Apunte Nuevo Filosofía de La Naturaleza

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APUNTES

FILOSOFÍA DE LA NATURALEZA
INTRODUCCIÓN

A modo de introducción escuchemos al Doctor Francisco Canals Vidal,


conversando sobre la importancia de la Filosofía de la naturaleza como base de la
auténtica metafísica.

“El “Tomismo” la mayor dificultad que ha tenido en el mundo, no está tanto en la


“metafísica” como en la “filosofía de la naturaleza”; porque la f. de la naturaleza sintetizable
y armonizable con la metafísica de Santo Tomás, es el “aristotelismo”; y aquí hay un concepto
importantísimo que es el de substancia material; substancia material que está compuesta de
dos principios, uno formal y otro potencial, … que es la forma y la materia, y esta doctrina
que es llamada “hilemorfismo” ha sido de lo más desprestigiado que hay en los siglos
modernos. La substancia material ha desaparecido en la ciencia moderna.

El concepto de substancia es un concepto aristotélico de sentido común y utilizado por


el dogma, por ejemplo, el dogma de la transubstanciación. Pero la substancia material fue
suplantada en la “filosofía cartesiana” y posterior, por la “res extensa”. Res extensa no
quiere decir nada, porque la “extensión” no puede ser la definición esencial de una cosa.
Hay una de las 24 tesis que dice: “quantitas vero que extensiones substanciae tribue…”, “la
cantidad que da a la substancia extensión, difiere realmente de la substancia y recibe
su verdadero nombre que es accidente” en el sentido aristotélico. Y la “res extensa” es
definir la substancia material por la “extensión”, lo cual es un absurdo. Y opera una
revolución en la filosofía y en todas las ciencias, de modo que suplanta la “substancialidad
como modo del ente”, se suplanta el ámbito metafísico por lo matemático, porque la
extensión es un concepto geométrico1;

Pero la f. de la naturaleza aristotélica es absolutamente necesaria para salvar el sentido


común y hacer que los científicos no se vayan por las ramas. Para mantenerse como verdadero
f. de la naturaleza tomista, es necesario reconocer la materia prima, la forma substancial, el
ente móvil (ens movile) como objeto formal de la filosofía de la naturaleza…2
La res cogitans es la mala interpretación del conocimiento. La res extensa es un
absurdo, porque la extensión no es la substancia.

El tomismo ha tenido la máxima dificultad por la ciencia, pero no por la ciencia


auténtica, sino por la interpretación de los científicos de la “substancia material” como
“res extensa”, lo cual es un error científico y filosófico y todo lo que quieras.

La extensión no define una esencia, es un accidente.

1
Desde el “cartesianismo” la matemática es suplantada por la “metafísica”. 7:25
2
Los tomistas luchando contra viento y marea contra la invasión del “cientificismo de la res extensa y de
la res cogitans”, absurdo todo. Pensamiento en mano del ser del espíritu, que es el ser que no esta inmerso
en la materia, entonces el “yo” es conciente y además abierto a la posesión de las formas de la otra.

1
Se debe mantener el carácter accidental de la cantidad y el carácter
compuesto de la esencia substancial de los cuerpos, substancias materiales, carácter
compuesto de forma y materia.”3

También debemos tener presente que el primer ámbito de nuestro


conocimiento es el mundo material o la naturaleza. El hombre es parte de la
naturaleza, y se asombra ante su armonía y sus ciclos e indaga las causas de sus
continuas transformaciones.

El universo despierta necesariamente en el hombre el afán especulativo, ya


que por medio de la experiencia y de la razón intenta descubrir los secretos del
mundo físico.

El conocimiento físico es progresivo y puede alcanzar muchos niveles. En


todos los hombres existe un conocimiento espontáneo acerca de la realidad que nos
rodea. Este saber tiende a desembocar en un conocimiento científico de la naturaleza.
Dentro de este tipo de saber, que es un saber cierto por sus causas últimas, se
encuentran la filosofía de la naturaleza.

I. FILOSOFÍA DE LA NATURALEZA

Podemos conocer científicamente la naturaleza mediante las ciencias


particulares o experimentales, o bien desde el punto de vista de la filosofía de la
naturaleza.

El saber científico de la naturaleza está constituido por un conjunto de


conocimientos que buscan determinar con detalle los principios y las causas
próximas o inmediatas de los diversos sectores del mundo físico.

La filosofía de la naturaleza busca el conocimiento de las primeras causas y


principios del mundo natural.

a. Objeto material

El objeto material de una ciencia es el tipo de seres que cae bajo su


consideración; alguna otra ciencia puede estudiarlos, pero bajo otro aspecto.

El objeto material de la filosofía de la naturaleza es el conjunto de las


substancias materiales, es decir, la totalidad de los seres que constituyen el universo
físico y que son accesibles al conocer sensitivo directamente o por medio de
instrumentos; las “cosas corporales”, aquellas cosas que no pueden existir sin la
materia; su denominación es diversa y entre ellas podemos destacar:

3
38:25 min.

2
*Cuerpos: las realidades extensas, observables, preferentemente sólidas, y
que poseen cierta unidad que las diferencias de otros cuerpos numéricamente
distintos. El matiz peculiar de este nombre es que designa a un todo concreto,
independiente, y no a sus aspectos o propiedades como el color o una línea.

*Ente material: ente es “aquello que es”, lo compuesto de “aquello”, la


“esencia” y “lo que es”, es decir, el “esse”. Existe un tipo de entes que llamamos
materiales, pues se caracterizan por poseer “materia”.

*Ente físico o natural: un ente del mundo de la naturaleza o del mundo


material, una realidad corpórea.

*Ente sensible: indica la propiedad que tienen los cuerpos de ser perceptibles
por los sentidos.

Determinar con más precisión el sentido de estos vocablos es justamente la


tarea de la filosofía de la naturaleza.

b. Objeto formal

El objeto formal o propio de una ciencia es el aspecto peculiar y determinado


que se considera dentro de un tipo de seres. El objeto formal define
específicamente a una ciencia y la distingue de otras (especialmente de las que
poseen su mismo objeto material).

El objeto formal de la filosofía de la naturaleza no puede ser otro más que


el mismo de la filosofía, la cual busca invariablemente la determinación del “ser”
de las cosas. Y en el caso de la filosofía de la naturaleza, cuyo objeto material es la
ENTE MÓVIL, su objeto formal será conocer el esse del ente móvil.

“La Filosofía de la naturaleza mirará la “movilidad”, como verdadera expresión del


ser natural, en tanto que el movimiento es “el acto del ente en potencia en cuanto tal”, esto
es, el acto propio del ente natural. La comprensión del ser natural, del ser cuyo acto es el
movimiento, estará precisamente en captar esta movilidad.
El concepto “ente móvil” no se ha de tomar como agregado de “ente” y
“movilidad” sino como la “esencia” a la que compete la movilidad.

La filosofía de la Naturaleza no trata, por tanto, del “cuerpo móvil” o de la “sustancia


sensible”, pues aunque estos términos se identifiquen material o individualmente (ya que todo
cuerpo es ente móvil y toda sustancia sensible es también móvil) sin embargo formalmente
son distintos. Así que no es una cuestión de “palabras” sino de “conceptos”. Aunque, pues,
escribe Juan de Santo Tomás, se identifiquen las expresiones ente móvil, cuerpo móvil,
sustancia móvil, natural o sensible, sin embargo en cuanto a la razón formal esta dificultad
no estriba en el modo de hablar sino de la cosa misma. Aunque el ente móvil deba ser sustancia
y cuerpo sin embargo el concepto “cuerpo” dice otra cosa que el concepto “ente móvil”. ¿En
qué consiste la diferencia? En que el término “cuerpo” expresa formalmente la raíz de la
cantidad y se define por orden a la divisibilidad, mientras que el término “móvil”, tomado
radicalmente, expresa la raíz de la mutación o tránsito de la potencia al acto, lo cual

3
en cuanto que implica la sucesión y continuidad tiene a la corporeidad como condición pero
no como fundamento.

La filosofía de la naturaleza no puede pues definirse como estudio del cuerpo o


sustancia sensible sino del ente móvil. Del mismo modo que no decimos que el objeto de la
visión sean los cuerpos, más que hablando materialmente, sino el color de los cuerpos, es decir,
la razón formal por la cual los cuerpos son visibles.

Según Juan de Santo Tomás todo el énfasis hay que ponerlo en la comprensión de lo
que significa “móvil” como objeto formal de la física. La razón de ello, es manifiesta porque
de otro modo el físico trataría de lo accidente, pues la movilidad próxima o formal es accidente,
y asimismo no trataría de la sustancia ni de la generación sustancial, y por tanto no trataría
“per se” de la naturaleza.

El objeto formal de la física no es la movilidad formal sino “radical”, puesto que la


movilidad formal, que es accidente, no es el primer principio del movimiento sino el próximo
y formal.

La física no trata de la movilidad, la cual es una pasión del ente móvil, sino que trata
de lo que funda aquella pasión de la movilidad.”4

Se concluye que el objeto formal de la filosofía de la naturaleza es el ser del


ente móvil, del ente corpóreo, en cuanto raíz de la “movilidad”; no estudia el ser
mismo (objeto de la metafísica), sino en su realización corpórea; pero no considera a
los cuerpos en sus principios próximos y específicos (objetos de las ciencias
particulares), sino en cuanto entes, en cuanto que son.

c. El ente móvil, objeto de la filosofía de la naturaleza

Aristóteles afirmaba que el objeto propio de la filosofía de la naturaleza (que


él llamaba física) es el “ente móvil”.

El ente físico tiene una característica fundamental, que se sigue del hecho de
poseer materia, la cual no es otra más que su “ movilidad o mutabilidad”; esto es,
la capacidad de sufrir alteraciones y transformaciones, dejando de ser lo que es,
para devenir en otra cosa, adquiriendo un nuevo modo de ser. Esta mutabilidad
define a los cuerpos, como entes materiales, es decir, señala su modo peculiar y
exclusivo de tener el ser; poseer el “esse”, pudiendo perderlo y perdiéndolo de
hecho.

“Para que no se desconozca el punto donde está la dificultad hay que atender a los dos
términos del título. El primero es el término “ente móvil”, el segundo el término “objeto
formal”. Ente móvil no se toma como expresión compleja (compuesta), como un agregado
de ente y movilidad, como dos cosas, sino como expresión unitaria que expresa la quididad
(esencia) a la cual conviene la movilidad. (…) Y así como la naturaleza, en la física (Filosofía
de la Naturaleza), no se toma por la sola esencia de las cosas, pues esto compete a todo ente,
sino por aquello que es principio del movimiento, -no de cualquier movimiento, sino del

4
“La Filosofía de la naturaleza como saber filosófico”. Cap. III. José M. Petit Sullá

4
imperfecto y con sucesión y paso de la potencia al acto- así ente natural o móvil se toma por
aquel que tiene en sí el principio de tal movimiento físico e imperfecto…

II. LA MUTABILIDAD DEL SER CORPÓREO

1. El problema del devenir

Al igual que los filósofos presocráticos, partimos de algo observable y que,


en principio, afecta a todos los cuerpos: el devenir (fieri, hacerse), el flujo
constante o vaivén de los fenómenos naturales, el cambio.

El mundo material está en continuo devenir. Sólo la mirada superficial y


momentánea nos ofrece un mundo estático, o de cosas que se mueven localmente.
El paso del tiempo manifiesta que la mutación afecta profundamente a todos los
entes corpóreos. Ninguna de las cosas de este mundo permanecen siempre igual,
ni dura para siempre: todo se desgasta, se corrompe, acaba destruyéndose,
mientras innumerables seres están naciendo. En el periodo más o menos largo
que dura cada cosa en su ser, la vemos sometida a constantes transformaciones.

Lo anterior, nos revela una característica sorprendente del mundo


material como un todo, y cada ente corpóreo en particular: la mutabilidad.

¿Qué es la mutabilidad? Es la falta de estabilidad o de reposo en el ser,


pues el cambio es un cierto paso del ser al no-ser y viceversa.

Aristóteles caracterizó el ente corpóreo como el ens mobile, el ente móvil,


inquieto en el ser.

Estas consideraciones plantean el problema filosófico de la mutabilidad,


que consiste en la aparente oposición del ser y el devenir.

Lo que es, en la medida en que es, no cambia, no se mueve (cambiar es


dejar de ser); lo que se transforma, mientras se transforma, parece que “no es”. Si
el mundo entero fuera un perpetuo flujo, parece que no podríamos hablar de
entes (porque los entes son), de cosas, sino de procesos, de puro devenir.

Al problema anterior ha tratado de dar respuesta, la filosofía, la cual,


busca fundamentar el cosmos en el “ser” o en algún principio de inmutabilidad
que dé consistencia a las cosas. Aristóteles rechazó la solución platónica 5,

5
Que admite que el mundo sensible está en un continuo devenir, pero que a la vez, existe realmente el
mundo de las ideas, en el que se encuentra el ser verdadero, estable, en el cual no hay mutabilidad, ni
devenir

5
explicando cómo el movimiento de las cosas naturales es compatible con su
carácter de entes, y esto posibilita el estudio científico de la naturaleza.

Ser y devenir

El movimiento no se opone al ser de modo absoluto: el movimiento es un modo de


ser, un “ser” disminuido que se ordena estable. En la realidad podemos descubrir un
determinado número de categorías o modos genéricos de ser: substancia, cantidad,
cualidad, relación, tiempo, lugar, etc. Estas realidades admiten dos modalidades
fundamentales: ser en potencia o ser en acto… Y además, para algunas, cabe un tercer
modo intermedio entre la potencia y el acto: ser en devenir, movimiento…
… la solución aristotélica reconcilia el ser con el devenir, al hacer intervenir la
noción de potencia, desconocida para los filósofos del puro flujo o del ser estático. El
mundo físico está siempre cambiando debido a sus múltiples potencialidades, pero al
mismo tiempo es consistente y tiene la estabilidad del ser,…

2. El acto y la potencia

El estudio del movimiento nos llevará a descubrir dos modos


fundamentales propios de las cosas: “ser en acto” y “ser en potencia”. Antes de
entrar de lleno en el tema del movimiento, estudiemos el ACTO y la POTENCIA.

Acto

…. En filosofía se designa como acto cualquier perfección de un sujeto,


como… la esencia del hombre, o el ser de los entes… Acto,… por tanto, no es una
entidad subsistente, sino una determinación o modo de ser que afecta a un ente:
en lo creado no hay propiamente actos, sino “entes en acto”, o “entes que tienen
actos”.

… Es propio del acto la posesión presente:… acto no implica un simple


modo de ser, sino sobre todo el ser en sentido más propio: lo que propiamente
es…, es en acto;… El acto como perfección más o menos estable se suele llamar…
acto primero, como por ejemplo, el agua en cuanto que es en sí misma… diverso del
acto segundo… que es la operación, como por ejemplo, “el mojar” del agua.

