Adolescentes y Sexualidad
Adolescentes y Sexualidad
Adolescentes y Sexualidad
y sexualidad
significados, discursos
y acciones en uruguay
un estudio retrospectivo (1995 – 2004)
Universidad de la República
Facultad de Psicología
Cátedra Libre en Salud Reproductiva, Sexualidad y Género
1. Presentación.
Alejandra López Gómez 13
2. Consideraciones conceptuales.
Alejandra López Gómez 21
Anexo 1 93
Anexo 2 101
6. Comentarios finales.
Alejandra López Gómez. 247
adolescentes y sexualidad
1
presentación
a a
Esta publicación presenta los principales resultados de
Alejandra López Gómez
En esta fase, el estudio se propuso conocer la perspectiva de los adultos y de las insti-
tuciones, que han jugado (o deberían haberlo hecho) un rol fundamental en la defensa,
protección y/o promoción de los derechos sexuales y derechos reproductivos de la
población adolescente y joven.
La opción metodológica de recortar la primera fase del estudio a los últimos diez años
(1995 – 2004), respondió fundamentalmente a dos consideraciones. La primera, refiere
a la valoración de la importancia que tuvo en el escenario nacional, regional y global los
resultados de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD), realiza-
da en la ciudad de El Cairo en 1994, en tanto promovió un cambio de paradigma en la
concepción hegemónica de las políticas de población en el debate global. Se trató pues,
de considerar un período posterior a la CIPD de modo de analizar sul impacto en los dis-
cursos y las acciones implementadas desde diferentes actores.
distintas dependencias del Estado, que asumirían en marzo de 2005. Establecer la cone-
xión con las autoridades responsables de los programas de interés para el estudio, que
se encontraban en pleno cierre de sus actuaciones, no resultó tarea sencilla. Pero, a
pesar del momento político e institucional de cambios importantes, se debe subrayar que
se contó con disposición e interés de colaborar con la investigación, y las ausencias fue-
ron escasas.
Finalmente, todo esto se produjo en un corto período. Los tiempos políticos que vive el
país, no admiten mayores dilaciones. Por ello, se intentó en un lapso breve desarrollar un
trabajo intenso y complejo, con el mayor rigor y cuidado técnico y metodológico posible.
No por ello, dejamos de ser conscientes de sus debilidades y también de sus fortalezas.
18 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
Los resultados que se presentan pretenden ser un insumo para el diseño, la implemen-
tación, la evaluación de políticas públicas dirigidas a la población adolescente y joven en
el campo de la sexualidad y la promoción y defensa de sus derechos en esa materia.
Asimismo, se propone ofrecer evidencias que contribuyan a una reflexión sobre el rol y
la responsabilidad social que tienen los medios de comunicación escrita en la inclusión
de la diversidad de "voces" y perspectivas, así como en el fortalecimiento de ciudadaní-
as. Por último, pero no menos importante, aspira a incidir en la agenda de investigación
en este campo, al ofrecer un "estado del arte" sobre los hallazgos disponibles y los
desafíos existentes.
Al respecto de este último punto, en el último trimestre del año 2004, se realizó la pri-
mera fase del trabajo de campo del proyecto "Reproducción biológica y social de la
población uruguaya. Un estudio desde la perspectiva de género y generaciones", en un
esfuerzo interinstitucional sin precedentes en el país, coordinado conjuntamente por el
Ministerio de Salud Pública, el Instituto Nacional de Estadística, la Intendencia Municipal
de Montevideo, la Universidad de la República, MYSU (Mujer y Salud en Uruguay) y el
Fondo de Población de las Naciones Unidas. El proyecto se propone básicamente la
producción de conocimientos desde una perspectiva de género, generaciones, derechos
y segmentación social, sobre distintos tópicos relativos a la dinámica poblacional uru-
guaya, de modo de ser un insumo ineludible para el diseño, implementación, evaluación
y monitoreo de políticas públicas. Desde una metodología mixta cuanti-cualitativa, que
combina la realización de una encuesta nacional representativa de la población entre
15 y 79 años, del Uruguay urbano (5.000 y más habitantes), y la implementación de
estudios cualitativos; el proyecto aportará conocimientos sobre aspectos tales como
anticoncepción, vida sexual, vida reproductiva, uso de servicios de salud sexual y repro-
ductiva, relación con hijos menores de 21 años, cuidados en el hogar, transferencias
generacionales, derechos sexuales y reproductivos.
Los resultados del estudio que hoy presentamos en esta publicación, junto con los que
progresivamente se irán generando en el marco del proyecto Género y Generaciones,
propician nuevas condiciones en materia de producción de conocimientos en el área de
sexualidad y adolescentes. Desde el primero, se ofrece un panorama nacional de lo rea-
lizado y producido en los últimos diez años. Y lo hace recogiendo la perspectiva de acto-
res relevantes que han intervenido en este campo. Desde el segundo, se contará con
insumos para conocer las opiniones, percepciones y actitudes de la población en gene-
ral, y en particular de los y las adolescentes del presente, sobre diferentes tópicos rela-
tivos a la sexualidad y la reproducción.
Desde esta doble "puerta de entrada", podremos contar con un panorama más claro
acerca de los principales desafíos, tanto para los avances de la investigación, como para
el uso de los resultados que de ella emergen, en el campo de las políticas públicas en
adolescencia y sexualidad.
Según Weeks (1994), la historia de la sexualidad (“la nueva historia sexual”) es una
historia de prácticas sexuales (eróticas) cambiantes, significados subjetivos, definicio-
nes sociales, sistemas de regulaciones y normativas cuyo único punto en común es la
denominación. Según el autor, sexualidad es una categoría tan inestable (Padgug,
1979) como vital. Todas las sociedades necesitan organizar los intercambios eróticos,
todas necesitan delimitar permisos y prohibiciones, limites y posibilidades de organi-
zación para la vida erótica. Pero, el punto está en que existe una gran variabilidad en
cómo se producen estas formas de organización y regulación de lo erótico en las
sociedades. Organización erótica en estrecha relación con otros niveles de la organi-
zación social. En tal sentido, no sólo es sustantivo el aporte de disciplinas como la his-
toria, la sociología o la política a la comprensión de la historia de la sexualidad, sino
que cobra importancia el aporte que los estudios sobre la sexualidad pueden hacer a
la comprensión de lo histórico, lo social y lo político en las sociedades.
Esta perspectiva, según autores como Vance (1984) y Weeks (1986), se opone al para-
digma esencialista desde el cual se intenta explicar las propiedades de un todo comple-
jo, por referencia a una supuesta esencia interior e irreductible. Este abordaje conside-
ra la sexualidad como algo inmutable producto de una esencia humana, cual impulso
interior irrefrenable a ser reprimido por la cultura. Desde esta perspectiva, las expresio-
nes de la sexualidad no son producción social, sino que son moldeadas socialmente
para ser encauzadas hacia una vida social aceptable.
Los debates actuales sobre sexualidad (científicos, sociales, éticos) están atravesados
por las tensiones conflictivas entre estos dos enfoques. La sexualidad es un campo de
disputa a nivel discursivo.
Los productores de sentidos, los actores que generan discursos de alta eficacia política
y simbólica, juegan un rol central en la producción de la sexualidad. Barrán (1991) alu-
día en su historia de la sensibilidad en el Uruguay, a lo que él llamó “agentes represo-
res”. Es decir, aquellas figuras sociales cuya palabra producía efectos notables en la
subjetividad de las personas, en lo que a la sexualidad y el cuerpo se refiere: maestros,
médicos, padres, curas, policías.
Más allá de los voceros concretos de determinados discursos, importa subrayar que los
mismos son producidos desde diferentes espacios con legitimación social cuya palabra
tiene efectos concretos en los mecanismos de regulación social: medios de comunica-
ción, instituciones educativas, instituciones sanitarias, familias, iglesias, estados.
“El sexo, está en la encrucijada de las disciplinas y las regulaciones y es en esa función
que él se transforma en una pieza política de primera importancia para hacer de la
sociedad una máquina de producir todo: riquezas, bienes, otros individuos, etc..”
(Foucault, 1977)
La cuestión del imaginario social como universo de significaciones que instituyen una
sociedad (Castoriadis, 1975), es inseparable del problema del poder. En tal sentido, el
conjunto de significaciones imaginarias efectivas (imaginario efectivo) en relación a la
sexualidad se han instituido como portadoras de un ordenamiento desigual entre muje-
res y varones. La sexualidad constituye un sistema complejo, con sus propias definicio-
nes relacionadas con el género.
El análisis de la sexualidad y el género, implica distinguir las conexiones entre dos sis-
temas articulados pero diferentes. Los mandatos, creencias, sistemas de prohibiciones
y regulaciones sobre la sexualidad “esperada” para mujeres y hombres, han generado
una posición de desigualdad entre unas y otros.
vos del género como concepto que articula sexo, deseo, práctica sexual, dinámica
social y política.”
Como práctica social específica, las prácticas sexuales son a la vez producto y produc-
toras de subjetividad. El estudio de las prácticas sexuales y sus significaciones consti-
tuye un locus de análisis privilegiado de las relaciones sociales y de los valores que en
ellas circulan y se producen. Y en particular de las relaciones de poder de género.
Adolescentes y sexualidad
La adolescencia como etapa vital con características propias, surge como concepto (y
como término) con el advenimiento de la modernidad. La particularización de la adoles-
cencia, estaría relacionada, según varios autores, a la necesidad de instituirse un
momento vital de pasaje entre la infancia y la adultez, que favoreciera el retraso de la
reproducción biológica en las mujeres (confinándola al matrimonio) y que posibilitara la
capacitación de los varones para el trabajo. Mientras para las primeras, implicaba una
preparación para el matrimonio y el rol de madresposa; para los segundos, implicaba la
preparación para el mundo de lo público social.
Este proceso de transición hacia una “nueva sociedad” implicó cambios profundos en
las formas de organización económica y social (y sexual). La reinvención de lo publico
y lo privado, en términos de mundos dicotómicos, supuso escenarios para el ejercicio
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 29
El ordenamiento social moderno basado en las diferencias “naturales entre los sexos”,
implicó nuevas organizaciones eróticas. El sistema de permisos y prohibiciones respec-
to a la sexualidad, variará según se trate de mujeres y varones. Y también, según se
trate de adolescentes o adultos.
Autonomía y empoderamiento están en la base del desarrollo integral de las y los ado-
lescentes para considerarse personas con capacidad y poder para tomar decisiones. La
toma de decisiones en la vida sexual favorece el desarrollo de sujetos autónomos e inte-
grales en otras áreas de la existencia y contribuye a la construcción de ciudadanías.
Ahora bien, para ello, es necesario que se garanticen y se generen las condiciones para
ejercer la autonomía. ¿Cómo es posible que los y las adolescentes puedan gozar de
autonomía en la toma de decisiones sobre su vida sexual sin acceso a información de
calidad, servicios de salud sexual y reproductiva adecuados, espacios confiables para
dialogar sobre sexualidad, adecuada protección legal y social? ¿Cómo es posible, que
todos los y las adolescentes puedan gozar de autonomía en la toma de decisiones sobre
su vida sexual, sin acceso equitativo y justo a bienes culturales, simbólicos y materia-
les?. ¿Cómo es posible, que los y las adolescentes ejerzan su autonomía si no se gene-
ran condiciones para una transformación profunda de las formas en que las sociedades,
los medios de comunicación y las instituciones visualizan a las “mujeres” y a los “hom-
bres”, y a “la adolescencia”?
Los derechos sexuales y los derechos reproductivos son una invención reciente, un
concepto en construcción y reconstrucción, que ha alcanzado un estatus político pode-
roso en potencia. (Correa, 2003)
Su origen se remonta hacia comienzos del siglo XX, si bien el término surge en la déca-
da de los 60, cuando la feminista Marge Berer englobó en la nominación derecho repro-
ductivo una serie de derechos reivindicados por el movimiento de mujeres: derecho a la
planificación familiar, al aborto, a la salud integral, al placer sexual.
“Las críticas se dirigieron tanto a la forma tradicional de trazar la frontera entre ambas
esferas, como al sentido mismo de la distinción. (...) En primer lugar, el ámbito público
se transformaba en objeto de reflexión, teorización y legislación, mientras que la esfera
doméstica (familiar y sexual) se trivializaba, aceptando como dato natural las relaciones
patriarcales. En segundo lugar, la distinción público-privado suponía, tanto desde el
punto de vista de la organización social como de la ideología, la desigual asignación de
mujeres y hombres a una y otra esfera. Y en tercer lugar, la defensa de la “privacidad”
tenía como consecuencia práctica que el ámbito doméstico y familiar se sustrajera al
escrutinio público y a la protección legal.” (Pateman, 1996)
Los derechos sexuales y los derechos reproductivos son conquistas humanas, y son
escenario de conflicto y negociación social permanente. En tanto parte de los derechos
humanos, son interdependientes, integrales e indivisibles de otros derechos (Sen, 1990;
Human Rights Watch, 1996; Copelon y Petchesky, 1995). Al decir de Petchesky (2002)
“Si no fuera así, ¿cómo puede una persona actuar responsablemente como ciudadana y
como miembro de un grupo familiar y de una comunidad si su cuerpo y su sexualidad son
definidos y controlados por otros (esposo, parientes, autoridades religiosas o el estado)?”
Los derechos sexuales y los derechos reproductivos son uno de los ejes de construc-
ción de ciudadanía y de profundización de la convivencia democrática. Se refieren al
poder de cada persona para tomar decisiones informadas y responsables sobre su
sexualidad y vida reproductiva. Y a la disponibilidad de recursos para poder llevar a la
práctica esas decisiones de manera segura, efectiva y sin discriminaciones. (Correa y
Petchesky, 1995) Para poder ejercer estos derechos con equidad debe estar garantiza-
32 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
da la libertad de cada persona para poder decidir (dimensión individual de los derechos)
y tener condiciones de justicia para que las decisiones sean respetadas (dimensión
social de los derechos).
En la CIPD, el tema de los y las adolescentes ocupó un lugar central en las discusiones
sobre salud reproductiva. En la Plataforma de Acción se insta a los gobiernos a que
emprendan acciones que promuevan y protejan los derechos de los y las adolescentes
y la asistencia en materia de salud reproductiva por medio de programas específicos en
educación y salud sexual y reproductiva. Se sostiene la confidencialidad de los servicios,
enfatizando la identidad y los derechos de los y las adolescentes y jóvenes, respetando
sus valores y creencias religiosas.
Por ello, tan importante como contar con estos instrumentos, es bregar por su efectiva
traducción en políticas públicas que garanticen, respeten y protejan los derechos sexua-
les y los derechos reproductivos de todos y todas, y en especial de la población adoles-
cente y joven. A diez años de las conferencias, se pueden detectar avances significati-
vos, pero también importantes vacíos, a pesar que los estados han ratificado la vigencia
de estos acuerdos. Se constata en la definición de políticas públicas, que persiste la ten-
sión conflictiva entre el paradigma materno infantil (cuyo foco se centra en el binomio
madre – hijo) y el de la integralidad en la salud sexual y reproductiva.
También, se observa que los distintos actores interpretan con sentidos diferentes el con-
tenido de los derechos sexuales y los derechos reproductivos. Se puede afirmar, a modo
de ejemplo, que en varios países de la región, se desarrollan acciones públicas que con-
tinúan reduciendo la salud reproductiva a lo materno-infantil y/o a la planificación fami-
liar, obviando o desconociendo otros derechos sexuales y reproductivos. Se evidencia
una mayor tolerancia (y aceptación) a los conceptos de salud y reproducción que a los
de derechos y sexualidad. (Abracinskas, López Gómez. 2001)
Este deslizamiento no sólo invisibiliza la dimensión sexual de las prácticas, sino que da
cuenta de la concepción hegemónica de una sexualidad heterosexual confinada a lo
reproductivo; promoviendo la idea de la reproducción como el campo principal donde se
juega la sexualidad.
Para Miller (2001) se debería tener en cuenta que las dos realidades del comporta-
miento sexual y del comportamiento reproductivo pueden ser enlazadas o desconecta-
das. “Desde ese punto de vista los estados tienen la obligación de crear las condiciones
necesarias para que las mujeres y los hombres ejerciten sus elecciones significativas
acerca de si enlazar o no la sexualidad con la reproducción. La idea de los conjuntos
desconectados debería permitir, en el marco de las demandas sobre derechos sexua-
les, atender con igualdad a una más amplia gama de identidades, prácticas y condicio-
nes sexuales que no pueden ser protegidas al tratar a los derechos sexuales como un
subconjunto de los derechos reproductivos”.
Vance (1984) y Miller (2002) han advertido lo “peligroso” que puede ser homologar
sexualidad con salud sexual. Este es otro de los deslizamientos frecuentes. La reduc-
ción de la sexualidad al campo de la salud (sexual) genera el riesgo de reproducir la
medicalización de la sexualidad y ubicarla en el terreno de criterios de normalidad. La
idea de una sexualidad saludable es un ejemplo de ello.
Los derechos sexuales y los derechos reproductivos contienen dos dimensiones inte-
rrelacionadas: un conjunto de principios éticos y una gama de condiciones favorecedo-
ras sin las que estos derechos no podrían ser ejercidos (Correa, Petchesky, 1995).
Estos principios éticos interconectados son: la integridad corporal, la capacidad de ser per-
sona, la igualdad y la diversidad. La integridad corporal como el derecho a la seguridad y
control del propio cuerpo es quizás el aspecto que más peso tiene en el concepto de liber-
tad sexual y reproductiva. La capacidad de ser persona, refiere a aquellas razones y valo-
res por los que las personas toman diferentes decisiones. Autonomía y autodeterminación
es lo que habilita a que las personas puedan ejercer sus derechos con libertad. Igualdad,
refiere al reconocimiento de que todas las personas son portadoras de derechos indepen-
dientemente de su condición social, clase, sexo, edad, etnia, orientación sexual, religión,
nacionalidad. La diversidad, alude al compromiso con el principio de que diferentes tipos
de expresión sexual son beneficiosos para una sociedad justa y humana.
En articulación con los principios éticos que los sustentan, se encuentran las condicio-
nes facilitadoras para que los mismos sean ejercidos. Estas condiciones refieren al
acceso equitativo a los recursos (materiales y simbólicos): información, bienes, servi-
cios, conocimientos. Al decir de Correa y Petchesky (1995), mientras recursos y poder
estén distribuidos de manera inequitativa en nuestras sociedades, las dimensiones indi-
viduales (libertad) y sociales (justicia) de los derechos, no pueden separarse.
Avila (1998) señala que la dimensión de justicia social crea una relación directa entre
esos derechos y la problemática de las condiciones materiales de vida. “La falta de
acceso a la distribución de la riqueza material imposibilita de manera radical el ejerci-
cio de la autonomía sobre la vida sexual y reproductiva. En este contexto, una dimen-
sión fundamental para su realización es justamente la garantía de los derechos socia-
les por parte del Estado. La democratización de la vida cotidiana no es posible cuan-
do en ella prevalece la carencia y la exclusión social. Por lo tanto, estos derechos
deben ser centrales en la discusión sobre modelos de Estado y desarrollo. Cualquier
derecho centrado en la superación de la desigualdad social presupone un modelo de
desarrollo humano y un Estado democrático que propicia el bienestar.”
lle capacidades para identificar, conocer y significar las propias necesidades, y buscar
formas de satisfacción en el marco del respeto por las propias decisiones. Implica cre-
cientes grados de auto-conocimiento y autovaloración para la toma de decisiones infor-
madas, voluntarias y responsables en distintas facetas de la existencia. Por ello, el con-
cepto de autonomía se articula con el empoderamiento, ya que el fortalecimiento del
sujeto favorece un mayor dominio sobre sí mismo y sobre el entorno.
Empoderamiento significa que personas, grupos y/o comunidades con escasa o ningu-
na posibilidad de autoridad (en el sentido de “ser autor de”) sobre sus vidas y sus cir-
cunstancias de existencia, puedan transformar estas relaciones de poder, tendiendo a
equilibrar a favor de sus necesidades, deseos e intereses. En tanto supone un cambio
en las relaciones de poder en favor de los que tienen menos poder, el empoderamiento
no es neutral.
Se podría plantear que refiere al control extrínseco del sujeto y a la capacidad intrínse-
ca. “Para ser sustentable, el proceso de empoderamiento debe modificar tanto la auto
percepción y conciencia de las personas, como el control sobre sus vidas y sobre sus
ambientes materiales.” (Sen, 1997)
2. En referencia a la definición aportada por la Red Internacional Feminista DAWN y citada por Birte
Rodenberg en “Género + Empoderamiento = Democracia de género?” en Lola Press Nº 10 ?, Abril-
Junio, Alemania,1999.
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 37
Los y las profesionales que intervienen en este campo deberán analizar el sentido de
sus acciones, a los efectos de poder distinguir si se trata de intervenciones profesiona-
Se trata de construir un estatus social y político valorado de la palabra de los y las ado-
lescentes. Palabra que, en nuestras sociedades, se le atribuye escaso o nulo valor, visi-
bilidad, y eficacia política y simbólica.
Por su parte, Avila (1998) entiende que ciudadanía “es un término que, al incorporarse
como una condición sociopolítica inspira conductas, y ofrece de inmediato un senti-
miento de inclusión o de rebelión contra la exclusión y la desigualdad.”
BIBLIOGRAFÍA
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Plataforma de Acción. NYC.
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Pleasure and danger: exploring female sexuality. Routledge and Kegan Paul. Londres.
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da sexualidade. Ed. Autentica. Belo Horizonte.
Valeria Ramos
1. Ver Anexo 1.
2. Ver Anexo 2.
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 45
Para el análisis de contenido se tomaron las siguientes categorías: enfoque teórico con-
ceptual que sustenta las producciones (incorporación de los lineamientos del Programa
de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD), concep-
ción de sexualidad, concepción de adolescentes y jóvenes, concepción de género como
categoría de análisis, perspectiva de derechos y ciudadanía), objetivos, metodologías y
principales hallazgos.
PUBLICACIONES 1 2 3 4 5 6 7 8 9 TOTAL
Investigaciones - - - 2 - 1 - 1 2 6
Sistematizaciones - - - 2 - 2 - 1 2 7
Libros - - 1 - - 1 - 1 2 5
Manuales - 1 2 - - 1 1 3 5 13
Art./Ponencias/
Capítulos - - 3 - - 8 2 6 - 18
Otros - - - - - 3 1 - - 4
TOTAL 0 1 6 4 0 16 4 12 11 53
46 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
En cuanto a los tópicos abordados por las producciones relevadas, se observa que la
mayoría refiere a sexualidad (16), VIH SIDA (12) y violencia y abuso sexual (11). Las
temáticas sobre aborto / aborto inseguro y orientación sexual no registran ninguna publi-
cación.
Del total de publicaciones, la gran mayoría (50 en 53) corresponden a publicaciones que
se enmarcan en acciones institucionales. Se destacan en el sector público el Programa
Nacional de SIDA del Ministerio de Salud Pública y la Comisión de la Mujer de la
Intendencia Municipal de Montevideo; y en el ámbito no gubernamental el Instituto IDES
y el Programa Claves de Juventud para Cristo.
Casi la totalidad de las publicaciones son realizadas en Montevideo (51 en 53, a excep-
ción de la experiencia sistematizada "Prevención del SIDA en la enseñanza secundaria"
(UNICEF, MSP, ANEP – CODICEN, IDES, 1996) y la ponencia "Tacuarembó: El
Compromiso de los jóvenes de Cruz Roja", realizada en el Seminario: VIH SIDA
Prevención y tratamiento: Una esperanza; desarrollado en Montevideo (1997).
MATERIALES
EDUCATIVOS 1 2 3 4 5 6 7 8 9 TOTAL
Folletería - 6 - 1 - 11 1 10 1
30
Juegos - 1 - - - - - 2 1 4
electrónico Caja Caja
Historietas - - - - - 1 - 1 - 2
Videos - - - - - 2 - - 1 3
Otros: - - - - - - - - - -
Calcomanía - - - - - 1 - 1 - 2
Láminas - - - - - - - - 2 2
Rompecabezas - - - - - - - - 2 2
Radioteatros - - - - - - - - 1 1
TOTAL 0 7 0 1 0 15 1 14 8 46
Los tópicos en que se registró la mayor cantidad de hallazgos fueron: sexualidad (15),
VIH SIDA (14) y violencia sexual (8). Al igual que en las publicaciones, no se encontró
ninguno que refiera a las temáticas de aborto /aborto inseguro y orientación sexual.
Como puede observarse en el cuadro, no se ubicó ningún material en el tópico educa-
ción sexual. La totalidad de los materiales educativos encontrados se utilizan en el
marco de una estrategia educativa y/o sensibilización en sexualidad.
Los destinatarios en todos los casos son adolescentes, relevándose solamente un folle-
to dirigido a adultos elaborado por niños, niñas y adolescentes.
Se constata que de estas cuatro, dos, Juventud para Cristo (JPC) y la Asociación
Cristiana de Jóvenes (ACJ), son organizaciones cristianas, de carácter autónomo y
ecuménicas.
En cuanto al perfil de los autores, que no siempre coinciden con los ejecutores de las
experiencias, se constata la existencia de distintos profesionales provenientes de las
áreas sociales y de la salud especialmente educadores sociales, asistentes sociales,
psicólogos, médicos y sociólogos.
Del análisis descriptivo también se aprecia que en la gran mayoría de las publicaciones,
las experiencias desarrolladas fueron el resultado de un trabajo de cooperación inte-
rinstitucional: organismos gubernamentales, no gubernamentales y organismos interna-
cionales.
Los tópicos que las sistematizaciones recogen refieren a embarazo en la adolescencia (2),
VIH – SIDA (1), sexualidad en adolescentes y jóvenes (2) y violencia y abuso sexual (2).
En el tópico violencia y abuso sexual se destacan las ONGs Centro el Faro del Foro
Juvenil y el Programa Claves de Juventud para Cristo.
A través de un primer análisis del material se puede identificar los tópicos de interés para
los organismos gubernamentales durante el período de estudio, así como cuáles fueron
las acciones que se realizaron, sistematizaron y publicaron; así como las jerarquizacio-
nes que cada organismo ha realizado. Se destacan los vacíos existentes en otros tópi-
cos. Se registra por parte de los organismos gubernamentales una total ausencia de
publicaciones en anticoncepción, aborto/aborto inseguro, orientación sexual, políticas y
servicios de salud sexual y reproductiva, y violencia y abuso sexual. En este último tópi-
co se observa la sistematización de experiencias únicamente por parte de las organiza-
ciones no gubernamentales.
En esta categoría se ubica una de las experiencias relevadas. Se trata de "La sexuali-
dad a flor de piel", estrategias de abordaje comunitario con adolescentes y jóvenes en
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 51
afectividad y sexualidad; desarrollada por la IMM en convenio con el IDHU – ACJ. Si bien
el dispositivo de trabajo utilizado presenta características similares con otras experien-
cias analizadas: metodología participativa con la utilización de la técnica de trabajo en
taller, jornadas lúdicas, juegos al aire libre; los objetivos y la concepción sobre sexuali-
dad y adolescentes que sustenta la propuesta es diferente.
En este caso se propone un abordaje integral de la sexualidad: relación de los y las ado-
lescentes con su cuerpo, mensajes aprendidos sobre la sexualidad y el cuerpo, manda-
tos y creencias, autocuidado, maternidad y paternidad, métodos anticonceptivos, infec-
ciones de transmisión sexual (ITS), VIH – SIDA. La experiencia se enmarca en un
Proyecto: "Adolescentes Promotores de sus Derechos" el cual integra las acciones del
"Plan de Igualdad de Oportunidades y Derechos para la ciudad de Montevideo". A tra-
vés de dicho Plan se destaca la necesidad de promover la participación de los/as ado-
lescentes y jóvenes fomentando la expresión de intereses, opiniones e inquietudes en
diferentes espacios de la ciudad. La experiencia sistematizada da cuenta de ello
mediante el diseño de estrategias que permiten generar condiciones para el disfrute la
sexualidad desde un enfoque de derechos sexuales y derechos reproductivos como
derechos humanos fundamentales. En la presentación de la publicación se señala "la
sexualidad como una dimensión personal, social y política que se convierte en eje del
desarrollo de identidad y autonomía personal, y debe ser tomado como centro de políti-
cas de salud y género". La perspectiva integral que sustenta tanto la experiencia como
su análisis, incluyente de una perspectiva de género y derechos, permite ubicar clara-
mente a esta producción en la categoría referida.
Son intervenciones que se caracterizan por utilizar una estrategia centrada fundamen-
talmente en la prevención, atención y rehabilitación a la población adolescente y/ o joven
que transita por situaciones definidas como problemáticas, articuladas bajo la forma de
derecho a la salud. La salud, la atención de la salud y la prevención del riesgo son los
ejes privilegiados desde donde abordar la sexualidad.
3. EL FARO (2001) "Un Punto de Partida en el Proyecto de Vida". Foro Juvenil, Centro El Faro ,
Ministerio del Interior Seguridad Ciudadana, Montevideo. pp. 8.
