DERRUMBE

de Melina Duek

Personajes
Julia
Marina

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Buenos Aires, época actual. Living de una casa de clase media alta. La computadora
ocupa un lugar destacado en la escena, abierto en el Facebook de Marina.

ESCENA 1:
Marina (45 años) mujer muy bella, vestida con desabillé sexy .Saluda a sus hijos que
están fuera de escena.

Marina Chau amores. ¡Pásenla lindo! Hace frío, ponete la campera gorda. Los amo. ¡No
se porten mal con los abuelos! A la nochecita, antes de que se duerman los llamo. ( le
habla ahora a la suegra, que también está fuera de escena) Gracias Madga, nos
hablamos en un rato. (Marina vuelve al centro de la escena, toma su celular, y comienza
a grabar un mensaje) Hola Marce ( tira este mensaje vuelve a grabar otro) hola
Marcelo, ¿cómo estás? ¿Se sabe algo de lo del jueves? Yo voy a estar tranqui en casa.
Así que si querés y sigue tu plan de vernos esta noche mandame mensaje .También tengo
abierto el face, por si querés escribirme ahí, te dejo un beso. (corta el teléfono, se queda
algo pensativa. Suena su celular, se sobresalta y atiende)

Marina: hola

Julia: (Durante ésta escena, Julia estará ubicada en otro sector del escenario, que hará
a las veces de un Call Center, habrá una mesa, una silla y un teléfono .Julia ronda los
45 años, es bella ,su vestimenta es colorida, bastante juvenil. ) Hola gorda.

Marina: ¡Ah!, Julia (con algo de decepción) ¿Qué hacés, cómo va?

Julia: (Le suena el teléfono del Call Center, a Marina) Esperá un segundito (atiende).
Buenos días, mi nombre es Julia Lezcano, ¿en qué lo puedo ayudar? (escucha al cliente)
Lo derivo con el sector de compras, aguarde en línea por favor ( Marina está atenta a su
computadora mientras Julia contesta la llamada. Julia corta el teléfono y retoma el
llamado con Marina) Ay perdón mi amor, aquí estoy.

Marina: (sorprendida, algo cortada) ¿Qué haches trabajando un sábado?

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Julia: Me ofrecieron hacer horas extras y aproveché que este fin de semana el gordo está
con su papá, qué podés creer que no puede pasarme este mes la mísera cuota que le
corresponde, ¿a vos te parece? Te juro que lo mataría, ¿me estás escuchando?

Marina: (está algo distraída, pendiente de su computadora) Si..., ¿qué? Si...lo de la

plata, ¿qué te faltarán, mil pesos este mes? Yo te los doy. Pero no hagas tanto sacrificio
pichona. Los sábados son para descansar.

Julia: Vos podrás descansar los sábados. Yo nunca puedo descansar. Los sábados limpio
la casa, lavo ropa, voy al súper, no tengo tu suerte .Encima hoy se me rompió el
lavarropas. Pero ahora tengo una buena noticia .Tiene que ver con el casting que
hicimos el jueves (Marina parece muy atenta ahora. A Julia le vuelve a entrar otro
llamado en su trabajo)

Marina: te escucho. Contame.

Julia: (a Marina) Esperá que contesto rápido (atiende) Buenos días, mi nombre es Julia
Lezcano, ¿en qué puedo ayudarlo? (escucha al cliente) No señor (se sorprende al
reconocer la voz ) Ay hola, que bobo, casi me la creo, es que estoy hablando con Marina,
por eso te habrá dado ocupado( Julia dice todo esto tapando visiblemente su celular y
hablando despacio para que Marina no escuche) Si, hablemos más tarde mejor, dale,
beso, cortala, no seas zarpado.( simula estar hablando con el cliente , esta vez con el
celular en la mano para que Marina escuche la conversación )
Ese reclamo lo tiene que hacer de lunes a viernes en el horario de 8 a 16. Disculpe
señor, pero no depende de mí, no puedo resolverlo hoy señor (a Marina). Me cortó.

Marina: (muy intrigada) ¿Qué noticia? Contame.

Julia:(Julia quedó algo nerviosa luego del llamado reciente) ¿Viste el casting que
hicimos el jueves para la película? ¡¡Me llamaron!! (Marina está muy atenta)

Marina: ¿te eligieron a vos?

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Julia: no, todavía no. Dicen que me van a llamar entre hoy y mañana porque el director
me quiere volver a ver antes de viajar. Me dijeron que tiene un viaje mañana y tiene que
dejar organizado todo antes de irse. Así que me pueden llamar a cualquier hora. Están
entre dos. Yo y otra. Me tienen que elegir a mí. Sería mi salvación. Dios mío. ¡Dejar este
inmundo trabajo! Demostrar de una vez por todas lo buena actriz que soy, ¿no te parece?
¡Me lo merezco! (a Marina le entra un mensaje en su computadora se ríe cómplice
mientras lo lee) ¿Me estás escuchando?

Marina: no, es que justo me entró un mensaje.

Julia: ¿de quién?

Marina: de Joaquín.

Julia: ¿se fue ayer y ya te escribe?