Escuchemos a Aristóteles hablar sobre el movimiento, y nos ilustrará al


mismo tiempo sobre el “acto y la potencia”.

“Comencemos, pues, como hemos dicho, por el movimiento. Las cosas — algunas
sólo en acto, otras en potencia y en acto — son o un «esto» o una cantidad o una
cualidad, y de la misma manera en las otras categorías de lo que es. …6

6
Santo Tomás, Q.D. de Spiritualibus Creaturis, a. 1 in c.:
(…) Por lo cual, en las cosas compuestas hay que considerar un doble acto, y una doble potencia. En primer lugar, la
materia es a modo de potencia respecto de la forma, y la forma es su acto; además, la naturaleza constituida de materia

6
Ahora bien, no hay movimiento fuera de las cosas, pues lo que cambia
siempre cambia o sustancialmente o cuantitativamente o cualitativamente o
localmente, y, como hemos dicho, no hay nada que sea común a tales cambios y no sea o
un «esto» o una cantidad o una cualidad o alguna de las otras categorías. Así
pues, no hay movimiento ni cambio fuera de los que hemos dicho, ya que no hay ninguno
que se encuentre fuera de lo que hemos dicho. …

Y puesto que distinguimos en cada género lo actual y lo potencial, EL


MOVIMIENTO ES LA ACTUALIDAD DE LO POTENCIAL EN CUANTO TAL; por ejemplo, la
actualidad de lo alterable en tanto que alterable es la alteración, la de lo susceptible de
aumento y la de su contrario, lo susceptible de disminución…, es el aumento y la
disminución; la de lo generable y lo destructible es la generación y la destrucción; la
de lo desplazable es el desplazamiento.

Que esto es el movimiento se aclara con lo que sigue. Cuando lo construible, en


tanto que decimos que es tal, está en actualidad, entonces está siendo construido:
tal es el proceso de construcción;…

Y como en ocasiones una misma cosa puede estar en potencia y en acto —


no a la vez y bajo el mismo respecto, sino como lo caliente en potencia y frío en acto
—, se sigue que habrá muchas cosas que actúen y se modifiquen entre sí, pues cada una
de ellas será a la vez activa y pasiva. Luego el moviente (el motor) es también
naturalmente movible, ya que cuando mueva será movido. Hay algunos que
piensan que todo lo que mueve es movido, pero no es así, como se aclarará más adelante,
pues hay algo que mueve y es inmóvil.

El movimiento es, pues, la actualidad de lo potencial, cuando al estar


actualizándose opera no en cuanto a lo que es en sí mismo (porque ahí ya es acto),
sino en tanto que es movible. Entiendo el «en tanto que» así: el bronce es estatua
en potencia, pero el movimiento no es la actualidad del bronce en tanto que
bronce, pues no es lo mismo ser bronce que ser algo en potencia; si fueran lo mismo
en sentido absoluto y según el concepto, el movimiento sería entonces la actualidad del
bronce en tanto que bronce; pero, como se ha dicho, no son lo mismo. Esto es claro en el
caso de los contrarios, ya que poder curarse es distinto que poder enfermar — si no
lo fueran, estar enfermo sería lo mismo que estar sano —; pero el sujeto del estar sano
y del estar enfermo, sea humor o sea sangre, es uno y el mismo. Y puesto que no
son lo mismo, como el color no es lo mismo que la cosa visible, es evidente que el
movimiento es la actualidad de lo potencial en tanto que potencial.

Es claro, entonces, que esto es el movimiento, y que una cosa se mueve cuando
está en actualidad de esta manera, ni antes ni después. Porque cada cosa particular
puede estar a veces en actualidad, a veces no, como en el caso de lo construible, y la
actualidad de lo construible en tanto que construible es el proceso de
construcción; porque la actualidad de lo construible es o el proceso de

y de forma, es a modo de potencia respecto del mismo ser, en cuanto lo recibe.

7
construcción o la casa; pero cuando la casa existe ya no es construible; lo que se
construye es lo construible. Esta actualidad, entonces, tendrá que ser el proceso de
construcción; y el proceso de construcción es una clase de movimiento. El mismo
razonamiento se aplicará también a los otros movimientos.

Potencia

… la potencia… indica poder, capacidad de actuar o de realizar


operaciones. En la filosofía aristotélica,… se entiende por potencia la capacidad
real de recibir un acto. La potencia, por tanto, incide siempre en un sujeto (no
es un sujeto subsistente),… La potencia supone que el sujeto carece de un acto
(privación), y que a la vez, le es debido y puede adquirirlo: su situación es, pues,
completamente diversa de la simple privación o ausencia de acto…. Un sujeto en
potencia respecto a un acto determinado, es un acto respecto a muchas otras
perfecciones que ya tiene…

…la potencia siempre se concibe con relación a algún acto: “potencia” es


siempre “potencia de algún acto”…

…la potencia, una vez actualizada, no desaparece, y sigue


distinguiéndose del acto. Así como un vaso lleno de agua sigue teniendo
capacidad de tener agua… un sujeto que antes estaba en potencia de adquirir un
acto, al recibirlo sigue manteniendo su situación potencial respecto de dicho acto.

… la distinción entre acto y potencia es real, y no meramente de razón,…

Podemos distinguir dos clases de potencia, la potencia pasiva, o


capacidad de recibir un acto que la perfecciona, por ejemplo la del ojo que puede
recibir la luz para ver, pero está en oscuridad. Pero también existe la potencia
activa… o capacidad de realizar una acción, por ejemplo el fuego que puede quemar,
pero no está quemando. La potencia pasiva se ordena al acto primero (acto como
perfección), mientras que la potencia activa se relaciona con el acto segundo u
operación. Además el paso de la potencialidad pasiva al acto exige una causa...;
en cambio, el paso de potencia activa a la operación es causado por el mismo
agente, que posee dicha potencia activa…

3. Análisis filosófico del cambio o movimiento

Una vez estudiado el ACTO y la POTENCIA, vamos de lleno al tema del


movimiento…

“La filosofía de Aristóteles y de Santo Tomás es una filosofía del ser, pero
no del ser rígido, sino del ser analógico, que reconoce diversas modalidades. Las

8
cosas materiales son verdaderamente entes, pero están sometidas a
transformaciones, a pérdidas y ganancias en el orden del ser. Eso significa una
deficiencia ontológica, y en último término se explica por la dependencia causal
de un Ser Inmutable, que es Dios…

La fundamentación de la mutabilidad del mundo en el Ser inmutable se estudia


en teología natural (1° y 3° vías para probar la existencia de Dios 7). En filosofía natural
nos limitamos al análisis del movimiento en sí mismo…

El movimiento

Aristóteles nos habla del movimiento, de la siguiente manera:


El análisis del movimiento permite comprender la clásica definición de
Aristóteles: “El movimiento es el acto del ente en potencia, en cuanto está en
potencia”8. La definición se refiere exclusivamente al movimiento en sentido

7
La primera y más clara se funda en el movimiento. Es innegable, y consta por el testimonio de los
sentidos, que en el mundo hay cosas que se mueven. Pues bien, todo lo que se mueve es movido por otro,
ya que nada se mueve más que en cuanto está en potencia respecto de aquello para lo que se mueve. En
cambio, mover requiere estar en acto, ya que mover no es otra cosa que hacer pasar algo de la potencia
al acto, y esto no puede hacerlo más que lo que está en acto, a la manera como lo caliente en acto, v.gr.,
el fuego, hace que un leño, que está caliente en potencia, pase a estar caliente en acto. Ahora bien, no es
posible que una misma cosa esté, a la vez, en acto y en potencia respecto a lo mismo, sino respecto a
cosas diversas: lo que, v. gr., es caliente en acto no puede ser caliente en potencia, sino que en potencia
es, a la vez, frío. Es, pues, imposible que una cosa sea por lo mismo y de la misma manera motor y móvil,
como también lo es que se mueva a sí misma. Por consiguiente, todo lo que se mueve es movido por otro.
Pero si lo que mueve a otro es, a su vez, movido, es necesario que lo mueva un tercero, y a éste, otro. Mas
no se puede seguir indefinidamente, porque así no habría un primer motor y, por consiguiente, no habría
motor alguno, pues los motores intermedios no mueven más que en virtud del movimiento que reciben del
primero, lo mismo que un bastón nada mueve si no lo impulsa la mano. Por consiguiente, es necesario
llegar a un primer motor que no sea movido por nadie, y éste es el que todos entienden por Dios.

La tercera vía considera el ser posible, o contingente, y el necesario, y puede formularse así. Hallamos
en la naturaleza cosas que pueden existir o no existir, pues vemos seres que se producen y seres que se
destruyen y, por tanto, hay posibilidad de que existan y de que no existan. Ahora bien, es imposible que
los seres de tal condición hayan existido siempre ya que lo que tiene posibilidad de no ser hubo un tiempo
en que no fue. Si, pues, todas las cosas tienen la posibilidad de no ser, hubo un tiempo en que ninguna
existía. Pero, si esto es verdad, tampoco debiera existir ahora cosa alguna porque lo que no existe no
empieza a existir más que en virtud de lo que ya existe, y, por tanto, si nada existía, fue imposible que
empezase a existir alguna cosa, y, en consecuencia, ahora no habría nada, cosa evidentemente falsa. Por
consiguiente, no todos los seres son posibles, o contingentes, sino que entre ellos, forzosamente, ha de
haber alguno que sea necesario. Pero el ser necesario o tiene la razón de su necesidad en sí mismo o no
la tiene. Si su necesidad depende de otro, como no es posible, según hemos visto al tratar de las causas
eficientes, aceptar una serie indefinida de cosas necesarias, es forzoso que exista algo que sea necesario
por sí mismo y que no tenga fuera de sí la causa de su necesidad, sino que sea causa de la necesidad de
los demás, a lo cual todos llaman Dios. Suma Teológica I q. 2, a. 3. Santo Tomás de Aquino.
8
“Las cosas -algunas sólo en acto, otras en potencia y en acto- son o un «esto» o una cantidad o una
cualidad, y de la misma manera en las otras categorías de lo que es. En cuanto a las que son relativas a
algo, se dicen según el exceso o el defecto, o según la actividad o la pasividad, o, en general, según su
capacidad de mover o de ser movida; porque lo que puede mover es tal con respecto a lo que puede ser
movido, y lo que puede ser movido es tal con respecto a lo que puede mover.

Ahora bien, no hay movimiento fuera de las cosas, pues lo que cambia siempre cambia o sustancialmente
o cuantitativamente o cualitativamente o localmente, y, como hemos dicho, no hay nada que sea común a
tales cambios y no sea o un «esto» o una cantidad o una cualidad o alguna de las otras categorías. Así

9
estricto, es decir, al cambio sucesivo y continuo y no a los tránsitos instantáneos
de un término a otro. Y expresa de forma muy precisa la realidad del movimiento
en función de dos elementos… el acto y la potencia.

Esta definición señala que el movimiento es un tipo de “acto” peculiar,


intermedio entre la potencia y el acto propiamente dicho… hay cosas que están en
acto (una casa construida), y otras que están en potencia (el conjunto de ladrillos que son
una casa en potencia), pero existe un tipo de realidad
intermedia, que “procede” de la potencia al acto, sin ser ninguna de las dos (la
casa en construcción): ésta es la realidad fluyente del movimiento. El móvil está a la vez
en acto respecto a la potencia parcialmente actualizada, y todavía en potencia respecto del
término a que se ordena, que es el acto perfecto. El movimiento es como una mezcla de
potencia y acto, o acto en flujo.
Los términos de esa definición se explican… del siguiente modo:

- acto: el movimiento es un cierto acto… Es un acto “en flujo”,… lo llamamos


acto en sentido restringido, por derivación de los actos plenos o formalmente poseídos.

“El movimiento es el acto, no potencia, ni pasiva ni activa… El movimiento no es


potencia alguna, sino acto de un ente que está en potencia.” 9

- de lo que está en potencia: el movimiento sólo puede afectar a un ente


potencial, que carezca de una propiedad; por eso el movimiento es una manifestación de
imperfección, aunque al mismo tiempo constituya un proceso de perfeccionamiento.

“Como acto de un ente que no es ese mismo acto, sino que sólo lo tiene, el
movimiento es, pero sólo en tanto que dado en algún ente afectado por él y que así se
comporta como sujeto pasivo –potencial- del cual él, como acto, es una actualización. Ese
ente que se comporta como el sujeto pasivo, actualizado por el acto del movimiento, es,
con independencia de esta actualización, un ente en acto, no un ente que solamente esté
en potencia. Su movimiento no le hace ser en acto un ente, sino tan sólo un ente en acto
de movimiento”10

pues, no hay movimiento ni cambio fuera de los que hemos dicho, ya que no hay ninguno que se encuentre
fuera de lo que hemos dicho.

Cada una de estas categorías está presente en las cosas de dos maneras: por ejemplo, con respecto a un
«esto», en su forma o su privación; con respecto a la cualidad, en lo blanco o lo negro; con respecto a la
cantidad, en lo completo o lo incompleto; y de la misma manera con respecto al desplazamiento en el
arriba o el abajo, lo pesado o lo ligero. Por consiguiente, las especies del movimiento y del cambio son
tantas como las del ser.

Y puesto que distinguimos en cada género lo actual y lo potencial, el movimiento es la actualidad de lo


potencial en cuanto a tal… ”. Física, III, 1 Aristóteles.
9
Léxico Filosófico. Movimiento. Antonio Millán-Puelles.
10
Léxico Filosófico. Movimiento. Antonio Millán-Puelles.

10
- en cuanto está en potencia: el móvil posee otros actos (el ladrillo, en cuanto
ladrillo es algo en acto), pero el movimiento le sobreviene en lo que tiene de potencial…
“El movimiento no es acto del bronce en cuanto es bronce, sino en cuanto es
potencia en orden a una estatua: de lo contrario, todo lo que fuera bronce se
movería”11.

Las siguientes palabras explican esta definición: “Algunas cosas están


solamente en potencia, y otras se encuentran en un estado intermedio entre la
potencia y el acto. Lo que está sólo en potencia, aún no se mueve; lo que está en
acto perfecto, tampoco se mueve, pues ya se movió. Se mueve lo que se encuentra
en un estado intermedio entre la pura potencia y el acto, o lo que está
parcialmente en potencia y parcialmente en acto. Esto es evidente en la
alteración: cuando el agua sólo es potencialmente caliente, todavía no se mueve;
cuando ha sido calentada, el proceso de calentamiento se ha terminado; pero
cuando ya participa del calor, si bien imperfectamente, entonces se mueve hacia
el calor, pues lo que está calentándose, va participando paulatinamente más y
más del calor. Ese acto imperfecto del calor, que se da en lo calentable, es el
movimiento”12.

Santo Tomás expresa lo mismo con otra definición: “El movimiento es un


acto imperfecto y de lo imperfecto”13. Es un acto imperfecto en cuanto al carácter
mismo del acto: es un acto que se está “haciendo”, está en vías de completarse,
pero aún no “es” plenamente. Y se trata de un acto de lo imperfecto, porque… es
propio del ente potencial”14.

