Enfoques y Herramientas Analiticas

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Enfoques y herramientas analiticas para Relaciones Internacionales en el siglo xxi Universidad Nacional Autonoma de México Facultad de Ciencias Politicas y Sociales El Neorrealismo* Kepa Sodupe Corcuera” 1 neorrealismo representa en nuestros dias una parte muy im- portante del mainstream disciplinar. En buena medida, hablar de neorrealismo es hablar de K. N. Waltz y, en particular, de su libro Teoria de la Politica Internacional. Esta publicacion puede comparar- se, en cuanto a su importancia paradigmatica, con la de H. J. Morgen- thau Politics among Nations'. Entre sus criticos, las ideas de Waltz han merecido distinta consi- deracién. Asi, en un extremo estaria la opinion de J. G. Ruggie para quien Teoria de la Politica Internacional es, pese a todo, una de las principales contribuciones a la teoria de las Relaciones Internacionales desde la apari- cidn de otro libro suyo previo Man, the State and War*, En el otro extremo, se encontraria el punto de vista de J. George. Este autor sostiene que sola- mente la ausencia de una capacidad reflexiva critica en la disciplina permi- te que “se haya otorgado tan alto status a una obra de tan poca sustancia”.’ Texto original: Sodupe Kepa, “El Neorrealismo”, en La teoria dle las Relaciones Internacio- nales a comienzos del siglo xx, Universidad del Pais Vasco, 2009, pp. 79-94. ~~ Doctor en Ciencias Eeondmicas por la Universidad del Pais Vasco, donde actualmente es Catedratico de Relaciones Internacionales. Entre sus publicaciones mas recientes destacan Poder & Interdependencia en el Sistema Internacional: Bases para un Estudio Cuantitativo; La Estructura de Poder del Sistema Internacional: Del Final de la Segunda Guerra Mundial a la Posguerra Fria; La Teoria de las Relaciones Internacionales a Comienzos det Siglo ‘x1, entre otros, '" Guzzini, S. Realism and International Relations and \nternational Political Economy: The Continuing Story of Death Foretold, London, Routlegde, 1998, 2 J.G. Rugie, “Continuity and Transformation in the World Polity: Toward a Neorealist Syn- thesis", en R. O. Keohane (Ed.), Neorealism and Its Crities, New York, Columbia University Press, 1986, p. 141 >. George, Discourses of Global Polities: A critical (re)introduction to International Rela- tions, Boulder, Co., Lynne Rienner, 1994, p. 119. 13 ee ee ee ee at ee Oe ae En cualquier caso, veinte afios después de su edicién, Teoria de /a Politica Internacional continia siendo una referencia de primer orden para autores, tanto en el bando racionalista como reflectivista. Ha dado lugar a una infinidad de libros y articulos que han tenido su contenido como tema central de estudio, S. Guzzini afirma que si Teoria de la Po- litica Internacional no hubiera sido escrita, la disciplina no habria tenido mas remedio que inventarla.' Puede decirse que las criticas dirigidas por un grupo de autores, como Ruggie, Ashley y Cox a la obra de Waltz re- presentaron el germen del enfoque reflectivista. Mas recientemente, en el libro publicado por A. Wendt Social Theory of International Politics, integrado en este enfoque, queda patente la influencia de Waltz. Este au- tor es uno de los principales exponentes del constructivismo, procede a desarrollar sus ideas, tomando como punto de arranque una exposicion de los rasgos mas fundamentales de Teoria de la Politica Internacional. Realismo tradicional y neorrealismo La significacion del neorrealismo reside mas en la sistematizacién del realismo tradicional que en la elaboracién de un nuevo tipo de teoria. El realismo tradicional adolecié quizas de una presentacién poco ti- gurosa de sus postulados.* H. J. Morgenthau y S. Hoffman, dos de los principales autores de esta escuela, nunca desarrollaron una vision or- denada de la misma. Frente a esta deficiencia, la pretension de Waltz es la de imprimir a su obra un caracter cientifico. El término neorrealismo sugiere, al mismo tiempo, continuidad y diferenciacién con el pasado Transmite, por una parte, la existencia de vinculos con el realismo tra- dicional y, por otra, la aportacién de algo nuevo, algo original. En el capitulo 2, con motivo de la descripcién del paradigma estatocéntrico, se hizo una breve referencia a premisas que contribuian a dotarle de un contenido especifico. Cabe quizas retomar aqui de nuevo a esta cuestion para poner de relieve las caracteristicas que unen a todos los autores realistas. Estas son las siguientes:° * S. Guzzini, Realism in International Relations ..., op., cit. p. 126. ° RO. Keohane, “Theory of World politics: Structural Realism and beyond”, en R. 0. Keo- hane (Fd.), Neorrealism and its Crities, op. cit, (New York, Columbia University Press, 1986), p. 169; J.A. Vasquez, The Power of Power Polities: From Classical Realism 10 Neotraditionatism, Cambridge University Press, 1998, p. 191. © En diversas obras se ha hecho alusién a una serie de rasgos comunes a todos los autores realistas, con independencia de cual sea su adscripeidn conereta: tradicional, estructural, ete. Ver: 14 1, El Estado es, sin duda, el actor central. La esencia de la realidad social es el grupo mas que el individuo. Desde la paz de Westfalia, el grupo por excelencia es el Estado. Otros actores, como las organizaciones internacionales, estén en una posicion subordinada, debiendo operar en el marco establecido por este ultimo. La naturaleza de la vida politica internacional es esencialmente con- flictiva. Los Estados se desenvuelven en un medio anarquico, carente de una autoridad central, en el que las relaciones entre ellos se desa- rrollan “a la sombra de la guerra”. 