4. INAME, IMM, UNICEF (1998) "Prevención y Atención de la Maternidad Adolescente", Montevideo.
pp. 11
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 53
5. MM, IDHU – ACJ (2003) " La Sexualidad a Flor de Piel". Montevideo. Pp. 5.
6. CLAVES. JPC (2001) "Ingresando al terreno de la esperanza" Prevención de la violencia sexual
hacia niños, niñas y adolescentes". Montevideo. Pp. 19
7. Definición de niño de la Convención: "se entiende por niño todo ser humano desde su nacimiento
hasta los dieciocho años de edad salvo que haya alcanzado antes la mayoría de edad".
54 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
Concepción de Sexualidad
El análisis de las concepciones sobre sexualidad que sustentan las experiencias rele-
vadas, se realiza tomando como criterio la distinción entre enfoque constructivista y
enfoque esencialista como categorías analíticas de gran eficacia teórica. El primero
alude a la sexualidad en tanto construcción socio cultural e histórica, una dimensión
constitutiva del ser humano que se aprende a vivir, ejercer y significar a lo largo de la
vida. Al decir de Jeffrey Weeks "las posibilidades eróticas del animal humano, su capa-
cidad de ternura, intimidad y placer nunca pueden ser expresadas "espontáneamente",
sin transformaciones muy complejas: se organizan en una intrincada red de creencias,
conceptos y actividades sociales, en una historia compleja y cambiante" 8. El segundo,
se centra en la concepción de que la sexualidad si bien está condicionada por distintas
épocas y culturas, mantiene inalterable sus componentes biológicos, aludiendo directa-
mente a impulsos innatos y por tanto incontrolables. Weeks, describe las corrientes
esencialistas, expresando que para estas la sexualidad es biología y que ésta es la que
determina unívocamente el deseo, las sensaciones y las prácticas.
Si bien en las producciones se hace alusión a los derechos humanos que tienen los y
las jóvenes; es importante destacar que sólo en dos de ellas se menciona la importan-
cia del placer sexual como un derecho de las personas en general, y de los y las ado-
lescentes en particular. Se puede afirmar, que en general, las sistematizaciones no inclu-
yen de manera transversal el lenguaje y la conceptualización de derechos sexuales y
reproductivos.
La voz de los y las adolescentes está generalmente ausente. En la gran mayoría de las
publicaciones se reitera el hecho de que son los adultos los que hablan por ellos. Uno
de los ejemplos más claros se da en la experiencia "Dando a luz" en la cual se siste-
matiza los resultados de una encuesta realizada a vecinos, familiares, técnicos, acerca
de las ideas, creencias, prejuicios en relación a las adolescentes madres, bajo el título
"la visión de los otros" pero donde no se incluye la visión de las propias jóvenes. La
publicación: "Prevención del SIDA en la enseñanza secundaria" incorpora en la siste-
matización afiches, mensajes y aportes textuales elaborados por los propios adolescen-
tes sobre cómo educar y prevenir en VIH – SIDA.
56 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
Principales hallazgos
Los hallazgos resultantes de las experiencias, en relación a este tópico están acotados a la
población hacia y/o con la cual se trabajó. En todos los casos, se trata de mujeres adoles-
centes y jóvenes embarazadas y/o madres pertenecientes al sector socioeconómico bajo.
El análisis de las experiencias, desde la perspectiva de los autores, enseña sobre la inci-
dencia de estereotipos de género relacionados con la maternidad en las adolescentes.
Se plantea que la maternidad es vivida como destino, y el proceso de la gestación como
experiencia contradictoria. "El medio impone en general una maternidad idealizada,
existe un modelo social de la "madre ideal", de conductas que la madre no debe practi-
car sobre pena de sanciones sociales que conlleva estigmatización y serias secuelas
intra psíquicas". 9
Es interesante destacar que las experiencias realizadas ilustran sobre los posibles moti-
vos de los sentimientos contradictorios: embarazos no planificados, embarazos fruto de
situaciones de violencia y abuso sexual, situaciones socio económicas deficitarias
donde no se puede sostener un nuevo hijo, y donde se señala en muchas situaciones,
el deseo por parte de las adolescentes de interrumpir ese embarazo.
9. Ibid. Pág. 18
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 57
Desde los resultados de esta experiencia, se afirma que “la adolescente embarazada
acepta su embarazo”. Esta conclusión, tiene puntos de contradicción con las afirmacio-
nes señaladas a partir de otras experiencias relevadas, referidas anteriormente.
Las dos experiencias relevadas en este tópico fueron realizadas con población adoles-
cente del sector socioeconómico bajo, y fueron llevadas a cabo por la Intendencia
Municipal de Montevideo en convenio con ONGs.
10. INAME, IMM, UNICEF. (1998) "Una Experiencia Institucional" En: Prevención y Atención de la
Maternidad Adolescente. Montevideo. pp.18
58 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
Respecto a las adolescentes embarazadas y/o madres, se señalan los juicios de valor
que permanentemente reciben de la comunidad como "madres precoces e irresponsa-
bles" y el perjuicio que genera para ellas, entre otros aspectos, porque la situación de
embarazo y/o maternidad les dificulta sostener su integración social a través de los
espacios socio-comunitarios específicos para jóvenes.
En relación a la iniciación sexual, se señala que esta población parece empezar más
temprano que generaciones anteriores. Tanto mujeres como varones, especialmente
cuando están entre pares, ostentan más de lo que han experimentado, porque la virgi-
nidad parece algo a ser ocultado.
Los autores, plantean la dificultad en las jóvenes de defender su derecho a decir que no
cuando no quieren mantener relaciones sexuales. El placer no es una dimensión de su
vida sexual, mencionada por ellas.
Respecto a los varones, los autores plantean que para éstos la idea de tener pareja está
asociada al trabajo estable y remunerado. El embarazo no es mencionado como una
preocupación y/o deseo, seguramente vinculado a los modelos de paternidad disponi-
bles para estos jóvenes que parecen estar signados por la ausencia o por una presen-
cia violenta. Los autores señalan que existe entre estos adolescentes y jóvenes, una
"pedagogía de género" implícita accionada entre pares: el que no juega con las pautas
propuestas queda afuera, es el "raro", el "débil", "el homosexual"; siendo el "golpe" la
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 59
forma privilegiada para establecer contacto físico con el otro. Se señala que en esta
población están fuertemente arraigados los roles tradicionales de género; donde se le
atribuyen tanto al varón como a la mujer comportamientos y sentimientos considerados
naturales a su sexo.
Como hallazgos en relación al tópico trabajado con estos jóvenes plantean un antes y un
después de la intervención, con sustanciales cambios luego de la experiencia educativa.
La concepción predominante sobre sexualidad que portan los y las está ligada a rela-
ción sexual coital, principalmente vaginal y también anal. Las prácticas no coitales son
significadas como un sustituto insatisfactorio de la relación sexual.
Respecto a la información que poseen sobre el cuerpo, los autores han observado gran-
des carencias, fundamentalmente en relación al cuerpo femenino. Los adolescentes
mayoritariamente creen que las mujeres llegan al orgasmo mediante el coito y desco-
nocen la importancia del clítoris. Los varones se muestran más preocupados que las
mujeres por conocer el cuerpo femenino y la respuesta sexual de las mujeres, desean
"dar" placer, ubicados desde una perspectiva de necesidad de control y toma de la ini-
ciativa. Las mujeres, en cambio, han manifestado conocer la respuesta sexual masculi-
na, supeditando su deseo al deseo del varón.
60 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
VIH – SIDA
En cuanto a la concepción de sexualidad que explicitan los autores, ésta aparece clara-
mente ligada a la concepción de salud en general y a la salud sexual en particular.
Parten de la preocupación de que el SIDA es una de las primeras causas de muerte en
la población joven de los países industrializados. Con relación a Uruguay plantean que
la principal vía de transmisión es la sexual entre personas heterosexuales y que las eda-
des más involucradas se hallan entre 20 y 40 años, aumentando la infección en las
mujeres jóvenes. La experiencia tiene un enfoque centrado en la prevención de riesgo,
haciendo especial hincapié en que los factores personales, ambientales y socio–cultu-
rales son centrales en los cambios de conductas. Se apeló a una estrategia educativa
en prevención de VIH - SIDA que promueve hábitos y estilos de vida saludables para los
jóvenes en el desarrollo de su sexualidad, expresando que "éste es un grupo objetivo
donde la prevención puede ser más efectiva, ya que los destinatarios están en los ini-
cios de su actividad sexual, por lo que iniciativas como éstas pueden mejorar la calidad
y profundidad de los conocimientos en esta materia". Incorporan también la promoción
y la defensa de los derechos humanos de las personas en general y de aquellas que
viven con VIH – SIDA, en particular. La promoción de la no discriminación hacia estos
últimos fue otro de los ejes centrales de modo de poder revertir la errónea idea de los
denominados "grupos de riesgo", que han sufrido marginación y agravio en sus dere-
chos humanos. En el marco de los derechos humanos plantean también que el "dere-
cho al disfrute de la sexualidad en la multiplicidad de sus potencialidades, es un dere-
cho inalienable, como el derecho a la vida, a la libertad, a la equidad, a la justicia
social...entre otros".
En la experiencia se trabajó entorno a cuatro ejes temáticos: infección del VIH – SIDA,
vías de transmisión, modalidades de prevención, convivencia sin riesgos con el VIH, y
aspectos éticos y de derechos humanos de las personas infectadas. Aplicando una
metodología participativa centrada en dinámicas grupales y juegos didácticos, se inten-
tó rastrear los sentimientos, actitudes, informaciones disponibles y demandas de cono-
cimiento de los jóvenes.
Ante la pregunta sobre las formas de transmisión del VIH – SIDA, las respuestas reco-
gen, en su gran mayoría, las dos principales vías de trasmisión: sexual y sanguínea, tan
sólo un 5% menciona la trasmisión vertical.
Casi el 60% menciona a las relaciones sexuales como vía de transmisión, y en varias
respuestas se señalan condiciones de riesgo: no uso de preservativo, mantener relacio-
nes sexuales con una persona infectada sin protección, no tener pareja estable, etc.
Respecto a la vía sanguínea, se observa una diferencia entre alumnos de 1eros, 2dos y
3er grado y los de 4to. año. Para la mitad de los primeros, la sangre es una amenaza a
través de las heridas y las transfusiones. Solamente un tercio habla de jeringas o de
inyectables. Resulta llamativo la repetición del temor a la "contaminación" por sangre en
relación al contacto "herida con herida". En los segundos, la tendencia se invierte y más
de la mitad asocia el riesgo de trasmisión al uso de jeringas, vinculado al consumo de
drogas inyectables.
Frente a la pregunta qué harías si tuvieras que convivir con personas con SIDA, las res-
puestas mayoritarias reflejan un discurso no discriminatorio. Sin embargo, las respuestas
reflejan dos tipos de actitudes: aquellas que introducen la afectividad (le daría afecto, lo
ayudaría); y en segundo término, aquellas que refieren a las normas de prevención (evitar
"el contagio": no tocando la sangre, no tendría relaciones sexuales o usando preservati-
vos, precaución con las heridas, no compartiría objetos personales ni instrumentos cor-
tantes). Hay un grupo de respuestas, cerca del 25%, que percibe difícil la convivencia.
Ante la pregunta sobre intereses para conversar y saber respecto al VIH – SIDA, apa-
recen respuestas que muestran contradicciones con la información expresada anterior-
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 63
mente. Las dudas abarcan todas las dimensiones de la enfermedad: origen, evolución,
diferencias entre portador y enfermo de SIDA, sintomatología, pronóstico, terapéutica
existente, posibilidad de vacuna, examen, magnitud del problema en nuestro país. Más
de la mitad se centra en la necesidad de conocer sobre las vías de trasmisión y las medi-
das de prevención, en particular sobre el riesgo del ejercicio de la sexualidad. El uso del
preservativo, las precauciones en la pareja, el embarazo, son otro campo de interro-
gantes. Por último, una fuerte preocupación se centra en el qué hacer para ayudar a la
persona infectada, como tratarla y apoyarla.
La otra experiencia refiere al "Programa CLAVES" de Juventud para Cristo que trabaja
con niños, niñas y adolescentes de sectores socioeconómicos bajos del barrio Flor de
Maroñas de la ciudad de Montevideo en la prevención de la violencia sexual. Los auto-
res plantean que a través de este Programa se apunta a estimular en la población des-
tinataria el desarrollo de "factores protectores" frente a situaciones de maltrato y abuso
sexual, donde estos puedan ser víctimas u ocasionalmente victimarios. La publicación
recoge la experiencia realizada durante el período 1996 - 2001.
64 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
De tan largo período de sistematizaciones destacaremos, a los efectos del análisis, algu-
nos aspectos que resultan relevantes para los objetivos del estudio.
11. CLAVES – JPC (2001) "Ingresando al terreno de la esperanza" Prevención de la violencia sexual
hacia niños, niñas y adolescentes", Programa de Juventud para Cristo. Montevideo. pp. 18
12. EL FARO (2001) "Un Punto de Partida en el Proyecto de Vida". Foro Juvenil, Centro El Faro ,
Ministerio del Interior Seguridad Ciudadana, Montevideo. Pág. 27
13. Idem. Anterior. Los subrayados son nuestros.
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 65
Por su parte, la ONG Foro Juvenil plantea que el mayor número de consultas las
realizan jóvenes entre 15 y 17 años, donde la problemática de mayor demanda es el
maltrato simbólico y físico, y en un menor porcentaje por abuso sexual. Frecuen-
temente el pedido de ayuda de la joven aparece canalizado por un adulto referente
que ayuda a vehiculizar la demanda (referente institucional, vecino, familiar). En
este sentido plantean que el 60% de las consultas son solicitadas por instituciones
educativas, el 10% por instituciones de salud, 20% por ONGs y 10% en forma par-
ticular.
En cuanto a los abusadores o agresores, Juventud para Cristo plantea que el 85 % son
personas conocidas de la víctima. Forman parte de la familia nuclear y/ o extendida o
gozan de la confianza de la familia y de la víctima. El abuso por desconocidos (15%)
tiende a ser más violento y único. El abuso por conocidos (85%), tiende a ser crónico y
con muchos incidentes a lo largo de los años. Ambas experiencias coinciden en que el
95% de los abusadores son hombres (padre o padrastro). La figura adulta femenina apa-
rece relacionada a la situación de violencia desde el lugar de potenciadora de la misma.
En la minoría de los casos aparece como agresora explícitamente aunque se registra
una tendencia en aumento. La mayoría de las víctimas mantiene el silencio durante la
infancia y/o la adolescencia. Para Juventud para Cristo un porcentaje importante de abu-
sadores (50%) puede dejar de serlo, si media una intervención adecuada, siendo excep-
cional que el abusador deje de serlo espontáneamente.
66 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
14. "SIDA y drogas. Un desafío a la salud en el Cono Sur (ONUSIDA, IDES, Montevideo 1999);
"SIDA y drogas. Investigación y dilemas para la Construcción de la Agenda Pública" (MSP – IDES,
Montevideo, 2001); "Usuarios de Cocaína. Prácticas de riesgo y prevalencia de infecciones por VIH,
Hepatitis B, Hepatitis C y T Pallidium" (IDES, Montevideo, 2003).
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 67
Con respecto a las disciplinas que predominan en las investigaciones, se tratan de aque-
llas vinculadas a las ciencias sociales, en particular sociología y psicología. La población
objetivo donde se centran las investigaciones publicadas refieren a adolescentes de dis-
tintos niveles socioeconómicos y educativos.
Se registra la ausencia de investigaciones que tomen como eje principal alguno de los
siguientes tópicos: anticoncepción, aborto/aborto inseguro, educación sexual, orienta-
ción sexual y políticas y servicios de salud sexual y reproductiva, más allá de que algu-
na de ellas los incluyan parcialmente.
Análisis
La primera investigación tuvo como principales objetivos: identificar y analizar los facto-
res que determinan la situación de embarazo en las adolescentes, identificar y analizar
los componentes culturales, pautas y estereotipos que contribuyen a generalizar una
visión negativa de estas realidades, y confirmar o no las hipótesis maternidad adoles-
cente, pobreza intergeneracional y jefatura femenina de hogar como situaciones que se
perpetúan a partir de su interrelación. La metodología utilizada se organizó en base a
dos estrategias. En un primer momento, se analizó la información secundaria existente
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 69
sobre maternidad adolescente para luego realizar recoger la perspectiva de las adoles-
centes a través de entrevistas en profundidad, sobre aspectos vinculados a actitudes,
comportamientos y entorno (familiar, social) en relación a la maternidad precoz y a las
condiciones en que se realiza el proceso reproductivo. Se definió como universo de
estudio a adolescentes madres que residen en su hogar de origen, con el objetivo de
contribuir a identificar la intervención de la variable "estructura del hogar" y específica-
mente jefatura femenina en situaciones de reproducción temprana y de reproducción de
la pobreza. Se complementó la indagación con grupos focales con adolescentes que
viven en instituciones y con grupos mixtos de mujeres y varones que no tienen hijos a
los efectos de ampliar las percepciones de las dimensiones relevadas. Ante la dificultad
de utilizar un indicador eficaz para la caracterización de nivel socioeconómico, se optó
por utilizar un su lugar la variable "cobertura de salud". Al decir de la autora: "para el
caso de los sectores sociales en situación de pobreza este indicador es contundente:
quienes no tienen ningún tipo de cobertura privada de salud corresponden en todos los
casos a estratos bajos" 15.
Se definió como madre adolescente en esta investigación a "toda aquella joven que vivió
su primera maternidad antes de los veinte años". Asimismo agregan que en este traba-
jo se asimila la situación de madre adolescente a la madre precoz reconociéndose dife-
rencias de actitudes y comportamientos al interior de esta categoría en el entendido de
que no puede tomarse como un conjunto homogéneo. Se establecieron dos categorías
distintas de adolescentes en situación de maternidad: las madres – niñas (jóvenes que
tuvieron su primer hijo antes de los diecisiete años); y las madres – adolescentes (aque-
llas que vivieron esa experiencia entre los diecisiete y veinte años de edad). Se expre-
sa que las diferencia entre ambos grupos radica en los diferentes riesgos que se corren
desde el punto de vista de la salud, y diferentes actitudes y respuestas de las jóvenes
frente a las situaciones derivadas de la maternidad y el proyecto de vida.
categoría de análisis. Desde esa perspectiva, la autora fue analizando distintos aspec-
tos tales como: contextualización de los cambios históricos y culturales con relación a
los roles femeninos y masculinos, y cómo estos han generado cambios respecto a la
condición de la mujer pero no así en lo referido a la condición masculina. Se analizó tam-
bién el lugar del varón en la situación de embarazo, la responsabilidad en la toma de
decisiones, negociación del uso de la anticoncepción en la pareja, presiones y manda-
tos sociales, entre otros.
Se registró también una reacción diferente en las parejas más jóvenes quienes tienen
una respuesta más favorable, desde un primer momento, a la aceptación de su emba-
razo, involucrándose emocionalmente en forma inmediata con el futuro hijo. Son quie-
nes ante la nueva situación optaron por la convivencia y la responsabilidad compartida.
En cambio los adolescentes de mayor edad, parecían establecer una distancia mayor
entre la nueva realidad y sus proyectos de vida, mostrando sentimientos contradictorios
entre una situación no prevista y las estrategias de vida a esa edad.
En el estudio se plantean dos tipos de factores protectores: la relación con el padre del
hijo y las estrategias familiares frente a la maternidad de la adolescente. La presencia
del padre del hijo fue identificado como un factor protector en relación a los recursos
materiales y afectivos para el bebé y para la madre. Se observó en los casos en que el
padre contribuye económicamente, que su aporte económico es escaso. No apareció
como factor protector el reconocimiento legal del hijo debido a que muchas veces fue-
ron presionados por la familia de la joven para hacerlo, en especial en jóvenes de sec-
tores medios. Las adolescentes mayores buscan la pareja o la presencia del compañe-
ro varón como un elemento de autoestima sustantivo, pero las madres – niñas sin
embargo son más prescindentes de la pareja, y la maternidad las abarca tanto que no
tienen condiciones de establecer un vínculo externo más allá de la relación madre – hijo.
Las estrategias familiares para hacer frente a la responsabilidad y los costos de la repro-
ducción fueron identificadas como un factor protector de enorme relevancia siendo una
fuente trasmisora de recursos culturales, materiales y emocionales.
Otro de los aspectos más reiterados fue el de generar condiciones para que las adoles-
centes que son madres puedan mantener sus espacios de socialización y de recreación.
En relación a los sentimientos negativos que emergen ante la situación de maternidad
señalaron la importancia de generar espacios de intercambio con otras jóvenes que
enfrentan la misma situación.
Se constató que ninguna adolescente asistió a instancias preparatorias del parto, y que
en tal sentido, la madre fue señalada como el referente más importante, en la medida
que oficiaría como modelo, fuente de información y sostén del proceso. En relación a la
vivencia de la sexualidad, en la mitad de las adolescentes el padre del hijo había sido la
primer pareja con la cual mantenían relaciones sexuales; parecería que se convertían
en madres cuando estaban iniciando su vida sexual genital. Otro de los resultados está
vinculado a la dificultad de las adolescentes para incluirse en grupos de pares; siendo el
novio o compañero el único que se encuentra cercano en edad.
En relación al segundo eje, se observó que las familias estaban constituidas por madre
e hijos. El padre se encuentra ausente o es sustituido por el compañero ocasional de la
madre. Las adolescentes que no vivían con su familia de origen, vivían con su pareja.
Se pudo constatar que en su mayoría eran hijas de madres que tuvieron su primer hijo
en la adolescencia, entre los 15 y los 17 años, y se observó la tendencia a continuar con
los modelos y las pautas de reproducción biológica. Desde el punto de vista de la inser-
ción laboral, ninguna adolescente trabajaba y prácticamente todas dependían del apor-
te de sus madres, quienes generalmente se desempeñaban como empleadas domésti-
cas. Se observó un vínculo de dependencia afectiva fuerte con sus madres, y en la gran
mayoría de los casos fueron ellas quienes tomaron la decisión frente al embarazo.
Respecto a la información sobre métodos anticonceptivos, las adolescentes declararon
que la principal fuente era la propia madre.
En relación al tercer eje, la gran mayoría relataron que el embarazo no había sido pla-
nificado, y que habían considerado la posibilidad de interrumpirlo, si bien esta posibili-
dad fue rechazada ante la emergencia de sentimientos de auto-culpabilización. Si bien
la mayoría manifestó conocer los métodos anticonceptivos, se constató que el conoci-
miento era insuficiente y con dificultades para su aprehensión. En relación a la preven-
ción de embarazos no deseados / planificados, se observó la presencia de un pensa-
miento mágico acompañado de mitos y creencias. El futuro, luego del embarazo, era
visualizado como la posibilidad de tener "algo propio", pero también "alguien a quien
querer y que te quiera", contribuyendo a elevar la autoestima de las adolescentes. En
cuanto a la atención sanitaria, la gran mayoría fue atendida por personal médico, parte-
ras y enfermeras. La consulta se realizaba generalmente en los centros de salud de
atención primaria del MSP, cercanos a las zonas de residencia de las adolescentes. Si
bien no presentaron quejas con la atención recibida, sí expresaron su deseo recibir una
atención más personalizada, consultas de mayor duración y el interés de recibir más
76 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
información sobre el embarazo, parto y primeros meses del bebé. Expresaron sentir ver-
güenza y pudor en el examen ginecológico y manifestaron la preferencia de ser atendi-
das por personal femenino.
Los objetivos del estudio fueron "un intento de aproximarnos a lo que se piensa, se sien-
te y se hace en nuestro medio en materia sexual, para así conocer mejor una identidad
medida con parámetros propios. Lo consideramos especialmente necesario en un
momento en que las redes de comunicación nos hacen entrar tan fácilmente en contac-
to con otras culturas, perdiendo de vista que, en general, estas vías están flechadas en
un solo sentido. La obligada referencia a las cifras obtenidas en otros países a la hora
de cuantificar las actitudes y comportamientos sexuales, llevó a que nos planteáramos
la necesidad de contar con datos propios. En este contexto, intentamos investigar –
pese a todas las limitaciones que pudiera traer consigo- qué piensan y hacen sexual-
mente los uruguayos en este fin de siglo".
A los efectos de nuestra investigación, se incluirán aquellos datos que hagan referencia
específica a los jóvenes, teniendo presente que también puede tratarse de datos del
período 1990-1995 que exceden el período tomado en nuestro estudio.
Por tanto, los autores se plantean "elaborar con la información disponible el estado de
situación de las prácticas y representaciones sexuales y el VIH/ SIDA, intentando confi-
gurar una línea de base en nuestro país".
"A nivel de las prácticas: edad de inicio sexual, los compañeros de iniciación sexual,
el número de parejas sexuales, las orientaciones sexuales, los compañeros de inicia-
ción sexual, el número de parejas sexuales, las orientaciones sexuales y el uso de
preservativo.
Con respecto al marco referencial, este estudio está basado en lineamientos generales
de la CIPD. Se maneja la concepción de salud como "expresión compleja de compo-
nentes sociales, económicos, biológicos y psico afectivos que se manifiestan en las con-
diciones de vida de las personas. A su vez es un campo privilegiado de construcción de
derechos sociales, económicos y culturales de las mismas. Es un derecho humano
esencial, un derecho ciudadano. Asimismo incorporan también al estudio la concepción
de salud sexual y reproductiva. Los derechos sexuales y derechos reproductivos son
entendidos como componentes inalienables, integrales e indivisibles de los derechos
humanos universales". (Meré, Guchin, 2004)
La concepción de la sexualidad es definida por los autores como "una de las formas de
expresión del ser humano en su relación consigo mismo y con los demás, por eso es
imposible disociarla de la afectividad, la comunicación y el respeto mutuo, entre otras.
Afirmada en su dimensión biológica y psicológica, desarrollada desde la interrelación
social y las pautas culturales, estimulada por la imaginación, la fantasía, la creatividad,
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 79
la sexualidad es entendida como una fuerza movilizadora vital que impulsa el desarrollo
de los seres humanos en la convivencia". (Meré, Guchin, 2004)
❑ Educación sexual
Según las autoras, estos resultados son interpretables a la luz de que este grupo etário
se encuentra más cerca de la pubertad que los otros entrevistados. La cercanía viven-
cial con la adolescencia, podría ser una explicación en la medida, que la misma podría
llevar a "olvidar" las inquietudes sexuales más tempranas.
En el análisis del total de la muestra respecto a este tópico las autoras señalan que exis-
ten diferencias significativas en función al nivel socioeconómico de los respondentes.
Cuanto mayor es el nivel socioeconómico, mayor es el porcentaje de quienes opinan
que debe impartirse más temprano. Lo inverso sucede con el porcentaje de personas
que creen que es mejor a partir de 10-12 años. Esta idea prevalece en los estratos socia-
les bajos.
❑ Iniciación Sexual
Para indagar sobre este tópico, el formulario incluyó las preguntas: ¿a qué edad tuvo su
primera relación sexual?, ¿por qué razón tuvo su primera relación sexual?, ¿fue planifi-
cada? y ¿utilizó algún método anticonceptivo?.
Respecto a la edad de inicio de la vida sexual, las respuestas fueron: entre los 14 y 17
años se han iniciado el 59.4% de los varones, situándose el mayor porcentaje a los 15
años, entre los 7 y 13 años ocupa el 18.8% y de 18 a 22 años el 17.3%. Más de 23 años
tiene el 0% de respuestas, con un porcentaje de 3.1 que respondió no haber tenido rela-
ciones sexuales. En el caso de las mujeres la edad de iniciación sexual es levemente
más elevada, de los 15 a 18 años. Anteriormente de los 15 años el porcentaje de inicia-
ción sexual es 5.3 con un 0% en menos de 11 años, entre los 19 y 21 años, el 15.9%, y
a partir de los 22 años, el 0%, un 20% de mujeres respondieron que no habían tenido
relaciones sexuales. En cuanto a la respuesta no sabe /no contesta es mayor en las
mujeres (6.3) que en los varones (1.6).
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 81
En relación a la pregunta sobre por qué tuvo la primera relación sexual, en primer lugar
se ubicó por deseo sexual para el 71 % de los varones y el 40 % de las mujeres. Las
mujeres ubicaron el deseo a la intimidad en un 29.3 %, curiosidad el 9.3 %, presión de
la pareja, el 8 % y porque me casé, el 5.3 %. Los varones respondieron por curiosidad
el 11.3 %, por deseo de intimidad 3.2 %, presión de la pareja 3.2 %, influencia del alco-
hol o drogas 3.2 %, presión de los amigos 3.2 %, perder la virginidad 1.6 % y presión
familiar 1.6 %. La respuesta nos sabe/ no contesta fue mayor en mujeres con el 8 %,
que en varones, el 1.6 %.
En relación a la pregunta sobre si la primer relación sexual fue planificada, los varo-
nes declararon haber planificado en un 38.7 %, y las mujeres en un 29.3 %. A su vez,
en la desagregación por grupos etarios, se observó que los jóvenes de ambos sexos
planifican menos su iniciación sexual que los que al momento del estudio tenían 50
años y más.
