revista GeográficaVenezolana 43 (2), 215-235, 2002.
(22 ) marn-dgrf. Política nacional de bosques. Caracas,Venezuela, 2002. pp. 10.
(23 ) fao. Situación forestal en la región deAmérica Latina y el Caribe ,Oficina Regional
de la fao para América Latina y el Caribe, 2003. http://www.rlc.fao.org.
(24 ) W.F. Laurance. «Habitat fragmentation: introduction and synthesis». Biological Conservation,
91: 101-107, 1999; En: fao, Situación de los bosques del mundo , Roma; Laurance et al.
«Conservation: Rainforests fragmentation kills big trees». Nature, 404: 836, 2000. En: fao, op. cit.
392

período superficie número


de medición muestreada de especies
tipo de bosque ( años ) ( ha ) ubicación > 10 cm dap
húmedo semideciduo ˙ 39,98 ˙ 1,5 ˙ Elestado
Caimital,
Barinas
˙ 68

seco semideciduo ˙ 30,83 ˙ 1,0 ˙ Hato Sunsun, ˙


estado Portuguesa
38

seco deciduo ˙ 24,45 ˙ 0,5 ˙ Clarines, ˙


estado Anzoátegui
25

húmedo siempreverde ˙ 31,35 ˙ 1,5 ˙ Río Grande,


estado Bolívar
˙ 125

nublado ˙ 33,33 ˙ 1,5 ˙ San Eusebio,


estado Mérida
˙ 55

Fuente: Cálculos propios (Grupo de Investigación Biodesus-ULA).

19
El permanente seguimiento a los cambios de la cubierta forestal en la Amazonia brasi-
leña, por ejemplo, ha permitido determinar que la superficie forestal fragmentada (con
bosques de menos de 10.000 ha de superficie) o susceptible de sufrir efecto de borde
(menos de 1 km de los claros), es al menos un 150% más extensa que la superficie defo-
restada(25). EnVenezuela, se considera imperativo iniciar este monitoreo.
Crecimiento de los diferentes tipos de bosques enVenezuela
20
Desde 1956, el Instituto de Silvicultura de la ula, ahora Instituto de Investigaciones
para el Desarrollo Forestal (indefor), ha establecido más de 70 parcelas permanentes
en diferentes tipos de bosque del país, con el propósito de monitorear el crecimiento y
rendimiento en bosques naturales no perturbados y explotados. Este esfuerzo, que
ahora recibe la atención internacional, fue iniciado por el ingeniero forestal Jean Pierre
Veillon, cuando se desempeñaba como profesor e investigador de Ordenación Fores-
tal, y continuado varios años después de su jubilación en 1977. Los resultados para ese
período han sido reseñados porVeillon(26). Desde 1993, el monitoreo de las parcelas
está a cargo del Grupo Biodiversidad y Desarrollo Sustentable en Ecosistemas Fores-
tales (biodesus).

(25 ) Laurance, op. cit., en fao, op. cit.


(26 ) Jean PierreVeillon, 1985. El crecimiento de algunos bosques naturales deVenezuela en relación con los
patrones del medio ambiente. Revista ForestalVenezolana, 29: 5-120.
393
tabla  Estructura y crecimiento de diferentes tipos de bosques monitoreados.
Crecimiento

especies arbóreas número área basal volumen diámetro área basal volumen
más abundantes (arbol / ha) (m / ha) ( m / ha) (cm /arbol / año) (m / ha/ año) (m / ha / año)
Brosimum alicastrum
Guazuma ulmifolia
˙ 235 – 299 ˙ 29,63 ˙ 311,37 ˙ 0,31 ˙ 0,42 ˙ 5,73

Attalea butyracea

Guazuma ulmifolia
Casearia nitida
˙ 247–337 ˙ 18,72 ˙ 195,50 ˙ 0,22 ˙ 0,31 ˙ 3,45

Pterocarpus acapulcensis

Bulnesia arborea
Lonchocarpus sp.
˙
536–578 ˙ 26,34 ˙ 232,86 ˙ 0,16 ˙ 0,35 ˙ 3,50

Machaerium moritzianum

Mora gonggrijpii
Protium guianense
˙ 536–569 ˙ 30,90 ˙ 317,53 ˙ 0,19 ˙ 0,48 ˙ 6,06

Licania densiflora

Myrcia fallax
M. acuminata
˙ 707–808 ˙ 35,53 ˙ 329,14 ˙ 0,13 ˙ 0,36 ˙ 3,52

Graffenrieda latifolia

21
En la tabla 2 se presenta un resumen de la información actualizada relativa a la estructu-
ra y crecimiento de la mayoría de los bosques monitoreados durante más de 25 años.
En éste se observa que uno de los mayores volúmenes corresponde a los bosques
húmedos, que también muestran los mayores valores de crecimiento. Estos bosques
corresponden a la zona de la Reserva Forestal de Imataca, los cuales están actualmente
siendo sometidos a manejo forestal. Esta información, aun cuando corresponde a una
muy pequeña superficie, es de gran importancia pues puede orientar dicho manejo,
en lo relativo a extensión de los ciclos de corta.
22
Así mismo, destaca el alto volumen observado en las parcelas establecidas en bosque
nublado, pero el crecimiento es uno de los más bajos. Este ecosistema de singular
importancia está siendo sometido a procesos de intervención acelerados que compro-
meten seriamente su existencia, principalmente por expansión de la frontera agrícola y
por extracción selectiva para uso como leña o material constructivo. Ramírez et al.(27)
encontraron un incremento en la densidad de árboles, en un análisis para un período
de 30 años, debido a que el ingreso fue mayor que la mortalidad. Los autores afirman
que, aparentemente, la dinámica del bosque no ha sido afectada pero que la situación
podría cambiar debido a la presión que existe sobre el área, y recomiendan establecer
estrategias de conservación orientadas a reducir esa presión.

(27 ) Hirma Ramírez-Angulo, ArmandoTorres-Lezama y Julio Serrano. «Mortalidad y


reclutamiento de árboles en un bosque nublado de la cordillera de los Andes,Venezuela».
Ecotropicos 15 (2): 177-184, 2002.
394
Las áreas naturales protegidas y los bosques
23
La Unión Mundial de la Naturaleza (iucn) diseñó un sistema de clasificación de áreas
protegidas(28), el cual ha sido utilizado por muchos países. Las seis categorías ahora
reconocidas se pueden reagrupar en dos, las estrictamente protegidas (I-IV) y aquellas
donde se ha previsto la extracción planificada de recursos o el manejo (V y VI ). Es a
partir de la creación del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales Renova-
bles (marnr) que enVenezuela se diseña un complejo «Sistema» de Áreas Bajo Régi-
men de Administración Especial (abrae), con 25 categorías.
24
Las mencionadas abrae constituyen figuras legales bajo las cuales se enmarca un con-
junto de «espacios geográficos, sitios y elementos con características biofisicas singu-
lares o con otras cualidades y potencialidades, en lo socio cultural, las cuales ameritan
recibir del Estado una protección efectiva y permanente bajo un régimen de adminis-
tración sui géneris que garantice la integridad fisica sin merma de sus valores, mediante
la utilización acorde con esos objetivos y una protección y manejo adecuados a dichas
características»(29).
25
Para agosto de 2001, se habían decretado 362 abrae. En la tabla 3 se indican las catego-
rías, su área total y el porcentaje bruto del territorio nacional ocupado por éstas. El
informe del omb-ven(30), sostiene que la superficie neta de abrae en el país representa
un 46% del territorio nacional, y un 72% está cubierta por bosques. Este alto porcenta-
je de superficie protegida por ley es un indicador del compromiso del país con la con-
servación de la biodiversidad, los recursos naturales y el ambiente; pero revela poco
acerca de la calidad del manejo de estas áreas protegidas(31).
26
La declaratoria, en algunos casos desordenada, de numerosas áreas, sin un correspon-
diente respaldo de sus límites geográficos, ha determinado que exista un considerable
solapamiento, lo que explica, en parte, ciertas inconsistencias en los datos suministra-
dos por diferentes fuentes. En un análisis reciente del avance de la gestión de las áreas
protegidas y sus limitaciones, Bevilacqua(32) resalta que existen innumerables deficien-
cias o debilidades que recomiendan una revisión completa del actual sistema de abrae
enVenezuela. Por ejemplo, para 1999, únicamente un 15% de las áreas decretadas con-
taban con planes de ordenamiento y reglamento de uso aprobados(33). Adicionalmen-
te, las variantes introducidas en nuestro país complican las comparaciones con la
clasificación iucn e, incluso, para varias de las figuras ni siquiera es posible encontrar
una correspondencia.

(28 ) iucn. Categories, Objectives and Criteria for ProtectedAreas.A final Report by Committee on criteria
and Nomenclature Commission on National Parks and ProtectedAreas. International Union for
Conservation of Nature and Natural Resources. International Union for Conservation of Nature and
Natural Resources. Morgues, Switzerland, 1978.
(29 ) marnr, seforven (dgrf). Mapa de las Áreas Bajo Régimen deAdministración Forestal (ABRAE).
Caracas,Venezuela, 1998.
(30 ) Ver omb-Ven, op. cit.
(31 ) wcmc, 1997, citado por María Bevilacqua, 2002. «Áreas Protegidas y conservación de la diversidad
biológica». En: M. Aguilera et al., op. cit.
(32 ) María Bevilacqua, op. cit. En: M. Aguilera et al., op. cit.
(33 ) María Bevilacqua, op. cit.
395
tabla  Áreas bajo Régimen de Administración Especial (abrae).
porcentaje
superficie del territorio
categoría figura (ha) * nacional
producción forestal Reservas forestales ˙ 11.812.606,00 ˙ 12,890 %
Lotes boscosos ˙ 1.224.626,00 ˙ 1,336 %
Áreas boscosas bajo protección ˙ 3.387.889,00 ˙ 3,697 %

producción agrícola Zonas de aprovechamiento agrícola ˙ 357.955,00 ˙ 0,391 %


Áreas rurales de desarrollo integral ˙ 1.082.314,00 ˙ 1,181 %

protección estricta Parques nacionales ˙ 13.559.578,00 ˙ 14,796 %


Monumentos naturales ˙ 4.276.178,00 ˙ 4,666 %
Refugios de fauna silvestre ˙ 53.474,00 ˙ 0,058 %

protección normada Reservas de biosfera ˙ 9.602.466,00 ˙ 10,478 %


Zonas protectoras ˙ 12.859.531,00 ˙ 14,032 %
Reservas nacionales hidráulicas ˙ 1.740.783,00 ˙ 1,899 %
Reservas de fauna silvestre ˙ 71.856,85 ˙ 0,078 %
Áreas críticas con prioridad
de tratamiento
˙ 3.599.146,00 ˙ 3,927 %

Áreas de protección de obras públicas ˙˙ 116.425,00 ˙ 0,127 %


Zonas de reserva para construcción
de presas y embalses
˙ 7.043,00 ˙ 0,008 %

Áreas de protección y
recuperación ambiental
˙ 4.168,00 ˙ 0,005 %

Costas marinas de aguas profundas ˙ 26.338,32 ˙ 0,029 %


Sitios de patrimonio histórico ˙ 1.209,00 ˙ 0,001 %
Zonas de interés turístico ˙ 505.649,63 ˙ 0,552 %
Zonas de seguridad ˙ 121.845,83 ˙ 0,133 %
Zonas de seguridad fronteriza ˙ 294.315,52 ˙ 0,321 %

(* ) Incluye áreas solapadas.


total 64.705.397,15 ˙ 70,60 %

Fuente: modificado de MARNR, 2000.

Zona forestal permanente


27
Dentro de las abrae se encuentran áreas boscosas destinadas a la producción perma-
nente de madera y otros productos forestales, que incluye la protección de suelos y
recursos hídricos y la conservación de la diversidad biológica, que en lo sucesivo se
identificarán bajo el nombre genérico de Zona Forestal Permanente (zfp), con tres
grandes variantes: las Reservas Forestales, los Lotes Boscosos y las Áreas Boscosas
Bajo Protección (tabla 4).
396
tabla  Zona forestal permanente (zfp) deVenezuela.
superficie
figura nombre ubicación decretada ( ha)
reservas forestales Imataca * ˙ Delta Amacuro–Bolívar ˙ 3.640.899
El Caura ˙ Bolívar ˙ 5.134.000
La Paragua ˙ Bolívar ˙ 782.000
Guarapiche * * ˙ Monagas ˙ 370.000
Sipapo ˙ Amazonas ˙ 1.215.500
Ticoporo * ** ˙ Barinas ˙ 187.156
Caparo * ** ˙ Barinas ˙ 180.511
San Camilo * ** ˙ Barinas ˙ 138.500
RíoTocuyo * ** ˙ Yaracuy–Falcón ˙ 47.640
Turén * ** ˙ Portuguesa ˙ 116.400
subtotal 11.812.606

lotes boscosos San Pedro ˙ Bolívar ˙ 757.400


Caño Blanco ˙ Bolívar ˙ 20.000
cvg El Frío ˙ Bolívar ˙ 65.000
Río Parguaza ˙ Bolívar ˙ 65.700
Dorado–Tumeremo ˙ Bolívar ˙ 78.993
Fundo Paisolandia ˙ Bolívar ˙ 8.101
Fundo Flamerich ˙ Bolívar ˙ 19.196
Hato Santa María ˙ Bolívar ˙ 38.516
Altiplanicie de Nuria ˙ Bolívar ˙ 171.720
subtotal 1.224.626

áreas boscosas
bajo protección
Márgenes del río Güere ˙ Anzoátegui ˙ 93.036
Río Arauca–Güere ˙ Anzoátegui ˙ 26.314
Río Orichuna ˙ Apure ˙ 44.541
ElYagual ˙ Apure ˙ 41.419
Achaguas ˙ Apure ˙ 84.213
San Fernando ˙ Apure ˙ 37.410
Santo Domingo ˙ Barinas ˙ 155.152
La Danta ˙ Barinas ˙ 13.129
Río Apure–Caparo ˙ Barinas ˙ 18.535
Chivapure–Cuchivero ˙ Bolívar ˙ 620.133
San Francisco de La Paragua ˙ Bolívar ˙ 67.000
El Choco ˙ Bolívar ˙ 15.000
Libertad ˙ Cojedes ˙ 38.088
El Amparo ˙ Cojedes ˙ 41.140
El Baúl–Corralito ˙ Cojedes ˙ 120.385
RíoTucurere ˙ Falcón ˙ 73.473
A r m a n d o To r re s L ez a m a La cuidada movilización de los recursos
forestales. La industria forestal
GeoVenezuela. Fundación Empresas Polar
397

superficie
figura nombre ubicación decretada ( ha)
Río Los Remendios ˙ Falcón ˙ 80.315
Matícora y Cocuiza ˙ Falcón ˙ 40.402
Barbacoas ˙ Guárico–Aragua ˙ 222.640
Río Orituco ˙ Guárico ˙ 100.205
Pueblito ˙ Guárico–Cojedes ˙ 98.731
Tiznados ˙ Guárico ˙ 20.380
Márgenes del río Guárico ˙ Guárico ˙ 166.677
Caño Caballo ˙ Guárico ˙ 125.960
Nirgua-Aroa ˙ Yaracuy ˙ 68.467
Río Guanipa ˙ Monagas ˙ 111.562
Botucal ˙ Portuguesa ˙ 13.244
Delgadito ˙ Portuguesa ˙ 3.390
El Clavo ˙ Portuguesa–Barinas ˙ 9.544
Pie de Monte Portuguesa ˙ Portuguesa–Barinas ˙ 54.065
Río GuanareViejo ˙ Portuguesa ˙ 20.076
RíoTocuco ˙ Zulia ˙ 31.665
Cerro Machado–El Silencio ˙ Táchira ˙ 5.956
Páramo Las Lajas ˙ Táchira ˙ 2.231
Río Aricuaiza ˙ Zulia ˙ 15.114
RíoTarra ˙ Zulia ˙ 59.915
Santa Rosa ˙ Zulia ˙ 99.264
Pedernales ˙ Delta Amacuro ˙ 246.625
Merejina ˙ Delta Amacuro ˙ 302.493

subtotal ˙ 3.387.889
total 16.425.621
(*) La superficie total de la R.F Imataca no está totalizada; restan algunos cálculos
cartográficos que permitan delimitarla completamente.
(**) Superficie actualizada según Decreto1603. G.O N° 5113-E de fecha10-12-1996.
(***) Han sido objeto de fuertes procesos de ocupación con fines agropecuarios.
Fuente: MARN, 2003

= 28
Según el marn(34), para el año 2000, de la superficie total de la zfp (16,43 millones de
ha), que representa un 17,9% de la superficie del país, el 71,91% correspondía a Reser-
vas Forestales (11,32 millones ha), el 20,63% a las Áreas Boscosas Bajo Protección (3,39
millones de ha) y el restante 7,45% a los Lotes Boscosos (1,22 millones ha). No obstan-
te, de esta superficie total hay que segregar las áreas que están solapadas por otras
figuras con un grado de protección más estricto, y que legalmente privan sobre las
anteriores.También existiría una proporción de esta superficie que, aunque no sobre-

(34 ) marn-dgrf, op. cit.