Elementos del movimiento

Distinguimos en primer lugar algunos aspectos que intervienen en el movimiento:

-el móvil: es decir, el sujeto que se está moviendo, como el ave en vuelo, o el agua
que se va calentando; aquel que posee el movimiento.

“Lo que cambia de lugar o se desplaza no es el propio desplazamiento, en el que


éste se está dando. Por consiguiente, es menester decir que el movimiento acontece en
un sujeto que no es movimiento, sino que ésta en movimiento, es decir, que
simplemente lo tiene. Si lo fuese no sería un sujeto que realmente está en movimiento,
sino el movimiento de un sujeto, y si éste, a su vez, fuese por su parte un movimiento,
tendría necesidad de otro sujeto, y así indefinidamente… Lo cual es un absurdo.

11
In Phys. III, 2 Santo Tomás de Aquino.
12
Ibid.
13
In Metaphys., XI, 9 Santo Tomás de Aquino.
14
Filosofía de la Naturaleza. La Estructura Esencial de los Entes Corpóreos. Cap. I Mariano Artigas.
Juan José Sanguineti.

11
No podemos entender el movimiento sin entenderlo como algo dado en un sujeto
que lo tiene y que, por lo mismo, no consiste realmente en un movimiento, es decir, en
un sujeto personal o singular, sino en una entidad sujeta a él.

La afirmación de un absoluto o puro devenir, o sea, de un devenir… desligado de


todo sujeto de él, es la afirmación de un imposible, no la afirmación de algo real…

Así, pues, el movimiento y su sujeto son distintos, sin que esto quiera decir
que cada uno vaya por su lado, como si no tuviesen nada que ver entre sí. El sujeto del
movimiento es un ente movible, móvil: un ente capaz de movimiento, más no de serlo,
sino de tenerlo. Y, por su parte el movimiento mismo es la actualización de su sujeto en
calidad de ente móvil: el acto en que un ente móvil se actualiza, justamente en tanto que
móvil. Ello equivale a decir que el movimiento consiste en la actualización de la movilidad
en cuanto tal. Ahora bien, por ser la movilidad una capacidad, no un ente en sí, ha de ser
poseída por el respectivo sujeto. Ninguna capacidad es un ente en sí, un ente (dentro de
lo que cabe) independiente. Toda capacidad es algo dado en un cierto sujeto. La movilidad
es una capacidad que ciertos sujetos tienen. A estos sujetos, precisamente por tenerla, se
les llama entes móviles. De ahí la necesidad de distinguir el movimiento, la movilidad, y
el ente móvil. No se trata de distinguir por distinguir, sino de la objetiva y efectiva
necesidad de no confundir un ente, que está dotado en una cierta capacidad, con la
capacidad de la que ese ente está dotado, ni con la actualización correspondiente…” 15.

-el término “a quo” del movimiento, o punto de partida: por ejemplo, para
una trayectoria local (un simple desplazamiento o movimiento local), ese término es el
sitio preciso donde el movimiento empieza;…

-el término “ad quem” o punto de llegada:…

-el movimiento mismo, o proceso intermedio entre el punto de partida y


el de llegada:… el crecimiento de un viviente.

Tipos de cambio

Cambio… es un término genérico, que abarca muchas variedades específicas.


Mutación, transformación, modificación suelen indicar cambios intrínsecos, excluyendo
el movimiento local.

Movimiento… puede tomarse como sinónimo de cambio, pero normalmente no


se aplica al cambio substancial.
… diversas modalidades del cambio:

a) cambio substancial, cuando una substancia deja de ser la que era, y se


transforma en otra distinta: la muerte de un viviente… La generación y la corrupción.

b) cambio accidental, cuando una substancia, permaneciendo ella misma, sufre


ciertas modificaciones…

15
Léxico Filosófico. Movimiento. Antonio Millán-Puelles.

12
- alteración, o cambio cualitativo: por ej. Una fruta cambia de color.

- cambio cuantitativo, como el crecimiento (aumento) o la disminución: el


crecer de un árbol,…

- cambio local, que es el desplazamiento de un lugar a otro (traslación).

Aristóteles describe lo anterior de la siguiente manera:

“Las cosas -algunas sólo en acto, otras en potencia y en acto- son o un «esto» o
una cantidad o una cualidad, y de la misma manera en las otras categorías de lo que es.
En cuanto a las que son relativas a algo, se dicen según el exceso o el defecto, o según la
actividad o la pasividad, o, en general, según su capacidad de mover o de ser movida;
porque lo que puede mover es tal con respecto a lo que puede ser movido, y lo que puede
ser movido es tal con respecto a lo que puede mover.

Ahora bien, no hay movimiento fuera de las cosas, pues lo que cambia
siempre cambia o sustancialmente o cuantitativamente o cualitativamente o
localmente, y, como hemos dicho, no hay nada que sea común a tales cambios y no sea o
un «esto» o una cantidad o una cualidad o alguna de las otras categorías. Así pues, no
hay movimiento ni cambio fuera de los que hemos dicho, ya que no hay ninguno que se
encuentre fuera de lo que hemos dicho.

Cada una de estas categorías está presente en las cosas de dos maneras: por
ejemplo, con respecto a un «esto», en su forma o su privación; con respecto a la cualidad,
en lo blanco o lo negro; con respecto a la cantidad, en lo completo o lo incompleto; y de la
misma manera con respecto al desplazamiento en el arriba o el abajo, lo pesado o lo ligero.
Por consiguiente, las especies del movimiento y del cambio son tantas como las del ser.

Y puesto que distinguimos en cada género lo actual y lo potencial, el movimiento


es la actualidad de lo potencial en cuanto a tal; por ejemplo, la actualidad de lo
alterable en tanto que alterable es la alteración, la de lo susceptible de aumento
y la de su contrario, lo susceptible de disminución — no hay nombre común para
ambos —, es el aumento y la disminución; la de lo generable y lo destructible es
la generación y la destrucción; la de lo desplazable es el desplazamiento”16.

II. LA SUBSTANCIA CORPÓREA

1. Substancia y accidentes

16
Física, Libro III, 201ª 10, Aristóteles.

13
… Observamos que en el mundo hay cosas “independientes”, distintas
unas de otras… esas realidades, siendo cada una algo unitario, poseen múltiples
aspectos,…

1º La observación de los cambios en las cosas manifiesta la distinción


de substancia y accidentes…

Los entes materiales sufren ciertas modificaciones, como el traslado de


lugar, la mutación de color, el aumento de peso, etc.; sin embargo, no por esto la
cosa se convierte en otra realidad distinta: la cosa se conserva en su substancia,
pero cambia en cuanto a ciertas determinaciones, que son sus accidentes… esos
cambios son accidentales: su sujeto (substrato permanente en medio del cambio)
es la substancia, y la determinación adquirida se puede llamar forma accidental,
o acto accidental. Existen también modificaciones más profundas, en las que
algo cambia completamente su modo de ser,…

2º La descripción de las cosas corpóreas también conduce a la distinción


entre substancia y accidentes…

Se advierte… que la substancia no es simplemente una suma o colección


de accidentes, sino una realidad profunda que los mantiene armónicamente
unidos, constituyendo con ellos un único ente individual.

La substancia en sentido general

No es posible definir la substancia en sentido estricto, porque es una


realidad primaria, irreductible a otras17.

… Existen tres sentidos principales de la substancia, que normalmente van


unidos:

a) Substancia es lo esencial, lo “Central” de una realidad, lo que hace que


algo sea lo que es… La substancia,… responde a la pregunta ¿qué es eso?... En el
lenguaje usual muchas veces nos referimos a la esencia con el nombre de
“substancia”…

b) Substancia es el substrato de los accidentes: en este segundo sentido,


concebimos a la substancia como el sujeto portador y sustentador de los

17
“La definición de substancia se establece, por tanto, en estos términos: el ente que es de tal índole que
tiene la capacidad de ser en sí… Por lo demás a de tenerse en cuenta que no se trata de una definición en
el sentido más riguroso de ese término. Una definición estricta y propia es la que empieza señalando el
género al que el concepto de lo definido pertenece, y ello es imposible en el caso de la substancia porque
el concepto de ésta no tiene por encima nada más que el concepto del ente, el cual no es, ni puede ser,
género alguno… Así, pues, la única posibilidad de esclarecer el concepto de la substancia consiste en
ejemplificarlo y describirlo…” Sustancia. Léxico Filosófico, Antonio Millán –Puelles.

14
accidentes, que además permanece mientras los accidentes cambian…. El
término substancia etimológicamente hace alusión a este papel de fundamento
de los accidentes: substancia viene de substare, “estar debajo”.

c) Substancia es lo que subsiste: aquello a cuya esencia compete ser en


sí y no en otro… los accidentes se apoya en la substancia, y por tanto son en
otro… su “modo de ser” consiste en “ser en otro”. En cambio, la substancia tiene
como propiedad el subsitere, el sustentarse en sí misma, al no necesitar de otro
fundamento intrínseco en el que apoyarse: su “modo de ser” consiste en ser por
sí, no en otro…
…”18

“Aquella cosa a cuya naturaleza conviene el no ser en otro”.


Naturalmente, eso no significa que la substancia sea absolutamente
independiente, en el sentido de no necesitar de nada para existir;… La substancia
no es “el ser que no depende de ningún otro para existir” sino aquello que es
“en sí mismo”, es decir, que no es “en otro”.

… La substancia es el ente en sentido más pleno y completo, o lo que


principalmente es. El accidente “es” algo…; sin embargo, propiamente no
decimos que un accidente sea una cosa o un ente…, porque no le compete ser
en sentido pleno, sino de modo secundario, en tanto que inhiere en una
substancia. El atributo ser (que es análogo, es decir, se dice de muchos modos
diversos, aunque respecto de un primer analogado) conviene principalmente a
la substancia:… y sólo secundariamente a las diversas afecciones que esas
realidades sustantivas pueden tener, y que llamamos accidentes.

Analogía de la substancia19

18
Suma Contra los Gentiles. L. I. Cap. I, Santo Tomás de Aquino
19
TÉRMINO UNÍVOCO: Término cuyo nombre es común y la razón significada por
el nombre es la misma.

TÉRMINO EQUÍVOCO: Término cuyo nombre es común y la razón significada por el


nombre es distinta.

TÉRMINO ANÁLOGO: Término cuyo nombre es común y la razón significada por el


nombre es en parte la misma y en parte distinta.

Análogo con analogía de atribución: Término cuyo nombre es común y la razón


significada por el nombre se predica propiamente del analogado principal y según
diversas relaciones a él de los analogados secundarios.
Análogo con analogía de proporcionalidad: Término cuyo nombre es común y la razón
significada por el nombre es proporcionalmente la misma, o la misma según diversa
proporción.

15
… La noción de substancia es analógica… esa analogía ya se advierte en
esos tres significados primarios que dábamos de la substancia: la misma
realidad que es la esencia, es el sujeto de los accidentes y aquello que subsiste. La
substancia puede subsistir por sí misma por su carácter de esencia…

Además, si la substancia es sobre todo aquella esencia que puede subsistir,


por poseer una “suficiencia ontológica” (¿qué significa? Es la capacidad
que posee la substancia de ser en sí y no en otro, lo cual, le viene
por el grado de ser que posee), es claro que habrá tipos muy diversos de
substancias, en la medida en que los modos de subsistir varíen…

Comparación con otras nociones

Los términos que estamos manejando –ser, substancia, esencia, ente, - se


estudian más afondo en metafísica. Aquí precisaremos alguno, para evitar
confusiones, y para relacionarlos con el estudio de la naturaleza física:

Iº Noción del esse

La roca firme, que es fundamento de toda reflexión filosófica, es sin lugar a dudas el
esse, fundamento de toda realidad, pero también la analogía, que es el medio por el cual
podemos realizar, la reflexión metafísica.

Santo Tomás de Aquino, nos expone la realidad, es decir, nos explica lo real,
trascendiendo la materia y la forma de Aristóteles, con lo cual va más adelante que el
estagirita.

Cuando habla de la explicación última de los entes, no se refiere a la forma sino al


esse. Luego la metafísica tomista está enraizada absolutamente en el esse; es una
metafísica del esse.

Todo ente existirá, no por el hecho de tener una determinada forma sino porque
dicha forma ha recibido o participa del acto de ser20. Detengámonos un momento en
esto.

1. 20
La primera noción del esse.

El esse es expresado por el participio del verbo ser, es decir, el ente o lo que es.

El ente puede significar el sujeto o esencia que sustenta el acto de ser, o el acto
mismo de ser.

Considerada superficialmente la noción de esse, se nos presenta como la más


genérica y, por lo tanto, la de mayor extensión (lo abarca todo), y al mismo tiempo,
como la de menor comprensión (sólo dice lo que “es”, es decir, lo que se opone a la
nada).

16
Como ya sabemos, una definición se formula por su género y diferencia. En el
caso del esse, ésta noción se presenta como la más abstracta y genérica, por lo cual, se
encuentra en la cumbre de todas las nociones y no hay género alguno superior a
ella, desde el cual pudiera definirse mediante una diferencia específica. Tampoco existe
diferencia alguna capaz de determinarla, puesto que cualquier diferencia desde que
es tal, es un modo de esse, incluida en la misma noción genérica de esse.

Junto a lo anterior, no debemos olvidar que la noción de esse, está presente en todo
concepto, y todo otro concepto no es sino un explicitación del mismo. Todos los demás
conceptos lo suponen y no hacen sino desarrollar su contenido. Más aún, todo concepto
es tal por la noción de esse, que lo hace inteligible, ya que cualquier concepto es también
y siempre un modo de esse, es decir, tal esse.

La noción de esse por tanto es la noción primera, la más inmediata y las


más evidente aprehendida por el intelecto.

Nuestra inteligencia conoce el esse inteligible y su oposición con la nada,


antes de conocer explícitamente la distinción del yo y del no-yo. Luego, por reflexión
sobre su acto de conocimiento, juzga de la existencia actual de éste y del sujeto
pensante, después de la existencia actual de tal cosa sensible singular, percibida
por los sentidos.

El esse es el primer concepto de la inteligencia, por el cual y gracias al cual


es capaz de aprehender cualquier otro, es decir, (es el primer objeto, por el cual es
inteligible cualquier otro objeto).

Lo anterior, Santo Tomás20 nos lo enseña, recordándonos que un ente es


cognoscible en cuanto que está en acto, ya que nada es conocido en cuanto que está
en potencia, sino solamente en cuanto que está en acto20; pero sabemos que nada está
en acto, sino en cuanto que es, luego el entendimiento conoce, en tanto y en
cuanto, las cosas son. Por lo cual el objeto propio del entendimiento es el esse de
las cosas.

El esse está presente en toda realidad actual y posible y en todo conocimiento. Sin
el esse nada es y nada puede entenderse.

