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Miércoles de Ceniza Dirigida Por Un Laico (2023)

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CELEBRACIÓN DE MIÉRCOLES DE CENIZA

DIRIGIDA POR UN MINISTRO LAICO


Subsidio celebrativo

PIEDAD
POPULAR

1
PRESENTACIÓN
La Cuaresma en un tiempo propicio y un tiempo de salvación (Cfr. 2 Cor.
6,2) que la Iglesia nos propone para reflexionar diversos aspectos de
nuestra vida cristiana. No se trata sólo de acentuar los tres ejes sobre los
cuales gira la Cuaresma: ayuno, oración y caridad (limosna); más bien estos
tres ejes nos deben ayudar a profundizar (orar) para lograr vencer (ayudar
del mal, de las situaciones nocivas que destruyen el proyecto de Dios en
nosotros) con la gracia del Espíritu y de la Palabra de Dios aquellas
realidades que nos impiden vivir nuestra vocación de bautizados.

La Comisión Diocesana de Liturgia con sus dimensiones de PASTORAL


LITÚRGICA, MÚSICA LITÚRGICA, PIEDAD POPULAR Y
CONGRESOS EUCARÍSTICOS ha realizado una propuesta pastoral para
los EJERCICIOS CUARESMALES que se realizarán en cada una de las
parroquias de nuestra Diócesis de Ciudad Juárez de tal modo que nuestros
hermanos laicos se preparen a vivir la Cuaresma como un camino hacia la
Pascua, no de manera individual sino en familia, para que, liberados de
todos aquellas realidades que oscurecen y esclavizan la vida familiar,
exulten de gozo con la celebración de la Resurrección de su Señor, vencedor
del pecado y de la muerte.

La temática la hemos titulado “La familia, designio de Dios”. Dice el Papa


Juan Pablo II exhortación apostólica Familiaris Consortio: «La familia, en los
tiempos modernos, ha sufrido, quizá como ninguna otra institución, la
acometida de las transformaciones amplias, profundas y rápidas de la
sociedad y de la cultura. Un gran número de familias, en esta situación se
sienten inciertas y desanimadas de cara a su cometido, e incluso en estado
de duda o de ignorancia respecto al significado último y a la verdad de la
vida conyugal y familiar. Otras, en fin, a causa de diferentes situaciones de
injusticia se ven impedidas para realizar sus derechos fundamentales»”
(n.1)

Dentro de la propuesta pastoral, ofrecemos a los presbíteros en un material


propio (formato PDF), una VISIÓN GENERAL TEOLÓGICA DE LAS
EUCOLOGÍAS Y TEXTOS BÍBLICOS DEL CICLO A; san Mateo es el
evangelista que nos acompaña en este ciclo del Tiempo de Cuaresma

2
Para iniciar este Tiempo ofrecemos, a todas las parroquias, la
CELEBRACIÓN DEL MIÉRCOLES DE CENIZA, cuando ésta es dirigida
por un hermano laico.

Los ejercicios espirituales son enriquecidos con una HORA SANTA POR
LA FAMILIA y un elenco de CANTOS LITÚRGICOS PROPIOS PARA
ESTE TIEMPO (incluye el link).

Deseamos que este camino de ascensión hacia la Pascua oriente y fortaleza


a la familia en su vida espiritual y en su condición de bautizados.

Que la Virgen Madre de Dios, que fue dócil al Espíritu y a la Palabra, ayude
a todas las familias a gustar de los frutos (cfr. Salmo 34,8) que brotan de la
Pascua de su Señor.

Comisión Diocesana de Liturgia

3
INTRODUCCIÓN

Con el Miércoles de Ceniza comenzamos el Tiempo de Cuaresma como


tiempo favorable, el tiempo en el cual se nos ofrece la salvación (Cf 2 Cor. 6,
2) y debemos ir profundizando paulatinamente estos aspectos a lo largo de
todo este Tiempo.

La Cuaresma es un itinerario bautismal que re4novamos cada año a través


del ejercicio de la oración, el ayuno y las obras de misericordia cuyas
acciones brotan de la acción del Espíritu en el bautizado y de la lectura
atenta y meditada de la Palabra de Dios.