3. Lamotivacién humana primordial viene dada por el poder y la seguri- dad. Los realistas proclaman la autonomia de lo politico con respecto alo econémico y social. Todos los demas objetivos quedan supedita- dos a la satisfaccién de las necesidades de poder y seguridad. 4. Los Es aqui (icamente que por autonomia se entiende que los Estados son capaces de definir y perseguir sus propios intereses, con independen- cia del parecer de los grandes grupos de presién que se hallen dentro de los mismos. nv ados son actores racionales, aut6nomos y unitarios. Destacar Pero, como deciamos, el neorrealismo se distingue por deter- minadas aportaciones originales. La afirmacién de que el neorrealismo no supone tanto la claboracion de una nueva teoria como la sistemati- zacion del realismo tradicional no puede dar a entender una excesiva coincidencia entre los postulados del realismo tradicional y del neorrea- lismo. Es posible destacar algunas diferencias significativas entre estas dos versiones del realismo. Enumeradas brevemente son las siguientes:" R. G. Gilpin, “The Richness of the Tradition of political Realism”, en R. O. Keohane (Ed.), Neo- realism and Its Critics, op. cit. pp. 304-305; S. Krasner, “The Accomplishments of Intemational Political Economy”, en S. Smith, K. Booth and M. Zalewski (Eds.), op. cit, pp. 114-115; J. M. Grieco, “Realist Intemational Theory and the Study of World Politics”, en M. W. Doyle and G. J Ikenberry (Eds), op. cit, pp. 164-66. 7 Sobre las diferencias entre realismo tradicional y neorrealismo puede verse: K. N. Waltz, “Realist Thought and Neorealist Theory”, Journal of International Affairs, Vol. 44,n° 1, 1990, pp. 20-37; 8. Burchill, “Realism and Neo-Realism”, en S. Burchill and A. Linklater (Eds.), Theories of International Relations, 2 ed., New York, St. Martin’s Press, 1996, pp. 85-86; J. N. Rosenau, and M. Durfee, Thinking Theory Thoroughly. Boulder, Co.. Westview Press, 1995, pp. 9-13; R. L. Schweller and D. Priess, “A Tale of Two Realisms: Expanding the Institutional Debate”, Mershon International Studies Review, Nol. 41, 0° 1, 1997, pp. 6-8. 15 Enfoques y herramientas analiticas para Relaciones Internacionales en el siglo xx! 1. Las fuentes en las que beben los autores de dichas versiones no son las mismas, El realismo tradicional recurre predominantemente a la sociologia y la historia, mientras que el neorrealismo es deudor de la teoria economica. nu El realismo tradicional considera el poder como un fin en si mismo y establece como objetivo fundamental de la accién estatal el logro de su maximizaci6n. El realismo estructural, por su parte, contempla el poder como un medio. La preocupacién que guia a los el poder, sino la seguridad. El peso explicativo de los comportamientos inteacionales descansa, segun el realismo tradicional, en el nivel individual, en la naturaleza humana. Frente a ello, el neorrealismo muestra su preferencia por el nivel sistémico, por la distribucion de capacidades o recursos de poder. 4. El realismo tradicional puede entenderse como una teorfa de la po- litica exterior que tiene como foco esencial la distribucién relativa de capacidades entre Estados o alianzas especificos. En contraste, el realismo estructural no es otra cosa que una teoria de la politica internacional que toma como ntcleo de la misma la distribucién de capacidades en el nivel sistémico. —, 5. Entre los dos realismos hay discrepancias en torno al concepto de sistema. De modo contrario al realismo tradicional, el neorrealismo, como veremos enseguida con més detalle, deja fuera de dicho con- cepto las interacciones protagonizadora ’stados no es por las unidades. Pese al interés de esta contraposicién de posturas, el rasgo que mas diferencia al realismo tradicional del neorrealismo es la preten- sién de este ultimo de dar a los postulados realistas un mayor carac- ter cientifico. Como se ha dicho con anterioridad, el neorrealismo trata de sustituir el contenido metatedrico del realismo tradicional por un conjunto de proposiciones muy precisas sobre “un pequefio ntimero de cosas grandes e importantes”; trata de sustituir, como reza un conocido articulo de Waltz, el pensamiento realista por la teoria neorrealista La teoria sistematica de Waltz Por esta raz6n, Waltz dedica el primer capitulo de la Teoria de la Poli- tica Internacional a dejar claro qué entiende por teoria, Para este autor, una teoria “es una descripcidn de la organizacion de un campo concreto 16 EI Neorrealismo y de las conexiones entre sus partes”.* La infinidad de materiales de un campo concreto puede ordenarse de formas enormemente variadas. Una teoria indica que algunos factores son mas importantes que otros. Waltz subraya que una teoria no es una ley 0 un conjunto de leyes. Una teoria se distingue por explicar las regularidades, las corre- laciones estadisticas comprendidas en dichas leyes. Llama la atencion sobre el hecho de que este uso del término no se corresponde con el que es habitual en la teoria politica tradicional, mas preocupada por la interpretacién filosdfica que por la explicacién tedrica.’ Encaja plena- mente en la definicion de teoria de las ciencias naturales y de algunas ciencias sociales, como la economia. Es pues claro el pronunciamiento naturalista de Waltz. Aunque reconoce que los objetos de estudio de las ciencias naturales y las ciencias sociales son profundamente diferentes, concluye que los criterios de seleccién de conocimiento asi como el método a seguir, son coincidentes en ambos tipos de ciencias."" Toda teoria debe aislar un campo del resto en orden a abordarlo intelectualmente. Esta es una importante abstraccion. La cuestién para Waltz no es si es realista, sino si es util. Asi, pues, las teorias estan co- nectadas s6lo indirectamente con la realidad; representan /a realidad.'' En el proceso de elaboracién de una teoria la simplificacién es un as- pecto clave, implicando la seleccién de Gnica variable independiente sobre la que recaera la carga de la explicacién. La funcién de una teoria, insiste Waltz, no es lograr una descripcion exacta de la realidad a través del empleo de un sinfin de variables, sino una explicacion a través de la simplificacién.'* Esta ultima pone al desnudo los elementos esenciales en juego e indica las relaciones necesarias de causa a efecto. Una vez construida una teoria, la confirmacién o refutacion de la misma resulta una paso vital. Antes de someterla a la prueba de los hechos, es preciso preguntarse si la teoria es internamente consistente y si pone de relieve aspectos de interés que habrian quedado ocultos ella." Satisfecho este requisito previo, las hipétesis que se deriven KN. Waltz, Teoria de la Politica Internacional, Buenos Aires, GEL, (1979) 1988, p. 19. °Ibidem, p. 16. \© Ibidem, p. 103 Ibidem, p. 20. © Tbidem, p. 21 ”Thidem, p. 181 7 Enfoques y herramientas analiticas para Relaciones Internacionales en el siglo 10 de la teoria habran de superar intentos de falseacion, confirmacién en condiciones de particular dificultad 0 comparacién con otros campos con estructuras similares. Waltz es consciente de los problemas que en- cierran estos intentos. Nuestra propia teoria acttia como instrumento de seleccién de la informacién que consideramos relevante. Por ello, la credibilidad de una teoria, sobre la que nunca podré Iegarse a tener certeza absoluta, dependera de la variedad y dificultad de las pruebas a las que haya sido sometida."* El tipo de teoria en el que piensa Waltz es esencialmente sisté- stablece una distincién, ya clasica, entre teorias reduccionistas y teorias sistémicas. Las primeras buscan explicar resultados 0 aconteci- mientos internacionales mediante factores 0 combinaciones de factores localizados en el plano nacional o subnacional.'* Entre estos factores se encuentran las formas de gobierno, los sistemas econdmicos, las ins- tituciones sociales 0 las ideologias politicas. Escribiendo a finales de los afios setenta, Waltz critica tanto a autores tradicionalistas como be- havioristas porque sus teorias son predominantemente reduccionistas. Incluso afios antes expresaba una idea similar en su obra Man, the State and War, al seialar que un gran numero de teorias se encuadraban en la primera y la segunda imagen y no en la tercera.'” No cabe pensar, como sugieren las teorias asociadas a las dos primeras imagenes, en que pue- da llegarse a entender la politica internacional sumando simplemente las politicas exteriores y los comportamientos externos de los Estados. El andlisis de los atributos internos, que puede facilitar una des- cripcién de los objetivos, las politicas y las acciones de los Estados, no mico.'* “| H, Mouritzen rechaza la caracterizacién de K. N. Waltz como un positivista clasico. Fi sen- tido contrario destaca las coincidencias que, en cuestiones de filosofia de la ciencia, presenta este autor con K. Popper. Ver su contribucién: “Kenneth Waltz; A Critical Rationalist between Interna- tional Politics and Foreign Policy”, en Y. V. Neumann and O. Weever, The Future of International ‘Making, London, Routledge, 1997, pp. 70-74. Waltz contrapone Las teorias sistémicas, por las que él se inclina, con las teorias reduecionis- tas, Como se vera mas adelante, este autor, como consecuencia de la estrecha definicién de siste ma que defiende, tiende a confundir los conceptos de sistema y estructura. En realidad, hubicra sido més correcto emplear Ja expresién teoria “estructural” en lugar de la teoria “sistémica”. En. el texto se ha respetado la referencia a teorias sistémicas hecha por Waltz, pero seria itil tener en cuenta esta observacién. A este respecto, pueden verse los comentarios de B. Buzan en el capitulo siguiente. WKN, Waltz, Teoria de la Politica Tmernacional, op. cit, p. 91. .N. Waltz, Man, the State and War, New York, Columbia University Press, 1959, pp. 159-238. 18 EI Neorrealismo permite dar una explicacién de las grandes continuidades observables en la politica internacional.'* Al contemplar la historia, Waltz observa hechos un tanto sorprendentes: desde la Guerra del Peloponeso hasta la guerra fria, han hecho acto de presencia en la escena internacional distintas entidades politicas, han prevalecido distintos modos de organizacién interna y han sido proclamadas distintas ideologias, pero las pautas globales de interac- cién han permanecido constantes.'’ La comprensi6n de las continuidades y repeticiones de la politica internacional requiere un enfoque sistémico. Una teoria sistémica se refiere a las fuerzas que estan en juego no en el plano nacional, sino en el internacional. Waltz aisla un cam- po o dominio concreto a la hora de formular su teoria: cl sistema poli- tico internacional. Concibe este campo 0 dominio como separado del econdmico, social, etc.’ En una teoria sistémica, la parte principal de la capacidad explicativa se halla en la estructura. Esta actia como una fuerza que constrifie y condiciona y, precisamente por esto, las teorias sistémicas explican y predicen las continuidades dentro del sis- tema, no los cambios. Asi, las teorias sistémicas explican por qué la variedad de los resultados, fruto de las interacciones entre Estados, se ve afectada por ciertos limites, por qué las pautas de comportamiento son recurrentes y por qué los mismos acontecimientos se repiten una y otra vez, aun cuando muchos de ellos no fueran expresamente deseados.”