El estudio realizado por Iniciativa Latinoamericana, señaló con respecto al tipo de pare-
ja sexual de iniciación, que la gran mayoría de los varones encuestados tuvo su primer
relación fuera de la "pareja estable" (prostitutas, pareja ocasional, empleadas domésti-
cas), mientras que la gran mayoría de las mujeres lo hizo en el marco de una "pareja
estable" con la cual mantenía un vínculo afectivo previo. Se destacó un cambio en la ten-
dencia en varones jóvenes respecto a generaciones anteriores, al iniciarse sexualmen-
te en mayor proporción con parejas estables. Según el estudio, aumentó en mujeres
jóvenes la iniciación con el novio a expensas de la iniciación con el cónyuge, modalidad
predominante en las encuestadas mayores de 50 años.
❑ Anticoncepción
Según el estudio de Spinelli y Calero, para el análisis de este tópico se tomaron dos pre-
guntas sobre uso de algún método anticonceptivo en la primera relación sexual, y utili-
zación de método anticonceptivo en los dos últimos años.
82 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
El más alto porcentaje de empleo de métodos anticonceptivos en los últimos dos años,
fue entre los hombres de 18 a 24 años, con el 86.7 % . El uso del preservativo aumen-
ta a medida que desciende la edad, en ambos sexos, llegando en los jóvenes de 18 a
24 años a constituir el 66.7% de los métodos anticonceptivos mencionados.
Los anticonceptivos orales fueron declarados de mayor uso en las mujeres (37); el pre-
servativo ocupó el segundo lugar (30.1) y el DIU el tercer lugar (6.8). El 13.3 % de los
varones, y 17.8 % de las mujeres declararon no utilizar algún método.
La gran mayoría de las personas encuestadas (varones, 95.3 % y mujeres, 84.2 %),
señalaron que la responsabilidad en la anticoncepción es de ambos integrantes de la
pareja por igual. En tanto, la consideración de responsabilidad de la mujer fue mencio-
nada en un 3.1 % de los varones y 5.3 % de las mujeres.
Según las autoras, la opinión sobre quién debe ser responsable de la anticoncepción ha
evolucionado en forma diferente en ambos sexos, si se analiza la información por gru-
pos etarios. A medida que disminuye la edad de los varones aumenta el porcentaje de
quienes creen que atañe a ambos por igual, en las mujeres jóvenes creen más que debe
ser responsabilidad de ellas.
Por su parte, Meré y Guchin (Jóvenes, Sexualidad y VIH/ SIDA en Uruguay: conocer
para prevenir), señalan que en el análisis de los estudios, se desprende que existe un
núcleo duro que dice usar sistemáticamente preservativo, observándose una mayor
predisposición en varones y especialmente en los más jóvenes. Pero parecería que el
uso estaría lejos de tener la sistematicidad y propósito deseado. También resulta nece-
sario indagar si el uso es adecuado y si se lo usa para todo tipo de práctica sexual y tipo
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 83
de parejas. Según el estudio, las normas culturales son determinantes en las prácticas
sexuales, independientemente del nivel educativo. En tal sentido, se estaría configuran-
do un complejo contexto generador de variadas situaciones de riesgo para los y las
jóvenes, como lo muestra la juvenilización y feminización de la epidemia del SIDA y el
número creciente de embarazos no deseados en la población adolescente. Se señala
que la utilización del preservativo tendría básicamente un carácter anticonceptivo y no
preventivo de ITS, en la medida que se observó que se usa fundamentalmente en rela-
ciones coitales vaginales.
❑ Orientación sexual.
Con respecto a que el varón debe tomar la iniciativa sexual, la mayoría (52 %) de muje-
res y varones entre 18 y 49 años, declaró estar muy en desacuerdo o en desacuerdo
con la afirmación.
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 85
En cuanto a si es necesario que el hombre tenga una vasta experiencia sexual para
lograr un buen encuentro, tanto los jóvenes (54.7) como las jóvenes (43.2) plantearon
estar en desacuerdo o muy en desacuerdo con esta afirmación. En el resto de las afir-
maciones no se presentaron los resultados por tramos etarios.
En el estudio realizado por Meré y Guchin, se plantea que muy pocas encuestas de
sexualidad abordan la percepción respecto a las relaciones sexuales prematrimoniales.
Sin embargo algunos estudios muestran algunos datos como que se entiende que el
hombre puede tener mayor libertad sexual que la mujer; que las relaciones prematrimo-
niales son menos aceptadas por los más jóvenes sean estos varones o mujeres.
Con respecto a los roles sexuales, se plantean que existen escasos estudios que abor-
dan las representaciones sobre varones y mujeres. Los estudios relevados indican que
existen estereotipos tales como que la mayor iniciativa sexual y permanencia en la vida
sexual a más edad es potestad de los varones. Así como también la conveniencia de
una mayor experiencia por parte de ellos al momento del encuentro sexual. Al analizar
el estudio de Spinelli y Calero, recogen la conclusión sobre que la presencia de los este-
reotipos de género tuvo mayor presencia en los varones de más de 50 años, en perso-
nas de ambos sexos con menor nivel educativo y personas de ambos sexos pertene-
cientes al sector socioeconómico bajo.
Por otra parte, en este apartado acerca de los hallazgos al respecto de la sexualidad,
resulta interesante incluir los datos vertidos en el estudio de Iniciativa Latinoamericana.
En el 2002, se realizaron talleres de educación sexual con estudiantes de escuelas y
liceos públicos y privados, en Montevideo y algunas ciudades de Canelones. Participa-
ron docentes y padres. Participaron 2700 adolescentes de 10 a 18 años y las preocu-
paciones respecto a la sexualidad se concentraron en la iniciación sexual, la respuesta
sexual humana y los métodos anticonceptivos. Dentro del grupo de 12 a 15 años los
temas que generaron mayor preocupación fueron relaciones sexuales, masturbación
femenina y masculina, virginidad, castidad y abstinencia sexual. También las prácticas
sexuales alternativas y anatomía y fisiología reproductiva. En el grupo de 16 – 19 años,
se concentraron en el inicio de las relaciones sexuales, métodos anticonceptivos, res-
puesta sexual humana, prevención de VIH-SIDA y virginidad, castidad y abstinencia
sexual.
Al respecto, los autores plantean que al tener en cuenta la edad de inicio de las relacio-
nes sexuales, los jóvenes están iniciándose sexualmente a edades cada vez más tem-
pranas, y que las diferencias entre varones y mujeres se acotan. Los estudios de los
años 90 ya advertían de su descenso. Se puede constatar diferencias que se acortan en
las edades de inicio sexual de varones y mujeres. Este acercamiento está dado por la
86 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
relativa estabilidad del inicio de los varones (15 años), y un descenso en la edad de las
mujeres (de 20 a 16 años). No hay estudios que revelen si la disminución en la edad
implica una modificación de el modelo de toma de decisiones y negociación sexual. Y a
su vez, si este cambio podría o no estar asociado a una modificación de los roles sexua-
les entre los adolescentes hacia una mayor horizontalidad.
VIH – SIDA
En este tópico se tomaron los resultados del estudio Jóvenes, Sexualidad y VIH/ SIDA
en Uruguay: conocer para prevenir y los que aporta el Observatorio de los derechos de
la infancia y adolescencia en Uruguay, realizado por UNICEF.
La primera constatación de los autores del primer estudio es que la mayoría de las
encuestas, estudios y sondeos que indagan sobre la sexualidad en nuestro país, en su
mayoría, han intentado abordarla desde una perspectiva fundada en el interés epide-
miológico vinculado a la aparición del VIH - SIDA. Este aspecto restringe una aproxima-
ción global al comportamiento sexual.
Con respecto a las representaciones sociales y la prevención del VIH – SIDA, se plan-
tea que la salud y las prácticas de autocuidado, el riesgo de infección del VIH o de emba-
razo precoz, constituyen valores sociales que generalmente no significan lo mismo ni se
expresan igualmente en la cotidianeidad por los grupos de población teniendo en cuen-
ta su sexo, edad, socialización de género y sector socio económico.
Uno de los aspectos más relevados por los estudios relevados por Meré y Guchin fue el
uso del preservativo. Por un lado, se observó la predisposición de la mayoría de los
entrevistados al uso del preservativo si la pareja se lo pidiese, también señalaron la faci-
lidad de uso. Por otro, en especial en las mujeres se observaron las dificultades y mie-
dos están asociados a dialogar con la pareja sobre este punto. Fueron las mujeres las
que presentaron mayor rechazo a utilizar preservativo en el marco de la pareja estable
y fueron las que dieron cuenta de mayores niveles de desinformación, en especial las
más jóvenes localizadas en Montevideo y en capitales departamentales. Se constató
que estaba presente en varones jóvenes la relación entre uso del preservativo y pérdi-
da de placer sexual.
Se plantea que los estudios realizados en nuestro país confirmarían lo que se ha cons-
tatado en otras investigaciones; por un lado, que son los varones quienes tienen más
parejas sexuales que las mujeres (OPS, 1995), que el número de parejas declarados por
los hombres son menos de lo que se considera en el imaginario social; y que lentamen-
te las mujeres abandonan la "exclusividad" de una pareja sexual.
Existen algunas hipótesis que plantean un subregistro en la declaración por parte de las
mujeres sobre el tipo de relaciones sexuales mantenidas, declarando preferentemente
aquellas significativas mediadas por el amor y afecto. En el caso de los varones, se
podría considerar que declararían todas las experiencias sexuales. En ambos casos, las
normas sociales jugarían un rol central al determinar los comportamientos sexuales
esperados para varones y mujeres.
En cuanto a las percepciones del riesgo de infección de VIH/ SIDA, se concluye que los
encuestados tendieron a considerar que el problema está en los otros
Las dos investigaciones relevadas y ubicadas en el tópico violencia y abuso sexual, refie-
ren específicamente a prostitución en adolescentes y niños. Fueron clasificadas en este
tópico debido a considerar la prostitución en la infancia y la adolescencia como una forma
específica de violencia sexual. Se relevaron los estudios "Uruguay adolescente, prostitu-
ción de adolescentes y niños; aproximación a un diagnóstico (INFM, UNICEF, 1995) y la
publicación: "Una mirada a la situación de la prostitución infantil y adolescente en
Uruguay (UNICEF Uruguay, 2001). Si bien la primera se publicó en el período tomado por
el presente relevamiento, se corroboró que la investigación se desarrolló entre 1991 y
1993. Por motivo, los resultados no fueron incorporados en el presente análisis.
En el estudio se plantea el problema como un fenómeno del que es necesario tomar con-
ciencia, ahondar en el conocimiento, identificar y aplicar medidas estratégicas para una
efectiva protección y erradicación de esta "violación de los derechos de la infancia y la
adolescencia" 16. La Convención de los Derechos del Niño es uno de los marcos con-
ceptuales que utilizan para abordar este fenómeno. La autora plantea que hay un impor-
tante déficit enla protección a la infancia y a la adolescencia, y refiere la Convención
donde se insta a los estados a adoptar todas las medidas necesarias contra "toda forma
de violencia, prejuicio o abuso físico o mental, descuido trato negligente, malos tratos o
explotación, incluido el abuso sexual". Predomina en el texto una visión del estado en su
rol de protector de los derechos de las personas, incluyendo la autora un capítulo deno-
minado "Protección o castigo", centrando la discusión en estos dos ejes; y donde el
debate está puesto en el lugar del niño, niña o adolescente como víctima o infractor.
16. UNICEF (2001) "Una mirada a la situación de la prostitución infantil y adolescente en Uruguay.
Editorial Urugraf, Montevideo. Pág. 05
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 89
Al definir el trabajo sexual la autora plantea que "... es un problema ligado a estructuras
económicas que vulnerabiliza a niños, niñas y adolescentes que no gozan, ni tal vez cono-
cen, sus derechos humanos. Ni siquiera cuentan con información mínima que les permita
identificar que están siendo víctimas de explotación o reconocer a sus explotadores o abu-
sadores". Plantea que la diferencia entre explotación y abuso sería una atribución comer-
cial o sea un beneficio material más allá del sexual basado en una relación de poder.
17. Cabe destacar que en el año 2003 se aprobó en el Parlamento el Plan de Acción para la Prevención
y Erradicación del trabajo Infantil en el Uruguay (período 2003 – 2005) elaborado por el Comité
Nacional para la Erradicación del trabajo Infantil.
90 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
A modo de conclusiones
Esta primer constatación merece la atención tanto de las instituciones académicas, prin-
cipales productoras de investigación en el país; de las organizaciones gubernamentales,
quienes tienen la responsabilidad de definir, implementar y evaluar políticas públicas
sobre la base de evidencias científicas; de las organizaciones no gubernamentales quie-
nes cuentan con un acumulado importante en la implementación de programas de inter-
vención socio-educativa, y en el monitoreo, seguimiento y control de las políticas públi-
cas; y de los organismos internacionales que juegan un rol importante en el financia-
miento de las agendas de investigación e intervención social.
BIBLIOGRAFÍA
FNUAP (1999) El derecho a elegir: derechos reproductivos y salud reproductiva. New York.
López Gómez, A. (coord.), Benia, W., Contera, M., Güida, C. (2002) Del enfoque materno infan-
til, al enfoque de la salud reproductiva. Tensiones, obstáculos y perspectivas. C.L Salud
Reproductiva, Sexualidad y Género. Facultad de Psicología – UdelaR. Fundación Mexicana para
la Salud. Fondo de Población de las Naciones Unidas. Montevideo.
UNICEF (1999) Convención sobre los derechos del niño. 20 de noviembre de 1999. 10 º aniver-
sario. Montevideo.
ANEXO 1
RELEVAMIENTO DE PUBLICACIONEs 1995 - 2004
INVESTIGACIONES
Nº INSTITUCIÓN TITULO FECHA - AUTOR/ A EDITORIAL.
LUGAR Publicado por:
4 UNICEF Una mirada a la situación de la 2001 (última Quima Oliveri Urugraf / Mon-
prostitución infantil y adolescen- revisión 2003) Ricart toro Liroven SA
te en Uruguay Montevideo
SISTEMATIZACIONES DE EXPERIENCIAS
2 INAME IMM Una Experiencia Institucional. 1998 Ps. Ruben Gaba. G. Apoyo
UNICEF En: “Prevención y Atención de la Montevideo Ps. Sergio Stanisich. Gráfico
Maternidad Adolescente. Dr. Carlos Waiter
Sistematizando Experiencias”. Ps. Danilo Medechi
3 INAME IMM Dando a Luz. En: “Prevención y 1998 AS. Ivanna Amarillo. G. Apoyo
UNICEF Atención de la Maternidad Montevideo Ps. Nora Burghi. Gráfico
Adolescente. Sistematizando Ps. Gabriela
Experiencias”. Morales
4 Centro El Faro. Violencia Familiar “El Faro”. Un 2000 Lic. Andrés Escobal. CREAGRAF
Foro Juvenil punto de partida en el Proyecto Montevideo Lic. Adriana Molas.
de Vida A.S. Andrea Tuana.
Ed. Soc. Fernando
Traversa. A.S.
Mariela Solari
LIBROS
MANUALES
Nº INSTITUCIÓN TITULO FECHA - AUTOR/ A EDITORIAL.
LUGAR Publicado por:
2 IDES. PNUD Guía Educativa para la preven- 1995 Soc. Ma. Luz Edita IDES.
ción comunitaria del HIV-SIDA Montevideo Osimani y otros Apoya PNUD.
4 JPC - Programa Jugando nos fortalecemos para 1998 Dra. Alicia Casas lCREAGRAF
Claves BICE enfrentar situaciones difíciles Montevideo Gorgal. Lic. María
(Oficina Inter- Eugenia Goyret.
nacional católica T.S. Heidi Siegerit
para la Infancia).
5 MSP. Programa ¡Escucha, Aprende, Vive! 2000 Dra. Jahel Vidal, Taller de
Nacional de Montevideo Dr. Jorge Basso, Comunicación
SIDA. ONUSIDA Lic. Graciela
–ANEP/CODI- Fabeyro, Mtra.
CEN Nelly Filardo, Dr.
Héctor Martín y
Lic. Cristina
Peryra..Supervi-
sión: DraMargarita
Serra y Prof. Ma.
Angélica Esquivel.
8 ASEPO Aportes para fortalecer la cali- 2003 Ed. Com. Liset Embajada de
dad de Vida. Manual para niñas Montevideo Collazo. Lic. en los Países
y niños que viven con VIH – Trabajo Social Bajos
SIDA. (contiene un capítulo Mónica Failache
sobre adolescentes) Traductora Pública
Rosario Viana
12 UNICEF Material de Apoyo para docen- Sin especificar Colaboraron: Imprenta coo-
BICE tes. ABUSO SEXUAL. Cristina Crovera perativa Comu-
y Heidi Siegfried. nidad del SUR.
13 UNICEF Material de Apoyo para padres. Sin especificar Colaboraron: Imprenta coo-
BICE Tu hijo...sabe decir que no? Cristina Crovera perativa Comu-
ABUSO SEXUAL. y Heidi Siegfried. nidad del SUR.
7 Ídem. El ámbito educativo como ámbito pri- Ídem. Stella Cerrutti Ídem.
vilegiado para el desarrollo de la cul-
tura de la salud. En: ídem anterior
12 Centro de Un nuevo desafío para el educador 2000 Isabel Pereira. Edita. Centro
Formación y social: poder plantearse la Educación Montevideo de Formación y
Estudios del Sexual como transmisora de valores Estudios del
INAME. en un internado. En: 4to. Encuentro INAME
Nacional de Educadores y Educa-
dores Sociales. Las prácticas educati-
vo sociales con niños, niñas y adoles-
centes en la vida cotidiana.
13 Ïdem. La educación Sexual en las prácticas 2000 Valeria Ramos. Edita. Centro
educativo sociales con niños, niñas y Montevideo de Formación y
adolescentes en la vida cotidiana. En: Estudios del
Ídem anterior. INAME
16 UdelaR Trabajo con las y los adolescentes 2003 Jorge Rondán ídem. anterior
Cátedra Libre del sub. Programa Adolescentes del Montevideo
en Salud Apex – Cerro, UdelaR. En: Primer
Reproductiva, Encuentro Universitario: Salud, géne-
Sexualidad y ro, DDSS DDRR
Género
17 UdelaR Una estrategia preventiva de enfer- 2003 Ana Correa, ídem. anterior
Cátedra Libre mería: iniciar el abordaje a la salud Montevideo Mercedes
en Salud reproductiva desde el ámbito escolar. Pérez, Rosana
Reproductiva, En: Primer Encuentro Universitario: Tessa,
Sexualidad y Salud, género, DDSS DDRR VerónicaSánchez,
Género
Instituciones Gubernamentales:
MSP – (Plan Nacional de SIDA/ Unidad Asesora de Educación para la Salud/ Programa
Maternidad y Paternidad Elegida)
INJU
IMM – (Comisión de la Mujer/ Comisión de la Juventud)
Consejo de Educación Secundaria
Organizaciones No Gubernamentales:
ACJ – IDHU
Amnistía Internacional
Arco Iris
Asepo
AUPF*
Casa de la Mujer de la Unión
Casa Lunas
El Abrojo
Foro Juvenil (Centro El Faro)
Fransida
Gurises Unidos
Iniciativa Latinoamericana
Instituto IDES
Juventud para Cristo (Programa Claves)
Mujer Ahora
Mujer y Salud en Uruguay (MYSU)
PLEMMU
Somos...Ong
Bibliotecas:
Biblioteca Nacional
Universidades e Institutos
Universidad de la República: Facultades de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades,
Medicina)
UCUDAL
Universidad de Montevideo
Centro de Formación y Estudios del INAU.
102 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
Instituciones científicas
AUDEPP
APPIA
APU
SUS
SUGIA
Coordinadora de Psicólogos del Uruguay
Organismos Internacionales
CLAP - OPS
FLASSES*
UNFPA
UNESCO
UNICEF
* No se obtuvo información.
* No se obtuvo información.
a
4 adolescentes y sexualidad
a actores gubernamentales
y no gubernamentales,
y sus perspectivas sobre
adolescencia y sexualidad
104 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
adolescentes y sexualidad
perspectivas, discursos
Introducción
Aspectos metodológicos
Instituciones Públicas:
◆ Instituto Nacional de la Juventud
◆ Intendencia Municipal de Montevideo (Comisión de la Juventud,
Programa de Adolescentes y Comisión de la Mujer)
◆ Consejo de Educación Secundaria. Departamento del Alumno, Espacio
Adolescente, Dirección de Liceo.
◆ Universidad de la República. Facultad de Psicología. Espacio Colectivo
para Jóvenes desde una Perspectiva de APS - Programa de Adolescentes,
APEX – CERRO. Servicio de Atención Comunitaria para Niños y
Adolescentes.
◆ Instituto de la Niñez y la Adolescencia del Uruguay (INAU)
◆ Programa Integral de Infancia, Adolescencia y Familia en Riesgo
(Secretaría de Presidencia de la República) – BID.
◆ Ministerio de Salud Pública (Unidad Asesora de Educación para la Salud
y Programa Nacional de SIDA)
Organizaciones no gubernamentales:
◆ Sociedad Uruguaya de Sexología,
◆ El Abrojo
◆ Casa de la Mujer de la Unión
◆ Mujer y Salud en el Uruguay (MYSU)
◆ Gurises Unidos
◆ Programa El Faro – Foro Juvenil
◆ Instituto de Desarrollo Humano - Asociación Cristiana de Jóvenes
◆ Juventud para Cristo - Programa Claves
◆ Casa Lunas
◆ Plenario de Mujeres Uruguayas (PLEMMU)
◆ Red de Jóvenes DESYR (Red de Jóvenes por los Derechos Sexuales y
Reproductivos)
◆ Iniciativa Latinoamericana
◆ Instituto de Investigación y Desarrollo (IDES)
◆ Asociación Uruguaya de Planificación Familiar (AUPF)
Se elaboró una pauta – guía de entrevista que contenía las temáticas que fueron luego
presentadas en el transcurso de los diferentes grupos. Las pautas incluyeron los
siguientes campos a ser indagados:
108 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
Cada grupo focal tuvo una duración de dos horas y contó con un moderador y un obser-
vador, ambos integrantes del equipo de investigación. Estos roles fueron rotativos en el
transcurso de los cuatro grupos. Las reuniones fueron grabadas, previo consentimien-
to de los participantes, para su posterior trascripción y análisis.
Al grupo focal con decisores públicos, no concurrieron los representantes del Ministerio
de Salud Pública (2), del Programa Infancia, Adolescencia y Familia en Riesgo (1), y el
Director de la Comisión de la Juventud de la IMM. Por considerar que se trataba de infor-
mantes clave, se realizaron entrevistas personales a las personas designadas, utilizan-
do una guía que contenía los mismos campos que la definida para los grupos focales.
Plan de análisis
Comentarios generales
“La diferencia entre sexualidad, sexo, afectividad... inclusive yo pensaba en esto de los
programas (...) después en tercero sí se ve la parte biológica, pero queda todo lo afec-
tivo si no se ve en otro espacio también queda como disociado ¿no? como partido, y no
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 111
se le puede dar como una unidad. Sobre todo que ellos tienen preconceptos muy
arraigado.”
“Yo he tenido la experiencia rica de trabajar no sólo con adolescentes, sino también con
adultos y vemos que en determinadas capas - digamos de las sociedades y gente mas
desfavorecida generalmente- , el desconocimiento y la falta de comunicación es un ele-
mento importante que me parece que no aporta o que no ayuda a la educación poste-
rior de los hijos.”
Este planteo, que postularía la existencia de una “sexualidad de pobres”, fue aludida en
otros pasajes de la reunión como “una sexualidad primitiva” propia de sectores que “tie-
nen menos cultura”, y por tanto más limitaciones para comunicar y simbolizar aspectos
relativos a la sexualidad. Un condicionamiento que sólo podría ser revertido, según la
perspectiva de algunos participantes, con estrategias de educación sexual. Algunas opi-
niones, en cambio, asociaron un mayor grado de “libertad” en la vida sexual de los ado-
lescentes, con su pertenencia a “sectores socioeconómicos menos favorecidos”.
Por otra parte, la sexualidad fue definida, por algunos participantes, en su carácter vincu-
lar: “expresión”, “vínculo interpersonal”-, y por otros, en su carácter de “función al servicio
de la reproducción” o como una “herramienta de supervivencia”, de la especie humana.
Resulta difícil para algunos participantes dar cuenta del concepto de sexualidad desde
el cual intervienen. Enfatizaron el “interés” y la “vocación” de educar a los adolescentes.
112 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
El verbo “dar” apareció una y otra vez en los diálogos. Un “dar”, que a su vez, trasluce
una concepción acerca de los procesos de enseñanza y aprendizaje. La educación
sexual “se da”.
El análisis de la implicación1 no fue referido (ni ejercido) como una práctica necesaria
para comprender desde qué lugar se dice lo que se dice y se hace lo que se hace. La
incidencia de las pertenencias a determinado nivel socio económico, generación, etnia
y sexo no fueron referidos como elementos de análisis del propio posicionamiento sobre
los temas. La pertenencia institucional y la profesión y/o disciplina sí fueron considera-
dos, aunque no se planteó una mirada critica sobre estos aspectos.
P: Capaz que específicamente tan marcado no. Estaría dentro de toda esta con-
cepción como mas integral... ..... no te olvides que estamos en una cosa ahí
en una franja bien interesante porque los estudiantes son jóvenes también y
como los que trabajan, los que hacen el trabajo de campo son los estudian-
tes muchas veces los atravesamientos son dobles ¿no?”
“Saben bastante, si bien yo creo que todavía estamos las mujeres en desventaja, creo
que estamos más en desventaja nosotras, las mayores que ellas que se están criando
con un poco mas de fuerza. Pero de alguna manera los conceptos machistas desde la
familia les llegan y les pegan fuerte... y también desde las instituciones (...), también no
es sólo el tema de darles talleres de sexualidad, sino de no cuestionarle la forma de ves-
tirse porque son mujeres, como la forma de pintarse porque son mujeres, porque son
expresiones. No digo que vayan a provocar al liceo, pero muchas veces hemos escu-
chado en los talleres que los docentes le dicen ` usted como quiere que no le toquen la
cola, ¡si va con esos pantalones!´. No, tendría que ser al revés, tengo el derecho de ir
con el pantalón que quiero y si me tocan, tengo el derecho de decir no quiero que me
toques. Y la respuesta de la institución no debería ser al revés, te vestiste como una puta
entonces jodete, te tocaron la cola. También nosotros cuestionarnos un poco, nuestra
respuesta como adulto”.
“Exhibir” el cuerpo en las instituciones educativas fue mencionado con preocupación por
algunos participantes, ya que es vivido como trasgresión, como un hecho provocador. El
grupo focal de técnicos volvió una y otra vez a polemizar acerca del papel del erotismo,
la vestimenta, el cuerpo que se muestra y oculta, “la provocación” y los derechos. En
contraposición con la viñeta seleccionada anteriormente apareció, en el mismo grupo,
un planteo diferente cuestionando la exposición del cuerpo:
“No te digo el uniforme con la corbata, pero un mínimo de decoro.¿Qué quiere decir
decoro? que si yo estoy cinco horas conviviendo en un ámbito -que será el doble de éste
salón - cuarenta personas, tener la barriga desde el pubis hasta por acá al aire libre,
crea todo un ambiente no apropiado para digamos, el fin último de nuestra función que
es el aprendizaje intelectual. Aunque nosotros pretendamos que nuestra convivencia
sea pacífica...”
tras que en los adolescentes varones la relación con el propio cuerpo estaría signada
por la competencia con sus pares (tamaño del pene) y la supuesta productividad sexual.
Algunos participantes expresaron que la feminidad está en cuestión cuando se asumen,
por parte de las adolescentes, conductas catalogadas como típicamente masculinas. Se
trasmitió al respecto, una vivencia de pérdida y no una percepción de transformación de
las femineidades:
“Lo que sí he visto, que es una actitud que me ha preocupado, es el tema de la agresi-
vidad femenina. Que un poco el tema de cómo las chicas pueden responder en algunas
ocasiones a esa cosa de tratar de igualar o de no estar sometidas, o no se cómo lla-
marlo, pero que a veces, no se si es que se pasan o toman una actitud más masculina,
como que no, no es que no corresponda sino como que en vez de tomar una actitud
agresiva femenina para invitar o para acercarse, copian una forma masculina para acer-
carse a un varón o a un grupo de varones, desde las malas palabras, desde ... la riña
cuerpo a cuerpo, tocarles, pasar y tocarles el culo en el liceo. En vez de buscar una
forma femenina de ser auténtica o pararte en tu rol de mujer, sin tener que ir masculini-
zándote (…) pero que el tema de la forma de las chicas ahora de tratar de estar en un
plano como de más igualdad, en algunas veces he visto como que pierden eso femeni-
no que puede ser atractivo también, o no han encontrado una forma más auténtica feme-
nina de igualar su lugar.”