Marina: es que él es así...muy cariñoso.

Julia: ay nena, cuídalo, ya no quedan hombres como él. (Pausa) ¿A vos te llamaron para
decirte que no quedaste?

Marina: no. Qué bueno que vos quedaste preseleccionada, me re alegra.

Julia: bueno, menos mal que te alegra. Si no pareciera que te molesta que me salga algo
bueno.

Marina: no, ¿qué decís? Me distraje un segundo nada más. Además estoy un poco
inquieta porque hace una hora tendría que haber llegado la manicura a casa.

Julia: ¿la manicura va a tu casa?

Marina: si, claro. Una vez por semana.

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Julia: sos una monstrua. Hace meses que no piso una peluquería (suena el teléfono del
Call center, Julia levanta el tubo y corta sin atender) ¡No doy más! Decime una cosa,
¿me estabas escuchando o no? Porque me salís con lo de la manicura cuando te estaba
contando algo importante.

Marina: si, claro que te estoy escuchando. La semana que viene te invito a la pelu,
¿querés? Todo incluido. Aunque vos sos tan hermosa. ¿No me dijiste cuando fuimos al
casting que el camarógrafo te dijo que estabas bárbara, que no parecés la edad que tenés?
(mira la hora) La verdad me preocupa un poco que no haya llegado mi manicura. Nunca
me falló.

Julia: ¡también con lo que llovió ayer! Si vive en provincia se le inundó todo. Y vos
Marina, ¿vos pensás que estoy hermosa?

Marina: claro que si (algo seca en su respuesta) ¿ Llovió tanto?

Julia: ¡¡si!! Se cayó el mundo abajo. Cuando salí me empapé los pies.

Marina: Ah, mirá (responde sin interés)

Julia: ¡qué distraída estás! Me embola cuando no me prestás atención, siempre metida
en tu mundo!

Marina: ¿qué decís, quién está siempre metida en su mundo no serás vos? ¡Te acabo de
ofrecer mil pesos! ¿Qué me decís Julia?

Julia: ay, bueno, perdón. Es que estoy muy ansiosa .Hace fuerza para que me elijan.

Marina: Voy a hacer fuerza. (Pausa). Casi ni sentí la lluvia. Es que dormí tan
cómodamente, me desperté como nueva.

Julia: que suerte que tenés vos, nunca tenés que salir corriendo. ¿Y los chicos? No se
escuchan, ¿están por ahí?

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Marina: no. Hace un ratito vino mi suegra y se los llevó a pasar el día. Duermen en su
casa.

Julia: ¡estás sola! Entonces a la nochecita podría ir a tu casa, y pedimos algo rico para
cenar. Me puedo quedar a dormir. Aprovecho que el nene se quedó en lo del papá. Qué
lindo! Así me hacés compañía hasta tarde porque dijeron que me pueden llamar a
cualquier hora .De paso llevo un bolsito con la ropa para lavar, ¿sí?

Marina: (algo distante) Ay no se...es que.

Julia: ¡ay que amor! Entonces voy a tu casa y me ofreces ese vinito tan rico...

Marina: ¿cuál vinito? (sorprendida)

Julia: ese...el que nos dio de probar Joaquín ésa última vez que cené con ustedes.

Marina: no. No me acuerdo .Lo que pasa es que a lo mejor yo tengo que salir.

Julia: ¿a dónde? Si tu marido no está.

Marina: y qué, ¿porque mi marido no esté no puedo salir? Me avisó el socio que a lo
mejor me tengo que acercar a su casa para firmar unos documentos, o algo así, que
necesitan que estén firmados hoy.

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Julia: bueno, si tenés que salir no importa. Yo te espero en tu casa. No hay drama. No
creo que te lleve mucho. (Marina relee el mensaje que le entró en su Messenger) Me
escuchás?

Marina: ¿¿qué?? (Casi gritando) Ay...perdón. Es que...

Julia: ¿por qué estás tan nerviosa nena? Estás rara. Si estás sola, tranquila en tu casa.

Marina: el socio de Joaquín me escribe para coordinar el horario de la firma.

Julia: (haciéndose la bebota) ¿Seguro que no te molesta que lleve un bolso con mi
ropita para lavar no?

Marina: no. Te dije que no. Está todo bien. Ésta manicura que no llama...

Julia ¿vos entendéis la felicidad que tengo hoy no?

Marina: si, claro.

Julia: Estoy a punto de que me suceda algo maravilloso. No lo puedo creer todavía... Ya
era hora de que alguien se fijara en mi (vuelve a sonar el teléfono del Cal Center)
Maracucha te corto porque me van a matar si no laburo un poco. Te veo más tarde.
¡Gracias amiga! Chau.

Marina: chau. ( Marina corta, mira su computadora. Se queda pensativa c y contesta

con mensaje de voz el mensaje que había entrado en su messenger). Acabo de ver tu
mensaje en el face. Es un poco tarde...pero bueno, podría ser. Con respecto a lo del viaje,
la verdad, es que yo no puedo, pero me gusta la idea de vernos hoy. Un beso.

