CJNG - El Cartel Mas Peligroso de México - Chris Dalby
CJNG - El Cartel Mas Peligroso de México - Chris Dalby
CJNG - El Cartel Mas Peligroso de México - Chris Dalby
Nombres a recordar:
Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, 57 años, líder
talismánico del CJNG; uno de los hombres detrás del aumento de actos
de violencia bárbara en México. Puede que esté muerto.
Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, 66 años, fundador del
Cartel de Sinaloa; encarcelado de por vida en EE.UU.
Rosalinda González Valencia, 61 años, esposa de El Mencho,
miembro de la familia criminal Valencia; en prisión y con mala salud.
Ignacio Coronel, alias “El Nacho”, miembro de alto rango del Cartel
de Sinaloa y uno de los mentores criminales de El Mencho.
Abraham Oseguera Cervantes, hermano de El Mencho, quien lo
acompañó a EE.UU. cuando era joven.
Muy pocos líderes de carteles son mundialmente famosos.
Puede que estemos acostumbrados a ver a Pablo Escobar y El Chapo en
pósters, camisetas y series de Netflix, pero la amenaza de verdad en México
está oculta tras un hombre envejecido y con bigote que rara vez sale de su
escondite en el estado occidental de Jalisco.
El Mencho no tiene series ni documentales en Netflix, y tampoco le han
hecho una línea de ropa donde aparece retratado su rostro icónico, de
hecho, prácticamente las únicas fotos que tenemos de él son fichas
policiales que se hicieron hace décadas.
Mientras que Escobar y El Chapo se han ganado una reputación limpia
que los refleja a ojos de los demás como salvadores del pueblo al
mismísimo estilo de Robin Hood, El Mencho se ha convertido en la
representación del miedo, la devoción y el anonimato.
Los primeros años
El Mencho nació en 1966 con el nombre Nemesio Rubén Oseguera
Cervantes, en Naranjo de Chila, un pueblo productor de aguacates del
estado sureño de Michoacán. Fue uno de los seis hermanos que decidió
dejar el colegio para empezar a trabajar a los once años. De todos ellos,
solamente dos hermanos lo acompañarían a lo largo de su trayectoria de
crímenes.¹
Por suerte, en esa zona de Michoacán siempre había trabajo por hacer:
el influyente clan de la familia Valencia siembre estaba buscando
recolectores, empacadores y vigilantes que cuidaran de sus extensas
plantaciones de aguacates alrededor del pueblo de Aguililla.
Pero, en muy poco tiempo, el joven Nemesio se fue involucrando más
bien en el otro lado del negocio familiar: el Cartel del Milenio. Gracias a
que los Valencia estaban protegidos por el ala de este cartel es que se
lucraban de un próspero negocio de marihuana y heroína, dirigido a los
grupos criminales más grandes de México.
Algunos informes de medios mexicanos afirman que los Valencia
detectaron el potencial de El Mencho a muy temprana edad y que a los 12
años ya estaba supervisando una plantación de marihuana completa. Ni que
decir tiene, estas suposiciones forman parte de la leyenda de uno de los
capos más despiadados de México, al igual que ocurre con muchos otros
narcotraficantes que hinchan su pasado con anécdotas engrandecidas, pues
lo cierto es que no hay manera posible de saber exactamente cómo se
involucró un niño en el tráfico de drogas. Sin embargo, tuvo que ser un
individuo lo bastante respetable como para casarse con Rosalinda, la hija
mayor de la familia Valencia, quien aprendió rápidamente a lavar dinero, al
igual que los otros hermanos.²
A los veinte años, El Mencho no era muy diferente de cualquier otro
joven ambicioso cansado de la vida dura del campo y, por eso, decidió
mudarse a California, donde empezó a tener problemas con las autoridades
estadounidenses.