398
puesta por otras abrae, deben excluirse del aprovechamiento por sus funciones predo-
minantemente de conservación de diversidad biológica, protección de ecosistemas, o
porque su aprovechamiento no sea económicamente viable. Estas deberían ser consi-
deradas en la zonificación producto del Plan de Ordenamiento y Reglamento de
Uso de la zfp.
29
Asimismo, es bien conocida la delicada situación de los bosques productivos venezo-
lanos, principalmente aquellos ubicados al norte del Orinoco, en donde intensos pro-
cesos de deforestación causados mayoritariamente por el avance de la frontera
agrícola, han mermado la capacidad productiva y al mismo tiempo, han traído como
consecuencia la desaparición de estos importantes ecosistemas. En tal sentido, es fun-
damental mencionar que Reservas Forestales comoTurén (estado Portuguesa),Tico-
poro, San Camilo y Caparo (estado Barinas) y RíoTocuyo (estadosYaracuy y Falcón),
han perdido la casi totalidad de su superficie boscosa. En total, se estima que en estas
áreas se han perdido 2 a 3 millones de hectáreas de bosque(35).
30
Finalmente, en la propuesta de Plan Nacional de Desarrollo Forestal —pndf—(36) se
considera que sólo unas 5 millones de hectáreas de la zfp pueden ser sometidas a Pla-
nes de Ordenación y Manejo Forestal (pomf) con fines de producción sostenible de
maderas (bosque alto o medio denso, sin limitaciones por topografia o mal drenaje);
palmito (bosques anegadizos del Delta) y fibras de palmas y otras plantas, y productos
diversos (Amazonas).
Plantaciones forestales
31
Las plantaciones forestales experimentales enVenezuela son promovidas con la crea-
ción del Ministerio de Agricultura y Cría (mac) en 1936. Las plantaciones a gran escala,
sin embargo, no se inician sino hasta finales de la década de 1960.
32
En sus comienzos, esta labor fue fuertemente asumida por el sector público nacional,
representado por la CorporaciónVenezolana de Guayana (cvg), Ministerio de Agricul-
tura y Cría (mac) y la Compañía Nacional de Reforestación (conare), entre los más
destacados. Gradualmente, el sector privado ha venido ampliando su participación,
iniciada por las empresas Concesionarias Manejadoras del Bosque Natural (asoinbos-
ques), y continuada por la Asociación Nacional de Plantadores deVenezuela (aso-
plant) y otras. Un 23% de la superficie de plantaciones es actualmente administrada
por el sector privado.
33
Como ya se mencionara para el bosque natural, aunque con un menor grado de dificul-
tad, no es fácil informar sobre la superficie real de plantaciones forestales que existe en
el país. Según las estadísticas oficiales, la superficie total de plantaciones forestales
acumulada llegó a 740.000 ha en 1999; incluyendo proyectos con fines protectores, de
investigación, industrial y de uso múltiple(37). Mayores detalles sobre las plantaciones
se encuentran en el tabla 5.

(35 ) Ministerio de Planificación y Desarrollo (mpd). Plan Nacional de Desarrollo Forestal, Caracas,
Venezuela, 2002.
(36 ) mpd, op. cit.
(37 ) marn-dgrf, op. cit.
A r m a n d o To r re s L ez a m a La cuidada movilización de los recursos
forestales. La industria forestal
GeoVenezuela. Fundación Empresas Polar
399
34
La mayor extensión corresponde a plantaciones de pino caribe (Pinus caribaea var.
hondurensis) en el oriente del país, al norte del río Orinoco, en los estados Monagas y
Anzoátegui. Este programa se inició en 1969 en la zona de Uverito, y es la plantación
industrial pionera del país. Para 1999, alcanzaba las 533.018 ha, constituyendo así una
de las plantaciones forestales continuas más grande del mundo tropical.

.  Pino caribe, bosque Uverito, estado Monagas.


Fotografía Pablo Krisch

.  Vista aérea de plantación de pino caribe,


bosque Uverito, estado Monagas.
Fotografía Pablo Krisch
400

proyecto
cvg–proforca

terranova de venezuela

smurfit–cartón de venezuela

compañía nacional de reforestación

contaca

emallca

trafor, c.a.

deforsa

asociación de agrotécnicos la tentación

agroforestal anzoátegui

marn

Otros proyectos (marn, alcaldías, otros)

forestal orinoco

agropecuaria la bombonera

cvg–bosque natural

Fuente: MARNR, 2001; Terranova, en línea; Elaboración propia.


401
tabla  Principales proyectos de plantaciones forestales enVenezuela.
superficie objetivos
ubicación plantada ( ha) especies utilizadas de la plantación
Anzoátegui
Monagas
˙ 533.018 ˙ Pinus caribea var. hondurensis Materia prima
para la industria forestal

Anzoátegui
Monagas
˙ 115.600 ˙ Pinus caribea var. hondurensis Materia prima para aserrado
y tableros

Cojedes
Lara
˙ 22.000 ˙ Pinus caribaea, Eucalyptus spp. Materia prima
para pulpa y papel
Portuguesa

Diversos estados
del país
˙ 21.915 ˙ Pinus caribea, P. oocarpa Conservación de suelos.
Materia prima para la industria forestal

R.F. deTicoporo,
Edo. Barinas
˙ 6.000 ˙ Tectona grandis, Gmelina arborea,
Eucalyptus spp., Cordia spp.,
Materia prima para la industria
mecánica de la madera
Swietenia macrophylla

R.F. deTicoporo,
Edo. Barinas
˙ 5.680 ˙ Tectona grandis, Gmelina arborea,
Tabebuia rosea, Cordia spp.,
Materia prima para la industria
mecánica de la madera
Swietenia macrophylla

Soledad,
Edo. Anzoátegui
˙ 4.500 ˙ Pinus caribaea, E. grandis Materia prima
para la industria forestal

San Carlos,
Edo. Cojedes
˙ 3.875 ˙ Eucalyptus spp. Materia prima para pulpa y papel

Tabaro,
Edo. Anzoátegui
˙ 3.000 ˙ Pinus caribea, Eucalyptus spp. Materia prima para aserrío

Anzoátegui ˙ 1.500 ˙ Eucalyptus urophylla Protección de suelos y producción


de materia prima

Varios estados ˙ 1.296 ˙ Tectona grandis, Gmelina arborea,


Pinus spp., Eucalyptus spp.,
Protección de suelos y producción
de materia prima
Cordia spp., Swietenia macrophylla,
Copaifera officinalis,
Bambú ( Bambusa spp.,
Guadua spp., Arthrostylidium spp.
y Chusquea spp., entre otros),
Mauritia flexuosa

Varios estados ˙ 1.296 ˙ Tectona grandis, Gmelina arborea,


Pinus spp., Eucalyptus spp.,
Producción, protección,
investigación
Cordia spp., Swietenia macrophylla,
Copaifera officinalis,
Spondias mombin y otras

Mapire,
Edo. Anzoátegui
˙ 550 ˙ E. tereticornis,
E.urograndis, E. urophylla
Materia prima
para pulpa y papel

La Paragua,
Edo. Bolívar
˙ 480 ˙ Tectona grandis, Gmelina arborea,
Pinus spp., Cordia spp.,
Producción de materia prima

Swietenia macrophylla

Amazonas ˙ 300 ˙ Hevea brasiliensis Industriales e investigación

total ˙ 721.010
402
35
Más de 400.000 hectáreas, de esta superficie, están siendo manejadas por cvg Profor-
ca, una empresa de capital nacional creada en 1988. Sin embargo, ya la empresaTerra-
nova deVenezuela S.A. (tdv), con capital internacional, compró la cosecha correspon-
diente a 53.500 ha, a cvg-Proforca, en 1997, y adquirió el derecho de usufructo del
suelo durante 30 años(38). Más tarde (2001), se convertiría en la accionista mayoritaria y
administradora de un patrimonio forestal de 62.100 ha constituido por los proyectos
Guayamure e Imataca, anteriormente bajo la administración del grupo manpa. En con-
secuencia, actualmente tdv administra un recurso forestal de 115.600 ha de plantacio-
nes de pino caribe, el cual le permite cumplir con un abastecimiento anual aproximado
de 850.000 metros cúbicos (m3) sólidos sin corteza, volumen necesario para la pro-
ducción de madera aserrada, tableros de densidad media y de partículas, en las plantas
industriales del GrupoTerranova enVenezuela.
36
Otra empresa que merece una mención especial es Smurfit-Cartón deVenezuela, una
compañía internacional que comenzó a comprar tierras a principios de la década de los
ochenta, para establecer monocultivos en el estado Portuguesa con el fin de producir
madera para pulpa. Para el 2001, la empresa contaba con 22.000 ha, sin incluir la supe-
rficie ya aprovechada, principalmente con Eucalyptus sp. (híbrido de E. urophylla 
E. grandis, 9.500 ha), Pinus caribaea (7.300 ha) y Gmelina arborea (5.500 ha). El ren-
dimiento de estas plantaciones, ubicadas en suelos de mejor calidad, es de 3 a 10 veces
superior al de aquellas situadas en los llanos orientales del país.
37
Asimismo, se reporta que las empresas manejadoras de bosque en reservas forestales y
lotes boscosos han establecido, hasta el año 1999, unas 72.500 ha de plantaciones bajo
dos modalidades: a campo abierto y en fajas de enriquecimiento, como parte de los
compromisos de «reposición» del bosque aprovechado. El 61% de estas plantaciones
se encuentra en el occidente del país y el resto en la región de Guayana(39). Las implica-
ciones de la transformación indirecta del bosque, mediante las plantaciones en fajas,
serán discutidas más adelante.
38
El marn (2001) (40) reseña, adicionalmente, que conare ha establecido, hasta el año
1999, unas 21.915 hectáreas de plantaciones en 14 estados del país, con predominancia
de especies exóticas, con fines de conservación o protección. Se desconoce, no obstan-
te, la superficie actual de estas plantaciones.
39
Por otra parte, en cuanto a especies plantadas, además del pino caribe, se destaca el
establecimiento de especies latifoliadas exóticas como: Eucalyptus spp. (unas 35.000
ha), Tectona grandis (unas 20.000 ha) y Gmelina arborea (unas 10.000 ha); y extensio-
nes menores de Leucaena (Leucaena leucocephala), Fresno (Fraxinus americana),
Ciprés (Cupressus spp.), entre otras.También existen plantaciones de especies nativas
como Apamate (Tabebuia rosea), Cedro (Cedrela odorata y C. angustifolia), Caoba
(Swietenia macrophylla) y Pardillo (Cordia spp.)(41).

(38 ) Terranova deVenezuela. http://www.terranova.com/esp/main_home.htm. en línea.


(39 ) marn-dgrf, op. cit.
(40 ) marn-dgrf, op. cit.
(41 ) marn-dgrf, op. cit.
A r m a n d o To r re s L ez a m a La cuidada movilización de los recursos
forestales. La industria forestal
GeoVenezuela. Fundación Empresas Polar
403
40
Además, la CorporaciónVenezolana de Guayana ejecuta un proyecto de plantaciones
de Hevea brasiliensis (caucho natural) en el estado Amazonas. El objetivo de este pro-
yecto es establecer un total de 3.000 ha de plantaciones en los próximos 10 años. Has-
ta el 2002, se registran 300 ha de plantaciones, con una producción de 3 toneladas
métricas de látex obtenidas de 50 ha para ese año(42).
41
El área neta de plantaciones con fines de producción, sin embargo, posiblemente no
excede las 550.000 ha, según observaciones contenidas en otras fuentes(43). Por ejem-
plo, cvg-Proforca ha perdido en la última década más de 60.000 ha por el fenómeno de
mortalidad e incendios y ha explotado 65.000 ha desde 1992, mientras que su capaci-
dad para reponer los bosques está muy disminuida. Asimismo, de las más de 70.000 ha
reportadas por las empresas manejadoras de bosque natural, las plantaciones a campo
abierto han sido diezmadas por invasiones e incendios, mientras que los lotes de plan-
taciones de enriquecimiento, en su mayoría, no garantizan un aprovechamiento futuro.
42
En síntesis, a pesar de los esfuerzos realizados durante más de 40 años, la superficie
plantada es todavía inferior al 1% del territorio nacional. Aún más, la tasa anual de plan-
tación disminuyó durante la década de los años noventa. Sin embargo, en su documen-
to sobre «Política Nacional de Bosques», el marn (44), plantea que el «aumento de la
cubierta forestal, mediante la rehabilitación, restauración, reforestación y otras técni-
cas de forestación, se ha continuado con el Programa Nacional de Plantaciones Fores-
tales». Más adelante se señalan las posibles razones que han limitado el establecimien-
to y desarrollo de plantaciones forestales en el país.
43
Por otra parte, enVenezuela existen tierras con potencial para el establecimiento de
plantaciones forestales donde, de seguirse una apropiada planificación y manejo, y la
utilización de tecnologías de punta, se pueden obtener rendimientos superiores a los
hasta ahora reportados para la subregión geográfica de los llanos orientales. Estas
áreas se encuentran, además, en las subregiones centro (Guárico y Cojedes) y occiden-
te (Portuguesa, Barinas) de los llanos, norte de la región Guayana, depresión del lago
de Maracaibo (estado Zulia) y el sistema de colinas Lara-Falcón. Buena parte de estas
áreas son sabanas y chaparrales, bajo un uso marginal, localizadas principalmente
a lo largo del eje Orinoco-Apure y en los piedemontes de las cordilleras de los Andes
y la Costa(45).
44
En 1992, el Gobierno Nacional destinó un 10% del territorio del país (9,3 millones de
ha) para el establecimiento de plantaciones forestales(46). No obstante, la reciente apro-

(42 ) Organización Internacional de las MaderasTropicales (oimt). Reseña anual y evaluación de la


situación mundial de las maderas. Documento GI-7/02.Yokohama, Japón, 2002, pp. 64. Documento
disponible en línea, en: http://www.itto.or.jp/live/Live_Server/377/-02-text.pdf.
(43 ) Kammesheidt et al. «History of loggin and silvicultural treatments in the westernVenezuela plain
forests and the prospect for sustainable forest management», Forest Ecology and Management,
148: 1-20, 2001; mpd, op. cit.; Lozada et al. «Plantaciones en fajas de enriquecimiento. Experiencias
en 4 unidades de manejo forestal de la Guayana venezolana». En: Interciencia, 28: 568-575, 2003.
(44 ) marn-dgrf, op. cit., p. 19.
(45 ) mpd, op. cit.
(46 ) Ver Gaceta Oficial º 34984 del 12-6-92. Decreto .
404
bación de la Ley deTierras y Desarrollo Agrario(47) por el Ejecutivo Nacional, faculta-
do por la ley habilitante concedida al presidente de la República por la Asamblea
Nacional, y su subsiguiente Reglamento, seguramente determinarán una reducción del
área para plantaciones forestales con fines comerciales, como se analiza más adelante.
desarrollo histórico de las actividades forestales
Marco legal e institucional
45
Los decretos conservacionistas del Libertador Simón Bolívar, promulgados a princi-
pios del siglo xix, son frecuentemente citados como antecedentes importantes en
materia de defensa de los recursos naturales(48). Las primeras leyes de la República de
Venezuela en materia de conservación del ambiente, comenzaron a expedirse en 1910
con la Ley de Bosques. A lo largo del siglo xx se promulgó una gran cantidad de leyes,
reglamentos y decretos. Uno de los antecedentes más notables es la creación en 1937,
del Parque Nacional Rancho Grande, actualmente Henri Pittier. En 1977, se crea,
mediante la Ley Orgánica de la Administración Central, el Ministerio del Ambiente, el
primero en América Latina. En 1950, se decreta la primera reserva forestal (Turén, en el
estado Portuguesa).
46
A partir de la década de los sesenta se promulgan las leyes que tienen vigencia y mayor
importancia con respecto a la planificación y gestión de los recursos forestales. Entre
ellas, cabe destacar la Ley Forestal de Suelos y Aguas y su Reglamento (1965 y 1966,
respectivamente); Ley de Protección a la Fauna Silvestre (1970); Ley Orgánica del
Ambiente (1976); Ley Orgánica de la Administración Central (1977); Ley Orgánica
para la Ordenación delTerritorio (1983); Ley Penal del Ambiente (1992); Constitución
de la República Bolivariana deVenezuela (1999) y la Ley de Diversidad Biológica
(2000).
47
Otras leyes que tienen implicaciones en el desarrollo forestal son la Ley de Minas
(1999); la Ley deTierras y Desarrollo Agrario (1999), que sustituye a la antigua Ley de
Reforma Agraria (1961); la Ley delTimbre Fiscal (Reformas 1994 y 1999); Ley para la
Creación de Zonas Especiales de Desarrollo Sustentable y la Ley de Demarcación y
Garantía del Hábitat yTierras de los Pueblos Indígenas (2001).
48
En cuanto a la base institucional, es importante destacar que durante casi tres décadas
se concentró en un solo organismo (marn), las funciones de formulación e instrumen-
tación de las políticas de protección y control, por una parte, y de promoción de la pro-
ducción, la industria y el comercio, por la otra. Como bien se expresa en la propuesta
del Plan Nacional de Desarrollo Forestal (pndf)(49), esta estrategia no resultó exitosa en
la práctica, pues «Ni se ha podido controlar la destrucción de los bosques, ni se ha
desarrollado la economía forestal del país». En consecuencia, en la reforma parcial de
la Ley Orgánica de la Administración Central del 14 de octubre de 1999, mediante el

(47 ) Ver Gaceta Oficial º 37.323 del 13-11-2001. Ley de Tierras y DesarrolloAgrario.
(48 ) Ver marnr, Decretos conservacionistas del Libertador. Ministerio del Ambiente y de los Recursos
Naturales Renovables. División de Ediciones, Ministerio de Agricultura y Cría, Caracas, 1979.
(49 ) mpd, op. cit., p. 29.
A r m a n d o To r re s L ez a m a La cuidada movilización de los recursos
forestales. La industria forestal
GeoVenezuela. Fundación Empresas Polar
405
Decreto 369(50), se separan las funciones de producción, industria y comercio, asigna-
das ahora al nuevo Ministerio de la Producción y el Comercio (mpc).
49
Debido a los intereses que esta decisión afecta, se ha planteado una disputa entre los
actores del sector forestal sobre a quién le compete la administración de los recursos
forestales(51). Aparentemente, esta disyuntiva se genera debido a que en el artículo 50
del decreto se establece que el marn sigue siendo el encargado de la administración de
las áreas bajo régimen de administración especial que le corresponda, dado que, salvo
las plantaciones forestales y algunos lotes de bosque natural privados, los bosques con
fines de producción se encuentran dentro de figuras abrae.
50
La separación de funciones se profundiza con la creación, en 2002, del Ministerio de
Agricultura yTierras (mat), el cual debe promover el mejoramiento de la dinámica del
medio rural y, por consiguiente, del sector forestal(52). Sin embargo, aún no se han visto
los resultados de estas definiciones.
Aprovechamiento forestal
Fase inicial
51
La recolección de productos forestales alimenticios ha sido una práctica ancestral en el
Amazonas venezolano. Se menciona, por ejemplo, el uso por los Huottûjas, también
llamados piaroas, de especies de palma como seje pequeño (Oeonocarpus bacaba), seje
grande (O. bataua) y moriche (Mauritia flexuosa)(53). Los sejes crecen en el bosque
medio denso de tierra firme, aunque el seje grande también medra en áreas inundadas.
Los morichales se encuentran en zonas pantanosas.
52
A principios del siglo xx la cosecha del látex de caucho (Hevea brasiliensis) en la cuen-
ca amazónica tuvo una relevancia mundial. Esta práctica se basó en el «ordeño» de
árboles en pie sobre grandes superficies(54). La exportación de fibras de la palma chi-
quichiqui (Leopoldinia piassaba) también fue importante en el Amazonas. Igualmen-
te, sus frutos son muy apreciados.
53
El aprovechamiento forestal en el siglo xx, no obstante, estuvo dominado por la explo-
tación comercial de madera. Su inicio se registra en le década del veinte, en los bosques
húmedos semi-deciduos de Portuguesa y Cojedes(55). La cercanía a los centros indus-
triales del país, especialmenteValencia y Caracas, y la relativa riqueza de las especies
maderables valiosas hizo de estos bosques los principales objetos de la explotación(56).