La Cuaresma empieza con ceniza y termina con el fuego, el agua y la luz de


la Vigilia Pascual. Algo debe quemarse y destruirse en nosotros -el hombre
viejo- para dar lugar a la novedad de la vida pascual de Cristo. El Tiempo
de Cuaresma es por excelencia un camino que debe prepararnos a la Pascua
para que “después de haber preparado nuestros corazones desde el inicio
de la Cuaresma con nuestra penitencia y nuestras obras de caridad, hoy nos
reunimos para iniciar, unidos con toda la Iglesia, la celebración anual del
Misterio Pascual, es decir, de la pasión y resurrección de nuestro Señor
Jesucristo” (monición inicial del Domingo de Ramos de la pasión del
Señor).

El presente subsidio celebrativo de Miércoles de Ceniza no es ritual para ser


usado en la celebración, sino más bien, un recurso que ayude a preparar
ésta, de tal modo que todos los elementos estén convenientemente
dispuestos además para que el ministro laico realice aquello que solamente
le compete decir y hacer dentro de la celebración litúrgica que él dirige, por
encargo de la Iglesia y, no usurpe palabras, gestos o acciones que son
propias del ministro ordenado.

Que el santo ejercicio de la Cuaresma nos ayude a prepararnos para vivir


con intensidad la alegría que brota de la Pascua

Pbro. Lic. Marcelino Delfín Poso


Coordinador Diocesano de Liturgia

4
RITOS INICIALES
Reunida la comunidad puede entonarse un canto apropiado al tiempo litúrgico. Terminado el canto, el
ministro dice:

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Todos se santiguan y responden: Amén.

El ministro laico, saluda a los fieles con estas o parecidas palabras:

Hermanos, bendigan al Señor, que nos invita benignamente a la mesa del


Cuerpo de Cristo.

Todos responden: Bendito seas por siempre, Señor.

Ministro: Queridos hermanos: por una larga tradición, la Iglesia inicia la


Cuaresma con la celebración del Miércoles de Ceniza, en el cual los
cristianos, al recibir este signo que denota la condición del hombre pecador
que confiesa públicamente su culpa, expresa su voluntad interior de
conversión, impulsado por la esperanza de que Dios se apiade en su
misericordia.

En esta celebración, escucharemos a Dios que quiere mover nuestros


corazones a la conversión; dispongámonos, llenos de docilidad, a iniciar
este itinerario penitencial como un camino de renovación cristiana que
culminará con la solemne celebración de la Pascua.

SE OMITE EL ACTO PENITENCIAL, que es sustituido por el rito de la imposición de


la ceniza.

A continuación el ministro dice: Oremos.

Y todos, junto con el ministro, oran en silencio durante unos momentos. Después el ministro, sin
extender las manos, dice la oración colecta del día.

5
ORACIÓN COLECTA

Concédenos, Señor, emprender este tiempo de combate cristiano


con santos ayunos, para que en el momento de combatir las
tentaciones, seamos fortalecidos con los auxilios de la
penitencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y
reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los
siglos de los siglos.

La asamblea responde: Amén.

LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Enluten su corazón y no sus vestidos.

Del libro del profeta Joel 2, 12-18

Esto dice el Señor: "Todavía es tiempo. Vuélvanse a mí de todo corazón, con


ayunos, con lágrimas y llanto; enluten su corazón y no sus vestidos.

Vuélvanse al Señor Dios nuestro, porque es compasivo y misericordioso,


lento a la cólera, rico en clemencia, y se conmueve ante la desgracia. Quizá
se arrepienta, se compadezca de nosotros y nos deje una bendición, que
haga posibles las ofrendas y libaciones al Señor, nuestro Dios. Toquen la
trompeta en Sión, promulguen un ayuno, convoquen la asamblea, reúnan al
pueblo, santifiquen la reunión, junten a los ancianos, convoquen a los
niños, aun a los niños de pecho. Que el recién casado deje su alcoba y su
tálamo la recién casada. Entre el vestíbulo y el altar lloren los sacerdotes,
ministros del Señor, diciendo: 'Perdona, Señor, perdona a tu pueblo. No
entregues tu heredad a la burla de las naciones. Que no digan los paganos:
¿Dónde está el Dios de Israel?' "Y el Señor se llenó de celo por su tierra y
tuvo piedad de su pueblo. Palabra de Dios.

Todos aclaman: Te alabamos, Señor.