América, la bella
Llegó el año 1986 cuando El Mencho cumplió 20 años y se mudó al
área de la bahía de San Francisco. Allí donde muchos disfrutaban de la
música, exploraban el arte o luchaban por la liberación sexual en la ciudad,
El Mencho encontró metanfetaminas. Los registros policiales indican que
arrestaron a El Mencho ese mismo año por posesión de armas de fuego y
propiedad robada. La policía también sospechaba que estaba vendiendo
metanfetaminas.³
Pero el arresto no disuadió al joven El Mencho, especialmente porque
pronto se dio cuenta de que América podía darle las herramientas que
necesitaba para ser alguien.
Se sabe que, entre 1986 y 1994, El Mencho cruzó la frontera de un
territorio a otro usando un montón de alias diferentes, aprendiendo a
fabricar, distribuir y vender drogas sintéticas para ir construyendo más
adelante lo que sería un verdadero imperio criminal que solamente
controlaría él mismo. También echaría raíces allí: su esposa Rosalinda lo
seguiría y su hija mayor, Jessica Johanna, nacería en San Francisco en
1986.⁴
California era un buen sitio donde aprender su profesión, y es que, a
finales de los años 80, en el Valle de California, se hallaba el corazón de la
industria de la metanfetamina estadounidense. Concretamente, los grandes
laboratorios de metanfetaminas se encontraban en San Diego, Sacramento y
Fresno, desde donde se distribuía la droga al resto de estados. Los
productos químicos que se usaban para fabricar la metanfetamina venían
principalmente de empresas fachada de China, un modelo operativo similar
al que El Mencho crearía con el CJNG en México, más de treinta años
después.⁵
Ficha policial de El Mencho tras su arresto en San Francisco en mayo de
1986.
Por aquel entonces, El Mencho ya estaba aprendiendo a ver los
problemas de lejos y a anticiparse a ellos con tiempo, algo que le sería útil
para más adelante.
Hoy en día tenemos documentos judiciales que relatan cómo El Mencho
y su hermano Abraham se dirigieron al Imperial Bar de San Francisco una
noche de 1992 con el objetivo de vender 141 gramos de heroína a 9,500
dólares.⁶ Sin embargo, según una conversación interceptada, El Mencho no
confió en la autenticidad de los billetes de cien dólares que recibía de los
compradores y le dijo a Abraham que cabía la posibilidad de estar ante
policías encubiertos.
Tenía razón, pero era demasiado tarde. La policía había estado siguiendo
a los hermanos Cervantes desde hacía tiempo y los arrestaron. El Mencho
cumplió cuatro años en una prisión federal de Texas antes de que, con 30
años, lo deportaran a México en 1997.⁷
Ascenso a la cima
A partir de aquí la vida de El Mencho se volvió un tanto extraña y se
convirtió en oficial de policía. Estuvo sirviendo durante unos años en
Tomatlán y Cabo Corrientes, Jalisco, aunque es una época de la que poco se
sabe. Sin embargo, nadie piensa que de repente tuviera ganas de obedecer la
ley.⁸
Tomatlán es una ciudad pequeña, al sur del principal centro turístico de
Puerto Vallarta. En la década de 2010 se convirtió en una base principal
para el CJNG, donde la organización compraba propiedades para lavar el
dinero que sacaban de la droga. Cabe la posibilidad de que El Mencho
descubriera este lugar por primera vez mientras fue oficial de policía.
El poco tiempo que estuvo trabajando de policía pudo ayudarle a
comprender mejor cómo funcionaba a nivel interno, descubriendo lo mal
pagados y entrenados que estaban en México, así como lo fácil que era
corromperlos con dinero.
A principios de la década de 2000, El Mencho regresó a la familia
Valencia y al Cartel del Milenio en Michoacán. Como era alguien de
confianza, lo invitaron a ser pistolero y guardaespaldas del líder del cartel,
Armando Cornelio Valencia, alias “Maradona”. El Mencho hizo su trabajo
hasta que los Valencia se convirtieron en enemigos poderosos.⁹
Los Zetas, el grupo criminal más violento del país que era comandado
por ex operativos de fuerzas especiales, invadió Michoacán en 2003.