Como se aprecia en la viñeta anterior, se puede observar una concepción sobre la femi-
neidad, que desconoce el carácter socio histórico de su construcción: habrían “formas
auténticas” que dependerían de una supuesta esencia. Estas formas de femineidad
“naturales”, parecen no poder contener por ejemplo, rasgos de agresividad que al encar-
narse en mujeres, serían reprobables. También se desprende del discurso grupal, que
el vinculo de los adolescentes varones con las mujeres estaría signado, mayoritaria-
mente, por la agresividad y la trasgresión: un “tocar”, un “provocar” continuos que esta-
ría vinculado a una forma de configurar las relaciones sociales basadas en la domina-
ción y la subordinación.
Según algunos participantes, existe una estrecha relación entre la percepción y actitud
hacia el propio cuerpo y la información que los y las adolescentes disponen sobre el
mismo. Para otros en cambio, el eje se definiría por la posibilidad de “apropiarse” del
cuerpo, entendiendo que un mayor caudal de información no genera de por sí este pro-
ceso de apropiación. A modo de ejemplo, el ámbito de Enseñanza Secundaria centró la
información, fundamentalmente en los aspectos biológicos, y no en términos del cuerpo
como constructo complejo. Desde esta perspectiva, no se favorecería la posibilidad de
apropiación señalada.
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 115
“El director como tal es el responsable de todo lo que pasa en la institución, lamenta-
blemente estamos… es una especie de colchón donde tenemos arriba un Consejo sin
poder, por lo menos hasta ahora sin poder y mucho poder en los padres, mucho poder
en los padres. Entonces el Consejo, para no quedar mal a quien va como última ins-
tancia es a la autoridad de la institución (...) entonces dependerá de como se manejen
las cosas. Sé que en algún momento yo he recibido a algún padre, que dice que es un
exceso que sucediera, bueno pero es puntual.” (Educación Secundaria)
116 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
Difícilmente exista otro campo de conocimiento o actividad educativa que evidencie una
situación tal de labilidad como lo es la Educación Sexual, susceptible de ser “despla-
zada” por opiniones particulares (un padre, un docente, etc.). Fue significativa la alu-
sión al “poder” de los padres, justamente en una temática, en la que parte del debate
público en estos años, ha estado centrado en sobre quién recae la responsabilidad: el
estado, a través del sistema educativo o la familia.
Una de las estrategias utilizadas por algunas instituciones (MSP, IMM)) fue la formación
de algunas/os jóvenes como promotores o multiplicadores en salud sexual y reproduc-
tiva, bajo la hipótesis de que la transmisión de saberes entre pares tendría mayor efec-
tividad cuando de adolescentes y jóvenes se trata. Sin embargo, dicha hipótesis no fue
compartida por actores claves de las propias instituciones. Subyace una concepción
acerca de los/as adolescentes como escasamente capaces de gestionar y trasmitir sus
saberes entre pares, suponiendo la necesidad de una permanente supervisión de adul-
tos referentes:
En la generalidad de las experiencias referidas por los participantes, las acciones edu-
cativas y de atención a la salud sexual y reproductiva, contaron con mayor de participa-
ción de adolescentes mujeres. Parecen ser ellas las “destinatarias naturales” de las
acciones, en consonancia con el paradigma de lo materno infantil que impregna las con-
cepciones sobre educación sexual y salud reproductiva. En tal sentido, los varones ado-
lescentes aparecieron como lo particular, generalmente ausentes como sujetos de las
acciones. En tal sentido, se mencionó que la Comisión de la Mujer (IMM) creó un espa-
cio denominado Varón Adolescente, evaluado como una experiencia positiva y poco fre-
cuente en nuestro medio, por su objetivo de promover la participación de los varones
motivando la reflexión sobre estos temas.
Se puede afirmar, a partir de lo expresado en los grupos, que las estrategias de aten-
ción a la salud sexual y reproductiva, fueron débiles en términos de favorecer la inclu-
sión del padre adolescente, no visibilizando su condición de protagonista y actor en la
situación. Los servicios de salud han estado centrados en la figura y centralidad de la
adolescente en tanto madre, reforzando desde las prácticas institucionales, las dificul-
tades de los varones adolescentes para implicarse en la situación de paternidad
(Güida, 2003)
Los servicios de salud son un capítulo aparte en relación a las acciones en salud sexual
y salud reproductiva. De acuerdo a la información recabada, la IMM implementó en el
período de este estudio, dos Policlínicas de Adolescentes, que funcionaron en servicios
de salud de la zona oeste de Montevideo y con un horario acotado en la semana. Los
técnicos fueron capacitados en salud sexual y reproductiva, y los servicios han contado
con el Sistema Informático del Adolescente (SIA-CLAP-OPS). La mayoría de las con-
sultas se han procesado a través de la policlínica ginecológica, donde no ha estado pro-
gramada la participación de los varones en calidad de usuarios.
118 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
“A mi en el consultorio, me pasa que veo muchas más mujeres que varones. Veo varo-
nes a pesar de ser ginecóloga, porque en mi trabajo como médico en la misma institu-
ción, algún varón se me cuela.” (IMM)
`Qué necesidad de que las mujeres se toquen su cuerpo!!, se metan los dedos en la
vagina para tocar el cuello del útero que con eso lo que vas a generar es el aumento
de infecciones vaginales´. (IMM)
Este comentario que surgió en la práctica de un servicio de salud de una institución que
expresó haber realizado de manera sostenida acciones de formación de los equipos de
salud, muestra la complejidad de los procesos de cambio de paradigma.
Respecto al cambio de modelo de atención materno infantil hacia uno integral en salud
sexual y reproductiva, promovido desde el Programa de Salud Integral de la Mujer del
SSAE/ASSE (iniciado en el año 2001), se debe señalar que éste ha sido y es un proce-
so complejo de transformación, en el cual se han identificado barreras de distinto tipo.2
De acuerdo a la información recabada en las entrevistas a decisores, éstos destacan
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 119
que existen avances a nivel conceptual en los directores de Programas, pero que se
pueden identifican barreras importantes para la instrumentación de las políticas, debido
a la no integración del nuevo paradigma.
Garantizar el acceso al uso del preservativo en los y las adolescentes, es una estrate-
gia central en la prevención de ITS – VIH. En tal sentido, los participantes expresaron
que las instituciones han tenido dificultades importantes para concretar esta estrategia.
Ninguna de las instituciones que participaron del estudio, ha garantizado la accesibilidad
de la población adolescente a este método. El MSP, a través del Programa Nacional de
SIDA, ha distribuido preservativos a usuarios/as de ASSE y a poblaciones con mayor
grado de vulnerabilidad, sin priorizar a la población de adolescentes y jóvenes. Esta
estrategia no fue continua en el período de estudio. Dicho Programa ha difundido anual-
mente las cifras que alertan acerca de que el grupo etario de 15 a 24 años se ha cons-
tituido en uno de losl más afectado en la transmisión del virus.
El destino otorgado al preservativo por parte de las y los adolescentes, fue considerado
como “otro problema” desde la perspectiva de algunos participantes. Les preocupa que
los adolescentes no lo usen para protegerse en las relaciones sexuales, y sean utiliza-
dos con otros fines.
2. En este sentido, el estudio "Del enfoque materno infantil al enfoque en salud reproductiva. Tensiones,
obstáculos y perspectivas", elaborado y publicado por la C.L en Salud Reproductiva, Sexualidad y
Género con el apoyo de Fundación Mexicana para la Salud arroja resultados importantes.
120 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
“Durante cuatro años estuve tratando de lograr que la dirección del INJU hiciera un con-
venio de colaboración con la Universidad. El año pasado me enteré que ese convenio
existía”. (participante INJU)
“Bueno, nosotros con el INJU hemos tenido diferentes etapas. Yo te diría que siempre
ha sido insatisfactorio el nivel de coordinación. A mi me consta que el director pasó por
presiones internas de adentro del INJU pero también externas (....) Con el INAME nos-
otros tenemos coordinaciones, siempre te diré que todo lo que hemos hecho ha sido a
impronta totalmente nuestra. Nunca hemos tenido un llamado del INAU o del INAME
para convocarnos para determinada actividad.”
INJU también refirió a la falta de coordinación con otras instituciones, incluso se hizo
mención a la expresa voluntad política de no coordinar con alguna de éstas.
Las lógicas político – partidarias parecen haber operado durante el periodo de estudio
como un factor determinante en la no articulación de esfuerzos y recursos.
Sin embargo, cuando se mencionó desde la coordinación de los grupos, el uso de docu-
mentos internacionales, investigaciones nacionales y regionales, y estadísticas existen-
tes como fuentes de información, los participantes acordaron sobre la importancia de su
consideración. Para varios participantes, la formación teórica en el campo específico, es
un insumo efectivo en materia de información.
El análisis de los grupos focales y las respuestas planteadas en el contexto de las entre-
vistas a decisores de programas gubernamentales, permitió identificar algunos tópicos
emergentes, no incluidos explícitamente en las pauta guía previamente diseñadas.
Asimismo, a través de lo que no se dice y de la omisión de algunos aspectos relaciona-
dos con las temáticas debatidas, fue posible identificar en el discurso grupal algunos
implícitos y supuestos teóricos que, suponemos, atraviesan las prácticas. El conjunto de
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 123
Los participantes dieron cuenta de concepciones educativas diversas desde las cuales
abordan aspectos de la sexualidad con adolescentes. Si bien hubo consenso en la nece-
sidad de espacios participativos (talleres) donde procesar las necesidades educativas
sobre este campo con los/as adolescentes, predominó una concepción vertical del pro-
ceso de enseñanza. Se evidenció una perspectiva centrada en la transmisión de cono-
cimiento, ubicando a los/as adolescentes como carentes del mismo. Más allá de una
metodología supuestamente participativa, se parte de una visión del adolescente como
alguien que no sabe, por lo cual no parece fácil sostener la producción de un saber
colectivo.
Entre las diferentes visiones acerca del papel asignado a la educación de la sexualidad
con adolescentes, los participantes vinculados a la educación pública, sostuvieron que
resultó dificultoso su abordaje al no contar con una política institucional definida a favor
de la implementación de espacios curriculares específicos a tales efectos, y por la difi-
cultad para contar con recursos humanos con formación específica y en número sufi-
ciente. Sin embargo, entre los propios participantes existieron miradas más complacien-
tes con lo realizado hasta el momento, mientras que otras se mostraron abiertamente
críticas al respecto.
Este enfoque, coloca a los adolescentes en un lugar de sujetos expuestos a las condi-
ciones de vulnerabilidad ante problemáticas que parecerían exclusivas de este grupo
etario: el uso y abuso de sustancias psicoactivas, las enfermedades de trasmisión
sexual, el embarazo no deseado.
“Uno hace educación, trata de orientar qué son los genitales, cómo prevenir, hablamos
de las enfermedades pero luego tenemos que decir: primero, en ningún momento,
nadie está obligado a tener sexo, nadie, simplemente estamos informando (…) una
cosa es educar y saber y otra cosa es obligar a cumplirlo. Nosotros insistimos con eso”
Este recaudo proviene, muy probablemente, de las dificultades y obstáculos que atra-
vesó el Programa Nacional de SIDA como protagonista de la estrategia educativo comu-
nicacional que, entre otras acciones, incluyó la publicación “Escucha, aprende y vive”3.
De ello dieron cuenta otros participantes a los cuales su institución les solicitó su opinión
sobre el Libro.
Así lo expresó una participante: “En cuanto a la publicación del libro de “Escucha, apren-
de y vive”, en el INJU pasaron dos cosas interesantes. En primer lugar, que se nos soli-
citó a nosotros - que teníamos muchísimo menos capacitación que las personas que
hicieron el libro- que hiciéramos una crítica. Desde la dirección se nos solicita que hicié-
ramos una crítica de ese libro. Y como nosotros dijimos que estábamos de acuerdo, que
nos parecía excelente que se hiciera esto y que no podíamos estar haciendo una críti-
ca así livianamente... Se le solicita al Ministerio de Salud Pública que autorice a que nos-
otros repartamos preservativos. Nosotros ya lo estábamos haciendo, o sea es una polí-
tica de años, pero de golpe se solicita eso y la Dirección General de Salud nos dice que
no, que esos preservativos no están autorizados. Nosotros vamos hablamos con el
director y le mostramos entonces que hay una contradicción. En los preservativos dice
Autorizado por el MSP y el Director de Salud dice que no está autorizado. Todo eso fue
por el libro... como nosotros no podíamos incidir en el repartir el libro ni nada por el esti-
lo lo que se trató de cercenar fue el derecho de los chiquilines de usar preservativo, por-
que ellos estaban acostumbrados a venir y pedirlo”
“No viene como una circular que yo recuerde. Simplemente la dirección dice por ahora
no tocarlo, no usarlo, pero eso quedó como en la nada y todo eso queda en las biblio-
tecas y bueno queda...”
Tanto en decisores como en técnicos, se pudo observar en los grupos focales, una diver-
sidad de concepciones acerca de lo que significa educar en sexualidad. Se hizo referen-
cia al efecto “liberador” de la educación sexual ante mitos y prejuicios, a la “concienti-
zacion” que generaría su incorporación curricular y su efecto transformador ante una
sexualidad “genitalizada” y en ocasiones “irresponsable”. Algunos participantes, los
menos, vincularon conceptualmente la educación sexual al campo de los derechos huma-
nos, y dieron cuenta de una concepción de los adolescentes como sujetos de derechos.
Se podría plantear una falsa oposición entre especificidad e integralidad, bajo la cual
subyacen las concepciones sobre modelos pedagógicos, profesiones y especialidades
en torno a la educación sexual. La especificidad asociada a la rigurosidad, no anularía
un enfoque integrador de dimensiones y disciplinas, de marco éticos y del enfoque de
derechos. Sin embargo, para algunos participantes la integralidad supone “per – se”, la
garantía de las intervenciones.
P: Capaz que específicamente tan marcado no. Estaría dentro de toda esta concepción
como más integral... Capaz que no como especificidad, pero de toda esta cosa como
más integral pero más como sobrentendido que como especificidad, ¿está claro?
“Pero también la realidad es que muchas veces, coincido contigo, se basa en la igno-
rancia, el no saber descubrir, discriminar en su vida cotidiana qué son los derechos, cuá-
les sus deberes, cuáles sus posibilidades y bueno está la posibilidad ahí como educa-
dor, de cualquier técnico, de echar a mano de la gente entre la sexualidad y los dere-
chos, su propia vida ¿no?”
madres es como la aspiración a ser alguien porque no hay mucha otra opción. Lo que
les da el estatuto de mujer es la maternidad, no el ser mujer”
Desde esta visión, no se analizaría el papel de la cultura como factor productor de deci-
siones reproductivas, a la vez que se aceptaría la maternidad como un deseo homogé-
neo para todas las adolescentes en situación de pobreza.
VIH-SIDA
En los grupos focales, la problemática del VIH en adolescentes no surgió como un tópi-
co de particular interés. Sin embargo, al referirse a ello, se describieron algunas accio-
nes preventivas implementadas desde el Programa Nacional de SIDA, el INJU y de equi-
po técnico PROVIHDA5, las cuales fueron valoradas como insuficientes y discontinuas.
El análisis de las trayectorias comunicacionales, informativas y educativas emprendidas
desde PNSIDA, referidas por los participantes da cuenta de las oscilaciones que han
tenido las diferentes acciones en torno a la prevención. Los ministros y directores gene-
rales de salud del periodo estudiado, dedicaron una atención dispar al Programa y a las
dimensiones socio sanitarias de la epidemia. Ello incluyó desde la interrupción de pro-
gramas educativos hasta la suspensión periódica de estrategias de comunicación en los
medios masivos6.
“ ...hemos tenido ministros que no nos han permitido salir... una cosa es dentro del pro-
grama, dentro de Epidemiología está el Programa de ETS y SIDA, entonces el perso-
nal de cabeza.... siempre nos ha apoyado, pero hemos tenido mucho palo de la
4. Administración Nacional de Educación Publica. Consejo Directivo Central. Circular N 29/99, Régimen
especial de control de asistencias y apoyo a estudiantes embarazadas y puérperas de los centros edu-
cativos dependientes de ANEP. 18 de mayo de 1999.
5. Programa VIH para la Vida (INAU)
6. Es de interés señalar la ausencia de la ex Directora del Programa Nacional de SIDA en el grupo focal
al cual fue invitada, así como la dificultad de conceder una entrevista posteriormente, a pesar de las
reiteradas gestiones.
128 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
prensa. Entonces cuando la prensa nos da y que allá en el liceo o en la escuela tal pri-
vada se hizo el tema, vino por prensa la información, automáticamente vienen autori-
dades a decir que eso debemos bajarlo, que no lo debemos hacer, que debemos callar
porque tenemos que acallar la prensa. Pero hubo períodos, yo estoy desde el año
1992, dentro haciendo lo mismo, y hubo ministros que no nos permitieron sacar afiches,
y si tuvimos períodos bastante acallados...”
Se constató una sola mención a la violencia domestica y al abuso sexual en tanto “vio-
lencia de género”. Algunas opiniones prácticamente minimizaron el carácter de cons-
trucción cultural de la violencia y de las relaciones de subordinación. Prevalecieron posi-
ciones esencialistas, incluso en clara contradicción con conceptualizaciones previas de
los mismos participantes.
“... veo algunas diferencias por lo menos en el nivel donde yo trabajo, en donde el lugar
de la mujer y del varón está teniendo ... un cierto giro. Yo he tenido ahora, en el 2004,
situaciones en donde la mujer ha tomado un lugar, que te diría que los que se ponen en
el rincón son los varones. En un número muy importante, donde realmente son ellas y
que va más allá de llevar la pollera corta o la panza al aire al liceo, va en las actitudes,
en el acoso, y tuve concretamente ya te digo en el 2004 un caso de acoso de una alum-
na a un profesor”.
Orientación sexual
Algunas conclusiones
Introducción
tica, tendientes a impulsar las políticas que el Estado uruguayo asumió en los compro-
misos internacionales. Algunas ONGs han capacitado a profesionales del sector publico
y de otras ONGs en el campo de la salud sexual y reproductiva de adolescentes, desde
mediados de la década anterior.
Los perfiles institucionales son diversos en varios sentidos: en la definición de las misio-
nes y objetivos institucionales, en el énfasis en determinado grupo poblacional, en la
producción sistematizada de conocimientos, en el uso de la investigación como insumo
para la intervención, en la inclusión de la perspectiva de genero y derechos, y en las
modalidades de intervención con adolescentes.
7. Es de destacar que, a pesar de que la convocatoria a los grupos focales instaba a la participación
de un representante por institución, en el grupo de decisores de ONGs, se contó con la asistencia de
tres representantes de la Sociedad Uruguaya de Sexología.
132 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
Las concepciones sobre sexualidad en las que se sustentó el discurso de los partici-
pantes, incluyó aspectos de los paradigmas esencialistas y constructivistas. Conceptos
que sustentan el carácter innato de los atributos, roles e identidades de practicas mas-
culinas y femeninas, no se presentaron “en su carácter puro” en el discurso de los par-
ticipantes. Mas bien, aparece subyacente a la influencia del contexto socioeconómico
y cultural en el “ser mujer” y “ser varón”.
“... es muy amplio y va mucho mas allá de lo biológico y lo psicológico sino que integra
lo cultural, lo social. Bueno, y nosotros trabajamos mucho a partir del tema de la sexua-
lidad integrando al tema lo que es la autoestima, los valores, todo lo que es la autono-
mía, el empoderamiento, o sea todo eso está atravesado permanentemente a la sexua-
lidad, o sea si será amplio ¿no?”
“Y que hay cosas que hay que trabajarlas desde mucho antes para que realmente esa
construcción no quede como en un vacío de palabras. Cuando uno dice bueno adoles-
cencia y empezamos si autoestima, si queda todo como muy lindo, pero que en la prác-
tica hay cosas que se vinculan mucho al tema del cuerpo, y como esa construcción de
cuerpo, de imagen corporal, de vínculo con los otros se gestó ya mucho antes. E inclu-
so hasta si la sexualidad quedó integrada como una fuerza para que la persona real-
mente se desarrolle, realmente se pueda vincular, realmente pueda como conducir su
energía de otra manera ya cuando llegamos a la etapa adolescente eso ya está bas-
tante, sobre todo en algunos grupos, ya esta bastante marcado”.
La mirada desde una perspectiva feminista entendió a las sexualidades y las subjetivi-
dades masculinas y femeninas como un complejo entramado de las dimensiones psí-
quicas, vinculares, sociales, históricas, económicas, políticas. Se asoció la producción
cultural de sexualidades con las relaciones de poder y se refirió a que es en el cuerpo
de las mujeres donde se instalan con más fuerza las asimetrías en las relaciones de
dominación – subordinación. Una mirada que articula consistentemente el concepto de
sexualidad con la dimensión de genero, no priorizada con esta intensidad conceptual
en otros participantes.
Se traslució una visión ideal y normativa acerca de cómo debería “vivirse” la sexualidad,
evidenciando como trasfondo un modelo de sexualidad “normal” o “deseable”. Si bien
en algunos aspectos del discurso se articularon el concepto de sexualidad con otras
categorías de análisis como género, empoderamiento, derechos sexuales y derechos
reproductivos, dicha integración no adquirió complejidad y consistencia teórica, excepto
en aquellas participantes con perspectiva feminista.
Como ejemplo de lo anterior, aparecieron con frecuencia, expresiones tales como: “todo
lo del género”; “tiene que ver con el género”. Al respecto dice una participante:
La indagación sobre este campo, evidenció que desde la perspectiva de algunos parti-
cipantes, la relación con el cuerpo en los “sectores carenciados” es más dificultosa que
en otros sectores poblacionales. Al respecto, una participante afirma:
“Los adolescentes no son todos iguales y es difícil contestar en ese sentido. Me pare-
ce que la relación con el cuerpo en los adolescentes se atraviesa, por ejemplo, por el
tema socioeconómico claramente. O sea no se si todos los adolescentes se vinculan
igual con el cuerpo. Pero los adolescentes de sectores como más excluidos, en edad
de trabajar estas temáticas, yo creo que la relación con el cuerpo es muy complicada.
Porque el cuerpo no ocupa un lugar preponderante, porque el cuerpo está muy dete-
riorado, porque nadie accede a información o sea, porque no hay conocimiento ni apro-
piación del cuerpo porque no se sabe cómo es, cómo funciona”.
Estas afirmaciones son consistentes con aquellas provenientes de los grupos de parti-
cipantes de organizaciones gubernamentales. La situación de pobreza, parecería deter-
minar la subjetividad, la sexualidad y la vivencia del cuerpo de los adolescentes. Se
enfatizó que la relación del sujeto con el propio cuerpo se construye desde la infancia,
en el contexto de las relaciones tempranas con los progenitores y se sostuvo que en los
“sectores sociales carenciados” la consistencia de los vínculos tempranos es endeble.
Se sostuvo que niños y niñas que crecen en contextos de deprivación económica y emo-
cional, sufren un impacto negativo que incide profundamente sobre sus posibilidades de
desarrollo. Para algunos participantes, la ausencia de sostén emocional y psicológico,
136 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
El concepto de sexualidad estuvo vinculado al “placer”, pero fueron escasas o nulas las
referencias a otros conceptos y términos tales como “erotismo” y “seducción”.
“Pero bueno, los padres de repente no tienen acceso a esa información, tienen desco-
nocimiento, no saben como encarar el tema, me parece básico el trabajar con los
padres”
“Y las críticas que ellos hacen, no al reconocimiento que uno dice si, estos derechos son
reales, son válidos, sino a como están creadas las condiciones para que se puedan
realmente esos derechos llevar a la práctica. Y yo no creo que pase por una campaña
de enunciado y por hacer un taller de uno inserte sobre que estos son los derecho
sexuales porque es mas, crea una angustia a la gente donde lo nuestro es una realidad
como inalcanzable... con la gente de la Red de Parto Humanizado, que se estuvo tra-
bajando mucho con las personas para entender los derechos de la mujer en el parto,
ellas te dicen pero si nosotros trabajamos esto con las mujeres y después van a un cen-
tro de salud y le crean un problema... como hacemos para empoderar, pero a su vez no
mandarlas al frente con un escarbadientes... De ser realista como en el entorno que uno
se mueve y pensar haber como también trabajar ese tema”.
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 137
Más allá de los objetivos, metas y estrategias de cada institución, las ONGs han recu-
rrido, a similares metodologías en el trabajo educativo. Estas han consistido – funda-
mentalmente - en la aplicación de técnicas participativas, desarrolladas en el ámbito
comunitario. “Taller” fue el término más utilizado en los grupos, para denominar a estos
espacios participativos y organizados para y con los adolescentes. No se explicitó qué
se entiende por taller. Las estrategias educativas y materiales didácticos, se han elabo-
rado en los formatos clásicos (juegos de mesa, folletería, manuales, videos). En los últi-
mos años, a las estrategias existentes, se les ha incorporado la integración de la tecno-
logía informática: páginas web y videojuegos son un ejemplo de ello.
En casi todas las ONGs participantes que desarrollaron acciones educativas, han con-
tado con profesionales de distintas disciplinas de las ciencias sociales y de la salud, fun-
damentalmente del área de la educación, del trabajo social y la psicología. Se observó
que muchos técnicos y técnicas actuaron simultáneamente en el período estudiado,
desde el ámbito gubernamental y en organizaciones de la sociedad civil. Esta doble per-
tenencia de algunos técnicos, surgió como un dato significativo en el análisis posterior.
Sin embargo, el análisis de la implicación, la sobre implicación y sus efectos, el uso de
la información y la doble pertenencia, los niveles de dependencia /autonomía no surgie-
ron espontáneamente en la discusión grupal. Entendemos que esta situación, así como
complejiza el análisis de la información recabada, incide significativamente en las prác-
ticas, resultados y evaluaciones de las mismas, ya que no surgió con claridad en los gru-
pos los procesos de evaluación de las acciones implementadas.
Entre los participantes hubo acuerdo respecto de que un mayor nivel de intercambio de
las experiencias concretas, hubiese generado una deseable optimización de programas
y recursos utilizados. La cooperación se ha efectuado fundamentalmente a partir de con-
tactos y conocimiento personal entre integrantes de las ONGs. Un ejemplo de ello es el
siguiente testimonio:
“Cooperación, no coordinación. Las ONGs, cuando hay vínculos que van mas allá de las
ONGs - que conozco a fulano, mengano, porque este país es así- creo que hay dispo-
sición, buena onda, cooperación, pero institucionalmente no hay coordinación, entonces
la coordinación termina siendo una cooperación. Compartimos esto, vos me das esto,
vemos esto, venís a dar talleres acá, nosotros vamos a dar talleres allá, eso para mi es
cooperación y no coordinación porque no está realmente diseñado, estructurado, pen-
sado con una estrategia, con una finalidad y con un objetivo hacia donde va esa coordi-
nación. Queda más en la práctica cotidiana de las instituciones”.
Sin perjuicio de lo anterior, otros/as integrantes entendieron que hay un proceso pro-
gresivo de superación de estos aspectos, generándose mayores niveles de intercambio
e inclusive de asociación para la presentación de propuestas.9 La falta de articulación
pudo haber sido influenciada, en alguna medida, por la ausencia de políticas publicas
sostenidas desde el gobierno central, la ausencia de coordinación entre el gobierno cen-
tral y el municipal (en el caso de Montevideo), y las modalidades de financiación en el
marco de la focalización (temática, territorial) de las políticas sociales.
8. Es de destacar que durante los años 2003 y 2004 se creó la Coordinación Nacional de
Organizaciones Sociales por la Defensa de la Salud Reproductiva, en la cual se articularon los esfuer-
zos de organizaciones feministas y de mujeres, sindicales, académicas, científicas, de jóvenes, reli-
giosas y de diversidad sexual para la impulsar la aprobación parlamentaria del Proyecto de Ley de
Defensa de la Salud Reproductiva. De las organizaciones participantes en los grupos focales, dos de
ellas MYSU y DESYR formaron parte de esta instancia, y en particular MYSU tuvo un rol protagónico
en el equipo coordinador de la misma.
9. Se refieren a la modalidad de Consorcio, que habilita a más de una Ong. a presentarse en forma
conjunta a llamados a licitación ante organismos nacionales y/o internacionales.
140 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
La coordinación que redunde en una sinergia operativa y que potencie los recursos
tanto humanos como materiales, es una aspiración que debería ser operacionalizada
para su concreción.
Los participantes señalaron la ausencia del Estado como regulador y ordenador habién-
dose constituido en un obstáculo para la planificación y coordinación de acciones:
“Lo que pasa que también las acciones que llevan a cabo surgen de las organizaciones,
yo creo que lo que no hay acá es un plan de salud sexual y reproductiva que pueda orde-
nar digamos, generar conjunciones, tampoco hay una ley.”
“No han sido (las ONGS) como instancias de diálogo para definición, análisis de conte-
nido, control de ejecución, evaluación de instrumentación. Eso sí, tenemos un problema
que no sólo viene de la falta de mecanismos en el estado, sino de que también hemos
establecido como un sistema de competencias por recursos que no es menor en este
tema. Justamente porque la función ha sido de implementadores y no necesariamente
actores para la definición, ejecución y evaluación de políticas públicas.”
