Demanda de Pension Derivada Con Autonomos LP (Nuevo)

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 59

INICIA DEMANDA REAJUSTE DE HABERES Y MOVILIDAD DE PENSION

DERIVADA LEY 24241.

Señor Juez Federal:

DEBORA DIONISIA SOLOMIN, abogada, Tº 602 Fº 269 CFALP,


CUIL,27-29132036-3, en representación de la Sra. REBOREDO STELLA MARIS, DNI
12.942.483, con domicilio real en calle 36 Nº 217, ciudad de La Plata, provincia de Buenos
Aires, constituyendo domicilio legal en calle 45 Nº 904 2º piso “C”, ciudad de La Plata, y
domicilio electrónico en el CUIL enunciado ut-supra a V. S., respetuosamente me presento y
digo

I.PERSONERIA:

Que como acredito con la carta poder que se acompaña la


Sra. REBOREDO STELLA MARIS me ha conferido poder para que la represente en las
presentes actuaciones.

II.EXENCION DE PAGO DE TASA DE JUSTICIA:

Conforme lo dispuesto en el art. 13 inc. f) de la Ley 23.898,


la presente actuación está exenta del pago de la tasa de justicia. -

III.- OBJETO:

En el carácter invocado, vengo a iniciar formal demanda


contra la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), con domicilio en con
domicilio en Avda. Paseo Colón 329, 7° Piso, Capital Federal, a fin de que proceda a una
nueva determinación y movilidad del haber que percibe mi mandante, así como también el
pago de la retroactividad devengada hasta su efectivo pago, con más los intereses y costas
correspondientes.
La presente acción se funda en los hechos y derecho que a
continuación se exponen.
IV–HECHOS:

La actora obtuvo su beneficio previsional de Pensión directa


Nro. 14-5-9372985-0-0 expediente administrativo Nro.024-23-129424834-007-000001 que
deviene del beneficio de jubilación del señor CONTRERAS ANTONIO RENÉ, DNI
10.579.113 otorgado en cumplimiento de la ley 24.241.

La falta de aplicación de criterios de movilidad desde la fecha


inicial de pago, así como también la falta de actualización de sus remuneraciones fueron
causales de la desvalorización de su haber previsional y motivaron el reclamo administrativo
que diera origen a la presente demanda.

Asimismo, los porcentajes de aumento otorgados por el gobierno


son notablemente inferiores a la evolución salarial y a las variaciones de los distintos índices
de costos de vida, afectando con ello la debida proporcionalidad entre los haberes de los
activos y los pasivos, conforme el carácter sustitutivo que el artículo 14 bis de la
Constitución Nacional garantiza.
También corresponde tener en consideración lo establecido
en el artículo 75 inciso 23 de la Constitución Nacional, incorporado por la reforma de1994,
en cuanto promueve el establecimiento de acciones positivas con el fin de garantizar la
igualdad real de oportunidades y de trato y el pleno goce y ejercicio de los derechos
reconocidos en la propia ley fundamental y en los tratados internacionales y con especial
referencia a los ancianos.
El reclamo administrativo referido fue denegado mediante
resolución RBO-AN 01643/23 de fecha 11/09/2023 que me fuera notificada el 14 de
Noviembre de 2023 (conforme copia que se adjunta).

V- FUNDAMENTOS
La ley 24. 241 en su artículo 24 inc. A estableció que, para la
determinación de los haberes de aportantes en relación de dependencia, los sueldos tomados
como base serán actualizados mediante un índice salarial que fijará la A.N.Se.S.

El artículo 24 de la referida ley fue reglamentado a través de la


Resolución Nro. 918/94 de la ANSeS, la cual en su artículo 1ro dispuso que las
remuneraciones de los afiliados cuyos beneficios se acuerden conforme el libro 1 de la Ley
24.241 serán actualizadas conforme los coeficientes fijados en la resolución D.E. 63/94.

Dicha resolución 63/94 se aplica a las remuneraciones de los afiliados que


cesaren desde el 1/2/94 (cfr. Art. 158 Ley 24.241) y solo por las percibidas hasta el 31 de
Marzo de 1991.

Es decir, el artículo 24 ordenó claramente que las remuneraciones a


considerar al momento de la determinación del haber debían actualizarse sin establecer límite
temporal para ello. No obstante el órgano administrativo al que le fue delegada la atribución
de determinar el índice salarial a utilizar, elaboró los mismos limitándolos a la fecha antes
mencionada y como consecuencia de ello las remuneraciones tomadas para el cálculo de la
PC y la PAP quedaron limitadas al 31 de Marzo de 1991.

Desde el año 2004 los haberes inferiores a $1000 y desde el año


2006 al resto de los beneficios, les fueron otorgados aumentos mediante decretos, los que
igualmente resultaron muy inferiores a la verdadera evolución de los salarios según lo
demuestran la totalidad de los indicadores económicos que miden dicha realidad.

En un primer momento la ANSeS transfirió estos aumentos en su totalidad


a quienes adquirieron el beneficio a partir del 2004 o 2006, según el caso, adicionando el
porcentaje total del aumento al haber inicial determinado conforme el sistema de las
resoluciones de ANSES 140/95, 918/94 y Res. 63/94 (B.S. 4/2/94).
Pero a partir de los beneficios dados de alta en el mes de mayo del
año 2008 comenzó a aplicarse la Res. ANSES 298/08 (B.O. 17/04/2008) que dispuso que
los aumentos generales otorgados por el Poder Ejecutivo debían aplicarse de forma gradual
y proporcional en cada caso para lo cual se elaboró un índice con dichos aumentos que se
publicó como anexo de la resolución.

Lo mismo ocurrió con la Res. De ANSeS 135/09 la que establece que para
las personas cesadas en la actividad a partir del 28/02/09, la actualización a los fines del art.
24 se efectuará conforme los coeficientes elaborados según las pautas fijadas por la
resolución SSS nro. 06/09

La aplicación de la Res. Nro. 63/94 supone un congelamiento de las


remuneraciones desde el 1 de abril de 1991, hecho que fue modificado por la Corte
Suprema de Justicia en los Fallos “Chocobar Sixto Celestino” y “Baudou Osvaldo Jorge”.

Dicho criterio fue desplazado por el precedente “Sánchez María del


Carmen” del 17 de mayo de 2005, mediante el cual se ratificaron los principios básicos de
interpretación acerca de la naturaleza sustitutiva de las prestaciones previsionales y rechazó
toda inteligencia restrictiva de la obligación que impone al Estado otorgar jubilaciones y
pensiones móviles, conforme se establece en el art. 14 bis de la Constitución Nacional.

Asimismo, estableció que dicha cláusula constitucional no fue alterada por


el dictado de la ley 23.928, que por encontrarse en un rango inferior no puede dejar sin efecto
la garantía constitucional de la movilidad de las prestaciones.

Por lo expuesto corresponde aplicar el índice de salarios básicos de la


industria y construcción, dispuesto por la ANSeS en la Res. 140/94, sin limitación temporal,
a cuyo efecto se solicita que V.S. declare la inconstitucionalidad de las resoluciones
A.N.Se.S. 140/95, 63/94, A.N.Se.S. 298/08, A.N.Se.S. 135/09, S.S.S. 06/09, A.N.Se.S.
65/09, A.N.Se.S. 130/10, A.N.Se.S. 651/10 y A.N.Se.S. 58/11.

Así lo dispuso la Sala 1 de la CFSS en autos “Zagari José María c/ANSeS


s/reajustes varios”, sentencia del 22/03/06, en cuanto dispuso actualizar las remuneraciones
que conforman la base de cálculo del haber inicial, según índice de Salarios Básicos de la
Industria y Construcción que elabora el Ministerio de Trabajo para la determinación de la
Prestación Compensatoria.

En lo que se refiere a la resolución 298/08. vengo a solicitar la expresa


declaración de inconstitucionalidad de la res. 298/08 puesto que en ninguna medida cumple
con la actualización dispuesta por el art. 24 de la ley 24.241 y en consecuencia con la
garantía de movilidad del art. 14bis de la Constitución Nacional, ya que como fuera dicho el
índice anexo de la Res. 298/08 lo único que hace esta norma es darle forma de indice a los
aumentos dados por el Poder Ejecutivo que ya han sido descalificados por la Corte Suprema
de Justicia en el precedente “Badaro Adolfo Valentín” por no reflejar adecuadamente el
aumento de remuneraciones

La Corte se expidió sobre el particular en el fallo “ELIFF, ALBERTO” y


ratificó nuevamente su tradicional doctrina sobre la naturaleza sustitutiva de los haberes
provisionales afirmando que “…el Tribunal ha destacado que la prestación previsional
viene a sustituir el ingreso que tenía el peticionario como consecuencia de su labor
(Fallos: 289:430; 292; 447; 293:26; 294:83, entre muchos otros), de modo que el nivel de
vida asegurado por la jubilación debe guardar una relación justa y razonable con el que le
proporcionaban al trabajador y a su núcleo familiar las remuneraciones que venía
recibiendo y definían la cuantía de sus aportes. Ello ha llevado a privilegiar como
principio el de la necesaria proporcionalidad entre los haberes de pasividad y actividad
(Fallos: 279:389; 302:84; 305:2126; 328:1602)”; y que “el empleo de indicador salarial
en materia previsional no tiene como finalidad compensar el deterioro inflacionario sino
mantener una razonable proporción entre los ingresos activos y pasivos, que se vería
afectada si en el cálculo del haber jubilatorio no se reflejaran las variaciones que se
produjeron en las remuneraciones (causa “Sanchez” y “Monzo” en Fallos: 328:1602,
2833 y 329:3211)”

De ello, que las Res. ANSES 918/94, Res. ANSES D.E. 63/94 (B.S. 4/2/94) y
Res. ANSES 140/95 en cuanto limitan la aplicación del ISBIC a marzo de 1991,
constituyen un verdadero exceso reglamentario, por cuanto desvirtúan el contenido de la
propia ley 24.241, efectuando una equiparación de movilidad previsional con indexación
por inflación, que ha sido severamente descalificada por la Corte Suprema. Lo mismo
sucede con la Res. ANSES 298/08 en cuanto utiliza únicamente los aumentos generales
otorgados por el Poder Ejecutivo como pauta de actualización de remuneraciones para el
período posterior a enero de 2001, no obstante haber sido dichos aumentos descalificados
categóricamente por la Corte Suprema.

Consecuentemente solicito a V.S. se declare la inconstitucionalidad de las


mencionadas resoluciones y ordenar la actualización de las remuneraciones según la
evolución del índice ISBIC hasta la fecha misma de la adquisición del derecho al beneficio,
sin límite temporal alguno, conforme el art. 24 de la ley 24.241, tal como lo dispuso el
Máximo Tribunal en el precedente. “ELIFF, ALBERTO” (E. 131 XLIV 11/08/2009).

Recientemente el más alto tribunal se pronuncio en el fallo “Blanco,


Lucio Orlando c/ Anses s/ reajustes varios” sentencia de fecha 18/12/2018, en el que se
declaro la inconstitucionalidad de las normas 56/2018 y 1/2018 dictadas en sede
administrativa (Anses)y se confirmo la aplicación del precedente “Elliff”.

Con sustento en dichos argumentos el Alto tribunal concluyo que : “la


fijación del índice de actualización no puede considerarse incluida dentro de las
atribuciones genéricas que la ley 24.241 reconoce en cabeza de la Anses como tampoco
dentro de la facultad especifica otorgada a la Secretaria de la Seguridad Social , habida
cuenta de que la elección de la variable de ajuste no es un aspecto menor, de detalle,
referente al cumplimiento del régimen de jubilaciones , sino que es una cuestión de la
mayor relevancia pues tiene directa incidencia sobre el contenido económico de las
prestaciones , pudiendo afectar el mandato protectorio del art. 14 bis de la Constitución
Nacional o el derecho de propiedad de los beneficiarios”. Y continuo: “al haberse dictado la
resolución 56/2018 con la sanción de la ley 24.417 la vigencia de la redacción original del
art.24 de la mencionada ley 24.241, cabe concluir que la Anses se ha arrogado una facultad
que ya no poseía , como tampoco la tenía la Secretaria de la Seguridad Social, dependiente
de Ministerio de Salud y Desarrollo Social al dictar la resolución 1/2018 que ratifica que el
índice fijado por la norma que es objeto de examen en la presente decisión”.

Finalmente sostuvo que “es el Congreso Nacional en su carácter de


órgano representativo de la voluntad popular , el que deberá establecer , conforme a las
facultades conferidas por la Constitución Nacional , el índice para la actualización de los
salarios computables para el cálculo del haber inicial en el periodo en juego” y que “hasta
que ello suceda las cuestiones suscitadas en la presente causa en torno al haber inicial
deberán ser resueltas de conformidad con las consideraciones dadas por el tribunal en el
caso “ Elliff”.

VI- PBU.

Para la determinación de la PBU, el art. 20 de la ley 24.241


originalmente prescribía que esta sería equivalente a dos veces y media el valor del AMPO
para los beneficiarios que acreditaren 30 años de servicios, incrementándose en un 1%
sobre este monto por cada año de aporte adicional hasta un máximo de 45 años de aportes.
El AMPO (Aporte Medio Previsional Obligatorio) era un coeficiente
elaborado en base al promedio de aportes al sistema de seguridad social y su evolución
determinaba la movilidad de la prestación en el sistema original de ley 24.241.
Así su valor fue variando semestralmente de los $67 originalmente
establecidos a la entrada en vigencia de la ley a los $80 que alcanzó en abril de 1997,
cuando en virtud del decreto 833/97 fue sustituido por el MOPRE y su monto quedo
congelado, desvirtuándose así el sistema de movilidad original de la ley 24.241 y
oponiéndola a la propia Constitución Nacional.
Ahora bien, si se entiende que el mandato de jubilaciones y pensiones
móviles que impone la Constitución implica mantener la debida proporcionalidad de los
haberes de actividad y pasividad, resulta evidente que debe instrumentarse un mecanismo
que permita la actualización de la PBU en función de la fecha de cese.
Esto es porque, a la luz de la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia
en la materia, no puede admitirse como razonable que quienes adquirieron el derecho al
beneficio en 1997 hayan percibido el mismo importe en concepto de PBU inicial que quien
se ha recientemente.
Por ello es que se solicita se ordene la re determinación de la PBU inicial
actualizando la misma desde abril de 1997 según la variación del ISBIC, atento ser éste el
índice escogido por la Corte Suprema para actualizar las remuneraciones a los efectos de
calcular la PBU y PAP inicial y entendiendo que resulta acertado utilizar el mismo
indicador a los efectos mantener la coherencia y proporcionalidad que todo régimen de
movilidad requiere y tal como lo dispuso la Sala III de la CNSS en el precedente. “Bruzzo,
Romilio Amario”.

Por lo expuesto solicita se actualice la PBU según el Salario Básico Industria


Manufactura y Construcción ISBIC (IPI) hasta el 28/09/2009 y desde ahí se aplique solo
porcentuales de la anses por movilidad hasta el 31/12/2019 y desde ahí RIPTE
(Remuneración imponible Promedio de trabajadores Estables). (Se acompaña liquidación
para demostrar el perjuicio que ocasiona si no se actualiza la PBU en estas condiciones)

Ajustando la PBU de esta manera, según fallo “QUIROGA”: El haber inicial de la caja sin
reajustar la PBU es de 11.490,33 pesos y el haber inicial de la caja reajustando la PBU es
de 17.600,87 pesos, la diferencia por reajuste de la PBU es de 6.110,54 pesos, representa
una quita de 6.110,54 pesos y una confiscatoriedad por la quita de 34,7%.

