COM - U4 - 1er Grado - Sesion 02 Cuento 444

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SESIÓN DE APRENDIZAJE

TÍTULO DE LA SESIÓN
¡Uy qué miedo!

APRENDIZAJES ESPERADOS
COMPETENCIAS CAPACIDADES INDICADORES
Comprende textos Infiere e interpreta el Formula hipótesis sobre el contenido a partir de
escritos significado de los textos indicios que le ofrece el texto.
escritos.
Explica el conflicto, el modo en que se organizan las
acciones y la tensión en la trama de textos
Interactúa con Interpreta la forma y el narrativos.
diversas expresiones contenido de textos literarios Explica las relaciones entre los personajes, sus
literarias en relación con diversos motivaciones explícitas e implícitas y sus acciones en
contextos. diversos escenarios.
Opina sobre el tema, la historia y el lenguaje usado a
partir de su experiencia y la relación con otros textos.
Explica las características del cuento de terror en
textos literarios seleccionados.

SECUENCIA DIDÁCTICA
INICIO (5 minutos)
 El docente acuerda con los estudiantes las normas de convivencia para desarrollar la clase.
 Los estudiantes observan las imágenes anexas.
 Imagen 1 ¿Qué aprecian? ¿Dónde está ubicada la casa? ¿De qué color es? ¿Qué elementos la hacen
siniestra? ¿Por qué?
 Imagen 2: ¿Qué pasa en la imagen? ¿En qué lugar ocurre? ¿A quiénes? ¿Dónde y cuándo les sucede esta
experiencia?
 El docente recoge los aportes de los estudiantes. Los registra en la pizarra y dialoga con ellos sobre el tema
¿Por qué a cierta edad nos interesa lo misterioso, lo oscuro y lo terrorífico? ¿Qué es lo interesante de este
tema?
 Los estudiantes infieren el propósito de la sesión: leer cuentos de terror para disfrutarlos y reconocer sus
características.
DESARROLLO(80 minutos)
 El docente coloca el título del cuento en la pizarra “EL corazón delator”
 Los estudiantes realizan predicciones sobre el título ¿Qué es delatar? ¿A quién podría delatar el corazón?
¿Cuáles serían sus razones?
 Luego se presenta la siguiente imagen: ¿Quién es? ¿Cómo es? ¿Qué está haciendo?

 El docente lee el texto, haciendo pausas para crear expectativa sobre la historia, realizando inflexiones de
voz (voz grave y susurrante) en pasajes que requieran crear un clima más denso y de interés.
(Ud. Puede compartir la lectura del texto con sus estudiantes, previa coordinación con ellos para que puedan
ensayarla y darle los matices necesarios para lograr los propósitos de la sesión. A los estudiantes que lo
asuman, pídales que sean discretos en el momento del recojo de saberes previos, porque puede interferir en
la creación de expectativas.).
 Los estudiantes siguen la lectura de manera silenciosa.
 Luego de la lectura, comenta con los estudiantes sobre la historia leída: ¿Qué emociones provocó la lectura
del texto? ¿Cómo se sintieron durante la lectura? ¿Qué elementos del texto te han causado miedo o temor?
¿Cuál es el problema que se plantea en el texto? ¿Cómo son los personajes? ¿Qué lo hace misterioso?
¿Qué tema se aborda en el texto? ¿Cómo es el personaje? ¿Cuál es la acción más tensa del cuento?
 De manera colaborativa, los estudiantes deducen el concepto y las características del cuento de terror con
orientación docente.
 Los estudiantes en diálogo con el docente, construyen las características de los cuentos de terror.
Estos se caracterizan por el efecto que produce la historia en el receptor, las impresiones que produce el
cuento. Las historias están ambientadas en lugares extraños, oscuros, siniestros, donde los personajes
también son extraños y sus actitudes son los que causan miedo. Este cuento aborda temas que producen
miedo, como la muerte, el dolor o la tortura, entre otros. Los personajes son seres sobrenaturales y poco
comunes.
 Los estudiantes registran la información en su cuaderno. (Para ahorrar tiempo podría proporcionar la
información con espacios en blanco para que la puedan llenar con Ud. y los estudiantes peguen la ficha en
su cuaderno)
 Los estudiantes comparten información breve del autor que previamente han investigado. El docente a
partir de la información que comparten los estudiantes hace aclaraciones si fuera necesario:
 Edgar Allan Poe (Boston, EE UU, 1809 - Baltimore, id., 1849) Poeta, narrador y crítico
estadounidense, uno de los mejores cuentistas de todos los tiempos.
Cultivador de la literatura de terror, maestro del género, inauguró además el relato policial y la
ciencia-ficción; revalorizó y revitalizó el cuento con su potencial expresivo. Falleció producto de su
dependencia con el alcohol y las drogas.