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SALMO Del salmo 50

R. Misericordia, Señor, hemos pecado.

Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida


mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y purifícame de mis
pecados. R.

Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados.
Contra ti solo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo. R.

Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus
mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni retires de mí tu santo
espíritu. R.

Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí un alma generosa.


Señor, abre mis labios y cantará mi boca tu alabanza. R.

SEGUNDA LECTURA
Aprovechen este tiempo favorable para reconciliarse con Dios.

De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios 5, 20 - 6, 2

Hermanos: Somos embajadores de Cristo, y por nuestro medio, es Dios


mismo el que los exhorta a ustedes. En nombre de Cristo les pedimos que
se reconcilien con Dios. Al que nunca cometió pecado, Dios lo hizo
"pecado" por nosotros, para que, unidos a Él, recibamos la salvación de
Dios y nos volvamos justos y santos. Como colaboradores que somos de
Dios, los exhortamos a no echar su gracia en saco roto. Porque el Señor dice:
En el tiempo favorable te escuché y en el día de la salvación te socorrí. Pues
bien, ahora es el tiempo favorable; ahora es el día de la salvación. Palabra
de Dios.

Todos aclaman: Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Sal 94, 8.

R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

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Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón".

R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

EVANGELIO
Tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.

El ministro es laico, va al ambón, omite el saludo y dice solamente:

Escuchen, hermanos, el santo Evangelio según san Mateo 6, 1-6. 16-18.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Tengan cuidado de no


practicar sus obras de piedad delante de los hombres para que los vean. De
lo contrario, no tendrán recompensa con su Padre celestial.

Por lo tanto, cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta, como hacen
los hipócritas en las sinagogas y por las calles, para que los alaben los
hombres. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio,
cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha,
para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te
recompensará.

Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes les
gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que
los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en
cambio, cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante
tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te
recompensará. Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos
hipócritas que descuidan la apariencia de su rostro, para que la gente note
que están ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú,
en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que
no sepa la gente que estás ayunando, sino tu Padre, que está en lo secreto; y
tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará". Palabra del Señor.

Todos aclaman: Gloria a ti, Señor Jesús.

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SUGERENCIAS PARA LA REFLEXIÓN
DE LA PALABRA DE DIOS

El Miércoles de Ceniza da inicio al tiempo de Cuaresma, el cual comprende


los 40 días antes del Domingo de Resurrección. La imposición de la ceniza
nos recuerda nuestra propia mortalidad, “de polvo venimos y en polvo nos
convertimos”. En este tiempo reflexionamos y nos preparamos para los
misterios de la pasión, muerte y resurrección de Cristo.

Desde los primeros siglos del cristianismo, las personas se colocaban ceniza
en la cabeza y se mostraban ante la comunidad con un “hábito penitencial”
para recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo.

Significado de la Ceniza

La ceniza es un símbolo que nos recuerda nuestra propia fragilidad y


mortalidad, que necesita ser liberada por la misericordia de Dios. También
es un símbolo de humildad, en donde recordamos nuestro origen y nuestro
fin: “Dios formó al hombre con polvo de la tierra”; “hasta que vuelvas a la
tierra, pues de ella fuiste hecho”.

Elementos importantes en la Cuaresma:

Conversión: consiste en un cambio de vida, en cambiar las cosas que no nos


hacen sentir plenos delante de Dios. Tenemos que verlo como algo posible
de realizar.

Reconciliación con Dios: es un tiempo de gracia y de encuentro con Dios.


Es el momento en que le podemos pedir perdón a Dios por todas las faltas
que hemos cometido. Como dice San Pablo: “Déjense reconciliar con Dios”.
La oración, limosna y ayuno: Estas propuestas nos ayudarán a tener un
contacto con Dios y una verdadera conversión.

La reconciliación con Dios no solamente es de palabra o mental, sino que


conducidos por la Palabra de Dios y el Espíritu Santo buscamos el
sacramento de la Reconciliación que es el medio que Jesús nos ha dejado
para entrar con comunión con Dios. Decimos nuestros pecados y tomamos
la firme determinación de no volver a estar en las tinieblas; la reconciliación
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también la debemos hacer con los hermanos que hemos ofendido o
lastimado de este modo nuestra reconciliación entonces estará completa.
Nos reconciliación con Dios y con la Iglesia que hemos lastimado y
dividido con nuestros pecados.

