Apunte Nuevo Filosofía de La Naturaleza
Apunte Nuevo Filosofía de La Naturaleza
Apunte Nuevo Filosofía de La Naturaleza
FILOSOFÍA DE LA NATURALEZA
INTRODUCCIÓN
1
Desde el “cartesianismo” la matemática es suplantada por la “metafísica”. 7:25
2
Los tomistas luchando contra viento y marea contra la invasión del “cientificismo de la res extensa y de
la res cogitans”, absurdo todo. Pensamiento en mano del ser del espíritu, que es el ser que no esta inmerso
en la materia, entonces el “yo” es conciente y además abierto a la posesión de las formas de la otra.
1
Se debe mantener el carácter accidental de la cantidad y el carácter
compuesto de la esencia substancial de los cuerpos, substancias materiales, carácter
compuesto de forma y materia.”3
I. FILOSOFÍA DE LA NATURALEZA
a. Objeto material
3
38:25 min.
2
*Cuerpos: las realidades extensas, observables, preferentemente sólidas, y
que poseen cierta unidad que las diferencias de otros cuerpos numéricamente
distintos. El matiz peculiar de este nombre es que designa a un todo concreto,
independiente, y no a sus aspectos o propiedades como el color o una línea.
*Ente sensible: indica la propiedad que tienen los cuerpos de ser perceptibles
por los sentidos.
b. Objeto formal
3
en cuanto que implica la sucesión y continuidad tiene a la corporeidad como condición pero
no como fundamento.
Según Juan de Santo Tomás todo el énfasis hay que ponerlo en la comprensión de lo
que significa “móvil” como objeto formal de la física. La razón de ello, es manifiesta porque
de otro modo el físico trataría de lo accidente, pues la movilidad próxima o formal es accidente,
y asimismo no trataría de la sustancia ni de la generación sustancial, y por tanto no trataría
“per se” de la naturaleza.
La física no trata de la movilidad, la cual es una pasión del ente móvil, sino que trata
de lo que funda aquella pasión de la movilidad.”4
El ente físico tiene una característica fundamental, que se sigue del hecho de
poseer materia, la cual no es otra más que su “ movilidad o mutabilidad”; esto es,
la capacidad de sufrir alteraciones y transformaciones, dejando de ser lo que es,
para devenir en otra cosa, adquiriendo un nuevo modo de ser. Esta mutabilidad
define a los cuerpos, como entes materiales, es decir, señala su modo peculiar y
exclusivo de tener el ser; poseer el “esse”, pudiendo perderlo y perdiéndolo de
hecho.
“Para que no se desconozca el punto donde está la dificultad hay que atender a los dos
términos del título. El primero es el término “ente móvil”, el segundo el término “objeto
formal”. Ente móvil no se toma como expresión compleja (compuesta), como un agregado
de ente y movilidad, como dos cosas, sino como expresión unitaria que expresa la quididad
(esencia) a la cual conviene la movilidad. (…) Y así como la naturaleza, en la física (Filosofía
de la Naturaleza), no se toma por la sola esencia de las cosas, pues esto compete a todo ente,
sino por aquello que es principio del movimiento, -no de cualquier movimiento, sino del
4
“La Filosofía de la naturaleza como saber filosófico”. Cap. III. José M. Petit Sullá
4
imperfecto y con sucesión y paso de la potencia al acto- así ente natural o móvil se toma por
aquel que tiene en sí el principio de tal movimiento físico e imperfecto…
5
Que admite que el mundo sensible está en un continuo devenir, pero que a la vez, existe realmente el
mundo de las ideas, en el que se encuentra el ser verdadero, estable, en el cual no hay mutabilidad, ni
devenir
5
explicando cómo el movimiento de las cosas naturales es compatible con su
carácter de entes, y esto posibilita el estudio científico de la naturaleza.
Ser y devenir
2. El acto y la potencia
Acto
“Comencemos, pues, como hemos dicho, por el movimiento. Las cosas — algunas
sólo en acto, otras en potencia y en acto — son o un «esto» o una cantidad o una
cualidad, y de la misma manera en las otras categorías de lo que es. …6
6
Santo Tomás, Q.D. de Spiritualibus Creaturis, a. 1 in c.:
(…) Por lo cual, en las cosas compuestas hay que considerar un doble acto, y una doble potencia. En primer lugar, la
materia es a modo de potencia respecto de la forma, y la forma es su acto; además, la naturaleza constituida de materia
6
Ahora bien, no hay movimiento fuera de las cosas, pues lo que cambia
siempre cambia o sustancialmente o cuantitativamente o cualitativamente o
localmente, y, como hemos dicho, no hay nada que sea común a tales cambios y no sea o
un «esto» o una cantidad o una cualidad o alguna de las otras categorías. Así
pues, no hay movimiento ni cambio fuera de los que hemos dicho, ya que no hay ninguno
que se encuentre fuera de lo que hemos dicho. …
Es claro, entonces, que esto es el movimiento, y que una cosa se mueve cuando
está en actualidad de esta manera, ni antes ni después. Porque cada cosa particular
puede estar a veces en actualidad, a veces no, como en el caso de lo construible, y la
actualidad de lo construible en tanto que construible es el proceso de
construcción; porque la actualidad de lo construible es o el proceso de
7
construcción o la casa; pero cuando la casa existe ya no es construible; lo que se
construye es lo construible. Esta actualidad, entonces, tendrá que ser el proceso de
construcción; y el proceso de construcción es una clase de movimiento. El mismo
razonamiento se aplicará también a los otros movimientos.
Potencia
“La filosofía de Aristóteles y de Santo Tomás es una filosofía del ser, pero
no del ser rígido, sino del ser analógico, que reconoce diversas modalidades. Las
8
cosas materiales son verdaderamente entes, pero están sometidas a
transformaciones, a pérdidas y ganancias en el orden del ser. Eso significa una
deficiencia ontológica, y en último término se explica por la dependencia causal
de un Ser Inmutable, que es Dios…
El movimiento
7
La primera y más clara se funda en el movimiento. Es innegable, y consta por el testimonio de los
sentidos, que en el mundo hay cosas que se mueven. Pues bien, todo lo que se mueve es movido por otro,
ya que nada se mueve más que en cuanto está en potencia respecto de aquello para lo que se mueve. En
cambio, mover requiere estar en acto, ya que mover no es otra cosa que hacer pasar algo de la potencia
al acto, y esto no puede hacerlo más que lo que está en acto, a la manera como lo caliente en acto, v.gr.,
el fuego, hace que un leño, que está caliente en potencia, pase a estar caliente en acto. Ahora bien, no es
posible que una misma cosa esté, a la vez, en acto y en potencia respecto a lo mismo, sino respecto a
cosas diversas: lo que, v. gr., es caliente en acto no puede ser caliente en potencia, sino que en potencia
es, a la vez, frío. Es, pues, imposible que una cosa sea por lo mismo y de la misma manera motor y móvil,
como también lo es que se mueva a sí misma. Por consiguiente, todo lo que se mueve es movido por otro.
Pero si lo que mueve a otro es, a su vez, movido, es necesario que lo mueva un tercero, y a éste, otro. Mas
no se puede seguir indefinidamente, porque así no habría un primer motor y, por consiguiente, no habría
motor alguno, pues los motores intermedios no mueven más que en virtud del movimiento que reciben del
primero, lo mismo que un bastón nada mueve si no lo impulsa la mano. Por consiguiente, es necesario
llegar a un primer motor que no sea movido por nadie, y éste es el que todos entienden por Dios.