Por lo anterior, nos damos cuenta que no se le puede definir, pero se puede tener
conocimiento de lo que esta noción expresa. Es necesario aprehenderla, porque sin ella
nada se podría entender, ya que, como dijimos anteriormente, cualquier realidad existente
es siempre algo que es, y que por lo tanto, supone y se apoya en la noción de esse.

El esse es lo que es, algo que es. La noción anterior encierra dos elementos o
constitutivos: la esencia y el acto de ser.

La esencia es aquello por lo que un ente es tal o cual cosa, es lo que define o
lo que hace que un ente sea tal ente y no otro.

17
El acto de ser o existir es aquello por lo que un ente realmente es o puede ser.

2. Noción más profunda del esse.

Al considerar con mayor detenimiento la noción de esse, nos damos cuenta que es
distinta de todas las nociones o conceptos universales: genéricos o específicos.

El esse, que aparentemente es la noción más abstracta o genérica, profundizada se


presenta como un contenido que implícitamente abarca todas las diferencias específicas e
individuantes: todas las cuales, como diferencias del esse, son también esse, modos de esse,
imposibles de ser separadas del concepto de esse.

Santo Tomás20 nos enseña como… El error de Parménides ha sido creer que el ser
es unívoco, como un género. Pero en realidad el esse no es un género, y se dice de los
diferentes seres en sentidos muy diversos...

Lo anterior, es así, porque si fuese un género como la animalidad, solamente


se podría diversificar (multiplicar) por las diferencias, las cuales le serían
extrínsecas; pero ya sabemos que fuera del esse no hay nada, luego no habría manera de
que pudiera ser diversificado (múltiple).

El esse no es, propiamente hablando, un género, una noción que contiene


formalmente las diferencias específicas o individuantes que estarían fuera de su concepto
y que lo determinarían desde fuera de él, ya que fuera de este concepto, sólo es la nada,
como se dijo más arriba. Las diferencias, pues, no pueden distinguirse y separarse
del concepto de esse.

Al concepto de esse no se le limita con determinaciones genéricas,


específicas o individuantes, desde fuera de su concepto, sino mediante un
enriquecimiento del mismo concepto desde dentro y por explicitación del mismo.

El concepto de esse no es el primer concepto en acto (como es el Esse divino) del


cual podemos deducir todos los conocimientos; sino el primer concepto, que en
potencia contiene a todos; pero que para pasar al acto formal de los mismos necesita
ser explicitado por la experiencia y el raciocinio.

A diferencia de los otros conceptos, que se excluyen entre sí, el del esse incluye todos
los conceptos, que no son sino explicitaciones del mismo: modos determinados de esse.

El esse en general contiene actualmente e implícitamente los diversos modos del esse
que lo diversifican; y se dice, o predica, en sentidos muy diferentes, de la potencia y del
acto, y también de la criatura compuesta de potencia y de acto, y del Esse divino. Luego,
con el solo concepto de esse es muy poco lo que se sabe, solamente lo que algo es
o puede ser, pero sin él no se puede saber nada.

18
En realidad el esse es un concepto análogo, como veremos más adelante, su
unidad es solamente unidad de proporcionalidad, como la de la palabra conocer, que o bien
designa la acción de los sentidos relativa a lo sensible, o bien la de la inteligencia relativa
a lo inteligible.

El concepto de esse carece de una unidad absoluta, como ya dijimos, sino más bien,
posee solamente una unidad de proporcionalidad, debido a que lo que designa no
es absolutamente lo mismo, sino proporcionalmente semejante, en el Esse divino,
en el esse contingente substancial, y en los diversos accidentes de este último.

El esse no es conocido como tal, lo que conocemos es el ente; el esse lo


conocemos con el ente, como acto o perfección del ente. Luego el esse es un acto;
pero no un acto cualquiera, como podría ser el acto de correr, sino que es el fundamento
de todo ente, de modo que sin él nada sería. Pero a pesar de esto no podemos decir,
que el mismo esse sea, ya que lo que es, es el ente, y esto, en virtud del acto de ser.

Para no alargarnos más, trataremos el tema de la noción analógica del esse más
adelante.

3. Noción de ente20

Ente, en su sentido más radical, significa “lo que es” (id quod est). La noción de
ente20es lo primero que cae bajo la consideración del entendimiento, es el “primum
cognitum”20, sin lo cual nada podría ser aprehendido por el entendimiento.

La noción de ente es la más sencilla y primera, por lo cual es difícil explicar su


significado; pero al mismo tiempo, es lo más fácil de entender. Luego, la noción de
ente por ser lo primero, lo real o ente no puede ser definido; solamente admite una
descripción para referirse a ella, es decir, ente es “aquello que es” (ens est id quod est)20,
y esto en cuanto participa de la perfección del esse. Por esto Santo Tomás concibe el
ente como lo que posee el esse, como aquello cuyo acto es el esse. Por lo tanto, en la
noción de ente no solamente se incluye al esse sino también al que lo posee, es
decir, al poseedor y a lo poseído. Pues bien, el sujeto del esse, el poseedor del acto de esse,
recibe el nombre de esencia20.

El ente es lo que es, pero todo lo que es, es al mismo tiempo que es, “algo”. Por
el acto de esse, la noción de ente se constituye en su sentido radical. Pero el ente es “lo
que es”. De aquí, la composición de esencia y ser; los cuales son los “constitutivos
del ente”. Luego podemos decir que la esencia es aquello por lo que una cosa es lo que
es, y el esse, aquello por lo que una cosa es.

Debido a lo anterior, en todo ente aparecerá una dualidad de principios


constitutivos, el esse y la esencia; dos aspectos indisociables (co-principios) y necesarios
en cualquier realidad existente en el mundo.

4. Noción de esencia.

19
La esencia y el acto de ser, son los constitutivos del ente y se encuentran
íntimamente unidos.

La esencia es siempre un modo de esse: tal o cual esse y, por eso, sólo tiene
sentido como una participación del esse.

La esencia dice una relación trascendental o esencial al esse; más aún, se


constituye esencia precisamente por esta referencia trascendental al esse.

El Esse divino, no puede ser puramente posible, sin existir, ya que no puede llegar
a ser, porque es simplemente Esse; y como ya dijimos, es por el cual todo ente es y por el
cual todo ente es tal y no otro.

Como nos enseña Santo Tomás20, Dios es por esencia el Ipsum Esse Subsistens,
el cual no puede ser más que solamente uno. Luego es necesario que todas las cosas,
menos Dios (Ipsum Esse Subsistens), no sean su propio esse, sino que participen
del esse, y, por tanto, es necesario que todos los seres, tengan como causa al Ipsum Esse
Subsistens que es del todo perfecto.

Las esencias existen en la Mente divina, que las constituye al contemplar su


Esencia, como modelo de infinita perfección, causa ejemplar de las mismas.

También las esencias, dicen relación esencial a su acto de ser, al acto que le da o
puede darle esse o realidad en sí misma.

Las esencias son sustentadas trascendental o esencialmente en el Esse divino 20, ya


que, como nos recuerda Santo Tomás, lo que es el Esse en grado sumo es causa de
todo esse y de todo lo verdadero.

5. Noción de esse como acto.

Como decíamos más arriba, el esse no lo conocemos como tal, sino que lo
conocemos con el ente, es decir, como acto o perfección del ente. Por lo tanto el esse
es aquel que sustenta a todo ente

Las formas, actualizadas por el esse, en los entes corpóreos, son acto
respecto de la materia y de sus respectivas potencias, pero respecto al esse son
potencia.

Lo que existe primerísimamente es el esse, y posteriormente, las formas


(actualizadas por éste), que hacen composición con la materia (en los entes corpóreos)20.

El esse es un trascendental que ilumina y da sentido tanto a la esencia como al


entender.

20
Concepto preliminar de substancia corpórea

El conocer ordinario nos señala que todas las substancias del mundo
material son cuerpos. ¿Qué significa ser cuerpo? ¿Es lo mismo ser una substancia,
que ser una substancia corpórea?...

Observamos en todos los seres del mundo físico una serie de rasgos
comunes:

a) extensión: los cuerpos tienen dimensiones, son grandes o pequeños,


ocupan un sitio u otro. En virtud de esta propiedad, cambian su configuración
externa y se mueven localmente.

b) cualidades sensibles: un cuerpo es tangible, duro o blando, luminoso…


etc. Mediante estas cualidades, unos cuerpos influyen en otros (tocar, quemar,
romper, etc.)

c) perceptibles a los sentidos: un cuerpo físico se puede ver, palpar, oír.


Sus cualidades tienen repercusiones en nuestros órganos sensitivos…

Las tres características indicadas bastan en su conjunto para delimitar, en


una primera aproximación y sin perjuicio de análisis filosóficos posteriores, la
noción de substancia corpórea. La substancia no se identifica con estas

El esse es el que otorga la realidad a la esencia y por quien la esencia logra


ser inteligible o aprehensible por la inteligencia20.

Todo esse creado (finito y contingente), remite trascendental o


esencialmente al Ipsum Esse Subsistens; se presenta como trascendental o
esencialmente relacionado y dependiente de Éste. En una palabra, el esse de los entes es
una participación inmediata y continua del Ipsum Esse Subsistens, como su
causa primera eficiente.

El esse es quien desde su trascendentalidad, vinculado esencialmente con el Ipsum


Esse Subsistens, da inteligibilidad a toda esencia y a todo concepto.

El esse es aprehensible conceptualmente sólo desde la esencia, pero a su vez la esencia


y el concepto que la aprehende, son inteligible e inteligente, respectivamente, únicamente
por el esse (acto de ser); quien a su vez recibe toda su fuerza inteligible del Ipsum Esse
Subsistens, que los ilumina y confiere su verdad o inteligibilidad a la esencia, y su
entender a la inteligencia. También el esse prueba la existencia de Dios, el Ipsum Esse
Subsistens, sin el cual nada puede ser.

Por lo tanto el esse (acto de ser) es sólo inteligiblemente aprehensible por un juicio.
Cuando se afirma (o se niega) que algo (una ente) es (acto de ser), o que algo (ente) es tal
cosa, el esse (acto de ser) se revela en toda su fuerza constitutiva del ente, como acto de
éste.

21
propiedades (la extensión y la cualidad pueden variar, sin que un cuerpo cambie
substancialmente), pero ellas son necesarias para que un cuerpo sea cuerpo: ente
inextenso, sin cualidades sensibles y no perceptible por los sentidos no sería una
substancia corpórea.

De las tres notas, una sola basta para delimitar con precisión el ámbito del
ser corpóreo: la extensión… La extensión se revela, entonces, como la propiedad
fenomenológicamente primaria de los cuerpos, como se ve en la siguiente
definición de Santo Tomás: “El cuerpo, en cuanto pertenece al género de la substancia,
es aquello a cuya naturaleza convienen dimensiones concretas”21.

En esta definición determinamos la noción de substancia corpórea a través


de una “propiedad esencial” y por ello siempre presente (un cuerpo inextenso
no sería una entidad corpórea)22.

Substancia y cantidad

La extensión es la propiedad por la que un cuerpo se divide en partes…


La substancia como tal es indivisible, y por eso no se sitúa en ningún “sitio” del
cuerpo: no tiene sentido preguntarse dónde está la substancia en el cuerpo, pues
está entera en todo él y en cualquiera de sus partes… La substancia en sí misma
no pertenece al orden cuantitativo, si bien ella recibe, en el caso de los seres
corpóreos, la propiedad accidental de la cantidad dimensiva, en virtud de la
cual es divisible. Esto no significa que la substancia sea como tal absolutamente
simple, pues admite cierta complejidad intrínseca (por ejemplo, la composición
de acto y potencia).

Las partes “integrales” de un ser corpóreo organizado (por ejemplo, los


brazos, las manos del cuerpo humano) son partes cuantitativas cualificadas por
muchos otros accidentes y en las que está presente la entera substancia.
Normalmente llamamos a la mano, los brazos, etc., partes del cuerpo, partes de
un animal, de una persona (es lógico hablar así, pues el accidente es de la
substancia), pero no por eso hemos de confundir la substancia con la cantidad,
o con la suma de las partes cuantitativas.

El conocimiento de la substancia corpórea

La substancia es una realidad inteligible en sí misma. Los sentidos sólo


alcanzan cualidades y cantidades… pero no llegan a la substancia o la esencia de
las cosas (ni tampoco a otros aspectos, como el “ser” de los entes, las relaciones,
etc.) Esas realidades pueden ser vistas solamente con visión intelectual: son

21
Santo Tomás de Aquino, De Ente et Essentia, c. 3.
22
Ibid. C. IV

22
inteligibles, no sensibles… No es posible ni siquiera imaginar la substancia,
porque es imaginable únicamente lo que es sensible,…

¿QUÉ SIGNIFICA QUE LA


SUBSTANCIA CORPÓREA ES
“SENSIBLE PER ACCIDENS”?
Sin embargo, la substancia corpórea es sensible “per accidens”. Una
determinada substancia corpórea se puede aprehender sólo si previamente ese
objeto se percibe con los sentidos, de modo que esta percepción sensible sea
acompañada por la correspondiente aprehensión intelectual de la substancia…

La captación de la substancia normalmente es un conocimiento intelectivo


inmediato, y no el fruto de un raciocinio. Naturalmente, en algunos casos, el
juicio sobre si algo es o no substancia puede ser erróneo, pero aun en esos casos
siempre tendemos a captar “algo” a modo de substancia: por ejemplo, al
aprehender el azul del cielo lo referimos de inmediato a una “cosa” a modo de
substancia, que es el “cielo”;…

La Síntesis Hilemórfica

Hemos estudiado cómo el ente corpóreo está constituido por la substancia


y los accidentes. A continuación debemos estudiar una estructura más profunda,
que afecta a la misma substancia, según la cual ésta consiste en dos principios
esenciales, de los que uno es soporte del otro; la materia prima es “sujeto”
(RECIPIENTE NO SUBSTANCIA) de la forma substancial. Esta síntesis es muy
distinta de la anterior, porque la materia prima no es un sujeto subsistente, y
como tal carece de esencia o de contenido esencial; además poseer la forma
esencial, recibe una determinación que da al ser físico su ser substancial.

Materia prima y forma substancial son dos principios complementarios


que constituyen conjuntamente la substancia o esencia de cada cuerpo. Cada
uno de ellos no es una substancia o un ente, sino que sólo en cuanto
están unidos dan lugar a una substancia completa.

La unidad anterior se puede llamar HILEMÓRFICA, del griego, HÍLE,


materia y de MORFÉ, forma.

¿Cómo podemos conocer la composición Hilemórfica?

Los argumentos para conocer esta composición, están fundados, en el


presupuesto de la distinción numérica y específica entre las substancias del
universo material.