! Las continuidades en el sistema internacional responderan a un mismo patron, mientras no tenga lugar un cambio estructural. Una transforma- cién en la estructura supondra una alteracién de las expectativas acerca de los resultados generados por las acciones e interacciones de unidades politicas, cuya ubicacién en el sistema ha variado con los cambios es- tructurales.” Un aspecto interesante del planteamiento de Waltz reside en cémo las estructuras manifiestan sus efectos sobre el comportamiento dentro del sistema. Esto ocurre a través de dos vias: la socializacion y la competicién entre los actores.” La primera de estas vias (sic.), la » KN, Waltz, Teoria de la Politica Internacional, op. cit., p. 98. ” Thidem, p. 99. > KN, Waltz, "op. cite, p. 30. K.N, Waltz, Teoria de la Politica Internacional, op. cit..p. 104. = Ibidem,p. 105. ® Tbidem, p. WI. 19 Enfoques y herramientas analiticas para Relaciones Internaclons 00) ot iglo wx socializacién, lleva a los miembros de un grupo, en este caso Estados, a comportarse con arreglo a las normas. Si algunos miembros del grupo consideran dichas normas restrictivas, adoptaran conductas contrarias a ellas. Pero las consecuencias negativas de este curso de accion pueden promover el retorno a la aceptacion de las normas o el abandono del grupo. En ambos supuestos, la homogeneidad del grupo es preservada. La socializacién reduce la gama de comportamientos posibles.* Las diferencias entre los Estados del sistema es mayor que las diferencias en sus pautas de conducta. La segunda via, la competicién, propende a implantar como general la “racionalidad” que se deriva de las acciones de los competidores con mayor éxito. Unos Estados pueden ser mas eficientes que otros a la hora de satisfacer su seguridad. Aquellos me- nos eficientes deberan emular las acciones de los mas eficientes, si no quieren verse en una situacién desventajosa. La competicién alienta a los Estados a ajustar sus politicas a practicas sancionadas por el éxito.25 Ambas vias, socializacién y competicién, reducen la variedad de com- portamientos y resultados posibles en el sistema. La estructura del sistema ‘ Como subraya el propio Waltz, la idea de que la politica internacional puede ser concebida como un sistema, dotado de una estructura definida con precisién, representa la diferencia fundamental del neorrealismo con el realismo tradicional”. Pero, ,cémo es definida la estructura?, gc6mo es generada? Para Waltz, un sistema esté compuesto por una estructura Y por unidades que interactuan.”’ La estructura es la parte que permite pensar en el sistema como un todo. Una cuestién central para este autor es establecer una definicién de estructura que deje aparte las caracteristicas, el comportamiento y las interacciones de las unidades. Con ello se preten- de eludir cualquier atisbo de reduccionismo. Una definicién correcta de estructura requiere concentrarse en cuales son las posiciones reciprocas * Ibidem, p. 114. % — Ibidem, p. 116. La importan ‘manificsto tamt que dentro de la teoria neorrealista tiene el enfoque estructural es puesta de in por sus criticos, No obstante, autores como Ashley, después de establecer un paralelismo entre cl estructuralismo, como corriente general de pensamiento, y el neorrealismo, subrayan los aspectos especificos que distinguen a este iltimo, Ver por ejemplo: R. K. Ashley, “The Poverty of Neorealism”, en R. O. Keohane (Ed), Neorealism and lis Critics, op. cit. pp. 263. » KN, Waltz, Teoria de la Politica Internacional, op. cit., p. 119. 20 El Neorrealismo de unos Estados con respecto a otros. Los criterios de organizacion de las unidades constituyen una propiedad enteramente sistémica.* A este respecto, Waltz distingue tres elementos principales en una estructura: 1) el principio con arreglo al cual se produce dicha organizacién; 2) la diferenciacién de las unidades y la especificacién de sus funciones; y 3) la distribucion de recursos o capacidades entre elas.” En cuanto al primero de estos elementos, el principio orde- nador por excelencia es la anarquia. En contraposicién a los sistemas estatales, que se distinguen por ser centralizados y jerarquicos, el sis- tema internacional se caracteriza por ser descentralizado y anarqui- co.” Formalmente, todas las unidades de dicho sistema son iguales. El segundo elemento, la diferenciacién funcional, no es necesario para la definicién de estructura internacional.*' Las unidades del sistema internacional no se encuentran diferenciadas por las funciones que desempefian. La jerarquia supone relaciones de supra 0 subordinacién entre las partes y, por tanto, su diferenciacion. La anarquia supone relaciones de coordinacién entre las unidades y, consecuentemente, la igualdad funcional de las mismas. En la medida en que la anar- quia perdure, los Estados continuaran siendo unidades semejantes. No puede decirse lo mismo del tercer elemento, la distribucién de capacidades. Este elemento adquiere un peso determinante en la de- finicion de estructura. En un sistema anarquico, dada la ausencia de diferenciacién funcional, lo que distingue primariamente a las partes consiste en sus mayores © menores capacidades para llevar a cabo tareas similare Debido a ello, el concepto de estructura tiende a concentrar- se en la distribucién de capacidades 0 recursos de poder. Diferentes estructuras o distribuciones de capacidades o recursos de poder, deter- minadas por el mayor o menor numero de polos 0 grandes potencias, permiten distinguir entre sistemas internacionales distintos. Waltz, ade- lantandose a sus criticos,” indica que esta definicién de estructura no le Ibidem, p. 120. Ibidem, p. 123. 