La tercera vía considera el ser posible, o contingente, y el necesario, y puede formularse así. Hallamos
en la naturaleza cosas que pueden existir o no existir, pues vemos seres que se producen y seres que se
destruyen y, por tanto, hay posibilidad de que existan y de que no existan. Ahora bien, es imposible que
los seres de tal condición hayan existido siempre ya que lo que tiene posibilidad de no ser hubo un tiempo
en que no fue. Si, pues, todas las cosas tienen la posibilidad de no ser, hubo un tiempo en que ninguna
existía. Pero, si esto es verdad, tampoco debiera existir ahora cosa alguna porque lo que no existe no
empieza a existir más que en virtud de lo que ya existe, y, por tanto, si nada existía, fue imposible que
empezase a existir alguna cosa, y, en consecuencia, ahora no habría nada, cosa evidentemente falsa. Por
consiguiente, no todos los seres son posibles, o contingentes, sino que entre ellos, forzosamente, ha de
haber alguno que sea necesario. Pero el ser necesario o tiene la razón de su necesidad en sí mismo o no
la tiene. Si su necesidad depende de otro, como no es posible, según hemos visto al tratar de las causas
eficientes, aceptar una serie indefinida de cosas necesarias, es forzoso que exista algo que sea necesario
por sí mismo y que no tenga fuera de sí la causa de su necesidad, sino que sea causa de la necesidad de
los demás, a lo cual todos llaman Dios. Suma Teológica I q. 2, a. 3. Santo Tomás de Aquino.
8
“Las cosas -algunas sólo en acto, otras en potencia y en acto- son o un «esto» o una cantidad o una
cualidad, y de la misma manera en las otras categorías de lo que es. En cuanto a las que son relativas a
algo, se dicen según el exceso o el defecto, o según la actividad o la pasividad, o, en general, según su
capacidad de mover o de ser movida; porque lo que puede mover es tal con respecto a lo que puede ser
movido, y lo que puede ser movido es tal con respecto a lo que puede mover.
Ahora bien, no hay movimiento fuera de las cosas, pues lo que cambia siempre cambia o sustancialmente
o cuantitativamente o cualitativamente o localmente, y, como hemos dicho, no hay nada que sea común a
tales cambios y no sea o un «esto» o una cantidad o una cualidad o alguna de las otras categorías. Así
9
estricto, es decir, al cambio sucesivo y continuo y no a los tránsitos instantáneos
de un término a otro. Y expresa de forma muy precisa la realidad del movimiento
en función de dos elementos… el acto y la potencia.
“Como acto de un ente que no es ese mismo acto, sino que sólo lo tiene, el
movimiento es, pero sólo en tanto que dado en algún ente afectado por él y que así se
comporta como sujeto pasivo –potencial- del cual él, como acto, es una actualización. Ese
ente que se comporta como el sujeto pasivo, actualizado por el acto del movimiento, es,
con independencia de esta actualización, un ente en acto, no un ente que solamente esté
en potencia. Su movimiento no le hace ser en acto un ente, sino tan sólo un ente en acto
de movimiento”10
pues, no hay movimiento ni cambio fuera de los que hemos dicho, ya que no hay ninguno que se encuentre
fuera de lo que hemos dicho.
Cada una de estas categorías está presente en las cosas de dos maneras: por ejemplo, con respecto a un
«esto», en su forma o su privación; con respecto a la cualidad, en lo blanco o lo negro; con respecto a la
cantidad, en lo completo o lo incompleto; y de la misma manera con respecto al desplazamiento en el
arriba o el abajo, lo pesado o lo ligero. Por consiguiente, las especies del movimiento y del cambio son
tantas como las del ser.
10
- en cuanto está en potencia: el móvil posee otros actos (el ladrillo, en cuanto
ladrillo es algo en acto), pero el movimiento le sobreviene en lo que tiene de potencial…
“El movimiento no es acto del bronce en cuanto es bronce, sino en cuanto es
potencia en orden a una estatua: de lo contrario, todo lo que fuera bronce se
movería”11.
-el móvil: es decir, el sujeto que se está moviendo, como el ave en vuelo, o el agua
que se va calentando; aquel que posee el movimiento.
11
In Phys. III, 2 Santo Tomás de Aquino.
12
Ibid.
13
In Metaphys., XI, 9 Santo Tomás de Aquino.
14
Filosofía de la Naturaleza. La Estructura Esencial de los Entes Corpóreos. Cap. I Mariano Artigas.
Juan José Sanguineti.
11
No podemos entender el movimiento sin entenderlo como algo dado en un sujeto
que lo tiene y que, por lo mismo, no consiste realmente en un movimiento, es decir, en
un sujeto personal o singular, sino en una entidad sujeta a él.
Así, pues, el movimiento y su sujeto son distintos, sin que esto quiera decir
que cada uno vaya por su lado, como si no tuviesen nada que ver entre sí. El sujeto del
movimiento es un ente movible, móvil: un ente capaz de movimiento, más no de serlo,
sino de tenerlo. Y, por su parte el movimiento mismo es la actualización de su sujeto en
calidad de ente móvil: el acto en que un ente móvil se actualiza, justamente en tanto que
móvil. Ello equivale a decir que el movimiento consiste en la actualización de la movilidad
en cuanto tal. Ahora bien, por ser la movilidad una capacidad, no un ente en sí, ha de ser
poseída por el respectivo sujeto. Ninguna capacidad es un ente en sí, un ente (dentro de
lo que cabe) independiente. Toda capacidad es algo dado en un cierto sujeto. La movilidad
es una capacidad que ciertos sujetos tienen. A estos sujetos, precisamente por tenerla, se
les llama entes móviles. De ahí la necesidad de distinguir el movimiento, la movilidad, y
el ente móvil. No se trata de distinguir por distinguir, sino de la objetiva y efectiva
necesidad de no confundir un ente, que está dotado en una cierta capacidad, con la
capacidad de la que ese ente está dotado, ni con la actualización correspondiente…” 15.
-el término “a quo” del movimiento, o punto de partida: por ejemplo, para
una trayectoria local (un simple desplazamiento o movimiento local), ese término es el
sitio preciso donde el movimiento empieza;…
Tipos de cambio
15
Léxico Filosófico. Movimiento. Antonio Millán-Puelles.
12
- alteración, o cambio cualitativo: por ej. Una fruta cambia de color.
“Las cosas -algunas sólo en acto, otras en potencia y en acto- son o un «esto» o
una cantidad o una cualidad, y de la misma manera en las otras categorías de lo que es.
En cuanto a las que son relativas a algo, se dicen según el exceso o el defecto, o según la
actividad o la pasividad, o, en general, según su capacidad de mover o de ser movida;
porque lo que puede mover es tal con respecto a lo que puede ser movido, y lo que puede
ser movido es tal con respecto a lo que puede mover.
Ahora bien, no hay movimiento fuera de las cosas, pues lo que cambia
siempre cambia o sustancialmente o cuantitativamente o cualitativamente o
localmente, y, como hemos dicho, no hay nada que sea común a tales cambios y no sea o
un «esto» o una cantidad o una cualidad o alguna de las otras categorías. Así pues, no
hay movimiento ni cambio fuera de los que hemos dicho, ya que no hay ninguno que se
encuentre fuera de lo que hemos dicho.