Los argumentos son fundamentalmente dos:

23
*los cambios substanciales: así como el cambio accidental nos da a
conocer la estructura substancia-accidentes, del mismo modo el cambio
substancial nos lleva a admitir la composición de materia-forma.
Vemos que las cosas sufren modificaciones profundas, pasando no sólo de
ser de un modo a ser de otro modo (cambio “secundum quid”), sino que llegan
a dejar de ser en sentido absoluto (corrupciones) o llegan a ser también en sentido
absoluto (generaciones).

Las anteriores modificaciones substanciales, no suponen creación y


aniquilación. Si son reales las transformaciones substanciales, podemos
preguntarnos, ¿qué es lo que se transforma? Si a la substancia constituida no
pueden añadírsele más determinaciones que no sean accidentales, de aquí
concluimos, que el sujeto de las transformaciones substanciales, es algo que no
es la substancia, pero que es una parte de la substancia, a la que llamamos
MATERIA PRIMA.

La MATERIA PRIMA pierde en este caso una forma substancial,


adquiriendo otra.
Con la generación sucede algo análogo, ya que una nueva substancia no
procede de la nada, sino que surge de la transformación a partir de otras
substancias, y esta transformación exige un sujeto común, que no sea una
substancia.

*la multiplicidad de los individuos de la misma especie: las estructuras


esenciales de las cosas son como modelos comunes que se reproducen en serie en
una multitud de individuos indefinida. Lo anterior indica que esa estructura, la
forma o acto formal, está entrando en composición con otra cosa, en la cual realiza
o se materializa, que es la materia prima de la que están hechas todas las cosas.
Lo anterior permite explicar la semejanza y desemejanza entre los individuos de
una misma especie.

Si no existiera una materia prima, no podría darse la semejanza o


desemejanza entre los individuos: éstos serían totalmente distintos, formando
cada uno una propia especie, o se identificarían del todo.

Por lo tanto debemos decir, que existe un substrato material, de por sí


indiferenciado, que es determinado aquí y allí por una forma en ambos casos.

Podemos decir, que la forma se multiplica en los distintos individuos,


puesto que el modo de ser propio de la forma se encuentra realizado
concretamente en cada individuo, determinado por la materia.

Una forma sin materia sería única especie (los ángeles); la materia sin
ninguna forma en cambio no es posible, pues sería un puro substrato sin
ninguna determinación. Recuerden que la materia, no puede ser una substancia

24
completa, porque en ese caso las diferencias substanciales se reducirían al orden
accidental.

Basta, que un individuo corpóreo sea idealmente multiplicable en otros,


para distinguir su forma de su materia.

Ahora hablamos de la forma y de la materia prima, la materia prima y la


forma substancial integran juntamente la esencia de toda substancia corpórea,
que en virtud de la forma es tal ente, y en virtud de la materia es individuo
distinto de otros, porque el principio es claro, la materia es principio de
individuación.

Al hablar de forma y materia estamos hablando de dos co-principios


esenciales o partes esenciales de la substancia: son partes esenciales de la
esencia, que no han de entenderse de modo cuantitativo o como teniendo un
modo de ser completo. No cabe situarlas en un determinado sito del cuerpo.
Tampoco se ha de pensar que la materia es el cuerpo visible y que la forma
sería como una entidad invisible situada dentro del cuerpo.

La forma y la materia prima, son dos realidades (inteligibles per se y


sensibles per accidens, como la substancia) que están presentes en todo el ente
corpóreo y en cualquiera de sus partes.

Forma y materia constituyen dos principios, esto es, realidades que


determinan el ser del ente corpóreo; siendo complementarios e inseparables,
pueden llamarse también co-principios, ya que cada uno ejerce su función en
unión con el otro.

La forma y la materia no han de entenderse como cosas o entes completos,


sino como principios por los cuales algo es (ENTE COPÓREO), pero ellos
mismos no son algo, en el sentido de entidades substanciales, entidades
concretas, entes concretos.

La materia y al forma se unen como la potencia y el acto. La materia es


potencia de la forma, sujeto receptivo del acto formal, y a su vez, la forma es acto
de la materia, perfeccionamiento o determinación esencial de la materia. La
realidad concreta y subsistente, los ente corpóreos, son la síntesis de estos co-
principios; la substancia corpórea o material, es el compuesto de materia y
forma.

Por lo anterior podemos concluir que la unidad entre la materia y la


forma, es distinta de la unidad de la estructura de la substancia y del accidente.
Luego no podemos imaginar, que la forma es en la materia como un accidente es
en la substancia: ni la materia ni la forma pueden subsistir por sí mismos, pues
son substancias, aunque la materia sea sujeto receptivo y la forma sea acto

25
recibido. La subsistencia compete al compuesto de materia y forma, salvo en el
caso del la forma substancial del ser humano.

La Materia Prima

Difícil es dar una noción de la materia prima, porque en sí misma carece


de naturaleza y no es nada determinado; la conocemos por análisis metafísicos
de la estructura de los cuerpos, ayudándonos con la analogía de las cosas
artificiales: así como los objetos artificiales se producen a partir de una materia
previa (como un cuchillo se hace del hierro o la plata), de un modo semejante las
cosas, no siendo ella misma ninguna entidad determinada.

La materia prima es el sujeto23 primero del ente corpóreo, principio


esencial a partir del cual éste se genera, intrínseco a la cosa generada.

La materia prima tiene carácter de sujeto o sustrato que permanece en una


mutación substancial, en la que algo se genera o se corrompe.

La materia prima es sujeto primero, porque no existe otro sujeto anterior


a partir del cual la materia podría “fabricarse”: de ser así, la materia sería un tipo
de ente determinado, compuesto a su vez de una forma y una materia, y el
problema se replantaría al infinito. Por eso se llama materia prima, mientras que
a los sujetos de los cambios accidentales se les llama materias segundas o
materias concretas o materias determinadas.

La materia prima es un sustrato primero24, a partir del cual algo se hace;


es el principio inicial25 del fieri simpliciter (del hacerse simplemente), del hacerse
substancial de algo.

Sin embargo, la materia prima, no interviene sólo en el fieri (Hacerse),


sino también en el esse (Ser) de la cosa constituida: no es como la privación,
principio de la generación pero que desaparece con el advenimiento de la nueva
forma; la materia prima permanece en el ente generado, como parte esencial y
constitutiva, que hace posible una ulterior destrucción de ese ente y generación
de otro, luego la materia prima no sólo es principio ex quo, del cual, sino también
principio in quo, en el cual, actúa la forma.

La materia prima es potencia pura, completamente indeterminada. Algo


puede ser acto en sí mismo, y potencia en orden a otra cosa. Sin embargo, no es
éste el caso de la materia prima, que no es simplemente potencia de la forma, sino
potencia pura, carente de toda actualidad en sí misma.

23
Pero no como “Ente Corpóreo”.
24
Ex quo.
25
Término A quo.

26
Si la materia prima tuviera algún acto, se constituiría ya como una
substancia. La condición de pura potencia es exigida porque la materia prima es
potencia en el orden substancial, y esto implica que no sea nada en ese orden.

La materia prima para que sea un sustrato que pueda adquirir una y otra
forma substancial, debe estar privada de toda determinación substancial: ni
esencia, ni cualidad, ni cantidad, ni alguna otra de las determinaciones del ser.

La materia prima es absolutamente indeterminada: no es nada en acto,


porque lo es todo en potencia. No es algo que tiene potencia, sino que es
potencia en sí misma.

En cuanto potencia, ella es capacidad real: no es privación, ni una


posibilidad lógica. La materia prima es real: posee la realidad disminuida y
oscurecida de la potencia pasiva, como capacidad de adquirir un acto: es, pero
con un ser potencial.

La primera potencia del cuerpo no puede existir sin la forma substancial.


Un ser puramente potencial no puede existir: todo lo que existe es ente, que
tiene ser en acto y no puede consistir sólo en ser potencial. Esto implica que la
materia prima sólo puede existir como parte potencial de un ente actual, es decir,
como co-principio actualizado por la forma.

La existencia separada de un ente puramente potencial es una


contradicción; la materia prima siempre se encuentra bajo una forma substancial, y la
forma substancial hace que esa materia prima esté participando de un acto, pero en ese
momento, ya no como “Materia Prima”, sino como “Materia concreta”. Si la materia
es, es porque habet esse, “tiene ser”, está participando del actus essendi, del “acto de
ser”, que recibe de la forma substancial que la actualiza.

Santo Tomás lo explica así: “todo lo que es en acto, o es el mismo acto, o


es una potencia que participa del acto; ser en acto repugna a la materia 26 como
tal, que en sí misma es potencia. Resulta entonces que la materia no puede ser en
acto sino en cuanto participa de un acto, y el acto participado por la materia no
es más que la forma; por tanto, es lo mismo decir que la materia es en acto que
decir que tiene forma. Afirmar que la materia es en acto sin la forma, es afirmar
que dos contradictorios son a la vez, y esto Dios no puede hacerlo”. Lo anterior
implica, que Dios no puede producir una materia subsistente, porque eso
supondría hacer que sea en acto lo que carece de todo acto, lo cual es
contradictorio.

Propiedades de la Materia Prima

Notas de la materia prima, que se desprende de lo que se ha dicho antes:

26
Prima.

27
a) Ingenerable e incorruptible: si la materia prima surgiera por
transformación a partir de otra cosa, tendría composición de forma y materia, y
habría una materia de la materia, que a su vez plantearía el mismo problema
hasta el infinito.

La materia prima es pues ingenerable y, por motivos análogos, es también


indestructible.

Aristóteles, al desconocer la creación, pensaba que era eterna.

Santo Tomás, que por fe conocía la creación in tempore, mostró que


sostener que la materia prima no era eterna, no contradecía a la razón, si bien no
se puede demostrar racionalmente. Explicó que la materia prima propiamente
fue concreada con la forma: Dios creó substancias corpóreas con esta
composición. Sólo por aniquilación divina la materia prima del mundo podría
dejar de existir.

b) Totalmente pasiva: la materia prima es la pasividad misma, pues


consiste en pura capacidad receptiva substancial.

*la materia prima es principio de todo lo que un ente corpóreo puede


padecer, que en el orden substancial no es más que la corruptibilidad y la
generabilidad.

*no es principio de lo que un ente puede hacer.

*no es raíz de ninguna actividad del cuerpo, porque las acciones se


producen a partir de los actos que tienen las cosas.

c) Ni una ni múltiple: si la materia prima en sí misma no es acto, no puede


ser ni una ni múltiple. Cada cosa corpórea tiene obviamente su propia
materia prima, y en este sentido podemos decir, per accidens, hay tantas
materias primas cuantos entes físicos hay en el mundo. Pero la unidad adviene
a la materia prima, como veremos al tratar de la individuación
del ser corpóreo, de la presencia de la cantidad dimensiva, que hace que
la materia sea ésta o aquélla. Por eso, si un cuerpo se multiplica en varios, o si
muchos se unifican en uno, no tiene mucho sentido preguntarse cuantas materias
primas resultan, como si tal principio fuera una cosa, que admite generarse,
multiplicarse, etc. Lo que se divide, unifica, multiplica, etc., es el ente concreto,
en virtud de sus principios intrínsecos (forma, materia, cantidad), cada uno de
los cuales y todos en conjunto hacen posible, según sus propias funciones, las
transformaciones de las cosas materiales.

28
No debemos confundir la noción filosófica de materia con la noción física
de materia. A veces los físicos entienden por materia el ente dotado de masa, o la
misma propiedad de la masa.

Además en el vocabulario usual y también científico, muchas veces se


entiende por materia lo que en la filosofía se llama materia segunda, es decir, la
materia concreta, los entes materiales concretos.

Conocimiento de la Materia Prima

La materia prima no es sensible ni imaginable, sino puramente


inteligible. Sin embargo, aun su misma inteligibilidad es peculiar, pues es una
realidad que no se capta directamente, sino por su relación con la forma
substancial, con la cual constituyen las substancias materiales.

Se entiende lo que es, y en la medida en que es.

La potencia en cuanto modo de ser disminuido, es menos inteligible que


el acto, pues es propiamente lo que no es acto. Más exactamente, la potencia se
entiende por su relación al acto.

La materia prima al ser pura potencia, es el aspecto más oscuro o menos


inteligible del universo, y siempre se entiende en orden a la forma substancial,
como potencia de la forma substancial.

La única analogía que puede darse entre la substancia y la materia prima


es el hecho que ambas son receptoras, la substancia, como acto, es receptora de
los accidentes y la materia prima es receptora, como potencia, de la forma
substancial.

A la materia prima también la conocemos por analogía con la


composición de substancia-accidentes, tal como se da especialmente en los
objetos artificiales.

La Forma Substancial

En filosofía, la forma substancial consiste en un principio inteligible (ni


sensible ni imaginable) por el cual un ente corpóreo tiene una determinada
esencia o modo de ser simpliciter.

También podemos definir la forma substancial como el principio


intrínseco del ente corpóreo por el que éste tiene un determinado modo de ser
substancial: Las cosas tienen un principio intrínseco de unidad y organización,
cuando son efectivamente substancias individuales y no estado de agregación.

29
Luego la forma es un acto intrínseco y esencial por el que un ente corpóreo se
organiza y actúa de un modo determinado y constante.

La forma es la parte determinante de la esencia de un cuerpo. La esencia


o naturaleza de una cosa procede de su forma substancial, por la que un ente
corpóreo es específicamente tal ente corpóreo y no otro. Por lo anterior, la forma
substancial es acto de la materia prima, y ambas constituyen en sentido estricto
la esencia de los entes corpóreos: ésta es compuesta, porque consta de dos
principios substanciales, uno actual y otro potencial.

Un ente que fuera sólo forma tendría una esencia simple, y sería
inmaterial: éste es el caso de las substancias espirituales angélicas.

Los platónicos decían que la forma era la esencia, pero eso es incorrecto,
pues la materia también es parte de su esencia.

Funciones de la Forma Substancial

a) La forma es principio especificante y determinativo del ser de los


entes corpóreos: las cosas son en el orden substancial según su forma, y este ser
de tal modo las coloca en una determinada especie; en el mundo hay tantos tipos
de formas substanciales como especies (caballo, ciprés, etc.), cuya materia prima
hace que se multipliquen en numerosos individuos.

Algo es en cuanto tiene una forma, y se genera y se corrompe, en la medida


en que se adquiere o pierde la forma substancial: el ser de por sí sigue a la forma,
pues cada cosa tiene ser según su propia forma, y la forma no puede de ningún
modo separarse del ser.

b) La forma da el ser a la materia y a todo el compuesto: Es el núcleo


originario desde donde se transmite el ser a todo el ente corpóreo: comunica el
ser al compuesto según una modalidad específica, haciendo que el ente corpóreo
sea simpliciter, y que sea de tal especie.

Concretamente, la forma substancial otorga el ser a la materia: no produce


la potencialidad de la materia, pero sí la actualiza, haciendo posible su existencia.

No debemos olvidar que la forma substancial no es un ente “quod” (lo


que), sino un principio “quo”, que al actualizar una materia, constituye una
substancia.