ESCENA 2:

Living de la casa de Marina. La computadora continúa abierta. Marina lleva puesto

un vestido largo negro de algodón ajustado que le realza la figura .Se mira en el espejo,

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se acomoda el pelo, observa como le queda el vestido. Suena el timbre. Marina abre la
puerta. Es Julia que llega con un bolso grande.

Julia: hola gorda, me demoré porque el colectivo no venía más.

Marina: pasá .Al final tenías razón. A la manicura se le inundó todo. Pobre mujer. Me
parece tremendo en la condición que vive tanta gente.

Julia: (Julia apoya el bolso sobre el piso, cerca del sillón ) bueno...menos mal, algo de
lástima te doy entonces...

Marina: Te estoy hablando en serio. De gente de absoluta pobreza. Gente que no tiene
espacio para ningún sueño. Vos te la rebuscás bastante bien.

Julia: ¡pero estoy siempre agotada, reventada de ir y venir, de trabajar, de cuidar al nene,
de...

Marina: (Marina la corta), ay basta de lamentarte todo el tiempo. Cortala. Pausa. (Se
mira las uñas) Al final me quedé con las uñas hechas un desastre. Yo para pintármelas
soy de terror (Marina mira el bolso de julia) ¿Ahí tenés la ropa para lavar? si querés dejá
el bolso en el lavadero que el lunes cuando viene la chica le pido que te la lave.

Julia: es que no puedo esperar hasta el lunes. Está casi todo lo que uso, y las cosas de
Luqui.

Marina: bueno, hacete un lavadito si querés (Marina piensa, y se acuerda) ¿Sabés que
justo hice limpieza de placares hoy? Separé un montón de ropa mía para darle a la
manicura. Podés fijarte si en el piloncito que está sobre mi cama encontrás algo que te
guste.

Julia: ¡seguro! Si tu ropa es divina. Estás siempre impecable. ¿Sabes qué? ¡Yo te pinto
las uñas!

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Marina: Bueno, dale. Porque no me las puedo ver sin esmalte. Poneme ese blanquito
que está sobre la mesa así me veo prolija. Además necesito tener las manos lindas. Te
dije que a lo mejor salgo para hacer esa firma.

Julia: (empieza a pintarle las uñas) ¡Ay gorda, las tenés impecables! Ni una cutícula
salida. (Suena el teléfono de Marina. Se sobresalta. Casi tira el esmalte) ¡Te vas a correr
todo el esmalte nena!

Marina:(atiende su celular. Se pasea por el living. Julia mira la silueta que le hace ese
vestido) Hola, ah sí Magda, todo bien, justo en un ratito ya iba a llamarte. Ah...perfecto..
Si, les encanta con salsa rosa. ¡Genial! Preguntale a Mili, porque a veces los quiere sólo
con crema .Ok, dale, besote y gracias. ( Corta el teléfono)

Julia: te queda genial ese vestido. ¿Así vas a ir a la firma?

Marina: si... ¿Por? , qué, ¿te parece mucho?

Julia: no...Decía. Estás impactante. Se ve que esa gimnasia que estás haciendo te da
efecto. Ojala tuviera tiempo...y plata. Estoy tan flácida.

Marina: ¡ déjate de joder!, estás divina (se sienta a su lado) Dale, seguí gorda, píntame (
le da sus manos para que esmalte las uñas). No te interrumpo más. Pausa. Te llamaron
temprano los del casting para decirte que te querían volver a ver?

Julia: siii, a las 9 de la mañana. Te juro que pensé que era un sueño.

Marina: ¿y cómo te dijeron?

Julia: eso que te conté. Que el director se tenía que decidir hoy, por un viaje que tiene,
que se yo. Algo así. Ay Dios, no voy a poder relajarme esperando ese llamado. (Julia
termina de esmaltar las uñas de Marina) Divinas. Ahí están. Quedaron re prolijas. ¡No
te toques por un ratito! Pausa. Tengo un poquitito de hambre, ¿picamos alguito? Casi no
comí nada hoy, corrí tanto...no tuve tiempo.

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Marina: andá a la cocina y traé papas y el vino que yo dejé sobre la mesada. Ése que
dijiste que te gustó tanto. Hay queso también.

Julia: gorda..., y de paso miro la ropita que me preparaste.

Marina: en realidad no te la preparé a vos. Era para mi manicura.

Julia: ...pero yo fui tu manicura hoy. (Julia la mira cómplice y le sonríe)

Marina: en mi cuarto, sobre la cama está la pilita. Te vas a dar cuenta.

Julia: dale, chusmeo un poco y traigo el vino.

Julia sale, a Marina se la nota expectante, chequea su teléfono. Se la ve ansiosa,

pensativa.
Julia entra al living con un enterito negro que le queda muy bien. Trae en sus manos, el
vino y un pote con papas. Marina, al verla no pude disimular su sorpresa e impacto)

Julia: ¡¡este enterito es divino!! , ¿Te gusta cómo me queda?

Marina: (está absorta) ay gorda...creo que me equivoqué con ese. Ahora que me acuerdo
me lo regaló Joaquín para un aniversario hace dos años. Me lo quiero quedar de
recuerdo. No te molesta, ¿no? (Marina está algo envidiosa)

Julia: no...Te juro que me encanta, pero obvio. Te entiendo. Como me gustaría tener
ropa así de fina, como la tuya.