La actualización de la PBU en beneficios otorgados con posterioridad al


28/02/2009

No queda duda que el fallo Quiroga, Carlos Alberto dictado por la Corte, es de
aplicación a aquellos beneficios acordados con posterioridad a marzo de 2009, no es un
dato menor que al momento de dictar la sentencia era el año 2014.

Así lo ha manifestado el Máximo Tribunal de la Nación en lo referente a la


actualización de la PBU en el fallo “González, Héctor Orlando” de fecha 04/02/2021.
En igual sentido se refirió en el fallo “Ciuti, Pablo c/ Anses s/Reajustes Varios”
de fecha 30/06/2015, en el fallo “De Luca, Raúl Jorge Norberto c/ Anses s/ Reajustes
Varios” sentencia del 26/12/2017, entre otros, todos estos beneficiarios con fecha de
adquisición del derecho posterior a marzo de 2009. En consecuencia, ya no queda libre
interpretación alguna, sino el cumplimiento de la doctrina del máximo tribunal.

La suma fija establecida para la P.B.U. fue dispuesta por el artículo 4º de la ley
26.417 y en virtud de ello dejo de estar vinculada con el valor del AMPO/MOPRE y paso a
tener un valor fijo ($ 326); este valor fue determinado mediante el procedimiento que
contempla los incrementos otorgados a los beneficiarios con anterioridad a la sanción de la
ley citada y posteriormente se vio incrementada mediante la aplicación de la metodología
establecida por la Resol. SSS 06/2009.
La cuantificación del AMPO en su origen fue de $ 61.-, y sin perjuicio de su
reemplazo por el MOPRE (Dto. 833/97), aquél tuvo sucesivos aumentos hasta alcanzar la
suma de $ 80.- a partir del mes de abril de 1997, momento desde el cual se mantuvo
inalterado hasta setiembre de 1997 en que dejó de publicarse. A este valor entonces
correspondió la PBU normal de $ 200.-. La redacción originaria del art. 21 de la ley 24.241
establecía que el referido AMPO servía de unidad de medida del entonces SIJP, entre otras
cosas, para el cálculo de la movilidad de las prestaciones del régimen de reparto, la
determinación de la PBU, el tope máximo de la PC por cada año de servicio computable,
etc. Ahora bien, con la modificación del art. 32 de la ley 24.241 dispuesta por el art. 5 de la
ley 24.463, la movilidad pasó a ser la que anualmente fijara la Ley de Presupuesto (en igual
sentido, el art. 7 inc. 2 de la citada 24.463). Como es público y notorio y no obstante el
mandato autoimpuesto por el propio legislador, el Congreso no se ha expedido en ninguna
de las leyes de presupuesto dictadas a partir de 1996 sobre la movilidad de las prestaciones
ni sobre la variación del MOPRE, razón por la cual éste quedó cristalizado en $ 80.- desde
1997, lo que es objeto de embate por la parte actora en cuanto de ello se deriva el
congelamiento de su PBU. Por ello, caber concluir que el valor del AMPO computado a $
80.- (durante el semestre abril a setiembre de 1997) se encontraba desactualizado para
determinar el haber inicial de la PBU.

En esas condiciones, considero que corresponde hacer lugar al planteo en


un todo de acuerdo con lo resuelto por el tribunal cimero en la causa “Elliff, Alberto
José c/ Anses s/ reajustes varios”, sent. del 11/8/09, otorgando al AMPO por analogía
el mismo tratamiento que el dispuesto para las remuneraciones base de cálculo de la
PC y la PAP, por lo que la PBU habrá de ser estimada en función del guarismo que
resulte de actualizar el importe de $ 80.- por el ISBIC hasta la fecha de adquisición de
la referida PBU, sin perjuicio de la movilidad posterior con arreglo a las pautas indicadas
por el Alto Tribunal en dicho precedente (conf. Sala III CFSS in re “Bruzzo, Romilio
Amaro c/ ANSeS s/ reajustes varios”, expte Nº 44353/07, sent. Definitiva Nº 130.064 del
28/4/10).

La actualización y recálculo de la PBU ya ha sido resuelta por la CSJN en el


precedente “Quiroga, Carlos Alberto” (CSJN, sentencia del 11/11/14) donde se difiere el
tratamiento del ajuste de la misma para el momento de efectuar la liquidación pertinente y
allí demostrar la incidencia que tiene el reajuste de la PBU en el monto final del beneficio y
acreditar que la quita es confiscatoria.

Para los casos con ceses posteriores al 2009 también ya fue materia de
tratamiento por parte del Máximo Tribunal de la Nación, en los autos “Sandoval, Norma
Mabel c/ Anses s/ Reajustes Varios” y “Canestrari, Haydee c/ Anses s/ Reajustes varios”,
ambas de fecha 18/04/2017; y “Pichersky, Alberto Raul c/ Anses s/ Reajustes Varios”,
sentencia del 23 de mayo de 2017, donde determino que deberá dejarse a resguardo la
probable actualización de la mencionada PBU, si quedaran acreditados los extremos de
hecho necesarios para su procedencia, haciéndolo extensivo a beneficios adquiridos con
posterioridad a la fecha de vigencia de la ley 26.417.
Consecuentemente no existe un problema de temporalidad para actualizar la PBU
respecto del cese de actividades, y en tal sentido la Corte Suprema de Justicia resuelve esto
y deja a salvo la posibilidad de actualización de la prestación acreditando la
confiscatoriedad en el beneficio. Por aplicación del caso Quiroga, Carlos Alberto de la
Corte del 11.11.2014, la PBU reajustada con relación a la PBU administrativa resulta
confiscatoria aplicando el criterio de Actis Caporale y en consecuencia SE DEBE
REAJUSTAR LA PBU.
En dicho precedente, el Tribunal Cimero puso énfasis en el carácter integral de
todos los beneficios de la seguridad social,” aspecto del que es parte esencial la correcta
fijación del monto inicial de los haberes, pues de otro modo no podría mantenerse una
relación justa con la situación de los activos”. Ello así, continúa, para determinar la validez
constitucional de las normas en juego y, eventualmente, adoptar un método para subsanar el
daño atribuible a ellas, se debía considerar “qué incidencia tenía la ausencia de incrementos
de uno de los componentes de la jubilación sobre el total del haber inicial, - pues es éste el
que goza de protección- y en caso de haberse producido una merma, constatar si el nivel de
quita resultaba confiscatorio” (Considerando 10). En ese entendimiento considera que no es
razonable que la deficiencia señalada redunde en perjuicio del jubilado, por lo que debe
dejarse a resguardo su derecho en caso de que, al tiempo de la liquidación, queden
acreditados los extremos de hecho necesarios para la procedencia de su
reclamo.
Por eso solicito se aplique a la PBU el mismo índice que a la PC y PAP.
Los fallos de Cámara en los autos “Bruzzo, Romilio A. v. Administración Nacional
de la Seguridad Social -ANSeS-" (Cam. Fed. Seguridad Social, sala 3ª, 28/04/2010) y En
"RODRÍGUEZ, JORGE ERNESTO c/ A.N.Se.S. s/ Reajustes varios" (exp. 9017/2007) del
19/08/09, consideraron que ante la falta de actualización durante más de una década de los
valores componentes de la PBU, correspondía que la misma fuera recalculada aplicando
criterios que subsanaran la falta de actualización de dicho componente.
Repárese que al momento de dictarse ambos fallos, ya se encontraba en vigencia
la ley 26.417 y sus reglamentaciones que iban fijando 2 veces al año la actualización del
valor de la PBU no obstante lo cual, dispusieron el reajuste de la PBU mediante la
aplicación de índices (en un caso el INGR y en el otro el ISBIC) en vez de aplicar esa
“simbólica” actualización de su valor que desde marzo de 2009 se encontraba en vigencia.
¿A que obedeció que 2 de las 3 salas de la Cámara Federal de la Seguridad
Social no obstante encontrarse vigente el aumento semestral del monto de la PBU,
decidieran aplicar índices para su actualización? La respuesta es concreta: No escapa al
conocimiento de quienes desarrollan sus actividades en el fuero previsional (Jueces y
Abogados) que el valor inicial de la PBU que fijara la ley 26.417 no es otro que el
resultante de aplicar a los $200 de la PBU desde 1997 los aumentos generales de la ANSeS
desde Junio del 2006 hasta Julio del 2008 (11%, 13%, 12.5%, 7.5% y 7.5%), lo cual priva
de actualización a su valor para el periodo 2002-2006. La falta de actualización de la PBU
desde 1997 hasta la entrada en vigencia de la ley 26.417 no ha sido subsanada – ni se ha
respetado la manda constitucional del articulo 14bis de la Constitución Nacional- con el
tímido aumento que dispuso la última de las normas toda vez que, para su determinación se
soslayaron los incrementos ocurridos en los salarios de los activos y en el costo de vida,
aplicándole a dicho componente los aumentos que discrecionalmente dispuso la ANSeS
durante el periodo 1997 a 2009.
Lo que se ha hecho es convertir una prestación que estaba atada al módulo de
movilidad AMPO-MOPRE, en una prestación de monto fijo al 1.3.2009 y con la movilidad
general a partir de esa fecha. Con esta reforma se deja sin actualización la PBU original
desde el 1.1.2002/31.12.2006 que, con la doctrina del fallo Badaro que da un incremento
del 88,57% en ese lapso (incremento del Indice de Salarios del INDEC), haría que la PBU
del 1.1.2007 con el aumento del 13% representara $426,17 (200 x 1,8857 x 1,13= $426,17)
y traída hasta el 1.3.2009 llegaría a $618,82 muy superior a los $364,10 fijados en la ley
26.417 y Res. 6/09-SSS. Se prescinde de la doctrina de Badaro, eludiendo el aumento del
88,57% y de esa forma se pone un escollo a la segura badarización de las PBU iniciales,
porque ahora
la ley no vincula más el monto de la PBU con el AMPO-MOPRE.

Esta reforma desnaturaliza el significado de la PBU, que en su origen


representaba el 27,5% del haber medio de todos los trabajadores. Como el AMPO era el
promedio de aportes de todos los trabajadores registrados y el aporte representaba el 11%
del sueldo, la PBU de 2,5 AMPOS equivalía a 2,5 x 0,11 del sueldo promedio de todos los
trabajadores aportantes o lo que es lo mismo el 27,5% de dicho sueldo. Según el RIPTE el
sueldo medio de los asalariados aportantes al mes de noviembre de 2016 está en
$20.422,65, el AMPO/MOPRE sería $2.246,49 y en consecuencia a esa fecha la PBU
debería ser $5.616,23 y no $2.674,54.

Por esas razones las PBUs posteriores a febrero de 2009, nacen confiscadas y
esto es así, ya que la base de este monto fijo de $ 364,10 no es más que la misma PBU
anterior a la que se le adicionaron los aumentos generales de junio de 2006 a marzo de
2009, omitiendo el reajuste ordenado en el fallo Badaro. La insuficiente actualización de las
prestaciones en el período 1.1.2002/31.12.2006, señalada y reparada por la Corte en
Badaro, es plenamente aplicable a la nueva PBU fija porque ésta, con la reforma de la ley
26.417, solo recibió en ese período el 16% de incremento.

Si no se corrigen las incorrectas PBUs nacidas desde el 1.3.2009, se genera una


desigualdad entre las PBUs anteriores reajustadas con Badaro y aquéllas que no reciben
esta
actualización.

Es importante recalcar que el hecho de que una norma establezca un monto fijo,
no debe implicar que dicho monto sea incausado, discrecional, basado sólo en la propia
voluntad del que lo determina.
Sin duda, la prestación previsional –de la que la PBU es una parte- debe cumplir
con la garantía de integralidad del artículo 14 bis de la Constitución Nacional, de allí que el
Estado no es libre de fijar cualquier monto para la PBU.

En tal sentido, establecer una prestación profundamente devaluada, no hace más


que ratificar que el monto de la nueva PBU fue fijado con absoluta arbitraried.
Privar de actualización a un componente del haber previsional –eminentemente
integral y móvil- bajo el pretexto de brindar una prestación de cuantía igual “para todos”
implica dejar de lado los criterios que para el cálculo de la PC y PAP ha establecido la
C.S.J.N. y reconocer que en lo que hace a la cuantía de la PBU, la manda constitucional y
los criterios jurisprudenciales que nutrieron la jurisprudencia del Máximo Tribunal no son
aplicables.

La PBU por ser integrante del haber previsional debe ser actualizada al momento
del cálculo del haber inicial y es por ello que solicito a V.E. disponga su actualización
mediante el índice ISBIC tal como lo solicitara en mi demanda. Sobre el índice aplicable a
la PBU SOLICITA SE APLIQUE EN EL PRESENTE LA DOCTRINA EMANADA DE
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACION EN AUTOS BLANCO LUCIO
ORLANDO.

Solicito que se ordene la aplicación del ISBIC conforme el caso BLANCO, Lucio
Orlando, para la redeterminación del haber inicial. El índice con el cual se actualizaban las
remuneraciones históricas para el cálculo del haber inicial y su posterior movilidad en la ley
18.037 era el Indice del Nivel General de Remuneraciones previsto en el art.53 de la ley
18.037.

Quedó demostrado que el fracaso del régimen de movilidad con la utilización del
INGR, no se debió al procedimiento establecido por la ley, sino al incumplimiento, por
parte de la autoridad de aplicación, de otorgar los aumentos que la encuesta establecía.
El INGR y el ISBIC, en el período 1964/1994, determinan resultados similares.
Es de destacar, que es LA ANSES quien ELIGE el ISBIC como mecanismo de
actualización. En el fallo Elliff (11/8/09), la Corte confirmó un fallo de la Sala II de la
Cámara Federal
de la Seguridad Social, que ordenó el recálculo tanto de la Prestación Complementaria,
como la Prestación Adicional por Permanencia del haber jubilatorio del actor, actualizando
las
remuneraciones con arreglo al índice de la Resolución A.N.Se.S 140/95 (ISBIC) hasta la
fecha del cese, sin el límite temporal impuesto en dicha normativa.
La CSJN en numerosos fallos ha reconocido que el modo de determinación del
haber del beneficio integra el llamado status del jubilado, el que no puede ser alterado ni
por el poder administrador ni por la legislación ( Fallos: V. 1248, XXXVIII, 15/03/2005;
Fallos: 328:448, G. 261, XXIII.19/11/1991; Fallos: 314:1477, M. 830. XXII,14/08/1990, y
Fallos: 313:730), y modificar los índices legales afectaría al mismo lesionando garantías
constitucionales