8° Thidem, p. 132. 1 Thidem, p. 139. Ibidem, p. 145. Un buen mimero de criticas se dirigiran a este punto de la obra de Waltz, Entre ellas, ver: J M. Gabriel, Word!views and Theories of International Relations, London, Macmillan, 1994, p. 85. 2 Enfoques y herramientas analiticas para Relaciones Internacionales en al wiglo xxi hace vulnerable a la acusacién de reduccionismo. Trata de aclarar que las capacidades o recursos de poder representan, en efecto, caracteristi- cas de las unidades, pero que la distribucién de capacidades o recursos de poder constituye una caracteristica sistematica.* Es precisamente aqui donde se pone de manifiesto la ontolo- gia materialista de la teoria sistémica de Waltz. No hay cabida para las ideas en su concepto de estructura. De hecho, Waltz critica a auto- res como Aron y Hoffman por distinguir entre sistemas homogéneos y heterogéneos, distincién que pretendia tomar en cuenta, ademas de la distribucién del poder, la existencia de afinidades 0 similitudes entre los Estados.** Cualquier referencia a las ideas en el planteamiento waltzia- no ha de incluirse en el nivel de las unidades. Para responder a la pregunta de como son generadas las estruc- turas, el neorrealismo recurre a la teoria micro-econémica. Razonando por analogia, Waltz entiende que el sistema politico internacional, al igual que el mercado, es individualista en origen y esta formado de manera espontanea y no intencionada. El sistema nace de la actividad de entidades egoistas, los Estados, cuyos objetivos y esfuerzos no es- tén concentrados en crear un orden, sino en satisfacer sus propios in- tereses.** Las estructuras emergen de la coexistencia de Estados. Mas concretamente, habria que decir que emergen de la coexistencia de un numero pequefio de Estados: el de las grandes potencias.”” Pese a su ori- gen individualista y no intencionado, una vez formadas, las estructuras se convierten en una fuerza que pasa a constrefiir y afectar el compor- tamiento de sus creadores."* En este punto aflora la ontologia indivi- dualista del neorrealismo. No puede menos que reconocerse una cierta ambivalencia en esta cuestion. Las acciones de los Estados promueven la emergencia de estructuras, si bien éstas, una vez en pie, quedan fuera MKLN, Waltz, Teorfa de fa Politica Internacional, op. cit. p. 146. © R.Aron subraya que ademas de las relaciones de fuerzas, las ideas y los sentimientos tam- bién influyen en el comportamiento de Ios Estados. Denomina sistemas homogéneos “aquellos en los cuales los Estados pertenecen al mismo tipo y obedecen al mismo concepto de la politica”. Denomina sistemas heterogéneos, en un sentido muy distinto, aquellos “en los que los Estados es- tin organizados de acuerdo con otros prineipios y proclaman valores contradictorios”. EI sistema intemacional a partir de 1945, por ejemplo, fue simultdneamente bipolar y heterogéneo. Ver: R. ‘Aron, Paz y Guerra entre las Naciones, Madrid, Alianza Editorial, (1962) 1985, tomo I, p. 140. & KN, Waltz, Teoria de fa Politica Internacional, op. cit. p. p. 136. ” — Ibidem, p. 109. Ibidem, p. 134. 22 El Neorrealismo del control de que aquéllos pudieran ejercer. No obstante, las criticas reflectivistas subrayaran la prioridad ontolégica otorgada por Waltz a los agentes. La teoria neorrealista establece una premisa respecto a la mo- tivacién que guia a los Estados. Asume que, lejos de buscar la crea- cién consciente de estructuras o la maximizacién del poder, los Estados buscan asegurar su supervivencia.” Esto no quiere decir que los Esta- dos tengan siempre presente este objetivo 0 que adopten las politicas correctas para alcanzarlo, pero la estructura recompensaré 0 castigara aquellos comportamientos que se acomoden, mas o menos, a lo que se requiere para tener éxito cn un sistema andrquico. El sistema politico internacional, como los mercados, esté formado y se sustenta sobre el principio de auto-ayuda.*’ En condiciones de anarquia, la consecucién de la seguridad depende exclusivamente de las acciones que los propios Estados puedan emprender. El principio de auto-ayuda esta ligado a una situacion de alto riesgo: el estallido de guerras. Waltz no confia en la creacin de organizaciones internacionales para amortiguar este tipo de situaciones. Intentos en esa direceion fracasarén por la falta de capaci dad de mantenimiento de la unidad del sistema. Es mas, “la perspectiva de un gobierno mundial puede ser una invitacion para una guerra civil internacional”.*! Cuanto mayor sea el poder del centro, mas fuertes se- ran los incentivos para embarcarse en una lucha tendente a su control. En definitiva, las organizaciones internacionales no pueden tener una vida independiente de los intereses de sus principales miembros.” Sin embargo, esto no supone que los Estados estén abocados fatalmente a la guerra. La anarquia no esta exenta de “virtudes”. Ella misma gene- biden, p. 136. © Ibidem, p. 164. “\ Ibidem, p. 165. Lo acaecido con a oray tras la desaparicién de ta guerra fria hace que Waltz. se ratifique en su tesis sobre el papel de las organizaciones internacionales. Para este autor, la supervivencia y expansién de la tan dice mucho sobre el poder y Ia influencia estadounidense y poco sobre las instituciones como entidades multilaterales. A su juicio, la capacidad de los Estados Unidos para prolongar la vida de una institucién moribunda ilustra perfectamente como las instituciones internacionales son creadas y mantenidas por Fstados fuertes para servir a sus intereses. Ver: K. N, Waltz, “The Balance of power and Naro Expansion” University of California, Berkeley (Center of german and European Studies), Working Paper 5.66, October, 1998, p. 5. En este mismo sentido, ver también su articulo: “Structural Realismo after the Cold War’ International Security, Vol. 2. n° 1, 2000, p. 20. 