El mismo ser de la forma, que se entrega a la materia, es el esse del


compuesto.

El ente corpóreo es uno, y tiene un único acto de ser: es el mismo el esse


de la forma y el esse de la materia, que es el esse del compuesto.

30
c) La forma substancial es el acto primero de la substancia corpórea, no
en sentido temporal, sino por naturaleza.

No puede haber una formalidad anterior al acto substancial. De este


última brotan las restantes formalidades, que son todas accidentales.

Unicidad de la Forma Substancial

La forma substancial es única para la substancia individual. De lo


contrario, no se respetaría la intrínseca unidad estructural y funcional de la
substancia, que es precisamente la que nos lleva a conocer la forma substancial.

Un ente con una forma substancial determinada hace imposible la


posesión simultánea de otra forma substancial, como un cuerpo redondo no
puede ser a la vez triangular.

Gradación e indivisión de las Formas Substancial

1º Las formas se ordenan en grados esenciales, de los cuales, el más alto


recoge a su modo las perfecciones inferiores, y las trasciende.

2º Las formas substanciales en sí misma no admite grados de intensidad.


Un hombre o un pájaro no son más o menos hombre y pájaro a lo largo de su
vida, o en comparación con los otros miembros de su especie. Luego la forma
substancial no es un acto intensivo.

Conocimiento de las Formas

Las cosas se conocen por lo que son en acto, resulta que la forma
substancial es el principio de inteligibilidad de los substancia corpórea.

Las formas substanciales de las substancias corpóreas se conocen


parcialmente, a través de las propiedades de las substancias. Luego allí donde
sea difícil determinar la substancialidad, será también más difícil identificar la
forma.

No debemos olvidar que la naturaleza específica de los entes corpóreos


incluye juntamente la forma y la materia: aunque la forma substancial determina
la perfección específica de un substancia, la especie no es sólo la forma, ya que
las formas materiales no pueden ser ni concebirse fuera de la substancia corpórea

31
(aunque mediante la abstracción se consideren prescindiendo de la materia
concreta).

La individuación del Ente

Todo lo que existe es individual. Cabe preguntarse en dónde está el


principio diferenciador de las cosas, que las singulariza, o cómo Pedro y Juan,
siendo hombres por igual, son dos sujetos distintos. Este es el problema del
principio de individuación.

El principio individualizador debe situarse en el nivel substancial,


concretamente en el orden de la materia prima.

El principio de individuación está en la materia prima.

La materia prima recibe la forma y la individúa, y así se constituye el


individuo concreto: la materia tiene una función multiplicadora en el orden
numérico, al hacer que una forma se realice en muchos individuos
específicamente idénticos; y por lo mismo tiene una función individualizadora.
Si una forma es capaz de subsistir por sí sola, se individúa por sí misma, y
entonces no surge la distinción de individuo-especie: cada individuo agota su
especie, o es su misma especie. La materia se limita a individuar a la forma; ésta,
una vez individuada, es la fuente de la riqueza singular de cada ente.

No es suficiente, acudir a la materia prima como principio individuador


de la forma, porque entonces podemos preguntarnos, qué hace a esta materia ser
diversa de otra.

Ya hemos dicho que la materia prima no es en sí misma ni una ni múltiple.


La unidad o multiplicación numérica, de la substancia material, le viene también
a nivel (accidental necesario), de la cantidad dimensiva del cuerpo.

La cantidad que afecta a la materia (substancia corpórea), es principio


individuador de la forma accidental. Se entiende intuitivamente que la cantidad
dimensiva es un principio de unidad para las cosas materiales y extensas. La
división de la cantidad dimensiva es raíz de la multiplicación numérica. La
unidad o división de la cantidad dimensiva es, así, la misma unidad del cuerpo
extenso. No se trata de la unidad numérica abstracta, sino de la unidad
dimensiva de la materia, en virtud de la cual la materia no es materia en general,
sino esta materia concreta. Por consiguiente, tanto la materia prima como la
cantidad, otorgan individuación a la forma, la 1º a la forma substancial y la 2º a
la forma accidental.

El principio de individuación es la materia en cuanto dispuesta según


dimensiones “quantitate signata”.

32
La materia (prima) es principio fundamental de individuación, y la
cantidad es principio secundario. Ambas deben darse unidas: la materia prima
aporta el elemento substancial, y la cantidad el elemento individuador como tal.
No son dos principios sino uno sólo porque de hecho no puede darse la materia
prima sino signada por la cantidad dimensiva.

Síntesis Substancial

La materia prima y la forma substancial se unen como potencia y acto en


la constitución de una sola substancia. Consideremos algunos aspectos de esta
unión.
a) Sólo el compuesto propiamente es, se genera, se corrompe y actúa. El
ser pertenece propiamente y per se a la substancia individual y completa, no a
sus partes: la forma y materia no son substancia, y por tanto no son propiamente,
o son en la medida del compuesto. Analógicamente, se genera y se corrompe per
se la substancia, no la materia ni la forma.

b) La materia prima tiene una ordenación “esencial” a toda forma


corpórea. Este orden consiste en que la materia prima no es ni se entiende sin la
forma substancial, ya que la materia prima es máxima capacidad pasiva, de
adquirir una forma substancial. Se puede hablar también, de un apetito o deseo
natural, en un sentido metafórico, de la materia prima hacia la forma substancial,
como la potencia tiende al acto. No es una ordenación activa, pues la materia es
pasiva y no puede autoconfigurarse o darse a sí misma la forma.
Absolutamente debemos concluir que la materia prima tiene el ser por la
forma.

c) La materia dispone o proporciona para la recepción y posesión de una


forma propia.

d) La materia prima condiciona o limita a la forma substancial.

e) La forma de los cuerpos supera a la materia, pero dependen en su


individuación de ella. Nunca podrá ocurrir que la materia sea sin forma, pero si
que haya formas independientes de la materia: la forma corpórea depende de la
materia no en cuanto es forma, sino en cuanto tal forma.

La Naturaleza

La noción de naturaleza posee dos sentidos fundamentales: físico y


metafísico. La naturaleza en sentido físico restringe su significado a los entes
corpóreos. Naturaleza significa muchas veces el conjunto de los entes corpóreos,
y es sinónimo del “mundo físico”. En un sentido más primario y más amplio, la
naturaleza es un principio interno de los entes corpóreos, que por eso se llaman
naturales o físicos.

33
La naturaleza es el primer principio intrínseco de la actividad del ente
corpóreo. La definición clásica de Aristóteles considera la naturaleza como
“principio y causa de aquello que ella constituye primariamente, se mueva y
repose, por sí misma y no de forma accidental”.

¿Cuál es la definición que Aristóteles da de naturaleza?

“Cierto principio o, más precisamente, es causa del movimiento o del


reposo en aquello en que es inherente en sentido primario y por sí, es decir, no
por accidente”.

¿En qué se diferencian los entes naturales de los entes no naturales o


artificiales?

La diferencia radica, en que los entes son naturales, cuando cada uno de
ellos, tiene en sí mismo el principio del movimiento y del reposo: unos en
cuanto al lugar, otras en cuanto al aumento y la disminución, otras en cuanto a
la alteración.

En cambio una cama (en cuanto cama no tiene principio intrínseco de


cama, ya que es una madera con una forma extrínseca), un manto o alguna otra
cosa artificial, no tiene ninguna tendencia innata al cambio. Los objetos
artificiales no tienen un principio de su actividad propiamente artificial, y por
tanto, carecen de “naturaleza”.

Aristóteles señalo que: se entiende en primer sentido “naturaleza”, a la


materia primera que en cada caso, substrato (sujeto) de las cosas que tiene en sí
mismas el principio del movimiento y del cambio.

En otro sentido, naturaleza es la forma y su determinación conceptual


específica, es decir, se llama “naturaleza” a lo que es conforme a la naturaleza,
esto es, a lo natural. Por lo tanto, es más naturaleza la forma que la materia,
porque de ella proviene la actividad específica de cada ente. Además, la forma es
en mayor medida naturaleza que la materia, ya que cada cosa recibe el nombre
que la determina como tal siempre que ella está en acto más que cuando está en
potencia.

Debemos aclarar, que una cosa, es decir, qué se entiende por naturaleza a
la materia prima, por un lado, y a la forma por otro; pero cosa muy distinta es
decir, que el compuesto de materia y forma es naturaleza, lo cual es falso.

El compuesto de materia y forma no es naturaleza sino que “es por


naturaleza”, por ejemplo, “hombre”.

Los accidentes no son “naturaleza”, ni tiene “naturaleza”, porque no tiene


principio intrínseco.

34
Algunos Principios

1º Por tener ser, las cosas están capacitadas para obrar, para comunicar
sus perfecciones o producir nuevas cosas. Porque el “obrar sigue al ser”.

2º La ciencia es el conocimiento cierto a través de las causa.

3º Causa, aquello que de algún modo, influye en el ser de algo.

4º Principio aquello de lo cual algo procede de cualquier modo.

5º La existencia de la causalidad en el mundo es un verdad evidente,


es decir, que no se demuestra.

6º El fundamento de las causas es el ente que es y por eso puede causar.

7º La causa material y la causa formal se fundamentan en la causa


eficiente, que siempre es trascendente al ente causado.

8º Todo efecto requiere un fundamento causal.

9º Toda causa es principio, pero no todo principio es causa.

10º Todo lo que obra, obra por un fin. Por eso la causa de las causas es
la “causa final”.

LOS PRINCIPIOS DE LA NATURALEZA

SANTO TOMÁS DE AQUINO

Al hermano Silvestre

[LOS PRINCIPIOS INTRÍNSECOS]

[Potencia y acto. Materia y forma]

1. Ten en cuenta que hay cosas que aunque no existen pueden existir y que hay cosas que
existen. Lo que puede existir se dice ser en potencia; lo que ya existe se dice ser en acto.
Pero hay dos tipos de ser, a saber, el ser esencial de la cosa o sustancial, como ser hombre,
y esto es ser sin más; hay otro ser accidental, como que el hombre es blanco, y esto es ser
algo.

Una cosa está en potencia por respecto a ambos tipos de ser: una cosa está en potencia
para ser hombre, como el esperma y la sangre menstrual; una cosa está en potencia para
ser blanco, como el hombre. Tanto lo que está en potencia respecto del ser sustancial como

35
lo que está en potencia respecto del ser accidental puede decirse materia: así, el esperma,
del hombre, y el hombre, de la blancura. Pero hay diferencia en esto, pues la materia que
está en potencia respecto del ser sustancial se dice materia de la cual; la que, en cambio,
está en potencia respecto del ser accidental se dice materia en la cual.

Asimismo, hablando con propiedad, lo que está en potencia respecto del ser accidental se
dice sujeto, mientras lo que está en potencia respecto del ser sustancial se dice propiamente
materia. Llamando sujeto a lo que está en potencia respecto del ser accidental, se indica
que son los accidentes los que están en el sujeto, no que la forma sustancial esté en el
sujeto. Según esto, la materia difiere del sujeto en que el sujeto es lo que no recibe el ser
de aquello que le sobreviene, sino que tiene por sí mismo el ser completo: así, el hombre no
recibe su ser de la blancura; la materia, por el contrario, recibe el ser de aquello que le
sobreviene, pues de suyo tiene un ser incompleto. Hablando, pues, sin más, la forma da el
ser a la materia, el sujeto en cambio al accidente, si bien a veces se toma el uno por el otro,
a saber, la materia por el sujeto y viceversa.

Ahora bien, así como todo lo que está en potencia puede decirse materia, así también todo
de lo que uno recibe el ser, cualquiera que sea el ser, sustancial o accidental, puede decirse
forma: así, el hombre, que es blanco en potencia, se hace actualmente blanco por la
blancura, y el esperma, que es hombre en potencia, se hace actualmente hombre por el
alma. Y puesto que la forma hace ser en acto, de ahí que la forma se diga que es acto; lo
que hace actual al ser sustancial es la forma sustancial y lo que hace actual al ser accidental
se dice forma accidental.

Y puesto que la generación es un movimiento hacia la forma, al doble tipo de forma


responde un doble tipo de generación: a la forma sustancial responde la generación sin
más, a la forma, en cambio, accidental, la generación relativa. Cuando se introduce la
forma sustancial, se dice que se produce algo sin más, cuando, en cambio, se introduce la
forma accidental no se dice que se produce algo sin más sino que se produce esto: así,
cuando el hombre se hace blanco no decimos que se hace o genera el hombre sin más, sino
que se hace o se genera blanco. Y a este doble tipo de generación responde un doble tipo de
corrupción, a saber, la sin más y la relativa; ahora bien, la generación y la corrupción sin
más sólo se dan en el género de la sustancia, mientras que la generación y la corrupción
relativas se dan en los otros géneros.

Y puesto que la generación es una cierta mutación del no ser o no ente al ser o
ente, la corrupción, inversamente, debe ser del ser al no ser, síguese que la
generación no se hace desde cualquier no ser, sino desde el no ente que es ente en
potencia: así, el ídolo desde el cobre, que es un ídolo en potencia, no en acto. Así, pues,
para que haya generación se requieren tres cosas, a saber, el ente en potencia, que
es la materia, y el no ser actual, que es la privación, y aquello que lo hace actual,
a saber, la forma. Así, cuando se hace un ídolo del cobre, el cobre, que está en potencia
respecto de la forma de ídolo, es la materia; el estar no configurado o no dispuesto se dice
privación; la figura por la que se dice ídolo es la forma; pero no sustancial, puesto que el
cobre tiene el ser en acto antes de recibir la forma o la figura y su ser no depende de esa
figura, sino que es una forma accidental; en efecto, todas las formas artificiales son
accidentales, ya que el arte sólo opera sobre lo que ya está constituido por la naturaleza
en su ser perfecto.

36
[La privación]

2. Los principios de la naturaleza son, pues, tres, a saber, la materia, la forma y la


privación. De ellos, uno, la forma, es hacia donde parte la generación, los otros dos caen
de donde parte la generación. Por tanto, la materia y la privación son lo mismo en cuanto
al sujeto, pero difieren conceptualmente: el cobre es la misma cosa que lo no configurado
antes del advenimiento de la forma, pero una es la razón por la que se dice cobre, otra no
configurado. Por eso se dice que la privación no es un principio per se sino
accidentalmente a saber, porque coincide con la materia; así, decimos que es accidental
que «el médico construye»: no lo hace, en efecto, en cuanto que es médico sino en cuanto
que es constructor, lo que coincide con el médico en el mismo sujeto.

Pero lo accidental es doble, a saber, necesario, que no se separa de la cosa, como risible y
hombre, y no necesario, que se separa, como blanco y hombre. Por eso, aunque la privación
sea un principio accidental, no se sigue que no sea necesario a la generación. La materia,
en efecto, no se despoja de la privación, pues si está bajo una forma está privada de otra y
viceversa; así, en el fuego hay privación de aire y en el aire privación de fuego.