Cada una de estas categorías está presente en las cosas de dos maneras: por
ejemplo, con respecto a un «esto», en su forma o su privación; con respecto a la cualidad,
en lo blanco o lo negro; con respecto a la cantidad, en lo completo o lo incompleto; y de la
misma manera con respecto al desplazamiento en el arriba o el abajo, lo pesado o lo ligero.
Por consiguiente, las especies del movimiento y del cambio son tantas como las del ser.
1. Substancia y accidentes
16
Física, Libro III, 201ª 10, Aristóteles.
13
… Observamos que en el mundo hay cosas “independientes”, distintas
unas de otras… esas realidades, siendo cada una algo unitario, poseen múltiples
aspectos,…
17
“La definición de substancia se establece, por tanto, en estos términos: el ente que es de tal índole que
tiene la capacidad de ser en sí… Por lo demás a de tenerse en cuenta que no se trata de una definición en
el sentido más riguroso de ese término. Una definición estricta y propia es la que empieza señalando el
género al que el concepto de lo definido pertenece, y ello es imposible en el caso de la substancia porque
el concepto de ésta no tiene por encima nada más que el concepto del ente, el cual no es, ni puede ser,
género alguno… Así, pues, la única posibilidad de esclarecer el concepto de la substancia consiste en
ejemplificarlo y describirlo…” Sustancia. Léxico Filosófico, Antonio Millán –Puelles.
14
accidentes, que además permanece mientras los accidentes cambian…. El
término substancia etimológicamente hace alusión a este papel de fundamento
de los accidentes: substancia viene de substare, “estar debajo”.
Analogía de la substancia19
18
Suma Contra los Gentiles. L. I. Cap. I, Santo Tomás de Aquino
19
TÉRMINO UNÍVOCO: Término cuyo nombre es común y la razón significada por
el nombre es la misma.
15
… La noción de substancia es analógica… esa analogía ya se advierte en
esos tres significados primarios que dábamos de la substancia: la misma
realidad que es la esencia, es el sujeto de los accidentes y aquello que subsiste. La
substancia puede subsistir por sí misma por su carácter de esencia…
La roca firme, que es fundamento de toda reflexión filosófica, es sin lugar a dudas el
esse, fundamento de toda realidad, pero también la analogía, que es el medio por el cual
podemos realizar, la reflexión metafísica.
Santo Tomás de Aquino, nos expone la realidad, es decir, nos explica lo real,
trascendiendo la materia y la forma de Aristóteles, con lo cual va más adelante que el
estagirita.
Todo ente existirá, no por el hecho de tener una determinada forma sino porque
dicha forma ha recibido o participa del acto de ser20. Detengámonos un momento en
esto.
1. 20
La primera noción del esse.
El esse es expresado por el participio del verbo ser, es decir, el ente o lo que es.
El ente puede significar el sujeto o esencia que sustenta el acto de ser, o el acto
mismo de ser.
16
Como ya sabemos, una definición se formula por su género y diferencia. En el
caso del esse, ésta noción se presenta como la más abstracta y genérica, por lo cual, se
encuentra en la cumbre de todas las nociones y no hay género alguno superior a
ella, desde el cual pudiera definirse mediante una diferencia específica. Tampoco existe
diferencia alguna capaz de determinarla, puesto que cualquier diferencia desde que
es tal, es un modo de esse, incluida en la misma noción genérica de esse.
Junto a lo anterior, no debemos olvidar que la noción de esse, está presente en todo
concepto, y todo otro concepto no es sino un explicitación del mismo. Todos los demás
conceptos lo suponen y no hacen sino desarrollar su contenido. Más aún, todo concepto
es tal por la noción de esse, que lo hace inteligible, ya que cualquier concepto es también
y siempre un modo de esse, es decir, tal esse.
El esse está presente en toda realidad actual y posible y en todo conocimiento. Sin
el esse nada es y nada puede entenderse.
Por lo anterior, nos damos cuenta que no se le puede definir, pero se puede tener
conocimiento de lo que esta noción expresa. Es necesario aprehenderla, porque sin ella
nada se podría entender, ya que, como dijimos anteriormente, cualquier realidad existente
es siempre algo que es, y que por lo tanto, supone y se apoya en la noción de esse.
El esse es lo que es, algo que es. La noción anterior encierra dos elementos o
constitutivos: la esencia y el acto de ser.
La esencia es aquello por lo que un ente es tal o cual cosa, es lo que define o
lo que hace que un ente sea tal ente y no otro.
17
El acto de ser o existir es aquello por lo que un ente realmente es o puede ser.
Al considerar con mayor detenimiento la noción de esse, nos damos cuenta que es
distinta de todas las nociones o conceptos universales: genéricos o específicos.
Santo Tomás20 nos enseña como… El error de Parménides ha sido creer que el ser
es unívoco, como un género. Pero en realidad el esse no es un género, y se dice de los
diferentes seres en sentidos muy diversos...
A diferencia de los otros conceptos, que se excluyen entre sí, el del esse incluye todos
los conceptos, que no son sino explicitaciones del mismo: modos determinados de esse.
El esse en general contiene actualmente e implícitamente los diversos modos del esse
que lo diversifican; y se dice, o predica, en sentidos muy diferentes, de la potencia y del
acto, y también de la criatura compuesta de potencia y de acto, y del Esse divino. Luego,
con el solo concepto de esse es muy poco lo que se sabe, solamente lo que algo es
o puede ser, pero sin él no se puede saber nada.
18
En realidad el esse es un concepto análogo, como veremos más adelante, su
unidad es solamente unidad de proporcionalidad, como la de la palabra conocer, que o bien
designa la acción de los sentidos relativa a lo sensible, o bien la de la inteligencia relativa
a lo inteligible.
El concepto de esse carece de una unidad absoluta, como ya dijimos, sino más bien,
posee solamente una unidad de proporcionalidad, debido a que lo que designa no
es absolutamente lo mismo, sino proporcionalmente semejante, en el Esse divino,
en el esse contingente substancial, y en los diversos accidentes de este último.
Para no alargarnos más, trataremos el tema de la noción analógica del esse más
adelante.
3. Noción de ente20
Ente, en su sentido más radical, significa “lo que es” (id quod est). La noción de
ente20es lo primero que cae bajo la consideración del entendimiento, es el “primum
cognitum”20, sin lo cual nada podría ser aprehendido por el entendimiento.
El ente es lo que es, pero todo lo que es, es al mismo tiempo que es, “algo”. Por
el acto de esse, la noción de ente se constituye en su sentido radical. Pero el ente es “lo
que es”. De aquí, la composición de esencia y ser; los cuales son los “constitutivos
del ente”. Luego podemos decir que la esencia es aquello por lo que una cosa es lo que
es, y el esse, aquello por lo que una cosa es.
4. Noción de esencia.
19
La esencia y el acto de ser, son los constitutivos del ente y se encuentran
íntimamente unidos.
La esencia es siempre un modo de esse: tal o cual esse y, por eso, sólo tiene
sentido como una participación del esse.
El Esse divino, no puede ser puramente posible, sin existir, ya que no puede llegar
a ser, porque es simplemente Esse; y como ya dijimos, es por el cual todo ente es y por el
cual todo ente es tal y no otro.