Marina: si tu ropa también es linda.

Julia: no hablés boludeces, ¡por favor!

Marina: a mí me encanta tu estilo. Eso no sé si te queda tan lindo.

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Julia: ¡¡ a mí me gusta!! Por lo menos prestámelo para ir por si me llaman. Me lo dejo
puesto ahora .Vas a ver que me da suerte. Además...a Joaquín no le va a molestar que lo
tenga yo. (casi se arrepiente al decir esto último)

Marina: ¿qué decís? ( sorprendida)

Julia: no...digo, somos amigos, y...él me desea lo mejor, supongo.

Marina: si, obvio.

Suena el teléfono de Julia. Mira el número de la llamada entrante. Pone cara de

decepción.

Julia: Hola, si mamá, ¿cómo estás? Sí, todo bien. Me invitó Marina a su casa. (Marina
la mira, cuando dice esto) Me voy a quedar a dormir acá. Además es un amor mi amiga,
no sabés la ropita divina que me preparó para regalarme. Es divina mi amiga. (Marina
sorprendida al escuchar lo que dice Julia). Si, mañana podemos tomar café, claro. Dale,
vamos al Alto Palermo. Después arreglamos mami. Besito, chau. ( Julia corta el
teléfono)

Marina: Marina, algo pensativa, mira a Julia con algo de emoción) que
lindo...

Julia: ¿eh?

Marina: digo... siempre me pregunté que se sentiría tener una mamá a esta edad. Que
me acompañe. Sentarme a tomar un café. Que cuide a mis hijos. A veces la extraño
tanto.

Pausa.

Julia: bueno, gorda, pero tenés a Magda, que te ayuda un montón con los chicos.

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Marina: (la corta) no hablo sólo de eso Juli. Tenés suerte de tenerla. Disfrutala. Tratala
bien.

Julia: bueno...no se...no exageres, que mi mamá es bastante pesada.

Marina: dejá de quejarte todo el tiempo, ¿no te cansa?

Julia: (le entra un nuevo llamado. Ésta vez no chequea el número de la llamada
entrante. Atiende directo) hola, ah...hola (se para del sillón y se aleja un poco de
Marina, comienza a ponerse algo tensa) ¿cómo estás? ¿Eh? Si, bien...Nada, en lo de una
amiga. No, a Luqui lo dejé con su papá. Vos, ¿bien? Ah, ya terminaste las reuniones, que
bueno. No, es que estoy ocupada ahora. Estoy en lo de mi amiga Marina, ¿te acordáis?
Te hablé de ella. Por eso , ahora no puedo hablar, ¿sabés? Además, me quedo a dormir
acá. Dale, mañana hablamos mejor. Chau. Un beso (corta el teléfono y toma un sorbo de
su vino algo nerviosa)

Marina: ¿ quién era?

Julia: no, nadie , un tipo, que se yo. Actor. Me lo presentó mi amiga Lorena. Pero no me
interesa.

Marina: hubieses hablado tranquila, a lo mejor te invitaba a salir.

Julia: no, ya salí una vez, pero no me interesa.

Marina: Tenis que probar tener una continuidad con un hombre. No les das posibilidad.
A veces hay que tener paciencia. Que se yo, a lo mejor no te gusta al principio, pero
quién te dice, le das una oportunidad y te sorprende... (Suena el teléfono de Marina,
atiende) Hola. Ah, ¿escuchaste el audio? (tratando de ser amable, aunque está
visiblemente nerviosa con la presencia de Julia. Se aleja, y continúa hablando) Como no
me contestaste. ( Julia la observa) ¿Ah, todavía Estás reunido? Si, llámame más tarde,
cuando te desocupes. No hay problema. Dale. Un Beso. (Corta el teléfono, toma un
sorbo de vino)

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Julia: (jocosa) ¿quién era, nena?

Marina: no, Joaquín (contesta nerviosa)

Julia: imposible.

Marina: ¿imposible?
Pausa.

Julia: a Joaquín no le hablás con esa formalidad, es tu marido hace veinte años.., ¿quién
era? (pícara) Dale, decime la verdad.

Marina: ¿qué verdad?

Julia: (risueña) Le estás metiendo los cuernos.

Marina: (visiblemente nerviosa) ¿qué decís? (toma un largo sorbo de vino)

Julia: ¡¡ gorda!! (Toma más vino) ¡No lo puedo creer! Marina, mi amiga Marina es un
ser humano común, con deseos terrenales ( lo dice casi gritando) No esa eterna señora
perfecta.

Marina: Ay nena, por favor...

Julia: (la mira sonriéndole pícaramente) no sos la primera mujer que después de veinte
años se tienta con otro. Está bueno que te pase.

Marina: no entiendo lo que decís.

Julia: digo, es evidente que estabas hablando con un hombre, y que ese hombre no era tu
marido mi amor.

Marina: es que...no, no es lo que pensás, yo...