Se sostiene que las ONGs a través de sus acciones, han aportado y transferido a las
instituciones gubernamentales, conocimientos y metodologías, aunque éstos no han
sido legitimados en su totalidad. Particularmente, la interacción con el ámbito académi-
co fue definida como más dificultosa en relación a otros ámbitos. Un participante lo defi-
nió como el “hermetismo del mundo académico”. Se menciono que la Universidad de la
República se ha aproximado en varias ocasiones, a las instituciones de la sociedad civil
por su interés especifico, desconociendo los tiempos y lógicas de las ONGs. A su vez,
aludieron a que la existencia de prejuicios por parte de la academia en relación a éstas
ultimas, impide el reconocimiento y legitimación del conocimiento acumulado.
“Hay un vacío de repente enorme (…) podés tener datos sobre servicios, seguimiento
de adolescentes embarazadas, pero por ejemplo es muy difícil acceder a otros datos
142 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
Otro aspecto señalado en los grupos tuvo relación con el lugar institucional dado a la for-
mación, capacitación y sostén psicológico de los técnicos/as que intervinieron en con-
textos o situaciones críticas. Según algunos participantes que intervinieron a terreno, la
respuesta institucional ante la demanda de los técnicos consistió en respuestas del tipo:
“arreglate como puedas, buscá por todos lados”. Esa situación inicial parece haberse
superado paulatinamente, por ejemplo con la inclusión de instancias de capacitación en
algunas instituciones. A su vez, se enfatizó la escasa disponibilidad de materiales didác-
ticos de apoyo.
“Porque hay una clara ausencia de materiales didácticos y de apoyo por más que hay
algunos elaborados, de hecho hemos hecho unas cuantas fichas y estamos haciendo
ahora materiales didácticos. Hay una ausencia para todos los técnicos que tienen que
enfrentarse a esa situación.”
Educación Sexual
No todas las ONGs realizaron acciones específicas en educación sexual. Algunas refi-
rieron haberlo hecho en forma integrada en las diferentes actividades socioeducativas,
a la vez que se señaló que el tema siempre las transversaliza. En general, los partici-
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 143
“¿Qué significa participar sin ser contaminado con las prácticas que hemos llevado ade-
lante los adultos y cómo generar esa cosa de nuevas prácticas? Y eso ha sido bien com-
plejo, bien difícil, pero bien interesante porque no sólo tiene que ver con como viven ellos
su sexualidad, como la desarrollan como la analizan, sino como eso puede ser una
forma de participación política”.
“La estrategia lúdica o la validación de juegos didácticos es para nosotros una línea
clave. ¿Por qué? Porque genera la discusión, porque genera situaciones de diálogo y
de toma de decisiones, porque tiene que tener los valores de respeto de lo que el otro
dice... y también porque no tiene que perder la capacidad de divertirse y de ludicidad
que tiene la sexualidad. Entonces un gran esfuerzo que hemos hecho es testear o de ir
generando de acuerdo a los públicos, herramientas que posibiliten transmitir informa-
ción, que también hay que hacerlo, discutirla, cuestionarla y producir algunos cambios
o algunas decisiones, porque de eso también se trata. La cuestión es cómo hacer eso
generando herramientas que sean atractivas, que sean consistentes con los valores
que nosotros promovemos y que al mismo tiempo produzcan efectos en el sentido de
los objetivos educativos. Ese para nosotros es un gran desafío y yo diría que es un
desafío abierto”
Al igual que en los grupos constituidos por actores del ámbito público, la maternidad en
adolescentes fue analizada como respuesta alternativa a diferentes coyunturas vitales.
En este caso, ligada a un supuesto beneficio para su salud mental y la integridad física.
En esta línea, una de las participantes destacó que el embarazo podría significar inclu-
so, una “conexión con lo vital” en adolescentes con intentos de autoeliminación
“También es una incógnita institucional o capaz que por las historias de vida que uno
maneja, es como realmente tener una encuesta que muestra de quién se embarazan los
adolescentes. Porque uno habla de embarazo adolescente, yo no puedo decir que es
una falta de representatividad, pero más allá de eso cuando yo por lo menos en el mues-
treo que tengo, de que uno habla y conversa la mayoría de las veces son de chiquilinas
adolescentes pero no mayoritariamente de parejas adolescentes. Entonces yo creo que
eso revierte muchísimo los enfoque educativos, porque si las están embarazando es
porque muchas veces es producto de violencia, o no violencia, pero gente que ya no es
adolescente.”
Tanto decisores como técnicos, acordaron que existen datos oficiales sobre embarazo
en adolescentes, pero no existen estudios e investigaciones que permitan conocer las
características subjetivas que tienen las involucradas y cómo llegaron a esa situación.
Se señaló la ignorancia sobre estos aspectos, porque habría un criterio de asignación
de recursos por parte del Estado, que pone el énfasis especialmente en generar infor-
mación epidemiológica sobre este tópico, pero no así en impulsar la generación de otro
tipo de información también sustantiva.
Fueron mínimas las referencias en los grupos focales sobre la paternidad en adoles-
centes varones. Este hecho refleja la realidad en la que los varones han quedado colo-
cados socio culturalmente, una posición distante cuando no ausente del proceso repro-
ductivo (decisiones y uso de anticonceptivos, participación en el embarazo, en el parto
y en el cuidado de los hijos). Esta posición se vería reforzada por la invisibilización que
los servicios de salud refuerzan y contribuyen a generar y consolidar (Güida, 2003). No
habría una apropiación de la responsabilidad en la situación, porque, entre otros aspec-
tos, para los modelos masculinos hegemónicos la paternidad no se ha constituido en un
referente identitario significativo, generando como uno de los efectos, desinterés y des-
preocupación respecto de la mujer y de los propios hijos. En cierta medida, el diseño de
146 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
propuestas realizadas por las ONGs en el período de estudio, no han tendido a modifi-
car sustancialmente el abordaje centrado en las mujeres y en la “ignorancia” del rol de
los varones en las decisiones reproductivas.
“Y a veces fue abuso pero vos estás haciendo toda una política y está con un tipo mayor,
donde el tema de género se atraviesa, donde la posibilidad de negociación es menos
diez, entonces la chiquilina tiene todos los métodos pero no puede ejercer la posibilidad
de cuidarse, ni de acceder a la independencia económica, entonces para mi ese es un
punto clave de los programas educativos que se hacen, que estamos haciendo. “
Anticoncepción
El análisis de material grupal permitió constatar que la anticoncepción fue un tema poco
mencionado. Una de las participantes, enfatizó la interdependencia de los derechos
sexuales y los derechos reproductivos: conocer los métodos y su accesibilidad está vin-
culado a la necesidad de conocer los procesos corporales y el propio cuerpo para que
adquiera sentido la utilización. Para algunos participantes, la problemática no estaría
centrada en el desconocimiento acerca de los métodos anticonceptivos, sino en las rutas
de acceso a los mismos:
“Los y las adolescentes, no pueden acercarse a los servicios que brindan información o
directamente métodos como el DIU o preservativos, porque no saben vincularse con los
servicios que puede haber en las zonas donde viven.”
A pesar de que este tópico fue eje de análisis en ambos grupos, no se abordaron con
profundidad las diferencias en la sexualidad de adolescentes varones y mujeres. Más de
un participante relató que, en su experiencia, muchas adolescentes plantearon no haber
vivido el placer sexual y que esta realidad no es exclusividad de las adolescentes
pobres. Se mencionó que en torno de la sexualidad las adolescentes mujeres tendrían
más prejuicios que los varones, ya que en algunos ámbitos se reproduce la idea de que
el cuerpo de la mujer tiene que estar al servicio del placer del otro.
En algunos sectores sociales, parecería que la sexualidad de las adolescentes está más
pegada al modelo hegemónico de femineidad: no hablan, presentan dificultades para
negociar en las relaciones sexuales el uso del preservativo, ya que ésta es una iniciati-
va que pertenece a los varones. Por lo contrario, el adolescente varón fue descrito como
aquel que disfruta y obtiene placer en las relaciones sexuales, con independencia del
placer de la pareja sexual, obedeciendo así al estereotipo hegemónico de masculinidad.
Esta diferencia percibida acerca de las distintas formas de vivir la sexualidad de varo-
nes y mujeres, tuvo puntos de encuentro con las opiniones recabadas en los grupos de
decisores y técnicos públicos.
Según algunos participantes, las agendas de las ONGs y sus acciones de incidencia
política, han influido paulatinamente en el ámbito de gubernamental.
A pesar de ello, el énfasis de las acciones gubernamentales ha estado lejos del enfoque
de empoderamiento de adolescentes y jóvenes. Generalmente, los gobiernos actuantes
en el período, han considerado a los adolescentes como “menores”, asociados a “pro-
blema” o “riesgo”.
En todos los participantes, se explicitaron las expectativas en torno a las políticas espe-
cíficas a desarrollar por el nuevo gobierno nacional y la preocupación porque se gene-
ren mecanismos de diálogo y participación coordinada entre organizaciones de la socie-
dad civil y el Estado.
Algunas conclusiones
Las ONGs han desarrollado estas acciones en gobiernos nacionales que han dado
escasa priorización a la agenda de la salud y los derechos sexuales y reproductivos, y
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 149
que han desarrollado en consecuencia, políticas públicas débiles en esta materia y par-
ticularmente ausentes en lo que respecta a la población adolescente.
Desde la perspectiva de los participantes de los cuatro grupos, hubo consenso en que
los diagnósticos e investigaciones con los que se cuenta en el país, acotan sus aportes
a la realidad montevideana y a los sectores en situación de pobreza. Una muestra para
150 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
Sin embargo, muchos participantes entendieron que es muy necesario profundizar acer-
ca de los significados de la adolescencia en situación de exclusión social o en pobreza
extrema para comprender aspectos vinculados a sus propias intervenciones.
Intervenciones, que como ya habían expresado, se sostienen en un saber fragmentado.
Por otra parte, también se enfatizó en que los resultados de investigaciones con esta
perspectiva metodológica, podrían oficiar de insumos significativos para definir políti-
cas y programas dirigidos a adolescentes, desde un abordaje que recoja sus percep-
ciones, opiniones y realidades. Se ejemplificó que, en el ámbito educativo los educa-
dores tienen una agenda marcada y sesgada, donde la adolescencia es asociada con
uso de sustancias psicoactivas, relaciones sexuales riesgosas y otros temas que pro-
blematizan a la adolescencia como etapa vital. Los adolescentes, según algunos par-
ticipantes, responderían de acuerdo a esta agenda, reafirmando “lo que los adultos
quieren escuchar”.
“...el tema de que es lo que realmente sienten, piensan... sienten, piensan y actúan,
como sienten, piensan y actúan los adolescentes y jóvenes. Y que esperan y... que
esperan y de... y como querrían que esa educación, si existese, como se desarrollaría”
Estas opiniones inducen a reflexionar sobre la importancia del conocimiento para orien-
tar la definición de las políticas públicas, al ofrecer evidencias que favorecerían una
mejor comprensión de la población hacia la cual se dirigen las acciones.
P1: hay una cosa que me importaría saber ¿no? como los adolescentes construyen su
identidad muchas veces a través de un hijo. Eh... porque hablábamos hoy de ellos saben
como eh... evitar el embarazo, saben como tienen que cuidarse y no usan.
P2: ..entonces como eh... como se da esa construcción de identidad porque muchas
veces sobre todo en las adolescentes yo soy en tanto soy madre de, mientras tanto no
existo... ...la identidad basada en bueno soy madre, ahora soy algo.
En relación a las respuestas del sector salud, los participantes opinaron que sería inte-
resante conocer las percepciones de los y las adolescentes sobre los servicios de
salud y el tipo y calidad de atención que reciben. En tal sentido, señalaron que es
necesario profundizar en los efectos que genera una división “artificial” de la atención
en salud por disciplinas: salud mental, medicina general, psiquiatría de niños y ado-
lescentes, ginecología.
“Quisiera saber cuanto confían los adolescentes en los servicios de salud y en los
métodos de protección y de prevención del embarazo... porque me queda una duda
grande ahí”.
152 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
“Saber cuales son sus prioridades y como a ellos les gustaría recibir, si es que quieren
recibir, educación sexual como les gustaría que fuera, como les gustaría que fuera un
servicio de salud si es que lo quieren recibir, como les gustaría recibir la información”
Se consideró que habría que profundizar en campos claramente definidos desde la pers-
pectiva de los participantes, tales como:
◆ Paternidad en la adolescencia.
A la vez, se enfatizó que debería explorarse desde una perspectiva de género, en tanto
categoría relacional de análisis, y desde las pertenencias socio económicas, para supe-
rar la mirada exclusivamente centrada en las adolescentes mujeres en situación de
pobreza. También señalaron, que seria importante investigar acerca de la configuración
de la masculinidad de los adolescentes, un campo que percibieron como poco explora-
do en las investigaciones y en las intervenciones educativas
“Yo creo que es una oportunidad fantástica que tienen ustedes de indagar en las prácti-
cas, porque es necesario saber la realidad y después saber eso de las representacio-
nes, lo cultural, lo simbólico que está argumentando un poco esa práctica”.
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 153
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en los centros educativos.
Para realizar este trabajo se analizaron documentos que explicitan las propuestas meto-
dológicas, conceptuales y contenidos de Programas, y Planes que el sistema educativo
ha impulsado, junto a otros sectores estatales para abordar la educación sexual en
Uruguay. Se realizaron entrevistas con informantes clave que tuvieron responsabilida-
des de dirección en el sistema educativo.11
11. Se mantuvieron entrevistas con la Prof. Carmen Tornaría, ex Consejera del CODICEN (1995 – 2004)
y con la Dra. Stella Cerruti asesora técnica del programa Educación de la Sexualidad entre 1990 – 1995.
156 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
Introducción
Se puede manejar como hipótesis que el escaso desarrollo pedagógico de cómo abor-
dar las relaciones de género y las sexualidades en el sistema educativo se ubican en
esa red de significados compartidos que están inscriptos en el discurso pedagógico y
expresan un entramado de prejuicios, censuras y vigilancias. La “regla de la polivalen-
cia táctica de los discursos” definida por Foucault establece una necesaria prescripción
de prudencia al considerar la producción de discurso sobre el sexo en el campo de las
relaciones de poder, múltiples y móviles.
Dice Foucault a este respecto: “Más precisamente, no hay que imaginar un universo
del discurso dividido entre el discurso aceptado y el discurso excluido o entre el dis-
curso dominante y el dominado, sino como una multiplicidad de elementos discursi-
vos que pueden actuar en estrategias diferentes. Tal distribución es lo que hay resti-
tuir, con lo que acarrea de cosas dichas y cosas ocultas, de enunciaciones requeridas
y prohibidas; con lo que supone de variantes y efectos diferentes según quién hable,
su posición de poder, el contexto institucional en que se halle colocado; con lo que
trae, también, de desplazamiento y reutilizaciones de fórmulas para objetivos opues-
tos. Los discursos, al igual que los silencios, no están de una vez por todas someti-
dos al poder o levantados contra él. Hay que admitir un juego complejo e inestable
donde el discurso puede, a la vez, ser instrumento y efecto de poder, pero también
obstáculo, tope, punto de resistencia y de partida para una estrategia opuesta.”
(Foucault 1977, pp 123)
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 157
Admitir ese juego complejo e inestable del discurso, supone romper con una visión dico-
tómica entre “quién” permite y “quién” prohíbe, para habilitar la construcción creativa de
discursos a muchas voces, en el desarrollo de una propuesta educativa que incorpore
la dimensión ética y pedagógica de los derechos sexuales y los derechos reproductivos.
Un debate que como tal, involucra tanto a las autoridades de la educación y al cuerpo
docente, como a la sociedad y sus diferentes actores.
Abordar la sexualidad desde el campo de los derechos sexuales y los derechos repro-
ductivos desafía las presunciones básicas de esa narrativa cultural e ideal de la que
habla Giroux, para crear una nueva racionalidad basada en la persona como sujeto de
derecho, con autonomía y capacidad de decisión ética y política sobre su cuerpo y su
sexualidad.
Del análisis realizado surgieron cuatro ejes para el debate. Para mejor claridad se for-
mulan en forma de preguntas.
1) ¿Se debe encarar la sexualidad dentro de las aulas como eje transversal
de la acción pedagógica?
Estas interrogantes impregnan el enfoque de este trabajo pero excede a sus propósitos
y competencias, responderlas. Ellas mismas son el recorrido necesario para un debate
plural en una sociedad en trasformación, con nuevos desafíos e incertidumbres.
158 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
Algunas preguntas iniciales que parecen obvias, pueden abrir sin embargo, un camino
reflexivo fecundo para abordar la sexualidad desde una perspectiva global y no sólo
como salud sexual.
¿Por qué la “educación sexual” desde una perspectiva secular y plural, ha resultado difí-
cil de implementar en los centros educativos del país?
Para analizar la relación entre sexualidad, identidad y escuela, Debbi Epstein y Richard
Johnson (2000) en “Sexualidades e institución escolar”12 señalan tres conjuntos de argu-
mentos que resultan de utilidad para el análisis.
1. Las escuelas son ámbitos importantes para la producción y regulación de las identi-
dades sexuales. “Por un lado, las escuelas hacen todo lo posible para prohibir las mani-
festaciones de la sexualidad tanto por parte de alumnos como de profesores” (…) “Por
otro lado, y quizá como consecuencia de lo anterior, las manifestaciones de la sexuali-
dad constituyen un importante recurso y una valiosa moneda de cambio en las relacio-
nes diarias de la vida escolar”.
12. Sexualidades e institución escolar. Debbi Epstein, Richard Johnson. Fundación Paideia-La Coruña
y Ediciones MORATA, S, L, Madrid. 2000
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 159
2. “Las formas que tiene la sexualidad de presentarse en las escuelas y los términos en
que se producen las identidades sexuales están fuertemente determinadas por las rela-
ciones de poder entre docentes y discentes, la dinámica del control y la resistencia”.
3. Las escuelas no son los únicos sitios en que se producen las relaciones sexuales u
otras de carácter social. No es posible analizar las sexualidades fuera de una matriz de
relaciones sociales compleja, y por tanto separar las escuelas de otras estructuras
sociales. “Algunas veces estas conexiones son el producto de políticas públicas delibe-
radas y de controles administrativos y legales conscientes. Otras veces se pueden
entender mejor como una continuidad de las formaciones sociales y culturales presen-
tes en el entorno, y otras, se pueden establecer mediante aportaciones perturbadoras
realizadas por los niños o por los adultos”.
Como señalan Stella Cerruti y Renée Behar14, “Los distintos aspectos que a través de
los tiempos estructuraron la sexualidad de hombres y mujeres, han sido celosamente
establecidos y controlados por cada cultura, en un momento y lugar determinado”.
El trabajo de la Psicóloga Silvana Darré, “La educación sexual en el Uruguay del siglo
XX” (2005) ofrece un panorama documentado de los principales debates del siglo en el
terreno de la educación. Este trabajo resulta un punto de referencia ineludible para ubi-
car estos debates en el contexto de la conformación del Estado moderno. A pesar de
que el centro de nuestro trabajo se ubica en los últimos años, resulta interesante referir
el recorrido histórico que realiza Darré. 15
“Si en 1920 el instinto sexual queda ubicado en proximidad con el horror y lo monstruo-
so, a partir de la década de 1930 transita por la senda de la anormalidad y el desvío”.
13. Identidade e diferenca. Tomaz Tadeu da Silva. Editora Vozes 2000. Traducción mía no autorizada.
14. Cerruti Stella, Behar Renée. La travesía de la vida. Una propuesta metodológica en Educación de
la Sexualidad. OPS. OMS. Montevideo, 1997
15. Merece una mención especial la publicación del libro "Políticas de género y discurso pedagógico"
de Silvana Darré (Ediciones Trilce 2005) cuyo capítulo 4 se refiere a la misma temática abordada en
este artículo. En la etapa final de redacción de este capítulo, accedí a la mencionada publicación lo que
permitió chequear la información disponible, así como también poner a dialogar algunas de las infor-
maciones recogidas en las entrevistas realizadas.
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 161
La sexualidad como parte inherente a la vida de las personas y como elemento central
del desarrollo de las identidades, ha encontrado defensores/as dentro del sistema que
han abogado por su abordaje pedagógico, insertos en una multiplicidad de discursos
que abarcan desde la perspectiva del “riesgo” asociados a la emergencia de “problemas”
como el crecimiento del embarazo adolescente, y los peligros de expansión del VIH-
SIDA, a una perspectiva de derechos que interpela la práctica educativa y los modelos
de enseñanza.
El enfoque de “riesgo”, es decir, aquel que prioriza cómo evitar o atender los problemas
emergentes del ejercicio de la sexualidad, en tanto “medicaliza” la sexualidad, también
restringe su abordaje exclusivamente a un componente de prevención.
Entre los años 87 y 88 se realizan cuatro Seminarios-Taller a nivel del país con la parti-
cipación de 200 docentes de los Institutos de Formación Docente.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA)) propició junto con la Facultad
de Medicina de la Universidad de la República y el apoyo técnico de la OPS, un
Programa en Salud Reproductiva para Adolescentes, en el marco del cual se desarrolló
el estudio sobre “Conocimientos, actitudes y prácticas sexuales de los adolescentes en
Montevideo, según clase social y distribución en el espacio urbano”(1992)
“La única respuesta realista parece ser aceptar que las manifestaciones de la sexuali-
dad adolescente ( los valores que acepten y las conductas que adopten) no son una
cuestión médica y que por tanto no será ningún criterio “técnico” el que las modifique, y
que solo cabe comprometerse en la tarea-esa sí sanitaria – de favorecer que la sexua-
lidad se canalice por los carriles mas responsables y menos riesgosos posibles (para los
propios adolescentes y para la comunidad) actuando como educadores y como agentes
de prevención a través de juicios y de conductas profesionales en los que prime la vera-
cidad, la franqueza y el respeto por las opciones ajenas y no la pretensión de imponer
nuestros propios valores a los otros”. (Pons 1993; pp. 24016)
“No creo que el conocimiento de los diferentes métodos anticonceptivos lleve a la libe-
ración sexual, pues sabemos y tenemos datos precisos de que la práctica de la sexua-
lidad juvenil precoz es a lo largo del mundo un hecho consumado” (…) El desconoci-
miento de ellos ( los métodos anticonceptivos) puede llevar a complicaciones como es
el embarazo en la adolescente con consecuencias tales como: una madre soltera o sin
pareja estable, un matrimonio forzado o un aborto provocado con las implicancias que
cada una de estas situaciones puede conllevar a nivel individual y de las familias de
ambos jóvenes”. (María Luisa Banfi, 1993; pp. 24117)
18”
En el artículo de José Portillo “7 prejuicios sobre la adolescencia también se respon-
día a una fuente generadora de discursos adversos aunque en este caso hay una iden-
tificación explícita del origen de los discursos y una valoración acerca de su componen-
te discriminatorio expresado por el prejuicio. El “segundo prejuicio dice: “Los adolescen-
tes son sexualmente precoces, libertinos y promiscuos”.
“Que sean más libertinos y promiscuos (los jóvenes) no está probado. Sí que tengan más
energía y capacidad de disfrute, propio de una mayor resistencia. En todo caso esta afir-
mación de libertinaje y promiscuidad es más que una comprobación científica, una mani-
festación ideológica propia del sistema de valores hegemónicos producto de los grupos
dominantes de la sociedad. Propia de un conjunto de adultos que profesan un doble o tri-
ple discurso, que tienen una ética en el discurso y otra en su praxis. Etica que reconoce
una mujer para el placer y otra para el hogar; ética que disocia la sensualidad y la sexua-
lidad de la relación conyugal. Etica que tiene su origen en la cultura griega y que la Iglesia
Católica y la sociedad industrial consolidan y legitiman. (Portillo, 1993, pp. 14).
Estos debates daban cuenta, por una parte, de la existencia de trabajos y programas
tendientes a crear espacios específicos de acciones hacia los adolescentes que se
daban en diferentes instituciones, y por otro, los matices y diferencias de los enfoques.
Entre los años 1990 y 1995 funcionó a nivel de la Administración Nacional de Educación
Pública (ANEP) un Programa Nacional de Educación de la Sexualidad. Este programa
fue implementado en etapas sucesivas y representó la entrada oficial de la temática a
nivel del sistema educativo.
Con la conformación del nuevo gobierno electo en 1989, se nombraron nuevas autori-
dades para la educación, y en noviembre de 1990 se creó formalmente el “Programa de
Educación de la Sexualidad” a iniciativa del Vice-Presidente del CODICEN, Mstro.
Miguel Bujosa.
“Los ejes del programa define los aspectos positivos de la sexualidad y las considera-
ciones de género involucrados. Participaron en los cursos académicos y académicas del
país, como Teresa Herrera, Hilia Moreira, Fernando Andacht, José Pedro Barrán, etc.
Las personas convocadas desde fuera del sistema son importantes pero desde nuestro
punto de vista son los propios docentes los que tienen que producir el cambio. Pensar
que con ONG que realicen algunos talleres todos los años, es posible producir un cam-
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 165
“(...) Se hace un llamado entre los docentes que habían participado en las jornadas
previas y talleres realizados entre 1988 y 1989, y se hace un proceso de selección
que tiene en cuenta la capacidad de los docentes para innovar metodológicamente,
rompiendo las formas clásicas de la clase para incorporar cuestiones lúdicas y otras
dinámicas de taller. Se realizó un curso y es desde allí que se selecciona un grupo de
educadores multiplicadores. De las evaluaciones realizadas surge la necesidad de
enfocar un trabajo en profundidad en el área de Educación Secundaria. En el 93,
Carmen Barrios estaba a cargo del Programa y se hace una evaluación que determi-
na que este programa es el más exitoso por lo cual se toma la decisión de pasar a
ampliar el programa a nivel curriculuar, trabajando con un programa muy abierto en
los primeros años aunque no con todos los grupos. Paralelamente se había instru-
mentado, con el Programa Nacional de SIDA, cursos a distancia para profesores y
maestros que quisieran enfocar el tema. Allí aparece por supuesto, el tema de la
homosexualidad”.
(...) A través de estos años de estudio, intercambio y reflexión, hemos ido perfilando una
serie de precisiones conceptuales vinculadas a la temática, que constituyen el punto de
partida de este trabajo”. (Se refiere a la propuesta metodológica de Educación de la
Sexualidad).
La investigación realizada por Darré concluye en una valoración del programa y sus
estrategias de implementación: “El énfasis se pone en la necesaria gradualidad de los
procesos. La lentitud que se percibe en algún momento, está unida posiblemente a la
falta de presupuesto, pero también a un modo de intervención que no pretende impo-
nerse desde una posición de autoridad, sino a partir de demandas de formación que se
van produciendo a lo largo del proceso”. (Darré 2005, pp. 129).
19. Stella Cerruti, Renée Behar. La travesía de la vida. Una propuesta metofológica en educación de
la sexualidad. OPS/OMS. Montevideo 1997
20. El Documento aludido es el resultado del grupo de trabajo Insterinstitucional creado en 2002 para
elaborar un Plan Nacional de Educación Sexual.
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 167
Al siguiente año, 1995 y como resultado del proceso electoral nacional, asumieron nue-
vas autoridades en el CODICEN que determinaron el cese del Programa de Educación
de la Sexualidad.
Los argumentos formulados por las nuevas autoridades, fueron de tipo administrativo y
de gestión. El silencio de la comunidad educativa en la defensa del Programa merece
alguna consideración específica. Recordemos que el cese del Programa se produjo en
el contexto de fuertes y polémicos cambios en el sistema educativo, promovidos por la
Reforma Educativa (Reforma Rama).
22
Selva Lopez Chirico describe el clima que se vivía en ese momento; “el tremendo
entrecruzamiento de los discursos que produce el trámite de la reforma educativa, así
como a las formas dispares en que los diversos actores se van incorporando al debate:
ruda en los sindicatos; enigmática, firme y festiva hacia fuera en el movimiento estu-
diantil, (…), ausente en la intelectualidad universitaria productora de conocimiento, que
si se ha planteado el tema educativo no lo manifiesta; desconcertada en las fuerzas polí-
ticas institucionalizadas, aunque mucho más en la izquierda que en las derechas; acti-
va en los medios de comunicación, atentos al “ruido de la calle”, abriéndose progresiva-
mente a las voces que provienen de allí”.
21. Docentes en Acción, era el nombre del grupo de docentes capacitados como multiplicadores del
Programa.
22. Las Paradojas de la Reforma. Selva López Chirico. Cuadernos de Marcha. No 119. Setiembre 1986.
168 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
Las razones y argumentos para la supresión del Programa las explicó la profesora
Carmen Tornaría ex Consejera del CODICEN, en la entrevista realizada:
“Como profesora valoro la orientación del Programa que tenía una orientación concep-
tual correcta. Cuando asumo en el CODICEN el programa no tenía una financiación
genuina y utilizaba 9.000 horas de formación docente. La decisión institucional fue que
esas horas debían volver a Formación Docente y que se debería buscar financiamiento
genuino para el futuro. En ningún momento se formuló un cuestionamiento a los conte-
nidos del Programa. De hecho, otros Programas como el de Informática implementados
de la misma manera, también fueron suspendidos.”
La circulación de un libro elaborado por los docentes del Programa como apoyo docen-
te para su planificada expansión hacia todo el sistema educativo, fue el motivo para la
expresión pública de objeciones sustantivas a sus contenidos y ello abrió dudas acerca
de las verdaderas razones para el cierre del Programa.