(50 ) Gaceta Oficial º 36.807 del 14-10-99. Decreto .


(51 ) Ver mpd, op. cit.; omb-Ven, op. cit.
(52 ) mpd, op. cit.
(53 ) Mary Melnik. «Productos forestales comestibles: una oportunidad para el desarrollo sustentable».
En: Antonio Carrillo y Miguel A. Perera (Eds.). Amazonas: modernidad en tradición, sada Amazonas-
caiah, marnr, gtz. Caracas, 1995.
(54 ) Miguel Plonczak. «El uso de los bosques naturales enVenezuela», Quebracho 5: 63-69, 1997.
(55 ) Jean PierreVeillon, M.R.Turner, M. Curran, L. Cieslinski. Estudio de las zonas forestales del estado
Portuguesa, Ministerio de Agricultura y Cría. Caracas,Venezuela, 1949.
(56 ) Mayores detalles sobre la historia del aprovechamiento forestal en nuestro país pueden encontrarse
en Kammesheidt et al., op. cit.
406
54
La extracción de madera, en sus comienzos, se concentró exclusivamente en caoba y
cedro. A finales de la década de 1930, se inició la explotación de saqui-saqui (Bomba-
copsis quinata) y apamate (Tabebuia rosea), aunque todavía en pequeñas cantidades.
Este aprovechamiento se continuó en el estado Barinas.
55
Estas explotaciones se realizaron bajo la figura de permisos anuales, que consisten en
una autorización que otorga el gobierno a un particular por el lapso de un año, para eje-
cutar actividades de aprovechamiento de productos forestales en terrenos de propie-
dad pública o privada, quedando sujeto a algunas medidas de carácter técnico estable-
cidas por el marn. Estos permisos de aprovechamiento forestal eran relativamente fáci-
les de obtener y estaban basados en las reglas más simples de extracción selectiva de
maderas valiosas sin tomar muy en cuenta la tasa futura de disponibilidad del recurso.
56
A grandes rasgos, las directrices de la explotación en estos permisos son los diámetros
mínimos de corta (dmc) para cada especie por ser aprovechada, y las cuotas de explota-
ción (corta permisible) por hectárea que le serán permitidas al solicitante. La cosecha
de la madera era adelantada por los propietarios de bosques privados, los contratistas
o directamente por los compradores de madera. El control del Estado generalmente
consistía en una inspección superficial previa a la extracción, sin ningún control oficial
durante la operación tendente a impedir el daño excesivo al rodal remanente, o cual-
quier otro tipo de registro posterior(57).
57
En 1954 el estado Barinas pasó a ser el primer productor de madera a nivel nacional.
Sin embargo, esto no ocurrió como consecuencia de una política de Estado o un plan
de desarrollo forestal debidamente estructurado sino por el agotamiento del recurso
en el estado Portuguesa (58) . Para 1970 la superficie boscosa de este estado se había
reducido a 37% con respecto al 56% de 1950, debido a que la explotación no estaba
dirigida a preservar la masa para una producción futura, sino que más bien constituía el
primer paso hacia el cambio de uso de la tierra a la ganadería principalmente(59).
La fase de las concesiones forestales
58
Obviamente, la política de permisos anuales de aprovechamiento forestal no garantiza-
ba el adecuado manejo y la permanencia de los bosques. En consecuencia, y ante la
presión colonizadora de las tierras boscosas con fines agropecuarios, en los inicios de
la década de los cincuenta el gobierno central comenzó a reservar la zona forestal per-
manente (zfp) en tierras públicas con fines de producción sostenida de madera. El
estatus legal de las reservas forestales, una figura bastante discutida, ya se había intro-
ducido en la Ley Forestal de 1942(60).

(57 ) Ver Kammesheidt et al., op. cit.


(58 ) Ya en 1955 Martínez-Angulo (Estudio económico-social de la empresa maderera en los estados
Portuguesa y Barinas) planteaba que no era la explotación forestal mal enfocada la que
estaba determinando la desaparición de los bosques de los llanos occidentales; pero que esta
actividad sí conducía al empobrecimiento de la masa forestal, en lo que a especies de alto
valor comercial se refiere.
(59 ) Ver Kammesheidt et al., op. cit.
(60 ) En los estados Portuguesa, Barinas y Apure, se decretaron cuatro reservas forestales:
A r m a n d o To r re s L ez a m a La cuidada movilización de los recursos
forestales. La industria forestal
GeoVenezuela. Fundación Empresas Polar
407
59
En el estado Barinas, un 55% de las antes tierras boscosas públicas (795.000 ha) se
convirtieron en zfp(61). Sin embargo, debido a la creciente presión sobre estas áreas,
en 1959 se produjo la desafectación de las primeras 40.000 ha deTicoporo, para ser
destinadas a uso agrícola y al establecimiento de asentamientos campesinos(62).
60
Es durante la década de 1960 que se establecen las bases del sistema de concesiones
forestales a largo plazo, política plasmada en la Ley Forestal de Suelos y de Aguas
(lfsa) de 1965 y su Reglamento. Se pretendía así, con un contrato administrativo a lar-
go plazo, comprometer a los empresarios a realizar sus actividades con una perspectiva
a futuro, lograr el rendimiento sostenido de la producción y asegurar la permanencia
del recurso. En aquel momento se pensaba que 30 años era un plazo suficiente para
retornar al sitio inicialmente explotado (ciclo de corta). Posteriormente se tornó evi-
dente que, con los dmc establecidos sin tomar en cuenta la dinámica del bosque, el
ciclo para el aprovechamiento no era coherente con el proceso de recuperación de bos-
ques tropicales, por lo que estos comenzaron a perder valor comercial(63).
61
El aprovechamiento forestal en esas concesiones está sujeto a la elaboración de un Plan
de Ordenación y Manejo Forestal (pomf) para superficies mayores a 5.000 ha, y un
InformeTécnico para lotes menores de 5.000 ha, y será ejecutado mediante contratos
administrativos por el servicio forestal o por particulares (lfsa). En el caso de ser reali-
zado por particulares, se hará a través de licitación pública. Las propuestas son eva-
luadas por el marn, organismo encargado de la aprobación y supervisión de la imple-
mentación de los planes de manejo.
62
Dichos planes debían contener diez capítulos: 1) Descripción de la Unidad de Manejo;
2) Inventario Forestal; 3) Método de Ordenación; 4) Plan de Aprovechamiento; 5) Plan
deVialidad Forestal; 6)Tratamiento Silvicultural; 7) Plan de Investigación; 8) Admi-
nistración, Protección yVigilancia; 9) Aspectos Industriales; 10) Aspectos Económi-
cos. En la práctica, sin embargo, tanto el orden como el número y nivel de detalles de
los capítulos sufrieron varias modificaciones.
63
Las actividades en las concesiones forestales se desarrollan conforme a un Plan Anual
elaborado por el concesionario y autorizado por el marn, donde se condensan las acti-
vidades de los diferentes programas contenidos en el Plan de Ordenación y Manejo
Forestal.

Turén,Ticoporo (1955), Caparo y San Camilo (1961), con una superficie inicial acumulada de
1.006.400 ha aproximadamente; en otras partes deVenezuela también se reservaron áreas
entre 1961 y 1969, pero la mayor superficie (10.334.750 ha), un 90% de la zfp, se estableció en
terrenos baldíos al sur del Orinoco.
(61 ) J.P.Veillon, op. cit.
(62 ) Jean PierreVeillon, Importancia económico-social de los bosques del estado Portuguesa,
Venezuela. Universidad de Los Andes, Mérida,Venezuela, 1971.
(63 ) Ya en 1956, Hans Lamprecht había advertido que estos dmc comprometerían las posibilidades
de explotar la masa boscosa en el futuro. En efecto, en las zfp de los Llanos occidentales
deVenezuela, nunca fue posible llegar al segundo ciclo de corta para ninguna de las concesionarias
madereras.
408
64
Uno de los antecedentes importantes del manejo forestal enVenezuela es el Estudio de
Preinversión para el Desarrollo Forestal de la GuayanaVenezolana, conocido como
mac-fao-ven-05. Uno de los productos de este proyecto fue la elaboración de un Plan
de Ordenación (1970) para 144.000 ha, el área adjudicada a la cvg. Una versión modifi-
cada de este plan sería posteriormente implementada por esta corporación. La unidad
se encuentra actualmente inactiva. Otra iniciativa fue el proyecto mac-fao-ven-019; su
enfoque se dirigió hacia otros valores que generan las tierras forestales. Se localizaron
áreas valiosas como reservas bióticas y otras que son protectoras de importantes cuen-
cas hidrográficas, dentro de la totalidad de tierras bajo estudio, a fin de someterlas a
planes de manejo forestal(64).
65
Aunque las primeras reservas se decretan al inicio de la década de los cincuenta, es
después de 20 años (1970) cuando se dan las primeras concesiones a largo plazo (30
años), específicamente a Contraenchapados Táchira c.a. (contaca) y a la Empresa
Maderera de los Altos Llanos Occidentales c.a. (emallca), sobre superficies de 40.700
ha y 60.300 ha en la Reserva ForestalTicoporo. Las áreas accesibles de esta reserva ya
habían sido explotadas extensivamente para la extracción de caoba, cedro y otras espe-
cies. Sólo un 40% de la zfp original en esta subregión llegó a estar manejada bajo un sis-
tema de concesiones. Hasta el año 1982 la superficie bajo concesión no llegaba a
200.000 ha.
66
La política de concesiones forestales fue descontinuada hasta inicios de la década de
1980, para luego comenzar a escalar hasta casi 3,2 millones de ha para el año 1992, dis-
tribuidas en más de 30 unidades de manejo forestal; la mayor proporción se encontra-
ba en la R.F. Imataca(65). Fue en ese período que se otorgaron, también, las concesiones
para la Reserva Forestal de Caparo; por ejemplo, las unidades I y II en el año 1983 y la
Unidad III en el año 1988.
67
El IX Plan de la Nación(66) previó un aumento a 10 millones de hectáreas del área bajo
concesiones forestales en cinco años. Sin embargo, debido a los cambios estructurales
del país y al fuerte cuestionamiento del manejo forestal, especialmente en Imataca, esto
no ocurrió. La información oficial revela que la superficie más bien había disminuido a
1,89 millones de ha para el 2000(67) y sólo 12 unidades de manejo se encontraban en
producción(68).
68
Aunque para el año 1987 el 40% de la producción nacional de madera en rolas llegó a
provenir de concesiones forestales, en contraste con el 90% que era suplido por los
permisos anuales de corta en 1975(69), este aporte comenzó a declinar en 1997. A partir
de 1994 comenzó a aumentar de manera significativa la participación de la madera

(64 ) Hamilton et al., op. cit.


(65 ) J.C. Centeno, op. cit.
(66 ) Cordiplan. ix Plan de la Nación, Caracas,Venezuela, 1995.
(67 ) marn-dgrf, op. cit.
(68 ) marn-dgrf, op. cit.
(69 ) Ver fao, Estudio FAO Montes : Ordenación y conservación de los bosques densos
deAmérica Tropical, Roma, 1993; J.C. Centeno, op. cit.
A r m a n d o To r re s L ez a m a La cuidada movilización de los recursos
forestales. La industria forestal
GeoVenezuela. Fundación Empresas Polar
409
cosechada en las plantaciones de pino caribe, alcanzando un 61,72% del total de la
producción nacional el año 1999, cuando la madera proveniente de concesiones
del bosque natural ni siquiera pudo superar a la obtenida bajo la modalidad de
permisos anuales (ver fig. 9).
fig.9 Producción nacional de madera en rola (en miles de m3 rollizos),
por modalidades de aprovechamiento (período 1993–2000).
Miles de metros cúbicos

900

800

700

600

500

400

300

200

100

0
1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

(*) 2000
Años
Plantaciones de pino caribe. Manejo forestal (concesiones).
Permisos anuales.

(*) Estimaciones.
Fuente: Adaptado de MARN 2001. Los datos son tomados de permisos anuales y
manejo forestal MARN - DG. Recurso Forestal, 2000; datos de plantaciones de pino caribe
CVG - PROFORCA, 2000 y Terranova de Venezuela, 2000.

69
Esta situación en buena parte puede ser explicada por los procesos de invasión de que
han sido objeto la mayoría de las unidades bajo concesión en los Llanos occidentales,
lo que ha implicado una disminución sustancial de la producción maderera provenien-
te del bosque natural. Los bosques húmedos semideciduos de esta subregión se
encuentran desde hace un tiempo considerable bajo una enorme presión social, tra-
yendo como consecuencia prácticamente su desaparición(70). Los procesos intensivos,
no planificados y no controlados de ocupación y cambios en el patrón de uso de la tie-
rra contribuyeron a una drástica reducción en la superficie boscosa original(71), y los
fragmentos forestales, que para el 2000 representaban menos de un cuarto de la exten-
sión boscosa original, se encuentran gravemente amenazadas(72).

(70 ) José Rojas-López, La colonización agraria de las reservas forestales: ¿un proceso sin solución?,
Cuadernos Geográficos, º 10. Universidad de Los Andes, Facultad de Ciencias Forestales
y Ambientales, Mérida,Venezuela, 1993.
(71 ) Ver J. Lopez, E. Pernía, y Ennio Pozzobon, «Avance de las deforestaciones en la reserva forestal
de Caparo, estado Barinas,Venezuela, entre 1987 y 1994». En: Revista ForestalVenezolana, 40 (2),
pp. 29-36, 1996; Pozzobon y Osorio, op. cit.
(72 ) ArmandoTorres-Lezama; Luis Rodríguez P.; José León; Marcelino Quijada; Rafael Rojas;
Miguel Plonczak; Hirma Ramírez; Leonardo Lugo; Silvino Reyes; José Guevara y Omar Carrero.
Visión estratégica de la Estación de Investigación Caparo. Informe final. Universidad
de Los Andes, Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales, Mérida,Venezuela, 2001.
410
70
De igual manera, aunque hasta hace poco se sostuvo que las unidades de contaca y
emallca aseguraban la permanencia del bosque(73), la dudosa efectividad de los pomf
como instrumentos de gestión, y el manejo inadecuado de las unidades de manejo
forestal, implicó una merma importante en las existencias y facilitó eventualmente la
colonización agraria. A pesar de que ya en la década de los setenta varias organizacio-
nes y personas habían advertido sobre los riesgos del manejo forestal como fue conce-
bido e implementado en esa década, sus observaciones tuvieron poco efecto sobre las
normativas oficiales y las estrategias utilizadas posteriormente por las empresas conce-
sionarias.
aspectos socio-económicos
71
El desarrollo sostenible implica el balance de la ecología y la economía para la satisfac-
ción de las necesidades de la población, protegiendo la capacidad de los ecosistemas
de satisfacer las demandas de las generaciones futuras. Desafortunadamente, las
poblaciones que viven en los bosques tropicales o en sus proximidades rara vez parti-
cipan en las decisiones del manejo o se benefician de éste apreciablemente.
72
EnVenezuela, la gran mayoría de la población venezolana (aproximadamente el 85%)
ha ido estableciéndose en los principales centros urbanos ubicados al norte del Orino-
co(74) marcando una clara diferencia en la densidad poblacional a ambos lados de este
eje de importancia estratégica para el desarrollo nacional.
73
Los resultados preliminares del censo poblacional del año 2001 indican que nuestro
país posee alrededor de 23.920.902 habitantes, de los cuales el 2,3% conforman la
población indígena(75). Asimismo, el Instituto Nacional de Estadísticas (ine) indica
que respecto a 1990, la población aumentó 28,3%, lo que corresponde a una tasa de
crecimiento anual de 2,3 personas por cada 100. El índice para el período 1981–1990
fue 2,5%. En contraste, los llanos occidentales, una de las áreas más dinámicas, en tér-
minos de crecimiento poblacional, mostraron un incremento de 7,0%, 5,5% y 4,0%
durante las décadas de 1950, 1960 y 1970, respectivamente(76).
74
Mientras ha ocurrido un creciente aumento de la población en nuestro país, el Produc-
to Interno Bruto (pib) per cápita fluctuó considerablemente durante el período
1991–1998 y se ha venido deslizando desde ese año (ver fig. 10), influyendo esto en las
condiciones socioeconómicas de la población y, por tanto, en la presión que ésta ejerce
sobre los recursos forestales.