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Julia: (Julia se acerca a Marina, bastante) si no podés confiar en mí, que soy tu amiga,
tu compinche, a quién le vas a contar esto? Dale...( bastante dulce y contenedora)

Marina: (la mira, sus ojos le brillan, esta algo descolocada frente a esta situación) es
que...no es lo que estás pensando...

Julia: tenés que tener esta experiencia, es sano. En serio.

Marina: ¿sano? ¿ Qué decís? Me estás cargando . Si yo no hice nada, ni, ni voy a hacer
nada.

Julia: ¡¡ déjate de joder!! Todo el mundo mete los cuernos.

Marina: nosotros no. Mi marido y yo no (contundente)

Silencio.

Julia: ¿estás segura?

Marina: ¿qué me querés decir, dudas de Joaquín?

Pausa.

Julia: no, no digo eso. De todas formas yo no pongo las manos en el fuego por nadie
(algo arrepentida de lo que acaba de decir). Lo que quiero decir, es que las tentaciones
existen para todos.

Marina: pero nosotros...

Julia: gorda, mira como estás vestida. En éste momento yo dudo más de vos que de él.
Mil veces más.

Marina: ¿qué te pasa? ¿Me estás jodiendo? ¿No puedo tener un vestido negro?

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Julia: no es un vestido negro. Es él vestido negro, y tu actitud. Estás inquieta, que se yo,
rara, misteriosa, distinta.

Marina está pensativa.

Marina: vos...vos crees que Joaquín, en sus viajes, se tienta, se acuesta con mujeres?

Julia: yo creo que si vos no fueses su mujer, y él te viera paseándote con ese vestido por
el lobby, seguramente te hablaría. Cualquier hombre intentaría hablarte. No sólo Joaquín.

Marina: pero entonces la fidelidad para vos es imposible.

Julia: no se si imposible, pero bastante difícil.

Silencio.

Marina: sabes que nunca me había puesto a pensar en los deseos y tentaciones de
Joaquín.

Julia: yo no estoy hablando específicamente de Joaquín. Hablo de los hombres en

general (mirándola) y de los deseos de las mujeres.( suena su celular, se sobresalta,
chequea de dónde viene la llamada entrante. Atiende, cariñosa.) Hola mi amor. Si
cielito, ¿en serio? Sos un campeón hermoso mío. Sí, claro. Bueno chiquito... ¿van a
comer ahí? Ah, buenísimo. Pasala lindo. Te amo. (Corta el teléfono, la mira a Marina)
¿Sabes que mi hijo es mi único tesoro? Cada día lo amo más.

Pausa.

Marina: (algo pensativa) ¿y a vos?, ¿a vos te daría culpa meterle los cuernos a tu
marido?

Julia: No sé, no tengo marido hace años, y si lo tuviera, dependería de cuan atraída me
sintiera por ese otro hombre, y de cuan amada me sintiera por mi marido. (Julia la mira)
y a vos, ¿a vos te da culpa?

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Marina: yo no lo engaño a Joaquín. Yo lo amo y él me ama.

Julia: supongamos que te creo. Te estás sintiendo atraída por alguien, no, ¿es eso?

Marina: cortala, yo...

Julia: ¿me vas a decir que en todos estos años jamás te sentiste atraída por otro hombre?
No seas hipócrita.

Marina: atraída puede ser, pero jamás sentí ganas de engañarlo. No lo engañaría con
otro hombre. (Suena su celular. Mira el identificador de llamada. Atiende alejándose de
Julia al hablar. Se la ve incómoda con la presencia de Julia) Hola ¿A las 12?, ¿Tan
tarde? No, que se yo, decía, cómo me dijiste tipo diez y media... Todavía estás reunido,
ah. Sí, creo que va a estar bien. Dale. Un beso. (Marina corta la comunicación. Toma
otro sorbo de vino, Julia la mira) ¿Quermés que pidamos algo para comer?

Julia: no. Quiero que me cuentes con quién te vas a encontrar a las 12 (la mira)
Cenicienta.

Marina: ¿qué decís Julia?

Julia: dale nena, dejá de hacerte la boba.

Marina: ay, me estoy haciendo pis. Voy al baño y de paso traigo algo de queso para
picar.

Marina sale de escena. Julia se pasea con su copa de vino. Se acerca a la computadora
de Marina, que está abierta. Lee , comienza a mostrar signos de gran sorpresa y rabia
mientras lee. Chequea que Marina no vuelva. Julia está desencajada. Se contiene. Se
aleja de la computadora. Entra Marina con un pote de quesos. Julia toma un nuevo
sorbo de vino.)

Marina: estás un poco pálida. Comé quesito así tenés algo en el estómago.

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Julia: te hubiese encantado quedar preseleccionada para la película, no?, Estás celosa.

Marina: ¿qué decís?

Julia: harías cualquier cosa para conseguir ese papel .(toma un sorbo de vino)

Marina: ¿por qué no dejás de tomar? Te estás poniendo un poco agresiva. Come algo,
dale.

Julia: ¿te hubiese gustado ser la actriz que está esperando ese llamado.

Marina: no. Ni lo sueño.