Y debe saberse que no decimos que la negación sea un principio porque la generación se
efectúe desde el no ser, sino la privación, pues la negación no determina su sujeto: «no
ve» puede decirse también de entes que no existen, como «la quimera no ve», y, asimismo,
de entes que por naturaleza no tienen vista, como las piedras. Pero la privación sólo se
dice de un sujeto determinado, a saber, de aquel al que la tenencia de una cosa es natural:
así, la ceguera sólo se dice de los que por naturaleza pueden ver.
Y puesto que la generación no se hace desde el no ente sin más sino desde el no ente que
está en un sujeto, y no en cualquiera sino en uno determinado —el fuego no se produce
desde cualquier no fuego sino desde un no fuego tal del que puede producirse
naturalmente la forma del fuego—, de ahí que la privación sea un principio. Pero difiere
de los otros en que los otros son principios tanto en el ser como en el in fien: en efecto,
para que el ídolo se haga es necesario que exista el bronce y que por último esté la figura
del ídolo, y, asimismo, es necesario que estos dos estén cuando ya está el ídolo. La
privación, en cambio, es un principio del in fieri y no del ser, pues mientras el ídolo se
hace es necesario que no exista el ídolo: si existiera no se haría, pues lo que se hace no
existe, a no ser que se trate de realidades sucesivas. Pero desde el momento en que ya existe
el ídolo, no hay privación del ídolo, pues la afirmación y la negación no se dan a la vez,
como tampoco la privación y la tenencia. Asimismo, la privación es un principio
accidental, como ya se ha expuesto; los otros dos son principios per se.

De lo dicho queda claro, por tanto, que la materia difiere de la forma y de la privación
conceptualmente. En efecto, se entiende por materia aquello en que está la forma y la
privación; así, en el cobre la figura y lo no configurado. La materia se menciona a veces
con la privación, a veces sin la privación: así, el bronce por ser la materia del ídolo no
implica privación, pues cuando digo «bronce» no se entiende no dispuesto o no
configurado; pero la harina, que es la materia respecto del pan, implica en sí la privación
de la forma del pan, pues cuando digo harina ello significa una falta de disposición o de
orden opuesta a la forma del pan. Y puesto que en la generación permanece la materia o

37
el sujeto, no así la privación ni tampoco el compuesto de materia y privación, de ahí que
la materia que no implica privación es permanente, la que la implica, transitoria.

La materia prima

Pero debe saberse que hay una materia que está compuesta de forma; así, el bronce es
materia respecto del ídolo, pero el mismo bronce está compuesto de materia y forma, y,
por eso, al bronce no se le llama materia prima, pues tiene materia. Sólo a la materia que
está sin cualquier forma y privación, pero sujeta a la forma y privación, se la llama materia
prima, a causa de que antes de ella no hay otra materia; y también se llama yle. Puesto
que toda definición y todo conocimiento es por la forma, la materia prima no puede
conocerse o de definirse por sí misma sino por comparación, de modo que se llama materia
prima a lo que se comporta por respecto a todas las formas y privaciones como el bronce
por respecto al ídolo y a lo no configurado; y a ésta se la llama prima sin más. También se
puede llamar a algo materia prima respecto de algún género: así, el agua es materia de los
líquidos, pero no prima sin más, pues está compuesta de materia y forma, por lo que tiene
una materia anterior. Y debe saberse que la materia prima, y también la forma, no se
genera ni se corrompe, pues toda generación es desde algo hacia algo; de donde parte la
generación es la materia, a donde parte es la forma; si, pues, la materia o la forma
se generaran, habría materia de la materia y forma de la forma hasta el infinito. Por eso,
hablando propiamente, la generación sólo es del compuesto. Debe saberse también que
la materia prima se dice una numéricamente en todas las cosas. Pero lo uno
numéricamente se dice de dos modos, a saber, lo que tiene una única forma determinada
numéricamente, como Sócrates: y de este modo la materia prima no se dice una
numéricamente, dado que no tiene en sí forma alguna. Se dice también que algo es
numéricamente uno porque está sin las disposiciones que hacen diferir en número: y de
este modo la materia prima se dice que es una numéricamente, pues se la entiende sin
todas aquellas disposiciones de las que procede la diferencia numérica.

Y debe saberse que, aunque la materia no tenga en su naturaleza ninguna forma o


privación, lo mismo que en el concepto de bronce no está lo configurado ni lo no
configurado, no obstante, nunca se despoja de la forma o privación: a veces está bajo una
forma, a veces bajo otra. Pero nunca puede existir por sí misma, pues al no contener su
concepto ninguna forma, no tiene el ser en acto, dado que el ser en acto sólo lo da la forma,
sino que existe solamente en potencia; y, por eso, todo lo que existe en acto no puede
llamarse materia prima.

[Causa eficiente y final]

3. De lo dicho está claro, pues, que los principios de la naturaleza son tres, a saber,
materia, forma y privación; pero éstos no son suficientes para la generación. Lo que está
en potencia no puede reducirse a sí mismo al acto, como el cobre que es ídolo en
potencia no se hace a sí mismo ídolo, sino que necesita un agente que extraiga la
forma de ídolo de la potencia al acto. Tampoco la forma se extraería a sí misma de la
potencia al acto: y hablo de la forma de lo generado, que dijimos era el término de la
generación; la forma, en efecto, está sólo en lo que es en acto, lo que opera, por el contrario,
está en lo que está haciéndose, esto es, mientras la cosa se hace. Es necesario, por tanto,

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que además de la materia y la forma haya otro principio que opere; y a éste se le llama
eficiente, o motor, o agente, o de donde toma principio el movimiento.

Y porque, como dice Aristóteles en el libro II de la Metafísica 6 todo lo que obra, obra
pretendiendo algo, es necesario que haya otro cuarto, a saber, lo que pretende el agente:
y a esto se le llama fin . Y debe saberse que todo agente, tanto natural como voluntario,
pretende un fin; sin embargo, de esto no se sigue que todo agente conozca el fin o que
delibere sobre el fin. Pues conocer el fin es necesario cuando las acciones no están
determinadas, sino que pueden cosas opuestas, como es el caso de los agentes voluntarios;
y por eso es necesario que conozcan el fin por el que determinan sus acciones. Pero en los
agentes naturales las acciones están determinadas, por lo que no es necesario elegir lo que
conduce al fin.

Y Avicena pone el ejemplo del citarista, que no necesita deliberar sobre cada percusión de
las cuerdas, pues en él las percusiones están determinadas: de otra suerte habría una pausa
entre las percusiones, lo que sería disonante. Parece más propio que delibere el agente
voluntario que no el agente natural: y así es claro, por mayor razón, que es posible que un
agente natural pretenda un fin sin deliberación. Y este pretender no es otra cosa que tener
una inclinación natural a algo.

[Distinción de principios y causas]

De lo dicho está claro, pues, que hay cuatro causas, a saber, material, eficiente, formal y
final. Aunque principio y causa se empleen equivalentemente como se dice en el libro V
de la Metafísica, sin embargo Aristóteles en el libro de la Física ° pone cuatro causas y
tres principios. Toma por causas tanto las extrínsecas como las intrínsecas: la materia y
la forma se dicen intrínsecas a la cosa pues son partes constituyentes de la cosa, la eficiente
y la final se dicen extrínsecas pues están fuera de la cosa; por principios toma las causas
extrínsecas tan sólo. La privación no se menciona entre las causas, pues es un principio
accidental, como se ha dicho. Y cuando decimos cuatro causas, entendemos las causas per
se a las que se reducen las causas accidentales, pues todo lo que es accidental se reduce a
lo que es per se.

Pero aunque Aristóteles ponga los principios como causas intrínsecas en el libro 1 de la
Física 11, sin embargo, como se dice en el libro XI de la Metafísica 12 el principio se dice
propiamente de las causas extrínsecas, el elemento de las causas que son parte de la cosa,
esto es, de las causas intrínsecas, la causa se dice de ambos; pero a veces se pone el uno
por el otro: pues toda causa puede decirse principio y todo principio causa. Sin embargo,
la causa parece añadir algo al principio comúnmente dicho. En efecto, lo que es
primero, alcance o no el ser posteriormente, puede decirse principio, como el
artesano se dice principio del cuchillo por cuanto el ser del cuchillo procede de su
operación. Ahora bien, cuando algo se mueve de la negrura a la blancura, se dice que lo
negro es el principio de ese movimiento, y universalmente todo aquello de donde
comienza el movimiento se dice principio: pero la negrura no es de donde consigue
su ser la blancura. Causa, por el contrario, se llama tan sólo a aquello primero de
lo que se sigue el ser de lo posterior: por eso se dice que causa es aquello de cuyo
ser se sigue otro. Y, por tanto, aquello primero de donde empieza el movimiento no puede
llamarse causa per se, aunque se le llame principio. Y debido a esto la privación se pone

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entre los principios y no entre las causas, pues privación es aquello de donde comienza la
generación. No obstante, se la puede llamar también causa accidental en cuanto coincide
con la materia, como se ha expuesto antes.

[El elemento]

El elemento se dice propiamente sólo de las causas que componen una cosa, las cuales son
propiamente materiales; y no de cualquier causa material, sino de la que procede la
primera composición, igual que los miembros no son elementos del hombre, pues los
miembros están también compuestos de otros: pero decimos que la tierra y el agua son
elementos, pues éstos no se componen de otros cuerpos, sino que de ellos procede la
primera composición de los cuerpos naturales. Por eso Aristóteles en el libro V de la
Metafísica dice que «elemento es aquello de que se compone la cosa en primer lugar, y está
en ella, y no se divide según la forma» ‘.

La exposición de la primera parte, «de que se compone la cosa en primer lugar», está claro
por lo que hemos dicho. La segunda parte, a saber, «y está en ella», se pone para
diferenciarlo de la materia que se corrompe del todo por la generación; así, el pan es la
materia de la sangre, pero la sangre sólo se genera si se corrompe el pan; por eso, el pan
no permanece en la sangre, por lo que el pan no puede decirse elemento de la sangre; es
necesario, en efecto, que los elementos permanezcan de alguna manera, pues no se
corrompen, como se dice en el libro de La generación 14 La tercera parte, a saber, «y no se
divide según la forma», se pone para diferenciarlo de lo que tiene partes diversas en la
forma, esto es, en la especie; así, la mano, cuyas partes son carne y huesos que difieren
según la especie; pero el elemento no se divide en partes diversas según la especie; así, el
agua, de la que cualquier parte es agua. No es necesario a la esencia del elemento que no
se divida según la cantidad, sino que basta si no se divide según la especie; y aun si no se
divide, se dice elemento; así, las letras se dicen elementos de las palabras. Está claro, pues,
que el principio es en cierto modo más amplio que la causa y la causa más que el elemento:
y esto es lo que dice el Comentador en el libro y de la Metafísica 15

[RELACIONES ENTRE LAS CAUSAS]

4. Así, pues, una vez visto que son cuatro los géneros de causas, debe saberse que no es
imposible que una misma cosa tenga muchas causas, como el ídolo cuya causa es el cobre
y el artesano, si bien el artesano como eficiente, el cobre como materia. No es imposible
que la causa de cosas contrarias sea la misma: así, el piloto es causa de la salvación de la
nave y de su hundimiento, pero de esto por ausencia, de aquello por presencia.

Debe saberse también que es posible que la causa y lo causado sean lo mismo respecto de
lo mismo, pero de manera diversa, como el paseo es causa de la salud como eficiente, pero
la salud es causa del paseo como fin, pues el paseo se hace a veces por motivos de salud; y
también el cuerpo es la materia del alma, pero el alma es la forma del cuerpo. La eficiente
se dice causa respecto del fin, ya que el fin sólo existe en acto por la operación del agente;
pero el fin se dice causa de la eficiente, pues sólo se obra pretendiendo un fin, De ahí que
1a eficiente es causa de lo que es el fin —la salud—, pero no hace al fin ser fin; y así no es
causa de la causalidad del fin, esto es, no hace al fin ser final: así, el médico hace que la

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salud sea en acto, pero no hace que la salud sea el fin. El fin, a su vez, no es causa de lo
que es eficiente, sino causa de que la eficiente sea eficiente; la salud, en efecto, no hace al
médico ser médico —y digo la salud que resulta de la operación del médico—, sino que
hace que el médico sea la eficiente. Por tanto, el fin es causa de la causalidad eficiente por
cuanto hace a la eficiente ser eficiente; igualmente hace a la materia ser materia y a la
forma ser forma, ya que la materia sólo recibe la forma por el fin y la forma sólo perfecciona
a la materia por el fin. Por eso se dice que el fin es la causa de las causas, porque es la
causa de la causalidad de todas las causas.

La materia se dice causa de la forma en cuanto que la forma está sólo en la materia; e
igualmente, la forma es causa de la materia en cuanto que la materia sólo tiene el ser en
acto por la forma: pues la materia y la forma se dicen relativamente la una a la otra, como
se dice en el libro II de la Física 16. Se dicen, en efecto, por respecto al puesto como las
partes por respecto al todo y como el simple por respecto al compuesto. Pero, puesto que
toda causa en cuanto causa es naturalmente anterior a lo causado, debe saberse que
anterior se dice de dos modos, como dice Aristóteles en el libro XVI de Los animales 17:
en virtud de esta diversidad, una cosa puede decirse anterior y posterior respecto de lo
mismo, y causa y causado. Se dice que una cosa es anterior a otra en cuanto a la generación
y el tiempo y también en cuanto a la sustancia y el complemento. Puesto que la operación
de la naturaleza procede de lo imperfecto a lo perfecto y de lo incompleto a lo completo, lo
imperfecto es anterior a lo perfecto según la generación y el tiempo, pero lo perfecto es
anterior en el complemento: así, puede decirse que el varón es antes que el niño en la
sustancia y complemento, pero el niño es antes que el varón en la generación y tiempo.

Pero aunque en las cosas que se generan lo imperfecto es anterior a lo perfecto y la potencia
anterior al acto pues observamos en un ser concreto que lo imperfecto es anterior a lo
perfecto y que está en potencia antes que en acto, sin embargo, hablando sin más, es
necesario que el acto y lo perfecto sea anterior, pues lo que reduce la potencia al acto existe
actualmente, y lo que perfecciona lo imperfecto es perfecto. La materia, ciertamente, es
anterior a la forma en la generación y tiempo, pues aquello a lo que sobreviene algo es
anterior que lo que sobreviene; la forma, sin embargo, es anterior a la materia en
perfección, pues la materia sólo tiene el ser completo por la forma. Igualmente, la eficiente
es anterior al fin en la generación y tiempo, ya que el movimiento hacia el fin es producido
por la eficiente; pero el fin es anterior en sustancia y complemento a la eficiente en cuanto
es eficiente, pues la acción de la eficiente sólo se completa por el fin. Así, pues, estas dos
causas, a saber, la materia y la eficiente, son anteriores en la vía de la generación, pero la
forma y el fin son anteriores en la vía de la perfección.