Durante el derramamiento de sangre se terminó expulsando al clan Valencia
de Michoacán y Maradona acabó arrestado en 2003.¹⁰
El Mencho tuvo más suerte y sobrevivió a la guerra contra los Zetas.
Luego emigró hacia el norte junto a los Valencia, quienes buscaban
refugiarse bajo el ala del Cartel de Sinaloa de El Chapo (como los Valencia
habían proveído marihuana y heroína en esa zona, eran gente de confianza).
Allí, El Mencho se puso a trabajar junto a uno de los hombres más
poderosos y despiadados del Cartel de Sinaloa: Ignacio Coronel, alias
“Nacho”.
Coronel era la persona adecuada para impulsar la carrera de El Mencho:
controlaba el tráfico de drogas en la ciudad de Guadalajara, una de las más
grandes de México, e importaba toneladas de cocaína a EE.UU. Él decidió
que El Mencho fuera parte de un escuadrón de pistoleros que asesinaba a
los enemigos del Cartel de Sinaloa, y de hecho, los informes policiales y de
prensa de mediados y finales de la década de 2000 mencionaron que el
Cartel del Milenio operaba en gran parte del centro y sur de México.¹¹
“El Señor Mencho y el CJNG les desea un Feliz Día a todas las Madres.”
Un mensaje con la cara de El Mencho colgada en Jalisco en 2021. Fuente:
@Codigo_NegroMX
Algunos informes de la prensa mexicana han afirmado que es un
hombre extremadamente cauteloso a la hora de usar tecnología y transmite
órdenes sólo a través de unos pocos lugartenientes seleccionados.³⁴
Pero también hay rumores que dicen que ha fallecido: en 2015, se
esparció la teoría de que había sido asesinado por la policía en
Guadalajara.³⁵ En 2018, se dice que supuestamente un helicóptero abrió
fuego contra su convoy y lo mató.³⁶ En 2020, el presidente de México,
Andrés Manuel López Obrador, negó personalmente las afirmaciones de
que El Mencho hubiese muerto por problemas de salud.³⁷ Y, en diciembre
de 2023, se lanzó en YouTube una canción titulada “Ya Se Fue”, que
confirmaba que El Mencho había muerto.³⁸
Algunos aliados del CJNG lo han dado por hecho. A principios de 2022,
Los Mezcales, una pequeña pandilla en Colima, se volvió contra el CJNG y
afirmaron en carteles que El Mencho estaba muerto. “Yo solo le debo
respeto y lealtad al Mencho”, declaró el líder de Los Mezcales.³⁹
La respuesta fue rápida; se desató un maremoto de violencia y
asesinaron a La Vaca rápidamente. El conflicto CJNG-Mezcales dejó
decenas de muertos, pero, a pesar de todo esto, el CJNG no ha
proporcionado todavía ninguna evidencia concreta de que El Mencho siga
vivo.
Solo hay algo cierto: si está sano y salvo, es muy probable que El
Mencho quiera permanecer en la sombra porque sabe que, de lo contrario,
tendría problemas. Si está enfermo, también puede ser que quiera ocultar su
debilidad y, si está muerto, es posible que el CJNG se niegue a decirlo para
que la organización no se fragmente.
El hecho de no confirmar su muerte también sirve como distracción
gracias a todos los carteles donde aparece su cara y a todas las sanciones
que van dirigidas a su familia, puesto que, al ser uno de los hombres más
buscados en México y EE.UU, El Mencho tiene el efecto de un pararrayos
mientras el CJNG sigue inmiscuido en su realidad compleja.
El narco más poderoso de México se ha convertido en un fantasma.
EL ASCENSO DE LOS CUINIS