Julia: pero estás celosa, ¿no? Fuimos juntas a un casting donde yo quedé
preseleccionada y vos no. Te pregunté si estabas celosa.

Marina: dejá de tomar. Te está haciendo mal, ¿cómo voy a estar celosa? Estoy
acostumbrada a no quedar elegida. En eso no tengo suerte parece.

Julia: o no tendrás el suficiente talento.

Marina: ¿pero qué decís?

Julia: digo, que sabés que en esto soy mejor que vos. Que me maté estudiando y pongo
mucho esfuerzo.

Marina: yo también estudié y me esfuerzo.

Julia: que sabrás vos lo que es esforzarte en la vida. Puta.

Marina: ¿eh? (atónita) ¿qué me dijiste?

Julia: te dije puta. ( le tira vino en la cara)

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Marina: Andate de mi casa.

Julia: no mi amor, no me voy. ¿Así que te vas a coger al director? (Marina la mira
atónita) .Acabo de leer tu chat con Marcelo Duarte. Sos una sucia, desleal.

Marina: esperá. No es lo que pensás. El me dijo que me podía ayudar, que

Julia: (Julia la corta) cogiéndotelo. ¿O me vas a decir que se van a juntar para hablar a
las 12? (toma más vino) ¿De qué van a hablar? ¿ De arte? ¿ De lo talentosa que sos?

Marina: siempre supe que no me valorabas como actriz. ¿Qué te pensás, que porque
estoy metida en mi casa no tengo ambiciones y deseos como vos?

Julia: hija de puta.

Marina: te dije que te vayas.

Julia: ¡no me voy nada! La señora quiere ser una gran actriz (lo dice en tono de voz alto)
¿pero sabés qué? No se puede todo en la vida. La vida ya es demasiado generosa con
vos, ¡mira cómo vivís!

Marina: ¿pero qué tiene que ver cómo vivo? ¡¿Hay que ser pobre para ser actriz!?

Julia: hay que esforzarse para ser actriz.

Marina: ¿y a vos quién te dijo que yo no me esfuerzo? ¿Porque no vivo quejándome

como vos pansas que no merezco actuar?

Julia: vos no me va a robar éste papel, sabés. Es mi pasaporte a la felicidad. No te lo voy

a permitir. (Julia la agarra del cuello y la tira contra el sillón)

Marina: (gritando) Pará. ¿Te volviste loca? Cálmate. (Comienza a defenderse, logra
zafarse) Te volviste loca Julia

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Pausa. Marina se recompone, se arregla el pelo y la ropa. Mira la hora.

Julia: se acerca la hora, falta poco. Si salís por esa puerta no volvés a entrar. Mmmm,
que lindo sillón éste. Divino (Marina la mira muy sorprendida) Aunque...no sé si
combina con el color de las paredes. Yo las cambiaría. Me gustan los colores estridentes,
hacen juego con mi personalidad, ¿no te parece?

Marina: (muy conmovida) ¿Qué, le vas a contar a Joaquín? ¿ Pensás que va a creer en
vos? No querida.

Julia: (la mira con furia) A tu marido, mi amor...lo tengo agarrado de acá. ( Se señala su
sexo)

Marina: ¿ eh? ¿qué decís?

Julia: que yo hago lo que quiero con él. Sabes que me encanta su perfume...aunque
pensándolo bien , yo le regalaría uno más intenso, quedaría delicioso en su piel.

Ahora es Marina quién se avalancha sobre el cuerpo de Julia. Julia se zafa luego de
algunos gritos. Ambas quedan sentadas una al lado de la otra agitadas en el sillón.
Marina se serena y la mira.

Marina: ¿vos te...

Julia: ( Julia la corta) yo me acosté con tu marido. Una, dos tres cuatro, cinco, diez
veces.

Marina: (llorando) por Dios Julia...no es cierto.

Julia: ¿vos crees que estoy mintiendo? ¿Te parece? Si no me hubieses intentado robar el
papel en la película de ésta manera nunca te lo habría dicho. Me lo habría quedado en
silencio. Pero me estás jugando sucio amiga.

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Marina: (llorando) ¿amiga? ¿Vos sos mi amiga? Sos un monstruo...pero...es que yo
nunca jamás sospeché nada. ¿Cómo pude estar tan dormida? Le habría perdonado
cualquier infidelidad. Pero con vos Julia, con vos...Yo creía en vos.

Julia: Yo también creía en vos. Pensarlo...la película, o tu bella y apacible vida. ¿ Sabés,
cuando me dijeron que estaban entre dos actrices, nunca supuse que la otra serías vos.

Marina: porque vos creés que soy pésima actriz, siempre lo pensaste. Te daba
tranquilidad ir conmigo, nunca me sentiste competencia.

Julia: la verdad es que la elegida era siempre yo.

Marina: voy a demostrar que soy buena. Me ahogo todo el día en mi casa.

Julia: mirá vos, ¿te ahogas? ¿ y qué, ahora por arte de magia pensás que vas a surgir?

Marina: me voy a concentrar en lo que quiero hacer de mi vida. Cuando el director me

dijo que yo le atraía, me dije, ¿por qué no? , ¿Por qué no?