Como nos enseña Santo Tomás20, Dios es por esencia el Ipsum Esse Subsistens,
el cual no puede ser más que solamente uno. Luego es necesario que todas las cosas,
menos Dios (Ipsum Esse Subsistens), no sean su propio esse, sino que participen
del esse, y, por tanto, es necesario que todos los seres, tengan como causa al Ipsum Esse
Subsistens que es del todo perfecto.
También las esencias, dicen relación esencial a su acto de ser, al acto que le da o
puede darle esse o realidad en sí misma.
Como decíamos más arriba, el esse no lo conocemos como tal, sino que lo
conocemos con el ente, es decir, como acto o perfección del ente. Por lo tanto el esse
es aquel que sustenta a todo ente
Las formas, actualizadas por el esse, en los entes corpóreos, son acto
respecto de la materia y de sus respectivas potencias, pero respecto al esse son
potencia.
20
Concepto preliminar de substancia corpórea
El conocer ordinario nos señala que todas las substancias del mundo
material son cuerpos. ¿Qué significa ser cuerpo? ¿Es lo mismo ser una substancia,
que ser una substancia corpórea?...
Observamos en todos los seres del mundo físico una serie de rasgos
comunes:
Por lo tanto el esse (acto de ser) es sólo inteligiblemente aprehensible por un juicio.
Cuando se afirma (o se niega) que algo (una ente) es (acto de ser), o que algo (ente) es tal
cosa, el esse (acto de ser) se revela en toda su fuerza constitutiva del ente, como acto de
éste.
21
propiedades (la extensión y la cualidad pueden variar, sin que un cuerpo cambie
substancialmente), pero ellas son necesarias para que un cuerpo sea cuerpo: ente
inextenso, sin cualidades sensibles y no perceptible por los sentidos no sería una
substancia corpórea.
De las tres notas, una sola basta para delimitar con precisión el ámbito del
ser corpóreo: la extensión… La extensión se revela, entonces, como la propiedad
fenomenológicamente primaria de los cuerpos, como se ve en la siguiente
definición de Santo Tomás: “El cuerpo, en cuanto pertenece al género de la substancia,
es aquello a cuya naturaleza convienen dimensiones concretas”21.
Substancia y cantidad
21
Santo Tomás de Aquino, De Ente et Essentia, c. 3.
22
Ibid. C. IV
22
inteligibles, no sensibles… No es posible ni siquiera imaginar la substancia,
porque es imaginable únicamente lo que es sensible,…
La Síntesis Hilemórfica
23
*los cambios substanciales: así como el cambio accidental nos da a
conocer la estructura substancia-accidentes, del mismo modo el cambio
substancial nos lleva a admitir la composición de materia-forma.
Vemos que las cosas sufren modificaciones profundas, pasando no sólo de
ser de un modo a ser de otro modo (cambio “secundum quid”), sino que llegan
a dejar de ser en sentido absoluto (corrupciones) o llegan a ser también en sentido
absoluto (generaciones).
Una forma sin materia sería única especie (los ángeles); la materia sin
ninguna forma en cambio no es posible, pues sería un puro substrato sin
ninguna determinación. Recuerden que la materia, no puede ser una substancia
24
completa, porque en ese caso las diferencias substanciales se reducirían al orden
accidental.
25
recibido. La subsistencia compete al compuesto de materia y forma, salvo en el
caso del la forma substancial del ser humano.
La Materia Prima
23
Pero no como “Ente Corpóreo”.
24
Ex quo.
25
Término A quo.
26
Si la materia prima tuviera algún acto, se constituiría ya como una
substancia. La condición de pura potencia es exigida porque la materia prima es
potencia en el orden substancial, y esto implica que no sea nada en ese orden.
La materia prima para que sea un sustrato que pueda adquirir una y otra
forma substancial, debe estar privada de toda determinación substancial: ni
esencia, ni cualidad, ni cantidad, ni alguna otra de las determinaciones del ser.
26
Prima.
27
a) Ingenerable e incorruptible: si la materia prima surgiera por
transformación a partir de otra cosa, tendría composición de forma y materia, y
habría una materia de la materia, que a su vez plantearía el mismo problema
hasta el infinito.
28
No debemos confundir la noción filosófica de materia con la noción física
de materia. A veces los físicos entienden por materia el ente dotado de masa, o la
misma propiedad de la masa.
La Forma Substancial
29
Luego la forma es un acto intrínseco y esencial por el que un ente corpóreo se
organiza y actúa de un modo determinado y constante.
Un ente que fuera sólo forma tendría una esencia simple, y sería
inmaterial: éste es el caso de las substancias espirituales angélicas.
Los platónicos decían que la forma era la esencia, pero eso es incorrecto,
pues la materia también es parte de su esencia.
30
c) La forma substancial es el acto primero de la substancia corpórea, no
en sentido temporal, sino por naturaleza.
Las cosas se conocen por lo que son en acto, resulta que la forma
substancial es el principio de inteligibilidad de los substancia corpórea.
31
(aunque mediante la abstracción se consideren prescindiendo de la materia
concreta).
32
La materia (prima) es principio fundamental de individuación, y la
cantidad es principio secundario. Ambas deben darse unidas: la materia prima
aporta el elemento substancial, y la cantidad el elemento individuador como tal.
No son dos principios sino uno sólo porque de hecho no puede darse la materia
prima sino signada por la cantidad dimensiva.
Síntesis Substancial
La Naturaleza
33
La naturaleza es el primer principio intrínseco de la actividad del ente
corpóreo. La definición clásica de Aristóteles considera la naturaleza como
“principio y causa de aquello que ella constituye primariamente, se mueva y
repose, por sí misma y no de forma accidental”.
La diferencia radica, en que los entes son naturales, cuando cada uno de
ellos, tiene en sí mismo el principio del movimiento y del reposo: unos en
cuanto al lugar, otras en cuanto al aumento y la disminución, otras en cuanto a
la alteración.
Debemos aclarar, que una cosa, es decir, qué se entiende por naturaleza a
la materia prima, por un lado, y a la forma por otro; pero cosa muy distinta es
decir, que el compuesto de materia y forma es naturaleza, lo cual es falso.
34
Algunos Principios
1º Por tener ser, las cosas están capacitadas para obrar, para comunicar
sus perfecciones o producir nuevas cosas. Porque el “obrar sigue al ser”.
10º Todo lo que obra, obra por un fin. Por eso la causa de las causas es
la “causa final”.
Al hermano Silvestre
1. Ten en cuenta que hay cosas que aunque no existen pueden existir y que hay cosas que
existen. Lo que puede existir se dice ser en potencia; lo que ya existe se dice ser en acto.
Pero hay dos tipos de ser, a saber, el ser esencial de la cosa o sustancial, como ser hombre,
y esto es ser sin más; hay otro ser accidental, como que el hombre es blanco, y esto es ser
algo.
Una cosa está en potencia por respecto a ambos tipos de ser: una cosa está en potencia
para ser hombre, como el esperma y la sangre menstrual; una cosa está en potencia para
ser blanco, como el hombre. Tanto lo que está en potencia respecto del ser sustancial como
35
lo que está en potencia respecto del ser accidental puede decirse materia: así, el esperma,
del hombre, y el hombre, de la blancura. Pero hay diferencia en esto, pues la materia que
está en potencia respecto del ser sustancial se dice materia de la cual; la que, en cambio,
está en potencia respecto del ser accidental se dice materia en la cual.