(73 ) Cf. A. Luna. Cómo lograr el rendimiento sostenido en el manejo de los bosques tropicales.
Instituto Forestal Latinoamericano, 1996; Harcourt y Sayer. The ConservationAtlas of Tropical
Forests in theAmericas; NuevaYork, Simon & Schuster, 1996; Rodríguez et al. «Consideraciones
conceptuales sobre el manejo forestal enVenezuela en el marco del desarrollo sustentable».
En: Revista ForestalVenezolana 41: 77-85, 1997.
(74 ) Instituto Nacional de Estadística (ine). Resultados Preliminares del Censo .
Recuperado el 4 de febrero de 2004. Disponible en línea:
http://www.ine.gov.ve/ine/censo/fichascenso/fichacenso.asp.
( ) Instituto Nacional de Estadística, op. cit.
75

(76 ) Ver José Rojas-López, op. cit. Un resumen del patrón de desarrollo y los agentes de la colonización
agraria ilegal en la zfp de esta región se presenta en Kammesheidt et al., op. cit.
A r m a n d o To r re s L ez a m a La cuidada movilización de los recursos
forestales. La industria forestal
GeoVenezuela. Fundación Empresas Polar
411
fig. 10 Población enVenezuela y pib per cápita para el período 1991–2000.

Miles de habitantes

PIB per cápita


30.000 28.000

25.000 27.000

20.000 26.000

15.000 25.000

10.000 24.000

5.000 23.000

0 22.000
1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001
Años Población. Producto interno bruto per cápita.

Fuente: Banco Central de Venezuela (BCV),2004, en línea.

75
EnVenezuela, debido a que la industria petrolera es la que sostiene la economía y tiene
mayor peso en el pib, se presta poca atención a otras ramas de la producción económi-
ca. El sector agropecuario ha sido uno de los más afectados y sus características pro-
pias implican enormes diferencias de orden social y de poder adquisitivo de los
diferentes actores, como colonos y terratenientes.
76
Un factor crucial es la todavía cruda disparidad en la tenencia de la tierra, 9% de
los propietarios poseen el 87% de la tierra(77). Aún más, el 85,5% de los propietarios
poseen explotaciones menores a 50 ha, que apenas totalizan el 10,7% de las tierras,
mientras el 1% de los propietarios poseen explotaciones agropecuarias mayores a
1.000 ha que representan el 46,5% de las tierras(78).
77
A continuación se analiza la incidencia de algunos aspectos socioeconómicos sobre la
conservación y manejo de los bosques naturales y las plantaciones forestales.
Bosque natural
78
El patrón de desarrollo y los agentes de la colonización agraria ilegal en los Llanos occi-
dentales han tenido una fuerte incidencia en la disminución de la zona forestal perma-
nente en esta región. En el estado Barinas, por ejemplo, donde la ganadería extensiva
ocupa un lugar privilegiado, la necesidad de tierras para la agricultura de una pobla-
ción de escasos recursos y pobremente educada con respecto al tema ambiental, ha
sido aprovechada tanto por políticos de la zona como por hacendados con fincas adya-
centes a las reservas forestales (en ocasiones se dan casos de políticos-hacendados) que
han utilizado a los pobladores de menores recursos económicos para realizar invasio-
nes. Una vez que el Estado desafecta las áreas invadidas por causas de «interés social»,
los hacendados de mayor poder adquisitivo compran estas tierras a los agricultores
pobres aumentando sus bienes y reduciendo el área de la reserva(79). De allí que las des-

(77 ) ocei, 1998.


(78 ) Cf. O. Delahaye. Políticas de tierras deVenezuela en el siglo xx.
Fondo EditorialTropykos. Caracas, 2001, p. 133.
( ) Ver José Rojas-López. op. cit.
79
412
afectaciones de áreas de las reservas forestales realizadas por el Estado venezolano
hayan sido absolutamente infructuosas como medida para reducir la presión sobre las
masas boscosas. Esto, debido principalmente, a que la motivación para realizar inva-
siones responde a intereses políticos y no al deseo de obtener tierras para cosecha por
parte del pequeño productor.
79
También el crecimiento poblacional determina una mayor presión sobre las reservas
forestales. Esta presión ha tenido «picos» en momentos políticamente importantes
dentro del estado, como es el caso de los tiempos previos a los procesos eleccionarios.
80
Como ya se mencionó, las reservas forestales del occidente del país han desaparecido
prácticamente en su totalidad. En el caso de Caparo, una pequeña parte de la superficie
boscosa originalmente decretada aún se encuentra en pie; unas 7.000 ha de diversos
tipos de ecosistemas con un enorme potencial genético que hace imperiosa su conser-
vación a largo plazo(80). Esta zona, administrada por la ula, según comodato otorgado
por el marnr, se encuentra bajo una fuerte presión social en condiciones que hacen
sumamente dificil su conservación a largo plazo.
81
Actualmente, el Gobierno Nacional impulsa, a través de su «Política Nacional de Bos-
ques» un componente de orden social «orientado a alcanzar la justicia social conside-
rando la incorporación progresiva, como una estrategia para garantizar el disfrute de
los derechos sociales y equitativos, mejorar la distribución del ingreso y la riqueza, for-
talecer la participación social y generar poder ciudadano en espacios públicos de deci-
sión»(81).
82
La política de Manejo Forestal Comunitario implementada recientemente por el
gobierno en las reservas forestales del occidente del país tiene su principal basamento
en la afirmación siguiente: «…el manejo forestal comunitario producirá un impacto
positivo en las poblaciones circunvecinas… lo que puede propiciar la aparición de
nuevas unidades productivas que permitan el mejoramiento de las condiciones de vida
de los pobladores» (82) . Sin embargo, hoy día, los resultados de esta modalidad de
manejo han tenido un triste desenlace debido a que, en sus orígenes, se intentó «impor-
tar» una estrategia de manejo del bosque aplicada en México, donde la población cam-
pesina tiene una relación muy fuerte y de larga data con los bosques. Un 80% de las
masas boscosas de México es manejada por empresas forestales comunitarias, desde
que a partir del período 1950–1980 les fueron entregados el 40% de los bienes naturales
de la nación a las comunidades campesinas para su administración(83).

(80 ) Cf.Torres-Lezama et al., op. cit.


(81 ) marn-dgrf. op. cit., p. 15.
(82 ) Ver José I. Azuaje. Proyecto información y análisis para el manejo forestal sostenible: integrando
esfuerzos nacionales e internacionales en  países tropicales enAmérica Latina, Santiago, Chile, 2001,
pp. 14-15.
(83 ) Ver Bray Barton y Merino-Pérez. The Rise of Community Forestry in México: History,
Concepts and Lessons Learned from Twenty-Five Years of Community Timber Production.
2002. Documento disponible en línea en:
http://www.ccmss.org.mx/Resumenes/manejoforestalcom.htm#manejo1.
A r m a n d o To r re s L ez a m a La cuidada movilización de los recursos
forestales. La industria forestal
GeoVenezuela. Fundación Empresas Polar
413
83
En el estado Barinas, la población campesina está fuertemente asociada con el sector
agrícola-ganadero, siendo la actividad ganadera la que es percibida por parte de la
población rural como aquella en la que se puede obtener un mayor ingreso en el menor
tiempo posible. La población en general, percibe al área ocupada por el bosque como
un terreno sin uso alguno o como un «estorbo» para lograr la expansión de sus tierras
agrícolas y para el establecimiento de viviendas. Esto ha llevado a que una vez que las
reservas forestales del occidente del país le fueran entregadas a las organizaciones cam-
pesinas encargadas de administrarlas, la destrucción de los bosques se acelerara hasta
llegar al estado actual en el cual las masas boscosas de la zona han prácticamente
desaparecido.
84
Por otra parte, las condiciones y características de los factores socio-económicos que se
dan en el oriente y el occidente deVenezuela son marcadamente diferentes. En los últi-
mos años, no obstante, la reducción de las oportunidades en el área al norte del Orino-
co ha provocado una migración masiva de la población hacia los bosques de la región
Guayana(84). En este sentido, es motivo de preocupación que los problemas de esta
índole que se presentan en el oriente del país sean ignorados o resueltos parcial o tem-
poralmente, tal como sucedió en las reservas forestales del occidente,en donde aún con
50 años de preaviso fue imposible evitar que llegaran al estado actual de devastación.
85
Una de las zonas de la Guayana venezolana que se encuentra en mayor peligro de daño
ecológico a gran escala es la correspondiente a la R.F . Imataca, la cual cubre un área
aproximada de 3,6 millones de hectáreas(85).Tanto en 1996 como en 1997 se aprobaron
resoluciones cuyos espíritus contravenían frontalmente las actividades permitidas
dentro de una reserva forestal. La primera declaraba a la reserva abierta a la agricultura
por medio de una resolución aparecida en la Gaceta Oficial del estado Delta Amacu-
ro(86). La segunda, y más ampliamente divulgada, fue el Plan de Ordenamiento y Regla-
mento de Uso aprobado en Consejo de Ministros en 1997(87).
86
Aunque este plan pretendía contribuir a solucionar el problema de conflictividad de
uso en la reserva, la manera como se realizó la consulta pública y el desconocimiento de
las realidades sociales y ambientales, entre otras causas, generó tal rechazo que obligó a
una moratoria por parte delTribunal Supremo de Justicia de ese entonces. Según Cen-
teno(88), quedó en evidencia entonces que la gestión de áreas naturales bajo la adminis-
tración de la nación ha estado altamente influenciada por los intereses particulares de
aquellos que ejercen el gobierno. Así, se ha desconocido el derecho de las poblaciones
que moran en las masas boscosas que, para el caso de la Guayana venezolana, están

(84 ) Ver omb-Ven, op. cit.


(85 ) Cf. Miranda et al. No todo lo que brilla es oro. Hacia un nuevo equilibrio entre conservación
y desarrollo en las últimas fronteras forestales deVenezuela. Washington, dc, wri, 1998.
(86 ) Gob. D. A., 1996.
(87 ) Ver Gaceta Oficial º 36.215, Decreto 1.850, Mayo, 1997. Cf. Miranda et al., op cit. para analizar
las implicaciones y consideraciones acerca de este punto.
(88 ) Centeno (en línea).
414
representadas por algunas tribus como los waraos, kariñas, akawaios y pemones.
Recientemente, se elaboró una nueva propuesta de plan con el apoyo del Banco Mun-
dial. Sus bondades aún están por determinarse.
87
Los pobladores de las reservas forestales del sur del Orinoco son, en su gran mayoría,
indígenas con diferentes costumbres y necesidades. Por tanto, es necesario que los pla-
nes de ordenación y manejo para la zona tengan una clara comprensión del entorno
socio-cultural de la zona en que se pretende llevar adelante la explotación forestal y
cómo se planea incorporar a la población indígena. Para ello sólo es necesario abocar-
se a la aparentemente dificil tarea de respetar la ley, dado que mucho hay escrito en
materia legal relacionado con las poblaciones indígenas de nuestro país y sus derechos
sobre las áreas que ocupan.
Plantaciones forestales
88
Las plantaciones pueden ser, en muchos casos, la principal fuente de empleo en zonas
rurales con economías deprimidas. En las últimas cuatro décadas, se han invertido
unos US$ 340.700.000 en el establecimiento de unas 690.000 ha de plantaciones
forestales enVenezuela(89). El establecimiento, mantenimiento y aprovechamiento de
las plantaciones forestales enVenezuela genera 13.600 empleos directos y 25.000 indi-
rectos a nivel nacional(90).
89
En general, son las plantaciones establecidas por empresas privadas, como por ejem-
plo las de la empresa Smurfit Cartón deVenezuela en el estado Portuguesa, las que en
los últimos años han recibido una considerable presión social. Se alega, entre otros fac-
tores, la vocación agrícola de las tierras, lo que ha provocado conflictos importantes
que han tenido una repercusión internacional. Aunque es importante señalar que en la
mayoría de los casos relacionados con las plantaciones forestales no existen problemas
por escasez de tierras en proporción a la población, más bien se da el acaparamiento de
tierras en manos de unos pocos grandes terratenientes, situación generalizada a lo lar-
go y ancho del territorio nacional.
90
La empresa Smurfit Cartón deVenezuela ha procurado contrarrestar esta campaña
adversa con varios argumentos. El más notorio es la generación de empleos; 1.350
empleos directos y unos 4.050 indirectos, así como un crecimiento de la economía
local por US$ 1.400.000/año, con el manejo de 22.000 ha.También se presta atención
a la educación, salud y dotación de las comunidades. Se menciona que, hasta hace
poco, la inversión anual del programa social de la empresa era de US$ 400.000 (91) .
Sin embargo, en los últimos años este monto parece haber disminuido notablemente.
91
En su artículo 119, la Ley deTierras y Desarrollo Agrario establece el uso de la tierra
según categorías, restringiendo las plantaciones forestales a tierras de Clase VII y
VIII, según la clasificación usda. Como los rendimientos de estas plantaciones sobre

(89 ) Ver Ronald González; Miguel Plonczak; Jurgen Stock. Plantaciones forestales e industrias
asociadas enVenezuela.Aspectos socio-económicos . Memorias del xii World Forestry Congress.
Quebec, Canadá, 2003.
(9 0 ) Ver González et al., op. cit.
(91 ) Para mayor información de los aspectos económicos, ver González et al., op. cit.
A r m a n d o To r re s L ez a m a La cuidada movilización de los recursos
forestales. La industria forestal
GeoVenezuela. Fundación Empresas Polar
415
suelos Clase III y IV están muy por encima de aquellos obtenidos en suelos VII y VIII,
esta disposición está limitando el establecimiento de plantaciones y constituye una
seria restricción para el desarrollo del sector forestal. La mayoría de las plantaciones
forestales enVenezuela, con fines de producción y protección, se encuentran sobre
suelos de Clase III- VIII(92).
92
Por otra parte, en el área de influencia de las plantaciones de pino caribe en el oriente
del país existen varias comunidades vinculadas a la actividad forestal e industrial. Un
estudio elaborado por la Universidad Católica Andrés Bello para tdv, revela que la
situación socio-económica de los pobladores residenciados en las localidades adya-
centes a la empresa es preocupante(93). Ésta puede resumirse en un alto nivel de desem-
pleo, viviendas deficientes, baja cobertura de servicios públicos y restringido acceso
vial. Esta precaria condición de vida de los habitantes de los poblados contrasta con el
reducido número de personas que por sus calificaciones, sitio de residencia y edad
entran a formar parte de la fuerza laboral de las empresas de la zona.
93
Es importante, entonces, prestar atención a la relación entre la población rural y este
«nuevo» tipo de actividad económica como son las plantaciones, dado que, como se
dijo, actualmente son éstas las principales suplidoras de madera a la industria forestal,
por lo que una buena relación entre las partes puede ser beneficiosa para ambas.
industria forestal
94
La escasa atención que tradicionalmente la economía nacional ha prestado a la indus-
tria forestal venezolana y la actuación del Estado en materia fiscal, han provocado que
el sector forestal nacional no sea altamente competitivo y rentable. A pesar de que en el
Plan de Acción generado del estudio desarrollado por «Monitor Company» en 1997(94)
se proponía crear las bases y acciones para lograr la competitividad del sector, en gene-
ral, la industria forestal nacional atraviesa, según el informe presentado porVenezuela
en la Cumbre de Johannesburgo, por un período de recesión prolongado, con poca
propensión a la inversión(95).
95
En esta sección se busca dar una idea general de los principales aspectos relacionados
con la producción y consumo de «bienes forestales» a nivel nacional, así como también
mencionar algunas características del sector forestal nacional en materia de comercia-
lización (importación y exportación) de productos forestales, incluyendo lo referente a
productos forestales no madereros (pfnm), a pesar de que en nuestro país este rubro es
poco considerado cuando se mencionan las estadísticas forestales nacionales.
96
Hasta ahora, la industria forestal venezolana se ha caracterizado principalmente por
destinar casi la totalidad de la madera rolliza producida al consumo interno; las impor-

(92 ) González et al., op. cit.