En esta Cuaresma te invitamos a convertirte y reconciliarte con Dios y los


hermanos.

Puedes hacerte estas preguntas, ¿por qué estás trabajando?; tu empeño, tu


trabajo, tu vida, ¿a qué están dedicados? ¿A las cosas que se convierten en
polvo? ¿A las cosas que son trascendentes? Te invitamos a meditar,
reflexionar y encontrarte con Dios durante este tiempo de gracia y
salvación.

ORACIÓN UNIVERSAL

Ministro: Imploremos, hermanos, a quien tiene pleno poder en el cielo y en


la tierra y pidámosle que escuche benignamente las súplicas de su pueblo
penitente:
Escucha, Señor, y ten piedad.

Un lector o varios lectores dice (n) las siguientes peticiones:

1. Para que el Espíritu Santo, con su fuerza, rasgue los corazones de los
pecadores, de manera que, convirtiéndose de sus culpas, busquen
sinceramente el rostro del Señor. Oremos.
2. Para que Dios ilumine a nuestros hermanos que viven en la
indiferencia, les infunda el deseo de buscarlo y les dé la fuerza
necesaria para convertirse. Oremos.
3. Para que el Señor, médico de los cuerpos y de las almas, conceda la
salud a los enfermos y la paz de espíritu a los que viven angustiados.
Oremos.
4. Para que el Señor, que tan generosamente nos concede empezar hoy
la Cuaresma, nos dé también en estos días de gracia el don de
convertirnos a él y afirmarnos en la fidelidad cristiana. Oremos.
El ministro laico dice la siguiente oración conclusiva, sin extender las manos.

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Oración: Escucha, Señor, nuestras oraciones y extiende tu mano sobre el
pueblo penitente, para que en estos días de Cuaresma te busquemos con
todo el corazón y veamos atendidas nuestras plegarias. Por Jesucristo
nuestro Señor.

Todos responden: Amén.

COLECTA PARA LA IGLESIA


Se sugiere que en este momento se pueda realizar la colecta de la celebración
aunque no necesariamente tiene que ser en este momento puede hacerse también
al final de la celebración y colocar a personas con los cepos en las manos, a la
salida del templo. Este aspecto debe consultarse al párroco del lugar.

Terminada la colecta o la oración universal se realiza la imposición de la ceniza.

IMPOSICIÓN DE CENIZA

Estando todos sentados se invita a Los fieles a un momento de reflexión antes de


acercarse para que se les imponga la ceniza.

Monición.

Nos ponemos todos de pie.

Al disponernos a recibir sobre nuestras cabezas la ceniza, que ella nos


recuerde que, para seguir al Señor, hemos de dejar ciertos caminos que nos
alejan de él, de sus mandamientos y de nuestros prójimos. Que esta ceniza,
nos ayude a caer en la cuenta que tenemos que pedir perdón, perdonar y
ser más amigos de Dios y de los demás.

Al recibirla, con ella confesamos ante Dios y ante los demás nuestra miseria
y al mismo tiempo la identifiquemos con el arrepentimiento y la
reconciliación.

Recordemos que durante esta Cuaresma hemos de acercaremos a celebrar


el sacramento de la Confesión, para prepararnos a celebrar gozosos la fiesta
de la Pascua del Señor.
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Ministro: Desde el interior de nuestro corazón digámosle al Señor a qué
vamos a renunciar y a qué nos comprometemos esta Cuaresma para vivir
profundamente nuestro bautismo con un corazón renovado:

Por eso ahora que te vas a acercar a recibir la ceniza:

 ¿Estás dispuesto a entrar en un camino de conversión dejando que Dios


entre en tu vida a través de la Palabra de Dios que debes meditar y
ponerla en práctica?
 ¿Estás dispuesto a renunciar a los vicios y a los malos deseos que te
alejan de Dios para vivir así en la libertad de los hijos de Dios?
 ¿Estás dispuesto a comprometerte a vivir como bautizado practicando
las obras de misericordia con los pobres y más necesitados y dar así
testimonio del amor de Dios?

Se deja un breve momento de silencio para la reflexión.