Asimismo, hablando con propiedad, lo que está en potencia respecto del ser accidental se
dice sujeto, mientras lo que está en potencia respecto del ser sustancial se dice propiamente
materia. Llamando sujeto a lo que está en potencia respecto del ser accidental, se indica
que son los accidentes los que están en el sujeto, no que la forma sustancial esté en el
sujeto. Según esto, la materia difiere del sujeto en que el sujeto es lo que no recibe el ser
de aquello que le sobreviene, sino que tiene por sí mismo el ser completo: así, el hombre no
recibe su ser de la blancura; la materia, por el contrario, recibe el ser de aquello que le
sobreviene, pues de suyo tiene un ser incompleto. Hablando, pues, sin más, la forma da el
ser a la materia, el sujeto en cambio al accidente, si bien a veces se toma el uno por el otro,
a saber, la materia por el sujeto y viceversa.
Ahora bien, así como todo lo que está en potencia puede decirse materia, así también todo
de lo que uno recibe el ser, cualquiera que sea el ser, sustancial o accidental, puede decirse
forma: así, el hombre, que es blanco en potencia, se hace actualmente blanco por la
blancura, y el esperma, que es hombre en potencia, se hace actualmente hombre por el
alma. Y puesto que la forma hace ser en acto, de ahí que la forma se diga que es acto; lo
que hace actual al ser sustancial es la forma sustancial y lo que hace actual al ser accidental
se dice forma accidental.
Y puesto que la generación es una cierta mutación del no ser o no ente al ser o
ente, la corrupción, inversamente, debe ser del ser al no ser, síguese que la
generación no se hace desde cualquier no ser, sino desde el no ente que es ente en
potencia: así, el ídolo desde el cobre, que es un ídolo en potencia, no en acto. Así, pues,
para que haya generación se requieren tres cosas, a saber, el ente en potencia, que
es la materia, y el no ser actual, que es la privación, y aquello que lo hace actual,
a saber, la forma. Así, cuando se hace un ídolo del cobre, el cobre, que está en potencia
respecto de la forma de ídolo, es la materia; el estar no configurado o no dispuesto se dice
privación; la figura por la que se dice ídolo es la forma; pero no sustancial, puesto que el
cobre tiene el ser en acto antes de recibir la forma o la figura y su ser no depende de esa
figura, sino que es una forma accidental; en efecto, todas las formas artificiales son
accidentales, ya que el arte sólo opera sobre lo que ya está constituido por la naturaleza
en su ser perfecto.
36
[La privación]
Pero lo accidental es doble, a saber, necesario, que no se separa de la cosa, como risible y
hombre, y no necesario, que se separa, como blanco y hombre. Por eso, aunque la privación
sea un principio accidental, no se sigue que no sea necesario a la generación. La materia,
en efecto, no se despoja de la privación, pues si está bajo una forma está privada de otra y
viceversa; así, en el fuego hay privación de aire y en el aire privación de fuego.
Y debe saberse que no decimos que la negación sea un principio porque la generación se
efectúe desde el no ser, sino la privación, pues la negación no determina su sujeto: «no
ve» puede decirse también de entes que no existen, como «la quimera no ve», y, asimismo,
de entes que por naturaleza no tienen vista, como las piedras. Pero la privación sólo se
dice de un sujeto determinado, a saber, de aquel al que la tenencia de una cosa es natural:
así, la ceguera sólo se dice de los que por naturaleza pueden ver.
Y puesto que la generación no se hace desde el no ente sin más sino desde el no ente que
está en un sujeto, y no en cualquiera sino en uno determinado —el fuego no se produce
desde cualquier no fuego sino desde un no fuego tal del que puede producirse
naturalmente la forma del fuego—, de ahí que la privación sea un principio. Pero difiere
de los otros en que los otros son principios tanto en el ser como en el in fien: en efecto,
para que el ídolo se haga es necesario que exista el bronce y que por último esté la figura
del ídolo, y, asimismo, es necesario que estos dos estén cuando ya está el ídolo. La
privación, en cambio, es un principio del in fieri y no del ser, pues mientras el ídolo se
hace es necesario que no exista el ídolo: si existiera no se haría, pues lo que se hace no
existe, a no ser que se trate de realidades sucesivas. Pero desde el momento en que ya existe
el ídolo, no hay privación del ídolo, pues la afirmación y la negación no se dan a la vez,
como tampoco la privación y la tenencia. Asimismo, la privación es un principio
accidental, como ya se ha expuesto; los otros dos son principios per se.
De lo dicho queda claro, por tanto, que la materia difiere de la forma y de la privación
conceptualmente. En efecto, se entiende por materia aquello en que está la forma y la
privación; así, en el cobre la figura y lo no configurado. La materia se menciona a veces
con la privación, a veces sin la privación: así, el bronce por ser la materia del ídolo no
implica privación, pues cuando digo «bronce» no se entiende no dispuesto o no
configurado; pero la harina, que es la materia respecto del pan, implica en sí la privación
de la forma del pan, pues cuando digo harina ello significa una falta de disposición o de
orden opuesta a la forma del pan. Y puesto que en la generación permanece la materia o
37
el sujeto, no así la privación ni tampoco el compuesto de materia y privación, de ahí que
la materia que no implica privación es permanente, la que la implica, transitoria.
La materia prima
Pero debe saberse que hay una materia que está compuesta de forma; así, el bronce es
materia respecto del ídolo, pero el mismo bronce está compuesto de materia y forma, y,
por eso, al bronce no se le llama materia prima, pues tiene materia. Sólo a la materia que
está sin cualquier forma y privación, pero sujeta a la forma y privación, se la llama materia
prima, a causa de que antes de ella no hay otra materia; y también se llama yle. Puesto
que toda definición y todo conocimiento es por la forma, la materia prima no puede
conocerse o de definirse por sí misma sino por comparación, de modo que se llama materia
prima a lo que se comporta por respecto a todas las formas y privaciones como el bronce
por respecto al ídolo y a lo no configurado; y a ésta se la llama prima sin más. También se
puede llamar a algo materia prima respecto de algún género: así, el agua es materia de los
líquidos, pero no prima sin más, pues está compuesta de materia y forma, por lo que tiene
una materia anterior. Y debe saberse que la materia prima, y también la forma, no se
genera ni se corrompe, pues toda generación es desde algo hacia algo; de donde parte la
generación es la materia, a donde parte es la forma; si, pues, la materia o la forma
se generaran, habría materia de la materia y forma de la forma hasta el infinito. Por eso,
hablando propiamente, la generación sólo es del compuesto. Debe saberse también que
la materia prima se dice una numéricamente en todas las cosas. Pero lo uno
numéricamente se dice de dos modos, a saber, lo que tiene una única forma determinada
numéricamente, como Sócrates: y de este modo la materia prima no se dice una
numéricamente, dado que no tiene en sí forma alguna. Se dice también que algo es
numéricamente uno porque está sin las disposiciones que hacen diferir en número: y de
este modo la materia prima se dice que es una numéricamente, pues se la entiende sin
todas aquellas disposiciones de las que procede la diferencia numérica.