 Los estudiantes toman nota de la explicación del docente, quien les ayuda poniendo palabras clave en la
pizarra para organizar la información.
 El docente modela el análisis del cuento, considerando la ficha anexa. Para ello, les recuerda temas
abordados con anterioridad: el cuento, su estructura y elementos; y el tema. Se introduce el concepto de
NARRADOR PROTAGONISTA.

Los estudiantes identifican al protagonista de la historia como el narrador del cuento, que se
encuentra en primera persona del singular (Yo) y que gracias a este tipo de narrador, podemos
conocer lo que piensa y siente el personaje y como suceden los hechos.

Orientaciones para la atención diferenciada


 El docente acompaña el desarrollo de la ficha, dando orientaciones y aclarando dudas. Considera los ritmos
de aprendizaje para flexibilizar el tiempo. Indicar a los estudiantes que deben revisar las actividades
anteriores en las que han analizado un cuento y han hallado sus elementos

 Los estudiantes desarrollan en la ficha individualmente su opinión personal, para luego ponerla en
común y reflexionar con sus compañeros y con el docente el tema planteado en el texto, además de
las características del texto.
 El docente cierra el tema destacando las características de los cuentos de terror. Establece el vínculo con la
situación significativa, señalando que a través de la literatura nos podemos enfrentar a los miedos y
preocupaciones existenciales que tenemos. Es común que a la edad de los estudiantes del VI ciclo, se
pregunten sobre aspectos sobrenaturales que no tienen explicación lógica por ejemplo, la muerte, la
demencia, los espíritus, lo oscuro y siniestro en las actitudes de las personas, entre otros. Leer literatura de
este tipo, nos provoca una reflexión sobre nuestras acciones y las acciones de otros.
CIERRE (5 minutos)
 El docente realiza la metacognición de lo trabajado a través de las siguientes preguntas: ¿Qué aprendimos?
¿Cómo lo hicimos? ¿Qué dificultades tenemos aún? ¿Qué hemos hecho bien del trabajo grupal y del trabajo
individual? ¿Para qué nos sirve lo aprendido? ¿Qué necesito reforzar de mi trabajo?

TAREA A TRABAJAR EN CASA


Utilizando el mismo esquema de análisis trabajado en clase, aplícarlo a la lectura: “Suerte” de Lucho Zúñiga.
Entregar la historia analizada en la siguiente clase.