23 Enfoques y herramientas analiticas para Relaciones Internacionales en el siglo x«i ra determinados mecanismos de inhibicién. La posibilidad permanente de que la fuerza pueda ser usada, restringe la capacidad de maniobra, modera las demandas y sirve de incentivo para el arreglo de disputas. Un aspecto relevante de la teoria de Waltz es que en un sistema anarquico, basado en el principio de auto-ayuda, la estructura reduce las posibilidades de cooperacién entre los Estados de dos formas di: tintas."* La cooperacién puede reportar ventajas innegables para todas las partes, si bien no en la misma medida. El neorrealismo prima las ganancias relativas en lugar de las ganancias absolutas de la coopera- cién.* Cuando dos Estados contemplan la posibilidad de cooperar para ventaja mutua, dadas las incertidumbres inherentes al sistema, deben preguntarse como se distribuiran los beneficios. La pregunta clave no es {ganaremos los dos?, sino ,quién ganara m4s? Ni tan siquiera la perspectiva de lograr grandes ventajas absolutas estimulara su coope- racin. El hecho de que un Estado se vea mas beneficiado en términos proporcionales puede traducirse en el incremento de sus capacidades y, por tanto, en la aparicién de una amenaza para el resto. Ademas, los Estados se preocupan por no convertirse en excesivamente depen- dientes de otros como consecuencia de las relaciones de cooperacién o de los intercambios de bienes y servicios. Ciertamente, el bienestar general puede aumentar con el desarrollo de la decisién internacional de trabajo, por lo cual trae consigo una mayor interdependencia. Pero, a su vez, una mayor interdependencia engendra vulnerabilidades. Las grandes potencias tienden a controlar aquello de lo que dependen o a disminuir el grado de dependencia. Estas simples reflexiones explican mucho del comportamiento de los Estados: “sus impulsos imperiales para ampliar su grado de control y sus esfuerzos autarquicos para me- jorar su autosuficiencia”."* © K.N. Waltz, Teoria de la Politica Internacional, op. cit. p. 157 “Con independencia de la exposicién mas detallada que se realiza al tratar la discusién entre neorrealistas y neoliberales sobre la cuestion de ganancias relativas-ganancias absolutas, pueden ‘mencionarse algunos andlisis mas actuales de las relaciones de cooperacién entre Estados que reflejan la posicion de Waltz. Ver por ejemplo: M. Mastanduno, “Do relative Gains Matter? Ame- rica’s Response to Japanese industrial Policy”, fnternational Security, Vol. 16, Summer, 1991; S. D. Krasner, “Global Communications and National Power: Life on the Pareto Frontier”, World Politics, Vol. 43, April, 1992. K.N, Waltz, Teoria de la Politica Internacional. op. cit. p. 157. 24 Be setae El Neorrealismo Equilibrio, bipolaridad y multipolaridad La teoria del equilibrio de poder representa un desarrollo central de la teo- ria sistémica de la politica internacional. Waltz descarta el bandwagoning —la practica consistente en alinearse con el Estado mas fuerte- como tipo significativo de comportamiento internacional alternativo al equilibrio."° La teoria del equilibrio asume que los Estados son actores unitarios que persiguen como objetivo minimo la propia preservacién y como objetivo maximo la dominacién mundial. En la consecucién de estos objetivos emplean medios internos —Ia potenciacion de sus recursos de poder, entre ellos los militares~ y medios externos Ia formacién o fortalecimiento de alianzas. Establecidas estas premisas, solamente se requiere una condi- cién para que la teoria fimcione: que dos 0 mas Estados coexistan en un sistema de auto-ayuda.“’ La teoria describe las limitaciones que emanan del sistema creado por las acciones de los Estados ¢ indica el resultado presumible: la formacién de equilibrios de poder. Waltz no excluye que el equilibrio pueda ser resultado de las politicas deliberadas de los Estados. Pero un punto central en su teo- ria es la espontaneidad de las situaciones de equilibrio. Lo que hace realmente original al neorrealismo es el recurso, de nuevo, a la teoria micro-econémica para explicarlas. La teoria del equilibrio aspira a dar cuenta de un resultado, la formacién recurrente de equilibrio: que pue- de tener poco que ver con las intenciones de los Estados, cuyas accio- nes se entrelazaron para producir dicho resultado. De acuerdo con ella, tienden a aparecer equilibrios de poder, bien porque algunos © todos los, Estados tratan conscientemente de propiciarlos o bien porque algunos 0 todos los Estados pretenden lograr la dominacion universal.* La teoria Proporciona explicaciones generales, pero no puede dar cuenta de las Politicas especificas de los Estados. Nos dice por qué cabe esperar cier- tas similitudes de comportamiento en Estados que ocupan posiciones parecidas en la estructura. Las expectativas son sobre comportamientos * Algunos autores han cucstionado que el equilibrio de poder haya sido el resultado sistémico mis frecuente. P. Schroeder ha seiialado, apoydndose en un anilisis historico, que el bandwago- hning ha sido mas comin que el equilibrio, en especial en lo que concieme a los Estados pequetis. Ver: P. Schroeder, “Historical Reality vs, Neorealist Theory”, en M. E, Brown, S. M, Lynn-Jones and S. E. Miller (Eds.), The Peril of Anarchy: Contemporary Realism and international Security, Cambridge, M., The MIT Press, 1995, p. 430. © KN, Waltz, Teoria de la Politica Internacional, op. cit.,p. 173-174. Ihidem, p. 176. 