(93 ) Ver Smartwood Program. Resumen público de certificación de Terranova deVenezuela S.A., 2003.
Documento disponible en línea en: www.smartwood.org/reports/pdfs/terranova.pdf.
(94 ) Monitor Company. La cadena forestal venezolana en las encrucijadas: oportunidades para construir
competitividad. Caracas, 1997.
(95 ) Ver onu. Cumbre de Johannesburgo 2002. reseña de venezuela.
http://www.un.org/esa/agenda21/natlinfo/wssd/venezuela.pdf.
416
taciones, con la excepción del período 1975–1982, y exportaciones de este rubro son
prácticamente despreciables. Por ejemplo, para el período 1993–1998, las importacio-
nes y exportaciones alcanzaron apenas un 3,9% y 0,65%, respectivamente, del total de
la producción nacional. Sin embargo, la importación mostró valores un poco más altos
en algunos años de la década de los noventa; específicamente en los años 1992, 1996 y
1999 representó 13,1%, 8% y 8,5% del consumo aparente, respectivamente(96).
97
Los rubros con mayor demanda de importación son: pulpa para papel, madera aserra-
da y tableros de madera aglomerada, procedentes de diversos países, tanto de la región
andina como de Norteamérica y Brasil. Las importaciones (1993–1998) disminuyeron
al pasar de 2.227,529 m3 a 1.699,922 m3. Los rubros con mayor demanda de exporta-
ción son: madera aserrada, residuos de madera, papeles, cartulinas y cartones.
98
Respecto al número de industrias forestales del país, según la información aportada
por las diferentes Direcciones Estadales Ambientales del marn en el año 2000, existía
un total aproximado (debido a inconsistencias en las estadísticas para Delta Amacuro
principalmente) de 1.733 industrias. La mayor proporción de establecimientos indus-
triales forestales corresponde a carpinterías, aserraderos y depósitos.
99
En el mapa Recursos forestales y establecimientos industriales por entidad, en el Apéndi-
ce cartográfico, se puede observar la ubicación de los principales recursos forestales y
de los establecimientos industriales del país. Es notoria la inadecuada distribución de
los últimos. Para el año 2001, la industria de aserrío contaba con 300 aserraderos,
pequeños y medianos en su mayoría, planificados deficientemente, con infraestructu-
ras antiguas e ineficientes, de bajos niveles tecnológicos y alta capacidad ociosa. La
industria del contraenchapado y aglomerado presenta características similares. El área
del aserrío sufrió una reducción bastante significativa de su producción, con una acti-
vidad por debajo del 30% de su capacidad instalada, debido principalmente a la esca-
sez de materia prima y al emplazamiento de las industrias sumamente distantes de las
fuentes de ésta, lo que encarece los costos y por ende, los precios de los productos, no
logrando competir con los provenientes de la importación(97).
Producción y consumo de madera
Producción de madera rolliza
100
La producción nacional de madera en rolas se incrementó paulatinamente desde 1930
(32.354 m3) hasta 1974 (480.000 m3). Durante el período 1976–1982 descendió como
consecuencia de la política de restricción de los permisos anuales y de mercado abier-
to en el sector forestal. En la década de los ochenta se recupera la tendencia ascendente
de la producción nacional, ahora con el aporte de la madera procedente de las conce-
siones en Guayana(98).

(96 ) Ver Renzo Silva. Información sobre productos forestales madereros. Proyecto FAO: Información y
análisis para el manejo forestal sostenible: integrando esfuerzos nacionales e internacionales en  países
tropicales enAmérica Latina. Santiago, Chile, 2001. Documento disponible en línea en:
http://www.rlc.fao.org/proyecto/rla133ec/-pdf/PF%20Ven..
(97 ) fao, op. cit.; onu, en línea, op. cit.
(98 ) J.C. Centeno. op. cit., Kammesheidt et al., op. cit.
A r m a n d o To r re s L ez a m a La cuidada movilización de los recursos
forestales. La industria forestal
GeoVenezuela. Fundación Empresas Polar
417
101
La década de los noventa se caracteriza por el mantenimiento de esta tendencia, pero
con fuertes fluctuaciones (ver fig. 11). Como ya se mencionó y se mostró en la figura 9,
en este caso la mayor proporción proviene de las plantaciones de pino caribe en
el oriente del país. En 1999 la producción de madera rolliza superó 1.400.000 m 3
(ver fig. 11). Aun tomando en cuenta que este valor está subestimado, como los sumi-
nistrados en el párrafo anterior, puesto que la fórmula de cubicación oficial arroja
resultados inferiores casi en un 40% del volumen real, la producción de madera en
Venezuela está por debajo de la mayoría de los países de la región andina.
fig. 11 Producción nacional de madera rolliza. Período 1989–2000.
Miles de
metros cúbicos

1.200

1.000

800

600

400

200

0
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
Años

Fuente: MARN, 1999 y 2003.

.  Rolas de madera, producto básico de la


industria forestal, bosque Uverito, estado Monagas.
Cortesía Archivo Masisa Venezuela
418

descripción    


Papeles, cartulinas y cartones ˙ 736.502 ˙ 643.304 ˙ 707.743 ˙ 637.196
Pulpa ˙ 146.761 ˙ 170.225 ˙ 175.854 ˙ 136.815
Fibras reciclables ˙ 281.326 ˙ 280.869 ˙ 263.752 ˙ 280.275
total ˙ 1.164.589 ˙ 1.094.398 ˙ 1.147.349 ˙ 1.054.286
Fuente: MARN, 2003 y APROPACA, 2006, en línea.

Producción de madera aserrada


102
La producción de madera rolliza enVenezuela está orientada casi en su totalidad hacia
la industria mecánica, siendo el aserrío la más importante, seguida de los aglomerados
y el contraenchapado (ver fig. 13). El consumo nacional de chapas y contraenchapados
es limitado, concentrándose en la industria del mueble y encofrados para la industria
de la construcción(99).
103
Es necesario resaltar, no obstante, el aporte reciente del GrupoTerranova deVenezuela
(tdv), en los estados Anzoátegui y Monagas, la mayor empresa productora de madera
de pino caribe en el país. Se trata de una inversión de US$ 230.000.000, en un comple-
jo industrial con capacidad de producción anual de 120.000 m3 de tableros de partí-
culas, 250.000 m3 de tableros mdf, 60.000 m3 de recubrimiento de tableros, 250.000
m3 de fibrán y 180.000 m3 de madera aserrada; además de una planta de adhesivos con
capacidad para producir 75.000 tm/año de formalina y 99.000 tm/año de urea formal-
dehído(100).
104
Para el año 2003, tdv tenía un programa de abastecimiento de 404.000 m3 (198.000
aserrable y 206.000 pulpable), en 3.700 ha. Sin embargo, ya para el 2004 estaba previs-
to aumentar esta producción a 673.000 m3 (333.000 y 340.000 m3) en 6.000 ha(101).
Pulpa y papel
105
Silva (102), sostiene que las tendencias de la producción de papel, cartulinas y fibras
reciclables en los últimos años, han tenido un comportamiento estable con ligeras fluc-
tuaciones. Sin embargo, esto no parece guardar correspondencia con las estadísticas
aportadas por la industria (ver tabla 6), donde se observa una clara declinación en los
rubros de papeles, cartulinas y cartones desde 1997 con un leve aumento para los años
2003 y 2004. Sólo considerando que la producción de pulpa es tradicionalmente baja,
debido a la importación de pulpa y papel, la afirmación anterior podría ser aceptable.

(99 ) J.C. Centeno. op. cit.


(100 ) Ver Smartwood Program, en línea, op. cit.
(101 ) Smartwood Program, en línea, op. cit.
(102 ) Renzo Silva, en línea, op. cit.
419
tabla  Producción nacional de pulpa, papeles, cartulinas y cartones y fibras
reciclables en toneladas métricas (tm). Período 1995-2004.
     

547.838 ˙ 433.492 ˙ 426.239 ˙ 238.109 ˙ 302.097 ˙ 439.464

127.906 ˙ 172.719 ˙ 176.359 ˙ 92.106 ˙ 95.580 ˙ 108.263

219.625 ˙ 241.589 ˙ 229.456 ˙ 214.269 ˙ 149.720 ˙ 210.938

895.369 ˙ 847.800 ˙ 832.054 ˙ 544.484 ˙ 547.397 ˙ 758.665

106
El rubro de papeles (tissue), cartulinas y cartones representa, todavía, el mayor por-
centaje en la producción de este sector. Es importante mencionar, no obstante, que el
consumo de productos tales como papel y cartón se ha mantenido fuertemente depen-
diente de las importaciones.
fig. 13 Producción nacional de madera procesada por la industria
mecánica. Período 1994–2001.
Miles de
metros cúbicos

200

150

100

50

0
1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001
Años

Madera aserrada. Tableros aglomerados. Tableros contraenchapados.

Fuente: Adaptado de MARN, 2001 y 2003.


Nota: No se cuenta con información de la industria del contraenchapado para el año 1994.

fig. 14 Importación de papeles, cartulinas y cartones. Período 1993–2004.


Miles de
toneladas métricas

300

250

200

150

100

50

0
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004

Años

Fuente: Asociación Venezolana de Productores de


Pulpa, Papel y Cartón (APROPACA), en línea.
420
107
Durante la década de los noventa, la importación de papeles, cartulinas y cartones mos-
tró una tendencia ascendente hasta el año 1999 y el descenso a partir de allí, con una
caída importante en el 2000 y el menor valor en 1996 (ver fig. 14). Los rubros con
mayor índice de importación son el papel de prensa (importado en su totalidad),
impresión y escritura, tissue y cartulinas industriales.
108
El consumo de papel por habitante ha experimentado un descenso importante en los
últimos años, con valores de 46 kg por habitante en 1983 hasta llegar en el año 2000 a
menos de 30 kg por habitante(103), ligeramente inferior al promedio de América del Sur
(32 kg) y muy por debajo del promedio mundial (54 kg). Esta tendencia puede expli-
carse por la inestabilidad de la moneda (reflejo de la situación económica), menor
poder adquisitivo y alta inflación.
109
Uno de los principales lineamientos del pndf está enfocado en el análisis de la situa-
ción de las industrias de la pulpa y el papel enVenezuela. En este sentido, se explica que
«…en general, pese a los esfuerzos de la industria, se observa en la última década una
acentuada tendencia a la reducción del mercado nacional y, en consecuencia, de la pro-
ducción, rentabilidad, oportunidad de inversiones y generación de empleo»(104). Uno
de los factores que ha limitado el desarrollo de las plantaciones de pino caribe, en el
oriente deVenezuela, ha sido el hecho de que todavía no ha sido posible establecer la
planta de pulpa.
Productos forestales no madereros
110
Los productos forestales madereros continúan siendo el principal producto comercia-
lizado de los bosques deVenezuela. Sin embargo, los productos forestales no madere-
ros (pfnm) ofrecen buenas posibilidades de desarrollo y opciones para mejorar las téc-
nicas de manejo forestal con fines múltiples, además del impacto ambiental reducido,
considerando los beneficios que estos productos proveen a las comunidades loca-
les(105). Como enVenezuela se está tratando de impulsar el manejo forestal comunita-
rio, el aprovechamiento de los pfnm y el enfoque de género pueden contribuir a darle
viabilidad a esta modalidad de manejo.
111
Muchos de los pobladores que habitan cerca de las zonas forestales hacen uso de estos
recursos sirviendo en la gran mayoría de los casos de sustento de numerosas familias
campesinas. Si se ha hablado de la deficiencia que existe enVenezuela con respecto a
las estadísticas forestales en general, la cuantificación y registro de la producción
nacional de pfnm es aún más precaria; «...hace falta recolectar en una base de datos
concerniente a costos de manejo de los bosques para la producción de pfnm, la cosecha
y los costos de cosecha, explotación y transporte» (106). Para el año 1997, el Servicio
ForestalVenezolano (seforven), hoy Dirección General del Recurso Forestal (dgrf),
presentó un registro de la producción nacional de pfmn (tabla 7).

(103 ) Ver J.C. Centeno, op. cit.; wri, Earthtrends, en línea, op. cit.
(104 ) mpd, op. cit., p. 50.
(105 ) fao, op. cit.
(106 ) Renzo Silva, en línea, op. cit., p. 5.
A r m a n d o To r re s L ez a m a La cuidada movilización de los recursos
forestales. La industria forestal
GeoVenezuela. Fundación Empresas Polar
421
tabla  Producción nacional de productos forestales no madereros (pfnm).
descripción del producto  
Leña ( kg ) ˙ 11.533.386 ˙ 12.146.353
Recortes ˙ 4.535.275 ˙ 14.557.968
Carbón vegetal ˙ 8.222.786 ˙ 4.615.614
Frutos ˙ 60.000 ˙ –
Fibras ˙ 60.000 ˙ 61.426
Bejucos ˙ 6.375 ˙ 5.208
Bejuco mamure ˙ 1.300 ˙ –
Desperdicios ˙ – ˙ 1.322.193
Chiquichique ˙ – ˙ 17.000
Corteza ˙ 1.300 ˙ 12.000
Astillas ˙ – ˙ 1.594
totales en kilogramos 24.420.422 ˙ 32.739.356

Estantillos ( unidades ) ˙ 173.800 ˙ 188.896


Palma ˙ 52.600 ˙ 43.152
Varas ˙ 569.135 ˙ 524.909
Viguetas ˙ 13.675 ˙ 17.230
Estantes ˙ 16.240 ˙ 11.200
Cañas amargas ˙ 1.400 ˙ 1.940
Horcones ˙ 57.639 ˙ 77.670
Puntales ˙ 151.236 ˙ 242.314
Madrina ˙ 4.500 ˙ 4.880
Latas ˙ 20.080 ˙ 27.557
Manaca ˙ 5.000 ˙ 15.005
Viguetones ˙ 747 ˙ 1.425
Varita ˙ 100 ˙ 119
Juasjuilla ˙ 3.700 ˙ 4.807
Guasdua ˙ – ˙ 1.000
Costaneras ˙ 50 ˙ 100
Correas ˙ – ˙ 400
Botalones ˙ 125 ˙ 1.500
Bambú ˙ – ˙ 7.000
Tirantes ˙ 522 ˙ 373
Vigas ˙ 475 ˙ 598
Postes ˙ 4 ˙ 210
Soleras ˙ 383 ˙ 448
Otros ˙ 29.400 ˙ 25.604
totales en unidades 1.100.811 ˙ 1.198.337

( – ) sin información de la fuente. Fuente: MARNR, 2001.


422
112
Dentro de los pfnm, destaca la palma manaca (Euterpe oleracea). Su aprovechamiento
forma parte del proceso de búsqueda de nuevas alternativas económicas y de uso
racional de los recursos. En tal sentido, en el estado Delta Amacuro se lleva a cabo el
manejo forestal de esta especie para la obtención del cogollo de la palma (palmito),
producto de consumo nacional y muy apreciado en el mercado internacional. Un 90%
de la producción se dirige al mercado externo(107). En la tabla 8 se muestra la produc-
ción de este rubro entre los años 1998 y 2001.
tabla  Producción anual de cogollos de palma manaca (Euterpe oleracea).
Período 1997-2001 (número de cogollos).
empresa     
Manaca Orinoco ˙ 2.184.775 ˙ 1.679.050 ˙ 1.387.500 ˙ 1.561.700 ˙ 3.201.600
Alideca ˙ 1.523.500 ˙ 1.964.100 ˙ – ˙ 961.993 ˙ 2.194.130
Caprodel ˙ 675.185 ˙ 1.951.375 ˙ – ˙ – ˙ –
Guiniquina ˙ 1.037.621 ˙ 839.404 ˙ 258.900 ˙ 908.549 ˙ –
dagnor ˙ 160.500 ˙ 282.427 ˙ 1.004.100 ˙ 1.099.000 ˙ 1.629.700
total ˙ 5.581.581
( – ) Sin información de la fuente.
˙ 6.716.356 ˙ 2.650.500 ˙ 4.531.242 ˙ 7.025.430
Fuente: MARN, 2003.

113
Así mismo, la fibra de la palma chiquichiqui (Leopoldinia piassaba), constituye otro
producto forestal no maderero de importancia, sirviendo de materia prima para una
gran variedad de productos industriales y artesanales. Entre otros productos no made-
reros destacan las fibras de mamure, aceites, bejucos, gomas, leñas, estantillos y carbón
vegetal.Todos estos productos revisten importancia para las comunidades locales y es
necesario impulsar su aprovechamiento bajo planes de manejo sostenible(108).
114
El desarrollo de este subsector ha encontrado una serie de obstáculos, comenzando
con la ignorancia sobre su potencial de desarrollo. Este campo ofrece una serie de
innumerables beneficios que, de aprovecharse de forma sustentable, ofrecería garan-
tías de bienestar social a las comunidades que hacen uso y comercialización de estos
productos; «…los productos no maderables ofrecen posibilidades importantes para
desarrollar métodos de manejo forestal con objetivos múltiples […] la función de estos
productos puede ser especialmente importante en el nivel local donde otras opciones
suelen ser limitadas»(109).

(107 ) marnr. 1999.