MATERIALES O RECURSOS A UTILIZAR


Cuaderno, lapiceros, fotocopias de los cuentos : El corazón delator (E. Poe) y Suerte ( L. Zúñiga)
El corazón delator mi obra, porque no era el viejo quien me irritaba,
[Cuento- Edgar Allan Poe) sino el mal de ojo. Y por la mañana, apenas
iniciado el día, entraba sin miedo en su
¡Es cierto! Siempre he sido nervioso, muy habitación y le hablaba resueltamente,
nervioso, terriblemente nervioso. ¿Pero por qué llamándolo por su nombre con voz cordial y
afirman ustedes que estoy loco? La enfermedad preguntándole cómo había pasado la noche. Ya
había agudizado mis sentidos, en vez de ven ustedes que tendría que haber sido un viejo
destruirlos o embotarlos. Y mi oído era el más muy astuto para sospechar que todas las
agudo de todos. Oía todo lo que puede oírse en noches, justamente a las doce, iba yo a mirarlo
la tierra y en el cielo. Muchas cosas oí en el mientras dormía.
infierno. ¿Cómo puedo estar loco, entonces?
Escuchen... y observen con cuánta cordura, con Al llegar la octava noche, procedí con mayor
cuánta tranquilidad les cuento mi historia. cautela que de costumbre al abrir la puerta. El
minutero de un reloj se mueve con más rapidez
Me es imposible decir cómo aquella idea me de lo que se movía mi mano. Jamás, antes de
entró en la cabeza por primera vez; pero, una aquella noche, había sentido el alcance de mis
vez concebida, me acosó noche y día. Yo no facultades, de mi sagacidad. Apenas lograba
perseguía ningún propósito. Ni tampoco estaba contener mi impresión de triunfo. ¡Pensar que
colérico. Quería mucho al viejo. Jamás me estaba ahí, abriendo poco a poco la puerta, y
había hecho nada malo. Jamás me insultó. Su que él ni siquiera soñaba con mis secretas
dinero no me interesaba. Me parece que fue su intenciones o pensamientos! Me reí entre
ojo. ¡Sí, eso fue! Tenía un ojo semejante al de dientes ante esta idea, y quizá me oyó, porque
un buitre... Un ojo celeste, y velado por una tela. lo sentí moverse repentinamente en la cama,
Cada vez que lo clavaba en mí se me helaba la como si se sobresaltara. Ustedes pensarán que
sangre. Y así, poco a poco, muy gradualmente, me eché hacia atrás... pero no. Su cuarto
me fui decidiendo a matar al viejo y librarme de estaba tan negro como la pez, ya que el viejo
aquel ojo para siempre. cerraba completamente las persianas por miedo
a los ladrones; yo sabía que le era imposible
Presten atención ahora. Ustedes me toman por distinguir la abertura de la puerta, y seguí
loco. Pero los locos no saben nada. En empujando suavemente, suavemente.
cambio... ¡Si hubieran podido verme! ¡Si
hubieran podido ver con qué habilidad procedí! Había ya pasado la cabeza y me disponía a
¡Con qué cuidado... con qué previsión... con qué abrir la linterna, cuando mi pulgar resbaló en el
disimulo me puse a la obra! Jamás fui más cierre metálico y el viejo se enderezó en el
amable con el viejo que la semana antes de lecho, gritando:
matarlo. Todas las noches, hacia las doce,
hacía yo girar el picaporte de su puerta y la -¿Quién está ahí?
abría... ¡oh, tan suavemente! Y entonces,
cuando la abertura era lo bastante grande para Permanecí inmóvil, sin decir palabra. Durante
pasar la cabeza, levantaba una linterna sorda, una hora entera no moví un solo músculo, y en
cerrada, completamente cerrada, de manera todo ese tiempo no oí que volviera a tenderse
que no se viera ninguna luz, y tras ella pasaba en la cama. Seguía sentado, escuchando... tal
la cabeza. ¡Oh, ustedes se hubieran reído al ver como yo lo había hecho, noche tras noche,
cuán astutamente pasaba la cabeza! La movía mientras escuchaba en la pared los taladros
lentamente... muy, muy lentamente, a fin de no cuyo sonido anuncia la muerte.
perturbar el sueño del viejo. Me llevaba una
hora entera introducir completamente la cabeza Oí de pronto un leve quejido, y supe que era el
por la abertura de la puerta, hasta verlo tendido quejido que nace del terror. No expresaba dolor
en su cama. ¿Eh? ¿Es que un loco hubiera sido o pena... ¡oh, no! Era el ahogado sonido que
tan prudente como yo? Y entonces, cuando brota del fondo del alma cuando el espanto la
tenía la cabeza completamente dentro del sobrecoge. Bien conocía yo ese sonido. Muchas
cuarto, abría la linterna cautelosamente... ¡oh, noches, justamente a las doce, cuando el
tan cautelosamente! Sí, cautelosamente iba mundo entero dormía, surgió de mi pecho,
abriendo la linterna (pues crujían las bisagras), ahondando con su espantoso eco los terrores
la iba abriendo lo suficiente para que un solo que me enloquecían. Repito que lo conocía
rayo de luz cayera sobre el ojo de buitre. Y esto bien. Comprendí lo que estaba sintiendo el viejo
lo hice durante siete largas noches... cada y le tuve lástima, aunque me reía en el fondo de
noche, a las doce... pero siempre encontré el mi corazón. Comprendí que había estado
ojo cerrado, y por eso me era imposible cumplir despierto desde el primer leve ruido, cuando se
movió en la cama. Había tratado de decirse que fuerte, más fuerte! Me pareció que aquel
aquel ruido no era nada, pero sin conseguirlo. corazón iba a estallar. Y una nueva ansiedad se
Pensaba: "No es más que el viento en la apoderó de mí... ¡Algún vecino podía escuchar
chimenea... o un grillo que chirrió una sola vez". aquel sonido! ¡La hora del viejo había sonado!