3. De lo dicho está claro, pues, que los principios de la naturaleza son tres, a saber,
materia, forma y privación; pero éstos no son suficientes para la generación. Lo que está
en potencia no puede reducirse a sí mismo al acto, como el cobre que es ídolo en
potencia no se hace a sí mismo ídolo, sino que necesita un agente que extraiga la
forma de ídolo de la potencia al acto. Tampoco la forma se extraería a sí misma de la
potencia al acto: y hablo de la forma de lo generado, que dijimos era el término de la
generación; la forma, en efecto, está sólo en lo que es en acto, lo que opera, por el contrario,
está en lo que está haciéndose, esto es, mientras la cosa se hace. Es necesario, por tanto,
38
que además de la materia y la forma haya otro principio que opere; y a éste se le llama
eficiente, o motor, o agente, o de donde toma principio el movimiento.
Y porque, como dice Aristóteles en el libro II de la Metafísica 6 todo lo que obra, obra
pretendiendo algo, es necesario que haya otro cuarto, a saber, lo que pretende el agente:
y a esto se le llama fin . Y debe saberse que todo agente, tanto natural como voluntario,
pretende un fin; sin embargo, de esto no se sigue que todo agente conozca el fin o que
delibere sobre el fin. Pues conocer el fin es necesario cuando las acciones no están
determinadas, sino que pueden cosas opuestas, como es el caso de los agentes voluntarios;
y por eso es necesario que conozcan el fin por el que determinan sus acciones. Pero en los
agentes naturales las acciones están determinadas, por lo que no es necesario elegir lo que
conduce al fin.
Y Avicena pone el ejemplo del citarista, que no necesita deliberar sobre cada percusión de
las cuerdas, pues en él las percusiones están determinadas: de otra suerte habría una pausa
entre las percusiones, lo que sería disonante. Parece más propio que delibere el agente
voluntario que no el agente natural: y así es claro, por mayor razón, que es posible que un
agente natural pretenda un fin sin deliberación. Y este pretender no es otra cosa que tener
una inclinación natural a algo.
De lo dicho está claro, pues, que hay cuatro causas, a saber, material, eficiente, formal y
final. Aunque principio y causa se empleen equivalentemente como se dice en el libro V
de la Metafísica, sin embargo Aristóteles en el libro de la Física ° pone cuatro causas y
tres principios. Toma por causas tanto las extrínsecas como las intrínsecas: la materia y
la forma se dicen intrínsecas a la cosa pues son partes constituyentes de la cosa, la eficiente
y la final se dicen extrínsecas pues están fuera de la cosa; por principios toma las causas
extrínsecas tan sólo. La privación no se menciona entre las causas, pues es un principio
accidental, como se ha dicho. Y cuando decimos cuatro causas, entendemos las causas per
se a las que se reducen las causas accidentales, pues todo lo que es accidental se reduce a
lo que es per se.
Pero aunque Aristóteles ponga los principios como causas intrínsecas en el libro 1 de la
Física 11, sin embargo, como se dice en el libro XI de la Metafísica 12 el principio se dice
propiamente de las causas extrínsecas, el elemento de las causas que son parte de la cosa,
esto es, de las causas intrínsecas, la causa se dice de ambos; pero a veces se pone el uno
por el otro: pues toda causa puede decirse principio y todo principio causa. Sin embargo,
la causa parece añadir algo al principio comúnmente dicho. En efecto, lo que es
primero, alcance o no el ser posteriormente, puede decirse principio, como el
artesano se dice principio del cuchillo por cuanto el ser del cuchillo procede de su
operación. Ahora bien, cuando algo se mueve de la negrura a la blancura, se dice que lo
negro es el principio de ese movimiento, y universalmente todo aquello de donde
comienza el movimiento se dice principio: pero la negrura no es de donde consigue
su ser la blancura. Causa, por el contrario, se llama tan sólo a aquello primero de
lo que se sigue el ser de lo posterior: por eso se dice que causa es aquello de cuyo
ser se sigue otro. Y, por tanto, aquello primero de donde empieza el movimiento no puede
llamarse causa per se, aunque se le llame principio. Y debido a esto la privación se pone
39
entre los principios y no entre las causas, pues privación es aquello de donde comienza la
generación. No obstante, se la puede llamar también causa accidental en cuanto coincide
con la materia, como se ha expuesto antes.
[El elemento]
El elemento se dice propiamente sólo de las causas que componen una cosa, las cuales son
propiamente materiales; y no de cualquier causa material, sino de la que procede la
primera composición, igual que los miembros no son elementos del hombre, pues los
miembros están también compuestos de otros: pero decimos que la tierra y el agua son
elementos, pues éstos no se componen de otros cuerpos, sino que de ellos procede la
primera composición de los cuerpos naturales. Por eso Aristóteles en el libro V de la
Metafísica dice que «elemento es aquello de que se compone la cosa en primer lugar, y está
en ella, y no se divide según la forma» ‘.
La exposición de la primera parte, «de que se compone la cosa en primer lugar», está claro
por lo que hemos dicho. La segunda parte, a saber, «y está en ella», se pone para
diferenciarlo de la materia que se corrompe del todo por la generación; así, el pan es la
materia de la sangre, pero la sangre sólo se genera si se corrompe el pan; por eso, el pan
no permanece en la sangre, por lo que el pan no puede decirse elemento de la sangre; es
necesario, en efecto, que los elementos permanezcan de alguna manera, pues no se
corrompen, como se dice en el libro de La generación 14 La tercera parte, a saber, «y no se
divide según la forma», se pone para diferenciarlo de lo que tiene partes diversas en la
forma, esto es, en la especie; así, la mano, cuyas partes son carne y huesos que difieren
según la especie; pero el elemento no se divide en partes diversas según la especie; así, el
agua, de la que cualquier parte es agua. No es necesario a la esencia del elemento que no
se divida según la cantidad, sino que basta si no se divide según la especie; y aun si no se
divide, se dice elemento; así, las letras se dicen elementos de las palabras. Está claro, pues,
que el principio es en cierto modo más amplio que la causa y la causa más que el elemento:
y esto es lo que dice el Comentador en el libro y de la Metafísica 15
4. Así, pues, una vez visto que son cuatro los géneros de causas, debe saberse que no es
imposible que una misma cosa tenga muchas causas, como el ídolo cuya causa es el cobre
y el artesano, si bien el artesano como eficiente, el cobre como materia. No es imposible
que la causa de cosas contrarias sea la misma: así, el piloto es causa de la salvación de la
nave y de su hundimiento, pero de esto por ausencia, de aquello por presencia.
Debe saberse también que es posible que la causa y lo causado sean lo mismo respecto de
lo mismo, pero de manera diversa, como el paseo es causa de la salud como eficiente, pero
la salud es causa del paseo como fin, pues el paseo se hace a veces por motivos de salud; y
también el cuerpo es la materia del alma, pero el alma es la forma del cuerpo. La eficiente
se dice causa respecto del fin, ya que el fin sólo existe en acto por la operación del agente;
pero el fin se dice causa de la eficiente, pues sólo se obra pretendiendo un fin, De ahí que
1a eficiente es causa de lo que es el fin —la salud—, pero no hace al fin ser fin; y así no es
causa de la causalidad del fin, esto es, no hace al fin ser final: así, el médico hace que la
40
salud sea en acto, pero no hace que la salud sea el fin. El fin, a su vez, no es causa de lo
que es eficiente, sino causa de que la eficiente sea eficiente; la salud, en efecto, no hace al
médico ser médico —y digo la salud que resulta de la operación del médico—, sino que
hace que el médico sea la eficiente. Por tanto, el fin es causa de la causalidad eficiente por
cuanto hace a la eficiente ser eficiente; igualmente hace a la materia ser materia y a la
forma ser forma, ya que la materia sólo recibe la forma por el fin y la forma sólo perfecciona
a la materia por el fin. Por eso se dice que el fin es la causa de las causas, porque es la
causa de la causalidad de todas las causas.