En efecto, los contenidos de esta publicación fueron cuestionados por el Vicepresidente del
CODICEN, Dr. Claudio Williman, por contener, desde su visión, “una marcada orientación a
mostrar las diferencias de conducta sexual como un mero hecho cultural, prescindiendo de
otros valores que el comportamiento heterosexual puede incluir y lógicamente incluye”23
Como plantea Guacira Lopes Louro, “el énfasis en el carácter heterosexual podría lle-
varnos a cuestionar su pretendida “naturalidad”. Si la identidad heterosexual fuese, efec-
tivamente, natural (y en contrapartida, la identidad homosexual fuese ilegítima, artificial,
no natural) podríamos plantearnos como interrogante porqué habría tanto empeño para
garantizarla.” (Lopes Louro 1997, pp. 85).
El análisis de este “episodio” remite a considerar el tercer desafío que hemos presenta-
do al principio de este trabajo: ¿En que medida la perspectiva de los derechos sexuales
y reproductivos desafía una concepción hegemónica de concebir las relaciones de géne-
ro y la sexualidad, y los patrones de normalidad?
Darré, se pregunta; “si no hay un saber único y verdadero sobre la sexualidad ¿qué es
lo que podría enseñarse? ¿Habrá implicado este Programa un enfrentamiento con ese
imposible? (Darré 2005; pp. 142)
Podemos plantear como hipótesis que más allá de los programas o actividades especí-
ficas orientadas a una llamada “educación sexual” la interacción escolar, la organización
del currículo, el silencio y la autocensura, funcionan como un poderoso dispositivo peda-
gógico sobre las relaciones de género y la sexualidad. Desde este ángulo, cualquier ini-
ciativa tendiente a un proyecto educativo alternativo que tenga como objetivo promover
la autonomía de los sujetos, la pluralidad de opciones y cuestione la construcción de
identidades desde una perspectiva fija y eterna, requiere una postura más amplia que
implica e interpela al propio proyecto educativo.
A pesar de la aparente inmovilidad, los temas y agendas que movilizan a actores dife-
rentes, continuaron su desarrollo, y sólo cuando emergen como conflicto demuestran
sus contradicciones y sus construcciones discursivas diversas. Es así como, a invitación
del Ministerio de Salud Pública y en particular del Programa Nacional de SIDA, la ANEP
interviene en la elaboración de un libro destinado a adolescentes que cursan 3er. año
del Ciclo Básico.
El libro ¡Escucha, Aprende, Vive! fue editado en el año 2000 y su distribución en los cen-
tros educativos despertó la polémica pública. Es interesante anotar que los contenidos
que abordaba el libro estaban enunciados en los objetivos y alcance de la propuesta
curricular, lo que expresa un cierto tipo de “esquizofrenia colectiva”. Mientras no se des-
arrollaban los contenidos todo parecía “estar en calma” pero alcanzó hacer público un
documento, para que se instalase nuevamente la polémica.
En la investigación realizada por Darré se destacan varias notas de prensa que parecen
contradecir la afirmación de las autoridades de la educación del momento. Por ejemplo
el Diario El País titula: “El manual de Educación Sexual nunca fue distribuido”; y también
días después: “Interrumpen distribución del libro de educación sexual”. Todo parece indi-
car que estas notas iban dirigidas a canalizar y agrupar una corriente de opinión pre-
sente en la sociedad uruguaya. En todo caso, no deja de ser llamativo, considerando el
poder político de las entidades participantes en el proyecto que dio lugar al texto
(Ministerio de Salud Pública - Programa Nacional de SIDA, ANEP, ONUSIDA) que aún
hoy persista la polémica sobre si el libro se distribuyó o no.
cación optaron por eludir el debate público, minimizando o invisibilizando las propias ini-
ciativas implementadas.
Dentro del CODICEN surgieron nuevamente cuestionamientos sobre los mismos temas:
homosexualidad, masturbación y aborto y la alteración del “orden natural” que supone
abrir la puerta a las “opciones” como el verdadero campo de peligro.
Parece necesario hacer referencia, a la manera en cómo circulan los miedos y censuras
en una institución compleja como el sistema educativo, aunque para conocer el tema en
profundidad se requeriría un trabajo de investigación específico. De todas maneras, ha
circulado a nivel de los centros de enseñanza públicos que instituciones educativas
habían sancionado a docentes por realizar actividades vinculadas a educación sexual.
“Debemos asumir la idea y tener el coraje cívico para decir que cuanto más analfabetos
sexuales seamos, cuánto más estemos negando la necesidad de un Plan nacional de
educación sexual y de planificación familiar, más incurriremos en la inmoralidad de dejar
a nuestros niños, niñas y adolescentes en profunda orfandad, en profunda inasistencia,
en profundo abandono”. 25
“Se parte de la convicción de que, si bien se han realizado múltiples esfuerzos y expe-
riencias en y por las distintas instituciones, todas han sido de carácter no formal, cons-
tituyéndose en esfuerzos dispersos, de corta duración y que no han respondido a un
Plan Nacional que en forma sinérgica coordine todos los esfuerzos y se prolongue en el
tiempo. Prueba de ello es que los resultados positivos de una verdadera Educación
Sexual todavía están pendientes, en la medida que se incrementan los números de
embarazos adolescentes, los casamientos forzosos, los abortos y cesáreas en jóvenes
menores de 20 años, las enfermedades de transmisión sexual (entre ellas el VIH-SIDA),
la explotación sexual comercial y no comercial, el abuso infantil, etc, claros indicadores
del estado de analfabetismo sexual que impera en la sociedad uruguaya.
25. Javier Marzano en ¿Qué ciudadanía para qué libertad? Asociación Civil Vida y Educación.
Montevideo 2003, pág 144.
26. Esta Comisión se Instala en el año 2002.
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 173
Este documento fue producto de dos años de trabajo de una comisión interinstitucional,
que tuvo escasa difusión y visibilidad. Las organizaciones civiles y las organizaciones no
gubernamentales vinculadas específicamente a la temática, e incluso aquellas que tení-
an, en ese momento, convenios con el Estado para el desarrollo de tareas educativas,
desconocían los contenidos de la propuesta y no fueron consultadas para su elaboración.
Este trabajo se desarrolló al margen del debate público, como si fuera necesario no agi-
tar demasiado las aguas para evitar el conflicto. Esta especie de estrategia del “silencio”
pone en cuestión el alcance y propósito de la iniciativa.
El recorrido que hemos realizado de las iniciativas anteriores plantea claramente zonas
de conflicto que deben ser abordadas si se quiere avanzar en una propuesta que acu-
mule saberes y experiencias prácticas. De hecho, sabemos poco acerca de lo que suce-
de en las aulas en relación al tratamiento de la sexualidad.
“Con respecto a la respuesta sexual y humana que es integral porque involucra a todos
los aspectos del ser humano, se estudiará haciendo referencia a los aspectos biológi-
cos, destacando que los demás son estrictamente personales, dado que allí se ponen
en juego vivencias, valores personales y socio-culturales y la creatividad propia de cada
individuo, entre otros aspectos. Creemos necesario desmitificar todos los aspectos invo-
lucrados en el tema, dado que aún existen muchos mitos y tabúes en torno a él.”27 te
La búsqueda de refugio en “lo científico” parece ser expresión de los miedos y recelos
fuertemente involucradas en la consideración de la sexualidad, pero más que ello expre-
sa el conflicto de poder con otros discursos en disputa.
La preocupación por una “normalización de los sexos” parece ser una constante y por
ello todos los debates que han acompañado a las iniciativas de integrar la educación de
la sexualidad en la práctica docente, se han centrado en los cuestionamientos a la
homosexualidad como orientación u opción, o a la masturbación. Parecería ser que las
objeciones que, desde el conservadurismo moral, se han realizado, han condicionado a
las autoridades y comunidad educativa en general para llevar adelante seriamente las
iniciativas formuladas.
El Programa de Biología de 3er año del Ciclo Básico ha sido reformulado en el 2005. En
esta reformulación se fundamenta explícitamente la necesidad de superar un enfoque
biologicista de la sexualidad. Dirigido a promover el cuidado de la salud, la Unidad 2 del
programa se titula: La sexualidad humana y la salud sexual.
Define salud sexual de acuerdo a la definición de la OMS como “la integración de los
elementos somáticos, emocionales, intelectuales y sociales del ser sexual por medios
que sean positivamente enriquecedores y que potencien la personalidad, la comunica-
ción y el amor”. 28
No deja de ser llamativo que después de todo el proceso de idas y vueltas de la temáti-
ca, la inserción curricular se haya ubicado en la asignatura de biología y como parte de
un enfoque de salud sexual.
La diferencia entre el programa vigente hasta el 2004 y el reformulado en este año 2005,
supone reconocer una evolución positiva desde el punto de vista conceptual. El
Programa de Biología vigente establece que es a partir: “de las interrogantes, vivencias,
necesidades e intereses del adolescente, destinatario de nuestras acciones, que la pro-
puesta adquiere sentido si se favorece la adquisición de actitudes críticas y reflexivas
que lo conduzcan a optar por las opciones mas saludables. Se entiende que este come-
tido implica un fuerte componente actitudinal y conductual, que resultaría imposible de
lograr solamente con ofrecer información sobre los temas que se abordan”.
Como expresa Tornaría, “las percepciones culturales sobre la sexualidad y las relacio-
nes de género han cambiado sustantivamente en los últimos 15 años en Uruguay”. En
tal sentido, existe una sensibilidad social permeada por nuevos discursos y búsquedas.
30. He tomado este concepto del trabajo "Hacerse hombres, hacerse mujeres. Dispositivos pedagógi-
cos de genero" libro editado por Carlos Ivan García que recoge la experiencia del Proyecto Arco Iris
implementado en Colombia con el objetivo de realizar una mirada transformadora a las relaciones de
genero en la escuela.
176 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
Como expresa Guacira Lopes Louro, “las preguntas, las fantasías las dudas y la expe-
rimentación del placer son remitidas al secreto y a lo privado. A través de múltiples estra-
tegias de disciplinamiento, aprendemos la vergüenza y la culpa, experimentamos la cen-
sura y el control. Creyendo que las cuestiones de la sexualidad son asuntos privados,
dejamos de percibir su dimensión social y política.” (Lopes Louro, 1999, Pág. 27)
Las manifestaciones de afecto entre los varones son objeto de control y vigilancia, por
parte de los pares, las familias, las instituciones. Detrás de ello se expresa el miedo a la
homosexualidad concebida socialmente como peligro. Las concepciones de masculini-
dad serán así construidas con mayor rigidez aún que las de feminidad. La presión sería
mayor para los varones que, a diferencia de las mujeres, a través de su desempeño
sexual deberán garantizar su masculinidad, quedando comprometida por tanto su iden-
tidad de género.
31. Publicación del Comité de los Derechos del Niño y Save de Children. Uruguay 2004
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 177
La desencialización de las identidades nos coloca frente a una perspectiva teórica que
considera los conocimientos, como andamiajes provisorios y sometidos a cuestiona-
miento permanente, y que interpela a los y las docentes e intelectuales en su capaci-
dad crítica y creativa.
Ese desafío supone avanzar desde una perspectiva teórica que problematice las rela-
ciones de género y se proponga su análisis pedagógico en todos los campos educati-
vos, desde la formación docente a la práctica del aula y la investigación educativa, los
libros y el lenguaje y la organización curricular.
178 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
Cerruti S., Behar R. (1997) La travesía de la vida. Una propuesta metodológica en Educación de
la sexualidad. OPS, OMS Montevideo 1997
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Debbi E., Jonson R. (2000) Sexualidades e institución escolar Fundación Paideia -La Coruña y
Ediciones MORATA, S, L, Madrid.
Foucault M. (1977) Historia de la Sexualidad. 1. La voluntad de saber. Siglo XXI Editores, México DF
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género. Siglo del Hombre Editores, Fundación Universidad Central. DIUC. Bogotá.
Lamas M. (1994) “Cuerpo: diferencia sexual y género” En: Debate Feminista , México, DF.
Lopes Louro G. (comp.) (1999) O corpo educado. Ed. Autentica Belo Horizonte.
Portillo J., Martínez J., Banfi M.L. (comp.) (1993) La adolescencia. Facultad de Medicina, FNUAP,
OPS/OMS. Ediciones Banda Oriental. Montevideo
Tenti, E. (1993) “Escuela y política. Formación del ciudadano del año 2002” En: Filmus D, (comp)
¿Para qué sirve la escuela? Ed. Tesis. Bs. As.
En el mismo sentido, Vasilachis de Gialdino (1997) hace una inmejorable síntesis de algu-
nos de los argumentos más importantes que complementan las afirmaciones de Van Dijk:
Allí aparecen las dimensiones ideológicas y de poder que se expresan en la emisión, cir-
culación y distribución de los discursos y que son vehiculizadas por el lenguaje. El mayor
potencial de poder de los medios de comunicación está dado por su capacidad prefor-
mativa por medio del lenguaje. Según el concepto “formación discursiva”, acuñado por
Foucault (1987) el discurso es aquello por lo que y por medio de lo cual se lucha.
Chomsky (1999) apunta que esa contienda ha incidido incluso en la propia naturaleza
de los medios de comunicación en los siguientes aspectos: 1) se pueden registrar cam-
bios en la naturaleza misma de la idea de información, colonizada en la actualidad por
la idea de ‘cobertura instantánea del acontecimiento’; 2) se parte del presupuesto que
‘ver es comprender’, retrotrayéndonos a una epistemología prerracional en la que los
sentidos recobran protagonismo y, 3) prevalece una nueva concepción del ‘tiempo para
el conocimiento’: la instantaneidad; 4) se confunden permanentemente información y
comunicación, simplificándose la complejidad de los discursos y privilegiándose la ima-
gen o el titular por sobre la palabra. Por último, afirma que existe una asimilación del cri-
terio de veracidad informática al criterio de repetición intra e intermedios más que a cri-
terios de rigurosidad y verificación.
Pero pongamos la mira en el objetivo específico: ¿qué pasa con los medios cuando
hablan de sexualidad y de la sexualidad de los/as adolescentes y de los/as jóvenes?
Allí todo se vuelve complejo y escurridizo. Es evidente que aquello que se ve, se escu-
cha o se lee respecto al “terreno de la sexualidad” ha ido transformándose a lo largo de
los años. La conquista de algunos derechos en el ámbito sexual y en el ámbito repro-
184 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
ductivo y la sofisticación de algunos de ellos ha hecho que las fronteras de este campo
se vuelvan más lábiles; los actores con responsabilidad en la materia –por presencia o
por ausencia- se han ido redefiniendo. Pero sobre todo, son los saberes y las creencias
los que han quedado en jaque de forma cada vez más vertiginosa una y otra vez.
Estos cambios son lo que Giddens llamó la aparición de una “sexualidad plástica sepa-
rada de su integración ancestral con la reproducción, el parentesco, las generaciones,
(…) condición previa de la revolución sexual de las pasadas décadas. Para la mayoría
de las mujeres, en la mayoría de las culturas y en todos los períodos de la historia, el
placer sexual, allí donde era posible, estaba ligado intrínsecamente al miedo a los emba-
razos repetidos, y por tanto, a la muerte, dada la proporción sustancial de mujeres que
perecían de parto y las elevadas tasas de mortalidad infantil que se producían. La rup-
tura de todas estas relaciones fue así un fenómeno con implicaciones muy radicales”.3
Los medios de comunicación tienen mucho que ver con la velocidad contemporánea en
la que se han producido estos cambios culturales –en otras épocas más sosegados– y
con los paradigmas para su interpretación. Sin embargo, éstos no siempre pueden
acompañar la cantidad de la información que producen y hacen circular con la calidad
de su producto. Ni siempre, actúan “concientes” de su dimensión pedagógica, o de su
responsabilidad social – de medios y comunicadores- con la ciudadanía en su conjunto.
Pero, ¿qué garantía existe de que esa circularidad no se vuelva impenetrable y restric-
tiva? Una posibilidad quizás sea que la mayor cantidad de discursos, la mayor cantidad
de voces y contrapuntos sean incluidos; que los proveedores de saberes prácticos sean
diversos y contemplen las diferencias deconstruyendo los estereotipos.
Margulis, quizás sea el ejemplo más evidente de que esto es así: “(…) las imágenes de
la juventud, construidas y sancionadas por los medios, han ido configurando los íconos
del cuerpo legítimo, constituido en una de las principales mercancías publicitarias. El
cuerpo legítimo se convirtió en auxiliar casi indispensable para la imposición de toda
clase de productos y, a su vez, fue ampliando sus horizontes y adquiriendo nuevas liber-
tades, tanto en los contenidos sexualmente provocadores de los mensajes como en la
ampliación de la noción de legitimidad.5
Pero, ¿esto es suficiente para decir que los medios hablan de y hacen hablar a los/as
adolescentes y jóvenes? Seguramente no. Esta presencia homogeneizante de los acto-
res deja por el camino las diferentes formas de ser joven, las diferentes formas de vivir
ese período de la vida, las diferentes condiciones en las que esos/as distintos/as jóve-
nes viven o pueden vivir, decidir sobre sus proyectos vitales; su acceso diferencial a la
información y al ejercicio de sus derechos. Y, por supuesto, las distintas formas de expe-
rimentar su sexualidad, de legitimar sus relaciones, de manejar los códigos, las costum-
bres, definir sus lugares de encuentro e incorporar o resistir los mandatos culturales que
les son legados.
¿Son los medios de prensa escrita en Uruguay capaces de tomar ese desafío?
Relevar y analizar la producción de los medios de prensa escrita sobre temas de sexua-
lidad en adolescentes y jóvenes requirió de la elaboración de una estrategia de bús-
queda, así como de la definición de criterios de codificación, clasificación y sistemati-
zación de la información.6
5. Idem anterior. p. 27
6. Una vez definidos los criterios de muestreo, el relevamiento y registro de los cuatro medios de pren-
sa fue realizado por la Psic. Leticia Benedet y la Psic. Valeria Ramos, integrantes del equipo de inves-
tigación. El ingreso de información en las planillas diseñadas para la sistematización de la información
fue realizado por la Br. Victoria Bugallo para los semanarios y por la Br. Giselle Amado para los diarios.
186 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
No fueron incluidas dentro de estas categorías algunas otras dimensiones como por
ejemplo, aquellas referidas a deseo, placer, amor y sexualidad, etc. En esta oportunidad
estas dimensiones - que hacen a la cultura, a los hábitos, usos, creencias e ideología de
una sociedad- fueron desatendidas debido a su vastedad y a sus derivas analíticas.
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 187
Los años de relevamiento de los semanarios y diarios son los comprendidos entre los
años 1996 y 2004. En ese período de 9 años respondiendo a una serie de criterios se
tomaron 5 años como de “relevamiento clave” (1996, 2000, 2002, 2003 y 2004), y otros
dos años de “relevamiento de control”: 1998 y 2001. De todo el período quedaron fuera
del relevamiento los años 1997 y 1999.
Los años clave fueron definidos por los hechos de contexto social, normativo y legislati-
vo bajo el entendido que existe una correlación fuerte entre los acontecimientos socia-
les y aquellos que los medios de comunicación producen.
Por su parte, el incluir años que llamamos “de control”, buscó realizar un relevamiento
menos exhaustivo, pero que permitiera contar con un sondeo de cobertura de prensa
según las categorías incluidas para el relevamiento y análisis, en tiempos menos prolí-
ficos en la definición de políticas públicas relacionadas al “campo de la sexualidad” y los
debates generados en torno al mismo.
Tanto para los años clave como para los años de control, se elaboraron pautas de
muestreo que privilegiaron el criterio extensivo por sobre una búsqueda más concentra-
da, que relevara la totalidad de los números pero durante menor cantidad de meses. La
extensividad del relevamiento en los años clave, consistió en una búsqueda de enero a
diciembre durante los 5 años: 1996, 2000, 2002, 2003 y 2004.
En el caso de las publicaciones semanales se relevaron dos números por mes, tanto
en Brecha como en Búsqueda. Para que la extensividad de la búsqueda cumpliera
además con algunos criterios de aleatoriedad, los dos números mensuales seleccio-
nados para el relevamiento fueron alternándose a lo largo del año. Si en enero se
tomó el primer y tercer semanario; en el mes de febrero se tomó la segunda y la cuar-
ta publicación, y así sucesivamente a lo largo del año. Para los años de control (1998
y 2001), se tomaron los mismos criterios de aleatoriedad para tres -abril, agosto y
diciembre- de los 12 meses.
Cumpliendo estas pautas, de los 480 números publicados por ambos semanarios en los
5 años clave, el equipo relevó 240 números: 48 números por año por publicación, lo que
significa 120 números de Brecha y 120 números de Búsqueda relevados y analizados.
Esto significa un 50% de números relevados en el total de editados en estos 5 años.
Para los años de control, de los 192 se registraron 6 números por año por publicación,
lo que se traduce en 12 números de Brecha y 12 números de Búsqueda en los dos años
188 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
definidos. Esto significa el relevamiento del 12,5% de los números editados en los años
1998 y 2001.
El equipo relevó un total de 1056 diarios: 528 de El País y 528 números de La República,
96 números por año por publicación durante los años clave. Para los años de control, se
relevaron 24 números de El País y 24 números de La República por año, sumando un
total de 96 números de los dos diarios en los años 1998 y 2001. En los años clave los
números relevados significan el 28% del total de números publicados por cada diario
(1680 números7).
En el caso de La República, en los años que por criterio de muestreo los números
seleccionados incluyeran el Suplemento La República de las Mujeres, éste fue inclui-
do en el relevamiento y análisis como parte del número seleccionado. Esto sucede en
los años 1996, 2000 y 2004 en que La República de las Mujeres fue publicado los días
domingo.
7. No se toma en cuenta los días que por diferentes motivos, por ejemplo, Día del Canillita, el diario no
haya sido publicado.
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 189
Dentro de los números incluidos en las muestras de los semanarios y diarios, el releva-
miento de las notas que articulan las temáticas “sexualidad” y “adolescencia y juventud”
se realizó a través de una pauta diseñada a tales efectos.
En esta pauta de registro, se incluyeron variables descriptivas de los artículos, así como
–entre otras cuestiones- el registro de los titulares, de la incorporación de imágenes ilus-
trativas de la nota, y una breve síntesis de la misma. De la información sistematizada se
desprende el análisis tanto cuantitativo como cualitativo de la información.
Algunos datos
Entre los años 1996 y 2004 fueron relevados 132 números de Brecha. En los años con-
siderados “claves” para la investigación, se relevaron 24 números por año mientras que
en los años llamados, “de control”, los números fueron 6.
Entre los 132 números relevados se registraron 6 notas con la articulación temática. Por
su parte, las notas que hacen referencia a sexualidad y a las dimensiones incluidas en
esta temática general, pero que no refieren ni a adolescentes ni a jóvenes, suman un
total de 21.
Las 6 notas que articulan la temática refieren sólo a dos de las categorías propuestas
por la investigación. Si bien en las narraciones puede reconocerse la presencia de más
de un tópico, cuatro de ellas son sobre embarazo en la adolescencia y las otras 2 son
sobre violencia y abuso sexual.
En el caso de Brecha, la totalidad de los artículos incluye algún tipo de imagen. De las
6 notas, 5 de ellas incorporan fotografías. Estos artículos relevados son ampliamente
ilustrados por imágenes, incluyendo un promedio de 2 imágenes –fotografías u otro tipo
de símbolos– por artículo.
Por otra parte, de los 21 artículos encontrados con referencia a la temática “sexualidad”
sin mención explícita a “adolescentes y jóvenes”, 19 son notas y sólo 1 de ellas es una
entrevista a un médico sobre VIH-SIDA.
190 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
Los temas abordados en estos artículos son en 8 ocasiones la temática de aborto. Los
otros temas son: orientación sexual, en 5 artículos se escribe sobre este asunto; en 3
sobre sexualidad; en 2 sobre VIH-SIDA y un último artículo versa sobre reproducción,
más concretamente sobre inseminación artificial.
En cuanto a las secciones del semanario en las que están distribuidos los artículos rele-
vados, 5 de ellos están ubicados en la sección Sociedad, 2 en Cultura y sociedad, otros
4 en espacios periodísticos que incluyen notas breves en forma de miscelánea: Como
en botica, Puntos cardinales y Cuatro esquinas. Por último, uno de los artículos –infor-
me sobre VIH-SIDA aparece en la sección especial La lupa. En el caso de este sema-
nario, por su propio diseño periodístico, no es sencillo rastrear la lógica de distribución
de los artículos.
8. Dos jóvenes estudiantes del Instituto Sacerdotal "Cristo Rey" fueron expulsados de la institución
debido a su orientación sexual. Alegando que los jóvenes tenían tendencias homosexuales se les pro-
hibió continuar con sus estudios.
9. Los artículos relevados hacen referencia a las controversias generadas por un caso de discriminación
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 191
y varones. Otros tres artículos están incluidos en la sección Salud: éstos refieren a VIH
– SIDA, anticoncepción y sexualidad en adolescentes mujeres y varones. Por último, la
sección Salud y Sexualidad incorpora las categorías referidas a educación sexual,
sexualidad en adolescentes mujeres y varones, anticoncepción y aborto.
Las temáticas abordadas por estos 58 artículos son: en 13 ocasiones aparece el tema
aborto, en 12 VIH-SIDA, en 8 sexualidad, en 4 educación sexual y anticoncepción res-
pectivamente, en 3 orientación sexual y en 7 ocasiones temas relacionados con el
embarazo, la maternidad, el parto y la lactancia materna.
En relación a las imágenes, como ya anotáramos, Búsqueda muestra criterios bien mar-
cados de ilustración. De los 27 artículos que cuentan con alguna ilustración, 15 de ellos
incluyen retratos dibujados. Es interesante notar que entre las personas retratadas 4 son
autoridades de la Iglesia Católica; 4 profesionales –sobre todo médicos– expertos o rela-
cionados con la temática; 3 son retratos de políticos, 2 de autoridades de la Universidad
de una adolescente de 14 años por parte de un colegio confesional por el hecho de estar embaraza-
da. Lo sucedido en el colegio católico Divina Pastora en el año 2003 puede considerarse como un
"caso" por lo menos por dos razones. Por un lado, se transformó en un fenómeno de seguimiento perio-
dístico. Distintos medios de comunicación: televisión –fundamentalmente noticieros– radio y prensa
escrita se hicieron eco de lo sucedido, transformándose, a su vez, en un caso detonante para la dis-
cusión de temas relacionados, por ejemplo, la presentación de un proyecto de ley de prevención del
embarazo adolescente. Pero también podría decirse que la cobertura de aquel acontecimiento podría
ser visto como un típico estudio de caso en el sentido más metodológico del abordaje.
192 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
Un dato a destacar en el caso de Búsqueda es que dado que la publicación cuenta con
secciones muy definidas, la ubicación del artículo en el semanario está dado no tanto
por la temática que se aborda sino por quién “está invitado” a hablar en la narración
Entre los años 1996 y 2004 fueron relevados 528 números de El País. En los años
clave, se relevaron 96 números por año mientras que en los años de control los núme-
ros fueron 24 por cada año.
Entre los 528 números relevados se registraron 41 notas con la articulación temática.
Por su parte, las notas que hacen referencia a sexualidad y a las dimensiones incluidas
en esta temática general, pero que no refieren ni a adolescentes ni a jóvenes, suman un
total de 130. La cifra de 171 artículos evidencia la producción escrita en relación a la
temática “sexualidad” en los números de El País seleccionados.
Los artículos están incluidos en muy diversas secciones: 7 artículos aparecen en la sección
Policial, todos ellos referidos a casos de abuso y violación; 6 en la sección Ciudades, 5 en
Internacionales –acusación de abuso sexual a Michael Jackson10– y otras 5 en Información.
Las restantes se ubican en pequeños números en los lugares más diversos de la publica-
ción (Último momento, Nacional, Primera, Segunda, Tercera y Cuarta Sección).
Solamente 4 de estos artículos son entrevistas. El resto de los artículos (37) son notas.
En el caso de los artículos que no refieren a población adolescente o joven, entre los
años 1996 y 2004, 36 refieren a Violencia y Abuso Sexual -mayoritariamente al caso
10. El cantante Michael Jackson acaparó la atención de los medios de comunicación durante varios
años debido a las denuncias que se le realizaran por abuso de menores. La cobertura de estos hechos
estuvo cargada de sensacionalismo, espectacularidad y morbo.
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 193
Entre los años 1996 y 2004 fueron relevados 528 números de La República. Al igual que
para El País, en los años clave, se relevaron 96 números por año mientras que en los
años de control los números de este diario fueron 24 cada año.
Entre los 528 números relevados se registraron 35 notas con la articulación temática.
Por su parte, las notas que hacen referencia a sexualidad y a las dimensiones incluidas
en esta temática general, pero que no refieren ni a adolescentes ni a jóvenes, suman un
total de 92. Debe notarse que estas cifras incluyen los artículos publicados por el
Suplemento La República de las Mujeres. Si sumamos ambos datos tenemos la cifra de
127 artículos que evidencia la producción escrita en relación a la temática “sexualidad”
en los números de La República.
