Demanda de Pension Derivada Con Autonomos LP (Nuevo)
Demanda de Pension Derivada Con Autonomos LP (Nuevo)
Demanda de Pension Derivada Con Autonomos LP (Nuevo)
I.PERSONERIA:
III.- OBJETO:
V- FUNDAMENTOS
La ley 24. 241 en su artículo 24 inc. A estableció que, para la
determinación de los haberes de aportantes en relación de dependencia, los sueldos tomados
como base serán actualizados mediante un índice salarial que fijará la A.N.Se.S.
Lo mismo ocurrió con la Res. De ANSeS 135/09 la que establece que para
las personas cesadas en la actividad a partir del 28/02/09, la actualización a los fines del art.
24 se efectuará conforme los coeficientes elaborados según las pautas fijadas por la
resolución SSS nro. 06/09
De ello, que las Res. ANSES 918/94, Res. ANSES D.E. 63/94 (B.S. 4/2/94) y
Res. ANSES 140/95 en cuanto limitan la aplicación del ISBIC a marzo de 1991,
constituyen un verdadero exceso reglamentario, por cuanto desvirtúan el contenido de la
propia ley 24.241, efectuando una equiparación de movilidad previsional con indexación
por inflación, que ha sido severamente descalificada por la Corte Suprema. Lo mismo
sucede con la Res. ANSES 298/08 en cuanto utiliza únicamente los aumentos generales
otorgados por el Poder Ejecutivo como pauta de actualización de remuneraciones para el
período posterior a enero de 2001, no obstante haber sido dichos aumentos descalificados
categóricamente por la Corte Suprema.
VI- PBU.
Ajustando la PBU de esta manera, según fallo “QUIROGA”: El haber inicial de la caja sin
reajustar la PBU es de 11.490,33 pesos y el haber inicial de la caja reajustando la PBU es
de 17.600,87 pesos, la diferencia por reajuste de la PBU es de 6.110,54 pesos, representa
una quita de 6.110,54 pesos y una confiscatoriedad por la quita de 34,7%.
No queda duda que el fallo Quiroga, Carlos Alberto dictado por la Corte, es de
aplicación a aquellos beneficios acordados con posterioridad a marzo de 2009, no es un
dato menor que al momento de dictar la sentencia era el año 2014.
La suma fija establecida para la P.B.U. fue dispuesta por el artículo 4º de la ley
26.417 y en virtud de ello dejo de estar vinculada con el valor del AMPO/MOPRE y paso a
tener un valor fijo ($ 326); este valor fue determinado mediante el procedimiento que
contempla los incrementos otorgados a los beneficiarios con anterioridad a la sanción de la
ley citada y posteriormente se vio incrementada mediante la aplicación de la metodología
establecida por la Resol. SSS 06/2009.
La cuantificación del AMPO en su origen fue de $ 61.-, y sin perjuicio de su
reemplazo por el MOPRE (Dto. 833/97), aquél tuvo sucesivos aumentos hasta alcanzar la
suma de $ 80.- a partir del mes de abril de 1997, momento desde el cual se mantuvo
inalterado hasta setiembre de 1997 en que dejó de publicarse. A este valor entonces
correspondió la PBU normal de $ 200.-. La redacción originaria del art. 21 de la ley 24.241
establecía que el referido AMPO servía de unidad de medida del entonces SIJP, entre otras
cosas, para el cálculo de la movilidad de las prestaciones del régimen de reparto, la
determinación de la PBU, el tope máximo de la PC por cada año de servicio computable,
etc. Ahora bien, con la modificación del art. 32 de la ley 24.241 dispuesta por el art. 5 de la
ley 24.463, la movilidad pasó a ser la que anualmente fijara la Ley de Presupuesto (en igual
sentido, el art. 7 inc. 2 de la citada 24.463). Como es público y notorio y no obstante el
mandato autoimpuesto por el propio legislador, el Congreso no se ha expedido en ninguna
de las leyes de presupuesto dictadas a partir de 1996 sobre la movilidad de las prestaciones
ni sobre la variación del MOPRE, razón por la cual éste quedó cristalizado en $ 80.- desde
1997, lo que es objeto de embate por la parte actora en cuanto de ello se deriva el
congelamiento de su PBU. Por ello, caber concluir que el valor del AMPO computado a $
80.- (durante el semestre abril a setiembre de 1997) se encontraba desactualizado para
determinar el haber inicial de la PBU.
Para los casos con ceses posteriores al 2009 también ya fue materia de
tratamiento por parte del Máximo Tribunal de la Nación, en los autos “Sandoval, Norma
Mabel c/ Anses s/ Reajustes Varios” y “Canestrari, Haydee c/ Anses s/ Reajustes varios”,
ambas de fecha 18/04/2017; y “Pichersky, Alberto Raul c/ Anses s/ Reajustes Varios”,
sentencia del 23 de mayo de 2017, donde determino que deberá dejarse a resguardo la
probable actualización de la mencionada PBU, si quedaran acreditados los extremos de
hecho necesarios para su procedencia, haciéndolo extensivo a beneficios adquiridos con
posterioridad a la fecha de vigencia de la ley 26.417.
Consecuentemente no existe un problema de temporalidad para actualizar la PBU
respecto del cese de actividades, y en tal sentido la Corte Suprema de Justicia resuelve esto
y deja a salvo la posibilidad de actualización de la prestación acreditando la
confiscatoriedad en el beneficio. Por aplicación del caso Quiroga, Carlos Alberto de la
Corte del 11.11.2014, la PBU reajustada con relación a la PBU administrativa resulta
confiscatoria aplicando el criterio de Actis Caporale y en consecuencia SE DEBE
REAJUSTAR LA PBU.
En dicho precedente, el Tribunal Cimero puso énfasis en el carácter integral de
todos los beneficios de la seguridad social,” aspecto del que es parte esencial la correcta
fijación del monto inicial de los haberes, pues de otro modo no podría mantenerse una
relación justa con la situación de los activos”. Ello así, continúa, para determinar la validez
constitucional de las normas en juego y, eventualmente, adoptar un método para subsanar el
daño atribuible a ellas, se debía considerar “qué incidencia tenía la ausencia de incrementos
de uno de los componentes de la jubilación sobre el total del haber inicial, - pues es éste el
que goza de protección- y en caso de haberse producido una merma, constatar si el nivel de
quita resultaba confiscatorio” (Considerando 10). En ese entendimiento considera que no es
razonable que la deficiencia señalada redunde en perjuicio del jubilado, por lo que debe
dejarse a resguardo su derecho en caso de que, al tiempo de la liquidación, queden
acreditados los extremos de hecho necesarios para la procedencia de su
reclamo.
Por eso solicito se aplique a la PBU el mismo índice que a la PC y PAP.