Terminado el silencio se procede a la imposición de la ceniza a los fieles que se


acercan a recibir el signo cuaresmal penitencial. Se pueden usar cualquiera de las
dos siguientes formulas:

Arrepiéntete y cree en el evangelio.

O bien

Recuerda que eres polvo y al polvo has de volver.

Mientras se realiza la imposición de la ceniza se hacen cantos propios de la


Cuaresma.

PADRE NUESTRO

Después el ministro, de pie, inicia la oración dominical con estas o parecidas


palabras:

El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu


Santo que se nos ha dado; digamos con fe y esperanza. Padre Nuestro.

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Padre nuestro, que estás en el cielo, sea tu nombre; venga a nosotros tu
reino; hágase tu voluntad e la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro
pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y
líbranos del mal.

Luego invita a los fieles con estas o parecidas palabras:

Dense fraternalmente la paz.

ORACION DESPUÉS DE LA COMUNIÓN.

Que nos auxilien, Señor, lo sacramentos que recibimos, para que


nuestro ayuda sea de tu agrado y nos aproveche como remedio
saludable. Por Jesucristo, nuestro Señor.

RITO DE CONCLUSIÓN
Si es necesario y con brevedad en este momento se dan los avisos.

Terminado los avisos, si los hubo, el ministro, invoca la bendición de Dios y se santigua, diciendo:

El Señor omnipotente y misericordioso, Padre, Hijo y Espíritu Santo


nos bendiga y nos guarde.
Todos responden: Amén.

Luego el ministro despide a los fieles con la siguiente fórmula:

La alegría del Señor sea nuestra fuerza. Pueden ir en paz.

Todos responden: Demos gracias a Dios.

Después el ministro, hecha la debida reverencia, se retira.

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REFLEXIÓN BREVE SOBRE LA CUARSMA
El miércoles de Ceniza es el principio de la Cuaresma. Con este nombre reconocen los cristianos el
tiempo de preparación a la fiesta de la Pascua, pues dura 40 días. La Pascua es la fiesta más
importante que celebramos los cristianos, en esta fiesta hacemos memoria durante tres días de la
muerte y de la resurrección de Jesús. La Cuaresma sólo se entiende en función de la Pascua. En los
primeros tiempos del cristianismo, cuando las personas se bautizaban de adultos, la Cuaresma era
un período de preparación intensiva al Bautismo, que se celebraba en la noche de Pascua. El bautizo
exige una coherencia y un cambio de mentalidad que lleva necesariamente al cambio de vida según
el proyecto de Dios expresado en los Evangelios.

Tiempo de cambio

En la celebración del Miércoles de Ceniza se nos dice al tiempo de imponernos la ceniza:


"Conviértete y cree en el Evangelio". La Cuaresma es pues, un tiempo de conversión. Convertirse
significa "volver", "cambiar", "enderezar el camino" "renovarse". Lo que pasa es que hoy en día,
somos un poco autosuficientes y vivimos olvidados de Dios. El hombre de hoy, y, sobre todo, el
joven y el adolescente, confía demasiado en las propias fuerzas y, a veces, se cierra a la fe. El
hombre de hoy piensa que la Cuaresma es para “los rucos”, “ya pasó de moda”, "ya no se estila".
Dicen que el hombre de hoy ha perdido la conciencia de pecado. ¿Será verdad que ya no hay
pecados? ¿O será que el hombre de hoy necesita más que ningún otro abrirse a la posibilidad del
cambio? Lo que pasa es que cambiar es algo complicado.

Cuando nos vamos haciendo mayores, descubrimos que necesitamos de los otros para solucionar
algunos problemas que se presentan en la vida, o para dar respuestas a las preguntas existenciales
que surgen de algunas situaciones, o para poder afrontar un momento que nos exige un cambio
vital fuerte. En estas ocasiones, la cercanía de personas queridas nos ayuda mucho, pero sobre todo
la cercanía de Dios. Hemos tenido la experiencia de agarrarnos al recuerdo de experiencias
espirituales tenidas en el pasado que nos dan paz y serenidad en momentos de la vida, pero, si no se
han tenido estas experiencias, difícilmente nos podremos agarrar. Quizás nuestros niños y
adolescentes, no llegarán a captar del todo el significado y la trascendencia de la celebración del
Miércoles de ceniza, quizás nos miren con asombro y aburrimiento cuando les contemos esto, pero
quién sabe el fruto que esta celebración dará en ese mañana que nos es desconocido.