25 Enfoques y herramientas analiticas para Relaciones Internacionales en ol siglo xx) similares, no idénticos. Comprender las diferencias en las respuestas a las presiones estructurales, exige tomar en consideracién la influencia de los contextos internos de los Estados en sus politicas exteriores.” Waltz dedica una parte notable de su obra a poner de relieve s consecuencias que distintas configuraciones estructurales tienen sobre el equilibrio, sobre la estabilidad del sistema internacional. A este respecto, la teoria neorrealista destaca las ventajas de sistemas con un reducido nimero de grandes potencias: “lo mas pequefio es mas bello que lo pequefio”.”’ Es posible diferenciar entre sistemas multipolares y bipolares. La sucesién de sistemas multipolares desde el siglo xvil, se vio rota a mediados del pasado siglo por la emergencia de un sistema bipolar. Para Waltz, en contra de la opinion dominante hasta entonces que privilegiaba las virtudes de la multipolaridad, es este tipo de sistema precisamente el que propicia una mayor estabili- dad.*! En publicaciones posteriores, Waltz hace depender esta mayor estabilidad de la bipolaridad, pero también de las armas nucleares. Con ello reconoce la importancia de unos desarrollos que, a su juicio, se ubican en el nivel de las unidades.*” La mds satisfactoria relacién entre bipolaridad y estabilidad esta fundamentada en consideraciones econémicas y politicas. © Ibidem, p. 180. © pbidem, p. 199, * Ya en los aos sesenta, hubo una intensa polémica sobre cual de las dos principales con- figuraciones estructurales, la multipolar o la bipolar, eran mas propicias al mantenimiento de la cestabilidad internacional. Entre las més notables aportaciones a esa polémica se encuentran: K. N. Waltz, “The Stability of a bipolar World”, Deadlus, Vol. 93, n° 4, 1964; K. W. Deutsch and J D. Singer , “Multipolar Power Systems and International Stability”, World Politics, Vol. 16, n° 3, 1964; M, Haas, “Intemational Subsystems: Stability and Polarity”, American Political Science Review, Vol. 64, n° 2, 1970. Precisamente en su libro Teoria de la Politica Iniernacional, Waltz itica, aduciendo razones metodolégicas, una de las contribuciones mas relevantes del Proyecto Correlates of War por no refrendar enteramente su hipétesis sobre bipolaridad y estabilidad. Sobre esta contribuicién, ver: J. D. Singer, $. Bremer and J. Stuckey, “Capability Distribution, Un tainty, and Major Power Wars, 1820-1965”, en B. M. Russett (Ed.), Peace War, and! Numbers, Berbely Hills, Sge, 1972. En un articulo escrito en 1993, Waltz afirma que “la paz mas duradera que el mundo ha co- nocido deseans6 en dos pilares la bipolaridad y las armas nucleare: *, Waltz siempre ha reconocido Ja importancia de las armas nucleares, aunque en su obra han ocupado una posiciGn secundaria con respecto a la polaridad. Sin embargo, en sus iltimos escritos parece reforzar el papel de las armas nucleares, alejdndose asi de una teoria estrictamente estructural. Ver: K. Waltz, “The Emer gent Structure of Intemational Politics”, International Security, Vol. 18, n° 2, 1993, p. 42. Para un comentario en esta misma direccién, puede consultarse H. Mouritzen, op. cit., p. 82. 26 El Neorrealismo Las consideraciones econémicas apuntan, en Io sustancial, a que en un sistema bipolar la interdependencia econémica entre las gran- des poten es mas reducida que en un sistema multipolar. Cuando cambia la estructura del sistema, cambia, al mismo tiempo, el grado de interdependencia. También de manera opuesta a lo que constituye el pensamiento mas habitual, Waltz entiende que la interdependencia no es un factor de paz. Al contrario, afirma que guerras civiles y contiendas internacionales han tenido lugar pese a la existencia de una profunda interrelacién entre los participantes en ellas.** En un mundo bipolar, la interdependencia es inferior por una razén simple: cuando menor es el numero de polos del sistema, tanto mayor es su tamafio y, consecuen- temente, tanto mayor es su habilidad para satisfacer sus necesidades econémicas internamente, sin recurrir a transacciones con el exterior. El tamafio de los dos Estados dominantes durante la guerra fria permitié un cierto control sobre sus propios asuntos y redujo vulnerabilidades. La desigualdad de los Estados produjo “una situacién de equilibrio a un bajo nivel de interdependencia”.®> Para justificar la aseveracién de que la interdependencia en la segunda mitad del siglo xx era menor que a principios del mismo siglo, algo que resultaba sorprendente a la luz. de la abrumadora mayoria de opiniones en sentido opuesto, Waltz pro- porciona datos sobre la dependencia externa de las grandes potencias en uno y otro momento. La importancia del comercio exterior respecto al py para los Estados Unidos y la Unién Soviética en los afios setenta fue mucho mAs pequefia que para Inglaterra, Francia o Alemania antes de la Primera guerra mundial. Las consideraciones militares también avalan la mayor estabi- lidad de un sistema bipolar. En un sistema multipolar la posibilidad de formar alianzas conferia una operatividad superior al equilibrio de poder. Este podia surgir no sélo de los esfuerzos internos, sino adicionalmente de la conclusion de acuerdos con otros Estados. Pero, para Waltz, un mundo K.N. Waltz, Teoria de la Politica Internacional, op. cit. p. 205. % Thidem,p. 215. *Veinte aitos después de ta publicacién