VIII- MOVILIDAD –LEY 24.463


En lo que se refiere al primer periodo cuestionado, que se delimitaría entre el 1 de abril de
1991 y el 31 de marzo de 1995, conforme fuera manifestado en párrafos anteriores, el
precedente “Sánchez María del Carmen” del 17/05/2005 y su aclaratoria del 28/07/05,
definió la movilidad que debe aplicarse por dicho período (Nivel General de las
Remuneraciones conf. Art. 53 ley 18.037).
En el segundo período temporal que se puede señalar, se establecería
desde el 1 de abril de 1995 en adelante. Sobre el particular el art. 7 de la ley 24.463 dispuso
que “a partir de la vigencia de la presente ley, todas las prestaciones de los sistemas
públicos de previsión de carácter nacional tendrán la movilidad que anualmente determine
la ley de presupuesto. Dicha movilidad podrá ser distribuida en forma diferenciada a fin de
incrementar las prestaciones mínimas”.
“En ningún caso esta movilidad podrá consistir en una determinada proporción entre el
haber de retiro y las remuneraciones de los activos”.
De la simple lectura de esta norma, tanto en su espíritu como en letra, se desprende su
inconstitucionalidad.
La garantía de movilidad, establecida por los constituyentes de 1957, tuvo en
consideración la variación del costo de vida (fallo Bastero Benjamín Sala 3 CFSS).
La reglamentación de este derecho, debe mantener este principio de naturaleza sustitutiva
de las prestaciones, garantizando al beneficiario un nivel de vida similar del que tendría de
continuar en actividad. Esta doctrina fue receptada por varios fallos de la Corte Suprema el
último de ellos “Badaro Adolfo Valentin” del 26/11/2007.
En consecuencia, lo dispuesto por el art. 7 de la referida ley resulta ser claramente
inconstitucional, pues pretende derogar la garantía consagrada en el art. 14 bis de la CN, por
cuanto dispone que en ningún caso la movilidad “podrá consistir en una determinada
proporción entre el haber de retiro y las remuneraciones de los activos”.
Así, la Corte Suprema manifestó en el precedente, “Badaro” que “…la
Constitución Nacional ha reconocido el derecho a la movilidad no como un enunciado vacío
que el legislador puede llenar de cualquier modo, sino que debe obrar con el objeto de darle
toda su plenitud, que no es otra que la de asegurar a los beneficiarios el mantenimiento de
un nivel de vida acorde con la posición que tuvieron durante sus años de trabajo”.
La ley 24.463 al delegar al Congreso la facultad de implementar el sistema de
movilidad desde el 30 de marzo de 1995 pretende desarticular el régimen de movilidad
vigente mediante la derogación del artículo 160 de la ley 24.241, delegando en el Congreso
de la Nación la determinación de la movilidad. Este artículo determinaba la movilidad de las
prestaciones conforme la variación del AMPO.
Este sistema fue rápidamente derogado, fundamentado en que si bien la
variación fue poca (3,3%) repercutió considerablemente en la totalidad de los pagos de los
beneficios.
Con la derogación del artículo 160 quedó sin aplicación el último aumento
conforme resolución SSS 126/95 por el cual el valor del AMPO aumentaba de $63 a $72, es
decir un 14,29% de aumento.
Por el período posterior a la vigencia de la ley 24.463, solicito que los haberes del
beneficiario se reajusten conforme los parámetros del AMPO por el período abril de 1995 a
septiembre 1997 en un 26,84% (res. 171/94 de la SSS del 16/09/1994 AMPO $63 HASTA
LA RES. 27/97 DEL 04/04/1997 Ampo $80), por cuanto tal incremento, sin que el mismo
se reflejara en los pasivos, excede en demasía el deterioro del 15% en los haberes de
pasividad, que la Corte, ha entendido como soportable sin que resulte confiscatorio.
Posteriormente, tras la derogación del AMPO por parte del decreto 833/97 fue
sustituído por el MOPRE, debiéndose aplicar éste hasta el 05/01/2002 fecha en que cesó el
régimen monetario de convertibilidad cambiaria establecido por la ley 23928
Por último, la ley 24.463 y sus normas reglamentarias fueron sancionadas
durante periodos de estabilidad monetaria, la cual cesó con el dictado de la ley 25.561.
Allí dio comienzo a un proceso inflacionario y de recomposición salarial, el
cual no se vio reflejado en el incremento de los beneficios previsionales, los que se han ido
deteriorando aún más, tornando cada vez más ilusorio el principio sustitutivo de los haberes
previsionales.
Este hecho, no pasó por alto en los planteos judiciales así como tampoco en
las sentencias de las diferentes Salas y algunos Juzgados de Primera Instancia del fuero de la
Seguridad Social, las cuales dispusieron la inaplicabilidad del art. 7 inc 2 de la ley 24.463 y
su reemplazo por un sistema de índices tendientes a garantizar los dispuesto en el art. 14 bis.
de nuestra carta magna.
La Sala 1 se expidió en "GONZALEZ ELISA LUCINDA C/ ANSES S/
REAJUSTES VARIOS" 16-06-2005, ZAGARI JOSE MARIA C/ ANSES S/ REAJUSTES
VARIOS” 22/03/06 La Sala 2 en "ORTINO JOSE ANGEL C/ ANSES S/ REAJUSTES
VARIOS" y “FERNADEZ PAULINO C/ ANSES S/ REAJUSTES VARIOS” La Sala 3 en:
"SIROMBRA, LUCILA ELVIRA C/ANSES S/ REAJUSTES VARIOS" 14-09-2005.
Esta evolución jurisprudencial, tuvo su continuidad en la Corte Suprema con el
dictado del Fallo Badaro Adolfo Valentin del 8/8/06, revocando un fallo de la Sala 3 donde
se aplicaba el precedente “Heitt Rupp”, y reafirmó la obligatoriedad constitucional de la
movilidad de las prestaciones y el principio sustitutivo que las rige.
No obstante ello, el Tribunal consideró prudente exhortar al Congreso a cumplir
con su mandato legal dentro de un plazo razonable.
Así las cosas, y habiendo transcurrido mas de un año de este hecho, el Congreso
continuó sin legislar algún sistema de movilidad de las prestaciones previsionales, sin
perjuicio de los discrecionales aumentos que estableció tanto del 13% desde enero 2007 (art.
45 ley de presupuesto, la cual ratificó los aumentos del 10% y 11%) o el 12,5 de septiembre
de 2007.
La Corte, entendiendo que se había agotado el “plazo razonable” dado al
Congreso, emitió un nuevo pronunciamiento el 26 de noviembre de 2007, donde se resaltó
que los aumentos dados por el período enero de 2002 y diciembre de 2006 no cubren el
detrimento sufrido por los haberes previsionales ni se resuelve el problema del achatamiento
entre las diferentes escalas.
Como consecuencia de ello:
· Declara la inconstitucionalidad del régimen de movilidad de art. 7 inc. 2 de la ley
24.463.
· Dispone que la prestación del actor se ajuste por el período enero de 2002 a
diciembre de 2006, conforme la variación anual del índice de Salarios, Nivel General,
elaborado por el INDEC (88,57%).
· Ordena abonar el nuevo haber y las retroactividades con mas los intereses de la tasa
pasiva.
· No se demostraron circunstancias graves de orden económico que impidan acatar en
lo inmediato el mandato.
Así las cosas, es que solicito expresamente se declare la inconstitucionalidad del
art. 7 inc. 2 de la ley 24.463 y se fije una pauta de movilidad conforme lo dispuesto en
los autos “Badaro Adolfo Valentín”.

MOVILIDAD POSTERIOR AL 2007. LEY 26.417

En el presente “Badaro” la Corte Suprema, dispuso ajustar el


beneficio previsional. A partir de enero del 2002 y hasta el 31 de diciembre del 2006, según
las variaciones anuales del índice de salarios, nivel general, elaborado por el Instituto
Nacional de Estadísticas y Censos. Para el lapso posterior, precisó que las objeciones
formuladas referentes a la insuficiencia del aumento del 13 % previsto en la ley 26.198
debían ser desestimadas, pues su adecuación solo podría ser examinada en forma conjunta
con el incremento dispuesto por el decreto 1346/07, recién cuando se conozca la evolución
definitiva del estándar de vida del jubilado durante corriente ejercicio.

En dicho fallo, se sostuvo que el objeto de la garantía de movilidad que


consagra el art. 14 bis de la Constitución Nacional es “… acompañar a las prestaciones en
el trascurso del tiempo para reforzarlas a medida que decaiga su valor con relación a los
salarios de actividad…”.

Los haberes previsionales deben ajustarse de modo de dar adecuada


satisfacción a su carácter sustitutivo, lo que lleva a resolver la cuestión planteada mediante
la utilización del nivel general del índice de salarios elaborado por el Instituto Nacional de
Estadísticas y Censos, - del precedente Badaro (ver en similar sentido, CSJN R. 400.XLII
1; RHE Rey, Juan c/Administración Nacional de la Seguridad Social 28/05/2008).
La justeza y equidad que emana del precedente Badaro, ha sido reconocida
por la propia ANSES, como se evidencia en la resolución 955/2008, por la cual se la
autoriza a consentir las movilidades dispuestas por las sentencias, con ajuste a la doctrina
sentada por el Superior Tribunal en dicho fallo.

Ello así siguiendo con los parámetros que aquel fija, no debe perderse de vista
que la evolución del nivel de salarios es trascendental para determinar su incidencia en los
haberes previsionales, sólo un incremento efectivo que absorba o supere esos porcentajes
será suficiente para considerar cumplida la garantía del art. 14 de la Constitución Nacional.

En consecuencia, resulta insoslayable examinar la evolución de los salarios, por el periodo


“ut supra” indicado.

Durante este lapso, amén del ajuste reconocido por la ley 26.198 y el decreto
1346/07 sólo se agregó el porcentaje otorgado por el decreto 279/08 que importó dos
aumentos del 7,5 % para todo el año 2008.

Así las cosas, conforme los datos que surjan del índice de salarios que elabora
el I.N.D.E.C., elegido por el Alto Tribunal- el mismo registro una variación para el lapso
enero 2007 a febrero 2009 del orden del 53,45 % superior al 46.90 % reconocido a través
de los incrementos establecidos por la ley de presupuesto citada y los decretos posteriores.

Atento ello, y de acuerdo con la doctrina judicial que surge del precedente
Badaro, corresponde reajustar el haber previsional hasta alcanzar la evolución registrada en
el índice, salvo que, a su respecto, los incrementos dispuestos por los sucesivos decretos del
Poder Ejecutivo y demás disposiciones, arrojasen una prestación superior, en cuyo caso
deberá estarse a su resultado (según crit. V. 108. XLIII; RHE Velázquez, José María c/
Administración Nacional de la Seguridad Social 22/07/2008 T. 33 I, P. 672).

Por lo expuesto, se propicia: Ajustar el haber de la parte actora desde enero de


2002 hasta la entrada en vigencia del mecanismo de ajuste previsto por la ley 26.417,
modificatoria de su igual, ley 24.241 /art.32), según las variaciones anuales del índice de
salarios, nivel general, elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, a cuyo
fin, al practicarse liquidación deberán tenerse en cuenta las sumas que pudieran haberse
percibido en virtud de los incrementos habidos en dicho periodo. En caso de que los
sucesivos aumentos acordados a los haberes previsionales, arrojasen respecto del actor, una
prestación superior, deberá estarse a su resultado.
El dictado de la ley 26.417 establece un sistema de movilidad a partir de marzo
de 2009 basado en un complejo índice que combina indicadores salariales con la evolución
de la recaudación y el incremento de la base de beneficiario de la ANSES, en un curioso
esquema de aplicación donde el haber siempre se termina “reajustando” por el índice que
resulte más desfavorable para el beneficiario.

Como V.S. observará este sistema de “movilidad” nada tiene que ver con la
doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, respecto de lo que debería ser una
correcta reglamentación del art. 14 bis de la Constitución Nacional, conforme lo ha
expresado en toda su jurisprudencia y recientemente en los citados y analizados “Sánchez”
y “Badaro”, ya que se insiste en apartarse de los indicadores salariales para introducir otras
variables diferentes.

Por lo expuesto es que se solicita la declaración de inconstitucionalidad del


índice anexo de la ley 26.417, atento que se vulnera la debida proporción que debe existir
entre los
haberes de pasividad y de actividad generando un desfasaje que lesiona al principio
sustitutivo consagrado por el art. 14bis de la Constitución Nacional conforme lo expresado
por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la totalidad de la jurisprudencia citada “ut
supra”, a la cual me remito.

IX.-SOLICITA INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY 27.426 Y DEL


DECRETO 1058/17. FALLO “FERNANDEZ PASTOR c/ ANSES s/AMPAROS Y
SUMARISIMOS”.

Solicita se declare la inconstitucionalidad de la


ley 27.246 y del Decreto 1058/17. Dicha Ley es lesiva al derecho de mi representado,
porque reduce significativamente el porcentual de incremento del haber de la jubilación,
como se demuestra con la liquidación acompañada. Según el Art. 14 bis de la CN se
establece que las jubilaciones sean móviles, y esta disposición legal está afectando dicha
garantía constitucional. El gobierno además, ha reconocido que el porcentual que establece
produce una notoria baja porcentual de reajuste, por ello ha creado y otorgado por única vez
el “Subsidio extraordinario”.

Solo con realizar una comparación en año 2017 y 2018 es evidente la


diferencia que genera la ley 26.417 con la ley 27426. El cálculo es desfavorable para los
jubilados: con la fórmula anterior, el haber mínimo pasó de 690 a 7246 pesos, una suba del
950 por ciento entre marzo de 2009 y septiembre de 2017. En el mismo período, la
inflación fue del 690 por ciento, según la estimación de institutos provinciales. O sea que el
esquema anterior no sólo ofrecía “protección” frente a la inflación sino que permitía
mejoras en términos de poder adquisitivo de la jubilación o pensión.

En este sentido, la CFSS, sala III en el fallo FERNANDEZ PASTOR


MIGUEL ANGEL C/ ANSES s/ AMPAROS Y SUMARISIMOS sentencia de fecha
5/06/18 dispone: “…el derecho del actor a que se calcule la movilidad de su haber durante
el lapso comprendido entre los meses de julio y diciembre se origina –esto es, se devenga-
durante el transcurso de esos meses, con independencia de que el pago pertinente tenga
lugar en marzo del año siguiente. De allí que pueda afirmarse, en principio, que existe una
aplicación retroactiva de la nueva ley cuando ésta se aplica a un período en el cual regía la
ley anterior, aun cuando el pago de ese período tenga lugar en vigencia de la ley nueva.”
“…Así, el art. 7 del Código Civil y Comercial dispone: “A partir de su entrada en vigencia,
las leyes se aplican a las consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas existentes.
Las leyes no tienen efecto retroactivo, sean o no de orden público, excepto disposición en
contrario. La retroactividad establecida por la ley no puede afectar derechos amparados por
garantías constitucionales”. “Conforme a lo que llevamos dicho, la Ley 27.426 deviene
inconstitucional en cuanto pretende aplicarse a las consecuencias de una situación jurídica
cuya existencia es anterior al 29 de diciembre de 2017, fecha de su entrada en vigor. Sólo a
partir de esa fecha será válida la modalidad de ajuste de la movilidad que la nueva ley
instrumenta.
El derecho del actor a practicar el cálculo de la movilidad de su haber conforme al
procedimiento establecido por la Ley 26.417 ha ido devengándose mes a mes y, por
consiguiente, cubre el período comprendido entre el 1 de julio de 2017 y el 29 de diciembre
de ese año.” Por lo expuesto, solicita se declare la inconstitucionalidad de la ley 27.426
conforme fallo Fernández Pastor.

Asimismo, la ley 27.426 estableció un nuevo sistema de Movilidad de los beneficios


previsionales, sustituyendo el artículo 32 de la ley 24.241.

Los dos artículos que se cuestionan y sobre los cuales se plantea su inconstitucionalidad
son:

ARTÍCULO 1º. Sustitúyase el artículo 32 de la ley 24.241 y sus modificaciones, el que


quedará redactado de la siguiente forma:

Artículo 32: Movilidad de las prestaciones. Las prestaciones mencionadas en los incisos a),
b), c), d), e) y f) del artículo 17 de la ley 24.241 y sus modificaciones, serán móviles. La
movilidad se basará en un setenta por ciento (70%) en las variaciones del Nivel General del
Índice de Precios al Consumidor Nacional elaborado por el Instituto Nacional de
Estadística y Censos (INDEC) y en un treinta por ciento (30%) por el coeficiente que surja
de la variación de la Remuneración

Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), conforme la fórmula que se


aprueba en el Anexo de la presente ley, y se aplicará trimestralmente en los meses de
marzo, junio, septiembre y diciembre de cada año calendario.

En ningún caso la aplicación de dicho índice podrá producir la disminución del haber que
percibe el beneficiario.

ARTÍCULO 2°. - La primera actualización en base a la movilidad dispuesta en el artículo


1° de la presente, se hará efectiva a partir del 1° de marzo de 2018.
Corresponde efectuar un análisis pormenorizado y con una visión integral desde la órbita de
la Seguridad Social, para arribar a un análisis particular de cada uno de los artículos
cuestionados.