Los fallos de Cámara en los autos “Bruzzo, Romilio A. v. Administración Nacional
de la Seguridad Social -ANSeS-" (Cam. Fed. Seguridad Social, sala 3ª, 28/04/2010) y En
"RODRÍGUEZ, JORGE ERNESTO c/ A.N.Se.S. s/ Reajustes varios" (exp. 9017/2007) del
19/08/09, consideraron que ante la falta de actualización durante más de una década de los
valores componentes de la PBU, correspondía que la misma fuera recalculada aplicando
criterios que subsanaran la falta de actualización de dicho componente.
Repárese que al momento de dictarse ambos fallos, ya se encontraba en vigencia
la ley 26.417 y sus reglamentaciones que iban fijando 2 veces al año la actualización del
valor de la PBU no obstante lo cual, dispusieron el reajuste de la PBU mediante la
aplicación de índices (en un caso el INGR y en el otro el ISBIC) en vez de aplicar esa
“simbólica” actualización de su valor que desde marzo de 2009 se encontraba en vigencia.
¿A que obedeció que 2 de las 3 salas de la Cámara Federal de la Seguridad
Social no obstante encontrarse vigente el aumento semestral del monto de la PBU,
decidieran aplicar índices para su actualización? La respuesta es concreta: No escapa al
conocimiento de quienes desarrollan sus actividades en el fuero previsional (Jueces y
Abogados) que el valor inicial de la PBU que fijara la ley 26.417 no es otro que el
resultante de aplicar a los $200 de la PBU desde 1997 los aumentos generales de la ANSeS
desde Junio del 2006 hasta Julio del 2008 (11%, 13%, 12.5%, 7.5% y 7.5%), lo cual priva
de actualización a su valor para el periodo 2002-2006. La falta de actualización de la PBU
desde 1997 hasta la entrada en vigencia de la ley 26.417 no ha sido subsanada – ni se ha
respetado la manda constitucional del articulo 14bis de la Constitución Nacional- con el
tímido aumento que dispuso la última de las normas toda vez que, para su determinación se
soslayaron los incrementos ocurridos en los salarios de los activos y en el costo de vida,
aplicándole a dicho componente los aumentos que discrecionalmente dispuso la ANSeS
durante el periodo 1997 a 2009.
Lo que se ha hecho es convertir una prestación que estaba atada al módulo de
movilidad AMPO-MOPRE, en una prestación de monto fijo al 1.3.2009 y con la movilidad
general a partir de esa fecha. Con esta reforma se deja sin actualización la PBU original
desde el 1.1.2002/31.12.2006 que, con la doctrina del fallo Badaro que da un incremento
del 88,57% en ese lapso (incremento del Indice de Salarios del INDEC), haría que la PBU
del 1.1.2007 con el aumento del 13% representara $426,17 (200 x 1,8857 x 1,13= $426,17)
y traída hasta el 1.3.2009 llegaría a $618,82 muy superior a los $364,10 fijados en la ley
26.417 y Res. 6/09-SSS. Se prescinde de la doctrina de Badaro, eludiendo el aumento del
88,57% y de esa forma se pone un escollo a la segura badarización de las PBU iniciales,
porque ahora
la ley no vincula más el monto de la PBU con el AMPO-MOPRE.
Por esas razones las PBUs posteriores a febrero de 2009, nacen confiscadas y
esto es así, ya que la base de este monto fijo de $ 364,10 no es más que la misma PBU
anterior a la que se le adicionaron los aumentos generales de junio de 2006 a marzo de
2009, omitiendo el reajuste ordenado en el fallo Badaro. La insuficiente actualización de las
prestaciones en el período 1.1.2002/31.12.2006, señalada y reparada por la Corte en
Badaro, es plenamente aplicable a la nueva PBU fija porque ésta, con la reforma de la ley
26.417, solo recibió en ese período el 16% de incremento.
Es importante recalcar que el hecho de que una norma establezca un monto fijo,
no debe implicar que dicho monto sea incausado, discrecional, basado sólo en la propia
voluntad del que lo determina.
Sin duda, la prestación previsional –de la que la PBU es una parte- debe cumplir
con la garantía de integralidad del artículo 14 bis de la Constitución Nacional, de allí que el
Estado no es libre de fijar cualquier monto para la PBU.
La PBU por ser integrante del haber previsional debe ser actualizada al momento
del cálculo del haber inicial y es por ello que solicito a V.E. disponga su actualización
mediante el índice ISBIC tal como lo solicitara en mi demanda. Sobre el índice aplicable a
la PBU SOLICITA SE APLIQUE EN EL PRESENTE LA DOCTRINA EMANADA DE
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACION EN AUTOS BLANCO LUCIO
ORLANDO.
Solicito que se ordene la aplicación del ISBIC conforme el caso BLANCO, Lucio
Orlando, para la redeterminación del haber inicial. El índice con el cual se actualizaban las
remuneraciones históricas para el cálculo del haber inicial y su posterior movilidad en la ley
18.037 era el Indice del Nivel General de Remuneraciones previsto en el art.53 de la ley
18.037.
Quedó demostrado que el fracaso del régimen de movilidad con la utilización del
INGR, no se debió al procedimiento establecido por la ley, sino al incumplimiento, por
parte de la autoridad de aplicación, de otorgar los aumentos que la encuesta establecía.
El INGR y el ISBIC, en el período 1964/1994, determinan resultados similares.
Es de destacar, que es LA ANSES quien ELIGE el ISBIC como mecanismo de
actualización. En el fallo Elliff (11/8/09), la Corte confirmó un fallo de la Sala II de la
Cámara Federal
de la Seguridad Social, que ordenó el recálculo tanto de la Prestación Complementaria,
como la Prestación Adicional por Permanencia del haber jubilatorio del actor, actualizando
las
remuneraciones con arreglo al índice de la Resolución A.N.Se.S 140/95 (ISBIC) hasta la
fecha del cese, sin el límite temporal impuesto en dicha normativa.
La CSJN en numerosos fallos ha reconocido que el modo de determinación del
haber del beneficio integra el llamado status del jubilado, el que no puede ser alterado ni
por el poder administrador ni por la legislación ( Fallos: V. 1248, XXXVIII, 15/03/2005;
Fallos: 328:448, G. 261, XXIII.19/11/1991; Fallos: 314:1477, M. 830. XXII,14/08/1990, y
Fallos: 313:730), y modificar los índices legales afectaría al mismo lesionando garantías
constitucionales
Ello así siguiendo con los parámetros que aquel fija, no debe perderse de vista
que la evolución del nivel de salarios es trascendental para determinar su incidencia en los
haberes previsionales, sólo un incremento efectivo que absorba o supere esos porcentajes
será suficiente para considerar cumplida la garantía del art. 14 de la Constitución Nacional.