El cambio que queremos, según la terminología de san Pablo es el paso del "hombre viejo" al
"hombre nuevo":

• "Hombre viejo" es el que vive de espaldas a Cristo y a su Evangelio. En términos de una persona
que no confiesa ninguna religión, sería: el ser humano que no ha conseguido realizarse y vive en
conflicto con sus grupos sociales; es infeliz porque no tiene un sentido de la vida que fundamente su
existencia, y por ello llena su mundo cotidiano de superficialidad. No es necesariamente el ateo o el
indiferente o el agnóstico, y puede ser incluso el cristiano. El ser humano puede realizarse sin la fe
cristiana, pero, ha de creer en algo.

• "Hombre nuevo" es el que sigue a Jesús y vive según el Evangelio. Sería el ser humano realizado y
feliz, comprometido en la transformación del mundo. ¿Tú eres un "Hombre viejo" o un "Hombre

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nuevo"? Piénsalo bien, la Cuaresma es el tiempo de “cuarentena” para poder curar las patologías
que nos impiden ser plenamente humanos. No creamos que la conversión (cambio) es sólo para los
que no han conocido a Jesús y su Evangelio. No pensemos que con no comer carne los viernes o
dejar de fumar ya hemos cumplido... ¡No! Si no hay cambio, no hay Cuaresma. Cuaresma es cambiar
en nuestras actitudes, valores, compromiso en la transformación de la sociedad, relaciones, tener
una mentalidad de que todos somos la Iglesia, dejar de pensar en nuestros grupitos y en nuestras
pastorales nada más.

Se trata de cambiar el corazón.

El Miércoles de Ceniza es día de ayuno y abstinencia. Los Viernes de Cuaresma son días de
abstinencia, como lo son todos los viernes del año. Ayunar por ayunar no tiene sentido y no hace a
la gente mejor... Sobre todo, en un mundo en que muchos ayunan, no porque es Cuaresma, sino
porque no tienen qué comer. Abstenerse de comer carne es un signo que tiene su importancia por
lo que significa. El ayuno y la abstinencia son "signos de conversión (de cambio)" no son "la
conversión".

El ayuno es signo de que tú:

• Quieres ayunar de: malas acciones, pensamientos…de todo aquello que no te ayuda a ser más
persona, y no ayuda a construir un mundo diferente, ayudar a integrar más nuestras familias, a dejar
de estar ausente en ella y amarnos más
• Te solidarizas con los hambrientos, con aquellos que por fuerza tienen que ayunar. Lo ideal es que
aquello que no gastes en la comida ese día lo compartas con los más necesitados.
• Reconoces que el ser humano necesita algo más que pan para vivir o sobrevivir, algo espiritual y
trascendente. Lo que en la tradición bíblica se conoce como: “No sólo de pan vive el hombre sino de
toda Palabra que sale de la boca de Dios”. El ser humano necesita dar sentido a su existencia, no
sólo sobrevivir.

La Cuaresma es un tiempo de renovación para la comunidad cristiana. O la hacemos todos juntos o


no es Cuaresma. Hace Cuaresma: la pareja, la familia, el grupo, la parroquia, la comunidad
educativa. Nadie hace la Cuaresma sólo. Si los creyentes de nuestro país cambiasen de verdad, el
cambio de todo el país sería posible. La Cuaresma podría ayudar a cambiar la sociedad. El modelo
del cambio está en el Evangelio, la Palabra de Dios. Cuaresma es un tiempo favorable para el
anuncio y la escucha de esta Palabra.

La lectura del Evangelio en familia, las convivencias, las oraciones de la mañana... son momentos
privilegiados para escuchar la Palabra de Dios. No cierres tus oídos a la Palabra. Este día que nos
abre el tiempo de Cuaresma, es un día especial en el que manifestamos nuestro deseo personal de
cambiar. Al acercarnos a los templos a que nos impongan la ceniza, expresamos con humildad y
sinceridad de corazón, que deseamos cambiar y creer de verdad que el Evangelio nos guía en esta
tarea. Cuando el hombre de hoy comprenda lo serio que es cambiar de vida y poner en cuarentena
el corazón, entonces se dará cuenta que necesita la Cuaresma.

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