En primer lugar, se meritan los principios rectores en materia de Seguridad Social


reconocidos por Nuestro Supremo Tribunal en frondosos fallos.

La movilidad previsional es una garantía constitucional establecida en nuestra


Carta Magna en su artículo 14 bis, cuando se refiere a jubilaciones y pensiones móviles,
reglamentada (hasta la promulgación de la ley 27.426) por la ley 26.417.
Así se ha pronunciado jurisprudencialmente al respecto nuestra Corte Suprema
de Justicia de la Nación: “…la movilidad no es un reajuste por inflación, sino que es una
previsión con profundo contenido social referente a la índole sustitutiva de la prestación
jubilatoria, para la cual es menester que su cuantía, que puede ser establecida de modo
diferente según las épocas, mantenga una proporción razonable con los ingresos de los
trabajadores” ( Fallos: 293:551; 295:674; 297:146; 300:616; 304:180; 305:611, 770, 953;
308:1848 y 310:2212). Esto ha sido ratificado recientemente en
el año 2006 por el Máximo Tribunal, que ha rechazado además toda inteligencia restrictiva
de la cláusula constitucional en el Fallo “Badaro”.

La movilidad de las jubilaciones puede cambiar para garantizar previsibilidad


financiera al Sistema, pero solo si con ello no se vulnera el principio de “no
confiscatoriedad”.

En tal sentido, y utilizando los índices existentes e información publicada por el


INDEC, al mes de octubre del 2018 los jubilados utilizando esta nueva normativa legal
sufrieron una pérdida del 15.7% y a diciembre de ese mismo año se debe sumar un 5.6%
más.

A efectos de ilustrar a V.S. en el deterioro real de los haberes jubilatorios, me


permito realizar una breve reseña de cuál ha sido numéricamente la perdida.
En el año 2009 la inflación fue 7,7% -oficial- y 14% -consultoras-, y los dos
aumentos totalizaron un 19,89%. En el 2010 la inflación fue de 9,5% -oficial- y 22,8% -
consultoras-, y los dos aumentos totalizaron un 22,8%. En el 2011 la inflación fue de 10,8%
-oficial- y 25,6% - consultoras-, y los dos aumentos totalizaron un 25,6%. En el 2012 la
inflación fue de 10,8% -oficial- y de 25,6% -consultoras-, y los dos aumentos totalizaron
28,3%. En el 2013 la inflación fue de 10,9% - oficial- y de 28,3% -consultoras-, y los dos
aumentos totalizaron u 31,7%. En el 2014 la inflación fue
de 23,9%, mientras que los dos aumentos llegaron al 30,47%. En el 2015 la inflación fue de
23%, mientras que los dos aumentos llegaron al 33,03%.

Ahora comienza a revertirse la tendencia. En el 2016 la inflación 41%, mientras


que los aumentos alcanzaron un 31%. En el 2017 la inflación 25% mientras que los
aumentos alcanzarán un 26,28% acumulado. En el 2018 la inflación fue del 47.6% mientras
que el magro aumento a los jubilados estuvo en el 28.5%. Igual o peor suerte le espera a la
clase pasiva en el este 2019, 2020 y 2021.

De haber continuado vigente la fórmula de movilidad jubilatoria dispuesta por


ley a fines de 2017, el aumento acumulado por los ingresos previsionales en todo 2020
llegaríaa 42%. Para diciembre, el cuarto mes en que se otorga una recomposición -según
indica la normativa- , el cálculo da como resultado una suba de 4,48%.

Oficialmente se anunció que el incremento que se aplicará en el mes de

septiembre de 2020, será del 7,5%. Por la fórmula de movilidad hubiera correspondido una
suba de 9,88%. Mientras el Gobierno siguió decidiendo los porcentajes de manera
discrecional. En el primer

semestre las alzas otorgadas por decreto acumularon un porcentaje inferior al que habría
resultado del cálculo suspendido.
El acumulado para todo 2020, de 42% en caso de que rigiera la fórmula de la ley 27.426,
surge de considerar las subas que habrían resultado en marzo (11,56%), junio (10,89%),
septiembre (9,88%) y diciembre (4,48%).

Las subas otorgadas por decreto fueron, a diferencia de las mencionadas en el párrafo
anterior, de entre 3,75% y 12,96% en marzo y de 6,12% en junio. El resultado acumulado,
de entre 10,1% y 19,9% (dependiendo del nivel de ingresos), fue en todos los casos inferior
al que habría resultado de la ley, de 27.426.

La suspensión de la fórmula aprobada por el Congreso, fue dispuesta por la ley de


solidaridad social, votada en diciembre de 2019, por un plazo de 180 días, que venció a
mitad de año. Pero el Poder Ejecutivo prorrogó esa disposición a través de un decreto de
necesidad y urgencia hasta el 31 de diciembre. Y también llevó hasta ese día el plazo que
tiene una comisión mixta (integrada por funcionarios y legisladores nacionales) para
elaborar un proyecto de ley que incluya una nueva manera de calcular los ajustes periódicos
y automáticos para las jubilaciones y otros ingresos.

Los aumentos que dio el Poder Ejecutivo Nacional fueron menores a la inflación del 36,1%
que hubo en el país el año 2020. El Gobierno nacional dio 4 aumentos en el 2020: un 2,3%
en marzo (junto con una suma fija de $ 1.500), un 6,12% en junio, un 7,5% en septiembre y
un 5% a principios de diciembre. Pero la suma fija de marzo no tuvo la misma importancia
porcentual para los que cobran menos o los que cobran más. Por eso, el aumento en las
jubilaciones varía según qué jubilación se tome: la jubilación mínima, que cobran casi la
mitad de los beneficiarios, aumentó un 35,3% en el año, mientras que los que cobran la
jubilación máxima tuvieron un aumento del 24,3%.

Pero en todos los casos los haberes estuvieron por debajo de la inflación, que fue del
36,1%.

De haberse aplicado la formula suspendida las jubilaciones hubieran aumentado un 42% en


el año 2020.
En cuanto a los Convenios Colectivos, la mayoría de las actividades en el año 2018
rondaron aumentos cercanos al 40%, lo cual se condice más con la inflación. En cuanto a
lasparitarias en el año 2019 fueron de alrededor del 40.9, mientras que la inflación en ese
periodo fue de 53.8% y en el año 2020 se ubicaron entre el 30 y el 35%. Siempre por
debajo de la inflación, pero con aumentos siempre mayores a los otorgados a los jubilados.

Es por eso que siempre se ha propiciado la utilización del índice del peón industrial, ISBIC,
dado que el mismo es el que mejor reflejaba la realidad del obrero raso, el cual puede ser
asimilado a la clase pasiva.

Más aun, la clase pasiva se encuentra más desprotegida que dicho personal, toda vez que
carece de la posibilidad de realizar changas u horas extras para complementar sus magros
ingresos, con el agravante de que los gastos en salud y medicamentos son mucho mayoresal
llegar a la tercera edad.

En el mes de diciembre de 2018, por aplicación de la nueva fórmula de movilidad, los


haberes de los jubilados habrán perdido un 15,7% del poder adquisitivo que tenían en
septiembre de 2017.

Al modificarse la fórmula de movilidad, tanto el Poder Ejecutivo como el Congreso


Nacional, habían asegurado que los jubilados cobrarían en el año 2018 entre un 4% y 5%
por encima de la inflación. A todas luces ocurrió lo contrario.

Una de las principales causas de ello, fue que el Gobierno se “salteó” el primer aumento:
debió aplicarse en diciembre y recién se otorgó en marzo. Además, como los beneficios
sociales se ajustan con un retraso de 6 meses, en un escenario de inflación creciente asegura
una pérdida mensual continúa. La fórmula de movilidad toma en cuenta un 70% de
inflación y 30% de suba de los salarios formales (índice RIPTE) y eso determina una mayor
pérdida porque los

salarios se están ajustando “a la baja”. Además de que cada vez es mayor el desempleo, con
lo cual el índice resulta engañoso. Con la actual fórmula, estos beneficios podrán recibir
aumentos mayores a la suba de los precios, si la inflación empieza a descender y los
salarios crecen más que el índice de precios.

Recientemente, en cuanto a la Ley 27.426 ha dicho la Sala I de la CFASS, en autos


“Lavecchia Roberto c/ Anses s/ Reajustes Varios”, del 08 de marzo de 2019, que la
modificación introducida por el art. 2 de la citada Ley, tiene un neto carácter regresivo, por
cuanto la afectación de la movilidad dispuesta por la Ley anterior se traduce en un perjuicio
económico confiscatorio para el beneficiario, reduciendo en forma retroactiva el monto del
haber que le hubiese correspondido.

Cabe recordar que en el art. 75 la CN fortalece la vigencia del principio de progresividad en


materia previsional.

En virtud de lo expuesto se declara la inconstitucionalidad del art. 2 de la Ley 27.426,


ordenando que, para determinar la actualización de las remuneraciones correspondiente al
mes de marzo de 2018, el cálculo se realice conforme las pautas de la Ley 26.417.

La Corte Suprema ha aceptado la validez de los cambios de los regímenes de movilidad,


esto es, del reemplazo de un método de determinación de incrementos por otro, realizado a
fin de lograr una mejor administración o dar mayor previsibilidad financiera del sistema de
seguridad social; empero, el reconocimiento de esa facultad se encuentra sujeto a una
indudable limitación, ya que tales modificaciones no pueden conducir a reducciones
confiscatorias en los haberes, como está sucediendo en la actualidad.

Ello es así porque la Constitución Nacional ha reconocido el derecho a la movilidad “no


como un enunciado vacío” que el legislador puede llenar de cualquier modo, sino que debe
obrar con el objeto de darle toda su plenitud, que no es otra que la de asegurar a los
beneficiarios el mantenimiento de un nivel de vida acorde con la posición que tuvieron
durante sus años de trabajo.

Para conferir eficacia a la finalidad protectora de la ley fundamental, su reglamentación


debe guardar una razonable vinculación con los cambios que afectan al estándar de vida
que se pretende resguardar, lo que no sucede si el régimen en cuestión termina
desconociendo la realidad que debe atender, con correcciones en los haberes que se apartan
por completo de los indicadores económicos. Fallo “Badaro II” del año 2007.

Permítaseme recordar que la ley 27.426 entró en operatividad en fecha 28/12/2017, y a la


actualidad los beneficios previsionales tuvieron una movilidad muy inferior a la inflación.
Asimismo, el haber mínimo no logra cubrir ni la mitad de la canasta básica jubilatoria; y
debe tenerse presente que el 84% de los jubilados cobran menos de dos haberes mínimos.

Según el INDEC, el Índice de precios al consumidor, variaciones del mes de octubre de


2018 con respecto a diciembre de 2017 oscila en el 34,4%, con variaciones en más según la
zona de la República Argentina. A ello debe incrementarse el deterioro del poder
adquisitivo que vienen sufriendo los beneficiarios de la seguridad social y la población en
general respecto a las cambiantes circunstancias sociales y económicas en cada momento
de la evolución de nuestro país, con una inflación para el año 2018 del orden del 47.6% y
una proyección aun mayor para el año 2019.

Los índices de los párrafos anteriores son oficiales, y sobre un 19,20% de movilidad de la
ley 27.426, la justicia ya ordeno en varios casos en particular que la ley no debía aplicarse
en forma retroactiva, consecuentemente ya existe un desfasaje mayor en el cálculo de
movilidad (14 % de diferencia entre la movilidad según la forma de cálculo de ley 26.417 y
27.426 entre lo devengado y lo percibido) y si lo comparamos con la inflación según los
índices oficiales de INDEC, en lo que va del año el jubilado y pensionado ya perdió un
poder adquisitivo del orden del 14,5% en solo seis meses.

En este sentido, el fiscal federal Gabriel De Vedia en representación del Ministerio Publico,
se pronunció en contra de la ley de reforma previsional 27.426 en cinco expedientes de
amparo y dictaminó que el carácter retroactivo de la norma es inconstitucional porque, si
bien entró en vigencia el 29 de diciembre de 2017, retrotrae su aplicación al mes de julio de
ese mismo año, lapso durante el cual regía la ley 26.417, que establecía otras pautas para el
cálculo de la movilidad jubilatoria. Afirma en el dictamen que en el primer semestre las
jubilaciones, pensiones y
demás prestaciones de la Seguridad Social acumularon una pérdida superior al 4 por ciento,
ya que los aumentos sumaron el 11,73 por ciento, contra una inflación que podría trepar al
16 por ciento. De

Vedia explicó en los escritos que los aumentos de marzo debieron realizarse con la anterior
fórmula, con lo que el ajuste debió llegar al 14,5 por ciento en lugar del 5,7 por ciento que
se aplicó. “La retroactividad es inconstitucional, no quedan dudas y no creo que a esta
altura alguien sostenga que es constitucional porque estaba vigente la otra ley", explicó el
fiscal.

Está claro que la proyección va en aumento y que al momento de analizar el presente caso
seguramente se esté por encima de dicho porcentual.

En este orden el fallo de la Sala 3 de la Cámara Federal de la Seguridad Social, en los autos
“FERNANDEZ PASTOR MIGUEL ANGEL C/ ANSES S/ AMPAROS Y
SUMARISIMOS” (Exp. 138.932/2017) el Dr. Martin Laclau dice refiriéndose a la facultad
reglamentaria: “…Trátase de una cuestión esencialmente política y, en cuanto tal, el debate
ha de darse dentro de ese ámbito, cuidando de evitar la politización de la justicia, lo que iría
en desmedro de la seguridad jurídica.

Claro está que este poder discrecional acordado al legislador no lleva a legitimar cualquier
medida que emane de éste. Si se diera el caso de establecerse pautas de movilidad que se
tradujesen en una disminución desproporcionada del haber del beneficio, resulta indudable
que, en esa situación, las disposiciones legales que las establecieran serían
inconstitucionales, puesto que afectarían la garantía de movilidad de las jubilaciones
emanada de lo dispuesto por el citado art. 14 bis.”

Continuando con los principios que se deben tener presentes con el objeto del presente
planteo de inconstitucionalidad de la ley 27.426, la Corte Suprema de Justicia de la Nación
en el Fallo “Eliff” del año 2009, deja esclarecida la proporcionalidad que debe existir entre
los haberes jubilatorios con relación con los salarios de actividad.
El Máximo Tribunal en el fallo referido, ha destacado que la prestación previsional viene a
sustituir el ingreso que tenía el peticionario como consecuencia de su labor, de

modo que el nivel de vida asegurado por la jubilación debe guardar una relación justa y
razonable con22 el que le proporcionaban al trabajador y a su núcleo familiar las
remuneraciones que venía recibiendo y que definían la cuantía de sus aportes. Ello ha
llevado a privilegiar como principio el de la necesaria proporcionalidad entre los haberes de
pasividad y de actividad".

El principio de Progresividad y la prohibición de la regresividad en materia de Derechos


Sociales. Este es otro punto y principio a ser tenido en cuenta por el Juzgador.

Este retroceso legislativo en el marco de protección, pone a esta ley en grave conflicto con
un principio arquitectónico del Derecho Internacional de los Derechos Humanos en general,
y del PIDESC en particular. En efecto, este último está plenamente informado por el
principio de progresividad, según el cual, todo Estado Parte se "compromete a adoptar
medidas… para lograr progresivamente… la plena efectividad de los derechos aquí
reconocidos" (art. 2.1).

