Cuaderno 9 - SC4 Misterio Eucaristico
Cuaderno 9 - SC4 Misterio Eucaristico
Cuaderno 9 - SC4 Misterio Eucaristico
Cuaderno 9
INTRODUCCIÓN
I. LENGUAJE
1. Incomprensiones
2. Celebración
3. Misterio
1. Competición
2. Don
III. HAMBRE
¿Qué quiere decir exactamente vivir, morir, / crecer y
cambiar? / Siempre tengo hambre / Me lo dices casi
siempre / Pienso demasiado, no puedo evitarlo / ¿Qué
es concretamente la vida, la muerte, / el tiempo y la fe-
licidad? / Siempre tengo hambre / Hambre es el miedo
al futuro / Hambre es cuando ya no estás seguro, / Ham-
bre es la voluntad de sentirme vivo / Hambre es la sor-
presa de que todo va mejor / Siempre tengo hambre /
Yo siempre tengo hambre / Sí, siempre tengo hambre
(Street Clerks, Canción «Ho fame» [2019]).
1. Deseos
2. Banquete
IV. SEMILLA
1. Tejido
2. Tierra
preocupe de que esta semilla traiga fruto junto con nuestra pa-
ciencia, cuidado y muchas veces cansancio.
Pero el secreto es fiarse de la semilla, dar crédito a la Pala-
bra de Dios, escucharla, acogerla en el campo de su propia vida,
también cuando no se comprenda hasta el fondo, dejarla actuar y
descender en profundidad para que allí pueda madurar.
V. TRAICIÓN
1. Transformación
2. Jesús
VI. TATUAJES
«If you fall, get up stronger» (Si caes, levántate más fuerte):
es el primer tatuaje que mi sobrina, superada la mayoría de edad,
quiso imprimir en su piel para siempre. A este siguieron otros re-
lacionados con acontecimientos importantes de su vida, que qui-
so fijar en la memoria y en su cuerpo también como indelebles.
La palabra «tatuaje» proviene del polinesio tattaw, que sig-
nifica «incidir», «decorar». Es un fenómeno intergeneracional
con diversos significados culturales colectivos y también muy
personales. El tatuarse en la piel las «cosas» importantes de la
vida es una práctica que dura desde hace milenios y que atraviesa
todas las culturas del planeta en tiempos diversos. Los tatuajes
más antiguos del mundo se han encontrado en el cuerpo de dos
momias egipcias, una de una mujer y otra de un hombre, que vi-
vieron hace más de 5 000 años.
El estudio sobre el tema es amplio e interesante y, aunque
parezca extraño, algo de esta reflexión puede ayudarnos a en-
tender el misterio de la eucaristía. Todavía recuerdo esos chicles
que el charcutero nos regalaba cuando éramos pequeños: estaban
envueltos en un papel muy fino que, cuando se mojaba y se po-
nía sobre la piel, transfería una imagen coloreada que, a nuestro
pesar, se borraba poco después, era solo temporal. Nos parecía
imitar a los piratas de los cuentos o de los pocos adultos transgre-
sores que entonces se podían encontrar con dibujos en los brazos
o en la espalda; traicionaba nuestra necesidad infantil de hacer-
nos remarcar; era divertido, pero no duraba.
Ahora el tatuaje se ha hecho serio, simbólico, casi necesario
por decirlo de algún modo, según la moda imperante, algo de sí
1. Para siempre
2. Permanecer
VII. PAN
1. Fragilidad
amor que se hace débil para poder ser recibido. Fortaleza del amor
que se parte para alimentar y dar vida. Fortaleza del amor que se
fragmenta para compartirse solidariamente. ¡Jesús partiendo el
pan con sus manos! ¡Jesús dándose en la eucaristía! En esta fra-
gilidad amorosa del Señor hay una buena noticia, un mensaje de
esperanza para nosotros. En la cena, con el lavamiento de los pies
y con la eucaristía, quedó claro el mensaje de alianza: Jesús no
quiere ser otra cosa que pan de vida para los hombres. Al Señor
que se hace pedazos para darse entero a cada uno le pedimos que
nos reconstituya como personas, como Iglesia y como sociedad.
Contra la fragmentación que proviene del egoísmo, le pedimos
la gracia de la fragilidad amorosa que proviene de la entrega.
Contra la fragmentación que nos vuelve miedosos y agresivos, le
pedimos la gracia de ser como el pan que se parte para que alcan-
ce. Y no solo para que alcance sino por la alegría de compartirlo
y de intercambiarlo. Contra la fragmentación de estar cada uno
aislado y sumido en sus propios intereses, le pedimos la gracia
de estar enteros, cada uno en su puesto, luchando por lo de todos,
por el bien común. Contra la fragmentación que brota del escepti-
cismo y de la desconfianza, le pedimos al Señor la gracia de la fe
y de la esperanza, que nos lleva a gastarnos y desgastarnos con-
fiando en él y en nuestros hermanos (J. M. Bergoglio, Homilía
en la solemnidad del Corpus Christi [19-6-2003]).
2. Comunión
1. Energía
2. Misión
CONCLUSIÓN