La materia se dice causa de la forma en cuanto que la forma está sólo en la materia; e
igualmente, la forma es causa de la materia en cuanto que la materia sólo tiene el ser en
acto por la forma: pues la materia y la forma se dicen relativamente la una a la otra, como
se dice en el libro II de la Física 16. Se dicen, en efecto, por respecto al puesto como las
partes por respecto al todo y como el simple por respecto al compuesto. Pero, puesto que
toda causa en cuanto causa es naturalmente anterior a lo causado, debe saberse que
anterior se dice de dos modos, como dice Aristóteles en el libro XVI de Los animales 17:
en virtud de esta diversidad, una cosa puede decirse anterior y posterior respecto de lo
mismo, y causa y causado. Se dice que una cosa es anterior a otra en cuanto a la generación
y el tiempo y también en cuanto a la sustancia y el complemento. Puesto que la operación
de la naturaleza procede de lo imperfecto a lo perfecto y de lo incompleto a lo completo, lo
imperfecto es anterior a lo perfecto según la generación y el tiempo, pero lo perfecto es
anterior en el complemento: así, puede decirse que el varón es antes que el niño en la
sustancia y complemento, pero el niño es antes que el varón en la generación y tiempo.
Pero aunque en las cosas que se generan lo imperfecto es anterior a lo perfecto y la potencia
anterior al acto pues observamos en un ser concreto que lo imperfecto es anterior a lo
perfecto y que está en potencia antes que en acto, sin embargo, hablando sin más, es
necesario que el acto y lo perfecto sea anterior, pues lo que reduce la potencia al acto existe
actualmente, y lo que perfecciona lo imperfecto es perfecto. La materia, ciertamente, es
anterior a la forma en la generación y tiempo, pues aquello a lo que sobreviene algo es
anterior que lo que sobreviene; la forma, sin embargo, es anterior a la materia en
perfección, pues la materia sólo tiene el ser completo por la forma. Igualmente, la eficiente
es anterior al fin en la generación y tiempo, ya que el movimiento hacia el fin es producido
por la eficiente; pero el fin es anterior en sustancia y complemento a la eficiente en cuanto
es eficiente, pues la acción de la eficiente sólo se completa por el fin. Así, pues, estas dos
causas, a saber, la materia y la eficiente, son anteriores en la vía de la generación, pero la
forma y el fin son anteriores en la vía de la perfección.
41
Y debe saberse que tres de las causas pueden coincidir, a saber, la forma, el fin y la
eficiente, como es claro en la generación del fuego: el fuego, en efecto, genera fuego, luego
el fuego es causa eficiente en cuanto genera; el fuego es también forma en cuanto hace
existir actualmente lo que antes era potencia; y es también fin en cuanto es pretendido por
el agente y en cuanto se terminan en él las operaciones del agente mismo.
Pero el fin es doble, a saber, el fin de la generación y el fin de la cosa generada, como es
claro en la generación del cuchillo: la forma, en efecto, del cuchillo es el fin de la
generación, pero el cortar, que es la operación del cuchillo, es el fin de lo generado, esto es,
del cuchillo. El fin, sin embargo, de la generación se constituye a veces de estas dos causas
dichas, a saber, cuando la generación procede de uno de la misma especie: así, el hombre
genera un hombre o la oliva una oliva: lo cual no puede entenderse del fin de la cosa
generada.
Pues debe saberse que el fin coincide numéricamente con la forma porque la forma de lo
generado es la misma numéricamente que el fin de la generación. Pero con la eficiente no
coincide numéricamente sino en la especie; pues es imposible que el hacedor y lo hecho
sean lo mismo numéricamente, pero pueden ser de la misma especie: como cuando el
hombre genera al hombre, el hombre que genera y el generado son diversos
numéricamente, pero de la misma especie. La materia sin embargo no coincide con las
otras, pues la materia, al ser un ente en potencia, pertenece a lo imperfecto; las otras
causas, en cambio, al existir actualmente, pertenecen a lo perfecto: ahora bien, lo perfecto
y lo imperfecto no coinciden.
5. Así, pues, una vez visto que las causas son cuatro, a saber, eficiente, material, formal y
final, debe saberse que cualquiera de estas causas se divide de muchos modos. Hay una
causa que se dice anterior, otra posterior: así, decimos que el arte y el médico son causa de
la salud, pero el arte es causa anterior y el médico posterior; e igualmente en la causa
formal y en las otras causas. Y ten en cuenta que debemos reducir siempre una cuestión
a su primera causa; si se pregunta, por ejemplo, « ¿Por qué esté éste sano?», hay que decir
«Porque el médico lo sanó»; y de nuevo « ¿Por qué el médico lo sanó? », «Por el arte de
sanar que tiene».
Debe saberse que da lo mismo decir causa próxima que causa posterior, y causa remota
que causa anterior; por eso, estas dos divisiones de las causas, una anterior, otra posterior,
y la de las causas próxima y remota, significan lo mismo. Pero debe observarse que lo que
es más universal se dice siempre causa remota, lo que, en cambio, es más particular, causa
próxima; así, decimos que la forma próxima del hombre es su definición, a saber, animal
racional mortal, pero animal es más remota, y la sustancia es más remota aún. Todas las
cosas superiores, en efecto, son formas de las inferiores. E igualmente la materia próxima
del ídolo es el cobre, pero la remota es el metal, y más remotamente aún el cuerpo.
Asimismo, una de las causas es per se, otra accidentalmente. Causa per se, se dice la causa
como tal de alguna cosa: así, el constructor es causa de la casa y la madera es materia del
42
banco. Causa accidental es la que sobreviene a la causa per se: así, cuando decimos «el
gramático construye»; el gramático, en efecto, se dice causa de la construcción
accidentalmente, pues no en cuanto gramático sino en cuanto sobreviene al constructor.
E igualmente en las otras causas.
Asimismo alguna de las causas es simple, y alguna compuesta. Causa simple se dice
cuando sólo se llama causa a lo que es causa per se, o, también, sólo a lo que lo es
accidentalmente: así, si decimos que el constructor es la causa de la casa, e igualmente si
decimos que el médico es la causa de la casa. Compuesta se llama cuando ambos se llaman
causa, como si decimos «el constructor médico es causa de la casa». Puede llamarse
también causa simple, como lo expone Avicena a lo que es causa sin ningún aditamento:
así, el cobre del ídolo, pues el ídolo se hace del cobre sin el aditamento de otra materia, y
así se dice que el médico produce la salud o que el fuego calienta. La causa es compuesta
cuando es necesario que concurran muchas cosas para que sea causa: así, un hombre solo
no es causa del movimiento de la nave, sino muchos; y así, una piedra sola no es la materia
de la casa, sino muchas.