Julia: (muy efusiva) claro! , dijiste, ¿por qué no me abro de gambas, me lo cojo y me da
el papel?

Marina: cuando tocó mi mano, sentí, sentí algo nuevo. Se acercó, me miró a los ojos, y
me conecté con él.

Julia: déjate de joder. No me actúes la romántica, que te conozco hace tiempo.

Marina: ¿me conoces, nos conocemos? ¿No pensaste en mí, cuando te acostabas con
Joaquín, en nuestro tiempo de amistad?, ¿dónde lo hacían? ¿Cuándo? ¿Yo dónde carajo
estaba? ( Marina no deja de llorar) ¿no te hablaba de mi? , ¿Nunca te dijo que me
amaba? (Marina mira la hora, casi en forma automática)

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Julia: tic, tac, tic tac (lo dice con furia). Y, ¿qué vas a hacer princesita? ¿ Dejar tu
palacio por un simple papel? ¿Te parece.?..Mirá que casa hermosa tenés, tan cómoda y
calentita...No te veo deambulando por ahí.

Marina: (como para sí) se me acaba de derrumbar la vida.

Julia: mirá Marina, ésta es la gran oportunidad de mi vida. No pienso dejar que me la
arrebates.

Marina: sos una perra.

Julia: soy una luchadora.

Marina: una traidora. Te acostaste con mi marido, ¿sentiste placer?

Julia: ¿ vos de verdad nunca pensaste que yo podía desear algo de lo que vos tenés? A
veces, estoy con mi hijo, y para no usar la estufa, cuando duerme, lo tapo con tres
frazadas, ¿ sabés lo que es ahorrar gas? (Julia está compungida)

Marina: ( la mira) no. La verdad que no.

Julia: ( ahora es ella quién llora) entonces, entonces me imagino en otra vida. En una
vida que no es la mía. En una vida con un marido pendiente de mí, así, como el tuyo.
Buen hombre. Porque él es un buen hombre. Un día lo llamé desesperada, porque no
tenía para pagar el alquiler. Me citó en su oficina. Tomamos vino. Una botella, otra. Éste
vino, el mismo que estamos tomando ahora.

Marina: ah, el vino. Hoy me hablaste del vino. No era conmigo que lo tomaron. Lo
tomaste con él.

Julia: (continuando su relato, con bastante emoción . Está sensible mientras habla) Él
se acercó , empezó a besar mi cuello, despacio, con ternura. Me desabotonó la
camisa...Pausa.( Marina no puede creer lo que Julia le está relatando) Nunca un

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hombre había sido tan cariñoso conmigo. Me entregué, creo que por agradecimiento. Él
me estaba dando ese dinero.

Marina: ¿Y no pensaste en mí?, digo, ¿en ese momento, no pensaste en mí?

Julia: pensé en vos, claro que pensé en vos. Pero me sentí a salvo.

Pausa.

Marina: a salvo...yo, a mí...se me acaba de derrumbar mi vida. ( Se recompone) ¿Y

cuándo pasó eso? Digo, ¿cuándo tuvieron ese primer encuentro? Porque imagino que
después vinieron otros.

Julia: hace seis meses más o menos.

Marina: ¿seis meses? ¿Cómo pudiste ocultarlo tanto tiempo? ¿No te sentías incómoda
cuándo nos veíamos? ¿No sentías culpa Julia?

Julia: al principio sí. Después creo que me acostumbré. Encuentros en su oficina. Algo
de dinero para mí.

Marina: como una prostituta. Me dijiste puta hoy, hace un rato, ¿te acordás? Te vendiste
Julia.

Julia: nada muy distinto a lo que se supone que estás por hacer. Venderte. Venderte por
un papel.

Marina: Julia, vos me podrías haber pedido dinero a mí.

Julia: no se, en ese momento no se me ocurrió. Era demasiado lo que necesitaba esa vez.
Fue lo primero que se me ocurrió, acudir a él.

Marina: más de una vez te lo día. A cambio de qué, a cambio de nada. Era mi forma de
ayudar, de ennoblecer nuestra amistad. Del placer que me da (se arrepiente) que me daba

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estar con vos. ¿Con qué clase de hombre estoy? ¿Cómo alguien puede acostarse con la
mejor amiga de su mujer? ¿Nunca, en estos seis meses te pareció un ser despreciable mi
marido?

Julia: La verdad que no. Creo que a lo mejor le tentó la situación. Todos los hombres lo
hacen.

Marina: y decís que es bueno, que es un buen hombre (toma vino) Un buen hombre,
como decís vos, te hubiese dado ese dinero sin intercambiarlo por sexo. Maldito poder,
¿no? (Marina llora) Pausa. Hasta ésta mañana yo creía que él era de una forma. Pero él,
él se aprovechó de tu necesidad.

Julia: un intercambio, digamos. El mismo que vas a hacer vos para cagarme.

Marina: ¿en estos seis meses nunca pensaste en mí?

Julia: ¿y vos, vos no pensaste en mí cuando hablaste con el director a espaldas mías?

Marina: te estoy hablando de mí, de un matrimonio de 20 años, ¿te das cuenta?