Sí, había tratado de darse ánimo con esas Lanzando un alarido, abrí del todo la linterna y
suposiciones, pero todo era en vano. Todo era me precipité en la habitación. El viejo clamó una
en vano, porque la Muerte se había aproximado vez... nada más que una vez. Me bastó un
a él, deslizándose furtiva, y envolvía a su segundo para arrojarlo al suelo y echarle
víctima. Y la fúnebre influencia de aquella encima el pesado colchón. Sonreí alegremente
sombra imperceptible era la que lo movía a al ver lo fácil que me había resultado todo. Pero,
sentir -aunque no podía verla ni oírla-, a sentir la durante varios minutos, el corazón siguió
presencia de mi cabeza dentro de la habitación. latiendo con un sonido ahogado. Claro que no
me preocupaba, pues nadie podría escucharlo a
Después de haber esperado largo tiempo, con través de las paredes. Cesó, por fin, de latir. El
toda paciencia, sin oír que volviera a acostarse, viejo había muerto. Levanté el colchón y
resolví abrir una pequeña, una pequeñísima examiné el cadáver. Sí, estaba muerto,
ranura en la linterna. completamente muerto. Apoyé la mano sobre el
corazón y la mantuve así largo tiempo. No se
Así lo hice -no pueden imaginarse ustedes con sentía el menor latido. El viejo estaba bien
qué cuidado, con qué inmenso cuidado-, hasta muerto. Su ojo no volvería a molestarme.
que un fino rayo de luz, semejante al hilo de la
araña, brotó de la ranura y cayó de lleno sobre Si ustedes continúan tomándome por loco
el ojo de buitre. dejarán de hacerlo cuando les describa las
astutas precauciones que adopté para esconder
Estaba abierto, abierto de par en par... y yo el cadáver. La noche avanzaba, mientras yo
empecé a enfurecerme mientras lo miraba. Lo vi cumplía mi trabajo con rapidez, pero en silencio.
con toda claridad, de un azul apagado y con Ante todo descuarticé el cadáver. Le corté la
aquella horrible tela que me helaba hasta el cabeza, brazos y piernas.
tuétano. Pero no podía ver nada de la cara o del
cuerpo del viejo, pues, como movido por un Levanté luego tres planchas del piso de la
instinto, había orientado el haz de luz habitación y escondí los restos en el hueco.
exactamente hacia el punto maldito. Volví a colocar los tablones con tanta habilidad
que ningún ojo humano -ni siquiera el suyo-
¿No les he dicho ya que lo que toman hubiera podido advertir la menor diferencia. No
erradamente por locura es sólo una excesiva había nada que lavar... ninguna mancha...
agudeza de los sentidos? En aquel momento ningún rastro de sangre. Yo era demasiado
llegó a mis oídos un resonar apagado y precavido para eso. Una cuba había recogido
presuroso, como el que podría hacer un reloj todo... ¡ja, ja!
envuelto en algodón. Aquel sonido también me
era familiar. Era el latir del corazón del viejo. Cuando hube terminado mi tarea eran las cuatro
Aumentó aún más mi furia, tal como el redoblar de la madrugada, pero seguía tan oscuro como
de un tambor estimula el coraje de un soldado. a medianoche. En momentos en que se oían las
campanadas de la hora, golpearon a la puerta
Pero, incluso entonces, me contuve y seguí de la calle. Acudí a abrir con toda tranquilidad,
callado. Apenas si respiraba. Sostenía la pues ¿qué podía temer ahora?
linterna de modo que no se moviera, tratando de
mantener con toda la firmeza posible el haz de Hallé a tres caballeros, que se presentaron muy
luz sobre el ojo. Entretanto, el infernal latir del civilmente como oficiales de policía. Durante la
corazón iba en aumento. Se hacía cada vez noche, un vecino había escuchado un alarido,
más rápido, cada vez más fuerte, momento a por lo cual se sospechaba la posibilidad de
momento. El espanto del viejo tenía que ser algún atentado. Al recibir este informe en el
terrible. ¡Cada vez más fuerte, más fuerte! ¿Me puesto de policía, habían comisionado a los tres
siguen ustedes con atención? Les he dicho que agentes para que registraran el lugar.
soy nervioso. Sí, lo soy. Y ahora, a medianoche,
en el terrible silencio de aquella antigua casa, Sonreí, pues... ¿qué tenía que temer? Di la
un resonar tan extraño como aquél me llenó de bienvenida a los oficiales y les expliqué que yo
un horror incontrolable. Sin embargo, me había lanzado aquel grito durante una pesadilla.
contuve todavía algunos minutos y permanecí Les hice saber que el viejo se había ausentado
inmóvil. ¡Pero el latido crecía cada vez más a la campaña. Llevé a los visitantes a recorrer la
casa y los invité a que revisaran, a que sería más tolerable que aquel escarnio! ¡No
revisaran bien. Finalmente, acabé podía soportar más tiempo sus sonrisas
conduciéndolos a la habitación del muerto. Les hipócritas! ¡Sentí que tenía que gritar o morir, y
mostré sus caudales intactos y cómo cada cosa entonces... otra vez... escuchen... más fuerte...
se hallaba en su lugar. En el entusiasmo de mis más fuerte... más fuerte... más fuerte!
confidencias traje sillas a la habitación y pedí a
los tres caballeros que descansaran allí de su -¡Basta ya de fingir, malvados! -aullé-. ¡Confieso
fatiga, mientras yo mismo, con la audacia de mi que lo maté! ¡Levanten esos tablones! ¡Ahí...
perfecto triunfo, colocaba mi silla en el exacto ahí! ¡Donde está latiendo su horrible corazón!
punto bajo el cual reposaba el cadáver de mi
víctima.