(108 ) marnr. 1999, op. cit.
(109 ) M. Simula. «Comercio y medio ambiente en la producción forestal». En K. Keipi (editor),
Políticas forestales enAmérica Latina. Banco Interamericano de Desarrollo (bid),
Washington, D.C., 2000, p. 200.
A r m a n d o To r re s L ez a m a La cuidada movilización de los recursos
forestales. La industria forestal
GeoVenezuela. Fundación Empresas Polar
423
sostenibilidad del aprovechamiento
de recursos forestales
115
El manejo forestal es una actividad relativamente nueva en América Latina. Existen
pocas experiencias favorables, de hecho, «los modestos intentos hasta ahora han mos-
trado algunos logros temporales, pero tarde o temprano han fracasado»(110).
116
Venezuela es uno de los países de la América tropical que ha realizado el esfuerzo más
continuo hacia el manejo del bosque natural (mbn) bajo contratos de aprovechamien-
to a largo plazo(111). Desde el punto de vista legal, la introducción de un sistema de con-
cesiones a comienzos de la década de 1970 fue un avance significativo en la gestión y
manejo de los recursos naturales a nivel regional. Sin embargo, tanto las prácticas de
manejo como la gestión forestal resultaron inapropiadas para conservar los bosques
de los llanos occidentales como una fuente viable de madera. Así mismo, los resultados
obtenidos poco han contribuido a la consecución del desarrollo del sector forestal
nacional, el bienestar socio-económico de las comunidades asentadas en las zonas ale-
dañas a los bosques y la permanencia de éstos(112).
117
Desde la publicación del Informe Bruntland, en 1987, varias definiciones de manejo
forestal sostenible han sido elaboradas. El Banco Mundial adoptó la siguiente: «la uti-
lización controlada del recurso para producir beneficios maderables y no maderables a
perpetuidad, con los objetivos básicos de mantener la cubierta forestal en el largo plazo
y áreas de reserva apropiadas para la protección de la biodiversidad y otros propósitos
ecológicos»(113).
118
En el informe queVenezuela presenta a la Organización Internacional de MaderasTro-
picales (oimt-itto), con motivo del seguimiento del Objetivo itto 2000, se señala que
«… en el año 2001, el 46% del volumen de producción total de madera en rollo prove-
nía de áreas con Planes de Ordenación y Manejo Forestal. El 37% de las plantaciones
eran de pino caribe y el 17% de los permisos anuales no estaban sujetos a pomf. Por lo
tanto, se puede deducir que el 83% del volumen total de madera en rollo se obtiene de
áreas manejadas de manera sostenible»(114). Sin embargo, con base en lo ya menciona-
do en este trabajo y lo que se discute a continuación, es dificil encontrar evidencias
para sustentar esta afirmación.
Producción sostenible de madera en el bosque natural
Bosque alto tropical
119
La fao establece que es necesario aplicar el mejor conocimiento disponible en seis áre-
as críticas del aprovechamiento forestal: planificación de la corta, caminos forestales,
corta, extracción, transporte a larga distancia y la evaluación poscosecha(115). En con-

(110 ) Kirmse et al., 1993; citados por Dourojeanni, 1999, en: K. Keipi (editor), op. cit.
(111 ) Rodríguez et al., op. cit.
(112 ) Las mayores deficiencias de este proceso se discuten en Kammesheidt et al., op. cit.
(113 ) Ver Johnson y Cabarle. Surviving the Cut: Natural Forest Management in the Humid Tropics.
Washington, 1993.
(114 ) Organización Internacional de las MaderasTropicales (oimt), op. cit., p. 65.
(115 ) Food and Agriculture Organizations of the United Nations. Disponible en línea:
http://www.fao.org/forestry/index.jsp.
424
traste, la normativa nacional fija pocas prescripciones al respecto; por tanto, general-
mente, las operaciones de aprovechamiento remueven casi todos los individuos de las
especies maderables más valiosas desde el punto de vista económico que superan el
diámetro mínimo de corta (dmc), alterando considerablemente la estructura vertical de
los rodales remanentes, y causan un daño importante tanto en términos del porcentaje
de árboles dañados en las zonas de tumba y arrastre, como en la proporción del área
donde la capa vegetal es casi completamente eliminada (patios)(116).
120
En nuestro país, el manejo forestal ha estado, desde sus inicios, basado en la premisa de
que, una vez explotado el bosque, el crecimiento permite la recuperación de la masa
forestal en un período promedio de 30 años, de acuerdo al tipo de bosque. Este perío-
do es considerado como ciclo de corta, y al regresar a la misma área luego de ese tiem-
po, se debería encontrar un volumen de madera similar.
121
Esa premisa parece lógica; sin embargo, existe una serie de aspectos que se descono-
cen de la recuperación del bosque explotado. Entre estos, se encuentran las tasas de
crecimiento de los árboles, las características de regeneración de las especies y el hecho
de que la gran mayoría de las especies maderables de alto valor comercial (nómadas o
tolerantes intermedias) aparecen tarde en el proceso de sucesión vegetal(117), dado que
en las primeras instancias el área explotada es colonizada por especies pioneras de muy
poco valor comercial. La situación se agrava en la medida en que la intervención
aumenta en intensidad. Guariguata y Ostertag(118) sostienen que, luego de una inter-
vención fuerte, a las especies nómadas les puede tomar 100 años (inclusive pudiera lle-
var hasta 400 años), ocupar nuevamente el dosel. Cuando los aprovechamientos son
de menor impacto las nómadas podrían ser favorecidas en su crecimiento.
122
En un estudio realizado en un bosque húmedo deciduo de los Llanos occidentales, se
encontró que después de casi 20 años de explotación la cantidad de árboles gruesos
(diámetro a la altura de pecho  dap  50 cm), es menor respecto al bosque no explota-
do recientemente(119). El desarrollo es aún más negativo en áreas donde se utilizaron
métodos de explotación más impactantes, lo que dio como resultado claros mucho
más grandes, sobre los cuales dominan especies de muy poco valor comercial.
123
En consecuencia, se considera que la manera como se realizaba el aprovechamiento
de la masa forestal, con un ciclo de corta de 30 años, con los dmc prescritos y los
métodos de explotación empleados, no permite el logro de los objetivos de manejo

(116 ) Kammesheidt et al., op. cit., presentan un análisis detallado del impacto del aprovechamiento
en los bosques húmedos deciduos de los llanos occidentales.
(117 ) M. Martínez-Ramos. «Claros, ciclos vitales de los árboles tropicales y regeneración
natural de las selvas altas perennifolias». En Investigaciones sobre la regeneración de selvas altas
enVeracruz, México,vol. . (Gómez-Pompa, A & Del Amo, S.); Editorial Alambra
Mexicana S. A. México, 1985; Manuel Guariguata y Rebeca Ostertag. Sucesión secundaria,
2002. En M. Guariguata y G. Kattan (editores), op. cit.
(118 ) Manuel Guariguata y Rebeca Ostertag, op. cit. En M. Guariguata, y G. Kattan (editores), op. cit.
(119 ) L. Kammesheidt, A.Torres-Lezama y Franco Wilfredo. «Efecto de la explotación selectiva
sobre la estructura y sostenibilidad del bosque tropical: un caso de los llanos occidentales
venezolanos». Revista ForestalVenezolana, 39-1, pp. 9-24, 1995.
A r m a n d o To r re s L ez a m a La cuidada movilización de los recursos
forestales. La industria forestal
GeoVenezuela. Fundación Empresas Polar
425
sostenible. Resultados similares se encontraron al aplicar un modelo de simulación en
un bosque de la región(120). Además, la oferta de madera del bosque explotado estaría
basada, en su mayoría, en especies maderables de menor valor comercial o en indivi-
duos de menores dimensiones. Sin embargo, mediante un manejo de la masa forestal
basado en metodologías de aprovechamiento de bajo impacto, con ciclos de corta
y dmc establecidos con base en el conocimiento logrado de la dinámica del bosque,
se puede contribuir al logro del tan ansiado manejo sostenible de nuestros recursos
forestales.
124
Diferentes visiones sobre la evolución histórica y los desarrollos recientes de la silvi-
cultura enVenezuela han sido presentados(121). Aunque se le ha visto como una estrate-
gia para recuperar el potencial productivo de los bosques naturales una vez explota-
dos, las prácticas silviculturales, además de frecuentemente ignorar la importancia de
las operaciones pre-cosecha y la dinámica del bosque tropical, generalmente, ni han
aumentado la productividad del sistema, ni han contribuido a su sostenibilidad(122).
Por el contrario, sus efectos negativos han generado un fuerte cuestionamiento.
125
La aplicación del Método Limba-Caparo, en los Llanos occidentales, es una de las
escasas experiencias relativamente exitosa (123). Se trata de un tipo de plantación en
líneas donde, una vez extraídas las especies comerciales, se eliminan las palmas y la
vegetación baja  10 cm dap, y se procede a una quema controlada. El impacto ambien-
tal de este método, no obstante, debe ser cuidadosamente evaluado.
126
La silvicultura tradicional pretendió hacer más «manejable» el ecosistema a través de la
reducción de la biodiversidad, es decir, «domesticar» el bosque. Actualmente, sin
embargo, esta práctica es considerada incompatible con los postulados de conserva-
ción de la diversidad biológica en los bosques tropicales. Un ejemplo es el de las plan-
taciones de enriquecimiento, que persiguen la transformación del bosque. En los
bosques de Guayana se espera que los concesionarios dediquen un 30% de la superfi-
cie aprovechada a este tipo de plantaciones. Estas fajas generalmente se establecen de
manera mecanizada con una separación de 30 a 50, donde se planta un reducido núme-
ro de especies comerciales.

(120 ) Ver A.Torres-Lezama, H. Ramírez y R. Baldoceda. «Predicción de la respuesta de un bosque


tropical venezolano a diferentes estrategias de manejo». En: Memorias del Simposio Internacional
«Posibilidades de manejo forestal sostenible enAmérica tropical». Santa Cruz, 1998; H. Ramírez,
A.Torres-Lezama y M. Acevedo, «Análisis económico de diferentes estrategias de aprovechamiento
en un bosque de los Llanos occidentales venezolanos». En: Actas del Primer Congreso
Latinoamericano IUFRO «El manejo sustentable de los recursos forestales».Valdivia, 1999.
(121 ) e. g.Vincent et al. «Evolución histórica, y desarrollos recientes de la silvicultura del bosque tropical
alto en América». En Seminario-taller «Experiencias prácticas y prioridades de investigación
en silvicultura de bosques naturales enAmérica tropical». Pucallpa, Perú, 1996; Kammesheidt et al.,
op. cit.
(122 ) Ver, por ejemplo, Lozada et al., op. cit.
(123 ) VerVincent y Bustamente, «El método Limba ensayado en el Proyecto Caparo. NotaTécnica»,
Revista ForestalVenezolana 23:101-104, 1975;Torres-Lezama, Ensayos de especies latifoliadas en la
Unidad I de la Reserva Forestal Caparo; M. Sc.Tesis. Universidad de Los Andes, Facultad de Ciencias
Forestales, Mérida, 1975; Jerez yVincent, «Plantaciones en Línea Método Caparo de 20 años de
edad en la Reserva Forestal de Caparo,Venezuela». En: Revista ForestalVenezolana 39: 1, 25-39, 1995.
426
127
Una mención aparte merecen las plantaciones de teca a campo abierto en áreas defo-
restadas. En los Llanos occidentales esta especie se ha aclimatado de manera extraor-
dinaria y es altamente productiva en sitios bien drenados, con un contenido de arcilla
inferior al 30%(124). El aprovechamiento en los últimos años de las plantaciones esta-
blecidas enTicoporo, durante los años 1970 y 1980, ha generado un impacto económi-
co positivo(125). Con una adecuada planificación y buen manejo es posible producir
madera de teca de manera sostenible en una superficie considerable de los Llanos occi-
dentales.
128
Por el contrario, se desaconsejan fuertemente las plantaciones a campo abierto, pres-
critas por el marn a las concesionarias de bosques en Imataca, especialmente si se
toman en cuenta las condiciones ambientales de la zona. En algunos casos se llega
incluso a autorizar la transformación directa de bosques con poca presencia de espe-
cies comerciales, jóvenes o maduros, por medio de plantaciones a campo abierto.
129
En la búsqueda del manejo sostenible de los bosques naturales, se han desarrollado a
nivel nacional e internacional, información, métodos y tecnologías que podrían utili-
zarse para lograr un mejor manejo de este ecosistema, cualquiera que sea el o los pro-
ductos que se deseen aprovechar. Entre los muchos pasos del proceso de planificación
del manejo forestal, con consideraciones para la conservación ambiental y de la diver-
sidad biológica y el uso sostenible de los recursos, se mencionan:
a) Zonificación del bosque, utilizando un sistema de información geográfica (sig),
la evaluación de la diversidad biológica y la evaluación socio-cultural. Se definen así,
de manera preliminar, las zonas que deberán dedicarse a la protección estricta
de la diversidad biológica, las «no productivas» y aquellas que definitivamente serán
dedicadas a la producción; diferenciando las áreas donde por limitaciones, como
pendiente, la misma debe hacerse de manera restringida.
b) Establecimiento y monitoreo de parcelas permanentes, tanto en bosques no
perturbados como explotados, para estudiar el crecimiento y, en general, la dinámica
del bosque.
c) Diseño de un plan de manejo que incluya: estrategias, zonificación y mapeo; manejo
del bosque productivo; manejo de los productos no madereros; conservación de
la biodiversidad; recreación y ecoturismo; manejo de bosques protegidos; protección
del bosque; planificación de la infraestructura; investigación y desarrollo (I&D);
desarrollo de recursos humanos (drh); planificación económica. Los ciclos de corta
y dmc deben establecerse tomando en cuenta la dinámica del bosque.
d) Evaluación del impacto ambiental de la ejecución del proyecto, a cargo de un ente
independiente.
e) Planificación adecuada de la infraestructura, especialmente de la vialidad.
Uso de sig.

(124 ) Torres-Lezama, op. cit.;Torres-Lezama, Influencia del sitio y la espesura en el crecimiento de


plantaciones experimentales de Teca (Tectona grandis) en Caparo,Venezuela. Universidad de Los
Andes, Mérida,Venezuela, 1982; Kammesheidt et al., op. cit.
(125 ) mpd, op. cit.
A r m a n d o To r re s L ez a m a La cuidada movilización de los recursos
forestales. La industria forestal
GeoVenezuela. Fundación Empresas Polar
427
f ) Planificación de la explotación. En el caso de extracción de madera, ésta debería
ser la primera práctica silvicultural. Se debe prestar especial atención a la
ubicación de los árboles, su tumba dirigida, el acarreo cuidadoso de las trozas y otras
prácticas que garanticen un aprovechamiento de impacto reducido (air).
g) Uso de prácticas silviculturales necesarias, que tomen en cuenta la dinámica
del bosque y no lo degraden.
h) Monitoreo del recurso. Evaluación poscosecha.
i) Revisión a mediano plazo del plan de manejo forestal.
Manglares: un caso especial
130
Los manglares se encuentran en los litorales protegidos de las zonas tropicales y sub-
tropicales, donde desempeñan importantes funciones como la conservación de una
extraordinaria diversidad biológica (desde especies migratorias de aves, hasta reptiles
y una gran cantidad de especies marinas), el suministro de territorios de apareamiento,
desove, cría y alimentación para una gran variedad de peces, crustáceos y moluscos,
incluidas numerosas especies comerciales y toda una gama de otras formas de vida sil-
vestre, la protección de la costa, y el abastecimiento de productos forestales madereros
y no madereros(126). No obstante, la fuerte presión demográfica en las zonas costeras ha
dado lugar a la conversión de muchos manglares a otros usos relacionados con la
infraestructura, la acuicultura, el cultivo de arroz y la producción de sal, entre otros.
131
Venezuela no es ajena a esta tendencia mundial. En cuanto al aprovechamiento fores-
tal, los bosques altos y medios de manglares han estado sometidos a explotaciones de
tipo selectivo desde hace mucho tiempo. Por ejemplo, en los manglares del sector río
Limón-isla San Carlos, en la región de la depresión del lago de Maracaibo, se usa la
madera en la industria de la construcción como viguetas. De igual forma, los nativos
utilizan varas de mangle en la construcción de palafitos y en el mantenimiento de sus
implementos de pesca.
132
Las características de regeneración de las especies de mangle, en especial de Rhizopho-
ra mangle, hacen muy atractiva su corta en fajas progresivas donde se establece la rege-
neración natural. A pesar de la resistencia inicial de algunos conservacionistas, a
principios de 1970, el Gobierno Nacional otorgó una concesión para el manejo a largo
plazo en la Reserva Forestal de Guarapiche, muy cercana a la región deltaica del Orino-
co. Los manglares del río San Juan son notables por sus árboles rectos y de gran porte,
que pueden alcanzar cerca de 30 m de altura. Después de muchas dificultades la com-
pañía paralizó sus actividades.
133
Organizaciones internacionales como la fao y la oimt han diseñado algunas políticas y
directrices para la ordenación forestal sostenible de los manglares(127).

(126 ) fao, op. cit.


(127 ) Ver: fao, Directrices para la ordenación de los manglares, Santiago de Chile, 1994 y oimt,
Manglares: un mar de riquezas,Yokohama, 2003.
428

.  Comunidad de manglares en el lago de Maracaibo, estado Zulia.


Fotografía Pablo Krisch

.  Manglares en La Ciénaga de Ocumare, Parque Nacional Henri Pittier.