Durante este lapso, amén del ajuste reconocido por la ley 26.198 y el decreto
1346/07 sólo se agregó el porcentaje otorgado por el decreto 279/08 que importó dos
aumentos del 7,5 % para todo el año 2008.
Así las cosas, conforme los datos que surjan del índice de salarios que elabora
el I.N.D.E.C., elegido por el Alto Tribunal- el mismo registro una variación para el lapso
enero 2007 a febrero 2009 del orden del 53,45 % superior al 46.90 % reconocido a través
de los incrementos establecidos por la ley de presupuesto citada y los decretos posteriores.
Atento ello, y de acuerdo con la doctrina judicial que surge del precedente
Badaro, corresponde reajustar el haber previsional hasta alcanzar la evolución registrada en
el índice, salvo que, a su respecto, los incrementos dispuestos por los sucesivos decretos del
Poder Ejecutivo y demás disposiciones, arrojasen una prestación superior, en cuyo caso
deberá estarse a su resultado (según crit. V. 108. XLIII; RHE Velázquez, José María c/
Administración Nacional de la Seguridad Social 22/07/2008 T. 33 I, P. 672).
Como V.S. observará este sistema de “movilidad” nada tiene que ver con la
doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, respecto de lo que debería ser una
correcta reglamentación del art. 14 bis de la Constitución Nacional, conforme lo ha
expresado en toda su jurisprudencia y recientemente en los citados y analizados “Sánchez”
y “Badaro”, ya que se insiste en apartarse de los indicadores salariales para introducir otras
variables diferentes.
Los dos artículos que se cuestionan y sobre los cuales se plantea su inconstitucionalidad
son:
Artículo 32: Movilidad de las prestaciones. Las prestaciones mencionadas en los incisos a),
b), c), d), e) y f) del artículo 17 de la ley 24.241 y sus modificaciones, serán móviles. La
movilidad se basará en un setenta por ciento (70%) en las variaciones del Nivel General del
Índice de Precios al Consumidor Nacional elaborado por el Instituto Nacional de
Estadística y Censos (INDEC) y en un treinta por ciento (30%) por el coeficiente que surja
de la variación de la Remuneración
En ningún caso la aplicación de dicho índice podrá producir la disminución del haber que
percibe el beneficiario.
septiembre de 2020, será del 7,5%. Por la fórmula de movilidad hubiera correspondido una
suba de 9,88%. Mientras el Gobierno siguió decidiendo los porcentajes de manera
discrecional. En el primer
semestre las alzas otorgadas por decreto acumularon un porcentaje inferior al que habría
resultado del cálculo suspendido.
El acumulado para todo 2020, de 42% en caso de que rigiera la fórmula de la ley 27.426,
surge de considerar las subas que habrían resultado en marzo (11,56%), junio (10,89%),
septiembre (9,88%) y diciembre (4,48%).
Las subas otorgadas por decreto fueron, a diferencia de las mencionadas en el párrafo
anterior, de entre 3,75% y 12,96% en marzo y de 6,12% en junio. El resultado acumulado,
de entre 10,1% y 19,9% (dependiendo del nivel de ingresos), fue en todos los casos inferior
al que habría resultado de la ley, de 27.426.
Los aumentos que dio el Poder Ejecutivo Nacional fueron menores a la inflación del 36,1%
que hubo en el país el año 2020. El Gobierno nacional dio 4 aumentos en el 2020: un 2,3%
en marzo (junto con una suma fija de $ 1.500), un 6,12% en junio, un 7,5% en septiembre y
un 5% a principios de diciembre. Pero la suma fija de marzo no tuvo la misma importancia
porcentual para los que cobran menos o los que cobran más. Por eso, el aumento en las
jubilaciones varía según qué jubilación se tome: la jubilación mínima, que cobran casi la
mitad de los beneficiarios, aumentó un 35,3% en el año, mientras que los que cobran la
jubilación máxima tuvieron un aumento del 24,3%.
Pero en todos los casos los haberes estuvieron por debajo de la inflación, que fue del
36,1%.
Es por eso que siempre se ha propiciado la utilización del índice del peón industrial, ISBIC,
dado que el mismo es el que mejor reflejaba la realidad del obrero raso, el cual puede ser
asimilado a la clase pasiva.
Más aun, la clase pasiva se encuentra más desprotegida que dicho personal, toda vez que
carece de la posibilidad de realizar changas u horas extras para complementar sus magros
ingresos, con el agravante de que los gastos en salud y medicamentos son mucho mayoresal
llegar a la tercera edad.
Una de las principales causas de ello, fue que el Gobierno se “salteó” el primer aumento:
debió aplicarse en diciembre y recién se otorgó en marzo. Además, como los beneficios
sociales se ajustan con un retraso de 6 meses, en un escenario de inflación creciente asegura
una pérdida mensual continúa. La fórmula de movilidad toma en cuenta un 70% de
inflación y 30% de suba de los salarios formales (índice RIPTE) y eso determina una mayor
pérdida porque los
salarios se están ajustando “a la baja”. Además de que cada vez es mayor el desempleo, con
lo cual el índice resulta engañoso. Con la actual fórmula, estos beneficios podrán recibir
aumentos mayores a la suba de los precios, si la inflación empieza a descender y los
salarios crecen más que el índice de precios.
Los índices de los párrafos anteriores son oficiales, y sobre un 19,20% de movilidad de la
ley 27.426, la justicia ya ordeno en varios casos en particular que la ley no debía aplicarse
en forma retroactiva, consecuentemente ya existe un desfasaje mayor en el cálculo de
movilidad (14 % de diferencia entre la movilidad según la forma de cálculo de ley 26.417 y
27.426 entre lo devengado y lo percibido) y si lo comparamos con la inflación según los
índices oficiales de INDEC, en lo que va del año el jubilado y pensionado ya perdió un
poder adquisitivo del orden del 14,5% en solo seis meses.
En este sentido, el fiscal federal Gabriel De Vedia en representación del Ministerio Publico,
se pronunció en contra de la ley de reforma previsional 27.426 en cinco expedientes de
amparo y dictaminó que el carácter retroactivo de la norma es inconstitucional porque, si
bien entró en vigencia el 29 de diciembre de 2017, retrotrae su aplicación al mes de julio de
ese mismo año, lapso durante el cual regía la ley 26.417, que establecía otras pautas para el
cálculo de la movilidad jubilatoria. Afirma en el dictamen que en el primer semestre las
jubilaciones, pensiones y
demás prestaciones de la Seguridad Social acumularon una pérdida superior al 4 por ciento,
ya que los aumentos sumaron el 11,73 por ciento, contra una inflación que podría trepar al
16 por ciento. De
Vedia explicó en los escritos que los aumentos de marzo debieron realizarse con la anterior
fórmula, con lo que el ajuste debió llegar al 14,5 por ciento en lugar del 5,7 por ciento que
se aplicó. “La retroactividad es inconstitucional, no quedan dudas y no creo que a esta
altura alguien sostenga que es constitucional porque estaba vigente la otra ley", explicó el
fiscal.