Debe notarse que de las 35 notas, 13 de ellas (el 37%) aparecen publicadas en el
Suplemento La República de las Mujeres, 6 en la sección Justicia que en otras publica-
ciones se corresponde con la sección Policiales. Los artículos incluidos en esta sección
tratan temas como Abuso, Violación y 1 sobre Sida.
Solamente 2 de estos artículos son entrevistas. El resto de los artículos (33) son notas.
Entre los años 1996 y 2004, 29 artículos hacen referencia a la temática Aborto; 18 a VIH-
SIDA; 9 a Sexualidad en mujeres y varones; 8 a orientación sexual; 8 a Políticas y servi-
11. El caso Clinton – Lewinsky fue paradigmático para la discusión acerca de los límites entre la vida
pública y la vida privada en relación a los derechos de información y expresión y a la responsabilidad
social de los medios de comunicación.
194 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
Como dijera Michel Foucault (1987): “el discurso transporta y produce poder, lo refuer-
za pero también lo mina, lo expone, lo torna frágil y permite detenerlo”. En este punto,
intentaremos dar cuenta de estas cuestiones ordenadas temáticamente a través de una
serie de dimensiones.
No hay duda que una de las primeras metas de los medios es incorporar la mayor
cantidad de personas posibles a la lista de sus escuchas, televidentes o lectores. No
hay duda que sin cumplir mínimamente ese objetivo, éstos no podrían sobrevivir a
los avatares del mercado. Sin embargo, la naturaleza del público para el que produ-
cen es muy heterogénea, los propios medios conocen ese dato con detalle, a través
de los estudios de mercado. Pero en líneas generales, puede decirse –incluso obser-
vando experiencias propias y cercanas– que el público no suele ser fiel seguidor de
un solo medio, ni todos los consumen con igual regularidad, ni todos consumen dis-
tintos medios a la vez. Por estos motivos podría pensarse que la situación ideal de un
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 195
Hay claves con distinta implicancia para que esto suceda (nivel cultural del lector, mane-
jo de información de trasfondo, capacidad de discernimiento, capacidad crítica, acceso
a fuentes alternativas, etc.) pero indudablemente, algunas están directamente asociadas
a las características propias de la narración producida por el/la periodista y por el medio
de comunicación.
Entre los artículos relevados en los semanarios, contamos con el ejemplo de cómo fun-
ciona para el lector una nota poco contextualizada y otra que permite recomponer –aún
pasado el tiempo– el acontecimiento relatado.
“A partir de este mes, cerca de 40 mil alumnos de tercer año del ciclo básico de secun-
daria y de la UTU tendrán, además del libro de Biología, un texto que les permitirá pro-
fundizar en el conocimiento de su sexualidad y aprender a prevenir el Sida, lo que cons-
tituye una experiencia inédita después de sucesivos y frustrados intentos realizados en
los últimos años para introducir el tema en los planes de estudio de la Administración
nacional de Educación Pública…”
No puede afirmarse que los ejemplos se mantengan de la misma forma para todo lo rele-
vado sobre sexualidad en adolescentes en ambos semanarios, pero sí podría decirse
que los diferentes estilos, uno más ensayístico y más editorializado (Brecha) y otro más
tecnocrático (Búsqueda), marcan diferencias entre las producciones periodísticas.
En cualquier caso, lo cierto es que cualquier tema sobre “sexualidad” abordado de forma
más contextualizada -como sucede con cualquier otro tema- permite al lector hacerse de
información retroactiva, recomponer los antecedentes, saber “dónde está parado” res-
pecto a la resolución del caso. Permite además, contar con mayor cantidad de elemen-
tos para que el lector forme su propio juicio y evalúe la importancia relativa que tiene
esta información para su propia vida. La importancia de la contextualización de la noti-
cia, es independiente incluso de la disposición del medio de prensa a realizar el “segui-
miento” cotidiano de la noticia y de que la narración dé cuenta del inicio, desarrollo y
resolución del acontecimiento.
diferentes organismos intentan iniciar proyectos acotados que aborden el tema…” (El
País, 18 de julio de 2004)
Entre la producción periodística relevada, surge una diferencia importante entre los
artículos presentados como cobertura de noticia y aquellos que se presentan como
informes. En general, los informes compilan una serie de artículos en los que se enca-
ra el tema desde distintos ángulos o atendiendo a las distintas dimensiones del pro-
blema. El informe de Brecha del 21 de enero de 2000 sobre maternidad en adoles-
centes es un ejemplo claro de este formato. El Informe, cuenta con una narración
introductoria que no está firmada por ninguno de los periodistas que participan en las
distintas notas. Se expone la conexión existente entre realidad social e interés perio-
dístico y se justifica argumentativamente el tratamiento especial del tema. El Informe
cuenta además con recuadros sobre puntos específicos de la temática que, o bien
merecen un tratamiento aparte, o bien, son “pastillas informativas” ilustrativas que
complementan la narración central.
Por otro lado, se encuentran las producciones periodísticas estándar, incluidas en todos
los medios de prensa escrita –semanarios y diarios– aunque con mayor preponderancia
en las ediciones de prensa escrita diaria, ya que los informes relevados en los diarios
analizados aparecían en los suplementos de La República –La República de las Mujeres
y Comunidad– y no en el cuerpo central de la publicación.
12. Van Dijk, T: "La noticia como discurso. Comprensión, estructura y producción de la información". pp.
22, 125 y 127.
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 199
Búsqueda, 18 de setiembre de 2003: “Durante todas las semanas las policlínicas del
MSP y de la IMM atenderán e informarán especialmente a los adolescentes. La ubica-
ción y horarios de esos centros de salud se puede obtener a través del 0800 2104 y
0800 3832”
La República, 11 de junio de 2003: “…señaló que no existe límite para su ingestión (las
píldoras anticonceptivas de emergencia). Es decir que se puede utilizar varias veces al
mes. “Enfatizamos que no sirve como método regular porque, en primer lugar, no son
tan efectivas como las pastillas anticonceptivas que deben tomarse diariamente…Pero
no tiene efectos nocivos…”.
“…la mitad de esa madres viven solas, y a su vez el 8.3 por ciento de las mismas tiene
menos de 15 años, presentan un peso por debajo del establecido para esa edad y care-
cen de formación educativa…” (La República, 11 de junio de 2003).
Búsqueda, 21 de febrero de 2002: el artículo que comenta el folleto del INJU “Cuidarte
es quererte” sobre sexualidad y anticoncepción es un buen ejemplo de nota con alta
concentración de información: se contextualiza la pertinencia de la aparición de este
folleto explicativo (los temas sobre los que consultan más los adolescentes son: anti-
concepción, relaciones sexuales en general, primeras experiencias y masturbación);
informa sobre los lugares en los que estará a disposición el folleto. El título del artículo
es fiel a las características informativas del artículo: Sexualidad y anticoncepción en
folleto del INJU.
Búsqueda, 18 de mayo de 2000: “(el libro para educación sexual) no muestra los consabi-
dos dibujos de los atlas de anatomía, sino discretas fotos de desnudos en las cuales cual-
quier varón o mujer se puede reconocer, (el libro) tiene dibujos e ilustraciones en que, con
cierto humor, se representan situaciones habituales en cualquier casa donde haya jóvenes
mayores de 14 años para arriba y en páginas en blanco estratégicamente ubicadas los
destinatarios pueden escribir, dejar volar la imaginación y responder preguntas”.
nacionales, con información nacional y con los servicios que existen relacionados a
la temática.
“…a veces son las propias instituciones educativas las que expulsan a las liceales
embarazadas, para que no “cunda el ejemplo”. Tal la situación de una joven de la pro-
vincia argentina de Formosa, que conmovió recientemente a la sociedad del vecino país.
En Chile, una nueva ley declara expresamente que el embarazo no es impedimento para
permanecer en los establecimientos escolares. En el sistema público uruguayo, desde
el año pasado una resolución del Codicen establece un régimen especial de control de
asistencias y de apoyo para liceales embarazadas y puérperas” (La República, 4 de
junio de 2000).
“Los médicos que reciban consultas de adolescentes sobre cuidados para prevenir
embarazos deberán “difundir” y “enseñar” junto con los métodos anticonceptivos tradi-
cionales, las píldoras de emergencia, que reducen 75% el riesgo de gravidez cuando se
utilizan el primeras 72 horas después de la relación sexual”
La República de las Mujeres, 11 de agosto de 1996: este artículo informa la temática del
embarazo adolescente y el tratamiento que sobre este tema se realizara en la Junta
Departamental de Canelones, a iniciativa de dos edilas de la Junta. La Junta Depar-
tamental de San José aprobó por unanimidad la moción de las edilas en la que se soli-
cita “…analice el tema y vea la forma de establecer contactos con instituciones o perso-
nas que puedan asesorar y colaborar, así como al Ministerio de Salud Pública y a los
tres diputados departamentales…”.
202 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
Discurso e ideología
Por otra parte, los temas más controversiales suelen ser los más propicios para introdu-
cir componentes ideológicos en el discurso periodístico. La discusión sobre la regulación
de la práctica del aborto, es quizás el ejemplo más paradigmático de esta anotación.
“…la población más pobre no piensa tanto en la posibilidad de abortar, acepta más rápi-
do a la adolescente embarazada. Otra cosa sucede en la clase media, donde al existir
otros códigos todo se vuelve mucho más conflictivo…”. (Brecha, 21 de enero de 2000).
Otra característica relevada en los medios analizados, es la del sexismo como ideolo-
gía. Si bien en este sentido los artículos incluidos en La República de las mujeres son la
excepción, en varias narraciones de los cuatro medios de prensa aparece un tratamien-
to naturalizado de los roles adjudicados tradicionalmente a hombres y mujeres. Este tra-
tamiento se aplica tanto para el mundo adulto como en referencia a los y las adoles-
centes. En relación a la sexualidad y a su ejercicio, un indicador ilustrativo de esta
ideología sexista es la distribución que proponen las narraciones de las “responsabili-
dades sociales y personales” de las acciones de los sujetos dependiendo si éstos son
hombres o mujeres. Y a esta distribución de responsabilidades se le añade la distribu-
ción de la culpabilidad por los “problemas generados” en caso de no haber respondido
a la “responsabilidad socialmente esperada según sexo”.
“Eran tres jóvenes, una mujer y dos hombres. Conversaban amigablemente en la sala
de espera sin más tensiones que las que suelen contagiar los hospitales. Había una
13. Op.cit. p. 83
204 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
buena razón. “Queremos saber quién de nosotros dos es el padre”, dijo uno de los
hombres. La mujer seguramente asintió con la cabeza. Como buenos camaradas los
tres sonrieron por la cara de sorpresa del funcionario. Ningún juez los había llevado
hasta allí. Enterada del embarazo, ella le había hecho saber a ambos caballeros –que
también se conocían entre sí- que uno de ellos era el poseedor del billete de lotería
(…) En Buenos Aires, en uno de cada cuatro estudios de ADN la mujer se equivoca de
padre o el hombre tiene razón en haber dudado, según un estudio del Centro Argentino
de Inmunogenética realizado entre 1996 y 2002”.
“A la carga de miedos y de riesgos reales a las que se ven sometidas estas mujeres (con
VIH), se agrega el sentimiento de culpa que suele acompañarlas durante y después del
embarazo, explicó la educadora comunitaria Lisset Collazo, que trabaja en temas rela-
cionados al Sida hace 11 años (…) “La madre con VIH se siente culpable y maneja todos
los sentimientos que se movilizan normalmente después del embarazo, pero con la con-
ciencia plena de que le puede transmitir el virus a su hijo” dijo Collazo” (El País, 29 de
junio de 2003).
Entre los artículos analizados aparecen estos dos tipos de narradores: el que se pre-
senta como relevador de información y “aparece” en la nota tejiendo el texto, seleccio-
nando la información y buscando a los informantes, pero no necesariamente aparece
como autor. La autoría no se presenta como dato importante para quien lee, sino que el
protagonismo lo tiene fundamentalmente la publicación en su conjunto. Es el caso de
muchos de los artículos de Búsqueda que son publicados sin firma de periodista. Y está
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 205
el otro tipo de narrador, el que editorializa sobre el tema que va a abordar, incorpora con-
sideraciones personales a la narración, etc.
Los artículos de Búsqueda que hablan sobre sexualidad en adolescentes, como ya diji-
mos, son más impersonales, incluyen más tecnicismos y la posición que busca el narra-
dor es la de articulador de voces, sobre todo, institucionales y de especialistas. Las
entrevistas seleccionadas en Búsqueda son un ejemplo claro de este estilo. En general,
el periodista realiza las preguntas, no emite opiniones y las preguntas aparentemente
surgen con orden preestablecido.
Por otro lado, está el otro tipo de narrador, el que editorializa sobre el tema que va a
abordar, incorpora consideraciones personales a la narración, etc.
Los artículos de Brecha tienen un tono más ensayístico, y más descontraído y el narra-
dor parece estar más involucrado con el mundo que narra. Incluso, por momentos esto
puede distraer la atención sobre qué información es la sustantiva. Este es el caso de una
entrevista aparecida en Brecha el 19 de marzo de 2004. La entrevistada, en el medio de
su argumentación sobre las situaciones de violencia sexual, deja planteadas al lector
algunas preguntas, sin embargo, la periodista no deja que el lector las conteste o que
las incorpore como inquietud, sino que las responde, hace su propio diagnóstico y rea-
liza disquisiciones sobre el tema. Es así que, por momentos se vuelve confuso saber
quien es la entrevistada o quien “posee” el saber que importa al lector.
(Entrevistada)- “…la pregunta que podríamos hacernos es: por qué los sec-
tores más pobres y marginales tienen mayor tendencia a incorporar con-
ductas compulsivas autodestructivas?”
(Periodista) – Eso es muy fácil de entender. La vida en los márgenes…sabe-
mos lo que es”.
(E) – Si, indudablemente hay mucho menor aprecio a la vida, menos auto-
estima yoica.
(P) -No te podés bañar con agua caliente, no podés satisfacer toda tu ham-
bre, no podés dormir en un cuarto que sea sólo tuyo…”
Recién al final del diálogo la periodista hace una pregunta que permite esclarecer e infor-
mar sobre algunos conceptos de uso corriente y que, en general, los medios manejan
con bastante confusión. En esta brevísima parte de la nota, casi como un “desperdicio
informativo”, se puede percibir una intención sustancialmente informativa y pedagógica.
“(P.) Creo que vos hiciste algún trabajo sobre la diferencia entre excusa y justificación
(sobre abuso sexual).” (Brecha, 19 de marzo 2004)
En este párrafo la periodista hace referencia al conocimiento personal que tiene de los
trabajos anteriores de la entrevistada y se ubica en el lugar de par en el manejo de la
información con la protagonista, pero no “comparte” con el lector esos conocimientos.
Por último, en el caso de los artículos de los diarios, el tipo de narrador que aparece en
cada una de las publicaciones –La República y El País– es menos tipificable que los
narradores de los semanarios. En líneas generales, el “narrador objetivo” y el “narrador
subjetivo” aparecen de forma alternada en ambas publicaciones.
Estilo de relato
Los estilos de narración pueden clasificarse como “directo” o “indirecto”. “De acuerdo
con Verdín Díaz (1979), el estilo directo es la incorporación del coloquio a la narración
mediante la transcripción literal, sea por medio de una pausa traducida ortográficamen-
te por dos puntos o por medio de fórmulas de introducción como, por ejemplo, “dijo”,
“afirmó”. Este estilo que tiene carácter vivencial y por el cual se intenta representar la
situación de habla de la manera más real y concreta posible, se diferencia del estilo indi-
recto porque en éste el coloquio se incorpora al texto mediante una subordinación sin-
táctica más fuerte, establecida por medio de nexos y correspondencias verbales”.14
Aunque el estilo del relato guarda fuerte asociación con el tipo narrador -el “narrador
objetivo” tiende a usar más el estilo de narración directo y el “narrador subjetivo” tiende
a usar un estilo más indirecto- entre los artículos relevados de ambos semanarios inde-
pendientemente de las ubicaciones tendenciales de los narradores el estilo predomi-
nante en la mayoría de las notas es el directo.
El director de la División Miguel Fernández Galeano dijo a BRECHA que “hay que
encontrar la forma de….” Para llevar adelante estas ideas continuó Fernández, “la divi-
sión Salud….”. (Brecha, 21 de enero de 2000).
“De acuerdo con…muchos jóvenes consideran que los familiares no son buenas fuen-
tes de información…”
“La primera fuente a la que recuerdan los jóvenes son los amigos, coincidieron la gine-
cóloga y la sexóloga…”. (Búsqueda, 18 de marzo de 2004)
En los diarios aunque la presencia de los expertos y las voces institucionales están pre-
sentes en muchos de los artículos analizados, su incorporación a la narración no siem-
pre se realiza dando la palabra a los opinantes. En el mismo sentido, el entrecomillado
es un recurso relativamente menos frecuente que en el caso de los semanarios, y quien
toma la palabra de la persona consultada es el propio periodista, en ocasiones, confun-
diendo al lector sobre la autoría del comentario u opinión:
“(Roberto) Sergio advirtió que para una porción importante de estas jóvenes –sobre todo
las mayores de 15 años- la maternidad es una elección voluntaria. “Para muchas de
ellas, su proyecto de vida es ser madres, formar una familia, porque no tienen otras
cosas a las que aspirar. Y eso es un derecho que no les podemos quitar, aunque lo ideal
sería que esperaran a tener una edad más apropiada”.
Como muchas de estas jóvenes abandonan los estudios, y su escasa capacitación les
hace difícil conseguir un trabajo bien remunerado, la maternidad adolescente también
conspira contra el desempeño futuro de sus hijos, que crecen en hogares de bajo “clima
educativo” y escaso nivel de ingresos, reproduciendo el ciclo de la pobreza. (El País, 20
de agosto, 2003)
Como se aprecia en estos párrafos, no hay una delimitación clara de la autoría de las
opiniones. Mientras que en el primer párrafo se registra claramente la opinión del médi-
208 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
Si acordamos que los paradigmas argumentativos son marcos que delimitan las dife-
rentes formas en que los hablantes representan discursivamente la realidad, y que una
forma de comprender los paradigmas argumentativos e interpretativos es reconstruyen-
do las cadenas semánticas de los discursos, vemos que en el material periodístico rele-
vado existen algunas tendencias y regularidades que pueden reconocerse en relación a
la articulación temática entre sexualidad, adolescencia y juventud.
En los artículos analizados, aparecen las ideas de problema, riesgo, peligrosidad, caren-
cia, dolencia y responsabilidad social, en las cadenas de equivalencia asociadas a la
sexualidad adolescente y juvenil.
“Pero una inquietud que, antes de ser estado de malestar o de mésaise (desasosie-
go)…que puede “capturar” a la vida en una parálisis total, invirtiendo el amor por la vida
en deseo de nada, es una actividad potente y fecunda. La inquietud es en primer lugar
una fuerza activa, es decir la inversa (como lo aclara también la etimología) de una quie-
tud o reposo…el adolescente no desea descansar en paz! Y su actividad “sin objeto”,
lejos de ser negativa y condenable, es la dinámica misma del ser en su afirmación pro-
ductiva y constitutiva”.15
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 209
Bajo el subtítulo Relaciones muy peligrosas, en una nota de El País del 14 de mayo de
2000 se afirma: “El comienzo de la vida sexual de las jovencitas en 1969 era a los 17
años y en la actualidad se produce a los 15…Casi un cuarto de los encuestados en un
reciente estudio, dijo que llegó a la relación sexual por impulso, hecho que los expone a
un mayor riesgo de adquirir enfermedades de transmisión sexual y al embarazo no
deseado”.
15. Bove, L: La adolescencia indefinida del mundo en Le Breton, D.: La adolescencia bajo riesgo. p. 151
210 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
Bajo el subtítulo: “No creen en los políticos. No tienen modelos. Muchos no estudian ni
trabajan. Son hijos de un país en crisis. Y su futuro es también el de Uruguay” un artí-
culo de El País del 20 de agosto de 2003 afirma:
“Como muchas de estas jóvenes abandonan los estudios, y su escasa capacitación les
hace difícil conseguir un trabajo bien remunerado, la maternidad adolescente también
conspira contra el desempeño futuro de sus hijos, que crecen en hogares de bajo “clima
educativo” y escaso nivel de ingresos, reproduciendo el ciclo de la pobreza…”
Para completar el panorama es vital prestar atención a algunas de las cadenas semán-
ticas causales que, amplificadas por los medios de comunicación, determinan y alimen-
tan la concepción de adolescentes y jóvenes como “problema” y como sujeto conflictivo
e irresponsable respecto a su vida sexual:
“No es lo mismo ser adolescente en los años 60 que en los años del sida, cuando la liber-
tad sexual viene acompañada del peligro de muerte, como en la peor fantasía. Ni es lo
mismo ser adolescente en la época en que la madre estaba en casa que serlo en tiempo
en que la ausencia de adultos aseguradores es la norma…”. Brecha, 21 de enero de 2000
“Una de cada cuatro jóvenes uruguayas es madre precoz. Casi la mitad de estas ado-
lescentes repite la historia de sus madres, que no terminaron la escuela, criaron a sus
hijos solas y fueron también madres adolescentes. La pobreza reproduce sus círculos.
En esa franja etárea ya no se puede hablar de baja tasa de natalidad, y el cambio acer-
ca a Uruguay al comportamiento reproductivo de otros países latinoamericanos.” (Idem
anterior).
“Los estudios vinculan los datos de baja escolaridad, alto grado de dependencia econó-
mica de la familia de origen y soltería para valorar el cuadro que gran proporción de las
madres adolescentes de sectores pobres y sus hijos presentan: un cuadro de riesgo”.
(Brecha, 15 de noviembre 1996).
4. madres solteras – madres solas – exclusión explícita del otro sexo – estrategia per-
sonal – “racionalidad instrumental”– hijos problemáticos – crisis.
“Para este organismo (FNUAP), el embarazo precoz y el riesgo de contagio del Sida son
los dos principales problemas que encuentran las adolescentes en el ejercicio de su
sexualidad”. (Búsqueda, 22 de junio de 2000).
“…entre las causas más importantes por las cuales se transmite el VIH está la pobreza,
la falta de educación, la marginación, la miseria en que viven estas mujeres y a veces,
lamentablemente, la ineficacia del equipo de salud”. (El País, 29 de junio de 2003).
Aquí no se pone en cuestión que los problemas sean –entre otros– efectivamente los
que se relevan en estos artículos, ni tampoco que los diagnósticos que se hacen apun-
ten a visibilizar situaciones que efectivamente son importantes e incluso, de gravedad
212 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
en algunos casos; ni que muchas de las relaciones que se establecen no tengan senti-
do, sino que, el punto consiste en alimentar un discurso empobrecido y de control y que
la cobertura periodística sólo, o fundamentalmente, se realice bajo esos paraguas inter-
pretativos y analíticos no contemplando las dimensiones menos problemáticas o más
placenteras de la vida sexual de los jóvenes.
Lenguaje
La forma más habitual de dramatizar una situación, es a través de los adjetivos que
se incluyen en el relato.
Este artículo es una crónica de una visita de una casa de amparo en México, las fotos
que ilustran la nota son de adolescentes con sus hijos, una de ellas está en una habita-
ción con juguetes y ella está sobre unos patines desprendiéndose del tenor dramático
de la nota. Sin embargo, la otra foto es de muchas adolescentes con sus hijos con caras
de visible tristeza y aburrimiento. Los puntos más altos de dramatismo son la apertura y
el cierre de la nota a través del testimonio de una fotógrafa:
“Las madres aparecen (en las fotos) casi siempre amputadas de una de sus partes”, dice
Cannon. “No se si lo hago por alguna razón simbólica. Quizás porque me parecen que
no son madres completas. Son más niñas que madres”.(Idem anterior).
“Mientras las relaciones entre hombres y mujeres enfrentan serias dificultades, expre-
sadas dramáticamente en el terreno sexual, los requerimientos masculinos de sexo
pago aumentan, desafiando riesgos sanitarios y legales”.
Para cerrar la nota “…Germán García (psicoanalista) sostiene que actualmente “las rela-
ciones entre hombres y mujeres son cada vez más catastróficas. El amor y la explora-
ción mutua han desaparecido en la pareja moderna, son parte de un modelo que lan-
guidece de manera bastante triste por el temor a todo, a los asaltos, al sida, por las
fobias en ascenso…”.
Esta nota sobre prostitución tiene además, un recuadro con el titular de “Situación difí-
cil”, que lector asocia directamente a la temática “prostitución” pero sin embargo, el
recuadro refiere a la dificultad que el vacío legal genera para las casas de masajes y
terapéutica para desarrollar su trabajo sin ser confundidos con casas de servicios
sexuales.
“Trágico carnaval” (Subtítulos del artículo publicado por El País, 5 de abril de1998)
“Caso tendría espectacular vuelco” (Subtítulo del artículo publicado por El País, 8 de
abril de 1998)
“Pese al hermetismo con que se manejan los investigadores, todo parece indicar que
algo tienen entre manos, que les da tranquilidad, y mejora las posibilidades de llegar
“hasta el hueso” para determinar quién es el responsable del aberrante asesinato” (El
País, 5 de abril de 1998).
214 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
“Mil veces perdón”: una madre conmovió a Brasil (Título y subtítulo de un artículo
sobre violación y asesinato de 9 mujeres en San Pablo, El País, 9 de agosto de 1998)
“El mensajero confirmó ser el verdadero y único “monstruo del parque”, epíteto que le
colocó la prensa debido a que todas sus víctimas fueron encontradas en parajes apar-
tados…” (El País, 9 de agosto de 1998).
“La Policía dio a conocer en las últimas horas un retrato hablado del violador que desde
hace semanas viene sembrando el terror en las zonas de Belvedere y Capurro” (Título
y párrafo de El País, 2 de diciembre de 1998).
Los artículos sobre abuso sexual que aparecen en el diario La República, en su gran
mayoría incluidos en la Sección Judiciales (símil de la Sección Policiales de las otras
publicaciones) poseen características muy particulares. Responden a los rasgos más
sobresalientes de las notas policiales sobre cualquier otra temática, usando un lengua-
je altamente judicializado y con fuerte contenido de control social. El tenor del lenguaje
es la mayoría de estos artículos es espectacular y sensacionalista.
El 30 de abril de 2003, aparece en La República una columna con una serie subtitulada
Violación I, Violación II, Violación III y Violación IV. Estos cuatro apartados narran dife-
rentes situaciones de violencia y abuso sexual, a pesar de que son presentados como
capítulos de situaciones del mismo tenor. En todos ellos hay reiteradas menciones a las
denuncias policiales y al proceso judicial de los casos.
Otros dos artículos muy ilustrativos son los publicados por este mismo diario el 14 de
agosto de 2002 bajo el título Sexo en la ciudad. Buscan en Minas a pareja que mantie-
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 215
Por su parte, los adjetivos incluidos para narrar la historia refuerza este panorama de
alarma pública: pareja caliente, indignante situación, sensaciones peligrosas, escanda-
lizantes aventuras sexuales, testigos oculares, una suerte de acertijo colectivo, asom-
brados automovilistas.
Por último, otro ingrediente sensacionalista es la forma en que son nombrados los dis-
tintos actores participantes en la narración, tanto la pareja de jóvenes, los protagonistas:
pareja de jóvenes aún no identificada, la pareja caliente, el dúo, los jóvenes románticos,
los amantes, estos anormales. Como la clasificación de los “actores secundarios” de la
historia en bandos enfrentados: algún fanático, toda la población, los niños, la gente,
mayor, los numerosos testigos, los lugareños, la sociedad local.
En el segundo ejemplo (26 de enero de 2003) toda la narración está teñida por el dra-
matismo y la agresividad. Tanto a lo largo del titular como en el cuerpo de la nota, se
reiteran expresiones detallando y acentuando los datos más espectaculares. Algunas de
las expresiones reiteradas son: conmoción, justicia por mano propia, violó dos veces, lo
empalaron, lo empalaron brutalmente, lo empalaron usando una escoba, venganza,
vejamen, someterlo, violación, descuartizamiento.
“-Es curioso lo que pasa con el público que recibe estas imágenes y comentarios sobre
los hechos de que hablamos. Hay gente que llama a las radios y dice “¡Pena de muer-
te!”, “¡Castración!”, o “Encierro total hasta la muerte”.
216 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
Otras veces, el realismo de la narración se busca por medio de una historia ficcionada
para dar pie a la información, el problema surge cuando el cuento está mechado por opi-
niones personales del /la periodista.
“En la sala de espera de una de las policlínicas del Pereira Rossell se apilan más de 20
madres con sus bebés, apenas perceptibles entre un mar de frazadas y rebozos…Las
conversaciones, en una fría mañana y un local más que restringido, versan sobre los
bebés (…) Todas las madres y futuras madres que esperaban en la pequeña y descas-
carada policlínica, son VIH positivas. El vetusto edificio, casi un sótano, es la policlínica
de VIH materno-infantil (…) En los últimos tiempos se agregó (al equipo) una nutricio-
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 217
nista que intenta ayudar a una población que tiene serias carencias en su alimentación,
entre otras cosas por el propio medio del que proviene pero también por la enfermedad
que los afecta, que entre otras cosas no permite que las madres amamanten a sus
hijos(…)El camino está lleno de dificultades y riesgos, que siempre rebotan en el esta-
do anímico de la madre que espera un bebé…” (El País, 29 de junio de 2003).