Y debe notarse que la necesidad es doble, a saber, necesidad absoluta y necesidad


condicional. La necesidad absoluta es la que procede de causas anteriores en la vía de la
generación, las cuales son la materia y la eficiente: así, la necesidad de la muerte que
proviene de la materia y de la disposición de componentes contrarios: y ésta se dice
absoluta, pues no tiene impedimento; también se dice necesidad de la materia. La
necesidad condicional, en cambio, procede de causas posteriores en la generación, a saber,
de la forma y del fin: así, decimos que es necesario que haya concepción si debe generarse
un hombre; y ésta es condicional, pues que esta mujer conciba no es necesario sin más,
sino bajo condición: si debe generarse un hombre. Y ésta se dice necesidad del fin.

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Y debe saberse que tres de las causas pueden coincidir, a saber, la forma, el fin y la
eficiente, como es claro en la generación del fuego: el fuego, en efecto, genera fuego, luego
el fuego es causa eficiente en cuanto genera; el fuego es también forma en cuanto hace
existir actualmente lo que antes era potencia; y es también fin en cuanto es pretendido por
el agente y en cuanto se terminan en él las operaciones del agente mismo.

Pero el fin es doble, a saber, el fin de la generación y el fin de la cosa generada, como es
claro en la generación del cuchillo: la forma, en efecto, del cuchillo es el fin de la
generación, pero el cortar, que es la operación del cuchillo, es el fin de lo generado, esto es,
del cuchillo. El fin, sin embargo, de la generación se constituye a veces de estas dos causas
dichas, a saber, cuando la generación procede de uno de la misma especie: así, el hombre
genera un hombre o la oliva una oliva: lo cual no puede entenderse del fin de la cosa
generada.

Pues debe saberse que el fin coincide numéricamente con la forma porque la forma de lo
generado es la misma numéricamente que el fin de la generación. Pero con la eficiente no
coincide numéricamente sino en la especie; pues es imposible que el hacedor y lo hecho
sean lo mismo numéricamente, pero pueden ser de la misma especie: como cuando el
hombre genera al hombre, el hombre que genera y el generado son diversos
numéricamente, pero de la misma especie. La materia sin embargo no coincide con las
otras, pues la materia, al ser un ente en potencia, pertenece a lo imperfecto; las otras
causas, en cambio, al existir actualmente, pertenecen a lo perfecto: ahora bien, lo perfecto
y lo imperfecto no coinciden.

[DIVISIONES DE LAS CAUSAS]

5. Así, pues, una vez visto que las causas son cuatro, a saber, eficiente, material, formal y
final, debe saberse que cualquiera de estas causas se divide de muchos modos. Hay una
causa que se dice anterior, otra posterior: así, decimos que el arte y el médico son causa de
la salud, pero el arte es causa anterior y el médico posterior; e igualmente en la causa
formal y en las otras causas. Y ten en cuenta que debemos reducir siempre una cuestión
a su primera causa; si se pregunta, por ejemplo, « ¿Por qué esté éste sano?», hay que decir
«Porque el médico lo sanó»; y de nuevo « ¿Por qué el médico lo sanó? », «Por el arte de
sanar que tiene».

Debe saberse que da lo mismo decir causa próxima que causa posterior, y causa remota
que causa anterior; por eso, estas dos divisiones de las causas, una anterior, otra posterior,
y la de las causas próxima y remota, significan lo mismo. Pero debe observarse que lo que
es más universal se dice siempre causa remota, lo que, en cambio, es más particular, causa
próxima; así, decimos que la forma próxima del hombre es su definición, a saber, animal
racional mortal, pero animal es más remota, y la sustancia es más remota aún. Todas las
cosas superiores, en efecto, son formas de las inferiores. E igualmente la materia próxima
del ídolo es el cobre, pero la remota es el metal, y más remotamente aún el cuerpo.

Asimismo, una de las causas es per se, otra accidentalmente. Causa per se, se dice la causa
como tal de alguna cosa: así, el constructor es causa de la casa y la madera es materia del

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banco. Causa accidental es la que sobreviene a la causa per se: así, cuando decimos «el
gramático construye»; el gramático, en efecto, se dice causa de la construcción
accidentalmente, pues no en cuanto gramático sino en cuanto sobreviene al constructor.
E igualmente en las otras causas.

Asimismo alguna de las causas es simple, y alguna compuesta. Causa simple se dice
cuando sólo se llama causa a lo que es causa per se, o, también, sólo a lo que lo es
accidentalmente: así, si decimos que el constructor es la causa de la casa, e igualmente si
decimos que el médico es la causa de la casa. Compuesta se llama cuando ambos se llaman
causa, como si decimos «el constructor médico es causa de la casa». Puede llamarse
también causa simple, como lo expone Avicena a lo que es causa sin ningún aditamento:
así, el cobre del ídolo, pues el ídolo se hace del cobre sin el aditamento de otra materia, y
así se dice que el médico produce la salud o que el fuego calienta. La causa es compuesta
cuando es necesario que concurran muchas cosas para que sea causa: así, un hombre solo
no es causa del movimiento de la nave, sino muchos; y así, una piedra sola no es la materia
de la casa, sino muchas.

Asimismo, alguna causa existe actualmente, alguna en potencia. Causa en acto es la que
actualmente causa: así, el constructor cuando construye, o el cobre cuando el ídolo procede
de él; causa en potencia es la que, aunque no cause en acto, puede causar, como el
constructor mientras no construye. Y debe saberse que, hablando de las causas en acto, es
necesario que la causa y lo causado se den simultáneamente, de suerte que si se da la una,
también el otro: si, en efecto, el constructor se da en acto, es necesario que construya, y si
se da la construcción en acto, es necesario que el constructor se dé en acto. Pero esto no es
necesario en las causas que están sólo en potencia.
Debe saberse que la causa universal se compara al causado universal, la causa, en cambio,
singular se compara con el causado singular: así, decimos que el constructor es la causa
de la casa, y este constructor de esta casa.

[AFINIDAD Y DIFERENCIA ENTRE LAS CAUSAS]

6. Debe saberse también que hablando de los principios intrínsecos, esto es, la materia y
la forma, la conveniencia y diferencia de los principios es según la conveniencia y la
diferencia de las cosas constituidas por ellos. Pues algunas son lo mismo numéricamente,
como Sócrates y «este hombre» (señalando a Sócrates); algunas son diversas
numéricamente y son de la misma especie, como Sócrates y Platón, quienes, aunque
convengan en la especie humana, difieren sin embargo numéricamente. Algunas difieren
en la especie pero son del mismo género: así, el hombre y el asno convienen en el género
animal; algunas son de diverso género pero son lo mismo sólo analógicamente: así, la
sustancia y la cantidad, que no convienen en ningún género sino que convienen sólo
analógicamente: convienen, en efecto, sólo en que son entes, mas el ente no es un género,
pues no se predica unívocamente sino analógicamente 22
Para entender esto debe saberse que una cosa se predica de muchas de tres maneras:
unívoca, equívoca y analógicamente. Se predica unívocamente lo que se predica según el
mismo nombre y según el mismo sentido, esto es, según la definición: así, animal se
predica del hombre y del asno, pues ambos se dicen animales y ambos son sustancia
animada sensible, que es la definición de animal. Se predica equívocamente lo que se
predica según el mismo nombre y según un sentido diverso: así, can se dice del que ladra

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y del celeste 23, que convienen sólo en el nombre pero no en la definición o significación;
el nombre significa, en efecto, la definición, como se dice en el libro IV de la Metafísica 24
Se dice que se predica analógicamente lo que se predica de muchos cuyos sentidos son
diversos, pero se atribuyen a uno que es único y el mismo: así, sano se dice del cuerpo del
animal y de la orina y de la bebida, pero no significa exactamente lo mismo en todos: de
la orina se dice como del signo de salud, del cuerpo como del sujeto, de la bebida como de
la causa. Pero todos estos sentidos se atribuyen a un único fin, a saber, la salud.

A veces aquellas cosas que convienen por analogía, esto es, por proporción o comparación
o conveniencia, se atribuyen a un único fin: así es claro en el ejemplo puesto; a veces a un
único agente: así, médico se dice de quien obra por arte y de quien obra sin arte, como una
vieja, y también de los instrumentos, pero por atribución a un único agente que es la
medicina; a veces por atribución a un único sujeto: así, el ente se dice de la sustancia, de
la cualidad y cantidad y de los demás predicamentos: pues la razón por la que la sustancia
es ente y la cantidad y los demás no
es la misma exactamente, sino que se dice de todos ellos porque se atribuyen a la sustancia,
que es el sujeto de los demás. Y, por tanto, ente se dice anteriormente de la sustancia y
posteriormente de los demás; y por tanto el ente no es el género de la sustancia y de la
cantidad, pues ningún género se predica anterior y posteriormente de sus especies, sino
que se predica analógicamente. Y esto es lo que dijimos, que la sustancia y la cantidad
difieren en el género pero son lo mismo analógicamente.

La materia y la forma de los que son lo mismo numéricamente es la misma


numéricamente, como la de Tulio y Cicerón; los que son de la misma especie, diversos
numéricamente, su materia y forma tampoco es la misma numéricamente sino en la
especie, como la de Sócrates y la de Platón. E igualmente los que son del mismo género,
también sus principios son del mismo género, como el alma y el cuerpo del asno y del
caballo difiere en la especie, pero son del mismo género. E igualmente los que convienen
sólo analógicamente, sus principios son los mismos únicamente por analogía o
proporción. Porque la materia y la forma y la privación, o la potencia y el acto, son
principios de la sustancia y de los otros géneros; pero la materia de la sustancia y de la
cantidad, e igualmente la forma y la privación, difieren en el género pero convienen sólo
según la proporción, en cuanto que así como la materia de la sustancia se relaciona con la
sustancia por razón de la materia, así la materia de la cantidad se relaciona con la
cantidad, Como la sustancia es la causa de los restantes, así los principios de la sustancia
son los principios de todos los demás.

SÍNTESIS DE LOS
PRINCIPIOS DE LA NATURALEZA

LOS PRINCIPIOS DE LA NATURALEZA

Los principios de la naturaleza son, pues, tres, a saber, la materia, la forma y la


privación.

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SER

Hay dos tipos de ser, el ser esencial de la cosa o sustancial, como ser hombre, y esto es
ser sin más; y el ser accidental, como que el hombre es blanco, y esto es ser algo.

MATERIA

Tanto lo que está en potencia respecto del ser sustancial como lo que está en potencia
respecto del ser accidental puede decirse materia: así, el esperma, del hombre, y el hombre,
de la blancura.

La materia que está en potencia respecto del ser sustancial se dice materia de la cual.

La que, en cambio, está en potencia respecto del ser accidental se dice materia en la cual.

Lo que está en potencia respecto del ser sustancial se dice propiamente materia.

La materia, por el contrario, recibe el ser de aquello que le sobreviene, pues de suyo tiene
un ser incompleto.

Todo lo que está en potencia puede decirse materia

El cobre, que está en potencia respecto de la forma de ídolo, es la materia.

Por tanto, la materia y la privación son lo mismo en cuanto al sujeto, pero difieren
conceptualmente.

MATERIA PRIMA

PRIVACIÓN

El estar no configurado o no dispuesto se dice privación.

La privación no es un principio per se sino accidentalmente, porque coincide con la


materia; así, decimos que es accidental que «el médico construye»: no lo hace, en efecto,
en cuanto que es médico sino en cuanto que es constructor, lo que coincide con el médico
en el mismo sujeto.

Pero lo accidental es doble, a saber, necesario, que no se separa de la cosa, como risible y
hombre, y no necesario, que se separa, como blanco y hombre. Por eso, aunque la
privación sea un principio accidental, no se sigue que no sea necesario a la generación.
La materia, en efecto, no se despoja de la privación, pues si está bajo una forma está
privada de otra y viceversa; así, en el fuego hay privación de aire y en el aire privación de
fuego.

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La privación sólo se dice de un sujeto determinado, a saber, de aquel al que la tenencia
de una cosa es natural: así, la ceguera sólo se dice de los que por naturaleza pueden ver.

De ahí que la privación sea un principio. Para que el ídolo se haga es necesario que exista
el bronce y que por último esté la figura del ídolo, y, asimismo, es necesario que estos dos
estén cuando ya está el ídolo. La privación, en cambio, es un principio del in fieri y
no del ser, pues mientras el ídolo se hace es necesario que no exista el ídolo: si existiera
no se haría, pues lo que se hace no existe, a no ser que se trate de realidades sucesivas.
Pero desde el momento en que ya existe el ídolo, no hay privación del ídolo, pues
la afirmación y la negación no se dan a la vez, como tampoco la privación y la tenencia.

FORMA

La forma da el ser a la materia.

Todo de lo que uno recibe el ser, cualquiera que sea el ser, sustancial o accidental,
puede decirse forma.

La forma hace ser en acto, de ahí que la forma se diga que es acto.

Lo que hace actual al ser sustancial es la forma sustancial.

Lo que hace actual al ser accidental se dice forma accidental.

La figura por la que se dice ídolo el cobre es la forma; pero no forma sustancial.

Todas las formas artificiales son accidentales, ya que el arte sólo opera sobre lo
que ya está constituido por la naturaleza en su ser perfecto.

La forma, es hacia donde parte la generación, los otros dos caen de donde parte
la generación.

FORMA SUBTANCIAL

ACTO

Lo que ya existe se dice ser en acto.

POTENCIA

Lo que puede existir se dice ser en potencia.

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Una cosa está en potencia por respecto a ambos tipos de ser: una cosa está en potencia
para ser hombre, como el esperma y la sangre menstrual; una cosa está en potencia para
ser blanco, como el hombre.

GENERACIÓN

La generación es un movimiento hacia la forma, al doble tipo de forma responde un doble


tipo de generación.

A la forma sustancial responde la generación sin más.

A la forma accidental responde la generación relativa.

Cuando se introduce la forma sustancial, se dice que se produce algo sin más.

Cuando se introduce la forma accidental se dice que se produce esto.

La generación es una cierta mutación del no ser o no ente al ser o ente.

La corrupción, inversamente, debe ser del ser al no ser.

La generación no se hace desde cualquier no ser, sino desde el no ente que es ente en
potencia.

Para que haya generación se requieren tres cosas, a saber, el ente en potencia, que es la
materia, y el no ser actual, que es la privación, y aquello que lo hace actual, a
saber, la forma.

La generación no se hace desde el no ente sin más sino desde el no ente que está en un
sujeto, y no en cualquiera sino en uno determinado. El fuego no se produce desde
cualquier no fuego sino desde un no fuego tal del que puede producirse naturalmente la
forma del fuego.

NATURALEZA

SUJETO

Lo que está en potencia respecto del ser accidental se dice sujeto.

El sujeto es lo que no recibe el ser de aquello que le sobreviene, sino que tiene por sí mismo
el ser completo: así, el hombre no recibe su ser de la blancura

El sujeto en cambio da el ser al accidente.

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