Está claro que la proyección va en aumento y que al momento de analizar el presente caso
seguramente se esté por encima de dicho porcentual.
En este orden el fallo de la Sala 3 de la Cámara Federal de la Seguridad Social, en los autos
“FERNANDEZ PASTOR MIGUEL ANGEL C/ ANSES S/ AMPAROS Y
SUMARISIMOS” (Exp. 138.932/2017) el Dr. Martin Laclau dice refiriéndose a la facultad
reglamentaria: “…Trátase de una cuestión esencialmente política y, en cuanto tal, el debate
ha de darse dentro de ese ámbito, cuidando de evitar la politización de la justicia, lo que iría
en desmedro de la seguridad jurídica.
Claro está que este poder discrecional acordado al legislador no lleva a legitimar cualquier
medida que emane de éste. Si se diera el caso de establecerse pautas de movilidad que se
tradujesen en una disminución desproporcionada del haber del beneficio, resulta indudable
que, en esa situación, las disposiciones legales que las establecieran serían
inconstitucionales, puesto que afectarían la garantía de movilidad de las jubilaciones
emanada de lo dispuesto por el citado art. 14 bis.”
Continuando con los principios que se deben tener presentes con el objeto del presente
planteo de inconstitucionalidad de la ley 27.426, la Corte Suprema de Justicia de la Nación
en el Fallo “Eliff” del año 2009, deja esclarecida la proporcionalidad que debe existir entre
los haberes jubilatorios con relación con los salarios de actividad.
El Máximo Tribunal en el fallo referido, ha destacado que la prestación previsional viene a
sustituir el ingreso que tenía el peticionario como consecuencia de su labor, de
modo que el nivel de vida asegurado por la jubilación debe guardar una relación justa y
razonable con22 el que le proporcionaban al trabajador y a su núcleo familiar las
remuneraciones que venía recibiendo y que definían la cuantía de sus aportes. Ello ha
llevado a privilegiar como principio el de la necesaria proporcionalidad entre los haberes de
pasividad y de actividad".
Este retroceso legislativo en el marco de protección, pone a esta ley en grave conflicto con
un principio arquitectónico del Derecho Internacional de los Derechos Humanos en general,
y del PIDESC en particular. En efecto, este último está plenamente informado por el
principio de progresividad, según el cual, todo Estado Parte se "compromete a adoptar
medidas… para lograr progresivamente… la plena efectividad de los derechos aquí
reconocidos" (art. 2.1).
La norma, por lo pronto, "debe interpretarse a la luz del objetivo general, en realidad la
razón de ser, del Pacto, que es establecer claras obligaciones para los Estados Partes con
respecto a la plena efectividad de los derechos de que se trata". Luego, se siguen del citado
art. 2.1 dos consecuencias: por un lado, los estados deben proceder lo "más explícita y
eficazmente posible" a fin de alcanzar dicho objetivo; por el otro, y ello es particularmente
decisivo en el sub lite, "todas las medidas de carácter deliberadamente retroactivo a este
respecto requerirán la consideración más cuidadosa, y deberán justificarse plenamente con
referencia a la totalidad de los derechos previstos en el Pacto y en el contexto del
aprovechamiento pleno del máximo de los recursos de que se disponga". Más todavía;
existe una "fuerte presunción" contraria a que dichas medidas regresivas sean compatibles
con el tratado sobre todo cuando la orientación del PIDESC no es otra que "la mejora
continua de las condiciones de existencia", según reza, preceptivamente, su art. 11.1. La
Corte Suprema de Justicia de la Nación en Fallo "Aquino"(2004). De acuerdo a lo
expuesto, se trata de una Ley que debe ser tachada de inconstitucional ya que se aparta
claramente de los principios anteriormente mencionados.
Como hecho más notorio y de acuerdo a lo expuesto precedentemente la ley 27.426 crea un
nuevo sistema de movilidad ligado NO a los salarios sino a los índices de inflación. La
Sin dudas, esta normativa se aplica retroactivamente apartándose del Art. 7 del Código
Civil y Comercial que establece: “ARTICULO 7°. - Eficacia temporal. A partir de su
entrada en vigencia, las leyes se aplican a las consecuencias de las relaciones y situaciones
jurídicas existentes.
Las leyes no tienen efecto retroactivo, sean o no de orden público, excepto disposición en
contrario.
La retroactividad establecida por la ley no puede afectar derechos amparados por garantías
Constitucionales”
Los beneficiarios que aceptaron ingresar al programa y “someterse” a los términos del
mismo homologando ante la Justicia Federal dichos acuerdos, acordaron con la Anses que
desde el 1° de enero de 2007, se aplicarían los aumentos generales, y las movilidades
dispuestas en la Ley N° 26.417. Dichos firmantes, expresamente convinieron acogerse a un
régimen de movilidad que intempestivamente les fue modificado, imponiéndoseles un
nuevo régimen que nada tiene que ver con aquel que habían suscripto. A estos
jubilados/pensionados, la demandada ANSES unilateralmente les modifica las condiciones
que habían pactado; condiciones que algunos habían considerado al momento de desistir de
juicios que tenían en trámite.
Del análisis expuesto, podemos decir que el sistema previsional argentino debe ser
oportuna y coherentemente modificado, luego de un profundo debate especializado, atento
a las deficiencias que presenta; pero, en el estado actual, y de conformidad con lo ya
expuesto se desprende que la Ley posee insolvencias en virtud de las cuales debe decretarse
la inconstitucionalidad de la misma.
X- SE APLIQUEN LOS FALLOS BETANCUR Y HARTMANN
Así es como respecto a las remuneraciones por periodos anteriores al 31/03/1991, Anses
aplico la Resolución 140/95. La Resolución 298/2008 de Anses, empalma los índices de la
Resolución 140/95 con los aumentos oficiales otorgados por decreto del PEN.
La ley 26.417, actualiza las remuneraciones -devengadas antes- (art 2) conforme lo previsto
en el texto original de la 24.241 y sus disposiciones reglamentarias (Resol Anses140/95,
ISBIC).
Mas aun, el 18 de diciembre de 2018 la CSJN falló en autos "Blanco, Lucio Orlando c/
Anses s/ reajustes varios", en el cual declaró confirmar la aplicación al caso del precedente
"Elliff" y declarar la inconstitucionalidad de las resoluciones de Anses N° 56/2018 y de la
Secretaría
de Seguridad Social N°1/2018.
Al igual que en el citado caso Blanco en el presente caso no resultan aplicables las
Resoluciones Anses 56/2018 y SSS 01/2018, en cuanto determinan la actualización de las
remuneraciones por el índice RIPTE.