La norma, por lo pronto, "debe interpretarse a la luz del objetivo general, en realidad la
razón de ser, del Pacto, que es establecer claras obligaciones para los Estados Partes con
respecto a la plena efectividad de los derechos de que se trata". Luego, se siguen del citado
art. 2.1 dos consecuencias: por un lado, los estados deben proceder lo "más explícita y
eficazmente posible" a fin de alcanzar dicho objetivo; por el otro, y ello es particularmente
decisivo en el sub lite, "todas las medidas de carácter deliberadamente retroactivo a este
respecto requerirán la consideración más cuidadosa, y deberán justificarse plenamente con
referencia a la totalidad de los derechos previstos en el Pacto y en el contexto del
aprovechamiento pleno del máximo de los recursos de que se disponga". Más todavía;
existe una "fuerte presunción" contraria a que dichas medidas regresivas sean compatibles
con el tratado sobre todo cuando la orientación del PIDESC no es otra que "la mejora
continua de las condiciones de existencia", según reza, preceptivamente, su art. 11.1. La
Corte Suprema de Justicia de la Nación en Fallo "Aquino"(2004). De acuerdo a lo
expuesto, se trata de una Ley que debe ser tachada de inconstitucional ya que se aparta
claramente de los principios anteriormente mencionados.

Como hecho más notorio y de acuerdo a lo expuesto precedentemente la ley 27.426 crea un
nuevo sistema de movilidad ligado NO a los salarios sino a los índices de inflación. La

conveniencia económica-monetaria de un sistema u otro (ajuste por salarios o por inflación)


dependerá de la evolución de la economía siendo en momentos tal vez uno más favorable
que el otro.

No obstante, esto, la conveniencia monetaria se aparta de los principios establecidos por la


Corte Suprema.

Respecto a la Progresividad, no cabe duda que la reforma en el mecanismo de movilidad es


claramente regresiva, porque modifica en contra de 17 millones de personas (jubilados,
Asignación Universal por Hijo, Prestaciones no contributivas, personas que cobran
Asignaciones

Familiares, Veteranos de Guerra, etc.), en forma retroactiva, tanto el período a considerar


como los índices de ajuste reduciendo un aumento que tendría que ser del 12%
aproximadamente a un 5,2% y con un retraso de cinco meses (octubre /febrero).

A mayor abundamiento la aplicación de la Ley 27.426, que modifica la Ley 26.417, de


manera retroactiva ya que la primera actualización en base a la movilidad dispuesta en el
artículo 1° de la normativa cuestionada, se hizo efectiva a partir del 1° de marzo de 2018 de
acuerdo a la variación experimentada por el Nivel General del Índice de Precios al
Consumidor Nacional elaborado por el INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA Y
CENSOS (INDEC), para el tercer trimestre del año 2017. Conforme a lo que establecía la
Ley 26.417, el incremento de marzo debía realizarse conforme a los movimientos del
periodo 07/2017 a 12/2017, periodos que ya se habían devengado casi en su totalidad a la
fecha de entrada en vigencia de la Ley 27.426.

Sin dudas, esta normativa se aplica retroactivamente apartándose del Art. 7 del Código
Civil y Comercial que establece: “ARTICULO 7°. - Eficacia temporal. A partir de su
entrada en vigencia, las leyes se aplican a las consecuencias de las relaciones y situaciones
jurídicas existentes.

Las leyes no tienen efecto retroactivo, sean o no de orden público, excepto disposición en
contrario.

La retroactividad establecida por la ley no puede afectar derechos amparados por garantías

Constitucionales”

Continuando con el planteo incoado, otro punto cuestionable es el universo de


BENEFICIARIOS DEL SISTEMA QUE ADHIRIERON AL PROGRAMA NACIONAL
DE REPARACIÓN HISTÓRICA IMPLEMENTADO POR LA LEY 27.260.

Los beneficiarios que aceptaron ingresar al programa y “someterse” a los términos del
mismo homologando ante la Justicia Federal dichos acuerdos, acordaron con la Anses que
desde el 1° de enero de 2007, se aplicarían los aumentos generales, y las movilidades
dispuestas en la Ley N° 26.417. Dichos firmantes, expresamente convinieron acogerse a un
régimen de movilidad que intempestivamente les fue modificado, imponiéndoseles un
nuevo régimen que nada tiene que ver con aquel que habían suscripto. A estos
jubilados/pensionados, la demandada ANSES unilateralmente les modifica las condiciones
que habían pactado; condiciones que algunos habían considerado al momento de desistir de
juicios que tenían en trámite.

Por otro lado, el "Programa Nacional de Reparación Histórica para Jubilados y


Pensionados" -ley 27.260-, se aplica a los beneficiarios "que voluntariamente decidan
participar…".

Del análisis expuesto, podemos decir que el sistema previsional argentino debe ser
oportuna y coherentemente modificado, luego de un profundo debate especializado, atento
a las deficiencias que presenta; pero, en el estado actual, y de conformidad con lo ya
expuesto se desprende que la Ley posee insolvencias en virtud de las cuales debe decretarse
la inconstitucionalidad de la misma.
X- SE APLIQUEN LOS FALLOS BETANCUR Y HARTMANN

Sin prejuicio de la aplicación del sistema de reajuste del haber inicial, la


jurisprudencia recientemente ha establecido de manera indiscutible un mínimo para el haber
inicial consistente en el 70% del promedio de las remuneraciones actualizadas de los últimos
120 meses de aportes anteriores al cese del trabajador.
Ello ha sucedido así en la sentencia definitiva Nº:132.851/10 Expte Nº
10.312/08 SALA III de la Cámara Federal de la Seguridad Social en autos “BETANCUR
JOSE C/ANSES S/ REAJUSTES VARIOS” de fecha 19/10/10.
En dicho fallo, se ha reafirmado que la adecuada proporción del haber de
pasividad en relación con los ingresos ganados por el trabajador en actividad y de pasividad
en relación con los ingresos ganados por el trabajador en actividad sobre los que debió
aportar , no es más que una derivación directa e inmediata del mandato contenido en el art.
14 bis tercer párrafo de la C.N que impone al estado otorgar los beneficios de la seguridad
social con carácter integrar e irrenunciable, a la vez que asegurar el derecho a “ jubilaciones
y pensiones móviles”
Bajo esa premisa se reivindica el carácter de sustitutivo del haber previsional.
pues “la jubilación constituye una consecuencia de la remuneración que percibía el
beneficiario como contraprestación de su actividad laboral , y se afirma ( por aplicación del
artículo 156 originario de la ley 24241 que la tasa mínima de sustitución de una prestación de
vejez o de invalidez acordada con arreglo al sistema integrado de jubilaciones y pensiones
( ahora S.I.P.A) para un trabajador dependiente no ha de ser inferior al 70% del promedio
de las remuneraciones actualizadas de los últimos diez años a computar , es decir , la misma
tasa otrora prevista por el art.49 de la ley 18037 t.o 1976 , resultando insuficiente y
confiscatorio guarismo inferior.
También, se debe tener en cuenta el fallo que ha resuelto recientemente, la
Excma. Cámara de Seguridad Social, Sala 2, en los autos “HARTMANN GABRIEL
LEONIDIO c/ ANSES s/REAJUSTES VARIOS” Expediente Nº 79740/2014, en el que
establece que “…En el caso de que el haber inicial del actor, calculado conforme a los
parámetros de esta sentencia, fuera inferior al 70 % del promedio de las últimas ciento
veinte remuneraciones actualizadas, el organismo demandado deberá reconocer y sufragar
al actor la diferencia correspondiente hasta alcanzar este porcentaje mínimo…”
XI- RESPECTO DE LA APLICACIÓN DE LA
RESOLUCION 56/2018 ANSES y 01/2018 SSS. FALLO BLANCO LUCIO
ORLANDO y Decreto 807/2016.

La mencionada Resolución 56/2018 de Anses, dispone la aplicación del índice combinado


para la actualización de las remuneraciones de beneficios con altas anteriores a AGOSTO
DE 2016, y su fundamento es la ausencia de norma para su aplicación.

Para la determinación de la Prestación Compensatoria como para la Prestación Adicional


por Permanencia en servicios en relación de dependencia, se promedian las 120 últimas
remuneraciones sujetas a aportes y contribuciones, “actualizadas”; y dice Anses
reglamentará la aplicación del índice salarial a utilizar; y este índice será de carácter
OFICIAL.

Así es como respecto a las remuneraciones por periodos anteriores al 31/03/1991, Anses
aplico la Resolución 140/95. La Resolución 298/2008 de Anses, empalma los índices de la
Resolución 140/95 con los aumentos oficiales otorgados por decreto del PEN.

La ley 26.417, actualiza las remuneraciones -devengadas antes- (art 2) conforme lo previsto
en el texto original de la 24.241 y sus disposiciones reglamentarias (Resol Anses140/95,
ISBIC).

Las devengadas después de la sanción de la Ley 26.417 (arts. 2 y 12). - Posteriormente se


sanciona la ley 27.260 (Ley de Reparación Histórica) arts. 1 y 4, donde se emplea para
actualizar las remuneraciones el INGR hasta el 3/95, RIPTE hasta el 6/2008 y la ley 26.417,
de conformidad con el Decreto 807/16 arts. 1 y 5 alta posterior al 8/2016.

Consecuentemente resulta nula de nulidad absoluta e insalvable la fundamentación de la


Resolución 56/2018 que se basa en la inexistencia de normativa que se aplicara por el
mismo Organismo Previsional con anterioridad. Ello desde su planteo y origen, resulta
claramente Inconstitucional y nula dicha normativa por carecer de sustento jurídico y legal
su fundamentación.

Claramente durante la totalidad de los periodos detallados existió normativa y la ANSES la


aplico, en consecuencia, al encontrarse viciada la fundamentación de la Norma Resolución
56/2018 de ANSES, debe declararse su inconstitucionalidad.

Mas aun, el 18 de diciembre de 2018 la CSJN falló en autos "Blanco, Lucio Orlando c/
Anses s/ reajustes varios", en el cual declaró confirmar la aplicación al caso del precedente
"Elliff" y declarar la inconstitucionalidad de las resoluciones de Anses N° 56/2018 y de la
Secretaría
de Seguridad Social N°1/2018.

Al igual que en el citado caso Blanco en el presente caso no resultan aplicables las
Resoluciones Anses 56/2018 y SSS 01/2018, en cuanto determinan la actualización de las
remuneraciones por el índice RIPTE.

Cabe recordar que el Congreso Nacional, debido al mandato conferido por la Constitución
Nacional debe establecer por Ley “…jubilaciones y pensiones móviles…”, Art. 14 bis de la
misma.

Recién con el dictado de la Ley 26.417 el Congreso Nacional reasume su deber de elegir el
índice de actualización de los salarios.

Erróneamente la Anses sustenta su facultad de dictar la Resolución 56/2018 en el art. 36 de


la Ley 24.241, el cual claramente no le da facultades para ello.

A raíz de ello la secretaria de Seguridad Social, tratando de enmendar tal error, dicta la
Resolución 01/2018, careciendo también de facultades para ello, toda vez que el nuevo art.
24 de la Ley 24.241, modificado por la Ley 26.417, solo le otorga a la secretaria la potestad
de establecer los procedimientos de cálculo del promedio de remuneraciones.
Continua la Corte en el precedente citado indicando que “…la elección de la variable de
ajuste no es un aspecto menor, de detalle, referente al cumplimiento del régimen de
jubilaciones, sino que es una cuestión de la mayor relevancia pues tiene directa incidencia
sobre el contenido económico de las prestaciones, pudiendo afectar el mandato protectorio
del art. 14 bis de la Constitución Nacional o el derecho de propiedad de los
beneficiarios…” … En efecto, no puede admitirse el ejercicio de una potestad de exclusivo
resorte del Poder Legislativo Nacional, ejecutada por ese departamento del Estado desde el
año 2008 en dos oportunidades (leyes 26.417 y 27.426) …”. “...el alcance del poder que el
constituyente ha otorgado al Congreso de regular la distribución de "los beneficios de la
seguridad social" debe inscribirse en una comprensión que enlaza la realización del
proyecto social de la Constitución Nacional con el juicio y decisión de los representantes
del pueblo y de las provincias… La intervención indebida que lleva a cabo el Poder
Ejecutivo Nacional … al dictar y ratificar la resolución N°56/2018 sin tener la potestad
constitucional para hacerlo, contradice el art. 14 bis de la Ley Fundamental que conjuga el
ideal representativo con la realización de los derechos sociales. Asimismo, transgrede la
regla básica republicana según la cual cada poder del Estado Federal debe actuar dentro de
su ámbito de competencia…También desconoce que las normas que desde hace más de
cincuenta años han reconocido las obligaciones del Estado de tutelar al trabajador en
situación de pasividad no pueden ser entendidas fuera de la nueva cláusula del progreso
(art. 75, inciso 19, de la Constitución Nacional), según la cual corresponde al Congreso
proveer lo conducente "al desarrollo humano" y "al progreso económico con justicia
social…"… que la decisión que se adopta en la presente causa se enrola dentro de la
jurisprudencia de esta Corte Suprema en materia de seguridad social, en la que el Tribunal
se ha manifestado particularmente sensible a las cuestiones que atañen al resguardo de los
créditos pertenecientes a la clase pasiva, grupo vulnerable e históricamente postergado,
procurando con sus decisiones hacer efectiva la protección que la Constitución Nacional
garantiza a la ancianidad (art. 75, inc. 23). Con este objetivo, declaró la
inconstitucionalidad de normas procesales que conspiraban contra la
celeridad de los procesos previsionales (Fallos: 328:566 "Itzcovich"); reconoció el derecho
al reajuste de las prestaciones previsionales y la movilidad jubilatoria (Fallos: 328:1602
"Sánchez" y 329:3089 "Badaro"); admitió la actualización de las remuneraciones a los fines
de los cálculos de los haberes jubilatorios (Fallos: 332:1914 "Elliff");reconoció el derecho a
la devolución de los aportes voluntarios efectuados al sistema de capitalización (Fallos:
337:1564 "Villarreal"); reconoció la naturaleza previsional de la renta vitalicia
extendiéndole la garantía de la movilidad y garantizó la percepción de una suma
equivalente al haber mínimo del régimen ordinario (Fallos: 338:1092 y 339:61 "Etchart" y
"Deprati", respectivamente), y tomó diversas decisiones en materia de atribución de
competencia
judicial con el objeto de evitar la postergación injustificada en la tramitación de las causas
(Fallos: 337:530 y 339:740 "Pedraza" y "Constantino", respectivamente).

Que razones de seguridad jurídica también deben ser consideradas, ya que esta Corte
Suprema de Justicia de la Nación se ha pronunciado en numerosas oportunidades aplicando
el citado precedente "Elliff", del cual no cabe apartarse, excepto que hubiera una razón
suficiente y excepcional.

Un principio de justicia que goza de amplio consenso es aquel que manda desarrollar las
libertades y derechos individuales hasta el
nivel más alto compatible con su igual distribución entre todos los sujetos que conviven en
una sociedad dada, así como introducir desigualdades excepcionales con la finalidad de
maximizar la porción que corresponde al grupo de los menos favorecidos… Estos
principios se adecuan a la regla de la igualdad (art. 16 de la Constitución Nacional) y se
compadecen con la distribución diferenciada a través de medidas de acción positiva
destinadas a garantizar la igualdad real de oportunidades y el pleno goce de los derechos
reconocidos por la Carta Magna y los tratados internacionales vigentes sobre derechos
humanos, en particular respecto de los niños, las mujeres, los ancianos y las personas con
discapacidad…Cabe destacar que es precisamente en tiempos de crisis económica cuando
la actualidad de los derechos sociales cobra su máximo significado. En tales etapas críticas,
deben profundizarse las respuestas institucionales en favor de los grupos más débiles y
postergados, pues son las democracias avanzadas y maduras las que refuerzan la capacidad
de los individuos y atienden las situaciones de vulnerabilidad en momentos coyunturales
adversos… los Estados Partes deben elaborar una estrategia nacional para lograr que se
ponga plenamente en práctica el derecho a la seguridad social, y asignar suficientes
recursos fiscales y de otro tipo a nivel nacional (conf. Observación General 19 del Comité
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, punto 41)…”.