Asimismo, alguna causa existe actualmente, alguna en potencia. Causa en acto es la que
actualmente causa: así, el constructor cuando construye, o el cobre cuando el ídolo procede
de él; causa en potencia es la que, aunque no cause en acto, puede causar, como el
constructor mientras no construye. Y debe saberse que, hablando de las causas en acto, es
necesario que la causa y lo causado se den simultáneamente, de suerte que si se da la una,
también el otro: si, en efecto, el constructor se da en acto, es necesario que construya, y si
se da la construcción en acto, es necesario que el constructor se dé en acto. Pero esto no es
necesario en las causas que están sólo en potencia.
Debe saberse que la causa universal se compara al causado universal, la causa, en cambio,
singular se compara con el causado singular: así, decimos que el constructor es la causa
de la casa, y este constructor de esta casa.
6. Debe saberse también que hablando de los principios intrínsecos, esto es, la materia y
la forma, la conveniencia y diferencia de los principios es según la conveniencia y la
diferencia de las cosas constituidas por ellos. Pues algunas son lo mismo numéricamente,
como Sócrates y «este hombre» (señalando a Sócrates); algunas son diversas
numéricamente y son de la misma especie, como Sócrates y Platón, quienes, aunque
convengan en la especie humana, difieren sin embargo numéricamente. Algunas difieren
en la especie pero son del mismo género: así, el hombre y el asno convienen en el género
animal; algunas son de diverso género pero son lo mismo sólo analógicamente: así, la
sustancia y la cantidad, que no convienen en ningún género sino que convienen sólo
analógicamente: convienen, en efecto, sólo en que son entes, mas el ente no es un género,
pues no se predica unívocamente sino analógicamente 22
Para entender esto debe saberse que una cosa se predica de muchas de tres maneras:
unívoca, equívoca y analógicamente. Se predica unívocamente lo que se predica según el
mismo nombre y según el mismo sentido, esto es, según la definición: así, animal se
predica del hombre y del asno, pues ambos se dicen animales y ambos son sustancia
animada sensible, que es la definición de animal. Se predica equívocamente lo que se
predica según el mismo nombre y según un sentido diverso: así, can se dice del que ladra
43
y del celeste 23, que convienen sólo en el nombre pero no en la definición o significación;
el nombre significa, en efecto, la definición, como se dice en el libro IV de la Metafísica 24
Se dice que se predica analógicamente lo que se predica de muchos cuyos sentidos son
diversos, pero se atribuyen a uno que es único y el mismo: así, sano se dice del cuerpo del
animal y de la orina y de la bebida, pero no significa exactamente lo mismo en todos: de
la orina se dice como del signo de salud, del cuerpo como del sujeto, de la bebida como de
la causa. Pero todos estos sentidos se atribuyen a un único fin, a saber, la salud.
A veces aquellas cosas que convienen por analogía, esto es, por proporción o comparación
o conveniencia, se atribuyen a un único fin: así es claro en el ejemplo puesto; a veces a un
único agente: así, médico se dice de quien obra por arte y de quien obra sin arte, como una
vieja, y también de los instrumentos, pero por atribución a un único agente que es la
medicina; a veces por atribución a un único sujeto: así, el ente se dice de la sustancia, de
la cualidad y cantidad y de los demás predicamentos: pues la razón por la que la sustancia
es ente y la cantidad y los demás no
es la misma exactamente, sino que se dice de todos ellos porque se atribuyen a la sustancia,
que es el sujeto de los demás. Y, por tanto, ente se dice anteriormente de la sustancia y
posteriormente de los demás; y por tanto el ente no es el género de la sustancia y de la
cantidad, pues ningún género se predica anterior y posteriormente de sus especies, sino
que se predica analógicamente. Y esto es lo que dijimos, que la sustancia y la cantidad
difieren en el género pero son lo mismo analógicamente.
SÍNTESIS DE LOS
PRINCIPIOS DE LA NATURALEZA
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SER
Hay dos tipos de ser, el ser esencial de la cosa o sustancial, como ser hombre, y esto es
ser sin más; y el ser accidental, como que el hombre es blanco, y esto es ser algo.
MATERIA
Tanto lo que está en potencia respecto del ser sustancial como lo que está en potencia
respecto del ser accidental puede decirse materia: así, el esperma, del hombre, y el hombre,
de la blancura.
La materia que está en potencia respecto del ser sustancial se dice materia de la cual.
La que, en cambio, está en potencia respecto del ser accidental se dice materia en la cual.
Lo que está en potencia respecto del ser sustancial se dice propiamente materia.
La materia, por el contrario, recibe el ser de aquello que le sobreviene, pues de suyo tiene
un ser incompleto.
Por tanto, la materia y la privación son lo mismo en cuanto al sujeto, pero difieren
conceptualmente.
MATERIA PRIMA
PRIVACIÓN
Pero lo accidental es doble, a saber, necesario, que no se separa de la cosa, como risible y
hombre, y no necesario, que se separa, como blanco y hombre. Por eso, aunque la
privación sea un principio accidental, no se sigue que no sea necesario a la generación.
La materia, en efecto, no se despoja de la privación, pues si está bajo una forma está
privada de otra y viceversa; así, en el fuego hay privación de aire y en el aire privación de
fuego.
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La privación sólo se dice de un sujeto determinado, a saber, de aquel al que la tenencia
de una cosa es natural: así, la ceguera sólo se dice de los que por naturaleza pueden ver.
De ahí que la privación sea un principio. Para que el ídolo se haga es necesario que exista
el bronce y que por último esté la figura del ídolo, y, asimismo, es necesario que estos dos
estén cuando ya está el ídolo. La privación, en cambio, es un principio del in fieri y
no del ser, pues mientras el ídolo se hace es necesario que no exista el ídolo: si existiera
no se haría, pues lo que se hace no existe, a no ser que se trate de realidades sucesivas.
Pero desde el momento en que ya existe el ídolo, no hay privación del ídolo, pues
la afirmación y la negación no se dan a la vez, como tampoco la privación y la tenencia.
FORMA
Todo de lo que uno recibe el ser, cualquiera que sea el ser, sustancial o accidental,
puede decirse forma.
La forma hace ser en acto, de ahí que la forma se diga que es acto.
La figura por la que se dice ídolo el cobre es la forma; pero no forma sustancial.
Todas las formas artificiales son accidentales, ya que el arte sólo opera sobre lo
que ya está constituido por la naturaleza en su ser perfecto.
La forma, es hacia donde parte la generación, los otros dos caen de donde parte
la generación.
FORMA SUBTANCIAL
ACTO
POTENCIA
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Una cosa está en potencia por respecto a ambos tipos de ser: una cosa está en potencia
para ser hombre, como el esperma y la sangre menstrual; una cosa está en potencia para
ser blanco, como el hombre.
GENERACIÓN
Cuando se introduce la forma sustancial, se dice que se produce algo sin más.
La generación no se hace desde cualquier no ser, sino desde el no ente que es ente en
potencia.
Para que haya generación se requieren tres cosas, a saber, el ente en potencia, que es la
materia, y el no ser actual, que es la privación, y aquello que lo hace actual, a
saber, la forma.
La generación no se hace desde el no ente sin más sino desde el no ente que está en un
sujeto, y no en cualquiera sino en uno determinado. El fuego no se produce desde
cualquier no fuego sino desde un no fuego tal del que puede producirse naturalmente la
forma del fuego.
NATURALEZA
SUJETO
El sujeto es lo que no recibe el ser de aquello que le sobreviene, sino que tiene por sí mismo
el ser completo: así, el hombre no recibe su ser de la blancura
47
48