de la Teoria de Ia Politica Internacional, Waltz sigue manteniendo tesis similares sobre la cuestiGn de Ia interdependencia, Tanto bajo el régimen bipolar como bajo el unipolar de nuestros dias, Waltz afirma que el grado de interdependencia ha dec! nado sensiblemente. K. N. Waltz, “Globalization and American Power”, The national Interest, Spring, 2000, p. 53. Para una referencia previa a la cuestién de la interdependencia, ver K. N. Waltz, Teoria de ta Politica Internacional, op. cit., p. 235. a Enfoques y herramientas analiticas para Relaciones Internacionales en el siglo xx con un néimero crecido de grandes potencias es un mundo con mayores incertidumbres. La respuesta a preguntas como de quién procede la ame- naza, quién se opondra a quién y quién ganara o perdera como resultado de las acciones de otros Estados no aparece en absoluto nitida.* Las alian- zas pueden ser un elemento de estabilidad, pero su formacién y mante- nimiento implican concesiones que restringen la capacidad de decisi6n y actuacién de los Estados, en situaciones de interdependencia entre los miembros de una alianza y de competencia intensa entre alianzas, como cocurrié en los afios anteriores a la primera guerra mundial, las acciones de determinados Estados pueden arrastrar al resto a conflictos no desencade- nados directamente por ellos (chaine-gagnging). Es necesario mencionar que la formacién de alianzas puede no resultar facil. Ante la emergencia de un Estado poderoso, los Estados que perciben en este hecho un amenaza pueden adoptar una actitud pasiva, pasando la responsabilidad de actuar a otros Estados también afectados por la misma amenaza (buck-passing). Esto supondria en una situacién de multipolaridad, el fracaso del estable- cimiento de equilibrios, un sistema bipolar obedece a un estado de cosas bien distinto. En este caso, dice Waltz, las incertidumbres son menores. La respuesta a las tres preguntas planteadas mas arriba no deja lugar a dema- siadas dudas. La interdependencia militar es incluso sensiblemente me- nor que la interdependencia sensiblemente menor que la interdependencia econdémica. Las dos grandes potencias de la posguerra, los Estados uni- dos y la unién Soviética, dependieron fundamentalmente de si mismos en cuestiones militares. La consecucién del equilibrio supone emplear predo- minantemente medios “internos”, en lugar de medios “externos”, por lo cual dicho equilibrio merecera un grado de confianza superior.’ El sentido de las alianzas en un mundo bipolar —que tienden a ser considerablemente més rigidas— es totalmente diferente. En la medida en que no necesitan las aportaciones de sus aliados para garantizar su seguridad. Los dos Es- tados lideres pueden fijar su estrategia y tomar decisiones mas libremente. No cabe, en el supuesto de bipolaridad, que se produzcan situaciones de chain-ganging o de buck-passing. En fin, dada la reduccién de los niveles de incertidumbre, la posibilidad de que las grandes potencias comentan errores de célculo es mucho menor. KN Walla, Teoria de Ja Politica Internacional, op. cit. p.2 "biden. 247. E! Neorrealismo Ademis, los sistemas bipolares propician un control intemacio- nal por parte de los grandes poderes que no se da en los sistemas multipo- lares. En los primeros, cabe registrar un cierto margen de maniobra para que los Estados preponderantes actiien en nombre del conjunto. Segiin el punto de vista neorrealista, en los sistemas de auto-ayuda las ganancias relativas son mas importantes que las ganancias absolutas. Sin embargo, en un mundo bipolar “la preocupaci6n por las ganancias absolutas puede reemplazar a la preocupacién por las ganancias relativas”.** Esto se debe, por una parte, a la estabilidad de los equilibrios —estabilidad reforzada por las armas nucleares— entre los dos polos y, por otra, a la enorme distancia existente entre ellos y el resto de los miembros del sistema. Dadas estas circunstancias, los Estados en posiciones de privile- gio pueden estar dispuestos a suministrar bienes colectivos aun cuando otras entidades estatales ganen en mucha mayor proporcion. Waltz ilus- tra esta cuestion utilizando la teoria de la accién colectiva de M. Olson.” Con arreglo a esta teoria, cuanto mayor sea el nimero de unidades en un grupo, menor sera la posibilidad de alcanzar intereses comunes. De for- ma opuesta, cuanto menor sea el ntimero de grandes potencias y cuanto mayor sea la disparidad entre éstas y el resto de los Estados, mas proba- ble sera que las primeras actiien en nombre del sistema. Cuanto mayor sea el tamafio relativo de una unidad, tanto mas identificara su interés con el interés del sistema. Un sistema bipolar acrecienta las oportunida- des para que dos grandes Estados traten de manejar el sistema, mediante la realizacion de determinadas tareas. as areas son: transformar 0 mantener el sistema, preservar la paz u ordenar la economia mundial. %Ihidem, p. 284. © Waltz recurre a la obra de M. Olson para justificar el hecho de que las grandes potencias pue- dan proveer determinados bienes colectivos. Es interesante sefialar que también los neoliberales recurriran a las ideas de Olson para explicar que no ya en sistemas con uno o dos Estados domi nantes, sino en sistemas con un “grupo reducido” de Estados la cooperacién es posible en orden fereses comunes, La obra en la que se han basado, tanto neorrealistas como neoliberales, es: M. Olson, La Légica de la Accién Colectiva: Bienes Piblicos v Teoria de Jos Grupos, México, Limusa, 1992. © KN, Waltz, Teoria de la Politica Internacional, op. cits p. 290.

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