Cabe recordar que el Congreso Nacional, debido al mandato conferido por la Constitución
Nacional debe establecer por Ley “…jubilaciones y pensiones móviles…”, Art. 14 bis de la
misma.
Recién con el dictado de la Ley 26.417 el Congreso Nacional reasume su deber de elegir el
índice de actualización de los salarios.
A raíz de ello la secretaria de Seguridad Social, tratando de enmendar tal error, dicta la
Resolución 01/2018, careciendo también de facultades para ello, toda vez que el nuevo art.
24 de la Ley 24.241, modificado por la Ley 26.417, solo le otorga a la secretaria la potestad
de establecer los procedimientos de cálculo del promedio de remuneraciones.
Continua la Corte en el precedente citado indicando que “…la elección de la variable de
ajuste no es un aspecto menor, de detalle, referente al cumplimiento del régimen de
jubilaciones, sino que es una cuestión de la mayor relevancia pues tiene directa incidencia
sobre el contenido económico de las prestaciones, pudiendo afectar el mandato protectorio
del art. 14 bis de la Constitución Nacional o el derecho de propiedad de los
beneficiarios…” … En efecto, no puede admitirse el ejercicio de una potestad de exclusivo
resorte del Poder Legislativo Nacional, ejecutada por ese departamento del Estado desde el
año 2008 en dos oportunidades (leyes 26.417 y 27.426) …”. “...el alcance del poder que el
constituyente ha otorgado al Congreso de regular la distribución de "los beneficios de la
seguridad social" debe inscribirse en una comprensión que enlaza la realización del
proyecto social de la Constitución Nacional con el juicio y decisión de los representantes
del pueblo y de las provincias… La intervención indebida que lleva a cabo el Poder
Ejecutivo Nacional … al dictar y ratificar la resolución N°56/2018 sin tener la potestad
constitucional para hacerlo, contradice el art. 14 bis de la Ley Fundamental que conjuga el
ideal representativo con la realización de los derechos sociales. Asimismo, transgrede la
regla básica republicana según la cual cada poder del Estado Federal debe actuar dentro de
su ámbito de competencia…También desconoce que las normas que desde hace más de
cincuenta años han reconocido las obligaciones del Estado de tutelar al trabajador en
situación de pasividad no pueden ser entendidas fuera de la nueva cláusula del progreso
(art. 75, inciso 19, de la Constitución Nacional), según la cual corresponde al Congreso
proveer lo conducente "al desarrollo humano" y "al progreso económico con justicia
social…"… que la decisión que se adopta en la presente causa se enrola dentro de la
jurisprudencia de esta Corte Suprema en materia de seguridad social, en la que el Tribunal
se ha manifestado particularmente sensible a las cuestiones que atañen al resguardo de los
créditos pertenecientes a la clase pasiva, grupo vulnerable e históricamente postergado,
procurando con sus decisiones hacer efectiva la protección que la Constitución Nacional
garantiza a la ancianidad (art. 75, inc. 23). Con este objetivo, declaró la
inconstitucionalidad de normas procesales que conspiraban contra la
celeridad de los procesos previsionales (Fallos: 328:566 "Itzcovich"); reconoció el derecho
al reajuste de las prestaciones previsionales y la movilidad jubilatoria (Fallos: 328:1602
"Sánchez" y 329:3089 "Badaro"); admitió la actualización de las remuneraciones a los fines
de los cálculos de los haberes jubilatorios (Fallos: 332:1914 "Elliff");reconoció el derecho a
la devolución de los aportes voluntarios efectuados al sistema de capitalización (Fallos:
337:1564 "Villarreal"); reconoció la naturaleza previsional de la renta vitalicia
extendiéndole la garantía de la movilidad y garantizó la percepción de una suma
equivalente al haber mínimo del régimen ordinario (Fallos: 338:1092 y 339:61 "Etchart" y
"Deprati", respectivamente), y tomó diversas decisiones en materia de atribución de
competencia
judicial con el objeto de evitar la postergación injustificada en la tramitación de las causas
(Fallos: 337:530 y 339:740 "Pedraza" y "Constantino", respectivamente).
Que razones de seguridad jurídica también deben ser consideradas, ya que esta Corte
Suprema de Justicia de la Nación se ha pronunciado en numerosas oportunidades aplicando
el citado precedente "Elliff", del cual no cabe apartarse, excepto que hubiera una razón
suficiente y excepcional.
Un principio de justicia que goza de amplio consenso es aquel que manda desarrollar las
libertades y derechos individuales hasta el
nivel más alto compatible con su igual distribución entre todos los sujetos que conviven en
una sociedad dada, así como introducir desigualdades excepcionales con la finalidad de
maximizar la porción que corresponde al grupo de los menos favorecidos… Estos
principios se adecuan a la regla de la igualdad (art. 16 de la Constitución Nacional) y se
compadecen con la distribución diferenciada a través de medidas de acción positiva
destinadas a garantizar la igualdad real de oportunidades y el pleno goce de los derechos
reconocidos por la Carta Magna y los tratados internacionales vigentes sobre derechos
humanos, en particular respecto de los niños, las mujeres, los ancianos y las personas con
discapacidad…Cabe destacar que es precisamente en tiempos de crisis económica cuando
la actualidad de los derechos sociales cobra su máximo significado. En tales etapas críticas,
deben profundizarse las respuestas institucionales en favor de los grupos más débiles y
postergados, pues son las democracias avanzadas y maduras las que refuerzan la capacidad
de los individuos y atienden las situaciones de vulnerabilidad en momentos coyunturales
adversos… los Estados Partes deben elaborar una estrategia nacional para lograr que se
ponga plenamente en práctica el derecho a la seguridad social, y asignar suficientes
recursos fiscales y de otro tipo a nivel nacional (conf. Observación General 19 del Comité
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, punto 41)…”.
XII- TOPES
a- Artículo 9 inc. 3
El artículo 9 de la ley 24.463 establece los llamados topes máximos, los que
justifica en el principio de solidaridad que rige el sistema. Esta limitación a la percepción del
haber, resulta lesiva al artículo 17 de la CN. En el supuesto de que la correspondiente
liquidación arroje un haber que supere el tope, teniendo dicha limitación carácter
confiscatorio, solicito expresamente se decrete la inaplicabilidad del tope establecido en el
artículo 9 inc. 3. (Conforme fallo “Tudor”, aplicando la solución que anteriormente hubiera
adoptado respecto del artículo 55 de la ley 18.037 en “Actis Caporale”).
Los Topes de los arts. 9, 24 y 25 de la ley 24.241 reglamentados por art. 3 del
dto. 679/95 y art 14 res. 6/2009, que establecen que las remuneraciones actualizadas no
deberán superar el monto máximo de la base imponible establecida en el artículo 9º de la Ley
Nº 24.241 para el cálculo de la PC, se traducen en una desproporción entre haber previsional
y el salario, no cumpliendo con el principio sustitutivo de la jubilación. Es por ello que
solicito la inconstitucionalidad de dichos topes conforme fallos Cruz, Tadeo, Melfi Alejandro
de la Sala 2, y Fallo Bispoli Luis Jorge c/ ANSeS s/ reajustes varios.