Julia: parece que la que no se está dando cuenta que estoy dispuesta a todo para
conseguir este papel, sos vos. En este momento no me importa nada más que eso.

Pausa.

Marina: (como para sí) Se me acaba de derrumbar la vida... estoy desolada. No sé qué
pensar, qué hacer.

Julia: es simple querida. Desistí del director y aquí no ha pasado nada. Me olvido de tu
marido, y dejamos todo como estaba. Llámalo. Llama a Duarte y decirle que no podes
encontrarte con él. (Le alcanza el teléfono)

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Marina: ¿si esto no pasaba pensaban ocultármelo?

Julia: pero esto está pasando.

Marina: es un hijo de puta. Mi marido es un hijo de puta.

Julia: gorda, loa hombres necesitan tener sexo ocasional.

Marina: ¿sexo ocasional? ¡ ha! ¿ con mi mejor amiga? Habiendo tantas mujeres , no te
parece que debería haber elegido a otra para su sexo ocasional?( mira la hora)

Julia: es tarde. Dale. No lo hagas ilusionar. Llamalo. Decile que te arrepentiste, que no
podés hacer eso, que sos una mujer fiel.

Marina está pensativa.

Marina:...Hace unos minutos dijiste que tengo una vida apacible.

Julia: Claro. Ésta es tu vida, no estás hecha para ir de acá para allá, de prueba en prueba.
No sos como yo. Sos una señora. Dejate de joder con la actuación.

Pausa.

Marina: cuándo él me tocó la mano, cuándo sentí su respiración (se toca la mano, como
recordando la sensación)

Julia: ¿ la respiración de quién? ¿qué estás diciendo?

Marina: cuando Marcelo se acercó y me miró, yo sentí algo distinto. Me excité, me

desconocí. Sé que no tengo experiencias con tantos hombres. Pero con Marcelo sentí
algo, algo diferente. No sabría ponerlo en palabras.

Julia: una calentura querida. Gorda, el director se quiere acostar con vos y a cambio te
va a dar ése papel. Así de simple mi amor.

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Marina: no creo que nadie se arriesgue a darle un papel a ninguna persona, sólo para
acostarse.

Julia: que poco conocés a los hombres.

Marina: sería un tarado, estaría haciendo una película de cuarta, y las dos sabemos que
Duarte es un director groso.¿ No pensás que pudo haber visto algo en mí, digo, talento?

Julia: sos algo ingenua Marina.

Marina: soy algo sensible Julia.

Julia: serás sensible, pero sabés qué, no tenés idea lo que es tener una vida miserable.
Quedáte con lo que tenés. Dejáte de joder.¿ vos sabés lo que es levantarse, tomar un
subte para ir a un laburo de mierda, lo que es criar sólo a un hijo?

Marina: vivís quejándote. Hacé otra cosa. Cambiá de trabajo. Hace años que lo odias. A
mí ya no me das lástima.

Julia: necesito que me elijan a mí. Soy capaz de todo, y cuándo digo todo, creéme,
porque vas a saber quién soy.

Marina: ...una vida apacible dijiste que tengo.

Julia: sí, sí, tenés una vida apacible. Vos no tenés idea lo que es tener una vida. Siempre
te mantuvieron, ¿ sabes lo qué es pagar una cuenta de luz?¿ sabés lo que es querer
comprarle ropa a tu hijo y que no te alcance? No, que vas a saber vos.

Marina: no, es cierto. No lo sé. Pero también tengo falencias. Si sé lo que es no tener
una madre, por ejemplo.

Julia: ¿ Te vas a hacer la pobre huérfana ahora?

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Marina: no Juli. No es mi estilo hacerme la pobrecita. Se me derrumbó la vida entera,
pero sabés qué, a lo mejor te lo tengo que agradecer.(mira la hora) uy, ya casi son las
doce, Dame el teléfono, lo voy a llamar (Julia le alcanza el teléfono, Marina la mirala
mira, marca un número. ) Hola Marcelo, Soy Marina,¿ estoy a tiempo de irme de viaje
con vos?. Ok, pásame tu dirección por mensajito, ¿ cómo? Sí, estoy re cerca de ahí. En
media hora calculo que estoy.( corta el teléfono, Julia la mira sin poder creer lo que
acaba de escuchar. Marina marca su celular y hace otro llamado) Hola, soy yo Joaquín.
Estoy acá en casa , con Julia. Te quería preguntar si me querés decir algo importante.
Digo, si necesitás decirme algo. Pausa. Ah, porque yo sí. Me voy a ir tres días de
viaje .Y Julia, Julia se ofreció a quedarse en casa. Te va a ayudar con los chicos. Son
sólo tres días. Va a traer a su nene también (todo el tiempo habla mirando a Julia).
Supongo que se van a llevar genial, ¿no? Cuando vuelvo, tomamos ese rico vinito que a
Juli tanto le gusta y hablamos tranquilos. (Marina cuelga el teléfono) Juli, déjate el
enterito. No me molesta. Y si te llaman del casting, podés ir vestida así. Te queda brutal.

APAGÓN.

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