Los oficiales se sentían satisfechos. Mis


modales los habían convencido. Por mi parte,
me hallaba perfectamente cómodo. Sentáronse
y hablaron de cosas comunes, mientras yo les
contestaba con animación. Mas, al cabo de un
rato, empecé a notar que me ponía pálido y
deseé que se marcharan. Me dolía la cabeza y
creía percibir un zumbido en los oídos; pero los
policías continuaban sentados y charlando. El
zumbido se hizo más intenso; seguía resonando
y era cada vez más intenso. Hablé en voz muy
alta para librarme de esa sensación, pero
continuaba lo mismo y se iba haciendo cada vez
más clara... hasta que, al fin, me di cuenta de
que aquel sonido no se producía dentro de mis
oídos.

Sin duda, debí de ponerme muy pálido, pero


seguí hablando con creciente soltura y
levantando mucho la voz. Empero, el sonido
aumentaba... ¿y que podía hacer yo? Era un
resonar apagado y presuroso..., un sonido como
el que podría hacer un reloj envuelto en
algodón. Yo jadeaba, tratando de recobrar el
aliento, y, sin embargo, los policías no habían
oído nada. Hablé con mayor rapidez, con
vehemencia, pero el sonido crecía
continuamente. Me puse en pie y discutí sobre
insignificancias en voz muy alta y con violentas
gesticulaciones; pero el sonido crecía
continuamente. ¿Por qué no se iban? Anduve
de un lado a otro, a grandes pasos, como si las
observaciones de aquellos hombres me
enfurecieran; pero el sonido crecía
continuamente. ¡Oh, Dios! ¿Qué podía hacer
yo? Lancé espumarajos de rabia... maldije...
juré... Balanceando la silla sobre la cual me
había sentado, raspé con ella las tablas del
piso, pero el sonido sobrepujaba todos los otros
y crecía sin cesar. ¡Más alto... más alto... más
alto! Y entretanto los hombres seguían
charlando plácidamente y sonriendo. ¿Era
posible que no oyeran? ¡Santo Dios! ¡No, no!
¡Claro que oían y que sospechaban! ¡Sabían... y
se estaban burlando de mi horror! ¡Sí, así lo
pensé y así lo pienso hoy! ¡Pero cualquier cosa
era preferible a aquella agonía! ¡Cualquier cosa
“Suerte” de Lucho Zúñiga
Traté de dejarme llevar por la intuición y la intuición me llevó con mi guitarra al cementerio. Se me acercó
una anciana, que me pidió un vals para cantar en la tumba de su esposo. Cumplí con el pedido y me dio unas
monedas. Una familia que me escuchó, me llamó también. Toque el pedido y cayeron más monedas. En unas
horas ya tenía suficiente dinero para comer por una semana. Cuando estaba saliendo, sentí la mano de una
mujer tocando mi hombro. Al voltear, vi que estaba vestida con una tela blanca, casi transparente. Era muy
hermosa; sin duda, un espíritu. Me preguntó si podía tocar una canción para ella. “No tengo monedas, pero
puedo ver el futuro de las personas”, agregó. Más por miedo, que por saber mi futuro, toqué el pedido.
Agradecida, me dijo que tenía mucha suerte, porque veía que yo iba a cruzar una puerta, una que ella no
podía cruzar. “¿De qué puerta hablas?” pregunté perplejo. Entonces en el cielo, algo se abrió”.
Analiza los personajes y los principales acontecimientos del cuento leído completando el siguiente esquema:
El tema del cuento es: Marca con una
El cuento se llama_____________________________________y su autor X
es __________________________de nacionalidad __________________ a. El asesinato de una anciano
b. La traición de un corazón
c. El crimen perfecto
El personaje principal d. El poder de la mente
El relato se inicia con
es:________________________
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___________________________ Menciono adjetivos y sustantivos que
___________________________ se usan para describir el ambiente y los
___________________________ personajes en este cuento de terror:
Luego sucede que____________________________________________
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El relato _________________________________________
El Narrador del cuento es :
termina_________________________________________________________ _________________________________________
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Mi opinión sobre la historia leída es la siguiente:


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