Vale señalar que el único tope máximo previsto por la ley 24.463, que sería a las
prestaciones de la ley 24.241, es el previsto en el art. 9, apartado 3ero, pues lo contemplado
en el apartado 2do. (escala de deducciones), comprende únicamente a las prestaciones
otorgadas en virtud de leyes anteriores a la ley 24.241 que no tengan previsto un tope
máximo menor, motivo por el cual si, luego de la declaración de inconstitucionalidad del
tope citado, la Anses afecta el beneficio del titular con la deducción de la tabla del art. 9,
apartado 2do. de la ley 24.463, incurre en un obrar ilegítimo.
La Sala II de la CFSS declaró también en el fallo “Cruz Oscar Tadeo”, del 5/10/2010, la
inconstitucionalidad del artículo 9 de la ley 24.463. Entendió que: El art. 25 de la ley
24.241 prevé que para establecer el promedio de las remuneraciones no se considerará el
sueldo anual complementario ni los importes que en virtud de lo previsto en el segundo
párrafo del artículo 9º excedan el máximo fijado en el primer párrafo del mismo artículo -
limitación que se aplica a las remuneraciones imponibles devengadas con posterioridad al
1º de febrero de 1994 (decreto 679/95) (21)…Toda vez que, en el caso, las remuneraciones
computables a los fines del art. 24 de la ley 24241, se situaron entre los años 1990 y 1999 y
de este modo, las comprendidas a partir del 10 de febrero de 1994 fueron limitadas en la
suma de $4800, la aplicación del tope cuantitativo previsto por el art. 25 limita la
percepción del beneficio, atentando contra la proporción justa y razonable que debe existir
entre el haber de pasividad y el de actividad, situación que se ve afectada si en el cálculo
del haber jubilatorio no se reflejaran las variaciones que se produjeron en las
remuneraciones… Corresponde declarar la inconstitucionalidad del artículo 25 de la ley
24.241 y su reglamentación, en tanto su aplicación irrestricta afecte la justa
proporcionalidad entre el haber de actividad y el haber jubilatorio y su aplicación importe
una diferencia superior al 15%, apoderamiento que ha sido considerado confiscatorio. “.
“…como lo ha señalado el Alto Tribunal de la Nación en innumerables precedentes sólo se
considera razonable cualquier reducción que no supere el 15% del haber liquidado, como
una contribución solidaria a la Seguridad Social por parte de quienes poseen mayor
capacidad económica. En consecuencia, corresponde declarar la inconstitucionalidad del
artículo 9 de la ley 24.463 en la medida que su aplicación determine una merma en el haber
del interesado superior al límite del 15% admitido por nuestro Máximo Tribunal de Justicia
(Fallos 331:1620)”.
Por último, vale citar los fallos “Mateo, Norma Josefina c/ Anses s/ ejecución previsional”,
Cámara Federal de la Seguridad Social, Sala I, 3/10/08 y en “Dorcazberro, Martha c/
A.N.Se.S. s/ Ejecución previsional”, C.F.S.S., Sala I, sent. int. 72893, 10.09.08.
b-Art. 24 y 25 de la Ley 24241
Los Arts. 24 y 25 han sido reglamentados a partir del 01 de marzo de 2009 mediante la
Resolución SSS 6/2009, la cual en su art. Art. 14 establece en el Apartado b) que en el caso
en que las remuneraciones actualizadas en cada mes analizado superen el máximo
establecido en el artículo 9º de la Ley Nº 24.241, texto sustituido por el artículo 1º de la Ley
Nº 26.222, deberá tenerse en cuenta como tope para cada mes, aquél vigente a la cesación
de servicios entendida en los términos definidos en el apartado 1. Estarán exentas de este
límite las remuneraciones imponibles devengadas con anterioridad al 1º de febrero de 1994.
Para el hipotético y poco probable caso de que la misma sea tenida en cuenta para
recalcular el haber previsional solicito que sea tachada de inconstitucional.
XV-COSTAS
El artículo 21 de la ley 24.463 establece “en todos los casos las costas serán
por su orden”, con ello se está afectando el principio de igualdad. Articulo 16 CN.
Esto parecía tener más fundamento previo a la sanción de la ley 24.463, dado que
el organismo previsional no era considerado parte contraria en la instancia judicial, hecho
que fue expresamente modificado por el artículo 15 de la referida norma constitucional.
Como bien lo advirtiera la Excma. Cámara Federal de La Plata (Sala III)
en el Expte. Nº451054862/2012 “Incidente de apelación de De Paul Alicia Marcela en
autos De Paul Alicia Marcela c/ ANSES – PEN s/ Amparo Ley 16986”- “…corresponde
declarar la inconstitucionalidad del art. 21 de la ley 24.463 en su aplicación al caso, por
resultar contrario al carácter integral e irrenunciable de los beneficios de la
seguridad social, a la garantía de igualdad y al derecho de propiedad (artículos 14
bis, 16 y 17 de la Constitución Nacional). No puede obviarse la naturaleza de la
cuestión que se debate en el presente, de contenido alimentario y vital, así como
la conducta asumida en este contexto por el ente demandado…” (del voto del Dr.
Carlos Vallefín) .A lo que cabe agregar que “en dicho marco, la ANSES debe soportar las
costas del juicio (art. 68 CPCCN, y arts. 14 y 17, ley 16.986)(cfr. en igual sentido, esta Sala
se expidió en autos “CÁCERES ARMOA, Quintina c/ Administración Nacional de la
Seguridad Social s/ Amparo Ley 16.986” (FLP 75020115/2010, sentencia de
fecha 10/03/14). Tal postura resulta consonante con la sostenida por la Cámara
especializada en la materia que tiene dicho que “Conforme lo ha sostenido la
C.S.J.N., la normativa del art. 14 de la ley 16.986 ‘…no ha sido dejada sin efecto
en forma expresa por la ley de solidaridad previsional, ni cabe admitir que lo haya
sido de manera implícita pues forma parte de un conjunto orgánico de
disposiciones dirigidas a regular el restringido ámbito de la acción de amparo, y
no resulta incompatible con lo establecido en el art. 21 de la ley 24.463, de
aplicación al resto de los procesos en que deba intervenir la demandada que se
encuentran regidos por los arts. 14 y siguientes de la ley referida’ (cfr. sent. del
16.06.99, ‘De la Horra, Nélida’).” La Alzada coincide en reafirmar el carácter alimentario y
vital, irrenunciable y de orden público que protege el derecho de la actora a obtener no sólo
la percepción de su crédito, sino también de todas aquellas erogaciones que se vio
compelida a realizar en procura de su derecho. La doctrina sentada por la Corte Suprema
de Justicia de la Nación en el precedente “PATIÑO, Raúl Osvaldo c/
Gobierno Pcia. de San Juan (Unidad de Control Prev.) s/ amparo por mora” , sentencia
del 27/05/2009 (“Fallos” 322:1298) lo que condujo a la declaración de
inconstitucionalidad en el caso de lo preceptuado por el art. 21 de la ley 24.463 y la
consecuente aplicación de los principios generales establecidos en el ordenamiento procesal
para resolver la cuestión.