“…la columna humana integrada en su mayoría por jóvenes entre 12 y 29 años entre-
gará material informativo y buscará crear conciencia en la franja juvenil de población de
los efectos devastadores del SIDA, que como está comprobado, llegan a la muerte (…)
apunta a crear conciencia en los jóvenes de las consecuencias nefastas del SIDA”
(Subtítulo y párrafo de El País, 27 de noviembre de 1996).
En otro sentido, se puede apreciar que otra forma de lenguaje que caracteriza a las
narraciones periodísticas, es el recurso de la “tecnificación”.
Es el caso del tipo de lenguaje mayormente incorporado por Búsqueda. Para eso incor-
pora de forma indirecta las opiniones de los técnicos y especialistas. Las columnas que
acompañan a las notas son un espacio donde “almacenan” muchos de los tecnicismos.
Otro rasgo notorio de la tecnificación del lenguaje es la inclusión de datos. Búsqueda lo
usa como recurso permanente, incluso a nivel de sus encabezados en los titulares. Las
palabras clave son investigación y especialista.
12 de junio de 2003
zan la acción social, determinan los sujetos activos y pasivos de la misma, explican los
procesos y les atribuyen causas y/o significados, es de fundamental importancia en
razón de que esos medios elaboran estructuras de conocimiento, que como otras inclu-
yen secuencias de acción estereotipadas, roles, definición de responsabilidades, de cul-
pas, de derechos y obligaciones”.16
“Se dice que una mala iniciación puede ser el origen en el varón de la llamada impoten-
cia psicológica…”. (Búsqueda, 22 de junio de 2000)
Por último, otra característica del lenguaje de los textos analizados, es una carga impor-
tante de medicalización y judicialización en los discursos. Esto sucede, por un lado, por
la importante presencia en las narraciones de expertos y profesionales de las comuni-
dades médica y judicial. En segundo término, por la propia asimilación del campo de la
sexualidad al campo de la medicina, de los acontecimientos de violencia y abuso sexual
al campo judicial y policial y el uso poco cuidadoso e indistinto entre adolescente y
“menor” como figura penal y sujeto infractor.
Según algunos autores –Bajtín (1990), Gruber, (1993) y Almeida (1992)– la trascripción
del discurso cumple con algunas funciones que impactan en el contexto comunicativo y
en el contexto social: 1) la puesta en primer plano de la voz, con la carga de realidad del
lenguaje coloquial, evidencia que esa voz fue escuchada en un momento determinado,
que es un texto trasmitido y no producido por quien escribe y que goza del reconoci-
miento social derivado de la autoridad legitimada de la que proviene; 2) la trascripción
de las emisiones de esos actores contribuyen a la definición de su identidad y a la eva-
luación de su acción.
La poca diversidad de actores representados por medio de su propia voz en los medios
de comunicación reflejan la escasa penetración del contexto social al contexto comuni-
cativo representado por los medios.
Entre los artículos analizados, el uso de las voces institucionales es un recurso amplia-
mente usado por ambos semanarios. Esto se constituye en una forma distinta de per-
sonalizar el relato y es usado como un recurso para legitimar las opiniones relevadas por
el trabajo periodístico. Sin embargo, la representación de las instituciones no es equita-
tiva ni en cuanto a su presencia, ni al peso relativo de sus opiniones en el contexto glo-
bal de las producciones.
Hay un dato aún más contundente; el peso relativo de esas voces institucionales es des-
proporcionado, si lo comparamos con el espacio reservado para las instituciones espe-
cíficas de juventud, las organizaciones de jóvenes y ni que hablar, para los/as jóvenes
propiamente dichos/as.
Junto a la palabra de las instituciones, aparece la palabra del experto. Ambos semana-
rios incorporan las opiniones de especialistas y expertos para elaborar sus artículos.
Comparativamente, Búsqueda lo hace de forma más recurrente, casi podría decirse que
aparece como un requerimiento editorial. Sin embargo, hay algunas máximas de rigor
periodístico que no siempre se cumplen. Una de ellas es buscar que el especialista,
cuando opina como tal refiera a las evidencias científicas que le permiten realizar dichas
220 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
La entrevistada dice no estar de acuerdo con la última afirmación sobre datos de no cre-
cimiento de las violaciones pero tampoco respalda su afirmación.
En el caso de Búsqueda, el uso más frecuente de las fuentes hace referencia a estu-
dios, relevamientos o investigaciones, en general se menciona tanto a los autores/as
como a las Instituciones.
Aunque la ausencia de fuentes que respalden las opiniones es, a decir de Vasilachis
(1997), “una violación a la máxima de calidad (Grice, 1975), que es la que obliga, en un
proceso de comunicación a hacer contribuciones verdaderas, es frecuentemente aban-
donada en las noticias sobre todo cuando se incorporan datos sin su correspondiente
fuente, a fin de que sirvan como estrategia argumentativa para consolidar la posición del
hablante”; quizás la privación que tiene consecuencias más esenciales para un lector es
la ausencia o presencia marginal en los medios, de voces diversas, alternativas, disi-
dentes con las posiciones dominantes, antihegemónicas. El acceso a los espacios dis-
cursivos es el acceso a espacios de poder.
Este es un recurso muy característico del semanario Búsqueda, que jerarquiza aún más
la voz del especialista presentando el material en el formato de entrevista. La importan-
cia que esta publicación le confiere a la inclusión de discursos altamente reconocidos
–fundamentalmente a nivel internacional– y con fuerte legitimidad en el campo de la
sexualidad, está presentada desde los propios titulares y encabezados de los artículos
donde aparece de forma clara, la presentación del “invitado”, el contexto de la entrevis-
ta y las referencias del entrevistado, desde su especialidad, a la situación nacional.
Por ejemplo, en un artículo de El País del 30 de mayo del 2004 se realiza una amplia
cobertura sobre las denuncias de abuso sexual recibidas contra efectivos militares uru-
guayos que participaban de una misión de la ONU en la República Democrática del
Congo, prácticamente la totalidad de la narración refiere a las opiniones del Ministro de
Defensa de la época, sin ningún otro registro alternativo.
En líneas generales, los artículos analizados evidencian, por un lado, un débil intercam-
bio de opiniones entre distintos actores independientemente de las posiciones de los
mismos respecto a un tema o acontecimiento. Por otro, hay una escasa propuesta dia-
lógica entre distintas perspectivas o enfoques respecto a un tema o acontecimiento, y
en caso de que esto suceda, no siempre se cumple con la máxima periodística de la
ecuanimidad y ponderación.
Por su parte, una nota publicada curiosamente en dos ocasiones por el diario El País, el
2 y el 5 de noviembre de 2003, es una buena ilustración de una forma parcial de ampli-
ficar un debate que se produce a distintos niveles y que involucra a una gran cantidad
de actores sociales y políticos. A lo largo de la nota se recogen -como única opinión-
declaraciones de un vocero de la Pastoral Familiar de la Conferencia Episcopal del
Uruguay, criticando al manual de Educación sexual propuesto por el Codicen. Además
de no registrarse en la nota otras opiniones sobre este tema, el periodista no contrasta
ni problematiza las afirmaciones del opinante que tienen una fuerte carga ideológica.
“Es asunto más complicado –dice Cleffi– pero el discurso básico (del manual) es: no
importa el sexo que tu tengas, sino el sexo que tu sientas. Esa teoría exacerbada, en
vez de libertad no te hace sentirte libre ante lo que tu sos. De alguna manera está inci-
diendo para mal ¿Cuántos adolescentes han tenido actitudes homosexuales que
dejan de expresarse con el tiempo?
¿Cuál es la evidencia que se registra cuando la narración es más inclusiva, más dialó-
gica y menos preformativa?
En una nota publicada por El País el 18 de julio de 2004 titulada: “Plan contra el analfa-
betismo sexual”, también se pueden apreciar algunos de estos aspectos. En la nota
aparecen las opiniones y testimonios de varios actores involucrados en el Programa:
consejeros del Codicen, expertos, integrantes de la ONG que ganara la licitación para
ejecutar el programa de educación sexual, educadores y adolescentes beneficiarios que
luego serán “promotores” de salud reproductiva.
“El objetivo del programa, que es fomentar una nueva cultura con respeto a la sexualidad
que además ayude a prevenir conductas riesgosas, tardará años y hasta generaciones
en hacerse realidad. “Los cambios culturales llevan décadas pero el hecho de que no
veamos un resultado no significa que ya no sean necesarios” opinó el sociólogo”.
“En el curso hablamos de que mucha gente piensa que si nosotros manejamos estos
temas eso nos llevará a tener relaciones antes. Pero yo creo que es al revés. Si sabés,
decidís sabiendo. Sabés los riesgos, los problemas, las ventajas y las desventajas. Es
mejor saber” (testimonio de una adolescente)
Caso similar ocurre con un artículo publicado también por El País el 4 de junio de 2002,
sobre la explotación sexual de menores. En esta nota se registra la participación y el
diseño de estrategias para la erradicación de la explotación sexual en Uruguay, desde
distintos actores gubernamentales y no gubernamentales. Los distintos actores se expi-
den y plantean sus propuestas a partir del Informe Uruguay sobre este tema presenta-
do en Japón en diciembre de 2001.
1. Aparecen como “sujeto colectivo”: “la adolescencia”,” los adolescentes”, “los jóvenes”.
Esta acepción poco nominativa, como afirman Schutz y Luckmann (1977), “son metáfo-
ras que impiden al lector individualizar a los sujetos de la acción y su anonimato es
mayor en la medida en que el lector no puede vincularlos con su experiencia inmediata
de semejantes”.
3. Sus voces –cuando aparecen– están sujetas a la doble hermenéutica del investiga-
dor, del coordinador del programa, etc. y luego, del periodista. Su presencia se puede
reconstruir de la siguiente manera: “alguien (los investigadores, etc.) dicen que ellos (los
adolescentes) dijeron”.
“Los expertos aclaran que a esa edad los adolescentes no observan los glúteos porque
sea su interés prioritario sino por la influencia del medio. Así lo reconocen ellos mismos:
“No sé por qué lo hacemos, siempre miramos la cola” o “todos la miran”. Por esa razón
es que los autores no comprobaron que sea un factor de atracción primordial debido a
que la argumentación de por qué la miran carece de fundamentos sólidos”. (Búsqueda,
3 de julio de 2003)
“Se les preguntaba (a los adolescentes) por ejemplo, qué formas de transmisión del
VIH-Sida conocían y cómo se puede prevenir el contagio; qué métodos anticonceptivos
conocían, con quién conversaban sobre estos temas, dónde buscaban información y
qué era lo que más le interesaba en la vida”. (Búsqueda, 18 de mayo de 2000).
5. La referencia a las diferencias identitarias que se dan dentro del propio colectivo “ado-
lescentes” y “jóvenes” es prácticamente nula. Aún más flagrante es la ausencia total de
los/as adolescentes del interior del país.
a. Cuando los especialistas hablan en los medios de prensa sobre sexualidad adoles-
cente se refieren, en mayor medida, a las adolescentes mujeres. Un indicador es el
androcentrismo predominante en las producciones periodísticas. Por ejemplo, cuando
se habla de anticoncepción se supone que se refiere a la anticoncepción femenina cuan-
do en realidad puede ser anticoncepción femenina o masculina.
18. Uriarte, C.: Control institucional de la Niñez Adolescencia en Infracción. Un Programa Mínimo de
Contención y Límites Jurídicos al Sistema Penal Juvenil (Las Penas de los Jóvenes). Fotocopia, p. 26.
Montevideo, 1999.
19. Tomado del Artículo 7 de la Plataforma de Acción aprobada por los Estados miembros de las
Naciones Unidas en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo celebrada en El Cairo
(Egipto) en el año 1994.
228 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
“…la mayoría de los embarazos en las madres uruguayas se concreta a muy tempra-
na edad” (El País, 14 de julio de 1996)
“Fortalecen vínculo de madre adolescente y bebé. INAME crea un centro para la aten-
ción de las embarazadas”. (Titular de El País, 18 de agosto, 1996).
“El personal integrado por psicólogos y asistentes sociales cumplen el rol de dar apoyo
moral y espiritual a estas madres tan jóvenes que necesitan madurar para poder aten-
der bien a sus niños…esto implica ayudar y apoyar a la madre para que siga crecien-
do, se eduque, aprenda y evolucione con su niño hacia la madurez que le permitirá ser
a su vez una buena madre educadora…”. (Opinión de Beatriz Argimón, directora del
INAME. El País, 27 de noviembre de 1996).
“El 29% de los partos que ocurren en el Pereira Rossell corresponde a madres meno-
res de 19 años y la mayoría de ellas no tiene una pareja estable (…) Salud Pública firmó
un Programa… que tiene como objetivo mejorar la salud de las madres y las condicio-
nes sanitarias de los niños…”. (La República, 7 de agosto de 1996)
“Las especialistas señalaron que ahora las madres reconocen que es la educación sexual
la que otorga a sus hijas la posibilidad de decidir libremente y con responsabilidad”
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 229
“…es recomendable que la joven haga una consulta después de su primera menstrua-
ción. “Además es un lindo momento para que la madre se pueda enganchar con su hija
adolescente” estimó….”
“…recurrir al médico con hijas adolescentes también es una oportunidad para que las
madres puedan evacuar las dudas que les imposibilitan muchas veces darles una res-
puesta a sus inquietudes…”
“Si bien destacaron (las especialistas) que en la última década las madres están más
informadas que antes, leen, preguntan, aprovechan consultas ginecológicas propias
para hablar de sus hijas, aún es común que les transmitan sus traumas y mitos que les
inculcaron a ellas mismas.”
1) madres niñas: “la palabra de las madres niñas, son materia de esta nota…”. (Brecha,
21 de enero de 2000).
“Yo quería que fuera un lugar donde las niñas puedan sentirse como en casa…” (La
República, 24 de noviembre de 1996).
3) “el binomio madre -niño”: “…la alternativa en estos casos es lograr, mediante la coor-
dinación con otro programa del INAME, una “madre sustituta” que tome a su cargo “el
binomio”, unido a su seguimiento institucional…”. (Brecha, 21 de enero de 2000).
“…los jóvenes actuarán en conjunto con los Servicios de Salud Pública y de Atención
Familiar en las cien zonas objetivo del programa (…) ya participaron de un grupo de
un curso en mayo intercambiarán experiencias de cara al trabajo futuro que realiza-
rán en las zonas con mayores índices de embarazo adolescente”. (El País, 20 de
junio de 2004).
“Son cuatro de los jóvenes que ahora se consideran a sí mismos “promotores” de salud
reproductiva (…) “Cuando la médica nos explicó cosas básicas sobre nuestro cuerpo,
los chiquilines se reían. Cuando hablamos sobre la masturbación, las chicas decían que
eso las mujeres no lo hacen” relató Carolina, quien tiene 17 años y dice haber hablado
siempre con su madre sobre estos temas” (El País, 18 de julio de 2004)
“(los jóvenes) actuarán como agentes comunitarios voluntarios y tendrán por cometido
básico dialogar con sus pares y proporcionarles la mayor información posible sobre
sexualidad y control de la natalidad…” (La República, 16 de junio de 2003).
Habermas (1989) dice que: “…la representación discursiva de los actores sociales y de
sus futuras situaciones realizada por el hablante delimita el campo posible de la acción
histórica y, de ser reproducida por esos actores para su autoidentificación y como mode-
lo interpretativo de la realidad, coadyuva a la consolidación del sistema de relaciones
sociales tal como aparece definido…”. Y como dice Bianco (2003), la responsabilidad
de todos/as consiste en:
“hacer lo imposible para que todos tengan las mismas posibilidades de decidir y de ele-
gir, esto implica acceso a la información y a la formación, acceso a métodos y a deci-
siones adoptadas libremente sin ningún tipo de coerción y/o violencia. Esto último es
algo muy difícil por la presión e imposición de padres, pares y adultos y la sociedad en
que viven frecuentemente las mujeres y varones adolescentes. Ellas y ellos son los
menos reconocidos en la sociedad y por ello los más vulnerables de poder tomar deci-
siones libres de coerción y/o violencia. Para esto no alcanza la educación sexual y la
existencia de servicios para su atención, es necesario que la sociedad reconozca sus
derechos y los respete”. 22
Los titulares
¿Por qué prestarle especial atención a los titulares? Según Van Dijk, “los titulares cons-
tituyen el elemento más destacado de la noticia. Definen subjetivamente la situación y
expresan el mayor tópico de la noticia, su estructura temática”. Para este autor, “los tópi-
cos del discurso son los que reducen, organizan y categorizar la información semántica
de las secuencias como un todo”.23
Para dar cuenta de esto, se realizó una clasificación de los titulares de los medios de
prensa escrita analizados según algunas de las características más salientes.
El “título fabulado”
El título ficción es aquel que recurre a alguna expresión metafórica, o se alude a la voz
del otro que no existe en la narración posterior, o usa juegos de lenguaje que permite
combinaciones semánticas.
El titular fabulado busca además, provocar en el lector una curiosidad especial que lo
incite a la lectura del relato. Sin embargo, éstos no siempre son “fieles” a los contenidos
de las narraciones que buscan ilustrar.
Entre los artículos relevados de Brecha se pudo registrar –aunque todos ellos con ras-
gos diferenciales– varios ejemplos de este tipo de encabezado. En general, estos títu-
los aparecen acompañados de un “colgado” que presenta el tema general del artículo
–si el título es poco explícito al respecto– o ubicando el ámbito desde el cual se aborda
la situación (por ejemplo: en el Pererira Rossell, en el INAME, etc.).
Este tipo de titular aparece además, acompañado por un copete en el que se explicitan
las razones del interés periodístico y los datos más destacados y generales del proble-
ma o situación que se abordará por el/la narrador.
La carga interpretativa incluida en este tipo de titulares es muy alta. En algunos casos,
el titular es incluso más que una introducción al tema, es la frase que sintetiza las con-
clusiones o los supuestos desde los que habla el propio narrador marcando de esta
manera, cualquier lectura posterior.
MATERNIDAD ADOLESCENTE
Jugar a las madres
Una de cada cuatro jóvenes uruguayas es madre precoz. Casi la mitad de
estas adolescentes repite la historia de sus madres, que no terminaron la
escuela, criaron a sus hijos solas y fueron también madres adolescentes.
La pobreza reproduce sus círculos. En esa franja etárea ya no se puede
hablar de baja tasa de natalidad, y el cambio acerca a Uruguay al com-
portamiento reproductivo de otros países latinoamericanos.
234 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
EN EL PEREIRA ROSSELL
“En la sala de partos soy la reina”
EN MÉXICO
“Vellos pensamientos”
Hablar de violencia sexual en México es como hablar de bombas en
Kosovo: la inflación del horror termina anulándolo. En la proliferación de
datos la mente se siente abrumada y el drama pierde la unicidad que lo
vuelve humano. Del resto se ocupan el sensacionalismo de la prensa y,
paradójicamente, las estadísticas de los organismos humanitarios con su
lenguaje liofilizado.
El “título realidad”
Este tipo de titular es el que busca ser lo más fiel posible a la narración que se va a pre-
sentar en la nota. A diferencia del título fabulado, este tipo de encabezado busca dar
información “real” sobre la temática. Presta especial atención a no usar metáforas, ni
voces de potenciales opinantes.
Respecto a este ejemplo, vale anotar que en este “título realidad” del semanario Brecha
la palabra que da más fuerza a la presentación de la nota es “riesgo” ilustrando, con
más claridad, las observaciones que se anotaron respecto a las cadenas semánticas
elaboradas con más frecuencia en los temas relacionados al terreno de la sexualidad y
más específicamente de la sexualidad en los jóvenes.
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 235
ONU fijó como metas reducir en dos tercios la mortalidad infantil y en 75% la
materna y lograr igualdad en la educación.
Acción mundial por los niños
Fijan compromiso de hacer campañas informativas para reducir incidencia del SIDA.
El “título pregunta”
Si bien este tipo de encabezado parece expresar una situación comunicativa ideal,
donde el narrador presenta las opciones posibles para la resolución argumentativa del
tema sobre el que va a escribir, y el lector cuenta con la posibilidad de, una vez incor-
porada la información incluida en el cuerpo de la nota, sacar sus propias conclusiones,
ésta no siempre funciona con esta pretensión.
CRISIS DE LA FAMILIA II
¿Madres solteras o madres solas?
Como en otros países, en Uruguay el número de mujeres que viven su
maternidad solas está en constante aumento. Las hay en todas las clases
sociales, y pueden llegar a esa situación obligadas o por opción.
El “título información”
Como observamos en el análisis general del material, es muy notoria la presencia -en
los artículos relevados- de los especialistas en el campo de la sexualidad, sin embargo,
la presencia destacada de otros actores potenciales generadores de opinión y funda-
mentales para la incorporación de modelos interpretativos alternativos, es nula.
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 237
El “título resolución”
Una ex alumna aseguró que en 1999 dejó de estudiar debido a que la directora llegó
a decirle que era “un mal ejemplo” para la institución e intentó convencerla para que
se “fuera del liceo”
Archivan la denuncia de discriminación de joven embarazada en Divina Pastora,
pero sigue la polémica ante nuevas acusaciones
El “título sensación”
¡Se acabó la paciencia! Ahora dos patovicas violaron a una menor dentro de una
discoteca
Pusieron droga en su bebida y a vista y paciencia de varios testigos la ultrajaron
primero en el baño de la disco y luego en la acera: “se la querían llevar a otro lado; si
la metían en el auto, no la veíamos más”.
El Juez Jorge Imas aún estudia las pruebas de la denuncia formulada por su madre
y reiterada con angustia a LA REPÚBLICA seis semanas después del crimen, “porque
pasan los días y el culpable no aparece”
Consideraciones finales
De antemano sabemos que, respecto a las anotaciones que se harán en este aparta-
do, podrán plantearse algunas reservas:
◆ los rasgos generales que aquí se señalan acerca de los medios de comu-
nicación seleccionados para este trabajo y sus producciones en el tema que
nos ocupa, se ajustan con mayor o menor precisión dependiendo de cada
una de las publicaciones –de hecho las características particulares y dife-
renciales trataron de ser ampliamente señaladas a lo largo del trabajo–,
◆ esos factores que van desde las tendencias ideológicas de las publica-
ciones, la distribución de poder dentro de los medios y de los medios entre
sí, las leyes del mercado para el producto, así como para los trabajadores
empleados por éstos, etc. constituyen una larga y sutil cadena de sujecio-
nes que pondera cualquier conclusión,
Con todas ellas estamos básicamente de acuerdo. Sin embargo, hay un conjunto de evi-
dencias que permiten reflejar ciertas recurrencias en la forma en que los medios de
prensa escrita representan la sexualidad en los/as adolescentes y jóvenes. La impor-
tancia de algunos de los aspectos que señalaremos no radica en su sola e insistente
presencia sino fundamentalmente, en la convicción de que el discurso genera realidad
y de que una determinada forma de discurso genera, a su vez, una forma determinada
de construcción social y de ordenamiento de la realidad.
Sabiendo ahora un poco más sobre qué pasa con los medios cuando hablan de sexua-
lidad en adolescentes y jóvenes, permítasenos reiterar algunas interrogantes que nos
planteamos al comienzo de este trabajo:
¿Qué papel juegan los medios de comunicación en los procesos de inclusión o exclu-
sión social? ¿Qué posibilidad real tienen los distintos actores de participar en la cons-
trucción de la opinión pública? ¿Qué posibilidad tienen los sujetos de participar en el
espacio comunicativo en un sentido dialógico? ¿Para qué lector/a escriben los medios
de prensa escrita? ¿Para consumidores/as o para ciudadanos/as? ¿Sobre qué suje-
tos sociales se producen las narraciones periodísticas? ¿Qué posibilidad tienen los
sujetos de poner en funcionamiento la alta ingeniería que supone la crítica?, ¿Quiénes
disponen de los recursos para hacerlo? El desafío para los medios en Uruguay está
aún pendiente.
244 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
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Se puede afirmar que el país fue adoptando de manera progresiva y conflictiva los
acuerdos asumidos en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD,
El Cairo, 1994). En el período que abarcan los siguientes diez años a su promulgación,
se pueden observar algunos avances en materia de política pública, en particular en la
implementación de nuevas prestaciones en salud reproductiva, pero se detectan impor-
tantes ausencias.
Lo mismo sucedió con las estrategias de prevención del VIH – SIDA. Siendo la pobla-
ción adolescente y joven progresivamente de las más afectadas en el país, no existie-
ron campañas públicas sostenidas que promovieran el acceso a la información, el auto
cuidado y el mutuo cuidado en las prácticas sexuales.
Desde una perspectiva cualitativa que permite analizar los supuestos y enfoques desde
los cuales se definen las políticas públicas, se pueden señalar otras debilidades de las
acciones gubernamentales hacia la población adolescente.
En primer lugar, la sexualidad fue reducida a los aspectos reproductivos, y éstos ubica-
dos como asuntos de exclusiva responsabilidad de las mujeres. Las “madres adoles-
centes” fueron el foco de atención. Al respecto dos observaciones: por un lado, no es lo
mismo decir “madres adolescentes” que “adolescentes madres”. El orden de los facto-
res altera el sentido. Por otro lado, lo materno infantil, invisibiliza no sólo a la mujer en
sus otras necesidades y funciones sociales, sino también al varón en sus decisiones y
responsabilidades reproductivas. Género no pareció ser una perspectiva utilizada en la
concepción de las políticas públicas.
En tercer lugar, la tendencia hegemónica a nivel de las acciones públicas fue la exclu-
sión de los aspectos recreativos y placenteros de la sexualidad. La accesibilidad a infor-
mación, a servicios y a espacios confiables para el diálogo sobre asuntos relativos a las
prácticas y decisiones sexuales quedaron confinadas a las posibilidades individuales de
resolución de cada adolescente. En consecuencia, una concepción de la sexualidad
como asunto privado que se debe resolver en los ámbitos correspondientes. Que cada
252 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
quien se arregle como pueda, parece ser el sustrato de esta concepción. El poder de
resolución parece ser un asunto exclusivamente individual.
Los y las adolescentes, salvo excepciones, no han sido considerados “sujetos de las
acciones y políticas”, ocupando generalmente un lugar de beneficiarios. Esta concep-
ción hegemónica ha tenido como uno de sus efectos visibles la exclusión de los y las
adolescentes como protagonistas en la definición de las políticas públicas. Un modelo
adultocéntrico y tecnocrático ha sido el predominante en el período.
La prensa escrita ha jugado un papel a tono con el proceso que se viene describiendo.
La voz de los/as adolescentes y jóvenes ha estado, generalmente ausente. Las pers-
pectivas desde la sociedad civil organizada también. Se tiende a focalizar las temáticas
desde un enfoque de la sexualidad en tanto problema, riesgo y/o peligro, que sólo puede
ser comprendida por “expertos en la materia”. Esto explica que el embarazo en la ado-
lescencia haya sido el tópico (entre todos los relevados) con mayor cobertura en el
período, siendo abordado desde perspectivas materno y adulto céntricas.
De todas formas, son contadas las organizaciones que desarrollan acciones de inciden-
cia política y defensa de estos derechos, con excepción de las organizaciones feminis-
tas, y de los grupos de jóvenes activamente involucrados en esta agenda.
adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay. 253
En el balance, la CIPD es una agenda política y ética con mayor reconocimiento entre
los actores no gubernamentales que entre los actores gubernamentales.
La escasa coordinación entre las acciones implementadas desde los organismos públi-
cos, así como la débil articulación con las organizaciones no gubernamentales ha sido
una característica resaltable del período.
Al final del período, hacia abril de 2004, se crea la Comisión Nacional Asesora en Salud
Sexual y Reproductiva, a instancias de las autoridades del Ministerio de Salud Pública,
y en el marco de la Comisión Intergubernamental MERCOSUR en Salud Sexual y
Reproductiva, creada en la Cumbre de Ministros de Salud de la región en diciembre de
2003. La Comisión Nacional, ratificada en julio de 2005, por las nuevas autoridades, es
el único mecanismo interinstitucional basado en la agenda de la CIPD, que articula acto-
res de naturaleza diferente: organismos gubernamentales, organizaciones no guberna-
mentales, instituciones académicas, profesionales y gremiales, y organismos del siste-
ma de Naciones Unidas, éstos últimos en calidad de observadores.
El uso del conocimiento para la política pública requiere no sólo de generar una agenda
articulada de investigación en este campo, que permita avanzar sobre los vacíos y
254 adolescentes y sexualidad. significados, discursos y acciones en uruguay.
Debemos recordar que no hay transformación sin conflicto. Y que toda transformación
es procesual. Pero, para generar nuevas representaciones y significados, y contribuir a
nuevas prácticas sociales (y sexuales) que reconozcan la diversidad, integralidad, capa-
cidad e igualdad de todos y todas, debe existir la intencionalidad política de propiciar
estos procesos.