XII- TOPES

a- Artículo 9 inc. 3

El artículo 9 de la ley 24.463 establece los llamados topes máximos, los que
justifica en el principio de solidaridad que rige el sistema. Esta limitación a la percepción del
haber, resulta lesiva al artículo 17 de la CN. En el supuesto de que la correspondiente
liquidación arroje un haber que supere el tope, teniendo dicha limitación carácter
confiscatorio, solicito expresamente se decrete la inaplicabilidad del tope establecido en el
artículo 9 inc. 3. (Conforme fallo “Tudor”, aplicando la solución que anteriormente hubiera
adoptado respecto del artículo 55 de la ley 18.037 en “Actis Caporale”).

Los Topes de los arts. 9, 24 y 25 de la ley 24.241 reglamentados por art. 3 del
dto. 679/95 y art 14 res. 6/2009, que establecen que las remuneraciones actualizadas no
deberán superar el monto máximo de la base imponible establecida en el artículo 9º de la Ley
Nº 24.241 para el cálculo de la PC, se traducen en una desproporción entre haber previsional
y el salario, no cumpliendo con el principio sustitutivo de la jubilación. Es por ello que
solicito la inconstitucionalidad de dichos topes conforme fallos Cruz, Tadeo, Melfi Alejandro
de la Sala 2, y Fallo Bispoli Luis Jorge c/ ANSeS s/ reajustes varios.

Vale señalar que el único tope máximo previsto por la ley 24.463, que sería a las
prestaciones de la ley 24.241, es el previsto en el art. 9, apartado 3ero, pues lo contemplado
en el apartado 2do. (escala de deducciones), comprende únicamente a las prestaciones
otorgadas en virtud de leyes anteriores a la ley 24.241 que no tengan previsto un tope
máximo menor, motivo por el cual si, luego de la declaración de inconstitucionalidad del
tope citado, la Anses afecta el beneficio del titular con la deducción de la tabla del art. 9,
apartado 2do. de la ley 24.463, incurre en un obrar ilegítimo.

La Sala II de la CFSS declaró también en el fallo “Cruz Oscar Tadeo”, del 5/10/2010, la
inconstitucionalidad del artículo 9 de la ley 24.463. Entendió que: El art. 25 de la ley
24.241 prevé que para establecer el promedio de las remuneraciones no se considerará el
sueldo anual complementario ni los importes que en virtud de lo previsto en el segundo
párrafo del artículo 9º excedan el máximo fijado en el primer párrafo del mismo artículo -
limitación que se aplica a las remuneraciones imponibles devengadas con posterioridad al
1º de febrero de 1994 (decreto 679/95) (21)…Toda vez que, en el caso, las remuneraciones
computables a los fines del art. 24 de la ley 24241, se situaron entre los años 1990 y 1999 y
de este modo, las comprendidas a partir del 10 de febrero de 1994 fueron limitadas en la
suma de $4800, la aplicación del tope cuantitativo previsto por el art. 25 limita la
percepción del beneficio, atentando contra la proporción justa y razonable que debe existir
entre el haber de pasividad y el de actividad, situación que se ve afectada si en el cálculo
del haber jubilatorio no se reflejaran las variaciones que se produjeron en las
remuneraciones… Corresponde declarar la inconstitucionalidad del artículo 25 de la ley
24.241 y su reglamentación, en tanto su aplicación irrestricta afecte la justa
proporcionalidad entre el haber de actividad y el haber jubilatorio y su aplicación importe
una diferencia superior al 15%, apoderamiento que ha sido considerado confiscatorio. “.
“…como lo ha señalado el Alto Tribunal de la Nación en innumerables precedentes sólo se
considera razonable cualquier reducción que no supere el 15% del haber liquidado, como
una contribución solidaria a la Seguridad Social por parte de quienes poseen mayor
capacidad económica. En consecuencia, corresponde declarar la inconstitucionalidad del
artículo 9 de la ley 24.463 en la medida que su aplicación determine una merma en el haber
del interesado superior al límite del 15% admitido por nuestro Máximo Tribunal de Justicia
(Fallos 331:1620)”.

Por último, vale citar los fallos “Mateo, Norma Josefina c/ Anses s/ ejecución previsional”,
Cámara Federal de la Seguridad Social, Sala I, 3/10/08 y en “Dorcazberro, Martha c/
A.N.Se.S. s/ Ejecución previsional”, C.F.S.S., Sala I, sent. int. 72893, 10.09.08.
b-Art. 24 y 25 de la Ley 24241
Los Arts. 24 y 25 han sido reglamentados a partir del 01 de marzo de 2009 mediante la
Resolución SSS 6/2009, la cual en su art. Art. 14 establece en el Apartado b) que en el caso
en que las remuneraciones actualizadas en cada mes analizado superen el máximo
establecido en el artículo 9º de la Ley Nº 24.241, texto sustituido por el artículo 1º de la Ley
Nº 26.222, deberá tenerse en cuenta como tope para cada mes, aquél vigente a la cesación
de servicios entendida en los términos definidos en el apartado 1. Estarán exentas de este
límite las remuneraciones imponibles devengadas con anterioridad al 1º de febrero de 1994.

Para el hipotético y poco probable caso de que la misma sea tenida en cuenta para
recalcular el haber previsional solicito que sea tachada de inconstitucional.

Ello a tenor de lo dispuesto por la Sala II de la CFASS en autos “LOREFICE HUMBERTO


FRANCISCO C/ANSES S/REAJUSTES VARIOS”, …” de confirmar la aplicación del
tope cuantitativo previsto por el art. 25 bajo análisis se limitaría la percepción del beneficio,
atentando contra la proporción justa y razonable que debe existir entre el haber de pasividad
y el de actividad, situación que se vería afectada si en el cálculo del haber jubilatorio no se
reflejaran las variaciones que se produjeron en las remuneraciones (causas “Sánchez” y
“Monzo” en Fallos: 328:1602, 2833
y 329:3211) … En virtud de ello y toda vez que de las constancias obrantes en autos surge
que las remuneraciones … superan el mentado límite en varios períodos, corresponde
admitir el agravio deducido y declarar la inconstitucionalidad del artículo 25 de la ley
24.241 y su reglamentación, en tanto su aplicación irrestricta afecte la justa
proporcionalidad entre el haber de actividad y el haber jubilatorio y su aplicación importe
una diferencia superior al 15% apoderamiento que ha sido considerado confiscatorio…”.
.

c - Articulo 26 de la ley 24241

El art. 26 originario de la ley 24.241, dispuso que el AMPO y ahora


MOPRE interviene en la fijación del monto máximo del beneficio. Su reforma la cual
establece que la prestación compensatoria será el equivalente a una vez el MOPRE por
cada año de servicios con aportes computados (texto según el decreto 833/97, art. 3°),
resulta manifiestamente inconstitucional en varios aspectos. Corresponde citar el fallo Cruz
Oscar Tadeo c/ ANSeS de la Cámara Federal de la Seguridad Social, Sala 2.

El decreto de necesidad y urgencia 833/97 en su art. 3° cambió la sigla


AMPO por la nueva MOPRE (art. 21 de la ley 24.241). Lo cual en la práctica significa que
se pasa de una unidad de referencia dada por la división de la masa de aportes por el
número de aportantes, a un módulo previsional totalmente discrecional y que depende de
la voluntad de los funcionarios que proyectan y aprueban las pertinentes partidas
presupuestarias.

Cabe aquí hacer algunas consideraciones de importancia:

1) La primera inconstitucionalidad está dada por el hecho de que un decreto ha


modificado una ley de rango superior, situación que en un Estado de derecho no cabe
admitir.

2) El art. 21 en el cual se establece que "el módulo previsional (MOPRE) se


considerará como unidad de referencia para establecer la movilidad de las prestaciones del
régimen de reparto..." se encuentra en contradicción con lo establecido en el art. 32 de la
ley 24.241, el cual dispone que la movilidad del régimen de reparto será materia de
decisiones del propio Congreso.
3) Por vía de decreto la autoridad de aplicación será el Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social y de Economía, Obras y Servicios Públicos, según las previsiones
presupuestarias de esta manera pierde atribuciones la Secretaría de Seguridad Social y los
haberes jubilatorios quedan supeditados a una valoración económica sin ninguna clase de
referente, salvo la voluntad de la autoridad de aplicación.
4) Asimismo el art. 3° de la ley 24.463 estableció, al modificar el art. 17 de la
ley 24.241 que "La ley de presupuesto determinará el importe mínimo y máximo de las
prestaciones del régimen público. Todas las normas mencionadas son manifiestamente
inconstitucionales por encontrarse en pugna con la debida proporcionalidad que debe existir
entre el haber jubilatorio y el haber de actividad, cuyo carácter sustitutivo es ampliamente
reconocido por la jurisprudencia y que resulta ser análoga a la situación que se
presentaba con el antiguo art. 55 de la ley 18.037, C.N.A.S.S., Sala II, sent. N° 416 del 10
de abril de 1990 "RONDAN, Isidra Bernardina c/ Caja Nac. Prev. de la Ind. Com. y Act.
Civiles para mencionar algún fallo ya que la jurisprudencia de las tres Salas de la
C.N.A.S.S. es unánime al respecto, como así también la de la Corte Suprema de Justicia
de la Nación. "Del Azar Suaya, Abraham c/INPS - Caja Nacional de Previsión de la
Industria Comercio y Act. Civiles". D.429. XXVIII. Por lo expuesto, solicita que no se
haga lugar a la aplicación de topes.

XIII-NO SE APLIQUE DESCUENTO DEL IMPUESTO A LAS


GANANCIAS SOBRE EL RETROACTIVO
En análisis de la cuestión planteada, es dable señalar que el art. 20 inc. v) de la
ley 20.628 establece que están exentos del gravamen “los intereses reconocidos en sede
judicial o administrativa como accesorios del crédito laboral”.

Como se estableció en la causa Rodríguez Ricardo c/ ANSES “el dinero


correspondiente a la retroactividad pertenece a un derecho de naturaleza previsional y un
reconocimiento a favor de las personas en pasividad para que puedan mantener el mismo
grado de dignidad en la vejez destinado a sufragar necesidades existenciales”. “Las
diferencias abonadas y sus intereses no son una ganancia sino un retorno social y que
gravarlas con impuestos es gravar una prestación de carácter social.”
En concordancia con lo expuesto precedentemente , la Cámara Federal de la
Seguridad Social sala I , en autos “Castiñeira Darma Emilia c/ Anses S/ Ejecución
Previsional” sostuvo que no corresponde la retención de impuesto a las ganancias sobre el
retroactivo que percibe el jubilado , fundamento su decisión en el hecho de que las
jubilación y pensiones no serian ganancias sino un “retorno social “, contraprestación de los
aportes efectuados durante su vida laboral .El retroactivo de un juicio de reajuste implica el
pago de “ diferencias por prestaciones previsionales mal abonadas” y por ende, tampoco
resulta pasible de retención de impuesto a las ganancias.
Asimismo , en los autos caratulados “Fornari Silvia c/ Afip” la Cámara Federal de
Apelaciones de General Roca sostuvo que “el haber previsional no es un provecho o fruto
de tratos con otros , mucho menos de índole mercantil , sino que es un ingreso que se tiene
cuya causa o titulo no es una contraprestación del jubilado sino un hecho anterior ya
finiquitado , que fue la realización de una cantidad determinada de aportes durante su vida
económicamente activa y el haber ligado a la edad estipulada”. Y agrego: “la capacidad
contributiva, que surge implícitamente de los arts. 4,16,17,28,33 de la CN consiste en la
aptitud económico- social para contribuir al sostenimiento del Estado y se manifiesta de
tres formas : el consumo, la renta y el capital. De modo que el hecho imponible no se
configura cuando se percibe el haber jubilatorio pues este no es una manifestación de un
capital o de una renta gravados y por lo expuesto no hay capacidad contributiva.

La Cámara Federal de la Seguridad Social Sala II, se ha pronunciado


respecto a la competencia de la Justicia Federal de la Seguridad Social para entender en los
reclamos de reajuste de haber previsional y de retención del impuesto a las ganancias en los
autos “Cabral, Martín Alfredo c/ ANSeS s/Reajustes varios”, Expte. 60391/12, sentencia
de fecha 18/9/17 y sostuvo que:…“es competente la Justicia Federal de la Seguridad
Social para entender en la demanda en la que se reclama el reajuste del haber previsional
y la pretensión de que se declare la inconstitucionalidad del art. 79 inc. “c” de la Ley
20.628 de impuesto a las ganancias”.

La Sala III de la Cámara de la Seguridad Social en la causa “Ferrer


Miguel Alberto c/ ANSES s/Reajustes varios” sostuvo que “la posible afectación de
diversos principios constitucionales como consecuencia de una quita confiscatoria o muy
significativa sobre el haber de una persona en situación de pasividad (en concepto de
impuesto a las ganancias), le impone al Juez de la Seguridad Social el deber constitucional
y legal de velar por su intangibilidad e irrenunciabilidad, en el marco de su competencia por
razón de la materia que le asigna expresamente la ley (CPCCN, art. 5, primer párrafo).

El vínculo que existe entre el derecho prestacional y su concreción


económica razonable deviene inescindible, por lo que cuando un factor exógeno lo alterara
y un magistrado fuese convocado por su titular para restablecerlo en su integridad, éste no
podría resignar su competencia sin riesgo de incumplir un deber funcional primario atinente
a la potestad jurisdiccional que ejerce por mandato constitucional y legal sobre una materia
jurídica específicamente contemplada por la Ley Suprema (C.N. art. 75 inc. 12).
Es el juez de la seguridad social es el que debe velar por la protección de
cualquier prestación vinculada a esta materia cuando su poder adquisitivo fuera afectado
por una quita que el actor tachara de inconstitucional, de tal suerte que resultaría, en
principio, vedada cualquier abdicación competencial que implicara derivar la solución de
un caso concerniente al derecho de la seguridad social, a un juez con competencia ajena a
esta materia. Si ello sucediera, la protección convencional y constitucional sobre estos
derechos sensibles o menesterosos de protección se esfumaría de manera irremediable”.