Por lo expuesto solicito se declare la inconstitucionalidad del artículo 21
de la ley 24.463.
XVI- LIQUIDACION
Ello en virtud de la jurisprudencia de las Cámaras del fuero, fallo Betancur y Hartmann,
Gabriel L. c. ANSeS s/Reajustes varios en cuanto entienden que la garantía de movilidady
los principios de integralidad e irrenunciabilidad de las prestaciones de la seguridad social
contenidos en el art. 14 bis de la CN implican que el monto del haber inicial jubilatoria
debe43
garantizar una “razonable y adecuada proporción” con las remuneraciones del trabajador que
la prestación viene a sustituir.
La CSJN en el precedente “Sanchez” manifiesta que “los derechos a una retribución justa y a
un salario mínimo vital y móvil dirigido a garantizar alimentación y vivienda, educación,
asistencia sanitaria y, en definitiva, una vida digna, encuentran su correlato en las
jubilaciones y pensiones móviles que deben ser garantizadas a los trabajadores cuando entran
en pasividad”.
Es que “la jubilación constituye una prolongación, después de la cesación regular y definitiva
de la actividad social laboral del individuo, de la remuneración, como débito de la
comunidad por el servicio que él ha presentado”. El principio básico que sustenta el sistema
previsional argentino es el de la necesaria proporcionalidad que debe existir entre el haber de
pasividad y el de actividad”.
La actualización semestral dispuesta por la ley 26.417 y actualmente trimestral por la 27.426,
no corrige la inequitativa tasa de sustitución sino que la mantiene o la profundiza cuando el
mecanismo no repara el daño patrimonial que la inflación propina.
Tal cual lo hizo la Sala III en el fallo «Bentacur», la Sala II comienza su argumentación
poniendo énfasis en el carácter integral de las prestaciones previsionales y en la relación de
proporcionalidad que deben tener las mismas con los salarios de los activos. Esta relación, es
lo que define al principio de proporcionalidad y la reconoce como una derivación de la
garantía constitucional de movilidad y los principios de integralidad e irrenunciabilidad de
las prestaciones de la seguridad social.
Se solicita el 70 % que era el porcentaje mínimo que establecía el art. 49 de la derogada ley
18.037. Ello, dado que el sistema de la ley 24.241 importó una regresión en materia de
derechos previsionales, sobre todo para aquellos trabajadores que perciben mayores
remuneraciones.
El principio de progresividad determina que queda descalificado todo accionar del Estado
que en la práctica produzca un resultado regresivo en el goce efectivo de los derechos.
Determinar si el sistema creado por la ley 24241 para el cálculo de la prestación por vejez
implicó una regresión en materia previsional comparado con el anterior sistema del art. 49 de
la ley 18.037 (t.o. 1976) requiere de un análisis en concreto, sobre cada caso en particular.
En función de ello se acompaña calculo efectuado por el sistema Bluecorp donde se ve la
tasa de sustitución del haber inicial de la prestación. Nuestro Máximo Tribunal ha rechazado
el Recurso extraordinario interpuesto por ANSeS en autos “Betancur, José c/ ANSeS s/
Reajustes Varios”, confirmando de esta manera la tasa de sustitución del 70% dispuesta por
la Sala III de la Excma. CFSS, conforme los fundamentos del fallo del Dr. Néstor Fasciolo.
Así, de acuerdo a la reciente jurisprudencia confirmada por la CSJN de Junio de 2012 es que
se solicita se declare la inconstitucionalidad del porcentaje multiplicador (hoy 1.5%) de la
fórmula establecida por los art. 23 a 26 y 30 de la Ley 24.241 a los fines de la determinación
de la PC y PAP, a fin de evitar consecuencias confiscatorias con su aplicación y así obtener
un haber que alcance el 70% del promedio de las remuneraciones actualizadas del
actor.
Al respecto, tiene dicho la Excma. CSJN: “La aplicación en el tiempo de los nuevos criterios
-inconstitucionalidad del art. 19 de la ley 24.463-ha de ser presidida por una especial
prudencia con el objeto de que los logros propuestos no se vean malogrados en ese trance.
De esta manera deviene aplicable en esta instancia la nueva jurisprudencia dictada en el fallo
Betancur por ser posterior al inicio de la presente acción, por los fundamentos y antecedentes
expuestos y principalmente, por resguardar la aplicación del principio de sustitutividad del
salario receptado por la CSJN en los fallos “Sánchez”, “Badaro” y “Eliff”, entre otros.
Todo ello en concordancia con el carácter sustitutivo del haber previsional, ya que como bien
han sostenido los tribunales “la jubilación constituye una consecuencia de la remuneración
que percibía el beneficiario como contraprestación de su actividad laboral, una vez cesada
ésta y como débito de la comunidad por dicho servicio, razón por la cual el principio básico
que se privilegia es el de la necesaria proporcionalidad entre el haber de pasividad y el de
actividad” (Bastero, Benjamin c/CNPS para Personal del Estado, Chocobar, Sixto c/ CNPS
para Personal del Estado, entre otros)
Como bien sostuvo la Sala III de la Cámara Federal de Seguridad Social en el reciente fallo
“Betancur José c/ ANSES s/ Reajustes Varios” cuando afirma que “...bien puede afirmarse
que la suficiencia y adecuada proporcionalidad de la prestación previsional, consustancial al
carácter integral e irrenunciable de los derechos de la seguridad social a los que pertenece,
depende de una razonable tasa de reemplazo inicial mantenida en el tiempo por una acertada
pauta de movilidad, pero ésta última, por sí sola, no alcanza para corregir la eventual
insuficiencia del primer haber”. Además, es conocido que existen regímenes especiales
donde vinculan estrechamente la movilidad de la prestación con el sueldo de actividad
(Leyes 22731, 22929, 24016,24018, 26508), por otro lado también existen regímenes
comunes como el SIPA (L26425) que sustituyó la Ley 24.241 y sus antecesoras las L18.037
y 18.038.
Cabe recordar que las Leyes 18.037 y 18.038 establecían un piso del 70% del promedio de
los mejores 3 años, porcentaje que a su vez podía llegar hasta el 82% dependiendo de los
años de edad trabajados en exceso según la edad requerida del régimen.