Fotografía Pablo Krisch
A r m a n d o To r re s L ez a m a La cuidada movilización de los recursos
forestales. La industria forestal
GeoVenezuela. Fundación Empresas Polar
429
Utilización sostenible de productos no maderables
134
Como ya se mencionó, en los bosques de pantano de la región deltaica del Orinoco, y
desde finales de los años 80, se viene aprovechando a escala comercial el palmito,
cogollo de la palma Euterpe oleracea. A pesar de las dificultades que han encontrado
las empresas para la extracción del palmito, pareciera que puede ser aprovechado de
manera sostenible. Sin embargo, es necesario realizar una detallada investigación al
respecto. Específicamente, es primordial entender los impactos que el aprovecha-
miento de la palma manaca causa al ambiente (suelos, vegetación) y conocer la diná-
mica de poblaciones de la especie. Así mismo, se debe buscar una adecuada incorpora-
ción de la etnia Warao, aborígenes de la región, para elevar su nivel de vida y su
contribución al desarrollo regional.También es necesario tomar en cuenta los posibles
efectos de la explotación minera y petrolera.
135
Otra especie de interés potencial para su domesticación y manejo es el mamure
(Heteropsis spruceana), una liana con raíces colgantes, nativa de los bosques húmedos
de bajura de Guayana(128). Sus raíces han sido utilizadas desde tiempos ancestrales por
los nativos para la construcción de viviendas, muebles, cestas y otros objetos. La plani-
ficación del uso sostenible del mamure es perentoria,puesto que la extracción indiscri-
minada de las raíces (el material es muy similar al ratán), para satisfacer la demanda
para la fabricación de muebles a escala local, nacional e internacional, está causando el
agotamiento del recurso, como ya ha ocurrido en áreas aledañas a la comunidad indí-
gena de Cataniapo, estado Amazonas.
La producción sostenible de madera en plantaciones forestales
136
La amplia reserva genética del gran número de especies de pinos tropicales ha hecho
posible el establecimiento, sobre un amplio rango de condiciones ambientales, de
plantaciones que son muchas veces más productivas que los bosques naturales(129).
Pinus caribaea es una de las cuatro especies que ocurren en los trópicos, más amplia-
mente plantada como exótica con fines industriales.
137
En los llanos orientales deVenezuela se ha alcanzado uno de los logros más impresio-
nantes en materia de plantaciones forestales con fines industriales en ambientes tropi-
cales secos. Durante tres décadas, se ha avanzado considerablemente en las técnicas de
producción de plantas en vivero y se ha mejorado sustancialmente la tecnología de
plantación. No obstante, a pesar de que supuestamente se prepara a la planta para
sobrevivir en suelos que son muy pobres y donde el déficit hídrico es muy alto aún se
presentan altas proporciones de mortalidad juvenil y adulta. Las características micro-
climáticas y la calidad de los suelos, conjuntamente con la existencia de extensas áreas
con monocultivos de pino, le confieren al sistema de plantaciones una alta fragilidad.

(128 ) I. Sánchez. «Algunos aspectos ecológicos del mamure (Heteropsis spruceana Schott) de interés
potencial para su domesticación y manejo» ucv, 1999; en omb, op. cit., p. 34.
(129 ) R. D. Barnes, B.T. Styles, R. A. Plumptre y M. H. Ivory. «Tropical pines». En: Last, F.T.,
Tree Crop Ecosystems. Elsevier. Ecosystems of the world Series 19. 2001.
430
138
Según lo descrito en la literatura, aparentemente las plantaciones de pino pueden
resistir serios pero cortos períodos de estrés fisiológico, respondiendo con un cambio
en su productividad. Sin embargo, períodos más largos de estrés hídrico, solos o en
combinación con otros factores, pueden conducir al colapso del sistema. Aunque la
sobrevivencia y tasas de crecimiento del pino caribe pueden considerarse aceptables
en la zona, es necesario señalar que el sistema ha presentado indicios de inestabilidad
desde muy temprana edad, como ha ocurrido con otros pinos tropicales en diferentes
regiones del mundo. Dos expresiones del mismo han sido la exhibición de colas de
zorro («foxtailing»), anomalía que raramente ocurre en rodales naturales no perturba-
dos de cualquier especie de pino, y la asincronía reproductiva de los individuos. No
obstante, la manifestación más grave de inestabilidad de estos extensos monocultivos,
que puede conducir al colapso del sistema, ha sido la inicialmente llamada «muerte
regresiva»(130).
139
La mortalidad ha ocurrido en grupos de rodales de diferentes edades, en plantaciones
de alta y baja densidad y en todas las clases operativas de suelos existentes en el área.
Ello puede traducirse en reducción de los niveles de rentabilidad y dificultades en el
abastecimiento de materia prima en cantidad, calidad y pérdida de mercados, a pesar
de lo cual la producción nacional de madera rolliza proveniente de estas plantaciones
ha venido en aumento.
140
En un análisis integral y multidisciplinario del problema de mortalidad en las planta-
ciones de pino caribe de los llanos orientales deVenezuela,Torres-Lezama et al.(131)
encontraron que la mortalidad tiene una distribución espacial de patrón gregario
(grandes y pequeños grupos), relacionado con la textura de los suelos y la precipita-
ción, e influenciado por la edad y las características del rodal. Los autores consideran
que la clave puede estar en la aplicación de los principios de la forestería del paisaje y el
manejo del ecosistema a través de la selección adecuada de sitios y especies, la ecofisio-
logía, la silvicultura y la genética. De igual manera, plantean que la diversificación de la
producción forestal, aunque complicada en la zona, puede ser una de las opciones para
reducir los riesgos.
141
Aunque en las plantaciones administradas por cvg-Proforca se mantiene el problema,
posiblemente agravado, la empresa de capital chilenoTerranova deVenezuela, ha reali-
zado esfuerzos considerables hacia el manejo sostenible de sus plantaciones, hasta el
punto de que recientemente (2003) recibiera la certificación de su patrimonio forestal
por el programa SmartWood (139.650 ha) bajo el sistema del Consejo de Manejo
Forestal (fsc)(132). Las operaciones forestales que logran esa certificación pueden usar
el sello SmartWood para mercadeo y publicidad.

(130 ) Los primeros reportes sobre este problema datan por los menos del año 1977, en Uverito; pero
la frecuencia e intensidad del fenómeno se ha incrementado a partir de la década de los noventa.
(131 ) ArmandoTorres-Lezama; Miriam Díaz; Hirma Ramírez; Wilfredo Franco; Leonardo Lugo;
Luis Cedeño y Chrystian Carrero. Informe final del estudio diagnóstico y presentación de posibles
soluciones al problema de mortalidad en las plantaciones de pino caribe de la empresa CVG-
PROFORCA. Universidad de Los Andes, Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales, Mérida,
Venezuela, 2000.
A r m a n d o To r re s L ez a m a La cuidada movilización de los recursos
forestales. La industria forestal
GeoVenezuela. Fundación Empresas Polar
431
142
En principio, la Certificación Forestal es un instrumento de mercado que a través de
una evaluación independiente, garantiza y demuestra al consumidor que la madera o
cualquier otro producto forestal procede de un bosque gestionado de manera respon-
sable y sostenible. La certificación junto al llamado «ecoetiquetado» se percibe como
uno de los principales instrumentos para que el comercio internacional contribuya al
manejo sostenible de los recursos naturales(133). Existen, no obstante, puntos de vistas
opuestos(134).
futuro del sector forestal
143
Venezuela cuenta con una base de recursos forestales del bosque natural que, adecua-
damente utilizada, podría aportar bienes y servicios fundamentales para el desarrollo
del país. Así mismo, tiene un potencial en materia de plantaciones forestales que sola-
mente realizado en menos de un tercio podría convertirse en la fuente principal de
materia prima la cual, eficientemente procesada, podría abastecer la demanda nacio-
nal y convertirse en un sector de exportación significativo.
144
No obstante, diversos factores económicos, políticos, institucionales, sociales y
ambientales, hacen que la contribución de los bosques al desarrollo del país y al
bienestar de la gente se mantenga como un formidable reto que demanda el aporte de
todos los grupos de interés.
145
Centeno estimó que para el año 2020, la demanda interna de madera industrial, para
aserrío, chapas y contraenchapados, alcanzaría los 2,5 millones de m3/año(135). Si se
mantienen las condiciones actuales, donde la sostenibilidad de los recursos forestales
se ha visto comprometida por el aumento en la demanda de tierras para el desarrollo
agrícola y urbanístico, la deficiente planificación del aprovechamiento en bosques
naturales y la fragilidad de las plantaciones de pino caribe, existen motivos para estar
preocupados.
146
Consideramos, sin embargo, que para el año 2030 el sector forestal podría estar ocu-
pando una posición de liderazgo en el desarrollo y mejoramiento de la calidad de vida
de la población. No obstante, es evidente que mientras se siga dependiendo en grado
sumo del petróleo, y no se preste la debida atención a la diversificación de la produc-
ción, el país continuará inmerso en el dilema de la generación de los ingresos petrole-
ros y su distribución; y los demás sectores productivos no lograrán posicionarse
adecuadamente dentro de la economía venezolana.

(132 ) Smartwood Program, en línea, op. cit. Se espera que esto contribuya al mejoramiento en la
comercialización de sus productos y garantice el manejo sostenible de tan importante superficie de
plantaciones forestales.
(133 ) Ver Simula, op. cit. En K. Keipi (editor), op. cit.
(134 ) Cf., por ejemplo, P. Romeijn. Green Gold: on variations of truth in plantation forestry,Treemail,
Heelsum, Holanda, 1999, quien analiza la certificación del manejo de plantaciones de teca en Costa
Rica, expedida justamente por SmartWood. Esta publicación ofrece una visión de la credibilidad del
etiquetado de productos forestales.
(135 ) Ver J.C. Centeno, op. cit.
432
147
Así mismo, es muy dificil hablar de mejoras a futuro con instituciones disfuncionales y
sin un nivel apropiado de gente capacitada. En el sector forestal venezolano esta debili-
dad está presente en todos sus componentes (organismos oficiales, industria, acade-
mia y gremios). Se requieren decisiones urgentes vinculadas a la definición efectiva de
las funciones de los organismos vinculados al sector forestal y su consecuente reorga-
nización, la descentralización de la administración forestal y el desarrollo de un siste-
ma nacional de investigación forestal. Afortunadamente, se cuenta con organizaciones
equipadas, como la fao, dispuestas a apoyar el fortalecimiento institucional en mate-
ria forestal.
148
Íntimamente vinculada a esta situación se encuentra la formación del capital humano
en todos los niveles, para contribuir al manejo forestal sostenible. En el Capítulo 37 de
la Agenda 21, un plan de acción para el futuro sostenible, aprobado en la Cumbre de la
Tierra de 1992, se resalta: «La capacidad de un país para seguir el camino del desarro-
llo sostenible está determinada en gran medida por la capacidad de su gente y sus insti-
tuciones…»(136). Algunas universidades, instituciones científicas y empresas vienen
realizando, desde hace más de medio siglo un trabajo importante en tal sentido; sin
embargo, es necesario multiplicar este esfuerzo bajo el principio de la «formación de
calidad y sensibilidad social», que haga posible un mundo diferente.
149
Por otro lado, la reciente propuesta de Plan Nacional de Desarrollo Forestal adecuada-
mente revisada y sintetizada, puede constituirse en uno de los marcos estratégicos de
un Programa Forestal Nacional (pfn). Es necesario, no obstante, conceder más aten-
ción a las políticas nacionales, los compromisos internacionales, las estrategias de
desarrollo sostenible del país, la colaboración y participación nacional e internacional,
los enfoques globales e intersectoriales y la reforma normativa institucional y creación
de capacidad, entre otros principios básicos de los pfn.
150
Dicho programa contribuiría a detener la deforestación y la fragmentación de los bos-
ques. A pesar de todas las dificultades con las estadísticas, es obvio que los bosques
naturales enVenezuela vienen desapareciendo a un ritmo acelerado. Con frecuencia se
argumenta que el establecimiento de plantaciones forestales contribuye a aliviar la pre-
sión sobre los bosques naturales. Esta premisa, no obstante, es dificilmente aplicable a
nuestro país, donde las fuerzas primarias que causan la destrucción de los bosques no
son movidas primordialmente por la obtención de productos forestales. Es necesario,
entonces, actuar sobre las causas subyacentes ya mencionadas.
151
Así mismo, es perentorio redefinir la zona forestal permanente (zfp) con fines de pro-
ducción a través de:
a) la segregación de áreas que, aunque todavía siguen siendo consideradas legalmente
como zfp, ya no tienen una cubierta forestal ni la posibilidad de convertirlas a
plantaciones forestales;

(136 ) Agenda 21, onu, Información disponible en línea en:


http://www.un.org/esa/sustdev/document/agenda21/chapter37.htm.
Recuperado el 15 de febrero de 2004.
A r m a n d o To r re s L ez a m a La cuidada movilización de los recursos
forestales. La industria forestal
GeoVenezuela. Fundación Empresas Polar
433
b) la separación de áreas naturales protegidas con un carácter más estricto
(categorías I-IV de la iucn), que se solapan con la zfp;
c) la definición del potencial de producción de las áreas boscosas bajo protección
y su consecuente reordenamiento;
d) la revisión del área para plantaciones ya decretada y
e) la incorporación de nuevas tierras forestales a la zfp. Este proceso necesariamente
debe ir acompañado de una revisión del conjunto de abrae del país que
garantice la conservación de la diversidad biológica y los principales ecosistemas
amenazados, sin menoscabo de las oportunidades para el desarrollo.
152
EnVenezuela, como en otros países, se ha procurado resolver las deficiencias en la
aplicación de políticas, ampliando las atribuciones del sector privado. Una de estas
estrategias fue el otorgamiento de concesiones a largo plazo para el manejo de los bos-
ques, consideradas por algunos como una «bestia enigmática». Aun cuando esta polí-
tica ha mostrado problemas en su aplicación y se encuentra bajo fuerte cuestionamien-
to, no hay indicios de que el Gobierno se haya decidido a descartarla. Por tanto, se
propone el desarrollo de un nuevo modelo que incluya: la ampliación de la base de
empresas y asociaciones que puedan aspirar a una concesión, la realización de licita-
ciones transparentes, la elaboración de planes de manejo «simplificados» pero que
sean verdaderos instrumentos de gestión, la obtención de adecuados niveles de ingre-
so para el fisco nacional por concepto de impuestos y regalías, la reinversión en el bos-
que, la supervisión de la ejecución del plan y monitoreo de las actividades forestales, la
búsqueda de un impacto ambiental reducido y el aumento de los beneficios sociales.
153
En la búsqueda del manejo forestal sostenible es esencial la participación de las comu-
nidades locales. No obstante, es preciso desarrollar la opción del manejo forestal de
una manera profesional y responsable, con el objeto de evitar que se repita la experien-
cia de la Reserva Forestal de Caparo. En ésta, han desaparecido más de 100.000 hectá-
reas de bosque en los últimos cinco años, sin que hasta el presente se observe un mejo-
ramiento de la calidad de vida de los pobladores, como consecuencia de un proyecto
de «Manejo Forestal Comunitario» adelantado por el Gobierno.
154
El incremento de la superficie de plantaciones forestales con fines de producción y
protección, utilizando el enfoque moderno de la forestería del paisaje, redundará en
los beneficios que el sector puede aportar a la economía nacional. Como bien lo esta-
blece el pndf con un millón de hectáreas, se podrían producir más de 11 millones de
m3 de madera rolliza por año. Para ello se debe desarrollar una industria forestal inte-
grada, eficiente y competitiva, dar seguridad jurídica para la inversión de centenares de
millones de dólares a largo plazo en plantaciones forestales, plantas industriales,
infraestructura y equipos, comercialización y otros. Es necesario también disponer de
tierras apropiadas, bajo una revisión de la actual Ley deTierras y Desarrollo Agrario,
incentivar la inversión en la forestería de plantaciones e investigar y monitorear para
asegurar la permanencia del recurso en estos monocultivos, y su manejo sostenible.
434
155
A pesar de las reservas que puedan existir sobre la certificación forestal, es indispensa-
ble que los actores involucrados en la movilización de recursos forestales aúnen esfuer-
zos para que la experiencia deTerranova S.A. se multiplique, y el país pueda contar
con una superficie importante de bosques certificados, tanto plantaciones como bos-
que natural.
156
El camino por transitar para el sector forestal venezolano es dificil; sin embargo, es
innegable el importante papel que puede jugar en la superación de las dificultades que
atraviesa el país. Definitivamente, los bosques constituyen un recurso muy importante
de desarrollo económico, porque no sólo permiten satisfacer las necesidades naciona-
les de productos forestales, sino también como materia de exportación. Además, pue-
den generar fuentes de empleo y estabilidad rural.
157
Finalmente, debe considerarse que este sector es valioso no sólo desde el punto de vis-
ta económico, sino también ambiental, lo cual lo coloca en un sitial preponderante en
la gestión de los recursos naturales. Es importante manejar el recurso bajo el concepto
de uso múltiple para obtener una variedad de bienes y servicios con el propósito de
maximizar los beneficios, lo cual no se logrará si el único objetivo es la producción de
maderas sin tomar en cuenta los otros valores de las tierras forestales.
reconocimientos
158
Este trabajo contó con la colaboración de Hirma Ramírez-Angulo, EmilioVilanova,
Rodrigo Barros y Julio Serrano, miembros del Grupo de Investigación «Biodiversidad
y Desarrollo Sustentable de Ecosistemas Forestales», Instituto de Investigaciones para
el Desarrollo Forestal, Universidad de Los Andes.

bibliografía Azuaje, José I.