Asimismo, la Corte Suprema en el fallo “García María Isabel c/ afip s/


acción meramente declarativa de inconstitucionalidad” sentencia de fecha 26/05/19
manifiesto que el colectivo de jubilados y pensionados representa un sector vulnerable de la
sociedad y que no es posible comparar la situaciones de los pasivos con la de los activos y ,
por ende merecen un tratamiento diferente.
El más alto tribunal ordeno el cese de la retención del impuesto a las
ganancias junto con el reintegro de las sumas retroactivas adeudadas fundamentando
que…“ La garantía de igualdad ante la ley radica en consagrar un trato legal igualitario a
quienes se hallan en una razonable igualdad de circunstancias.
En materia impositiva, el principio de igualdad no solo exige la creación de
categorías tributarias razonables (Fallos: 150:189; 160:247) sino que también prohíbe la
posibilidad de unificar las consecuencias tributarias para situaciones que en la realidad son
distintas es tan injusto gravar en distinta forma a quienes tienen iguales medios como
imponer la misma contribución a quienes están en desigual situación. Que la reforma
constitucional introducida en 1994 dio un nuevo impulso al desarrollo del principio de
igualdad sustancial para el logro de una tutela efectiva de colectivos de personas en
situación de vulnerabilidad, estableciendo "medidas de acción positiva" -traducidas tanto
en "discriminaciones inversas" cuanto en la asignación de "cuotas benignas "- en beneficio
de ellas.
Esta Corte Suprema en materia de seguridad social, se ha manifestado
particularmente sensible a las cuestiones que atañen al resguardo de los créditos
pertenecientes a la clase pasiva, grupo vulnerable e históricamente postergado, procurando
con sus decisiones hacer efectiva la protección que la Constitución Nacional garantiza a la
ancianidad (art. 75, inc. 23).
La actora contaba en 2015, al deducir la demanda, con 79 años de edad, padecía
problemas de salud que no fueron controvertidos y los descuentos realizados en su beneficio
jubilatorio fueron reconocidos por la propia demandada. Tales circunstancias, comprobadas
en la causa, convierten a la tipología originaria del legislador, carente de matices, en una
manifestación estatal incoherente e irrazonable, violatoria de la Constitución Nacional. Es
probable que la falta de percepción fina respecto de la subcategorización de los jubilados,
incorporando los elementos relevantes de la vulnerabilidad a la capacidad económica inicial,
se explique por la reiteración de un standard patrimonial escogido varias décadas atrás en las
que era tecnológicamente imposible distinguir -dentro del universo rotulado como
"jubilados"- entre quienes son vulnerables en mayor o menor medida. Hoy esta
diferenciación puede extraerse -cuanto menos en sus trazos más notorios, que es lo que busca
el legislador- a partir de la propia información registral en poder del Estado. Bastaría con
cruzar los datos de los departamentos previsionales y asistenciales estatales competentes para
generar subclasificaciones que conformaran estándares impregnados de justicia y
simplificaran la tarea revisora de los tribunales. La falta de consideración de esta
circunstancia como pauta de diferenciación tributaria supone igualar a los vulnerables con
quienes no lo son, desconociendo la incidencia económica que la carga fiscal genera en la
formulación del presupuesto de gastos que la fragilidad irroga, colocando al colectivo
considerado en una situación de notoria e injusta desventaja” .
La Cámara Federal de la Seguridad Social , Sala II ,recientemente se expidió
en autos “Calderale Leonardo Gualberto c/ Anses s/ Reajustes Varios” Expte. 17477/2012
sentencia de fecha 16/05/17 en el que la actora solicito se declare la inconstitucionalidad del
tercer párrafo del inc.i de los arts. 20 y 79 inc.c de la Ley de impuesto a las Ganancias y se
considero que : “… el juez debe velar por el cumplimiento del mandato constitucional ,
protegiendo la cuantia de los haberes previsionales de cualquier quita o disminución que
resulte confiscatoria sobre el haber de una persona en situación de pasividad ( en el caso, en
concepto de impuesto a las ganancias) , le impone al Juez de la Seguridad Social el deber
constitucional y legal de velar por su intangibilidad (CN art. 14 bis : “Estado otorgará los
beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e irrenunciable“). En el
marco de su competencia por razón de la materia que le asigna expresamente la ley (CPCCN
art 5, primer párrafo). La naturaleza jurídica de las prestaciones previsionales como
contraprestación por el sufrimiento de una contingencia, no se asemeja ni puede equipararse
con una renta o rendimiento derivada de una actividad con fines de lucro.
Se resolvió: respecto a la retención de las sumas retroactivas ya me he expedido en
inumerables votos declarándolas exentas de tributar impuesto a las ganancias”.
Cabe destacar que, la Corte Suprema de Justicia convalidó el fallo citado ut-supra.
Por lo expuesto precedentemente, solicita que no se haga lugar a la
retención del impuesto a las ganancias ni sobre el haber percibido ni sobre el retroactivo
teniendo en cuenta que se trata de una persona vulnerable mayor de 70 años.-

XIV - SE APLIQUE TASA ACTIVA


Dadas las circunstancias socioeconómicas actuales obligan a
cuestionarlo y a preguntarse “si la aplicación de los intereses de la tasa pasiva aún
satisfacen la función resarcitoria integral”. Esto es así por haber quedado la persona sin
acceso a parte del dinero que le correspondía. Cabe destacar que la tasa activa beneficia al
jubilado ya que es más alta que la pasiva, debido a que se calcula en base al costo de los
préstamos otorgados por el sistema financiero y no según los intereses que los bancos
pagan a los ahorristas.

Asi lo dispuso la Sala II de la CFSS en autos : “CALDERON JULIO


ALBERTO c/ ANSES s/REAJUSTES VARIOS”, CAUSA Nº16909/2012 , con relación a
la tasa de interés que corresponde aplicar sobre las diferencias adeudadas, la imposibilidad
legal de utilizar mecanismos de actualización monetaria en períodos de alta inflación,
sumado a ello la naturaleza alimentaria que ostenta el crédito previsional reclamado, torna
necesario establecer una tasa de interés que compense razonablemente la imposibilidad del
uso del dinero, la pérdida de su poder adquisitivo por el transcurso del tiempo y asegure al
acreedor la integralidad de su crédito (“idem” CNAT, Acta Nº2658 del 8/11/17), lo cual
sólo puede lograrse mediante la tasa activa de la cartera general (préstamos) nominal anual
vencida a treinta días, que publica el Banco de la Nación Argentina (v. CFSS, Sala II
“Hermida Eduardo c/ ANSeS s/ Reajustes Varios”, sentencia del 2 de mayo de 2016).

En autos "D.C. c/ANSES s/reajustes varios"( esta persona no ha querido


develar su identidad ), el juzgado de Seguridad Social N° 5 declaró que el organismo
previsional deberá incrementar el monto retroactivo por reajuste de haberes utilizando la
tasa de interés activa del Banco Nación. El sentenciante citó un antecedente de otro fuero -
el caso “Samudio”, analizado en la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil-, en el que
no sólo se determinó que la tasa pasiva no alcanzaba para compensar el daño causado al
acreedor sino que se cuestionó el “beneficio” que obtiene un deudor moroso cuando la
actualización de los montos es insuficiente con respecto a la desvalorización del peso.
El juez valoró que la Anses tiene una conducta “reiterada y abusiva”, que
consiste en “desconocer e incumplir la normativa vigente en materia de otorgamiento de
beneficios”, lo cual obliga a los jubilados a ir a la Justicia a reclamar por sus derechos.

Paralelamente, expresó que el comportamiento de aquélla “ha otorgado carácter


normal a una situación notoriamente irregular”, en referencia a la alta litigiosidad.

XV-COSTAS

El artículo 21 de la ley 24.463 establece “en todos los casos las costas serán
por su orden”, con ello se está afectando el principio de igualdad. Articulo 16 CN.
Esto parecía tener más fundamento previo a la sanción de la ley 24.463, dado que
el organismo previsional no era considerado parte contraria en la instancia judicial, hecho
que fue expresamente modificado por el artículo 15 de la referida norma constitucional.
Como bien lo advirtiera la Excma. Cámara Federal de La Plata (Sala III)
en el Expte. Nº451054862/2012 “Incidente de apelación de De Paul Alicia Marcela en
autos De Paul Alicia Marcela c/ ANSES – PEN s/ Amparo Ley 16986”- “…corresponde
declarar la inconstitucionalidad del art. 21 de la ley 24.463 en su aplicación al caso, por
resultar contrario al carácter integral e irrenunciable de los beneficios de la
seguridad social, a la garantía de igualdad y al derecho de propiedad (artículos 14
bis, 16 y 17 de la Constitución Nacional). No puede obviarse la naturaleza de la
cuestión que se debate en el presente, de contenido alimentario y vital, así como
la conducta asumida en este contexto por el ente demandado…” (del voto del Dr.
Carlos Vallefín) .A lo que cabe agregar que “en dicho marco, la ANSES debe soportar las
costas del juicio (art. 68 CPCCN, y arts. 14 y 17, ley 16.986)(cfr. en igual sentido, esta Sala
se expidió en autos “CÁCERES ARMOA, Quintina c/ Administración Nacional de la
Seguridad Social s/ Amparo Ley 16.986” (FLP 75020115/2010, sentencia de
fecha 10/03/14). Tal postura resulta consonante con la sostenida por la Cámara
especializada en la materia que tiene dicho que “Conforme lo ha sostenido la
C.S.J.N., la normativa del art. 14 de la ley 16.986 ‘…no ha sido dejada sin efecto
en forma expresa por la ley de solidaridad previsional, ni cabe admitir que lo haya
sido de manera implícita pues forma parte de un conjunto orgánico de
disposiciones dirigidas a regular el restringido ámbito de la acción de amparo, y
no resulta incompatible con lo establecido en el art. 21 de la ley 24.463, de
aplicación al resto de los procesos en que deba intervenir la demandada que se
encuentran regidos por los arts. 14 y siguientes de la ley referida’ (cfr. sent. del
16.06.99, ‘De la Horra, Nélida’).” La Alzada coincide en reafirmar el carácter alimentario y
vital, irrenunciable y de orden público que protege el derecho de la actora a obtener no sólo
la percepción de su crédito, sino también de todas aquellas erogaciones que se vio
compelida a realizar en procura de su derecho. La doctrina sentada por la Corte Suprema
de Justicia de la Nación en el precedente “PATIÑO, Raúl Osvaldo c/
Gobierno Pcia. de San Juan (Unidad de Control Prev.) s/ amparo por mora” , sentencia
del 27/05/2009 (“Fallos” 322:1298) lo que condujo a la declaración de
inconstitucionalidad en el caso de lo preceptuado por el art. 21 de la ley 24.463 y la
consecuente aplicación de los principios generales establecidos en el ordenamiento procesal
para resolver la cuestión.
Por lo expuesto solicito se declare la inconstitucionalidad del artículo 21
de la ley 24.463.

XVI- LIQUIDACION

La liquidación se realizó conforme a los siguientes parámetros:


- Las remuneraciones se actualizaron siguiendo el índice: Salario Básico Industria
Manufacturera y Construcción ISBIC (IPI)hasta el 28/02/2009 y desde ahí solo los
aumentos porcentuales de la ANSES por movilidad hasta el 20/05/2016
- Para la PBU inicial se actualizó MOPRE según Salario Básico Industria
Manufacturera y Construcción ISBIC (IPI)hasta el 28/02/2009 y desde ahí solo los
aumentos porcentuales de la ANSES por movilidad hasta el 31/12/2019 y desde ahí
RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de Trabajadores estables)
- Se tuvieron en cuenta todos los años necesarios (Fallo Makler Simon) para el calculo
del haber autónomo
- Los montos correspondiente a los aportes realizados durante la ley 18.037 se
ajustaron de acuerdo a la relacion entre los montos y haber mínimo según Fallo
Volonte Luis Mario
- Los aportes posteriores a junio de 1994 ley 24.241 se ajustaron conforme el método
de ANSES
- Para los aportes anteriores a 1969 se utilizo el menos de los haberes de las tres cajas
de autónomos para comparación
- La movilidad del haber reclamado se realizó siguiendo el índice aumentos generales
de la ANSES por movilidad hasta el 31/12/2017 y desde ahí Aumento de marzo 2018
ley 26417 según Revista de Jub. Y Pensiones hasta el 30/06/2018 y desde ahí
Aumentos Generales de la ANSES por movilidad hasta el 31/12/2020 y desde ahí
Recomposición por diferencias con ley 27426 en 2020 a enero 2021 hasta el
31/01/2021 y desde ahí Aumentos Generales de la ANSES por movilidad.
- La PBU reajustada de 7.695,40 pesos es 228,55 mayor que la PBU sin reajustar de
2.342,80 pesos. Del análisis del reajuste de la PBU según el fallo Quiroga CSJN; el
haber inicial de la caja sin reajustar la PBU es de 8.644,73 pesos y el haber inicial de
la caja reajustando la PBU es de 13.997,33 pesos, la diferencia por el reajuste de la
PBU es de 5.352,60 pesos y representa una quita del 38,2%.
- El Haber inicial recalculado (19.201,09) reajustando las remuneraciones es un 55%
mayor que el calculado con los algoritmos de la caja (8.274,80).
- El haber recalculado a noviembre de 2023 (255.404,57), reajustando el haber inicial y
la movilidad, con los parámetros indicados precedentemente, es 113,3% mayor que el
calculado con los algoritmos de la caja (119.720,00)

Por lo expuesto, solicita se apruebe la liquidación practicada por esta parte. –

XVII- FALLO BETANCUR


Se solicita expresamente, que en caso de que el haber inicial recalculado fuera
inferior al 70% del promedio de las últimas ciento veinte remuneraciones actualizadas, se
abone la diferencia correspondiente hasta alcanzar este porcentaje mínimo.

Ello en virtud de la jurisprudencia de las Cámaras del fuero, fallo Betancur y Hartmann,
Gabriel L. c. ANSeS s/Reajustes varios en cuanto entienden que la garantía de movilidady
los principios de integralidad e irrenunciabilidad de las prestaciones de la seguridad social
contenidos en el art. 14 bis de la CN implican que el monto del haber inicial jubilatoria
debe43
garantizar una “razonable y adecuada proporción” con las remuneraciones del trabajador que
la prestación viene a sustituir.

La CSJN en el precedente “Sanchez” manifiesta que “los derechos a una retribución justa y a
un salario mínimo vital y móvil dirigido a garantizar alimentación y vivienda, educación,
asistencia sanitaria y, en definitiva, una vida digna, encuentran su correlato en las
jubilaciones y pensiones móviles que deben ser garantizadas a los trabajadores cuando entran
en pasividad”.

Es que “la jubilación constituye una prolongación, después de la cesación regular y definitiva
de la actividad social laboral del individuo, de la remuneración, como débito de la
comunidad por el servicio que él ha presentado”. El principio básico que sustenta el sistema
previsional argentino es el de la necesaria proporcionalidad que debe existir entre el haber de
pasividad y el de actividad”.

Si bien la ley 24.241 contiene una metodología de cálculo distinta al mecanismo de la


anterior ley 18.037, el legislador no puede desconocer la Constitución Nacional y de la
doctrina del Alto Tribunal de la Nación al momento de establecer el mecanismo de
determinación del haber inicial.

Al ser el sistema de determinación del haber inicial de la ley 24.241 un “enrevesado


algoritmo legal”, no existe otro método que no sea el de establecer un porcentaje de
sustitución mínimo para el haber de sentencia con relación a los salarios activos percibidos
por el beneficiario durante su vida laboral, a fin de tornarlo compatible con la garantía
constitucional de movilidad del art. 14 bis de la Ley Suprema.

La actualización semestral dispuesta por la ley 26.417 y actualmente trimestral por la 27.426,
no corrige la inequitativa tasa de sustitución sino que la mantiene o la profundiza cuando el
mecanismo no repara el daño patrimonial que la inflación propina.

El fallo «Hartmann» se inscribe dentro de la línea jurisprudencial de la Cámara Federal de la


Seguridad Social iniciada en 2010 con el dictado del fallo “Betancur” de la Sala III.

Tal cual lo hizo la Sala III en el fallo «Bentacur», la Sala II comienza su argumentación
poniendo énfasis en el carácter integral de las prestaciones previsionales y en la relación de
proporcionalidad que deben tener las mismas con los salarios de los activos. Esta relación, es
lo que define al principio de proporcionalidad y la reconoce como una derivación de la
garantía constitucional de movilidad y los principios de integralidad e irrenunciabilidad de
las prestaciones de la seguridad social.

Se solicita el 70 % que era el porcentaje mínimo que establecía el art. 49 de la derogada ley
18.037. Ello, dado que el sistema de la ley 24.241 importó una regresión en materia de
derechos previsionales, sobre todo para aquellos trabajadores que perciben mayores
remuneraciones.

El principio de progresividad determina que queda descalificado todo accionar del Estado
que en la práctica produzca un resultado regresivo en el goce efectivo de los derechos.