Misma modalidad adoptó la Ley 24.241 para el cálculo de las prestaciones de invalidez y de
pensión por fallecimiento (arts. 97 y 98 L24.241), ya que el 70% es el porcentaje a utilizar
para el cálculo del haber de estos beneficiarios. No obstante ello, el contenido económico de
la cobertura de contingencia de invalidez es equiparado con el de la vejez (art. 5 L22731,
art.8 L22929, art.4 L24016, art. 22 L24018).
Ahora bien, para el cálculo de la Jubilación no fue utilizado este porcentaje, sino que el haber
se compone por la sumatoria de las prestaciones de PBU, PC y PAP. Cabe destacar que la
primera no tiene ninguna relación con el haber del trabajador, sino que es un reconocimiento
por la cantidad de años trabajados, y tanto la PC como la PAP si bien46 tienen relación con
el salario de actividad su tasa de sustitución es de aproximadamente el 45%, resultando
significativamente inferior al 70% antes reconocido.
Sin embargo aquellas leyes que si contuvieron esta tasa de sustitución (L18037 y 18038)
tuvieron una mayor vigencia (25 años) que la Ley 24.241, que sólo estuvo vigente por 14
años, y como sabemos fue derogado por la Ley 26.425 SIPA por haber resultado un fracaso
su aplicación. Cabe poner de resalto que la misma Ley 26.425 (SIPA) en su art. 1º estableció
que : “ -Dispónese la unificación del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones en un
único Régimen Previsional Público que se denominará Sistema Integrado Previsional
Argentino (SIPA), financiado a través de un sistema solidario de reparto, garantizando a los
afiliados y beneficiarios del Régimen de Capitalización vigente hasta la fecha, idéntica
cobertura y tratamiento que la brindada por el Régimen Previsional Público, en
cumplimiento del mandato
previsto por el artículo 14 bis de la Constitución Nacional.”
Ahora es una paradoja el hecho de que el Estado mismo suprimiera los regímenes
establecidos por las Leyes 18037 y 18038, que tenían como piso un reconocimiento del 70%
del haber promedio trabajado, y las mismas fueran suplantadas por la Ley 24.241 que
aproximadamente llegaba a reconocer un 49% del haber promedio. Y luego, vuelva sobre la
base de que es el Estado quien debe otorgar los beneficios de seguridad social en forma
integral e irrenunciable, que el Estado debe tomar un rol activo en la reconstrucción del
sistema previsional público y entendiendo que la situación social se mejora tomando medidas
técnicas que promuevan reformas sobre una base humana y moral que tenga en
consideración al hombre; la familia y la sociedad como principales protagonistas a ser
protegidos por el Estado como administrador de la Seguridad Social y que el Estado
Nacional garantice a los afiliados y beneficiarios del citado Régimen de Capitalización la
percepción de iguales o mejores prestaciones y beneficios que los que gocen a la fecha de la
entrada en vigencia del presente proyecto de ley (Considerandos del Proyecto de Ley
26.425), y todo ello lo hace otorgando las mismas prestaciones con la misma tasa de
sustitución que tenía la Ley 24.241.O sea que, el Estado eliminó los regímenes que
reconocían entre el 70% y 82% del haber promedio de actividad (L18037 y 18038), y lo
reemplazó por uno que alcanzaba a otorgar aproximadamente el 49% del salario del
trabajador (L24241), y finalmente entiende que para garantizar las prestaciones de carácter
integral e irrenunciable vuelve a hacerse cargo del sistema con la Ley 26.425 (SIPA) pero
con el mismo porcentaje de reconocimiento, misma tasa de sustitución, olvidándose del
carácter sustitutivo que deben tener las prestaciones estatales. “Así las cosas, juzgo
procedente acceder a la tasa de reemplazo reclamada por la parte actora, pues a esa solución
conduce el empleo de la misma regla de hermenéutica a la que recurrió la Cámara en el caso
del “derecho a acrecer”, declarando aplicable a ese fin el 70% establecido por el art. 49 de la
ley 18037 en cuanto no resulta incompatible con el SIJP (ahora SIPA), máxime si se tiene
presente que ese guarismo constituye el punto de referencia para la determinación del retiro
por invalidez y la pensión por fallecimiento (arts. 97 y 98 de la Ley 24241 y sus
modificatorias) ...” Cámara Federal de Seguridad Social Nº III en el reciente fallo “Betancur
José c/ ANSES s/ Reajustes Varios.
Por lo expuesto, no puede existir duda en afirmar que la tasa mínima de sustitución de una
prestación de Jubilación, de un trabajador dependiente, acordada bajo el régimen del SIJP
(ahora SIPA), no puede ser inferior al 70% del promedio de las remuneraciones actualizadas
de los últimos diez años, o sea, misma tasa que la prevista por el art. 49 L18037, resultando
confiscatorio cualquier otro número inferior. Mismo criterio fue sostenido por la Sala III en
el caso Betancur.De esta manera, resultando necesario señalar “...el perjuicio concreto a
través de la presentación de pruebas contundentes que logren demostrar que el haber mensual
de la jubilación del interesado no alcanza el 70% del promedio mensual de las
remuneraciones actualizadas, conforme a lo que disponía el art. 49 de la ley 18.037...”(Conf.
Sala I en autos “Díaz, Rubén del Valle c/ANSES s/ Reajustes Varios”,21/12/2015), vengo a
demostrar que el haber del actor no alcanza el porcentaje indicado.
Con los fundamentos expuestos precedentemente corresponde que VS haga lugar al reclamo
de la parte actora tendiente a obtener que su haber inicial refleje el 70%de la remuneración
promedio actualizada de los últimos 10 años, abonando en consecuencia la correspondiente
tasa de sustitución mínima.
XVIII- DERECHO .
XIX-ACTUALIZACIÓN MONETARIA
XX - PRUEBA
Ofrezco los siguientes medios de prueba, sin perjuicios de ampliarlos conforme lo establece
el código ritual.
- Documental:
- Reclamo administrativo.-
- Resolución denegatoria.-
Y De Jubilación.-
- Liquidación practicada por esta parte que surge la notable diferencia que hay entre el
de reajuste nº 024-27057143687-357-1
XXI- CASO FEDERAL
XXII - COMPETENCIA
XXIII –AUTORIZA
Que por la presente autorizo y/o faculto a la Srta. PILAR AYALA CHESSIO DNI
39.831.296, a poder realizar todo tipo de trámite y diligenciamiento, tendiente a la
prosecución del juicio, reclamo, seguimiento de expedientes, y cualquier otra actuación de
tipo procesal o extraprocesal en la cual me presente, pudiendo retirar los expedientes
administrativos y cualquier otra documentación, presentarla, y/o diligenciar cualquier otro
tipo de presentación que sea necesaria.
XXIV- PETITORIO