-- (2001 ). «Proyecto información y análisis para
el manejo forestal sostenible: integrando
Aguilera , Marisol ;Aura Azócar y esfuerzos nacionales e internacionales en 13
Eduardo González -Jiménez (editores)
países tropicales en América Latina». 
-- (2003 ). Biodiversidad enVenezuela. Fundación
(//133/). Manejo forestal enVenezuela.
Polar, Caracas.
Informe de Avance, Santiago de Chile.
Aicher, Christoph
Barnes, R.D.;B.T. Styles; R.A.Plumptre
-- (2002 ). «El conocimiento técnico-forestal y
y M.H.Ivory
sus efectos en la política forestal enVenezuela».
-- (2001 ). «Tropical pines». En Last, F.T. Tree
Revista ForestalVenezolana 46 (2), pp. 77-103.
Crop Ecosystems. Elsevier. Ecosystems of the world
Asociación Venezolana de Productores Series 19.
de Pulpa, Papel y Cartón (apropaca)
Barton Bray, David y
-- (4 de febrero de 2004 ). http://www.apropaca.
Leticia Merino- Pérez
com.ve/paginas/contenido/continfoestadistica.h
-- (2002 ). The Rise of Community Forestry in
tm#clasifica.
México: History, Concepts and Lessons Learned
from Twenty-Five Years of Community Timber
Production. http://www.ccmss.org.mx/
Resumenes/manejoforestalcom.htm#manejo1.
A r m a n d o To r re s L ez a m a La cuidada movilización de los recursos
forestales. La industria forestal
GeoVenezuela. Fundación Empresas Polar
435
Beard, J.S. fao
-- (1944 ). «Clímax vegetation in tropical -- (1993 ). Estudio FAO Montes : ordenación y
América». Ecology 25, pp. 127-158. conservación de los bosques densos deAmérica
tropical. Roma.
Bevilacqua, Mariapía
-- (2003 ). «Áreas protegidas y conservación de la -- (1994 ). Directrices para la ordenación de los
diversidad biológica». En Aguilera, M.; A. manglares, Santiago de Chile.
Azócar y E. González-Jiménez (editores). -- (2001 ). «Proyecto información y análisis para
Biodiversidad enVenezuela. Fundación Polar, el manejo forestal sostenible: integrando
Caracas. esfuerzos nacionales e internacionales en 13
países tropicales en América Latina».
Catalán, Américo (//133/). Recursos forestales y cambio en el
-- (1992 ). El proceso de deforestación enVenezuela uso de la tierra.Venezuela. Santiago de Chile.
entre ‒. Ministerio del Ambiente y de los
-- (2003 ). Situación forestal en la región de
Recursos Naturales Renovables, Caracas.
América Latina y el Caribe . Oficina Regional
Centeno, Julio César de la fao para América Latina y el Caribe,
-- (1995 ). Estrategia para el desarrollo forestal Santiago de Chile. http://www.rlc.fao.org.
enVenezuela. Fondo Nacional de Investigación
Gaceta Oficial
Forestal, Caracas.
-- º 36.215, Decreto 1850 (14 de mayo de 1997).
-- (23 de enero de 2004 ). El asalto a Imataca. Plan de ordenamiento y reglamento de uso de la
http://www.ciens.ula.ve/~jcenteno/ reserva forestal Imataca.
imataca.html.
-- º 37.323 (13 de noviembre de 2001). Ley de
cordiplan Tierras y DesarrolloAgrario.
-- (1995 ). IX Plan de la Nación. Caracas. -- º 34.984 (12 de junio de 1992). Decreto .
Delahaye ,Olivier -- º 36.807 (14 de octubre de 1999). Decreto .
-- (2001 ). Políticas de tierras deVenezuela en el siglo González, Ronald; Miguel Plonczak y
xx. Fondo EditorialTropykos, Caracas. Jurgen Stock
Dourojeanni, Marc -- (2003 ). «Plantaciones forestales e industrias
-- (2000 ). «El futuro de los bosques naturales de asociadas enVenezuela. Aspectos socio-
América Latina». En Kari Keipi (editor), Políticas económicos». Memorias del xii World Forestry
forestales enAmérica Latina. Banco Congress. Québec.
Interamericano de Desarrollo (), Washington. Guariguata ,Manuel y Rebeca Ostertag
Earthtrends: The Enviromental -- (2002 ). «Sucesión Secundaria». En M.
Information Portal: Country Profiles: Guariguata y G. Kattan (editores), Ecología y
Venezuela conservación de bosques neotropicales. Libro
-- (29 de enero de 2004). Universitario Regional, Cartago, Costa Rica.
http://earthtrends.wri.org.
Hamilton, Lawrence; Julian Steyermark;
Ewel ,J;A.Madriz y J.Tosi Jean Pierre Veillon y Edgardo Mondolfi
-- (1976 ). Zonas de vida deVenezuela. Memoria (editores)
explicativa sobre el mapa ecológico. , Fonaiap, -- (1976 ). Conservación de los bosques húmedos de
Caracas. Venezuela. Sierra Club, Caracas.
Food and Agriculture Organizations Harcourt, C.S. y J.A.Sayer
of the United Nations. -- (1996 ). The Conservation Atlas of Tropical
-- http://www.fao.org/forestry/index.jsp. Forests in the Americas. Simon & Schuster, Nueva
York.
Hartshorn, Gary
-- (2002 ). «Biogeografia de los bosques
neotropicales». En M. Guariguata y G. Kattan
(editores). Ecología y conservación de bosques
neotropicales. Libro Universitario Regional,
Cartago, Costa Rica.
436
Huber, Otto y Clara Alarcón Laurance ,W.F.
-- (1988 ). Mapa de vegetación deVenezuela. , -- (1999 ). «Habitat fragmentation: introduction
Caracas. and synthesis». Biological Conservation, 91, pp.
101-107.
Instituto Nacional de Estadística (ine ).
-- Resultados Preliminares del Censo  (4 de Lozada, José; Jhofran Moreno y
febrero de 2004). Ramón Suescun
http://www.ine.gov.ve/ine/censo -- (2003 ). «Plantaciones en fajas de
/fichascenso/fichacenso.asp. enriquecimiento. Experiencias en 4 unidades de
manejo forestal de la Guayana venezolana».
iucn Interciencia, 28, pp. 568-575.
-- (1978 ). Categories, Objectives and Criteria for
ProtectedAreas.A final Report by Committee on López, Juan; Elvecio Pernía y
Criteria and Nomenclature Commission on Ennio Pozzobon
National Parks and ProtectedAreas. International -- (1996 ). «Avance de las deforestaciones en la
Union for Conservation of Nature and Natural reserva forestal de Caparo, estado Barinas,
Resources. Morgues, Suiza. Venezuela, entre 1987 y 1994». Revista Forestal
Venezolana, 40 (2), pp. 29-36.
Jerez, Mauricio y Lawrence Vincent
-- (1995 ). «Plantaciones en línea método Luna ,Aníbal
Caparo de 20 años de edad en la reserva -- (1996 ). Cómo lograr el rendimiento sostenido
forestal de Caparo,Venezuela». Revista Forestal en el manejo de los bosques tropicales. Instituto
Venezolana. 39. Forestal Latinoamericano.
Johnson, Nels y Bruce Cabarle mac
-- (1993 ). Surviving the Cut: Natural Forest -- (1961 ). Atlas forestal deVenezuela. Dirección de
Management in the Humid Tropics. Washington. Recursos Naturales Renovables, Ministerio de
Agricultura y Cría, Caracas.
Kammesheidt, Ludwig; Armando Torres;
Wilfredo Franco y Miguel Plonczak marn
-- (2001 ). «History of loggin and silvicultural -- (2001 ). Estrategia nacional sobre diversidad
treatments in the westernVenezuela plain forests biológica y su plan de acción. Ministerio del
and the prospect for sustainable forest Ambiente y de los Recursos Naturales, Caracas.
management». Forest Ecology and Management,
marn-dgrf
148, pp. 1-20.
-- (2001 ). Boletín Estadístico Forestal Nº . Año
Kammesheidt, Ludwig; Armando Torres- 2000. Caracas.
Lezama y Wilfredo Franco -- (2002 ). Política nacional de bosques. Caracas.
-- (1995 ). «Efecto de la explotación selectiva -- (2003 ). Boletín Estadístico Forestal Nº . Año
sobre la estructura y sostenibilidad del bosque 2001. Caracas.
tropical: un caso de los llanos occidentales
venezolanos». Revista ForestalVenezolana, 39-1, marnr
pp. 9-24. -- (1979 ). Decretos conservacionistas del
Libertador. Ministerio del Ambiente y de los
Lamprecht, Hans Recursos Naturales Renovables, División de
-- (1956 ). «Unos apuntes sobre el principio del Ediciones, Ministerio de Agricultura y Cría,
rendimiento sostenido en la ley forestal y de Caracas.
aguas venezolanas». Boletín de la Facultad de
-- (1997 ). Boletín Estadístico Forestal Nº . Período
Ingeniería Forestal 10, pp. 9-34, Mérida.
‒. Dirección General Sectorial del
Laurance , W. F.; P. Delamonica ; Servicio Autónomo ForestalVenezolano,
S.G.Laurance ; H. L. Vasconcelos y Caracas.
T.E.Lovejoy -- (1998 ). Anuario Estadísticas Forestales (período
-- (2000 ). «Rainforest fragmentation kills big –). Serie º 4, Caracas.
trees». Nature 404, p. 836. -- (1999 ). Boletín Estadístico Forestal N° .Año
. Dirección General Sectorial del Recurso
Forestal, Caracas.
marnr, Seforven (dgrf)
-- (1998 ). Mapa de las Áreas Bajo Régimen de
Administración Forestal (Abrae). Caracas.
A r m a n d o To r re s L ez a m a La cuidada movilización de los recursos
forestales. La industria forestal
GeoVenezuela. Fundación Empresas Polar
437
Martínez- Angulo, M. Organización Internacional
-- (1995 ). Estudio económico-social de la empresa de las Maderas Tropicales (oimt)
maderera en los estados Portuguesa y Barinas. -- (2002 ). Reseña anual y evaluación de la
Tesis de grado, Facultad de Ciencias Forestales y situación mundial de las maderas. Documento -
Ambientales, Mérida. /.Yokohama.
http://www.itto.or.jp/live/Live_Server/366/broc
Martínez- Ramos, Miguel hure_measuringup_s.pdf.
-- (1985 ). «Claros, ciclos vitales de los árboles
tropicales y regeneración natural de las selvas onu
altas perennifolias». En A. Gómez-Pompa & S. -- (2002 ). «Reseña deVenezuela». Cumbre de
Del Amo. Investigaciones sobre la regeneración de Johannesburgo .
selvas altas enVeracruz, México (Vol. II). Editorial http://www.un.org/esa/agenda21/natlinfo/wssd/
Alambra Mexicana s.a., México. venezuela.pdf.
Melnik, Mary -- (15 de febrero de 2004). Agenda .
-- (1995 ). «Productos forestales comestibles: una http://www.un.org/esa/sustdev/document/agen
oportunidad para el desarrollo sustentable». En da21/chapter37.htm.
Antonio Carrillo y Miguel A. Perera (editores). Plonczak, Miguel
Amazonas: modernidad en tradición.  -- (1997 ). «El uso de los bosques naturales en
Amazonas-, , , Caracas. Venezuela». Quebracho. 5, pp. 63-69.
Ministerio de Planificación y Pozzobon, Ennio y Ramón Osorio
Desarrollo (mpd) -- (2002 ). «Evaluación de las deforestaciones en
-- (2002 ). Plan nacional de desarrollo forestal. la reserva forestal deTicoporo, estado Barinas-
Caracas. Venezuela, en base al análisis multitemporal de
Miranda, Marta; Alberto Blanco- Uribe imágenes de percepción remota». Revista
Q.; Lionel Hernández; José Ochoa; GeográficaVenezolana, 43 (2), pp. 215-235.
Edgar Yerena Ramírez, Hirma; Armando Torres
-- (1998 ). No todo lo que brilla es oro: hacia un y Miguel Acevedo
nuevo equilibrio entre conservación y desarrollo en -- (1999 ). «Análisis económico de diferentes
las últimas fronteras forestales deVenezuela. , estrategias de aprovechamiento en un bosque de
Washington. los Llanos occidentales venezolanos». En Actas
Monitor Company del Primer Congreso Latinoamericano IUFRO: el
-- (1997 ). La cadena forestal venezolana en las manejo sustentable de los recursos forestales.
encrucijadas: oportunidades para construir Valdivia, Chile.
competitividad. Informe final. Caracas. Ramírez- Angulo, Hirma; Armando
Mueller- Dombois, D. y H.Ellenberg Torres- Lezama y Julio Serrano
-- (1974 ). Aims and Methods ofVegetation Ecology. -- (2002 ). «Mortalidad y reclutamiento de
John Wiley, .. árboles en un bosque nublado de la cordillera de
los Andes,Venezuela». Ecotropicos, 15, pp. 177-
Observatorio Mundial de Bosques 184.
(omb-ven) (gfw) Instituto Nacional de Estadística (ine)
-- (2002 ). Situación de los bosques enVenezuela: La
-- (4 de febrero de 2004 ). Resultados
región de Guayana como caso de estudio.
Preliminares del Censo .
Fundación Polar, Caracas.
http://www.ine.gov.ve/ine/censo/fichascenso/fic
ocei hacenso.asp.
-- (1998 ). Censo agrícola. Oficina Central de Rodríguez, Luis Enrique; Ramón Jaimez;
Estadística e Informática, Caracas. Miguel Plonczak y Mauricio Jerez
oimt -- (1997 ). «Consideraciones conceptuales sobre
-- (2003 ). Manglares: un mar de riquezas, el manejo forestal enVenezuela en el marco del
Yokohama. desarrollo sustentable». Revista Forestal
Venezolana, 41, pp. 77-85.
Rojas- López, José
-- (1993 ). «La colonización agraria de las reservas
forestales: ¿un proceso sin solución?».
Cuadernos geográficos. º 10, Universidad de Los
Andes, Facultad de Ciencias Forestales y
Ambientales, Mérida.
438
Romeijn ,Paul Torres, Armando
-- (1999 ). Green Gold: OnVariations of Truth in -- (1975 ). Ensayos de especies latifoliadas en la
Plantation Forestry.Treemail, Heelsum, Unidad I de la Reserva Forestal Caparo. M. Sc.
Holanda. Tesis. Universidad de Los Andes, Facultad de
Ciencias Forestales, Mérida.
Silva, Renzo
-- (1982 ). Influencia del sitio y la espesura en el
-- (2001 a). «Colección, análisis y presentación
crecimiento de plantaciones experimentales de Teca
de información socioeconómica,Venezuela».
(Tectona grandis) en Caparo,Venezuela.
Proyecto FAO: Información y análisis para el
Universidad de Los Andes, Mérida.
manejo forestal sostenible: integrando esfuerzos
nacionales e internacionales en  países tropicales Torres, Armando; Hirma Ramírez y
enAmérica Latina. Santiago de Chile. Roly Baldoceda
http://www.rlc.fao.org/proyecto/rla133ec/SE- -- (1998 ). «Predicción de la respuesta de un
pdf/SE%20Ven.PDF. bosque tropical venezolano a diferentes
-- (2001 b). «Información sobre productos estrategias de manejo». En Memorias del Simposio
forestales madereros». Proyecto FAO: Información Internacional Posibilidades de Manejo Forestal
y análisis para el manejo forestal sostenible: Sostenible enAmérica tropical. Santa Cruz de la
integrando esfuerzos nacionales e internacionales Sierra, Bolivia.
en  países tropicales enAmérica Latina. Santiago Veillon, Jean Pierre; M.R.Turner;
de Chile. http://www.rlc.fao.org/proyecto/ M.Curran y L.Cieslinski
rla133ec/PF-pdf/PF%20Ven.PDF. -- (1949 ). Estudio de las zonas forestales del estado
Simula, Markku Portuguesa. Ministerio de Agricultura y Cría,
-- (2000 ). «Comercio y medioambiente en la Caracas.
producción forestal». En K. Keipi (editor). Veillon, Jean Pierre
Políticas forestales enAmérica Latina. Banco -- (1971 ). Importancia económico-social de los
Interamericano de Desarrollo (), Washington. bosques del estado Portuguesa,Venezuela.
Smartwood Program Universidad de Los Andes, Mérida.
-- (2003 ). Resumen público de certificación de -- (1977 ). «Las deforestaciones en los llanos
Terranova deVenezuela .. NuevaYork. occidentales deVenezuela desde 1950 hasta
http://www.smartwood.org/reports/pdfs/terran 1975». En L. S. Hamilton; J. Steyermark; J. P.
ova.pdf. Veillon y E. Mondolfi (editores). Conservación de
los bosques húmedos deVenezuela. Sierra Club,
Terranova de Venezuela. Caracas.
--http://www.terranova.com/esp/main_home.htm
-- (1985 ). «El crecimiento de algunos bosques
Torres- Lezama, Armando; naturales deVenezuela en relación con los
Luis Rodríguez; José León; Marcelino patrones del medio ambiente». Revista Forestal
Quijada; Rafael Rojas; Miguel Venezolana. 29, pp. 5-120.
Plonczak; Hirma Ramírez; Leonardo
Lugo; Silvino Reyes; José Guevara; Vincent, Lawrence y César Bustamante
Omar Carrero y Armando Torres -- (1975 ). «El método Limba ensayado en el
-- (2001 ). Visión estratégica de la Estación de Proyecto Caparo. NotaTécnica». Revista Forestal
Investigación Caparo. Informe final. Universidad Venezolana, 23, pp. 101-104.
de Los Andes, Facultad de Ciencias Forestales y
Vincent, Lawrence, Luis Enrique
Ambientales, Mérida.
Rodríguez; Oscar Noguera; Ernesto
Torres- Lezama, Armando; Díaz, Miriam; Arends y José Lozada
Ramírez, Hirma; Franco Wilfredo; -- (1996 ). «Evolución histórica y desarrollos
Lugo, Leonardo; Cedeño, Luis; Carrero, recientes de la silvicultura del bosque tropical
Chrystian. alto en América». En Seminario-taller
-- (2000 ). Informe final del estudio diagnóstico y experiencias prácticas y prioridades de
presentación de posibles soluciones al problema de investigación en silvicultura de bosques naturales
mortalidad en las plantaciones de pino caribe de la enAmérica tropical. Pucallpa, Perú.
empresa CVG-Proforca. Universidad de Los
wri
Andes, Facultad de Ciencias Forestales y
-- (2001 ). World Resources Report.
Ambientales, Mérida.
-- (29 de enero de 2004). Earthtrends: The
Enviromental Information Portal: Country
Profiles:Venezuela, .
http://earthtrends.wri.org.
439

También podría gustarte