Determinar si el sistema creado por la ley 24241 para el cálculo de la prestación por vejez
implicó una regresión en materia previsional comparado con el anterior sistema del art. 49 de
la ley 18.037 (t.o. 1976) requiere de un análisis en concreto, sobre cada caso en particular.
En función de ello se acompaña calculo efectuado por el sistema Bluecorp donde se ve la
tasa de sustitución del haber inicial de la prestación. Nuestro Máximo Tribunal ha rechazado
el Recurso extraordinario interpuesto por ANSeS en autos “Betancur, José c/ ANSeS s/
Reajustes Varios”, confirmando de esta manera la tasa de sustitución del 70% dispuesta por
la Sala III de la Excma. CFSS, conforme los fundamentos del fallo del Dr. Néstor Fasciolo.
Así, de acuerdo a la reciente jurisprudencia confirmada por la CSJN de Junio de 2012 es que
se solicita se declare la inconstitucionalidad del porcentaje multiplicador (hoy 1.5%) de la
fórmula establecida por los art. 23 a 26 y 30 de la Ley 24.241 a los fines de la determinación
de la PC y PAP, a fin de evitar consecuencias confiscatorias con su aplicación y así obtener
un haber que alcance el 70% del promedio de las remuneraciones actualizadas del
actor.

Al respecto, tiene dicho la Excma. CSJN: “La aplicación en el tiempo de los nuevos criterios
-inconstitucionalidad del art. 19 de la ley 24.463-ha de ser presidida por una especial
prudencia con el objeto de que los logros propuestos no se vean malogrados en ese trance.

En mérito de ello, es necesario fijar la línea divisoria para el obrar de la nueva


jurisprudencia, apoyándola en razones de conveniencia, utilidad y en los más hondos
sentimientos de justicia, necesidad que entraña, a su vez, la de fijar el preciso momento en
que dicho cambio comience a operar.”(Conf. “Itzcovich, Mabel c/ ANSeS s/ reajustes
varios”. 29/03/2005 T. 328, P. 566). A su vez, el Máximo tribunal ha sostenido: “Si la
interpretación jurisprudencial tiene un valor análogo al de la ley, es precisamente porque
integra con ella una realidad jurídica; es, no una nuevanorma, sino la norma interpretada
cumpliendo su función rectora en el caso concreto que la sentencia decide”. (conf. “Gómez,
José Marciano s/ robo calificado”. 08/09/1992. T. 315, P. 1863).

De esta manera deviene aplicable en esta instancia la nueva jurisprudencia dictada en el fallo
Betancur por ser posterior al inicio de la presente acción, por los fundamentos y antecedentes
expuestos y principalmente, por resguardar la aplicación del principio de sustitutividad del
salario receptado por la CSJN en los fallos “Sánchez”, “Badaro” y “Eliff”, entre otros.
Todo ello en concordancia con el carácter sustitutivo del haber previsional, ya que como bien
han sostenido los tribunales “la jubilación constituye una consecuencia de la remuneración
que percibía el beneficiario como contraprestación de su actividad laboral, una vez cesada
ésta y como débito de la comunidad por dicho servicio, razón por la cual el principio básico
que se privilegia es el de la necesaria proporcionalidad entre el haber de pasividad y el de
actividad” (Bastero, Benjamin c/CNPS para Personal del Estado, Chocobar, Sixto c/ CNPS
para Personal del Estado, entre otros)

Como bien sostuvo la Sala III de la Cámara Federal de Seguridad Social en el reciente fallo
“Betancur José c/ ANSES s/ Reajustes Varios” cuando afirma que “...bien puede afirmarse
que la suficiencia y adecuada proporcionalidad de la prestación previsional, consustancial al
carácter integral e irrenunciable de los derechos de la seguridad social a los que pertenece,
depende de una razonable tasa de reemplazo inicial mantenida en el tiempo por una acertada
pauta de movilidad, pero ésta última, por sí sola, no alcanza para corregir la eventual
insuficiencia del primer haber”. Además, es conocido que existen regímenes especiales
donde vinculan estrechamente la movilidad de la prestación con el sueldo de actividad
(Leyes 22731, 22929, 24016,24018, 26508), por otro lado también existen regímenes
comunes como el SIPA (L26425) que sustituyó la Ley 24.241 y sus antecesoras las L18.037
y 18.038.

Cabe recordar que las Leyes 18.037 y 18.038 establecían un piso del 70% del promedio de
los mejores 3 años, porcentaje que a su vez podía llegar hasta el 82% dependiendo de los
años de edad trabajados en exceso según la edad requerida del régimen.

Misma modalidad adoptó la Ley 24.241 para el cálculo de las prestaciones de invalidez y de
pensión por fallecimiento (arts. 97 y 98 L24.241), ya que el 70% es el porcentaje a utilizar
para el cálculo del haber de estos beneficiarios. No obstante ello, el contenido económico de
la cobertura de contingencia de invalidez es equiparado con el de la vejez (art. 5 L22731,
art.8 L22929, art.4 L24016, art. 22 L24018).

Ahora bien, para el cálculo de la Jubilación no fue utilizado este porcentaje, sino que el haber
se compone por la sumatoria de las prestaciones de PBU, PC y PAP. Cabe destacar que la
primera no tiene ninguna relación con el haber del trabajador, sino que es un reconocimiento
por la cantidad de años trabajados, y tanto la PC como la PAP si bien46 tienen relación con
el salario de actividad su tasa de sustitución es de aproximadamente el 45%, resultando
significativamente inferior al 70% antes reconocido.

Sin embargo aquellas leyes que si contuvieron esta tasa de sustitución (L18037 y 18038)
tuvieron una mayor vigencia (25 años) que la Ley 24.241, que sólo estuvo vigente por 14
años, y como sabemos fue derogado por la Ley 26.425 SIPA por haber resultado un fracaso
su aplicación. Cabe poner de resalto que la misma Ley 26.425 (SIPA) en su art. 1º estableció
que : “ -Dispónese la unificación del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones en un
único Régimen Previsional Público que se denominará Sistema Integrado Previsional
Argentino (SIPA), financiado a través de un sistema solidario de reparto, garantizando a los
afiliados y beneficiarios del Régimen de Capitalización vigente hasta la fecha, idéntica
cobertura y tratamiento que la brindada por el Régimen Previsional Público, en
cumplimiento del mandato
previsto por el artículo 14 bis de la Constitución Nacional.”

Ahora es una paradoja el hecho de que el Estado mismo suprimiera los regímenes
establecidos por las Leyes 18037 y 18038, que tenían como piso un reconocimiento del 70%
del haber promedio trabajado, y las mismas fueran suplantadas por la Ley 24.241 que
aproximadamente llegaba a reconocer un 49% del haber promedio. Y luego, vuelva sobre la
base de que es el Estado quien debe otorgar los beneficios de seguridad social en forma
integral e irrenunciable, que el Estado debe tomar un rol activo en la reconstrucción del
sistema previsional público y entendiendo que la situación social se mejora tomando medidas
técnicas que promuevan reformas sobre una base humana y moral que tenga en
consideración al hombre; la familia y la sociedad como principales protagonistas a ser
protegidos por el Estado como administrador de la Seguridad Social y que el Estado
Nacional garantice a los afiliados y beneficiarios del citado Régimen de Capitalización la
percepción de iguales o mejores prestaciones y beneficios que los que gocen a la fecha de la
entrada en vigencia del presente proyecto de ley (Considerandos del Proyecto de Ley
26.425), y todo ello lo hace otorgando las mismas prestaciones con la misma tasa de
sustitución que tenía la Ley 24.241.O sea que, el Estado eliminó los regímenes que
reconocían entre el 70% y 82% del haber promedio de actividad (L18037 y 18038), y lo
reemplazó por uno que alcanzaba a otorgar aproximadamente el 49% del salario del
trabajador (L24241), y finalmente entiende que para garantizar las prestaciones de carácter
integral e irrenunciable vuelve a hacerse cargo del sistema con la Ley 26.425 (SIPA) pero
con el mismo porcentaje de reconocimiento, misma tasa de sustitución, olvidándose del
carácter sustitutivo que deben tener las prestaciones estatales. “Así las cosas, juzgo
procedente acceder a la tasa de reemplazo reclamada por la parte actora, pues a esa solución
conduce el empleo de la misma regla de hermenéutica a la que recurrió la Cámara en el caso
del “derecho a acrecer”, declarando aplicable a ese fin el 70% establecido por el art. 49 de la
ley 18037 en cuanto no resulta incompatible con el SIJP (ahora SIPA), máxime si se tiene
presente que ese guarismo constituye el punto de referencia para la determinación del retiro
por invalidez y la pensión por fallecimiento (arts. 97 y 98 de la Ley 24241 y sus
modificatorias) ...” Cámara Federal de Seguridad Social Nº III en el reciente fallo “Betancur
José c/ ANSES s/ Reajustes Varios.

Por lo expuesto, no puede existir duda en afirmar que la tasa mínima de sustitución de una
prestación de Jubilación, de un trabajador dependiente, acordada bajo el régimen del SIJP
(ahora SIPA), no puede ser inferior al 70% del promedio de las remuneraciones actualizadas
de los últimos diez años, o sea, misma tasa que la prevista por el art. 49 L18037, resultando
confiscatorio cualquier otro número inferior. Mismo criterio fue sostenido por la Sala III en
el caso Betancur.De esta manera, resultando necesario señalar “...el perjuicio concreto a
través de la presentación de pruebas contundentes que logren demostrar que el haber mensual
de la jubilación del interesado no alcanza el 70% del promedio mensual de las
remuneraciones actualizadas, conforme a lo que disponía el art. 49 de la ley 18.037...”(Conf.
Sala I en autos “Díaz, Rubén del Valle c/ANSES s/ Reajustes Varios”,21/12/2015), vengo a
demostrar que el haber del actor no alcanza el porcentaje indicado.

De esta manera y conforme lo dispuesto en el fallo “Betancur”, no cabe hesitación alguna en


afirmar que la tasa mínima de sustitución de una prestación de vejez o de invalidez acordada
con arreglo al SIPA para un trabajador dependiente, no ha de ser inferior al 70% del
promedio de las remuneraciones actualizadas de los últimos diez años a computar, es decir,
la misma tasa prevista por el art. 49 de la ley 18037, resultando insuficiente y confiscatorio
cualquier guarismo inferior.

Con los fundamentos expuestos precedentemente corresponde que VS haga lugar al reclamo
de la parte actora tendiente a obtener que su haber inicial refleje el 70%de la remuneración
promedio actualizada de los últimos 10 años, abonando en consecuencia la correspondiente
tasa de sustitución mínima.

XVIII- DERECHO .

Fundo el derecho de mi mandante en los artículos 14 bis 16,17,18, 31 y


75 inc. 23 de la Constitución Nacional, los artículos 49 y 53 de la ley 18.037 (t.o 1976) y los
artículos 160 y 32 de la ley 24.241 y sostengo que además de declararse la
inconstitucionalidad de la Res. ANSES 918/94 Y 63/94 y de la normativa que impone topes
remuneratorios de manera directa o indirecta y ya sea por la vía de declaración de
inconstitucionalidad del artículo 7 de la ley 24.463 o por el reconocimiento de los principios
supralegales derivados del artículo 14 bis de la Constitución Nacional y los Tratados
Internacionales . Corresponderá aplicar a mi mandante los reajustes previsionales según se
ha argumentado en consonancia con la doctrina y jurisprudencia citadas. Todo lo
expresamente se ha solicitado.
Asimismo, solicita la impugnación de las resoluciones 298/08- ANSES,
6/09-SSS, 135/09 ANSES y todas las demás resoluciones que establecen los coeficientes de
la actualización a aplicar a las remuneraciones históricas, porque congelan la actualización
de las mismas al 31.3.1991, cuestión que fue resuelta en forma diversa Sánchez y Elliff y
además no tienen en cuenta el 88,57% de aumento prescripto por la Corte en el periodo
1.1.2002/31.12.2006 en el fallo Badaro.
Y también solicita se decrete la inconstitucionalidad de las resoluciones
1/2018, 56/2018 y del decreto 807/16 ANSES, como se estableció en el reciente fallo
Blanco.

XIX-ACTUALIZACIÓN MONETARIA

Solicito la actualización monetaria de los importes devengados como haberes


retroactivos desde la primera liquidación del beneficio y hasta la fecha del efectivo pago.
En lo que se refiere a los intereses solicito la aplicación de la tasa activa.

XX - PRUEBA
Ofrezco los siguientes medios de prueba, sin perjuicios de ampliarlos conforme lo establece
el código ritual.
- Documental:

- Recibo de haber jubilatorio.-

- Reclamo administrativo.-

- Resolución denegatoria.-

- Copia de Resolución, Computo Y Detalle De Beneficio Del Expediente De Pensión

Y De Jubilación.-

- Liquidación practicada por esta parte que surge la notable diferencia que hay entre el

haber que cobra nuestro mandante y el que debería efectivamente cobrar.-

- Actuaciones administrativas de la parte actora que se encuentran en poder de la

demandada, por lo cual solicitamos se requiera su remisión mediante oficio de estilo

(art. 388 CPCCN). Expediente de pensión nº024-27-05714368-7-966-1 ; Expediente

de reajuste nº 024-27057143687-357-1
XXI- CASO FEDERAL

Dejo expresamente planteada la cuestión federal, en atención a las tachas de


inconstitucionalidad planteadas (art. 14 bis 17 y 18 de la CN).

XXII - COMPETENCIA

La competencia de VS surge de lo previsto en el art. 15 de la ley 24.463 y art. 5


inc 3 CPCCN.

XXIII –AUTORIZA

Que por la presente autorizo y/o faculto a la Srta. PILAR AYALA CHESSIO DNI
39.831.296, a poder realizar todo tipo de trámite y diligenciamiento, tendiente a la
prosecución del juicio, reclamo, seguimiento de expedientes, y cualquier otra actuación de
tipo procesal o extraprocesal en la cual me presente, pudiendo retirar los expedientes
administrativos y cualquier otra documentación, presentarla, y/o diligenciar cualquier otro
tipo de presentación que sea necesaria.

XXIV- PETITORIO

1- Se nos tenga por presentado, por parte, por acreditada la personería y


por constituido el domicilio legal indicado y el electrónico.-
2 – Por acreditada la personería invocada.-
3 – Se agregue la prueba documental acompañada.-
4 - Se tenga presente la prueba ofrecida.-
5- Se corra traslado de la demanda por el término de ley.-
6 – Presente lo manifestado respecto de la excepción de la tasa de justicia.
7 – Se declare la inconstitucionalidad de la res. 918/94 y res. 63/94, por la
limitación a la aplicación de los índices de actualización a los que remite el art. 24 inc a ley
24.241, art.25 ley 24.241, art 26 ley 24.241 , art. 7 ley 24.463, art. ; punto 1 del artículo 11
de la ley 24.463; art. 9 y 24 ley 24.463; art. 21 ley 24.463 art. 19, 20, 24, 25, 9 y 26 Ley
24.241. Ley 26.417 sus decretos reglamentarios. Resolución 06/2009. De los arts. 23, inc.
c); 79 inc. c); 81 y 90 de la ley 20.628, texto según leyes 27.346 y 27.430. Decreto
807/2016, Ley, Ley 27.609 y Ley. 27.617.
8- Se declare la inconstitucionalidad de la ley 27.426 y el decreto 1058/17;
9-Se declare la inconstitucionalidad de la res.56/2018 y 1/2018.-
9– Dicte sentencia haciendo lugar a la demanda y condenando a la ANSeS a
abonar el haber y retroactivo devengado conforme lo términos planteados en los puntos
precedentes.-
10- Se tenga presente la reserva del caso federal.-
11– Queda expresamente autorizada a compulsar el expediente, diligenciar
oficios, sacar fotocopias, efectuar desgloses y todo lo conducente al impulso del proceso la
Srta. Ayala Chessio Pilar.-

Proveer de conformidad, que


SERA JUSTICIA

También podría gustarte